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Colaboran en este número: · Eva Serna Arango · Miguel Pérez Rojano · Héctor Leonel Reyes Mora · Adán Echeverría La urbe · Iris Ayala Balderas · Mariana Carbajal Rosas · Daniel Arturo Islas Cabrera · Orlando Bautista Vil 18 de octubre 18:00 a 19:00 hrs. Inauguración Muestra Colectiva de artistas plásticos Nuestro mundo, nuestra mirada 19:00 a 20:00 hrs. Presentación de libro Secretos del abuelo de Jorge Cocom Pech (maya) 19 de octubre 12:00 hrs. Entrega del Premio estatal para creadores y creadoras indígenas“Tlaltecatzin” Huauchinango, Puebla. 17:00 a 19:00 hrs. Mesa redonda: ¿Existe un arte y una estética indígena? 19:00 a 21:00 hrs. Música Elizabeth Pérez (purépecha) FESTIVAL DE LAS ARTES Y LAS CULTURAS INDÍGENAS Del 18 al 21 de octubre de 2006 en el Museo San Pedro de Arte 20 de octubre 17 a 18 hrs. Presentación del poemario Donde nos atrape la noche de Juan Gregorio Regino (mazateco) 18:00 a19:00 hrs. Presentación de libro Viejos poemas de Irma Pineda (zapoteca) y Mardonio Carballo (nahua) 21 de octubre 12:00 a 13:00 hrs. Danza Raíces del pueblo (mixtecos) M.N. $10 No. Octubre 2006 1

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Colaboran en este número:· Eva Serna Arango· Miguel Pérez Rojano· Héctor Leonel Reyes Mora· Adán Echeverría

La urbe

· Iris Ayala Balderas· Mariana Carbajal Rosas· Daniel Arturo Islas Cabrera· Orlando Bautista Vil

18 de octubre18:00 a 19:00 hrs. InauguraciónMuestra Colectiva de artistas plásticosNuestro mundo, nuestra mirada19:00 a 20:00 hrs. Presentación delibro Secretos del abuelo de JorgeCocom Pech (maya)

19 de octubre12:00 hrs. Entrega del Premio estatalpara creadores y creadorasindígenas“Tlaltecatzin”Huauchinango, Puebla.17:00 a 19:00 hrs. Mesa redonda:¿Existe un arte y una estéticaindígena?19:00 a 21:00 hrs. MúsicaElizabeth Pérez (purépecha)

FESTIVAL DE LAS ARTES Y LAS CULTURAS INDÍGENAS

Del 18 al 21 de octubre de 2006 en el Museo San Pedro de Arte

20 de octubre17 a 18 hrs. Presentación delpoemario Donde nos atrape la noche deJuan Gregorio Regino (mazateco)18:00 a19:00 hrs. Presentación delibro Viejos poemas de Irma Pineda(zapoteca) y Mardonio Carballo(nahua)

21 de octubre12:00 a 13:00 hrs. DanzaRaíces del pueblo (mixtecos)

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La revista surge con una muestra de arte contempo-ráneo principalmente hecho por jóvenes, tan nece-sario para mirar entre los claroscuros de la imagen,entre los hilvanes de la poesía y la realidad que nosatañe a cada instante, donde existe la persistencia porla muerte, el sofocante imperio, el hastío o simple-mente la desesperación y la locura de una ciudad.

Las urbe se nos presenta en formas desgarradoraspara quienes estamos inmersos en ella, con sus gre-mios en el contexto de las industrias o su llana sole-dad. Todo se entreteje a las líneas que LeopoldoVallejo, artista plástico nacido en Puebla, asumiócomo parte de la palabra al imaginar a cada mujer,dentro de cada maquila, asida a la esquizofrenia delo cotidiano que en un instante puede convertirse sóloen la muerte. Al trazar sus rictus nos deja una hue-lla, tal como lo ha plasmado, de lo que puedepercibirse en un espacio donde lo primordial es laexperiencia estética, sin juicios.

Así es como se define la creación de esta revis-ta: para quienes transgredan y forjen una nuevarealidad desde otro horizonte, otro arte y otra lite-ratura. Y como dijo Carlos Pellicer: Hoy estoy todolo iguana que se pueda.

EditorialHoy estoy todo lo iguana que se pueda.

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LUPE: ¿Tú cantando in espánich?Joseph (sacando un librito de la

posada): Yo turista de México.LUPE: (Irónica): Primera jornada:

México. Hace unos días fue mi san-to y recibí regalos de todas partes:mezcal, tequila, capulines, cabritos,mariguana, anillos, cadenas, pieles,coches pistolas, ¿y de Jólybud que re-cibí? ¡Un esclavo!

(Joseph se adormece. Canta):Ya se pueden irY no molestarPorque si me enfadoOs voy a apalear.

IVSueño de Joseph Guadalupe.

Lupe duerme, su apariencia es lade un ser débil.

Joseph la mira y la abraza buscan-do protegerla. La atmósfera setransmuta paradisíaca provocandoestupor al fan. Lupe despierta.

LUPE: Cada vez que como unamanzana me siento con ganas de otray otra hasta estar repleta y de nuevotengo hambre. Ven, amor, gocemosdel reino del fuego eterno que hasido preparado para nosotros.

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ioSoc. Griselda Galicia GarcíaDirectora General de Culturas Populares e Indígenas

Mtro. Alejandro E. Montiel BonillaSecretario de Cultura

Lic. Gerardo Pérez MuñozJefe de la Unidad Puebla de Culturas Populares e Indígenas

Hist. Víctor Hugo García AcostaCoordinador del PACMyC

DIRECTORA

Judith Santopietro

CONSEJO EDITORIAL

Orlando Bautista VilReynaldo CarballidoMartín CoronaJohn HollowayRicardo Pérez Quitt

MANEJO GRÁFICO:Óscar Cote Pérez([email protected])

ILUSTRACIONES:Leopoldo Vallejo

DIFUSIÓN EN EL ESTADO DE PUEBLA:Jorge Lara Góngora (Tehuacán)Roberto Lecona Cano (Xicotepec de Juárez)Rubén Moreno (ciudad de Puebla)Iván Romero (UDLA-P)Leopoldo Vallejo (ciudad de Puebla)

CORRESPONSALES EN MÉXICO:

Colima · Daniel Valera Valencia

D. F. · Raquel Barragán Aroche· Fernando García Álvarez· Rosa Manuela Hernández García· Daniel Nava Atrisco(Fábrica de Artes y Oficios de Oriente)

Morelos · Alejandro Campos Oliver

Quintana Roo · Claudio Obregón Clairín

Veracruz · Martha Elsa Durazzo· María Elena Hinojosa

CORRESPONSALES EN EL EXTRANJERO:Isolda Dosamantes (Beijing, China)Juan Carlos Mieses (Sao Paulo, Brasil)Estelle Jolivet (Renne, Francia)

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IIILupe sentada en una taza de bañoenmarcada por un palio, es su tro-no. Entra Joseph Guadalupe, estáamordazado y camina en cuatropatas, trae un cojín en la espalday se coloca frente a ella, quienpone sus pies encima del cojín.

LUPE (canta):En el nombre del cieloYo os pido posada,Pues no puede andarMi esposa amada(Toca su vientre. A Joseph):

Plis, café servis. (Joseph sale. Selima las uñas mientras canta):

Aquí no es mesónSigan adelante. (Se harta de

limarse).Yo no voy a abrir.No vaya a ser un tunante.(Toma un espejo, toca una

arruga, reacciona disgustada yla arroja contra el pesio. EntraJoseph Guadalupe a gatas conel servicio de café en la espal-da y, al intentar salvar el espe-jo, tira la taza). ¡Fan gringo, eresun pendejo! (Joseph recoge lospedazos). Esclavo, ¿llamó mimanáyer? (Él niega tímidamen-te). ¡Estupid! (Irónica): De segu-ro anda cogiendo con putitasnegras. (Canta):

No seas inhumanoTennos caridadQue el dios de los burdelesOs lo premiará.

(A Joseph): No importa, des-de ahora tú serás mi mánayer. Tepermito hablar. (Se acerca aJoseph, le arranca la mordaza.Empieza a excitarlo, le abre laspiernas y se sienta sobre él paraposeerlo). Contrato celebradoentre Lupe Vélez, mecsican actrizavencidada en Los Ángeles,California y Joseph Guadalupe,de veintidós años de edad. (Su ex-citación va en aumento). Claúsulasegunda: La relación será de tra-bajo. Yósep se compromete a serel mánayer, fan nomber guan, ytodo lo que se le dé la gana aLupe. (Orgasmo escandaloso).Claúsula segunda: La relación seterminará cuando la estrella secanse. (Lo abofetea, él grita dedolor). Firman de conformidad,Lupe y Yósep. (Alcanza el clímaxde nuevo, no así Joseph, cuyo pla-cer se ve interrumpido. Silencio.Se separa de él, se sienta en su tro-no, insatisfecha y se adormece.Jospeh palpa su miembro y expe-rimenta angustia, nuevamenteadopta la postura de animal encuatro patas, se acerca a ella, su-plicante, deseoso de que ella curesu angustia, mientras el ambien-te se vuelve monótono).

JOSEPH: (canta).No seas inhumanaTennos caridadQue el dios de los cielosOs lo premiará.

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Contacto: [email protected] [email protected]

Contenido

LAPISLÁZULI Martín Barrios: domador de serpientes 4ENSAYO Eva Serna Arango

COBALTO La bestia negra 8POESÍA La locura

Los anterioresMiguel Pérez Rojano

Café Rosalía 16Héctor Leonel Reyes Mora

Zoofilia 17Adán Echeverría

Ciudad de polvo 19Judith Santopietro

IGUANAL Vagabundo 22NARRATIVA Iris Ayala Balderas

Arcilla 23Mariana Carbajal Rosas

El oscuro cañón de un revólver 25Daniel Arturo Islas Cabrera

AÑILERÍA Crónica de la Reencarnación 28TEATRO de la Escupefuego (fragmento)

Orlando Bautista Vil

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ustedes se preguntarán: ¿Cómose dio esto? A continuación lespresentaremos el contexto histó-rico de este descubrimiento.(Naná duerme de pie).

VOZ: Durante mucho tiem-po, los especialistas afirmabanque sólo había fantasmas y en-tes. Hoy, la Sociedad deParapasicología fundada en1904 por Sir Arthur Douglas,tras veinte años de investiga-ción, descubrió que los persona-jes tienen sus espíritus y que, adiferencia de los fantasmas tra-dicionales se pueden atrapar,conservar y materializar. Estopermite que el fantasma se ma-neje o desdoble en el actor o ac-triz que lo interpretó. El día dehoy comprobaremos esta tesis.

Robles despierta a Naná, lalleva a fondo del escenario y ahíla manipula como títere.

Ahora Naná, el último perso-naje que Lupe Vélez interpretó,le dará vida; por lo que MísterRobles la está preparando paraactuar. (Cae el telón) Ésta es pri-mera llamada, primera. (Pasos co-rriendo). Ésta es segunda llama-da. (Gritos de discusión). Ésta estercera llamada. Tercera. A conti-nuación la obra: Diva resucitada,escrita por Míster Robles. Hipó-tesis A. La energía de un perso-naje es inversamente proporcio-nal al de una diva.

IIMúsica melodramática y dolorosa.

Aparece Naná transfigura-da en Lupe, quien a su vez in-terpreta un personaje suicida.

LUPE (toma una daga): QueDios me perdone… (Se hace unharakiri. Cae muerta. Se escu-chan aplausos. En lugar de latradicional reverencia, alza lasmanos triunfante y orgullosa).

Oscuridad que extingue losaplausos. Audio de guerra. Músi-ca de alguna película clásica de los40. Una pequeña luz como de velaalumbra a Lupe. Aparece un letre-ro que dice: «Lupe Vélez, Fansclub». Detrás de él surge JosephGuadalupe, quien trae un ramo derosas. Joseph Guadalupe se diri-ge a Lupe con la mirada baja, ellalo mira con superioridad, él searrodilla y deposita ante sus plan-tas las rosas. Lupe asemeja unavirgen corriente, mal pintada. Seescucha «Santa» de Agustín Lara,invadida de scratch hasta hacerseinsoportable. Lupe se transformaen una mujer gozosa.

(A Joseph Guadalupe): Éstosson los autógrafos al estilo LupeVélez. (Se le acerca, saca unapluma de ave, le desabotona lacamisa y le firma sobre el pechoun autógrafo mientras él gime.Se levanta indiferente, mientrasél la mira enamorado y la sigueen cuatro patas. Oscuro breve).

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omador de serpientes, élmismo se ha nombrado, y como

bien lo ha escrito, se ha converti-do en un testimonio de su

pueblo. Este pequeño hombrecon palabra buena nos presenta

la realidad que se vive en Tehuacán,Ciudad de Indios.

Una realidad que de a poco llora,grita, se organiza y defiende. Un munici-pio, como muchos otros, en donde laexplotación de los trabajadores de lamaquila es una constante.

La capacidad de Martín Barrios sedestaca al escribir poemas y desojar, conflores y cantos, su mirada a través de esevalle rodeado por la Mixteca y la SierraNegra: ese lugar en donde conviven lospueblos nahuas, mazatecos y popolocas.En sus poemas encontramos paisajescotidianos en los cuales pasado y presentese funden en un mismo territorio.

Y si bien su mensaje en náhuatl ha sidoescuchado y valorado al ganar el PremioNacional de Poesía Indígena, JovenAcolmiztli Nezahualcóyotl, en el 2002, loque más nos gustaría resaltar de él es la granlabor que ha desempeñado en su pueblo.

Muchos sabemos las condiciones inhumanasque viven los trabajadores de la industriamaquilera, pero son pocos los que se comprometencon la defensa de los derechos humanos y laboralesde estas personas.

Martín Barrios:domador de serpientes

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IVOZ: Buenas Noches a todos.Como en cada aniversario, la So-ciedad de Parapsicología deCalifornia se complace en exhibirlo más avanzado en cuestionesdel más allá y en investigaciónparanormal. Ello a pesar de lo quepiensen los escépticos, que porcierto, cada vez son más menos.Hoy les mostraremos la posibili-dad de poseer la energía de unente que hemos capturado en unacinta cinematográfica, y que ade-más puede actuar. (Pedante):Algo que llevó años de investiga-ción científica y que hoy, en el díade nuestro aniversario, compro-baremos. (Música New Age) Ypara hablarnos de su descubri-miento, tenemos el placer de pre-sentar al presidente de nuestraasociación: Míster Robles.

Se levanta el telón; la mantase despega y cae sobre MísterRobles, quien pretende hacersu entrada triunfal, y humilla-do por el accidente, se escondeentre las cortinas del escenario.

VOZ: Este nuevo ente es in-clasificable pues rompe con lataxonomía empleada hasta hoypor los parapsicólogos.

Inicia la proyección de lapelícula «Naná» (Gorostiza,1943) en blanco y negro, yaudio rayado.

ROBLES (enérgico): Ennombre del Maese Supremo Sir

Arthur Douglas, yo te invoco,ánima que habitas en la cinta deceluloide bajo la advocación deNaná. Manifiéstate, espíritu.(De repente, aparece la siluetade alguien prendido en el telónde fondo. Una luz la descubre:es una mujer que lentamentecobra vida real y se desprendede la pantalla. La proyección ter-mina. Ella empieza a moverse ya bajar como indica Míster Ro-bles. Al llegar al suelo la abra-za). Bienvenida Naná.

VOZ: Y con ustedes, Naná.NANÁ (viste como prosti-

tuta de cine mexicano de los 40con influencias francesas): Gra-cias, caballero.

ROBLES (emocionado):Este descubrimiento cambiarála historia de la parapsicologíay de la actuación

NANÁ: ¿De qué habla?ROBLES: Naná fue el último

personaje a quien el objeto ele-gido para la investigación diovida. El objeto a estudiar fueLupe Vélez. (Naná coquetea conRobles. Él la ignora. Dogmático):¡Las técnicas que empleamos nospermitieron sacarte de losfotogramas! (Naná pasea insegu-ra por el escenario) ¡Desde hoyya no será necesario quebrarse lacabeza haciendo aburridas bio-grafías de las estrellas pues conmi invento se podrán extraer lospersonajes para interpretarlos! Y

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Sucede que el camino noes fácil, ya que enfrentarse algran poder del dinero tienesus consecuencias. En el casode Martín, las amenazas, lasgolpizas, las trabas jurídicas yla cárcel no han minado suinterés por forjar una realidadmejor para los trabajadores delas maquilas.

Y es que en Tehuacán o«Maquilatitlán», como lospropios pobladores le hanpuesto, el acoso sexual amujeres, la discriminación alos indígenas, la explotaciónde niños de hasta 11 años deedad, el despido injustificado,la recontratación cada tresmeses para no generarantigüedad, las jornadas

laborales de hasta 12 horas sinpago extra, la contaminacióndel agua, de la tierra y eldesgaste del tejido social soncada vez mayores.

Ahí nos encontramos conque es más importante lapalabra de un empresarioadinerado que las vocesunidas de trabajadoresquienes tienen que vivir encondiciones paupérrimas; la«justicia» toma de la mano alpoder del dinero y dejadesprotegidas a las personasque viven en casas de lámina.

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Crónica de la Reencarnaciónde la EscupefuegoOrlando Bautista VilPERSONAJES:VozActriz que interpreta a Naná / Lupe / Mujer suicida / Changa / Mujer apache /Galán / Mexicano / Lupe la fan / ProductorActor que interpreta a Míster Robles / Joseph Guadalupe / Rey Mono / Vaquero /Dama joven / Cacto-soldado / Lupe la diva

México 2002

IUn viejo teatro de Los Ángeles,California, un 14 de diciembre,aniversario luctuoso de LupeVélez.

Antes de iniciar la obra, seentregan dos panfletos dondese lee:

Míster Robles es un farsan-te, no sabe ni estafar.

Naná es una virgen frígiday a la vez una marioneta.

Sobre el telón hay una man-ta que informa:

«Bienvenidos, compañeros.Sociedad de Parapsicología deCalifornia»

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Así, Barrios se ha convertido en voz dequienes por su condición no tienen ni los másmínimos derechos. Se ha convertido en brazopara asir a los trabajadores que son tratadoscomo mercancías, que tienen que aceptar lascondiciones de trabajo en las maquilas, puesel hambre no perdona.

Esta situación es lo que causó la detencióndel poeta, ya que por supuesto la labordesempeñada no es la más conveniente paralos empresarios de la maquila. Barrios se haconvertido en una piedrita muy estorbosa enel gran zapato del capital. Si queda algunaduda al respecto, nomás hace falta darse unavuelta a «la capital de los blue jeans»; recorrersus calles; platicar con sus pobladores;acercarse al Dren de Valsequillo y respirar suambiente, porque la pobreza, la contamina-ción y la explotación están a la vista de todos.

En el Canal o Dren de Valsequillo se puedeobservar el agua azul oscuro que producen lasdescargas de las lavanderías e incluso esimposible evitar oler el tufo que despidenestas aguas. Como resultado de los procesosde deslavado a los que someten la mezclillapara cumplir con las demandas de la moda,las descargas de agua de las lavanderías tienenresiduos de pelusa de mezclilla, químicoscomo grancell, permanganato de potasio,cloro, sosa cáustica, ácido acético, bisulfito,antiozeno, arenas sílicas y residuos de piedrapómez. Todo esto altamente tóxico y contami-nante. Además, se ha detectado que las aguasresiduales que fluyen por el Dren contienenmetales pesados como zinc, plomo, cobre,níquel, selenio, cadmio, cromo y mercurio.

Estas descargas terminan en los cultivosde maíz y legumbres ubicados en San DiegoChalma y Ajalpan. Con esa agua se estáregando chile poblano, calabacitas, jitomate,maíz, los cuales se lo están comiendo los

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gura ahorró suficiente dinero y compró unapistola en el mercado negro de armas. Unanoche al salir del trabajo, el guardia de lamaquiladora no la acompañó, así que deci-dió esperar un taxi, el cual no llegaba; deses-perada caminó; de repente apareció el auto-móvil negro; descendió Mario; ella corrió sindarse cuenta que se dirigía a un pequeñoacantilado; al voltear a verlo cayó al suelo;presa del miedo trató de levantarse; Mariogritó y dijo: «¡Nos denunciaste con la poli-cía. Te voy a matar, maldita perra!». Él le quitóel aliento de una patada. Martha abrazó suspiernas de él para derribarlo, pero era de-masiado fuerte. En ese momento el guardiade la maquiladora lo golpeó en la espalda.Mario era más joven, desarmó a su adversa-rio mas no pudo conservar la pistola por mu-cho tiempo. Un brillo niquelado rodó cuestaabajo hasta perderse entre los matorrales. Elvelador había sufrido una lesión en el hom-bro, ya no podía defenderse. Él avanzó hacíaMartha, con la decisión de matarla escritaen su rostro. Súbitamente ella palpó su bol-so, sintió el peso del metal y sin percatarsede sus movimientos sacó el revólver. La som-bra de Mario quedó paralizada. Como lehabía aconsejado el viejo de la maquiladora,apuntó a la parte baja del esternón; presionóel gatillo suavemente, segura de acertar enel blanco. Mario perdió el control y desespe-rado saltó hacia la maleza, rodó unos me-tros abajo, antes de que pudiera levantarse.Martha lo alcanzó; él temblaba, así que tratóde articular unas palabras, tal vez de súplicacuando supo que no tenía escapatoria. Su vozse quebró en el frío, mientras ella le apunta-ba el oscuro cañón de su arma. Antes de quelo sometieran los otros guardias de lamaquiladora, Martha lo miró arrodillado, lomiró horas, lo miró toda la noche o duranteaños oscuros concentrados en unos segun-dos de esa única noche.

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tehuacaneros. El cultivo se está llenando demetales pesados y al cabo de poco tiempoesa tierra se volverá dura, una tierra estéril.

Aproximadamente siete kilómetros delDren de Valsequillo atraviesan la ciudad deTehuacán, así que se hizo un censo en elmunicipio de los habitantes de las coloniasaledañas al canal, y el resultado fue que laspersonas de la zona padecen de fauna nocivacomo ratas, cucarachas y moscos.

Pero quizá éste no sea el problema mayor.Desde hace tres años comenzó a descubrirseun alto índice de niños que aparecían concasos de leucemia en Tehuacán. El comúndenominador es que viven en colonias a laorilla del Dren de Valsequillo, y debido a queen Tehuacán las temperaturas son de 35 a 40grados los pobladores constantemente estánrespirando los residuos tóxicos de laslavanderías de maquiladoras, ya que todoeso se evapora. Y a pesar de que los padresde familia se manifestaron en contra de laslavanderías y dieron a conocer el caso de sushijos enfermos de leucemia, las autoridadesno han hecho nada al respecto.

Esto es parte de la realidad que se vive enlas calles de Tehuacán; esto es lo que hanquerido tapar con mentiras, amenazas ycárcel los empresarios maquileros, pues elproblema de «Maquilatitlán» es más comple-jo de lo que nos dejan entrever.

De alguna manera, esta información asalido a la luz pública gracias a la investiga-ción realizada por los integrantes de laComisión de Derechos Humanos y Laboralesdel Valle de Tehuacán, de la cual MartínBarrios es director.

Así, cuando él se denomina domador deserpientes en uno de sus poemas, no hacemás que definir la labor que ha desempeña-do en su pueblo.

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Lmidos. Sigilosa fue al baño, tomó una du-cha; mientras el agua caía, en su mente serepetían las imágenes de la violación. Aga-rró el estropajo y con furia tallaba su cuerpo;sentía asco y repulsión por sí misma. Des-pués fue al cuarto, ya acostada, lloró toda lanoche. A la mañana siguiente tenía ansiedad,no deseaba decirle a nadie lo ocurrido. Nofue a trabajar, pero era necesario hacer algopara evitar el embarazo, entonces fue a ver asu médico y éste le recetó la píldora del díasiguiente; él le sugirió que presentara la que-rella. Pero ella no lo hizo por temor a seragredida y por no creer en la justicia. Cuan-do sus padres se enteraron se sintieron ofen-didos. Martha cayó en la depresión, tenía iray sentimientos de culpa; varias madrugadasse despertaba sobresaltada, pues en sus sue-ños se repetía la escena vivida. Todas las no-ches al salir del trabajo solicitaba al guardiade la maquiladora que la acompañara a sucasa por temor a ser atacada. Al llegar a sudomicilio se encerraba, no salía con amigasy dejó de ser sociable.

Un fin de semana fue a comprar unasfrutas al mercado, mientras las escogía sin-tió la mirada de alguien; repentinamentevio a Mario que le sonrió lamiéndose el la-bio herido. Caminó rápido, presa del pá-nico, tropezándose con la gente, y al salirdel mercado reconoció el coche de los agre-sores. Abordó un taxi para alejarse del lu-gar. Después de este suceso sentía fobia alver los carros negros. A partir de ese mo-mento los sujetos empezaron a rondar cer-ca de su casa y Martha sintió terror. Con eltranscurso de las semanas enfermó. Elmédico diagnosticó anemia.

Fue cuando ella ya no aguantó esta situa-ción y decidió hacer la denuncia de los he-chos y tomar el control de su vida, pero sedesesperó por no ver resultados en la inda-gatoria de la policía. Dispuesta a sentirse se-

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La bestia negraMIGUEL PÉREZ ROJANO

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Boulevares desesperados por una lluvia matinal fresca y tranquila,extraviados, varados en la pestilencia,las venas negras de la bestia,se ensanchan, crecen, una erección incontrolable,enrollando iracundas y de la forma más hostillas colinas, la abertura entre montañas, el ojo de la tierra, la frágil pradera,consumiendo a las generaciones ansiosasde un modo sugestionado de construcción,enloquecidas torturan sus sentidos desgarrándose pálidas neófitas, borrachas, salvajes antropófagos con la prisión en ellos mismos sin duda.

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El oscuro cañón de un revólverDaniel Arturo Islas Cabrera

Aquella noche oscura Martha salía de lamaquiladora. Mientras caminaba meditóla fuerte pelea que tuvo con Mario; teníauna semana de haber terminado con él. Derepente, tres cuadras antes de llegar a sucasa vio un coche negro; comenzó a cami-

nar de prisa, pero a la siguiente esqui-na se interpusieron dos sujetos

que cubrían sus rostros conpasamontañas. Uno deellos, puñal en mano, ame-nazó con matarla. Martha

no opuso resistencia por te-mor a ser herida, de inmedia-to fue inmovilizada. Forcejeó

y trató de soltarse, aunquefue inútil. La subieron al

automóvil, la llevaron aun lote baldío donde seencontraba una casadeshabitada. Con vio-lencia entraron, uno

de ellos se abalanzó abesarla, desesperadaMartha le mordió los la-bios, enfurecido descargó

una bofetada contra ella. Fuecuando aprovecharon parasujetarla, ella hizo lo posi-ble por defenderse. El quele pegó a ella, de un jirón

desgarró sus ropas y la violó, después si-guieron los otros dos. Antes de irse, la ame-nazaron con matarla si los denunciaba.

Ella se fue de ahí llorando de rabia porlo ocurrido. Vagó toda la noche sin rumbo.Al llegar a su casa, sus padres estaban dor-

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Lgan tantas trenzas como amantesme hayan conocido, que me cru-cen los brazos sobre el pecho, re-cuesten mi cuerpo inerte en el re-gazo abierto de la corteza, me cu-bran a puños y como lápida siem-bren semillas en la tierra suelta,luego mirarán la tumba con son-risas asoleadas y ojos tristones ycantarán conjuros, bailarán danzascubiertos de arcilla roja y beberánvino que se derramará por sus la-bios embriagados hasta que deci-dan que haya sido suficiente.

Quiero que la tierra bese micuerpo y los gusanos ciegos en-tren bajo mi piel y se paseendevorando mi carne engordan-do voluminosamente a costa demis placeres; que devoren consus pequeñas mandíbulas fero-ces mis entrañas, mis pasiones,odios y amores desenfrenados.

Quiero que me coma la tierravorazmente, entrando a mis cuen-cas, a mi boca, al ombligo y al sexo,que las hormigas se lleven peda-citos de mi carne a sus hormigue-ros y sobrevivan al invierno.

Quiero que mis jugos putre-factos se derramen en la tierra,que me beban las raíces, rever-dezca la hierba con mis líquidosy florezcan los jazmines, que secoman mis ojos los escarabajos;y mi cerebro convertido en unbrebaje terrible, contenido abso-luto de mi ser, sea bebido por losdemonios del infierno poseídospor la verdad de la luz y queexcretan sus fluidos al engrana-je del universo.

Quiero que los gases meta-no se conviertan en fuegos fa-tuos que confundan la cópulade las luciérnagas. Y que mi ter-cer ojo sea tomado por la len-gua larga y pegajosa de ese sercaótico del cual provino.

El día en que muera quieroser enterrada vestida de arcillaroja para convertirme en tierra,aire y flor.

Las tormentas humedeceránmi piel verdusca e inflamada paralos hongos y los rayos convulsio-narán mis restos pulverizándolosy mis sales minerales se filtrarána los ríos y los mantos pluvialesformando parte de las estalactitas,y de alguna manera, aunque metome siglos podré convertirme enla sal marina de tu cabello.

Así, amor, podrás escucharmi voz susurrándote poemas aloído al abrir los brazos y sentirel viento en la cara, podrás acu-rrucarte en mi pecho al descan-sar bajo la sombra de los árbo-les y yo podré abrazarte con alalma a través de los mundos.

Así, amor, cuando te escabu-llas de los hombres para tocar lascuerdas de tu instrumento a losgrillos, puedas acariciar mi pielcon los pies descalzos sobre la tie-rra, puedas jugar con mi cabelle-ra al pasar las manos por lospastizales y aspirar mi aroma alacercar tu cara a los jazmines.

El día que muera realmenteno lo haré porque solamentepara ti yo quiero ser tierra, quie-ro ser aire, quiero ser flor.

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La locura

El autismo del domingo, El laberinto de luces, Un «ave césar» surca el nacimiento del saludo nazi, la ciudad se deforma por la edad, una vieja puta, agitada, disminuida,ya tan envejecida y aún naciendo al moderno, al ridículo mundo moderno, al tosco mandato del «tío sam»susurro arrogante,ejemplar porquería, un gran teatro, su engaño de grandeza.

IV

El hombre y la ciudad La balanza rota gente, millones de rostros,ratas de chillidos perdurables, agudos,gritos proclamando el cielo,comprando y vendiendo, comprando y vendiendo, com-prando y vendiendo, comprando ...hablando sin decir nada,

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Arcilla Mariana Carbajal Rosas

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l día en quemuera quieroque todos misamigos sientan un es-cozor detrás de la oreja. El día en que mueraquiero que sea un día soleado y así todos pue-dan ir a mi entierro con ropa ligera.

Quiero ser enterrada en un campo entredos árboles para que no me hagan sombra, queescarben mi tumba con las manos y no muyprofundo, lo más importante es que deben en-terrarme desnuda, sin cajas absurdas que loshombres de ahora creen pueden salvarlos dela degradación; pobres los que ignoran el sa-grado bien de la descomposición, yo por miparte regresaré a mi madre.

Deben vertir agua fresca sobre arcilla roja,mezclarla con las manos y cubrir todo mi cuer-po comenzando por mi pecho, el cuello, loshombros, mi vientre, mis piernas, todos misdedos y la cara, poniendo especial cuidado enlos labios y párpados.

Quiero vestir solamente el color del cieno paraque me reconozca en su lecho. Quiero que me ha-

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A mi querido jaguar, que vino a mí de entre las aguas

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Iris Ayala Balderas

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LVagabundo

na mirada al reduccionismo simple, alminimalismo insano provoca que separen a montones cuasiformas anima-das revolcadas en apenas un poco deética, unívoco y sordo el arrabalsucciona, llama, seduce cretino y clan-destino, acosa, desea, incluso piensaen púrpura fosforescencia.

Cabe la calle por los ojos, la mise-ria, los demonios atiborrados en elalma y el fétido aroma de un cuerpoenfermizo, torpe, pesado, vegetativo,pensativo que escurre por avenidastan lento que apenas se percibe elmovimiento purpúreo somnoliento,caduco al parecer antihéroe sin saber.

Romántico vislumbra en el triun-fo de su vulgaridad un credo sinceropara sí, no eterniza la estupidez deuna sociedad podrida, un grito des-templado lo ahoga, irradia muerte sevuelve para sí y para él.

Huérfano de suerte, has de espíri-tu endeble un violáceo recuerdo dis-tante, distinto a todos despierta que-damente, termina de nuevo, nunca me-dianía avanza pero quieto, quieto.

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callados, mirando hacia arriba, angustiados, heridos.

Sumisos a nuevos dioses, el descaro del acero, la ira del concreto,el verano azul está ahí sabio y duradero esperando ser miradonuevamente,pero las tardes en las ciudadeshunden,con su gente disminuida, con su envidia posmoderna, vienen y cubrencon óxido, con el lodo pestilente del tiempo,con grietas, lama y polvocarcomen profundamente la garganta del gorrión,al hermoso corazón, al cisne, al león a la voz que es trueno esplendorosoy eriza con su visión poética la sucia metrópoli y a su brillante poder y a su ruidosa paz, un hombre derribado observa lo majestuoso, lo masivo,no en el panal...el triunfo del fracaso el anonimato.

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La mujer a la intemperieEn el cráneo abierto del dolor

En un cuarto enmoheciedo de gargantas silenciosas

Yo no destilo gotasEso es tan inútil como dormirCon el cuchillo entre las manos

Como los topos que hurgan los resquicios polvorientos:Nadie las encuentraNadie siembra el llanto contra el piso

No sabía a dónde iban las mujeres apiladasen el quiebre del camino:

a dormir el sueño entre las dunasen la oscura línea del desiertofermentadas ante el solcon su presencia eterna y árida

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La frustración de todas las esperanzasel transporte público en alas del deterioro,la hermosa corrupción, la destrucción general,los centros comerciales y su increíble bajeza,lo superficial que ahorraen tiranía por libertad, la ciudad y su aire inocente,las pequeñas parábolas en su publicidad.Hemos nacido de mil en mil,abominables escogidos por la guerrapor la ceguera. ¿nos cansaremos de vivir tanto? Enojados con migraña a la hora del trabajo,sin sexo y transpirando viejos horrores,en un desierto propio de vigilia eterna,en busca de Dios, de paz, nunca llorar nunca,síntomas que privilegianvivir en ciudad desgañotándosede emoción , de frustración, engañado y celoso desde hace largo rato

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pan sacado del nido de su vientrebajo un carraspeo polvosoentre rescoldos de calor y lluvia

Camina a la sombra de nubes corroídasQue sangran el parto de la tarde

Plomo al acechosin rostro ni palabra

Aquella vez la mujer a la distancia parecía árbol quietoDeslizaba pasos por la noche llovidade barro y costillas disecadas

aún oí sus raíces chasqueando entre los autosel repiqueteo de sus puños sobre la ventana ciegala voz que parpadeaba de silenciocomo enramado tembloroso en el vacío:

una cruz de quietud y desierto:el adiós intemporal

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a cada alma que se encuentre y hable,por cada poema por cada vaso de ronpor mi eterna fuente amarga y su canción placentera, sabiendo escuchar.Los nuevos símbolos pasados ya del mediodía la historia del hombre y su civilización se cruzan, se curvancaen y ascienden y no muy lejos en el futuro verán monstruos, y casas y suburbios... tienen todo el tiempo, como en un principio, los materiales, con respecto a nosotros,la ciudad sabe que somos la mareacaballos pastando y su imagen prístina, belleza...depende de cómo arré y descubra cómo estamos hechos.

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Ciudad de polvoJUDITH SANTOPIETRO A las asesinadas de Juárez

Una mujer se agotaEn la esquina de la mesa

Se acurruca como gato adormilado en la ventanaPensando en el menú de costumbre:

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Los anterioresEstos son los anteriores Los que ya no están Ya se han ido.Aquí están los anteriores los que no se ven ni se tocan y mucho menos se oyen.Aquí están los de antes los que se dan la espaldalos que no se hablanperdidos entre callejones ahí están juntos y lejanos, hambrientos, molestos, siempre rasgándose con su sonata triste y monótona con su sexo frustrado, con sus atarjeas sucias… los de ayer, los de antes los anteriores los perdidos en sí. Perros solos a medio boulevard siempre ajenossin límite y sin partida ahí están vagando andando

siempre

los de antes, los de ayer, los de hoy, los de siempre.

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IILas moscas no se acercan a mis huesos.Zarigüeyas relamen las pestañas.Despiertoy aún escucho la voz de las iguanas trepadas en las piernasesperan mi decesoobservando saborean los sueños.

IIICamino entre vidrios ocularesentre espinas secascon la espalda plagada de mosquitosy ratas prendidas de los labios.Saltando sin querer envenenarmepor los besos de serpientes en las nalgas.Uno a uno caen los murciélagosentre los ojos se esconden las tarántulasy en mis dientes la luna se hace escarcha.

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Café Rosalía

El mediodía es un largo reposo de la nube callejera,la música existe en los oídos de nadie,el pensamiento es una paloma que añora la mano de papelque la depositó en estas líneas;si viva, el ave tendría gotas de sangresobre el haz de luz que aquí es la puerta.El que recibe no observa al que entra;pasajeros sin viaje, los que están,no sostienen plática feliz ni con sus propias manos;el mingitorio —óvalo sin ningún rostro—no es atravesado por mirada alguna;pocas almas arrean las banderas de la sed y el hambre;aquí beber cerveza es soplar aire caliente en el globo dela desesperación;fumar, edificar un velo medroso donde el ojo de afueraignora que puede ver.

Gaudí con sal, infinitud, limón y pedazos mentales debotella obscuraque podrían tener misterio de ser, desde aquí.

Salir liberado de la sombra de un café donde no se sirve café.Cuesta de un cuerpo que nadie vio entrar,ni salir hacia el puente de Xallitic;calle abajo animal que busca guarnecer su instintodesprotegidopor el ruido que es invisible fuego perseguidor,o chorro de agua sucia que una mujer arrojaluego de limpiar las huellas de la humanidad que nun-ca paró por allí.

HÉCTOR LEONEL REYES MORA

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ADÁN ECHEVERRÍA

ZoofiliaAnimal he de ser en mi existir

pierde la razón y se feliz.

I.Esquivar prediccionessentencia de sabios y caleidoscopios.Corregir pasosdel camino donde quedaron las sandalias empolvadas.Los rostros no me esperanse cuartea el vidrio y las rosas se marchitan sin aliento.