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    LA MÚSICA

    EN EL ÁCHIRA 

    Luis Hernández Contreras

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    La Música en el áchira 

    © Luis Hernández Contreras, 2015

    Primera Edición, 2015

    © De esta ediciónInversiones La Macarena, C.A. J-30125344-2

    Cuidado de los textosLuis Hernández Contreras

     Archivo FotográficoLuis Hernández Contreras

     Archivo FonográficoLuis Hernández Contreras

    Diseño y DiagramaciónRafael Chacónwww.artex.com.ve

    Hecho el Depósito de Ley:Depósito Legal: lfi2522015700815

    San Cristóbal. áchira. República Bolivariana de Venezuela 

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    • Orígenes de la actividad musical en el áchira∙ Influencia colombiana. 1856-1880. Los discípulos tachirenses: Eloy Galaviz, Agustín Arias y otros.

    La Sociedad Filarmónica de San Cristóbal ‐ Secundino Jácome y Julio Quevedo

     ∙ La música tachirense hecha por tachirenses. Eloy Galaviz y Agustín Arias ‐ La Sociedad Filarmónica de San Cristóbal

    • Participación militar en la génesis del movimiento bandístico regional ∙ La Banda de los Cachacos

    • Inicio formal del movimiento bandístico. La Banda Sucre. Momento de transición. La Banda del Estado• Formación de la Academia de Música del Estado. Importancia de Luis Felipe Ramón y Rivera • Discípulos de la Academia de Música. Otras instituciones de formación musical. La Banda Filarmónica

    Experimental. Nuevas generaciones• Gestión cultural pasiva de las bellas artes. Presentación de excelsos intérpretes musicales académicos.

    Las compañías líricas. El eatro Garbiras. La Sociedad Pro Arte Musical. Creación de un movimientocultural paralelo al fomentado por el Estado

     ∙ El piano como elemento de distinción social ∙ Actuación de las compañías líricas en el áchira. El eatro Garbiras (1904) ∙ El mundo lírico tachirense ∙ Difusión de recitales y música de cámara. El Club áchira  ∙ La Sociedad Pro Arte Musical

    • El movimiento orquestal en el áchira  ∙ Antecedentes ∙ La Orquesta Sinfónica de Los Andes ∙ La Orquesta Nacional Juvenil Núcleo áchira  ∙ La Orquesta Sinfónica “Simón Bolívar” del áchira 

    • El mundo coral tachirense ∙ Antecedentes ∙ El orfeón de la Academia de Música del Estado. Actuación de Luis Felipe Ramón y Rivera, Marco A.

    Rivera Useche y Andrés Sandoval

     ∙ La Coral del áchira  ∙ Coro Unet ∙ Niños Cantores del áchira  ∙ Otros movimientos corales

    • El movimiento musical académico entre 1990 y 2000• El siglo XXI en el panorama académico• Músicos académicos tachirenses más notables• Los himnos del áchira • Música y poder político

     ∙ En el poder se inspiró la música  ∙ Gobernantes tachirenses y músicos

    • Música popular y típica • Origen de la música típica tachirense• Difusión de la música tachirense. Principales instituciones

     ∙ Comienzos del siglo XX. Orquesta del Club áchira (1905) ∙ Orquesta Pro Arte Musical de Luis Felipe Ramón y Rivera (1939)

    ∙ Orquesta Lira del áchira de Onofre Moreno Vargas (1949) ∙ Estudiantina LI-UNI de Edgar Carrero Balza (década de los 60) ∙ Intervención del Estado. Orquesta ípica del áchira (1968) ∙ Otras organizaciones no estatales y representantes de la música regional

    • Luthería tachirense• Las agrupaciones bailables• El jazz en el áchira • Destacados y reconocidos hacedores de la música típica tachirense (en orden alfabético)

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    Inversiones La Macarena es una Compañía Anónima establecida en 1993 que durante más de20 años ha trabajado en diferentes tipos de proyectos y obras. Su líder es el Ingeniero Civil LuisFernando Moreno Arias, tachirense egresado de la UCAB en 1980, y perteneciente a una familiatrabajadora y luchadora que va por su tercera generación de emprendedores.

    La empresa emula y actualiza estrategias de apoyo a la actividad cultural que han demostradodesde el siglo pasado importantes compañías venezolanas y tachirenses. Hoy en día importantesautores consideran la Responsabilidad Sociocultural Empresarial como baluarte en la construcciónde los modelos para una mejor sociedad en el siglo XXI. El mismo Ingeniero Moreno, desde suparticipación en el Centro de Estudiantes de la UCAB en los 70s como Director de Cultura, hademostrado preocupación permanente por las actividades del sector.

     Al presentar esta obra, Historia de la Música del áchira, además de cumplir con los postuladosya esbozados, se resalta la importancia que tiene para los tachirenses su actividad musical y se dejaa la posteridad la recopilación de sus más destacados exponentes y sus obras. El autor, Dr. LuísHernández Contreras, Individuo de Número de la Academia de Historia del áchira, miembrode las Academias de Historia del Zulia, de Norte de Santander y de unja, es el actual Cronistade la Ciudad de San Cristóbal y uno de los más prolíficos de los escritores tachirenses en temashistóricos.

    odo esto convierte la presente edición en un clásico que será orgullo de sus poseedores yde fácil divulgación gracias a las características del formato digital. Inversiones La Macarena,el Ing. Luís Fernando Moreno Arias, su familia y todos los que conforman la empresa, se complacenen obsequiar a los tachirenses y más allá de sus fronteras, una obra que refleja el brillo de la músicatachirense, y constituye un importantísimo aporte a la Historia de la región.

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    He realizado este trabajo por directa encomienda del ingeniero Fernando Moreno, de quien herecibido su decidido apoyo y respaldo. Muestra uno de los aspectos más relevantes de nuestraidiosincrasia, la música tachirense. Ha sido ésta más que una característica de nuestra forma de ser.Simboliza buena parte de nuestra historia y ha estado presente en todos los estratos.

    Por primera vez, así lo creo, se muestra un trabajo sistemático de esta naturaleza. Es un libropara quien jamás haya sabido algo de esta expresión estética. Debo advertir, eso sí, que se haprofundizado en sus orígenes, mostrando los distintos escenarios del cuerpo sonoro, vale decir,en lo académico, lo popular, lo típico, lo bailable y hasta las más recientes expresiones urbanas.Falta ahondar en lo sucedido fundamentalmente desde 2000, y en aspectos como la música en elinterior del áchira, las agrupaciones bailables, el movimiento coral y lo que tantos jóvenes hacenhoy con pasión. Reitero este llamado ante tantas voces noveles que aquí no aparecen, aclarandoque trabajo en ello para futuras publicaciones. Se muestra, además del texto y de las imágenes,los sonidos que han simbolizado nuestro pentagrama. Como el ingeniero Moreno y su empresaInversiones La Macarena no pretenden obtener lucro alguno de ello, al contrario, difundir paratodos estos contenidos, se han colocado las clásicas grabaciones sólo con el afán de ilustrar.Nada más.

     Al hacer estas advertencias, ratifico mi gratitud al buen amigo Luis Fernando Moreno Arias,y al licenciado Ernesto Becerra Golindano, presidente de la Academia de Historia del áchira,quien nos unió en el camino grato para cumplir este cometido. De igual modo, agradezco aRafael Chacón quien realizó este hermoso diseño, teniendo la absoluta paciencia necesariapara este logro.

    Sólo espero que puedan disfrutar, gracias a la generosidad de un mecenas decidido, los textos, lasimágenes y los sonidos de este invalorable patrimonio: “la música en el áchira”.

    Luis Hernández Contreras

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    Pito zoomorfo indígena. Colección Museo del áchira 

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    Orígenes de la actividadmusical en el áchira No se conoce con exactitud cuándo y de qué manera comenzó la actividad musical en el Táchira.La falta de políticas concernientes a la preservación del patrimonio artístico ha traído comoconsecuencia la deficiencia en la conservación de archivos y otros elementos musicales. Lasinvestigaciones se han basado en datos de cronistas e información hemerográfica. Luego de1856, el ejercicio musical se basó en el predominio de las bandas y de escasas agrupacionesde cámara, la mayoría realizadas por iniciativa propia, sin intervención del Estado.

    No se puede, hasta ahora, sostener o afirmar la existencia del cultivo del arte musical por partede nuestros antepasados en un tiempo determinado. En el caso de la música realizada por los

    indígenas que habitaron esta zona, sólo la investigación efectuada por el Museo del áchira,dirigido por la antropóloga Reina Durán, halló un pito zoomorfo en la zona de El Guamo,municipio García de Hevia, aclarándose que los objetos descubiertos en ese yacimiento tienenuna cronología entre el siglo I d.C. hasta el siglo XIII, aproximadamente. Igualmente no hayseñal alguna sobre el ejercicio musical en la época colonial ni en los años iniciales de la República.Esto tiene varias explicaciones, en primer lugar gran parte de la documentación de esta zonafue destruida por los sucesos guerreros de la Independencia, el terremoto de mayo de 1875 y lainvasión de la Revolución Liberal Restauradora de 1899. Aunque existen legajos de documentoscoloniales sobre el áchira en los Archivos Históricos de unja (Colombia), hasta la fecha no se hainiciado un proceso de revisión de los mismos. Asimismo jamás se ha realizado una investigaciónfinanciada por el Estado sobre el pasado tachirense, evidenciándose una marcada indiferenciasobre la preservación del patrimonio histórico regional.

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    El primer estudio más o menos completo sobre el áchira y su pasado lo representa la obra deEmilio Constantino Guerrero, “El Táchira, Físico, Político e Ilustrado”, escrito especialmentepara la llamada Exposición achirense de 1906, primer esfuerzo del Estado en presentar, enconjunto, al áchira en toda su dimensión sociocultural. Se cumplía en ese año, medio siglo dela erección de la Provincia del áchira, separada de la de Mérida el 14 de marzo de 1856. En ese

    momento San Cristóbal mostró su relevancia como sitio geoestratégico con salidas expeditasa sus cuatro lados, superando en este particular a La Grita, la ciudad colonial del áchira, másdistante de Cúcuta y de Los Llanos. En el caso de la actual capital jaureguina, tampoco existenen sus archivos vestigios relevantes de movimiento cultural en el siglo XIX, sucediendo lo mismoen San Cristóbal. En los archivos de Catedral y otros registros públicos no hay evidencias sobrela actividad musical de ese tiempo.

    Emilio Constantino Guerrero

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    INFLUENCIA COLOMBIANA. 1856-1880. LOS DISCÍPULOSTACHIRENSES: ELOY GALAVIZ, AGUSTÍN ARIAS Y OTROS. LASOCIEDAD FILARMÓNICA DE SAN CRISTÓBAL

    Los primeros músicos notables llegados al Táchira fueron los neogranadinos Julio Quevedo

     Arvelo y Secundino Jácome, quienes se dedicaron al cultivo de la música sacra, dejando, sinembargo, a discípulos de renombre como el violinista Eloy Galaviz y el director Abel Briceño,formadores de una escuela de ejecución instrumental y creadores de nuevas formas musicalescomo el “bambuco tachirense”. Se fundan también las primeras sociedades cultivadoras dela apreciación musical y surgen nuevos representantes de esta expresión estética.

    Emilio Constantino Guerrero y su libro ya mencionado constituyen la fuente más remota yprecisa de investigación a partir de 1850. Afirma que “Nada se sabe de los progresos de la músicaclásica en épocas pasadas entre nosotros. Nuestras crónicas no recuerdan el nombre de ningúnartista que sobresaliese verdaderamente en el arte de Euterpe. Algunos maestros granadinosenseñaron la música en nuestros pueblos, a mediados del siglo anterior (s. XIX), y aún hayancianos que los recuerdan con verdadera admiración: entre esos pueden nombrarse los maestrosSecundino Jácome y Julio Quevedo”. Sin embargo, Juan Nepomuceno Contreras Serrano ensu libro “Centenario de la Provincia del áchira”, escrito en 1956, sostiene la existencia de unabanda de música que recibió en el barrio de La Ermita al primer gobernador del áchira, PascualCasanova, el 30 de junio de 1856, lo cual denota la existencia de una tradición musical.

    Pascual Casanova 

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    Secundino Jácome y Julio Quevedo

    La historiadora y antropóloga Fanny Zulay Rojas, oriunda de La Grita, investigó la permanenciade Jácome en dicha población donde fue profesor de música, según Acta de Sesión Extraordinariadel Cabildo del 28 de enero de 1856. Jácome fue sacerdote y se desempeñó como párroco de la

    población colombiana de Gramalote entre 1867 y 1893, de acuerdo a lo escrito por el presbíteroRaimundo Ordóñez en su “Miscelánea” de 1893, editada en Bogotá. Por su lado, Quevedo Arvelonació en Bogotá en 1829 y era hijo del violinista, coronel y edecán del Libertador, el caraqueñoNicolás Quevedo Rachadell. El sacerdote e historiador José Ignacio Perdomo Escobar en su trabajo“Historia de la Música en Colombia” (Bogotá, 1963), afirma que Julio Quevedo viajó a Venezuelacomo integrante de una compañía lírica y llegó a Caracas para luego trasladarse al áchira. Sostieneque vivió entre Michelena y áriba, escribiendo en esta población una “Misa en Mi Bemol Mayor”dedicada a la Virgen de la Consolación, partitura original ubicada en los archivos de la BibliotecaNacional de Bogotá. Además, una hermana de Quevedo contrajo matrimonio con el notablehombre público José Gregorio Villafañe, llanero vinculado estrechamente al áchira. Dentro desu relación musical, es muy probable que Jácome y Quevedo hayan sido maestros de los músicosEloy Galaviz, Agustín Arias y Alejandro Fernández.

     Julio Quevedo Arvelo

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    San Cristóbal a finales del siglo XIX. Carrera 7 entre calles 7 y 8. Foto de Quintilio Gavassa 

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    La música tachirense hecha por tachirensesEloy Galaviz y Agustín Arias

    Eloy Galaviz nació en San Cristóbal en 1837, ciudad en la que falleció en 1902. Se le considerabaun virtuoso del violín según las crónicas de la época. Compuso, en 1879, el primer Himno del

    áchira con letra del poeta zuliano Arbonio Pérez, advirtiéndose que, hasta hoy día la partiturano se ha encontrado. Ofreció recitales en San Cristóbal y en Cúcuta donde fue llamado “elPaganini venezolano”. Dirigió algunos conjuntos de cámara que actuaron en actos oficiales y enveladas realizadas entre 1871 y 1888, año en que publicó sus “Guirnaldas Musicales achirenses”,colección de música popular integrada por valses y bambucos, siendo uno de los primeroscompositores tachirenses en escribir este último género en tiempo de seis octavos, a diferenciadel bambuco colombiano signado a tres cuartos. Galaviz fue amigo de Henrique Rode, viajeroalemán que llegó al áchira con la misión de comercializar el café sembrado en esas tierras, el cualse exportó a Hamburgo y Nueva York, sin haber pasado jamás por Caracas. Este europeo tambiénera músico y formó algunas agrupaciones de aficionados que se reunían para interpretar seleccionesde óperas, operetas y reducciones de algunas sinfonías arregladas para grupos de cámara, en lasque participaban algunas señoritas de la ciudad que ejecutaban el piano en actos públicos, entreellas, las hermanas Boué Méndez e Inchauspe Méndez, vinculadas a familias alemanas y barinesasradicadas en la ciudad.  Agustín Arias, hijo del merideño Agustín Arias Lobo, fue otro de losgrandes monitores sociales de la San Cristóbal de la segunda mitad del siglo XIX. Participó enla “Orquesta” de Eloy Galaviz en 1871, la cual estaba integrada por Domingo Pisani, FortunatoBerti, Rosario Velasco y Ascensión Niño. Ambos, Galaviz y Arias fueron altos funcionarios delcabildo sancristobalense al cual prestaron su mejor concurso para beneficio de la urbe.

    Firma de Agustín Arias

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    La Sociedad Filarmónica de San Cristóbal

    Un grupo de notables fundó la Sociedad Filarmónica de San Cristóbal en agosto de 1869, entreellos destacan el periodista Luis Felipe Briceño y el institutor Antonio María Delgado, fundadorde un colegio en áriba y padre del abogado, pianista y compositor Antonio María Delgado

    Briceño (1869-1921), quien compuso valses de salón a la usanza caraqueña, como “Quejas del Alma” y “Sueño de Artista”. De esta manera, militares y civiles participaron en la ejecución demúsica europea y algunas páginas venezolanas como la “Marcha Guerrera” de Felipe Larrazábalen actos públicos como fiestas patrias, celebraciones políticas y graduaciones de bachilleres.

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    PARTICIPACIÓN MILITAR EN LA GÉNESIS DEL MOVIMIENTOBANDÍSTICO REGIONAL

    No por casualidad cinco gobernadores del Táchira fueron músicos activos en las bandas. Algunos iniciaron este trabajo en la “Banda de los Cachacos”, y otros en organizaciones

    de Rubio, Capacho y La Grita. Por esta causa, Cipriano Castro, Jesús Velasco Bustamante, Ascensión Niño, Juan Alberto Ramírez y Abigail Colmenares, en sus respectivos mandatosapoyaron la actividad musical en detrimento del fomento de otras manifestaciones artísticas,lo que aún se manifiesta en el presupuesto cultural de las instituciones estatales.

    Pedro María Morantes

    Firma de Pedro María Morantes

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    La Banda de los Cachacos La más importante agrupación musical de la segunda mitad del siglo XIX fue una institución “adhoc” fue conocida por el pueblo como la “Banda de los Cachacos”, pues sus ejecutantes utilizabanpaltó levita en sus actuaciones. No hay noticias de otra agrupación de cámara o de otro género en

    la ciudad de 1870. Los notables, que eran a la vez funcionarios públicos, agrimensores, maestrosde escuela, dependientes de comercio, políticos y militares formaron parte de ella, pero noabordaron la composición de formas superiores a las tradicionales populares del valse, la mazurca,la polca, el pasillo o el bambuco, ni se consideró la creación de una cátedra de composiciónque determinara ciertas líneas estéticas, al estilo de la Escuela de Chacao creada por los pardoscaraqueños a fines del siglo XVIII. Así, grandes personajes de la región como Cipriano Castro,Obdulio Cacique, Jesús Velasco Bustamante, Juan Alberto Ramírez, Régulo Bustamante y losmencionados Eloy Galaviz, Agustín Arias y Ascensión Niño, entre otros, ejercieron la actividadmusical. Esto permitiría que el libelista, Pedro María Morantes, escribiera años después, en 1912,desde París al general Francisco Alvarado, una carta donde expresa que “Casi me he caído deespaldas cuando supe que el pacífico don Agustín Arias a quien yo conocí manejando el arco delviolín y no la espada, cuando repicaban con campana mayor en la Iglesia de San Cristóbal, fue el

     jefe de Estado Mayor cuando la invasión de los llaneros. ambién es verdad que conozco generalescomo don Ascensión Niño y don Pedro Entrena, no más belicosos ni menos filarmónicos quedon Agustín. Yo creía que esa invasión había sido una horda emigradora, porque no sabía que fueen plena Federación que ella tuvo lugar”. Esto denota la intención de los luego gobernantes enapoyar la actividad musical mediante el sostenimiento de bandas y escuelas de música. El vínculomúsica-poder se manifiesta hasta en el actual presupuesto cultural del Estado, el cual aporta alsector musical más del 60 por ciento de su totalidad, conformando más del 50 por ciento de lanómina de funcionarios culturales en el áchira.

    Francisco Alvarado

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    INICIO FORMAL DEL MOVIMIENTO BANDÍSTICO. LA BANDASUCRE. MOMENTO DE TRANSICIÓN. LA BANDA DEL ESTADO

    La Banda del Estado Táchira es la más resaltante institución musical de la región. Fue creadaoficialmente en 1903, teniendo como antecedente la Banda Sucre. Conocida a lo largo de

    los años como Banda Oficial de Conciertos o Banda Sinfónica Oficial, ha reunido en susfilas a los más representativos exponentes de la ejecución instrumental de la zona. En ellase resume gran parte de la historia musical del Táchira, la cual, en principio, se debió alesfuerzo de la sociedad civil, liquidada esta actitud de dinámica social por la presencia delEstado interventor.

    La Banda Sucre La ejecución de instrumentos de banda tuvo un origen impreciso. Uno de los maestros formadoresfue el colombiano Abel Briceño, quien dirigía una banda en San Antonio del áchira. En 1874pasó a integrar las fuerzas militares del general Hermenegildo Zavarce, las cuales debían llegara Caracas. De este modo, la agrupación formada por músicos como Román Maldonado, PedroDamián Vivas y Alejandro Fernández, entre otros, pasó por Mérida y otras poblaciones. De ellos,sólo Fernández regresó para fundar en Rubio la Sociedad Armonía, promotora de la banda de esalocalidad en 1880. Esto conduce a sostener que la primera “escuela” de ejecución instrumentales de origen colombiano. La banda, en las diversas formas como fue conocida, Banda Marcial,Banda Filarmónica, Banda de los Cachacos y por último Banda Sucre, auspiciada por el comerciolocal, a través de la Junta de Retretas presidida por Juan Semidei Sánchez en 1897, fue dirigidapor músicos colombianos en su mayoría: Abel Briceño, Celso Pérez, Eleazar Guerrero, Marco

     Antonio Castrellón, participando solo los venezolanos Román C. Sosa y elésforo Jaime.

     Juan Semidei Sánchez

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    La Banda del Estado y sus directores. Desde Alejandro Fernández hasta Marco AntonioRivera Useche (1903-1969) La Banda Infantil “San Juan Bautista” (1923) del padre PedroPablo Maldonado

    El Estado entra abiertamente a apoyar la actividad cultural desde el 20 de julio de 1903, cuando

    designa a Alejandro Fernández como director de la Banda Filarmónica del Estado, constituidasobre la anterior Banda Sucre, integrada por 14 instrumentistas. Desde entonces se ha mantenidopor más de un siglo la dependencia y el tutelaje musical por parte del Estado, lo que ha garantizadosu existencia. El compositor y bombardinista Alejandro Fernández (1858-1934), se convirtió enel “músico del régimen”, a cuya gloria y la de sus héroes compuso valses, marchas y bambucos,entre ellos, “23 de Mayo”, “Viva Castro”, “La Exposición achirense” y “eresa”, en honor éstede la primera dama del áchira, eresa Cárdenas de Castro, esposa de Celestino. Esta relaciónle sería cobrada a Fernández a la caída del gobierno en diciembre de 1908, pues en junio de1910, los antiguos “restauradores”, luego “rehabilitadores”, designaron al músico italiano NicolásCostantino (1857-1927) como director. El nuevo maestro no creó una escuela de composiciónni impartió teoría y solfeo o armonía, limitándose su labor a la enseñanza de los instrumentos a

    ser ejecutados en la institución y al montaje de un repertorio basado en la transcripción de losgrandes maestros italianos y alemanes, labor que logró con gran mérito, habiendo dejado unaescuela de ejecución y de desarrollo del timbre o sonoridad de la banda, tarea que prosiguió sumás relevante alumno, Marco Antonio Rivera Useche.

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    Banda del Estado áchira. 5 de julio de 1913

    Empero, el trabajo de Costantino, tiene su acento negativo en la actitud despótica e inconsideradaque mantuvo con sus músicos, apoyado como estaba en el poder intolerante e irracional delmandatario regional, general Eustoquio Gómez, quien con mano férrea gobernó el áchira entre1913 y 1925. A esto se sumó el inicio del rechazo de la actividad de la banda por algunos desus seguidores, debido al crimen cometido en febrero de 1914, en Zorca, por un integrante

    de la institución que en un lance asesinó a su cuñado; ocurriendo a los dos días el crimen deltrombonista Nemecio Miranda en la sala de ensayos, motivado por la enemistad de Costantinocon su paisano, el bombardinista Leopoldo Martucci, quien accionó el revólver contra el maestro,desviándose el disparo que hirió de muerte al joven de apenas 17 años. Por último, el exilio yprisión (1919-1921) de siete ejecutantes que huyeron a Colombia, víctimas de la actitud delitaliano. Instalados en el Zulia, en una retreta fueron avistados por el propio Eustoquio Gómezquien ordenó de inmediato su captura, encerrándolos en el Castillo de San Carlos para trasladarlosa la cárcel de San Cristóbal. odo esto motivó en la sociedad y en el gobierno un desinterés cadadía marcado contra el ejercicio de la actividad musical, calificándose como una rémora social.

    Nemecio Miranda 

    Leopoldo Martucci

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    Ramón Espinal Font

    La llegada de un nuevo gobernante, el general y exbombardino de la Banda de Rubio, Juan Alberto Ramírez,en julio de 1925, dio aires nuevos a la corporación, la cual fuedirigida por Ramón Espinal Font , quien desmejoró el nivelalcanzado por su predecesor. Ramírez, buscando reivindicar

    la labor de su antiguo maestro Alejandro Fernández, llevadoal ostracismo en áriba donde residía, lo designó directorde la Escuela de Música, que por Decreto Ejecutivo fundaraen agosto de 1926, la cual se limitó sólo a la enseñanzainstrumental.

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    Cabe enfatizar que para esos años, el sacerdote Pedro PabloMaldonado  fundó en la populosa y peculiar barriadasancristobalense de La Ermita una banda infantil, quedirigida por Costantino ofreció su primer concierto en

     junio de 1923. La institución, sostenida por la parroquia,

    fue luego conducida por Rivera Useche y el notablebombardinista Evaristo Olivares, quienes enseñaron a unnúmero considerable de jóvenes ejecutantes que formaríanparte de la Banda del Estado, resaltando entre ellos EzequielVivas, Fernando Rueda Márquez y Luis Alberto Caminos.

    La banda infantil del padre Pedro Pablo Maldonado

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    El apoyo oficial que ha recibido la Banda del Estado por parte del Ejecutivo Regional le hagarantizado su existencia. Sin duda alguna, la Banda abarcó prácticamente la vida musical dela ciudad, desviando la posible formación de otras instituciones, entre ellas la tan anheladaOrquesta Sinfónica. La Banda dependía directamente del despacho del presidente o gobernadordel Estado, como empezó a llamársele desde la reforma constitucional de 1947, y la nómina

    de sus instrumentistas fue aumentando progresivamente hasta llegar a 56 en 1968, labor quelogró Marco Antonio Rivera Useche como director entre 1929 y 1969. Su trabajo superó lasdirectrices establecidas por Costantino incorporando a ejecutantes provenientes de la provinciatachirense, quienes hicieron su vida musical como participantes de esta corporación en una estanciapromedio de tres décadas hasta su jubilación. Esto permitió obtener el primer lugar en el nivelde interpretación dentro de las bandas venezolanas. Algunos de ellos destacaron también comocompositores de música típica tachirense y arreglistas de música regional adaptada para las bandaslocales. Rivera Useche, con la formación de Costantino y Martucci y su pasantía en la Banda delEstado Zulia, logró, con mucho esfuerzo labrarse una formación autodidacta que le permitiódesarrollar su inquietud estética en la Banda del Estado. Pudo elevarla de nivel imponiéndoleun repertorio europeo, particularmente italiano, además del norteamericano, y presentar en sus

    retretas dominicales de la Plaza Bolívar de San Cristóbal, la música nacional escrita por notablesdirectores de banda como Pedro Elías Gutiérrez, Laudelino Mejías y sus propias composicionesde orden académico, entre ellas la fantasía “Llano y Montaña” y la obertura “La Villa”, ademásde los complejos trabajos de transcripción que realizó de otras páginas regionales como “Joropo”de su primo Luis Felipe Ramón y Rivera, y la también obertura “Andina” del prematuramentefallecido Francisco J. Marciales.

    Banda del Estado áchira. c. 1940

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    Banda Oficial de Conciertos en la actualidad

    En 1969, Rivera Useche entregó la batuta a TíbuloZambrano, clarinetista oriundo de Lobatera, quienengrandeció su nivel artístico, aprovechando sus estudiosrealizados en Italia. Desde 1983, la institución fue conducidapor Lucio Zambrano y Orlando Paredes, manteniendo

    un importante esquema de ejecución musical, que laha convertido en la mejor institución de su género en elpaís. En los últimos años ha sido dirigida por LeonardoMontúfar, Iván Magallanes y Ramón Andrés Moncada ,su actual conductor.

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    FORMACIÓN DE LA ACADEMIA DE MÚSICA DEL ESTADO.IMPORTANCIA DE LUIS FELIPE RAMÓN Y RIVERA 

    La Academia de Música del Estado tiene una base cierta de origen a raíz de la llegada aSan Cristóbal, en 1939, del compositor Luis Felipe Ramón y Rivera, quien retornaba a su

    tierra natal. Contó con el apoyo de la promotora cultural María Santos Stella. La instituciónmostró un desarrollo en la inscripción de alumnos y el consiguiente aumento de cátedras yprofesores, habiendo importado a mediados de los cuarenta, un selecto grupo de docentesitalianos. Posteriormente, la labor del compositor Andrés Sandoval le dio a la instituciónrenombre nacional. La música típica tachirense vivió un inusitado resurgir con la constituciónde la Junta Pro Arte Musical en 1939, convirtiéndose en su primera difusora.

    Hasta mediados de los años treinta, no había sido posible conformar una verdadera cátedra decomposición, pues sólo se había logrado la pretensión de crear una música popular o típicapropia, con la presencia de elementos europeos, llaneros, caraqueños, zulianos y colombianos.Sólo se había conformado una banda que se mantenía por el apoyo presupuestario del Estado,

    el resto de la formación técnica se lograba con los músicos que venían allende las montañasregionales para impartir algunos de sus conocimientos a los artistas locales. Uno de los primerosmúsicos tachirenses formado en Caracas e inmerso en espacios de orden academicista, que decidióregresar al áchira fue Luis Felipe Ramón y Rivera , nacido en San Cristóbal en 1913. Vueltoa su tierra en febrero de 1939, ofreció de manera privada sus servicios como profesor de canto,violín y piano. Revolucionó el adormecido ambiente para fundar la Junta Pro Arte Musical, lacual “luchará por desarrollar y fomentar ampliamente el arte en esta capital”. En esta cruzadale acompañaron Marco Antonio Rivera Useche, el poeta, pintor y músico capachero ManuelOsorio Velasco y el pianista zuliano Valentín Moreno. Esta sociedad organizó un conjunto típico,la Orquesta Pro Arte, con la intención de rescatar las páginas olvidadas de Eloy Galaviz, AlejandroFernández, elésforo Jaime, José María Rivera y los demás representantes de la composición de

    temas populares o típicos de fines del siglo XIX y comienzos del XX.

    Luis Felipe Ramón y Rivera, a finales de los años 30

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    Las pretensiones académicas de Ramón y Rivera, quien estudió en Caracas con Vicente EmilioSojo no alcanzaron el nivel aspirado. No pudo establecer la necesaria cátedra de composición,encauzando algunas directrices para la creación de la música tachirense, cuestión que ejemplificócon su bambuco “Brisas del Torbes”, estrenado en el Salón de Lectura el 16 de diciembre de1939. Debió Ramón y Rivera conformarse con el apoyo del presidente del Estado, José Abel

    Montilla Betancourt, quien entró en la línea de “rescate de la identidad tachirense”, anhelocultural surgido a raíz de la muerte del general Juan Vicente Gómez en diciembre de 1935, quepretendió reivindicar los nombres de escritores y hombres públicos tachirenses olvidados por loslargos años de la dictadura. Montilla fundó en abril de 1939 la Escuela de Artes y Oficios, la quedirigida por Justo Raya Aguilar enseñaba mecánica, carpintería, sastrería, zapatería, confecciónde tejidos de paja y música, cátedra que se le encomendó al recién llegado violista, obteniendoun total de 115 inscritos. El 9 de marzo de 1942, la Escuela de Música se estableció de formaautónoma mediante decreto del Ejecutivo regional, lográndose la ampliación de sus cátedras,la contratación de un nuevo personal y la creación del primer orfeón, influenciado por la visitaque realizara en agosto de 1938, el famoso Orfeón Lamas de Caracas dirigido por el maestroVicente Emilio Sojo. Ramón y Rivera ejerció su cargo de director hasta 1945, cuando viajó para

    continuar estudios en Uruguay y Argentina. De vuelta a Caracas, en 1953 fundó la Orquestaípica Nacional, iniciando con su esposa, la pianista, compositora y musicóloga argentina Isabel

     Aretz, los estudios científicos y sistemáticos de folklore en el país.

    Luis Felipe Ramón y Rivera en 1952

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    La Academia de Música llegó a 1945 sin figuras relevantes dentro del campo musical venezolano.Sólo se había iniciado un proceso de rescate del acervo musical local y un largo camino deformación de niños y jóvenes que aspiraban a ser instrumentistas, cantantes líricos, y apreciadoresde la música. No había planteamiento estético, ni aún menos constitución de escuela alguna,tal y como la había iniciado Sojo en su Escuela Superior con la conformación de los primeros

    alumnos de su llamada Escuela Nacionalista. Con la gerencia de la promotora culturalMaría Santos Stella , - hija de Abel Santos, factor fundamental de la creación del Salón de Lecturay su primer presidente en 1907- quien había vivido su juventud en Europa y pretendía crearun conservatorio a la usanza europea, la incipiente Escuela dirigida por la pianista colombianaEvelia Rey Cubillos, utilizó todos los recursos humanos residenciados en la zona, exhortandoa los mandatarios regionales dar un mayor apoyo para su labor. erminada la Segunda GuerraMundial llegaron a América varios músicos que huían de la devastada Europa en búsqueda deterreno propicio para canalizar sus proyectos de desarrollo profesional.

    María Santos Stella en 1952 con el violinista José Lorenzo Llamozas

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    San Cristóbal recibió en 1946 a un grupo de ellos. Liderados por el pianista italiano CorradoGalzio, estuvieron el violonchelista Luigi Fussili, el violinista Alberto Flamini, la cantante Maríaassi, su esposo el director de orquesta y profesor de canto Guillermo Morelli y el trombonistaSalvatore Lícari. Con el nivel de estos personajes, algunos creyeron que era el momento idealde enrumbar la Escuela por otros senderos, iniciándose un proceso de formación musical con

    la presencia de profesionales del más alto nivel. La pretensión fue frustrada por concepcionespropias de la cortedad de miras, del provincialismo exacerbado que motivaron la literal huidade estos artistas hacia mejores derroteros en el país. De este modo se frustró una de las mejoresoportunidades que hubo en el encauzamiento de una Escuela con proyecto académico y conpretensiones estéticas de otro talante.

    Corrado Galzio Guglielmo Morelli Salvatore Lícari

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    En 1951 inició su tarea como nuevo director de la Academia un joven caraqueño, que un año atráshabía obtenido su título como maestro compositor con Vicente Emilio Sojo. Andrés Sandoval fueel único director de la institución que emprendió, por su capacidad, un proceso de creación de unaEscuela de Composición. Por vez primera un músico de esa dimensión creadora se establecía en laciudad para organizar el arduo trabajo de ordenamiento mental y estético, bases necesarias para la

    creación de formas musicales superiores, es decir, diferentes a los tradicionales ritmos tachirensescomo el valse y el bambuco. Algunos de sus discípulos fueron Ezequiel Vivas, José del Carmen

     Avendaño, Luis Eusebio Rodríguez y íbulo Zambrano, este último, también clarinetista, en quienconfluyeron la paciencia, perseverancia, apoyo y oportunidad para lograr su aspiración, culminadaen la Academia Santa Cecilia de Roma, en la Academia de Composición Sagrada de Roma y enla Escuela Superior de Música para hacerse como Sandoval, uno de los maestros de composiciónacadémica venezolanos. El trabajo de Sandoval al frente de la Academia le dio renombre nacional,manteniendo en sus cátedras a competentes instructores, sin lograr aún el clima propicio para laestructuración de una orquesta sinfónica, la preparación de líneas de investigación y la promociónde compositores académicos. Decepcionado por irregularidades del ambiente marchó a Maracaiboen 1958, frustrándose otra vez la posibilidad de consagrar a la Escuela en un orden sistemático

    de cosas. Debe acotarse que en el orden de instituciones de enseñanza musical, en 1956 se fundóla Escuela Santa Cecilia de La Grita, labor encomiable de Cristo Antonio González, quien hasido guía de la formación de músicos en esa región tachirense, la cual mantuvo por cinco décadascontinuando como asesor de ella, ubicándola en niveles interesantes en el campo de la ejecucióninstrumental y la formación pedagógica.

     Andrés Sandoval

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    La Escuela de Música siguió bajo la conducción administrativa de María Santos Stella y funcionabaen una casa de su propiedad en las inmediaciones de Catedral. En los años sesenta resalta lapresencia de Miguel Ángel Espinel como su director. Retornaba así el violinista y compositorque en 1913 creó musicalmente el tercer himno del áchira. Formado entre Europa y Caracas,mantuvo en ésta una escuela privada, la Academia Palacios, en la que dieron sus primeros pasos,

    bajo su guía, quienes serían glorias del piano, los niños prodigios Judit Jaimes y Humberto CastilloSuárez. Luego de una segunda estancia en Europa iniciada en 1952, Espinel volvió al áchira paraser director de la institución. ampoco fue comprendido y a fines de los sesenta retornaría AndrésSandoval por breve tiempo, siendo reemplazado por otros músicos como Alfonso ContrerasGaleano, Javier Sansón, Rufo Pérez Salomón, Luis Hernández Contreras, Lucio Zambrano,Echberth Lucena, Carlos Mendoza Rodríguez, Rafael Saavedra, Agustín Maldonado y su actualtitular Alberto Prieto. A la muerte del maestro Espinel, ocurrida en Caracas en febrero de 1968,la Escuela sería designada con su nombre.

    Miguel Angel Espinel Rufo Pérez Salomón, fallecido en noviembre de 2010

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    DISCÍPULOS DE LA ACADEMIA DE MÚSICA. OTRAS INSTITUCIONES DEFORMACIÓN MUSICAL. LA BANDA FILARMÓNICA EXPERIMENTAL. NUEVASGENERACIONES

    Desde 1960 comenzó a formarse una nueva representación de músicos en el Táchira. La

    creación de efímeras instituciones como orquestas y grupos de cámara, originó la BandaFilarmónica Experimental, por la que han pasado tres generaciones de intérpretes, y losmovimientos de Orquestas Juveniles. Otros artistas han hecho su carrera fuera del Estado,manteniendo siempre su vínculo con sus orígenes a través de conciertos, recitales yexposiciones técnico-pedagógicas. Entre 1960 y 2000 se logró la promoción de nuevas generaciones de músicos que darían unarepresentatividad diferente del áchira. Algunos de ellos iniciaron aquí sus años de formaciónpara culminarlos en Caracas y en el extranjero. Entre ellos están los violinistas Miguel ÁngelEspinel y Carmen Helena Ochoa, la pianista Elizabeth Guerrero y los cornistas Isaac Hernándezy Ramiro Ramírez. Otros realizaron sus estudios fuera del áchira como la pianista Judit Jaimes,

    el trompetista Rafael Demóstenes Puche, el violinista Pedro Antonio Ríos Reyna y el trompetistay maestro compositor José Agustín Maldonado Moreno, discípulo de Vicente Emilio Sojo, quienconcluyó sus estudios de composición en 1967. Su anhelo de dirigir la Escuela de Música deláchira cuando estaba en plenas condiciones de salud, también se vio frustrado por intolerablescircunstancias ajenas al arte.

    Carmen Helena Ochoa 

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    El 22 de noviembre de 1970 fue fundada la Banda Filarmónica Experimental, idea de  JesúsMaría Sánchez, promotor cultural, presidente del Instituto Autónomo Estadal de Música yluego director de Cultura y Bellas Artes, gestor también de la creación de la Emisora Cultural, laOrquesta ípica y los Niños Cantores del áchira. Amable Alfonso Sánchez, músico merideñoradicado en San Cristóbal desde 1950, realizaría una de las labores más formidables en la ejecución

    instrumental de la región, formando a tres generaciones de músicos que han integrado las másprestigiosas instituciones regionales y nacionales. Su labor como director de la Banda FilarmónicaExperimental no tiene antecedente alguno en la historia musical de la región y es la base para quese funde en la entidad el sistema de Orquestas Nacionales Juveniles, misión que le encomiendasu creador José Antonio Abreu, y en la que le acompañó Orlando Paredes. Ambos sistemashan contribuido, junto a la Escuela de Música, a la formación de una importante cantidad deinstrumentistas que están esparcidos en todo el territorio nacional, lo cual pone en evidencia laalta calidad de la enseñanza tachirense en el campo de instrumentistas de viento metal y vientomadera.

    Banda Filarmónica Experimental y su director Amable Alfonso Sánchez. 1970

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     A partir de 1980 otra generación de músicos asumió el control de las instituciones artísticas.Luis Hernández Contreras y Ángel Mendoza   sustituyeron a Amable Alfonso Sánchez en laconducción de la Banda Filarmónica Experimental, mientras que Luis Gilberto Mendoza y

     Javier Reyes llevaron al Núcleo de la Orquesta Juvenil por otros derroteros, elevándola, y LucioZambrano Maldonado fue nombrado director titular de la Banda Oficial de Conciertos, la cual a

    raíz del fallecimiento de Marco Antonio Rivera Useche en 1990, lleva su nombre como homenajea su gran obra y trabajo de cuarenta años al frente de la misma.

    Banda Oficial de Conciertos en el eatro “eresa Carreño” dirigida por Lucio Zambrano. 1988

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    El 31 de marzo de 1997, dentro de la celebración de los 436 años de la fundación de San Cristóbal,la Alcaldía representada por su titular Sergio Omar Calderón, dio la providencia para crear laBanda Municipal de la capital tachirense. Constituía ésta una idea de la concejal Betty Sayagode Espinoza, quien la promovió designándose como titular a Rosendo Espinoza , bombardino quehabía pertenecido a la Banda Oficial de Conciertos del áchira. Conformada por 35 ejecutantes,

    fue declarada Patrimonio de Especial Importancia Municipal el 26 de noviembre de 1999.

    Banda Municipal de San Cristóbal. Director: Rosendo Espinoza 

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    Dentro de las organizaciones escolares es menester mencionar el trabajo realizado por la Escuelade Música “Santa Cecilia” de La Grita , fundada por Cristo Antonio González con el apoyo demonseñor José eodosio Sandoval, el 1º de noviembre de 1956. Con un extraordinario régimenpedagógico mantiene más de 15 cátedras, logrando la creación de su orquestina, banda, coral yestudiantina, además de ensambles de percusión y de vientos, conservando un excelente inventario

    de instrumentos. Se ha presentado en varios auditorios del país demostrando su calidad. Pormedio siglo fue dirigida por su fundador, siguiéndole su hijo Eduardo y la profesora Hilse Ostos.En 1986 fue publicado el ensayo “Un rincón para la música. La Escuela de Música “Santa Cecilia.Una institución al servicio de la cultura tachirense”, escrito por el licenciado Rafael Rojas Pérez.De igual modo, en 2006 se editó el libro “Bodas de Oro de la Escuela de Música Santa Cecilia deLa Grita 1956-2006”, investigación realizada por Luis Hernández Contreras.

    En lo que atañe a su trayectoria personal, Cristo Antonio González nació en Ocaña, Colombia,en 1932. Realizó sus estudios musicales en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal, y enel Conservatorio de Música de Cúcuta entre 1945 y 1950. Llegó a La Grita como organista dela Basílica del Espíritu Santo, cargo que ejerció desde 1951 hasta 1970. Se dedicó a la docencia

    musical en diversas instituciones de esa ciudad y fundó la Escuela de Música “Santa Cecilia”,además de la Banda Juvenil de Conciertos de esta institución en 1963. Ha realizado diversoscursos sobre pedagogía musical en la ciudad de Caracas. Entre 1969 y 1974 fue director deCultura del Concejo Municipal del Dtto. Jáuregui. Su labor musical se resume en el vital impulsoy organización que ha dado a esta última institución durante más de medio siglo.

    Cristo Antonio González (der.)

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    La Escuela de Música “Francisco J. Marciales”, fundada en Rubio a mediados de los años 60,cumple igual misión en esa localidad con cátedras de instrumentos típicos, piano, teoría y solfeo,arpa criolla y otras bajo la dependencia de la Dirección de Cultura y Bellas Artes. Desde 1989 esdirigida por Alexis Cáceres. Loable labor en el orden privado realizó el profesor José Alberto ReyCubillos con su Estudio Musical creado en 1964. Una larga lista de alumnos, algunos de ellos

    notables ejecutantes fueron formados en su aula en la que su fundador siempre manifestó unaprofunda vocación con la enseñanza dejando en sus hijos y sobrinos, destacados continuadoresdel arte. En 2001, Johan Parilli creó Datemúsica , una escuela de música contemporánea popularque abarca desde lo clásico hasta el rock y el jazz.

     José Alberto Rey Cubillos

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    GESTIÓN CULTURAL PASIVA DE LAS BELLAS ARTES.PRESENTACIÓN DE EXCELSOS INTÉRPRETES MUSICALES ACADÉMICOS. LAS COMPAÑÍAS LÍRICAS. EL TEATROGARBIRAS. LA SOCIEDAD PRO ARTE MUSICAL. CREACIÓNDE UN MOVIMIENTO CULTURAL PARALELO AL FOMENTADO

    POR EL ESTADOLa llamada “alta sociedad tachirense”, particularmente de San Cristóbal y La Grita,conformada por los inmigrantes alemanes y las familias barinesas instaladas en la entidadluego de 1860, impulsaron el estudio del piano, instrumento considerado como de distinciónsocial y alcurnia. Para ello contaron con la experiencia de maestros provenientes de otraslatitudes. Pero, al lado del apoyo oficial ofrecido a las bandas, se constituyó un esquemade organización cultural auspiciado por particulares mecenas que exponían sus talentosen sociedades y clubes de carácter privado. Siempre se manifestó una intención de cultoa las bellas artes. Esta política, conocida como “bellartismo” condujo a considerar como“cultura” sólo lo emanado desde esa visión, excluyendo las manifestaciones populares otípicas, calificadas como de “menor valía”. Varias instituciones fueron creadas para difundirestas manifestaciones, las que han producido un lento proceso de formación de figuras localescon relevancia académica. La más importante importante de este género fue la SociedadPro Arte Musical, la cual presentó entre 1946 y 1970, algunas de las mayores luminariasartísticas del mundo en San Cristóbal. Este éxito promocional se debió al empeño particularde los esposos Ferrero Tamayo-Kellerhoff.

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    El piano como elemento de distinción social

    El aislamiento al cual estuvo sometido el áchira hasta 1899, año en que se incorporó a la vidanacional, motivó un vínculo especial con Colombia. Bogotá y no Caracas, fue la capital culturalde la entidad y en sus colegios y universidades estudiaron quienes tuvieron las posibilidades

    económicas de realizarlo, además, debe recordarse la dependencia política de centros del podercomo unja y Bogotá en la época colonial. Algunos viajeros lograron motorizar ideas estéticasa través de la enseñanza de instrumentos musicales, entre ellos, el piano, símbolo de formacióncultural y refinamiento social de las señoritas de la época. En la década de los 80 del siglo XIX,el pastor protestante y comerciante de Hamburgo, Alexander Boué, introdujo en San Cristóbalel primer piano en el que aprendieron sus hijas. De este modo comenzó la moda de ejecución deeste instrumento, representada por el institutor alemán Teodor Messerschmidt, los colombianoseodosio V. Sánchez, Elías Mauricio Soto y Luis David Villamizar, el caraqueño Rafael Saumelly los criollos Carlos Pirela Roo y Diego García, quienes iniciaron una no permanente ysistemática escuela de apreciación pianística entre los años 1880-1900, en la que se aplicabanlos métodos clásicos Czerny y Bertini. Por su lado, en La Grita, el colombiano Ramón Vera

    enseñó a las señoritas Socorra Duque, Benigna Contreras, Oliva Gómez y Ana Uzcátegui en unPleyel, propiedad de Emilio Constantino Guerrero. En conclusión, San Cristóbal sólo conocíaejecutantes o intérpretes del piano, instrumento utilizado como un signo de distinción social yde complemento en la formación de los jóvenes de la época, sin haberse formado un solo creadorlocal de música para el mismo.

     Alexander Boué

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    Firma de Alexander Boué

     Alice Boué Méndez Adela Boué Méndez

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     Actuación de las Compañías Líricas en el Táchira. El Teatro Garbiras (1904)

    En 1900, pasados los sucesos de la campaña de la Revolución Liberal Restauradora, se logró ciertaestabilidad con la llegada del nuevo jefe Civil y Militar del áchira, general Juan Vicente Gómez,quien ejerció el mando entre marzo y agosto de ese año. Los monitores culturales y empresarios

    artísticos contaron con el apoyo del presidente Cipriano Castro, amante de la zarzuela, para lacontinuación de las actividades de presentación de compañías líricas en la ciudad, la cual ya seconocía en 1886 con la actuación de la Compañía Lírico-Dramática de Raimundo Miguel deCarmona. En 1893, el notable pianista caraqueño Rafael Saumell, dirigió la compañía de JoaquínCuello y la Lírica Española volvió a lucirse en 1896. Sin embargo, la más recordada de todasfue la de Díaz y Valdepares, que hizo presencia con motivo de la inauguración de la Exposiciónachirense de 1906, acto que contó con la presencia de la primera dama de la República, doñaZoila Rosa Martínez de Castro. Con sendos montajes, iluminación especial, un elenco integrado,entre otros por Rafael Guinand, Emma Soler y eresa Puch, bajo la dirección del notable pianistay compositor Sebastián Díaz Peña, la de Díaz y Valdepares recibió el más marcado apoyo deasistencia, dejando su influencia en los músicos debido a la calidad de sus intérpretes que agotaron

    la temporada realizada en el Teatro Garbiras, notable sitio de conciertos, empeño particular delhombre público y político Arístides Garbiras, obra continuada por su yerno José María SemideiGutiérrez, inaugurada el 1º de octubre de 1904, que presentó las primeras funciones de cine silenteen junio de 1906, al violinista chileno Luis Palma en 1915, al Cuarteto Colombiano en 1927, ala soprano alemana Elsa Kaemmerer en 1931, al genial guitarrista y compositor Agustín Barrios“Mangoré” en 1932 y varios actos de la ópera Aída de Verdi en julio de 1951. “El Garbiras”, comocomúnmente se le conocía fue demolido en 1952 en razón del mal estado en que se encontraba,de la modernización arquitectónica y de la indiferencia por el pasado.

    eatro Garbiras. 1904 eatro Garbiras en los años 20

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    El mundo lírico tachirense

    La ópera y la zarzuela no han tenido una suficiente difusión en el áchira. Apenas unos recitalesde cámara de fines del siglo XIX y comienzos del XX. En tiempos de Cipriano Castro, variascompañías de zarzuela y opereta estuvieron en San Cristóbal, entre ellas la de Díaz y Valdepares

    en 1906 con la presencia de cantantes destacados como eresa Puch o Emma Soler. En 1917destacaba en Milán el tachirense Luis Hernández Alarcón “Luigi del áchira”, quien no ofreciórecital alguno en su tierra, siendo un protegido del general Gómez. Sería hasta 1946 cuandola presencia de los músicos italianos de posguerra motivó el inicio de una escuela de canto.En efecto, Guillermo Morelli y su esposa María assi eran profesionales connotados, hasta elpunto que Morelli dirigió óperas en Italia, Caracas y Japón. Con la Sociedad Pro Arte de AurelioFerrero amayo se logró la presentación de fragmentos de la ópera “Aída” de Verdi el 5 de juliode 1951, dirigiendo Salvatore Lícari la orquesta integrada por músicos tachirenses y las cuerdasprovenientes de Bogotá. Participaron los cantantes Cecilia Monsalve, María assi, Nerio NeriMago, entre otros profesionales y aficionados. ambién se hizo un montaje de “La Serva Padrona”de Pergolesi acompañada al piano como el de algunas zarzuelas, sin mayor trascendencia.

    Luis Hernández Alarcón “Luigi del áchira”

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    La cátedra de Morelli, quien era además competente ejecutante de la viola, tuvo como reemplazoa la cantante alemana Elisa Hartmann, quien ofreció algunos recitales particulares en SanCristóbal y Caracas, asumiendo la cátedra entre 1955 y 1970, teniendo entre sus alumnos a

     Janice Williams, Beatriz García, Esteban Medina y Nelson Hernández, por mencionar algunos. Williams la sucede, además actúa profesionalmente en varios montajes de la Opera Metropolitanade Caracas con maestros connotados mundialmente como Michelangelo Veltri. Sin embargo,la cátedra se circunscribe a ofrecer recitales de fin de año, promoviendo la maestra la Semana

    Musical para dinamizar el aletargado ambiente. Entre sus alumnos destacan Graciela Camacho, José Duarte, Isabel Hernández, César Pastrán, Edgar Moreno, Ingrid Sánchez, Filiberto Fandiño,Luis Eduardo Fandiño, Floraly Avendaño, Zulay Mora, entre otros, quienes logran hacer montajescomo “Bastián y Bastiana” de Mozart con la pianista argentina Susana Frangi. La presencia de

     Williams motivó crear el Cuarteto Lendvay de Caracas que montó versiones de ópera acompañadapor la Banda Oficial de Conciertos con arreglos especiales y adaptaciones realizadas por el maestroíbulo Zambrano. Arias de “Don Carlo”, “Luisa Miller” y el Stabat Mater de Rossini fueronpresentadas a fines de los años 70 y comienzos de los 80 hasta la partida de Zambrano a Italia.

    Otra generación surgiría. Los últimos alumnos de Williams, Carolina Camacho y Javier Márquezfueron propiciadores del movimiento lírico junto al tenor Gregory Pino, aprovechándose lapresencia luego de 2000, de la cantante lírica María Elisa Vargas, formada en Moscú. Varios recitalesse programan con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar del áchira, inclusive con la presencia deltenor ruso Nikolai Nazarov. Sin embargo, a mediados de los 90, Williams y un grupo de italianosmotivan la presencia del director Alfredo Rugeles quien condujo varios programas líricos con lacantante Laura Alonso y la tachirense Floraly Avendaño. Del mismo modo, Filiberto Fandiño,apasionado y experto del género, promovió en homenaje a Luciano Pavarotti un encuentro detenores participando él mismo con Javier Márquez y Gregory Pino; en otros programas dirigidospor Alexander Carrillo, Pino y Márquez se unieron a Edgar Moreno. Luego, Fandiño buscó almúsico ruso residente en Chile, Yuri Pronin, quien arregló temas latinoamericanos que fueronpresentados con el acompañamiento de la Sinfónica regional dirigidos por Luis Hernández

    Contreras. Filiberto Fandiño Freytez falleció en San Cristóbal el 28 de junio de 2015.

    Sin embargo, la presentación de una ópera completa no se había realizado en el áchira. JavierMárquez fue el gran promotor de ello. Con el apoyo del gobierno regional de César Pérez Vivasy su directora de Cultura, Ilia Sierra, se logró el aporte necesario para conseguir la presencia demúsicos como el director Angelo Pagliuca, el barítono William Alvarado, la soprano Margaritaroconis y la mezzo Katiuska Rodríguez, además de los locales Carolina Camacho y el propioMárquez quien hizo el papel de uriddu en la producción de “Cavallería Rusticana” de Mascagni,presentada en la Casa Sindical el 7 de abril de 2011. Al año siguiente, con el apoyo de la cantantey directora Isabel Palacios y del maestro Pagliuca, con otro elenco compartido entre Caracas,Barquisimeto y San Cristóbal se logró el montaje de “Cavallería” y “Payasos”. Por su lado, Gregory

    Pino había logrado asistir a clases magistrales en Caracas con la soprano mundial Mirella Freni,además de cantar en Perú, Colombia y en producciones caraqueñas. Pino montó con sus alumnosy el apoyo de la Sinfónica dirigida por Ramón Andrés Moncada varias zarzuelas y operas hastallegar al estreno de la primera ópera tachirense, “El jamás vencido”, homenaje a Cipriano Castrodel joven compositor tachirense Edwin García, estrenada en el eatro “Luis Gilberto Mendoza”de la Unidad Vecinal el 23 de noviembre de 2012. Otra figura que ha surgido dentro del ambientees Edwin Salinas, quien también se ha adentrado en la música popular obteniendo varios premiosnacionales. Por su lado, Pino continúa en su tarea, enseñando a varios notables alumnos, como lohiciera con la presentación de varios cuadros de “Carmen” de Bizet, al lado de Carolina Camachoquien radicada entre Pamplona y San Cristóbal, mantiene presencia local con varios recitales.

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    Programa del Montaje de Cavallería Rusticana en San Cristóbal

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    Montaje de la ópera El jamás vencido, protagonizada por el tenor Gregory Pino

    El tenor Filiberto Fandiño acompañado de la OSSB dirigida por Luis Hernández Contreras

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    Difusión de recitales y música de cámara. El Club Táchira.

    Entre 1900 y 1935 un grupo de aficionados y de músicos con formación académica se reunióesporádicamente en el Club áchira y en el Salón de Lectura, para conformar grupos de cámaraque actuaron en recitales donde participaban destacados miembros de la sociedad sancristobalense,

    entre ellos el ingeniero bogotano eodosio Velandria Sánchez, creador de la idea del Clubáchira, fundado en 1905. Organizó veladas literario-musicales y la constitución de la SociedadFilodramática con la ayuda del italiano Ángel Nóferi, pintor y actor. En su Colegio del SagradoCorazón de Jesús, establecido en la ciudad desde fines del siglo XIX, mantuvo la cátedra de músicaconducida unas veces por Caracciolo Lamus o por su paisana Julia Amarís de Blen, siendo unode sus alumnos destacados el violinista y compositor Miguel Ángel Espinel. Otro representantede esta forma particular y no oficial de actividad cultural fue Pedro Felipe Villasmil Candiales,doctor en Farmacia quien estudió piano en Caracas con Salvador Llamozas y acompañó las veladasrealizadas en el mencionado club, icono de la aristocracia local. Otros participantes fueron sushermanos Augusto y Antonio, la cantante Josefina Romero de Bello y algunas empleadas delas casas alemanas exportadoras de café como la señora de Augusto Saegelken y las pianistas y

    cantantes Olympa Crowther en los clubes El Niágara y El Vesubio desde 1886, y Amanda Klocken los temibles años 20, propios de “Don Eustoquio”, en alusión a la dictadura regional delgeneral Eustoquio Gómez, impuesta entre 1914 y 1925.

    Club áchira de San Cristóbal

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    La Sociedad Pro Arte Musical.

    Este movimiento de difusión cultural, según la apreciación de las bellas artes, tuvo su mayorresplandor con la creación de la Sociedad Pro Arte Musical, fundada el 7 de julio de 1946 por elabogado, historiador y melómano Aurelio Ferrero Tamayo y su esposa Inés Delia Kellerhoff .

    Presentó en el auditorio del Salón de Lectura varias de las más importantes figuras de lainterpretación musical académica. Con un escaso apoyo oficial, pero con la participación dealgunos patrocinadores, la Pro Arte, que no debe confundirse con la Junta Pro Arte de Luis FelipeRamón y Rivera, inició un camino de promoción musical presentando desde el 15 de agosto de1946, al violinista Ricardo Odnoposoff acompañado por el pianista Evencio Castellanos y luegoa figuras mundiales como el arpista Nicanor Zabaleta, el violinista Henryk Szeryng, la cantantevenezolana Fedora Alemán, el guitarrista Alirio Díaz y los pianistas Gyorgy Sandor, Alexis “Sigi”

     Weissenberg, Judit Jaimes, Harriet Serr, Witold Malcuzinsky y Andrej Wasowski. La creación deesta Sociedad motivó en Ferrero amayo la consecución de un piano Steinway and Sons de ¾de cola para el Salón de Lectura, el que fuera estrenado con motivo del tercer aniversario de laSociedad, el 17 de noviembre de 1949, por la pianista venezolana Emma Stopello. Sus últimos

    programas se realizaron hasta mediados de los años setenta.

     Aurelio Ferrero amayo y su esposa Inés (4ta de izq. a der.)

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    El propio Ferrero amayo dejó constancia de su actividad, diciendo que “Aurelio Ferrero amayo,era el traductor de inglés y francés de la literatura y currícula de la literatura y biografías quese enviaban para los conciertos. Era periodista, enviando a la prensa resúmenes del materialrecibido. aquillero en el Salón de Lectura, el eatro Garbiras y la Casa Sindical. En ocasiones setrasladaba al aeropuerto a recibir a los artistas. Llevaba personalmente los programas a los HotelesBellavista, Royal y después a El amá. Cobraba las asignaciones de las Casas Comerciales y losquinientos bolívares que eran la ayuda del Ejecutivo del Estado.”

    Una breve cronología de las actividades más resaltantes de la Pro Arte Musical muestra los artistaspresentados, muy a pesar de que pareciera que el áchira jamás dimensionó la trascendencia de laobra de los Ferrero-Kellerhoff. Actuaron en San Cristóbal, Ricardo Odnoposoff, acompañado porel pianista venezolano Evencio Castellanos, en el auditorio del Salón de Lectura el 15 de agostode 1946; 1º octubre 1946: Eric Landerer (piano); 10 marzo 1947: apia Caballero (piano); 27y 28 marzo 1947: Nicanor Zabaleta (arpa clásica); 17 mayo 1947: Emil Friedman (violín); 10

     julio 1947: León Roy (violonchelo), acompañado por Gerty Reskova de Haas (piano); 11 agosto1947, concierto de celebración del primer aniversario: Ricardo Odnoposoff (violín), acompañadopor Istvan Nadas (piano); 10 septiembre 1947: Adolfo Odnoposoff (violonchelo), acompañadopor Berta Huberman (piano); 11 octubre 1947: Ricardo Odnoposoff (violín), acompañado porCorrado Galzio (piano); 20 noviembre 1947: Cuarteto Maracaibo (Max Rodríguez, cello; EmilFriedman, violín; Alfredo Sabbadini, viola; Jacob van der Wouds, violín); 20 enero 1948: RositaRenard (piano); 2 marzo 1948: Eric Landerer (piano); 13 abril 1948: Roberto Shilton (barítono),acompañado por Corrado Galzio (piano); 17 junio 1948: Verónica Mimoso, virtuosa de tansólo 12 años de edad (piano); 14 septiembre 1948: Andrés Dalmau (violín), acompañado porsu esposa Genoveva de Arteaga Dalmau (piano); 15 octubre 1948: Ricardo Odnoposoff (violín),acompañado por Corrado Galzio (piano); 20 diciembre 1948: Jon Otnes (tenor), acompañadopor Corrado Galzio (piano); 18 enero 1949: Luis Felipe Fussili (violoncello), acompañado porCorrado Galzio (piano); 22 febrero 1949: Gilles Guilbert (piano); 12 marzo 1949: GracielaRamírez (soprano), acompañada por Corrado Galzio (piano); 28 abril 1949: María assi de

    Morelli (mezzosoprano), acompañada por el Cuarteto Galzio (Corrado Galzio, piano; AlbertoFlamini, violín; Guillermo Morelli (viola); Luigi Fussili (violoncello); 26 mayo 1949: CorradoGalzio (piano); 20 junio 1949: Manuel Pérez Díaz (guitarra); 07 julio 1949: Bogumil Sykora(violín), acompañado por su esposa Julieta de Sykora (piano); 27 septiembre 1949: Isabela deEspaña (bailarina), acompañada por Evelia Rey Cubillos de Kamratowski (piano); 17 noviembre1949: Emma Stopello (piano), quien estrenó en esa oportunidad el piano Steinway and Sons,del referido Salón de Lectura; 20 diciembre 1949: Jon Otnes (tenor), acompañado por CorradoGalzio (piano); 27 abril 1950: Fedora Alemán (soprano), acompañada por Corrado Galzio;14 septiembre 1950: Julio Braga (piano); 26 octubre 1950: Adolfo Odnoposoff (violonchelo),acompañado por Berta Huberman (piano); 28 noviembre 1950: Alejandro Villalta (piano);28 febrero 1951: María assi de Morelli (mezzosoprano), acompañada por Arminda de López

    Henríquez (piano); 6 julio 1951: celebración de los cinco años de la Sociedad con la presentaciónespecial de una orquesta sinfónica integrada por 40 profesores, formada en su mayoría porsolistas de la Sinfónica de Bogotá, dirigida por Salvatore Lícari Mazzola con la participación dela solista Annamaría Albertazzi de Müller (piano), quien interpretó el Concierto nº 3 para pianode Beethoven; 13 septiembre 1951: Gladys Le Bas, pianista argentina de 7 años de edad; 1951:

     Alexis “Sigi” Weissenberg (piano); 31 octubre 1951: Ellabelle Davis (soprano), acompañada porKelly Wyatt (piano); 5 marzo 1952: Orfeón Infantil Mejicano dirigido por Rogelio Zarzosa y

     Alarcón; 23 junio 1952: Emma Puyo (soprano), acompañada por Nina Golu (piano); 11 agosto1952: celebración del sexto aniversario, Ida Haendel (violinista), acompañada por Martín Imaz(piano); 7 octubre 1952: Georgy Sandor (piano); 9 marzo 1953: Félix Argüelles (guitarra);30 agosto 1953: Daniel Ericourt (piano); 3 septiembre 1953: Hilario González (piano); 20 octubre

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    1953: Harriet Serr (piano); 19 mayo 1954: Cuarteto Sandoval (Andrés Sandoval, violín; PabloPuky, violín; Werner ezlaff, viola; Constantino Ferrari, violonchelo); 17 diciembre 1954: CeciliaMonsalve Entrena de Orozco (soprano tachirense), acompañada por Corrado Galzio (piano); 24febrero 1955: Gert Kaempert (pianista); 1956: Marionetas de Salzburgo en la presentación de La

    Flauta Mágica de Mozart; 23 jul 1956: Henryk Szeryng (violín); 22 agosto 1956: celebracióndel décimo aniversario de la Sociedad: Harriet Serr (piano); 14 febrero 1957: Gert Kaempert(piano); 1957: Lily Azchieri (soprano); 23 junio 1959: Humberto Castillo Suárez (piano); 31

     julio 1959: Andrzej Wasowski (piano); 25 febrero 1960: Alirio Díaz (guitarrista); 24 marzo 1960:Nicanor Zabaleta (arpa clásica); 27 junio 1960: André schaikowsky (piano); 11 septiembre1961: Cuarteto de Cuerdas Bogotá (integrado por Luis Biava, Jaime Guillén, Ernesto Díaz yLuis Matzenauer); 30 enero 1962: Judit Jaimes (pianista nacida en San Antonio del áchira);29 marzo 1962: Morella Muñoz (mezzosoprano), acompañada por Martín Imaz (piano); 11diciembre 1963: Monique Duphil (piano); 28 abril 1964: Madeleine Simoni; 15 mayo 1964:Maurice Hasson (violinista), acompañado por su esposa Monique Duphil (piano); 16 octubre1964: Reina Calanche (soprano), acompañada por Corrado Galzio (piano) Otros conciertos no

    registrados, pero que fueron realizados según el propio doctor Ferrero, señalan las presentacionesde la Orquesta de Cámara de Munich; el Coro de los Cosacos del Don (coro de voces oscuras rusasradicados en EE.UU.); un recital con cantantes del Metropolitan Opera House de Nueva York,y el montaje en 1951 de gran parte de la ópera “Aída” de Giuseppe Verdi, con la participaciónespecial de solistas de la Orquesta Sinfónica de Bogotá, músicos locales, cantantes líricos de laregión, entre ellos, la soprano Cecilia Monsalve, con la preparación de Guillermo Morelli y ladirección general de Salvatore Lícari Mazzola.

    Programas de la Sociedad Pro Arte. G. Sandor Programa de la Sociedad Pro Arte. J. Jaimes

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    Como bien se indicó, la Sociedad Pro Arte Musical subsistió gracias al sistema de abonos yal patrocinio de empresas locales como: Banco de Venezuela; Banco de Maracaibo; Banco deOccidente; Banco de Fomento Regional Los Andes; Martín Marciales, hijo; Andes Motors;Constructora Esfega; Julio A. Villasmil y hermano; Industrial áchira; Almacenes Castalia deFiliberto Fandiño Sánchez; Autos orovega; Lotería de Beneficencia Pública del Estado áchira

    y Cervecería Andes, entre otros benefactores. El emblema, que identificó todos los programas deeste ente cultural (una lira) fue diseñado por Carlos Toss, notable músico y científico alemánradicado en el áchira. La Dirección de Cultura y Bellas Artes, bajo la gestión de Luis HernándezContreras, rindió homenaje al doctor Ferrero amayo y a su obra de difusión de las bellasartes, con la inauguración de una Biblioteca Artística Especializada que lleva su nombre, y conla celebración de un concierto realizado el martes 30 de junio de 1998, en el auditorio “Rafaelde Nogales Méndez” del Centro Cívico de San Cristóbal, con la participación especial de laOrquesta Sinfónica de Mérida, conducida por el director venezolano Eduardo Marturet, en laque actuó como solista la guitarrista alemana Irina Kircher.

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    EL MOVIMIENTO ORQUESTAL EN EL TÁCHIRA.

    No hubo un regular origen y crecimiento del movimiento sinfónico en la región. La presenciade la Banda Oficial no motivó en el Estado el apoyo a otro tipo de institución, pues éstasatisfacía su pretensión política de fomento cultural. A pesar del tiempo transcurrido, San

    Cristóbal no ha podido contar con una verdadera orquesta sinfónica profesional estable.

     AntecedentesDesde el establecimiento de los alemanes en San Cristóbal la música de cámara fue interpretadapor pequeñas agrupaciones de aficionados. Muy lejos estaba del pensamiento de aquellas gentesla constitución de una orquesta de cámara, menos una orquesta sinfónica. Marco Antonio RiveraUseche comenzó en 1926 a crear pequeños ensambles con los que actuaba en las funciones delcine silente en el eatro Garbiras. La presencia en la ciudad de músicos colombianos como loshermanos Rey Cubillos, Ángel María Corzo y Domiciano Pineda lo impulsaron hacer pequeñosarreglos que no colmaban su artística ambición. La presencia de la Banda del Estado satisfacíala necesidad cultural del gobierno regional y del público de esos años, para quienes la retretadominical era un espacio reservado de sus vidas para lucir sus trajes, para el cortejo sentimental,el paseo familiar, la confidencia política y el esparcimiento del ocio de la pequeña ciudad que noofrecía otro tipo de distracción.

    Raúl Soulés Baldó

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    El 11 de enero de 1941, Rivera Useche, con el apoyo del Salón de Lectura y de su presidenteRaúl Soulés Baldó, eminente médico, periodista, político, promotor social y también músicoaficionado, presentó el primer concierto de música sinfónica en la ciudad. Sin apoyo oficial ycon la voluntad de sus integrantes logró reunir a profesionales y aficionados. Sin embargo, variosmotivos condujeron a su desaparición, entre ellos, la inexistencia de una escuela de ejecución

    adecuada, la ausencia de instrumentistas con alto nivel, la falta de apoyo oficial que mantuvierala motivación y cohesión del grupo, el trabajo de Rivera como director de la Banda del Estado ylos conflictos internos de la sociedad cultural auspiciadora. Otro intento fallido se experimentódos décadas luego. El 7 de julio de 1960, de nuevo Rivera Useche, se puso al frente de otraorquesta sinfónica que presentó un solo concierto frente a las autoridades regionales. De nuevo,las esperanzas quedaron frustradas.

    Marco Antonio Rivera Useche y la orquesta sinfónica de 1960

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    La Orquesta Sinfónica de Los Andes

    Veinte años después, Luz Vivas erán, directora de Cultura y Bellas Artes y un grupo de monitoresculturales entre quienes estuvo el odontólogo y pintor Francisco “Pancho” Baptista, logró en1982 la fundación de la Orquesta de Cámara de Los Andes, la cual recibió presupuesto por parte

    del gobierno nacional que presidía Luis Herrera Campins. Esta institución estuvo conformadapor un grupo de instrumentistas rumanos y polacos que imprimió gran auge a la formación deejecutantes de cuerdas en la ciudad y fue dirigida por Rufo Pérez Salomón, titular de la Escuelade Música, advirtiéndose que su concierto inaugural fue conducido por Andrés Sandoval.ransformada en Orquesta Filarmónica del áchira, bajo la égida de Rubén Rivas, director delCoro de la Universidad Nacional Experimental del áchira, la orquesta logró el montaje de obrassinfónico-corales con la participación de solistas de renombre nacional como William Alvarado,Inés Feo La Cruz e Isabel Palacios.

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    La Orquesta Nacional Juvenil Núcleo Táchira 

     José Antonio Abreu, fundador de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela en 1975, visitó SanCristóbal para lograr apoyos a su pretensión, consiguiéndolos en las Bandas Oficial de Conciertosy Filarmónica Experimental. El 18 de junio, en la Casa Sindical de la capital tachirense, el propio

    gobernador de la entidad, Luis Enrique Mogollón en compañía de la directora de Educación yCultura, Emilcy Zambrano, presidieron el acto de imposición de las insignias representadas porun violincito atado a una cinta tricolor que representaba la pertenencia a la nueva orquesta. Elpropio Abreu la dirigió en el programa inaugural que incluyó la interpretación del Aleluya deEl Mesías de Haendel. La Orquesta fue encomendada a los músicos Amable Alfonso Sánchezy Orlando Paredes. Luego estuvo conducida por el violinista chileno José Francisco RamírezMoya quien la presentó en la Sala “José Félix Ribas” del eatro eresa Carreño de Caracas.Varias crisis se han manifestado en ella ocasionando su casi desintegración. El músico bolivianoCergio Prudencio logró seguir adelante con el proyecto, incorporando además, una cátedrade composición de música contemporánea y una brillante escuela de percusión liderada porel músico norteamericano Benjamín Carriel quien logró producir excelentes ejecutantes, entre

    ellos, Luis Gilberto Mendoza, José “Cheo” Cárdenas y Javier Reyes, quienes se desempeñaríancomo directores de orquesta.

    Instalación del Núcleo áchira de la Orquesta Nacional Juvenil

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    La Orquesta Sinfónica “Simón Bolívar” del Táchira 

    Bajo la dirección de Mendoza, el núcleo de la ONJ siguió actividades de música de cámarahasta su nombramiento, en 1989, como comisionado del ministro de Cultura José Antonio

     Abreu. Entonces, logró la conjunción de esfuerzos de la Escuela de Música, las Bandas Oficial y

    Filarmónica y la Orquesta ípica, para la creación de la Orquesta Sinfónica “Simón Bolívar” deláchira el 28 de septiembre de 1989, institución formadora de otra generación importante deinstrumentistas que abordaron un repertorio jamás antes interpretado en la región. Con la presenciadel ministro Abreu, la nueva institución realizó su primer concierto ese año. Desgraciadamente, laestela ascendente de Luis Gilberto Mendoza  quedó frustrada con el accidente de motociclismoque lo condujo a la muerte en el sector de Loma de Pío, el 28 de abril de 1990. En su honor fuecreada la Orquesta Sinfónica Infantil “Luis Gilberto Mendoza”, dirigida por Alexander Carrillodesde ese año. Del mismo modo, el eatro de la Unidad Vecinal, sede actual de la orquesta fuedesignado con su epónimo.

    Luis Gilberto Mendoza 

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    En adelante, los esfuerzos del cellista Luis Alberto Rey y de Javier Reyes, entre otros, lograronla consecución de la institución que ha sido dirigida por los venezolanos Echberth Lucena(1992), César Iván Lara (1993), el nicaragüense Giancarlo Guerrero (1996), hoy radicado enNorteamérica, el mexicano José Antonio Cerón (2002), además de otros maestros invitadosque han presentado innovadores programas con la presencia de consagrados instrumentistas.

    Luego sería conducida administrativamente por el joven clarinetista Laudemar Rodríguez quienpromovió la participación de nuevas generaciones representadas por la violinista María AlejandraGuerrero quien por años fue su concertino, formando parte de sus filas el eminente trompetistade fama mundial, Francisco “Pacho” Flores, oriundo de San Cristóbal. En los últimos años, laOrquesta, con sus vaivenes e inestabilidad, ha sido dirigida por el flautista y conductor tachirense,Ramón Andrés Moncada.

    César Iván Lara conduce la OSSB del áchira 

    Giancarlo Guerrero al frente de la OSSB del áchira  Ramón Andrés Moncada 

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    EL MUNDO CORAL TACHIRENSE

    La actuación del Orfeón Lamas en 1938 motivó la creación del primer orfeón tachirenseestable, hecho logrado por Luis Felipe Ramón y Rivera, pues hubo dos antecedentes. Enadelante, ha sido relevante y ascendente este campo representado por organizaciones como

    el Orfeón de la Academia de Música, la Coral del Táchira, el Coro Unet, los Niños Cantoresdel Táchira y otros surgidos en los últimos tres lustros.

     Antecedentes

    El segundo edificio del Salón de Lectura fue inaugurado al norte de la Plaza Bolívar de SanCristóbal, el 1º de abril de 1938. Disponía la ciudad de un espacio cónsono para la presentaciónde actividades culturales, y entre ellas estuvo el Orfeón Lamas de Caracas, dirigido por el maestroVicente Emilio Sojo, en el que participaban sus alumnos, entre ellos, Antonio Estévez, AntonioLauro y Ana Mercedes Azuaje, quien contraería matrimonio una década luego con el poetatachirense Manuel Felipe Rugeles. Por primera vez el público de San Cristóbal escuchaba unainstitución de esta naturaleza el 18 de agosto de ese año, quedando en algunos la aspiraciónde conformar uno propio de la región. Sin embargo, en menester acotar que en abril de 1904,eodosio V. Sánchez y Ángel Nóferi crearon la Sociedad Filodramática de San Cristóbal con unefímero coro infantil. Del mismo modo, Miguel Ángel Espinel organizó un coro femenino parala inauguración del Palacio de Gobierno el 19 de diciembre de 1931.

    Miguel Ángel Espinel y el coro de voces blancas en la inauguración del Palacio de Gobierno del áchira. 19 de diciembre de 1931

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    El orfeón de la Academia de Música del Estado. Actuación de Luis Felipe Ramón y Rivera,Marco A. Rivera Useche y Andrés Sandoval

    El primer coro estable tachirense se logró con la presencia de Luis Felipe Ramón y Rivera, quienfundó en marzo de 1939 la Junta Pro Arte. Creada la Escuela de Música, convertida en Academia

    en 1942, Ramón y Rivera creó el orfeón con sus alumnos, entre ellos algunos músicos de laBanda del Estado como Ezequiel Vivas, Humberto Morales y José Pablo Mendoza, participandotambién María Santos Stella y Jesús María Sánchez, quienes conducirían la política cultural de laentidad, sumándose voces juveniles como las de Miguel Octavio Sosa y Jesús “Chucho” CorralesSánchez, quien daría a su tierra eternas páginas de sentimiento y pertenencia regional. La partidade Ramón y Rivera a Uruguay en 1945, motivó que su primo Marco Antonio Rivera Usecheasumiera la responsabilidad, manteniéndola durante un tiempo, participando, inclusive, en elacto inaugural de la emisora Ecos del orbes, el 9 de agosto de 1947.

    Luis Felipe Ramón y Rivera y el Orfeón del Estado Marco A. Rivera Useche y el Orfeón del Estado

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    La presencia de los músicos italianos en el áchira permitió que el orfeón fuese dirigido porSalvatore Lícari, quien además lideró el orfeón del Instituto de Comercio “Alberto Adriani” en1949, y Guillermo Morelli, quien lo organizó para la representación de dos cuadros de la ópera“Aída” en 1951. La designación de Andrés Sandoval como director a fines de este año lo pusoal frente de la Academia y del orfeón, llevándolo a otros planos superiores, dirigiendo al mismo

    tiempo el orfeón del Liceo Simón Bolívar. Sandoval condujo la masa coral que participó en lacelebración de la Semana de la Patria, actividad creada por el gobierno de Pérez Jiménez con laintención de mostrar su obra de gobierno y los valores culturales de cada región. Esto le costaríasu salida de la Academia a la caída del régimen el 23 de enero de 1958.

     Andrés Sandoval y el Orfeón de la Academia de Música 

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    La actividad coral quedó en manos del músico y sacerdote Pedro Garmendia. Del mismomodo en el Seminario Santo omás de Aquino de San Cristóbal, esta especialidad era dirigidapor el sacerdote canadiense Jean Marie Dumont, quien tuvo entre sus alumnos a Edgar Roa,quien luego de ordenado prosiguió esta tarea en las parroquias a las que sirvió y en el LiceoSimón Bolívar. Alumno de Sandoval fue Virgilio Gamboa Ramón quien dirigió coros escolares,

    fundamentalmente en la Escuela Normal “J. A. Román Valecillos”, coro que sería dirigido porLeonardo Pérez Martí. Otra actividad de relevancia la constituyó el concurso de coros navideñosque organizó el Salón de Lectura bajo la presidencia del médico y músico Ovidio Ostos, formadocon Sojo en Caracas. De allí sale la más representativa institución de comienzos de los sesenta, elCoro “Rafael Izaza”, conducido por el clarinetista de la Banda y profesor de la Academia, EufrasioMedina, quien integró a sus hijos Gilberto, David y Freddy, y otros jóvenes bachilleres como elfuturo médico Carlos Jaime Martínez que se reunían en la temporada decembrina para hacermúsica. Asimismo, en la segunda estancia de Andrés Sandoval, a fines de los 60 y comienzos delos 70 volvió a organizar el orfeón de la Academia de Música que pasó llamarse, como se dijo,Escuela de Música “Miguel Ángel Espinel”.

     Andrés Sandoval (der.) y el Orfeón de la Academia de Música comienzos años 70. Asiste el Presidente de la República, Rafael Caldera 

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    La Coral del Táchira 

    No fue sino hasta el 28 de febrero de 1976, cuando en el Salón de Lectura de San Cristóbalse constituyó la Coral del áchira. Fue consecuencia del impulso y respaldo de la educadoraEmilcy Zambrano quien desempeñaba la Dirección de Educación y Cultura del Estado. Para esa

    misión fue encomendado el músico colombiano José Antonio Rincón, quien tenía una excelenteformación académica y realizó los arreglos de varias partituras tachirenses.

     José Antonio Rincón y la Coral del áchira 

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     A pesar de la corta estancia de Rincón, logra darle un lugar destacado en el mundo coral venezolano,realizando, inclusive, una gira a México. En 1978 son directores de la institución, Douglas Caciquey Rubén Rivas, quien pasó a dirigir el Coro Unet, hasta la llegada de la chilena Mónica Montoya,quien entre 1979 y 1983, realizó una extraordinaria labor de desarrollo artístico. A partir de1983 asumió la dirección el músico tachirense  Alexander Carrillo Jaimes. En los siguientes

    años, la Coral del áchira ha tenido un ascenso musical bien logrado, gracias a la disciplina desus integrantes y al esfuerzo de mejoramiento realizado por su director, quien obtuvo una sedeestable, aunque no propia, en el módulo de la urbanización Las Acacias de San Cristóbal desdeel 28 de septiembre de 1989. Allí se ha logrado el montaje de obras de trascendencia escritaspara agrupaciones polifónicas, además de haber realizado una amplia difusión de la instituciónen todo el Estado. Con motivo de su X aniversario, la Coral del áchira organizó el I FestivalNacional de Coros (junio 1986), participando ocho grupos corales, entre ellos el Orfeón de laUniversidad Central de Venezuela. Esta institución ha realizado montajes de obras sinfónico-corales con la Sinfónica de Maracaibo, Orquesta Sinfónica Venezuela, Banda FilarmónicaExperimental, Orquesta Simón Bolívar del áchira y la Orquesta Sinfónica de Colombia. Ha sidoinvitada a participar en numerosos festivales nacionales. En 1991 se presentó en Bucaramanga y

    Bogotá (Colombia), invitada por la Asociación Colombiana de Universidades, con motivo de larealización del XX Festival de Coros Universitarios. Estuvo en México en 1993 y en Puerto Ricoen 1995. Ha recibido numerosos reconocimientos por su importante labor de difusión cultural.Ha tenido el honor de participar en los cantos litúrgicos con motivo de la visita a Venezuela de SuSantidad Juan Pablo II. Está adscrita a la Dirección de Cultura y Bellas Artes del Estado áchira,y en 1997 este Despacho le creó la Asociación Civil Coral del áchira con la cual inició algunosprogramas de autonomía administrativa.

     Alexander Carrillo y la Coral del áchira 

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    En julio y agosto de 2001 realizó una primera gira por España con una actuación especial anteSu Santidad Juan Pablo II en El Vaticano, el 6 de agost