Manuel BeltránRetrospectiva

Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo31 marzo - 25 abril 2011

Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo2

•Edición:Ayuntamiento de Langreo-Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo•Direcciónyorganización:Gabino Busto Hevia •Coordinación:Eduardo Parra•Fotografías: Manuel Beltrán

©delaedición:Ayuntamiento de Langreo-Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo©delasimágenes:Manuel Beltrán©deltexto«ParaManuelBeltrán,treintaañosdespués»: Juan Manuel Bonet

Diseño:Pandiella y Ocio.Tipografías:MinionyFrutigerNextImprime:Gráficas ApelEstecatálogoseterminódeimprimirel29demarzode2011D.L.:As-1513-2011

Saluda

Con esta exposición del artista langreano Manuel Beltrán alcanzamos satisfacto-riamente el cuarto aniversario de la Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo. La nombradía de este veterano creador y la coincidencia de su retros-pectiva con la décima muestra de producción propia de la Pinacoteca, hablan de manera elocuente de la buena marcha y consolidación de nuestra Institución.

El Ayuntamiento de Langreo promovió en 1984 y 1987 sendas exposicio-nes del artista en su ciudad natal y, después del largo silencio que siguió a la última fecha, fue también esta misma Corporación la que, en 2004, de ma-nera pionera, recuperó el recuerdo de éste en la colectiva que daba a conocer, precisamente, el proyecto de la Pinacoteca en el Pabellón de Langreo, sito en la gijonesa Feria Internacional de Muestras de Asturias. Seguidamente, la expo-sición permanente de las obras del pintor en nuestra Pinacoteca acompañó y apuntaló su nueva y regular emergencia en el ciclo de exposiciones.

Con la retrospectiva que ahora presentamos damos a conocer en Langreo un resumen de la evolución del trabajo de Manuel Beltrán, excelentemente es-tudiado por el crítico don Juan Manuel Bonet, antiguo director del Museo Na-cional Centro de Arte Reina Sofía, a quien tanto agradecemos su colaboración e interés.

La Pinacoteca Municipal de Langreo, en su línea, que es la del rigor y la cohe-rencia, ofrece la oportunidad de conocer la extensa y fértil trayectoria de uno de los mejores pintores que ha dado Langreo. Vaya desde aquí mi felicitación al artista y mi invitación a todos los visitantes del Centro a disfrutar y aprender una vez más con la buena pintura.

María Esther DíazAlcaldesa de Langreo

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Presentación

Es pretensión de la Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo, a tenor del plan rector elaborado y aplicado por el historiador del arte y museólogo Gabino Busto Hevia, ir exponiendo e investigando de manera paulatina y preferente la obra de los más destacados artistas nacidos o relacionados con el concejo de Langreo y su comarca.

Gracias al programa Encuentrautores, del Área de Cultura del Ayuntamiento de Langreo, es posible dar un nuevo paso en la consecución de este importante objetivo, atendiendo esta vez a la producción desplegada a lo largo de su carrera por Manuel Beltrán (La Felguera. Langreo, 1945), artista de notable peso en el horizonte artístico asturiano y español.

Formado en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando, sita en Madrid, ciudad en donde se afincó sin perder su vinculación con Asturias, Manuel Beltrán cultivó con ri-gor y tenacidad un interesante expresionismo, primero bajo el ámbito de la abstracción matérica, para evolucionar después hacia distintas formulaciones en torno a la figura humana, el paisajismo industrial —de evidente relación con el entorno langreano— y la abstracción lirica.

En posesión de una buena trayectoria, señalada en el decenio de 1980 con destaca-das exposiciones en el medio internacional (Lugano, Chiasso, Appiano Gentile, Mi-lán, etc.) y nacional (Madrid, Oviedo, León, Langreo, etc.), sobresale en este creador su dedicación —casi obstinación—, al arte de la pintura y el dibujo, pues si bien una buena parte de su vida profesional giró en las siguientes décadas en torno al diseño gráfico y la publicidad, alejándolo de las comparecencias expositivas, ello no fue obs-táculo para alumbrar día a día, de manera muy meritoria y coherente, un asentado y extraordinario corpus de obras. La vuelta del pintor durante estos últimos años a los circuitos expositivos nacionales —con importantes muestras en Asturias— y a los internacionales —con una solvente muestra en la Dordogne—, no hacen más que testimoniar la sabiduría y madurez atesoradas por el creador durante largos años de práctica y reflexión en su estudio.

La Pinacoteca Municipal de Langreo venía acogiendo desde su inauguración en 2007 una representación básica del artista felguerino, a través de tres espléndidas obras de la década de 1980, una de ellas en exhibición permanente. A este conjunto se sumó recientemente, por donación del autor, una magnífica pintura de 2008. Con estas cuatro piezas, la Pinacoteca langreana es hoy por hoy el Centro que conserva la mejor y más completa representación del artista.

Agradecemos a don Juan Manuel Bonet, escritor, crítico de arte y antiguo director del Instituto Valenciano de Arte Moderno (ivam) y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (mncars), de Madrid, su entusiasta colaboración en el catálogo de esta retrospectiva y testimoniamos asimismo al artista nuestro reconocimiento por sus faci-lidades para mostrar en la ciudad que lo vio nacer uno de los mejores compendios que hoy en día se pueden reunir de su labor. Invitamos, finalmente, a todos los amigos y se-guidores de la Pinacoteca a esta nueva e importante cita con la pintura contemporánea.

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De nuevo en su Norte, de la bruma de los años emerge Manuel Beltrán (La Fel-guera, 1945), al cual recuerdo, más o menos treinta después de nuestro primer encuen-tro, como un tenaz oficiante de la religión de la pintura, y que ahora va a ser objeto de una retrospectiva en su Langreo natal, en la Pinacoteca que lleva el nombre del inolvidable Eduardo Úrculo, que dirige Gabino Busto. Pinacoteca donde el primero en exponer en solitario fue, en 2008, mi admirado Manuel Rey Fueyo, langreano de la diáspora, y que en su Valencia adoptiva, le da vueltas y vueltas a su Memoria del óxido.

Manuel Beltrán, un oficiante de la religión de la pintura, cuyo teatro de operaciones, cuando lo conocí a comienzos de los ochenta, era el apartamento de la periferia ma-drileña en el cual su mujer y él vivían, apartamento al cual me llevó un amigo común, Enrique Gómez, un «marchand en chambre» uruguayo, hoy retornado a su querido Montevideo, un «marchand» cuyo cuarto era una oficina en el fantasmagórico edi-ficio España —ahora en curso de rehabilitación— en la plaza de mismo nombre, y que era además un comunista amigo, con el cual uno discutía como se discutía en esa época, un hombre de gran cultura —como casi todos los uruguayos—, y sensibilidad para apreciar el buen arte, sin etiquetas ni adjetivos, incluido por supuesto el buen arte que, como le sucedía al que salía de las manos de Manuel Beltrán, no aspiraba en absoluto a ser el «arma cargada de futuro» celayesca.

A Manuel Beltrán, formado en Artes y Oficios de Oviedo, y en San Fernando, le pro-logué su catálogo madrileño de 1984 —año que ganó la medalla de oro en el certa-men de Luarca— en la Fundación Gregorio Sánchez. Tenía el informalismo muy encima todavía. Venía de la madera, de excavarla, de arañarla, de policromarla, y eso inevitablemente le había llevado del lado de Lucio Muñoz. Comenzaba a respirar de modo más ancho, más «eighties», conectando con, por ejemplo, el tipo de pintura que hacían entonces José Manuel Broto y sus compañeros de Trama. Grises, ocres, rojos, rosas. Su obra estaba impregnada de un cierto sentimiento paisajístico, un sentimiento que por cierto tampoco le faltó nunca a la de Lucio, tan beruetiano. Los paisajes abstractos del asturiano incorporaban a veces un sentimiento «arqueología in-dustrial», muy Memoria del óxido; Rubén Suárez se ha referido, concretamente a cómo algunos de esos paisajes abstractos, «remitían a restos industriales, instalaciones fa-briles en desuso». Por aquellos años el pintor expuso en salas institucionales, y en la desaparecida Galería Benedet de Oviedo, e hizo alguna incursión en salas de Suiza e Italia, y participó además en distintos certámenes, en su tierra y en otros sitios. Sus primeras individuales las realizó en fecha relativamente más tardía que la mayoría de sus compañeros de generación, con los cuales había coincidido en diversas colectivas.

Para Manuel Beltrán, treinta años despuésJuan Manuel Bonet

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Una cronología algo más tardía que la de sus compañeros de generación: ya iba por ahí el arranque de mi texto de 1984. La relación de Manuel Beltrán con el tiempo ha sido siempre un poco especial, pues el que le importa es el suyo interior, y no la hora de la moda, ni la hora de la generación, del encuadramiento. Él siempre ha sido así, por carácter y por circunstancias. Cuando lo conocí su obra poseía ese deje «fifties» al cual he hecho referencia. Luego vendrían las conexiones «eighties», y antes de finales de aquella década el inicio de un largo tiempo de apartamiento de la escena expo-sitiva. Guadianesco, ahora ha reaparecido, felizmente, con exposiciones en distintos centros culturales asturianos, y en la Galería Dasto de Oviedo, e incluso, de nuevo, fuera de España, por ejemplo en 2010, y en compañía de dos colegas, en un castillo de la Dordogne...

Los ochenta le llevaban a Manuel Beltrán hacia una mayor fluidez, hacia un mayor adelgazamiento. Pero los ochenta se miraban mucho, lo tenía uno claro entonces y lo tiene todavía más claro hoy, en el espejo de la vertiente lírica de los cincuenta: en los castillos desmochados de Lucio Muñoz, en el Cadaqués azul de Ràfols, en la me-moria andaluza de Guerrero, en los ríos y en las vegetaciones de la francesa de adop-ción Joan Mitchell, en los esplendentes Ocean Parks californianos de Diebenkorn, los Ocean Parks, objeto por cierto de mi primer poema publicado…

Acabo de hablar de un largo tiempo de apartamiento del arte de los pinceles. Efecti-vamente, hubo unos años —la vida a veces es así— en que Manuel Beltrán dejó, si no de pintar, sí de exponer. Un paréntesis bastante largo, de casi dos décadas, durante los cuales se dedicó al diseño gráfico. Pero volvió luego con nuevo ímpetu, y en forma, a la vista está, como a la vista está, en las hemerotecas virtuales —que hace treinta años no existían—, que su retorno expositivo de finales de la primera década de este nuevo milenio, ha sido saludado por críticos de su tierra tan solventes como el ya ci-tado Rubén Suárez, que ha titulado a lo Fray Luis («Manuel Beltrán, decíamos ayer») la primera de las dos crónicas que le ha dedicado en La Nueva España, y que ha evocado el carácter obsesivo de su investigación plástica, o como Alfonso Palacio, que prologando el catálogo de la segunda individual del pintor en Dasto, le ve como a un «creador que, liberado ya de otros compromisos, parece dispuesto a recobrar la hon-dura y el pulso artístico que tan buenas sensaciones dejó allá por la década de 1980», y como a alguien que trabaja sobre la «tensión entre regla y emoción», frase esta última que evoca una célebre doble máxima de Georges Braque, que dejo en francés, pues suena más bonita que traducida, y por lo demás se entiende perfectamente: «J’aime la règle qui corrige l’émotion, j’aime l’émotion qui corrige la règle».

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Manuel Beltrán sigue amando la pintura, sigue construyéndola, sigue modulándola, sigue construyéndola, usando la espátula un poco al modo en que la usaba el in-tenso Serge Poliakoff, un grande de los cincuenta con el cual mi padre y yo nos cruzamos en París, en la Navidad de 1968, en la que sería su última exposición en la Galerie XXe Siècle.

Manuel Beltrán, hoy como entonces, es un paisajista abstracto, un pintor que elabora morosamente, en su tiempo sólo suyo —como sólo suyo era el tiempo de Juan Ma-nuel Díaz-Caneja, en el cual a veces me hace pensar la manera de trabajar él también de memoria del asturiano—, el poso de sensaciones y sentimientos que le produce el mundo en torno: cielo, mar, horizonte, troncos de árboles, construcciones como es-bozadas que se alzan en medio del paisaje, siluetas femeninas Y hoy como entonces, siendo un notable colorista —esos verdes que cantan, esos azules, esos amarillos, esos grises—, y a la vez le concede mucha importancia al dibujo, un dibujo deslumbrante, cuando autónomo: ver por ejemplo sus sombríos grafitos sobre papel Guarro. Un dibujo al que por momentos le encuentro relación con el que tensa los citados Ocean Parks diebenkornianos.

Manuel Beltrán, un pintor que en un mail que me envió hace poco —hace treinta años tampoco existía el mail— se autocalificaba de torpe con las palabras, pero que luego no lo es en absoluto. «A mí siempre me ha llamado la atención —escribe— la capacidad de los medios empleados, me refiero a la propia pintura, transparencias, grosor, color, espacios, etc., para expresar emociones sin más apoyaturas, y de cómo el introducir elementos que sacaran a estos medios de sus propias relaciones, es decir, mediante referencias a elementos ‘externos’, distraía el discurso y lo quebraba». Está bien dicho. De «expresar emociones» hablaba también Rothko, que les añadía dos ca-lificativos, «humanas», y «básicas». Por lo demás, la fe en las posibilidades de la pin-tura, «sin más apoyaturas», y en general el tono tan concreto, tan de cosas tangibles, más que al ruso-norteamericano y gran maestro de lo sublime, me trae a la memoria un cierto tono Juan Gris, y ciertamente lo que está pintando Manuel Beltrán, está tensado por dentro —esa es la razón de evocar a Diebenkorn— por una arquitec-tura, en definitiva por un cubismo. Algo, el cubismo, que hace treinta años, habíamos llegado a creer de poco uso ya, porque ciertamente como sistema se aguantaba poco, pero a sus frutos sabrosos sí que hemos vuelto, vaya que si hemos vuelto: entre ellos está por ejemplo la rosa geométrica de Luis Fernández, aquella que Claude Esteban comparaba con la pintada por Zurbarán a los pies de una santa...

Me alegra saber que aquel pintor con el cual compartí amistad y fervores y discusiones en aquellos tiempos ya lejanos, prosigue, en su tierra natal, oficiando la religión de la pin-tura; me alegra saber que lo hace en clave lírica y constructora, con los pinceles siempre dispuestos para decir de modo abstracto su sentimiento del mundo; y me alegra que en Langreo se dispongan a repasar el conjunto de su producción hasta la fecha...

Manuel Beltrán Retrospectiva Catálogo

8

1. Sin título, 1984, acrílico sobre papel Guarro, 960 × 700 mm

9

2. Sin título, 1984, acrílico sobre papel Guarro, 960 × 700 mm

10

3. Sin título, 1986, acrílico sobre madera, 146 × 114 cm

11

4. Sin título, 1987, acrílico sobre papel Guarro, 700 × 500 mm

12

5. La celda, 1987, acrílico sobre papel Guarro, 1000 × 700 mm

13

6. Encuentros, 1987, acrílico sobre madera, 146 × 114 cm

14

7. Encuentro, 1987, grafito sobre papel Ingres, 410 × 320 mm

8. Encuentro, 1987, grafito sobre papel Ingres, 410 × 320 mm

9. Encuentro, 1987, grafito sobre papel Ingres, 700 × 600 mm

15

10. Lugar vislumbrado, 1988, acrílico sobre madera, 146 × 114 cm

16

11. Espacio con formas, 1988, acrílico sobre papel Guarro, 1000 × 700 mm

12. Espacio con formas, 1988, acrílico sobre papel Guarro, 700 × 500 mm

17

13. Espacio con formas, 1988, acrílico sobre papel Guarro, 1000 × 700 mm

18

14. Sueño vegetal, 1989, acrílico sobre papel Guarro, 700 × 550 mm

15. Sobre la tierra, 1989, acrílico sobre papel Guarro, 1000 × 700 mm

19

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16. Paisaje, 1996, acrílico sobre papel Guarro, 340 × 240 mm

17. Paisaje, 1996, acrílico sobre papel Guarro, 340 × 240 mm

18. Paisaje, 1992, acrílico sobre papel Guarro, 340 × 240 mm

21

19. Restos del naufragio, 1992, acrílico sobre madera, 116 × 89 cm

20. Restos del naufragio, 1992, acrílico sobre madera, 116 × 89 cm

22

21. Armadura en la arena, 2007, acrílico sobre cartón, 100 × 70 cm

22. Sin título, 2009, acrílico sobre cartón, 44 × 34 cm

23. Figura con vaso, 2008, acrílico sobre cartón, 100 × 70 cm

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24. Bunker, 2009, acrílico sobre cartón, 64 × 44 cm

25. Bunker, 2010, acrílico sobre cartón, 100 × 70 cm

26. Bunker, 2010, acrílico sobre cartón, 61 × 41 cm

27. Bunker, 2010, acrílico sobre cartón, 64 × 44 cm

25

26

28. Paisaje, 2010, acrílico sobre madera, 122 × 100 cm

29. Paisaje, 2010, acrílico sobre cartón, 64 × 44 cm

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30. Paisaje, 2011, acrílico sobre madera, 122 × 110 cm

31. Paisaje, 2010, acrílico sobre madera 122 × 110 cm

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32. Paisaje, 2011, acrílico sobre madera, 122 × 110 cm

29

33. Paisaje, 2011, acrílico sobre madera, 122 × 110 cm

Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo30

2006 Casa de la Cultura de Colunga, Asturias.

2007 Centro Cultural CIDAN. Pola de Laviana, Asturias.

Galería Dasto. Oviedo, Asturias.

2008 Galería Dasto. Oviedo, Asturias.

2010 Chateau La Mothe, Dordogne, Aquitania, Francia.

2011 Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo, Asturias. Retrospectiva.

Exposiciones colectivas

1979 Galería La Mandrágora, Madrid.

Navidel, Madrid.

Galería La Madonneta, Lugano, Suiza.

1980 Galería Benedet, Oviedo, Asturias.

1982 Salón de Navidad de La Felguera, Asturias.

Bienal de Oviedo, Asturias.

1983 Feria Internacional de Arte Contemporáneo Arco, Madrid.

1984 Feria Internacional de Arte Contemporáneo Arco, Madrid.

Bienal de Oviedo, Asturias.

Bienal de Zamora.

Galería Fundación, Madrid.

Asturarte, Oviedo. Asturias.

Asturarte, Madrid.

Librería Petacho, Madrid.

1985 Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Arco, Madrid.

Asturias en México.

1986 Nuevos Paisajes de Asturias. Principado de Asturias. Itinerante, Francia, Italia y Portugal.

Galería Mosaico, Chiasso, Suiza.

Galería Víctor Martín, Madrid.

Pintores Asturianos 40, 50. Museo Barjola, Gijón, Asturias.

2004 Pinacoteca Municipal de Langreo. Langreo con arte, Pabellón del Ayuntamiento de Langreo,

Feria Internacional de Muestras de Asturias.

2006 Luz Cambiante, Salas del Banco Herrero en Asturias.

2007 Galería Dasto, Oviedo, Asturias.

Experiencia 10 pintores traducen a Martín Amis, Auditorio de la Ciudad de León.

2011 Estrenos de arte. Adquisiciones y donaciones de obras 2007-2011, Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo, Asturias.

Manuel BeltránNace en 1945 en Langreo, Asturias (España). Realiza los estudios de arte en La Escuela de Artes y Oficios de Oviedo, Asturias, durante dos años, a partir de los cuales ingresa y completa su formación en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

Exposiciones individuales

1979 Galería La Mandragora, Madrid.

1980 Galería La Madonneta, Lugano, Suiza.

1981 Galería Benedet, Oviedo, Asturias.

1982 Galería Maese Nicolás, León.

1984 Galería La Fundación, Madrid.

Colegio Mayor Antonio Caro, Madrid.

Galería Benedet, Oviedo, Asturias.

Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Langreo, Asturias.

1985 Exposiciones Itinerantes por las Galerías de la Caja de Ahorros de Asturias.

1986 Centro Cultural Fernández de los Ríos, Madrid.

Galería Mosaico, Chiasso, Suiza.

1987 Estudio Enrique Gómez, Madrid.

Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Avilés, Asturias.

Sala Nicanor Piñole. Gijón, Asturias.

Casa de Cultura Escuelas Dorado. Langreo, Asturias.

Sala del Ayuntamiento de Appiano Gentile. Como, Italia.

Galería Studio Panigati, Milán, Italia.

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Becas y premios

1967 Beca de la Diputación de Oviedo para sus estudios en San Fernando.

1984 1.er Premio en el XV Certamen Nacional de Pintura de Luarca, Asturias.

Premio de adquisición de la VII Bienal de Pintura de la Ciudad de Zamora.

1987 Beca del Principado de Asturias.

Seleccionado

III y IV Bienal de Oviedo.

I y III Bienales Gran Duque de Albade la Ciudad de Ávila.

II Bienal de la Carbonera, Langreo, Asturias.

III y IV Certamen de Artes Plásticas, Alcobendas, Madrid.

Premio de Pintura Enrique Ginestal, Talavera de la Reina, Toledo.

Festivales de Navarra, Olite.

Bibliografía

Gran Enciclopedia Asturiana • Juan Manuel Bonet, catálogo Galería Fundación, Madrid, febrero 1984 • Javier Barón, Lápiz, Madrid, números 19 y 25 • Paloma Berros, Arte Guía, Madrid, número 16 • G. Ghisoni, Il Giornale dei Popolo, Suiza, mayo 1979 • Rubén Suárez, La Nueva España, Oviedo, febrero 1982 • J. Villa Pastur, El Comercio, Gijón, marzo 1982 • A. Marcos Oteruelo, Diario de León, León, marzo 1982 • Javier Barón, La Voz de Asturias, Oviedo, mayo 1984 • Javier Rubio, ABC, Madrid, febrero 1984 • J. Villa Pastur, La Voz de Asturias, marzo 1985 • Rubén Suárez, La Nueva España, marzo 1985 • Dalmazio Ambrosioni, Corrieri dei Ticino, Suiza, octubre 1986 • Rubén Suárez, La Nueva España, Oviedo, abril 1987 • C. Jiménez, La Nueva España, Oviedo, 2006 • Juan José Álvarez Fernández, catálogo Galería Dasto, Oviedo, 2007 • Rubén Suárez, La Nueva España, Oviedo, 2007 y 2008 • Alfonso Palacios, catálogo Galería Dasto, Oviedo, 2008 • Luis Feás, El Comercio, Gijón, 2007 • Rubén Suárez, «Por lo visto», Cien años de pintura Asturiana El color del siglo xx • Una luz cambiante. Paisajes de Asturias • Diccionario Atlas de la A a la Z, Ediciones Nobel • Gabino Busto, «Manuel Beltrán», Mirar un cuadro, Casa de Cultura de Luarca, diciembre 2009.

Obras en la Pinacoteca Municipal de Langreo

Sintítulo,c.1983,acrílicosobretabla,120×244cm

Sintítulo,c.1987,acrílicosobretabla146×114cm

Sintítulo,c.1987,Acrílicosobretabla,146×114cm

Sintítulo,2008,Acrílicosobrecartón,100×139,5cm

Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo

C/ La Unión, 3133900 Langreo

Tel./ fax: 984182858pinacoteca@ayto-langreo.eswww.langreo.es

Horario

Septiembreajunio

Lunes a sábado10.30 a 13.30 h / 17.00 a 20.00 h

Domingo y festivos: 11.30 a 14.30 h

Julioyagosto

Lunes a sábado11.00 a 13.30 h / 17.00 a 20.30 h

Domingo y festivos11.30 a 14.30 h

Cerrado: martes

Entrada gratuita

Ediciones de la Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo

Publicacionesdidácticas

2008 Cuaderno didáctico: ¿Pinacotequeamos? 1. Personajes Catálogosdeexposiciones

2008 Manolo Rey Fueyo. Serie Langreo,

Elisa Lozano Chiarlones. Arqueología de la memoria. Ser: Pruebas y restos, (Premio Nacional de Artes Plásticas Art Nalón, 2008)

Del Flecha de plata al Scalextric. Los mejores juguetes de nuestra vida. Colección Quiroga-Monte

2009 Cuco Suárez. Ferramienta

Iraida Lombardía. El origen de mi mundo

2010 Elena Rato. Obra pictórica (Premio Nacional de Artes Plásticas Art Nalón, 2009)

Noemí Iglesias Barrios. Meriñán (Premio Cuenca del Nalón de Artes Plásticas Art Nalón, 2009)

Arte pop-up. Libros de arte móviles y desplegables. Colección de Ana M.ª Ortega y Álvaro Gutiérrez

2011 Estrenos de arte. Adquisiciones y donaciones de obras 2007-2011

http://issuu.com/pinacotecadelangreo