Luego de la concepción de lo humano como una criatura de la physis, un habitante de la polis, en que se tomaron autores como Aristóteles, Platón, Epicuro, Sófocles y otros, que por medio de sus narraciones nos orientaron hacia el entendimiento de aquella concepción. Ahora apaleamos a la que nos presenta la concepción como ‘’criatura de dios, peregrino del mundo’’.

Comenzando con aquella visión, nos parece importante tomar uno de los primeros testimonios, presente en la Biblia, este libro conformado por una serie de relatos o documentos sagrados, en la cual se transmite la palabra de dios, creados en su mayoría por inspiración divina, a lo largo de 1000 años aproximadamente, desde antes de Cristo.

A modo general, la Biblia es un libro que nos habla sobre la historia de la humanidad, su respectiva creación, la caída en el pecado, su posterior vida y los requisitos para su salvación. Además exterioriza cómo dios creador de todo lo existente, se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano, como también presenta sus atributos como carácter. De allí que sea fuente de la concepción de lo humano.

Génesis, del griego Γένεσις, significa nacimiento, creación u origen, es el primer libro (siglo XV AC app.) atribuida su escritura a Moisés, y en el cual nos detendremos, pues narra el origen del mundo, como el origen del género humano.

En él se nos presenta un dios creador, de la nada hace el todo, ordena y maneja a su disposición, creador de cielo y tierra, con ello del día, la noche, el mar, la vegetación, los frutos, los años, las estaciones, y animales los cuales se multiplicaron y poblaron tanto tierra como agua, todo esto en un tiempo de cuatro días. Al quinto día dios crea al hombre, a su imagen y semejanza, señor de lo viviente en el aire, en el mar, y en la tierra. Adán es el primer Hombre creado por Dios sobre la Tierra, fue creado del polvo de la tierra, y a su nariz se aliento el soplo de la vida, para luego hacerlo habitante del huerto del Edén y gobernador de la tierra.

Se puso a su disposición todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer, como también el árbol de la vida, el árbol de la ciencia del bien y del mal, y un rió que regaba el huerto, siendo el hombre quien labrara y lo resguardase aquel paraíso, poniendo solo por mandamiento de no comer del "árbol de la ciencia del bien y del mal" para no morir.

Por otro lado la creación femenina, Eva, la primera Mujer que Dios creó sobre la Tierra, nace de la necesidad de no estar solo, la necesidad de compañía idónea. Al caer en sueño Adán, Dios quita una costilla de la cual es creada. Así Dios manda a Adán y Eva a fructificar y multiplicarse, llenar la Tierra y gobernarla, ambos desnudos sin pudor alguno. Así hombre y mujer son creados, y puesto a su disposición todo lo creado, acabada la obra completa el séptimo día.

La caída de ambos en desgracia sucede por curiosidad, pues la serpiente, el animal más astuto de todo el huerto, tienta a la mujer de comer del árbol prohibido diciendo:

‘’más sabe dios que el día que comieres de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como los dioses, sabiendo el bien y el mal. ’’

Con esta tentativa, a la mirada de la mujer le pareció un árbol codiciable, tomo el fruto y comió de él, luego ofreció a Adán y ambos cayeron en perdición. Sus ojos fueron abiertos, sintieron pudor de sus cuerpos desnudos, sintieron vergüenza y miedo ante las palabras y miradas de dios, escondiéndose de él.

Al encontrarlos Dios se percato de aquellos sentimientos, asumiendo que habían comido de aquel árbol prohibido, al preguntar al hombre este relata lo sucedido castigando Dios tanto a la serpiente, maldiciéndola, condenándola a arrastrarse, enemistándola con la mujer. A la mujer multiplicando sus dolores y embarazos, y condenándola al deseo de un hombre y por último al hombre diciendo ’’maldita será la tierra por amor de ti; con dolor comerás de ella todos los días hasta el día de tu muerte porque polvo eres y en polvo de convertirás’’.

Siendo expulsados y castigados por desobedecer, de este paisaje idóneo que les aseguraba felicidad, expulsados y condenados a llevar una vida con sufrimiento.

En “La Condición humana”, San Agustín le da énfasis a tres conceptos que son necesarios para que el hombre tenga conocimiento de si, debemos saber que: somos, conocemos y amamos. O como dice el mismo San Agustín, somos y conocemos que somos y amamos este ser y conocer. Esta es la única verdad irrefutable que conocemos, es diferente a las cosas corpóreas que nos pueden engañar, y si aun así nos engañásemos, estas verdades seguirían siendo validas, porque ya que para engañarme tengo que existir primero que todo, o sea, soy.

Seguido de esto, San Agustín hace la aclaración de cómo estas tres cosas están en algo que es la persona, pero no son la persona, sino mas bien, son mediadores que se encuentran en la persona. Cuando la memoria, el entendimiento y el amor se encuentran en un hombre, están en función de mi persona y no de ellas mismas, por ejemplo cuando queremos recordar algo nuestro memoria busca el objeto que queremos visualizar en nuestra mente, esto lo hace por medio de nuestra voluntad, no por la suya. Estas funciones interactúan entre si para poder funcionar de forma correcta, pero no es el caso que el entendimiento ame o el amor recuerde, soy yo el que amo y soy yo el que recuerdo, por medio de estas cualidades que se encuentran en mi persona.

Universidad de ValparaísoFacultad de humanidadesPedagogía en filosofía Cátedra de filosofía de la educaciónProfesor Estanislao Pérez

Concepción de lo humano:

‘’ Criatura de dios, Peregrino del mundo’’

Lissette Castro Andrés Correa Viernes 13 de junio de 2008.-