OPINIÓN DIÁLOGOS (APÓCRIFOS) LINGÜÍSTICO … · 24 lavozdealmería 1.2.2020 opinión...

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24 La Voz de Almería 1.2.2020 Opinión PRESIDENTA LAURA MARTÍNEZ ORBEGOZO CONSEJERO DELEGADO JUAN FERNÁNDEZ-AGUILAR DIRECTOR PEDRO M. DE LA CRUZ SUBDIRECTORA ANTONIA SÁNCHEZ VILLANUEVA REDACTORES JEFES ANTONIO FERNÁNDEZ CAMACHO, ANTONIO FERNÁNDEZ COMPÁN, MANUEL LEÓN, SIMÓN RUÍZ. JEFES DE SECCIóN EVARISTO MARTÍNEZ (VIVIR), EVA DE LA TORRE (CIUDADES) DIRECTOR DE PUBLICIDAD RICARDO CÉSPEDES GARCÍA. La Voz de Almería, S.L.U. Av. Mediterráneo, 159. 04007, Almería. Redacción: 950 18 18 18, [email protected], Fax 950256458; Publicidad: 950 28 20 00, [email protected], Fax 950282001; Administración: 950 18 18 18, [email protected], Fax 950181859; Distribuciones y suscripciones: 950 18 18 22, [email protected] y [email protected], Fax 950181824; Marketing: 950 18 18 23, [email protected], Fax 950282001; Impresión: Corporación Gráfica Penibética, S.L.U., Depósito legal: al-2-52, ISSN: 1576-5296, Difusion controlada por Todos los derechos reservados. En virtud de lo dispuesto en los artículos 8 y 32.1, párrafo segundo, de la LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL, quedan expresamente prohibidas la reproducción, la distribución y la comunicación pública, incluída su mo- dalidad de puesta a disposición, de la totalidad o parte de los contenidos de esta publicación, con fines comerciales, en cualquier soporte y por cualquiar medio técnico, sin la autorización de La Voz de Almería S.L.U., empresa editora del diario “La Voz de Almería”. E-mail: [email protected] LA FRASE DEL DÍA Los efectos del cambio climático son visibles; si bien la erosión costera no puede ser controlada por completo, debemos hacer un esfuerzo para abordarla de manera integral y sostenible” HUGO MORÁN Secretario de Estado de Medio Ambiente DIÁLOGOS (APÓCRIFOS) LINGÜÍSTICO-QUIJOTESCOS/17 Donde prosigue la plática sobre retórica o sencillez La retórica es el arte de la persuasión, o sea, el empeño de una persona de influir a través de la palabra LUIS CORTÉS RODRÍGUEZ Catedrático emérito de la Universidad de Almería www.luiscortesrodriguez.es A penas amaneció, Sancho se dispu- so a preparar las cabalgaduras con objeto de tomar de nuevo el camino, pues solo así podría el caballero entrar en fiera y desigual batalla, quehacer para el que había si- do llamado y escogido. Una vez en la ruta, don Quijote, que seguía dando vueltas a lo hablado el día anterior sobre retórica y sencillez con su criado, dirigiose a este así: —¡Sancho de mis quebran- tos!, ¿cómo pudiste renegar de la retórica sin saber lo que es y para qué sirve? Si bien, he de reconocer que no siempre ha de pesar la culpa en los de- más, pues es posible que yo no estuviere agudo en mi comen- to. —Ni sé lo que es ni tengo el menor interés en saberlo – respondió el escudero–, pues con ella no se come y yo llevo veinticuatro horas sin probar otra cosa que un mendrugo de pan que quedaba en mi al- forja. —Eres pobre hasta de mi- ras –dijo el caballero, molesto con la respuesta–. Que no eres capaz de vislumbrar la ventu- rosa fortuna que te aguarda como gobernador. Bien sabes, Sancho, que cumpliré con la muy usada costumbre de la caballería andante de hacer gobernador al escudero de la primera ínsula o reino que ga- nara. Por ello, tú no puedes ser un gañán ni hablar como un gañán, sino como un go- bernador y para ello has de conocer los mecanismos de la retórica. Y no hay otra for- ma, si no es haciendo de ma- nera pensada aquello que tú usas todos los días sin saber cómo ni cómo no. —Pues si no hay otra forma, dígame de una vez qué es la re- la maquinaria del gobierno. Y las dos nada serían sin la prác- tica de la retórica. La retórica ha servido para conseguir co- sas y durante veinte o más si- glos los hombres la entendie- ron así, y por eso siempre ha es- tado vigente. Señor mío don Quijote, por rústico y torpe que sea –volvió a hablar Sancho–, parece im- posible, pero así es, que no en- tienda nada de lo que me está diciendo. Dígame de una vez: ¿es conveniente que un gober- nador la practique? Convenga su respuesta a mi alcance o, me- jor, dejémoslo por hoy. Bueno, Sancho, –insistió don Quijote–, intentaré decírtelo de otra manera. La retórica es el lenguaje en acción con el obje- tivo de, al mismo tiempo, con- vencer y engatusar, inspirar y embaucar, entusiasmar y en- gañar. Permite que los presos sean condenados a más o me- nos tiempo, incluso, después, en la apelación, liberarlos. Hace que los reyes lleven a hacer a los nobles aquello que a estos, des- de la razón y en la soledad, no les convendría hacer. Que los vendedores de tapices, lanas, especias y otros tantos alimen- tos exóticos puedan vender su género al precio soñado por ellos. A veces encierra medias verdades y vacuidades que sue- nan bien, falsos latinismos o ab- surdos pseudocientificismos que tienen el don de persuadir a quienes los leen u oyen. Pero también contiene verdades, grandes razonamientos, más o menos sonoros, y declaracio- nes vitales. Podemos decir que, con todo, tanto engatusa como convence. Ya, Sancho solo pensaba en el almuerzo y apenas escucha- ba. Lo peor es que alimentos no quedaban en los zurrones, pero sí en el camino alguno que otro frutal. tra hija, la conveniencia de ase- arse, comer o trabajar la tierra. Sí, sí, Sancho, que, aunque pen- semos que hablamos lisa y lla- namente, en realidad estamos llenando la frase de artificios retóricos. Todos nosotros so- mos retóricos por instinto y for- mación. Y tú, Sancho, aunque el hablar no lo tengas muy des- arrollado, no ibas a ser una ex- cepción. Lo que sucede es que lo hacemos sin saber cómo ni cómo no. —Pero tal latinajo, ¿no decía vuestra merced que serviría pa- ra hacer mejores mis discursos como gobernador? –dijo San- cho. —Claro que te va a servir, pe- ro cuando lo hagas sabedor de que lo haces y en la ocasión que así se requiera –respondió don Quijote–. Lo que sucede es que la gente, incluso la de alta alcur- nia, acostumbra a asociar la re- tórica con la oratoria formal: los discursos que pronuncian los gobernadores ante sus súb- ditos o los reyes antes las cortes. Y esto es cierto, sin duda, pero eso es cuando la retórica se muestra más visible, cuando se pone su traje de gala. Sin em- bargo, esa cara, la más vistosa, es como la guinda del pastel, pe- ro no la habitual. —Si poco entendía antes – respondió Sancho-, menos en- tiendo tras lo dicho, pues ni sé lo que es ni para qué sirve ni pa- ra qué estamos platicando de ello, si no es para perder el tiem- po o para que mi señor se goce con la ignorancia de su criado. —Te diré solo una cosa, que, a pesar de tu poca sal en la mo- llera, sí alcanzarás. En cierta ocasión oí a un Secretario de Nueva España, amante tam- bién de los libros de caballería, Luis Fernández Revuelta, que el funcionamiento del Estado tiene dos instituciones centra- les: los tribunales de justicia y térica esa de la que llevamos platicando un tiempo y que tan importante ve para mi destino. —Retórica, Sancho, que no retérica, es el arte de la persua- sión, o sea, el empeño de una persona de influir en otra me- diante palabras. Tus padres uti- lizaron la retórica contigo des- de los primeros momentos de tu vida y, en cuanto pudiste for- mar palabras, tú empezaste a usarla para responderles. Más tarde, la empleaste para con- vencer a Juana, tu mujer, a que se casara contigo, ¡que menudo uso de ella, de la retórica, tuvis- te que hacer para inclinarla a tal cosa!, y, más tarde, Juana y tú, para inculcar a Teresa, vues- OPINIÓN FERMÍN BOCOS OTR Press “Orden más contra orden igual a desorden”. Este viejo aforismo resume el vaivén de la agenda del presidente del Gobierno. Todo el mundo sabe que Sánchez está maniatado por sus acuerdos con ERC, pe- ro nos faltaba ver cómo los separatistas hacían ostentación de su poder apretando la cuerda. Todo a cuenta de la reunión con Torra anun- ciada para el 6 de febrero, posteriormente apla- zada sine die a la espera de saber cuándo Torra convocaba elecciones y de nuevo confirmada en fecha y lugar tras una inopinada, y, según crónicas, intempestiva presencia en La Mon- cloa del separatista Rufián. Esquerra tiene la llave de los Presupuestos que Sánchez necesita para asegurar al menos los primeros dos años de legislatura. Y ya se sabe que quien tiene la silla alquilada no se sienta cuando quiere. En política las formas cuentan porque dan cuenta del fondo de las cosas. Aprovechando la guerra que se traen los separatistas Sánchez creyó llegado el momento de un juego paralelo en la idea de que esa fractura podía aparejar una rebaja en las exigencias de ERC. Olvidó que para ellos apoyar al PSOE en Ma- drid es un hecho instrumental. Les sirve en cuanto subraya la debilidad parla- mentaria de los socialistas y pueden aprove- charla para sus fines. Que no ocultan, al con- trario, los proclaman, como hizo Junqueras en su comparecencia ante la surrealista comi- sión del Parlament que “investiga” ¡como si no supieran! por qué fue aplicado el 155 que le- galmente permitió al Gobierno Rajoy, con el apoyo del PSOE, suspender temporalmente la autonomía. La presencia de Rufián en Mon- cloa fue una demostración de fuerza. Tienen a Sánchez atrapado y quieren que se note. Si Sánchez y su gurú Iván Redondo creen que la mejor táctica para domesticar al tigre es me- terse con él en la jaula para convencerle de que se haga vegetariano, cometen un error. ERC que ya ha conseguido que el Gobierno admita que está dispuesto a promover una reforma exprés del Código Penal para rebajar la pena a los delitos de rebelión va a seguir ordeñando la vaca hasta que se seque. Van a lo suyo. Lo dijo una de sus diputadas: la gobernabilidad de Es- paña les importa un comino. El sainete no ha hecho más que empezar. ¡Pobre España! Un sainete Aunque pensemos que hablamos lisa y llanamente, estamos llenando la frase de artificios retóricos Esquerra tiene la llave de los Presupuestos que Sánchez necesita para asegurar dos años de legislatura

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24 La Voz de Almería 1.2.2020

Opinión

PRESIDENTA LAURA MARTÍNEZ ORBEGOZO CONSEJERO DELEGADO JUAN FERNÁNDEZ-AGUILAR DIRECTOR PEDRO M. DE LA CRUZ SUBDIRECTORA ANTONIA SÁNCHEZ VILLANUEVA REDACTORES JEFES ANTONIO FERNÁNDEZ CAMACHO, ANTONIO FERNÁNDEZCOMPÁN, MANUEL LEÓN, SIMÓN RUÍZ. JEFES DE SECCIóN EVARISTO MARTÍNEZ (VIVIR), EVA DE LA TORRE (CIUDADES) DIRECTOR DE PUBLICIDAD RICARDO CÉSPEDES GARCÍA.La Voz de Almería, S.L.U. Av. Mediterráneo, 159. 04007, Almería. Redacción: 950 18 18 18, [email protected], Fax 950256458; Publicidad: 950 28 20 00, [email protected], Fax 950282001; Administración: 950 18 18 18,[email protected], Fax 950181859; Distribuciones y suscripciones: 950 18 18 22, [email protected] y [email protected], Fax 950181824; Marketing: 950 18 18 23, [email protected], Fax950282001; Impresión: Corporación Gráfica Penibética, S.L.U., Depósito legal: al-2-52, ISSN: 1576-5296, Difusion controlada por

Todos los derechos reservados. En virtud de lo dispuesto en los artículos 8 y 32.1, párrafo segundo, de la LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL, quedan expresamente prohibidas la reproducción, la distribución y la comunicación pública, incluída su mo-dalidad de puesta a disposición, de la totalidad o parte de los contenidos de esta publicación, con fines comerciales, en cualquier soporte y por cualquiar medio técnico, sin la autorización de La Voz de Almería S.L.U., empresa editora del diario “La Vozde Almería”. E-mail: [email protected]

LAFRASEDEL DÍA “ Los efectos del cambio climático son visibles; si bien la erosión

costera no puede ser controlada por completo, debemos hacerun esfuerzo para abordarla de manera integral y sostenible”HUGO MORÁNSecretario de Estado de Medio Ambiente

DIÁLOGOS (APÓCRIFOS) LINGÜÍSTICO-QUIJOTESCOS/17

Donde prosigue la plática sobreretórica o sencillez

La retórica es elarte de lapersuasión, o sea,el empeño de unapersona de influir através de la palabra

LUIS CORTÉS RODRÍGUEZCatedrático emérito de laUniversidad de Almeríawww.luiscortesrodriguez.es

Apenas amaneció,Sancho se dispu-so a preparar lascabalgaduras conobjeto de tomar

de nuevo el camino, pues soloasí podría el caballero entraren fiera y desigual batalla,quehacer para el que había si-do llamado y escogido. Unavez en la ruta, don Quijote,que seguía dando vueltas a lohablado el día anterior sobreretórica y sencillez con sucriado, dirigiose a este así:

—¡Sancho de mis quebran-tos!, ¿cómo pudiste renegarde la retórica sin saber lo quees y para qué sirve? Si bien, hede reconocer que no siempreha de pesar la culpa en los de-más, pues es posible que yo noestuviere agudo en mi comen-to.

—Ni sé lo que es ni tengo elmenor interés en saberlo –respondió el escudero–, puescon ella no se come y yo llevoveinticuatro horas sin probarotra cosa que un mendrugode pan que quedaba en mi al-forja.

—Eres pobre hasta de mi-ras –dijo el caballero, molestocon la respuesta–. Que no erescapaz de vislumbrar la ventu-rosa fortuna que te aguardacomo gobernador. Bien sabes,Sancho, que cumpliré con lamuy usada costumbre de lacaballería andante de hacergobernador al escudero de laprimera ínsula o reino que ga-nara. Por ello, tú no puedesser un gañán ni hablar comoun gañán, sino como un go-bernador y para ello has deconocer los mecanismos dela retórica. Y no hay otra for-ma, si no es haciendo de ma-nera pensada aquello que túusas todos los días sin sabercómo ni cómo no.

—Pues si no hay otra forma,dígame de una vez qué es la re-

la maquinaria del gobierno. Ylas dos nada serían sin la prác-tica de la retórica. La retóricaha servido para conseguir co-sas y durante veinte o más si-glos los hombres la entendie-ron así, y por eso siempre ha es-tado vigente.

Señor mío don Quijote, porrústico y torpe que sea –volvióa hablar Sancho–, parece im-posible, pero así es, que no en-tienda nada de lo que me estádiciendo. Dígame de una vez:¿es conveniente que un gober-nador la practique? Convengasu respuesta a mi alcance o, me-jor, dejémoslo por hoy.

Bueno, Sancho, –insistió donQuijote–, intentaré decírtelo deotra manera. La retórica es ellenguaje en acción con el obje-tivo de, al mismo tiempo, con-vencer y engatusar, inspirar yembaucar, entusiasmar y en-gañar. Permite que los presossean condenados a más o me-nos tiempo, incluso, después,en la apelación, liberarlos. Haceque los reyes lleven a hacer a losnobles aquello que a estos, des-de la razón y en la soledad, noles convendría hacer. Que losvendedores de tapices, lanas,especias y otros tantos alimen-tos exóticos puedan vender sugénero al precio soñado porellos. A veces encierra mediasverdades y vacuidades que sue-nan bien, falsos latinismos o ab-surdos pseudocientificismosque tienen el don de persuadira quienes los leen u oyen. Perotambién contiene verdades,grandes razonamientos, más omenos sonoros, y declaracio-nes vitales. Podemos decir que,con todo, tanto engatusa comoconvence.

Ya, Sancho solo pensaba enel almuerzo y apenas escucha-ba. Lo peor es que alimentos noquedaban en los zurrones, perosí en el camino alguno que otrofrutal.

tra hija, la conveniencia de ase-arse, comer o trabajar la tierra.Sí, sí, Sancho, que, aunque pen-semos que hablamos lisa y lla-namente, en realidad estamosllenando la frase de artificiosretóricos. Todos nosotros so-mos retóricos por instinto y for-mación. Y tú, Sancho, aunqueel hablar no lo tengas muy des-arrollado, no ibas a ser una ex-cepción. Lo que sucede es quelo hacemos sin saber cómo nicómo no.

—Pero tal latinajo, ¿no decíavuestra merced que serviría pa-ra hacer mejores mis discursoscomo gobernador? –dijo San-cho.

—Claro que te va a servir, pe-ro cuando lo hagas sabedor deque lo haces y en la ocasión queasí se requiera –respondió donQuijote–. Lo que sucede es quela gente, incluso la de alta alcur-nia, acostumbra a asociar la re-tórica con la oratoria formal:los discursos que pronuncianlos gobernadores ante sus súb-ditos o los reyes antes las cortes.Y esto es cierto, sin duda, peroeso es cuando la retórica semuestra más visible, cuando sepone su traje de gala. Sin em-bargo, esa cara, la más vistosa,es como la guinda del pastel, pe-ro no la habitual.

—Si poco entendía antes –respondió Sancho-, menos en-tiendo tras lo dicho, pues ni sélo que es ni para qué sirve ni pa-ra qué estamos platicando deello, si no es para perder el tiem-po o para que mi señor se gocecon la ignorancia de su criado.

—Te diré solo una cosa, que,a pesar de tu poca sal en la mo-llera, sí alcanzarás. En ciertaocasión oí a un Secretario deNueva España, amante tam-bién de los libros de caballería,Luis Fernández Revuelta, queel funcionamiento del Estadotiene dos instituciones centra-les: los tribunales de justicia y

térica esa de la que llevamosplaticando un tiempo y que tanimportante ve para mi destino.

—Retórica, Sancho, que noretérica, es el arte de la persua-sión, o sea, el empeño de unapersona de influir en otra me-diante palabras. Tus padres uti-lizaron la retórica contigo des-de los primeros momentos detu vida y, en cuanto pudiste for-mar palabras, tú empezaste ausarla para responderles. Mástarde, la empleaste para con-vencer a Juana, tu mujer, a quese casara contigo, ¡que menudouso de ella, de la retórica, tuvis-te que hacer para inclinarla atal cosa!, y, más tarde, Juana ytú, para inculcar a Teresa, vues-

OPINIÓN

FERMÍN BOCOSOTR Press

“Orden más contra ordenigual a desorden”. Este viejoaforismo resume el vaivén dela agenda del presidente del

Gobierno. Todo el mundo sabe que Sánchezestá maniatado por sus acuerdos con ERC, pe-ro nos faltaba ver cómo los separatistas hacíanostentación de su poder apretando la cuerda.Todo a cuenta de la reunión con Torra anun-ciada para el 6 de febrero, posteriormente apla-zada sine die a la espera de saber cuándo Torraconvocaba elecciones y de nuevo confirmadaen fecha y lugar tras una inopinada, y, segúncrónicas, intempestiva presencia en La Mon-cloa del separatista Rufián. Esquerra tiene lallave de los Presupuestos que Sánchez necesitapara asegurar al menos los primeros dos añosde legislatura. Y ya se sabe que quien tiene lasilla alquilada no se sienta cuando quiere.

En política las formas cuentan porque dancuenta del fondo de las cosas. Aprovechandola guerra que se traen los separatistas Sánchezcreyó llegado el momento de un juego paraleloen la idea de que esa fractura podía aparejar

una rebaja en lasexigencias deERC. Olvidó quepara ellos apoyaral PSOE en Ma-drid es un hechoinstrumental.Les sirve encuanto subraya ladebilidad parla-

mentaria de los socialistas y pueden aprove-charla para sus fines. Que no ocultan, al con-trario, los proclaman, como hizo Junquerasen su comparecencia ante la surrealista comi-sión del Parlament que “investiga” ¡como si nosupieran! por qué fue aplicado el 155 que le-galmente permitió al Gobierno Rajoy, con elapoyo del PSOE, suspender temporalmentela autonomía. La presencia de Rufián en Mon-cloa fue una demostración de fuerza. Tienena Sánchez atrapado y quieren que se note. SiSánchez y su gurú Iván Redondo creen que lamejor táctica para domesticar al tigre es me-terse con él en la jaula para convencerle de quese haga vegetariano, cometen un error. ERCque ya ha conseguido que el Gobierno admitaque está dispuesto a promover una reformaexprés del Código Penal para rebajar la penaa los delitos de rebelión va a seguir ordeñandola vaca hasta que se seque. Van a lo suyo. Lo dijouna de sus diputadas: la gobernabilidad de Es-paña les importa un comino. El sainete no hahecho más que empezar. ¡Pobre España!

Un sainete

Aunque pensemosque hablamos lisa yllanamente,estamos llenando lafrase de artificiosretóricos

Esquerra tiene lallave de losPresupuestos queSánchez necesitapara asegurar dosaños de legislatura