Lo importante no es con qué comunicarse sino con quién

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    Lo importante no es con qu comunicarse sino con quin

    Juana M Sancho GilCentro de Estudios sobre el Cambio en la Cultura y la Educacin

    Parc Cientfic de Barcelona. Universidad de Barcelona

    Resumen: La proliferacin de herramientas de informacin y comunicacin ha levantadoexpectativas considerables sobre su contribucin al desarrollo personal y social de las personascon necesidades especiales. Esto ha llevado a prestar una gran atencin en los propios recursosdescuidando, en ocasiones, que el problema no radica en con qu comunicarse, sino con quin Eneste artculo argumento que si bien es cierto que la continua evolucin de estas herramientas permite mejorar los aspectos tcnicos de la comunicacin, no es menos cierto que esto no essuficiente. La transformacin de la escuela y la sociedad de un lecho de Procusto a una cultura dela diversidad como valor, pasa por el reconocimiento y la transformacin de la cultura de lahomogeneidad y el cambio fundamental de mentalidad que esto representa.

    Abstrac: The information and communication technologies have created big expectations on theircontribution to the personal and social development of people with special needs. This hascontributed to pay a lot of attention on the technologies, but the problem is not in with what tocommunicate, but with who. In this article I defend that the evolution of the technologies is notenough to increase to improve the technical aspects of the communication. The transformation ofthe school and the society of a channel of Procusto to a culture of the diversity like value, go bythe recognition and the transformation of the culture of the homogeneity and the fundamentalchange of mentality that this represents.

    Es ms fcil divulgar artefactos que ideas (Herbert Simon)

    El poder de las herramientas

    Si existe un mbito en el que el desarrollo de recursos tecnolgicos ha representado unacontribucin fundamental es el de personas con necesidades educativas especiales. Lasdificultades aadidas que le suponen a un individuo invidente o con graves dificultadesde visin, a una persona sorda o a alguien con profundos problemas motrices paracomunicarse con el mundo exterior se han visto aminoradas por el conjunto detecnologas artefactuales y simblicas generadas desde el siglo XIX.

    Desde la invencin del lenguaje Braille, hasta las ms recientes adaptacionestiflotecnolgicas1, las personas invidentes o con profundos problemas de visin cuentancon un amplio conjunto de recursos tecnolgicos para relacionarse con el mundo ydesarrollar sus capacidades intelectuales, sociales y afectivas. Para Muoz (2001) larepercusin positiva que las ayudas tcnicas para la discapacidad visual han tenido paralos usuarios ha sido enorme. Su utilizacin, en la mayora de los casos, ha sido y es uninstrumento favorecedor y potenciador de las aptitudes y cualidades de las personas con

    problemas de visin ms o menos severos.

    Sin embargo, si bien es cierto que la tecnologa ofrece hoy muchas posibilidades de ayudaa las personas discapacitadas visuales, no lo es menos que si no se tienen en cuenta lascaractersticas de esta discapacidad en el avance tecnolgico de la sociedad como un todo,

    1 La Tiflotecnologa engloba el conjunto de tcnicas, conocimientos y recursos encaminados a procurar alos ciegos y deficientes visuales los medios oportunos para la correcta utilizacin de la tecnologa.

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    tambin puede favorecer su aislamiento. De ah la importancia de que los desarrollostecnolgicos orientados al mundo del trabajo, la educacin, el transporte pblico, los

    bancos y las comunicaciones tengan en cuenta, desde el principio, las necesidades de estegrupo de usuarios (Muoz, 2001).

    En mbito de las dificultades relacionadas con la audicin y el lenguaje tambin se ha

    suscitado un inters parecido por desarrollar y utilizar diferentes recursos tecnolgicos,tanto a la hora de detectar el problema como a la de intentar aminorar sus consecuencias

    para el desarrollo integral de las personas que lo sufren. De este modo, las aplicacionesinformticas ms variadas (Navarro, 2001), se han venido a sumar a los sistemas dediagnstico precoz, los implantes cocleares (Soriano, Gonzlez, Gonzlez, y Lpez,1999), los lenguajes de signos, los sistemas de comunicacin aumentativa, etc. Aunqueel desarrollo de todas estas tecnologas no ha logrado resolver de forma satisfactoria lostemas de exclusin social y afectiva de este sector de la poblacin.

    La situacin de las personas que padecen algn tipo de disminucin motriz y tienenafectadas una o varias de las habilidades bsicas que tienen que ver con la percepcin

    (visual, auditiva, tctil), la comunicacin, el desplazamiento y la manipulacin, se havisto considerablemente mejorada en la sociedad occidental- mediante el desarrollotecnolgico, la estabilidad cultural y los movimientos asociativos de personas afectadasde disminucin motriz surgidos despus de la segunda guerra mundial. Sin embargo lasituacin actual todava presenta grandes retos a superar para que una persona condisminucin pueda estar en una posicin de igualdad de condiciones respecto de las

    personas que no presentan disminucin (Escoin, 2001).

    En 1985, realic una visita acadmica a la Universidad de Sussex (Gran Bretaa), con elfin de profundizar mis estudios sobre la utilizacin educativa de la informtica. Mehaba comenzado a familiarizar con este tema durante la realizacin de un Master enEducacin en reas Urbanas en la Universidad de Londres y a ponerlo en prctica en el

    Centro de Recursos de Informtica Educativa y Profesional (CRIEP)2 (Bertrn ySancho, 1985; Sancho, 1985; Butzbach y Sancho, 1985; Bertrn y Sancho y otros,1985). Mi inters en aquel momento se centraba en la posible contribucin delordenador al desarrollo a la mejora de los procesos de enseanza y aprendizaje y eldesarrollo cognitivo del alumnado. Hoy me interesan tambin y de forma explcita los

    procesos de desarrollo social y afectivo por formar parte inextricable del aprendizajeprofundo y sostenible.

    A mi llegada a Brighton, una enorme valla publicitaria -exhibida en una de las plazasprincipales de la bella ciudad costera-, llam poderosamente mi atencin. En ella se veaun chico, con claras muestras de tener una reducidsima movilidad, en una silla de

    ruedas, frente a una pantalla de ordenador y un teclado, con un cuerno en la frente amodo de unicornio tecnolgico hoy sabemos que es un licornio o puntero de cabeza-.Este sencillo artefacto le haba permitido escribir a este muchacho el siguiente mensaje:Gracias al ordenador me puedo comunicar contigo. He de reconocer que meimpresion. Pens que sta era una de las aplicaciones ms adecuadas e interesantes quehaba visto hasta entonces de la informtica. Que las personas con grandesdiscapacidades motrices haban encontrado una importante herramienta decomunicacin que les permitira aumentar su campo de experiencia, comunicar sus

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    El CRIEP constituy una de las primeras experiencias de informtica educativa en Espaa. Desde 1987se convirti en el Programa de Informtica Educativa de la Generalitat de Catalunya.

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    pensamientos, ideas, sensaciones, afectos y emociones. Y que esto podra cambiar suvida.

    Segu pensando en ello, en aquel momento y a lo largo de los aos que he seguidotrabajando en este tema. Cambiar su vida en qu sentido? Para mejor, para peor?Qu cambira y qu permanera en la vida de estas personas? Qu turbulencias,

    desajustes, complicidades, solidaridades, rechazos, aceptaciones, encuentros ydesencuentros se generaran? Porque la comunicacin necesita no slo un emisor, uncanal de comunicacin, un mensaje y un receptor, como preconiza la teora clsica de lacomunicacin. Este esquema representa solamente los aspectos tcnicos de la misma.Pero la comunicacin entre individuos, personas, ciudadanos, sujetos, que lleva alaprendizaje, al desarrollo personal y social, al intercambio de intereses, afectos,emociones, a la construccin de lazos de amistad y de amor, precisa que reconozcamosal otro, que lo respetemos, entendamos y, para Maturana (1990), que lo amemos.

    El amor es el fundamento social, pero no toda convivencia es social. El amor es laemocin que constituye el dominio de conductas donde se da la operacionalidad de laaceptacin del otro como un legtimo otro en la convivencia, y es ese modo de convivencia

    lo que connotamos cuando hablamos de lo social. Por eso digo que el amor es la emocinque funda lo social; sin aceptacin del otro en la convivencia no hay fenmeno social(Maturana, 1990:24).

    De ah que no sea suficiente aunque s necesario- contar con herramientas que facilitenlos procesos de comunicacin de las personas excepcionales, que amplen el campo desu experiencia y les acerquen a la normalidad, para llevar a cabo su proyecto personal ysocial de vida. Junto con los recursos hay que continuar desarrollando, extendiendo y

    profundizando la cultura de la diversidad como lucha contra la segregacin. (LpezMelero, 2001). Para esta autor hay que tomar conciencia de la manipulacin a la queestn sometidas las culturas minoritarias, y tomar postura desde dos frentes. Por unlado, analizando y valorando las prcticas educativas sobre la cultura de la diversidad

    que no respetan a la propia diversidad, sino que la marginan. Por el otro, desde eldiscurso terico, dejando claro epistemolgica, ontolgica, axiolgica, poltica eideolgicamente que la cultura de la diversidad no consiste en el sometimiento(integracin) de las culturas minoritarias a las condiciones que le imponga la culturahegemnica, sino justamente en todo lo contrario, que exige que sea la sociedad la quecambie sus comportamientos y sus actitudes respecto a las personas excepcionales paraque stas no se vean sometidas a la tirana de la normalidad.

    Esta es la enorme asignatura pendiente para que las personas con necesidadesespeciales, que ya comienzan a tener solucionados los problemas de con qucomunicarse, comiencen tambin a ver resueltos los relativos al con quin hacerlo. Y

    para que, como preconizan estos das los anuncios de una campaa publicitariaorientada a la facilitar la integracin de las personas excepcionales en la vida social ylaboral, no sean mayores o diferentes que los que encuentra el resto de los mortales .Pero estesueo, esta lnea de horizonte, -que como sugiere Eduardo Galeano sabemosque difcilmente alcanzaremos, pero que nos ayuda a caminar- ni est cerca ni parecealcanzable a medio plazo.

    La historia de la marginacin, el rechazo y la desconsideracin de las personasexcepcionales en la mayora de las culturas es larga y conocida aunque no siempre deforma suficiente. Durante siglos, se les ha negado el acceso a la educacin, a la vidasocial y tener vida propia. Esa decir, se les ha reducido su capacidad de ser sujetos(Andreu y Alcaiz, 1998; Prez de Lara, 1998).

    La conciencia y la capacidad de lucha de familiares, de personas particularmentesensibles y comprometidas y de las propias personas afectadas que con el cambio de

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    mentalidad de los individuos y las sociedades han encontrado vas para su propiarealizacin como sujetos, se ha concretado en un marco jurdico que reconoce elderecho a la ciudadana de este grupo minoritario pero importante y en una lentsimatransformacin del discurso y las prcticas. De hecho, una ley no deja de ser unaherramienta simblica y es ms fcil aprobarla que ponerla en prctica. Sobre todo si

    conlleva cambios profundos en la mentalidad, las percepciones sociales y los prejuicios.Con todo, la propia legislacin es muy reciente. Por ejemplo, en 1975 se aprob enEstados Unidos la ley que permita el acceso a la educacin de todas las personas connecesidades especiales. En Espaa, se promulg una primera Ley de Integracin Socialdel Minusvlido (LISMI), en 1982. En 1985 se emiti un decreto que regulaba el

    programa de integracin escolar. Las normativas legales posteriores en el mbito de degestin del MEC, se pueden consultar en:http://www.pntic.mec.es/recursos/nee/legal.html. Una de las ltimas medidas haconsistido en la publicacin el Real Decreto 696/1995 de 28 de Abril de ordenacin dela educacin de los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales.

    Desde entonces, se han ido introduciendo diferentes decretos y normativas paragarantizar los derechos civiles de este grupo de individuos en todos los mbitos de lavida. Esta actividad ha venido acompaada de campaas de sensibilizacin y prcticas

    particularmente sensibles en relacin a facilitar el desarrollo personal y social de esteconjunto de personas. Pero as como para Karl Popper, los enemigos de las sociedadesabiertas son el fascismo y el comunismo autoritario, el principal enemigo de la culturade la diversidad es la homogeneizacin.

    Cultura de la diversidad o lecho de Procusto

    Las pautas de actuacin que rigen la sociedad occidental me es difcil referirme a otras

    que conozco poco o de forma insuficiente- parecen ir frontalmente en contra de lacultura de la diversidad. A pesar del discurso neoconservador de la importancia del libremercado para garantizar el derecho de los consumidores a elegir, el anlisis de lo quesucede en la prctica revela la servidumbre de los ciudadanos a las frreas pautasculturales impuestas, sobre todo, por la cultura audiovisual. Pautas que dejaninsatisfechos a todos aquellos en realidad la mayora- que no responden a los patronesdominantes.

    En este sentido, la sociedad actual y la escuela, como institucin reflejo de la misma,parecen poder explicarse ms desde el mito de Procusto, que desde el reconociendo dela diferencia como un valor. Segn un antiguo mito, si alguien iba camino a Atenas

    tena que pasar forzosamente por la casa de Procusto y dormir en su cama

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    . Procusto noera su nombre de pila del mtico posadero de Eleusis, se llamaba Damastes, pero leapodaban Procusto que significa el estirador, lo cual slo se comprenda cuandomostraba su sistema de hacer amable la estancia a sus huspedes. Su preocupacin eraque todos los viajeros se encontrasen cmodos en su lecho, y para ello se aseguraba deque stos tuvieran la medida exacta. De este modo a los altos les cortaba la porcinsobresaliente de sus miembros, mientras que a los bajitos les ataba grandes pesos a los

    pies hasta que alcanzaban la estatura justa del lecho.

    Este mito es una metfora para mostrar cmo vamos siendo moldeados por lasexpectativas de nuestra cultura, de nuestra familia, de la escuela... Para acomodarnos a

    3 Segn otras versiones no se trataba de un posadero sino de un famoso salteador que atacaba a la genteen el camino de Megara a Atenas.

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    ellos, recortamos partes de nosotros mismos. En ese proceso de bsqueda de aceptacincorremos el peligro de perder nuestra mayor riqueza, pero sobre todo, perdemos laoportunidad de aprender de la diferencia, de considerar al otro desde lo que puedeaportar y no desde sus carencias.

    Veamos un ejemplo. Los modelos de joven vendidos por los medios de comunicacin

    responden a unos determinados estereotipos. Para ellos, altos, delgados, guapos,masculinos -si hay algn gordito es el gracioso y si hay un feo es el inteligente yestudioso- triunfadores, amantes de los deportes, pendientes de ligary vestidos con elmismo estilo. Para ellas, guapas, delgadas, femeninas, vestidas con el mismo estilosexy, estudiosas aunque sin sobresalir demasiado- pendientes de su fsico y de gustar alos chicos las gorditas y las menos agraciadas tambin tienen papeles determinados. Eneste contexto, todo aquel que no se adapta al modelo es decir, la mayora- lo tienedifcil para construir su identidad, si no cuenta con apoyos emocionales en la familia ola escuela.

    En este contexto, las personas normales, pueden tener problemas de reconocimiento y

    aceptacin por no ajustarse al modelo, por no tener clara su orientacin sexual, porpasarse de kilos, por no gustarles el ftbol siendo chicos, por ser demasiado brillantessiendo chicas, etc. En el mejor de los casos, la gran mayora logra construir su identidadsobre estas contradicciones. En el peor, una minora entra en procesos graves a vecesirreversibles- de falta de autoestima, de anorexia y bulimia, de depresin, de cirugaesttica prematura y perjudicial, etc.

    En este cuadro, ms orientado a la anomia que a la integracin social de los jvenes, laspersonas excepcionales ni siquiera tienen lugar. O s lo tienen es para estirarlas, paranormalizarlas y adaptarlas a lo que consideramos normal. An as, o precisamente poresta mentalidad dominante, el establecimiento de relaciones sociales, afectivas oamorosas con personas de estos grupos minoritarios son siempre extraordinarias y, a

    menudo, tienen lugar entre los miembros del mismo grupo.Vayamos ahora al caso de le escuela. La escuela, como lugar privilegiado para educar alos ms jvenes, es un lugar homogeneizador por naturaleza. No en vano sefundamenta en el ideal de la Ilustracin de la igualdad para todos. Sin embargo, a pesarde tener evidencias de que no hay mayor desigualdad que tratar igual a los que no soniguales, a los que tienen necesidades especficas que otros no tienen, la escuela comotecnologa organizativa es un gran lecho de Procusto para la mayora de los nios, niasy adolescentes. Si no, por qu todas las escuelas son arquitectnicamente iguales o

    parecidas si las distintas poblaciones tienen necesidades diferentes? Por qu todo elalumnado de la misma edad tiene que aprender lo mismo y de la misma manera? Por

    qu se pregunta en los exmenes a todo el mundo lo mismo y de la misma forma siexisten distintos estilos de aprendizaje y formas de dar sentido a la informacin? En estaestructura monoltica y homogeneizante, un nio o una nia excepcional no es un valor,es un problema aadido. No es alguien que nos puede ofrecer experiencias, aprendizajesy emociones distintas que slo ella, desde su mismidad, puede vivir y transmitir. Todolo contrario, es alguien que nos impide seguir el programa, dar todos los temas, llevar acabo nuestras prcticas de enseanza rutinizadas. Por eso tratamos de estirarla, orecortarla, de acomodarla a la prctica normalizada, o la dejamos marginada, sin

    permitirle compartir lo nuestro y aprender de losuyo.

    En este contexto, las herramientas de comunicacin pueden favorecer algunos procesos, pero sin un cambio de mentalidad del profesorado, el alumnado, la escuela, la

    comunidad educativa y la propia sociedad para romper el lecho de Procusto impuestopor siglos de homogeneizacin cultural y afectiva, de poco o nada servirn.

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    Las herramientas derivadas de las aplicaciones de las tecnologas de la informacin y lacomunicacin seguirn ofreciendo a todos los individuos, incluidos los excepcionales,recursos cada vez mas sofisticados para la comunicacin. Es decir, el emisor tendrcada vez ms facilidades para transmitir sus mensajes utilizando diferentes lenguajes, alos receptores que desee. Lo que no nos proporcionarn las TIC es que la comunicacinno sea un mero recurso tcnico sino un proceso de construccin de significadoscompartidos que nos ayuden a construir nuestra identidad personal y social en unmundo donde la diferencia sea un valor y no un dficit irreparable. Conseguir este idealconlleva un trabajo continuo encaminado al cambio de mentalidad y a la subversin delos valores de la homogeneidad.

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