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  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    1/225

    FL CSO

    t ibUo\eca

    adando contra l corriente

    Mujeres y cuotas polticas

    n

    los Pases Andinos

    Magdalena Len

    Editora

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    2/225

    ISBN 95R-33-7339-7

    :" Magdalena Len

    Editora

    Gatos Gemelos Comunicaciones

    Diseoy diagramacin

    Panamericana Formas e Impresos S.A.

    Impresin

    a , oo"'.'

    a o

    o

    .

    ----------.

    .

    Portada. foto central

    . l

    Marccla Ortiz

    Tomada de:

    Iniciativas presupuestares sensibles al genero en LAC. UNIFEM.

    UNIFEM

    Amazonas

    2 89 y

    La GrJnja Edificio Naciones Unidas

    Segundo Piso

    Quito- Ecuador

    [email protected]

    UNFPA

    Avenida

    No. 10 - 62 Piso 3

    Bogot - Colombia

    UNIVERSIDAD

    NACIONAL

    Escuela de Estudios de Gnero

    Carrera 50 No. 27-70UnidadCamilo Torres Bloque B5 y 6

    Bogot - Colombia

    escesgenero_bob'@unaJ.edu.co

    lEP

    Instituto de Estudios Peruanos

    Horacio Urteaga 694.Jess Maria

    Lima - Per

    [email protected]

    CIDEM

    Centrode Informacin

    y

    Desarrollo de la

    Mujer

    C. Boquern 598 A esquina C. Almirante Grau,

    Edificio El Carmen2 Mezanine, zona San Pedro

    La Paz - Bolivia

    [email protected]

    FLACSOECUADOR

    Calle La Pradera

    y

    Diego dc Almagro Esq,

    Quito

    - Ecuador

    [email protected]

    B I B L I O T ~ C ~

    F A C ~ O

    mailto:[email protected]:[email protected]
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    3/225

    Prefacio 11

    Presentacin 15

    emocracia e

    inclusin

    poltica:

    a regin andina en perspectiva

    comparada

    Mala Htun

    La cuota sola

    no

    basta:

    41

    El caso de Colombia

    Magdalena Len y [imena Holgun

    Abriendo puertas: 91

    cuotas y participacin poltica

    de rnuj r s en

    el Per

    Lourdes

    Hurtado

    Cunto

    hemos

    avanzado las mujeres

    con

    las cuotas?

    4

    El caso Boliviano

    Lisa

    aldez y

    Patricia raez

    La cuota electoral en Ecuador:

    69

    Nadando a contra corriente en un horizonte esperanzador

    Silvia

    Vega

    Las cuotas de mujeres en el rea andina: 2 7

    Inferencias de una comparacin

    Mara Emma WiIls

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    N adando contra la corriente.

    Mujeres y cuotas polticas en los Pases Andinos

    utoras

    Presentacin

    Democracia

    e

    inclusin

    poltica:

    La regin

    andina

    en

    perspectiva comparada

    Mala Htun.

    Mala Htun. Ph.D. en Ciencia Poltica de la Universidad de Harvard y B.A

    en Relaciones Internacionales de la Universidad de Stanford. Profesora de

    Ciencia Poltica del Graduate Faculty of Political and Social Science, New

    School University (NY, USA). Autora del libro Sex and the State:

    Abortion,

    Divorce and

    the

    Family under Latin

    American

    Dictatorships

    and

    Democracies

    (New York:

    Cambridge

    University Press, 2003). Ha

    publicado numerosos art-

    culos en revistas internacionales.

    Entre

    sus publicaciones ms recientes se

    encuentran:

    ls

    Gender Like Ethnicity?

    The

    Political

    Representation of

    Identity Groups. (2004), Learning from Gender Quotas (2004), Women

    and

    Democracy

    (2003),

    Women

    in Political Power in Latin

    America

    (2002),

    y Engendering

    the Right

    to Participare in Decisiorunaking: Electoral

    Quotas

    and Women's

    Leadershipinl.arirtArnerica, (2002).

    La cuota sola no basta

    el caso de Colombia

    Magdalena Len

    y

    [imena Holgun

    Magdalena Len.

    Sociloga. Profesora

    Titular

    de la Facultad de

    Ciencias

    Humanas de la Universidad

    Nacional

    de Colombia en Bogot. En el ao

    2000 recibi el Premio

    Nacional

    al Mrito Cientfico en la categora de

    Investigador de

    Excelencia

    de la

    Asociacin

    para el Avance de la

    Ciencia

    en

    Colombia. Fue

    directora

    de las investigaciones que dieron origen a los libros

    La mujer y el desarrollo en

    Colombia

    (1977) y Mujer y capitalismo agrario

    (1980). Ha editado los libros: Debate sobre la

    mujer

    en Amrica Latina y el

    Caribe(1982), Poder

    y Empoderamiento de las mujeres (1997), Participacin

    poltica

    de las mujeres: Avances y desafios (1997), coeditado Gnero e

    Identidad:

    Ensayos

    sobre

    lo

    femenino

    y lo

    masculino

    (1995), Ruptura de la

    inequidad?

    Propiedad y

    gnero

    en la

    Amrica

    Latina del siglo XIX (2005).

    Con Carmen

    Diana

    Deere

    es

    coautora

    de

    Gnero,

    Propiedad y

    Empoderamieuto: Tierra,

    Estado y

    Mercado

    en

    Amrica

    Latina (2002),

    que

    7

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    recibi el premio LASA y de numerosos artculos y coeditoras de La mujer

    y la poltica agraria en Amrica Latina (1986).

    Jimena Holgun. Magster en Ciencia Poltica de la Universidad de los

    Andes, Bogot y profesora de la misma universidad. Investigadora asistente del

    Departamento de Investigaciones de la Universidad Central. Ha trabajado

    temas de representacin poltica y sistemas electorales. Autora de La reforma

    poltica en Colombia: un anlisis de las modificaciones a la naturaleza de la

    representacin poltica introducidas en el Acto Legislativo 01 de 2003

    (2004). Coautora, con Magdalena Len, de Accin Afirmativa: Hacia

    Democracias Inclusivas: Colombia, (2005) La accin afirmativa en la

    Universidad de los Andes: el caso del Programa Oportunidades para Talentos

    Nacionales (2005). Acciones afirmativas en Colombia: el caso de la

    Universidad Industrial de Santander (2004).

    briendo

    puertas:

    cuotas y participacin politica

    de mujeres en el Per

    ourcles

    Hurtado

    Lourdes Hurtado. Antroploga y candidata a Magster en antropologa en

    la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Investigadora del Instituto de

    Estudios Peruanos (IEP). Ha sido Becaria del Social Science Research

    Council (2001), la Fundacin Rockefeller y

    SUR

    (2003) Y del Consejo

    Latinoamericano de Ciencias Sociales (2004). Ha publicado Cul tura, repre-

    sentacin

    y

    otredad. Reflexiones sobre el colectivo militar

    peruano

    (IDL,2002) as como otros artculos relacionados con Gnero y

    poder

    pol-

    tico, y Fuerzas Armadas en

    el

    Per. Coautora con Magdalena Len, de

    Accin Afirmativa: Hacia Democracias Inclusivas: Per (2005).

    Cunto hemos avanzado las

    mujeres

    con las cuotas?

    El caso Boliviano

    Lisa Baldezy Patricia Braez

    Lisa

    Baldez,

    Politloga de la Universidad de California, San Diego.

    Profesora asociada, Dartmourh College en

    New Hampshire,

    Trabaja los temas

    de gobierno y Amrica Latina, y estudios latinoamericanos y del Caribe.

    Autora del libro

    Why

    Women Protest: Women's Movements in Chiribe

    (2002) y de numerosos artculos publicados en revistas acadmicas. De igual

    manera se desempea como coeditora, de Politics Gender, una nueva revis-

    ta que ser publicada

    por

    Cambridge University Press en 2005.

    8

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    Patricia Braez. Sociloga de

    l

    Universidad

    Mayor

    de San Andrs.

    Maestra en Estudios de

    gnero CIDES

    - UMSA (tesis en curso sobre vio

    lencia de gnero). En

    l

    actualidad se desempea como coordinadora de

    Proyectos en el Centro de Informacin

    y Desarrollo

    para

    l

    Mujer,

    (CIDEM).

    Integrante

    activa de la Plataforma de la

    Mujer

    en Bolivia.

    Integrante

    de la

    Coordinacin Nacional

    de la Mesa de Vigilancia de los

    Derechos

    Sexuales y Reproductivos. Entre sus publicaciones se

    encuentran

    Indicadores

    de Participacin Poltica de las

    Mujeres ,

    elaborado para la

    Comisin Econmica

    para Amrica Latina y el Caribe, CEPAL;

    y Mujeres

    Rurales al Timn en Bolivia (2003).

    La

    cuota

    electoral

    en

    Ecuador:

    Nadando a

    contra-corriente en

    un

    horizonte

    esperanzador

    Silvia

    Vega

    Ugalde

    Silvia Vega Ugalde. Doctorado en Sociologa de la Universidad de

    Cuenca, Ecuador.

    Maestra en

    Historia Andina

    en

    l

    Facultad

    Latino

    americana

    de

    Ciencias

    Sociales (FLACSO-Quito). Actualmente es

    Docente de la Escuela de Sociologa de

    l

    Universidad Central del

    Ecuador

    (Quito)

    y Profesora invitada de la

    FLACSo.

    Ha

    dedicado

    su vida a

    l

    inves

    tigacin social y sobre las mujeres, combinndola

    con

    una activa militancia

    en el movimiento de mujeres

    ecuatoriano.

    Ha

    publicado numerosos

    libros

    y artculos; entre los ms recientes se

    cuentan:

    La cuota electoral de las

    mujeres. Elementos para un balance (2004), Acciones municipales

    por

    tadoras de equidad entre mujeres y hombres (2003),

    La

    ciudadana

    incompleta de los movimientos de mujeres (2000).

    Las

    cuotas

    de

    mujeres

    en

    el area andina:

    Inferencias de una comparacin

    Mara Emma Wills

    Mara

    Emma

    Wills.

    Doctorado, Instituto

    de Estudios Latinoamericanos,

    Universidad de Texas en Austin,

    EEUU;

    Investigadora y profesora del

    Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales (IEPR.I) y

    docente ocasional de la Escuela de Gnero de la Universidad Nacional de

    Colombia sede Bogot; Miembro del

    Observatorio

    Mujeres y Participacin

    Poltica. Autora de numerosos artculos y libros entre ellos: Las trayectorias

    femeninas y feministas hacia lo

    pblico

    en

    Colombia

    (1970-2000) Inclusin

    sin representacin? Disertacin presentada para

    obtener

    el ttulo de Ph.D.,

    prxima

    a publicarse; Wills, Mara Ell a y Anglica Bernal:

    Mujeres

    y

    9

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    7/225

    Poltica: en qu

    punto

    estamos? , (2003); El gobierno

    Uribe

    la equidad

    de

    gnero ,

    (2003);

    Nuevas

    y viejas ciudadanas: la apuesta

    por

    una nueva

    democracia , (2002); Mujeres y Poltica en

    Colombia

    (1970-2000): los

    caminos (insospechados) hacia una gradual apertura , (2002); Colombia

    siglo

    XXI.

    Feminismos: Movimientos anacrnicos? , (2000).

    1

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    refacio

    Hace un poco mas de una dcada, cuando la segunda ola del feminismo

    haba trasegado las dcadas del setenta y del ochenta en la regin, edit la com-

    pilacin Mujeres y participacin poltica:

    Avanccs }

    dcstifos

    Amrica

    Latina La

    publicacin resalt los diferentes temas que en el momento eran bsicos para

    el movimiento de mujeres de la regin! Entre ellos se destacan el cuestionamien

    to por parte de las mujeres organizadas de los vicios de formalidad y exclusin

    de los regmenes polticos, su participacin en la recalificacin de

    la

    democracia

    para extender su sentido a las prcticas de la vida cotidiana y el avance en defi

    nir que la autonoma no era un derecho exclusivo.

    El tema de mayor inters ya se planteaba en aquel

    momento que

    reco

    gemos para esta nueva publicacin- tena que ver con dos interrogantes:

    "por qu lo pblico a nivel decisorio y la formulacin de propuestas de

    polticas han permanecido bsicamente inflexibles en manos masculinas? y

    por qu las mujeres no entran a los espacios de liderazgo y presentan un

    bajo ejercicio del poder en la esfera pblica?". La controversia y la movili

    zacin referentes a esta exclusin fueron las que abrieron paso al tema de las

    acciones afirmativas para las mujeres y con ello a la promocin de las leyes

    de cuotas en la arena de lo poltico pblico.

    Pasados diez aos de esa publicacin, hoy hay consenso a nivel regional,

    nacional y local acerca de que el movimiento de mujeres y en particular el

    movimiento feminista construyeron mediante diferentes canales la agenda de

    las mujeres y la pusieron en la arena pblica durante el perodo conocido

    como

    preBejing. No sin dificultades, esta agenda fue construida con gran

    compromiso y esmerado esfuerzo. En este proceso, los temas de la organiza

    cin y participacin de las mujeres en la esfera pblica fueron considerados

    prioritarios. La necesidad de eliminar las condiciones de discriminacin que

    afectaban a las mujeres fue enfatizada, al igual que la prioridad de buscar

    igualdad y equidad. Fue un perodo dinmico de construccin y organiza

    cin de redes de diferentes niveles. El resultado es una Plataforma de Accin

    para las Mujeres (EPAN), producto de la Conferencia de Bejing. En este

    marco o carta de navegacin de poltica pblica, la necesidad y urgencia de

    Magdalena Len (comp.) Mujeres y participacin poltica: Avances y desafos en Amrica Latina.

    Bogora.Terccr

    Mundo Editores. 1994.

    11

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    la participacron poltica de las mujeres ha

    adquirido

    una importancia

    no

    alcanzada antes en la

    regin.

    La EPAM establece medidas que han de adoptar los gobiernos, los partidos

    polticos y otras organizaciones e instancias institucionales para garantizar a las

    mujeres la igualdad de acceso y la plena participacin en las estructuras de poder,

    con miras a lograr el ejercicio de la plena ciudadana en trminos de sus dere

    chos polticos. Para ello, se insta a promover acciones afirmativas para el logro del

    equilibro entre hombres y mujeres en las instancias gubernamentales, y a impul

    sar cambios en los sistemas electorales

    que

    alienten a los partidos polticos para

    que las mujeres ingresen en los cargos pblicos -sean stos de eleccin o no- en

    proporcin igual que los varones. Las cuotas

    como

    mecanismo de accin afir

    mativa estn encaminadas a la inclusin de las mujeres en las instancias de toma

    de decisiones (niveles ejecutivos, congresos, asambleas), a travs del estableci

    miento de un porcentaje mnimo de cupos para ser ocupados

    por

    ellas.

    El concepto de accin afirmativa tiene su dinmica propia y su uso en la

    regin. Corre en

    buena

    parte paralelo con

    el

    inters del movimiento de muje

    res de cuestionar la participacin poltica discriminatoria y

    promover

    los

    pro

    yectos de ley de cuotas para las mujeres. El rastreo del origen del

    concepto

    lo

    sita en

    l

    dcada de los aos cincuenta del siglo pasado,

    cuando

    en Estados

    Unidos se levanta

    el

    movimiento contra la discriminacin racial que culmin

    con

    la Ley de Derechos Civiles. A partir de estas luchas se desprenden

    pro

    gramas de acciones afirmativas. Posteriormente, estas iniciativas no slo van a

    tener referencia a lo tnico, sino

    que

    se amplan a diversos grupos de la socie

    dad que han sido hisrr-icamcnre discriminados,

    especialmente

    en lo laboral, en

    cuanto

    a la igualdad de opor tunidades de

    empleo

    en Estados

    Unidos

    y Europa.

    A finales del milenio pasado y lo que va corrido del siglo XXI, las iniciativas de

    accin afirmativa promovidas en el

    primer

    mundo, especialmente en Estados

    Unidos, han sufrido el embate de las fuerzas fimdamcntalisras conservadoras,

    que pregonan el

    imperio

    del libre juego de las fuerzas del mercado y quieren

    sacar al Estado de programas encaminados a avanzar en

    la equidad

    social. En esta

    coyuntura, la oficina de la Fundacin Ford en Santiago de

    Chile

    formul el

    Proyecto de Investigacin sobre Accin Afirmativa en la Regin Andina y el

    Cono Sur , con el objetivo de dar cuenta sobre qu haba pasado y qu estaba

    pasando en cuanto al debate del concepto de la accin afirmativa y a su aplica

    cin en Amrica Latina. Me cupo la responsabilidad de dirigir este proyecto

    para los casos de

    Colombia

    y

    Per.

    2 Lo, resultados para Colombia pueden consultarse en: Len. Magdalena

    y

    Holgun, jimena, Accin

    Afirmativa: Hacia Democracia, Incusivas. Colombia, En: Diaz Pamela (cd.), Santiago: Fundacin

    Equiras, 2005. Para Per consltese

    Len, Magdalena

    y

    Hurtado. Lourdes, Accin Afirmativa: Hacia

    Democracias Inclusiva. Per. En: Daz Pamela (ed.). Santiago: Fundacin Equiras, 2005.

    2

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    En el curso de esta investigacin,

    que

    rastre el debate

    normativo

    sobre

    el tema y elabor

    un

    catastro sobre las medidas afirmativas existentes y su

    cumplimiento en cada pas, aprend que en Colombia y Per el concepto

    de accin afirmativa, tanto en su discusin normativa

    como

    en su aplicacin,

    estaba estrechamenteligado a la formulacin y cumplimiento de las medidas

    de cuotas polticas para las mujeres. A partir de lo estudiado en esta prime-

    ra aproximacin al tema de las acciones afirmativas naci

    el

    inters de traba-

    jar

    con mayor rigor y profundidad sobre las leyes de cuotas para las mujeres.

    Se me hizo evidente la falta de trabajos

    que

    dieran

    cuenta

    de los procesos de

    configuracin, aprobacin y aplicacin de los proyectos de cuotas y su signi-

    ficado para la participacin poltica de las mujeres y para los sistemas de

    gnero. Vislumbr el inters estratgico del tema, y

    con

    esta

    inquietud entre

    pecho y espalda formul la necesidad de conocer y divulgar el tema a Ana

    Fal,

    entonces

    directora del

    Fondo

    de Desarrollo de las

    Naciones

    Unidas

    UNIFEM) para la

    Regin

    Andina, quien se interes en financiar la parte

    editorial de una publicacin sobre

    el

    tema.

    Nona

    Kaidbey representante del

    Fondo

    de Poblacin de Naciones Unidas UNFPA) en Colombia tambin

    apoyo la iniciativa. A ellas y sus insti tuciones mis agradecimientos.

    En este

    texto

    presentamos artculos para

    Colombia,

    Per, Ecuador y

    Bolivia: .

    En Colombia

    la Ley de

    Cuotas

    fue aprobada en

    el

    ao 2000

    y en

    Per, Ecuador y Bolivia la aprobacin de la respectiva ley se dio en 1997. Los

    dos primeros artculos de esta publicacin son

    una

    reelaboracin de l

    infor-

    macin y los anlisis presentados en

    el

    trabajo de accin afirmativa antes

    mencionado.

    Quiero agradecer a jirnena

    Holgun

    y a Lourdes

    Hurtado,

    quienes

    me acompaaron en esta labor. El artculo de

    Ecuador

    qued a cargo

    de Silvia Vega y el de Bolivia de Lisa Baldez y Patricia Braez, Para las tres

    mis

    agradecimientos por

    su colaboracin.

    Con

    el propsito de hacer ms amplia la divulgacin de esta publicacin,

    con

    UNIFEM invitamos a participar como coeditores en cada uno de los pa-

    ses comprometidos a una institucin destacada en los estudios de mujer. En

    Colombia nos acompaa la Escuela de Estudios de Gnero de la Universidad

    Nacional de Colombia, en Per

    el

    Instituto de Estudios Peruanos (IEP), en

    Ecuador

    la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y en

    Bolivia el Centro de Informacin y Desarrollo de la

    Mujer

    CIDEM).

    En este trabajo no se incluye el caso de Venczuel

    a,

    En la Lcy Orgnica de Sugragio y Participacin

    Poltica, del 26 de mayo de 1998. fueron aprobadas las cuotas polticas para las mujeres. Posteriormente

    las cuotas fueron revocadas.

    3

    3

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    11/225

    Mala

    tun

    y Maria Emma WiIls

    politlogas

    que

    han

    hecho

    flexiones sus-

    tantivas sobre el tema aceptaron apoyar esta publicacin como presentadora de

    su contenido la primera y

    como

    autora de las conclusiones en un artculo

    com-

    parativo la segunda. Sus trabajos permiten dimensionar la importancia del tema

    y de la labor realizada por las autoras y preparan a las lectoras y lectores para

    dimensionar el sentido avances y proyeccin de las cuotas polticas

    como

    accin

    afirmativa para las mujeres en la regin. A ellas tambin mis agradecimientos

    En especial para el

    movimiento

    de mujeres y en particular para el movi-

    miento

    feminista el material que entregamos es de suma importancia para

    apuntalar sus luchas y

    apuntar

    a objetivos cada vez mas estratgicos para el

    logro de la participacin poltica de las mujeres. Sin lugar a dudas es un

    camino

    para avanzar en procesos democrticos con justicia de gnero en la

    regin

    Andina. Invito pues a las y los interesados en este

    texto

    a

    hacer

    una

    lectura cuidadosa y entusiasta.

    Magdalena Len

    Bogot

    marzo

    de 2005.

    4

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    12/225

    Democracia e

    inclusin poltica:

    a regin andina en perspectiva comparada

    Mala Htun

    Durante la ltima dcada hemos sido testigos de la fragilidad de

    la demo-

    cracia en Amrica Latina,

    y

    en

    la

    regin andina en particular. De hecho,

    Ecuador

    experiment

    en el ao 2000 un golpe militar, situacin que no

    ocurra en la regin desde la dcada de los aos sesenta. Adicionalmente, en

    un lapso de siete

    aos

    este pas cambi de presidente en seis ocasiones. En

    Per, por su parte, el presidente Alberto Fujimori lleg en el

    o

    2000 a su

    tercer periodo presidencial (considerado inconstitucional) y posteriormente

    huy del pas. Su sucesor, Alejandro Toledo, no ha tenido

    mejor

    suerte, pues-

    to que sus ndices de popularidad se han mantenido en el rango de un digi-

    t En Bolivia, las protestas populares hicieron que el presidente Gonzalo

    Snchez

    de Lozada, elegido democrticamente, tuviera que dimitir. Lo suce-

    di en el poder Carlos Mesa, quien ha luchado

    por

    mantener unido a un pas

    que

    cada vez ms est dividido por el separatismo regional y tnico. En el

    caso colombiano se presenta una mayor estabilidad en los niveles altos, pero

    la existencia continua de la guerra civil ha llevado a la devastacin de reas

    rurales, lo que ha generado, en consecuencia, que los habitantes de todos los

    rincones del pas vivan bajo una amenaza constante de violencia.

    Los ciudadanos ~ x p r ~ s continuamente

    en

    los

    sondeos

    de opmlon

    pblica una creciente desconfianza hacia los partidos polticos,

    el

    congreso y

    el sistema democrtico en general. Cada vez con ms frecuencia, los latino-

    americanos manifiestan su descontento a travs de huelgas y protestas, situa-

    cin que no es sorprendente ya que se ha hecho evidente la incapacidad de

    Estado para hacer cumplir las leyes y para prestar los servicios sociales bsi-

    cos. Por otra parte, la economa se ha contrado: tanto Bolivia como Ecuador

    y Per experimentaron un crecimiento neg tivo en el PIB p r c pit entre los

    aos 1980 y 2000, lo cual se ha traducido en altos ndices de pobreza. Los

    porcentajes de poblacin pobre alcanzan en la actualidad e 62% en Bolivia,

    e 55% en Colombia, el 60% en Ecuador y e 49% en Per (Mainwaring,

    Bejarano, y Pizarro, prximo a publicarse). Estas tendencias presentan un

    panorama

    poco

    optimista para

    el

    futuro de la democracia en la regin.

    I Traduccin de jimcna Holgmn, revisada por Patricia Prieto.

    5

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    13/225

    Sin embargo, otros hechos apuntan en la direccin contraria. En efecto,

    hemos sido testigos de una ampliacin de la democracia a travs de la inclu

    sin en

    l

    poder

    de grupos que en el pasado se encontraban excluidos.

    Simultneamente a las crisis experimentadas en distintas reas, los cuatro pa

    ses analizados en este libro adoptaron el sistema de cuotas polticas para las

    mujeres con el fin de fomentar su mayor liderazgo. Bolivia, Ecuador y Per

    introdujeron cuotas para las candidaturas de los partidos polticos; Colombia

    adopt este sistema para ser aplicado en los cargos directivos de la adminis

    tracin pblica del

    poder

    ejecutivo. En este pas tambin se crearon curules

    en el Congreso para las poblaciones indgenas y los representantes de las

    comunidades afro-colombianas, y algo similar ocurri en Per, en

    donde

    se

    estableci en las elecciones regionales una pequea cuota en las candidatu

    ras de los partidos para los indgenas amaznicos. Por su parte, los cambios

    en las leyes electorales en Bolivia y Ecuador estimularon el crecimiento de

    los partidos polticos indgenas, los cuales han sido cada vez ms exitosos.

    De

    hecho, en el ao 2002, los dos partidos tnicos ms importantes de Bolivia

    ganaron un tercio de las curules en el Congreso. Lo

    anterior

    demuestra que

    tras siglos de dominacin impuesta por los blancos hispanohablantes, la cre

    ciente diversidad del liderazgo poltico marca un avance en la justicia social.

    En estos aspectos los pases de Amrica Latina y de la regin andina estn

    asumiendo el liderazgo en las tendencias mundiales. Con la llegada de nuevo

    siglo, varios pases en e

    mundo

    han luchado por incorporar a rangos de lide

    razgo a diversos sectores de la poblacin. El gnero, la raza, la etnia, la religin

    y otros atributos relacionados con la identidad social estn condicionando las

    experiencias de los individuos as como sus oportunidades polticas y

    econ-

    micas. Estos aspectos se han convertido en criterios relevantes para evaluar e

    grado de representatividad de los gobernantes, a tal punto que si estos grupos

    no estn presentes en e poder y sus perspectivas no son escuchadas, la polti

    ca no es considerada como

    equitativa y sus decisiones carecen de legitimidad.

    Estas consideraciones han motivado a cerca de cincuenta pases a promover el

    acceso al poder poltico a travs de estrategias de inclusin que tienen como

    criterios e gnero, la etnia, o ambas

    Htun

    2004).

    Este libro analiza la experiencia de cuatro pases del rea andina en lo refe

    rente a las cuotas polticas para las mujeres. En cada artculo se analiza la adop

    cin e implementacin de las cuotas y se explora su significado en la lucha por

    la consolidacin de la democracia en la regin. En esta introduccin, se sitan

    estos hechos dentro de contexto de las tendencias globales y regionales.

    Asimismo, se ofrece una gua inicial sobre aquellos factores que influyen en e

    xito de las cuotas polticas en un pas en particular. Finalmente, presento

    algunas reflexiones con respecto a la paradoja planteada al inicio de esta intro

    6

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    14/225

    duccin es simple coincidencia que las democracias en la regin andina estn

    buscando una mayor inclusin de las mujeres y de otros

    grupos

    marginados, a

    la vez

    que

    sus sistemas de partidos y sus economas estn en crisis? o es

    que

    los dos fenmenos tienen una relacin causal? En otras palabras, se debe a la

    crisis que

    la

    poltica se este volviendo mas incluyente?, ha contribuido a l

    cri-

    sis esta tendencia incluyente?

    Las cuotas polticas para las mujeres

    una

    tendenci

    global

    En un gran

    nmero

    de pases se han adoptado las cuotas polticas para las

    mujeres en las candidaturas de los partidos polticos o en las curules en los

    con-

    gresos. En 1991 Argentina inici

    la

    era actual de las cuotas,

    con

    excepcin de

    Taiwn

    donde

    como nico

    caso anterior al argentino, se reservaba un

    poco

    ms del 10% de las curules para las mujeres en el Yuan legislativo. En los aos

    siguientes a 1991, algunos pases de Amrica Latina, Europa, Asia y frica, e

    incluso del Medio

    Oriente,

    comenzaron a adoptar esta poltica de inclusin de

    las mujeres hasta llegar a

    la

    situacin actual en la cual al menos 35 pases tie-

    nen alguna medida para garantizar la presencia femenina en la arena politica .

    La adopcin de las cuotas polticas suele explicarse

    como el resultado de

    la convergencia de varios factores,

    dentro

    de los cuales se destaca el

    surgi-

    miento

    de las normas internacionales

    que

    relacionan la igualdad de gnero

    con la democracia. Los ejemplos ms relevantes en este sentido han sido la

    Convencin

    sobre la Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin

    contra la Mujer

    (CEDAW) y

    l

    Plataforma de Accin aprobada en

    l Cuarta

    Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995). Dentro de este proce-

    so, los

    gobernantes,

    tanto

    hombres

    como

    mujeres, buscaron la forma de

    cum-

    plir

    con

    la norrnatividad internacional, buscando presentarse

    como

    polticos

    modernos y progresistas. La difusin transnacional del

    principio

    de paridad

    en los procesos de toma de decisiones, y la forma de

    obtener

    esta paridad (a

    travs de las cuotas polticas), fue otro factor

    determinante

    para la adopcin

    de dicho sistema, en especial a nivel regional

    Htun

    y Jones 2002;

    Dahlerup

    2002; Towns 2003).

    Las mujeres en ejercicio de cargos de poder asociadas

    con

    las activistas

    de los

    movimientos

    feministas, se movilizaron para redactar proyectos de ley

    :

    Estas

    garantas

    se obtienen a t v ~ del cumplimiento de leyes nacionales. No incluyen cuota, que

    hayan sido adoptadas voluntariamente por los partidos polticos. Para obtener una lista de los partidos

    polticos con cuotas polticas. ver la base de datos de cuotas polticas de IDEA Inrcrnacional en:

    wwwquoraprojecr.org

    7

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    15/225

    sobre

    las cuotas para las mujeres. Los argumentos presentados en esta movi-

    lizacin se basaban en la

    norrnatividad internacional

    y en las

    experiencias

    de

    otros

    pases.

    Dentro

    de este proceso, las

    promotoras

    de las cuotas polticas

    presentes en los

    mbitos

    del

    poder

    se

    dedicaron

    a

    plantear

    discursos y a hacer

    cabildeo con

    sus colegas,

    cuyo

    resultado fue la

    conformacin

    de alianzas

    mulripartidistas

    extraordinariamente

    efectivas para asegurar un

    gran

    apoyo a

    las nuevas medidas

    que

    se estaban

    configurando. No puede desconocerse

    que algunos

    de los polticos

    que

    apoyaron estas nuevas medidas

    pudieron

    haber

    tenido

    motivaciones

    distintas para apoyar las cuotas. En efecto, Baldez

    2004), seala que las lites de los

    partidos

    que se

    sienten

    amenazadas por

    las

    elecciones internas pueden adoptar

    cuotas polticas para las mujeres

    como

    una forma

    de mostrarse

    como

    sectores ms

    democrticos

    y a la vez

    mantener

    el

    control

    sobre la

    nominacin

    al

    interior

    de los partidos.

    CUADRO : CUOTAS PARA LAS MUJERES CUPOS RESERVADOS EN EL MUNDO

    Pas

    Niveles nacional y local

    Argentina

    Armenia

    Bangladesh

    Blgica

    Bolivia

    Bosnia-Herzegovina

    Brasil

    Colombia

    Costa Rica

    Djibouti

    Repblica Dominicana

    Ecuador

    Francia

    Guyana

    lordania

    Kosovo

    Macedonia

    Mxico

    Marruecos

    Nepal

    orma

    30 cuota de candidatas en los partidos polticos

    5

    cuota

    de

    candidatas en los partidos

    polticos

    en

    elecciones de represen

    tacin proporcional

    45 de 345 curules reservadas para las mujeres en

    el

    parlamento unicame

    ral;

    algunas

    curules estn

    reservadas

    en

    el

    nivel local

    33 cuota de

    candidatas

    en los partidos polticos

    30

    cuota de

    candidatas

    en los

    partidos

    polticos

    para

    Cmara; 25

    para

    Senado ]0010 para los concejos municipales

    33 cuota de candidatas en los partidos polticos

    30 cuota de candidatas

    en

    los

    partidos

    polticos

    33

    de

    los

    cargos directivos

    en

    la

    rama

    ejecutiva

    40

    cuota

    de candidatas en los partidos

    polticos

    1

    de

    65 curules

    reservadas

    en

    el

    parlamento

    33 cuota de candidatas en los partidos polticos

    35 cuota de

    candidatas

    en los partidos polticos

    50

    cuota

    de candidatas en los partidos polticos

    33

    cuota

    de candidatas en los partidos polticos

    6 de 11 curules reservadas en la Cmara de Representantes

    33 cuota de candidatas en los partidos polticos

    30 cuota

    de

    candidatas

    en los

    partidos

    polticos

    30 cuota de candidatas en los partidos polticos

    30 de 325 curules reservadas en

    el

    parlamento

    5 cuota de

    candidatas en

    los

    partidos

    polticos

    para la

    cmara;

    3

    de 60

    curules reservadas

    la cmara alta;

    20 de

    las curules

    locales reservadas

    8

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    16/225

    Pas

    Corea

    del

    Norte

    Pakistn

    Panam

    Paraguay

    Per

    Filipinas

    Ruanda

    Serbia

    y

    ttontenegro

    Sudn

    Taiwn

    Tanzania

    Uganda

    Slo

    en el

    nivel local

    Grecia

    India

    Namibia

    orma

    20 de 687 curules

    reservadas

    en el parlamento

    11 de las

    curules

    se

    reservan

    en

    la

    asamblea nacional (60

    de

    342)

    y

    en

    el Senado (11

    de

    100);

    B%

    en el nivel

    local

    30

    cuota de candidatas en los partidos

    polticos

    20

    cuota de candidatas

    en los

    partidos

    polticos

    30 cuota de candidatas en los partidos

    2 de 5

    curules

    de

    listas de

    representacin

    proporcional

    reservadas de

    un

    total de 220 en el parlamento,

    se

    reserva I

    curul

    en cada concejo

    local

    y

    provincial

    24 de

    80 curules

    reservadas en la

    Cmara

    de Diputados

    30

    cuota

    de

    candidatas

    en

    los

    partidos

    polticos en Serbia

    35 de 360

    curules

    reservadas en la asamblea nacional

    Aproximadamente

    el

    10

    de las

    curules

    son

    reservadas

    en el

    Yun

    Legislativo;

    25

    en el nivel local

    48

    de

    295 (16 )

    de

    las curules parlamentarias

    reservadas;

    25 os canee

    jos locales

    56 de 214 curules

    reservadas en el parlamento; 33

    de

    los

    concejos

    locales

    B% cuota de

    candidatas en

    los

    partidos polticos

    B% de

    las curules

    reservadas

    B%

    cuota de candidatas en los partidos polticos

    Fuentes:

    IDE Internacional 2003;

    Htun

    yJones 2002; Eleaionworld 2003; Replibliea de Rwanda 2003; BBC News 2004.

    omo

    se seal anteriormente, las normas dirigidas a aumentar la presen-

    cia femenina en los mbitos del poder, incluyen cuotas en las candidaturas de

    los partidos polticos y cupos reservados en los congresos (cuadro \). A pesar

    de las diferencias entre estas medidas, generalmente no se les diferencia, lo cual

    es fundamental ya que estas dos formas de inclusin conducen a dos tipos de

    accin distintos. Por un lado, las cuotas en las candidaturas de los partidos

    implican que cierto porcentaje de los candidatos presentados en las listas elec-

    torales, debe pertenecer a un determinado grupo de la poblacin. Es el caso

    de las mujeres, es comn que la cuota exija cerca de un tercio de los puestos

    en las listas de los partidos para las mujeres, y que stas alternen con los hom-

    bres en el orden de las listas.

    No

    obstante, una vez conformadas las listas con

    la cuota para las mujeres, stas se presentan a las contiendas electorales en cir-

    cunstancias normales , lo cual no garantiza necesariamente su eleccin. Los

    cupos reservados, en contraste, crean un nmero fijo de curules para ser ocu-

    pados por los miembros de cierto grupo poblacional. Estas curules pueden ser

    asignadas a travs de elecciones en distritos especiales, a travs de cambios en

    9

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    17/225

    las reglas de conteo, o por medio de designaciones hechas por los partidos

    polticos. Es importante tener en cuenta que en este caso para acceder a los

    cupos reservados, no es necesario que el

    grupo

    de la poblacin, que se va a

    beneficiar de dichos cupos, pertenezca a un partido poltico Htun, 2004).

    En la mayora de las democracias electorales se utilizan las cuotas en las can-

    didaturas de los partidos polticos

    como

    una forma de mejorar la representacin

    de las mujeres. Las curules reservadas en los congresos son utilizadas, por su

    parte, como un mecanismo para promover la representacin de los grupos tni-

    cos cmo se explica esta situacin? El sistema de cuotas funciona bsicamente

    a travs de los partidos polticos con el objetivo de lograr que los miembros del

    grupo

    excluido, tradicionalmente ubicados en los ltimos lugares de las listas

    electorales, pasen a ocupar los primeros puestos en estas listas.As, el mecanis-

    mo de las cuotas opera dentro de la dinmica interna de los partidos polticos,

    lo cual no ocurre con los cupos reservados, ya que las personas que acceden a

    estas curules no necesitan participar en las elecciones internas de los partidos

    para la conformacin de las listas,sino que lo pueden hacer a travs de su

    pro-

    pio partido o simplemente a travs de una nominacin. Adicionalmente, se

    debe tener en cuenta que la presencia femenina atraviesa las divisiones partidis-

    tas, es decir, las mujeres tienen presencia en todos los partidos polticos. La

    tnia,

    por

    el contrrio, tiende a corresponder con un partido especfico. De hecho,los

    grupos tnicos minoritarios con frecuencia pertenecen a un partido, o a un

    grupo

    de partidos, o simplemente no hacen parte de ninguna agrupacin pol-

    tica. Esto explica el hecho de que las mujeres, que estn presentes en todos los

    partidos polticos, demanden y obtengan el mecanismo de las cuotas como

    forma de inclusin, mientras que los grupos tnicos prefieren las curules reser-

    vadas para mas detalles,

    vese Htun

    2004).

    La adopcin del sistema de cuotas

    por

    Ley,as

    como

    los cupos reservados,

    deja entrever patrones regionales bien definidos. Despus de que Argentina

    fuera pionera con la Ley de Cupos de 1991, Y especialmente despus de la

    Conferencia de Beijing, celebrada en 1995, la medida de las cuotas polticas

    para las mujeres en los partidos polticos cre un efecto de bola de nieve en

    toda Amrica Latina.

    Once

    pases introdujeron leyes de cuotas nacionales, y

    l1l1

    ms, Colombia, adopt las cuotas polticas en los cargos directivos del eje-

    cutivo. A pesar de estos progresos, Venezuela revoc su Ley.

    Si bien los pases escandinavos fueron los pioneros en materia de cuotas

    en los partidos polticos, las cuales fueron adoptadas voluntariamente, los pa-

    ses europeos han tenido una

    menor

    inclinacin a aprobar leyes nacionales

    sobre cuotas, lo que se refleja en l hecho de que tan slo Blgica y Francia

    tengan este tipo de legislacin.

    20

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    18/225

    La mayora de los nuevos estados que surgieron a partir de la antigua

    Yugoslavia tienen cuotas para las mujeres gracias a la influencia de las Naciones

    Unidas, la Organizacin para la Seguridad y Cooperacin en Europa y el

    Pacto de Estabilidad para Europa Central y del Sur. Estas organizaciones inter

    nacionales apoyaron las iniciativas existentes para aumentar la presencia de las

    mujeres en el mbito poltico, y luego utilizaron sus propios criterios para

    introducir disposiciones relacionadas con las cuotas en las nuevas leyes electo

    rales de Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Kosovo.

    De igual manera, el

    sur

    de Asia y frica oriental son regiones

    muy

    acti

    vas en este tema. En estas regiones, los pases no adoptaron el sistema de

    cuo-

    tas en forma de candidaturas en los partidos polticos, sino

    que

    lo hicieron a

    travs de cupos reservados para las mujeres en el Congreso. La norrnatividad

    vigente en la India establece

    que

    se debe reservar un tercio de las curules

    en los concejos locales para las mujeres, basndose en los mecanismos utili

    zados para garantizar la representacin de las castas ms bajas y las tribus

    indgenas. Bangladesh, Nepal y

    Pakistn

    siguieron su ejemplo

    con

    cupos

    reservados que

    operan

    de manera similar en el nivel local aunque se debe

    sealar

    que

    estos pases

    tienen

    reservado un menor

    nmero

    de curules para

    las mujeres en los parlamentos nacionales.

    Los pases de frica Oriental, Ruanda; Uganda, Tanzania, Djibouti y Sudn

    utilizan de igual forma los cupos reservados para las mujeres. En los dos

    prime-

    ros casos este sistema ha tenido

    xito

    ya que las mujeres no slo han logrado lle

    gar al parlamento a travs de los cupos reservados, sino que tambin lo han hecho

    a travs de las elecciones regulares. De hecho, Ruanda tiene el porcentaje de pre

    sencia femenina en el Congreso ms alto de todo

    el

    mundo, con un 49 de

    mujeres en esta instancia legislativa.En este pas estn reservadas 24 cundes para

    las mujeres, y stas ocupan cerca de 39, de un total de 80, en

    la

    cmara baja del

    Congreso. De igual manera, Uganda reserva para las mujeres 56 curules del

    Congreso, de un total de 304, y 75 de ellas son ocupadas por mujeres.

    Las regiones, y particularmente las sub-regiones, se constituyen as en labo

    ratorios privilegiados para investigar las razones

    que

    existen detrs de las

    cuo-

    tas polticas y los factores

    que

    influyen en una implementacin exitosa. Esto

    gracias a la proximidad cultural geogrfica, la cual facilita

    la

    difusin de los

    modelos y de las estrategias polticas, as como el aprendizaje social (Weyland,

    2004; Mainwaring y

    Prez-Lian,

    n.d.). Estos elementos hacen que la

    adop-

    cin de cuotas para las mujeres en la regin andina comparta algunas caracte

    rsticas comunes. Sin embargo,

    como

    se mostrar en algunos de los artculos de

    este libro, tambin existen diferencias importantes, especialmente cuando se

    trata de su implementacin.

    2

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    19/225

    La prob cin

    de

    las cuotas:

    El papel de las

    co liciones

    multipartidistas

    Durante dcadas, los estudiosos del gnero se han preguntado si las

    muje

    res tienen intereses y experiencias comunes. Por un lado, las estructuras socia

    les y los valores culturales en relacin con el gnero crean condiciones simi

    lares que son compartidas

    por

    las mujeres. Es el caso de la divisin sexual del

    trabajo, en

    donde

    se relaciona a las mujeres con la labor de crianza y con el

    mantenimiento del hogar, lo cual alimenta a su vez los estereotipos y las

    expectativas hacia muchas mujeres quienes, ya sea por voluntad propia o por

    cuestiones del azar, no realizan ninguna de estas labores. Por otro lado, las

    mujeres,

    como

    individuos, estn profundamente divididas

    por

    las diferencias

    de clase, raza, cultura, geografa, educacin e ideologa. Esto adicionalmente a

    la conciencia de gnero que tiene cada una de ellas y a la manera en que se

    relacionan con algn movimiento de mujeres socialmente organizado. Estas

    diferencias conllevan a

    que

    sea problemtico asumir que las mujeres actan

    como un grupo , ya que esto significara la existencia de una conciencia

    colectiva y de una identidad comn. Algunos estudiosos del tema han reco

    mendado que utilicemos otras metforas tales como serialidad , colectivi

    dad bivalente , categora , etc. (Young 1994,2001: Fraser 2003).

    No obstante, en ciertas circunstancias, las mujeres han actuado colectiva

    mente

    como un grupo, se han movilizado

    como

    mujeres , basndose en su

    identidad de gnero, y han reclamado sus derechos en nombre de esta colec

    tividad. Algunos ejemplos que pueden ilustrar esta movilizacin colectiva son

    los

    movimientos feministas en favor

    del

    derecho

    al

    voto,

    la lucha

    contra

    las

    dictaduras militares, y, ms recientemente, las movilizaciones en favor de la

    adopcin de las cuotas polticas para las mujeres. Qu tienen estas experien

    cias en comn? Estas movilizaciones colectivas de las mujeres se caracterizan

    por compartir

    un factor

    que

    las incita: la exclusin basada en el sexo. En

    efecto, la negacin de los derechos, o de las oportunidades, a raz de la

    per

    tenencia a un determinado sexo, bien sea de manera explcita

    -como

    en el

    caso del

    voto-

    o de manera implcita -a travs del sexismo en los partidos

    polticos-, lleva a que las mujeres se organicen y exijan colectivamente su

    inclusin en diversos mbitos de la sociedad (Baldez, 2002). De esta forma,

    la exclusin categrica obliga a las mujeres a reconocer cules son sus inte

    reses comunes.

    Estos intereses comunes de las mujeres encaminados a superar la exclu

    sin poltica basada en el sexo, se encuentran presentes a lo largo del espec

    tro partidista De hecho, en los cuatro pases analizados en este libro, las

    mujeres pertenecientes a diferentes partidos polticos,

    que

    fueron excluidas

    22

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    20/225

    de alguna manera, sufrieron de esta prctica discriminatoria

    no

    por sus

    ide

    ologas o prcticas partidistas especficas, sino debido a que eran mujeres. Esta

    experiencia compartida en el mbito poltico, llev a las mujeres a unirse en

    coaliciones en favor de las cuotas, a pesar de las diferencias sociales y, sobre

    todo, a pesar de las diferencias ideolgicas y de las preferencias partidistas. Al

    mismo tiempo, la evolucin de las normas internacionales les dio un argu

    mento

    adicional para plantear que este tipo de discriminacin era incompa

    tible con las aspiraciones de sus pases para convertirse en estados

    modernos

    y democrticos. Igualmente, la experiencia de otros pases -particularmente

    Argentina- no slo les ofreci a las mujeres una pauta a seguir para su

    orga

    nizacin, sino que les dio argumentos de persuasin en favor de las cuotas.

    As, las mujeres de la regin andina pudieron mirar ms all de sus fronteras

    nacionales para encontrar

    la

    solucin a sus problemas de discriminacin.

    Sin embrago, en gran parte de los casos, los objetivos de las coaliciones

    de las mujeres en el poder estaban encaminados exclusivamente a lograr la

    amplia participacin poltica que prometan las cuotas. Este

    grupo

    de muje

    res en el poder no promovan una agenda adicional que tratara otros temas

    de importancia, tales

    como

    penas

    por

    acoso sexual, licencias de maternidad,

    igualdad en los salarios, o mayores derechos reproductivos. As, tanto la exis

    tencia de prcticas discriminatorias basadas en el sexo para la seleccin de

    candidatos al interior de los partidos,

    como

    el deseo de obtener una cuota

    poltica,

    mantuvo

    la

    unin

    de la coalicin de mujeres. Esto no sucedi con

    una

    plataforma ms amplia de intereses compartidos sobre temas concer

    nientes al gnero. La explicacin puede atribuirse a

    que

    los partidos pol

    ticos

    le han apostado a distintas posiciones en

    los

    temas referentes al

    grie

    ro, y las mujeres en la poltica,

    como

    otras, tienden a amoldarse a la disci

    plina del partido. Por ende, para aquellas mujeres que aspiraban a asumir un

    cargo poltico, las coaliciones para la aprobacin de las cuotas se constituye

    ron en un elemento fundamental para lograr su efectiva implementacin,

    pero una vez, pero luego esta la tendencia empez a disolverse.

    Htun

    2004 .

    Todo esto

    gener

    malestar entre muchas de las activistas feministas que se

    movilizaron en favor de las cuotas en la sociedad civil. Estas activistas argu

    mentaban que las mujeres compartan intereses no slo en lo referente al

    acceso al poder poltico, sino tambin, y de una manera ms amplia, en

    torno

    a la igualdad de gnero. As, las activistas sentan que las mujeres en el

    poder

    tenan la responsabilidad de actuar en favor de distintas iniciativas encamina

    das a lograr la equidad de gnero.

    Como

    se discutir ms adelante en esta

    introduccin, la brecha entre presencia y representacin pone al movimiento

    feminista en una situacin incierta.

    23

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    21/225

    Los cuatro artculos de este libro describen en detalle cmo se incluy

    el proyecto de cuotas para las mujeres dentro de las agendas polticas nacio-

    nales, los argumentos presentados

    por

    sus defensores, el cabildeo realizado

    por

    las redes de mujeres que se encontraban en el poder, y las acciones des-

    arrolladas

    por

    las activistas y

    por

    las oficinas de las mujeres existentes en los

    gobiernos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que cada

    uno

    de estos fac-

    tores tuvo un peso relativo y vari en cada

    uno

    de los cuatro pases. En

    Colombia

    y Per, el elemento sorpresa, as

    como

    las decisiones del ejecuti-

    vo.jugaron un papel determinante.

    Como

    lo sealan Len y Holgun, el

    pro-

    yecto de Ley para las cuotas en Colombia fue votado durante la ltima sesin

    del perodo legislativo del Congreso,

    donde

    se analizaron docenas de proyec-

    tos de

    Ley

    a los cuales se referan

    por

    su

    nmero

    y no

    por

    su

    nombre

    com-

    pleto. Cuando se aprob el proyecto de las cuotas polticas, las mujeres

    que

    estaban en el recinto del Congreso aplaudieron, lo

    que

    llev a los hombres

    a mirarse entre s y preguntarse: qu hemos hecho? En Per,

    por

    su parte,

    la intervencin del Presidente Fujimori favoreci a las cuotas polticas. El

    artculo de

    Hurtado

    plantea la hiptesis de

    que

    si Fujimori no hubiera dado

    instrucciones a su coalicin mayoritaria para que votara en favor de las

    cuo-

    tas para las mujeres, el proyecto de Ley se hubiera empantanado durante

    muchos periodos legislativos.

    Hurtado

    concluye

    que

    la aprobacin de la ley

    fue ms un caso de accin poltica que de voluntad democrtica.

    En Bolivia, la disminucin de la presencia de las mujeres en las asamble-

    as municipales tras la implementacin de la Ley de Participacin Popular

    (LPP) en 1994,

    cataliz

    el activismo de este sector de la poblacin.

    Como

    afirman Baldez y Braez la descentralizacin poltica y

    fiscal

    increment la

    importancia de los cargos municipales, y

    por

    ende la competencia para acce-

    der

    a ellos. En las elecciones municipales de 1995, el porcentaje de curules

    locales obtenidas

    por

    las mujeres pas de ser del 27% en 1993, al 8% en ese

    ao De esta forma, las mujeres redoblaron sus esfuerzos para hacer lobby en

    pro de las cuotas polticas con el objetivo de prevenir un retroceso similar en

    las elecciones de 1997. Por otra parte en el caso ecuatoriano, las cuotas para

    las mujeres en las listas de los partidos fueron introducidas de tal forma

    que

    pudieran ser aplicadas de manera gradual, a diferencia de la aplicacin de las

    cuotas en otros pases, ya que en Ecuador, las cuotas fueron proyectadas para

    lograr un

    aumento

    progresivo de las presencia femenina en los mbitos del

    poder. En este caso, las cuotas tuvieron su origen en un paquete de leyes

    laborales aprobado en 1997 y se fijaron en un 20%.

    Como

    resultado, las

    reformas a la ley electoral hechas en el o 2000 elevaron

    la

    cuota a un 30%

    y se estableci que este porcentaje ira incrementndose en cinco puntos

    durante cada eleccin hasta alcanzar el 50%.

    24

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    22/225

    Sin

    embargo,

    lograr la

    aprobacin

    de las cuotas en los congresos fue sola-

    mente la

    primera

    contienda de una larga batalla.

    Como

    se ver a continuacin,

    la siguiente lucha

    en

    el

    camino

    hacia la

    implementacin

    de las cuotas

    tuvo

    lugar en las altas cortes de estos pases. La Ley de cuotas en Colombia, por

    ejemplo

    no

    estara

    vigente

    si la Corte Constitucional no

    hubiera

    dado un fallo

    favorable.

    Por

    su lado las cortes ecuatorianas se

    mostraron renuentes

    a modi-

    ficar

    una

    parte de la Ley electoral en la que se debilitaba el

    impacto

    de las

    cuo-

    tas polticas. En Bolivia las listas de los partidos que

    no

    acataban las leyes

    fue-

    ron cuestionadas legalmente.

    a

    luch

    en las

    cortes

    El activismo en favor de las cuotas no se limit a los congresos de los cuatro

    pases ya

    que

    las cortes tambin

    jugaron

    un papel fundamental en el proceso de

    aprobacin e implementacin de la norrnatividad relacionada

    con

    este tema. En

    efecto en

    el

    balance de poderes

    que

    caracteriza a cualquier sistema democrtico

    la rama judicial es la encargada de interpretar las leyes y de hacerlas cumplir En los

    pases ac analizados ambas funciones fueron relevantes para la lucha en

    pro

    de

    las cuotas para las mujeres sobre todo

    porque

    all se apel a las cortes para

    inter-

    pretar la constitucionalidad de las normas. En este proceso las cortes tuvieron una

    doble funcionalidad.

    Por

    un lado se encargaron de escuchar los argumentos en

    favor y en contra de dichas leyes; y por

    el

    otro fueron utilizadas en algunos casos

    para obligar a los partidos a los gobernantes y funcionarios tradicionales a

    imple-

    mentar

    las cuotas. Se

    debe

    sealar sin embargo

    que

    estos ltimos

    no

    siempre res-

    pondieron de l manera como las mujeres hubieran

    esperado.

    En el caso

    colombiano,

    las cortes ayudaron

    no

    slo a delimitar el alcance

    de la Ley de cuotas

    sino tambin

    a asegurar su

    cumplimiento.

    En la

    medida

    en que la Ley de cuotas

    colombiana tuvo

    su origen en uno de los artculos de

    la Constitucin Poltica esta Ley deba ser revisada y aprobada por la Corte

    Constitucional.

    Len y Holgun describen

    el

    dramtico fallo

    dictado

    por la

    Corte,

    el cual buscaba educar al pblico en estos temas y as legitimar los prin-

    cipios de la

    accin

    afirmativa. La Corte

    defendi

    la mayora de los artculos de

    la Ley de cuotas

    incluyendo el

    que exige que las mujeres

    ocupen como mni-

    mo el

    30

    de los cargos directivos en la rama ejecutiva. No obstante la Corte

    Constitucional

    declar inexequible uno de los artculos de la Ley en el que se

    estableca la

    cuota

    para las mujeres

    en

    las candidaturas de los partidos polticos

    ya que el texto

    original

    de la Constitucin

    Nacional

    prohibe que el Estado

    interfiera en la organizacin

    interna

    de los partidos. Este

    principio constitu-

    cional se

    hubiera

    violado con la

    aprobacin

    de las cuotas en las candidaturas

    de los partidos.

    5

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    23/225

    En los

    a110S

    siguientes a la

    aprobacin

    de la Ley de

    cuotas

    en Colombia,

    las mujeres activistas entablaron

    demandas contra

    el

    Estado

    contra los gobier-

    nos

    locales

    que

    no

    estaban

    cumpliendo con

    lo establecido en la Ley. En la

    mayora de los casos, la

    suma

    total de mujeres en la rama ejecutiva igualaba o

    exceda el 30%, pero al desagregar las cifras por

    cargo

    no se

    cumpla

    con la

    cuota en el nivel directivo. La

    Corte

    haba

    dejado

    en claro

    que

    el porcentaje

    de mujeres deba calcularse, no globalmente, sino

    dentro e

    cada

    no de

    los

    nive-

    les Esto quiere decir

    que la cuota deba aplicarse a cada instancia del poder eje-

    cutivo

    (para ministros, viceministros, superintendentes, etc.)

    y

    no a la compo-

    sicin del

    ejecutivo

    como un

    todo.

    La

    Red

    Nacional de

    Mujeres perdi una

    demanda entablada contra el gobierno de Andrs Pastrana,

    pero gan

    otra

    con-

    tra el

    gobierno

    departamental

    de San

    Andrs

    y Providencia.

    L lucha en las cortes ha sido particularmente fuerte en Ecuador, en gran

    parte debido a que la redaccin de la ley electoral no es

    muy

    favorable para las

    cuotas polticas. Apesar de ser un sistema en el cual se utiliza el voto preferente,

    la ley de cuotas requiere que las listas de los partidos alternen en su

    orden

    hom-

    bres y mujeres, para evitar as que las mujeres ocupen lugares puramente deco-

    rativos . Pero la Ley electoral se muestra dbil frente a este

    requerimiento

    ya

    que

    permite a los partidos que efectivamente agrupen a las mujeres en los ltimos

    puestos de las listas. El Tribunal Superior Electoral se neg a responder la peticin

    de las mujeres, pero la

    Corte

    Constitucional s lo hizo. Sin embargo, ms que obe-

    decer

    a la autoridad, la

    Corte

    Electoral decidi dejar la aplicacin de las cuotas a

    discrecin de cada partido poltico, o como Vega Ugalde seala en su artculo, a

    sus lderes masculinos . Con el tiempo, las mujeres activistas propusieron deman-

    dar a los jueces

    debido

    a su constante negativa a aplicar las cuotas polticas.

    Las mujeres bolivianas tambin trataron de utilizar las

    cortes

    como aliadas

    para

    hacer cumplir

    las cuotas.

    Esto

    ocurri

    en el

    momento

    en

    que

    estaba en

    disputa la nominacin de las mujeres

    como

    candidatas en las listas partidistas

    provinciales (cmo se ver ms adelante, la ley de cuotas se aplica a estas listas

    de representacin proporcional

    que

    eligen a la

    mitad

    de la cmara baja del

    Congreso, pero

    no se aplica en las elecciones en los distritos

    uninominales

    que

    eligen a la otra

    mitad

    de la Cmara). Los partidos en Bolivia

    tendan

    a mini-

    mamente cumplir con las cuotas: contando los

    escaos

    de

    arriba

    hacia abajo y

    colocando una

    mujer en cada

    tercer

    rengln.

    Por

    su parte, las organizaciones

    feministas proponan que los puestos en las listas se

    contaran

    horizontalmente

    (de lado a lado de las listas, desde el titular hasta el suplente) para que as el ter-

    cer escao

    correspondiera

    al

    segundo puesto

    titular (vr el

    artculo

    de Baldez

    y

    Braez

    en este libro). Las mujeres lograron convencer a tres de los siete jue-

    ces del Tribunal Supremo Electoral para que apoyaran su propuesta,

    pero

    la

    mayora se aferr a la

    interpretacin

    minimalista de la Ley.

    26

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    24/225

    La

    importancia

    de

    los

    Sistemas lectorales

    Incluso si las cortes obligan a los partidos a cumplir con las cuotas para las

    candidaturas de las mujeres, subsiste la pregunta de si estas acciones garantizan

    su eleccin. Las cuotas en los partidos polticos establecen un nivel

    mnimo

    para la participacin de las mujeres en las elecciones, pero a diferencia de los

    cupos reservados, no garantizan su presencia en los parlamentos. La traduccin

    de candidaturas en cargos obtenidos por eleccin depende de las reglas que

    rigen el sistema electoral de cada pas. La manera en que los electores eligen a

    sus congresistas -ya sea en distritos pequeos o grandes, usando algn sistema

    de representacin proporcional o reglas mayoritarias, votando por individuos

    o

    por

    bloques de los partidos- ejerce una profunda influencia en los resultados

    de las cuotas. Por ello, es necesario explorar los sistemas electorales con el fin

    de entender cmo funcionan las cuotas polticas.

    Todos los sistemas electorales de Amrica Latina utilizan sistemas de repre

    sentacin proporcional (RP). A diferencia de los sistemas mayoritarios de los

    Estados Unidos y del

    Reino

    Unido, en donde el partido que gane ms votos es

    el que obtiene la curul, los sistemas de RP distribuyen las curules entre los par

    tidos de acuerdo con la proporcin del total de votos que reciban. En general,

    las mujeres candidatas tienden a obtener mejores resultados en los sistemas de

    RP. Los datos de 182 pases (del ao 2000) muestran que las mujeres conforman

    un promedio del 15 de los miembros del Congreso en sistemas de ~ 11 en

    sistemas mixtos (en los que parte de la legislatura es elegida usando ~ y otra

    parte en distritos

    uninorninales),

    y 9 en sistemas mayoritarios (Norris 2004).

    CU DRO 2: SISTEM S ELECTOR LES EN AMRICA

    LATINA PARA

    L CM R B J DEL CONGRESO

    O EL

    CONGRESO

    UNICAMERAL)

    Sistema electoral Pas

    Lista

    RP:

    Lista

    cerrada Argentina. Costa Rica, El Salvador. Guatemala, Honduras.

    Nicaragua, Paraguay

    Lista RP Lista cerrada de facciones Uruguay

    Lista RP: Lista personal Colombia (hasta 2006)

    Lista RP

    Lista

    biert

    Brasil.

    Chile. Repblica

    Dominicana, Ecuador*. Per

    Sistema

    mixto (Lista

    RP

    ms

    distritos

    uninominales)

    Bolivia,

    Mxico,

    Panam,

    Venezuela

    *Adems. 15

    de los diputados en

    Ecuador son elegidos

    por

    una nica

    liSIa cerrada

    nacional.

    27

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    25/225

    No

    obstante, existen variaciones importantes dentro del sistema de RP

    que se hacen evidentes en Amrica Latina y en la Regin Andina (ver cua

    dro 2). Cuatro pases poseen sistemas mixtos en los que se combinan listas

    cerradas de RP y distritos uninominales, uno de los cuales es Bolivia. Siete

    pases utilizan las listas cerradas, y cinco, incluidos Ecuador y Per, tienen lis

    tas abiertas. Colombia ha utilizado un sistema de lista personalizada , en el

    que los partidos lanzan muchas listas y no tienen control sobre quin utiliza

    el aval del partido. Este sistema es considerado personalista puesto que, del

    gran nmero de listas,slo un candidato sale electo y los votos no son incor

    porados en el nivel de los partidos. Sin embargo, la reciente reforma al siste

    ma poltico colombiano establece que para las elecciones del ao 2006, los

    partidos deben presentar una nica lista en donde los electores podrn

    emi-

    tir su voto preferente

    por

    candidatos individuales.

    De esta forma, la evidencia comparativa sugiere que las cuotas polticas

    funcionan mejor en los sistemas con listas cerradas de

    RP

    en

    donde

    exista

    una ley que estipule la inclusin de las mujeres en dichas listas. (Htun y Jones

    2002). Estos mandatos deben exigir a los partidos que siten a las mujeres en

    los primeros renglones de las listas y que no sean colocadas en espacios deco-

    rativos en los que no tienen oportunidad alguna de ser elegidas. Las cuotas

    polticas tambin suelen funcionar mejor en los distritos plurinominales

    amplios. En los distritos con pocos miembros, slo los candidatos que ocu-

    pan los primeros renglones de las listas -generalmente hombres- tienden a

    ser elegidos. uando la magnitud del distrito es mayor, ms candidatos de un

    partido, incluidos aquellos de las posiciones ms bajas en las listas, tienen la

    posibilidad de obtener curules. Estos factores cuentan para el extraordinario

    xito de las cuotas polticas en Argentina y Costa Rica (ambos con sistemas

    de listas cerradas de

    RP

    con mandatos de posicionamiento). De hecho, en

    Argentina, la presencia de las mujeres en el Congreso

    aument

    del 6 al 34%

    con la Ley de cupos y en Costa Rica, el aumento fue del 14 al 35% (Htun

    2005).

    Por otra parte, las cuotas tienden a ser menos exitosas en los sistemas

    mixtos y en los sistemas de listas abiertas. En un sistema mixto

    como

    el boli

    viano, ms de la mitad del Congreso es elegido

    por

    distritos uninominales

    en los que generalmente las cuotas polticas no aplican. Lo que explica esta

    situacin es que en estos casos los partidos postulan slo un candidato por

    distrito, haciendo imposible que se apliquen las cuotas polticas a ese nivel.

    La cuota en este caso slo podra ser aplicada a la suma total de los distritos,

    lo cual en la prctica requerira que algunos distritos se designaran como

    solamente para hombres o solamente para mujeres, generando, de mane

    ra previsible, batallas intrapartidistas, as

    como

    problemas logsticos.

    28

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    26/225

    En los sistemas de listas abiertas, como los implantados en Ecuador Per y

    Colombia :1 partir de las elecciones del ao

    2006),

    los electores tienden a emi-

    tir su

    voto

    preferencial

    por

    candidatos individuales. Los votos

    son

    distribuidos

    entre los partidos y cada partido obtiene curules en relacin proporcional con el

    total de votos recibidos. Los partidos reparten las cundes

    entre

    sus propios can-

    didatos de acuerdo con las preferencias electorales de los votantes,

    generando

    as

    una

    competencia

    intrapartidista entre los candidatos

    con

    el fin de

    que

    los elec-

    tores

    voten

    por ellos de manera preferencial. En este contexto los candidatos

    que

    estn recin llegados a la contienda electoral, y por tanto no poseen redes esta-

    blecidas, ni acceso a apoyo financiero, tienden a no ser elegidos. En

    consecuen-

    cia,

    aunque

    las cuotas polticas en los sistemas de listas abiertas ayudan a que las

    mujeres

    puedan

    postularse,

    no

    les ayudan realmente a

    que

    sean elegidas.

    La mayora de las leyes de cuotas no slo se aplican en el nivel nacional sino

    que tambin lo

    hacen

    en las elecciones locales y municipales, en

    donde

    las reglas

    electorales

    pueden

    ser diferentes. En un mismo pas,

    podemos

    ver diferencias

    considerables en los efectos de las cuotas en los distintos niveles del gobierno.

    Tomemos

    el ejemplo de Francia, en donde la Ley de partidos exige

    que

    las

    mujeres conformen hasta el

    50

    de las candidaturas para los cargos legislativos.

    Por un lado, en el nivel nacional, donde los diputados

    son

    elegidos en distritos

    uninominales, la presencia de las mujeres apenas creci de

    62

    a

    71,

    de

    un

    total

    de

    576 (12 ).

    Por su parte, la situacin en los concejos municipales, en donde

    se eligen sobre una base semiproporcional con listas cerradas, file increblemen-

    te distinta: la presencia de las mujeres aument al

    48

    del total (Bird

    2004).

    Como se observa a continuacin algo similar ocurri en la

    regin

    andina, espe-

    cialmente

    en

    Per.

    as cuotas polticas y la ele in

    de

    las mujeres

    en la

    regin

    andina

    Como lo muestran en detalle los artculos de este libro, la presencia de las

    mujeres en el

    poder aument

    en estos pases gracias a la aplicacin de las cuotas

    en las candidaturas de los partidos

    aunque

    este

    aumento

    no file tan grande como

    el que se

    dio

    en Argentina o Costa Rica.

    De

    hecho, en Bolivia, las mujeres

    con-

    formaban el

    10

    de la cmara de diputados antes de

    que

    la Ley fuera aprobada;

    despus de las elecciones del o

    2002,

    esa cifra se elev al

    19 .

    En

    Ecuador, por

    su parte, la presencia de las mujeres en el

    Congreso

    unicameral, pas del 6, en

    1996,

    al

    17

    despus de las elecciones de

    2002.

    En el caso peruano, las mujeres, antes de

    que

    fuera aprobada la Ley de cuotas, conformaban el 1

    1

    del Congreso. Despus

    de las primeras elecciones, luego de su aprobacin, esa cifra aument al

    20

    y en

    el ao

    2001

    descendi al

    18 .

    En ningn pas la participacin de la mujer alcanz

    el nivel del

    30

    de las cuotas.

    Cmo podemos

    explicar estos resultados?

    29

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    27/225

    CUADRO

    3 SISTEM S ELEaORALES

    NACIONALES CUOT S POLTICAS P R L S MUJERES EN BOLIVIA,

    ECUADOR, YPER

    No de

    diputados

    Bolivia:

    no

    Sistema Mixto

    Ecuador: 121

    Lista Abierta

    Per:

    120

    Lista

    Abierta

    Forma en que son elegidos

    68

    diputados

    62

    diputados

    elegidos

    son

    elegidos

    en

    distritos

    por

    listas

    uninominales. cerradas

    locales

    de los partidos;

    varan

    en

    tamao de

    entre

    2 y 15.

    Los votos para

    los diputados

    de la

    lista

    se

    fusionan con

    los votos de

    una

    lista

    del

    Senado

    y para

    Presidente.

    101 diputados son 20

    diputados

    son

    elegidos a

    travs

    elegidos a

    travs

    de

    listas

    abiertas de una sola lista

    en

    distritos pluri- cerrada nacional

    nominales, los

    cuales

    conforman

    las

    diferentes

    pro

    vincias

    120

    diputados

    son

    elegidos a

    travs

    de

    listas

    partidistas abier

    tas en

    25 disni

    tos electorales

    plurinominales: los

    electores pueden

    emitir dos

    votos

    preferencjales

    Cuotas para Observaciones

    las mujeres

    30 de las cuo- La

    cuota

    se

    tas para

    los

    can- aplica

    a

    la elec

    didatos se

    aplican

    cin

    de

    slo

    la

    a

    la

    composicin

    mitad

    de los

    de

    las listas loca- diputados

    les de los partidos

    30

    de los

    can- El sistema

    de

    didatos

    de

    las

    lista abierta

    listas de los

    par-

    reduciri la efec

    tidos

    deben ser tividad de las

    mujeres cuotas polticas.

    30 por

    ciento de Igual que

    en

    los candidatos de

    Ecuador,

    pero

    las

    listas

    de

    los

    debido

    a

    la

    partidos

    deben

    posibilidad

    de

    ser

    mujeres que

    los electo

    res puedan

    emitir dos

    votos preferen

    cjales.

    podra

    ayudar

    a las

    mujeres

    30

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    28/225

    En

    el nivel nacional, los sistemas electorales de Bolivia, Ecuador y Per

    no pareceran ser muy favorables para la implementacin de las cuotas pol-

    ticas (ver

    cuadro

    3). Para

    comenzar,

    Bolivia elige a la

    mitad

    de sus

    legislado-

    res

    en

    distritos uninorninales,

    en

    los que las cuotas no se aplican, la

    otra

    mitad es elegida a travs de las listas de los partidos en las que si aplican las

    cuotas. No es de sorprender que sea

    mayor

    el nmero de mujeres elegidas a

    travs de las listas de los partidos en comparacin con las

    que

    son elegidas a

    travs de distritos uninorninales. Baldez y

    Braez encontraron

    que

    en

    las

    elecciones de 1997 en este pas, las mujeres conformaban el 18 de los

    representantes elegidos a travs de listas partidistas, y slo el 3 lo

    hicieron

    a travs de los distritos uninominales (para un total de 10 ). En las

    eleccio-

    nes de

    2002,

    el

    xito

    de las

    mujeres

    aument

    en

    los dos sistemas ya

    que

    obtu-

    vieron un 26 eurules a travs de las listas de los partidos y un 13 en los

    distritos

    uninominales

    (para

    un

    total de 19 ).

    Ecuador y Per utilizan listas abiertas

    con

    voto preferente. Esto significa, entre

    otras cosas, que si bien las mujeres pueden participar en las elecciones, esto no

    garantiza que necesariamente vayan a ser elegidas ya que su eleccin depende del

    criterio de los electores'. Al respecto

    Hurtado

    ilustra en su artculo

    que

    en las

    elecciones nacionales de Per del ao 2001, las mujeres conformaban el 36 de

    las candidaturas, pero tan slo el 18 de ellas fueron elegidas. En este caso se pre-

    sent una tendencia de concentracin geogrfica, en

    donde

    la mitad de las

    muje-

    res elegidas provenan de la ciudad de Lima. Quince de un total de 25 distritos

    no lograron elegir a una mujer,

    1

    que demuestra que la fuerza de las mujeres can-

    didatas vara enormemente de regin en regin.

    CU DRO

    4. RESULT DOS DE lAS CUOT S

    EN EL

    NIVEL

    MUNICIP L

    Antes de la ley de cuotas Despus de la ley de cuotas

    Bolivia 8

    (1995)

    32 (1999)

    Ecuador

    8

    (1996)

    30 (2000)

    22 (2002)

    Per

    8 (1995) 26 (1998) 26 (2002)

    Por otra

    parte , las

    cuotas

    presentan mejores resultados

    en

    el nivel muni-

    cipal (ver cuadro 4). En Bolivia, las mujeres conformaban slo el 8 de los

    concejos municipales en 1995, pero, tras las elecciones de 1999, este porcen-

    taje se

    elev

    al 32 , lo cual se

    considera

    un

    incremento

    espectacular. El

    art-

    culo de Vega Ugalde muestra

    que

    en Ecuador, la presencia de las mujeres en

    En Ecuador, sin embargo, 20 legisladores (de un total de 121) son elegidos por lista cerrada nacional

    del partido. En teora. las cuotas deben funcionar mejor para este tipo de contienda.

    3

    3

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    29/225

    los concejos municipales se elev notoriamente de un 8 , en 1996, al 30

    en el ao 2000, y luego descendi al 22 en 2002. En estas dos ltimas elec-

    ciones las cuotas ya se estaban implementado, y el porcentaje candidaturas de

    las mujeres alcanz el 40 .

    En Per, las elecciones municipales se diferencian de las elecciones

    nacionales de manera significativa. En su artculo, Hurtado seala que los

    concejales en lugar de ser elegidos a travs de listas abiertas, lo hacen por

    medio

    de listas cerradas encabezadas por el candidato a la alcalda. La lista

    que

    obtenga la mayora de votos obtiene la alcalda y la mitad de las curules

    en el

    Concejo

    la otra mitad se distribuye entre los partidos perdedores, de

    acuerdo

    con

    su porcentaje de votos. En este esquema, al igual que en cual-

    quier

    sistema de listas cerradas, la posicin en las listas es un factor

    que

    deter-

    mina las posibilidades de ser elegido o no. En este pas, la representacin de

    las mujeres en los concejos locales creci de un 8 , antes de la

    implementa-

    cin de la ley de cuotas, a un 26 en 1998, y un 26 en 2002.

    En resumen, las variaciones en las reglas electorales ayudan a explicar los

    diferentes resultados de las cuotas polticas, no slo entre los distintos pases,

    sino dentro de cada

    uno

    de ellos.

    valuando el xito de l s cuotas polticas

    p r l s mujeres

    El xito de las cuotas para las mujeres puede ser analizado, al

    menos

    de

    dos maneras diferentes. La primera es a travs del anlisis de los resultados

    numricos: cuntas mujeres fueron elegidas bajo la nueva norma?

    Como

    se

    vio

    anteriormente

    la respuesta est dada

    por

    la naturaleza del sistema elec-

    toral y por la implementacin y cumplimiento de las cuotas polticas. Sin

    embargo, existe una preocupacin casi generalizada por el segundo tipo de

    resultado, el cual se refiere a la representacin sustantiva de los intereses de

    las mujeres en los mbitos del poder. En efecto, muchas de las mujeres acti-

    vistas defendieron las cuotas porque consideraban que una mayor' presencia

    femenina mejorara la representacin de los asuntos de gnero e incremen-

    tara las opciones de

    que

    se llevaran a cabo cambios en las polticas directa-

    mente relacionadas con los intereses de las mujeres.

    Hacia qu tipo de resultados debe estar enfocada nuestra evaluacin sobre

    las cuotas para las mujeres? Es su xito simplemente cuestin de que lleguen

    ms mujeres al poder; o implica ms apoyo a las iniciativas encaminadas hacia

    los intereses de las mujeres? En su artculo, Len y Holgun diferencian los tr-

    32

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    30/225

    FL CSO Biblioteca

    minos inclusin y representacin, entendiendo el primer concepto

    como

    el

    nmero de mujeres que ejercen la actividad poltica. La representacin,

    por

    su

    parte se relaciona en este caso con las actividades legislativas -elaboracin y

    promocin de proyectos de ley, reformas constitucionales, cabildeo, votacin,

    generacin de conciencia sobre la importancia del tema, entre otras, desarro

    lladas por las mujeres que se encuentra en el poder con el objetivo de promo-

    ver la igualdad de gnero. As las cosas, la presencia femenina es un signo de

    inclusin, pero la inclusin no garantiza el comportamiento sustantivo que

    implica la representacin.

    Esta distincin corresponde a las dos dimensiones del concepto de repre

    sentacin descrito

    por

    Hannah Pitkin en su estudio clsico,

    The Concept

    if

    Rcprcsentation

    1967). Por un lado, la representacin puede ser entendida como

    standing jor en aleman, darste/hmg ), en donde la presencia es lo importan

    te desde un sentido descriptivo o simblico. Los legisladores representan des

    criptivamente a sus electores cuando tienen rasgos fsicos similares, comparten

    sus experiencias, y sirven como smbolos que evocan ciertas emociones y acti

    tudes. Por otro lado, la representacin es actuar en favor de, o en trminos de

    Pitkin actingfor , que supone que los legisladores deben ejercer su funcin

    representativa al promover activamente los intereses de los ciudadanos que los

    eligieron. Segn esta idea, las elecciones tienen la funcin de elegir represen

    tantes que acten en nombre de los electores autorizacin), y luego los ciu

    dadanos responsabilizan a los representantes por su buen o mal comportamien

    to rendicin de cuentas).

    uando las cuotas polticas generan un aumento en los resultados

    num-

    ricos, se est mejorando la representacin de las mujeres en el sentido descrip

    tivo. Lo que no est muy claro es si las cuotas modifican la representacin

    como

    una accin representativa en el sentido de actuar en favor de los inte

    reses de las mujeres. De hecho, muchos observadores se han visto contraria

    dos por

    el

    hecho de que las mujeres, una vez llegan al poder, no se dedican a

    defender los asuntos relacionados con la igualdad de gnero. Tal contrariedad

    es entendible si se tiene en cuenta la continua existencia de un sexismo esta

    tal a lo largo de la historia. Por otro lado, no es razonable esperar que un

    grupo

    de mujeres, que estn recin incursionando en la arena poltica, pue-

    dan modificar rpidamente la lgica del mercado en esta rea, ya que una cosa

    es lograr que las mujeres lleguen al poder y otra muy distinta es transformar

    l

    forma en que se comportan los polticos.

    En cuanto a los legisladores, se debe tener en cuenta que stos son actores

    racionales que buscan ser elegidos y reelegidos, lo que significa que centrarn

    sus campaas en los asuntos que son importantes para los electores, y, una vez

    33

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    31/225

    elegidos, orientarn las acciones de sus mandatos hacia dichos asuntos. En la

    regin andina, los electores, tanto mujeres como hombres, se preocupan

    por

    sus ingresos,

    por

    la paz, l crimen, la educacin, el precio del gas, la disponibi-

    lidad de agua, las consecuencias perversas de la erradicacin de los cultivos de

    coca y la calidad de los servicios pblicos. A pesar e que las encuestas mues-

    tran que la opinin pblica considera que tanto hombres como mujeres deben

    ser tratados por igual, la igualdad de gnero raramente se posiciona como un

    tema importante en las campaas electorales. Adicionalmente, es ms probable

    que los lazos que unen a los electores con los polticos surjan a partir de las

    redes clienrelistas, ms que las opiniones compartidas sobre la poltica nacio-

    nal, ya que muchos de los polticos se aprovechan de la pobreza de los electo-

    res para intercambiar bienes y servicios a cambio de apoyo poltico.

    De esta forma,

    l

    abandono estatal y el clientelismo no permiten que la

    igualdad de gnero se convierta en un tema de importancia nacional al cual

    los polticos le apuesten en sus carreras polticas. Por otro lado, si los ciudada-

    nos demostraran que la postura que asume un poltico frente a la igualdad de

    los derechos para las mujeres es lo que va a marcar la diferencia a la hora de

    emitir su voto, los polticos podran responder a esta preferencia de los ciuda-

    danos. An ms, si las posturas progresistas sobre temas relacionados con el

    gnero comenzaran a ejercer influencia sobre las elecciones, los partidos podr-

    an comenzar a competir entre ellos

    por plataformas de igualdad de gnero. El

    punto es que los legisladores y los partidos responden a incentivos electorales,

    lo que implica que para que los partidos polticos presten atencin a los dere-

    chos de las mujeres, los electores deben demostrar que estos temas son electo-

    ralmente rentables.

    Conclusin

    l

    inclusin

    poltic l s crisis poltic s

    A lo largo de su historia como naciones independientes, los pases de la

    regin andina se han caracterizado

    por

    excluir de la participacin poltica a

    amplios sectores de la poblacin. De hecho, las mujeres obtuvieron el dere-

    cho al voto en 1929 en Ecuador aunque el voto pleno se dio en 1946), en

    1952 en Bolivia, en 1954 en Colombia, y en 1955 en Per Deere y Len

    2001: 47). Adicionalmente, el requisito de saber leer y escribir en espaol para

    poder

    votar hizo que muchos pueblos indgenas no pudieran ejercer este

    derecho. Tal situacin se prolong hasta el ltimo tercio del Siglo cuan-

    do estas normas fueron eliminadas en las reformas constitucionales. De esta

    manera, tan slo a partir de las dos ltimas dcadas del siglo veinte, las demo-

    cracias de Amrica Latina comenzaron realmente a funcionar sobre la base del

    sufragio universal genuino.

    34

  • 7/21/2019 Nadando Contra La Corriente-Magdalena Leon

    32/225

    Posteriormeure, las organizaciones internacionales y las redes nacionales de

    mujeres, los grupos de derechos humanos, y los activistas

    que

    representaban a las

    minoras tnicas y a los

    grupos

    raciales,

    comenzaron

    a reconceptualizar el signi-

    ficado de la equidad poltica. Este derecho poltico fundamental implicaba no

    slo la participacin a travs del

    voto

    y de la postulacin, sino tambin el

    dere-

    cho

    a e