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    PROCESOS DE

    AUTOREFORMASINDICAL ENLAS AMRICASAvances del Grupode Trabajo sobreAutoreforma Sindical

    (GTAS) en 2011 - 2012

    ProyectoFSAL-AS/ACTRAV/OIT

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    PROCESOS DE AUTOREFORMA SINDICALEN LAS AMRICAS

    Avances del Grupo de Trabajosobre Autoreforma Sindical (GTAS) en 2011 - 2012

    Con el soporte del ProyectoFSAL-AS/ACTRAV/OIT

    Apoyo a Procesos de AutoreformaSindical en ALC - 2 Fase

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    Secretariado Ejecutivo CSA

    PresidentaLinda Chvez-Thompson

    Estados Unidos

    Presidente AdjuntoJulio Roberto Gomez EsguerraColombia

    Secretario GeneralVctor Bez MosqueiraParaguay

    Secretaria de Poltica Sindical y EducacinAmanda C. VillatoroEl Salvador

    Secretario de Polticas SocialesLaerte Teixeira CostaBrasil

    Secretario de Poltica Econmica yDesarrollo SostenibleRafael FreireBrasil

    Equipo de la Publicacin

    Coordinacin institucionalLuis Fuertes - FSAL-AS-ACTRAV-OIT

    Ivn Gonzlez - CSAHilda Snchez - ACTRAV-OIT

    Compilacin y edicinAlvaro Orsatti - CSA

    Coordinacin de traduccinNorma Snchez e Ines Barbieri

    Capa, proyecto grfico y diagramacin

    Yvonne Saru

    Sede CSA:Rua Formosa, 367, 4 andar - Centro So Paulo.CEP 01049-000 - So Paulo, Brasil.Telfonos: + 5511 21040750/ 21040762

    Sitio electrnico: www.csa-csi.orgLos artculos publicados en este libro son decompleta responsabilidad de los autores.

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    PROCESOS DE AUTOREFORMA SINDICALEN LAS AMRICAS

    Avances del Grupo de Trabajo sobreAutoreforma Sindical (GTAS) en 2011 - 2012

    Proyecto

    FSAL-AS/ACTRAV/OIT

    CSACon el soporte del Proyecto FSAL/ACTRAV/OIT

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    Presentacin.CSA, Victor Bez Mosqueira: Trabajo precario-informal y autoreforma en el II Congreso de CSA y la JMTD 8.ACTRAV-OIT, Dan Cunniah. Los aportes de OIT al programa sobre autoreforma 10.ACTRAV-OIT, Conclusiones del Simposio Del Trabajo Precario al Trabajo Decente 2011 13

    I. COLECTIVOS LABORALES EN PRECARIEDAD E INFORMALIDADI.1 Anlisis generales.CSI, Sharan Burrow: Intervencin en Simposio ACTRAV sobre Trabajo Precario 18.CSA, Amanda Villatoro: Juventud trabajadora y la autoreforma sindical en Amrica Latina 21.CSA, Laerte Teixeira da Costa: La CSA y su futuro 25

    .

    CSI, Isabelle Hoferlin: Organizar a los trabajadores de zonas francas en pos del trabajo decente 28.CSI y CSA, Esther Busser y Alvaro Orsatti: Tercerizacin mediante agencias de trabajo temporal. Estado del debate 35.CSA, Alvaro Orsatti: Cadenas de suministro transnacionales: posibilidades de accin sindical mediante

    acuerdos marco 49.OIT-LAB/MIN, Mara Luz Vega Ruiz: La colaboracin sindical con la inspeccin del trabajo en la lucha contra

    la precarizacin 58.OIT-ACTRAV, Luc Demaret: Un enfoque basado en derechos para la migracin laboral. El rol de los sindicatos 63.CLC, Hassan Hussuff: La renovacin del movimiento sindical 73

    I.2 Anlisis regionales/subregionales.OIT-FSAL, Luis Fuertes: Una aproximacin a las restricciones legales de la organizacin sindical y

    la negociacin colectiva en Amrica Latina y el Caribe 76

    .

    OIT-ACTRAV, Carlos Ledesma Cspedes y Carmen Bentez Giambirazio: Panorama normativo de los derechos

    sindicales de los trabajadores del Estado en Amrica Latina 89.Alfredo Villavicencio Ros: El mapa de la normativa laboral sobre tercerizacin en Amrica Latina 104.CCOO-Fundacin Paz y Solidaridad Catalua, Michela Albarello: La transversalizacin de la perspectiva

    de gnero en el proceso de autoreforma sindical en Amrica Latina. Anlisis del proceso de FSAL y

    propuesta de indicadores 107.ISP/CICAP-FESPROSA, Jorge Yabkowski: Sindicalizacin de los profesionales. Una mirada sobre

    el proceso regionaI 118.UGT, Jos Mara Zufiar: Una revisita al Documento Iberoamericano del 2005 sobre estrategias de

    fortalecimiento sindical 126.CCOO, Jordi Rib, Los trabajadores por cuenta propia y la experiencia de la Red SEICAP 131

    I.3 Anlisis nacionales.Argentina, CTA, Daniel Jorajura: Afiliacin directa. Una puerta de entrada a toda la clase trabajadora 136.Brasil, UGT Jos Artur Aguiar. Estrategias renovadas para los camelos en Brasil 141.Chile CUT, Rodrigo Vzquez Silva: Trabajadores tercerizados en Chile. Marco legal y accin sindical 143.Estados Unidos de Amrica, AFL-CIO, La reforma interna del movimiento sindical de la AFL-CIO 147.Mxico, CTM, Salvador Medina: El sindicalismo mexicano y los trabajadores migrantes mexicanos 154.Mxico, UNI-Amricas ICTS/STRM, Francisco Hernndez Jurez: Trabajadores jvenes en centros de llamada:

    el caso Atento en Mxico 159.Rep. Dominicana CNTD , Julio Santana: estrategia sindical hacia los trabajadores informales en

    la Rep. Dominicana 168

    .

    Uruguay, Hugo Barreto: Prcticas innovadoras y normativa reciente sobre negociacin colectiva por cadenas:productividad y tercerizacin en Uruguay 171

    INDICE

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    II. OTRAS DIMENSIONES DE LA AUTOREFORMAII.1 Estrategias regionales y subregionales.CSA, Amanda Villatoro: Auditoras Participativas de Gnero. Una herramienta clave para la autoreforma y

    las mujeres trabajadoras 178.CSA, Rafael Freire Neto: Empresas mundiales y autoreforma 181.OIT-ACTRAV, Anna Biondi e Hilda Snchez: Sindicalismo y empresas multinacionales: la Declaracin sobre

    empresas multinacionales y la poltica social de OIT 185.CSA y FES, Alvaro Padrn y Alexandre Praca: La comunicacin social en la autoreforma 193.ICM, Nilton Freitas: Autoreforma sindical en el sector construccin: la participacin de ICM en el GTAS 199.CLOC-CIOAC, Jos Luis Hernndez: Unidad regional de los trabajadores campesinos 201.PSCC, Comit Ejecutivo: Reconstruyendo el movimiento sindical centroamericano 210.CCSCS, Waldir Pereira de Barros y Cicero Da Silva. Unidad sindical en el Cono Sur: la fusin del

    CSTS con la CCSCS 214

    II.2 Nacionales.Argentina, CGTRA: El Equipo Multidisciplinario de Trabajo Decente (EMTD: la estrategia de la CGTRA

    para la promocin del trabajo digno 218.Argentina, CTA, Joaqun Garca Castellanos: Autoreforma de los trabajadores de subterrneos en Argentina 224.Argentina, ITF-CATT, Juan Carlos Schmid y Enrique Venturini: Las Confederaciones sectoriales del

    sindicalismo argentino y la CATT 229.Brasil, CUT, Jacy Afonso de Melo: CUT, Uma construo pautada pelos princpios de liberdade e

    autonomia sindical 233.Colombia, CUT Gilberto Martnez: Autoreforma sindical en la CUT Colombia: proceso que se consolida 237.Colombia, CGT, Mercedes Posada Caucedo: Importancia de las auditoras de gnero en

    las organizaciones sindicales 240.

    Costa Rica, CMTC, Olman Chinchilla y Dennis Cabezas: Autoreforma y sindicalismo: sus principales retos 244.Ecuador, CSE, Jaime Arciniega. El movimiento sindical en Ecuador 249.El Salvador, FSS, Jaime Antonio Rivera: Origen y desarrollo del FSS en El Salvador 255.Guatemala, FNL, Luis Lara: Origen, naturaleza y objetivos del FNL 258.Mxico, UNT, Jos Olvera: Una apuesta por el futuro del sindicalismo en Mxico 262.Nicaragua, CST, Roberto Gonzlez Gaitn: Formacin de procuradores laborales:

    una experiencia de autoreforma del movimiento sindical nicaragense 267.Nicaragua, FNT, Jos Angel Bermdez Lazo: Perfil del Frente Nacional de Trabajadores 270.Panam, SUNTRACS-CONUSI, Sal Mndez: Historia y actualidad del SUNTRACS 276.Per, CGTP, Carlos Meja: Repensando los procesos de autoreforma en las instancias sectoriales 280.Repblica Dominicana, CASC, CNTD, y CNUS: Declaracin de Compromiso 2010 291

    III. EXPERIENCIAS EXTRARREGIONALES.Emilio Gabaglio: La CES y la integracin europea 294.Eduardo Estevez: Organizacin y accin profesional/sectorial en Europa: Las Federaciones Sectoriales 299.Italia, CGIL-IRES , Salvo Leonardi: Organizacin del trabajo atpico y precario en Italia 307.Espaa, UGT, Joseba Etxevarra Odriozola: La evolucin de las Federaciones en la Confederacin,

    1977-2012 316.Espaa, ISCOD-UGT, Jos Manzanares: Indicadores sobre el fortalecimiento de organizaciones

    de trabajadores 325.Espaa, FITPQUA/CCOO, Isidor Boix: La autoreforma del sindicalismo latinoamericano como

    expresin de la autonoma sindical (vista por un sindicalista espaol) 334.CELDS y RDS-AL: Negociacin colectiva comparada en Amrica Latina y Europa 339.CSI Africa, Kwasi Adu Amankwah: La renovacin del movimiento sindical africano 344

    .

    OIT-ACTRAV, Dimitrina Dimitrova: Organizacin de trabajadores en Europa Central y Oriental 350.Israel, HISTADRUT, Miguel Frohlich. Experiencia israel en sindicatos de y para jvenes 354

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    CSA

    PRESENTACIN

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    Procesosdeautoreformasindical

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    CSA, Confederacin Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Amricas

    AUTOREFORMA Y PRECARIEDAD/INFORMALIDAD EN EL II CONGRESO

    Declaracin ante la JMTD, 7 octubre 2011

    TRABAJO PRECARIO EN LAS AMERICASPOR UNA REFORMA DE LOS CODIGOS LABORALES

    Y LA RATIFICACION DE CONVENIOS DE OIT

    Victor Baez Mosqueira,secretario general

    En vsperas de la Jornada Mundial porel Trabajo Decente, contra el trabajo pre-cario, hacemos entrega de las siguientesrefl exiones:1.Ha llegado el momento de que en lasAmricas comencemos a usar de formapermanente e intensa el concepto de trabajoprecario como nave insignia para nuestraaccin ante los gobiernos, junto a la doblebandera clsica de los convenios 87 y 98 so-

    bre libertad sindical y negociacin colectiva.El concepto de sector informal, delarga tradicin en America Latina y Caribe,y el ms nuevo de economa informal, noson suficientes para identificar las mltiplesformas de trabajo precario que observamosen esta regin.

    Al momento de crear Global UnionsAmericas, a mediados del 2010, la CSAacord con las regionales americanas delas federaciones sindicales internacionales

    usar conjuntamente el mismo concepto detrabajo precario.

    2. El nuevo eje del trabajo precario nosaporta algo fundamental. Pone en evidenciaque estas formas son generalmente legales,porque los cdigos de trabajo las legitiman,como manera de favorecer el enfoque fl e-xibilizador que predomina en la visin em-pleadora y de una parte de los gobiernos.

    Son muchas las malas situaciones nor-mativas acumuladas por la combinacinde tres elementos: a.una tradicin de fuerte

    regulacin restrictiva del derecho colectivo,b.una liberalizacin de las normas del de-recho individual, durante el funesto ciclo deneoliberalismo en varios de nuestros pases,y c. una falta de reaccin ante las nuevas for-mas de trabajo, que provoca una situacinde incertidumbre y ambigedad normativa,aprovechada por los empleadores que sola-mente buscan la maximizacin de ingresos.Las situaciones de precariedad no se limitana la subregin latinoamericana y caribea,

    pues algunas de sus peores manifestacionesestn tambin en Amrica del Norte.

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    CSA

    3.Para esta tarea, desde la CSA nos pro-ponemos utilizar una definicin multidimen-sional de trabajo precario que, adems deltrabajo no declarado, incluye las situacionesde precariedad derivada de la temporali-dad, de lugares de trabajo atpicos y deciertos sectores de actividad. Tambin con-sideramos las situaciones de precariedadresultantes de discriminacin por parte delos empleadores respecto a caractersticaspersonales de los/as trabajadores y elcreciente uso fraudulento de la figura deltrabajador autnomo. En este conjuntodestacamos especialmente las situacionesde relaciones triangulares de trabajo queson el eje de las formas de tercerizacin.4. La CSA y sus organizaciones ya hanubicado, desde el Grupo de Trabajo sobreAutoreforma Sindical (GTAS), veinte colecti-vos laborales que debieran ser incorporadosy destacados en las estrategias de organi-zacin y representacin amplia, as comoel crucial componente de la negociacincolectiva, en la medida que se consiga ubicar

    un empleador: trabajadores/as tempora-lizados mediante contratos directos, todaslas formas de tercerizacin, trabajadores/as de zonas francas, trabajadores/as de te-lework, trabajadores/as de microempresas,trabajadores/as del hogar y a domicilio,campesinos y pequeos productores rurales.Desde un enfoque transversal, se considera,adems de la clsica dupla mujer-joven, lassituaciones de desempleo (incluyendo los/asjvenes que buscan su primer empleo), los/

    as trabajadores migrantes, los trabajadoresde edad (incluyendo los jubilados), los mi-nusvlidos. Ahora este enfoque se enriquececon la perspectiva de la precariedad laboral,abriendo un cauce de participacin en laadministracin e inspeccin del trabajo y enla demanda de reformas laborales. Desde elGTAS, CSA mostrar este panorama a los

    gobiernos y a la OIT Regional, para que lacampaa permanente sobre organizacin ynegociacin colectiva parta desde la raz.5.Un componente importante de la agen-da de CSA ser desde ahora la ubicacinde los convenios de OIT que permiten unenfoque desde la normativa internacional.Adems de las normas fundamentales detrabajo y las que han sido consideradasprioritarias, destacamos la existencia de al-rededor de cuarenta convenios tiles paraesta tarea, en cuanto cubren situacionesespecficas proclives a la precariedad. Latarea de promocin de estos convenios esmuy grande en las Amricas, si se toma encuenta que solo 7 de ellos han alcanzadoratificacin por parte de 10 a 15 paises(sobre un total de 34), y en el otro extremo15 slo tienen vigencia entre 1 y 4 paises.Otros tres no tienen ratificacin alguna.6.En las Amricas, CSA acaba de planteara la OIT (XVII Reunin Americana, Santiago,diciembre 2010) que la Agenda Hemisfri-ca de Trabajo Decente 2006-2015 no debe

    limitarse a promover un mayor cumplimientode las normas vigentes, mejorando la ad-ministracin e inspeccin del trabajo, tareaen cualquier caso indispensable, sino ponertambin sobre la mesa una reforma de lanormativa vigente.

    El enfoque del trabajo precario serincorporado a las resoluciones de nuestroII Congreso (Foz de Iguaz, abril 2012),abriendo un panorama de trabajo para elperiodo 2012-2016.

    Alentamos a todas las organizaciones delas Amricas, afiliadas y fraternales de laCSA a movilizarse el 7 de Octubre, ya quela precarizacin laboral es una pandemiaque amenaza extenderse an ms, si nohay reaccin de nuestra parte y polticasconcretas de los gobiernos para erradicareste fl agelo.

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    OIT/ACTRAV

    TRABAJO PRECARIO Y AUTOREFORMA

    Dan Cunniah,director de ACTRAV

    Para ACTRAV es una gran satisfaccinque en octubre del 2011 haya dado inicio laSegunda Fase del Proyecto FSAL/ACTRAV/OIT Apoyo a procesos de autoreformasindical en Amrica Latina, basado en lacooperacin espaola y con el importanteapoyo sindical internacional de UGT yCCOO de Espaa.

    Haciendo un balance sobre lo realizadodesde la constitucin en el 2009 del Grupode Trabajo sobre Autoreforma Sindical de

    la CSA (GTAS), nos parece ahora que sehan obtenido importantes logros, en su ma-nera de focalizar el fortalecimiento de lasorganizaciones sindicales ante los desafosque suponen las nuevas formas de trabajo,los nuevos colectivos de trabajadores ytrabajadoras no organizados o los retosque plantea la crisis actual, y al proponer,a su vez, nuevas formas organizativas y denegociacin colectiva.

    El destaque hecho de la negociacin

    colectiva nacional y sectorial es, sin duda,un elemento central. ACTRAV sabe que esta

    es la principal va para aplicar y superar losbeneficios de la relacin laboral estableci-dos por la legislacin. Est claro, adems,que dicho objetivo va junto al de una mayorconcentracin de los sindicatos de base enfederaciones y confederaciones de sector.

    En suma, el objetivo estratgico delGTAS ha apuntado y lo seguir haciendocon el apoyo del Proyecto FSAL, al mayorfortalecimiento del movimiento sindicala nivel de su organizacin interna, a la

    extensin de la negociacin colectiva endistintos mbitos, prioritariamente en elsectorial, as como a la ampliacin de suscontenidos, y de su unidad de coordina-cin y de desarrollo de alianzas.

    La oportunidad de comenzar esta nuevaFase del Proyecto no puede ser mejor: enoctubre de 2011, ACTRAV realiz su sim-posio bianual, denominado Del trabajoprecario al trabajo decente, que nos hapermitido hacer un balance del desarrollo en

    todo el mundo del trabajo precario y de suimpacto en los trabajadores y en la capaci-

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    CSA

    dad para ejercer su derecho de asociaciny negociacin colectiva.

    Los trabajadores y las trabajadoras conempleo precario sufren condiciones detrabajo inferiores en todos los aspectos:seguridad, previsibilidad, acceso a la se-guridad social y salud laboral, y salariosy beneficios. La velocidad de la expansindel empleo precario es parte de una agre-sin del mundo empresarial al derecho deorganizarse y negociar colectivamente,mediante la subcontratacin y los contratosindividuales, atacando la negociacin co-lectiva sectorial y nacional, y evadiendo lasresponsabilidades del empleador, ocultandolo que debera ser una relacin de empleodirecta con sus trabajadores.

    Este enfoque de ACTRAV se vinculaclaramente con el promovido por CSA yel GTAS, en cuanto a la identificacin decolectivos laborales que requieren una ur-gente atencin en materia de organizaciny negociacin colectiva.

    Reseo brevemente el contenido de las

    conclusiones a las que se arrib en dichosimposio:1. Polticas sociales y econmicas paracombatir el trabajo precario.Cualquierplan de lucha contra el trabajo precariodebe estar basado en cambios fundamen-tales en la poltica social y econmica.2.Promocin de la negociacin colec-tiva para reducir el trabajo precario.Se necesita que la negociacin incluya alos trabajadores con formas precarias de

    empleo, principalmente aquellos que tie-nen relaciones triangulares, as como otrascategoras especficas de trabajadores queestn inhibidos por la ley. En general, senecesita promover y fortalecer la negocia-cin colectiva sectorial, nacional y regional,incluyendo mecanismos para la extensinlegal de los acuerdos a ms trabajadoresque los sindicalizados que han negociadolos acuerdos (erga-omnes).3.Promocin de las normas existentes.

    Utilizacin de un amplio conjunto de instru-mentos para combatir el trabajo precario,

    incluyendo: C122 sobre Poltica de Empleo,R198 sobre la Relacin de Trabajo, C158sobre la Terminacin de la Relacin deTrabajo, C154 sobre el Fomento de la Ne-gociacin Colectiva, C175 sobre el Trabajoa Tiempo Parcial, C131 sobre la Fijacinde Salarios Mnimos, C81 y C129 sobrela Inspeccin del Trabajo, C94 sobre lasClusulas de Trabajo en los Contratos P-blicos, C97 y C143 sobre los TrabajadoresMigrantes, C156 sobre Trabajadores conResponsabilidades Familiares, C159 sobrela Readaptacin Profesional y el Empleo(personas invlidas), C183 sobre Proteccinde la Maternidad, C177 sobre el Trabajoa Domicilio. C189 Convenio sobre los Tra-bajadores del Hogar (todava sin vigencia).A los anteriores Convenios se agregan suscorrespondientes recomendaciones. Tam-bin se necesita examinar el significado,alcance, impacto y la aplicacin de C181sobre Agencias de Empleo Privadas, a laluz de las preocupaciones expresadas por elrpido crecimiento de la relacin triangular

    a travs de las agencias de trabajo.4. Una mayor regulacin.Se requierennuevos instrumentos que mejoren la pre-visibilidad, estabilidad e igualdad de lascondiciones de empleo, incluyendo un sa-lario igual por trabajo de igual valor paratodos. Las regulaciones deben garantizarque las excepciones a un empleo seguro,con contrato directo y por tiempo indefini-do sean justificadas por razones vlidas.Se necesita limitar, restringir o reducir el

    recurso a formas precarias de empleomediante el establecimiento de condicio-nes claras bajo las cuales un empleadorpuede contratar a trabajadores temporales.Debe estudiarse la creacin de un nuevoconvenio que prevenga el uso abusivode formas precarias de empleo medianteel establecimiento de criterios claros paradeterminar la existencia de relaciones deempleo, siguiendo las actuales disposicio-nes de la Recomendacin 198.

    5.Fortalecimiento de la capacidad.Senecesita un programa especial combinado

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    entre los departamentos tcnicos de OIT,las oficinas regionales, ACTRAV y el CIF-Turn para, con los sindicatos, promover lasnormas antes mencionadas, as como lajurisprudencia de la OIT. Tambin se nece-sita que, con el apoyo activo de la OIT, losgobiernos desarrollen mejores indicadoresestadsticos para capturar la realidad delempleo precario.6. Campaas Sindicales sobre el trabajoprecario.Esta campaa deber: priorizar laorganizacin de los trabajadores precarios,construir alianzas entre los sindicatos y losmovimientos sociales; informar a la pobla-cin en general, responder a la ofensivaactual del sector pblico por un trabajo msprecario; utilizar acuerdos marco globalesinternacionales, hacer un uso ms activo delas Directrices de la OCDE sobre EmpresasMultinacionales y la Declaracin de la

    OIT sobre las Empresas Multinacionales;desarrollar observatorios para, junto a laOIT, monitorear el desarrollo del empleoprecario en los planos nacional e interna-cional; utilizar el mecanismo de controlde la OIT para crear nueva jurisprudenciasobre el trabajo precario; trabajar haciael establecimiento de pisos de proteccinsocial, salarios mnimos en niveles dignos,polticas macroeconmicas orientadas ha-cia el pleno empleo, acuerdos comercialesfavorables al desarrollo, y re-regulacin delos mercados financieros.

    Estoy seguro que en el marco del Se-gundo Congreso de la CSA, las nuevasrefl exiones y propuestas que aporta estetercer Libro sobre Procesos de Auto ReformaSindical en Las Amricas ofrecen un campofrtil para avanzar en el fortalecimiento dela agenda del GTAS.

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    CSA

    OIT-ACTRAV

    Simposio de los trabajadores sobre polticas y reglamentacinpara luchar contra el trabajo precarioGinebra, 4-7 octubre 2011

    CONCLUSIONES

    Un nmero inimaginable de trabajadoresdel todo el mundo sufren de precariedad,condiciones inseguras, trabajo inseguro eimpredecible. Las cifras de desempleo sonmotivo de preocupacin, pero no lograncaptar la amplia mayora de las personasque trabajan pero que no tienen un trabajodecente, con salario decente, futuro seguro,proteccin social y acceso a los derechos.La universalidad y dimensin del problemallama a la accin coordinada y global a

    nivel internacional. La crisis financiera,econmica y social que estamos viviendodesde el ao 2007 ha intensificado estosproblemas. En lugar de extraer lecciones dela crisis y buscar el cambio de un modeloeconmico fracasado, los gobiernos hanpermitido que ste siga rigindose porlos mercados financieros. El empleo en elsector pblico se ha reducido, los derechosde los trabajadores se han erosionado anms, los salarios han cado, y millones de

    trabajadores adicionales han sido empu-jados a empleos precarios, temporales e

    inseguros, con el trabajo no declarado enaumento en muchos pases.

    Este simposio nos ha permitido hacer unbalance del desarrollo en todo el mundodel trabajo precario y de su impacto en lostrabajadores y en la capacidad para ejercersu derecho de asociacin y negociacincolectiva. Los trabajadores con empleoprecario sufren de condiciones de trabajoinferiores en todos los aspectos: seguridad,previsibilidad, seguridad y salud, salarios

    y beneficios, acceso a la seguridad social.La velocidad de la expansin del empleoprecario es parte de un ataque del mundo em-presarial al derecho a organizarse y negociarcolectivamente, mediante la subcontrataciny los contratos individuales, atacando lanegociacin colectiva sectorial y nacional, yevadiendo las responsabilidades del emplea-dor, ocultando lo que debera ser una relacinde empleo directa con sus trabajadores.

    La lucha contra el trabajo precario re-

    quiere de una accin integral que incluyepolticas econmicas, fi scales y sociales

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    orientadas hacia el pleno empleo y laigualdad de ingresos, un marco regulatorioque lo reduzca y finalmente lo erradique,y mayores esfuerzos para empoderar a lostrabajadores mediante la extensin de lanegociacin colectiva y asegurar que lostrabajadores puedan acceder y ejercer suderecho de sindicacin y de negociacincolectiva libre y sin miedo. Los salarios mni-mos a nivel mundial, la seguridad de ingresosbsicos a travs de un piso de proteccinsocial universal y polticas para combatir laerosin de la relacin laboral son indispen-sables para limitar el empleo precario.

    Cualquier plan de accin convincentetambin debera tener en cuenta las condi-ciones especficas de las mujeres migrantesy los jvenes trabajadores, que son los msafectados por el trabajo precario, y debe seracompaada por un anlisis sobre cmo laprecariedad de estos trabajadores amplificala difusin de la precariedad para todos.

    La OIT tiene un papel vital que desempe-ar en la prestacin de un marco regulatorioadecuado y moderno para detener la cada

    vez mayor elusin de la proteccin laboraly social a travs de modalidades precariasde empleo. La ratificacin y aplicacin delas normas de la OIT por los gobiernos serauna importante contribucin a la reduccindel empleo precario. Los cambios en laeconoma global, en el mundo del trabajo,en la igualdad de gnero y en los patronesfamiliares tambin exigen nuevas iniciativasreguladoras para cerrar los vacos normati-vos. La OIT y el movimiento sindical deben

    continuar e intensificar sus esfuerzos paralograr, como plantea la Recomendacin 198sobre la Relacin de Trabajo, que no hayaacuerdos contractuales que priven a los traba-jadores de la proteccin que les corresponde.Se necesitan ms esfuerzos para aplicar estaRecomendacin a nivel nacional.

    Las regulaciones legislativas deben sercomplementadas por acuerdos de nego-ciacin colectiva donde los trabajadorespuedan negociar directamente y determinar

    sus condiciones de trabajo. La experienciademuestra que sin el empoderamiento en el

    lugar de trabajo a travs de los sindicatos yla representacin colectiva, las disposicio-nes legales y reglamentarias no se materia-lizan en la prctica.

    Los derechos de negociacin colectivadeben ser tambin garantizados para losempleados pblicos. La transformacinde muchos puestos de trabajo del sectorpblico en el trabajo precario a travs dela privatizacin, la subcontratacin o losrecortes salariales administrativos, subrayanla urgente necesidad de dar pleno derechoa los funcionarios pblicos a negociar co-lectivamente las condiciones de trabajo, lossalarios y el empleo. Los gobiernos tienenque ser empleadores ejemplares. Los servi-cios pblicos de calidad son esenciales parael desarrollo sostenible y no puede estarbasados en el empleo ocasional.

    La organizacin de todos los grupos detrabajadores, sobre todo los trabajadorescon empleo informal y precario, requiere deun amplio espectro de formas ya existentes yotras innovadoras de movilizacin y organiza-cin de los trabajadores. El movimiento sindi-

    cal est en mejores condiciones que cualquierotra organizacin para ser la voz de todoslos trabajadores, y un poderoso miembro dealianzas con otros movimientos para crearlas condiciones de trabajo seguro, estable ypredecible para todos los trabajadores.

    En el Simposio de ACTRAV, los sindicatosy los expertos laborales de todo el mundodiscutieron las opciones y posibilidades deresponder a estas tendencias que privan alos trabajadores cada vez ms de un trabajo

    decente. La respuesta debe incluir:1. Polticas sociales y econmicas paracombatir el trabajo precario. La OIT traba-jar para desarrollar un nuevo paradigmaeconmico en consonancia con el PactoMundial para el Empleo y los cuatro pila-res de la agenda de trabajo decente, conpleno empleo y recuperacin de salariosrespaldado por la seguridad social y unpiso de proteccin social. Cualquier plande lucha contra el trabajo precario debe

    estar basado en cambios fundamentales enla poltica social y econmica.

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    CSA

    2. Promocin de la negociacin colectivapara reducir el trabajo precario.La elabo-racin de un Informe sobre la Normativay la Prctica Laboral, y la celebracin deuna reunin de expertos de la OIT sobre losobstculos a la negociacin colectiva paralos trabajadores precarios, podra, entreotras cosas, inclur:. Las medidas que deben tomarse paragarantizar que los trabajadores en las rela-ciones triangulares puedan participar en lanegociacin colectiva..La ampliacin de los derechos y condi-ciones de trabajo de los trabajadores conformas precarias de empleo, para garanti-zarles relaciones laborales permanentes yacuerdos de negociacin colectiva.. La proteccin contra el debilitamientode los convenios colectivos y los derechosmediante el uso de trabajo precario. o ne-gociacin colectiva en los lugares de trabajomulti-empleadores y la determinacin de launidad de negociacin.. Los mecanismos y medidas para ga-rantizar el acceso efectivo del derecho a

    la negociacin colectiva para categorasespecficas de trabajadores cuyo estado enla ley inhibe este acceso..Eliminacin de los obstculos a formarsindicatos o afiliarse a los trabajadores enlas relaciones triangulares.. La asignacin de responsabilidadesentre las agencias de trabajo temporal yempresas usuarias..La revisin de los criterios para determinarun empleador..El efecto del trabajo precario en la saludy la seguridad..La promocin y el fortalecimiento de lanegociacin colectiva sectorial, nacional yregional, incluyendo mecanismos para laextensin legal de los acuerdos de nego-ciacin colectiva.3. Promocin de las normas existentes.Utilizacin de un amplio conjunto de instru-mentos para combatir el trabajo precario,incluyendo: C122 sobre Poltica de Em-

    pleo, R198 sobre la Relacin de Trabajo,C158 sobre la Terminacin de la Relacin

    de Trabajo, C154 sobre el Fomento dela Negociacin Colectiva, C175 sobreel Trabajo a Tiempo Parcial, C131 sobrela Fijacin de Salarios Mnimos, C81 yC129 sobre la Inspeccin del Trabajo,C94 sobre las Clusulas de Trabajo enlos Contratos Pblicos, C97 y C143 sobrelos Trabajadores Migrantes, C156 sobreTrabajadores con Responsabilidades Fa-miliares, C159 sobre la Readaptacin Pro-fesional y el Empleo (personas invlidas),C183 sobre Proteccin de la Maternidad,C177 sobre el Trabajo a Domicilio. C189Convenio sobre los Trabajadores del Ho-gar (todava sin vigencia). A los anterioresConvenios se agregan sus correspondien-tes recomendaciones.

    Tambin se necesita examinar el signifi-cado, alcance, impacto y la aplicacin deC181 sobre Agencias de Empleo Privadas, ala luz de las preocupaciones expresadas porel rpido crecimiento de la relacin triangulara travs de las agencias de trabajo.4.Una mayor regulacin. Los nuevos instru-mentos deberan mejorar la previsibilidad,

    estabilidad e igualdad de las condicionesde empleo, incluyendo un salario igual portrabajo de igual valor para todos los traba-jadores. Las regulaciones deben garantizarque las excepciones a un empleo seguro,con contrato directo y por tiempo indefinidosean justificadas por razones vlidas.

    Con relacin al trabajo temporal, senecesita:. limitar, restringir o reducir el recurso aformas precarias de empleo, mediante el

    establecimiento de condiciones claras bajolas cuales un empleador puede contratar atrabajadores temporales, incluyendo la vade las agencias de empleo privadas, conlimitaciones a la proporcin de trabajadorescon contratos precarios en un determinadolugar de trabajo, y a la cantidad de tiempoque un trabajador puede tener un contratotemporal, tras lo cual se les debe dar uncontrato indefinido..un instrumento que prevenga el uso abusi-

    vo de formas precarias de empleo medianteel establecimiento de criterios claros para

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    determinar la construccin de relaciones deempleo, siguiendo las actuales disposicionesde la Recomendacin 198. El instrumentodebe establecer recursos eficaces para lostrabajadores que son vctimas de abusos,para desalentar esas prcticas y fomentarla asignacin de responsabilidad solidariaen el caso de multi-empleador.5.Fortalecimiento de la capacidad

    A peticin de los sindicatos la OIT tieneque aportar su experiencia y asistencia tc-nica con el fin de permitir a los sindicatoshacer un uso completo de las Normas de la

    OIT, la jurisprudencia de la OIT y su basede conocimiento para combatir el empleoprecario. Se necesitan esfuerzos especialespara, con los sindicatos, promover las nor-mas antes mencionadas. Esto debe incluirun programa especial combinado entrelos departamentos tcnicos de la OIT, lasoficinas regionales, ACTRAV, y el Centrode Formacin de Turn para desarrollar ypromover el marco normativo necesariopara poner fin al trabajo precario. Tambin

    se necesita que, con el apoyo activo dela OIT, los gobiernos desarrollen mejoresindicadores estadsticos para capturar larealidad del empleo precario.

    6. Campaas Sindicales sobre el trabajoprecario

    Esta campaa deber:.Priorizar la organizacin de los trabaja-dores precarios..Construir alianzas entre los sindicatos ylos movimientos sociales..Informar a la poblacin en general..Responder a la ofensiva actual del sectorpblico por un trabajo ms precario..Utilizar acuerdos marco globales inter-nacionales..Hacer un uso ms activo de las Directrices

    de la OCDE sobre Empresas Multinacionalesy la Declaracin de la OIT sobre las Empre-sas Multinacionales..Desarrollar observatorios para, junto a laOIT, monitorear el desarrollo del empleo pre-cario en los planos nacional e internacional..Utilizar el mecanismo de control de laOIT para crear nueva jurisprudencia sobreel trabajo precario..Trabajar hacia el establecimiento de pisosde proteccin social, salarios mnimos en

    niveles dignos, polticas macroeconmicasorientadas hacia el pleno empleo, acuerdoscomerciales favorables al desarrollo, y reregu-lacin de los mercados financieros.

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    CSA

    ICOLECTIVOSLABORALES EN

    PRECARIEDAD EINFORMALIDAD

    I.1 ANLISISGENERALES

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    CSI, Confederacin Sindical Internacional

    PRESENTACION ANTE EL SIMPOSIO OIT-ACTRAVSOBRE TRABAJO PRECARIO1

    Ginebra, 5 octubre 2011

    Sharan Burrow,secretaria General

    Gracias. Quisiera en primer lugar feli-citar a la ACTRAV por este Simposio. Esoportuno, se ocupa de un tema de granimportancia, y entiendo que en su transcursose generaron slidos debates.

    Deseara referirme a tres cuestiones: laprimera es un tema contextual que tiene quever con nuestros problemas y la responsabi-

    lidad de la OIT; la segunda se relaciona contemas especficos de la CSI referidos al trabajoprecario, y la tercera, con conflictos a resolveren el futuro, lo que exigiramos, o la posturaque deberamos adoptar en respuesta a loque tendra que ser un futuro texto normativoque fije estndares para la misma OIT.

    Primeramente permtanme asegurarles quenuestra prioridad fundamental es la de detenerlo que est ocurriendo en el presente. Comoya saben, no solo se observa la escalada

    histrica de trabajo precario a la que ustedesaludieron, sino adems el contexto de lo queconstituye la segunda ola de la crisis financie-ra, una ola amenazante que est llegando alos pies de los gobiernos y avanza. No soloestamos perdiendo los derechos a la negocia-cin colectiva; estamos en una guerra laboralque se extiende por Europa, EE.UU., lasdemocracias emergentes. Y por qu? Porquea la economa la han vuelto a controlar losviejos defensores de las indecorosas polticas

    econmicas neoliberales, o si lo prefieren, elConsenso de Washington. Cremos que la

    crisis financiera global les haba demostradoque se era un modelo econmico fallido,pero estbamos equivocados. Ahora estamosinmersos en una situacin que solo puedodescribir como de guerra laboral.

    Y qu es lo que ms exigen estas pol-ticas? Un aumento de la flexibilidad y deltrabajo precario. Entonces, debemos detener

    esto. Y necesitamos que la OIT nos apoye msenrgicamente. Fue muy importante escucharque el Director General les dijera la semanapasada a los Ministros de Trabajo del G20que en este contexto no pueden ser hipcri-tas. Si ustedes realmente respaldan la ideade que los estndares laborales deben serlos pilares del trabajo decente, entonces nopueden atacarlos sobre la base de condicio-namientos impuestos por disposiciones sobregobernanza econmica. Fue grandioso escu-

    charlo decir eso, pero ahora necesitamos quela OIT lo diga en todas partes, que defiendasus propias normas, que sean proactivos nosolo a nivel internacional convocando a lasotras instituciones donde operan, sino a nivelpas, a pesar de lo que digan sus lderes acer-ca de una receta vieja. Tambin necesitamosque esos lderes promuevan activamente noslo los derechos laborales sino tambin susresultados a nivel pas. Y no podemos darnosel lujo de esperar que a la OIT se lo soliciten.

    Sus lderes han de ser proactivos para queesta Organizacin respete sus mandatos

    1 Includo en la prxima publicacin de las Conclusiones del Simposio.

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    CSA

    constitucionales bsicos o los principios dela Declaracin de Filadelfia o la Declaracinde la Justicia Social.

    Tenemos un mandato, una resolucinque la CSI toma muy en serio, y vern quehay un plan de accin. En consecuencia, enprimera instancia nuestra respuesta es quedebemos organizarnos. Si los trabajadoresno estn en nuestros sindicatos, si no estamosorganizndolos, entonces no estamos en po-sicin de construir un poder poltico que nospermita, tanto laboral como polticamente,oponernos verdaderamente a este plan o aestas tendencias en cuanto al trabajo preca-rio o inseguro. Hay que comenzar con unaorganizacin corporativa, y me complacepoder afirmar que estamos trabajando encolaboracin con las Federaciones SindicalesInternacionales Mundiales para desarrollarcampaas globales orgnicas. Esto implicanuestro compromiso con la construccin delpoder poltico y el poder sindical necesariospara hacer algo al respecto.

    Para mencionar a todos los que estncolaborando con esto, adems de las corpo-raciones, agradecemos de verdad la tareaconjunta que realiza ACTRAV con respectoal plan para organizar a los trabajadoresdomsticos. Tomen cualquier ejemplo; el queme viene a la mente es el de Sudfrica. Alllos trabajadores domsticos ahora tienenderechos estipulados por la legislacin. Seimpulsaron dos puntos: uno fue el del salariomnimo para los trabajadores domsticos, yel segundo, un plan de proteccin social que

    formaliz cerca de un milln de puestos labo-rales para el sector del trabajo domstico. Elnuevo Convenio 189, adoptado en la 100Conferencia Internacional del Trabajo enjunio de 2011, permite que sus disposicionesse amplen a otros sitios. Ya sea trabajandojunto con la UITA (Unin Internacional de losTrabajadores de la Alimentacin, Agrcolas,Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines) eneste caso, o mediante alianzas mundiales ycon muchos de nuestros afiliados, vemos que

    numerosos trabajadores acuden a los sindica-tos y se les otorgan los derechos que se mere-

    cen. El Convenio nos brinda una herramientapara combatir la esclavitud del siglo XXI, queperjudica a mucha gente, principalmente amujeres. Y esto es digno de destacar, perohay que aprovecharlo al mximo. Tenemosuna campaa de doce por doce para queel ao prximo, en 2012, por lo menos 12pases ratifiquen e implementen la legisla-cin. Estos pases sern reconocidos por laUITA y por otras federaciones a medida quevayamos avanzando.

    Si no nos ocupamos de la economainformal, simplemente no podremos fijar unpiso de garanta para los otros trabajadores.Entonces, debemos dedicarnos seriamente aeste punto. Es irnico, pero es la nica readonde puedo afirmar que hay una posibilidadde trabajar con los empleadores en esta Asam-blea. No tendra tanta confianza respecto aotras reas, pero estoy convencida de quela frmula ya est, y es lo suficientementeseria para que los empleadores deseen quesus empresas sean sustentables. Aunque pa-rezca irnico, nosotros tambin aspiramos aque sean sustentables porque as se obtienenempleos seguros. En consecuencia, paranosotros la frmula es, repito, un salariomnimo, proteccin social, el derecho a estarno slo protegido por los estndares laboralesmnimos, sino por otros contextos legislativosrelacionados con las cuestiones de seguridadlaboral que ustedes ya han discutido.

    No obstante, nuestra prioridad funda-mental es la de organizar sindicatos y tra-bajar con aquellos que estn organizando

    en el sector informal bajo formas que noson en realidad sindicatos, pero que estnhaciendo lo que en ltima instancia debe-ramos estar haciendo nosotros. All hay ungran campo de accin.

    Por supuesto, estamos concentrados enlos Convenios 87 y 98 para todos los traba-jadores de los pases en crisis. No me voya referir a este tema, pero saben que hayuna gran cantidad de pases en los que, silogrramos la libertad de asociacin y de

    libre negociacin, etc., entonces podramosempezar a edificar los verdaderos cimientos

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    de la oposicin a la impunidad, y a construirlos derechos gremiales?

    Quiero finalizar diciendo que dentro delas dos reas fundamentales sobre las quequeremos enfocarnos con ACTRAV el aoprximo figura una campaa por el salariomnimo. Pensamos seriamente en la digni-dad de los salarios mnimos. Si no se tieneun piso para el salario mnimo no se puedegarantizar que la gente tenga un ingreso quele permita vivir dignamente. Queremos queen todas partes este tema se convierta en unreclamo prioritario. Ahora bien, se puede

    discutir en sus pases cmo implementar losmecanismos del salario mnimo, pero aunquepodemos decirles cules son las opciones,cul es la mejor manera, adems queremoslibrar una campaa para obtener legitimidadde la misma forma que lo hicimos con respec-to a la proteccin social, que ahora tenemosque impulsar hacia los pases ms pobres conla ayuda de financiamiento global.

    Si se obtienen esos dos puntos, se elimi-nan grandes sectores de la economa infor-

    mal, y se le brinda a la gente una base sobrela que pueden discutir sus derechos en otrasreas, como las convenciones colectivas, etc.

    Por ultimo, permtanme volver a la OIT.Desde que comenzamos nuestras delibera-ciones sobre trabajo precario ha habido ungran nmero de debates. Se alcanz la im-portante Recomendacin 198 sobre Relacinde Trabajo, que nos dio una herramienta. Seestableci que, a menos que se demuestre locontrario, el empleador directo es la persona

    para quien todos los das se hace trabajoproductivo. Pero este concepto no es losuficientemente fuerte. Siempre supimos quelo que queramos en ltima instancia era unConvenio. La cuestin del empleo oculto,triangular y ambiguo sigue sin definirse, yes imprescindible comprender que se debegarantizar un tratamiento igualitario en todosesos aspectos. Debemos prestar atencinespecial a la triangulacin del empleo.

    Entonces, ya sea que se trate de tres ins-

    trumentos distintos o de un verdadero Con-

    venio sobre trabajo precario que se refieraa estos temas, que cubra las deficiencias,

    que fortalezca nuestra postura, es evidenteque lo que debemos hacer es asegurarnosde que se reconozca la importancia funda-mental de la libertad de asociacin y de losconvenios colectivos, que se defina quin esun empleado, cmo abordamos el trabajo.No queremos definiciones artificiales, sinoque debemos concentrarnos en abordar eltrabajo en su sentido ms amplio, y estospuntos tienen que integrarse para su trata-miento. Y debemos seguir incrementando

    nuestra labor de representacin para cer-ciorarnos de producir esa reglamentacinfundamental, y ver qu es posible hacer enel contexto de la poltica de esta Casa.

    En un marco ms amplio, es precisoreafirmar el rol fundamental de las normas,y algo muy interesante es que tendremosla oportunidad de negociar dentro de losprximos seis meses con un candidato ovarios posibles candidatos que querrnser los nuevos Directores Generales un

    nuevo D.G. de esta Organizacin, y stahabr de ser una de nuestras exigenciasfundamentales: que el mandato de estaAsamblea acerca de la dignidad misma delos derechos de los trabajadores ha de serprioritario para el que aspire al puesto yobtenga finalmente nuestro voto. En conse-cuencia, voy a esperar ansiosa para ver qutienen para mostrarnos, porque francamentenecesitamos muchas ideas novedosas. Don-de haya prcticas que funcionan, queremos

    que las difundan, pero lo que es an msimportante es que queremos construir en elmundo un frente unido con los sindicatos,con las centrales Sindicales, con las Fede-raciones sindicales internacionales, paraasegurarnos de estar trabajando a nivelnacional e internacional con el fin de evitarlo que sucede en la actualidad, para detenerla guerra contra los derechos laborales, yluego continuar con el tipo de garantas quedeben estar en el centro de cualquier sistema

    de relaciones laborales maduras.

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    CSA

    CSA, Confederacin Sindical de Trabajadores yTrabajadoras de las Amricas

    JUVENTUD TRABAJADORA Y LAAUTOREFORMA SINDICAL EN AMRICA LATINA

    Amanda Villatoro,secretaria de Poltica Sindical y Educacin

    Los y las Jvenes en el centro de la poltica sindical de la CSA

    importantes y tomar decisiones personalestrascendentes que tienen que ver con tran-siciones educativas, laborales, familiares ypor ende, de vida2. Para la CSA, el rangoetario vara y considera jvenes a quienestienen entre 18 a 35 aos, edades en lascuales los y las jvenes tienen la capacidadde pensar, razonar, proponer soluciones yactuar frente a las diferentes problemticas

    que les aquejan en una sociedad tan exclu-yente a causa del neoliberalismo.Las cifras demogrficas del 2010 indican

    que de los 576 millones de habitantes enel subcontinente latinoamericano, el 69%son personas menores de 40 aos3, y lasproyecciones hacia el 2050 que calcula unapoblacin de 723 millones, indican que soloel 48% ser menor de 40 aos.

    En la actualidad, la juventud representael 18% de la poblacin mundial y el 85% de

    estos y estas jvenes viven en los pases endesarrollo, donde la crisis global ha tenido

    Para la CSA, los y las jvenes son, sinlugar a dudas, un motivo de esperanza parala causa de la libertad y del desarrollo enLatinoamrica, siempre que ellos y ellaspuedan acceder a empleos productivos ytrabajo decente, y por eso reafirma que hayventajas claras para promover polticas afavor y con los jvenes como protagonistas.Algunas son obvias, como el hecho de que

    sean el futuro e incluso el presente de lasociedad, pero las principales estn en supropio carcter renovador debido a quelos/as jvenes tienen, en promedio, mayoreducacin que sus padres, su aversin alriesgo es bastante menor, su militancia en lasolidaridad y su altruismo son dominantes,y sus capacidades y potencialidades, alser masivas, se convierten en motor social1.

    Segn las Naciones Unidas, juventudes ese breve lapso de tiempo de aquellas

    personas que tienen entre 15 y 24 aos,y en el cual se deben enfrentar cambios1 Trabajo Decente y Juventud en Amrica Latina 2010 OIT.2 World Youth Report 2007, United Nations (Naciones Unidas), Trabajo Decente y Juventud en Amrica Latina 2010 OIT.3 Trabajo Decente y Juventud en Amrica Latina 2010 OIT.

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    un impacto desproporcionado en el empleopara los/as trabajadores/as jvenes, enparticular para las mujeres jvenes.

    Este prembulo ratifica el mandato dela CSA de colocar como eje fundamentalel tema de la juventud trabajadora en suspolticas y planes de accin para la Auto-reforma sindical.

    Precariedad del trabajo juvenil

    En el mundo hay ms de 71 millones dejvenes desempleados y segn datos de laOIT, en la actualidad, el desempleo juveniles de 10 millones y representa aproxima-damente el 46% del total de desempleadosen Amrica Latina.

    Para la CSA, estas cifras son conocidasy refl ejan una consecuencia ms de la crisiseconmica mundial en la cual los ms afec-tados son las y los trabajadores, y por ellojunto al movimiento sindical mundial se haenfocado en las luchas contra el aumentodel desempleo, la creciente pobreza, la dis-minucin de las redes de proteccin socialy la precarizacin del empleo.

    En ese panorama, la juventud potencial-mente trabajadora y productiva es la msafectada. En muchos pases se enfrentanrecortes de pensiones y erosin de los be-neficios de la seguridad social y por tantomuchos y muchas jvenes estn accedien-do al mercado laboral sin ningn tipo deproteccin social. Adicionalmente, con losrecortes que los Gobiernos estn aplicandoa los servicios sociales bsicos, muchos

    pases no slo estn perdiendo puestos detrabajo en el sector pblico, sino tambinoportunidades para un trabajo decente enel futuro. Un ejemplo de esto lo vemos enel campo educativo, ya que por cada do-cente despedido, por cada programa deformacin profesional eliminado, grupos dejvenes pierden la oportunidad de prepa-rarse para un empleo decente y seguro elda de maana. Se suma a esto, la realidadde trabajadores y trabajadoras jvenes que

    son sujetos a regmenes de contratacinespeciales, con un acceso limitado a los

    sindicatos y con menos derechos laborales.Por otra parte, la CSA observa y rechaza

    la incongruencia que existe entre el sonadocrecimiento econmico de Amrica Latinay el actual contexto econmico de globali-zacin e integracin de los mercados conmayor uso de las tecnologas de la infor-macin, lo cual no ha venido acompaadode mejoras en la insercin laboral de los ylas jvenes, quienes tendran ms cabida alempleo y al trabajo decente, por ser la ge-neracin ms preparada para los cambiostecnolgicos que caracterizan este mundoproductivo contemporneo.

    Todo esta situacin de precariedad laboralactual y futura condiciona la valoracin de losy las jvenes en dos vertientes: por un lado,se cuestiona si la educacin y el mercadode trabajo son realmente vehculos para elprogreso personal y social; y por otro, sobrelas instituciones democrticas que deberanpropender a mejorar las condiciones de vidadel hombre y mujer de hoy y del maana.

    Esto sin duda es una preocupacin focalen la poltica de la CSA ms all de lo reivin-dicativo y laboral, pues est en juego el por-venir de sociedades justas y democrticas.

    El Programa de Accin de la CSA2008-2012: Autoreforma y Juventud

    El Congreso fundador de la CSA (Pana-m, marzo 2008) le encomend a esta ya sus afiliadas un compromiso serio con lareforma y reestructuracin del movimientosindical, a fin de incluir la organizacin y

    defensa de todos/as los/as trabajadores/asde las Amricas, compromiso que se tradujoen el Programa de Accin de la CSA, delcual se destaca como uno de sus sub-ejesfundamentales la organizacin-empodera-miento de la juventud trabajadora de lasAmricas. Es as como en el proceso de Au-toreforma Sindical, la CSA se comprometia priorizar la participacin y el aporte quelos trabajadores/as jvenes deben tenerdentroy fuera de las estructuras sindicales.

    A partir de all, la CSA enfatiz su obje-tivo de organizar y empoderar a la juventud

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    CSA

    trabajadora como sujeto social y sindical,reconociendo la necesidad recproca quemantienen la juventud trabajadora y el mo-vimiento sindical en las condiciones socio-econmicas y polticas actuales.

    Esta tarea presentaba dificultades de-rivadas de la particular perspectiva quetienen los y las jvenes en materia de suintegracin a colectivos organizados (po-lticos, sociales, sindicales).

    Es por ello que en el Artculo 23 del Esta-tuto de la CSA, se establece la constitucindel Comit de la Juventud Trabajadora de

    las Amricas (CJTA)como ente consultivodel Consejo Ejecutivo, y de apoyo al Se-cretariado Ejecutivo, para llevar a cabo lossiguientes objetivos:. Involucrarse activamente en los asuntospolticos, econmicos, sociales, culturales,jurdicos para elevar las oportunidadesde formacin y acceso efectivo al trabajodecente, reducir el desempleo y la preca-riedad a la que est sometida la juventudtrabajadora de la Regin;.

    Promover la participacin, formacin ymilitancia sindical comprometida de los/asjvenes, as como el acceso a las instanciasde representacin sindical y la transversalidadde la poltica de juventud de la CSA en todo elquehacer organizativo de sus afiliadas;. Participar activamente en la luchacontra las peores formas de trabajo queafecta a los/as jvenes;.Representar a la juventud trabajadorade la CSA en los distintos foros y mbitosRegionales, en coordinacin con el Secre-tariado Ejecutivo;.Participar en representacin de la Reginen el Comit de Juventud de la CSI.Un Balance a favor de la Autoreformadesde el accionar del Comit deJuventud de los y las Trabajadores ytrabajadoras de las Amricas (CJTA)

    En el perodo 2008 2012 se puedenvisibilizar avances importantes relaciona-dos con la participacin y formacin de

    la juventud trabajadora, tanto de las queproceden los integrantes del Comit de

    Juventud, como de aquellas que no tienenni titulares ni suplentes.

    A partir del 2008, la CSA inicia untrabajo de juventud importante, con el pro-psito de unificar el trabajo de diferentesorganizaciones sindicales, tanto de las queno contaban con trabajo previo en juventud,como de las que tenan importantes expe-riencias y alcances en esta materia.

    Es por esto que, en el 2012, podemosafirmar que la CSA cuenta con un CJTA msfortalecido y con un mayor avance en su fun-cionamiento orgnico, con mayor grado deformacin y protagonismo regional. El retoprevaleciente es impactar prioritariamente elmbito de participacin nacional y generarprocesos de incidencia en los mbitos subregionales, regional y mundial.

    Hoy en da, el CJTA cuenta con un po-sicionamiento a nivel regional que le hapermitido actuar como vocero de la juventudtrabajadora en espacios como ConferenciasTripartitas de Juventud de la OIT, la Confe-rencia Mundial de Juventud de la ONU,en las Cumbres de Jefes de Estado y deGobierno tanto Latinoamericanas, como delas Amricas e Iberoamericanas. En todosestos espacios, el Programa de Juventud dela CSA ha funcionado como facilitador deposicionamientos y pronunciamientos clarosy acertados en materia de primer empleo,participacin juvenil, emprendedurismo,desempleo juvenil y crisis econmica, ascomo en la construccin de estrategias deincidencia poltica en los rganos de tomade decisin y las alianzas con otros actores

    sociales de juventud.Es importante destacar las reas donde elPrograma de Juventud de la CSA ha estadotrabajando y que permiten vislumbrar un mejorfuturo para los y las jvenes trabajadores/as:Formacin:Se han desarrollado procesosde formacin dirigidos a la juventud de laCSA, enfocados en la capacitacin para lamultiplicacin de estrategias en la promoci-n y defensa del trabajo decente; apoyarel proceso de autoreforma sindical; y para

    incidir en las polticas pblicas nacionalesen materia de empleo, de formacin pro-

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    fesional, de educacin para jvenes, y depromocin y respeto de los Convenios de laOIT relacionados con el mejoramiento de lajuventud trabajadora.Incidencia:Se realizaron estudios e inves-tigaciones sobre las condiciones de viday de trabajo de la juventud trabajadora,sobre su situacin organizativa sindical ysobre los impactos de las poltica pblicasrelacionadas con la promocin y desarrollode la juventud trabajadora. Complementa-riamente se elaboraron guas didcticas conel fin de que tanto los participantes en loseventos polticos y de formacin como lasdirigencias juveniles de las centrales, multi-pliquen en los niveles nacionales y localeslos conocimientos y orientaciones contenidosen dichos estudios.Fortalecimiento: Las investigaciones re-alizadas muestran un bajo porcentaje dejvenes trabajadores/as afi liados en lasorganizaciones nacionales de la CSA, ypor ello se han promovido y apoyadocampaas de afiliacin de jvenes tanto

    en los niveles nacionales como a nivel delas Amricas.Empoderamiento: La afiliacin masiva delos jvenes trabajadores/as es importante,pero debe ser acompaada, simultnea yconvergentemente,con un proceso de em-poderamiento, es decir, con un proceso deincorporacin de los y las jvenes a los Comi-ts Ejecutivos y a las diversas Comisiones (deseguridad social, de formacin profesional,de contratacin colectiva, etc.) en los niveles

    de empresa, locales, provinciales-departa-mentales, nacionales y subregionales. Eneste aspecto la poltica de establecer deter-minados porcentajes de miembros mayoreso menores- ha jugado y juega un papel muyimportante y las actividades de formacin

    realizadas por la CSA han contribuido ala concientizacin tanto de los cuadros deconduccin como de las bases.Polticas de empleo para jvenes: Como loseala la OIT, la CSA busca promover msy mejores oportunidades laborales paralas personas jvenes a travs de incentivospara la contratacin en empleos formalesy de oportunidades laborales que incluyencapacitacin para la juventud, teniendo encuenta que en muchos pases est modalidadha degenerado en falsas expectativas y lasempresas las han aprovechado para pagarsalarios por debajo de los lmites legales4.

    La CSA ha orientado e impulsado po-lticas transversales que tiendan a facilitarla cobertura y la calidad educativa, ascomo los mecanismos idneos de controly seguimiento a los procesos de inserciny permanencia laboral. La ausencia deeste esquema en una sociedad que quieraalcanzar el bienestar econmico y socialde su poblacin es un riesgo potencial quenuestra regin no debe permitir.

    Si los y las jvenes reconocen que latrayectoria educacintrabajo decentemovilidad socioeconmica positiva no esviable en sus vidas, cuestionarn la validezde este planteamiento. Esto, se traducira enuna clara profundizacin de la pobreza enlos segmentos menos favorecidos, la erosinde la cohesin social de estos jvenes y ladesmotivacin general de un grupo pobla-cional que representa uno de los activos mspreciados de cualquier pas.

    En particular, la formacin y la accinde la CSA se ha orientado a incidir en laspolticas pblicas para un primer empleojuvenil,a fin de que este sea de calidady de respeto y proteccin de los derechoslaborales y sindicales.

    4 Trabajo Decente y Juventud en Amrica Latina 2006 OIT. Trabajo decente en las Amricas: una agenda hemisfrica,2006-2015

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    CSA

    CSA, Confederacin Sindical de Trabajadores/as de las Amricas

    LA CSA Y SU FUTURO

    Laerte Teixeira da Costa,secretario de Polticas Sociales

    La CSA es fruto de una singular obra dereingeniera sindical. En ella se agruparonlas organizaciones de la ex CLAT (CentralLatinoamericana de Trabajadores), de la exORIT (Organizacin Regional Interamerica-na de Trabajadores) y algunas otras entida-des sindicales nacionales independientes.

    Su congreso de fundacin se realiz enla Ciudad de Panam, en marzo de 2008,cuando se rompi con una absurda dicoto-ma, reconocidamente nociva a los intereses

    de los trabajadores. La unidad se mostrtil para enfrentar la crisis de 2008 y susconsecuencias, que se siguen desplegando.La unidad fue un salto de calidad y con ellaganamos todos.

    Despus de casi cuatro aos, la CSA seprepara para su 2 Congreso, previsto paraabril de 2012, en Foz de Iguaz, Brasil.El lugar es simblico y est ubicado en eltringulo de la triple frontera, en la con-fl uencia de Argentina, Brasil y Paraguay. El

    2 Congreso de la CSA ocurre en un climasumamente favorable.

    Lejos de las cuestiones polticas que dic-taron el proceso de unidad, la CSA podrvolcarse a su planificacin futura, definiendoqu hacer entre 2012 y 2016. Podr elegirprioridades y elaborar sus proyectos deforma colectiva, con amplia y democrticaparticipacin de sus bases.

    La CSA naci en la primera dcada delsiglo 21. El mundo est distinto ahora y sigueinjusto para los trabajadores. Ella ha hereda-do un Continente con millones de desemplea-

    dos, millones de nios y nias abandonadosy millones de ancianos desasistidos, ademsde las minoras marginadas y olvidadas.

    Por aadidura, la CSA enfrenta el capi-talismo neoliberal, crecientemente ganan-cioso e incumplidor de las ms elementalescondiciones civilizadas de trabajo. Dere-chos humanos y laborales, para nosotrossinnimos, no son respetados por partede los empresarios de la regin, todavaimpregnados de la cultura de la esclavitud,

    abolida, en ciertos casos, en la segundamitad del siglo 19.

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    En los ltimos cuatro aos, la CSA ha pro-fundizado la discusin sobre la autoreformasindical. Mientras gobiernos y parlamentosno realizan reformas bsicas (poltica,impositiva, judicial y legislativa), los traba-jadores se comprometen a llevar adelanteuna autoreforma sindical, incorporandonuevos y vastos contingentes inorganizados,reformando estructuras, sensibilizando jve-nes, organizando jubilados y admitiendo laparidad de gnero. No es poco!

    Entre los contingentes inorganizados es-tn los informales, trabajadores autnomos,callejeros, en domicilios, hombres y mujeres,con una gran variedad de denominacionesy clasificaciones. En algunos pases, ellosocupan ms del 50% (cincuenta porciento)de la PEA (poblacin econmicamenteactiva). Son personas sin registro formal detrabajo, sin previsin social, sin asistenciaa la salud, sin nada!

    Este mundo totalmente diferente delviejo mundo que gest al sindicalismo, enlas ingentes injusticias de la Revolucin In-dustrial, es hoy un mundo de 7 mil millonesde personas, de los cuales un 20% est enChina y un 17% en India. Por lo tanto, estosdos pases asiticos poseen juntos ms de1/3 de la poblacin mundial.

    Es un mundo mucho ms envejecido,agotado en sus recursos naturales, conabundancia en recursos humanos. En1950, haba 12 personas produciendo yun solo anciano para ser mantenido. Hoy,la proporcin es de siete para uno y, en2050, ser de tres para uno. En 1960, las

    mujeres tenan, en promedio, cinco hijos.Hoy, el promedio es de 2,5 (dos hijos y me-dio) por mujer. En algunas sociedades msdesarrolladas, ya se tiene un solo hijo pormujer. Pese a ello, el stock de trabajadorescrece cada vez ms y el mercado mo-derno, racionalizado y automatizado yano absorbe todos los brazos disponibles,principalmente de los jvenes trabajado-res. Los ndices de desempleo son muchomayores entre los jvenes.

    Aqu, en Amrica Latina, somos cercade 550 millones de personas, con aproxi-

    madamente 125 millones de jvenes. Esosjvenes esperan una respuesta de nuestrasautoridades y de nuestras instituciones, entreellas los sindicatos. Al observar el pasadoy el presente, nos damos cuenta de que nodiseamos buenos escenarios para el futurode estos jvenes. Solo una minora privile-giada tiene acceso a los mejores cursos ya las mejores universidades, de las cualeslos hijos de los trabajadores estn cada vezms lejos. Buena parte de los jvenes tieneun futuro ms que incierto.

    Segn la ONU (Organizacin de lasNaciones Unidas), los estudiantes de hoypasarn por muchos empleos, entre 10 y14, hasta llegar a los 38 aos de edad.Rotatividad impresionante y no deseada,en un mundo urbano y sorprendente, en elque las personas se conocen por la internet,transmiten miles de millones de mensajesde texto diariamente y en el que las redessociales desempean un nuevo papel,que todava no se ha comprendido porcompleto. A pesar de todo ese asombrosoprogreso, somos mil millones con hambre.

    Tambin en 2030, llegaremos a la pari-dad entre viejos y nios. Sern 500 millonesde infantes para 500 millones de personascon ms de 65 aos de edad. Esa propor-cin inusitada va a exigir nuevos sistemasde previsin social y nuevos sistemas deeducacin. En teora, deberemos tener mstiempo de escuela y ms tiempo de trabajo.

    Son dos los dilemas a los cuales debe-mos destinar energa para solucionarlos:1) cmo compatibilizar el nmero de tra-

    bajadores con las necesidades de brazosy mentes para la produccin? y 2) cmoprepararnos para un mundo donde los viejossern la mayora y debern ser mantenidoscon dignidad? Esas preguntas deben ser res-pondidas por el conjunto de organizacionesafiliadas a la CSA.

    Tal vez sea sta una ecuacin perversay una visin demasiado dura del futuro, casimaterialista en su concepcin. Una visinque plantea al hombre como una mquina

    productiva, algo dramtico e inaceptable paraaquellos que creen, como yo, en la centralidad

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    CSA

    del ser humano. Sin embargo, la realidadhabla ms alto, ms all de las ideologas ycreencias religiosas, todas respetables.

    La verdad es que tenemos en nuestraregin ms de 50 millones de personasdesempleadas, en trabajos precarios y enla marginalidad. Esa dramtica realidadsubvierte la lucha sindical porque los go-biernos establecen salarios mnimos indignosy los patrones, adems de pagar salariosbajos, no cumplen las leyes y no respetanlos derechos humanos bsicos.

    Tras estas asustadoras estadsticas y, porahora, irresolubles problemas, debemos per-mitirnos pensar en el futuro del sindicalismo yen el futuro de la CSA. Sabemos que a pesarde los brutales cambios, todava no hemos

    resuelto ni siquiera los problemas impuestospor la Revolucin Industrial. Nuestros proble-

    mas tienen ms de 200 aos.Ms all de solucionar los dilemas de laactualidad, tenemos que incorporar cadavez ms a las mujeres y a los jvenes. Vivi-mos en una regin injusta, que no impartejusticia y tiene una democracia joven, frgile inacabada. Somos naciones por construiry el mapa del porvenir est abierto.

    Estar a la altura de todos esos retos es elpapel de la CSA para el prximo cuatrienio.Particularmente, creo que sus actuales lderesestarn aptos para enfrentarlos. Basta seguire insistir con la unidad. Plantada slidamenteen los primeros cuatro aos, la unidad esnuestro mayor patrimonio.

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    CSI, Confederacin Sindical Internacional

    ORGANIZAR A LOS TRABAJADORES DE ZONASFRANCAS EN POS DEL TRABAJO DECENTE

    Isabelle Hoferlin,CSI1

    Elprograma sobre autoreforma sindicalde la CSA1ha ubicado entre los colectivosde difcil sindicalizacin a los trabajadoresde zonas francas. Las zonas francas siguenproliferando. Segn la OIT, existen 130pas dotados de. zonas francas que llegana 3500 en total y generan unos 66 millo-nes de puestos de trabajo. Estimacionesms actualizadas realizadas por un equi-po de investigadores franceses las identi-fican en 133 pases, entre zonas francascomerciales, de exportacin (industriales yde servicios) o urbanas y destacan que sibien el fenmeno no es nuevo, su desarro-llo espectacular es bastante reciente.

    Frente a esta multiplicacin y a su im-pacto sobre el empleo,y constando lasdificultades organizativas y numerosasviolaciones al derecho laboral, el ConsejoGeneral de la CSI decidi lanzar en 2007un programa especial de accin que apun-taba a incrementar la tasa de sindicaliza-

    cin en las zonas francas. El lema de la

    campaa apuntaba a organizar ms ymejor a los/as trabajadores/as de las zo-nas francas para as defender ms y mejorsus derechos laborales, y viceversa.1Esteprograma fue coordinado con los GlobalUnions y cont en particular con una estre-cha colaboracin de la FITTVC (textil) y laFMI (metal), as como con la OIT/ACTRAV.

    El programa cubri en su primera faseun pas en cada continente (Nicaragua, enlo que se refiere a Amrica Latina) y pronto

    se fue extendiendo. Si bien es difcil determi-nar si aument de manera sustancial la tasade sindicalizacin y los convenios colectivosfirmados en las empresas (empresas francaso instaladas en zonas francas), el programaha permitido generar una reflexin reno-vada sobre el tema, resaltando tendenciasimportantes para la reflexin en materia deestrategias de sindicalizacin y de defensa.A la vez ha generado un espacio de inter-cambio de experiencias que abre la puerta

    para desarrollos importantes.1 Coordinadora regional (Amricas/Asia Pacfico), Oficina del Secretario general adjunto de la CSI, encargada delprograma mundial sobre la sindicalizacin en las zonas francas.2 El programa puso nfasis en el derecho a organizarse y a negociar colectivamente, as como en el dilogo social. Demanera ms amplia, incluy a otros derechos laborales ampliamente irrespetados en las zonas francas.

    Introduccin

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    CSA

    Dinmica del programa especial deaccin

    La dinmica seguida parti de semina-rios nacionales unitarios en los cuales par-ticipaban las confederaciones nacionalesafiliadas a la CSI (en algunos pases, concentrales fraternales presentes en el sector)junto con lderes de federaciones sectorialesy sindicalistas de empresas de zonas fran-cas (fundamentalmente jvenes y mujeres).Estos encuentros deban ser precedidos deun mapeo pormenorizado del sector (pro-blemas laborales, empresas y cadenas glo-bales, tendencias de las inversiones, polti-cas nacionales y estrategias sindicales deorganizacin y defensa de los/as trabaja-dores/as)2. Constituyeron espacios clavesde intercambio de experiencias organizati-vas con miras a reactualizar la estrategiasindical (particularmente la planificacin deun aumento cuantitativo de la membresasindical en las zonas francas a la vez queuna mejora cualitativa de la labor de defen-sa de los derechos humanos y sindicales).

    Esta articulacin fue completada por even-tos a nivel subregional y por un seminariointernacional (Bruselas, febrero del 2011).

    Este seminario coordinado con AC-TRAV/OIT cont con la participacin delderes sindicales de zonas francas de to-dos los continentes (de los cuales variasmujeres jvenes), de representantes de losGlobal Unions (GUF), de la ACFTU de Chi-na, as como con expertos de la SociedadFinanciera Internacional (SFI) y de la Or-

    ganizacin mundial del Comercio (OMC).Puso de relieve que este fenmeno se sigueexpandiendo en todos los continentes yque cubre una cantidad creciente de secto-res (incluyendo los servicios), a la vez quese observa una diversificacin del origende los inversionistas con un aumento de lasinversiones sur-sur3y la presencia de unacantidad creciente de inversionistas loca-les. Ello debera por cierto llevar a la nece-sidad de adaptar la definicin de la OIT se-

    gn la cual son zonas industriales que gozande incentivos especiales, diseadas para

    atraer a las inversiones extranjeras directasen las cuales los productos importados su-fren cierto grado de procesamiento antes deser reexportados. Tambin, cada vez msse abre la posibilidad de vender una partede la produccin en el mercado local.

    Durante la conferencia de febrero del2011; los participantes intercambiaronexperiencias prcticas de organizacin,sacando conclusiones de sus logros (y aveces fracasos). Al constatar que esta nue-va dinmica plantea nuevos retos para elmundo sindical, concluyeron con los si-guientes ejes de accin:1. Investigacin.La investigacin sigue sien-do esencial para delimitar las tendencias,evaluar la presencia sindical, la existenciade convenios colectivos, el estado del dia-logo social y disponer de un mapeo de lasempresas (y de sus cadenas globales deproduccin). Este trabajo debe constituirel punto de partida para definir objetivoscuantificables y medibles en las estrategiasde sindicalizacin.2.Capacitacin: La formacin sindical es

    clave para organizar y capacitar a los l-deres sindicales y trabajadores de las zo-nas francas, o sea de manera prioritaria ajvenes y mujeres.3. Debates polticos y dilogo social. A ni-vel nacional, el dilogo social bipartito ytripartito se debe reforzar sobre aspectosvinculados a las zonas francas. A nivel re-gional y mundial, deben proseguir los de-bates polticos con el Banco mundial (SFI),pero tambin con las marcas, en el marco

    de los tratados comerciales y necesaria-mente, con la OIT.4. Apoyo jurdico.La defensa de los dere-chos laborales es fundamental y el mapeode las empresas debe ayudar a identificarcon ms precisin las cadenas globalesde produccin que se ubican detrs de lasempresas donde se irrespetan los derechoslaborales,as como la posible existencia deacuerdos globales (u otros instrumentos),para identificar las pistas ms eficientes

    de presin sobre dichas empresas. A pro-blemas mundiales, soluciones globales, se

    3 Los mapeos son disponibles en el blog de la CSI sobre zonas francas: http://www.ituc-csi.org/organising-in-epz.html?lang=es4 Ello plantea nuevos retos en las campaas sindicales mundiales.

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    suele decir. Paradjicamente, y a pesarde disponer de muchos instrumentos, seobserva que muchas luchas siguen siendocircunscritas al nivel local. El evento hizotambin nfasis en una refl exin renovadahacia el combate a la impunidad trans-fronteriza cuando se presenta el cierre deempresas responsables de irrespeto a losderechos laborales y su reapertura en otrospases o regiones en total impunidad.5. Redes. La colaboracin entre las redesexistentes en la CSI, las organizaciones re-gionales y nacionaleses fundamental. Esteprogramaplantea la necesidad de cola-borar con la red de expertos en derechoshumanos y sindicales, pero tambin con lasredes de mujeres y de jvenes en particular.6. Realizacin de campaas de organiza-cin.No todas las herramientas modernas decampaas y tecnologas de la informacinson accesibles a los/as dirigentes de las zo-nas francas pero ayudan a superar muchasbarreras. Utilizar los medios de comunica-cin tambin es de fundamental importancia.A nivel global se hizo un llamado a generar

    espacios ms interactivos para compartir lasexperiencias y campaas sindicales.

    Nicaragua: primer pas piloto enesta nueva fase

    El programa en Nicaragua fue la prime-ra experiencia piloto de esta nueva fasedel programa sindical. Descans en un pri-mer momento en seminarios con las cuatroorganizaciones afiliadas a la CSI y CSA(FNT, CST, CUS y CTN) que permitieron

    volver a delinear los problemas del sectoras como las ambiciones de un programasindical conjunto.

    El plan de accin fue enriquecido por unmapeo de las zonas francas y estrategiassindicales realizado por el ISACC (InstitutoSindical de Amrica Central y Caribe), or-ganismo que fue clave en la ejecucin delprograma a nivel nacional y subregional.Se identificaron unos 43 sindicatos en 28de las 150 empresas entre usuarias y ZO-

    FAS4, con un 55% de mujeres empleadas(particularmente de mujeres jvenes).

    En materia de estrategias sindicales, lapropuesta sindical unitaria, enriquecida poruna activa participacin de las federacionesdel sector, recomend en particular cambiarlos estilos tradicionales de organizacin sin-dical y aplicar los ejes del programa de au-toreforma sindical promovido por la CSA,sobre todo aquellos referidos a:.el criterio organizativo horizontal territo-rial, es decir, en el lugar donde viven lostrabajadores.. la promocin de la negociacin colec-tiva pero sin atomizacin, es decir, la deunasola negociacin por empresa, auncuando haya varios sindicatos, e indepen-dientemente de su afiliacin..el enfoque hacia los jvenes y las muje-res en pos de su empoderamiento sindical,social y poltico a corto plazo..la capacitacin permanente..una poltica de afiliacin universal..una poltica de alianza institucional di-rigida hacia ministerios y alcaldas ubica-das en el territorio de las zonas francas, ascomo con ONGs..un mayor aprovechamiento de la estrate-gia de formacin de procuradores/as labo-rales para la defensa de los derechos funda-mentales del trabajo en las zonas francas.. una posible negociacin colectiva sec-torial, sobre todo en materia salarial, sinpermitir salarios diferenciados con otrossectores..hacer eco del sector en el Consejo Na-cional del Salario, para que sus demandasencuentren mayor respaldo del sindicalis-

    mo nacional.Si bien las condiciones laborales enesas empresas siguen siendo complica-das, este programa de accin permiticonstituir un espacio de interaccinentrelas cuatro organizaciones afiliadas a laCSI (FNT, CST, CUS y CTN), junto con susfederaciones profesionales vinculadas alsector. A partir del 2008 se han reunidoperidicamente con el apoyo del ISACC.Con miras a profundizar algunos aspectos

    concretos solicitados por sus afiliados enel sector, las centrales han recibido por

    5 Las ZOFAS son las empresas que operan fuera de un parque industrial (zona franca).

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    CSA

    separado un apoyo adicional para reali-zar talleres individuales, todos finalmentearticulados hacia la profundizacin y ca-pacitacin sobre aspectos concretos delderecho laboral.

    En materia de dilogo social, se notun avance significativo al crearsela Comi-sin Tripartita Laboral de Zonas Francas(CTLZF), logrndose consensuar una prime-ra agenda de dilogo. En marzo 2009 sefirm el Acuerdo de Emergencia Econmicay Laboral, con la participacin de la CST,CST-JBE, CUS y CUT, el MITRAB y la CNZF(gobierno) y ANITEC y la CCNZFP (empre-sarios), el cual fue prorrogado en el 2010el Acuerdo de Concertacin Sociolaboralde la Comisin Tripartita Laboral de ZonasFrancas. El aumento del salario mnimo enel sector ha sido pactado sobre un perodorelativamente largo: 8% en 2009, 12% en2010, sujeto a un acuerdo de revisin, enfuncin del desarrollo de la crisis para el2011 y prorrogado hasta el 2013. Tam-bin se instalaron comisariatos para ofre-cer productos bsicos a los trabajadores de

    menor ingresoy se impuls un programa deviviendas sociales.Adems, en Julio del 2011, el programa

    Better Work5fue lanzado en Nicaragua. Enese espacio, los sindicatos han jugado unpapel destacado. El programa con la CSI /CSA, coordinado localmente por el ISACC,ha generado un espacio para adelantarpropuestas sindicales proactivas en la mesade discusiones. La dirigencia sindical tam-bin intervino en un importante foro con las

    grandes marcas que compran los productosde las zonas francas de Nicaragua. HoyBetter Work avanza hacia la evaluacin delas condiciones laborales a nivel de cadaempresa y ser clave para reforzar el di-logo social bipartito.

    En el plano legal, los sindicatos propi-ciaron propuestas importantes tales comola propuesta de Ley de Creacin de laFianza para los Pasivos Laborales de lasEmpresas de Zonas Francas. Prev como

    requisito esencial para continuar operan-do o para solicitar permiso de operacio-

    nes bajo el rgimen de Zonas Francas, laconstitucin de una fianza bancaria sufi-ciente para cubrir el pasivo laboral que

    dejara la empresa en caso de cierre irre-gular o no autorizado, protegiendo as elderecho de los trabajadores al pago desus salarios pendientes, prestaciones so-ciales y laborales y dems subsidios deri-vados de su trabajo.

    Tambin se ha instituido la Ley de Pro-curadores Laborales, con la cual se facultaa representantes de los trabajadores paraseguir procesos judiciales abreviados sinque se requiera la presencia siempre de un

    abogado. Con ello la atencin de los casosse hace con mayor prontitud.Sobre el plano del derecho a negociar

    colectivamente, otras propuestas sindicalesse relacionan con la idea de un conveniocolectivo para el conjunto del sector textil.La propuesta sigue en discusin.

    Algunos estudios recientes realizadosen otros pases resaltan que muchos con-venios colectivos pactados en empresas dezonas francas (generalmente con mucha

    dificultad) suelen limitarse a lo establecidoen la ley del trabajo. Se desconoce el al-cance de los convenios colectivos vigentesa la fecha aunque los seminarios permitie-ron poner de relieve logros importantes,particularmente en materia de proteccina la maternidad.

    An se mantienen muchos retos y vio-laciones a los derechos laborales en laszonas francas y maquilas de este paspero estos desarrollos (y probablemente

    otros ms) merecen ser reconocidos ensu justo valor.No se dispone de datosprecisos sobre un posible aumento de lapresencia sindical en el sector, ni tampo-co en cuanto a un incremento de la can-tidad de convenios colectivos fi rmados.En todo caso, se est reactualizando ycompletando el primer mapeo para dis-poner de una herramienta de trabajo msdetallada que permitir volver a determi-nar metas organizativas de manera ms

    estratgica, particularmente hacia las mu-jeres y los jvenes.

    6 Para mayores informaciones sobre este programa, ver: http://www.ituc-csi.org/organising-in-epz.html?lang=es

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    A nivel subregional y mundial

    Este programa mundial de accin ha sidodecisivo para identificar los enormes desarro-llos de ese tipo de inversin. Las mismas noslo cubren hoy la regin centroamericanay caribea (donde se siguen expandiendo)sino prcticamente toda la geografa de lasAmricas. Las zonas francas industriales sesuman a centros comerciales que gozan deexenciones tributarias (muchas veces desti-nadas a atraer al turismo) o grandes obrasportuarias. Unas zonas francas ms recien-tes apuntan a brindar servicios cada vezms sofisticados a empresa o personas (enel sector salud, por ejemplo) u incorporanactividades de investigacin y desarrollo.

    Este artculo no pretende por supuestoagotar el tema y poner de relieve todos loselementos observados en estos ltimos aos.Queremos no obstante resaltar la importan-cia de los espacios unitarios de reflexin yaccin que fueron propiciados, siendo launidad de accin uno de los ejes claves delprograma de autoreforma de la CSA.

    En el plano legal se observan propues-tas sindicales de iniciativas de Ley similaresa la de Nicaragua. En Honduras, por ejem-plo, tambin se ha entablado la discusinsobre la necesidad de legislar sobre los pa-sivos laborales. Algunas confederacioneshondureas lo han convertido en campaa.

    El derecho a negociar colectivamente esclave. Identificamos que las cuatro confede-raciones afiliadas a la CSI en Madagascar,pas del Ocano Indico, tambin haban

    redactado una propuesta de convenio porrama para el sector textil. La cmara deempleadores de las zonas francas se opo-ne por el momento pero la propuesta sigueen la mesa de las discusiones. En Mxico,por otra parte, sigue activa la campaasobre los contratos de proteccin sindical.

    En cuanto a la sindicalizacin, el pro-grama permiti sentar avances, nutrindoseen particular de la experiencia que la IMF(metal) desarroll en ese pas6. En Togo, en

    particular, se crearon tres sindicatos en lazona franca a partir del 2009. Son todos

    sindicatos de empresa y su presencia hapermitido ganar victorias sin precedentes.El programa de accin fue adems clavepara propiciar nuevas estrategias sindica-les focalizadas hacia el dialogo social. Esun logro esencial tras varios aos de inten-tos infructuosos.

    En trminos generales, los mapeos hanpermitido resaltar el enorme avance de esasinversiones y generar una refl exin sobrela necesidad de organizar a los trabajado-res en las mismas. En Nigeria, el NLC fuealertado sobre desarrollos desconocidoshasta la fecha. Crece el empleo en las zo-nas francas mientras que la presencia sin-dical sigue siendo muy baja (menos de cin-co sindicatos). Las condiciones de trabajosuelen ser precarias y los pocos sindicatosnacieron tras luchas muy difciles. El NLCreconoce que es prcticamente imposibleentrar en contacto con los trabajadores cer-ca de las empresas, de all la necesidad dedisear estrategias sindicales menos tradi-cionales. Esta tesis es compartida por lossindicatos marroques que reconocen que

    los sindicalistas no pueden entrar a la zonafranca. Por ello sensibilizana los trabajado-res en las comunidades donde viven.

    En Madagascar, nuevamente, el pro-grama de accin desarrollado con la CSIy la CSI Africa, al igual que en Nicaragua,es por cierto unitarioy ofrece perspectivasalentadoras. Tras un mapeo sindical y unseminario nacional de planificacin, sehan fijado la meta de multiplicar por diezla cantidad de trabajadores sindicalizados

    en las zonas francas (en realidad, empresasfrancas, en el caso de ese pas), definiendocomo sector meta no slo el textil sino tam-bin los servicios informticos y la agroin-dustria, que son de desarrollo ms reciente.

    En materia de ausencia de pago de ho-ras extras, un problema comn a todas lasregiones, en Indonesia, el SPN, afiliado a laFITTVC, ha ganado una gran lucha en enero2012, al obtener un milln de dlares comoindemnizacin a las ms de 500.000 horas

    extras prestadas -pero no pagadas- a los tra-bajadores en una filial de la multinacional

    7 Ver: http://www.imfmetal.org/index.cfm?c=25226&l=2

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    Nike. Aunque la empresa no operaba enuna zona franca, este acuerdo extra judi-cial genera esperanzas para millones detrabajadores forzados a laborar fuera delos horarios normales de trabajo. De ma-nera ms general, el pago de un salario(mnimo) digno y justo sigue siendo uno delos principales retos identificados en todoslos pases. La FITTVC lo ha colocado comoprioridad al igual que la CSI.

    Las campaas mundiales y las alianzascon organizaciones de la sociedad civilsuelen ser decisivas para el xito de las es-trategias. Este ltimo ejemplo pone de relie-

    ve la importante sinergia entre el sindicatoa nivel nacional y su federacin internacio-nal, junto con las alianzas tejidas con otrasorganizaciones de la sociedad civil queactuaron en solidaridad desde el exterior.Tantos otros casos vienen a corroborar estatesis. En Honduras, por ejemplo, se obser-v un sindicato que afilia casi a total de lostrabajadores de una maquila, filial de lamultinacional Fruit of the Loom, que mesesantes haba realizado despidos antisindi-

    cales para luego cerrar sus operaciones. Elsindicato goz de una enorme solidaridadde la AFL-CIO, combinada con el apoyo dela red de estudiantes de las universidadesde ese pas. Este logro fue ampliamente co-mentado7. A la postre, la empresa reinicisus operaciones en Honduras, negociandocon el sindicato el reintegro de los trabaja-dores o su reenganche en otras empresasde la zona. Hoy el sindicato sigue operan-do y se ha firmado un convenio colectivo.

    En Hait, el reciente reintegro de cincolderes sindicales es tambin un gran logro.En ese pas, en todas las zonas francasslo opera un sindicato, el cual por ciertotiene el nico convenio colectivo existenteen la zona franca y pudo mantenerse conla presin ejercida por la SFI8 del Bancomundial. Las violaciones a los derechos la-borales son numerosas. Sindicalizar a esostrabajadores es an ms importante cuan-do se constatan las difciles condiciones de

    trabajo a la vez que el pujante desarrollodeesas zonas. En Caracol se est constru-

    yendo una nueva zona franca que va agenerar 20.000 puestos de trabajo en elsector textil y probablemente ms all (sehabla tambin de inversiones en la agroin-dustria). La misma es por cierto promovidapor una empresa surcoreana que ya es pre-sente en Nicaragua (y sindicalizada) peroque en cambio, ha sido responsable de gra-ves atropellos a la libertad sindical en Gua-temala, donde cerr finalmente su planta.

    Cabe sealar que el SOTA es un sindi-cato de rama y que su lanzamiento tambincoincide con las propuestas del programade autoreforma sindical. El programa Better

    Work ha sido clave para poner de relievelas irregularidades al momento