Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

18
Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al mundo occidental Paloma García Bravo INTRODUCCIÓN Es bien sabido que la cultura, y la cien- cia médica como parte integrante del legado cultural, tienen sus orígenes en la civiliza- ción griega. A lo largo de los avatares de la historia esta ciencia primitiva ha ido despla- zándose de un lugar a otro, de una civili- zación a otra, y por ello, no sólo se nos ha conservado en sus bases sino que ha ido re- cibiendo influencias y aportaciones autóc- tonas de diversos pueblos, entre ellos los orientales. En el largo y tortuoso periplo geográfico, histórico y cultural recorrido por la ciencia médica, el legado científico médico inicial se ha visto modificado no sólo en sus conteni- dos, sino también en su forma externa, en las lenguas de los distintos pueblos que han servido como elemento vehicular en la transmisión de estos conocimientos. Todo legado cultural y por tanto también la medicina nos ha llegado a través de la palabra, fundamentalmente de la palabra escrita, menos mutable que la oral por ha- ber sido plasmada en textos. Sin embargo, también los textos han estado expuestos a modificaciones. La copia de manuscritos en mal estado de conservación, la recopilación de distintas fuentes, el proceso de compila- ción y la necesidad de seleccionar, interpre- tar, valorar y confrontar lo recibido con otras fuentes o con las tradiciones autóc- tonas; la incorporación de nuevos aportes, y sin duda, la labor de transliteración, tra- ducción y retrotraducción de las fuentes han transformado los textos originales. El objetivo de este trabajo es rastrear el recorrido geográfico, histórico y cultural y, con ello, las modificaciones externas lin- güísticas y textuales que han experimentado las fuentes primitivas, desde su iniciación en el mundo helénico clásico hasta su recepción definitiva en el mundo occidental del Renacimiento. Muy en contra de lo que pueda parecer a simple vista la transmisión de esta ciencia no se ha producido de una manera lineal: la historia política y las relaciones entre diver- sas civilizaciones instaladas en ámbitos geo- gráficos de dimensiones considerables han propiciado un continuo e incesante trans- vase físico, cultural y, por ello, lingüístico de las fuentes originarias médicas multiplica- das por las distintas traducciones y compi- laciones en distintas lenguas, iniciado en los pueblos del Mediterráneo y del Oriente Medio. En este amplio recorrido cabe resal- tar el triángulo formado entre Grecia, Ale- jandría y Bizancio, en la Antigüedad; el centro oriental de irradiación situado en Bagdad, con influencias chinas, indias y persas a través de Gondishapur situado en el sur de Persia; las influencias de Bagdad a Damasco, Alejandría, el sur de Italia, fundamentalmente Salerno, y a Tole- do a través del Califato de Córdoba, y desde Toledo a Montpellier y París, en la Edad Media, hasta su irradiación definitiva por parte de los médicos humanistas, primero a Europa y posteriormente al nuevo conti- nente, en la época del Renacimiento. Tras una breve exposición de los mo- mentos fundamentales del periodo al que nos referimos, consideraremos las siguien- tes fases: 1. Bases del corpus: La medicina de la época helénica; El helenismo bizantino; y La época romana. 2. Periodo de recepción y adapta- ción creadora: Bizancio y el Islam medieval. 3. Periodo de recepción, compilación lógico-sistemática y asimilación: Escuelas de Salerno, Chartres y Toledo, en el Medioe- vo cristiano. 4. Periodo de restauración crítico- sintética de los textos transmitidos por par- te de los médicos humanistas y difusión al mundo occidental. HITOS FUNDAMENTALES EN LAHISTORIA DELA MEDICINA Es indudable que la práctica médica ha debido de existir desde los tiempos más remotos. Parece ser que desde el Paleolítico (P. Lain Entralgo, 1997, pp.3-5) el hombre se ha visto obligado a poner en práctica sus mecanismos de autodefensa y de autocon- servación, si bien no es menos cierto que en los tiempos más remotos, incluyendo las iieronymus |£omp(utensis| 25

Transcript of Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

Page 1: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

Las traducciones en la transmisióndel legado médico clásico al mundo occidental

Paloma García Bravo

INTRODUCCIÓN

Es bien sabido que la cultura, y la cien-cia médica como parte integrante del legadocultural, tienen sus orígenes en la civiliza-ción griega. A lo largo de los avatares de lahistoria esta ciencia primitiva ha ido despla-zándose de un lugar a otro, de una civili-zación a otra, y por ello, no sólo se nos haconservado en sus bases sino que ha ido re-cibiendo influencias y aportaciones autóc-tonas de diversos pueblos, entre ellos losorientales.

En el largo y tortuoso periplo geográfico,histórico y cultural recorrido por la cienciamédica, el legado científico médico inicial seha visto modificado no sólo en sus conteni-dos, sino también en su forma externa, enlas lenguas de los distintos pueblos que hanservido como elemento vehicular en latransmisión de estos conocimientos.

Todo legado cultural y por tanto tambiénla medicina nos ha llegado a través de lapalabra, fundamentalmente de la palabraescrita, menos mutable que la oral por ha-ber sido plasmada en textos. Sin embargo,también los textos han estado expuestos amodificaciones. La copia de manuscritos enmal estado de conservación, la recopilaciónde distintas fuentes, el proceso de compila-ción y la necesidad de seleccionar, interpre-tar, valorar y confrontar lo recibido conotras fuentes o con las tradiciones autóc-tonas; la incorporación de nuevos aportes,y sin duda, la labor de transliteración, tra-ducción y retrotraducción de las fuenteshan transformado los textos originales.

El objetivo de este trabajo es rastrear elrecorrido geográfico, histórico y cultural y,con ello, las modificaciones externas lin-güísticas y textuales que han experimentadolas fuentes primitivas, desde su iniciaciónen el mundo helénico clásico hasta surecepción definitiva en el mundo occidentaldel Renacimiento.

Muy en contra de lo que pueda parecer asimple vista la transmisión de esta cienciano se ha producido de una manera lineal: lahistoria política y las relaciones entre diver-sas civilizaciones instaladas en ámbitos geo-

gráficos de dimensiones considerables hanpropiciado un continuo e incesante trans-vase físico, cultural y, por ello, lingüístico delas fuentes originarias médicas multiplica-das por las distintas traducciones y compi-laciones en distintas lenguas, iniciado en lospueblos del Mediterráneo y del OrienteMedio. En este amplio recorrido cabe resal-tar el triángulo formado entre Grecia, Ale-jandría y Bizancio, en la Antigüedad; elcentro oriental de irradiación situado enBagdad, con influencias chinas, indiasy persas a través de Gondishapur situadoen el sur de Persia; las influencias deBagdad a Damasco, Alejandría, el sur deItalia, fundamentalmente Salerno, y a Tole-do a través del Califato de Córdoba, y desdeToledo a Montpellier y París, en la EdadMedia, hasta su irradiación definitiva porparte de los médicos humanistas, primero aEuropa y posteriormente al nuevo conti-nente, en la época del Renacimiento.

Tras una breve exposición de los mo-mentos fundamentales del periodo al quenos referimos, consideraremos las siguien-tes fases:

1. Bases del corpus: La medicina dela época helénica; El helenismo bizantino; yLa época romana.

2. Periodo de recepción y adapta-ción creadora: Bizancio y el Islam medieval.

3. Periodo de recepción, compilaciónlógico-sistemática y asimilación: Escuelasde Salerno, Chartres y Toledo, en el Medioe-vo cristiano.

4. Periodo de restauración crítico-sintética de los textos transmitidos por par-te de los médicos humanistas y difusión almundo occidental.

HITOS FUNDAMENTALESEN LA HISTORIA DE LA MEDICINA

Es indudable que la práctica médica hadebido de existir desde los tiempos másremotos. Parece ser que desde el Paleolítico(P. Lain Entralgo, 1997, pp.3-5) el hombrese ha visto obligado a poner en práctica susmecanismos de autodefensa y de autocon-servación, si bien no es menos cierto que enlos tiempos más remotos, incluyendo las

iieronymus |£omp(utensis| 25

Page 2: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

grandes civilizaciones de Mesopotamia,Egipto, Irán, China, y las de los pueblosprecolombinos, el dualismo salud/enferme-dad parecía concebirse en términos de pre-mio o castigo de los dioses y, en conse-cuencia, las prácticas médicas tenían uncomponente esencial de ritos religiosos oteúrgicos. No obstante, debemos reconocerel aporte de estas civilizaciones de algunasmedidas higiénicas y terapéuticas.

Las medicinas prehelénicas, las de Meso-potamia y Egipto, se extinguieron ante lasuperioridad de la medicina griega y launificación de pueblos llevada a cabo porAlejandro Magno, mientras que las medi-cinas hindú, china e incluso la precolom-bina continuaron evolucionando de formaindependiente por no haberse visto influidaspor la helenización.

Así pues, tras la caída del Imperio Persaa manos de Alejandro Magno, y debido a ladilatada extensión de su imperio, la antiguaMesopotamia, Egipto, Irán e incluso partede la cultura hindú se helenizan al tiempoque hacen sus aportaciones a la culturagriega, intercambio desigual que tiene suexponente más claro en la medicina alejan-drina y en la romana. Ya en Bizancio en-contramos una primera fusión de la medi-cina griega y de la oriental antes de que éstase produjera de nuevo con el Islam.

En una segunda etapa, ya en la EdadMedia, primero Bizancio y más tarde losextensos territorios en manos del Islam en-tran de nuevo en contacto con la medicinahindú y ante todo, con la helénica. Estecontacto se establece, en parte, a travésde las rutas comerciales que transcurríanpor el norte de África, el sur del continenteindostánico y las zonas más occidentales deEuropa. El Islam conocedor de la culturacientífica griega es el transmisor fundamen-tal de la medicina helénica a la que incor-pora elementos del mundo oriental y apor-taciones propias. Se adopta así la cienciahelénica en ciudades como Edessa, situadoen el sur de Turquía y centro religioso delos nestorianos hasta el 489, Nisibis oGondishapur de forma que el legado griegose adapta a la cultura, a la civilización, a lareligión, a la lengua árabe y, con ello, a sumanera de concebir y explicar la salud y laenfermedad.

Claro exponente de este proceso detransmisión y de la diversidad cultural queinterviene en todo este proceso es el origenpersa de tres prestigiosos médicos isla-

micos: Rhàzes, Avicena y Al-Farabi, autor deuna obra muy leída, El Paraíso de laSabiduría, en la que se funden teorías grie-gas e hindúes.

Posteriormente la Europa de los reinoscristianos, fundamentalmente el sur de Ita-lia y España, iban a conservar en los mo-nasterios, en las Escuelas de Salerno,Chartres y Toledo y en las incipientes uni-versidades este legado médico misceláneoen cuanto a pueblos, culturas y lenguas eiban a iniciar una labor de recopilación,confrontación, traducción y retrotraduccio-nes a distintas lenguas, hasta llegar a laversión latina para su posterior transmisiónal mundo europeo.

El intercambio entre los conocimientosmédicos del viejo continente y el nuevo seinicia ya en el Renacimiento como parte in-tegrante del proceso de colonización. Poste-riormente será desde el Reino Unido, tras laRevolución Industrial, y definitivamente, apartir de la Segunda Guerra Mundial, comoconsecuencia de la expulsión de los judíos yde otros grupos de científicos a los EstadosUnidos de América, donde alcanza su gradomás alto de desarrollo debido a factoreseconómicos, tecnológicos y políticos favora-bles.

Lo expuesto más arriba hace evidenteque, muy lejos de la progresiva internacio-nalización cultural, científica incluso lin-güística en el mundo de la medicina occi-dental contemporánea que tienen sus basesen la socialización, en la nivelación culturaly, a un nivel superior, en el continuo con-tacto entre especialistas de un mismocampo a través de revistas, congresos, me-dios técnicos e informáticos, denominadopor D. D. Price "colegio invisible" (Lain En-tralgo, 1990, p. 470), la transmisión del sa-ber médico de la antigüedad se ha realizadomediante un proceso de encuentro e inter-cambio de conocimientos y métodos entrepueblos distantes en el espacio y distintosen el tiempo, y de civilizaciones con lenguasy métodos cognitivos diferentes.

La transmisión del legado médico de lospueblos de la Antigüedad inevitablemente seha producido a través de un proceso comu-nicativo, transcultural, translitérai, translin-güístico y transtextual continuo que pareceremansarse con las traducciones al latín dela Edad Media hasta que paulatinamenteesta lingua franca para los intelectuales vasustituyéndose tímidamente, por algunaslenguas vernáculas, y masivamente por las

26

Page 3: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

versiones latinas más refinadas y cuidadasde los humanistas desde el siglo XVI hastala época del Absolutismo en el siglo XVII.Posteriormente comenzarán a publicarseobras en lenguas europeas, hasta que denuevo otras lenguas francas, el francés en elsiglo XVIII y el alemán a principios del sigloXIX y definitivamente, el inglés, coincidien-do con el final de la Segunda Guerra Mun-dial, se impusiera en el mundo científicoactual.

I. BASES DEL CORPUS: LAMEDICINA DE LA ÉPOCA HELÉNICA

Según Sánchez Granjel (1975, 57) la doc-trina científica de la enfermedad es unacreación de los filósofos presocráticos quetiene sus orígenes en el fondo teúrgico de lacultura aquea. Sabido es que todavía enalgunos textos literarios como La Riada aciertas enfermedades se les atribuye un ori-gen divino; sin embargo, en el siglo VI a.C.los pensadores jonios elaboran ya una con-cepción del mundo y del hombre desligadade toda religión.

Empédocles desarrolla su doctrina de loselementos recogida posteriormente por Hi-pócrates, en las colonias de la Magna Greciay Alcmeón de Crotona concibe la salud y laenfermedad como estados de armonía odisarmonía del organismo humano, comodesorden de origen natural, y no como cas-tigo de los dioses: la medicina se emancipade la religión.

Para nuestros propósitos es importantetener en cuenta la situación geográfica deencrucijada en la que se asienta la con-fluencia etnológica y cultural de los griegosya que este hecho permite que una base mi-cénico cretense asimile elementos de otrasculturas arcaicas, como la egipcia y la me-sopotámica, al mismo tiempo que facilita lainfluencia de los reinos de Tracia y Lidia.

Parece que la medicina griega tiene susorígenes en las interpretaciones racionalesde los pensadores presocráticos. A. Tovar(1972, 4) hace hincapié en la tendencia dela lengua griega hacia términos neutros yabstractos, desligados de elementos mágicospropios de otras lenguas coetáneas. La pala-bra, el logos griego, pasa de ser palabramágica a signo racional apta para el pen-samiento como lo demuestran la filosofia yla physiologia, que aparece unida a la expe-riencia clínica de los sanadores con susprácticas artesanales. Así, habría que consi-

derar la medicina en estos primeros tiem-pos, como una tékhné (lat. ars) que podría-mos interpretar y traducir como "prácticatécnica con base científica". Ya a finales delsiglos VI a.C. encontramos agrupacionesartesanales formando las escuelas médicasde Crotona, Agrigento, Siracusa, Cirene,Rodas, Cnido y Cos.

El texto más importante que conocemosde esta época es el Corpus Hippocraticum,del que tenemos noticia desde el S. III en laBiblioteca de Alejandría. Esta obra pareceser una colección de escritos de diferentesautores y épocas, fundamentalmente de mé-dicos jónicos del S. VI a.C.

Según Lain Entralgo (J. M. López Pinero,1990, 8). la diversidad interna de los trata-dos hipocráticos se debe a las distintas épo-cas y escuelas de las que procede. V.Fleischer y F. Kudlien (López Pinero, 1990,8) opinan que entre el primer texto y losúltimos transcurrieron seis o siete siglos.

Los tratados hipocráticos proceden de lasescuelas médicas de Cnido y Cos, dos colo-nias griegas en la actual Turquía. La deCnido, más antigua, estuvo en contacto conlos círculos pitagóricos; la de Cos, los hi-pocráticos, observaba minuciosamente lassemeia o señales de enfermedad, entendía eldiagnóstico en el sentido de la posibilidad ono de curar la enfermedad y tenía comorecursos terapéuticos la dietética o díaita,los fármacos y la cirugía. Estos tres camposde actividad se mantuvieron durante siglos.

K. Deichgräber y M. Pohlenz (López Pi-nero, 1995, 8) apoyándose en el AnonymusLondinenses, en testimonios de Platón y enel propio contenido interno de los textos opi-nan que de este compendio pertenecerían alpropio Hipócrates: Sobre los aires, las aguasy los lugares, Las Epidemias y Sobre la en-fermedad sagrada, la epilepsia, en donde serechaza la medicina mágico-religiosa.

Entre los siglos IV y III a.C. transcurreun periodo intermedio que explica la tran-sición entre la medicina hipocrática y elflorecimiento de la alejandrina. De ahí quese conozca esta etapa como periodo posthi-pocrático. En esta época se desarrollan lasescuelas médicas en el sentido que le daLain Entralgo al término "autoafirmación re-flexiva y crítica". El pensamiento aristotélicose utiliza como instrumento intelectual yfundamento científico. Conceptos aristotéli-cos tan elementales ahora como naturaleza,

ajierony 27

Page 4: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

causa y movimiento o cambio mantendríansu vigencia durante milenios. La Lógica deAristóteles sería posteriormente consagradacomo instrumento u "organon" por Galeno.También influyó en la medicina de esta épo-ca la obra biológica de Aristóteles, Sobre laspartes de los animales y Sobre la generaciónde los animales, así como la botánica deTeofrasto, discípulo de Aristóteles, Sobre ladescripción de las Plantas, en especial, sutaxonomía vigente hasta el Renacimiento.

EL HELENISMO ALEJANDRINO

Durante esta época la medicina se tras-lada desde las ciudades griegas de la me-trópoli, Asia Menor y el sur de Italia, a laszonas ocupadas por el nuevo imperio, fun-damentalmente a Alejandría, capital delEgipto ptolomeico.

Alejandría había sido fundada en la costade Egipto por Alejandro Magno, artífice de launificación helénica, tras la pugna entre lasdistintas ciudades estados. La medicina viveen esta ciudad un periodo de gran esplen-dor, particularmente hacia el 300 a.C. y seconvierte en centro de formación de los me-jores médicos que ejercerán posteriormenteen Roma, razón que explica que se mantu-viera la lengua griega, y en Bizancio.

Las nuevas circunstancias políticas, so-ciales y económicas favorecen el cambio deescenario. En el año 280 a.C. Ptolomeo ha-bía fundado el Museum de Alejandría, unafundación interdisciplinar con fines docen-tes e investigadores. Este centro había sidoinspirado por Demetrio de Faleron, miembrodel Liceo, por lo que la orientación de lanueva fundación seguía siendo aristotéli-ca. Sin embargo, el Museum pretendía con-trarrestar la influencia de las escuelas ate-nienses de ideología antimonárquica. Ptolo-meo II Filadelfo fundó posteriormente la Bi-blioteca, cercana al Museum que llegó a con-tar con varios centenares de miles de volú-menes y con un gran número de copistas, loque la convirtió en el centro más prestigiosoe importante de su época. Su gran rival erala Biblioteca de Pérgamo, fundada por Eu-menes II en el siglo II a.C. Por estas circuns-tancias la lengua griega se convierte en len-gua de cultura y en ella se expresa tambiénla prestigiosa medicina helenística del mo-mento.

La medicina del periodo alejandrino tuvouna vertiente escolástica, representada por

Serófilo de Calcedonia, desde una posturaantiaristotélica y antihipocrática, y porErasistrato de Ceos, ambos interesados porla anatomía. La otra vertiente empírica, encontra de las prácticas anatómicas de cadá-veres, se dedicó al estudio de la farma-cología, la toxicología, la cirugía y al comen-tario filológico de los textos hipocráticos decontenido clínico y quirúrgico. Dentro deesta tendencia se escribieron varios comen-tarios sobre los textos del Corpus Hippocra-ticum, que consistían en una mera acla-ración de los términos, a diferencia de lalectura crética que realizaron Serófilo y Era-sistrato. Esta labor lexicográfica y termino-lógica tuvo una gran trascendencia comopodemos constatar en el comentario deApolonio de Citio al tratado hipocrático"Sobre las articulaciones" (S. I a.C), texto enel que además de parafrasear el contenido,se ilustra con figuras. Posteriormente unmédico bizantino del S. IX copió este texto loque propició que se convirtiera en una delas pocas obras médicas alejandrinas que seconservan completas.

Cuando en Alejandría creció el odio entrejudíos, cristianos y alejandrinos, (450 d.C.)los judíos comenzaron a traducir obras delgriego al hebreo; algunos fragmentos de es-tas traducciones se encuentran en el Códicede Asaf Harofé. Algunos médicos judíos setrasladaron a Edessa, Nisibis y Gondisha-pur y contribuyeron a que la ciencia griegallegara al sirio-arameo a través de sus tra-ducciones.

LA ÉPOCA ROMANA

Tras la muerte de Alejandro Magno suimperio sucumbe y cae así en poder delImperio Romano que lo convierte en provin-cias. Roma amplía sus límites y se convierteasí en heredera y difusora de la culturafilosófica y científica de los griegos. La hege-monía cultural del Imperio Romano es unaconsecuencia de la expansión y el dominiode Roma por la mayoría de los territorios delcentro y sur de Europa a los que se uneEgipto. Cronológicamente el Imperio Roma-no se sitúa entre el S. I a.C. y el siglo VI d.C.

Así pues, en el siglo I a.C. los romanos seapoderaron de los territorios griegos y exten-dieron su dominio por Egipto y por los terri-torios del Mediterráneo oriental, a los que sehabía extendido la cultura helenística, fun-damentalmente centrada en Pérgamo y An-tioquía que rivalizaban con Alejandría por la

28

Page 5: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

primacía científica. La antigua medicina ro-mana era muy primitiva, por lo que, en bre-ve tiempo, se impuso la griega en los nuevosdominios romanos. En un primer momentolos médicos griegos fueron trasladados aRoma como esclavos, pero muy pronto fue-ron llegando libremente a esta ciudad enbusca de mayores ganancias. Hasta finalesde la Antigüedad casi todos los médicos fue-ron de procedencia helénica y la lengua dela ciencia y de la medicina continuaba sien-do la griega.

Para nuestros propósitos histórico-lingüísticos es de destacar la pérdida deesplendor de la Escuela Médica de Ale-jandría, así como la destrucción de suBiblioteca, hechos que favorecieron el des-plazamiento a Roma de una serie de mé-dicos griegos con experiencia y conoci-mientos, a partir del siglo I a.C. Por otrolado, la presencia de la teoría médicahelénica en Roma se ve favorecida por lainfluencia de la cultura griega en Sicilia y enel sur de Italia.

Médicos griegos significativos de estaépoca fueron Asclepíades de Bitina (91 a.C),Ateneo de Atalea, fundador de la escuelaneumática que derivó hacia el eclecticismo yRufo de Éfeso. El eclecticismo médico fuedominante a partir del S.I d.C. mostrandosu oposición a toda sistematización cerraday su preferencia por aspectos clínicos comopodemos comprobar en la obra de Soranode Éfeso que estudió en Alejandría y ejercióen Roma a finales del S.I d.C. De las treintaobras que se le atribuyen se conservan laGynaekeia y Sobre las enfermedadesagudas y crónicas, obra traducida al latínen el S. IV por el médico Celio Aureliano. Laestructura de la Gynaekeia (causas de lasenfermedades y técnicas para tratarlas;descripción de las afecciones ginecológicas;cuidados del recién nacido y breve resumende las enfermedades infantiles) se mantuvohasta el Renacimiento a través de uncomplejo proceso de transmisión durante laEdad Media. Otro médico de esta época,Areteo, destaca por sus descripciones decuadros clínicos como frenitos, manía, me-lancolía, que mantuvo su vigencia hasta lanosología moderna.

También en este periodo, el latín semantuvo en un segundo plano como lenguacientífica ya que la mayor parte de las obrasse escribían en griego. El único texto latino

importante de esta época De medicina deAulio Cornelio Celso (S. I d.C.) forma partede una enciclopedia de todo el saber yparece ser según Kudlien (J. M. López Pi-nero, 1995, 24) que se trata de una traduc-ción y recopilación de textos de diferentesautores griegos. Otro texto de la época es-crito en latín es Compositiones medicae, co-lección de recetas de un nivel muy inferior alos escritos en griego.

En Roma encontramos a Celso en el sigloI d.C, autor de De re medica, impreso en1478, y a Galeno de Pérgamo, ambos degran influencia en épocas posteriores, espe-cialmente durante el Renacimiento.

Mención especial merece la obra de Gale-no de Pérgamo por tratarse de la culmina-ción sistemática de la medicina antigua ymantener su autoridad durante quince si-glos, hasta la medicina renacentista moder-na. Galeno, de origen griego, realizó un co-mentario y actualización del Corpus Hippo-craticum.

Su obra, conservada sólo en parte, con-siste en una reelaboración de la medicinagriega y de la alejandrina a la que se unenlas aportaciones de los profesionales roma-nos y la propia contribución de Galeno, den-tro de un método influido por la filosofíaaristotélica. Su doctrina médica se mantuvovigente durante muchos siglos y, con la re-cepción y aceptación de los grandes médicosárabes como Avicena, contribuyó decisiva-mente al legado más importante del mundoclásico en los tres grandes ámbitos de laEdad Media: Bizancio, el Islam y la Europacristiana. Esta obra se imprimió por primeravez en Venecia en 1490 y en la misma ciu-dad en 1525 en su versión original.

En Galeno encontramos pues la tradi-ción hipocrática, el pensamiento de Platón yAristóteles, los enfoques contrapuestos dediferentes escuelas y sus propias contribu-ciones. De todos estos elementos hay quedestacar la aplicación de la lógica aristo-télica como elemento necesario para dotarde rigor científico a la medicina.

En la Baja Antigüedad la trayectoria de lamedicina clásica siguió un curso diferenteen el Imperio Romano de Occidente y en elde Oriente, con consecuencias para latransmisión de los conocimientos helenís-ticos del Medioevo. El distanciamiento entreel Imperio Romano de Oriente y el de Occi-dente a partir del año 395 se evidencia en elhecho de que mientras la cultura griegaretrocede en occidente quedando la lengua

jljieronymus |£omp(utensis| 29

Page 6: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

griega restringida a pequeños núcleos, en elImperio Romano de Oriente continúa man-teniendo su hegemonía.

Durante los siglos III y IV los médicosgriegos fueron abandonando Roma por loque la medicina quedó, en muchos casos,en manos de legos latinos de escasa for-mación. Entre sus publicaciones hay quemencionar el Liber medicinales de QuintoSereno Samónico y Medicinae ex oleribus etpomis de Gargilio Marcial, basados en loscapítulos sobre medicina de la NaturalesHistoria de Plinio, resumidos y provistos deun prólogo contra los médicos: Plinii secundiiuraris de medicina libri tres. Estos textossirvieron de fuente en la medicina monás-tica medieval.

Por el contrario, en esta misma épocadestacan los escritos de una serie de mé-dicos númidas en África Menor. Sus obras,escritas también en latín se basan en Sora-no. El médico más importante de la BajaAntigüedad latina fue Celio Aureliano, tra-ductor del tratado de Sorano Sobre las en-fermedades agudas y crónicas. Esta produc-ción númida constituyó el punto de partidapara los textos médicos de la Italia ostro-goda y la España visigoda, como la obra deCasiodoro y la de San Isidoro de Sevilla, loque explica el planteamiento metódico de laAlta Edad Media latina.

En Oriente encontramos dos imperios ri-vales: el Imperio Persa y el Imperio Bizan-tino, antiguo Imperio Romano de Oriente.En Alejandría, a finales de la Antigüedad, lalengua vehicular era el griego. En otras zo-nas orientales se empleaba el siríaco, prin-cipalmente en la zona turca que servía deasentamiento a los nestorianos, en Siria yen Egipto, como lo atestiguan las traduccio-nes de textos griegos al siríaco. Esta labordebió plantear los problemas derivados de laconfrontación entre una lengua indoeuro-pea, la griega, y otra semítica, en particularen la reproducción de afijos, palabras com-puestas, modos y tiempos verbales etc.

El Imperio Romano de Oriente, por elcontrario, se helenizó progresivamente apartir de su escisión del occidental en el año395, hecho que repercute en la lengua de lacultura que continuó siendo el griego. Elcentro médico más prestigioso siguió siendodurante estos siglos Alejandría. En el S.III lacorriente dominante fue la metódica bajo lainfluencia de Sorano. En el siglo siguienteGaleno pasó a ocupar un primer plano através de Zenón de Chipre, que reunió y

ordenó la labor del maestro de forma similara lo que se había hecho con los escritos deHipócrates en la época de los Ptolomeos.

Oribasio de Pérgamo, discípulo de Zenón,residió gran parte de su vida en Constan-tinopla y escribió una compilación de la pro-ducción de Galeno, con referencias de Ate-neo, Arquígenes, Posidonio etc.: Synagogai ocolecciones médicas, posteriormente resu-midas en una Sinopsis. Estas dos obras sin-tetizadas sirvieron como punto de partidadel galenismo medieval, primero en Bizan-cio y después en el Islam, tras las versionesdel griego al árabe, y por último en Europaoccidental cuando los textos médicos grie-gos, helenísticos, bizantinos e islámicos fue-ron traducidos al latín.

II. PERIODO DE RECEPCIÓN YADAPTACIÓN CREADORA:

BIZANCIO Y EL ISLAM

Tras el periodo conocido como Antigüe-dad, encontramos los restos de lo que habíaconstituido el Imperio Romano fraccionadoen tres grandes áreas geográficas, políticas,religiosas, culturales y lingüísticas: Bizancioy el Islam, en un primer momento, y la Eu-ropa cristiana, posteriormente.

Bizancio surge como consecuencia de ladivisión del Imperio Romano decretada porTeodosio. En el Imperio Bizantino predo-minó la tradición helenística mezclada coninfluencias orientales posteriores. El siglo VIes la época de mayor esplendor bajo el do-minio de Justiniano I. Los médicos más des-tacados del Imperio, Oribasio, Aecio de Ami-da, Alejandro de Tralles, se limitaron a rea-lizar una labor de compilación del legadorecibido en antologías. Debido a la predica-ción del cristianismo algunos padres ale-jandrinos y capadocios intentaron adaptarel saber médico a la nueva religión inicián-dose así el culto a San Sebastián y a lossantos Cosme y Damián. Consecuencia delcristianismo fue también la creación de losprimeros hospitales: el que fundó Basilio deCesárea (370-379) sirvió de ejemplo paraotras instituciones de este tipo en diversasciudades del Imperio.

A partir de los centros culturales sirios seinicia desde el siglo II d.C. una intensa emi-gración cultural hacia el este europeo. Nisi-bis y Edessa fueron centros importantes eneste proceso de transmisión ya que allí setradujeron los nestorianos al sirio el CorpusHippocraticum. En el año 489 los emigrantes

30

Page 7: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

nestorianos fueron expulsados de Edessa yencontraron refugio en el Imperio Persa deSassanidan donde fundaron una escuelamédica siguiendo el ejemplo alejandrino co-nocida como Academia Hippocratica.

La gran civilización islámica tiene susorígenes en la unificación de las numerosastribus árabes nómadas a través de la predi-cación religiosa de Mahoma. En el siglo VIIel Islam a través de las conquistas de otrosterritorios ocupa ya una gran extensión des-de el sur del continente indostánico, AsiaMenor, Egipto, el norte de África llegandohasta la Península Ibérica. Por lo tanto, yaen tiempos de Ornar el Islamismo se habíapropagado por las zonas de Persia, Siria, Pa-lestina, Egipto y Alejandría y mostró unagran capacidad para asimilar y refundir lacultura y los conocimientos científico-médi-cos de los distintos pueblos conquistados:griegos, persas e hindúes. Pero, en el cursode sus conquistas el Islam inicia un procesode apropiación y asimilación del legado cul-tural antiguo al que incorpora sus propiasaportaciones en el campo de la medicina,fundamentalmente en las provincias del Im-perio Bizantino, donde se había conservadomejor la tradición científica helénica. Bag-dad era en el siglo VIII la capital del impe-rio, lugar en el que se utilizaban las lenguasárabe, griego, siríaco, pehlevi y copto. En unprimer momento se realizaron traduccionesdel griego al siríaco y del siríaco al árabe,posteriormente, en el siglo IX la lengua departida fue el griego y la de llegada el árabe.

H. Schipperges (Lain Entralgo, 1972,p.183) distingue tres etapas dentro de lamedicina islámica: un primer periodo de re-cepción (año 700 al 900) en el que los ára-bes se apropian de manuscritos griegos,iraníes e hindúes utilizando como lenguavehicular el sirio y el hebreo; un segundomomento de asimilación (año 900 a 1150)durante el cual la cultura clásica se ve in-crementada con la creación de importantesmédicos árabes y un tercer periodo de es-tancamiento (1150 a 1500) en el que la otro-ra medicina árabe se paraliza y sucumbe.

El primer contacto de los árabes con elsaber médico helénico parece tener sus raí-ces en la siguiente anécdota: el Califa al-Mansur cayó enfermo en Bagdad y al no po-der ser atendido satisfactoriamente por nin-gún médico árabe mandó llamar al médicocristiano-nestoriano Girgis bn Gibril, direc-tor del Hospital de Gondishapur, que logrócurar al califa. En agradecimiento el califa

mandó traducir las obras de Hipócrates,Dioscórides, Aristóteles y Galeno.

Sea leyenda o no, lo cierto es que a me-diados del siglo IX los árabes conocen ya alos grandes clásicos: Aristóteles, Galeno y elCorpus Hippocraticum.

Como ya se ha mencionado, en una pri-mera fase los árabes se limitan a asimilar latradición científica clásica llevada a cabopor nestorianos, griegos, judíos y persas he-lenizados y refugiados en Siria y Persia. Unbuen número de estos eruditos se refugia-ron en Bagdad, la primera capital del Islam,donde acometieron la traducción del siríacoo del griego al árabe de las obras más im-portantes de la medicina antigua: Galeno,Hipócrates, Oribasio, Pablo de Egina etc.Bagdad, creada por al-Mansur (754-775) ydesde finales del siglo VII capital centrali-zada de los musulmanes, se convirtió engran centro cultural, propiciado por ser lu-gar de encuentro entre las culturas persa eindia, bajo el dominio de Harem al-Rasid(789-809) y de su sucesor al-Ma'nun (813-833). En esta ciudad tuvo lugar una intensalabor de traducción desde el griego, siríaco ypersa a la lengua árabe, utilizándose comoprocedimientos léxicos o bien el préstamo:sir. mawtono, ár. mawtan, o epidemia; gr.hippiatros, sir. byatra, ár. baytara o hipia-tría; gr. kephalikos, ár. kifal o cefálico; gr.melancolía, ár. malankhuliya o melancolía; obien de traducciones a palabras árabes yaexistentes asignándoles un nuevo significa-do: gr. dodeka, ár. itna' ashar (duodeno) gr.sístole, ar. Inquibad (sístole). La lengua ára-be se vio así enriquecida no sólo a nivelléxico sino también morfosintáctico, segúnM.B.Gutiérrez Rodilla (1998, 51) de quien hetomado estos ejemplos.

Másargawayh, traductor judío vierte aquíal árabe las Pandectas del sacerdote ale-jandrino Aaron; Ibn Muqaffa traduce tam-bién textos médicos y el médico indioMikna, textos del sánscrito al árabe. Desta-can en este crisol de civilizaciones y lenguasla tolerancia intelectual de que dan mues-tras, por ejemplo, el gran filósofo de la me-dicina árabe al-Kindï, al-Fârâbï y Averroes.El primero de ellos muestra su postura decompromiso cuando afirma: "No deberíamosavergonzarnos de reconocer la verdad yaceptarla venga de la fuente que venga, in-cluso aunque nos haya sido proporcionadapor generaciones antiguas y pueblos extra-ños...Yo me baso en las citas completas delo que los antiguos escribieron sobre el te-

Ijieronymus |£omplutens¡sj 31

Page 8: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

ma, y, además, en contemplar todo lo queno dijeron totalmente, según nuestra lenguaárabe, las costumbres de nuestros días ynuestra propia capacidad", cita que, de noconocer su procedencia, muy bien se podríaatribuir a los traductólogos de las postrime-rías del siglo XX comienzos del XXI.

Esta postura intelectual refrendada porotros no se consolida hasta la fundación dela Escuela de Traductores en la Casa de laSabiduría por parte del gran traductor sirioHunayn bn Ishäq, gracias a sus excelentesconocimientos de la lengua griega.

A al-Ma'nun se debe la fundación enesta ciudad de la Biblioteca Real, el Baytal-Hikma o Casa de la Sabiduría, importantecentro de erudición. El médico personal delcalifa Hunayn bn Ishäq dirigía allí a unequipo de traductores, siguiendo criteriosfilológicos totalmente actuales: Su métodode traducción consistía en partir de unaserie de manuscritos griegos, cotejarlos ycorregirlos con el fin de obtener un texto crí-tico de partida, que a su vez comparaba conlas correspondientes traducciones sirias.

Hunayn tradujo a Galeno cambiando laantigua versión literal por una técnica com-pleja de confrontación que le permitió afian-zar la terminología.

El mismo Hunayn explica el método se-guido en su traducción en Sobre los nom-bres médicos, citando a Aristóteles. Los tra-ductores de Bagdad indudablemente se-guían criterios filológicos modernos ya queinvestigan sistemáticamente los manuscri-tos griegos, los confrontan y los enmiendanpara lograr un texto correcto que, poste-riormente, se comparaba con la traducciónsiria.

El propio Hunayn se encargaba de dic-tarles a sus colaboradores las enmiendaspara iniciar a continuación la traducción alárabe. En ocasiones, se llegaba incluso aarabizar los nombres de griegos y romanoseminentes, como Empédocles que aparececomo Ibn Duqlis, y es latinizado posterior-mente con el nombre de Abrucalis; la mismasuerte corrieron Hipócrates y Galeno.

Allí se tradujeron gran cantidad de textosmédicos y de Ciencias Naturales a pesar deque los manuscritos griegos de que partíanlos traductores no carecían de fallos, por loque se produjeron algunas interpretacioneserróneas, ante todo debido a los textos in-termedios sirios. Además de manuscritosclásicos de Lógica, Metafísica, Retórica yPoética se tradujeron obras de Filosofía Na-

tural y textos de medicina de Galeno, Ar-quígenes, Rufo de Éfeso, Oribasio, Alejandrode Tralles y Pablo de Egina.

La labor de los traductores se vio tam-bién favorecida por la ocasión de aprenderde sus prisioneros de guerra chinos la téc-nica de la producción de papel, de formaque esta técnica redundó también en la or-ganización de la biblioteca. Otros traduc-tores árabes reconocidos fueron Hunayn bnIshäq (877), su hijo Ishäq bn Hunayn (911),Yahyä bn Adï, Isa bn Zur'a, Abü Bisr Mattabn Yünus, Täbit bn Qurra al Harrànï yQusta bn Lüqä al-Balabakkï, que traduje-ron o corrigieran traducciones anteriores deAristóteles, Dioscórides, Euclides, Galeno,Nicolás de Damasco, Platón, Plotino, Procloy Ptolomeo entre otros.

La segunda etapa de la medicina islámi-ca constituye un momento de gran esplen-dor en el que destacan figuras como AliAbbas, Rhazès y Avicena; los hispanoára-bes Abulcasis, Avenzoar y Averroes y losjudíos Isaac Iudeus y Maimónides, con orí-genes muy diversos: Rhazès y Avicena pro-ceden de Persia; Alfarabi era turco; Abulca-sis y Averroes, hispano-andalusíes; Hunaynbn Ishäq perteneció a la secta de los nes-torianos y Maimónides e Isaac eran judíos.El elemento en común entre todos ellos erala lengua, "la sangre roja que fluye por elorganismo de las ciencias", en palabras deal-Beruni.

AH Abbas es autor de un tratado generalde medicina que posteriormente sería tradu-cido al latín por Constantino el Africano yque gozó de gran estimación entre los mé-dicos cristianos.

Rhazès (865-925) fue el clínico islámicomás importante y también su obra fue tra-ducida posteriormente al latín, Liber medi-cinales ad Almansorem.

Avicena (980-1037) fue el transmisor delpensamiento médico galénico a la Europamedieval mediante una recopilación y orde-nación de los saberes médicos que muestrala influencia de Aristóteles y que fue tradu-cido al latín con el nombre de Canon medi-cinae, transliteración y adaptación de la pa-labra árabe quanun, que significa norma,ley, "regula". Se trata de 1000 folios sobrepatología general y especializada, terapéu-tica, para el que sirvió como base metodo-lógica la obra de Aristóteles. Este Canon deAvicena se ha utilizado hasta el siglo XVIIIen las universidades europeas. Encontra-mos en la terminología médica varios con-

32

Page 9: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

ceptos que tienen su origen y su primeraverbalización en lengua árabe: amígdala,tonsille o Mandeln; tórax, caja torácica oBrustkorb; orificio uterino, ostium uteri oMuttermund; úvula o Gaumenvorhang; rimapudendi o Schaumspalte, etc. adaptados otraducidos posteriormente a otras lenguas.

Avicena concibe la medicina como "scien-tia conservandi sanitatem et curando infir-mitatem", cuyo "genus" es la fisiología y sumateria la patología y la terapia. El médico o"artifex" (lat. medicus) concurre a partir definales del siglo XII con el "physicus".

Otros médicos árabes destacados fueron:Abulcasis, autor de un texto quirúrgico;Averroes, filósofo y médico; Avenzoar, clíni-co; Isaac Iudeus que se ocupó de las fiebresy del examen de la orina y Maimónides delque conservamos unos Aforismos sobre hi-giene y dietética.

Como podemos comprobar, los árabesenriquecieron la medicina de la época conuna gran variedad y cantidad de aporta-ciones propias, entre las que cabe destacar:la cirugía general y la especializada en oftal-mología, la terapéutica, el estudio de la vi-ruela por parte de Rhazès, Avenzoar y Mai-mónides; la farmacología a través de unatraducción de Dioscórides al árabe y de va-rias botánicas médicas, entre las que des-tacan la del hispano-árabe Ibn-al-Baítar.

Entre las fuentes auxiliares para esta la-bor cabe destacar el catálogo Fihrist de Ibnal-Nadim (987), el diccionario al Quifti(1249) y la Historia de la Medicina de IbnUsaybi'a (siglo XIII).

El auge de la botánica médica se debe ala dilatada extensión territorial del Islam y alas rutas comerciales. Asimismo debemos ala medicina islámica la utilización de aguastermales y fuentes medicinales con fines te-rapéuticos, el cuidado por la higiene perso-nal, la cosmética y las normas dietéticas(Maimónides), modelo de los divulgados porla Europa medieval.

Los árabes separan las profesiones demédico y cirujano e inician las asociacionesy los gremios entre estos profesionales.Importante es también resaltar una organi-zación hospitalaria en la que además se im-partían enseñanzas. Entre estos hospitalescabría destacar el Gran Hospital de Bagdadfundado por Rhazes en el siglo X.

El papel que desempeñó el eslabón árabeen la cadena transmisora del saber médicode la Antigüedad fue decisivo. B.M.Gutiérrez

Rodilla (1998,55) presenta un esquema sin-tético en el que podemos observar cómo elárabe recibe el legado médico de lenguas tandispares como el griego, siríaco o el chino,directamente o a través del sánscrito, copto,persa y hebreo en forma de traducciones.Posteriormente, como veremos más adelantese realizarían traducciones del árabe al latíny a algunas lenguas romances, y del árabe alas leguas romances a través del latín. Asíse prolongó durante toda la Edad Media lle-gando hasta el siglo XVII, en las más pres-tigiosas universidades europeas: París, Pa-dua o Salamanca. En sus bibliotecas seconservó, entre otros volúmenes, la "Isago-ge" o Introductio de Johannitius, nombre la-tinizado del médico árabe o cristiano siriodel S.IX Hunayn bn Ishäq, escrito en árabepero siguiendo una fuente griega del S.II, el"Mikroteckn" o lo que es lo mismo, el "Arsparva" de Galeno en versión latina. Se tratade algunos ejemplos de medicina griegatrasvasada por medio del sirio al árabe, yposteriormente latinizada.

3. PERIODO DE RECEPCIÓN,COMPILACIÓN Y ASIMILACIÓN DE 1A

MEDICINA GRECO-ÁRABE ENOCCIDENTE

La vía fundamental de transmisión de losconocimientos médicos de la Antigüedad almundo occidental son las traducciones, enespecial, en las zonas de contacto entre lasculturas cristiana y la árabe: La Italia meri-dional y España, que atrajeron a gran nú-mero de estudiosos de otras zonas euro-peas, como a Abelardo de Bath a quien en-contramos en Sicilia, confluencia de cultu-ras griega, árabe y latina.

Los médicos italianos de la Baja EdadMedia se pusieron en contacto con las fuen-tes griegas antiguas de las bibliotecas bizan-tinas a través de viajes a Constantinopla ydescubrieron los focos bizantinos del sur deItalia donde también se mantenía la presen-cia griega. El contacto de los italianos concientíficos e intelectuales bizantinos, que apartir del siglo XIV se instalaron en Italia,particularmente en Florencia, contribuyótambién a favorecer este proceso de trans-misión.

Parece ser que hasta el siglo XI se lleva-ron a cabo traducciones libres con el fin deque el texto terminal fuera lo más claro einteligible posible. A partir del siglo XII las

1iieronymus |

Page 10: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

traducciones pretendían ser más fieles aloriginal, momento en el que el flujo de tra-ducciones de textos médicos del griego al la-tín fue incrementándose hasta llegar a unmomento incluso de saturación, a pesar delescaso número de científicos con conoci-mientos de la lengua de partida e incluso dela de llegada, y de la profunda separación fí-sica y cultural del mundo latino y el bi-zantino.

Una característica esencial de estas tra-ducciones directas del griego al latín era laestricta fidelidad al texto original. En el sigloXII Burgundio de Pissa hace especial hinca-pié en que las traducciones sean "de verboad verbum", método recogido en el siglo XIVpor Nicolás de Regio "nihil addens, minuensvel permutons".

Entre los principales traductores de laépoca destaca el propio Burgundio de Pissa(1110-1193) que tradujo los Aforismos hipo-cráticos y diez escritos galénicos siguiendo,como queda dicho, un método literal perotambién un acercamiento crítico al textoque facilita el posterior enjuiciamiento delcontenido traducido.

Pietro d'Abano (1250-1316), otro traduc-tor italiano, tradujo los Problemata deCassio (siglo III), completó la traducción deMétodo medendi ad Glauconem iniciada porBurgundio y la de los tratados De locisaffectis, De optima nostri corporis compo-sitione, De cholera nigra, De sectis, De in-genio sanitatis etc.

Nicolás de Regio (1280-1350) se ocupóde la traducción intensamente entre el año1308 y 1345. Fueron en total cincuenta yseis obras médicas: veintiséis de Galeno,cuatro del Corpus Hippocraticum, dieciochopseudo-galénicas, ocho de un autor no iden-tificado y el Recetario de Nicolás Myrepsos.Su traducción más importante fue el exten-so texto de Galeno De usu partium, queconstituye un hito en la historia de la ana-tomía y de la medicina.

A partir del siglo XIV los monarcas y lospríncipes italianos así como algunos parti-culares adquirieron para sus bibliotecas pri-vadas manuscritos médicos griegos. Entreellos destacan Roberto de Anjou, AndrónicoIII o el médico Giovanni Noto Siciliano.

LA ESCUELA DE SALERNO

En el sur de Italia, confluencia de las cul-turas griega, árabe y latina y con clara in-

fluencia bizantina, destaca la Escuela deSalerno, de orígenes y temprano desarrollodesconocidos. Una leyenda muy significativacuenta que en Salerno se reunieron cuatromédicos para fundar una escuela: un griego,un judío, un árabe y un cristiano.

El elemento griego se explicaría por laexistencia de la cultura helenístico-bizan-tina, lo que posibilitaba el contacto perma-nente con la antigüedad. El conocimiento dela lengua griega se mantuvo gracias a lasrelaciones comerciales y culturales con Bi-zancio, incluso desde los tiempos de los lon-gobardos.

Sabemos también que desde mediadosdel siglo X encontramos médicos judíos enSalerno, entre los que destaca Sabattai benAbraham, conocido como Donnollo.

La influencia árabe comenzó ya desde elsiglo VII-VIII, ya que el sur de Italia se en-contraba en esa época bajo control polí-tico musulmán. Ya desde el siglo X-XIdebió conocerse en Salerno la Isagoge deJohannitius que se mantuvo vigente en lasuniversidades europeas hasta el siglo XVI ensu versión latina.

El cuarto componente cristiano-latino esevidente por la presencia de la cultura mo-nacal en esta época. En este caso se explicapor los contactos entre Salerno y Monte-cassino, mantenidos a través de un monas-terio benedictino cercano a la ciudad ita-liana.

Entre los siglos X y XI encontramos en elCollegium Hippocraticum salertino el Passio-narius Galeni, difundido con el nombre deGarioponto o Warbod, cuyos orígenes se en-cuentran en el pseudo Galeno, en el Aure-lius y el Escolapius, y en otras recopila-ciones de fuentes bizantinas y de finalesde la Antigüedad. Mención especial merecetambién la Natura hominis de Alfano (1058-1078), considerada como ampliación de unatraducción del Premnon physikon griego, delobispo Nemesio de Emesa. Del mismo autores la Summa Pulsum o De pulsibus tractatusarchiepiscopi Alphani, obra basada en Era-sístrato y Asclepíades y en algunas fuentesbizantinas.

Alfano representa el eslabón entre la an-tigua tradición siria y la tradición médicaconservada en el monasterio de Montecassi-no. A través de él se ponen en contactoGaleno y la Regula Benediciti pronto exten-dida también a la medicina árabe a travésde Constantino el Africano, sabio droguero ycomerciante, de origen africano que había

34

Page 11: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

viajado por Oriente durante decenios dondetomó contacto con la medicina árabe y aquien posteriormente sus viajes le llevaron aSalerno. Constantino el Africano tomó estenombre después de una estancia de dosaños en el Monasterio de Montecassino don-de se había convertido al cristianismo. Allítradujo, comentó y recopiló una treintena deescritos árabes, entre los que destacan elKitäb al-Maläki de 'Ali bn al-'Abbäs, llamadoPantegne, el Viaticum de Ibn al-Gazzär y losLibri universalium et particularium diaeta-rum de Isaac IudeusComo consecuencia de esta labor la escuelaadquiere gran auge en el siglo XII, épocaen la que se la conoce como Alto Salerno enla que destacan una veintena de persona-lidades que representan la tradición greco-árabe. La biblioteca de la escuela se va in-crementando de forma que hacia el año1150 se disponía ya de toda la Lógica y granparte de la Filosofía Natural de Aristóteles, yde gran parte de las obras de Hipócrates yGaleno debido a la mediación de los árabesRhazès, Avicena, Abulcasis y al-Farabi.

La primera traducción de Constantino,quien se considera a sí mismo como coa-dunator, o compilador, parece ser El Liberurinis que procede del autor árabe Ishäq bnSulaimán al Isrâllï, conocido en la EdadMedia como Isaac Iudaeus. La Materia me-dica de Galeno, adaptada anteriormente porHunayn bn Ishäq fue traducida con el nom-bre de Isagoge in artem parvam y de nuevotraducida en Toledo en el siglo XII. El LiberPantegni de Ali bn al-Abbas es también unatraducción de Kitäb al-Malakï. En el año1127 Esteban de Antioquía reproduce estaobra con el nombre de Regalis dispositio,mejorando la traducción anterior. JuanAflacio, discípulo de Constantino, reelaborótambién un compendio de la misma obracon el título de Liber aureus.

Otra obra reconocida por Constantino elAfricano como traducción es el Viaticum cu-yo autor habría sido Ibn al Gazzär. Estaobra ya había sido traducida en el año 1124del latín al hebreo y en el año 1259 Mosesben Tibbön la traduce en esta ocasión delárabe al hebreo. Este último traductor lereprocha a Constantino haber abreviado yalterado ciertos fragmentos.La crítica de infidelidad con el texto originalperduró durante bastante tiempo, aunquerecientemente parece haber sido matizadacon el argumento de que, a pesar de lasomisiones, vierte el sentido del texto.

El corpus constantiníano parece manifes-tar una cierta voluntad de helenización ma-nifiesta en algunos títulos (Isagoge, Pan-tegni); dentro de su gran obra echamos demenos grandes figuas como Rhazès o IbnSina. Sus traducciones se centran en el ga-lenismo alejandrino y en algunos autoresdel norte de África.

Constantino introduce en su obra unaserie de términos nuevos transcritos delárabe como mery (ár.man) o esófago; nucha{ár.nukha) o médula; siphac [áx.sifaq] operitoné; zirbus (ar.tharb) epiplon, etc. quedesaparecieron a lo largo de la Edad Media,pero de los que en algunos casos quedantestimonios como en pia mater y dura mater,procedentes del árabe al-umm al-raqiq y al-umm aljafi, respectivamente.

Más cortas son las traducciones de unaOftalmología de Hunyan bn Ishäq, y un es-crito sobre la melancolía de Rufo de Efesoadaptado por Ishäq bn Amrän.

La Articella es obra también de la Escuelade Salerno; se trata de una Ars medicinaebien estructurada, considerada hasta el si-glo XV obra representativa de la medicinaconstantiniana. Tuvo mucha importancia enSalerno y fue también decisiva en la primi-tiva enseñanza de las facultades dentro delStudium Generale. El Corpus contiene en laprimera versión la Isagoge de Johannitius,el antiguo comentario In artem parvam Ga-leni, el Prognósytikon de Hipócrates, el escri-to sobre la orina de Teófilo, el del pulso deFilareto y el Liber diaetarum. Más tarde seañadieron los Aforismos de Hipócrates yparte del Canon de Avicena.

Benvenuto Graffeo recoge la Oftalmologíade Hunayn bn Ishäq y recopila textos árabesen una Practica oculorum, proseguida porotros médicos provenzales.

En Ginecología hay que mencionar unacompilación anónima, Trotula de passioni-bus mulierum, recopilación del siglo XII ba-sada en Constantino el Africano, y atribuidaa una mujer, la señora Trott. Dentro de estaobra encontramos ya una Cosmética en laque se habla de maquillajes, tintes y de tra-tamientos "anti-aging,"si se me permite elanacronismo lingüístico en este laberinto delenguas y culturas que es la historia de latraducción.

Desde comienzos del siglo XII la obra deConstantino el Africano, especialmente larefundición de la Articella, comienza a irra-diarse por Europa, especialmente por las es-

3bieronyrnus | 35

Page 12: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

cuelas franconas y anglosajonas y hacia1140 la encontramos ya en Toledo.

En la Escuela de Salerno enseñaban pro-fesores griegos, latinos, árabes y hebreos,cada uno en su lengua. El gran mérito de laEscuela de Salerno consiste en presentar unfondo teórico médico más elaborado que elque se venía practicando en el occidentemedieval, basado exclusivamente en cua-dros clínicos, reglas para determinar eldiagnóstico, recetas y regímenes dietarios.Se trata de una medicina operativa empí-rica sin base teórica. Oribasio, por ejemplo,presenta una serie de descripciones de en-fermedades y de remedios sin aportar lateoría fisiológica subyacente.

Característico de la Escuela de Salernoes el método del comentario, origen del Cor-pus medicinae Salerni genuino.

La Escuela de Chartres, contemporáneade la de Salerno, importante centro del es-tudio del hombre y su mundo, con dedica-ción especial a la medicina y la música, seconvirtió en centro de gravitación de lasobras árabes traducidas por Constantino elAfricano, en receptáculo de todas lascorrientes de su época, en núcleo de cris-talización y de irradiación, sirviendo depuente entre Toledo e Inglaterra, París ySalerno, Oxford y Montpellier, debido a laatracción que ejercía entre los estudiosos dela época, procedentes de los más variadoslugares.

Una de las figuras más destacadas, Gui-llermo de Conches cita en su Phüosophiamundi la Isagoge y el Pantegni,donde se uti-lizan las palabras proa y popa en el sentidode parte anterior y posterior del cerebro pa-ra la localización de las facultades mentales.

La Isagoge y el Pantegni de Constantinoel Africano suponen un precedente de laestructura de la enseñanza de la medicina,ya que se basan en la teoría y la prácticamédicas, que habría que remontar a Aristó-teles (Tópicos VI 1; MetafisicaII,l), teoría de-sarrollada por Macrote y Boecio. La novedadconsiste en la aplicación de este esquema acampos del saber específicos.

LAS ESCUELAS DE TRADUCTORES ENESPAÑA: TOLEDO

Indudablemente, no sólo en Toledo se reali-zaron traducciones durante la Edad Media,pero sí es cierto que parece haber sido elcentro más importante o, al menos, el mejorestudiado. Las primeras traducciones delárabe al latín se realizan a mediados del

siglo X en la Marca Hispánica. Se trataba detextos largos que se presentaban como resú-menes de obras orientales, en los que noconstaba ni el nombre del autor, ni el deltraductor. Los centros dedicados a la tra-ducción en la España medieval son nume-rosos, posiblemente debido a la confluenciapacífica y tolerante entre hebreos, árabes ycristianos, y se extienden por la zona orien-tal y central. Destacan Vie y Santa María deRipoll, que ya en el siglo X contaba con grannúmero de manuscritos, que recogen la tra-dición heredada de San Isidoro de Sevillainjertada en la ciencia musulmana, y a don-de acude Gerberto de Aurillac (967-969) aestudiar la ciencia árabe. Otros centros deinterés son Logroño, Tarazona, donde ejer-ció Hugo de Santalla; Barcelona que conta-ba con traductores como Abraham barHiyya o Platón de Tivoli; Segovia, y antetodo, Toledo.

La ciudad ibero-romana de Toletum per-maneció en poder de los musulmanes desdeel año 711 hasta el 1085 fecha en la que fuerecuperada para los reinos cristianos porAlfonso VI, lo que explica el status que al-canza el árabe como lengua de la ciencia.Ello no supuso ningún obstáculo para queconvivieran en esta ciudad con los mismosderechos, árabes, judíos y cristianos, queaprovechaban el gran número de manus-critos allí conservados y sus conocimientospara dedicarse al estudio de la ciencia y delas letras.

Según H. Schipperges (1972,235), el ára-be se mantuvo hasta el siglo XII como lalengua de los intelectuales, hecho que pro-pició la llegada a esta ciudad de estudiososprocedentes de los más variados lugares enbusca de obras científicas árabes. En estaépoca la escuela de traductores cuenta conmuchos y brillantes filólogos. Por razonespolíticas y culturales, la zona del sur deFrancia no fue ajena al proceso traductor deToledo.

Toledo vivió dos grandes etapas comotransmisora cultural: la primera se iniciaentre 1130 y 1140 y la segunda transcurredurante entre los años 1160 a 1185 bajo elmecenazgo de Alfonso X el Sabio.

El primer grupo de traductores estuvocapitaneado por Domingo Gundisalino ainstancias de Raimundo de Sauvetat en susinicios y posteriormente apoyado por el ar-zobispo Juan de Toledo sucesor de Rai-mundo en el cargo. Entre los componentesde esta "socci y adiutores translations o

36

Page 13: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

cooperatores et interpretes" destacan los ju-díos Salomón y Avendehut, identificado co-mo Juan Hispalense, más tarde (1140-1145)se unieron a esta colectividad Roberto Kre-tense y Germán Dálmata, originario este úl-timo de Corintia y procedente de Chartres yParís donde había estudiado.

Las particularidades lingüísticas de Tole-do, donde, como queda dicho, predominabael árabe como lengua de ciencia, supusie-ron inicialmente un obstáculo para la com-prensión de los textos latinos y griegos, apesar de que la lengua franca de los inte-lectuales era el latín. Sin embargo, los tra-ductores medievales carecían de modelospor no contar con obras escritas en estalengua, razón por la que, en muchasocasiones, tuvieron que innovarla. Otro tan-to ocurría con el desconocimiento del griegoque dio lugar a curiosas traducciones y re-trotraducciones: gr. ureter, ár. al-habib, lat.alhaleb, que algún traductor no experto enla materia y deseoso de eliminar el arabis-mo, tradujo como vena veridis, lo que diolugar a la "vena verde". Tomo esta cita y lasiguiente que reproduzco textualmente deB.M.Gutiérrez Rodilla, 1998, 57):

"Los médicos griegos distinguían dos ti-pos de dolor abdominal, localizados respec-tivamente en los intestinos grueso y delga-do: kolikos (de colon) y eilós (de íleon), ara-bizados en el siglo IX con las formas qulunyy aylawsus. Posiblemente un judío o uncris-tiano oriental leería la segunda palabraen nominativo (ar. aylawsun, que, en al-guna variedad dialectal se oiría cómo algosimilar a eyleson. Esta palabra la relacio-narían con Kyrie eleison (¡Señor, ten pie-dad!), ayudados por el carácter mortal de laenfermedad (...) Los traductores del árabe allatín entendieron que debían traducir estecólico por el "cólico miserere", término queha permanecido hasta nuestros días.

Contra este desconocimiento del latín y elgriego reaccionarán Juan de Garlandia yRobet Bacon en el siglo XIII, lo que no evitóque este idioma fuera deteriorándose hastael Humanismo.

El incentivo para la labor traductora deToledo en su primera fase (1130-1150) fueel proyecto de la traducción al latín de laobra completa de Aristóteles, trabajo acari-ciado ya por Boecio y San Alberto Magno.Dentro de la obra de Aristóteles llamó espe-cialmente la atención el escrito De Anima y,especialmente para los médicos, la Physicadonde hallamos un estudio de la situación

del hombre en el cosmos, la relación en-tre el cuerpo y el alma y otros temas másracionalizados como cuestiones de patologíao etiología.

Miguel de Escotto (1235) representa unelemento de enlace entre la primera EscuelaToledana y la ciencia italiana en la corte delemperador Federico II de Hohenstaufen,quien había reunido en su corte del sur deItalia a una serie de hombres de diversasprocedencias: itálicos, anglosajones e hispa-no-portugueses.

La etapa más gloriosa de la Escuela deToledo fue sin embargo, la segunda (1252-1285) bajo el reinado del rey Alfonso X elSabio y dirigida por Gerardo de Cremona,que realizó allí una gran labor traductora,atraído por la medicina y por la lengua ára-be. Se dice que traducía o transliteraba di-rectamente del árabe y del griego, como po-demos ver en los siguientes ejemplos: gr.phrenitis, ár. faranitis; ar.qaranaitis, lat. ka-rabitus o "color en la membrana del cere-bro."; gr.phrenitis, lat. frenesis (locura).

El vocabulario médico se fue haciendocada vez más rico y preciso con el empleo detérminos griegos y árabes, hasta el punto deque en el siglo XIII aparece una obra de Si-mon de Gênes, Sinónima o claws sanitatis,diccionario consagrado en gran parte a lamedicina.

En este grupo se incrementó el númerode especialistas judíos y mozárabes, comoGalippo y Marcos de Toledo que volvió atraducir la Isagoge de Johannitius, con elpropósito de investigar la obra de Galeno enla tradición árabe. Mención especial mereceDaniel de Morley, un anglosajón desilusio-nado de los estudios de París que llegó aToledo con la intención de estudiar, comotantos otros, la medicina árabe. Después dedejarnos en Toledo el Liber de naturas infe-riorum et superiorum, regresó a Inglaterrapara colaborar en la recepción anglosajonadel nuevo Aristóteles.

La recepción de las obras médicas de laEscuela de Toledo recoge a través de ver-siones sirio-árabes los comentarios de Gale-no a los Pronósticos y al Regimen acutorumaegritudinum de Hipócrates. De nuevo setraduce la Isagoge de Hunayn bn Isháq a laque se añade el comentario de 'Ali bnRidwän. Asimismo se traducen y se comen-tan los Librii ad Almansoren de Rhazès, quegozan de gran difusión durante los siglos XIIy XI, especialmente el Liber nonus adAlmansorem, que fueron editados en Milán y

íieronymus |£omplutens¡s| 37

Page 14: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

Venecia en 1480 y 1500, respectivamente.Un siglo más tarde, Faräg bn Sälim tradujola obra fundamental de Rhazès, al-Hâwï,con el título Continens. El Quanun de Avi-cena fue traducido al hebreo por Natán ha-Meati en 1269. Este Canon medicinae con-siderado como una compilación de la medi-cina helenística en lengua árabe se mantuvocomo libro básico durante los siglos XVI yXVII. Los Cántica Avicennae o Urgúza fit-tibb poema didáctico sobre el arte de cu-rar, que había sido ya comentado porAverroes, fue traducido por Gerardo de Cre-mona y posteriormente al latín por Armen-gaudus Blassi, maestro de Montpellier.Igualmente se traduce la Materia medica deDisocórides, que había alcanzado ya grandifusión en la cultura árabe. A los Simpliciade Galeno se le añaden algunos textos delLiber de medicinis et cibis simplicibus de Ibnal-Wafid, mientras que para los Compositase parte de el Medicinarum compositarumgradibus investigandis de al-Kindï.

Destacan también las traducciones deGuillermo de Moerbecke a partir de textosgriegos de Aristóteles y las de Nicolás deRegio de la obra latina de Galeno.

En el campo de la cirugía se selecciona laSinopsis de Abulcasis. Los textos quirúrgi-cos del Alto Salerno se comparan ahora conla terminología de Gundisalvo.

Las versiones arábigo-latinas de Toledoadolecen de ser muy literales. Los términosárabes suelen aparecer transliterados en la-tín, lo que supone un enriquecimiento léxi-co. Por otro lado, parece ser que los erroresde las traducciones se deben más a unamala lectura que a una mala interpretación.No hay que olvidar que en la segunda etapade Toledo sólo se han documentado dieci-siete arabistas.

A finales del siglo XII la sistemática cien-tífica de Aristóteles sirve de base tambiénpara la Medicina, dividida en Teórica y Prác-tica, que en los albores del siglo XII se inclu-ye en los Studium Generale de las incipien-tes universidades. La medicina alcanza ellugar más destacado entre las Naturalia, si-guiendo el orden de importancia de Gundi-salvo, que a su vez, tendría sus orígenes enun compendio alejandrino que nos trasmiteal-Fârâbï. A este lugar destacado de la me-dicina contribuyeron los modelos árabes deAvicena, al-Fârâbï y al- Kindï, refrendadospor autores occidentales como Boecio,Casiodoro y San Isidoro de Sevilla.

4 . PERIODO DE RESTAURACIÓN YASIMILACIÓN CRÍTICO-SINTÉTICA: EL

HUMANISMO RENACENTISTA

El periodo conocido como Renacimientoabarca los siglos XV y XVI. Durante estaépoca aparecen una serie de característi-cas, en todos los ámbitos de la relación delhombre con el cosmos y con su propiaforma de entender la realidad, que veníanfraguándose ya en Italia desde siglos ante-riores. Las novedades alcanzan a todas lascircunstancias del hombre en el mundo, pe-ro fundamentalmente el elemento desenca-denante va a ser el antropocentrismo, laconfianza del hombre en sus propias facul-tades cognitivas a través del descubrimientode la realidad y de la experimentación, lafuerza motriz de toda la serie de cambiosque caracterizan a esta época.

En el ámbito intelectual y como conse-cuencia del factor desencadenante mencio-nado cabe destacar los siguientes aspectos:la pérdida de valor del legado manipuladopor versiones, comentarios, compilaciones,traducciones y retrotraducciones de las au-toridades clásicas, sometidas en este mo-mento a un proceso de reconstrucción, delegitimidad y de crítica por parte de los hu-manistas; la observación y experimentacióndirecta de la naturaleza, que posibilita elespíritu crítico y abierto a lo nuevo con res-pecto al legado greco-árabe recibido; el pro-greso técnico ligado a una burguesía plena-mente configurada que sustituye a la noble-za medieval y actúa en las ciudades dondeel feudalismo ha sido sustituido por unaeconomía de mercado. Ello dará sus frutosen la invención de la imprenta, técnica im-portantísima para la difusión de la cultura,hasta el punto de que en cincuenta años seeditan ocho millones de libros en Europa. Lasecularización del sabio, como consecuenciade la emancipación de la lógica con respectoa la teología y del objeto de estudio: Las an-tiguas universidades italianas sitúan ahoraen lugar preeminente la Medicina y el Dere-cho, en lugar de la Teología medieval. Nomenor importancia tiene en este cúmulo decambios un hecho histórico definitivo: lacaída de Constantinopla en poder de los tur-cos, hecho que desencadena la huida a Ita-lia de una serie de sabios con los manus-critos custodiados en el antiguo Bizancio.Este hecho va a facilitar la labor de loscultos humanistas en su tarea de recupe-ración del saber clásico, no exento de crí-

38

Page 15: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

ticas a las autoridades. Por último hay quemencionar el nacimiento de las naciones ycon ello la identidad nacional de los sabios yla recuperación de las lenguas vernáculasque, poco a poco irán sustituyendo al latínen algunas publicaciones. En este sentidohabría que recordar a Theophrastus Bom-bastus von Hohenheim (1493-1541), el polé-mico y nacionalista médico alemán comodesafío a la tradición consagrada, conocido,por esas ironías de la historia, como Para-celsus. Parece ser que el primer texto deanatomía en una lengua vulgar sería el deChauliac, escrito a principios del siglos XIVen catalán y posteriormente traducido allatín.

No obstante, todo lo mencionado ante-riormente tiene como resultado la aparicióndel médico humanista, erudito, polígrafo,con amplios conocimientos de la lenguagriega. Esta nueva figura será la responsa-ble de las nuevas versiones latinas acompa-ñadas de comentarios críticos, fundamen-talmente, en torno a dos figuras funda-mentales Hipócrates y Galeno, pero sin ol-vidar a otras autoridades clásicas de ampliadifusión durante el Medioevo. A la tendenciapurista y a la labor de reconstrucción con-cienzuda de los médicos humanistas habríaque atribuir su voluntad de eliminar los tér-minos árabes o de procedencia árabe del vo-cabulario médico, así como la vuelta al grie-go debido los excesivos comentarios latinos,no siempre oportunos, y a la degeneraciónde esta lengua.

En ocasiones hay que atribuir la dispa-ridad de los términos actuales a la coexis-tencia de antiguos términos diferentes engriego, latín y árabe. Es el caso de las amíg-dalas o anginas, cuyo nombre griego era pa-risthmia o antiades y el latino tonsillae, quedio en castellano tonsila. En árabe, sin em-bargo se conocía como al-lauz (almendra)que fue traducido al latín literalmente comoamygdalus, forma en la que se conoce encastellano, francés (amygdale), italiano(amígdala) e incluso en inglés y alemán(Mandel), como sinónimo de los términosmás cultos: tonsil y tonsilla.

A pesar ,o quizá, debido a toda esta acu-mulación de términos, la alfabetización, laimprenta y la consiguiente difusión de librosen ferias como las de Frankfurt, Leipzig,Medina del Campo o Lyon, así como la fa-cilidad de contar con una terminología acu-ñada de forma uniforme hicieron que ellatín se convirtiera en lengua franca.

Las versiones impresas más antiguas, se-gún Sánchez Granjel, (Lain Entralgo, 1972,tomo 4, p.32-37), son las Articella salertia-nas o escritos en latín en los que se reco-pilan diversos autores clásicos, que incluyenel Corpus Hippocraticum, los Aforismos concomentarios de Galeno, algunos libros delas Epidemias, los Pronósticos y algunostextos galénicos y de Johannitius. La Arti-cella fue publicada por primera vez en Pa-dua en 1476 y posteriormente entre 1483 y1500 aparecieron cinco ediciones más enVenecia.

El Corpus Hippocraticum fue estudiado ycomentado en Italia por Lorenzo Laurenzianiy Nicolö Leoniceno, y traducido al latín porFabius Calvus. De él se hizo una primeraimpresión en Roma en el año 1525 y un añomás tarde apareció en Venecia el texto engriego.

Durante el siglo XVI los médicos italianosrealizaron versiones críticas comentadas en-tre las que cabe destacar las de Giam-battista da Monte o Montanus, Expectatissi-mae in Aphorismos Hippocratis lectiones(1553-1554) y la de Marsilio Cagnati, InHippocratis aphorismorum secundae sectio-nes XXIV commentarius( 1591).

Especial mención merece Jerónimo Mer-curiale (1530-1606) que fue profesor suce-sivamente en ciudades como Padua, Bolo-nia, Pisa, Viena, donde coincidió con Maxi-miliano II, y Roma en tiempos de GregorioXIII, y que llevó a cabo una auténtica críticafilológica con el fin de determinar la auten-ticidad de los textos del Corpus Hippocra-ticum. A él le debemos una edición de Hipó-crates aparecida en Venecia en el año 1588,con marcado carácter crítico: Opera quaeextant graece et latine. Veterum codicumcollationes restituía novo ordine in quattuorclasses digesta, interpretationis latinaeemendatione & scrwolis illustrata. Ya conanterioridad, en 1584 había aparecido otraobra del traductor comentarista con el su-gestivo título de Censura operum Hippo-cratis. No debemos olvidar la labor clínica deeste autor que se manifiesta en sus trata-dos: De morbis puerorum (1584); De pesti-lentia (1577) y De arte gymnastica .

También Girolano Cordano siguió la lí-nea de Mercuriale con comentarios críticosa varios textos de Hipócrates.

Entre los médicos humanistas francesesencontramos a Jacques Houllier (Hollerius)a quien debemos las obras Magni Hippo-cratis coaca praesagia (Lyon, 1576J y In

39

Page 16: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

aphorismos Hippocratis commentarii septem(Paris, 1579); a Louis Duret, autor deCommentair sur le six premières sections desaphorismes d'Hippocrate; Interpretationes etenarrationes in magni Hippocratis coacaspraenotiones, opus admirabile in tres librostributum y In magni Hippocratis librum dehumoribus purgandis... commentarii.

Anuncio Foes o Foësius, discípulo deHoullier nos presenta en 1595 la edición crí-tica Opera omnia quae extant. In VIII sec-tiones ex Erotiani mente distributa. Nunc re-cens latina interpretatione & ennotationibusillustrata, considerada como la más valiosahasta que apareciera la greco-francesa deLittré en el siglo XIX. En 1588 aparece laOeconomia Hippocratis alphabeti serie dis-tincta.

Johannes Hagenbutt o Cornarus realizaen 1546 una traducción de Hipócrates com-parando diversos manuscritos.

Leonhard Fuchs traduce las Epidemias ylos Aforismos que aparecen en Basilea en1537 y 1544 respectivamente.

A Theodor Zwinger le debemos la ediciónde Tabulae in XXII commentaries Hippocratisnee non sententiae insignes Hippocratae perlocos communes digestae" aparecida en Ba-silea en 1579.

En el ámbito hispano-portugués cabedestacar a Francisco Valles que presentasus versiones y comentarios en español olatín. Entre ellos se cuentan: Comentarios alos Aforismos (Alcalá 1561); Commentaríain morbis Prognosticum Hippocratis (1567),Commentaria in libros Hippocratis de rationevictus in morbis acutis (1569), In librosHippocratis de morbis popularibus, sobre lasepidemias (Madrid, 1577); Cristóbal de Ve-ga que realiza una traducción comentadade los Aforismos (1562) así como el LiberPrognosticarum Hippocratis (1551) y Luis deLemos, autor destacado por haber realizadovarias versiones galénicas y de Aristóteles ypor el estudio crítico para determinar laautoría de los escritos reunidos en el CorpusHippocraticum, basándose en el análisis delos textos objeto de estudio y en la tradiciónde los primeros comentaristas. Fruto de es-ta labor es su obra Iudicium operum MagniHippocratis, aparecido en Salamanca en1588 y en Venecia, en 1592.

Gabriel de Tórrega (1522), Benedicto Busta-mante Paz (1550) y Ambrosio Núñez (1603)se ocuparon de los Aforismos mientras queEnrique Cuellar (1543), Juan Bravo (1578),

Alonso López Pinciano (1595 y Rodrigo deFonseca (1597) estudiaron el Pronostico.

Por lo que respecta a la recuperación dela obra de Galeno cabe destacar que la pri-mera versión latina apareció en Venecia en1490 y la griega en la misma ciudad en1525.

Entre los médicos humanistas que seocuparon de su obra figuran los italianosNiccoló Leoniceno con los textos In artemparvam Galeni explanationes (Venecia,1544; Lyón, 1556); In libris Galeni sententialibri V (Vene-cia, 1554) y De morbis e Galenisententia libri V (Venecia, 1581). GiovanniFilippo Ingrassia es autor de Galeni ars me-dica (1573) y de In Galeni librum de ossibusdoctíssima et expeetatissima commentaría...Palermo, 1603).

En Francia contamos también con unapléyade de autores dedicados a la recons-trucción y comentario de la obra de Galeno.Entre ellos merecen especial mención Sym-phorien Champier o Camperius, autor de unepítome de la obra de Galeno en 1511;Jacques Houllier que contribuye a esta la-bor con su obra Ad libros Galeni de com-positione medicamentorum secundum locosperiochae octo.

En Oxford y procedente de Italia encon-tramos a Tomas Linacre, fundador del RoyalCollege of Physicians, a quien debemos lasobras De sanitate tuenda libri sex (1526), Detemperamentis, et de inaequali intemperielibri tres (1549) y De naturalibus facultatibuslibri tres (1550).

John Kaye o Cajus editó Galeni de tuen-da valetudine libri sex (Basilea, 1549) y unlibro cuyo título habla por sí sólo: Cl. GaleniPergameni libri aliquot graeci partim hacte-nus non visi, partim a mendis, quibusscatebant innumeris ad vetustíssimos codi-ces repurgati, et sua integritati restitutiannotationibusque ilustrati.

Leonhard Fuchs es autor de Claudii Ga-leni aliquot opera, editado en París en 1549;Johann Günther von Andernach que fueprofesor en París, realizó ediciones de Ga-leno, Hipócrates, Alejandro de Tralles, Pablode Egina y Polibio de Cos.

A Theodor Zwinger pertenece la obra Ta-bula et commentarius in artem medicinalemGaleni ejusdemque librum de constitutioneartis medicae, editado en Basilea en 1561.

España se sumó a esta labor de recupe-ración de la medicina clásica con los si-guientes autores: Andrés Laguna a quien

40

Page 17: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

debemos De urinis (1535); Epitome OmniumGalera Pergameni Operara (1548) y una obraescrita en español Vida de Galeno, publi-cada en Venecia en 1548. Francisco Vallescontribuyó con De locis patientibus (Lyón,1551); Galeni ars medicinales commentariis(Alcalá, 1567) y Comentaría in libros Galenide differentia febrium(Alced&, 1569). Otrosautores españoles fueron Fernando Mena,Cristóbal de Vega, López de Corella, Geróni-mo Murillo y Luis de Lemos.

Además de las figuras señeras de la me-dicina, Hipócrates y Galeno, fueron objetode estudio otros clásicos no menos repre-sentativos como Oribasio, Alejandro deTralles, Pablo de Egina, Celio Aureliano oAecio estudiados por Johann Günther vonAndernach, Guillaume Cop, Cornarus yCristóbal de Orozco. Francisco López Villa-lobos y Jerónimo Gómez de Huerta se ocu-paron de la obra de Plinio y Jean de laRuelle o Ruellius y Pier Andrea Mattiolli deDioscórides, en especial el último de quien

apareció una versión latina en Venecia,1554 Pedacii Dioscórides de materia medicalibri VI, y posteriormente otras tres versio-nes en italiano, francés y alemán.

A Andreas Laguna le debemos una exce-lente versión sobre Dioscórides que intentóevitar errores cotejando varios códices ymanuscritos Pedacio Dioscórides Anazarbeo,que se ocupa de la materia medicinal y delos mortíferos (1555).

Ya en pleno renacimiento serán Fernel yMercado quienes se ocupen de ordenar estesaber médico heredado con aportacionespropias tanto en el método expositivo comoen los conocimientos que les aporta su acti-vidad clínica. A partir de este momento y dela difusión del legado clásico médico a lasdistintas nacionalidades europeas podemosdar por terminada esta larga etapa de trans-misión de la herencia greco-árabe y latina ala Europa renacentista en el campo de lamedicina.

Paloma García Bravo

BIBLIOGRAFÍA

Buckhardt, T., La civilización hispano-árabe, Madrid:Alianza Universidad, 1985.

Gutiérrez Rodilla, B.M., La ciencia empieza en la palabra.Análisis e historia del lenguaje científico, Barcelona: Ed.Península, 1998.

Jacquardt, Danielle: Influence de la medicine arabe enOccident médiéval. En Histoire des sciences arabes, t. III,Paris: Ed. Du Seuil, 1997.

Lain Entralgo, P. Historia de la Medicina, Barcelona: Ed.Masson, S.A, 1997.

Lain Entralgo, P. Historia de la Medicina, Barcelona: SalvatEditores. 1990.

Lain Entralgo, P., Historia Universal de la Medicina, LaAntigüedad clásica, Edad Media y Medicina Moderna, t. II,II, IV, Barcelona: Salvat Editores, 1972.

López Pinero, J.M., La Medicina en la Antigüedad.Información e Historia, Madrid: Cuadernos de Historia 16,n°10, 1995.

Murken, A. H., Lehrbuch der medizinischen Terminologie,Stuttgart: Wissenschfatliche Verlagsgesellchaft: 1990, pp.15-26

Rhodes, P., Introducción a la Historia de la Medicina,Zaragoza: Ed. Acribia, 1985.

Roshdi Rashed: Histoire des sciences arabes, Paris:Editions du Seuil, 1997.

Sánchez Granjel, L., Historia de la Medicina. Salamanca:Gráficas Cervantes, 1975.

Sánchez Granjel, L, Humanismo médico renacentista. EnLain Entralgo Historia Universal de la Medicina, t. IV,Barcelona: Salvat Editores, 1972, pp. 33-37.

Schipperges, H., Moderne Medizin im Spiegel derGeschichte. Stuttgart: Georg Thieme Verlag, 1970.

Schipperges, H., La Medicina en el Medioevo árabe. EnLain Entrago, Historia Universal de la Medicina, t. III,Barcelona: Salvat Editores, 1972, pp. 59-108

Schipperges, H., Medicina en la alta Edad Media latina. EnLain Entralgo, Historia Universal de la Medicina, t. III,Barcelona: Salvat Editores, 1972, pp. 181-242.

Süssmann, M., Medicina hebrea medieval. En Lain En-tralgo, t. III, Barcelona: Salvat Editores, 1972, pp. 119-137.

Tovar, A., Sinopsis de la Antigüedad clásica. En LainEntralgo, Historia Universal de la Medicina, t. II, Barce-lona: Salvat Editores, 1972, pp. 1-17.

jlïieronymus j^omplutensisl 41

Page 18: Las traducciones en la transmisión del legado médico clásico al ...

CRONOLOGÍA DE LAS PRINCIPALES ESCUELAS DE MEDICINA Y CENTROS DETRADUCCIÓN DESDE EL S. VI a. J.C. HASTA EL RENACIMIENTO

S. VI a. Cr colonias griegas dispersas: Rodas, Pérgamo, Cnido, Cos, Agrigento: "Corpus Hippocraticurrí' (griego)

132-135 d.Cr. gran diaspora judia: Palestina > Babilonia, Asia Menor, Balcanes, Norte de África e Hispania

S. I-IV: nestorianos en Antioquia, Damasco (413) y los Balcanes: griego> siriaco

S. II Nisibis: griego> siriaco > árabe

S. II- IV: Alejandría: confluencia de lenguas: hebreo, siriaco, arameo, persa>griego

S, IN-IV: Bizancio: griego árabe

S. V-VI: Edessa, Nisibis, Gondishapur: griego> (siriaco)>árabe

S. Vlll-IX Bagdad: confluencia de lenguas: griego, siriaco, pehlevi, copto; griego>siriaco>persa>árabe;griego>árabe

S. Vlll-X: griego, siriaco, chino>sánscrito, copto, persa> árabe

S. VIII: Córdoba (presencia árabe y hebrea): griego>árabe>latín

S. X: Marca Hispánica (Vie, Sta. Maria de Ripoll, Logroño, Tarazona, Barceíona, Segovia): árabe * latín

S. X -XII: Salerno (presencia hebrea): griego> árabe> latín

S.X-XII: Chartres

S- XI-XIII: Toledo (presencia hebrea): árabe> hebreo> latin

S. XIII Montpellier (presencia hebrea): árabe> griego> hebreo> latín

S. XIV: Padua y Viena

S. XVI: mayor movilidad demográfica {ferias, universidades) y difusión de textos,(imprenta): griego? latín > lenguasmodernas.