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    IntroduccinLas fuentes

    El nacimiento

    El escenario

    El lugar del nacimiento

    El pesebre

    El buey y el asnoLos protagonistas

    La Virgen Maria y el Nio Jess

    San Jos

    La adoracin de los pastores

    La adoracin de los magos

    ConclusionesBibliografa

    Relacin de obras expuestas

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    Introduccin La conmemoracin del Nacimiento de Jess es, junto con la celebracin de suPasin, Muerte y Resurreccin, uno de los principales acontecimientos del AoLitrgico Cristiano. Por ello, es un tema que ha interesado a los artistas de todoslos tiempos, independientemente del marco geogr co y cronolgico en el quedesarrollaron su actividad.

    Por ese motivo, coincidiendo con las fechas navideas, el Museo del Pradoquiere ofrecerles un recorrido por una seleccin de obras destacadas de su colec-cin que re ejan los episodios ms destacados del Ciclo de la Navidad: El Naci-

    miento de Cristo, la Adoracin de los pastores y la Adoracin de los Magos.Son obras realizadas en fechas muy diferentes, desde la primera mitad del si- gloxv en que Fra Angelico incluye una Adoracin de los Magos en la predela de su fa-mosa Anunciacin hasta nales del sigloxviii cuando Mengs pinta para Carlos IIIsu esplndida Adoracin de los pastores, en la que incluye su autorretrato. Del mismomodo, veremos que se trata de creaciones de artistas de variada procedencia, queilustran perfectamente las principales escuelas representadas en el Museo espao-la, italiana y amenca, incluyendo tambin una obra de escuela alemana la citada Adoracin de Mengs, aunque dominada por notas estticas de raz italiana.

    Pese a esa variedad geogr ca y temporal, el espectador podr comprobar laexistencia de unos modelos iconogr cos que se repiten una y otra vez, aunquematizados por las especiales circunstancias de cada artista o cada momento, des-de la minuciosidad descriptiva del arte gtico hasta el naturalismo exacerbado dela pintura barroca los pies sucios de esclavos y pastores, con sus ropas ajadas poel uso, por ejemplo, pasando por la importancia concedida a la arquitectura rena-centista en las composiciones de la primera mitad del sigloxvi , ya sea en Espaa oen Flandes. Tambin la estrecha relacin que puede establecerse entre la riquezadel cortejo de los Magos pintado por Rubens en la extraordinaria Adoracin querealiz para el Ayuntamiento de Amberes y la importancia que la actividad co-mercial y la importacin de exticos objetos de lujo tena en esa ciudad.

    Dentro de esas constantes iconogr cas se encuentra, por ejemplo, la posturaarrodillada de la Virgen en el Nacimiento, la presencia constante del buey y el asnola colocacin del Nio en un pesebre para ser adorado por los pastores, o la gurade la Virgen con el Nio sentado en su regazo para recibir las ofrendas de los tresMagos de Oriente, aunque la actitud del Nio puede oscilar desde la curiosidad in-fantil que le lleva a coger las monedas que le ofrece Melchor hasta la manifestacide su condicin divina al bendecir al citado Rey Mago cuando este le besa el pie. Lgura de San Jos, en cambio, experimenta una gran evolucin, desde la imagen caricaturesca del Bosco que le presenta secando al fuego los paales del recin nacidhasta la gura cargada de ternura que pinta Mano besando con gran delicadeza yamor paternal la mano del Nio. Y no solo cambia su actitud, sino tambin su apa-riencia fsica, desde las representaciones ms antiguas en las que aparece como un

    entraable anciano hasta las imgenes posteriores al Concilio de Trento en que yaes un hombre adulto pero con una edad mucho ms acorde a su paternidad.

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    Todos esos elementos o detalles estn tomados de diversas fuentes o textos,tanto cannicos como apcrifos, cuyo anlisis resulta fundamental para estudiarel desarrollo de esas imgenes o de determinadas iconografas.

    Las FuentesLos evangelios cannicos apenas ofrecen informacin sobre el Nacimiento de Je-ss; de hecho, sloSan Mateo (Cap. 1 y 2) ySan Lucas (Cap. 1 y 2) recogen pasajesde la Infancia del Salvador.

    Esta escasez de datos propici la aparicin de gran nmero de textos decarcter narrativo que fueron paliando las lagunas existentes; son los llamadosevangelios apcrifos. Reciben este nombre porque no fueron aceptados por elCanon eclesistico de libros revelados, establecido a mediados del siglo ii . Perotuvieron una amplia difusin, sobre todo en Oriente, y fueron muy utilizados porlos artistas, especialmente a lo largo de toda la Edad Media.

    La base o el tronco de donde arrancan todos los relatos posteriores se hallaen dos textos que tiene su origen en el sigloii , los denominados Protoevangelio deSantiago y Evangelio del Pseudo-Toms. Elementos de ambos toma el llamado Evan- gelio del Pseudo-Mateo, uno de los ms utilizados en poca medieval y que en su

    forma de nitiva debi redactarse entre los siglosviii yix en un ambiente mo-nstico. Otros apcrifos que tambin aportan abundante informacin, y por ello gozaron de gran difusin, son, por ejemplo, la Historia de Jos el Carpintero, el Libro de la Infancia del Salvador , el Evangelio de la Natividad de Mara, el Evangelio rabe de la Infancia y el Evangelio Armenio de la Infancia, entre otros.

    Tambin tuvo una extraordinaria difusin y repercusin en la Edad Media La leyenda dorada. Se trata de una compilacin de vidas de santos, escrita hacia 1264 porel dominico genovs Jacobo de Vorgine, que incluye tambin diversos episodios dla vida de Jess y de Mara, entre los que se incluyen lgicamente los correspondientes a la Navidad: Anunciacin, Visitacin, Natividad, Circuncisin, Puri cacin

    En el sigloxiii comienzan a aparecer nuevos relatos que van ms all de lasimple narracin y entran ya en el campo de la devocin, fomentando sentimien-tos de ternura y emotividad hacia la gura de Jess. Entre ellos cabe destacar las Meditationes Vitae Christi , del Pseudo-Buenaventura, de nes del sigloxiii , y, sobretodo, lasCelestiales Revelaciones de Santa Brgida de Suecia, de nales del sigloxiv ,ejemplos destacados de la Devotio Moderna y que tuvieron su continuacin ennumerosos relatos de laVita Christi , como los de Ludolfo de Sajonia, el Cartujano,o Sor Isabel de Villena, impresos ya en los ltimos aos del sigloxv .

    No podemos olvidar tampoco la in uencia de los llamados misterios o dra-mas litrgicos, que originalmente eran textos breves interpolados en la liturgia dela Navidad con la nalidad de que los eles comprendiesen mejor la ceremonia.Se sabe de su existencia desde mediados del sigloix , fechndose a mediados delsigloxi el ms antiguo conservado.

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    Finalmente, cabe resear, por su in uencia en obras de nales del sigloxvi y sobre todo delxvii y posteriores, las disposiciones dictadas en la ltima sesindel Concilio de Trento, donde se condenaron algunas representaciones artsticas,como las de las parteras que auxilian a Mara ya que se defenda que Mara habparido sin dolor y sin ayuda y se prohibi aunque con escaso xito, dado quese trataba de una tradicin muy arraigada la representacin del buey y el asnoacompaando al Nio en el pesebre.

    El Nacimiento. La FechaEn los primeros tiempos del Cristianismo, la fecha del Nacimiento de Cristo noestaba totalmente jada, y diversos autores dan fechas muy diferentes: 28 de mar-zo, 2 19 de abril, 20 de mayo La Iglesia oriental opt por fundir en una niccelebracin, en una misma fecha el da 6 de enero, el Nacimiento y la Epifana. Inicialmente, esa duplicidad se va a adoptar tambin en Occidente, donde,sin embargo, a partir del sigloiv , la festividad de la Navidad se traslad al 25 dediciembre, manteniendo la Adoracin de los Magos el 6 de enero. Tenemos, portanto, la existencia de dos escenas diferenciadas: el Nacimiento que puede in-cluir tambin el anuncio a los pastores y su inmediata adoracin, ocurrida poco

    despus del parto y la Adoracin de los Magos, que sucede tiempo despus, y qupuede localizarse en un lugar diferente.Entre las razones aludidas para justi car por qu la Iglesia decidi jar la

    festividad del Nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, gura el deseo de sustituirla festividad pagana de Natalis Solis Invicti , instituida a nales del sigloiii por elemperador Aureliano para conmemorar el solsticio de invierno. Hasta ese da elsol pareca derrotado por las tinieblas que iban aduendose del mundo, ya quelos das eran cada vez ms cortos, hasta llegar al solsticio de invierno, el da mcorto del ao; pero a partir de ese momento se invierte el proceso y cada da hayms horas de luz; por lo tanto, el sol no ha sido vencido y aparece triunfante.

    La jacin de la Natividad el 25 de diciembre trajo como consecuencia elestablecimiento de una secuencia temporal para otros episodios que, tradicio-nalmente y por ese motivo, se asocian al Nacimiento de Jess. As, se j la fechadel 25 de marzo coincidente con el equinoccio de primavera, justo nueve meses antes, para la Anunciacin-Encarnacin del Hijo de Dios en el vientre de laVirgen Mara. Sin embargo, la coincidencia de esa fecha con la Cuaresma hizoque en el ao 656 el X Concilio de Toledo jase la fecha del 18 de diciembre, yadentro del tiempo de Navidad, para recordar ese acontecimiento; es la advo-cacin de Nuestra Seora de la Esperanza o la Virgen de la O. Otro episodio oacontecimiento relevante en la vida de Mara antes de dar a luz es la Visitacin, eencuentro con su prima Santa Isabel, que fue instituida como esta litrgica enel sigloxiv jndose en el da 2 de julio. Tradicionalmente, ambas escenas juntocon otras posteriores, como la Circuncisin, la Puri cacin de la Virgen, la Ma-

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    piedra en estado ruinoso, que se ha interpretado como una alusin a la decadentesinagoga juda, y as lo vemos, por ejemplo, en la escena de la Adoracin de los Ma- gos incluida en la predela de La Anunciacin de Fra Angelico, en la Adoracin de los Magos de Dirk Bouts, en la Adoracin de los Magos pintada por Hans Memling, en La Natividad del Maestro de Sopetrn o en La Natividad y la Adoracin de los Reyes pintadas por los Osona. Tambin encontramos esa combinacin de ruinas ptreas y postes o vigas de madera en obras posteriores, como La Natividad de Pietro daCortona, la Adoracin de los pastores de Mano o la Adoracin de los Magos de Rubens;en todas ellas y tambin en La Adoracin de los Reyesde Luis de Morales destacala poderosa presencia de una columna de tipo clsico. Aunque en ocasiones se haconsiderado que es una referencia a la columna en que se apoy la Virgen al dar luz segn el relato de las Meditacionesdel Pseudo-Buenaventura, o a la futura a- gelacin de Cristo, probablemente deba entenderse como una referencia al Naci-miento de Cristo como base o pilar de la nueva Iglesia, que se levanta majestuossobre las ruinas del pasado.

    Cabe destacar, por ltimo, la representacin del portal de Beln como unaarquitectura de tipo renacentista, con todo su repertorio de plintos, columnas,relieves, que encontramos en algunas pinturas fechadas en la primera mitad desigloxvi , como el Nacimiento de Cristo del Maestro de Sigena, o la Adoracin de los Reyes de Pieter Coecke.

    El Escenario. El PesebreYa hemos visto cmo el evangelio de Lucas seala que la virgen acost al Nio enun pesebre. Entendido como una sencilla estructura de madera o mimbre dondese coloca el alimento para los animales, lo vemos en varias pinturas que representan el Nacimiento o la Adoracin de los pastores, como pueden ser las realizadaspor Barocci, Pietro da Cortona, Murillo o Mengs.

    Sin embargo, hay otra serie de obras como la Adoracin de ngeles y pastoresdePieter Coecke, o la Adoracin de los pastoresde Mano que muestran al Nio colo-cado sobre una gran piedra, una especie de altar, encima de la cual se ha puesto upoco de paja. Se ha querido ver en ella una alusin a la piedra que la Virgen puso el pesebre como cabecera o almohada para el Nio basndose en un comentariosobre la circuncisin que aparece en las Meditaciones del Pseudo-Buenaventura, y tambin como una alusin a Cristo como piedra-cimiento de la Iglesia, o en relacin con su sacri cio. Pero es ms probable que la fuente de inspiracin puedanser los dramas litrgicos o autos sacramentales que se desarrollaban en el interiorde las iglesias en determinadas celebraciones; sabemos que en algn caso sobre ealtar de la iglesia se colocaba una imagen del Nio, o de la Virgen con el Nio si sesceni caba la Adoracin de los Magos.

    Como elemento original cabe sealar la cuna-mecedora ricamente talladaque aparece en la espectacular Adoracin de los Magos de Rubens.

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    El Escenario. El buey y el asnoAunque los evangelios cannicos no hacen ninguna referencia a la presencia deun buey y un asno identi cado como una mula por la tradicin popular junto alNio recin nacido, son dos guras omnipresentes en todas las representacionesdel Nacimiento. As los encontramos en todas las Natividades del Prado exceptoen la realizada por Dirk Bouts, que combina el Nacimiento y la Adoracin de losngeles, y tambin en las Adoraciones de los pastores pintadas por Morales aunquedel buey solo se ven los cuernos, Murillo y Pietro da Cortona, e incluso en algun Adoracin de los Magos, como las pintadas por Hans Memling o El Bosco.

    El Pseudo-Mateo ( xiv , 1-2) justi ca su presencia como cumplimiento de algu-nas profecas del Antiguo Testamento (Isaas y Habacuc), mientras que La leyenda dorada trata de dar una explicacin ms realista sealando que San Jos llev con-sigo el asno para que la Virgen hiciese el camino hasta Beln montada en l, y ebuey para venderlo y as poder pagar el censo impuesto por los romanos.

    Cabe sealar, por ltimo, que en algunos escritos de los Santos Padres de lossiglosiii yiv (Orgenes, San Gregorio Nacianceno o San Ambrosio), el buey y elasno son referencias simblicas o personi caciones de los judos y los gentiles.

    En las representaciones ms antiguas, en el mundo bizantino y en el artepaleocristiano y romnico, los animales aparecen muy prximos al pesebre don-de se encuentra el Nio, dndole calor con su aliento, pero paulatinamente irnperdiendo su carcter simblico y pasando a ocupar un lugar secundario, al fon-do de la composicin o en un lateral, pero a pesar de las objeciones o crticasplanteadas en el Concilio de Trento nunca desaparecern, ya que son una clarareferencia al establo-pesebre donde naci el Hijo de Dios.

    De sorprendente podramos cali car el protagonismo que adquiere el bueyen la Adoracin de los pastores pintada por el Greco para su propia capilla funerariaen el convento toledano de Santo Domingo el Antiguo, donde el buey se encuen-tra muy cerca del recin nacido, arrodillado junto a l y participando activamenteen la adoracin de los pastores, mientras que el asno queda relegado al lateralderecho de la composicin y pasa prcticamente desapercibido.

    Los protagonistas. La Virgen Mara y el Nio JessLa Virgen Mara y su Hijo son los protagonistas principales del acontecimiento y, lgicamente, van a ocupar un lugar preferente o, al menos, ser el principal focde atencin.

    La actitud o postura que presenta la Virgen Mara en el momento del naci-miento, del parto propiamente dicho, permite hablar de varios modelos o tiposiconogr cos que coexisten al mismo tiempo.

    El primero de estos modelos muestra a la Virgen reclinada sobre un colchn ycon expresin fatigada, en clara referencia al hecho fsico del parto, pese a que la

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    fuentes sealan que Mara no sufri al dar a luz al Nio. Esta iconografa tuvo un gran xito en el mundo bizantino, pasando despus a Occidente, donde se man-tiene hasta el sigloxii . A partir de ese momento, y en relacin con la bsqueda delnaturalismo del estilo gtico, ese colchn es sustituido por una cama, sobre la quese encuentra echada la Virgen, que puede estar mirando al Nio, acaricindole eincluso dndole de mamar.

    La segunda variante iconogr ca es la que muestra a Mara sentada con elNio en su regazo es la VirgenTheotokos, Trono de Dios, imagen que se asociafundamentalmente a las escenas de la Adoracin de los pastores y la Adoracin dlos Magos.

    El ltimo tipo iconogr co, que muestra a Mara arrodillada ante su Hijo, sebasa en las Revelacionesde Santa Brgida de Suecia (1303-1373), que en una de sus visiones (Libro 7, Cap. 12) recoge la descripcin del momento del parto que le hala propia Virgen. Cuenta Mara que San Jos haba salido de la cueva para no estapresente en el parto y ella, por lo tanto, se encontraba sola. Vestida nicamente conuna tnica blanca y con su larga cabellera rubia suelta, se arrodill para orar, conlas manos unidas, y en ese momento sinti moverse en su interior al Nio, al queinmediatamente dio a luz. Sin cambiar de postura, la Virgen comenz a adorar alNio con sumo decoro y reverencia. Otro texto apcrifo, las Meditacionesdel Pseu-do Buenaventura, a rma que la Virgen dio a luz de pie, apoyada en una columna,pero que inmediatamente se arrodill para adorar al Nio, al igual que San Jos.

    Esta iconografa, la Virgen arrodillada adorando al Nio y acompaada por varios ngeles tambin arrodillados, se repite en varias obras del Museo del Prado, con ligeras variantes. As, en el Retablo de la Virgen y San Francisco pintado porNicols Francs hacia 1445-1460, Mara y tres ngeles adoran al Nio tumbado eel suelo sobre un pao colocado sobre unas pajas, mientras que en elTrptico de laVida de la Virgen de Dirk Bouts el Nio est directamente sobre el suelo. Semejan-te es la escena representada en la tabla izquierda del trptico pintado hacia 1479-1480 por Hans Memling, aunque en este caso son slo dos los ngeles que adoranal Nio, que no est directamente en el suelo sino sobre el manto de su madre.

    Como sealan las Revelaciones de Santa Brgida y las Meditacionesdel Pseu-do-Buenaventura, San Jos se uni a su esposa y juntos, arrodillados, adoraron aNio. As lo encontramos, por ejemplo, en La Natividad pintada hacia 1500 porRodrigo de Osona y su hijo Francisco, donde el Nio, tumbado sobre el mantode su madre, es adorado por sus padres y tres pequeos ngeles. El Maestro deSigena, por su parte, en su Nacimiento de Cristo realizado en 1519, tambin muestraal Nio adorado por sus padres y un coro de ngeles, aunque en este caso el Nioest tumbado en el suelo sobre una pequea tela.

    Una variante de esta escena, o un momento inmediatamente posterior, es elque muestra a la Virgen adorando a su Hijo pero este no est ya en el suelo sino eel pesebre, como podemos ver en La Natividad del Maestro de Sopetrn o en laescena del Nacimiento pintada en 1597 por Federico Barocci.

    Mara tambin adopta una actitud de adoracin hacia su hijo, arrodillada ycon las manos unidas ante el pecho, en la representacin de la Adoracin de los pas-

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    tores realizada por Juan Bautista Mano, mientras que Luis Morales, en su versinde este episodio, ha optado por representar a Mara arrodillada depositando alNio dormido sobre un pequeo lecho de pajas cubierto con un pao blanco.

    Santa Brgida cuenta tambin cmo el Nio desprenda una gran luz, muchoms intensa que la del sol, que iluminaba todo el lugar. Lo vemos muy bien en e ya citado Retablo de la Virgen y San Francisco, de Nicols Francs, donde el Nio seencuentra dentro de una especie de mandorla de la que salen pequeos rayos deluz, a los que hay que sumar el intenso rayo de luz que sale de la boca de Dios Pad situado en lo alto directamente hacia su Hijo. Tambin los Nios pintados porel Maestro de Sopetrn, los Osona o el Maestro de Sigena, en sus respectivas interpretaciones del Nacimiento, desprenden una intensa luz de carcter sobrenatural.

    Tambin encontramos al Nio Jess como una intensa fuente de luz en obrasposteriores, ya de los siglosxvii yxviii , pero es posible que esa luminosidad sedeba ms al inters de los artistas por los efectos de claroscuro y juegos de luceque a una lectura o representacin precisa de las fuentes. Es el caso, por ejem-plo de las escenas de la Adoracin de los pastores pintadas por el Greco, Murillo yMengs, o la Adoracin de los Magos de Rubens.

    Los protagonistas. San JosLos evangelios cannicos no dicen prcticamente nada sobre San Jos, por lo quecasi todos los datos sobre su persona adulto, casi anciano, y con hijos, carpinte-ro proceden de los evangelios apcrifos. Esos relatos tambin nos hablan de spreocupacin por Mara en el momento del parto, pero de su nula participacin enl, ya que abandon el lugar para buscar unas comadronas que ayudasen a su muje

    En las representaciones ms antiguas, hasta el sigloxiii , suele aparecer sen-tado junto a Mara con gesto pensativo, en ocasiones ajeno a todo lo que sucede asu alrededor. Pero con el desarrollo del Gtico su gura fue adquiriendo un mayorprotagonismo, aunque tambin un carcter ms popular, relegado a tareas secun-darias, de tipo domstico.

    As, Nicols Francs, en el Retablo de la Virgen y San Francisco, le presenta re-cogiendo alimento para el buey y el asno, mientras que El Bosco, en elTrptico de la Adoracin de los Magos, le relega al segundo plano en la portezuela izquierda, deespaldas y ocupado en secar al fuego los paales para el Nio. Dirk Bouts, porsu parte, en la escena correspondiente a la Adoracin de los Magos, le presentacogiendo uno de los regalos que estos traen al Nio, en una velada alusin a susupuesta avaricia que sealan algunos textos. Pieter Coecke, en cambio, ha repre-sentado a San Jos conversando con algunos de los integrantes del squito de losReyes Magos, en un segundo plano.

    Santa Brgida, en sus Revelaciones, comenta que despus de atar al buey y elasno en el pesebre, Jos, un recatadsimo anciano, sali fuera y trajo a la Vir gen una candela encendida. Esta iconografa tuvo un extraordinario desarrollo

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    a nales del Gtico, y as lo encontramos, por ejemplo, en la Natividad pintadapor Hans Memling, donde aparece detrs de la Virgen, entrando en la habitacin y tratando de proteger con su mano derecha la llama de la vela para evitar queesta se apague. Tambin lleva una vela en las escenas pintadas por los Osona o eMaestro de Sigena. Una actitud semejante presenta en la tabla con la Adoracin de ngeles y pastores pintada por Pieter Coecke van Aelst, aunque aqu la vela ha sidosustituida por una linterna o farol.

    Tambin seala Santa Brgida que posteriormente San Jos se postr de rodillaspara adorar al Nio, como ya hemos visto en La Natividad del Maestro de Sopetrn,en la Natividad de los Osona, o en el Nacimiento de Cristo del Maestro de Sigena.

    A partir de nales del sigloxvi , coincidiendo con la difusin de los dictme-nes y resoluciones del Concilio de Trento, cambia la apariencia y actitud de San Jos, que pasa a ser una gura ms joven y aparecer mucho ms prximo a la gurdel Nio, con una actitud que podramos cali car como ms paternal. Ejemplodestacadsimo de esa nueva iconografa es la imagen ofrecida por Juan BautistaMano en la Adoracin de los pastores que realiz hacia 1612-14 para el retablo mayorde la iglesia de San Pedro Mrtir de Toledo, donde de forma poco habitual San Jos aparece inclinado sobre el Nio, cogindole la mano y besndosela con granternura. En el resto de las representaciones conservadas en el Museo, San Josaparece como un personaje destacado, pero sin un especial protagonismo.

    La Adoracin de los pastoresLa presencia de los pastores en la escena del Nacimiento de Cristo es recogida porel evangelista Lucas (2, 8-20), que dice:Haba en la misma comarca unos pastores, que dorman al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebao. / Se les present del Seor, y la gloria del Seor los envolvi en su luz; y se llenaron de temor. / dijo: No temis, pues os anuncio una gran alegra, que lo ser para todo el puebnacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Seor; / y esto os seal: encontraris un nio envuelto en paales y acostado en un pesebre. / Y d junt con el ngel una multitud del ejrcito celestial, que alababa a Dios, diciendo a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes l se complace. que cuando los ngeles, dejndoles, se fueron al cielo, los pastores se decan uVayamos, pues, hasta Beln y veamos lo que ha sucedido y el Seor nos ha manY fueron a toda prisa, y encontraron a Mara y a Jos, y al nio acostado en el peverlo, dieron a conocer lo que les haban dicho acerca de aquel nio; / y todos loron se maravillaban de lo que los pastores les decan. / Mara, por su parte, guardestas cosas, y las meditaba en su corazn. / Los pastores se volvieron glori cando a Dios por todo lo que haban odo y visto, conforme a lo que se les haba dicho

    En las representaciones artsticas debemos sealar la existencia de dos esce-nas diferentes, aunque consecutivas: el Anuncio a los Pastores y la Adoracin delos pastores propiamente dicha.

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    Aunque resulta muy difcil de apreciar in situ, dadas las reducidas dimensio-nes de la tabla, Fra Angelico represent el anuncio a los pastores sorprendidospor el mensaje del ngel como escena secundaria al fondo de la composicindedicada a la Adoracin de los Magos en la predela de La Anunciacin pintada parael convento de Fiesole. Igualmente, encontramos el anuncio a los pastores en el Retablo de la Virgen y San Francisco, de Nicols Francs, donde dos pastores, conel gesto de sus manos, mani estan su sorpresa ante la aparicin de un ngel quedesciende de lo alto con una lacteria en la que puede leerseGloria in excelsis , elcomienzo de la alabanza de los ngeles hacia el recin nacido. Tambin se representa el anuncio a los pastores en la tabla del Nacimiento de Cristodel Maestro deSigena. Al fondo, justo en el centro de la composicin, un ngel que sostiene unlacteria con la salutacin anglica:Gloria in excelsis [Deo] ( Gloria a Dios en las

    alturas ) comunica la buena nueva a tres pastores que cuidan de sus rebaos.Al igual que aparecan en algunas Natividades, como las pintadas por el

    Maestro de Sopetrn o el Maestro de Sigena, la presencia de los coros anglicos va ser una constante en las representaciones de la Adoracin de los pastores, esce-na que, al parecer, no se generaliza hasta el sigloxv , con algunos ejemplos aisladosen el siglo anterior. A menudo llevan la lacteria con la leyenda latina de alabanzaa Dios como en las Adoraciones de los pastores pintadas por el Greco o Pietro daCortona pero en otros casos simplemente sobrevuelan el lugar observando loque sucede bajo ellos; as puede verse en las interpretaciones de esta escena pin

    tadas por Mano o por Mengs. nicamente Murillo suprime toda referencia a losngeles, convirtiendo su Adoracin de los pastores en una escena de vida cotidiana,desprovista de cualquier connotacin milagrosa o sobrenatural.

    Dirk Bouts, en su tabla de la Natividad-Adoracin de los ngeles ofrece una so-lucin intermedia entre el Anuncio y la Adoracin de los pastores, al incluir a estos como testigos de la adoracin del Nio por parte de sus padres y los ngelespero sin tomar parte activa en la escena, observando lo que sucede a travs de una ventana del muro que cierra el establo. Igualmente aparecen tres pastores miran-do al Nio detrs de un muro en La Natividad de los Osona, y tambin el maestrode Sopetrn y Pieter Coecke incluyen a pastores como testigos de la Natividad yAdoracin de los ngeles.

    La mayor parte de las fuentes, entre ellas el Evangelio de Lucas (2, 8-20) y el Pseudo-Mateo ( xiii , 6), no precisan el nmero de pastores que reciben el anuncio delngel y acuden a adorar al Nio, pero en el Evangelio Armenio de la Infancia ( x , 1-2) seindica que eran quince los pastores que fueron a ver al recin nacido. Tradicional-mente, en el mundo bizantino se sola representar a dos pastores adorando al Nio,mientras que en el arte occidental suelen ser tres, posiblemente en un claro parale-lismo con los tres Reyes Magos, y, al igual que estos, presentan edades decreciente juventud, madurez y vejez como smbolo de que representan a toda la humanidad. Siguiendo esa norma no escrita, El Greco y Mano presentan a tres pastoresde edades diferentes, mientras que Murillo tambin incluye a tres pastores, aunquecon la particularidad de que uno de ellos es una mujer. Por el contrario, Pietro daCortona y Mengs aumentan el nmero de pastores presentes en la escena.

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    Aunque en algn texto apcrifo San Jos comenta que los pastores acudieroncon las manos vacas y as los representa Mengs, lo habitual es que aparezcanllevando consigo alguna ofrenda que entregar al Nio. Normalmente no suelefaltar un cordero, en clara alusin al cordero pascual y al sacri cio posterior deCristo Morales, El Greco, Mano, Murillo y Pietro da Cortona, ofrenda a la quese unen tambin unos huevos en las representaciones de este episodio pintadaspor Mano y Murillo, que tambin aaden un cabrito y unas gallinas, respectiva-mente. Como es lgico, los pintores barrocos se recrean en la representacin deesos presentes, en unas composiciones sumamente naturalistas y dotadas de un gran realismo.

    Una iconografa original encontramos en El Nacimiento de Barocci, dondeSan Jos aparece indicando el lugar donde se encuentra el Nio a unos pastoresque se han detenido en la puerta del establo donde se refugia la Sagrada Familiainvitndoles a entrar para adorarle.

    La Adoracin de los MagosLa visita de los Magos al Nio Jess slo es recogida por el evangelista Mateo (2,1-12) que la narra as:Cuando Jess naci en Beln de Judea en das del rey Herodes

    nieron del oriente a Jerusaln unos magos, / diciendo: Dnde est el rey de los junacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. / Oyerey Herodes se turb, y toda Jerusaln con l. / Y convocados todos los principale y los escribas del pueblo, les pregunt dnde haba de nacer el Cristo. / Ellos le Beln de Judea; porque as est escrito por el profeta: / Y t, Beln, de la tierrno eres la ms pequea entre los prncipes de Jud; porque de ti saldr un guiadocentar a mi pueblo Israel. / Entonces Herodes, llamando en secreto a los magosellos diligentemente el tiempo de la aparicin de la estrella; / y envindolos a Bel all y averiguad con diligencia acerca del nio; y cuando le hallis, hacdmelo que yo tambin vaya y le adore. / Ellos, habiendo odo al rey, se fueron; y he aqu que haban visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sestaba el nio. / Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. / Y al encasa, vieron al nio con su madre Mara, y postrndose, lo adoraron; y abriendo s le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. / Pero siendo avisados por revelaci que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

    Este relato evanglico, que no precisa el nmero de magos ni sus nombres niel momento en que llegaron a ver al Nio y ofrecerle sus presentes, es el punto departida para otros textos apcrifos Protoevangelio de Santiago ( xxi , 1-4), Pseudo- Mateo ( xvi , 1-2), Evangelio rabe de la Infancia ( vii , 1-3) y Evangelio Armenio de la Infancia ( xi , 1-25) que narran el citado episodio y ofrecen datos que aclaran lasdudas planteadas, estableciendo tambin una secuencia temporal, una serie de es-cenas susceptibles de ser representadas por los artistas: Viaje de los Magos hacia Jerusaln-Beln, Entrevista con Herodes, Adoracin al Nio, Sueo de los Magos

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    y Viaje de regreso. De todos esos episodios, sin duda, la Adoracin de los Magoes la ms representada; buena prueba de ello son las doce obras con esa temticaque expone actualmente el Museo del Prado.

    El primer problema que surge en torno a los Magos es saber cuntos eran.Partiendo de los tres presentes oro, incienso y mirra que cita San Mateo, se hasupuesto que eran tres los magos que acudieron a adorar al Nio. Es el nmeroque dan, por ejemplo, el Evangelio rabe de la Infancia ( vii , 1) y el Evangelio Armenio de la Infancia ( xi , 1), relato que aade que eran reyes y adems hermanos, y ofrecetambin sus nombres:El primero era Melkon, rey de los persas; el segundo Gaspar de los indios; y el tercero Baltasar, rey de los rabes. Tambin precisa las ofrendas queentregaron al Nio, sealando que, entre otros presentes, Melkon ofreci mirra,Gaspar entreg incienso, y Baltasar oro.

    Esta relacin entre los tres Reyes y las tres ofrendas no concuerda con la queofrecen otros textos antiguos, aunque s se trata de los mismos presentes ya ci-tados por San Mateo y se mantienen los nombres de los Magos, cambiando nicamente Melkon por Melchor. As, las Excerptiones, texto falsamente atribuido aBeda el Venerable, seala queEl primero de los magos fue Melchor, un anciano de larcabellera cana y loenga barba fue l quien ofreci el oro, smbolo de la realeza segundo, llamado Gaspar, joven, imberbe, de tez blanca y rosada, honr a Jess oincienso, smbolo de la divinidad. El tercero, llamado Baltasar, de tez morena, tofrecindole mirra, que signi ca que el Hijo del Hombre deba morir . Tenemos ya aqu

    una referencia a un mago de piel oscura, dato que, sin embargo, no va a tener re e-jo o correspondencia en las manifestaciones artsticas hasta mediados del sigloxv , ya que se va a preferir representar a los Magos con edades decrecientes 60, 40 20 aos, llega a precisar algn texto como representantes de toda la humanidad.

    Otro aspecto controvertido, sobre el que discrepan los textos, es cundose produjo la visita de los Magos al Nio. San Mateo no lo precisa y slo sealque la Sagrada Familia segua en Beln, aunque en una casa y no en el establo. Evangelio rabe de la Infancia a rma que su llegada se produce a las pocas horasdel Nacimiento del Nio, mientras que La leyenda dorada seala que el viaje durasolo trece das, gracias a que los Magos usaron dromedarios. El Evangelio Armenio de la Infancia, por su parte, comenta que los Magos llegaron tres das despus delNacimiento y que su viaje haba durado nueve meses, en tanto que el Pseudo-Mateo a rma que haban transcurrido dos aos desde el alumbramiento. Se justi caraas la orden dada por Herodes de matar a todos los nios menores de dos aos alno saber con certeza dnde se encontraba el Nio.

    En cualquier caso, la tradicin artstica casi siempre ha representado la Ado-racin de los Magos en el mismo escenario que el Nacimiento, como podemosapreciar en las tablas que reproducen dichas escenas en elTrptico de la Vida de laVirgen de Dirk Bouts, fechado hacia 1445. Hans Memling, por su parte, tambinrepresenta el mismo ambiente o espacio, aunque desde diferentes puntos de vista,en elTrptico que realiza hacia 1479-80; as, en la escena de la Adoracin de los Reyes,detrs de la Virgen se encuentra el recinto semicircular donde ha dado a luz a suHijo, como se aprecia en la tabla lateral dedicada a la Natividad .

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    Una excepcin a esta norma encontramos en el llamado Retablo de las Cuatro Pascuas pintado hacia 1612-14 por Juan Bautista Mano para la iglesia de San PedrMrtir de Toledo, integrado, entre otras obras, por dos lienzos representando la Adoracin de los pastores y la Adoracin de los Reyes. Ambas escenas trascurren en es-pacios diferentes y, lo ms importante, el Nio presenta distinta apariencia; as, enla Adoracin de los Magos ya est algo crecido y tiene el cabello ms largo, como sihubiese transcurrido cierto tiempo desde su nacimiento, desde la escena anterior.

    Tambin se da la circunstancia de que, con relativa frecuencia, los artistashan representado el episodio de la Adoracin de los Magos como una escena nocturna, aunque las fuentes no digan nada al respecto, a diferencia de lo que ocurracon la Adoracin de los pastores, que si sucede de noche, inmediatamente des-pus del parto. En las colecciones del Prado encontramos esas Adoraciones noc-turnas en las obras pintadas por Rubens, Mano y Velzquez, lo que se justi carapor el inters de los pintores barrocos por los efectos lumnicos y los contrastesde luces y sombras.

    Pasando ya al anlisis de las Adoraciones conservadas en el Prado, en tresde ellas, fechadas en el sigloxv , encontramos que los Magos reyes coronadospresentan edades decrecientes, pero son todos ellos de raza blanca. En una de lastablas del Retablo de don Sancho de Rojas, realizado hacia 1415 por Juan Rodrguezde Toledo, el rey arrodillado tiene barba y cabellos blancos, otro lleva barba y cabellos castaos, y el tercero es imberbe. La misma iconografa y aspecto fsico

    presentan los tres Reyes Magos que aparecen en la Adoracin incluida en la prede-la de La Anunciacin de Fra Angelico, fechada hacia 1426, con la particularidad deque aqu el rey arrodillado es el ms joven de los tres. Tambin Pedro Berruguetmuestra a los Reyes con esa iconografa e idntica actitud en dos sargas que representan una escena nica y que pinta hacia 1493-99.

    A partir de mediados del sigloxv , dentro del gusto por lo extico que ca-racteriza la etapa nal del Gtico, en la pintura amenca y germana comienza aaparecer la gura de un rey negro, y uno de los primeros ejemplos se localiza en l Adoracin de los Magos incluida por Dirk Bouts en suTrptico de la Vida de la Virgen.En realidad no se trata de un rey negro, sino de una gura con rasgos negroidesque luce, adems, un pendiente en su oreja izquierda. Pero en losTrpticos de la Adoracin pintados por Hans Memling y por El Bosco ya se trata de un rey to-talmente negro que lleva una extica vestimenta, igual que en la Adoracin de los Reyes realizada hacia 1500 por los Osona.

    Coincidiendo con la aparicin del rey negro, desaparecen las coronas quelucan los Reyes Magos, que a partir de ese momento llevarn ricos sombreros ytocados, sin que falten tampoco los exticos turbantes alusivos al origen persa uoriental de los Magos. nicamente Velzquez, en la Adoracin de los Reyes que pin-ta en 1619, ha eliminado toda alusin a los tocados de suelen llevar los Magos, y condicin real o su alta dignidad tan solo viene marcada por los ricos presentesque ofrecen al Nio.

    Todas las Adoraciones muestran al primer rey, independientemente de suedad, arrodillado ante el Nio despus de haberse despojado de su tocado, que

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    suele aparecer en el suelo, en primer plano. En algunas representaciones el segundo de los reyes tambin se encuentra arrodillado o inicia una reverencia, comopodemos ver en las obras de Bouts, Memling, El Bosco, Mano y Velzquez, mientras que en el resto de representaciones permanece de pie junto a Baltasar, el reynegro, que siempre aparece en tercer lugar.

    Rara vez el Nio permanece inmvil e indiferente ante las ofrendas y el ho-menaje de los Magos nicamente en la Adoracin de los Magos pintada por DirkBouts, en elTrptico de la Adoracin de El Bosco y en la Adoracin de los Reyes deVelzquez, aunque en este ltimo caso se justi ca porque el Nio est fajado yapenas puede moverse. Lo habitual es que el Nio juegue con las monedas deoro que le entrega el primer Rey, como podemos ver en La Adoracin de los Reyes dePedro Berruguete, en la Adoracin de los Reyes pintada por Pieter Coecke van Aelsto en la Adoracin de los Magos ejecutada en 1609 por Rubens para el Ayuntamientode Amberes.

    Ms frecuente resulta la representacin del rey anciano besando el pie delNio mientras este le bendice, iconografa que probablemente sigue el texto delas Meditaciones del Pseudo-Buenaventura, que dice:Entonces besaron los pies delnio Jess, con reverencia y devocin. Mas el Nio, muy sabio, para consolarlos m ms esforzarlos en su amor, extendi su mano para que la besasen, los santigu a les bendixo . Encontramos este tipo de imagen en el Retablo de don Sancho de Rojas,en la predela de La Anunciacin de Fra Angelico, y tambin en las Adoraciones

    pintadas por Memling, los Osona, Morales y Mano.Otro elemento a destacar es la aparicin de una mesa en la que el primer Reyha depositado su ofrenda para poder besar los pies del Nio. Posiblemente sea unrecurso para ambientar la casa donde se encuentra la Sagrada Familia cuandorecibe la visita de los Magos de Oriente, y lo encontramos, por ejemplo, en lasrepresentaciones del tema pintadas por Hans Memling, Dirk Bouts y los Osona.

    Un elemento que no falta en la representacin de la Adoracin de los Magoses la presencia de un rico cortejo, o de al menos algn acompaante, con la excepcin del ya citado Retablo de don Sancho de Rojas, donde slo aparecen los tres Ma- gos junto a la Sagrada Familia, lo mismo que sucede en la escena que forma pardelTrptico de la Vida de la Virgen de Dirk Bouts, y en las Adoraciones de los Osona y Luis de Morales. Por su parte, El Bosco, Mano y Velzquez optan por incluinicamente un paje acompaando a los Magos, de raza negra en los dos primerocasos, aunque Mano incluye tambin otro personaje con un rico tocado, tradi-cionalmente identi cado como su autorretrato. El resto de representaciones deesta escena ofrecen un amplio cortejo de acompaantes, destacando en el caso dela Adoracin de los Reyes pintada por Memling los tres estandartes que aluden al se-quito de cada Monarca. Fra Angelico y Rubens, por su parte, presentan tambin,adems de numerosos sirvientes, los dromedarios que utilizaron los Magos paraacudir a Beln a adorar al Nio. La Adoracin de los Magos de Rubens es, sin duda,la ms rica y compleja de todas las pinturas del Museo que narran este episodiocomplejidad que aument considerablemente cuando el pintor amenco ampliel lienzo durante su estancia en Espaa en 1628-29, llegando a incluir su autorre

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    trato como caballero de morado con espada y cadena al cuello en el extremoderecho como a rmacin de su condicin de ferviente catlico adherido a losideales y principios de la Contrarreforma.

    Para terminar con el anlisis formal e iconogr co de las Adoraciones de losMagos actualmente expuestas en el Prado, cabe destacar la presencia en la tablade Fra Angelico y en el lienzo de Rubens de ngeles en la parte superior de dichacomposiciones, manifestacin de la presencia divina, de la condicin de Hijo deDios del recin nacido. Como hemos comentado, la presencia de ngeles cantan-do o alabando al Nio se asocia fundamentalmente al episodio de la Adoracin delos pastores, tal y como sealan las diferentes fuentes textuales.

    El ltimo elemento o aspecto a comentar es la presencia de la estrella queacompa a los magos en su viaje y les indic el lugar exacto donde se encontrabel Nio. En la Adoracin de los Magos pintada por El Bosco aparece en lo alto delluminoso cielo, muy lejos del portal donde se desarrolla la historia, por lo que pasprcticamente desapercibida. Memling, por su parte, la sita justo encima del teja-do del portal, en el extremo superior de la tabla, lo que, unido a su pequeo tama-o, hace que su presencia resulte a menudo inadvertida. Mejor se aprecia en la Ado-racin de Fra Angelico justo encima de los ngeles, en La Adoracin de los Reyes dePedro Berruguete en la parte superior, sobre el buey y la mula, y en La Adoracin de los Magos de Morales, situada encima de la Virgen. Pero destaca especialmente lacomposicin ejecutada por Mano, en la que es esa estrella la que ilumina la escen

    principal y la que da testimonio de que aqu ha nacido el Hijo de Dios.

    ConclusionesA travs del anlisis de los diferentes elementos o aspectos que con guran lasescenas que constituyen el ciclo de la Navidad, hemos pretendido ofrecerle unaspautas o directrices para que, en su visita al Museo del Prado, pueda conocer elmensaje de Salvacin, materializado en el Nacimiento del Hijo de Dios, que laIglesia Catlica trataba de difundir entre sus eles, y disfrutar al mismo tiempocon la contemplacin de las extraordinarias obras de arte que atesora el Prado.Esperamos que disfrute de su visita!!

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    Bibliografaarbeteta mira , Leticia:Oro, Incienso y Mirra. Los belenes en Espaa (Catlogo dela exposicin). Telefnica-Fundacin Germn Snchez Ruiprez, Madrid, 2000.gmez segade , Juan Manuel: Sobre las fuentes de la iconografa navidea enel arte medieval espaol, enCuadernos de Arte e Iconografa, Tomo I, N 1, 1988,pp. 159-186.gonzlez-blanco , Edmundo: Los evangelios apcrifos (3 vols.), Librera Bergua,Madrid, 1934.prez higuera , Mara Teresa: La Navidad en el arte medieval . Ediciones En-

    cuentro, Madrid, 1997.quesada , Luis: La Navidad en el Arte. Pinturas de iglesias y museos de Andalu.Guadalquivir Ediciones, Sevilla, 1997.rau , Louis: Iconografa del Arte Cristiano. Tomo 1, Vol. 1, Iconografa de la Biblia- Nuevo Testamento, Ediciones del Serbal, Barcelona, 1996 (1 ed. 1957).snchez-canton , Francisco Javier: Los grandes temas del arte cristiano en Espaa: 1 Nacimiento e infancia de Cristo, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1948.santos otero, Aurelio de: Los evangelios apcrifos, Biblioteca de Autores Cris-tianos, Madrid, 1985 (5a edicin).vorgine , Santiago de la: La leyenda dorada (2 vols.) Trad. de Fray Jos ManuelMacas, Alianza Editorial, Madrid, 1990 (1 ed. 1982) La Natividad: arte, religiosidad y tradiciones populares. Actas del 17 Simposium delInstituto Escurialense de Investigaciones Histricas y Artsticas, (Coord. por Fran-cisco Javier Campos y Fernndez de Sevilla), San Lorenzo de El Escorial, 2009.

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    1. SALA 50

    Juan Rodrguez de Toledo, Retablo del arzobispo don Sancho de Rojas (La Natividad y Adoracin de los Reyes), 1415-1420. Templesobre tabla, 532 x 618 cm. Escuela espaola.

    7. SALA 100

    Pietro da Cortona, La Natividad,antesde 1659. leo sobre venturina, 51 x 40 cm.Escuela italiana.

    10. SALA B

    El Greco, Adoracin de los pastores,1612-1614. leo sobre lienzo, 319 x 180 cm.Escuela espaola.

    2. SALA 50

    Nicols Francs, Retablo de la vida de la Virgen y de San Francisco (La Natividad),h. 1445-1460. Temple sobre tabla,557 x 558 cm. Escuela espaola.

    5. SALA 52A

    Rodrigo y Francisco de Osona, La Natividad , h. 1500. leo sobre tabla,78 x 44 cm. Escuela espaola.

    4. SALA 58A

    Hans Memling, Natividad, Adoracin de los Reyes y Puri cacin,1479-1480. leo sobretabla, 95 x 271 cm. Escuela amenca.

    8. SALA 58

    Dirk Bouts, Adoracin de los ngeles y Adoracin de los Reyes,en Trptico de la Vida de la Virgen,h. 1445. leo sobre tabla,

    80 x 217 cm. Escuela amenca.

    11. SALA B

    Fray Juan Bautista Mano, Adoracin de los pastores,1612-1614. leo sobre lienzo,315 x 174 cm. Escuela espaola.

    3. SALA 51A

    Maestro de Sopetrn, La Natividad ,h. 1470. Tcnica mixta sobre tabla,103 x 60 cm. Escuela espaola.

    6. SALA 52A

    Maestro de Sigena, Nacimiento de Cristocon la adoracin de los ngeles, 1519. leosobre tabla, 172 x 150 cm. Escuela espaola.

    9. SALA 52C

    Luis de Morales, La Adoracin de los pastores, h. 1570-1575. leo sobre tabla.100 x 167 cm. Escuela espaola.

    12. SALA 28

    Bartolom Esteban Murillo, Adoracin de los pastores,h. 1657. leo sobre lienzo,187 x 228 cm. Escuela espaola.

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    13. SALA 20

    Anton Raphael Mengs, Adoracin de los pastores,1770. leo sobre tabla,256 x 190 cm. Escuela alemana.

    19. SALA 52C

    Luis de Morales, La Adoracin de los Magos,h. 1570-1575. leo sobre tabla. 99 x 167 cm.Escuela espaola

    22. SALA B

    Diego Velzquez, Adoracin de los Reyes. 1619. leo sobre lienzo, 203 x 125 cm.Escuela espaola.

    14. SALA 49

    Fra Angelico, Adoracin de los Magos.Tabla central de la predela de La Anunciacin,h. 1426. Tmpera sobre tabla,194 x 194 cm. Escuela italiana.

    17. SALA 52A

    Rodrigo y Francisco de Osona, La Adoracin de los Magos, h. 1500. leosobre tabla, 78 x 46 cm. Escuela espaola

    16. SALA 52A

    Pedro Berruguete, La Adoracin de los Reyes / Dos Reyes Magos. 1493-1499. Temple sobrelienzo al aguazo, 350 x 206 cm. cada una.Escuela espaola

    20. SALA 9B

    Pedro Pablo Rubens, Adoracin de los Magos,1609-1628. leo sobre lienzo,352 x 496 cm. Escuela amenca.

    15. SALA 56A

    El Bosco, La Adoracin de los Magos, h. 1495.leo sobre tabla, 138 x 138 cm. Escuelaamenca.

    18. SALA 55A

    Pieter Coecke van Aelst, Anunciacin, Adoracin de los Reyes y Adoracin de ngeles y pastores,segundo cuarto del sigloxvi . leosobre tabla, 81 x 127 cm. Escuela amenca.

    21. SALA B

    Fray Juan Bautista Mano, Adoracin de los Reyes,1612-1614. leo sobre lienzo,315 x 174,5 cm. Escuela espaola.

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