modulo de Ocupacion productiva rural

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Programa Modular de Capacitación e Información sobre Género, Pobreza y Empleo El Acceso a los Recursos Productivos MODULO 3 Programa Modular de Capacitación e Información sobre Género, Pobreza y Empleo

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Ocupaci,on productiva rural

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Programa Modular de Capacitacin eInformacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    El Acceso a losRecursos Productivos

    MODULO 3

    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobreGnero, Pobreza y Empleo

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    Copyright Organizacin Internacional del Trabajo 2001Primera edicin 2001

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    Programa modular de capacitacin e informacin sobre gnero, pobreza y empleo. Gua para el lectorSantiago, Oficina Internacional del Trabajo, 2001

    ISBN 92-2-312574-X

    Publicado tambin en ingls: Modular package on gender, poverty and employment: Readers kitISBN 92-2-110839-2, Turn, 2000

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    Impreso en Chile

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    MODULO 3 El Acceso a los RecursosProductivos

    Indice

    Nota preliminar v

    Estructura modular vi

    Antecedentes: El acceso a los recursos productivos 1

    A. El acceso a la infraestructura bsica, la tierra yotros recursos: las personas en situacin de pobreza,y en especial las mujeres, tienen derechos limitados 1

    A.1 El acceso a la infraestructura bsica 1

    A.2 La importancia de la tierra y otros recursos productivospara las mujeres de las zonas rurales 3

    A.3 El derecho de la mujer a la tierra: limitado, indirectoe incierto 4

    A.4 El acceso de la mujer a la tierra 5

    A.5 No menos importante: la seguridad de la tierra y elcontrol de los ingresos que produce 5

    A.6 Los derechos de los pueblos indgenas: socavadossistemticamente 7

    A.7 La poblacin negra: una discriminacin permanente 9

    A.8 Las zonas urbanas: recursos productivos para eltrabajo por cuenta propia 9

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    B. Enfoques y estrategias 14

    B.1 Flexibilizar el acceso a la infraestructura bsica 14

    B.2 Asignar espacios a las unidades econmicas delsector informal 15

    B.3 La redistribucin de los recursos de la tierra 15

    B.4 Legislacin equitativa sobre el derecho a la tierra 18

    B.5 Reforestacin de los bosques 19

    B.6 La defensa de los derechos de las comunidadesindgenas 20

    B.7 Apoyo al trabajo por cuenta propia y lamicroempresa 21

    C. Orientaciones para la accin 25

    En resumen 27

    Bibliografa 28

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Nota

    Nota preliminar

    Los recursos productivos son la tierra, el capital productivo, el crdi-to, la tecnologa y la informacin. Las personas pueden contar tam-bin con activos no fsicos, como el talento y las propias habilidades.

    En este mdulo se hace hincapi en un conjunto de derechos relati-vos al uso y/o el control de la tierra, el espacio y los recursos natura-les, los recursos productivos y las infraestructuras econmicas. Todosellos inciden en la capacidad de los individuos y los hogares paragenerar ingresos, aprovechar las oportunidades econmicas y enfren-tar las dificultades econmicas y sociales.

    Este mdulo se centra en algunos recursos productivos (esencialmen-te tierra, vivienda, infraestructura social y productiva y, de maneratangencial, tecnologa e informacin). Los restantes recursos (crditoy formacin) son objeto de anlisis de los mdulos 4 y 5.

    Los apelativos de gnero masculino empleados en este documento para refe-rirse a los oficios, profesiones, ocupaciones y funciones de las personas seaplican a los hombres y las mujeres por igual, salvo que el contexto indi-que claramente que se refieren a un sexo en particular.

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    Estructura modular

    Tendencias, enfoques y mtodos: un panorama general

    Capacidad de organizacin y negociacin: poder para realizarcambios

    El acceso a los recursos productivos

    Recursos financieros para los pobres: el crdito

    Invertir en las personas: la formacin tcnica

    Acceso a trabajo decente

    Extender la proteccin social

    Los Fondos Sociales

    Ud. est aqu

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Antecedentes:El acceso a los recursos productivos1

    A. El acceso a la infraestructurabsica, la tierra y otros recursos:Las personas en situacin depobreza, y en especial las mujeres,tienen derechos limitados

    El derecho a acceder, usar y controlar la tierra, el capital productivo,la tecnologa, los mercados y la informacin, es un aspecto muy im-portante de la capacidad de las personas para generar ingresos, apro-vechar las oportunidades econmicas y hacer frente a las dificultadeseconmicas y sociales. Por consiguiente, el reconocimiento de estosderechos (o su desconocimiento o supresin) y su extensin a los dis-tintos grupos sociales, sin discriminaciones de gnero, raza o etnia,tienen consecuencias muy importantes en relacin con la pobreza.Aquellos que no cuentan con recursos productivos se encuentran enuna situacin de inseguridad econmica y son vulnerables frente alas adversidades.

    El derecho a usar y controlar la tierra, as como otros recursos natura-les, es fundamental para la vida de las poblaciones rurales en los pa-ses en desarrollo.

    En las zonas urbanas, el acceso a recursos como el espacio, la vivien-da, el capital productivo, la tecnologa, mercados e informacin, tam-bin son cruciales, particularmente en virtud de la cantidad cada vezmayor de trabajadores por cuenta propia y microempresarios quedesempean sus actividades econmicas en el sector informal.

    El acceso a los servicios urbanos esenciales. En los pases en desa-rrollo hay importantes grupos de poblacin que carecen de serviciosesenciales, como agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas

    1 Este mdulo trata de algunos recursos en particular, como la tierra, el capital productivo, los recursos naturales e infraestructuraseconmicas y especialmente de la tierra, los espacios de trabajo y la vivienda. Otros mdulos se ocuparn de recursos con carcterintangible, como como el talento, las habilidades personales y la capacidad de negociacin.

    A.1El acceso a lainfraestructura bsica

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    servidas, electricidad y acceso a los caminos. En ocasiones, las autori-dades han sido reacias a regularizar la situacin de los asentamientosy mercados informales, as como a construir o instalar infraestructurabsica, por temor a conferirles un carcter permanente. Por su parte,los habitantes de estos asentamientos y mercados no estn en condi-ciones de invertir en mejoras de sus casas y lugares de trabajo, a causade la precariedad de las condiciones de tenencia de esos bienes.

    Acceso al espacio urbano: El aspecto productivo. La mayora delos comerciantes y productores del sector informal cumple con unaparte mnima de las normas que regulan las actividades econmicas.Por lo tanto, tienen dificultades para establecer locales permanentes,a la vista y autorizados por ley. Los pobres de las zonas urbanas gene-ralmente viven bajo la amenaza del desalojo. Adems, la falta de t-tulos de propiedad les impide conseguir crditos y servicios tcnicosa travs de instituciones formales.

    La vivienda y los mercados: Lugares de trabajo de las mujeres.Por varias razones, las actividades econmicas del sector informalurbano han representado desde hace mucho tiempo una fuente pri-maria de ingresos para las mujeres de las zonas urbanas y, especial-mente, las que pertenecen a hogares pobres.Las mujeres en situacin de pobreza tienen menos oportunidades deconseguir empleo asalariado en el sector formal, o bien, encuentranms obstculos que los hombres para incorporarse a la fuerza de tra-bajo asalariada (sobre este tema, ver Mdulo 6).

    El cuidado de los hijos y otras responsabilidades domsticas tiendena limitar las opciones laborales y la movilidad espacial de las muje-res. De tal modo, la vivienda y la va pblica son espacios corrientesde trabajo para ellas.

    La falta o la precariedad de las infraestructuras tienen consecuenciasinmediatas y graves para las mujeres. No basta que ellas tengan acce-so a la vivienda; es importante que tambin tengan ttulo de propie-dad y comodidades bsicas. En la medida en que para muchas lavivienda tambin es su lugar de trabajo, el deficiente estado de losservicios bsicos limita enormemente su capacidad para llevar a cabolas actividades productivas en su domicilio.

    Las deficiencias habitacionales se traducen en malas condicionesde trabajo y seguridad, as como en una fuente de riesgos para lasalud de la trabajadora y su familia. Las viviendas precarias tam-bin conllevan mayores riesgos de incendio o de contaminacinambiental.

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    Cuanto ms tiempo tienen que dedicar a atender las necesidadesdel hogar, debido a las deficiencias de la infraestructura bsica,menos tiempo les queda para desempear sus actividades econ-micas.

    En perodos de contraccin econmica y dficit crnico de vi-vienda, aumenta mucho la proporcin de madres solteras que vi-ven con otras familias, con el consiguiente problema de hacina-miento.

    Para una cantidad cada vez ms grande de mujeres jefas de hogaro madres solteras, los obstculos jurdicos, sociales y financierosque les impiden comprar su propia vivienda son un problemarealmente grave.

    Los servicios de transporte tambin son esenciales. Aspectos como ladisponibilidad y seguridad de esos medios suelen determinar la ca-pacidad de las mujeres para acceder a mejores oportunidades de tra-bajo fuera de su entorno inmediato.

    El reconocimiento de los derechos de la mujer a la tierra es crucial:

    Las mujeres tienen un acceso ms limitado que los hombres afuentes alternativas de sustento y enfrentan mayores dificultadespara cambiar su sistema de produccin, debido a su desigual ac-ceso al capital, la tecnologa, la educacin y la capacitacin.

    Los derechos de la mujer a la tierra tienden a ser ms inciertos eindirectos, lo que se ve agravado por la ampliacin progresiva dela brecha entre los productores eficientes de nivel empresarial yla agricultura campesina de bajos niveles de capitalizacin e in-versin, y niveles tecnolgicos tradicionales.

    Adems del problema para acceder a la tierra, las mujeres tam-bin encuentran dificultades en el acceso al agua de riego. Entrminos generales, se asume que los hombres son los responsa-bles del riego, por lo que los sistemas de regado se disean paraellos y son stos quienes reciben entrenamiento en su uso y man-tenimiento.

    Para un nmero creciente de campesinas, los derechos formales ala tierra revisten crucial importancia. Sin ellos, no pueden parti-cipar en cooperativas de crdito y servicio ni tener acceso a otrasformas de financiamiento o asistencia tcnica.

    La seguridad alimentaria depende en buena medida de la mujer.Hombres y mujeres suelen dedicarse a cultivos diferentes, traba-jando separadamente. Las mujeres se ocupan, sobre todo, de cul-tivos alimentarios para el consumo directo de los hogares y del

    A.2La importancia de latierra y otros recursosproductivos para lasmujeres de las zonasrurales

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    cuidado de animales menores. En el Africa subsahariana y en elCaribe, la mujer produce del 60 al 80% de los alimentos bsicos;en Asia realiza ms del 50% del trabajo en el cultivo de arroz, yen Amrica Latina sus huertos domsticos representan uno de lossistemas agrcolas ms complejos.

    Las mujeres realizan, asimismo, importantes actividades comerciales ba-sadas en los recursos naturales. La elaboracin de alimentos, la alfa-rera y la fabricacin de carbn de lea y ladrillos son algunas delas microindustrias que manejan las mujeres. En la Regin Andinade Amrica Latina, cerca del 50% de la produccin domstica dealimentos es cultivada, procesada y comercializada por mujeres.

    En Amrica Latina, las mujeres aportan una gran parte de la manode obra familiar en pequeas parcelas. A partir de la dcada delochenta, las mujeres se hicieron cargo de una cantidad cada vezms grande de pequeas propiedades agrcolas, a medida que loshombres se incorporaban a una fuerza de trabajo asalariada enconstante expansin, que se ocupaba en grandes granjas moder-nas, o bien, emigraban de las zonas rurales en busca de mejoresingresos. Pese a ello, estas mujeres siguen siendo ignoradas porlos programas agrcolas y no han podido conseguir crdito u otrosrecursos productivos, porque no son propietarias de sus tierras.Esto debido a la visin estereotipada de la agricultura campesina,que se ha basado en la parcela o finca familiar con una divisindel trabajo segn la que el hombre jefe de hogar es el principalagricultor, y la esposa o compaera es la ayudante.

    El derecho de las mujeres a la tierra se relaciona, al igual que el de loshombres, con la situacin socioeconmica del hogar. Los derechos dela mujer, adems, estn determinados por una estructura de autori-dad y subordinacin de gnero dentro del hogar y de la comunidad.Estos derechos se han incrementado como consecuencia de los proce-sos de desarrollo histrico y de la evolucin de las relaciones de gne-ro en el hogar y el proceso de produccin. No obstante, est clara-mente demostrado que el acceso de las mujeres a la tierra es limitado,indirecto e incierto.

    La mayor parte de las mujeres pobres vive en asentamientos informa-les, alquila locales o desarrolla sus actividades econmicas en espa-cios de propiedad de familiares y parientes en forma gratuita o me-diante el pago de un alquiler.

    Aun en los casos en los que la legislacin les garantiza derechos tota-les o parciales de herencia, compra y propiedad de la tierra, las muje-res son privadas de ella a causa de: i) presiones patriarcales contra elejercicio de esos derechos; ii) costumbres que favorecen la herencia

    A.3El derecho de lamujer a la tierra:Limitado, indirecto eincierto

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    patrilineal y desaprueban que las mujeres vayan a vivir por su cuenta;iii) la dificultad que tienen las mujeres para acceder al crdito, porqueno cuentan con las garantas que se les exigen, y iv) porque las muje-res tienen un acceso muy restringido a la mano de obra y otros insumosnecesarios para mantener la produccin agrcola. En algunas regio-nes, los sistemas modernos que se utilizan para registrar los ttulosde propiedad sobre la tierra han socavado los derechos de usufructoque disfrutaban las mujeres en los sistemas consuetudinarios, y hanconsolidado el derecho de los varones sobre la propiedad privada.

    En general, la legislacin ha mejorado la posicin jurdica de lasmujeres en relacin con sus derechos sobre la tierra, pero su aplica-cin ha sido seriamente obstaculizada por la falta de informacinsobre esos derechos y la ausencia de campaas y medidas prcticaspara hacerlos respetar, y para modificar percepciones y normas socia-les profundamente arraigadas sobre el control diferenciado que hom-bres y mujeres deben ejercer sobre la tierra y la propiedad en general.

    Aunque no existan restricciones que impidan a las mujeres comprartierras, por lo general, la exigidad de sus ingresos y sus limitadasoportunidades de empleo hacen que esta posibilidad est ms al al-cance de los hombres que de ellas.

    El acceso de la mujer a la tierra tambin se ha visto amenazado cons-tantemente por las polticas de reforma estructural, las estrategias dedesarrollo y sus programas agrarios, la modernizacin de la agricul-tura, el crecimiento de la poblacin, la escasez de tierras y la degrada-cin del medio ambiente. Estas fuerzas han debilitado el acceso de lasmujeres a los recursos de la tierra.

    Sin embargo, la introduccin de cultivos no tradicionales y de laagroindustria ha abierto nuevas opciones ocupacionales a las mujeresque se han incorporado fuertemente al trabajo asalariado en la agri-cultura moderna.

    El derecho a la tierra no se reduce al uso o control de una parcela.Es esencial tener ttulos efectivos de propiedad. El acceso a la tierratambin engloba el tema del control, por parte de las mujeres, de losingresos que produce la tierra y su trabajo. El hecho de tener ttulosefectivos de propiedad y de uso es muy importante, pero no mejoraautomticamente el nivel de vida de las mujeres ni su poder de nego-ciacin dentro y fuera del hogar. Ellas tambin requieren poder paratomar decisiones sobre el empleo de su propia mano de obra o el usode los ingresos generados por las tierras que cultivan. Adems, lasmujeres necesitan tener acceso a servicios de apoyo y otros insumosnecesarios para asegurar la productividad de sus tierras.

    A.4El acceso de la mujera la tierra

    A.5No menosimportante: Laseguridad de la tierray el control de losingresos que produce

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    Los Acuerdos de Paz en Guatemala

    La apertura poltica de los aos noventa en Guatemala culmin en los Acuerdos dePaz, que sellaron la necesidad apremiante de pacificar el pas y reinsertar a losmiles de refugiados y desplazados. Uno de los principales factores de la suscripcinde los Acuerdos fue el nuevo papel desempeado por las organizaciones mayas enla sociedad guatemalteca, adems del incremento en la actividad organizacional delas mujeres.

    El Acuerdo de 1994 no slo cubre a los exiliados, sino tambin a la poblacininternamente desplazada como resultado del conflicto armado. Este acuerdo esti-pulaba que los refugiados regresaran a Guatemala y se reasentaran en sus comu-nidades de origen o en otras de su eleccin, en condiciones de dignidad y segu-ridad. El gobierno acept facilitar la devolucin de las tierras que los refugiadosposean antes en sus comunidades de origen y que haban tenido que abandonarcomo consecuencia del conflicto armado. Si esto resultaba imposible, el gobiernocomprara tierras para reasentar a los retornados o desplazados en otros lugares.

    En este Acuerdo por primera vez se menciona explcitamente la discriminacin delas mujeres en su acceso a la tierra y a la vivienda, y el gobierno se comprometea utilizar un enfoque de gnero en sus planes y acciones. Segn la Seccin III delAcuerdo:

    El gobierno promete eliminar cualesquiera formas de discriminacin, en la prc-tica o legalmente, contra la mujer en trminos de facilitar su acceso a la tierra, ala vivienda, al crdito y a la participacin en proyectos de desarrollo. Se incorpo-rar un enfoque de gnero en todas las polticas, programas y actividades de laestructura global de desarrollo.

    Adems, en la disposicin sobre las garantas suministradas a los refugiados (Sec-cin II), el gobierno se compromete a prestar especial atencin a la situacin delos hogares con jefatura femenina, sobre todo viudas y hurfanos, que han sido losms afectados.

    Fuente: Deere, C. y Len, M. 1999 Mujer y tierra en Guatemala (AVANCSO, Asociacin para el Avance de las Ciencias Sociales enGuatemala).

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Los pueblos originarios han jugado un rol crucial a lo largo de lahistoria de Amrica Latina. La pobreza, la desigualdad en el acceso ala salud y la educacin, el deterioro de su hbitat, el desconocimientoy atropello de sus derechos individuales y colectivos son, sin embar-go, la expresin del colonialismo interno que vive la mayor parte delos pueblos indgenas.

    La inequidad y los desequilibrios sociales derivados de la exclusin ymarginacin de los pueblos indgenas estn en directa relacin con eldeterioro de los recursos naturales, la disminucin y la prdida de susterritorios ancestrales.

    La relacin de los pueblos indgenas con la tierra tiene un significadoque no slo se reduce a factores de carcter econmico-productivo,sino que debe tener en cuenta una visin holstica que conjugue losaspectos sociales, culturales, religiosos y econmicos. De ah la nece-sidad de incorporar, tal como lo han hecho el Convenio N 169 de laOIT y la Agenda 21 de la Cumbre de Ro, el concepto de territorio,como una manera de comprender la visin integral que los indgenastienen de las tierras, el medio ambiente y los recursos naturales.

    Otro de los factores que ha afectado severamente a los pueblos ind-genas y su entorno es la violencia poltica, las guerras civiles y losconflictos internos. Todo ello ha provocado el desplazamiento de sustierras ancestrales, privndolos de su medio de sustento y socavandosu integridad como pueblos con identidad propia. En aquellos casosen los que el retorno a sus tierras se ha realizado tras la conclusin delconflicto armado, frecuentemente sus tierras ya estaban ocupadas porotros grupos sociales igualmente vulnerables y desposedos, origi-nando fuertes tensiones a nivel local. En los programas de compensa-cin y rehabilitacin de comunidades indgenas desplazadas de sustierras, como producto de proyectos de desarrollo de envergadura(represas, extraccin minera y petrolfera), las indemnizaciones porlo general son insuficientes, injustas e inadecuadas (tierras de menorcalidad, extensiones reducidas, titulaciones individuales y no colec-tivas) y las medidas de reintegracin social y econmica tienen unfuerte corte asistencialista.

    La tala indiscriminada del bosque nativo, la extraccin petrolfera ola construccin de embalses y represas han tenido consecuenciasdevastadoras sobre los grupos indgenas y su entorno.

    Si bien la degradacin ambiental afecta por igual a hombres y muje-res, se reconoce que ciertos procesos de deterioro y contaminacin delmedio natural afectan con especial nfasis a las mujeres, quienes de-ben sufrir la prdida de los recursos necesarios para su subsistencia,

    A.6Los derechos de lospueblos indgenas:Socavadossistemticamente

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    con el consecuente desplazamiento hacia otras reas geogrficas encondiciones de precariedad y pobreza.

    El deterioro de las economas campesinas, la prdida y disminucinde las tierras comunitarias, la carencia general de recursos producti-vos, el crecimiento de la poblacin, el fin de las economas de true-que, la pobreza y la atraccin cultural, han sido algunas de las causasde la migracin campo-ciudad.

    En este punto es importante sealar que el perfil ocupacional indge-na tiene un componente genrico relevante. Mientras los hombresacceden a trabajos que les permiten una mayor movilidad laboral, envarios pases de la regin las mujeres acceden bsicamente al trabajodomstico en la ciudad.

    Cuadro 1. Amrica Latina: Poblacin indgena por pases, dcada de 1990

    Pas Censos y Estimaciones Ao Poblacin %

    Bolivia Censo 1992 3058,208a 59.0

    Brasil Estimaciones 1992 1500,000 1.0

    Chile Censo 1992 998,385b 10.3

    Ecuador Estimaciones 1992 3800,000 35.3

    Guatemala Censo 1994 3476,684 42.8

    Mxico Estimaciones 1992 10900,000 12.6

    Per Estimaciones 1992 9000,000 40.2

    Fuente: Adaptado de Peyser y Chakiel (1999) Peyser A. y Chackiel, J. 1999 La identificacin de las poblaciones indgenas en los censosde Amrica Latina: Aspectos conceptuales de los censos del 2000 (CEPAL/ CELADE, Santiago, p. 361).

    a) Poblacin de 6 aos y ms.b) Poblacin de 14 aos y ms.

    El menor acceso a los recursos productivos de la poblacin indgenaincide fuertemente en sus niveles de pobreza. En pases como Guate-mala, Mxico, Per y Bolivia, la proporcin de la poblacin indgenaque vive bajo la lnea de pobreza es muy superior a la poblacin noindgena.

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Cuadro 2. La pobreza indgena en Amrica Latina(porcentaje de poblacin por debajo de lalnea de pobreza)

    Pases Indgenas No indgenas

    Bolivia 64.3 48.1

    Guatemala 86.6 53.9

    Mxico 80.6 17.9

    Per 79.0 49.7

    Fuente: Psacharopoulos G. y Patrinos H.A. Los pueblos indgenas y la pobreza en AmricaLatina: Un anlisis emprico, Estudios sociodemogrficos en pueblos indgenas.Serie E, N 40 (LC/DEM/G. 146) Santiago, Divisin de Poblacin, CentroLatinoamericano de Demografa (CELADE), 1994.

    Una estimacin muy gruesa de la poblacin negra y mestizaafrolatinoamericana indica que son aproximadamente 150 millonesde personas, alrededor de un 30% de la poblacin de Amrica Latina.

    Hay pases como Repblica Dominicana, Panam, Brasil y Colom-bia con una importante proporcin de poblacin de origen africano.Su presencia se extiende, sin embargo, a todos los pases de la regin.

    Raza y gnero se presentan como elementos determinantes en la es-tratificacin ocupacional, en la estructuracin de las oportunidadessociales y en la distribucin de recompensas materiales y simblicas.Racismo y sexismo tienen como consecuencia que negros y mujeresobtengan retornos menores a sus inversiones educacionales y un ac-ceso ms restringido a los recursos productivos.

    La ltima dcada fue testigo de una expansin del sector informalurbano, constituido por trabajadores por cuenta propia, unidades fa-miliares de produccin y microempresas. La mayora de estas activi-dades son manejadas por una persona quien es, a la vez, propietaria yfuerza de trabajo, con poco capital, escasas calificaciones y bajos ni-veles tecnolgicos. Algunas de las causas de esta expansin fueron: lareduccin de los puestos de trabajo en el sector pblico y la contrac-cin o el lento crecimiento de los niveles de empleo en el sector pri-vado, lo que llev a muchas personas a buscar alternativas en el sectorinformal. Ante la cada de sus ingresos y el espectro de la pobreza,muchas mujeres que hasta entonces no trabajaban se incorporaron alsector informal. Al mismo tiempo, estn surgiendo nuevas oportuni-dades econmicas para las microempresas, las empresas pequeas ylos pequeos productores.

    A.7La poblacin negra:Una discriminacinpermanente

    A.8Las zonas urbanas:Recursos productivospara el trabajo porcuenta propia

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    En las zonas urbanas, las personas en situacin de pobreza suelenprocurar espacios para trabajar por cuenta propia, constituyendo unagran parte del sector informal. Por lo general, las mujeres pobresacceden al tramo ms bajo de este sector, que presenta menores ba-rreras de entrada y exige menos capital, recursos productivos y califi-caciones, por lo que sus ingresos son ms bajos.

    En Amrica Latina y el Caribe, de cada cien nuevos empleos genera-dos entre 1990 y 1998, 60 fueron informales. El aumento de lasunidades productivas y de los individuos que trabajan en el sectorinformal urbano se traduce en una competencia ms fuerte e ingresosms bajos (sobre este tema, ver Mdulo 6). Estas tendencias tienenconsecuencias negativas para las mujeres y, en especial, para las quetienen un acceso incierto o limitado a los recursos productivos.

    En el sector informal, los ingresos promedio de las mujeres son pocoms de la mitad (52%) que los de los hombres, mientras que el sectorformal alcanza al 75%.La incorporacin del sector informal al proceso de modernizacinproductiva es una de las condiciones para una efectiva superacin dela pobreza.

    La microempresa. Por su potencial de generacin de empleo y ri-queza, la microempresa puede ser un importante instrumento de in-tegracin econmica de vastos contingentes de trabajadoras.

    Las microempresas producen una gran parte del empleo e ingresos deAmrica Latina. Ms del 80% de los negocios de la regin tienen 10empleados o menos. De acuerdo a numerosos estudios, se estima quelas microempresas emplean una proporcin considerable de la fuerzalaboral (desde el 33% en Argentina hasta el 80% en Per). Segn laOIT, hasta mediados de la dcada del noventa, la microempresa pro-porcionaba aproximadamente la mitad de los empleos de la regin.

    El sector de la microempresa es heterogneo en tamao y composi-cin en los distintos pases de la regin. Se distinguen, por una parte,unidades a nivel de subsistencia que pueden ser de carcter ocasional,que comprenden actividades temporales o estacionales (que se llevana cabo mientras se encuentra un empleo ms estable). Tambin haymicronegocios independientes, como pequeas tiendas o artesanatradicional. En el otro extremo estn las unidades pequeas que uti-lizan tecnologas de produccin relativamente complejas, y que es-tn vinculadas a empresas ms grandes del sector moderno de la eco-noma.

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    La participacin de la mujer en la microempresa

    Las mujeres constituyen una importante proporcin de los propieta-rios de microempresas. En Amrica Latina y el Caribe, entre el 30%y el 60% de estas pertenecen a mujeres y son operadas por ellas. Lasmicroempresas dirigidas por mujeres alcanzan una escala ms peque-a y son menos rentables. El ingreso promedio de las microempresariases equivalente al 71% del ingreso de los hombres en estos estableci-mientos.

    La participacin de las mujeres es menor en las empresas ms din-micas y mayor en las empresas de subsistencia, lo que se explica porfactores de diversa ndole:

    Generalmente, la nica experiencia que tienen las mujeres es enlabores domsticas, por lo que usualmente sus actividades em-presariales son una extensin de estas tareas: confeccin de ropa,preparacin de alimentos y diversos servicios.

    Las actividades microempresariales de las mujeres suelen ser me-nos estables y se desarrollan con mayor frecuencia dentro de lavivienda, probablemente por la necesidad de combinar en el mis-mo espacio las responsabilidades domsticas y econmicas.

    La percepcin de que las actividades de las mujeres son comple-mentarias o temporales dificulta que se desarrollen como empre-sas dinmicas.

    Un condicionante fundamental del desarrollo y viabilidad de las uni-dades productivas es el acceso a la capacitacin y la tecnologa.

    Pese a que hay consenso en torno a que los programas de capacitacinfacilitan la mayor y mejor incorporacin de los microempresarios a laproduccin en diferentes reas, as como un aumento general de laproductividad y un mejoramiento de las condiciones socioeconmicasde las familias, esta sigue siendo insuficiente. En Amrica Latina,solamente el 5.1% del sector informal recibe capacitacin y, dentrode este grupo, la mayora son hombres.

    En el Per, por ejemplo, se desarrollaron varios proyectos para el usode energa solar, elica y biogas de hidroelctricas, y en ninguno deellos se consider la capacitacin especfica de las mujeres, en cir-cunstancias de que son ellas las que utilizan directamente la energa,tanto en el trabajo domstico como en el productivo2.

    Acceso a lacapacitacin y la

    tecnologa

    2 REPEM-UNIFEM, 1997 Las mujeres microempresarias rurales en la Regin Andina. Lima, Per.

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    La tecnologa, que abarca las mquinas y herramientas, los procesosde organizacin de la produccin, el acceso a la informacin de pre-cios y la articulacin con los mercados de insumos, se considera otrode los recursos primordiales para la supervivencia, crecimiento y ex-pansin de las pequeas unidades econmicas. La asistencia tecnol-gica puede aumentar la habilidad de los microempresarios para com-petir con otras empresas en cuanto a calidad y cantidad de sus pro-ductos, as como en cuanto a costos de produccin.

    Sin embargo, muchos factores limitan la innovacin y divulgacinde la tecnologa.

    La falta de acceso a la informacin sobre tecnologas disponiblesy sobre aquellas que pueden ser apropiadas para sus necesidades.

    En muchas ocasiones, la dificultad para incorporar nuevas tecno-logas se debe a la imposibilidad para adquirir las herramientasnecesarias, porque supone una fuerte inversin que los propieta-rios de las unidades productivas no estn en condiciones de hacer.

    Las tecnologas disponibles no siempre son apropiadas a las nece-sidades de las pequeas unidades econmicas en trminos de re-querimientos: poco capital, intensiva en mano de obra, fciles deoperar, mantener y reparar.

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Una experiencia de microempresa de mujeres en Venezuela:Asociacin Civil La Campesina

    La Asociacin est conformada por mujeres que residen en Bojo, Sanare, Estado deLara y se dedican a la panificacin y pastelera.

    Inicialmente, cada una trabajaba en su propia casa. Alrededor del ao 1993 solici-taron un prstamo de US$ 105 para un acopio bsico de materias primas y pudie-ron pagarlo antes del tiempo previsto. Posteriormente, pidieron otras ayudas conlas que agrandaron la produccin. El reto inmediato fue adquirir un local paraproducir colectivamente y lograron, con muchas dificultades y al cabo de algntiempo, ahorrar un fondo con el que compraron un terreno. Presentaron a laAsamblea Legislativa Estadual un proyecto para la construccin del local que, des-pus de un proceso largo y costoso, fue aprobado.

    Para capitalizar la microempresa e iniciar el trabajo colectivo, solicitaron un prs-tamo a la Cooperativa La Alianza, trmite que no fue difcil porque estaban reco-nocidas como buenas pagadoras. Fuimos creciendo hasta que logramos capitalizar-nos en materia prima, pero el horno, las bandejas y todo el equipamiento del localfueron tambin un problema. Ya bastante hacamos para producir y paraautofinanciarnos en materia prima; a veces pasaban meses en que no podamoscobrar, pero siempre con esperanza en el futuro, recuerdan las venezolanas.

    Al no tener maquinaria, se volva muy arduo el trabajo, por lo que solicitaron unadonacin a una organizacin internacional con el que adquirieron un horno y otrosequipos ms costosos.

    Los horarios de trabajo son flexibles y se acomodan a los niveles de produccinaunque, por lo general, trabajan entre 10 y 12 horas diarias; las siete socias parti-cipan en el acopio, la produccin y la comercializacin, as como en las tareas delimpieza y mantenimiento en forma rotativa.

    Las materias primas necesarias son obtenidas en el mercado mayorista y en lasferias de consumo familiar, donde a la vez venden parte de su produccin. El restolo entregan en la bodega de la Cooperativa de Bojo y Sanare.

    Fuente: REPEM-UNIFEM, 1997 Las mujeres microempresarias rurales en la Regin Andina. II Concurso Mujeres en Microempresas Ruralesde Alimentos.

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    B. Enfoques y estrategias

    En las ltimas dcadas se han estudiado diversos enfoques para faci-litar el acceso de los pobres a la tierra y a los recursos productivos. Labsqueda de una solucin adecuada para subsanar la falta de recursosque aqueja a los pobres no ha sido una tarea fcil, porque son limita-dos y escasos, y la competencia por su control y explotacin es muyintensa y a veces hasta violenta. Slo en los ltimos aos se ha puestomayor atencin a la relacin entre el acceso de la mujer a recursosproductivos, su bienestar, productividad y empoderamiento.

    Los intentos para redistribuir el control de los recursos productivos yla explotacin de la tierra han tenido que enfrentar obstculos polti-cos y econmicos muy serios. No obstante, de esa experiencia se pue-den extraer algunas lecciones.

    Las limitaciones que restringen el acceso a los espacios de trabajoprobablemente se deben, al menos en parte, a reglamentacionesobsoletas sobre los terrenos y normas municipales, as como planesreguladores restrictivos. Por ejemplo, algunas reglamentacionesprohben el funcionamiento de empresas familiares y demicroempresas en determinadas comunidades o el desempeo de ac-tividades productivas en la vivienda.

    Por otra parte, algunas normas sobre el uso de los terrenos, el tipo deconstrucciones y la urbanizacin son demasiado exigentes para lasfamilias pobres, lo que se traduce en la exclusin de las personas debajos ingresos. Las infraestructuras suelen estar concentradas en cier-tas partes de las ciudades o los pueblos, mientras en el resto de lasreas urbanas no hay servicios e infraestructuras sociales, o bien sonde muy mala calidad. En algunas ciudades y pueblos el mercado in-mobiliario est distorsionado, no funciona adecuadamente o los tr-mites para registrar ttulos de propiedad son largos y costosos. Por lotanto, se requiere reformar la legislacin vigente sobre predios urba-nos y el marco regulador relativo al uso de la tierra, la vivienda y laurbanizacin, para identificar los aspectos que traban o impiden elacceso de los pobres, en especial de las mujeres, a los terrenos y espa-cios urbanos y los asentamientos formales.

    Hay poca informacin documentada sobre el impacto que tienen so-bre las mujeres pobres los enfoques sobre la cuestin de la propiedadefectiva de los terrenos y la vivienda, y sobre lo que se ha hecho parasalvaguardar los derechos de las jefas de hogar y las madres solteras.

    B.1Flexibilizar el accesoa la infraestructurabsica

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Se conocen algunos casos (el de Baha, Brasil, por ejemplo) en los quese ha dado prioridad a las jefas de hogar para acceder a viviendas debajo costo, en virtud de la responsabilidad primordial de las mujeresen la crianza de los hijos y la atencin del hogar.

    Algunos gobiernos municipales han intentado crear nuevos merca-dos para los operadores de micro y pequeos negocios y comercian-tes, destinando terrenos y haciendo edificaciones baratas.

    En algunas ciudades se han construido quioscos para instalar unida-des comerciales y de servicios del sector informal. En varios pases sehan levantado cobertizos industriales para instalar unidades manu-factureras informales.

    Hace falta un anlisis desagregado por sexo de estas iniciativas, parasaber hasta qu punto las comerciantes y microempresarias han teni-do acceso a estas nuevas instalaciones en pie de igualdad con los hom-bres y cmo superaron los obstculos que normalmente deben en-frentar las mujeres pobres.

    Cuestiones como las condiciones de tenencia de la tierra, el derecho de propie-dad y las polticas de vivienda son factores importantes en la distribu-cin de los beneficios producidos por los planes de mejoramiento detierras y urbanizacin.

    Consideraciones de gnero en el marco de los planes urba-nos. Cmo es la distribucin de los terrenos y su tenencia porgnero? Quin controla el mercado informal de predios urbanosy vivienda en los asentamientos precarios? Estas preguntas soncruciales para las mujeres, a fin de asegurar que recibirn los mis-mos beneficios que los hombres.

    Con frecuencia se ha sealado que la redistribucin de los recursosproductivos en el sector rural es una estrategia eficaz y eficiente parareducir la precariedad y, por tanto, la pobreza de los hogares. Engeneral, se considera que la posesin efectiva de la tierra es el mejorincentivo para que los campesinos inviertan recursos para mejorarlay/o mantener las infraestructuras econmicas en buenas condiciones.

    Se han seleccionado dos enfoques para la redistribucin de la tierra:la reforma agraria y del sistema de tenencia de la tierra y elreasentamiento de familias sin tierra y propietarios marginales entierras fiscales y bonificadas.

    La reforma agraria. El debate poltico sobre la reforma agraria y laaplicacin de sus soluciones tiene mucha historia, especialmente en

    B.2Asignar espacios a lasunidades econmicasdel sector informal

    B.3La redistribucin delos recursos de latierra

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    Asia y Amrica Latina. Su propsito era enfrentar la aguda desigual-dad en la tenencia de la tierra. Muchos pases realizaron procesos dereforma agraria en Amrica Latina, en tanto que en otros resulta untema pendiente. La reforma agraria no ha sido, sin embargo, sufi-ciente por s sola para disminuir la desigualdad, porque las personasen situacin de pobreza tienen que enfrentar otras limitaciones queesos programas no contemplaron, como la falta de acceso a la tecno-loga, la capacitacin, el crdito y otros insumos agrcolas, polticasde precios desfavorables, as como una infraestructura deficiente.

    Las condiciones de tenencia de la tierra de las mujeres campesinasraramente han mejorado a travs de las reformas agrarias y del siste-ma de tenencia. Las reformas casi siempre han hecho del varn jefe dehogar el beneficiario de los ttulos de propiedad y de los servicios deapoyo correspondientes.

    Posterior al proceso de reforma agraria, en algunos pases de AmricaLatina se desarroll un proceso de contrarreforma. En Chile, por ejem-plo, el primer paso fue el desmantelamiento del sector reformado.Parte de esa tierra fue restituida a sus dueos anteriores, parte setitul individualmente a antiguos beneficiarios y parte se subast aempresarios privados. El objetivo era fomentar un amplio sector demedianos productores agrcolas, en vez de los latifundios del pasado.El proceso de parcelacin buscaba crear un sector agrcola familiarentre anteriores beneficiarios de la reforma.

    Aunque no existen datos desagregados por sexo sobre quines reci-bieron ttulos de tierra a travs de la contrarreforma, se puede conje-turar que estos fueron casi todos varones. La contrarreforma fue tanpatriarcal como la anterior Reforma Agraria.

    Los planes de colonizacin. En las zonas rurales se han puesto enprctica algunos planes de colonizacin bajo supervisin guberna-mental, para fomentar y modernizar la produccin agrcola y facili-tar el acceso de las familias campesinas a parcelas agrcolas ms ade-cuadas e, incluso, ms grandes.

    Algunos gobiernos tambin han trasladado asentamientos informa-les a las zonas rurales para descongestionar las zonas urbanas o pro-mover la urbanizacin, y entregar terrenos y viviendas de bajo costoa familias de bajos ingresos. Un problema comn a todos los planesde reasentamiento urbano es que trasladan las comunidades a zonasalejadas de sus lugares de trabajo o actividad econmica, lo que notarda en provocar su regreso al lugar de origen o la ocupacin ilegalde otras tierras.

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    No siempre se ha asegurado el acceso de las mujeres a la tierra y lavivienda en los reasentamientos. En primer lugar, los planes suelenotorgar los ttulos de propiedad o contratos de arrendamiento a losjefes de hogar (hombres). En segundo lugar, cuando la compra o arren-damiento de tierras se hace en forma abierta, con la participacin dehombres y mujeres, diversos factores socioculturales y econmicosimpiden que las mujeres puedan hacer valer la igualdad de derechos.

    Consideraciones de gnero en los planes de mejoramiento detierrasQuin se beneficiar con el mejoramiento de terrenos? A quinespertenecen las tierras, las actividades agrcolas y las cosechas, quepueden salir ganando o perdiendo con el mejoramiento de los recur-sos de la tierra y el aumento de la productividad? Para las mujerespodra ser desastroso no hacerse estas preguntas al comienzo de cual-quier plan de mejoramiento de tierras, porque ello podra significarla exclusin de sus tierras, la introduccin de patrones de cultivodiferentes a los suyos, el aumento de su trabajo agrcola sin un pagoadecuado y la exclusin de los hogares ms pobres.

    Reformas agrarias en Etiopa, Kenia y Chile

    Un estudio comparativo de las experiencias de reforma agraria en tres pases situa-dos en tres estadios distintos de desarrollo poltico y econmico (Etiopa durantesu perodo posrevolucionario 1978-1979, Kenia despus de su independencia apartir de 1973 y Chile, especialmente el Valle Central, en 1964-1970) pone derelieve lo siguiente: 1) que en las etapas de redaccin y ejecucin de la legislacinde la reforma agraria se prest poca atencin al papel de las mujeres como pro-ductoras agrcolas (casos de Kenia y Etiopa) o como asalariadas agrcolas (caso deChile); 2) ninguno de estos pases contempl a las mujeres como posibles jefas dehogar y, por lo tanto, como beneficiarias de la reforma agraria; 3) en laimplementacin de la reforma agraria haba la tendencia a transferir prioridades dela agricultura de subsistencia a los cultivos destinados a la exportacin, prestandopoca atencin a los efectos de esta evolucin en la situacin econmica de lasmujeres o las condiciones nutricionales de las familias; y 4) los servicios de apoyoincluso los que se ocupaban de formar organizaciones rurales tendan a relegara las mujeres; si, ocasionalmente, se focalizaba alguna actividad en ellos, el acentose pona en sus roles domsticos, ms que en los de carcter econmico.

    Fuente: N.D. Hahn, Women and agrarian reform (Boston, Mass., Harvard University Press, 1982); Z. Tadesse, The impact of landreform on women: The case of Ethiopia, en Lourdes Beneria, Women and development, the sexual division of labor in ruralsocieties, un estudio elaborado para la OIT (Nueva York, Praeger Publishers, 1982).

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    El reconocimiento del derecho de la mujer a la tierra mediante unareforma del derecho vigente suele ser el primer paso para fomentar laigualdad de gnero en el mbito de la legislacin sobre el derecho depropiedad y el derecho a la tierra.

    El reconocimiento jurdico de sus derechos puede ser positivo paralas mujeres, aun cuando no conlleve un acceso efectivo a la tierra,porque modifica su posicin negociadora tanto en el hogar paternocomo en el conyugal. Algunos pases han adoptado leyes que esta-blecen y garantizan el derecho de las mujeres a heredar y adquirirtierras.

    Como instrumento para hacer cambios sociales, la legislacin tienelmites que deben superarse por medio de un sistema efectivo paraaplicar la ley y a travs de campaas de educacin e informacin enmateria de derechos, para fomentar un cambio de actitud en mujeres

    El acceso de la mujer a la tierra en Ecuador

    La ley agraria, promulgada en Ecuador en 1994, puso fin efectivo a la reforma agraria.La tierra comunal ahora se puede privatizar siempre y cuando dos tercios de loshogares acuerden a hacerlo. Se reconoce el derecho de las comunidades indgenas,afroecuatorianas y montubias a sus tierras ancestrales, as como sus mltiples formasde organizar la produccin. La ley pretende ser neutral en trminos de gnero, alestipular que los dueos de predios pueden ser personas naturales o jurdicas; nose menciona especficamente a las mujeres y sus derechos a la tierra.

    El problema es que el reconocimiento explcito de los derechos de las mujeres ala tierra ni siquiera fue un tema de discusin en las negociaciones en torno a unanueva ley agraria, pese a que el grado de organizacin de las mujeres campesinases relativamente alto. Esta ausencia obedece, en parte, al hecho de que las princi-pales demandas de los grupos indgenas se concentraron en el reconocimiento delterritorio indgena.

    El Consejo Nacional de la Mujer (CONAMU) ha incorporado en las polticas pblicasuna perspectiva de gnero, a fin de garantizar los derechos patrimoniales de lasmujeres, en especial de las mujeres rurales. En este contexto, es muy importante lareciente reforma constitucional que garantiza, en relacin con la propiedad, medi-das redistributivas y el acceso equitativo de la mujer a la propiedad de la tierra.

    Fuente: Gnero y derecho a la tierra en Ecuador, en Gnero y derecho de las mujeres a la tierra en Ecuador. Carmen Diana Deere yMagdalena Len. Quito, Ecuador, 1999.

    B.4Legislacin equitativasobre el derecho a latierra

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    y hombres, y ayudar a los beneficiarios a entender los procedimientosque deben seguir para pedir el reconocimiento del derecho a la tierra.

    La reforestacin ha sido la respuesta ms comn a la degradacin delos recursos del bosque. En este sentido, se han desarrollado muchosplanes de silvicultura social, agrosilvicultura, cotos forestales y recu-peracin de eriales. Pero las mujeres frecuentemente han sido dejadasde lado por estos planes, a pesar de que deberan tener una significacinespecial para ellas.

    La participacin de las mujeres en los programas de reforestacintiene tres elementos principales: i) su contribucin a la ejecucin delos programas por medio de su trabajo y su tiempo; ii) su participa-cin en la planificacin y la toma de decisiones sobre la naturaleza yobjetivos de la reforestacin; iii) su participacin en los beneficiosque se esperan de las zonas reforestadas. Pero estos programas nosiempre abordan estos tres elementos de una forma deliberada.

    La participacin de las mujeres en los programas forestales pre-senta muchos problemas: i) para las familias pobres que tienenque ganarse el sustento da a da, los beneficios inherentes a lareforestacin son algo demasiado remoto; ii) el acceso de las mu-jeres a esos mismos beneficios no est asegurado, porque los fru-tos de la reforestacin demorarn en materializarse, o porque lasmujeres no tienen ttulos de propiedad definidos sobre las reasreforestadas; iii) los cotos repoblados con una sola especie arbreapueden generar empleo e ingresos monetarios adicionales paralos hombres, pero no siempre satisfacen las necesidades de lasmujeres, que son diferentes a las de aqullos; iv) los servicios deextensin dan la precedencia a los beneficiarios varones; v) escasarepresentacin de las mujeres en la toma de decisiones sobre losobjetivos y el diseo de los proyectos de reforestacin; limitacio-nes sociales y de tiempo que afectan negativamente la participa-cin de las mujeres.

    Las respuestas a todos esos problemas se pueden buscar en tresdirecciones complementarias: seleccionar el tipo ms apropiadode explotacin forestal, garantizar el ejercicio de los derechos vi-gentes, fomentar de una forma efectiva la asociatividad de lasmujeres.

    Se reconoce ampliamente que la explotacin diversificada de losrecursos forestales, cuando est integrada en los sistemas agrco-las locales y adaptada a los diversos intereses de las mujeres, con-vierte la silvicultura en una actividad importante para las muje-res. Los gobiernos y comunidades deberan reconocer y proteger

    B.5Reforestacinde los bosques

    Los factores queobstaculizan la

    participacin delas mujeres

    Posiblesrespuestas

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    el derecho de las mujeres al aprovechamiento de los rboles plan-tados por ellas mismas, para garantizarles el disfrute duraderodel producto de esa actividad. Finalmente, se requiere prestarparticular atencin a los derechos de las mujeres sin tierra a loseriales y los rboles que bordean los caminos.

    La experiencia de la OIT en el contexto de dos proyectos de desa-rrollo de eriales para las mujeres sin tierra en Bengala occidentaly Gujarat, en la India (ver recuadro), demuestra que, garantizan-do el acceso de las mujeres a los recursos de la tierra, se puedefortalecer la capacidad de generar ingresos de las mujeres pobresy sin recursos.

    Pero este proceso no est exento de dificultades y requiere que selleven a cabo acciones integradas en cuatro reas:

    i) Acciones a nivel poltico y legislativo, para suprimir toda trabajurdica que se oponga a la compra y tenencia de la tierra porparte de las mujeres.

    ii) Crear organizaciones de mujeres para negociar con las adminis-traciones locales y los grupos de inters poderosos.

    iii) Establecer, especialmente al comienzo, una institucin externaque acte como intermediaria entre las mujeres, las autoridadeslocales y los grupos de inters poderosos, y

    iv) Promover actividades alternativas para generar ingresos y prestarservicios sociales para ayudar a las mujeres a satisfacer sus necesi-dades inmediatas durante el largo proceso de bonificacin de latierras.

    Ultimamente se han adoptado en Brasil, Colombia, Bolivia y otrospases de Amrica Latina diversas leyes en las que se dispone el reco-nocimiento y la demarcacin de las tierras de los pueblos indgenas,en virtud de acuerdos sujetos al derecho consuetudinario. En algunasregiones, las comunidades indgenas han recibido extensiones de tie-rra en propiedad comunal, bajo condiciones que restringen el derechode enajenarlas o embargarlas. En Asia se han adoptado, en algunoscasos, disposiciones cautelares que suelen ser un legado del perodocolonial, relativas a la tierra y los derechos de determinados grupostribales, como en el caso de los Adivasis en la India y de los nativos deSarawak en Malasia. Debido a la falta de datos desagregados por sexo,todava no se conoce claramente lo que ha pasado en esos contextoscon los derechos tradicionales de las mujeres sobre la tierra.

    La experienciade la OIT

    B.6La defensa de losderechos de lascomunidadesindgenas

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    El Convenio N 169 de la OIT sobre los pueblos indgenas y tribalesespecifica directivas para salvaguardar los derechos de estos pueblos ala tierra y al bosque y hacerlos valer de una forma verdaderamenteefectiva.

    Pero las formas de reglamentar los derechos sobre la tierra y los recur-sos indgenas varan mucho en todo el mundo. La OIT adapta su en-foque de conformidad con ello. En Asia, donde hay una larga tradi-cin de administracin y control de los recursos del bosque por partedel Estado, hay una cierta resistencia a reconocer derechos especiales alos pueblos indgenas o garantizarles un cierto grado de control sobreestos recursos. En este caso, el planteamiento ms til consistira enayudar a fortalecer un manejo comunitario y poner en prctica planesde conservacin que permitan mantener los derechos a los productosmenores del bosque. En Amrica Latina, donde el marco legal es msfavorable y facilita un cierto grado de autogobierno de los indgenasen sus tierras tradicionales, si bien el Estado retiene el control de losrecursos, la OIT est contribuyendo a que se apliquen las leyes exis-tentes y se fortalezca la creacin de organizaciones y el fomento de lascapacidades tcnicas de las comunidades indgenas.

    Algunos programas de apoyo a la microempresa tienden a orientarsus crditos, asistencia tcnica y capacitacin hacia las llamadas em-presas dinmicas dentro del sector informal. En la medida en quegran parte de las empresas de mujeres se ubica en el sector de subsis-tencia y, prioritariamente, en actividades comerciales o de servicios,reciben una discriminacin por gnero que da como resultado unamenor atencin a sus demandas.

    Para mejorar la posicin de la mujer microempresaria como benefi-ciaria de los programas de apoyo, las organizaciones microempresa-riales tienen una gran importancia. La participacin de las micro-empresarias en las asociaciones incide directamente en mejorar el flujode informacin sobre programas de apoyo en las distintas reas; fo-mentar la participacin de las empresas de subsistencia en todos losniveles de la organizacin; promover un involucramiento activo en laformulacin de polticas y requisitos para los programas de apoyo, ygarantizar que las actividades dirigidas a sus miembros respondan asus necesidades.

    La promocin de grupos solidarios, tales como precooperativas, coo-perativas y grupos productivos, es una de las formas de resolver losproblemas que se le presentan a la mujer microempresaria. La pro-duccin colectiva tiene el potencial de incrementar los ingresos atravs de juntar habilidades y recursos, as como posibilitar el uso detecnologas productivas ms costosas.

    B.7Apoyo al trabajo porcuenta propia y lamicroempresa

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    Convenio N 169 de la OIT sobre los pueblosindgenas y tribales

    Propsito:

    Propiciar el establecimiento de una nueva relacin entre el Estado y los PueblosIndgenas y Tribales (PIT), en base al reconocimiento de la diversidad cultural ytnica, otorgndoles proteccin e impulsndolos los a que establezcan sus propiasprioridades de desarrollo.

    El Convenio establece los derechos de los pueblos indgenas y tribales:

    A tener una existencia perdurable y diferente. A determinar sus propias prioridades de desarrollo y ejercer un control sobre el

    mismo, en la medida de lo posible.

    A ser consultados, de buena fe, mediante procedimientos apropiados y a travsde sus instituciones representativas, respecto de decisiones susceptibles de afec-tarles directamente, inclusive medidas administrativas o legislativas y planes dedesarrollo.

    A conservar sus costumbres e instituciones, inclusive los mtodos tradicional-mente utilizados para reprimir los delitos cometidos por sus miembros, siempreque estos no sean incompatibles con los derechos fundamentales definidos porel sistema jurdico nacional ni con los derechos humanos reconocidosinternacionalmente.

    Los gobiernos debern:

    Establecer a qu grupos se aplica el Convenio, en base a criterios objetivos(idioma, parentesco, costumbres, etc.) y en base a la autodefinicin de los pue-blos indgenas y tribales.

    Asegurar a los PIT el goce, en pie de igualdad, de los mismos derechos y opor-tunidades que se otorgan a los otros miembros de la comunidad nacional.

    Ayudar a los PIT a eliminar las diferencias socioeconmicas existentes entreellos y los otros grupos de la comunidad nacional.

    Respetar las costumbres y el derecho consuetudinario de los PIT, al aplicarles lalegislacin nacional, inclusive cuando se imponen sanciones penales.

    Establecer mecanismos y procedimientos apropiados de consulta con los pue-blos indgenas y tribales.

    Asegurarse que se realicen estudios apropiados, siempre que sea posible, encooperacin con los pueblos interesados, para evaluar el impacto social, espiri-tual, cultural y sobre el medio ambiente que puedan tener las actividades dedesarrollo. Los resultados de estos estudios servirn como criterios fundamenta-les para la ejecucin de dichas actividades.

    Promover las instituciones e iniciativas de los PIT.

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    Fomento del empleo y erradicacin de la pobreza por medio deproyectos de bonificacin de eriales en Bengala occidental y Gujarat

    Desde principios de los aos ochenta se han formulado en la India diversos enfo-ques sobre la recuperacin de eriales, que representan entre un 30 y un 50% dela tierra de este pas. La OIT dio asistencia a esta iniciativa, estudiando la forma enque las mujeres podran participar en ella y beneficiarse de la recuperacin de lastierras baldas. El enfoque adoptado por la OIT en dos proyectos se basaba en elacceso y manejo colectivos de los eriales a travs de organizaciones de mujeres.

    Las mujeres obtuvieron sus tierras de diferentes maneras. El 88% de la tierra obte-nida por la sociedad de mujeres en Bengala occidental formaba parte de propie-dades privadas que fueron donadas por los residentes de las aldeas o familiares delas afiliadas. Algunas de esas tierras fueron entregadas por la administracin local(panchayat) o bien eran de propiedad estatal y las mujeres podan arrendarlas.Pero, en virtud de las peculiaridades de las leyes federales y estatales, las condicio-nes para ello eran bastante complejas, rigurosas y a veces contradictorias, de ma-nera que el proceso para acceder a las tierras de propiedad estatal y panchayatera muy difcil y prolongado. Los fondos procedentes del Estado y de las organiza-ciones no gubernamentales cubrieron los costos laborales y los de plantacin, ascomo una parte de los costos de mantenimiento, brindando a las mujeres puestosde trabajo asalariados de carcter temporal. Otras intervenciones de apoyo directoconsistieron en actividades de formacin en materia de organizacin y gestin parafortalecer las organizaciones de mujeres, formacin tcnica para la bonificacin ysiembra de las tierras, apoyo a diversas actividades para crear empleo (por ejemplola cra de gusanos de seda) y otras actividades socioeconmicas (por ejemplo,pequeos programas de ahorro y crdito, alfabetizacin de los adultos, guarderasinfantiles y servicios de salud). En Bengala occidental, los beneficios directos paralas mujeres incluyeron un aumento de los empleos asalariados lo que redujo enms de un 80% las migraciones estacionales de las mujeres y aument los nivelessalariales, ingresos complementarios por el trabajo asalariado en la tierra y enotras actividades, el suministro de lea y forraje para hacer frente a las necesidadesde subsistencia, as como de vegetales de consumo directo. Las samities y las NBSde Bengala occidental fueron invitadas a representar a las mujeres en los panchayaty al nivel de distrito, pasando a formar parte de las instituciones representativas delas autoridades locales. Pero ms all de los beneficios inmediatos para las mujeresy las nuevas estrategias de desarrollo local, estos programas, al promover el dilogopoltico al nivel nacional, han tenido repercusiones notables sobre la orientacinde las polticas nacionales para la bonificacin de las tierras baldas. Una evaluacinde las experiencias demostr que la columna vertebral de una estrategia efectivaestaba en vincular las oportunidades de empleo productivo, la garanta del derechoa la tierra y el fomento de la creacin de organizaciones participativas.

    Fuentes: OIT, Women and land (Ginebra, 1989); OIT, Proceedings of ILOs National Technical Workshop on Women and Wasteland Development(Nueva Delhi, 1991); A.M. Singh y N. Burra, Women and wasteland development in India, un estudio preparado para la OIT(Nueva Delhi, Sage Publications, 1993).

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    Los grupos productivos han sido impulsados y han estado apoyadospor algunos gobiernos y por muchas ONG y organizaciones de mu-jeres. El desarrollo de cooperativas se incluye en muchos de los pro-gramas para microempresas en Amrica Latina y parte de los ingre-sos generados por ellas se utilizan en la implementacin de servicioscomunitarios, tales como cuidado infantil o programas de salud.

    En otros casos, las cooperativas de mujeres trabajadoras del sectorinformal han sido auspiciadas por ONG cuyo objetivo explcito es elempoderamiento de las mujeres. Tal es el caso de la transformacindel Centro Callaj Chulpa, de Bolivia, que, de ser un club de madres,se transform en una microempresa asociativa.

    Acceso equitativo a los asentamientos humanos:La Agenda de HABITAT

    Los asentamientos humanos equitativos son aquellos en que todas las personastienen acceso en igualdad de condiciones a la vivienda, las infraestructuras, losservicios de salud, agua y alimentos adecuados, educacin y espacios pblicos, sindiscriminacin de ningn tipo en virtud de su raza, color, sexo, idioma, religin,opiniones polticas o de otra naturaleza, origen nacional o social, patrimonio, naci-miento u otra condicin. Adems, estos asentamientos humanos aseguran la igual-dad de oportunidades para vivir de la forma en que cada uno elija libremente yganando el sustento de manera productiva; el acceso equitativo a los recursoseconmicos, incluyendo el derecho a la herencia, la propiedad de la tierra o cual-quier otro tipo de propiedad, el crdito, los recursos naturales y las tecnologasadecuadas; la igualdad de oportunidades para el desarrollo personal, espiritual,religioso, cultural y social; la igualdad de oportunidades para participar en losprocesos pblicos de toma de decisiones; igualdad de derechos y obligaciones conrespecto a la conservacin y el uso de los recursos naturales y culturales y accesoequitativo a los mecanismos que garantizan el ejercicio de todos los derechos. Elempoderamiento de las mujeres y su plena participacin en pie de igualdad entodas las esferas de la sociedad, tanto en el mbito rural como en el urbano, sonfactores fundamentales para el desarrollo de asentamientos humanos sustentables.

    Fuente: Agenda HABITAT, Captulo II Metas y Principios, 1996.

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    C. Orientaciones para la accin

    En pocas palabras, el acceso de las mujeres a la tierra, el espacio, lavivienda y otros recursos productivos se puede fortalecer a travs deestas medidas.

    Hacer un anlisis minucioso y diferenciado por sexo sobre el derecho de pro-piedad y el derecho a la tierra, a la luz de todos los regmenes jurdicospertinentes; identificar las prcticas discriminatorias y reformar lasnormas segn corresponda; toda mejora relativa a los derechos de lasmujeres a la tierra y a la propiedad debera ser secundada por campa-as efectivas de informacin y de mecanismos efectivos para hacercumplir la ley.

    Examinar los marcos legislativos y reglamentarios relativos a los terrenosurbanos, incluyendo las polticas y reglamentos en materia de planifica-cin y parcelacin, para identificar los aspectos discriminatorios queimpiden el acceso equitativo y efectivo de las mujeres a la tierra, elespacio y los asentamientos informales; identificar cualquier prejuiciocontra las actividades econmicas informales, reformar las polticas ylas leyes que afectan la propiedad y el uso de la tierra, simplificar losprocedimientos para otorgar ttulos sobre la tierra, aplicar los regla-mentos de una manera transparente y equitativa, as como divulgarampliamente las informaciones relativas a la compra y venta de tierrasy viviendas. Prestar servicios de asesora jurdica de buena calidad, ba-ratos (o gratuitos) a los pobres y, especialmente, a las mujeres pobres.

    Los planes de reforma agraria y colonizacin de tierras deberan garantizarel derecho de usufructo de las mujeres basado en el derecho consue-tudinario.

    Las jefas de hogar deberan tener el mismo derecho a la tierra y lavivienda que los jefes de hogar; en algunos casos se podra dar untratamiento preferencial a los hogares con jefatura femenina yfamilias allegadas dependientes de mujeres, como parte de laspolticas para erradicar la pobreza.

    Reformar los sistemas de asistencia tcnica que persistan en dar ayuda yservicios de extensin a los productores por medio de enlaces y bene-ficiarios varones, para reemplazarlos por sistemas que acten con elexpreso propsito de atender directamente las necesidades de las pro-ductoras.

    Los planes de reforestacin y de conservacin de los bosques deberan:

    Contemplar proyectos de silvicultura diversificada adaptados alas necesidades de las mujeres.

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    Reconocer y defender los derechos de las mujeres participantes alas zonas repobladas y los beneficios que de ellas se deriven.

    Formar y fortalecer grupos de usuarios entre las mujeres partici-pantes y conseguir que stas estn en organismos e institucionespertinentes como los Comits de defensa del bosque.

    La defensa de los derechos de las comunidades indgenas debe consi-derar el reconocimiento de la diversidad cultural y tnica y velar porsu existencia perdurable y participacin en la determinacin de susprioriades.

    Los planes para el mejoramiento de tierras y urbanizacin deben tener encuenta desde un principio las diferencias en relacin con el derecho ala tierra y la distribucin de tierras y viviendas, y velar para que:

    Las tierras cultivadas por las agricultoras accedan en pie de igual-dad a los beneficios que brindan estos planes.

    Se atiendan las necesidades de infraestructuras sociales y econ-micas de las mujeres y en especial de las que tienen la responsabi-lidad de cuidar a los hijos y atender el hogar.

    Se protejan los derechos de las mujeres a la tierra y la viviendafrente a cualquier grupo social que pretenda monopolizar o apro-piarse de sus beneficios.

    Se atiendan de manera equitativa las necesidades especiales de loshogares con jefatura femenina y las familias allegadas que depen-den de mujeres.

    Los programas de apoyo al trabajo por cuenta propia y la microempresason fundamentales para el desarrollo de actividades econmicas in-dependientes de las mujeres.

    Estos deberan:

    Prestar una asistencia tcnica que permita mejorar la gestin delos negocios y ampliar la gama de oficios (en especial los tradicio-nalmente femeninos) hacia reas ms rentables.

    Promover la organizacin de las microempresarias, a fin de lograrmejores condiciones de negociacin.

    Brindar acceso a nuevas tecnologas e informacin de mercados,que contribuyan a aumentar la productividad de los negocios.

    Desarrollar polticas integrales, que contemplen mecanismos paraapoyar la compatibilizacin de responsabilidades familiares y la-borales, y frmulas para superar las restricciones culturales quelimitan el quehacer y la movilidad de las mujeres.

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos

    En resumen

    El acceso de las mujeres a la tierra y otros recursos productivos en laszonas rurales y urbanas es algo fundamental, porque en muchos pa-ses en desarrollo los medios de vida de las mujeres todava dependen,en gran medida, de la tierra y otros recursos naturales, as como de ladisponibilidad de viviendas urbanas y espacios de trabajo para lastrabajadoras por cuenta propia.

    El acceso de la mujer rural a la tierra y el control de los ingresos queproducen la tierra y su trabajo se ven amenazados permanentementepor las polticas de reformas estructurales, los programas de desarro-llo agrcola, la agricultura comercial, el crecimiento de la poblacin,la escasez de tierras y la degradacin del medio ambiente.

    En las zonas urbanas, las mujeres pobres estn en una situacin espe-cialmente desfavorable para adquirir terrenos urbanos o emprenderactividades productivas, debido a obstculos similares a los que tie-nen que enfrentar las mujeres de las zonas rurales.

    La bsqueda de una solucin al problema de la falta de acceso de lospobres a los recursos productivos no es cosa fcil. Los pasos que sehan dado para reasignar el uso y control de los recursos productivoshan encontrado serias limitaciones polticas y econmicas. No obs-tante, la experiencia ensea algunas lecciones.

    En resumen, el acceso de las mujeres a la tierra, al capital productivo,a la tecnologa, a la informacin y a otros recursos productivos, sepuede fortalecer con una serie de medidas complementarias que con-lleven la prestacin de asistencia directa y reformas de polticas p-blicas para reexaminar la cuestin del derecho a la tierra y el derechode propiedad, los planes de reforma agraria y colonizacin, la legisla-cin y los marcos normativos en materia de terrenos urbanos, lossistemas para suministrar servicios de asistencia tcnica y tecnolgi-ca, los planes de reforestacin y conservacin forestal, mejoramientode tierras y urbanizacin.

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    Programa Modular de Capacitacin e Informacin sobre Gnero, Pobreza y Empleo

    Bibliografa

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    MODULO 3: El Acceso a los Recursos Productivos