La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en...

178

Transcript of La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en...

Page 1: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones
Page 2: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

LamuertellegaaRomareúnenueverelatos,presentadosenordencronológico,quenarrannuevoscasosdelconocidodetectiveGordianoelSabuesodurante losaños inicialesdesucarreraprofesional.Másconcretamente,transcurrenentre77y63antesdeCristo.

De lamano deGordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad deRoma, aunque algunas de sus investigaciones también nos llevarán a Hispania, Sicilia, labahíadeNápoles,einclusomásalládelasfronterasdelaRepública.

Según palabras del propio autor: En estas páginas los lectores se enterarán de detallessobre los combates de los gladiadores, las carreras de cuadrigas y el papel del censorromano,ademásdealgunosdatosinteresantessobrelacomida:lapreparacióndelgarum(lasalsa de pescado tan importante en la cocina romana), el origen del famoso epigrama deCicerónsobreunaporcióndepastel,ylaprimeraaparicióndelascerezasenRoma.

Page 3: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

StevenSaylor

LamuertellegaaRomaRomasubrosa-1.7

ePubr1.0epubdroid04.05.15

Page 4: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Títulooriginal:AgladiatordiesonlyonceStevenSaylor,2005Traducción:LuzFreireDiseñodecubierta:RednaG

Editordigital:epubdroidePubbaser1.2

Page 5: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

ParaRick,quelosleyóprimero.

Page 6: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Naturainestinmentibusnostrisinsatiabilisquaedamcupiditasverividendi.

(Lanaturalezasembróennuestramente

eldeseoinsaciabledeconocerlaverdad).

MARCOTULIOCICERÓN,Cuestionestusculanas

Page 7: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Prefacio

GordianoelSabueso,detectivedelaantiguaRoma,aparecióporprimeravezenunanovelallamadaSangreromana,publicadaen1991.

EneltranscursodelasochonovelasquesiguieronylosdieciochocuentosdelaserieRomasubRosa,Gordianopasódelostreintaalossesentayunaños.Suconcubina,Bethesda,seconvirtióensuesposa,ysufamiliacrecióhastaincluiraunahija,doshijosadoptados(unonacidoesclavo)ycuatronietos («una típica familia romana extendida», según el comentario que la especialista en culturaclásicaMaryBeardhizoenelTimesLiterarySupplement).Secodeóconlaspersonasmásfamosasdesuépoca,incluidosCésar,Cicerón,MarcoAntonio,Pompeyo,CrasoyCleopatra.Tomóparte(porlogeneral,entrebambalinas)enalgunosdelossucesosmásimportantesdesutiempo,yfuetestigodelas décadas finales de la República romana según ésta se desintegraba en las guerras civiles que,finalmente,dieronorigenalImperiodelosCésares.

Deprincipioafin,loslectoreshanseguido,enquinceidiomas,lasaventuraseinvestigacionesdeGordiano,ymuchosdeesoslectores(graciasalainvencióndelcorreoelectrónico)sehanpuestoencontacto con su creador y le han hecho llegar comentarios, preguntas, palabras de aliento ynotificacionesdelaocasionalerratatipográfica.

Los nueve primeros relatos de Gordiano (que se desarrollan en el período de ocho añoscomprendido entre las dos primeras novelas, Sangre romana y El brazo de la justicia) fueronincluidosenunacoleccióntituladaLacasadelasvestales.Desdesupublicación,escribíotrosnueverelatos;loslectoreslosencontraránreunidosenestelibro.AligualquelashistoriasdeLacasadelasvestales,todossucedenenlosprimerosañosdelacarreradeGordiano.Amenudoseencuentraasulado,creciendoconrapidez,Eco,elmuchachomudoqueconocióenSangreromana.TambiénestáBethesda, laconcubina judeoegipcia,queconel tiempo llegaráasersuesposa.Confrecuencia,subuenamigoypatronoLucioClaudiomantienelargasconversacionesconél.Cicerón,elgranleóndelostribunalesromanos,hacevariasapariciones.Sertorio,elgeneralrebeldequeinstituyóunEstadoromanorivalenHispania,dejasentirsupresenciaalolargodetodoellibro,yhaceunaapariciónen«Laciervablanca».Dosdestacadasfigurasdefinalesde laRepúblicaqueparticiparonpocoen lasnovelas,LúculoyCatón,formanpartedelúltimorelatodelacolección.

Una de las alegrías de escribir los relatos deGordiano es la oportunidad de investigar variosaspectosdelavidaylahistoriadeRomaquenoeranpertinentesenlasnovelas.Enestaspáginas,loslectoresseenterarándedetallessobreloscombatesdelosgladiadores,lascarrerasdecuadrigasyelpapeldelcensorromano,ademásdealgunosdatosinteresantessobrelacomida:lapreparacióndelgarum (lasalsadepescadoyencurtidostanimportanteenlacocinaromana),elorigendelfamosoepigramadeCicerón sobre una porción de pastel, y la primera aparición de las cerezas enRoma(respectodeestoúltimo,untemaalgodelicado,véansemásdetallesenlasnotashistóricasalfinaldellibro).

Elescenariodelamayoríadelosrelatoseslaatestada,hermosa,siemprefascinanteyperversaciudaddeRoma,perolasinvestigacionesdeGordianotambiénlollevanaHispania,Sicilia,labahíadeNápolesymásalládelasfronterasdelaRepública.

Losrelatossepresentanaquíenordencronológico.Al finaldel libro, los lectoresencontraránuna cronología detallada, que incluye todos los relatos y las novelas, además de algunas notas defuenteshistóricas.

Page 8: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

¿Porqué«SubRosa»comotítulocolectivodelaseriedenovelasyrelatossobreGordiano?EnelantiguoEgipto, la rosaeraelemblemadeldiosHorus, luegoconsideradoporgriegosy romanoscomoeldiosdelsilencio.Porcostumbre,unarosainclinadasobreunamesadeconcejoindicabaquetodos los presentes debían guardar el secreto. «Sub rosa» (literalmente, «bajo la rosa») llegó asignificar«aquelloqueserealizaensecreto».Deahí«RomasubRosa»:unahistoriadelossecretosdeRoma,ounahistoriasecretadeRoma,vistadesdelosojosdeGordiano.

Page 9: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Laesposadelcónsul

—Adecirverdad—refunfuñóLucioClaudioconlanarizhundidaenunrollodepergamino—,sinosguiáramos por lo que cuentan en elActadiurna, se podría pensar que Sertorio es unmuchachitomalcriado,ysurebeliónenHispania,unatravesurainofensiva.¿Cuándosedaráncuentaloscónsulesdelagravedaddelasituación?¿Cuándopensaránintervenir?

Meaclarélavoz.LucioClaudiobajóelpequeñorolloyarqueósusrojizasytupidascejas.—¡Gordiano!¡PorHércules,quérápidollegaste!Tomaasiento.Busqué una silla, pero de inmediato recordé dónde estaba. En el jardín de Lucio Claudio los

visitantesnosemolestabanenbuscarlosasientos;tansólosesentaban,ylasillasedeslizadadebajode ellos. Me acerqué al lugar donde Lucio se asoleaba, y doblé las rodillas. En efecto, una sillasostuvomicuerpo.Nuncalleguéaversiquieraalesclavoquemeatendió.

—¿Algo para beber, Gordiano? Yo estoy disfrutando de una taza de caldo. Es demasiadotempranoparatomarvino,nisiquieramezcladoconagua.

—Difícilmente elmediodía sea temprano, Lucio.No para los que estamos levantados desde elamanecer.

—¿Desdeelamanecer?—Luciohizounamuecaanteunaideatandesagradable—.¿Unacopadevino,entonces?¿Yalgunosbocaditos?

Levanté lamanopararechazar laoferta,y laencontréocupadaporunacopadeplata,mientrasuna esclava joven y bonita comenzaba a llenarla con vino Falerno. Apareció a mi izquierda unapequeñamesatrípodeconunafuentedeplatagrabadaconimágenesdeninfasdanzantes,yllenadeaceitunas,dátilesyalmendras.

—¿TeinteresaleeralgodelActa?Yaterminéconlasnoticiasdeportivas—Lucioseinclinóhaciaun montón de rollos desordenados sobre la mesa a su lado—. Dicen que los Blancos por fin seorganizaron como es debido para esta temporada.Cuadrigas nuevas, caballos nuevos. Seguro queharánsudaralosRojosenlascarrerasdemañana.

Mereíenvozalta.—Quévidallevas,LucioClaudio.Televantasalmediodía,paraluegodeambularportujardíny

leertupropiacopiadelActadiurna.Luciolevantóunaceja.—Una vida sensata, si me lo preguntas. ¿Quién quiere codearse con unamultitud en el Foro,

esforzándoseporver,aduraspenas,a travésdeunamasadedesconocidosqueleenelActaen lostableroscolgadosenlasparedes?Opeor,¿quiénquiereescucharaunpayasoqueleelasnoticiasenvozalta,intercalandosuspropioscomentariosingeniosos?

—Pero ésa es la idea del Acta —respondí—. Es una actividad social. La gente se toma unmomentoparadescansardelajetreobulliciosodelForo,sereúnealrededordelostablerosydiscutenlos temas que más les interesan: noticias sobre la guerra, matrimonios y nacimientos, carreras,profecíasextrañas.Eselmomentomásimportantedeldíaparamuchos, leerconcuidadoelActaydiscutirdepolíticaodecaballosconlosconciudadanos.Unodelosplaceresdelavidaenlaciudad.

Lucioseestremeció.—¡Gracias,perono!Mimétodoesmejor.EnvíounpardeesclavosalForounahoraantesdeque

lopubliquen.ApenasapareceelActa,unoleeenvozaltamientrasqueelotrotomadictadoconun

Page 10: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

punzónsobretabletasdecera.Luego,correndevueltaacasa,transcribenpalabraporpalabraenunpergamino,yparacuandomelevanto,micopiaparticulardelActameesperaeneljardín,conlatintatodavíahúmeda.Unasillacómoda,unlugaralsol,unatazadeabundantecaldo,ymicopiapersonaldelActadiurna:tedigo,Gordiano,nohaymaneramáscivilizadadecomenzareldía.

Mellevéunaalmendraalaboca.—Todo eso me suena un poco antisocial, por no decir extravagante. ¡Sin contar el costo del

pergamino!—Tratar de leer las tabletas me cansa la vista—Lucio tomó un sorbo de caldo—. De todos

modos,notehicevenirparaquecriticarasmisplacerespersonales,Gordiano.HayalgoenelActaquequieroqueveas.

—¿Qué?¿LasnoticiasdelgeneralromanorebeldequeaterrorizaHispania?—¡QuintoSertorio!—moviósuenormecuerpoycambiódeposición—.Prontotendráatodala

península ibérica bajo su control.Los pobladores odian aRoma, pero adoran aSertorio. ¿Enquéestaránpensandonuestrosdos cónsules,quenoenvíanapoyomilitar algobiernode laprovincia?DécimoBruto,sibienapreciomuchoaeseviejoratóndebiblioteca,noesunbuencombatiente,esotengoque admitirlo, y nome lo imaginodirigiendouna expedición.Pero supar en el consulado,Lépido, es un veterano de guerra; peleó con Sila en la Guerra Civil. ¿Cómo pueden esos dosquedarsesentadostantranquilosmientrasSertorioinventaunreinoprivadoenHispania?

—¿TodoesoestáenelActadiurna?—pregunté.—¡Claro que no!—resopló—.Nada, sólo la explicación oficial que da el gobierno: situación

bajocontrol,nohayrazonesparaalarmarse.EncontrarásmásdatossobrelasgananciasexorbitantesyobscenasdelosaurigasquesobreHispania.¿Quéotracosasepuedeesperar?ElActaesunórganoestatal publicado por el gobierno. Es probable que el propio Deci dicte las noticias de la guerrapalabraporpalabra.

—¿Deci?—DécimoBruto,porsupuesto;elcónsul.—Porsusvínculospatriciosancestrales,Lucioteníala

tendenciadellamarporelprimernombre,einclusoporelapodo,acualquieraqueestuvieraenelpoder—. Pero me has distraído, Gordiano. No te hice venir para hablar sobre Sertorio. SobreDécimoBruto,sí;peronosobreSertorio.Ten,échaleunamiradaaesto—sumano,engarzadadejoyas,revoloteósobreelmontóndepapirodesordenado,ylevantóunrolloquemedioaleer.

—¿Chismesdelasociedad?—observéporencimadeltexto—.ElhijodeAsecomprometeconlahijadeB…CinvitaaDasufincacampestre…EcompartesufamosarecetafamiliardehuevosquedatadelostiemposenquelalobadabademamaraRómulo—gruñí—.Todoestoesmuyinteresante,peronoveocómo…

Lucioseinclinóhaciamíydiounpequeñogolpeenelpergamino.—Leeestaparte.Envozalta.—«El ratóndebibliotecaasoma lacabezamañana.Presa fácilparaelgato,pero los felinosse

quedanconhambre.Safoladeojosbrillantesdice:“¡Seanrecelosos!”.Unadagacaemásrápidoqueelrayo.Mejoraún:unaflecha.¡QuetriunfeVenussobretodos!».

Lucioseapoltronóensusillaycruzólosfornidosbrazos.—¿Quéteparece?—Meparecequees loquese llamaun«mensajecifrado»;algúnchismeescritoencódigo.No

tienenombrespropios,sólopistasque,paraquiennopuededescifrarlas,no tienenningúnsentido.

Page 11: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Por la mención de Venus, imagino que este mensaje en particular se refiere a alguna aventuraamorosailícita.Dudoquereconozcalosnombresdelosinvolucrados,inclusosiestuvieranescritosenformaexplícita.Túestásmáspreparadoparaentenderloquedice,Lucio.

—Escierto.Metemoqueloentiendo,almenosenparte.Poresotemandéllamarhoy,Gordiano.Tengounbuenamigoquenecesitatuayuda.

Fruncí el ceño.Conseguí trabajos provechosos a través de las relaciones ricas y poderosas deLucio,perotambiénmeexpusieronagrandespeligros.

—¿Yquiéneseseamigo,Lucio?Levantóundedo.Losesclavosquenosrodeabanretrocedieronensilenciohaciaelinteriordela

casa.—Discreción,Gordiano.¡Discreción!Vuelvealeerelmensaje.—«Elratóndebiblioteca…».—¿Yaquiénllamératóndebibliotecahacesólounmomento?Parpadeé.—DécimoBruto,elcónsul.Lucioasintió.—Sigueleyendo.—«Elratóndebibliotecaasomalacabezamañana…».—DeciiráalCircusMaximusmañana,paraverlascarrerasdesdeelpalcoconsular.—«Presafácilparaelgato…».—Sacatuspropiasconclusiones,¡sobretodoconlamencióndedagasyflechasmásadelante!Levantéunaceja.—¿Creesquehayunaconspiracióncontralavidadelcónsul,ytebasasenunmensajecifradoen

elActadiurna?Meparecepocoserio,Lucio.—Noesloqueyocreo.EsloqueelpropioDecicree.Elpobrehombreestámuyalterado;vinoa

micasaymesacóde lacamahaceunahora,desesperadoporunconsejo.Necesitaalguienque loayudeasalirdeladuda,conrapidezysinhaceralboroto.Ledijequeconocíaalhombreindicado:GordianoelSabueso.

—¿Yo?—bajélosojosyvilaaceitunaqueteníaaprisionadaentreelíndiceyelpulgar—.PuestoqueelActadiurnaesunórganodelEstado,estoysegurodequeDécimoBruto,comocónsulquees,se encuentra en mejor posición para determinar de dónde proviene ese mensaje y qué es lo quesignificaenrealidad.Paraempezar,¿quiénloescribió?

—Eseesprecisamenteelproblema.—Noentiendo.—¿Veslapartedondesemencionaa«Safo»ysuconsejo?—Sí.—Gordiano,¿quiéncreesqueescribeyeditaelActadiurna?Meencogídehombros.—Nuncamelopregunté.—Entonces,telodiré.Loscónsulesenpersonadictanlasnoticiasdepolíticainternayexterna,y

dan sus propios puntos de vista oficiales. Las secciones más áridas, operaciones comerciales,recuentodeganaderíayesascosas,lasrecopilanlosempleadosdelCensor.Lasnoticiasdeportivasestán a cargo de losmagistrados responsables delCircusMaximus. Los augures se ocupan de las

Page 12: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

historias que llegan sobre relámpagos extraños, cometas, vegetales con formas insólitas y otrosvaticinios. Pero ¿quién crees que se encarga de las notas sociales: participaciones de bodas ynacimientos,compromisos,«mensajescifrados»,comolosllamas?

—UnamujerllamadaSafo.—Una referencia a la poetisa del antiguo Lesbos. La esposa del cónsul también tiene algo de

poetisa.—¿LamujerdeDécimoBruto?—Ellaescribióelmensaje—Lucioseinclinóhaciaadelanteybajólavoz—.Decicreequeella

quierematarlo,Gordiano.

—Miesposa…—elcónsulcarraspeóen formaruidosa.Sepasó lamano,nervioso,porelcabelloplateado y deambuló a lo largo del enorme recinto, de un estante a otro, rozando las pequeñasetiquetasde los rollosdepergaminoen suscasilleros.Fuerade laBibliotecadeAlejandría,nuncahabíavistotantosescritosenunsololugar,nisiquieraenlacasadeCicerón.

LacasadelcónsulquedabacercadelForo,apocadistanciadeladeLucioClaudio.Semehabíapermitidolaentradasindemora:graciasaLucio,estabanesperandomillegada.DécimoBrutoechóafuera a un tropel de secretarios y me invitó a pasar a su cámara privada. Prescindió de lasformalidades:suagitacióneraevidente.

—Miesposa…—carraspeódenuevo.DécimoBruto,elmagistradodemayorautoridadentodoel territorio, acostumbradoadardiscursospolíticosenelForoyalocucionesceremonialesen lascortes,parecíaincapazdeempezarahablar.

—Sindudaesmuybella—comenté,alverelretratoquedecorabaunodelospocosrinconesdela pared que no estaba atiborrado de estantes. Era una imagen pequeña, de cera encáustica sobremadera,peroaunasídominabalahabitación.Unajovendeextraordinariabellezanoscontemplabadesdeelretrato.Sartasdeperlasadornabanlosabundantescabelloscastañosrecogidosconbroches,tambiéndeperlas,enlapartesuperiordelacabeza.Másperlaspendíandelasorejasyalrededordelcuello.Lainmaculadasencillezdesusjoyascontrastabaconunfulgorensusojosverdesqueparecíadesafiante,frío,casieldeundepredador.

DécimoBrutodiounpasohaciaelretrato.Levantóelmentónyentrecerrólosojostancercadeélquesunarizcasirozólacera.

—Muybella,sí—murmuró—.Elartistanoalcanzóareproducirni lamitaddesubelleza.Poresomecaséconella;poreso,yparatenerunhijo.Semproniamediolasdoscosas,subellezayunhijo varón. ¿Y sabes por qué ella se casó conmigo?—el cónsul se acercó hasta quedar esta vezdemasiadocercademí,ymemiróconatención.Dehabersidootrohombre,hubieraconsideradoeseprofundo escrutinio como una amenaza, pero el cónsulmiope tan sólo se esforzaba por leermisgestos.

—Semproniasecasóconmigopormispapiros—suspiró—.Losé,pareceabsurdo,¡unamujerquelee!,perofueasí:noaceptócasarseconmigohastaquevioestahabitación,yentoncessedecidió.Haleídocadaunodeestosvolúmenes, ¡másde losqueyohe leído!Inclusoellamismaescribeunpoco;poesíayesascosas.Susversossondemasiado…apasionados…paramigusto.

Volvióacarraspear.—Sempronia,verás,noescomolasdemásmujeres.Avecescreoquelosdiosesledieronalma

Page 13: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

dehombre.Lee comounhombre.Conversa comounhombre.Tiene supropio círculode amigosvariados: poetas, dramaturgos, mujeres de dudosa reputación. Cuando Sempronia los recibe, lasagudezassurgendesuboca,unatrasotra.Inclusopareceríaquepiensa.Bueno,entodocaso,opina.Tieneopinionesacercadetodo:arte,carreras,arquitectura,¡inclusopolítica!Ycarecedevergüenza.Encompañíadesupequeñogrupo, tocael laúd,mejorqueelmáscalificadodenuestrosesclavos,deboconfesar.Ybailaparaellos—hizounamuecadedesagrado—.Lehedichoquetalconductaesindecente,nadaapropiadaparalaesposadeuncónsul.Dicequecuandobaila,losdiosesylasdiosashablanatravésdesucuerpo,yquesusamigosentiendenloquehayenellacuandobaila,auncuandoyonopueda.Hemostenidotantaspeleasqueyacasiherenunciadoadiscutirconellasobreeltema.

Volvióasuspirar.—Pero tengo que reconocer que no es una mala madre. Sempronia ha criado muy bien al

pequeñoDécimo.Yapesardesujuventud,llevaacabosusdeberesoficialescomoesposadelcónsulde modo impecable. Tampoco me ha avergonzado en público. Mantiene sus… excentricidades…dentrodelacasa.Pero…

Parecíaagotado.Hundióelmentónenelpecho.—Unodesusdeberes—insinué—esencargarsedelasnotassocialesdelActadiurna,¿noesasí?Asintió,alzólosojoshastaelretratodeSemproniayluegolediolaespalda.—¿Lucioteexplicólacausademispreocupaciones?—Sólodelaformamásdiscreta.—Entonces,tendréqueserexplícito.Esperoquemeentiendas,Sabueso:eltemaes…enextremo

embarazoso.Luciomedicequesabesmantener labocacerrada.Simeequivoco, simis sospechassoninfundadas,nopuedenempezaracorrerrumoresdemiestupidezenelForo.Ysitengorazón,siloquesospechoescierto,menospuedopermitirmeellujodeunescándalo.

—Entiendo,cónsul.Sesituómuycercademí,observóconcuidadomirostro,ypareciósatisfecho.—Bueno,entonces…¿pordóndeempezar?Poresemalditoauriga,supongo.—¿Unauriga?—Diocles.¿Hasoídohablardeél?Asentí.—PertenecealequipodelosRojos.—Nolosé.Nosigoeldeporte.PeromehandichoqueDioclesesmuyfamoso.—Yrico,másricoinclusoqueRoscioelactor.Esescandalosoquelosaurigasylosactoresde

nuestraépocatenganmásdineroquelossenadores.¡Nuestrosantepasadossehubieranhorrorizado!Dudé de quemis antepasados se hubieran horrorizado tanto como los deDécimoBruto, pero

asentíytratédevolveraltemaprincipal.—EsteDiocles…—Unodelgrupodemiesposa.Sóloque…esmásíntimoqueunamigo.—¿Sospechas,cónsul?¿Otienespruebas?—¡Tengoojos!—pareciódarsecuentadelaironíadeconsiderarsudébilvisióncomountestigo

dignodeconfianza,ylanzóunsuspiro—.Nuncalosdescubríinfraganti,siesloquepreguntas.Notengopruebas. Pero en cada reunión,mientras sus amigos se recitan entre ellos recostados en loscanapés,ambosterminansiempresolosenalgúnrincón.Susurrando…riendo…—lerechinaronlosdientes—.¡Noquedarécomounidiota,dejandoamiesposaexhibirseconsuamantebajomipropio

Page 14: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

techo!Mepusetanfuriosolaúltimavezqueestuveallí,que…quearméunescándalo.Echéafueraatodos,yledijeaSemproniaqueDioclesnopodíavolvernuncamásaestacasa.Cuandoprotestó,leordenéquenovolvieraahablarconél.Soysumarido.¡Esmiderechodecidiraquiénpuedetenerdecompañía y a quién no! Sempronia lo sabe. ¿Por qué no puede, simplemente, someterse a mivoluntad? En vez de eso, tiene que discutir. Comenzó a atacarme como una arpía: ¡nunca habíaescuchadounlenguajeasíenunamujer!Unapruebamás,siacasolanecesitaba,dequesurelacióncon ese hombre eramuchomenos que decente.Al final, le negué la entrada a todo su círculo deamigos, y le prohibí a Sempronia salir de la casa, incluso para realizar sus funciones oficiales.Cuandodebe cumplir con algunade sus obligaciones, sólo tienequedecir: «La esposadel cónsullamentaestarenferma».Hasidoasídurantemásomenosunmes.Latensiónenlacasa…

—Peroaúnllevaacaboundeberoficial.—Sí,laredaccióndelasnotassocialesdelActadiurna.Notienequesalirdelacasaparaeso.Las

esposasdelossenadoresvienendevisita,puestoquesíselepermitenvisitantesrespetables,yledantodos los pormenores que necesita. Si me lo preguntas, la sección de sociales es terriblementetediosa,inclusomásqueladeportiva.Apenasledoyunamiradarápida,paraversimencionanalafamiliaysilosnombreshansidobienescritos.Sempronialosabe.PoresocreyóquepodíamandarunbrevemensajeaDioclespormediodelActadiurnasinserinterceptado.

Miróelretratoyañadió,luegodeunapausa:—Fue el término «ratón de biblioteca» lo que captómi atención. Apenas nos casamos, era el

apodocariñosoconelquemetrataba:«Miviejoratóndebiblioteca».Supongoqueahoraesasícomomellamaamisespaldas,entrerisasyjuegos,cuandoserelacionaconpersonascomoelauriga.

—¿Y«Safo»?—Susamigoslallamanasíaveces.—¿CreesqueelmensajecifradoestádirigidoaDiocles?—A pesar de mi falta de interés en las carreras, sé una o dos cosas acerca de ese auriga en

particular;¡másdelasquemeimportan!ElnombredesucaballoprincipalesGato.¿Cómoempiezaelmensaje?«Elratóndebibliotecaasomalacabezamañana.Presafácilparaelgato…».MañanairéalCircusMaximusyharéunaapariciónpúblicaenlascarreras.

—¿Ytuesposa?—Semproniaseguiráaquí,recluidaenlacasa.¡Notengolamenorintencióndepermitirlesaliren

públicoadevorarseconlamiradaaDioclesensucuadriga!—¿Noestarásrodeadodeguardaespaldas?—En medio de tanto tumulto, ¿quién sabe qué oportunidades podrían surgir para que algún

«accidente»meocurriera?EnelForodelSenadoromanomesientoseguro,peroelCircusMaximuseselterritoriodeDiocles.Debeconocercadaesquinaoscura,cadarincónsecreto.Y…estáelasuntodemivista.Soymásvulnerablequeotroshombres,ylosé.YSempronialosabe.Sinduda,tambiénDiocles.

—Déjameversientiendo,cónsul:considerasesemensajecomouncomunicadoentretuesposayDiocles,cuyocontenidoesunaconspiracióncontratuvida…,peronotienesningunaotraprueba,yquieresqueresuelvaesteasunto.

—Tepagaréconcrecesportutiempoytuesfuerzo.—¿Porquémeelegiste,cónsul?Sindudaunhombrecomotúcuentaconsuspropiosagentes,un

investigadorquepuedadescubrirlaverdadsobretusaliadosytusenemigos.

Page 15: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

DécimoBrutoasintió,sinmayorconvicción.—Entonces,¿porquénoconfiarleestamisiónatuinvestigadorpersonal?—Teníaaunsujetoasí.SellamabaScorpus.PocodespuésdequeleprohibílaentradaaDiocles,

enviéaScorpusaaveriguarlaverdadsobremiesposayelauriga.—¿Quédescubrió?—Nolosé.Hacealgunosdías,Scorpusdesapareció.—¿Desapareció?—Hastaayer.EncontraronsucuerpoenelTíber,ríoabajo,másalládeRoma.Mesorprendióque

leocurrieraesojustoaél.Dicenquepudohabersecaídoalaguayahogado.Muyextraño.—¿Porqué?—Scorpuseraunexcelentenadador.

DejélacasadelcónsulconlalistadelosamigosdeSemproniaqueDécimoBrutollegóarecordar,yconunabolsallenadedinero.Labolsaconteníalamitaddemishonorarios;elrestomelopagaríaelcónsulasusatisfacción.Sisussospechaseranfundadas,yyolefallaba,nuncapodríacobrarlo.Losmuertosnopagansusdeudas.

Duranteelrestodeldíayalolargodelanocheobtuvelamayorinformaciónposibleacercadelaesposadelcónsulyelauriga.MiamigoLucioClaudioconocíabienalosricosypoderosos,peroyotenía mis propios contactos. Los mejores informantes sobre los amigos de Sempronia seencontrarían,supuse,enlosbañosdeSenia.Ungrupotanunidoseguramenteconcurríaalosbañosparasocializar,enparejaoengrupo:loshombresensusinstalacionesylasmujeresenlassuyas.Losmasajes y el baño caliente aflojan la lengua, y la ausencia del sexo opuesto estimula aunmás lafranqueza.Nohaydesperdicioenloqueescuchanlosmasajistas,aguadoresymuchachoscontoallas.

¿EranamantesDioclesySempronia?Quizásí,quizáno.Segúnmisinformantesenlosbaños,quemetransmitieronchismesdesegundamanosobreelcírculodeSempronia,Diocleseraconocidoporsumordacidady ella teníaungustoparticularpor los comentarios sarcásticos; eraposibleque surelaciónsebasarasóloenrumoresyrisassofocadas.Semproniaelegíaasusamigos,tantohombrescomomujeres,porqueladivertían,eranagradablesalavistaoestimulabansuintelecto.Nadiepodíaconsiderarla una esclava de la pasión; el arrebato con el que danzaba o declamaba sus versos erapartedesupersonalidad,unapequeñafacetadelamuchachaconférreavoluntadquehabíallegadoaconvertirseenlaesposadeuncónsulyhabíaleídotodoslosvolúmenesdesuestudio.

Conrespectoalaconspiracióncontraelcónsul,nadaserumoreaba.LosmiembrosdelcírculodeSempronia se sentían ofendidos por su encierro y por que les prohibieran ir a verla, pero losempleados de los baños me dijeron que parecían más divertidos que indignados. Los amigosconsideraban a Décimo Bruto un bobo inofensivo y senil. Entre ellos apostaban, jugando, cuántotiempoletomaríaaSemproniasometeralviejoratóndebibliotecayrecuperarsuvidasocial.

Un descubrimientome sorprendió. Si era cierto lo queme decían los empleados, Sertorio, elgeneralrenegadodeHispania,erauntemadeconversaciónmuchomásexcitanteentreelcírculodeSemproniaqueel cónsul, ellamismaoel auriga.Al igualqueLucioClaudio, creíanqueSertoriopretendíaarrebatarle lasprovinciashispánicasaRomaycoronarse rey.AdiferenciadeLucio, losamigosdeSemproniaaplaudían,ensecretoentreellos,aSertorioysurebelión.

DécimoBrutoconsiderabafrívolosaloscompañerosdesuesposa,personaspocopreocupadas

Page 16: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

porlasaparienciaseingenuassobretemasdepolítica.Tratédeimaginarquéatractivopodíaejercerun rebelde como Sertorio sobre tales diletantes. ¿Acaso se sentían cautivados por el encantoagridulcequesuelentenerlascausasdesesperadas?

Salí de los baños yme dirigí alCircusMaximus, o,más precisamente, a lasmuchas tabernas,burdeles y antros que se encuentran en los alrededores de la pista de carreras. Soborné a algunoscuando tuve que hacerlo, pero en general con sólo mencionar el nombre de Diocles conseguíescucharmásdelonecesario.Laopinióngeneralentrelamultituddelcircoeraquelosgustosdelaurigaseinclinabanhacialosjóvenesatletas,yquesiemprehabíasidoasí.Sufascinaciónactualeraunacróbatanubioqueactuabaen los intervalosde lascarreras,yque secreíaque,despuésde lascarreras,realizabaunactomásprivadoenlarecámaradeDiocles.Porsupuesto,elnubioquizáserasólounaexcusaparaocultarunaaventuraamorosamuchomásilícita;otalvez,cuandosetratabadesusamantes,elpropioDioclesbienpodríaserunbuenmalabarista.

MientraselcírculodeSemproniaseentreteníahaciendocomentariossobreSertorio,lagentedelcirco,indiferentealapolítica,conversabaconentusiasmosobrelascarrerasdeldíasiguiente.Teníalasensacióndequealgunosdemisinformantesmeestabanocultandoalgo.Enmediodelascharlassobrecaballosyelgolpeteodedados, las risasestridentesy losgritosde«¡Venus!»para labuenasuerte, percibí una atmósfera de intranquilidad; más aún, de genuino temor. Quizá se trataba delnerviosismo general de la noche previa a las carreras. O quizá, para entonces, ya había bebidodemasiado vino con demasiadas malas lenguas para poder ver las cosas con claridad. De todosmodos,meparecióquealgoterribleestabaapuntodesucederenelCircusMaximus.

Los gallos empezaron a cantar cuando me alejé de las inmediaciones del circo, caminé condificultadporRomay llegué,aduraspenas,hasta lacolinaEsquilina.Bethesdamehabíaesperadodespiertatodalanoche.Losojoslebrillaronalverlabolsadedinero,algoaligeradaporlosgastos,ymelaarrebatóconimpacienciadelasmanosparadepositarlaenelcofrevacíodelacasa.

Unashorasdespués,conunterribledolordecabeza,acausadelvinoydenohaberdormido,regreséalestudiodelcónsul.Habíamosacordadoquedebíairasucasaunahoraantesdelaprimeracarreraparaentregarlemiinforme,fueraelquefuere.

Lecontéloquehabíaaveriguado.Loschismesdesegundamanodelosempleadosdelosbañosyde los borrachos de las tabernasme parecieron insustanciales amedida que se los relataba, peroDécimo Bruto escuchó en silencio y asintió con gravedad cuando terminé. Lanzó una mirada alretratodesumujer.

—Entonces,¡nada!ScorpusseahogóyelSabuesonoencontrónada.¿Mehassuperadoenastucia,Sempronia?

Elretratonorespondió.—Aún no he terminado, cónsul—le respondí—.Mañana iré a las carreras.Mantendré ojos y

oídosatentos.Quizásincluso…—Sí,sí,comodesees—DécimoBrutohizounvagomovimientoconlamanoparadespedirme,

sindesviarenningúnmomentolosojosmiopesyfuriososdelaimagendeSempronia.Unesclavomeescoltó fueradelestudiodelcónsul.Enelatrio,unapequeñacomitivasecruzó

connosotros.Hicimosunapausamientraselséquitodemujerespasóconrapidez;acompañabanasuseñora de una parte de la casa a la otra. Traté de ver a través de la multitud y me topé con una

Page 17: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

abundante cabellera castaña adornada de perlas. Unos ojos verdes se cruzaron con los míos. Seoyeronunaspalmadas,ylacomitivasedetuvo.

Semproniaseadelantó.DécimoBrutoteníarazón:lapinturanohacíajusticiaalabellezadesuesposa.Eramásaltadeloquehabíaimaginado.Apesardelavoluminosateladesuestola,sufigurasugeríaladelicadaeleganciadetodosucuerpo.Elrostroproyectabaesasonrisafríaydesafiantequeelretratistahabíacapturadocongranmaestría.

—Eresnuevo.¿Unodeloshombresdemimarido?—dijo.—Yo…Teníaunasuntopendienteconelcónsul—respondí.Memiródearribaabajo.—Tienes grandes ojeras. Parece como si hubieras estado despierto toda la noche.A veces los

hombressemetenengravesproblemascuandosequedandespiertoshastatarde…husmeandodondenodeben.

Habíaunbrilloensumirada.¿Meestabaprovocando?Debíhabermequedadocallado,peronolohice.

—¿ComoScorpus?Supequesemetióenproblemas.Semproniafingióconfusión.—¿Scorpus?Ah,sí,elsoplónquemimaridousabaparacualquiercosa.Scorpusseahogó.—Losé.—Muyextraño.Nadabamejorqueundelfín.—Esooí.—Lepudopasaracualquiera—suspiró.Susonrisadesapareció.Notéundestellodesimpatíaen

sus ojos, y unamiradaquemeheló la sangre.Un tipo tan agradable, parecía decir; ¡qué penamedaríatenerquematarte!

Semproniasiguióadelanteconsucomitiva,yyofuiconducidohastalapuerta.

Cuando llegué alCircusMaximus, todoRoma parecía haberse congregado en el largo y estrechovalle que separa el Palatino del monte Aventino.Me abrí paso entre la multitud que se agolpabadelantedelospuestosdecomidaybebidaempotradosbajolas tribunas,pisandopiesyesquivandocodos hasta que pude encontrar la entrada que buscaba. El estadio estaba repleto de espectadores.Muchosvestíanderojoodeblanco,oagitabaninsigniasdecolorrojooblancocomoseñaldesusimpatíaporunequipouotro.Miréelóvaloalargadoenelcentrodelestadio,deslumbradoporelextravagantejuegoderetazosblancosyrojos,comonievesalpicadadesangre.

Impacientes y ansiosos por el inicio de las carreras, los espectadores aplaudían, pateaban yentonaban cantos y estribillos. Los gritos de «¡Diocles para los rojos, veloz para los ojos!»,competíancon«¡Blanco,blanco,blanco,másrápidoqueunrayo!».

Unavozagudapenetróatravésdelestruendo.—¡Gordiano! ¡Por aquí! —así encontré a Lucio Claudio. Estaba sentado en el pasillo, dando

palmadasenelcojínvacíoasulado—.¡Aquí,Gordiano!Recibítumensajeestamañana,y,comoeramideber,teguardéunlugar.Mejorquelaúltimavez,¿noteparece?Nomuyarriba,nomuyabajo,conunavistaespléndidadelameta.

Loqueeramásimportante,elpalcoconsularestabacerca,unpocomásabajoyanuestraderecha.Mientras tomaba asiento, vi que una cabeza plateada ingresaba por la entrada privada del palco.

Page 18: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

DécimoBrutoysupar,elcónsulLépido,aparecieronrodeadosdesuséquito.Por lomenos,habíalogrado llegar a salvo al circo. Las canciones de los fanáticos fueron acalladas por los vítores.Amboscónsulesgiraronysaludaronalamultitud.

—Pobre Deci —dijo Lucio—. Cree que lo están vitoreando a él. La verdad es que estánvitoreandosullegadaporqueahoralascarreraspuedenempezar.

Estallóelsonidodelastrompetas,seguidodemásvítores,mientrasseiniciabalagranprocesión.Estatuasdediosesydiosasdesfilaronencarrosporlapista,encabezadosporlaVictoriaconlasalasdesplegadas. Mientras pasaba Venus —favorita de los apostadores y de los amantes—, el gentíocomenzóaarrojarmonedas,queluegolossacerdotesseocuparondelevantar.LaprocesióndelosdiosesterminóconunagigantescaestatuadoradadeJúpiterensutrono,transportadaenuncarrotanenormequeparamoverloerannecesariosveintehombres.

Luego aparecieron los aurigas de las carreras del día, dando vueltas con lentitud en carrosengalanadosconelcolordesurespectivoequipo,elrojooelblanco.Paramuchosenlastribunas,eranhéroesfueradelocomún.Habíaunacoplaparacadacorredor,ytambiénparacadaunodeloscaballos.Elruidodelacompetenciadecantosavecesllegabaaserensordecedor.

Como nunca fui un apostador o un aficionado a las carreras, reconocí a pocos aurigas, peroincluso yo identifiqué a Diocles, elmás famoso de los rojos. Era fácil identificarlo, gracias a laextraordinariacorpulenciadesushombros, labarbaerizaday los flameantesmechonesdecabellonegroazabache.Cuandopasó frenteanosotros, conunaamplia sonrisay saludandoa lamultitud,traté de fijarme en la reacción deDécimoBruto, pero sólo pude ver la nuca del cónsul.Aunque,¿acasolasonrisadeDioclessetornóalgosarcásticacuandopasófrentealpalcoconsular,ofuesólomiimaginación?

Eldesfileterminó.Lapistaquedóvacía.Losprimeroscuatrocarrosseubicaronensuslugaresenel punto de salida, en el sector norte del circo. Dos carros blancos, el principal junto al aurigasecundarioqueregulabaelritmodelacarrerayevitabalosobstáculos,competiríancontradosrojos.

—¿Conseguiste una tarjeta de las carreras?—Lucio tenía en susmanos una tableta demadera.Muchosenlastribunaslasutilizabanparaabanicarse;entodoelestadio,llenoderojosyblancos,elmovimiento continuo de las tarjetas era llamativo en extremo—. ¿No? —dijo Lucio—. No tepreocupes,puedesfijarteenlamía.Veamos,laprimeracarreradeldía…—lastarjetasconteníanlosnombresdecadaauriga,sucolor,yelnombredelcaballoprincipaldesuequipo,conformadoporcuatromiembros—.Rojo principal:Musclosus, quemonta aÁyax, ¡un caballo heroico, sin duda!Comoaurigasecundario:Epafrodito,quemontaaunodecincoañosllamadoManchas,primeravezqueoigonombraraesecaballo.Paralosblancos:Thallus,quemontaaReceloso,ysucolega,Teres,quemontaaNevado.Quénombretantontoparauncaballo,¿noteparece?¡Auncuandoseablanco!Mejorlecaeríaauncachorro…¡PorHércules!¿Esesalatrompetaquemarcaelinicio?

Loscuatrocarrosselanzaronalapista.Nobiencruzaronlalíneablanca,compitieronconfuriaparaalcanzarlaposicióninternamáscercanaalacolumnaqueseextendíaalolargodelcentrodelcirco.Asusespaldas, se levantóunaespesanubedepolvo.Los látigos sedeslizaronporel aireychasquearoncuandolosjinetesdieronlaprimeravueltaalrededordelpostealfinaldelacolumnaygiraron de regreso. Los rojos llevaban la delantera, con Epafrodito, el auriga secundario,entorpeciendoalblancoprincipalparadarvía libreasucolega,mientrasqueelsecundariode losblancos se arrastraba con gran fatiga, incapaz de ayudarlo. Pero en siete vueltas podía sucedercualquiercosa.

Page 19: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Luciosaltabaensualmohadón.Losespectadoresquenosrodeabancomenzaronahacerapuestasentreellossobreelresultadodelacarrera.

—¡LeapuestoaNevado!—gritóunhombrealotroladodelpasillo,frenteaLucio.Otro,sentadoabajo,avariosasientosdedistancia,giróyrespondióconungrito:—¿Elsegundodelosblancos?¿Estásloco?—TeapuestodiezaunocontraNevado.—¿Cuánto?Esa es la forma en que los romanos apuestan a las carreras: inspirados por un chispazo de

intuiciónyenelcalordelmomento,por logeneralconunextrañosentadoa su lado.LesonreíaLucio,cuyapropensiónalasapuestasespontáneaseramotivodebromasentrenosotros.

—¿Piensasparticiparenlasapuestas,Lucio?—Eh…No—mecontestó,bajandolosojoshacialapista.Farfullóalgunaspalabras,entrelasque

pudedistinguir—:¡Vamos,Ayax!¡Vamos!Sinembargo,Áyaxnoganó.TampocoNevado,que tanpocasoportunidades tenía.En lavuelta

final,fueReceloso,elblancoprincipal,elquepasóaladelantera,sinayudadelblancosecundario,que quedó muy atrás. Incluso los partidarios de los rojos entre la multitud festejaron semejanteexhibicióndelosfavoresdelaFortuna.

—QuébuenoquenoleapostasteaÁyax—lecomenté.Comoúnicarespuesta,Luciogruñóysequedómirandosutarjeta.

Carreratrascarrera,mediolaimpresióndequeLucioestabaobsesionadoporloscaballosmásque nunca, saltando excitado con cada trompetazo de inicio, dando gritos de júbilo cada vez queganaba su favoritoy, loque eramás frecuente, refunfuñandocuando su caballoperdía, aunqueenningún momento lo vi hacer una apuesta con ninguno de los que nos rodeaban. A cada rato,garabateabanúmerosenel reversode la tarjetaconun trozode tiza,murmurandoysacudiendo lacabeza.

Losmovimientosnerviososdemiamigodistrajeronmiatención,aligualqueelsemblantepétreodeDécimoBruto,sentado,rígido,detrásdesucolegaenelpalcoconsular.Estabatanquietoquemepregunté,enunmomento,sisehabíaquedadodormido;contanmalavisión,noeradesorprenderseque le interesaran tan poco las carreras. Sin duda, pensé, ningún asesino se arriesgaría a atentarcontralavidadeuncónsulaplenaluzdeldía,rodeadodeunadocenadeguardaespaldasymilesdetestigos. Aun así no me sentía tranquilo, por lo que permanecí atento a la posible aparición decualquierseñaldepeligro.

Con tantas cosas enmente, además del persistente dolor de cabeza queme quedó de la nocheanterior,prestépocaatenciónalascarreras.Amedidaqueibananunciandoacadaganador,misoídosregistrabanapenaslosnombresdeloscaballos:Rayo,FlechaRecta,OjosBrillantes…

Porfin,llególaúltimacarrera,enlaquedebíacompetirDiocles.Seelevóunaovacióncuandocondujosucarroalcajóndesalida.

Loscaballosestabanadornadosconespléndidosarreosdecolorrojo.Sucaballoprincipal,Gato,sedistinguíaporunacrestadepenachosdorados;eraunabellezaleoninadeflancosmagníficos.ElpropioDioclesestabavestidoporcompletoderojo,exceptoporuncollarblanco.Entornélosojos.

—Lucio,¿quémotivotieneDioclesparausaralgodecolorblanco?—¿Llevaalgoblanco?—Mira,alrededordesucuello.Tuvistaestanbuenacomolamía.

Page 20: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Perlas—respondióLucio—.Pareceunasartadeperlas.Demasiadoeleganteparaunauriga.Asentí.Dioclesnolohabíausadodurantelaprocesióninicial.Eralaclasedeobjetoqueunauriga

sepondríacomoamuletoantesdeunacarrera:elregalodeunaamante…Másabajo,ensupalco,DécimoBrutoestabamásrígidoqueantes,sindarmuestrasdelamenor

reacción.Consupobrevisión,eranpocaslasprobabilidadesdequehubieraadvertidoelcollar.Estallóelsonidodelatrompeta.Loscarrosiniciaronlamarchaatodavelocidad.Dioclessepuso

aladelanteradeinmediato.Lamultitudrugió.Éleraelfavorito;inclusolosblancosloadoraban.Medi cuenta. Eramagnífico verlo en acción.Nunca usaba el látigo, quemantenía, en todomomento,dentrodelcinturón,juntoconladagadeemergencia.ElespectáculoqueofrecióDioclesesedíafuemágico.Hombreycaballosparecíancompartirunasolavoluntad:elcarronoparecíaunartefacto,sino una criatura, la síntesis del control humano y la velocidad equina. Conforme mantenía ladelanteradurantelasvueltas,laexcitacióndelamultitudcrecíaaungradocasiintolerable.Cuandocruzó la líneademeta, todos los espectadores estabandepie.Lasmujeres lloraban.Loshombres,roncos,gritabansinproferirsonidos.

—¡Extraordinario!—exclamóLucio.—Sí—le contesté, y de repente sentí una intuición reveladora, un destello de esa perspicacia

divinaquetantoansíanlosapostadores—.Dioclesesunaurigamaravilloso.Quépenaqueseapartedeunaartimañacomoesta.

—¿Qué?¿Dequéestáshablando?—Luciosepusolamanodetrásdelaorejaparanooírelruidodelamuchedumbre.

—Diocles lo tiene todo: talento, riqueza,elamorde lasmultitudes.No tiene razónalgunaparahacertrampa—movílacabeza—.Elamoresloúnicoquepudohaberloarrastradoaformarpartedeeseplan.

—¿Unplan?¿Quédices,Gordiano?¿Quéhasvisto?—Las perlas alrededor de su cuello…Mira, las acaricia mientras da la vuelta final hacia la

victoria.Ladebeamarmucho.¡Cómoculparaunhombreporeso!Peroserusadoporella,deestaforma…

—¿Elplan? ¡Deci! ¿Deci está enpeligro?—Lucio lanzóunamirada al palco consular. InclusoDécimoBruto,elpolíticoofendido,sehabíapuestodepieparaaplaudiraDioclescomotodos losdemás.

—Creo que tu amigo Décimo Bruto no tiene por qué temer por su vida. A menos que lahumillaciónlomate.

—¿Dequéestáshablando,Gordiano?—Dime,Lucio, ¿porquénoapostasteniuna solavez? ¿Yqué sonesosnúmerosqueestuviste

sumandoenelreversodetutarjeta?Sucararojizasetornóaunmásroja.—Bueno,siloquieressaber,Gordiano…Metemoque…hoyperdímuchodinero.—¿Cómo?—Una cosa… una cosa nueva. Un círculo de apuestas… conformado por gente de lo más

respetable.—¿Apostasteporadelantado?—Un poco de dinero por cada carrera. Bueno, tiene lógica, ¿no te parece? Si conoces a los

caballos, y apuestas a favor delmejor equipo antes de la carrera, con la cabeza fría, y no con la

Page 21: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

pasióndelacarrera…—Aunasí,hoyperdisteunayotravez,muchomásdeloqueganaste.—LaFortunaesinconstante.Neguéconlacabeza.—¿Cuántosmáshayenese«círculodeapuestas»?Seencogiódehombros.—Todalagentequeconozco.Bueno,todoslosquesonimportantes.Sólolasmejorespersonas;

entiendesloquequierodecir.—Sólo la gente más rica. ¿Cuánto dinero ganaron hoy los organizadores de este método de

apuestas?¿Ycuántoesloqueenrealidadtendránquepagar?—Gordiano,¿aquéconclusiónquieresllegar?—Revisatutarjeta,Lucio.Anotasteelnombredelosganadoresconunatiza.Léemelosnombres:

noelcolornielauriga,sóloelnombredeloscaballos.—Receloso:esofueenlaprimeracarrera.LuegoRayo…FlechaRecta…OjosBrillantes…Daga

Dorada…Felino…¡Oh!¡PorHércules!Pero,Gordiano,nocreerásque…elmensajeenelActa…Repetídememoria:—«El ratóndebibliotecaasoma lacabezamañana.Presa fácilparaelgato,pero los felinosse

quedanconhambre.Safoladeojosbrillantesdice:“¡Seanrecelosos!”.Unadagacaemásrápidoqueel rayo.Mejor aún: una flecha. ¡Que triunfeVenus sobre todos!».Desde«Safo»hasta «Gato», unalistadecaballos…ytodos,vencedores.

—Pero¿cómopuedeser?—Loúnicoqueséesesto:laFortunanotuvonadaquever.

Salí del atiborrado estadio y corrí hacia las calles vacías. Décimo Bruto debía quedarse para lasceremoniasdecierre.Tenía,quizás,unahoraantesdequevolvieraasucasa.

Elesclavoenlapuertamereconoció.Mefruncióelceño.—Elamo…—TodavíaestáenelCircusMaximus.Loesperaré.Mientrastanto…Porfavor,avisaatuseñora

quetieneunavisita.Elesclavolevantóunaceja,peroaunasímecondujohastaelsalónderecepción,conaccesoal

jardínprincipal.Elsoldelatardecersereflejabasobreelaguadelafuenteenelpatioyproyectabarombosdeluzeneltecho.

Notuvequeesperarmuchotiempo.Semproniaentróenlahabitaciónsola,sinningunasirvientaquelaacompañara.Nosonreía.

—ElesclavodelaentradateanunciócomoGordianoelSabueso.—Sí.Nosvimos…porpocotiempo,estamañana.—Lo recuerdo. Eres la persona que estuvo husmeando anoche por órdenes deDeci, haciendo

preguntasenlosbañosdeSeniayenesostuguriosquerodeanelcirco.Sí,meenterédetodo.Tengomispropiosinformantes.¿Quéestáshaciendoaquí?

—Tratodedecidirquédebocontarleatuesposo.Meevaluóconlamirada.—¿Quées,exactamente,loquesabes?

Page 22: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—DécimoBrutocreequeelaurigaDioclesytúsoisamantes.—¿Yquécreestú,Sabueso?—Creoquetienerazón.Peronotengopruebas.Asintió.—¿Esoestodo?—TuesposocreequeDioclesytútramabaisunplanparamatarlohoy.Sempronialanzóunacarcajada.—¡Mi querido ratón de biblioteca! —suspiró—. Casarme con Deci fue lo mejor que pudo

sucederme.¡Soylaesposadelcónsul!¿Porqué,ennombredeHades,querríaasesinarlo?Meencogídehombros.—NoentendióelmensajecifradoquecolocasteenelActadiurna.—¿Qué…mensajecifrado?—¿Hahabidomásdeuno?Porsupuesto.Tienesentido.¿Quémejormaneradecomunicarsecon

Diocles, ahora que has sido confinada en la casa y él no tiene permiso para entrar? Lo que noentiendoescómoloconvencisteparaquearreglaralascarrerasdehoy.

Cruzólosbrazosymelanzóunamiradalarga,calculadora.—Dioclesmeama,másdeloqueyoloamoaél,metemo.Pero¿cuándohasidojustaVenus?Lo

hizoporamor,supongo;ypordinero.Ganaráunacantidadenormededineroporlodehoy,aligualque los demás aurigas que formaron parte del arreglo. Te puedes imaginar de cuánto se trata.Millones. Planeamos esto durante meses. Organizando el círculo de apuestas, sobornando a losaurigas…

—¿«Planeamos»?¿Quieresdecirquetodostusamigosestuvieroninvolucrados?—Algunos.AunqueDiocles y yo fuimos los organizadores—Sempronia frunció el ceño—.Y

justo aDeci se le ocurrió hacer una escena de celos.No pudo suceder en peormomento, con lascarrerasamenosdeunmes.TuvequeidearunamaneradecomunicarmeconDiocles.ElActafuelarespuesta.

—Debestenerextraordinariospoderesde…—¿Persuasión?—Ibaadecirorganización.—¿Comounhombre?—rió.—Hayalgoquetodavíametieneconfundido.¿Quéharásconmillonesdesestercios,Sempronia?

No puedes ocultarle a tu marido tanto dinero. Querrá saber de dónde salió una ganancia taninesperada.

Memiródesafiante.—¿Quécreestúquepiensohacerconesedinero?—Creoquepiensas…deshacertedeél.—¿Cómo?—Creoqueplaneas…enviarloalextranjero.—¿Adónde?—AHispania.AQuintoSertorio,elgeneralrebelde.Surostroempalideció,casitantocomolasperlasquerodeabansucuello.—¿Cuántoquieres,Gordiano?Movílacabeza.

Page 23: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Nohevenidoaextorsionarte.—¿No?EsofueloquepretendióhacerScorpus.—¿Elenviadodetumarido?¿Descubriólaverdad?—Sóloelardiddelasapuestas.Alparecer,creyóquesemerecíaunapartedelasganancias.—Semeocurrequeesunasumaimpresionante.Negóconlacabeza.—Scorpushubieraseguidopidiendomás.—Poresoloahogaron.—Diocles se encargóde todo.Hay sujetos en los alrededoresdel circoquehacenesa clasede

trabajospormuypoco,enespecialcuandolopidealguiencomoél.Losextorsionistasnomerecenotracosa.

—¿Esunaamenaza,Sempronia?—Depende.¿Quéesloquequieres,Sabueso?—La verdad —me encogí de hombros—. En realidad, no creo que haya otra cosa que me

satisfaga. ¿Por qué Sertorio? ¿Por qué arriesgar tanto, por qué arriesgar todo, para ayudar a surebeliónenHispania?¿Acasoteuneaélunvínculofamiliar?¿Acasotienesaalgúnseramadoentrelosrebeldes?¿OacasotúySertoriosois…?

—¿Amantes?—surisanomostrólamenoralegría—.Siendo,comosoy,unamujer,¿estodoloque puedes pensar, quememueve la pasión? ¿No se te ocurrió que unamujer puede tener ideaspropiassobrepolítica,conviccionespropias,proyectospropios,distintosde losdesumaridoosuamante?Notengoporquéjustificarmeanteti,Gordiano.

Asentí.Comencéacaminara lo largodelahabitación,mientrasellanomequitabalosojosdeencima.Elsolsehundíaenelhorizonte.Losresplandoresde luzreflejadosen la fuentedel jardínahoraacariciabanmi rostro.DécimoBruto regresaríaacasaencualquiermomento.¿Qué le ibaadecir?

Entonces,medecidí.—Mepreguntastequéquiero,Sempronia.Dehecho,estápresente lacuestióndeun reembolso,

que,convendrás,esjusto,dadaslascircunstancias…

Al atardecer del día siguiente, me encontraba sentado al lado de Lucio Claudio en su jardín,compartiendoconélelsoldelatardeyunacopadevino.SuinterésenelActadiurnadeesamañanasevioeclipsadoporlabolsallenademonedasquehabíallevadoconmigoasucasa.Dejóaunladolosrollosdepergamino,vaciólasbolsasydispusolossesterciosenpilas.Comenzóacontarlosunayotravez.

—¡Están todos!—dijo entre aplausos—. Todos y cada uno de los sestercios que perdí en lascarrerasdeayer.Pero,Gordiano,¿cómolograsteconseguireldineroqueperdí?

—Eso,Lucio,semantendráensecretoparasiempre.—Siinsistes.PerotienequeverconSemproniaysuauriga,¿noescierto?—Unsecretoesunsecreto,Lucio.Lanzóunsuspiro.—Tudiscreciónmeexaspera,Gordiano.Peroaprendílalección.¡Nuncamásvolveréameterme

enunaintrigadeapuestascomoesa!

Page 24: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Me hubiera gustado poder devolverles el dinero a todas las personas que fueron engañadasayer—lerespondí—.Pordesgracia,aelloslalecciónlescostarámuchomásdeloquetecostóati.Nocreoqueestegrupoparticulardeembusterosseatrevaaorganizaralgoasíporsegundavez.Consuerte,lascarrerasromanasrecuperaránsuinocenciadeantaño.

Lucioasintió.—LoimportanteesqueDeciestásanoysalvo,yfueradepeligro.—Siempreestuvoasalvo,nuncaestuvoenpeligro.—Quégroseríalasuya,debodecir,nopagarteelrestodetushonorarios.Meencogídehombros.—Cuandoloviayeralatardecer,despuésdelascarreras,noteníanadamásquedecirle.Mehabía

contratadoparadesenmascararunaconspiracióncontrasuvida.Ynopudehacerlo.No sé qué habría sucedido si le hubiera contado todo al cónsul: el adulterio de su esposa, el

arreglodelascarreras, la intrigadelasapuestas,el intentodeextorsióndeScorpusysuposteriorasesinato,elsediciosoapoyodeSemproniaaSertorio.Aterradoporlaideadelescándalo,DécimoBruto me hubiera pedido, simplemente, que guardara silencio. La fidelidad de Sempronia seconservaría intacta, y nadie habría recuperado el dinero perdido por las apuestas. No, había sidocontratadoparaprotegerlavidadelcónsul,yenformadiscreta;conrespectoamisservicios,estosterminaroncuandodescubríquenohabíaningúncomplotcontraDécimoBruto.Debíamantenertotaldiscreción.

—Detodosmodos,Gordiano,queDecinotepagaramepareceunatacañeríaabsoluta.Estabaimpedido,porelsecreto,decontarleaLucioquiénmehabíapagadolaotramitaddemis

honorarios: Sempronia. Fue la única manera que se me ocurrió de salvar el pellejo. Logréconvencerla de que, al pagar pormi investigación, aseguraríami silencio.No veía otra forma deevitarunfinalcomoeldeScorpus.

Almismotiempo,lepedíelpagodeldineroqueLuciohabíaperdidoenlasapuestas,locualmepareciójusto.

Luciorodeóconlasmanosunapilademonedas,comosiirradiaranunbrillocálido.Sonrióconpesar.

—Debo decirte, Gordiano… como una comisión por recuperar el dinero que perdí, ¿qué teparece…cincoporcientodeltotal?

Respiréhondoy echéunamirada a lasmonedasque estaban sobre lamesa.Bethesdaquedaríamásquesatisfechaalverelcofrefamiliarrebosantededinero.SonreíaLucioylevantéunaceja.

—¡Gordiano,nomemiresasí!—¿Cómo?—¡Ah,estábien!Tedaréeldiezporciento.¡Peroniunsesterciomás!

Notadelautorsobreestanarración[1]

Page 25: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Siloscíclopespudierandesaparecerenunabrirycerrardeojos

Ecoestabafurioso.Fueloquenotéaprimeravista:estabamolestoyfrustrado,casialbordedelaslágrimas.Enmomentoscomoese,tomabaconciencia,demaneradolorosa,desumudez.Engeneraleramuyhábilparaexpresarsepormediodegestosyseñales,peronocuandoestabaagitado.

—Cálmate—dijecon tranquilidad,colocándole lasmanossobre loshombros.Ecoestabaen laedadenquelosmuchachoscrecendegolpe.Hacíanomuchoque,conlosbrazosalamismaaltura,lehubierapodidodarunapalmadaenlacabeza—.Yahora,¿cuáleselproblema?

Mihijoadoptivorespiróhondoyserecompuso,luegometomódelamanoymecondujoporeljardín lleno de maleza hasta el centro de la casa, bajo el pórtico, y a través de una entrada concortinas,hastasuhabitación.Labrillanteluzdelamañanaqueingresabaporunapequeñaventanamepermitióreconocerlospocosmueblesquehabíaenelcuarto:uncatreangosto,unasillaplegabledemaderayunpequeñobaúl.

PeroEconoqueríaqueyorepararaenelmobiliario,sinoenunnicho,alaalturadelarodilla,enlapareddeyesoqueestabafrenteasucama.Laúltimavezquehabíaestadoensuhabitación,elnichocon estantes estaba atiborradode juguetes: barquitosdemadera, unapelotade cueropara jugar altrigón, bolitas de vidrio de colores para juegos demesa egipcios.Cuando volví a verlo, el lugarestaba limpio de juguetes (ya inservibles habían sido confinados al baúl junto con su otra túnica,supongo)yenlosestanteshabíaahoraunagrancantidaddefigurasdearcilla, representacionesdemonstruos legendarios de apariencia espantosa. Entre ellos se veía aMedusa con su cabellera deserpientes,uncíclope,unLeóndeNemea,ymuchosotros.

Se notaba que no habían sidomoldeadas conmucha destreza, pero estaban teñidas de coloresbrillantes,yyosabíaqueéllasguardabaconmuchocariño.Unalfarero,deunatiendaalaorilladelTíber,lasfabricabaensutiempolibreconlosrestosdearcillaquelequedabanalfinaldeldía.Ecohabía hecho algunos trabajos ocasionales para el alfarero y aceptado, como pago, las figuritas.InsistíaenmostrárnoslasaBethesdayamícadavezquetraíaunanuevaalacasa.Yomeesforzabasiempre por hacer algún comentario de admiración; sin embargo,mi querida concubina no podíamantenerensecretosudesprecioporellas.DebidoasueducaciónenEgiptoteníaactitudesdiferentes—¿debodecir supersticiosas?—que las deRoma,y, si bien las figurasmeparecían inofensivasyencantadoras,Bethesdalasveíadesagradables,inclusosiniestras.

Hasta ese momento no me había percatado del tamaño de la colección de Eco. Conté quincefiguras,colocadasenunasolafila.

—¿Porquémemuestrasesto?—pregunté.Señalótreslugaresvacíos.—¿Tratasdedecirquetefaltantresmonstruos?Asintióconenergía.—¿Quépasóconellos?Seencogiódehombros,ysulabioinferiorcomenzóatemblar.Parecíadesconsolado.—¿Cuálestefaltan?¿Cuándodesaparecieron?Eco señaló el primer lugar vacío, y realizó una serie de complicadas señas, gruñendo y

rechinandolosdientes,hastaquecomprendíquelafiguraperdidaeraCerbero,elperroguardiándetrescabezasdePlutón.Pasólapalmadelamanopordetrásdelantebrazoenposiciónhorizontal(suseñalparaelocaso)ylevantódosdedos.

Page 26: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿TuCerberodesaparecióantesdeayer?Asintió.—Pero¿porquénomelodijisteentonces?Ecohizoungestocompungido.Dedujequetalvezcreyóqueélmismolahabíaperdido.Continuamos con el intercambio de información: yo, haciendo las preguntas, y Eco,

respondiéndolas con señas, hasta que me enteré de que el día anterior había desaparecido suMinotauro,yesamismamañana,suHidradevariascabezas.Laprimeradesapariciónlosorprendió;lasegunda,loalarmóylaterceraleprovocólamayordelasconfusiones.

Mirélosespaciosvacíosenlafilademonstruosymepasélamanoporelmentón.—Bueno,bueno,entoncessíesalgoserio.Dime,¿algomásfaltaenlahabitación?Econegóconlacabeza.—¿Estásseguro?Puso los ojos en blanco y señaló su catre, su silla y su baúl, como diciendo: Con tan pocas

pertenencias,¿nocreesquemedaríacuentasifaltaraalgo?Las figuritas deEco eran de poco valor intrínseco; cualquier ladrón común hubiera preferido

robarsealgúnbrazaletedeBethesdaounrollodepergaminodemibiblioteca.Pero,queyosupiera,nadahabíadesaparecidodelacasaenlosúltimosdías.

Enesaépoca,noteníaesclavos(apartedeBethesda,aquiendifícilmentepodríallamaresclava,puestoquesiemprelograbaimponersuvoluntadentodasnuestrasdiscusiones),porloquelosúnicosocupantesdelacasaéramosella,Ecoyyo.Enlosúltimostresdías,ningúnmercaderhabíatocadoalapuerta,nihabía llegadoclientealgunoparasolicitar losserviciosdeGordianoelSabueso,parapesarmíoydemibolsillo.

Levantéunaceja.—Por suerte para ti, Eco, no tengo ningún caso pendiente por el momento, así que podré

dedicarmearesolverestemisterio.Peroaveceslaverdadtardaenllegar.Déjamereflexionarsobreeltemauntiempo,quizáconsultarloconlaalmohada,yveremossiencuentrolasolución.

Bethesdaestuvofueradelacasalamayorpartedeldía;salióacomprarvíveresenlosmercadosy a llevar uno de mis pares de zapatos al zapatero para un cambio de suela. A mí me quedabanalgunosasuntospendientesenelForo,ademásdeunadiligenciaquedebíallevaracaboenlaCalledelosYeseros.Esanoche,despuésdequeEcoseretiróasuhabitaciónynosrecostamosennuestroscanapés del comedor luego de la cena—algo sencillo, sopa de lentejas y dátiles rellenos—, meparecióqueeraelmomentoadecuadoparahablarconellasobreelproblema.

—¿Desaparecieron?¿Unoporuno?—preguntó.Noté,bajoelcálidobrilloprovenientedelbrasero,unasutilsonrisaensuslabios.Lamismaluz

producíareflejosdecolorvinoensuscabellosteñidosconalheña.Bethesdaerabellaatodahoradeldía,quizásaunmásalladodelfuego.Lagatanegra,alaquellamabaBast,seencontrabaasulado,subyugadapor sus suavesmimos.Alverlaacariciar al animal, sentíunaguijóndeenvidia.Enesaépoca, los gatos eranunanovedad enRoma,y tener uno comomascota, de lamismamaneraqueotrosteníanperros,eraunodeloshábitospeculiaresqueellahabíatraídoconsigodeEgipto.Sugataanterior,tambiénllamadaBast,habíamuertotiempoatrás;laúltimaselahabíacompradonohacíamuchoaunmercaderviajeroenOstia.Elpequeñoanimalyyonosllevábamosbastantebien,siemprey cuando no tratara de interponerme entre ella y su ama cuando le tocaba recibir las caricias deBethesda.

Page 27: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Sí,parecequelospequeñosmonstruoshanidodesapareciendo,unoporuno—dije,mientrasmeaclarabalagarganta—.Supongoquenosabesnadaalrespecto…

—¿Yo?¿Qué tehacepensarqueyopodría teneralgoqueverconeso?—Bethesdaarqueóunaceja. Por un instante que me resultó amenazador, su expresión y la de su gata fueron idénticas:misteriosas,distantes,muyintrospectivas.Memovíenelcanapé,incómodo.

—Quizá…—respondí sin ganas—.Quizás estabas limpiando su habitación.Quizás una de lasfigurascayóalsueloyserompió…

—¿Creesquesoyciegaademásdetorpe?MeparecequemehabríadadocuentasihubierarotounadelasfigurasdeEco—repuso,confrialdad—,enespecialsilohubiesehechodurantetresdíasseguidos.

—Porsupuesto.Detodosmodos,considerandoloquepiensasdeellas…—¿Ycómosabestúloquepiensodeellas,amo?—fijóenmísumiradafelina.Carraspeédenuevo.—Bueno,séquenotegustan…—Lasrespetoporloqueson.—Creesquesonpedazosdeyesosinvida,simplesjugueteshechosporunburdoartesano.—¡Siemprelomismoconustedeslosromanos!Hanpuestotantafeenlosdiosesqueloshicieron

tangrandesqueyanopuedenveralospequeñosdiosesquehabitanensusmoradas.HayunfulgordevidaencadaunadelasfigurasqueEcotrajoaestacasa.Noesprudentetenertantosenunhogaralmismotiempo,enespecialcuandonosabemoscasinadadeellos.¿Quieresquetedigaloquepienso?Piensoquelostresquefaltansefueronporsísolos.

—¿Qué?¿Creesquesaltarondelestanteyseescaparon?—Te burlas, amo, pero es posible que los tres que se fueron no estuvieran satisfechos con la

compañíaquelestocóensuerte.¡Oquizálosdemásseunieronencontradeellosylosobligaronairse!—amedidaquealzabalavoz,Bethesdaempezóalevantarse,hastaquedarsentadaenelcanapé.ABastnolegustóelcambiodeposicióndesuama,asíquediounsaltoyhuyóconrapidez.

—Bethesda,esoesridículo.¡Nosonmásquepedazosdeyesopintado!Recuperólacomposturayseechóhaciaatrás.—Loquetúdigas,amo.Loquetúdigas.—Elasuntoesque las figuras tienenungranvalorparaEco.Sesientemuyorgullosodeellas.

Sonsusposesiones.Lasganóconsupropiotrabajo.—Sitúlodices,amo.Siendo,comosoy,unasimpleesclava,nopuedosabernadaacercadeganar

yposeer.SutononoexpresólamenorsimpatíahaciaEcoy,sinduda, tampocoremordimiento.Mesentí

más obligado que antes a cumplir mi promesa de resolver el misterio de la desaparición de susmonstruos.

Esanoche,cuandosedurmióBethesda,meescurrídelacamaymedeslicéahurtadillasaljardínenelcentrodelacasa, iluminadopor la luzdela lunallena.Enunlugarpocovisible,al ladodeunacolumnadelpórtico,encontréloquehabíacompradoesemismodíaenlaCalledelosYeseros.Eraunapequeñabolsadetelallenadeyesoenpolvo.Conlabolsaenlamano,crucéconmuchocuidadolacortinadelaentradadelahabitacióndeEco.Laluzquesefiltrabaporlaminúsculaventaname

Page 28: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

permitióverloprofundamentedormidoensucatre.Abrílabolsayesparcíunafinacapadeyesoenelsuelo,enfrentedelnichoqueguardabasusfiguras.Elpolvoeratanfinoqueunapequeñanubeseelevódemismanosyresplandecióalaluzdelaluna.

Losojos semehumedecierony sentí unapicazónen lanariz.Salí con sigilode lahabitación,oculté labolsadeyesoy regreséa lacama.Memetídebajode lassábanas, juntoaBethesda.Dejéescaparunestornudoquerompióelsilenciocomountrueno.

Bethesdamurmuróysediovuelta,perosiguiódurmiendo.

Alamañanasiguiente,medespertóelbulliciodelospájaroseneljardín;noexactamenteunsonidoagradable,sinoelagudograznidodedosurracasquepeleabanenunárbol.Aunquemetapélosoídosconlaalmohada,nosirviódemucho.Tuvequelevantarmeyempezareldía.

Sinquerer,pateéunzapato—unodelosqueBethesdahabíatraídodelzapateroeldíaanterior—quefueadarbajonuestracama,justodelladodondedormíamimujer.Metiréalsuelo,yderodillastraté de alcanzarlo; pero me topé con cuatro objetos que estaban apoyados contra la pared,amontonados, uno al ladodel otro.AdemásdelCerbero, elMinotauro y laHidra, las figuras quefaltabandelacoleccióndeEco,habíaunacuarta:elCíclope.

Vaya,vaya,pensémientrasmeponíadepie.Desparramarelyesoenpolvohabíaresultadoinútil,después de todo. ¿O no? SiBethesda no quería confesar el hurto de las figuras, sus huellas en elpolvo y el yeso en la suela de sus zapatos la obligarían a hacerlo.No pude evitar una sonrisa alimaginar su disgusto. ¿O sería capaz demantener lamentira de que las figuras caminaron por sísolas,conlacuriosaintención,comoseveía,dereunirsedebajodenuestracama?

Silbandounaantiguacancióndecunaetruscayconansiasdetomarunabundantedesayuno,crucéeljardínendirecciónalcomedor,ubicadoenlapartedeatrásdelacasa.Sobremicabezagraznabanlasurracas,endisonanciaconmisilbido.Bastestabasentadabajolaluzdelsol,alparecerindiferentealospájaros,limpiándoseconlalenguaunadelaspatasdelanteras.

Apenasmereclinéenelcanapéparacomer,Ecosaliócorriendodesucuarto;parecíaconfundidoyalarmado.Seacercóamíagitandolosbrazosyhaciendogestostorpes.

—Losé,losé—ledije,alzandounamanoparacalmarlo,mientraslosujetabaconlaotra—.Nomedigas:tuCíclopehadesaparecido.

Poruninstante,pareciódesconcertado,luegofruncióelceñoymemiróinquisitivo.—¿Cómolosé?Pues…Enesemomento,Bethesdasaliódelacocinaconunaollallenadecerealhirviendo.Meaclaréla

voz.—Bethesda—dije—,parecequeotra figuradeEcohadesaparecido. ¿Tienesalgoquedecir al

respecto?Colocólaollasobreunamesaycomenzóaservirelcerealentrespequeñostazones.—¿Quéquieresquediga,amo?—mantuvolosojosfijosenloquehacía.Ensurostronohabía

ningunaexpresión,nideculpanideastucia.Lancéunsuspiro,casiconpesarporvermeobligadoarevelarsupequeñoardid.—Podrías comenzar por… —pedir disculpas a Eco, estuve a punto de decir, cuando me

interrumpióbruscamenteunestornudo.NofueBethesdaquienestornudó.TampocoEco.Fuelagata.

Page 29: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Bethesdalevantólosojos.—¿Sí,amo?Podríacomenzarpor…¿decirqué?Semesubieronloscoloresalrostro.Carraspeé.Fruncíloslabios.Mepusedepie.—Eco,loprimeroquedebesrecordar,sialgunavezquieresconvertirteenunSabuesocomotu

padre,esquesiempredebesmantenerlacabezafríaynuncasacarconclusionesprecipitadas.Anochepuseunatrampaparaencontraralculpable.Siexaminamos,enestemomento,laescenadelcrimen,sospechoquedescubriremosquelaculpablenoshadejadounapista.

Omásdeuna,comopudimosadvertir,siconsideramoscadaminúsculahuelladepataenelpolvodeyesocomounapistaindividual.Lashuellasconducíanalnicho,idayvuelta.Alseguirelrastro,casi imperceptible, de las impresiones empolvadas, Eco y yo descubrimos el camino que tomó elladrón desde la habitación de Eco, a lo largo del pórtico y la galería, hasta la habitación quecompartíamosBethesdayyo.Lashuellasterminabandebajodelacama.

Dejéquemihijoencontraraporsucuentalasfigurasrobadas.Elmuchacholanzóungruñido,searrojóbajolacamayvolvióasalirconsustesorosdeyesoenlasmanosyunaexpresióndealivioytriunfoenelrostro.

Llenodeexcitación,colocóaunladolasfigurasparapodercomunicarse.Juntólosdedosíndicesy los pulgares, se llevó lasmanos bajo la nariz e hizo unmovimiento hacia afuera, su seña parareferirseaBast,imitandoloslargosbigotesdelagata.

—Sí—asentí—,fueBastquienrobótusfiguras.Ecoseencogiódehombrosehizoungestoexagerado,levantandolaspalmasdelasmanos.—¿Porqué?Note lopuedoexplicar.Losromanosnosabemosdemasiadotodavíasobregatos.

Notantocomolosegipcios,quehanvividoconellos,yloshanadorado,desdeelprincipiodelostiempos.Supongoque,aligualquelosperrosyloshurones,yparaelcasolasurracas,algunosgatostienen la tendencia de robar objetos pequeños y esconderlos.Cualquiera de esas figuras cabe a laperfecciónenlamandíbuladeBast.Estoysegurodequenolohizopormalicia,yaqueningunaestádañada.Esobvioquelastratóconmuchorespeto.

Miré a la gata. Estaba en la entrada, al lado de Bethesda, y me observaba con una expresiónanodinasinculpaalguna.Sefrotócontralostobillosdesuama,batiólacolaenelaireysealejócontodatranquilidadhaciaeljardín.Bethesdafruncióelceñoymemirófijo,perosequedócallada.

Esanoche,luegodeundíaagotador,memetíenlacamaalladodeBethesda.Noparecíademuybuenhumor,peronodijounasolapalabra.

Elsilencioseprolongódemasiado.—Supongoquetedebounadisculpa—dije,porfin.—¿Porqué?Semeocurrióquelomejoreratomarmierroralaligera.—Fueunatonteríademiparte,enserio.Sabes,porunmomentosospechéquetúhabíasrobado

lasfigurasdeEco.—¿Deverdad?—enlapálidaluznocturna,nopudedescifrarlaexpresióndesurostro.¿Estaba

molesta?¿Divertida?¿Indiferente?—Sí,porunmomentolleguéasospechardeti,Bethesda.Pero,porsupuesto,nofuistetú.Fuela

Page 30: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

gatadesdeelprincipio—derepente,elanimalsaltósobrelacamaysepaseó,ensilencio,entrelosdos,hastaacomodarseentreBethesdaylapared,ronroneandoconfuerza.

—Sí,fueBastquientomólasfiguras—dijo.Sediovueltaycolocóunamanosobrelagata,querespondióconunronroneoparecidoaunrugido—.Pero¿cómosabesquenofuiyoquienlaincitóahacerlo?

Paraesonoteníarespuesta.

Notadelautorsobreestanarración[2]

Page 31: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Laciervablanca

El viejo senador era un primo lejano demi amigoLucioClaudio, y en una época los dos habíantenidounarelacióncercana.Esafuelaúnicarazónporlaqueaccedíaencontrarmeconél,comounfavoraLucio.Cuandoélmencionó,caminoa lacasadel senador,queelasunto teníaqueverconSertorio, chasqueé la lengua y estuve a punto de abandonar la tarea. Ya en esemomento, tuve lasensacióndequealgoasínopodíaterminarbien.Llámesepremoniciónocomosequiera,siacasopuedecreerseenquelaspremonicionesexisten.

LacasadelsenadorCayoClaudioquedabaenelmonteAventino,noprecisamenteelbarriomáselegante de Roma. Aun así, había muchas moradas de antiguos patricios ocultas entre las tiendasestrechasyloshorriblesvecindariosnuevosqueseextendíanportodalacolina.Lafachadadelacasadelsenadorerahumilde,peroesonoqueríadecirnada:porlogeneral,lasviviendasdelanoblezaromanasolíanserpocoostentosas,almenosensuexterior.

El viejo y decrépito portero reconoció a Lucio (¿podía haber en Roma dos hombres con elmismorostroradiante,elmismocabellorojodesgreñadoylosmismosojosverdeschispeantes?)ydeinmediatonoscondujohastaelatrio,dondeunafuentegorgoteabaysalpicabaaguaasualrededor,aunque no aliviaba en lo más mínimo el sofocante calor de ese despejado día de pleno verano.Mientras esperábamos que llegara nuestro anfitrión,Lucio y yo comenzamos a dar vueltas por elpequeñojardíncuadrado.Enundía tancaluroso, lasnumerosashabitacionesquerodeabanelatrioteníanlasventanasabiertasdeparenpar.

—Semeocurrequetuprimoestápasandoporunaépocacrítica—lecomentéaLucio.Semordióellabio.—¿Porquélosupones,Gordiano?Norecuerdohaberlomencionado.—Observaelestadodesucasa.—Esuna casa encantadora.Cayo lamandóconstruir cuandoera joven,yhavivido aquídesde

entonces.—Parecedecoradaenunaformamásbienmodesta.—Yavistelosbustosdesusnoblesancestrosalineadosenlosnichosdelvestíbulo—respondió

Lucio,levantandolanariz—.¿Quéotroornamentorequierelacasadeunpatricio?A pesar de su agradable temperamento, en ocasiones Lucio no podía evitar ser un poco

presumido.—Perocreoquetuprimoesunamantedelasartes,oquealmenossolíaserlo.—¿Yporquélodices?—Mira el piso demosaicos, bajo tus pies, con su intrincado diseño de hojas de acanto. Es un

trabajomagnífico.Y observa las pinturasmurales de algunas de las habitaciones que nos rodean.MuchasrepresentanescenasdelaIlíada,meparece.Inclusodesdeaquípuedonotarquesonobrasdeexcelentecalidad.

Luciolevantóunaceja.—Mi primo Cayo tiene buen gusto, lo admito. Pero ¿qué te hace creer que pasa por un mal

momento?—Porlascosasquenoveo.—¡Pero,Gordiano, por favor! ¿Cómo puedes entrar por primera vez en una casa y decir que

faltan cosas? Yo también puedo ver el interior de las habitaciones, y todas parecen tener la

Page 32: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

decoraciónadecuada.—Justamente: la decoración es la adecuada. Esperaría mucho más del hombre que mandó

construirestacasayencargóesaspinturasyesosmosaicos.¿Dóndeestáelelegantemobiliariodemaderatallada?TodoloqueobservopareceunconjuntodeobjetoscomunesquecualquierapuedecompraryahechosenlaCalledelosEbanistas.¿Dóndeestánlaspinturas,esasquesonportátilesyvienenenmarcos,losretratosylasescenasbucólicasquesehanpuestotandemodaenlosúltimostiempos?

—¿YporquépiensasquemiprimoCayocoleccionóalgunavezesaclasedeobras?—¡Porqueveolosrectángulosdescoloridosenlasparedesdondehabíanestadocolgados!Yestoy

seguro de que en algún momento una estatua de cierto valor ocupó el espacio vacío en la partesuperiordelpedestalenelcentrodelafuente.Déjameadivinar:¿Dianaconunaflecha,oquizásundiscóbolo?

—Enrealidad,unHérculescompletamenteborracho.—Objetosde esevalornodesaparecende laviviendadeunpatricio sinunabuena razón.Esta

casa es como un armario vacío, o como una granmatrona romana sin joyas. ¿Qué pasó con lasurnas,losjarrones,lospequeñosaunquevaliosísimosobjetosqueseesperaencontrarenlacasadeunviejoyricosenador?Semeocurrequefueronsubastadasparapagardeudas.¿Cuándolasvendiótuprimo?

—Hacealgunosaños—confesóLucioconunsuspiro—.Unaporuna.Estoysegurodequenoseguiríanaquílosmosaicosylosmuralessinofueraporqueformanpartedelacasaynoesposiblevenderlospiezaporpieza.LaGuerraCivilletrajomuchosproblemasamiprimoCayo.

—¿Apoyóaquiennodebía?—¡Todolocontrario!CayoeraunfielpartidariodeSila.Perosuúnicohijo,queteníamiedad,se

casó con unamujer que pertenecía a una familia que apoyaba aMario, y se pasó al bando de suesposa.Sila,despuésdeconvertirseendictador,lomandódecapitar.Noobstante,dejóunheredero:elnietodeCayo,unmuchachollamadoMamerco,quenollegaalosveinteaños.Cayosequedóconsunieto, y heredó también las deudas de su hijo, una cantidad abrumadora. ¡Pobre primo Cayo! LaGuerraCivildividióasufamilia,lequitóasuúnicohijoylodejóprácticamenteenlaruina.

Miréatodoslados.—Ensí,lacasaparecebastantevaliosa.—Nodudodeque lo sea,peroes todo loque lequeda.Su riqueza se esfumó.Yme temoque

tambiéneljovenMamerco.—¿Elnieto?—¡SefueaHispania!Suabueloestámuyafligido.—¿AHispania?Ah,poresomencionasteaSertoriocuandoveníamos…LaGuerraCivil había terminado seis años atrás.Marioperdió.Sila, despuésde suvictoria, se

autoproclamódictador.Sedeshizodesusenemigos,reformóelEstadoyluegoseretiró,nosinantesdejar a sus sucesores un firme control del Senado y las magistraturas. Los marianos —los quesobrevivieron al destierro y conservaron la cabeza— tuvieron que mantenerse ocultos. Pero enHispania, las últimas chispas de la resistencia siguieron vivas en la figura deQuinto Sertorio. Elgeneralrenegadonosólorehusórendirse,sinoquesedeclaróel jefe legítimodelEstadoromano.Los descontentosmiembrosmarianos del ejército y los desesperados senadores contrarios a Silahuyeron de Roma y se unieron a Sertorio en su gobierno en el exilio. Además de sus propias

Page 33: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

legiones, Sertorio tuvo éxito cuando quiso reclutar a la población nativa. Visto en su conjunto,SertorioysusfuerzasenHispaniaconstituíanunpoderconsiderablequeelSenadoromanonopodíaignoraryqueaúnnohabíalogradoerradicarporcompleto.

—¿DicesqueeljovenMamercoseescapóparaunirseaSertorio?—Asíparece—musitóLucio,moviendolacabeza.Seagachóparaaspirarelperfumedeunarosa

—.¡Quéaromatandulce!—Entonces,¿el jovenMamercorenegódelapolíticadesuabuelo,adeptoaSila,ysemantuvo

fielalaramamaternadesufamilia?—Asíparece.Cayoestáconsternado.¡Locurasdejuventud!Nopuedehaberfuturoparaquiense

alíeconSertorio.—¿PeroquéfuturoleesperabaalmuchachoaquíenRoma,juntoasuabuelo?MedicesqueCayo

estáenlaruina.—Esunacuestióndelealtad,Gordiano,ydedignidadfamiliar—Luciohablóconmuchosigilo.

Advertíquehacíaungranesfuerzo,comopatricio,paranoparecercondescendiente.—Quizáseljovencreaque,alunirsealaúltimafuerzacontralafaccióndeSila,semantieneleal

asupadremuerto.Aunqueentiendoloquedices,Lucio:esunatragediafamiliar,untipodetragediaquesehavueltomuycomúnennuestrosdías.Pero¿quéesloquetuprimoquieredemí?

—Creoqueesoesobvio.Quierequealguien,pues…Ah,ahívieneCayo.—¡Primo Lucio! ¡Dame un abrazo! —un anciano de apariencia frágil, vestido con la toga

senatorial,ingresóenelatrioconlosbrazosabiertos—.¡Quierosentirelcontactodirectodealguiendemipropiasangre!

Nopodíanexistirenelmundodoshombresmásdistintos.Cayoeramuchomayor,porsupuesto,pero también alto y delgado, mientras que Lucio era bajo y rechoncho. Y así como Lucio erarubicundoyvivaz,enelviejosenadorprimabaelgris,nosóloenloscabellosymanosarrugadas,sinotambiénenlaexpresiónyelporte,unaespeciedeausteridadsecaydistante.Aligualquesucasa,parecíadesprovistodetodoslosadornosvanos,reducidoalameraesencia.

Uninstantedespués,losprimossesepararon.—Sabíaquenomedecepcionarías,Lucio.¿Esesteelsujeto?—Sí,élesGordiano,llamadoelSabueso.—Esperemos que haga honor a su nombre —Cayo Claudio me miró, pero sin la actitud

indulgentequesolíarecibirdelospatricios,sinodemanerafirmeeintensa,comojuzgandosidebíaconfiarenmí—.Porsuaspecto,parecieraqueesde fiar—dijo,por fin—.Ah,peroquégarantíaspuedodaryo,quedejéquemiúnicohijoseunieraaunafamiliamariana,yluegonopudepreverlasintencionesdeminietodeseguirelmismocaminohaciaeldesastre…

—Sí,estabacomentándoleaGordianotuproblema—respondióLucio.—¿Yestádispuesto?—Dehecho,enesoestábamos.Dehabersubsistidounrestodevanidadenelcomportamientodelviejosenador,enesemomento

empezóadesvanecerse.Memiró,suplicante.—¡Elmuchachoesloúnicoquemequeda!¡Tengoquesaber,almenos,quéhasidodeél,ypor

quédecidióhacerunalocuracomoesa,ysipuedeserpersuadidoderecuperarlacordura!¿Haríasesopormí,Gordiano?

—¿Hacerqué,CayoClaudio?—respondí,aunquecomenzabaaentendertodo.

Page 34: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¡Encontrarlo!VeaHispaniapormí.Daleesemensaje.¡Tráemelodevuelta!Carraspeé.—Déjame ver si entiendo, Cayo Claudio. ¿Deseas que me aventure dentro del territorio de

Sertorio? Debes tener en cuenta que toda la península hispánica está devastada por la guerra. Elpeligro…

—Pedirásmuchoacambio,estoyseguro…—Cayoapartólavistayseretorciólasmanos.—Loshonorariosnosonunproblema—indicóLucio.—Pordesgracia,sí loson—repuse,sincomprender loquequisodecir.Luegocapté lamirada

que cruzaron Lucio y su primo, y entendí todo. Cayo Claudio no tenía dinero; sería Lucio quienpagaríamisservicios,yLucio,bienlosabíayo,podíadarseelgustodesergeneroso.Lacomisión,entonces,meeraimpuestapormibuenamigo,ynosóloporsuprimo.Esomehizosentir inclusomásobligadoaaceptarla.

Fueasícomomevi,unosdíasdespués,enlacostaorientaldeHispania,cercadelpueblodeSucro*[1],queseencuentraapocadistanciadeladesembocadura*[2]delríodelmismonombre.

Noestabasolo.Trasunlargodebateinternoyunagranvacilación,decidíllevaraEcoconmigo.Porunlado,eraposiblequemeencontraraensituacionespeligrosas,muypeligrosas;¿cómosaberquémepodríaocurrirenuna tierraextranjeradiezmadapor laguerra?Porotro,unmuchachodecatorceaños,ágileingenioso,sobrevivientedelasdurascallesdeRomadesdelainfancia(apesardelobstáculoquesignificabasumudez),noseríamalacompañíaenaquelloslugaresimprevisibles.Y para su propio beneficio,me pareció adecuado queEco aprendiera amanejarse en los viajes atempranaedad,enespecialsiLucioClaudiocosteabanuestrosgastos.

Primerotuvimosquehacerelviajepormar,enunbarcomercantequepartióde lafronteradePuteolicondestinoaMauritania.Porunasumarazonable,elcapitánaccedióadejarnosenlascostasdeNuevaCartago,enHispania.Notuvimosningúnpercance.Sólohubounapersecucióndepiratas,ynuestroexperimentadocapitánpudoescapardeellossinproblemas;además,Ecosesintiómalsólolosprimerosdías.

Unavez en tierra, tratamosde averiguar el paraderodeSertorio, y avanzamosendirección alnortehastaqueloencontramosenSucro,adondellegamosdosdíasdespuésdelibrarseunaterriblebatallaaorillasdelrío.

Segúnnosrefiriólagentequevivíaallí,Sertoriosufriómuchasbajas,quesumabancasidiezmilhombres; pero lo mismo le sucedió a su adversario, Pompeyo, el general romano, el muchachomaravilladelafaccióndeSila(sibienyanoeratanmuchacho,puesrondabalostreintaaños),queincluso fue herido, aunque no de gravedad. Al parecer, ambos bandos estaban reorganizando susejércitosyel rumormás recienteeraqueel colegadePompeyo,Metelo, estabaapuntode llegar,desdeelnorte,conrefuerzos.LoshabitantesdeSucrosepreparabanparaunanuevayterriblebatalla.

Ingresar en el campamento de Sertorio resultó más fácil que lo previsto. No se percibía porningúnladolatradicionalyrígidadisciplinadeuncampamentomilitarromano;quizásenlamezcladehispánicossalvajesyromanosdediversascondicionesqueconformabanelgrupodeSertorioesadisciplinaeraimposible.Másbien,senotabaunagrancamaradería,ysedabalabienvenidaatodoslosseguidoresdellugarquellegabanalcampamentoparavenderalossoldadoscomida,utensiliosy,en ocasiones, incluso a sí mismos. El ambiente era acogedor, casi festivo, a pesar de la terrible

Page 35: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

matanzaacontecidadosdíasatrás.Elestadodeánimoeraexcelente.PreguntéporelparaderodeMamercoClaudio, lodescribí como lohabíahechosuabuelo:un

jovenpatriciodediecinueveaños,alto,esbelto,conrostroagraciadoycabellonegroazabachequeacababa de unirse a las filas. Sin duda, seme ocurrió, una persona con esas características debíadestacarseentre tantosveteranosromanoscanososysusaliadoshispánicos;y,porcierto, tuvequehacermuypocaspreguntas(ymínimossobornos)antesdequenosseñalaransutienda.

Mesorprendiólaubicación:estabacasienelcentrodelcampamento,nomuylejos,supuse,deloscuarteles de Sertorio. A pesar de su juventud y falta de experiencia, era probable que MamercoClaudio representara una gran ventaja para Sertorio, una prueba, a los ojos de sus compatriotasromanos,dequeelgeneralrenegadoaúnpodíaatraerajóvenesdelasmejoresfamiliasdeRoma,dequesucausamirabamáshaciaelfuturoquehaciaelpasado.

Mi conjetura resultó ser más correcta de lo que había creído. Cuando le pedí al centuriónapostado fuerade la tiendaqueavisara aMamercoque teníaunvisitante,me respondióqueno seencontrabaallí.Lepregunté,entonces,dóndepodíaestar,yelcenturiónmesugirióquelobuscaraenlatiendadelcomandante.

EcoyyonosdirigimosalatiendadelmismísimoQuintoSertorio,bastantellamativa,porcierto,debido a la falange de guardias que la rodeaba.También había unamultitud de solicitantes, comosuelehaber en tales situaciones, haciendo fila en esperadeuna audiencia: habitantes del lugar queanhelaban vender provisiones al ejército, o cuya propiedad había sufrido daños y querían unarestitución,oconcualquierotroasuntourgenteatratarconelcomandanteysupersonal.

Ecoapoyóelcantodesumanoderechasobrelapalmaabiertadelaotra,paradaraentenderquenoshabíamostopadoconunmuroimpenetrable.Nuncapodremosentrarensutienda,parecíaquererdecir.

—Perononecesitamosentrar—le respondí—.Loquequeremosesquesalgaunapersonaqueestáadentro,yesoesalgomuydistinto.

Caminéhastaelprincipiodelalargafila.Algunosdelosqueestabanallínosmiraron,peronohicecaso.Lleguéhastaelsujetoqueestabaapuntodeentrarycarraspeéparaatraersuatención.Elhombregiró,melanzóunamiradadedesagradoydijoalgoensuidioma.Cuandosediocuentadequenolohabíaentendido,repitiólodichoenunlatínbastanteaceptable.

—¿Quécreequeestáhaciendo?Yosoyelsiguiente.¡Lárguese!—¿VieneaveraQuintoSertorio?—pregunté.—Comotodoelmundo.Esperesuturno.—Ah,peroyonodeseoveralgeneral.Loúnicoquequieroesquealguienledéunmensajeaun

jovenquequizásestéconél.¿Mepodríahaceresefavor?—diunligerotoquealabolsademonedasque llevaba en el bolsillo, que tintinearon en forma sugerente—. Pregunte por un joven romanollamadoMamercoClaudio.Dígalequehavenidoalguiendemuylejosparahablarconél.

—Supongoque…—elhombrepareciódudar,perodeimprovisosurostroseiluminó,comosieldestellodelasmonedasquecoloquéensumanosereflejaranenél.

Enesemomentoseacercóunguardia,registróalhombreenbuscadearmas,yledijoqueentraraenlatienda.

Notuvimosqueesperarmuchohastaquesalióunjovenlarguirucho.Parecíallevarlaarmaduradecuerodeunapersonamásbajayrobusta;caíenlacuentadequemuchosdelosjóvenesoficialesdeSertoriovestíandelmismomodo:conloprimeroqueencontraban.Elmuchachotiróincómodo

Page 36: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

de las sobaquerasdesucamisadecueroybuscóentre lamultitud,molestoalparecer.Cuandomevio,lehiceseñasparaquenosencontráramosalcostadodelatienda.

—¿MamercoClaudio?—saludé—.Vengoconunmensajede…—¿Quécreesqueestáshaciendo, idiota,pidiéndomequesalgade la tiendadelcomandante?—

estabaenfadado,perohablabaenvozbaja.—Pues, supongo que podría haberme puesto en la fila como los demás, en espera de una

audienciaconelgeneral…—¿Quiéneres?—MinombreesGordiano,llamadoelSabueso.Esteesmihijo,Eco.Hemosrecorridounlargo

caminodesdeRoma.Tuabuelomeenvió.Mamercoretrocedióporuninstante,yluegosonrióconpesar.—Yaveo.¡Mipobreabuelo!—Pobre,sinduda—añadí—,ymáspobreaúnporlafaltadetucompañía.—¿Seencuentrabien?—Decuerpo,sí.Peroeltemorquesienteportidebilitasuespíritu.Traigounmensajedesuparte.Saquéelmensajequehabía traído fielmentedesdeRoma.Consistíaendosdelgadas tabletasde

maderaqueestabanatadasconunacintaylacradasconceraroja,sobrelacualCayoClaudiohabíaimpresoel sellodesuanillo.Mamercorompióelsello,abrió las tabletasyechóunamiradaa lassuperficiesde ceradonde su abuelohabíagarabateado su súplica con supropiamano, puesyanoteníasiquieraunsecretarioqueleescribieralascartas.

NomehubierasorprendidoquelarespuestadeMamercofuerainsensibleypococompasiva.Ensu situación, muchos jóvenes impacientes, amargados y desposeídos hubiesen menospreciado lasinquietudesdeunabueloafectuosoenexceso,enespecialcuandoeseabuelohabíaapoyadodurantetoda su vida el sistema contra el que ellos se rebelaban. Pero la reacción de Mamerco fue muydiferente.Observéelmovimientodesusojosamedidaqueleíalaspalabrasylosvibrillarcuandosele llenaron de lágrimas. Apretó fuerte las mandíbulas para evitar que le temblaran los labios. SuevidentetristezalohacíaparecertaninfantilcomoEco.

CayoClaudionomehabíaocultadoelcontenidodelacarta;porelcontrario,habíainsistidoenquelaleyera:

Mimuyqueridonieto,sangredemisangre,¿quétehallevadoaactuarcontantainsensatez?¿Intentascomplaceralasombradetupadrealunirteaunaluchadesesperadacontraquieneslodestruyeron?Sifueralaúnicaacciónposible,situnombreytufuturohubierancaídoenlaruinajuntoconlosdetupadreymadre,entonceselhonorexigiríaqueactuarasdeesamanera;peroenRomaaúntienesmiprotección,apesardelacaídadetupadre,ytodavíatieneslaposibilidaddehacerunacarrera.Estamossumidosenlamayordelaspobrezas,sinduda,¡perojuntoslograremosvencer al infortunio! Seguramente la mejor manera de reivindicar a tu padre es recuperar lasriquezasdetufamiliayocuparunlugarenelEstado,paraqueasí,cuandotengasmiedad,puedasrememorarunalargacarreraydisfrutardeunmundoquehabrásmoldeadoatumedida.

¡Nodesperdiciestuvida!Porfavor, te loruego,moderatuspasionesypermitequeteguíelarazón.¡Vuelveamilado!Elhombrequetehaentregadoestemensajetienedinerosuficienteparatupasajederegreso.¡Mamerco,hijodemihijo,ruegoalosdiosespodervertepronto!

Page 37: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Unossegundosdespués,Mamercojuntólastabletasyvolvióaatarlacinta.Esquivómimiradadeunmodoquemerecordóasuabuelo.

—Graciasportraermeestemensaje.¿Estodo?—¿Estodo?—dije—.Séloquedicelacarta.¿Cumplirásconsupedido?—No.Ahoradéjame.—¿Estásseguro,Mamerco?¿Nolovasapensar?¿Regresodespués?—¡No!ElencargodeCayoClaudioeraclaro:debíaencontraraMamerco,darleelmensajey,siasílo

decidía,ayudarloahuirdelserviciodeSertoriosinsufrirdaños.Nome incumbíaconvencerlodeque se fuera.Sinembargo,había recorridoun largocamino,yconocíaya laangustiadel ancianosenador y la respuesta de su nieto. SiMamerco se hubiera burlado del pedido y no hubiese dadomuestrasdeamorhaciasuabuelo,entoncesahíhabríaterminadotodo.Noobstante,sureacciónfuemuydistinta:inclusoenesemomento,porlamaneragentilconquemanipulabalastablas,casicomounacaricia,ylaformaenquesesecabalaslágrimas,medicuentadequesentíauninmensocariñohaciaelanciano,ypor lomismoquizá tambiénsesentía terriblementeconfundidopor laelecciónquehabíahecho.

Meparecióprudentecambiardetemaenesemomento.—Sevequetehaidomuybienaquí,enelejércitodeSertorio.—Mejorqueloesperado,enmuypocotiempo—confesóMamerco.Seguardólastablasbajoel

brazoysonriódecostado—.Elcomandantemerecibiódemuybuenagana.Apenasmevio,mediounpuestoensupersonal,apesardemifaltadeexperiencia.«Miren—lesdijoatodos—,¡unjovenClaudio que vino desde la lejana Roma para unirse a nosotros! ¡Pero no te preocupes, hijo,volveremos aRoma antes de lo que te imaginas, y serán losmalditos seguidores de Sila los queperderánlascabezas!».

—¿Ytúlecreíste?¿Poresodecidistequedarte?Mamercoseirritó.—Lapreguntaesporquésiguestúaquí,Gordiano.Yaterespondí.¡Ahoravete!Enesemismomomento toda lagente reunida en lapuertadel comandante estalló engritosde

júbilo.Oí cómo aclamaban el nombre deSertorio, cuando el gran hombre en persona salió de latienda. Era alto, de apariencia robusta, con una sólida mandíbula, y una sonrisa que irradiabaconfianza.Añosatráshabíaperdidounojoenunabatalla.Cualquierotrosehubieraavergonzadoporese defecto, pero Sertorio consideraba su parche de cuero una insignia de honor. Las numerosascicatricesdebatallaquesurcabansusbrazosypiernaseranverdaderostrofeosparaél.

Algunosmortalesposeenunhalodecarismaqueescasidivinoyquecualquierapuedenotardeinmediato:QuintoSertorio integrabaesegrupo.Eraunhombreenquien todosconfiabandesdeelprimermomento,yaquienseguíansincuestionar,fueraalagloriaoalamuerte.Lasovacionesquesaludaron su aparición, tanto de sus propios soldados como de los solicitantes del lugar, eranabsolutamentegenuinasyespontáneas.

Losgritosdieronpasoaunrumor.Ecoyyonosmiramos,confundidos.Lasaclamacioneserancomprensibles,pero¿quéera lootro?Seasemejabaa las letanías religiosasqueseoyenenRomadurante algunos ritos en los templos en el Foro, una confusión apenas audible de susurros yoracionesenvozbaja.

EntoncesvialaimpresionantecriaturaquehabíaseguidoaSertorioalexteriordelatienda.

Page 38: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Eraunaciervajoven.Supelajeerasuaveyblanco,sinunasolamanchadecolor.ElanimalsiguióaSertoriocomounfielsabueso,ycuandoelcomandantesedetuvo,laciervaleacaricióelmusloconelhocicoyenseguidalolevantópararecibirunacaricia.Nuncaanteshabíavistonadaparecido.

Los rumores sehicieronmás fuertesy, entre losextrañosdialectos, logrécomprenderalgunasfrasesenlatín.

—¡Laciervablanca!¡Laciervablanca!—Losdossevenfelices…¡Esosignificaquetraenbuenasnoticias!—¡Diana,bendícenos,diosa!¡BendiceaQuintoSertorio!Sertorioesbozóunasonrisa,rióyseinclinóparatomarlacabezadelaciervaentrelasmanos.La

besódirectamenteenelhocico.Estoprovocóunmurmullomásruidosoentrelamultitud,yenunodelosespectadores,unarisa

estrepitosacomounladrido.Miqueridohijomudotiene,pordesgracia,unarisaextraña,parecidaaun rebuzno. La cierva levantó las orejas y se agazapó detrás de Sertorio, tropezando con susespigadaspatas.Todossedieronvueltaparamirarnos,consospecha.Ecosecubriólabocaconlasmanos.Conelceñofruncido,Sertoriodirigiólavistahaciadondeestábamos.VioaMamercoymeobservó,midiéndomeconlosojos.

—¡MamercoClaudio!—llamó—.Mepreguntabadóndeestabas.¡Ven!Sertorioseabriópasoa travésdelgentíoque loadoraba, seguidode laciervayuncordónde

guardias. Me sorprendió ver, en el séquito, a una muchacha no mucho mayor que Eco. Era unahermosa niña, con ojos negros y mejillas como pétalos de rosa blanca. Vestía toda de blanco yllevaba el pelo oscuro recogido con una cinta adornada. Por su aspecto y su porte parecía unasacerdotisa, caminaba a grandespasos entre los soldados,mirandohacia adelante, con la gracia yseguridaddeunapersonamuchomayor.

—¡Unaciervablanca!—exclamé—.¡Yesamuchacha!¿Quiénes,Mamerco?PeroMamerco,iracundo,sealejóparaunirseaSertorio.Corrídetrásdeélyloagarrédelbrazo.—Mamerco, trataré de encontrar alojamiento en Sucro para esta noche. Si acaso cambias de

opinión…Apartóelbrazoysealejósinmirarme.

No fue difícil encontrar un lugar para dormir en Sucro. Sólo había una taberna que ofrecíahospedaje, y el lugar estaba desierto. La batalla entre Pompeyo y Sertorio había espantado a losviajeros,ylaprobabilidaddeunacontiendafuturalosmanteníaalejados.

Eltaberneroeraunceltafornidodebarbanegraydesgreñada.SellamabaLacroyparecíaestardemuybuenhumor, pese a las penurias de la guerra.Además, semostraba contento de tener dospensionistas con quienes conversar y compartir unas copas de vino esa noche. Durante muchasgeneraciones, la familiadeLacrohabíavivido aorillasdelSucro, y él se jactabaorgullosode lagenerosidad del río y de la belleza de la costa. Su diversión favorita consistía en cazar y armartrampas en los pantanos cerca de la desembocadura del río, donde se congregaban los pájaros engrandes cantidades y era posible encontrar deliciosos crustáceos en el barro. Al parecer, Lacropasabagranpartedeltiempoenlospantanos,aunquenofueramasqueparaescapardelasbatallasasualrededor.

Sinembargo,nosequejódelaguerra,exceptoparacriticardeunmodomordazaPompeyoy

Page 39: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Metelo.LacroeraunfielseguidordeSertorio,yloalababaporhaberunificadolasmúltiplestribusceltase ibéricasdeHispania.No teníaproblemaalgunocon los romanos,decía,siempreycuandofueran como Sertorio; si se necesitaba un romano para que su pueblo alcanzara la supremacía,entonces así debía de ser. Cuando le referí que Eco y yo habíamos salido, ese mismo día, delcampamentodelgrancomandanteyqueinclusohabíamoslogradoveralmismísimoSertorio,Lacrosemostrómuyimpresionado.

—¿Ypudieronveralaciervablanca?—preguntó.—Sí.Quéextrañacriaturaparatenercomomascota.—¡La ciervablancano es unamascota!—la ideahorrorizaba aLacro—.Diana se la envióde

regaloaSertorio.Ladiosalehablaatravésdelacierva,yestaleanunciaelfuturo.—¿Enserio?—¿Cómo crees que se hamantenido invicto durante tanto tiempo, a pesar de los ejércitos que

Roma hamandado contra él? ¿Crees que ha tenido suerte, nadamás? ¡No, Sertorio cuenta con laproteccióndivina!Laciervablancaesunacriaturasagrada.

—Yaveo—respondí,sinmuchaconvicción.—¡Bah!Ustedeslosromanoshanconquistadoelmundo,perohanperdidodevistaalosdioses.

¡Hasvistoalaciervablanca,yatusojosnoesmásqueunamascota!PeroalosdeSertorio,no:ahíestáladiferencia.

—¿CómoconsiguióSertorioesaextraordinariacriatura?—Dicen que unos cazadores se encontraron con la cierva en el bosque. El animal se acercó a

ellosy les dijoquedebían conducirla hasta el gran líder.Los cazadores se la llevaron aSertorio.Cuando este se inclinó para acariciarle el hocico, la cierva le habló, en su propia lengua, y elcomandantereconociólavozdeDiana.Desdeentonces,nosehanseparadonunca.Laciervalosigueatodaspartes,o,mejordicho,éllasigueaella,yaqueesellaquienledicedóndeseencuentransusenemigos y qué rutas debe tomar.Ah, la has visto con tus propios ojos. ¡Te envidio!Nunca la hevisto,sóloheoídohablardeella.

—Entonces,laciervaesbastantefamosa.—Todos la conocen. Tengo una taberna, ¿no es cierto? Sé de qué habla la gente, ¡y todos los

hombres,desdelosPirineoshastalasColumnasdeHércules,amanalaciervablanca!

ComosólohabíaunatabernaenSucro,MamercoClaudionotuvoningúnproblemaenhallarnosalamañanasiguiente.EntróenlasalajustocuandoEcoyyoterminábamosdetomarnuestrodesayunodepanydátiles.Porlovisto,penséenesemomento,eljovendecidióregresarconsuabuelo,despuésdetodo.Lesonreí,peronomerespondió.

Notéque llevaba suvestimentamilitaryquenoestaba solo.Unpequeñogrupode soldados loseguía,todosconelmismoaspectoadusto:lavisitaeradecarácteroficial.Sentíelpesodeldesayunoenelestómago.Semesecólaboca.Recordéelterriblepresentimientoquehabíatenidoacercadelamisióndesdeelprincipio,inclusoantesdeconoceraCayoClaudio…

Mamercocaminóennuestradirección.Suporteeraimpersonal,propiodeunsoldado.—¡Gordiano!QuintoSertoriomehaenviadoabuscarte.Entonces,eralopeorquepodíaocurrir,pensé.MamercomehabíatraicionadoanteSertorio,yel

comandantemeestabaarrestandoportratardeinduciraunoficialadesertar.Sabíaquelamisiónera

Page 40: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

peligrosa:debídehabertenidomáscuidado.Mamercohabíasidomuyclaro,eldíaanterior,cuandodijo que no tenía intenciones de volver a Roma conmigo; ¿por quéme había quedado en Sucro?Permanecí demasiado tiempo, víctima demi propia compasión hacia el viejo senador. Y tambiénhabíaconvertidoaEcoenunavíctima.Sóloeraunmuchacho…sinduda,Sertorionolomandaríaejecutarjuntoconmigo.Pero¿quéseríadeélsinmí?Probablementeelcomandanteloreclutaríaenlainfanteríadesuejército,penséenesemomento.¿SeríaeseelfuturodeEco?¿Terminarsusdíasenelcampodebatalla,luchandoporunacausaperdidaentierraextraña?¡SitansólolohubieradejadoenRoma!

Mepusedepiecontodalavalentíaquepudeenesemomento,ylehiceunaseñaaEcoparaquehicieralomismo.Mamercoysussoldadosnosescoltaronfueradelatabernaynoscondujeronríoarribahaciaelcampamento.Losrostrosdeloshombresparecíaninclusomásadustosalaluzdelsolmatinal.Ningunopronuncióunasolapalabra.

Lamismaseriedadreinabaenelcampamento.Todoslosrostrosquevimosparecíanabatidosysilenciosos.¿Quéfuedelhumorfestivodeldíaanterior?

CuandollegamosalatiendadeSertorio,Mamercolevantóelfaldónyanuncióminombre.Conungesto,noshizoingresaraEcoyamí.Élsequedóafuera,juntoconlosdemássoldados.

Elcomandanteestabasolo;enrealidad,mássolodeloquecreíalprincipio.Selevantóansiosodelasilla,comosihubieraestadoesperándonosconimpaciencia,ycaminóhacianosotros.Noeralarecepciónquemehabíaimaginado.

—¡Gordiano el Sabueso! —exclamó, estrechándome la mano—. ¡Qué buena fortuna que teencuentresaquí,enundíacomoeste!¿Sabesporquétemandébuscar?

—Empiezo a creer queno—la expresióndeSertorio era sombría, peronohostil.Comencé asentirlacabezamuchomássegurasobreloshombros.

—¿Notehasenteradodelasnoticias,entonces?—¿Quénoticias?—¡Excelente!Esosignificaqueelrumornohallegadoaúnalpueblo.Siemprequesucedealgo

así,hayquealejarloschismes,peroescomotratardeapagarunincendioenunpajar…Observélatiendaatiborradadecosas,laliteradelgeneral, losarmariosportátilesconmapasy

rollosdepergaminoapiladosencima,laspequeñaslámparasentrípodes.Algofaltaba…—¿Dóndeestálaciervablanca?Palideció.—Entonces,hasoídolasnoticias…—No.Perosilacrisisesinminente,¿nodeberíasteneratuconsejeradivinaallado?Sertoriotragósalivacondificultad.—Alguienmelaharobado,durantelanoche.¡Alguienhasecuestradoalaciervablanca!—Yaveo.Pero¿porquéenviastepormí,QuintoSertorio?—Noseashumilde,Sabueso.Conozcotureputación.—¿Hasoídohablardemí?Sertoriosonrióconironía.—MelleganalgunosdatosdeloquesucedeenRoma,apesardequehaceañosquenovivoallí.

Cuento con espías e informantes, así como sin duda Pompeyo y el Senado los tienen en micampamento.Tratodemantenermeinformadodequiénllevaaquiénalosjuzgados,quiénprogresayquiénsearruina.Tesorprenderíasdelomuchoquesemencionatunombre.Sí,séquiéneres.

Page 41: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿Y sabes qué me ha traído hasta aquí? —quería estar completamente seguro de que nosentendíamos.

—Sí,sí.AyerlepreguntéaMamercosobreti.Memostrólacarta.¡Quésujetoridículosuabuelo!QueelpartidodeSila sequedeconelviejo:yo tengoalnieto,quevalemásque tresoficialesdePompeyo juntos, ¡te lo aseguro! Brillante, curioso, astuto, y comprometido con la causa. Si lospoderososdeturnoenRomatuvieranelmenorsentidocomún,habríandevueltolaspropiedadesdesu familia y tratado de ganar el apoyo deMamerco, en cuanto se hubieran desembarazado de supadre. Pero los seguidores deSila siempre fueron una carnada codiciosa, compuesta de bastardospocovisionarios.LograronquelaflordelajuventudvinieraaHispania:¡mejorparamí!—poruninstante lució la seductora sonrisa que, sin duda, le había ganado el corazón de aquellos jóvenesbrillantes.Prontolasonrisaseesfumó—.Perovolvamosaltemaquenosocupa.TellamanSabueso,¿no es así? Bueno, soy un hombre que ha perdido algo, y necesito un sabueso que me ayude aencontrarlo.

Denoche,segúnmeexplicóSertorio,laciervapermanecíaensupropiatienda,cercadelcuarteldelgeneral.Por razonesreligiosas, laentradamirabahacia la lunacreciente;perosucedíaque,enesecampamento en particular, el frente de la tienda de la cierva daba la espalda a la mayoría de lasdemás,porlocualquedabafueradelavistadelaguardianocturnadeSertorio.Noobstante,teníasuspropios guardias, un par de celtas que habían competido por el honor religioso de proteger a laemisariadeDiana.Alparecer,aamboslesdieronunpoderosobrebajequeloshizodormirtodalanoche. Su remordimiento y sus lágrimas por haberle fallado a la cierva convencieron a Sertorio,peronoobtuvoningunaotrainformaciónútildeellos.

Lepedíquemedejaraver la tienda.ElpropioSertoriomeacompañó.Antesdeentrar,miró aEco.

—¿Elmuchachohavistoaunmuertoantes?—Sí.¿Porquélopreguntas?—Noesunaescenasangrienta…¡créeme,hevistoescenassangrientas!Pero,detodosmodos,no

esnadaagradable.No dio más explicaciones y nos llevó al interior. Había un pequeño corral, rodeado de paja

dispersa en el suelo y cubos con agua y hierba fresca. Fuera del corral, en una pequeña litera, seencontraba la muchacha que había visto el día anterior con el séquito del general. Seguía con elmismovestidoblanco,peronoteníalacintablancaenlacabeza,porloquesucabelloseesparcía,como un luminoso remanso negro, alrededor del rostro. Tenía las piernas estiradas y las manoscruzadassobreelpecho.Parecíadormida,exceptoporlapalidezantinaturalycerosadelcuerpoyelcírculoirritadoylívidodelapielalrededordelcuello.

—¿Esasícomolaencontraron?—pregunté.—No—respondióSertorio—.Sehallabafrentealcorral,tiradaenelsuelo.—¿Quiénera?—Unasimplemuchachadeunade las tribusceltas.Sussacerdotesdijeronquesólounavirgen

podía alimentar y atender a la cierva blanca. La muchacha se ofreció como voluntaria. Le trajograndeshonoresasufamilia.SunombreeraLiria.

—¿Dóndeestálacintablancaquellevabaenelcabello?

Page 42: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Eresobservador,Sabueso.Nolahemosencontrado.—¿Creesque…?—meinclinéparaverlasmarcasensugarganta—.Unacintaesunbuenmedio

paraahorcaraalguien.Sertorioasintiócongravedad.—Debe haber tratado de detenerlos.Durmieron a los guardias, lo que significa que intentaron

drogartambiénaLiria:siemprecomíalomismoqueellos.Peroquizásanochehizoayuno.Lohacíaaveces;afirmabaquelaciervablancaseloordenaba,paramantenersupureza.Cuandovinieronallevarsealacierva,talvezsedespertóylaestrangularonparaevitarquegritara.

—Pero¿porquénomataronalaciervasimplementeenvezdesecuestrarla?Sertoriolanzóunsuspiro.—Estas tierras están sumidas en la superstición,Gordiano.Hay profecías y presagios en cada

aliento, y nadie puede orinar siquiera sin que lo esté observando tal o cual dios. Sospecho quequienes han hecho esto no tenían la menor intención de matar a nadie. Lo que querían, lo quepretendían, era que la cierva desapareciera, nadamás. ¿No te das cuenta?Como si hubiera huido.Como siDiana, de improviso,me abandonara ami suerte. ¿Qué pensarían entoncesmis soldadoshispánicos?¿Entiendeseldesastrequeseríaparamí,Gordiano?

Fijólamiradaenlamuchachamuerta,luegolevantólavistaycaminódeunladoaotroporelpequeñolugardelantedelcorral.

—Los secuestradores cometieron un asesinato además de un delito, lo que de por sí ya es unsacrilegio,sibienLirianoeraenrealidadunasacerdotisa,sinounasimplejovendefamiliahumildequeaúnseconservabavirgen.Peronuncahubieranmatadoalacierva.Hubieraidoencontradesuspropósitos.Matar a la emisaria de Diana habría sido una atrocidad imperdonable y sólo hubieraempujadoalastribusarechazarconmayorconvicciónaunenemigotanimpío.Poresoesqueestoysegurodequesiguesanaysalva.Hetratadodemantenerloensecreto,Gordiano,perocreoqueyahacomenzadoacorrerelrumordequedesapareció.Imaginoquelosromanossospecharánlaverdad,queelanimalfuesecuestradoporrazonespolíticas.Peroloshispanos…loshispanoscreeránquelosdiosesmehandadolaespalda.

—¿Enverdadestangrandesufeenlaciervablanca?—¡Ah,sí!Poresolautilicé,comounpoderosoinstrumentoparaunirlosamí.Poderoso,perono

sinpeligro,pueslasupersticiónpuedevolversecontraquienlausa.¡Debíhaberlacuidadomejor!—¿Tútambiéncreesenella,Sertorio?¿Tehabla?Memiróconsagacidad.—Mesorprendequemehagasesapregunta,Gordiano.Soyungeneral romano,nounhispano

supersticioso. La cierva blanca no es más que un artilugio para poder gobernarlos. ¿Acaso deboexplicarlo? Un día, mis espías me informan de los movimientos de Pompeyo; al día siguiente,anuncioquelaciervablancamehadichoaloídoquePompeyoestaráentallugaryatalhora,yallíestá.Cadavezquemeenterodealgúnsecretoocuandoveoelfuturo,miinformaciónprovienedelaciervablanca…esaeslaversiónoficial.Siemprequetengoquedarunaordenquecausaescozorenlapoblaciónnativa, comopor ejemploquemarunade suspropias aldeas, o ejecutar aunhombrepopularentreellos,lesdigoqueesnecesariohacerloporquelopidelaciervablanca.Mefacilitalascosas.Ycuandoapareceladudayloshispanosestánapuntodeperderlasesperanzas,lesdigoquelaciervablancameauguralavictoria.Deesaformasearmandecoraje:ponentododesí,ylogranlavictoria.¿Creesquerecurriraeseardidmeconvierteenblasfemo?Losmejoresgeneraleshanhecho

Page 43: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

siemprecosassimilaresparalevantarelánimodesushombres.¡MiraaSila!Antesdelabatalla,seasegurabadequesustropaslovieransusurrandofrenteaunapequeñaimagenquehabíarobadodelOráculodeDelfos:ladeidadnuncadejabadeprometerlelavictoria.YMariotambiénteníaentresusseguidoresaunasabiadeSiria,queleservíaconsuspoderesparapredecirladerrotadelenemigo.Quépenaquealfinallehayafallado.InclusoAlejandroutilizabalosmismosartificios.¿Conoceslahistoria? Una vez, cuando enfrentaban una batalla bastante difícil, sus sacerdotes ordenaron unsacrificio.Mientraspreparabanalcarneroenelaltar,AlejandrosepintólasletrasNIinvertidasenlapalma de unamano, y las letras K E en la palma de la otra. Los sacerdotes abrieron el carnero,extrajeron el hígado aún caliente y lo colocaron sobre lasmanosdeAlejandro.Este lo diovueltapara mostrárselo a sus hombres y, según lo planeado, allí estaba, escrita en el hígado con letrasinconfundibles,Νίκη*[3],¡lapalabragriegaparalavictoria!

—¿Ytuartimañafuelaciervablanca?Sertoriodejódecaminarymemirófijo.—AquíenHispania,lastribus,enespeciallasceltas,tienenunafemuyparticularenlospoderes

místicosdelosanimalesblancos.Unbuengeneralsefijaenesascreencias.CuandoloscazadoresmetrajeronaDianaraesavez…

—¿Dianara?Porunmomentoparecióavergonzado.—LlaméalaciervablancaDianara,enhonordeladiosa.¿Porquéno?Cuandomelatrajeron,

medicuentaalinstantedeloquesepodíahacerconella.¡Laconvertíenmiconsejeradivina!Ylaestrategiametrajomuchasventajas.Aunqueahora…

Sertoriocomenzóacaminardenuevo.—MisexploradoresmedicenqueMetelosehaunidoalasfuerzasdePompeyoenlaotraorilla

delSucro.Simishombreshispanosdescubrenquelaciervanoestá,ymeveoobligadoaenfrentarotrabatalla…elresultadopodríaserunterribledesastre.¿Quiénpelearáporungeneralalquehanabandonado los dioses? Lo único queme queda, en estemomento, es retroceder hacia el oeste yretirarmealasmontañaslomásrápidoposible.Pero,mientrastanto,¡debemosencontraralacierva!—melanzóunamiradaqueera,alavez,desesperadayexigente.

—SoyunSabueso,QuintoSertorio,nouncazador.—Yestoesunsecuestro,Gordiano,nounapersecución.Tepagarébien.DevuélvemeaDianara,y

terecompensaréconcreces.Loconsideré.HabíacumplidoconlamisióndeCayoClaudio.Habíaaveriguadoelparaderode

Mamerco,lehabíaentregadolacartayofrecidolaposibilidadderetornarconmigoaRoma.Noteníaningúnasuntopendientey,entierrasextrañas,unhombrepoderosonecesitabamiayuda.

Porotro lado, asistir aungeneral renegadoenel campodebatalla sindudaconstituiría, a losojosdelSenadoromano,unactodetraición…

MeagradabaSertorio,porqueerasinceroyvaliente,ya la largaseríaelperdedor.Meagradómuchomáscuandomediolacifraexactadelarecompensa.

Acepté.Sinopodíallevaraunjovenitinerantedevueltaconsuabuelo,almenospodríadevolverunaciervaperdidaasudueño.

Sertoriomepermitióinterrogaralosdosguardiasquehabíansidodrogados.Concluílomismoque

Page 44: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

él:ambossentíangrandesremordimientosporlosucedidoyloquepodíandecirnoservíademucho.Ocurrió igual con los otros guardias; nadie había visto u oído nada. Era como si la propia lunahubiesebajadoalatierraparallevarsealaciervablanca.

CuandoEcoyyovolvimosaSucroesatarde,latabernaestaballenadegentedellugar,sedientadevinoydeinformaciónacercadeladivinidadperdida.Elsecretoeradeconocimientopúblico,ycirculabantodotipoderumoresdisparatados.Escuchéconatención:nuncasesabecuándounchismepuedeservirdeayuda.Algunosdecíanque,dehecho, laciervahabíaabandonadoaSertoriohacíamuchotiempo(locualerafalsoatodasluces,puestoqueyohabíavistoalacriaturaconmispropiosojos).Otros afirmaban que estabamuerta, y que Sertorio la había enterrado, para luego fingir sudesaparición.Habíaquienesasegurabanquelahabíanrobado.Peronadiemencionabalamuertedelavirgen. Quizás el rumor más alocado (y más ominoso) era la versión de que la cierva se habíaaparecidoenelcampamentodePompeyo,yqueahoraerasuconfidente.

Ninguna versiónme sirvió demasiado. Cuando se dispersaron los hispanos y volvieron a sushogares,yadenoche,lepreguntéaltabernerocuálerasuopinión.

—¡Nadiesabenadaenabsoluto!Sonunasartadeparlanchines—dijoLacro,satisfecho.¿Yporqué no iba a estarlo? Sin duda ganó bastante con la venta de vino ese día, y algunos incluso sequedaronacenar—.Laúnicahistoriaquemeparecióverdaderaesladequelaciervafuevistaenelpantano.

—¿Cómo?Melaperdí.—Seráporqueelsujetoquelacontónolohizoalosgritos,comoalgunostontosquenotenían

nadaquedecir.Estabaaquí,detrásdelmostrador,hablandoconmigo.Unviejoamigomío;avecesvamos juntos a armar trampas en el pantano.Vino tempranopor lamañana.Medijo que entrevióalgoblancoaladistancia,ocultoentrelosárbolesdelaciénaga.

—Pudohabervistoaunpájaro.—Demasiado grande para ser un pájaro, y semovía comouna bestia, de un lado al otro, a la

alturadelsuelo.—¿Lopudoverdecerca?—Tratódehacerlo,perocuandollegóalosárboles,yanohabíanada,exceptohuellasfrescasde

pezuñasenlatierra.Eranrastrosdeuncervatillo,deesoestáseguro.Yhuellasdepisadas,además.—¿Pisadas?—Dedoshombres—dijo—.Unoacadaladodelacierva.Ecometomódelhombroymesacudió.Asentíconlacabeza:eramuyinteresante.—¿Tuamigosiguiólashuellas?—No,diomediavueltaysededicóalosuyo,arevisarsustrampas.—Lacrolevantóunaceja—.

Nocomentómuchomás,peroporlaexpresióndesurostro,creoqueseasustóalverlaspisadas.Setratadeunhombrequeconocelospantanostanbiencomolapalmadesumano:sabequéperteneceallugar y qué no, y se da cuenta si algo anda mal. Cuando vio las huellas se sintió atemorizado,conscientedequeestabaen la zonapordondehabíapasadoelobsequiodeDiana.Óyemebien: laciervablancaestáenlospantanos.

Ecomedioun codazoy se llevó lasmanos al cuello, simulandouna estrangulación.Lacro lomiró,confundido.

—Si tu amigo tuvomiedode seguir las huellas—afirmé—, entonces sus presentimientos eranacertados.—Almenosunapersonayahabíasidoasesinadaporlossecuestradores.

Page 45: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Creoquenoteentiendo.Lomiréfijamente.—Ayer,hablastebiendeSertorio…—Escierto.—Ytereferistealaciervablancaconveneración…—ElobsequiodeDiana.—Lacro,quierocontarteunsecreto.Unacosamuyimportante.—Bueno,¿quéesperas?¿Quiénmejorparaguardarun secretoqueun tabernero?—levantóun

dedoy señaló lashabitacionesde laplanta superior, comoaludiendoa todas las citas secretasquehabíantenidolugarbajosutechoyqueélnuncarevelaría.

—¿Y crees que ese amigo tuyo podrá guardar un secreto? —le dije—. Y lo que es másimportante, ¿crees que esté dispuesto a guiar a dos extranjeros a través de los pantanos?Sindudadebeserunlugarpeligroso…Porsupuestoquehabráunpago.Paraambos.

Aldíasiguiente,antesdeldesayuno,partimosendirecciónalospantanos.Lacroysuamigo,llamadoStilensis,nossirvierondeguías.Detrásdeellos,íbamosEcoyyo.LlegamosalahileradeárbolesdondeStilensishabíavistolashuellas.Aúnestabanallí,visibles

enellodo,resaltadasporlosoblicuosrayosdelsolmatutino.Lasseguimos.Enlaszonasdondeelterrenoerademasiadoduroodemasiadoblando, laspistasparecíandesvanecerse, almenosamisojos, pero nuestros experimentados guías eran capaces de distinguir los rastros más tenues. Pormomentos, incluso ellos los perdían de vista, y empezaban a dar vueltas con paciencia, hasta quevolvíanaencontrarlos.Enalgunoscasosmedabacuentadecómolohacían,alreconocerunaramarotaounahojaarrugada;enotros,dabalaimpresióndequelosguiabaunextrañoinstinto,oquizáselazar,simplemente.HastaLacropodríahaberdichoqueDianalesmostrabaelcamino.

De pronto, movidos por un extraño instinto, parecieron percibir el instante en que nosacercábamosalapresa.Casialmismotiempo,LacroyStilensisgiraronynoshicieronseñasparaqueguardáramosunsilenciosepulcral.

Losenemigos,enefecto,eransólodos,talcomomostrabanlashuellas,quetambiénindicaban,porsutamañoyprofundidad,queloshombresquelasimprimieroneransujetosgrandes,conzapatosenormesycuerpospesados.Porsuerteparanosotros,estabandormidoscuandolosencontramos.Noteníantiendanihabíanencendidofuego.Dormíansobreunacamadehojas,ysecubríanconmantasdelgadas.

LacroyStilensishabíanllevadosusarcosdecacería.Mientrascolocabanlasflechasyapuntaban,Eco y yo tiramos de lasmantas. Los hombres despertaron y se pusieron de pie, confundidos; sinembargo,sequedaronquietosalverlasflechasquelesapuntabanensudirección.Maldijeronensulenguanatal.

Lacrolespreguntóquéhabíanhechoconlaciervablanca.Loshombresrefunfuñaronyseñalaronunapequeñasuperficiecubiertadearbustos.

Eco y yo encontramos a la criatura en un claro, atada a un árbol pequeño, durmiendo con laspiernasdobladasbajoelcuerpo.Cuandonosacercamos,sedespertóyalzólacabeza.Penséqueselevantaría con rapidez y trataría de huir a toda velocidad. En cambio, se nos quedó mirando,adormecida,ypestañeóvariasveces;luegovolviólacabezahaciaatrásylanzóunbostezo.Desdobló

Page 46: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

losmiembros con lentitud y se puso de pie; caminó tranquila hacia nosotros y alzó el hocico enesperadeunacaricia.Ecogruñódedeleitecuandopasóeldorsodelamanoporlapelambreblancaquebrillabaantesusojos.

Condujimos a nuestros prisioneros a través del pantano y por el camino del río. Eco guiaba a laciervaconlacorrea,almenoscuandoellanotomabaladelanterayloguiabaaél.NosdetuvimosapocadistanciadelcampamentodeSertorio,ymientras losdemásaguardabanenunlugarapartadojuntoalrío,meencaminéadarlelasnoticiasalgeneral.

Llegué justo a tiempo. Sólo quedaba en pie una tienda, la del general. Las tropas ya habíaniniciadolamarchahaciaeloesteylasmontañas.Sertorioysugenteestabanocupadoscargandolascosasenlascarretasysupervisandolosúltimosdetallesantesdelevantarelcampamento.

Sertoriofueelprimeroenverme.Sequedóinmóvilporuninstante,yluegoseacercóamí.Surostroparecíabrillarbajolaluzmatinal.

—Sonbuenasnoticias,¿noescierto?Asentí.—¿Estábien?—Sí.—Yloscanallasqueselallevaron,¿loscapturaste?—Doshombres,oriundosdeHispania.—¡Lo sabía!Medesperté estamañana con la sensación de que algomaravilloso iba a ocurrir.

¿Dóndeestá?¡Llévameconellaahora!No,espera…—sediovueltayllamóasupersonal—.Vengantodos.¡Maravillosasnoticias!¡Venganaver!

EntrelosoficialesreconocíaMamerco,quesacabaunarmariodelatiendadelgeneral.—Deja eso,Mamerco, ¡ven a ver lo que el Sabueso atrapó para nosotros!—gritó Sertorio—.

¡Unacriaturablanca!¡Yconella,doshispanosdecorazónnegro!Mamercosemostróconfundidoduranteuninstante,yluegodejóelarmarioenelsuelo.Asintió

conlacabezayvolvióalatienda.—Vamos,Gordiano,llévameaverlaahoramismo—pidió,tomándomedelbrazo.ElgeneralysuciervasereunieronalaorilladelSucro.Creoquenuncaenmividavilloraraun

general romano: pero, sin duda alguna, jamás vi a uno tomar a una cierva entre sus brazos ylevantarla como a un bebé. A pesar de todas sus explicaciones —de que se trataba sólo de uninstrumentoalserviciodelartedegobernar,deunmediocínicodeaprovecharsupersticionesquenocompartía—medio la impresión de que la cierva tenía un significadomuchomás profundoparaSertorio.QuizánolesusurrabalavozdeDianaaloído,onolepredecíaelfuturo,peroeralapruebavisibledelfavordelosdioses,sinelqueunhombrecualquieraestarádesnudofrenteasusenemigos.LoqueviaorillasdelSucrofueeljúbilodeunhombrecaídoendesgraciaaquienlasuertelehabíavueltoasonreírenunabrirycerrardeojos.

Sertorio,noobstante,eraungeneral romano,ypocoadeptoalsentimentalismoinnecesario,nisiquieraconrespectoasupropiodestino.Pasadounratodejóalaciervaysedirigióaloshispanosquelahabíancapturado.Leshablóensudialecto.Lacrometradujolaspalabrasaloído.

Los sujetos trataron bien a la cierva, dijo Sertorio, y no le hicieron daño, lo cual había sidoprudentede suparte, y eraunamuestrademínimo respetohacia ladiosa.Sinembargo, sehabían

Page 47: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

burladode ladignidaddeungeneral romano,habían interferidocon lavoluntadde ladivinidady,además,unajovenvirgenhabíasidoasesinada.Esomerecíauncastigo.

Los dos hombres se comportaron con gran dignidad, considerando que era probable que losmataran en esemismo lugar. Intercambiaronunpardepalabras, y luegounode elloshabló.Eranmercenarios,dijo.Nadasabíandelamuchachaasesinada.Acordaronencontrarseconunhombreenlasafuerasdelcampamentodosnochesatrás.Ellesentrególacierva,cubiertaconunamanta.Debíanocultarla enelpantanohastaqueSertorioy sugentepartieran.Nunca lehubieranhechodañoa lacriatura,nitampocoalamuchachaquelacuidaba.

Sertoriolesdijoquesospechabalomismo,queunodesuspropioshombres(inclusoalguiendesucírculo,coninformaciónsuficienteacercadelarutinadelgeneralylastareasenelcampamento)estaba detrás del secuestro. Si los hispanos se mostraban dispuestos a señalar a ese hombre, laseveridaddesucastigosereduciríaengranmedida.

Ambosvolvieronaintercambiarunaspalabras.Aceptaronlapropuesta.Sertoriosealejóyseñalóalosmiembrosreunidosdesupersonal.Losdoshispanosobservaron

cadarostroyluegonegaronconlacabeza.Elhombrenoestabaentreellos.Sertoriofruncióelceñoeinspeccionóasugente.Sepusotenso.Advertíunrelámpagodedolor

ensumirada.Suspiróysedirigióamí.—Faltaunodemishombres,Sabueso.—Sí,lohenotado.Debedehabersequedadoatrás.Sertorio ordenó a algunos soldados que se quedaran y vigilaran a la cierva. Los demás lo

acompañamosderegresoalcampamento.—¡Mira!¡Sucaballosigueaquí!—exclamóSertorio.—Entoncesnohahuido—dije—.Quizánotengarazonesparahuir.Quizánotuvonadaquever

conelsecuestro…Sin embargo sabía que eso no era cierto, aun cuando Eco y yo seguimos a Sertorio hasta su

tienda.Enmediodeloscatresplegadosylassillas,Mamercoestabatendidoenelsuelo,temblando,atravesadoporsupropiaespada.Sumanoderechaseguíafirmeenlaempuñadura.Lamanoizquierdaasíaconfuerzalacintablancadelavirgen.

Seguíaconvida.Nosarrodillamosasulado.Empezóamurmurar.Acercamoslascabezasparaescucharlo.

—Noquisemataralamuchacha…—dijo—.Estabadormida,ydebióseguirdurmiendo…porelbrebaje…perosedespertó.Nopodíapermitirquegritara.Tratédeponerlelacintaenlaboca…peroseenredóalrededordesucuello…ynodejabadelucharcontramí.Eramásfuertedeloquetodoscreíamos…

Sertoriomoviólacabeza,apenado.—Pero¿porqué,Mamerco?¿Porquésecuestrastealacierva?¡Erasmihombredeconfianza!—No,nunca…—respondióMamerco—.¡ErahombredePompeyo!UnodesusagentesenRoma

mecontratóparaquefuerasuespía.Dijeronqueconfiaríasenmí…quemedaríastuconfianza…pormipadre.Queríanquealguienterobaralaciervablanca.Nomatarla,sólorobarla.Yaves,Gordiano,nuncatraicionéamiabuelo.Díselo.

—¿PeroporquéteunisteaPompeyo?—pregunté.Hizounamueca.—¡Pordinero,obviamente!Estábamosarruinados.¿CómoibaahacerunacarreraenRomasin

Page 48: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

dinero?Pompeyomeofreciómásdeloquenecesitaba.Mecostócomprender.—DebistehabervueltoconmigoaRoma.Mamercoesbozóunadébilsonrisa.—AlprincipiopenséqueerasunmensajerodePompeyo.¡Nocreíquepudierasertanestúpidode

mandarmeunmensajeroalcampamento,aplenaluzdeldía!Luegodijistequeteenviómiabuelo…mi querido, mi amado abuelo. Supongo que los dioses trataban de decirme algo, pero ya erademasiadotarde.Debía llevaracabomiplanesamismanoche.Nopodíaecharmeatrás…—tosió.Unhilodesangre lecorriópor lacomisurade laboca—. ¡Pero tuvisitame resultóventajosa!Lemostré a Sertorio la carta… le juré que no tenía intenciones de abandonarlo… ¡ni siquiera paracomplacer ami abuelo!Después de eso, ¿cómo no confiaría enmí? ¡Perdóname, Sertorio! Pero,Gordiano…—soltólaespaday,aciegas,seaferróamibrazo;siguióapretandolacintaconlaotramano—,¡nolecuentesamiabuelosobrelamuchacha!Dilequeeraunespía,siquieres.Dilequehemuertocumpliendoconmideber.Dilequetuveelcorajedecaersobremipropiaespada.Peronolecuentessobrelamuchacha…

Suapretónperdiófuerza.Seleapagaronlosojos.Lacintasedeslizóentresusdedos.Miré a Sertorio. Ira, decepción, pesar y desconcierto se mezclaban en su rostro. Entendí que

Mamerco Claudio, al igual que la cierva blanca, significaba para Sertorio mucho más de lo queestaríadispuestoaadmitir.Paraél,Mamercoeraunaespeciedetalismán,comopuedeserlounhijo:una señal del amor de los dioses, la promesade un futurobrillante. PeroMamerconohabía sidoningunadeesascosas,yaSertorioleresultabadifícilaceptarlaverdad.¿Cómomehabíadescriptoaljoven?«Brillante, curioso, astuto, y comprometido con la causa». ¡Qué ironía tan triste resultabanahoraesaspalabras!

CreoqueeneseinstanteSertoriocomprendióquelaciervablancanoteníaningunaimportancia,que susdías estabancontados,queelpoderdeRomanuncacesaríadeperseguirlohasta causar sutotaldestrucciónyborrardelafazdelatierratodorastrodesuEstadorival.Levantólacintayselallevóalrostro,cubriéndoselosojos,porlocualmesentíagradecido.

ElviajederegresoaRomafuelargoytedioso,peronodurólosuficiente:noestabanadaansiosoporvolveraencontrarmeconCayoClaudioparadarlelasnoticias.

Hicetodoloconvenido:encontréasunieto,leentreguélacartaylepropusequehuyera.Nosóloaceptélatarea,sinoquelacumplí.CuandoSertoriomepidióquebuscaraalaciervablanca,¿cómopodíasaberyoelfinaldelahistoria?

NadiepodríahaberprevistoelresultadodemiviajeaHispania,muchomenosCayoClaudio.Noobstante,siélnomehubieraenviadoabuscarasunieto, talvezMamercoaúnestaríavivo.¿Seríacapaz el ancianode soportar tanta amargura?, ¿quehaberpretendido traer sanoy salvo a sunietohubieraprovocadolossucesosquellevaronaladestruccióndeljoven?

Sinembargo,Mamercoeraelúnicoresponsabledesupropiaruina.Engañóasuabuelo,apesardelamorquesentíaporél;fueelespíadeunhombreydeunacausaporlosquenosentíaelmenoraprecio;asesinóaunamuchachainocente.¿Yporqué?Todopordinero;sóloeso.

No debía desperdiciar una sola lágrima por el joven,me dije, inclinado sobre la baranda delbarco queme conducía aRoma. Era de noche. En el cielo negro resplandecía la luna llena, cuyo

Page 49: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

rostrosereflejabaenlasaguasoscurascomounenormeestanquedeluzblanca.PuedeserquehayaderramadounalágrimaporMamercoClaudio,perolabrisaheladalaarrancódemimejillayladejócaerenlavastedaddelmar.Seperdióenuninstante,ysindudanadasignificabaenlabalanzadelajusticia,nidelosmortalesnidelosdioses.

Notadelautorsobreestanarración[3]

Page 50: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

AlgohuelemalenPompeya

—Pruébalo—dijoLucioClaudio—.Vamos,¡pruébalo!Fruncílanariz.Pormásextrañoqueparezca,nuncamegustómuchoelgarum.Noimportaque

noventaynuevedecadacienromanosloadoren,yloutilicenennoventaynuevedecadacienplatos,yaseancarnesocremas,espárragosotartasdemiel.«Elgarumvacontodo»,diceeladagiopopular.

Estábamos en el jardín de la opulenta casa de Lucio, en la colina Palatina. Un esclavo seencontraba frente a mí—un joven bastante atractivo, pues Lucio solía tener lo mejor de todo—,sosteniendounapequeñafuentedeplataencadamano,lasdosconlamismapastaoscuraybrillosadegarum.

—¡Pruébalo!—insistióLucio.Paséeldedoporlaaceitosayespesasalsadelplatoamiizquierda.Primerolaolíysentíelsabor

acredelpescadoensalmuera;demalagana,memetíeldedoenlaboca.Teníaungustofuerte,saladoyunpocoácido:lasespeciassemezclaronenunaconfusióndesaboresenmilengua.

Sonreí.—Laverdad,noestanmalo.Nosabenadamal.—¡Porsupuestoquenosabemal!—exclamóLucio,conlasgordasmejillastanrojascomolos

rizosde sucabellera—.Eselmejorgarum quehay en elmercado, hecho exclusivamentepormisfabricantesenlasafuerasdePompeya.Laúnicarazónporlaquedicesquenotegustaestemanjar,Gordiano,esporquetehasacostumbradoaesemejunjequesuelenllamargarum,tarrosapestososdeentrañasfermentadasdepescadoconaceitunasmachacadasysazonadasconunaramitaderomero.¡Sustancia infecta!Esteeselverdaderogarum,hechoconsardinasdecriadero,maceradasensalysazonadas con mi receta secreta de especias y hierbas, añejadas durante todo un mes antes deguardarlasenlasánforasparasutransporte…ynoduranteveintedías,comohacenalgunosdemiscompetidores,quecreenquepuedensalirseconlasuya.

Paséeldedoporlapastayvolvíaprobarlo.—Enrealidad,esdelicioso.Debecombinarmuybienconlacarne.Oconlasverduras.Osepuede

comer simplemente con un trozo de pan. ¡O solo, directo de la vasija! Sí, podría llegar aacostumbrarmeasusabor.Perodebesercaro,¿ono?

—¡Mucho!Ayúdameconunproblema,Gordiano,ytedaréunabuenacantidadparatodalavida,ygratis.

—¿Ycuáleselproblema?—Ten,pruebadelaotra.Bebí un sorbode vino para limpiar el paladar, e introduje el dedo en lamezcla que tenía a la

derecha.Loolí; llevéeldedoamíboca;cerrélosojosparadegustarelembriagadorsaborqueseexpandióportodamiboca;luegovolvíaintroducireldedoenelgarumparaprobarunavezmás.

Lucioseinclinóhaciamí:—¿Y?—Obviamente,nosoyunexpertoeneltema,pero…—¿Sí,sí?—Diríaque lasdosmuestras son…idénticas.Elmismosabor fuerteya lavezsutil; lamisma

texturasublimeytersa.Nopercibolamenordiferencia.Lucioasintiócongravedad.

Page 51: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Ahí reside el problema. La primeramuestra era demimarca de garum. La segunda, de uncompetidor,elmalditoMarcoFabricio.

—¿Fabricio?—Supequeñoestablecimiento se encuentra adospasosdelmío, enPompeya.Mientrasqueyo

recorrotodoelmundoenbarco,Fabriciovendecasitodasuproducciónenunapequeñatiendaaquí,enRoma.Devezencuandocomprounpocodesugarum,sólopararecordarelsaborinferiordesureceta.Compréestelotehoymismo.¡Puedesimaginartemiconmocióncuandoloprobé!

—Nosueleocurrirquelasmuestrasdedosfabricantesdistintosseantanparecidas.—¿Nosueleocurrir?¡Esimposible!¡Fabricioseguramenterobómirecetasecreta!

Fueasícomo,conlapromesadeunaprovisiónvitaliciadelmejorgarumdelmundo(yporqueLucioClaudio esmi buen amigo y fiel patrono),me encontré, unos días después, en los alrededores dePompeya, de visita en el establecimiento de Lucio, con el capataz, un esclavo alto y envejecidollamadoAcasto.LellevéunacartadepresentacióndeLucioymehicepasarporunposibleinversor.

El impresionantecomplejosehallabasituado juntoaunarroyoquedesembocabaen labahíaalospiesdelmonteVesubio.Losenormestanquessumergidosenlosquesecriabansardinasestabanrodeadosdepatios: lasaguasoscuras resplandecíancon lamasaagitadadepecesplateados.Enunalmacénseguardabanlasgrandesprovisionesdesal,hierbasyespecias.Nomuylejos,unacabañahospedabaalosartesanosquemodelabanlasvasijasdearcilla.Lospotesparaguardarlasespecias,lasánforasespecialesparalafabricacióndelgarumylasánforasparatransportarloeranelaboradosen el mismo lugar. Había un gigantesco establo lleno de caballos y carros para transportar elproductoterminado,portierra,avariasciudadesdelimperioromano,ademásdeinstalacionesjuntoalríoparacargarlosbarcosquelotrasladabanamercadostanlejanoscomoeldeAlejandría.Entrequienespodíanpagarlo,elproductodeLucioClaudioeraunamercaderíamuysolicitadaymuycaro,razónporlaqueéltomabatodoslosrecaudospararesguardarsuintegridad.

En el centro del recinto se encontraba la mansión rústica y encantadora que Lucio habitabacuando ibadevisita.Aun ladode lacasasehallaban lashabitacionesde loshuéspedes,dondemealojaría.EnelpisosuperiorestabaelcuartodetrabajodeAcasto,concasillasdeltamañodenidosdepalomas repletos de correspondencia ymesas con papeles de contabilidad amontonados.Desde subalcón, más allá del almacén, se podía ver la deslumbrante bahía salpicada de velas. A menordistancia, pasando la pendiente arbolada del arroyo, se apreciaban los techos y terrazas de unaedificaciónvecina.

—¿Quéeseselugar?—pregunté.Acastoentornólosojos.—Ese es el establecimiento de Marco Fabricio. También preparan garum, o al menos así lo

llaman.Nadaquepuedainteresarauninversor,seloaseguro.Suproductoesmuyinferior.—Yaveo.¿Mepodríasmostrarcómoseprepara,exactamente,elgarum?—¿Quédijo?Repetíelpedido,enuntonomásalto.—Porsupuesto—gruñóAcasto.Parecíatanviejoyfrágilquecualquieramo,exceptoLucio,lo

hubiera reemplazadomucho tiempo atrás; peromi amigo tenía un lado bondadoso, a pesar de suesnobismo patricio. Me había asegurado que Acasto era el capataz más fiel de todos los que lo

Page 52: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

servían en sus granjas y talleres (pues la elaboración del garum era sólo una de sus tantosemprendimientosmillonarios).Acastosupervisabalaproducción,programabalosenvíos,cobrabaalos clientes y llevaba las cuentas. Segúnme contaba Lucio, realizaba todas esas tareasmejor quenadie. Sin embargo, un capataz tiene que ser aún mejor que un perro guardián, además de buensupervisor:sisucedíaalgofueradelocomúnenlafábrica,¿tendríanlosojosyoídosdeAcastolaagudezanecesariaparanotarlo?

Conpasolentoytembloroso,mecondujoaunaterrazacubiertadeolivosllenadeesclavosquetrabajabanarduamenteengrandesvasijasdearcilla.

—¿Sabíaqueelgarum fue inventadopor losgriegos?—comentó—.Antiguamente,eraun lujoquesólosepermitíanlosromanosconmuchodinero.Hoyendía,todoelmundolocomeadiario,concualquierplato…almenos,comenalgoquecreenqueesgarum,aunquenosiempreseadignodellevaresenombre.Elbuenosiguesiendomuycaro.Venga,veamoscómoestehombrepreparaunatanda.TunombreesPatro,¿noescierto?

—Sí,capataz.Unesclavodeojosbrillantesestabadepiefrenteaunenormerecipientedearcilladebocaancha

ybaseplana,quelellegabaalasrodillas.Unamezcladehierbasaromáticassecasyacubríaelfondodelavasija.Meagachéjuntoalenvaseyaspirélosoloresdeeneldo,cilantro,apio,hinojos,oréganoymenta.Sinduda,habíaotrasespeciasquemiolfatonoteníalacapacidaddediscernirporfaltadeentrenamiento.

—¿Quiénmezclalasespecias?—pregunté.—¿Disculpe?—Dije,¿quiénmezcla…?—El amo viene de Roma y lo hace él mismo, una vez al mes, más o menos…—respondió

Acasto.EsomeconfirmóloqueLuciomehabíadichoantes.—Perodebedehaberotragentequesepaquéespeciasseencuentranenelalmacén.Larecetano

puedeserunmisterio.—Los ingredientes no son un secreto—rió Acasto—. Las proporciones son las que lo hacen

especial.Elpropioamolasmideymezcla,lejosdelapresenciadelosdemás.Tieneunpaladarmuyrefinado,nuestroamo.Entotal,sumantreintaespecias.Cualquieraseveríaenunapurosiquisierareproducir lamixtura exacta con sóloprobar el producto final, o añadiendo tal o cual cantidad alazar.

Mientrastanto,Patrotrajootrorecipienterepletodesardinas,queluegoextendiósobrelacapadeespecias.

—Mientrasmásgrasatengaelpescado,mejorquedaráelproducto—comentóAcasto.Lacroesparcióunagruesacapadesalsobrelassardinas.—Dosdedosdealtura—explicóAcasto—.Másesdemasiadosalado;menos,noessuficiente.Patro repitió laoperación tresveces—especias,pescadoy sal—,hastaqueel recipientequedó

lleno.Luego tapóelcontenedor, sellóelbordeconbreay,con laayudadeotroesclavo (lavasijadebíadesermuypesada),lollevóaunrincónsoleado.

—Ahora, dejamos que lamezcla repose al sol durante siete días. ¡Ni unomás, ni unomenos!Luego,larevolvemosadiario,duranteveintedías.Yentonces…—sebesólaspuntasdelosdedos—,elgarummásexquisitosobrelafazdelatierra.Yopruebocadaloteantesdeembarcarlo—esbozó

Page 53: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

una sonrisadesdentada—.Seestápreguntando,quizá,porquéel amomemantieneen su servicio,cuandoestoyyaenelocasodemivida.Noespormimiradabizcanipormisoídosmediosordos.Esporesto—setocólanariz—,yesto—agregó,sacandolalengua.

Percibírisasamisespaldasy,cuandomedivuelta,viquePatroylosdemásesclavossetapabanlabocaymirabanhaciaotrolado.Acastoentornólosojosylosobservó.

—¿Oyóustedelparloteodelasardillas?—medijo—.Sonunaplaga.Suelenabrirlasvasijasdegarummientrasestefermentayloesparcenportodoslados.Tenemosquetirarelloteenterocuandoesosucede.

—Silovolvieranasellar,¿seecharíaaperder?—Es posible que no, pero no podemos arriesgarnos. El amo tiene que garantizar la correcta

conservacióndelapasta.—¿Cadacuántosucede?—Unavezalmes,quizá.—Supongoqueanotaslaspérdidasentusregistrosdecontabilidad…—¡Porsupuesto!Soymuyestrictoalllevarlacuentadetodoslosgastosylaspérdidas,incluido

elproductoquesedeteriora.Noesunproblemaserio,peroaunasí,lesdoydecomeralosobreroscarnedeardillasiemprequepuedo,parareduciresasasquerosasalimañas.

Esanoche,Acastoyyono cenamosardilla, sinopandehierbasypastadehígado, congenerosasporciones degarum. Acasto se fue a dormir temprano.Yo permanecí despierto durante un rato yrevisélosregistrosdelacontabilidad,consupermiso.Luegofuiadormir,despuésdeordenarquemellamaranalahoraenqueseiniciabanlaslaboresdeldía.

Unesclavomedespertóalalba.Medesperecé,bajéalarroyoparamojarme lacaraycomíuntrozo de pan en la terraza. Acasto no se había levantado todavía, pero ya se oían ruidos ymovimientosenelrestodelcomplejo.Meencaminéalazonadefermentación.

Aladistancia,vialjovenPatroconlasmanosenlascaderas,moviendolacabeza.—¿Puedecreerlo?¡Lohicierondenuevo,esasmalditasardillas!Alparecer,elfenómenoquemedescribióelcapatazhabíavueltoaocurrirdurantelanoche.La

tapa sellada por Patro el día anterior estaba tirada en la hierba, cubierta de sal por todos lados, yfaltabatodaunacapadesardinas.

—Animalitosdañinosytraviesos,¿verdad?—comenté.Patrosesonrió.—Másque traviesas,hambrientas,¿no leparece?Decualquier forma,asíescomolashicieron

losdioses.Bueno,supongoquetendréquedeshacermedeestelote,yluegocomunicárseloaAcasto.¡Eh,Moto!Ayúdameallevarloalarroyo.

Juntos levantaron el contenedor abierto. Con lentitud y dificultad, se dirigieron a la pendientearboladaaorillasdelarroyo.

Tambiényomedirigíalapendiente,apasorápidoyporuncaminodiferente.Lleguéantesqueellos y los esperé en la orilla opuesta. Vi cómo, en vez de vaciar el contenido de la vasija en eltorrente,cruzaronlasaguaspocoprofundasycomenzaronasubirporlaotraorilla,entrebufidosyjadeos.

—¿Ysepuedesaberadondevanustedes?—pregunté.

Page 54: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Sequedaroninmóviles,desconcertados.—Nosotros…esdecir,vamosa…—Patro,frenético,tratabadeimprovisaralgunaexplicación.—MeparecequevanalestablecimientodeFabricioparavenderleesepotedegarum.Sólotendrá

queañadirleunascuantassardinasyunpocodesalenlapartesuperior,sellarloydejarlofermentar.Dentro de un mes, lo podrá vender en su tiendita en Roma y proclamar que es, hasta el últimobocado, tan bueno como el famoso garum de Lucio Claudio… ¡puesto que es el garum de LucioClaudio!

—Porfavor,eslaprimeravezquenosotros…—No, Patro. Lo vienen haciendo una vez almes desde hace casi seismeses.Así aparecen las

pérdidasenlosregistrosdeAcasto.—Pero… nosotros no echamos a perder este lote. Estuve en la cama toda la noche y Moto

también…—Séquenofueronustedes.Tampocofueronlasardillas.Lohiceyomismo,paraverquépodía

pasar.Supuseque laprimeravezqueocurrió fueculpa,enefecto,deunaardillaodeotroanimalnocturno.Yustedespensaron:«¡Quépena,desperdiciarungarumtanricoyvalioso!¿Porquénoselo vendemos al vecino?». ¿Qué hacen con el dinero que les paga Fabricio? ¿Lo despilfarran enmujeresyvinoenPompeya?

Seruborizaron.—Meloimaginé.Pero¿quéfueloquemedijistesobrelasardillas?«Asíescomolashicieron

losdioses».Nopuedoculparlosporaprovecharsedeunaccidenteocasional…exceptoque, loqueempezócomounaccidenteseconvirtióenunhábito.Siesciertoqueamboshanestadodañandolasánforasdegarumapropósito…

—¡Nopuedeprobarlo!—exclamóPatro,enungritodesesperado.—No.Peropretendoevitarquesucedadenuevo.¿Quédicen?Harécasoomisode lo sucedido

estamañana,acambiodequemeprometanquenovolveránavenderlemáspastaaFabricio.Losdosjóvenessemiraron,aliviadosyarrepentidos.—Bien,pues.¡Ahora,quierovercómovacíanelgarummalogradoenelarroyo!

De regreso enRoma, reflexioné sobre la situación en queme encontraba. ¿Cómo le aseguraría aLucioquehabíaresueltoelproblemasinponerenpeligroalosdosjóvenesesclavos?Yloqueesmás,¿cómohacerlesaber,sinperjudicaraAcasto,quenecesitabauncapatazconbuenavista,mejoroídoyuntemperamentomásreceloso?

Yasemeocurriríaalgo.Despuésdetodo,¡estabaenjuegounaprovisiónvitaliciadegarum!

Notadelautorsobreestanarración[4]

Page 55: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

LatumbadeArquímedes

—CuandomeenterédequetúytuhijoestabaisenSiracusa,Gordiano,mandéaTirón*[4]abuscarte.Nosabescuántoconsueloesparamíverunrostrofamiliarenlaprovincia.—Cicerónsonrióyalzólacopa.

Ledevolvíelgesto.Ecohizolomismo,ylostresbebimosuntragoalunísono.Elvinodellugareraexcelente.

—Agradezco la bienvenida —dije, lo cual era cierto. De hecho, me tomó por sorpresa lainesperadallegadadeTirónalasuciataberna,enmediodelpuerto,dondenosencontrábamosEcoyyo;ylainvitacióndeCicerón,acenaryapasarlanocheensucasarentada,mesorprendióaunmás.Duranteloscincoañosquetranscurrierondesdelaprimeravezqueélmecontrató(paraayudarloenla defensa de Sexto Roscio, acusado de parricidio), nuestra relación había sido estrictamenteprofesional.Por logeneral,me tratabacon frialdad:para élyoera elSabueso,y solo servíaparaescarbar en la basura. Sentía por él un prudente respeto: como abogado y político en ascenso,Cicerón parecía sinceramente interesado en la justicia y la verdad… Pero, al fin y al cabo, eraabogadoypolítico.

En otras palabras, nuestras relaciones eran amistosas, pero no éramos amigos. Por eso, meparecióextrañoquenosinvitaraaEcoyamíacenarsóloporplacer.Sielsolohechodevermeelrostropodía llenarlode tanta alegría, susdocemeses comoadministradordelgobiernodeSiciliadebierondesermuysolitarios.

—Enrealidad,noteencuentrasenelfindelmundo—mesentíobligadoaseñalar—.SicilianoestátanlejosdeRoma.

—Cierto,cierto,perolobastantelejoscomoparaqueapreciemosloqueRomaofreceyparaquetodos los chismes lleguen algo tergiversados. Tienes que contarme todo lo que ha sucedido en elForo,Gordiano.

—Nodudodequetusamigosytufamiliatemantieneninformado.—Meescriben,porsupuesto,yalgunosmevisitan.Peroningunotienetu…—pensóenlapalabra

—,tuperspectivaparticular—quisodecir,mimododemirarlascosasdefrenteynodesoslayo—.Ah,peroahoraquesehacumplidomiañodeservicio,prontoestaréderegresoenRoma.¡Quéalivioserádejaresteespantosoterritorio!¿Quédiceelmuchacho?

En el canapé a mi costado, mi hijo mudo había dejado su copa sobre la mesa y empezado adibujarsuspensamientosenelaireconlasmanos.Susimágenesresultabanclarasparamí,aunquenoparaCicerón:altasmontañas,playasextensas,acantiladosrocosos.

—AEco legustaSicilia,almenos lopocoquehavistoduranteelviaje.Dicequeelpaisajeeshermoso.

—Muycierto—convinoCicerón—,aunquenopuedadecirselomismodelagente.—¿Lapoblacióngriega?Penséquetegustabatodolorelacionadoconlosgriegos,Cicerón.—Todo lo relacionado con ellos, quizá, pero no todos los griegos—lanzó un suspiro—.Una

cosaeslaculturagriega,Gordiano.Elarte,lostemplos,lastragedias,lafilosofía,lasmatemáticas,lapoesía.Pero…bueno,comonohanllegadotodavíalosdemásinvitados,hablaréconfranqueza,deromano a romano. Los griegos que nos legaron esa maravillosa cultura son, desde hace siglos,polvo.Y,conrespectoasuremotadescendencia,enparticularenestoslugares…bueno,esunapenaverlopocoqueseparecenasusantepasadoscolonizadores.

Page 56: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

»Miraestaciudad:Siracusa,enuntiempofueelcentrodelaslucesyelconocimientodetodoelMediterráneoenesteladodeItalia…LaAtenasdeloeste,rival,ensumejormomento,deAlejandría.Hacedoscientosaños,Hieróngobernabaeste lugar,yArquímedescaminabaporestasplayas.Hoysolo se encuentran los vestigios de esa raza orgullosa, un pueblo degradado, tosco y con pocaeducación, sin modales ni códigos morales. Las remotas colonias griegas han olvidado a susantepasados.Elmantodelacivilizaciónseencuentraahoraennuestrasmanos,Gordiano,enmanosde Roma. Nosotros somos los verdaderos herederos de la cultura griega, no los griegos. Losromanossonlosúnicosquehoyendíapuedenapreciar,digamos,unaesculturadePolíclito.

—¿Noseráquelosromanossonlosúnicosquepuedenpagarcosascomoesa?—sugerí—.¿Oquesonellosquienestienenlosejércitosquepuedenconseguirlas?

Cicerón frunció la nariz—las preguntas le parecían inoportunas— ymandó que trajeranmásvino.Amilado,Ecosemovíanerviosoenelcanapé.Sueducación,durantela infancia,habíasidomuy descuidada, y a pesar de mis grandes esfuerzos, su incapacidad para hablar volvía difícilcualquiermejoría.Alosquinceaños,eracasiunhombre,perolasconversacionessobrecultura,enespecialconpretenciososcomoCicerón,loaburríanconrapidez.

—Tuañoenelservicioextranjerohaacrecentadotupatriotismoromano—leseñalé—,perotumandatohallegadoasufin,ysilacompañíadelosgriegossicilianosteestanmolesta,¿porquénotevasdeaquíloantesposible?

—Enrealidad,enestemomentoestoydevisita.Fuidestinadoalotroladodelaisla,enLilibeo,enlacostaoeste.Siracusaesunaescalaenmiviajederegreso,unaúltimaoportunidaddeconocerloslugareshistóricosantesdedejarparasiempreSicilia.Nomemalinterpretes,Gordiano.Esuna islahermosa,talcomodicetuhijo,ydeslumbraconsusmaravillasnaturales.Haymuchasconstruccionesfascinantes,obrasdearteyvariossitiosdegranimportanciahistórica.HasucedidotantoenSiciliaenlos siglos que siguieron a la colonización griega… el gobierno notable de Hierón, los grandesdescubrimientos matemáticos de su amigo Arquímedes, las invasiones cartaginesas, la toma delpoderporpartedeRoma.Unvisitante encuentramuchoparaveryhacer enSiracusa.—Bebióunsorbodevino—.Aunquenocreoquehayasvenidoaquíenviajedeplacer,Gordiano.

—Ecoyyonos encontramosaquí estrictamentepornegocios.Un sujeto enRomamecontratóparaquerastrearaaunsocioquehuyóconlasgananciasdeambos.Seguíalprófugohastaaquí,perohoymeenterédequehabíazarpadoconprobabledestinoaAlejandría.Segúnmisinstrucciones,sólodebía venir aSicilia, así que apenas consiga un pasaje de vuelta, regresaré aRoma con lasmalasnoticiasyacobrarmishonorarios.

—Ah,peroahoraquenoshemosencontradoenestaextrañaciudad,deberásquedarteconmigopor un tiempo,Gordiano—Cicerón parecía sincero, sin embargo, todos los políticos lo parecen.Sospechéquelainvitaciónaunaestadíalargaera,másqueotracosa,ungestodecortesía—.Latuyaes una manera extraordinaria de ganarse la vida—continuó—, cazando asesinos y bribones. Porsupuesto,noesfácilconoceragentequevalgalapenaenunpuestodegobierno,enparticularenlasprovincias.¡Ah,peroaquíllegaTirón!

EljovensecretariodeCicerónmelanzóunasonrisayledesarreglóloscabellosaEcomientraspasaba por detrás de nuestros canapés. Eco se hizo el ofendido y levantó los puños como unboxeador. Tirón le siguió el juego e hizo lo mismo. Era de carácter afable y poco pretencioso.Siempremefuemásfáciltratarconélqueconsuamo,ysiempremeagradómuchomás.

—¿Quésucede,Tirón?—preguntóCicerón.

Page 57: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Hanllegadosusotrostresinvitados,amo.¿Loshagopasar?—Sí.Dilesalosesclavosdelacocinaquepuedentraerlosplatosdeentradacuandonoshayamos

puesto cómodos—Cicerón se dirigió a mí—: Apenas conozco a estas personas. Mis amigos enLilibeomedijeronquedebíaverloscuandollegaraaSiracusa.DoroteoyAgatinosonimportantescomerciantes, sociosdeuna empresanáutica.Por loquemedicen,Margero es poeta, o loque seconsiderapoetahoyendía,enSiracusa.

A pesar de su tono desdeñoso, Cicerón se levantó de su canapé y recibió a sus invitados congrandesvocesdebienvenidayabriendolosbrazos,paradarlesunabrazodepolítico.Suexageradacortesíahubieraconvencidoacualquieradequesetratabadetresvotantesromanosindecisos.

La cena —compuesta en su mayoría de frutos de mar— fue excelente, y la compañía másagradabledeloquehubieraesperado,segúnloexpresadoantesporCicerón.Doroteoeraunhombrerollizoderostroredondo,conunalargabarbanegrayvozestruendosa.Hizobromasdurantetodalavelada, y su buen humor era contagioso: Eco, en particular, sucumbió a su encanto, a menudosumandosuschillidosextrañosyencantadoresalascarcajadasdeDoroteo.PorloquepudeoírdelaconversaciónentreDoroteoy su sociodenegocios,dedujequeambos teníanbuenas razonesparaalegrarse,luegodehaberganadobastantegraciasaunaseriedeconveniosmuylucrativos.Agatino,sinembargo,eramáslacónicoquesucompañero:secontentabaconsonreírycelebrarenvozbajalasbromasdeDoroteo,sindecirmucho.TambiéneramuydiferentedeDoroteoensuaspectofísico:altoyesbelto,derostroangosto,labocafinacomounahendiduraylanarizlarga.Eranelejemploperfectodecómolaunióndedosnaturalezastandistintaspodíanformarunasociedadexitosa.

Eltercersiracusano,Margero,enverdadparecíaunpoetagriegopensativo,yactuabacomotal.Eramás joven que sus acaudalados compañeros y bastante atractivo, con rizos ensortijados en lafrente, labios gruesos, semblante taciturno y huraño. Supuse que sus versos eran célebres, en esemomento,entreloscírculosintelectualesdeSiracusa,ytuvelasensacióndequeeramásunadornoque un amigo para los dos hombres de negocios. Casi no se reía, y no dabamuestras de quererrecitarsuspoemas;quizáseralomejor,considerandolapetulanciadeCicerón,quien,porsuparte,adoptómuypocasvecesuntonocondescendiente.

SehablódenegociosconrespectoalpuertodeSiracusaylacosechadegranosdeSicilia,sobrelosfestivalesdramáticosdelatemporadaenelantiguoteatrogriegodelaciudad,delosgustosenindumentaria de lasmujeres siracusanas (siempre atrasadas algunos años en comparación con lasromanas, comoCicerón se vio obligado a señalar).Lamayor parte de la conversación se llevó acabo en griego, y fue inevitable que Eco, cuyo conocimiento de ese idioma era limitado, seimpacientaraenormemente.Despuésdeunratoledijequesepodíair,asabiendasdequeencontraríalaconversaciónmásfascinantesilaescuchabaaescondidasdesdelacocina,encompañíadeTirón.

Alrato,entrelascopasdevinoquesiguieronalplatofinal(deliciosascebollascocidasenmielysemillasdemostaza),Cicerónse remontóasucesosdelpasado.DurantesuañoenSiciliasehabíapropuesto convertirse en un experto en la extensa y tumultuosa historia de la isla, y se veíamuycomplacidoconlaoportunidaddedemostrarsusconocimientosalosoyentesdellugar.Pocoapoco,suvozadquirióunritmodiscursivoqueimpedíacualquierinterrupción.Loqueteníaparadecirerafascinante (nunca antes había escuchado detalles tan espantosos sobre las grandes revueltas deesclavosqueestremecieronaSiciliaenlasgeneracionespasadas),peronotranscurriómuchotiempoantesdequelosinvitadossiracusanosseimpacientarantantocomoEco.

Cicerónhablóconparticularentusiasmocuandose refirióaHierón,elgobernantedeSiracusa

Page 58: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

durantesuEdaddeOro.—Apareció entonces un gobernante, un ejemplo para todos los demás tiranos helénicos que

reinabanenlasciudadesgriegasdesuépoca.Pero,bueno,túdebesconocermuybienlagloriadelreinadodeHierón,Margero.

—¿Debería? —preguntó Margero, pestañeando y aclarándose la garganta como quien sedespiertadeunasiesta.

—Yaqueerespoeta.Teócrito…ensuidiliodieciséis—apuntóCicerón.Margeroseconformóconparpadeardenuevo.—El idiliodieciséisdeTeócrito—repitióCicerón—,elpoemaenelquealaba lasvirtudesdel

reinadodeHierónyesperaconansiaslavictoriasobreCartago.Sinduda,conoceslaobra.Eljovenagitóunavezmássuslargaspestañasyseencogiódehombros.Cicerónfruncióelceñocomomuestradedesaprobaciónydibujóunafalsasonrisa.—Merefiero,porsupuesto,aesosversosquecomienzan:

Nuncaestareadelasmusas,odepoetas,cantarhimnosalosinmortales,himnosalosgrandeshombres…

—Sinduda,Margero…Eljovenpoetasemovió.—Meresultaunpococonocido…Doroteose riópor lobajo.Losdelgados labiosdeAgatinoformaronunasonrisa.Entendíque

MargeroleestabatomandoelpeloaCicerón.Cicerón,ajenoaesto,seaprestóarecitarmáslíneas:

YalosbravoshombresdeSiracusaempuñanlaslanzasyalzanlosbrazoscubiertosdeescudosdemimbre;yentreellos,Hierónsepreparaparalabatalla,comounhéroedeantaño,conunacabezadeleónsobreelcasco.

—Crines—gruñóMargero.—¿Cómo?—Conunpenachodecrinessobreelcasco—aclaróMargero,arqueando,indolente,unaceja—.

¡Unacabezadeleón,ja!Cicerónseruborizó.—Sí,tienesrazón…Conunpenachodecrinessobreelcasco.Entonces,conoceselpoema.—Apenas—se permitió responderMargero—.Por supuesto, Teócrito exageraba con su habla

rimbombanteypomposa,conelfindeconseguirelfavordeHierón.Enesemomento,eraunpoetasinmecenas;pensóquelesentaríabienelclimadeSiracusa,yseapresuróaescribirunidilioparaatraerlaatencióndeHierón.SeleocurrióqueeltiranoestaríaenlabúsquedadeunpoetaépicoqueregistrarasusvictoriassobreCartago,asíqueleenvióalgunosservilesgarabatosparapoderobtenerelpuesto.EsunapenaqueHierónnoaceptarasuoferta…estaríamuyocupadomatandocartagineses,supongo.AsíqueTeócritoenvióotraalabanza,estavezal reyPtolomeo,enAlejandría,y terminó

Page 59: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

garabateando algunos versos en el Nilo. Es lamentable que los poetas dependan siempre de loscaprichosdelosricosypoderosos.

EramásdeloquehabíadichoMargeroentodalavelada.Cicerónsequedómirándolo,indeciso.—Ah,sí.Bueno,seacomofuere,Hierónhizoretrocederaloscartagineses,conosinpoetasque

registraranelhecho,ylorecordamoscomoungrangobernante,almenosenRoma.Y,porsupuesto,entreloshombrescultivados,suamigoArquímedesesinclusomásfamoso—Cicerónesperóalgunademostracióndeasentimientoporpartedesusinvitados,perolostrespermanecieronensilencio—.Arquímedes,elmatemático—prosiguió—.Enrealidad,nofueunfilósofo,peroaunasí,unadelasgrandesmentesdesuépoca.Era lamanoderechadeHierón.Unpensadorde ideas,por logeneralabstractas,embelesadoconlaspropiedadesdelasesferas,loscilindrosylasecuacionescúbicas,perosiemprehábilparaconstruircatapultasyotrasmáquinasdeguerracuandoseloproponía.SedicequeHierónnohubierapodidoexpulsaraloscartaginesesdeSiciliasinsuayuda.

—¡Ah!—dijoAgatino,conparquedad—.EseArquímedes.PenséquehablabasdeArquímedes,elpescador,elsujetocalvoquetieneunpuestoenelmuelle.

—Ah,¿estancomúnelnombre?—Cicerónparecíaadvertirqueseburlabandeél,peropersistió,decididoaterminarlalecciónquedabaasusinvitadossiracusanosacercadelhombremásfamosodeSiracusa—.Merefiero,porsupuesto,alArquímedesquedijo«dameunpuntodeapoyoymoveréelmundo»,yselodemostróaHierón,enmenorescala,inventandopoleasypalancasconlasqueelreyeracapazdemoverunanaveenundiquesecoconunsimplegirodelamuñeca;elArquímedesqueconstruyóunextraordinariomecanismoderelojeríaconelsol,lalunayloscincoplanetas,enelquelas esferas en miniatura se movían en exacta concordancia con sus modelos celestiales; elArquímedesquees,quizá,másfamosoporlasoluciónqueconcibióparaelproblemadelacoronadoradadeHierón.

—Ah,ahorasíquenoentiendonada—intervinoDoroteo—.Nuncatuveaptitudesparalalógicaylasmatemáticas. ¿Recuerdas,Agatino, los ataquesde llantoque ledabananuestroviejopreceptorcuandotratabadehacermeentenderaPitágoras,ytodoeso?

—Pero el principio de la corona dorada es muy fácil de explicar —continuó Cicerón,entusiasmado—.¿Conoceslahistoria?

—Demaneraindirecta,muyvagaygeneral—respondióDoroteoconojosdivertidos.—Seré breve —prometió Cicerón—. Se cuenta que Hierón le dio una cantidad de oro a un

artesano, para que le hiciera una corona. Al poco tiempo, el hombre regresó con una espléndidacoronadeoro.PeroHierónoyóelrumordequeelartesanohabíahurtadopartedeloroysustituidoconplata el centrode la corona.Elpesoera el correcto,pero ¿estabahechadeoro?Lapieza eraexquisita,yHierónnodeseabadañarla;apartedefundirlaocortarla,noseleocurríaningunaotramanera de determinar su composición. Así que llamó a Arquímedes, que lo había ayudado conmuchosproblemasenelpasado,ylepreguntósipodíaencontrarlasolución.

»Arquímedes pensó ymeditó, pero sin éxito. El oro eramás pesado que la plata, eso sabía, einclusoun ciegopodía diferenciarlos colocando ambosmetales en cadamano; pero ¿cómopodíasaber alguien si un objeto determinado estaba hecho de plata cubierta de oro? Se dice queArquímedesestabasentadoenunatina,observandocómoelniveldelaguasubíaybajabaamedidaque losbañistasentrabanysalíandeella,ydepronto lasoluciónsevolvióevidente.Seemocionótanto que saltó fuera de la tina y corrió desnudo por las calles, gritando: ¡Eureka, eureka! (¡Loencontré,loencontré!).

Page 60: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Doroteorió.—Todoelmundoconoceesapartedelahistoria,Cicerón.Y,parabienoparamal,esasícomo

todosseimaginanaArquímedes:comoungenioviejoydistraído.—Ungenioviejo,distraídoydesnudo—corrigióAgatinoconaspereza.—Noesunaimagenmuyagradable—sentencióMargero—.Aciertaedad,todohombredebería

evitarexhibir sudesnudezmacilentaante losdemás, inclusoenprivado—mepareciónotarque lelanzóunamiradamordazaAgatino,quesiguióconlavistafijaenotrolado.Medicuentadeque,entodalanoche,losdosapenassehabíandirigidolapalabraointercambiadomiradas.

—Señores, nos alejamos del tema —manifestó Cicerón—. Lo principal es la solución queconcibióArquímedes.

—Bien,¡esaeslapartequenuncapudeentenderdeltodo!—exclamóDoroteoentrerisas.—Peroesmuysencillo,enrealidad—leaseguróCicerón—.Estofue loquehizoArquímedes:

tomóunacantidaddeorode tantopeso,digamosqueunaunciaromana.Luegocolocólaunciadeoroenunavasija llenadeagua,ymarcóelniveldel líquido.Después tomóunaunciadeplata, lacolocóenlamismavasija,ymarcóelniveldelagua.Comosetratabadeunasustanciamásliviana,launciadeplatateníamayorvolumenqueladeoro,yporlomismo,desplazómayorcantidaddeagua,porloqueelnivelsubiómás.EntoncesArquímedes,queconocíalacantidadexactadeunciasdeoroquelehabíadadoHierónalartesano,tomólacoronaycalculólamedidaenquesubiríaelniveldelagua.Si el nivel subíamás que lo calculado, entonces la coronano estaba hecha de oro sólido, ydebía contener algúnmaterial demayor volumen por uncia, como es la plata. Tal como lo habíaprevisto,lacoronadesplazómayorcantidaddeaguaquelaquedebíadesplazar.Cuandodescubrieronsuengaño,elartesanoconfesó.

—Yaveo—dijoDoroteo,lentamenteysinironía.Enefecto,parecíahaberseencendidounaluzensusojos—.Sabes,Cicerón,nuncaanteshabíapodidocomprenderelprincipiodeArquímedes.

—Perodeberías.Podríaserledesumautilidadaunhombrequesededicaalosnegocios,comotú.

—Sí,yaveo—respondióDoroteo,asintiendopensativo.Cicerónsonrió.—Ves que es muy simple, como suele serlo la mayoría de los principios básicos. Pero era

necesarioqueunhombrecomoArquímedeslosdescubrieraporprimeravez—mirófijoelvinoalaluzdela lámpara—.Peroeradistraído,sinduda,siempreabsortoensumundodegeometríapura.Dicenqueen losbañosutilizabasupropiocuerpocomotableta,ysedibujabaformasgeométricassobreelestómagoconelaceiteparamasajes.

La imagen lecausógraciaaDoroteo,quesediounapalmadaenelestómagoyrióconganas.InclusoAgatinosonrióabiertamente.Margerosecontentóconlevantarunaceja.

—Así fue comoArquímedesmurió, distraído y absorto en lasmatemáticas, como siempre—continuóCicerón—.Peroestoysegurodequeyatodosconocenlahistoriadesumuerte…

—Vagamente—sepermitióresponderAgatino.—Ah,perocuéntala,cuéntala—dijoDoroteo.—Bueno, si insisten. Después de la muerte de Hierón, los romanos ocuparon Sicilia, para

utilizarlacomounbastióncontraCartago.EldíaqueelgeneralMarcelotomóSiracusa,Arquímedesestabaenlaplaya,concentradoenunteorema,dibujandofigurasconunpaloenlaarena,ydeprontollegómarchandounatropadesoldadosromanos.Arquímedes,quenosehabíaenteradosiquierade

Page 61: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

la toma de la ciudad, no prestó atención hasta que los soldados empezaron a caminar sobre susdibujos.Hizouncomentariogrosero…

—Les propuso que se fueran todos a copular con susmadres, si no recuerdomal—intervinoMargero,conunasonrisalánguida.

Cicerónseaclarólagarganta.—Comofuere,unodelossoldadosmontóencóleraymatóaArquímedesenelacto.—Noteníalamenorideadequelapreocupaciónporlasmatemáticaspudierasertanpeligrosa—

bromeóAgatino,serio.—Almenos,Arquímedesseocupabadesuspropiosasuntosynosemetíaenlosajenos—dijo

Margero con calma.Una vezmás,me pareció que le lanzaba unamirada aAgatino, pero éste noreaccionó.

Cicerónpasóporaltolainterrupción.—Cuandoelgeneral romanoseenteróde la tragedia, se sintiómuymortificado,por supuesto.

Ordenóunagranprocesiónfúnebreymandóconstruirunatumbaconelaboradosadornos,inscritacon los teoremas más brillantes de Arquímedes y decorada con esculturas de las formas cuyaspropiedadeshabíadescubierto:laesfera,elcono,elcilindro,etcétera.Yahora,¿dóndeestálatumbadeArquímedes?Megustaríavisitarla,yaqueestoyaquí.

AgatinoyDoroteointercambiaronmiradasyseencogierondehombros.ElrostrodeMargerosemantuvotaninexpresivocomoeldeungato.

—¿MequierendecirqueningunodeustedessabedóndeestálatumbadeArquímedes?¿Acasonolosabetodoelmundo?

—Debeestarenalgúnlugardelaantiguanecrópolis,fueradelasmurallasdelaciudad,supongo—respondióAgatino,impreciso.

—No todos están tanpreocupadospor sus antepasados comoustedes, los romanos—intervinoMargero.

—Pero estoy seguro de que la tumba de un hombre tan importante como Arquímedes esconsiderada un templo.—De pronto, Cicerón se puso tenso. Le brillaron los ojos y le tembló lamandíbula—. ¡Eureka! ¡Lo he encontrado! —De repente se lo vio tan animado que todos nossobresaltamos, incluso Margero, el de los párpados pesados—. ¡Gordiano el Sabueso, quiso elDestinoquenosencontráramosnosotros,dosromanos,aquíenSiracusa!Tengoalgopendientequehaceraquí,ytútambién.

—¿Dequéestáshablando,Cicerón?—¿Qué te parece un trabajito? Encuentra la tumba perdida deArquímedes, si existe aún, ¡y le

devolveré su antiguagloria!Será el actomás soberbiodemi estadía enSicilia. ¡Brillante! ¿QuiénpuededudarquefueelDestinoelqueplaneóesteencuentroysudesenlace,elquenosreunióatodos,alosdosromanosyanuestrosnuevosamigosdeSiracusa?¡Eureka!MesientocomoArquímedesenlatina.

—Pero no salgas corriendo desnudo por la calle—se rió Doroteo, con el cuerpo rechonchotemblandoderisa.

Laveladallegóasufinylostressiracusanosseprepararonparapartir.CicerónseretiróydispusoqueTirón lesmostrara la salida y nos llevara aEco y amí a nuestras habitaciones. En la puerta,

Page 62: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Agatinosealejódesuscompañerosymecondujoaparte.—SupongoqueCicerónhablabaenseriocuandotecontratóparabuscarlatumbadeArquímedes.—Esoparece.Despuésdetodo,mellamanelSabueso.Agatinofrunciólosfinoslabiosymeobservódetenidamente,sereno,revelabaciertoregocijo.—Parecesserunsujetodecente,Gordiano…paraserromano.Ah,sí,noloniegues…Vicómote

divertiste en silencio toda la noche al igual que nosotros,mientras tu paisano nos daba una clasesobreHierónyArquímedes.¡Comosifuéramosunosescolares!¡Comosiélfueraelsiracusanoynonosotros!Pero,comodije,parecesserunapersonadecente.¿Quieresquetehagaunfavorytedigadóndeestálatumba?

—¿Losabes?—Nolosabetodoelmundo,perosí,yosédóndeestá.—Sinembargo,noselodijisteaCicerón.—¡Jamás! Creo que sabes por qué. ¡Elmuy sabelotodo! Por lo que oí, esmás honesto que la

mayoría de los burócratas que nos envía Roma, pero aun así… ¡qué descaro el suyo! De todosmodos, me agradas, Gordiano. Y me gusta tu hijo; me agradó la manera como se reía con loshorrorososchistesdeDoroteo.¿QuieresqueteindiquecómoencontrarlatumbadeArquímedes?Asíse la podrásmostrar aCicerón, o no, según tu deseo…Y cobrarle una fortuna por tus servicios,espero.

Sonreí.—Agradezcoelfavor,Agatino.¿Dóndeseencuentraexactamentelatumba?—En la antigua necrópolis fuera de la Puerta Acradina, cien pasos al norte del camino. Hay

muchosmonumentosantiguos;escasiunlaberinto.Mipadremelamostrócuandoyoeraniño.Granpartedelasinscripcionesconlosteoremassehabíanborrado,perotengounvívidorecuerdodelasesculturas geométricas. Me temo que se ocupan poco de la necrópolis. Los monumentos estáncubiertosdevegetación—pensóporuninstante—.Noesfácildardireccionesexactas.Serámuchomássencilloseñalártela.¿PodríasencontrarteconmigomañanatempranoenlaPuerta?

—Eresunhombreocupado,Agatino.Noquieroserunacarga.—Ningunacarga, siempreycuando lohagamosaprimerahorade lamañana.Encontrémonos

allíunahoradespuésdelamanecer.Asentí,yAgatinosefue.—¿Quélepareciólacena?—preguntóTirónmientrasnosconducíaalashabitaciones—.Séque

aEconolegustódemasiado—imitólosbostezosdeEco.Mientras,elmuchacho,quebostezabaenrealidad,searrojódeespaldassobreuncanapéqueparecíamilvecesmáscómodoque lasesterascubiertasdebichosdelatabernadondenosalojábamos.

—Nuncaesaburridaunaveladasiterminaconunestómagolleno,untechosobremicabezaylaposibilidad de un trabajo bien remunerado —dije—. Con relación a la compañía, Doroteo esagradable,sibienunpocoruidoso.YAgatinopareceserunabuenapersona.

—Aunquetieneunsemblantealgosevero.—Creoquesetrata,enrealidad,deunsentidodelhumorbastantemordaz.—¿Yelpoeta?—EraobvioqueMargeronoteníaganasderecitarpoesía.Mediolaimpresióndequeestabaun

pocopreocupado.AlgoestabasucediendoentreélyAgatino…—Creoquepuedoexplicarlo—expresóTirón.

Page 63: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Noestabasenlahabitación.—No, estaba en la cocina, enterándome hasta del menor detalle de los chismes locales que

trajeronlosesclavos.AgatinoyDoroteosonlosbenefactoresdeMarcero.Todoslospoetasnecesitanbenefactoressiquierencomer.Peropareceque,últimamente,lascosasnohanidobienentreAgatinoyMargero.

—¿Nohanidobien?—Unproblemadecelos.Secuentaquelosdosestáncortejandoalmismolindomuchachoenel

gimnasio.—Entiendo.—Losdoseranrivalesenelamor.MargeroeramásjovenyapuestoqueAgatino,y

podíacomponerpoemasamorosos;peroAgatinoatraíaporeldineroyelpoder.Eraobvioquelariñanoeraalgodemasiadograve:MargeroaúndependíadelaproteccióndeAgatino,yésteseguíautilizando al poeta como un adorno; pero había tensión entre ambos—. ¿Algún otro chismeinteresantedelosesclavosdelacocina?

—SóloqueAgatinoyDoroteoacabanderecibirunagransumaporunenormecargamentodemercancíasimportadasdeOriente.AlgunosdicenqueenestemomentosonloshombresmásricosdeSiracusa.

—NomesorprendequelehayanaconsejadoaCicerónhacerseamigodeellos.—¿Necesitaalgomásantesdequemeretire?—preguntóTirón,bajandolavoz.Eco,quenose

habíaquitadosiquieralaropa,roncabasuavementeensucanapé.—¿Algoparaleer,quizás?—HayalgunosrollosdepergaminoenlahabitaciónqueCicerónusacomoestudio…Terminélanocheenvueltoenunafrazadaenmicanapé,descifrandoconayudadeunalámpara

losviejosyranciospergaminosconlasobrasdeArquímedes,perplejoporsugenialidad.Entreellas,me encontré conmaravillas tales como elmétodo para determinar el área de la superficie de unaesfera,explicadocon tanta lucidezque inclusoyopodía llegaraentenderlo.Luegodeun rato,metopéconlaproposiciónquehabíaresultadodelproblemadelacoronadeoro:

Proposición:Unsólidomáspesadoqueunlíquido,siselosumergeenéste,descenderáalfondodellíquido,yelsólido,siselopesadentrodellíquido,serámáslivianoquesupesorealporelpesodeéste.

Sí,bueno,hastaahíeraobvio.Seguíleyendo:

DigamosqueunsólidoAesmáspesadoqueelmismovolumendelíquido,y(G+H)representasupeso,yGrepresentaelpesodelmismovolumendelíquido…

Esoyanoera tanclaro,ycomenzabaasentirmesomnoliento.LaexplicacióndeCicerónhabíasidomássencilla.

DigamosqueunsólidoBesmáslivianoqueelmismovolumendelíquido,demaneraqueelpesodeBseaG,mientrasqueelpesodelmismovolumendelíquidoes(G+H).Luego,combinemosAyBenunsólidoysumerjámoslo.Entonces,puestoque(A+B)tieneelmismopesoyvolumenqueel

Page 64: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

líquido,elpesodeambosseráiguala(G+H)+G,delocualsesigueque…

Diunenormebostezo,dejéaunladoelrolloyapaguélalámpara.Pordesgracia,esoeratodogriegoparamí.

Alamañanasiguiente,alalba,despertéaEco,toméunasrodajasdepandeladespensa,ysalimoslosdosconrumboalaPuertaAcradina.

El camino, más allá de las murallas, era tal cual lo había descrito Agatino, con un enormelaberintodetumbasacadalado,cubiertasdezarzasyenredaderas.Resultabaunlugaramenazador,inclusobajo lapálida luzde la luna,conunaatmósferadeabandonoydesolación.Algunosde losmonumentos de piedra eran grandes como templos. Otros, simplemente estelas fijas en el suelo,inclinadas en su mayoría hacia un lado u otro. Los relieves desmoronados de las esculturasrepresentabanguirnaldasfunerariasycabezasdecaballos,símbolostradicionalesdelabrevedaddela flor de la vida y el rápido paso a la muerte. Algunosmonumentos estaban decorados con losrostros de los muertos, gastados por el paso del tiempo, de manera tal que se veían lisos einexpresivoscomolasestatuasdelasCícladas.

Agatinoaúnnohabíaaparecido.—Quizá llegamos temprano —dije. Eco, lleno de energía, comenzó a observar todo a su

alrededor,prestandoatenciónalosrelievesgastados,enbuscadesenderosatravésdelmatorral—.No te vayas a perder —le dije, aunque bien podría haber sido tan sordo como mudo. Prontodesapareciódemivista.

Esperé,peroAgatinonoapareció.Eraposiblequehubierallegadoantesquenosotrosynotuvopaciencia para esperarnos, o que sus negocios se lo hubieran impedido. También existía laposibilidad de que cambiara de parecer acerca de ayudarme, más allá de que yo fuera un sujetodecente…paraserromano.

Tratéderecordarladescripcióndelsitiodondesehallabalatumba.Enel ladonorte,mehabíadicho,aunoscienpasosdelcamino,ydecoradaconesculturasdeformasgeométricas.Sinduda,nopodíasermuydifícildeencontrar.

Empecé a mirar a mi alrededor, como había hecho Eco, en busca de senderos a través delmatorral.Encontrésurastroyloseguíalolargodeunaespeciedetúnelatravésdelasespinasylasenredaderasqueobstruíanloscaminosentrelosmonumentos.Penetrécadavezmásporeseextrañomundodefollajesombrío,depiedrashúmedas,frías,cubiertasdeliquenymusgo.Lashojasmuertascrujíanbajomispies.Cadavezqueel senderosebifurcaba, tratabadeseguir lashuellasdeEcoygritaba su nombre para hacerle saber que estaba tras él. Pronto comprendí que hallar la tumba deArquímedesnoseríaunatareatansencilla.Penséendarmediavueltayregresaralcamino.Agatinopodíahaberllegado,yquizámeestabaesperando.

Fueentoncescuandooíunalaridoextraño;másqueungrito,eraelsonidodeunmuchachomudoqueintentagritar.¡EraEco!

Corríendirecciónalsonido,peroellaberintoderamasyelecodesuchillidoentrelastumbasdepiedrameconfundieron.

—¡Gritadenuevo,Eco!¡Gritahastaqueteencuentre!Elruidosurgiódeotradirección.Giré,megolpeélacabezacontraunbordequesobresalíade

Page 65: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

unodelosmonumentos,ymaldije.Mepasélamanoparalimpiarmeelsudordelosojosynotéqueestaba sangrando. Eco volvió a gritar. Seguí adelante, mientras tropezaba con las parras que seretorcíanporelsueloyesquivabalasestelasinclinadas.

De pronto, sobre unamaraña de espinas, percibí lo que sólo podía ser la parte superior de latumbadeArquímedes.Encimadeunacolumnatalladaconinscripcionesgriegasdescoloridasseveíauna esfera, y sobre ella, equilibrado sobre su borde redondo, había un sólido cilíndrico. Las dosformaseranrepresentacionesconcretasdeunodelosprincipiosquehabía leídolanocheanterior;pero todos esos pensamientos desaparecieron no bien encontré un camino a través delmatorral ylleguéaunpequeñoclarodondesehallabalatumba.

Frentealacolumnahabíamuchasotrasesculturasgeométricas.Sobreunadeellas—uncubodesualtura—,sehallabaEcoconlosojosmuyabiertosenseñaldealarma.Juntoalcubo,e igualdegrande,habíaunconoqueterminabaenunapuntaaguda,cubiertadesangre.Empaladoenelcono,con el rostro hacia arriba y los largosmiembros dislocados en agonía, vi el cuerpo sin vida deAgatino.Suexpresióndenotabadoloryconmoción.

—¿Loencontrasteasí?Ecoasintió.¿Cómopudosucederalgoasí?QuizásAgatinosesubióalcuboenelqueseencontrabaEcoen

esemomento,ydealguna formacayósobre lapunta.Meestremecíal imaginarlo.La fuerzade lacaída había hundido el cuerpo hasta lamitad del cono. Pero ¿por qué habría subido al cubo?Lasinscripcionesdescoloridaspodíanleerseconfacilidaddesdeelsuelo.¿Ycómopudohabersidotandescuidadoparacaerseenunlugartanpeligroso?

Amenosquealguienlohubieraempujado.Penséenuntriángulo,noenunodelosqueestudiabaArquímedes,peroconpropiedadesigualde

predecibles: un triángulo constituido por las poderosas fuerzas que unen a los mortales, y no delíneasabstractas.

LedijeaEcoquedejarademirarconlabocaabiertaysebajaradelcubo.

Dadaslascircunstanciasdenuestrodescubrimiento,yporserextranjerosenSiracusa,EcoyyobienpodíamoscaerbajosospechasisedescubríaqueAgatinofueasesinado.ConsideréquelomejorerainformaraCiceróndeloquehabíavisto,paraqueélseencargaradepresentarelinformesobrelamuertealmagistradoprovincialapropiado,yparaquenosconsiguieraunpasajederegresoaRoma,demaneraqueestuviéramosinvolucradosconelasuntolomenosposible.

—Pero,Gordiano—sequejóCicerón—,estaclasedecosassontuespecialidad.Sientiendobienloquemedices,Agatinohabíaidoaencontrarsecontigo,yahacerteunfavor…Aunquemeparecequebienpudohabermeenseñado la tumbaamí, envezde a ti. ¿No te sientes en laobligacióndedescubrirlaverdad?

Ciceróneraunmaestrocuandosetratabadeapelaralhonordeunhombre.Meresistí.—¿Meestáscontratandoparainvestigarsumuerte?—¡Gordiano!¡Siempreeldinero!Dudomuchoquemecorrespondapagarporeseservicio,pero

estoysegurodequepodrépersuadiralmagistradoromanolocalparaquelohaga.Permítemedecirtequetuparticipacióntambiénpodríaalejartedetodasospecha.¿Quéteparece?—levantóunaceja.

InútildiscutirconCicerón.

Page 66: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Loharé.—¡Bien!Primero,alguientienequeinformarasufamiliayamigos.Tratarconunaviudaexige

ciertogradodedelicadeza…yomeencargaré.Tedejoatieldeberdedarlamalanoticiaasusocio,Doroteo.

—¿YMargero?—Ah, sí, supongo que el poeta querrá componer algunos versos funerarios en honor de su

benefactormuerto.Amenos,pensé,quefueraMargeroelautordelcrimen.

LacasadeMargero,pequeñaaunquerespetable,seencontrabaenelcentrodelaciudad.Golpeéasupuerta,enformaeducada,conelpie,yunesclavomecondujoporunmodestoatriohastaunhumildejardín.Luegodeunalargaespera,Margeroapareciócubiertoconunabataarrugada.Losbuclesquelecaíansobrelafrenteestabandesordenados,yteníalosojoshinchadosporelsueño.

—Escasimediodía—observé—.¿Todoslospoetasduermenhastatantarde?—Sí,sibebentantocomoyoanoche.—Nomedicuentadequebebistemásquenosotros.—¿Quétehacepensarquedejédebeberdespuésdeirme?—Tuvisteunalarganoche,entonces.—¿Quéasuntotetrae,romano?—Unodetusbenefactoreshamuerto.En un breve instante unamultitud de emociones cruzaron por sus atractivas facciones, que se

iniciaronconloquepudohabersidosorpresayunatisbodeesperanza,yterminaronconunamuecaquequizánofueramásqueunsíntomaderesaca.

—¿Doroteo?—No.Unainconfundiblesonrisadesatisfacciónvibróensuslabios.—¿Agatino,muerto?Pero¿cómo?—Ecoyyoloencontramosestamañana,enlasafuerasdelaPuertaAcradina.—Ledescribílas

circunstancias.—¿Empalado?Quédesagradable.—ElascodeMargeroprontosetransformóenregocijo—.Yal

mismotiempo,¡quéapropiado!Unacircunstanciairónicaparasupreferenciausual—rióenvozalta—.Agatino, empalado. ¡Delicioso!El pobreNikias se sentirá afligido, sin duda.Debo escribir unpoemaparaconsolarlo.

—¿Nikias,elmuchachodelgimnasio?UnasombracruzóporelrostrodeMargero.—¿Quésabesdeél?—Sémás de lo queme gustaría saber sobre tus asuntos, y los deAgatino…y, aun así, no lo

suficiente.

—¿Qué te parece?—le pregunté a Ecomientras nos dirigíamos al enorme edificio en el muelledonde se hallaban los depósitos deDoroteo yAgatino—. ¿La sorpresa deMargero por lasmalas

Page 67: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

noticiasfueauténtica?Ecosequedópensativo.Girólaspalmasdearribaabajoparaseñalarquenoestabaseguro.—Supongamos que anoche Margero oyó por casualidad a Agatino cuando nos citó para

encontrarnosenlaPuertaAcradina…Ecomoviólacabezaenseñaldenegación.—Sí, tienes razón,Margero yDoroteo estaban lejos y no podían escucharnos a esa distancia.

Pero,supónqueAgatinolosalcanzódespuésylescomentósobrelacita.Eso,sinduda,esposible.Ecoasintióconexpresióninteligente.—Y suponte que Margero se ofreció a encontrarse con Agatino esta mañana, y que los dos

llegaron antes que nosotros y empezaron a buscar la tumba por su cuenta… O quizá Margeroapareciósinavisar,esperóocultoentrelosarbustos,ysiguióensecretoaAgatinoporellaberinto.Seacomofuere,losdosterminarondentrodelmatorral,fueradelavista,yMargeroaprovechólaoportunidadparadeshacersedesurivaldeunavezportodas.

Econegóconlacabezaeimitóaunpoetarecitandoconafectación.—Sí,losé,Margeroesunhombredepalabrasynodeacciones.Ytendríaqueserunbuenactor,

además,parafingirdeesamaneracuandoledimoslanoticiaestamañana.Ecoapoyólamejillasobrelasmanos,fingiendosueño.—Sí,eraobvioqueestabadurmiendocuandollamamosasupuerta…peroesonopruebanada.

QuizásequedótodalanochedespiertoparaemboscaraAgatino,ydespuésdelcrimenvolvióalacama.

Eco apretó una punta imaginaria que le salía del pecho, después fingió estar dormido y luegomovió la cabeza en señal de negación. Preguntaba: «¿Cómo puede un hombre dormir después dehacerunacosaasí?».

—Es una observación aguda—reconocí. Eco hizo una mueca de dolor, entendiendo el doblesentido—. Y otra cosa: Margero era más joven que Agatino, pero ¿era mucho más fuerte? ¿Losuficienteparaforzarloasubiralcuboyluegoempujarlosobreelcono?

Doroteo nos hizo esperar un rato en el atrio de su establecimiento comercial. Por fin apareció,sonriendocontristezaypasándoselamanoporlaespesabarba.

—¡GordianoyEco!—retumbó—.¿VienenadespedirseantesderegresaraRoma?—Hubieraqueridoveniraquícontanbuenasnoticias.PerosetratadeAgatino…—Ah, sí, me enteré de la tragedia esta mañana… Su esposa envió a un mensajero en cuanto

recibió lanoticiade labiosdeCicerón.Medijeronqueustedesdescubrieronelcadáver. ¡Horrible!¡Espantoso!

—¿ConocíassusintencionesdeencontrarsehoyconnosotrosenlaPuertaAcradina?—¿Qué?Claroqueno.—SemeocurrióquequizátelohabríamencionadoatiyaMargerocuandosalierondelacasade

Cicerónanoche.—Agatinonosalcanzó, sí, y los tres caminamos juntosporun rato.Peronomencionóningún

plan de encontrarse contigo.Me despedí de los dos al llegar ami puerta, así queMargero fue elúltimoquelovio.Ahoraquelomencionas…

—¿Sí?

Page 68: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Últimamentelosdoshantenidoproblemas.QuizánotasteanocheelcomportamientodescortésdeMargeroylafrialdaddeAgatino.Unasuntoestúpidoconrelaciónaunmuchacho.¿Notepareceabsurdoquealgunaspersonassepuedanenojartantoporcosasasí?Detodosmodos,mecuestacreerqueMargeropudiera…

UnesclavoentróenlahabitaciónyledijoaDoroteoalgoaloído.Esteseencogiódehombros,comopidiendoperdón:

—Negocios.Lamuerte deAgatino deja todo sumido en una terrible confusión.Disculpen. ¡Tedeseounbuenviajederegresoacasa,Gordiano!

Doroteosefueconsusecretarioynosdejósolosenelatrio.O,mejordicho,medejósolo,porquecuandomiréalrededor,Ecotambiénhabíadesaparecido.Lollamésingritarporqueparecíaquesetratabadeotraocasiónenlaque,demodoconveniente,

se había vuelto sordo de nuevo.Aunque habíamuchas puertas que conducían desde el atrio haciadistintas partes del edificio,me llamó la atención una en particular, que daba a un pasillo. Estabacerrada con una cortina que, cuando llegamos, se veía estirada con prolijidad, pero ahora estabaentreabierta.Ladescorríyentréeneloscurovestíbulo.

Aamboslados,elvestíbulodabaaunaseriedepequeñashabitacionesatestadasdepergaminos,rollosdepapiroytablasparaescribirconcera.Nohabíanadie,ysupusequelosempleadossehabíanidoasucasadebidoalamuertedeAgatino.Losdocumentosapiladoseran,alparecer,losmismosqueseencuentranencualquiernegocio:facturas,recibos,registrosdecontabilidad.Diunvistazoacadacuarto,llamandoaEcoenvozbaja.

Elvestíbuloterminabaenunapuertaentreabierta.Laabrídeltodoymeencontréenunenormealmacén lleno de cajas. El lugar se veía tan vacío como las otras habitaciones, y el laberinto depasillosentrelaspilasdecajasmetrajoelinquietanterecuerdodelanecrópolisenlasafuerasdelaPuertaAcradina.

—¡Eco!—llamé—.¡Notenemospermisodeandarhusmeandoporaquí!¿Dóndeestás,Eco?—deambulédeunladoalotroporlospasillos,hastaquedescubríotrapuerta,enelrincónmásalejadodel recinto.Laabríyentréenotrahabitación.Por laspequeñasventanasde lapartesuperiorde laparedsepodíanoírloschillidosdelasgaviotasyelgolpeteodelaguacontralosbarcosamarradosalmuelle.NohabíarastrodeEcoenningunaparte.Retrocedíycerré lapuertaalsalir.Dialgunospasosantesdedarmecuenta,derepente,deloquehabíavisto,ymeapresuréaentrardenuevo.

Enunamesacontralaparedhabíaunabalanzacomúnycorriente.Apiladasenordenaunlado,algunas pesas de oro y plata. También había una pequeña tinaja de madera junto a la mesa. Meacerqué.Nomesorprendióquelatinajaestuvierallenahastalamitadconagua,yquehubieramuchaslíneasdibujadascontizaquemarcabanlosdistintosnivelesdeaguaensuinterior.

Oíquelapuertasecerrabaamisespaldas.—Penséqueyanoshabíamosdespedido,Gordiano—noquedabanrastrosdebuenhumorenla

vozdeDoroteo.Sinlasonrisaradiante,sucararechonchaybarbudateníaunaaparienciasevera,casiamenazante;lasonrisaconstanteocultabaeldestellofríoydepredadordesusojos,tancaracterísticodelosmercaderesycomerciantesexitosos.Tambiénnotéqueeraunhombremuygrande.Gordo,sí,pero tenía brazos de herrero: fuertes, nome cabía duda, como para arrastrar al pequeño y débilAgatinohastaelcubodepiedrayluegoarrojarlodeespaldassobrelapuntafatal.

—Estoybuscandoamihijo—dije,fingiendoinocencialomejorquepude—.Ecotieneelterriblehábitodevagarporsucuenta.Deberíasermenosindulgente…

Page 69: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

PeroDoroteonomeprestabaatención.—¿Cuánto,Sabueso?—¿Cuántoporqué?—¿CuántoparamantenertecalladoyenviartederegresoaRoma?—bienpodíaserunasesino,

aunqueeraantetodounhombredenegocios.Siaceptarelsobornomepermitíasalirporlapuertasanoysalvo,¿porquénegarme?Peropensé

enAgatino,lanocheanterior(laúltimanochedesuvida),cuandomedijo:«Meagradas,Gordiano.Ymegustatuhijo;megustólamaneracomosereíaconloshorrorososchistesdeDoroteo»;ycuandoseofrecióamostrarmelatumbadeArquímedes.Recordélaespantosamuecadehorrorensurostrocuandoloencontré,ymeestremecíalimaginarlaatrozagoníaquedebióhaberpadecidoalmorir,comouninsectoensartadoenunalfiler.

—¿AgatinotedijoanochequeseencontraríaconmigoenlaPuertaAcradina?—pregunté.Doroteo,dispuestoaconversarunpoco,relajóelrostro.Esbozódenuevounalevesonrisa.—Sí. Tenía muchas ganas de hacer una excursión por el matorral contigo. Insistí en

acompañarlosenladiversión.—¿YMargero?—Metemoquetementíalrespecto,Sabueso.MargerosedespidióencuantoAgatinonosalcanzó

anoche.Apenassoportabacenarenlamismahabitaciónconél,siacasonolonotaste,ynoestabadehumorparadarunpaseoasuladomástarde.ProbablementeMargeroestabaansiosoporvolverasucasaparaemborracharsesoloeinventarpoemasparaesemuchachobobodelgimnasio.

—¿Ytú?—AcompañéaAgatinoasucasa.Luegovineaquí.—¿Aquí?¿Enmediodelanoche?—Noquieraspareceringenuo,Sabueso.Yavistelabalanzaylatinajaconagua.—¿UnademostracióndelprincipiodeArquímedes?—¿Podríascreerquenoloentendínunca,hastaqueCicerónnosloexplicóanoche?—¿Quépodíasertanimportanteparaquevinierascontantoapuroylopusierasenpráctica?Lanzóunsuspiro.—Por años sospeché queAgatinome engañaba. ¿Por qué no iba a hacerlo? Siempre fuemás

astutoqueyo,inclusocuandoéramosniños.Yelsociomásastutosiempreengañaalmástonto:eslaleydelosnegocios.Poreso,siempremefijabaencadatransacciónysiemprecontabacadamonedadeplataydeoroquedividíamosentrelosdos.Aunasí,nuncalopudeatraparconlasmanosenlamasa.

»Enelúltimoenvíodemercancías,meconvenciódequecobraramiparteenvasijasdeoro—cántaros, tazones y esas cosas—, mientras que él lo haría en monedas. Necesitaba el dineroenseguida,paraunainversiónquehabíahechoporsucuenta,medijo,¿yquéimportaba,siempreycuandorecibiéramoslamismacantidad?Ensecreto,penséquequiensalíaganandoerayo,porqueeloro trabajado valemás que su peso enmonedas.Agatino confiaba enmi codicia, verás, y la usócontramí.Me engañó. ¡Elmaldito bastardome engañó!Anoche, con ayuda deArquímedes, pudecomprobarlo.

—¿Comprobastequetusvasijasdeoronoestabanhechasdeorosólido?—Exacto.—QuizáAgatinonolosabía.

Page 70: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Ah,no,éllosabía.Despuésdemeternosenlosmatorralesyencontrarlatumbaestamañana,lointerrogué. Al principio negó el engaño… hasta que lo arrastré encima del cubo y amenacé contirarlosobreelcono.Entoncesconfesó,ysiguióconfesando,conlavistafijaenaquellapunta.¡Esatransacción no había sido la primera!Estuvo robando y reduciendomis ganancias en oro duranteaños, enmuchas formas despreciables. ¡Siempre supe que Agatino era demasiado astuto para serhonesto!

—¿Ydespuésqueconfesó…?—mesobresaltéalimaginarlo.Doroteotragósaliva.—Podríadecirquefueunaccidente,queseresbaló…pero¿paraqué?Noestoyorgullosodelo

quehice.Estabamolesto, ¡furioso!Una iraasíprovienede losdioses,¿ono?Entonces, losdiosescomprenderán.Y comprenderán la razón por la que tengo que deshacerme de ti también—buscóentrelosplieguesdesutúnicaysacóunalargadaga.

Tosí.Semeresecólagarganta.—Penséquequeríascomprarmisilencio.—Cambiédeidea.—Perodijiste…—Noaceptaste,asíquenohubotransacción.Yahoraretirolaoferta.Busquéportodoelrecintoalgoquepudieramejorarmisituación,peronovinadaparecidoaun

arma.Lomejorquepodíahacereratomarlatinaja.Learrojéelagua,luegoletiréencimalatinaja,yDoroteolaesquivóconungolpe.Loúnicoquelogréfueenfurecerloymojarlodepiesacabeza.Noquedaban rastros del compañero de mesa jovial y alegre de la noche anterior. Nunca lo hubierareconocidoalverloeneseestado.

Entonces,lapuertaasusespaldashizouncrujidoyseabriódegolpe.Primero entró Cicerón, seguido de una tropa romana de guardias bien armados que en un

segundorodearonaDoroteoylequitaronladaga.Ecolesseguíaelpaso,dandobrincoscongranagitación,ysurostropreocupadosetransformóenjúbilocuandovioqueyoestabaileso.

—¿Ecolostrajo?—pregunté.—Sí—respondióCicerón.—¿OyeronlaconfesióndeDoroteo?—Oílonecesario.Eco abrió la boca lomás que pudo ymovió los labios, pero sólo logró producir un gruñido

ahogado.—¿Quétratadedecirelniño?—preguntóCicerón.—Meparecequees:¡Eureka,eureka!

—¡Codicia!—le dije a Eco a la mañana siguiente, mientras nos disponíamos a desalojar nuestroaposentoenlacasadeCicerón—.AnocheleíelidiliodeTeócrito,elpoemaqueCiceróncitóenlacenadelaotranoche.Porcierto,elpoetateníarazón:

Loshombresnoaspiranya,comoantaño,amerecerelogiosporsusnoblesobras,sinoquepiensansóloenganancia,ganancia,ganancia.Seajenanalabolsadeoro,ansiososporconseguirmás,

Page 71: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

tanmezquinosqueguardaninclusoelóxidodesusmonedas.

PorcausadelacodiciamurióAgatino,DoroteoesperaquelojuzguenporasesinatoyMargeroelpoetaperdióalmismo tiempoa susdosmecenas; lomásprobableesquedebadejarSiracusa.Undesastreparatodos.Esmuytriste;losuficienteparaqueunhombreprefieraabandonarlasmezquinaspreocupacioneshumanasdeestemundoyserecluyaenlageometríapura,comohizoArquímedes.

Reunimos nuestras pocas pertenencias y fuimos a despedirnos deCicerón. Todavía quedaba elasuntodemipago,nosóloporencontrarlatumbadeArquímedes,sinopordescubriralasesinodeAgatino.

Desdeelatrio,podíaoíraCicerónensuoficina.EstabadictándoleunacartaaTirón,sindudaconlaintencióndedármelaparaquelaentregaranobienllegaraaRoma.Ecoyyoesperamosdetrásdelapuerta.Mefueimposiblenooírloquedecía.

—QueridohermanoQuinto—comenzóCicerón—,lossujetosalosquetantomerecomendastequefrecuentaraenSiracusaresultaronserdemuypocoprovecho;losdetallesdesagradablespodránesperar hasta que volvamos a vernos. Sin embargo, mis vacaciones aquí no han sido del todoinfructuosas. Te interesará saber que descubrí la tumba de uno de los héroes de nuestra infancia,Arquímedes. Los habitantes del lugar ignoraban por completo su ubicación; es más, negaban suexistencia. Ayer en la tarde, no obstante,me dirigí con Tirón a la antiguaNecrópolis fuera de laPuerta Acradina, y allí, como era de esperarse, encima de una maraña de zarzas y enredaderas,encontré enseguida los ornamentos reveladores de una esfera y un cilindro en la cima de unacolumna.Quizárecuerdesaquellacoplaqueaprendimosdenuestroviejopreceptordematemáticas:

Uncilindroyunapelotaenlacimadeunaaltacolumna

marcanlaetapafinaldelsabiodeSiracusa.

»Cuandoencontrélatumbagrité¡Eureka!,yordenéaungrupodetrabajadoresquedespejaranconguadañas el matorral que la rodeaba. Ahora, la tumba de Arquímedes se puede ver y visitar sinimpedimentos; gracias a su restauración hemos recobrado un templo para todos los hombresinstruidos.

NotéqueCicerónnomencionabaelcuboyelcono.Fueronretirados,juntoconelmatorral,paraquenadievolvieraasufrirunfinalcomoeldeAgatino.

Cicerónseaclarólavozysiguiódictando.—¿Noesirónico,hermanoQuinto,yuntristeejemplodelasdegradadasnormasculturalesdelos

siracusanosmodernos,quefueraunromanodeArpino,ynoellos,quienredescubrieralatumbadelamentemásagudaquealgunavezvivióensutierra?

Muyirónico,sinduda,pensé.

Notadelautorsobreestanarración[5]

Page 72: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Erostambiénmata

—Losnapolitanossondistintosdenosotros,losromanos—lecomentéaEcomientraspaseábamosporelforocentraldeNeápolis—.AquítieneslasensacióndequeyanoestásenItaliayquehassidotransportadocomoporartedemagiaaunpuertomarítimoenGrecia.Loscolonosgriegosfundaronla ciudad hace cien años, y aprovecharon la extraordinaria bahía, a la que llamaron Kráter, quesignifica copa. Los habitantes tienen todavía nombres griegos, comen comida griega y siguen lascostumbresdeGrecia.Muchosnisiquierahablanlatín.

Eco señaló sus labios e hizo un gesto de autocompasión, como diciendo ¡yo tampoco! A losquinceaños,teníaelhábitodeburlarsedetodo,inclusodesupropiamudez.

—Pero túpuedesoír latín—ledije,dándoleungolpecitoen laorejaconeldedo—,yaveces,inclusolopuedesentender.

LlegamosaNeápolisennuestroviajederegresoaRoma,despuésderealizaralgunosserviciosparaCicerónenSicilia.Envezdebuscarunataberna,teníalaesperanzadeconseguiralojamientoenlacasadeunricocomerciantegriegollamadoSosístrides.«Esehombremedebeunfavor—medijoCicerón—.Búscaloymencionaminombre,yestoysegurodequetedaráalbergueporunanoche».

Gracias a las indicaciones de algunos habitantes del lugar (que tuvieron la amabilidad de noreírsedemiacentogriego), logramosencontrar lacasadelcomerciante.Lascolumnas,dintelesydetallesdecorativosdelafachadaestabanteñidosentonalidadesderojopálido,azulyamarilloqueresplandecíanbajo la cálida luzdel sol.Una corona fúnebrenegra en la puerta contrastaba con lacombinacióndecolores.

—¿Quéopinas,Eco?¿Podemospedirlealamigodeunamigo,aunperfectodesconocido,paraserprecisos,quenosalojeensuviviendaenplenoperíododeluto?Amímepareceunatrevimiento.

Eco asintió, pensativo, y luego señaló la corona y diomuestras de curiosidad con un giro demuñeca.Ledilarazón.

—Entiendoloquetratasdedecir.SifueSosístridesquienmurió,ounmiembrodesufamilia,aCicerónlegustaríaquepresentáramossuscondolencias,¿noescierto?Ydebemosenterarnosdelosdetalles,para luegopodercontarle todoporcarta.Por lomenos tendríamosque llamaralporteroparaenterarnosdelosucedido.

Meacerquéa lapuertaygolpeésuavementeconelcostadodelpie.Nohuborespuesta.Volvíatocar,yesperé.Estabaapuntodedarungolpesecoenlapuertaconlosnudillos,sinimportarmequefueraunadescortesía,cuandoestaseabrió.

Salió un hombre vestido de negro.No era un esclavo; noté que llevaba el anillo de hierro deciudadano.Teníaloscabelloscanosdespeinadosyunaexpresióndeangustia.Susojosestabanrojosdetantollorar.

—¿Quéquieren?—preguntó,enuntonomáscautelosoquesevero.—Perdóname,ciudadano.MinombreesGordiano.Esteesmihijo,Eco.Puedeoír,peroesmudo,

así que hablaré por ambos. Somos viajeros, y nos dirigimos de regreso a Roma. Soy amigo deMarcoTulioCicerón.Fueélquien…

—¿Cicerón?Ah,sí,eladministradorromanoqueestáenSicilia;elúnicoquesabeleeryescribir—elhombrefruncióelceño—.¿Haenviadounmensaje,acaso,o…?

—Nadaurgente.Cicerónmepidiótansóloqueterecordarasuamistad.¿Eres,comosupongo,elamodelacasa,Sosístrides?

Page 73: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Sí.¿Ytú?Discúlpame,¿yamedijistetunombre?Tengolacabezaenotrolado…—Miróporencimadelhombro.Detrásdeél,enelvestíbulo,viunféretroadornadoconfloresreciéncortadasyhojasdelaurelesparcidas.

—MinombreesGordiano.Yesteesmihijo…—¿Gordianohasdicho?—Sí.—Cicerónmencionó tu nombre una vez. Algo sobre un juicio de homicidio en Roma. Tú lo

ayudaste.TellamanelSabueso.—Sí.Memiróconatencióndurantelargorato.—Entra,Sabueso.Quieroqueloveas.El féretro estaba apoyado contra la pared e inclinado de tal manera que se podía ver

perfectamenteasuocupante.EraelcadáverdeunmuchachotalveznomuchomayorqueEco.Teníalosbrazoscruzadossobreelpechoyvestíaunalargatúnicablanca,demodoquesóloquedabanaldescubiertoelrostroylasmanos.Sucabelloeralargo,comoeldeunniño,ytanamarillocomouncampodemaízenverano,coronadoconunaguirnaldadelaurel,comoloscampeonesatléticos.Susrasgoserandelicadosyfinos;lapielestabapálidayparecíadecera,peroaunenlamuertesubellezaeranotable.

—Teníaojosazules—murmuróSosístrides—.Ahoraestáncerrados,nopuedesverlos,peroeranazules,comolosdesuqueridadifuntamadre;deellaheredósubelleza.Elazulmáspurodelmundo,comoel colorde laCopaenundíadespejado.Cuando lo sacarondelagua,estaban inyectadosdesangre…

—¿Eratuhijo,Sosístrides?Reprimióunsollozo.—Miúnicohijo,Cleón.—Quéterriblepérdida.Asintió,incapazdepronunciarpalabra.Ecosemovía,nervioso,sobreunoyotropie,lanzandoal

muchachomuertoojeadasfurtivas,casitímidas.—Te llaman Sabueso —dijo por fin Sosístrides, con voz ronca—. Ayúdame a encontrar al

monstruoquematóamihijo.Observéalmuchachomuertoysentíunagrancompasiónporelsufrimientodesupadre;nosólo

porelhechodequeyo teníaunhijode lamismaedad (Ecoeraadoptado,pero loqueríacomosifuerademipropiasangre),tambiénmeconmovíalapérdidadeunabeldadcomoesa.¿Porquéseráquelamuertedeunextrañodegranbellezapuedeafectarnosmásquelamuertedeunapersonapocoatractiva?¿Porquéseráque,cuandoserompeunjarrónexquisitoaunquedeescasovalorpráctico,nossentimosmástristesquecuandoserompeunahorriblevasijaqueutilizamostodoslosdías?Losdioseshicieronalhombreparaqueamara,sobretodaslascosas,labelleza,quizáporqueellossonhermosos,yquierenqueelhombrelosame,auncuandolecausensufrimiento.

—¿Cómomurió,Sosístrides?—Fue ayer, en el gimnasio. Hubo un concurso para losmuchachos de toda la ciudad: tiro de

disco, lucha, carreras.No pude asistir. Estuve todo el día en Pompeya por negocios…—volvió acontenerel llanto.Seacercóasuhijoy tocó lacoronaque leadornaba la frente—.Cleónganó lacorona de laurel. Era un espléndido atleta. Siempre ganaba en todo, pero dicen que ayer batió su

Page 74: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

propiamarca.¡Sitansólohubieraestadoallíparaverlo!Mástarde,cuandolosdemásmuchachosseretiraronalosbaños,Cleónfueanadarsoloalagranpileta.Nohabíanadiemásenelpatio.Nadievioloquesucedió…

—¿Elmuchachoseahogó,Sosístrides?Nomeparecíaprobable,sieratanbuennadadorcomoatletaengeneral.Negóconlacabezaycerrólospárpadosconfuerza,paralimpiarselaslágrimas.—ElgymnasiarchusesunviejoluchadorllamadoCaputorus.FueélquienencontróaCleón.Oyó

quealgocaíaalagua,medijo,peronoledioimportancia.Despuésfuealpatioyencontróelcadáver.Elaguaestabaroja,teñidadesangre.Cleónestabaenelfondodelapileta.Asuladohabíaunaestatuarota.Debedehaberlegolpeadolapartedeatrásdelacabeza;ledejóunaheridaterrible.

—¿Unaestatua?—DeEros,eldiosalqueustedes losromanos llamanCupido.Unquerubínconarcoyflechas,

queadornabaelbordedelapileta.Noeraunaestatuamuygrande,perosípesada,hechademármol.Dealgunamanera, cayódelpedestalque la sosteníacuandoCleónpasabapordebajo…—miróelrostrosinexpresióndesuhijo,confundidoporlatristeza.

Sentílapresenciadealguienmásenlahabitación,ycuandomedivuelta,viaunajovenvestidadenegroconunmantodelmismocolorenlacabeza.CaminóhaciaSosístrides.

—¿Quiénessonlosvisitantes,padre?—AmigosdeladministradorprovincialdeSicilia:GordianodeRomaysuhijo,Eco.Estaesmi

hija,Cleio. ¡Hija! ¡Cúbrete!—la súbitavergüenzadeSosístrides sedebíaalhechodequeCleio sehabíaquitadoelmantoyexhibíaelcabellotoscamentecortado,queapenaslellegabaaloshombros.Sin la protección del manto, el rostro de la muchacha mostraba también las huellas del llantodesmedido. Largas líneas verticales le atravesaban lasmejillas, y se notaban algunas lesiones quedesfigurabanunabellezaquerivalizabaconladesuhermano.

—Lloro lapérdidade lapersonaa laquequeríamásqueanadieenelmundo—dijoconvozapagada—.Nomedavergüenzamostrarlo.—Nos lanzóunamiradagélida aEcoy amí,y luegosalióconrapidezdelahabitación.

EnRomasedesdeñanlasmuestrasexageradasdedolor,einclusoseprohíbeporleyeldueloenpúblico,peronosencontrábamosenNeápolis.Sosístrides,alparecer,meleyólamente.

—Cleiosiemprefuemásgriegaqueromana.Dejaquesusemocionesfluyansincontrol.Todolocontrariodesuhermano.Cleóneratanfríoytanindiferente—moviólacabeza—.Lamuertedesuhermanolahaafectadomucho.CuandoregreséayerdePompeya,meencontréconelcuerpoaquí,enelvestíbulo:losesclavoslotrajerondelgimnasio.Cleioestabaensuhabitación,llorandodemanerainconsolable.Yasehabíacortadoelcabelloylastimadoelrostro.Sollozóyselamentótodalanoche.

Volvióamirarelrostrodesuhijoyseacercóparatocarlo; lamanoparecíacálidayrojizaencomparaciónconlapalidezextremadelafríamejilladelmuchacho.

—Alguienasesinóamihijo.Debesayudarmeadescubrirquiénlohizo,Gordiano…paraquesusombradescanse,yporelbiendemiafligidahija.

—Escierto,oíquealgocaíaalagua.Meencontrabaaquí,detrásdemicasetaenlosvestuarios,ylapuertadelpatioestabaabiertaporcompleto,talcomoahora.

Caputorus,eljefedelgimnasio,eraunviejoluchadordehombrosanchos,conlacabezacalvay

Page 75: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

unvientreprominente.Mientrashablábamos,nodejabadeobservarporsobremihombrolasidasyvenidasdelosjóvenesdesnudos;aratosmeinterrumpíaalamitaddeunafraseparagritarunsaludo,queporlogeneralterminabaenuninsultojocosooenunaobscenidad.LacuartavezqueseacercóaEcoyledesordenóelcabello,mihijosealejósinhacerruidoypermaneciófueradesualcance.

—Ycuandooísteelchapuzón,¿fuistedeinmediatoparaverquéocurría?—pregunté.—No de inmediato. A decir verdad, no le presté mucha atención. Supuse que Cleón estaba

entrando y saliendo de la pileta, ¡aunque está prohibido, en realidad! La pileta grande y de pocaprofundidadesparanadar,ynoestánpermitidaslaszambullidas.Peroélnuncarespetabalasreglas.Pensabaquesiemprepodíasalirseconlasuya.

—¿Yporquénolepedistequedejaradehacerlo?Ereselgymnasiarchus,¿ono?—¿Creesqueesolepodíaimportaraesemuchachoengreído?Yoseréelamodelgimnasio,pero

élnoteníaamo.¿SabesloqueCleónhubierahecho?Puesmehabríacitadodosotresparlamentosdealguna tragedia famosa, seguro algo referido a viejos luchadores con prominentes vientres, mehabríaexhibidosudesnudotraseroy,luego,¡habríavueltoazambullirseenlapileta!Nomesirvedenadalamentarme,enrealidad.¡Eh,Manio!—legritóaunjovendetrásdemí—.Teviluchandoestamañanacontuamorcito.¿Dóndeaprendisteesasposiciones,enlaslascivasánforasdetupadre?¡Ja!

Elmuchachopelirrojolelanzóunasonrisalujuriosaylehizoungestoobscenoconlasmanos.—Volviendo al tema de lo que ocurrió ayer—continué—, oíste el chapuzón y no le prestaste

atención,peroluegosalistealpatio.—Sólo para tomar un poco de aire fresco.Apenas salí,me di cuenta de queCleón no seguía

nadando.Penséquehabíavueltoalosbaños.—¿Nohubierapasadodelantedeti?—No necesariamente. Hay dos pasajes que conducen al patio. El que todos suelen tomar pasa

juntoamicaseta.Elotroesunpequeñopasadizoqueconectaelpatioconelvestíbuloexterno.Esuncaminounpocomáslargohastalosbaños,perobienpodríahaberlotomado.

—¿Yesposiblequeotrapersonautilizaraelmismopasadizoparallegaralpatio?—Sí.—Entonces,nopuedesestarsegurodequeCleónestuvierasolo.—Eresastuto,¿verdad?—observóCaputorus,consarcasmo—.Pero tienesrazón.Alprincipio,

Cleón estaba solo, de eso estoy seguro. Después, nadie salió ni entró por donde yo estaba. Perocualquierapudocruzarporelotropasadizo.Seacomofuere,cuandosalí,intuíalinstantequealgoandabamal, muymal, aunque no sabía bien qué. Sólo después comprendí lo ocurrido: faltaba laestatua,esapequeñaestatuadeErosquesiempreestuvoaquí,desdemuchoantesdequeyomehicieracargo del gimnasio. Tú sabes cómo es: vemos una cosa todos los días sin prestarle atención, ycuandodeprontonoestá,nisiquierasabemosquéesloquefalta,perotenemoslasensacióndequealgoandamal.Esofueloquesucedió.Fuecuandonotéelcolordelagua:rosadaenunlugarymásoscurahaciaelfondo.Meacerquéylovienelfondodelapileta;nosemovíaynolesalíanburbujasdelaboca,ylaestatuaestabaasulado,hechapedazos.Meparecióevidenteloquehabíapasado.Ven,teenseñaréellugar.

Mientrassalíamosporlapuertaprincipal,unluchadormusculosoquetansólovestíaunacintadecuero en el pelo y muñequeras se escurrió entre nosotros. Con una toalla que retorció entre lospuños,Caputoruslepegóunlatigazoaljoveneneltraserodesnudo.

—¡Tumadre!—gritóelatletavapuleado.

Page 76: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¡No,tusnalgasrojasybrillantes!—Caputorusechóatráslacabezaylanzóunacarcajada.Habíandrenadoylimpiadolapileta,ynoquedabaelmenorrastrodelasangredeCleónenlos

charcos.JuntaronlaspiezasdelaestatuadeErosylascolocaronalladodelpedestalvacío.Unodelospequeñospiesdelquerubínestabaroto,aligualquelapartesuperiordelarcodeEros,lapuntadesuflechamelladayelextremodelaplumadeunadesusalas.

—Laestatuahaestadoaquímuchosaños,¿noesasí?—Asíes.—¿Enestepedestal?—Sí.Nuncasetambaleó,nisiquieracuandoresuenaelVesubio.—Quéraro,entonces,quesehayacaídoayer,cuandonohuboningúntemblor.Másraroaúnque

hayacaídojustosobreunnadador…—Esunmisterio,sinduda.—Creoquelapalabraadecuadaesasesinato.Caputorusmemiróconsagacidad.—Nonecesariamente.—¿Quéquieresdecir?—Hablaconlosmuchachos.Tomanotadetodoloquetedigan.—Tengointencióndepreguntarlesatodoslosqueestuvieronaquísivieronuoyeronalgo.—Entonces,empiezaporhablarconesteniñopequeño—dijo,señalandoalErosroto.—Hablaconclaridad,Caputorus.—Otros sabenmás que yo. Lo único que puedo decirte es lo que les he oído comentar a los

muchachos.—¿Yquéesloquesabes?—Cleóneraunrompecorazones.Túsólolohasvistoamortajadoensufuneral,ynadamás.No

tienesideadeloatractivoqueera,delcuelloparaarribaydelcuelloparaabajo.TeníaelcuerpodeunaestatuadeFidias,unverdaderoApolo…¡Tequitabaelaliento! Inteligente,además,yelmejoratletadelaCopa.Cadadíasepavoneabadesnudodeunladoaotro,retabaatodosalucharconélycelebraba susvictoriascitandoaHomero.Lamitadde losmuchachosdeaquí sedesvivíanporél,cadaunodeseabaconvertirseensuíntimoamigo.Todosestabanembelesadosconél.

—Sinembargoayer,despuésdeganarlacoronadelaureles,nadósolo.—Quizáporque,afindecuentas,yaestabancansadosdeél.Talvezsehartarondesusalardesy

fanfarronadas.Debenhaberentendidoalfinquenoeracapazdesentirnilamínimapizcadeamoroafectopornadie.

—Parecesalgoresentido,Caputorus.—¿Enserio?—¿Deverdadhablassólodelosmuchachos?Se ruborizó. Tensó la mandíbula y flexionó sus poderosos hombros. Hice lo posible por no

echarmeatrás.—Nosoyningún tonto,Sabueso—respondiópor fin, envozbaja—.Heestadoaquí el tiempo

suficientecomoparaaprenderalgunascosas.Lecciónnúmerouno:unmuchachocomoCleónsólopuede traer problemas.Mira, pero no toques—relajó lamandíbula y esbozó una tenue sonrisa—.Tengo una coraza dura. Fastidio a muchos y bromeo con ellos, pero ninguno llega a ser unaobsesión.

Page 77: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿NisiquieraCleón?Seleendurecióelrostro,perodeprontomiróalolejosysonrió,mostrandolosdientes.—¡Calpurnio!—legritóaunmuchachoqueseencontrabaalotro ladodelpatio—.Si tratas la

jabalinaque tienes entre laspiernas igualquecomo tratas esa, ¡me sorprendeque todavíano te lahayasarrancado!¡PorZeusmisericordioso,déjamemostrartecómosehace!

Caputorussefueprecipitadamente,nosinantesdesordenarloscabellosdeEco,ynosdejósolosconnuestrasreflexiones.

Ese día logré hablar con todos los muchachos del gimnasio. Lamayoría había estado allí el díaanterior,comoparticipantesdelosjuegosatléticosocomoespectadores.Casitodoscooperaronconlainvestigación,perosólohastaciertopunto.TuvelasensacióndequeyahabíanhabladoentreellosydecididoengrupoquelesdiríanlomenosposiblesobrelamuertedeCleónaextrañoscomoyo,aunquevinieraenrepresentacióndesupadre.

Noobstante,porlasmiradasdeincomodidad,lossuspirosmelancólicosylasfrasesinacabadas,lleguéalaconclusióndequelodichoporCaputoruseracierto:Cleónhabíarotoloscorazonesdetodoelgimnasio,y,alhacerlo,sehabíaganadomásdeunenemigo.Elconsensogeneraleraquesetratabadelmuchachomásbelloeinteligentedelgrupo,yenlosúltimosjuegoshabíademostradodemodo contundente que era el mejor atleta. También se mostraba vanidoso, arrogante, egoísta ydistante;unapersonadelaqueresultabafácilenamorarsepero,alavez,incapazdecorresponderelamor.Losmuchachosquenosucumbieronasuencantoenunauotraocasiónloaborrecíannadamásqueporpuraenvidia.

Conseguíenterarmedetodoestotantoporlodichocomoporloomitidoporcadaunodeellos.Sinembargo,cuandotratédeobtenerdetallesconcretos,metopéconunmurodesilencio.¿Alguienescuchó alguna vez, aunque fuera de casualidad, una amenaza real contra Cleón? ¿Se habíamencionado,aunenbroma,elpeligrosolugardondeseencontrabasituadalaestatuadeErosjuntoalapileta?¿AlgunosehabíaenojadoenformaparticularporlasvictoriasdeCleónesedía?¿Algunose escabulló de los baños en el momento en que lo mataron? ¿Y qué podían decir del jefe delgimnasio?¿SucomportamientoconCleónhabíasidosiempreirreprochable,comoafirmaba?

Más allá de que las formulara de forma directa o indirecta, mis preguntas no obtuvieronrespuestasclaras;sólounaseriedeambigüedadesyevasivas.

Empezaba a desesperarme ante la imposibilidad de descubrir algo de importancia, cuandointerroguéaHipólito,elluchadoraquienCaputoruslepegóenbromaunlatigazoeneltraseroconuna toalla.Me acerqué a él cuando se preparaba para sumergirse en la pileta de agua caliente. Sedesanudólacintadecuero,yunmechónazabachelecayósobrelosojos;luegocomenzóadesatarselasmuñequeras.EcoseveíabastanteimpactadoporlagrancontexturafísicadeHipólito,peroconsucaradebebéylasmejillassonrosadas,amímeparecíamásbienunniñodemasiadograndeparasuedad.

Meenterépor losdemásmuchachosdequeHipólitohabía sidoel amigo íntimodeCleón, taníntimocomoeraposible.Iniciélaconversacióndiciéndoleesomismo,conlaesperanzadetomarlodesprevenido.Memiró,desconcertado,yasintió.

—Supongoquesí.Meagradaba.Noeratanmalocomootrosdecían.—¿Quéquieresdecir?

Page 78: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Cleónnoteníalaculpadequetodosseenamorarandeél.Tampocoquenopudieraenamorarsedenadie.Creoquenoestabaen sunaturaleza sentir amorporotromuchacho—fruncióel ceñoyarrugó lafrente—.Algunosdicenqueesonoesnormal,peroyave.Losdiosesnoshacena todosdiferentes.

—Medijeronqueeraarroganteyvanidoso.—Noteníalaculpadesobresalirenlalucha,lascarrerasyeltirodedisco.Noteníalaculpade

sermásinteligentequesuspreceptores.Perosupongoquenodebióalardeartanto.Hybris…¿sabeloquees?

—Ladesmesura,lavanidadqueofendealosdioses—respondí.—Sí, como en las tragedias.Cuando somos demasiado vanidosos y presumidos, no estamos a

salvodequenospartaunrayoonosaplasteunterremoto.Loquelosdiosesdan,losdiosesquitan.ACleónledierontodoyluegoseloquitaron.

—¿Losdioses?Hipólitolanzóunsuspiro.—Cleónmerecíaqueledieranunalecciónporsertanengreído,peronomerecíaesecastigo.—¿Castigo?¿Dequién?¿Porqué?Advertí susdudasyvacilacionesenunaespeciededebate interno.Si lopresionabademasiado,

seguramente no diría nada; si no lo presionaba, seguiría respondiendo con ambigüedades bienintencionadas.Comencé a hablar, pero cuando noté que empezaban a disiparse sus dudas, cerré laboca.

—¿Violaestatuaquelecayóencima?—dijoHipólito.—Sí.Eros,conelarcoylasflechas.—¿Ustedcreequesólofueunacasualidad?—Noentiendo.—Hablócon todosenelgimnasio,¿ynadiese lodijo?Todos loestánpensando,sóloqueson

demasiadosupersticiososparadecirloenvozalta.Erosfuequienlomató,porqueCleónlodesdeñó.—¿Creesquefueelpropiodiosquienlohizo?¿Pormediodesuestatua?—El amor fluía hacia Cleón desde todos lados, como los ríos fluyen hacia el mar… pero él

despreciabaesosríosyvivíaensupropiodesiertorocoso.EroseligióaCleóncomofavorito,peroéllorechazó.Selerióaldiosenlacaratalvezdemasiadasveces.

—¿Cómo?¿QuéhizoCleónparaexasperartantoaldios?Denuevopercibí sudebate interno.Eraevidentequequeríadecírmelo todo.Sólo teníaqueser

paciente.Porfin,suspiróymehabló:—Nohacemuchonospareció,amíyaalgunosamigos,queCleóncomenzabaaceder.Teníaun

nuevopreceptor,unjovenfilósofollamadoMúlciber,quellegódeAlejandríahaceseismeses.CleónysuhermanaCleioibanalacasadeMúlciber,cercadelForo,todaslasmañanasparahablarsobrePlatónyleerpoesía.

—¿Cleiotambiéniba?—Sosístridescreíaqueerabuenoeducarasusdoshijos,yqueCleiofueraunamuchachanole

importaba.Entodocaso,prontosecorriólavozdequeMúlciberestabacortejandoaCleón.¿Porquéno?Seenamoródeél,comotodoslosdemás.LasorpresafuequeCleón,alparecer,respondióasusinsinuaciones. Múlciber le enviaba poemas castos de amor, y él a su vez le respondía con otrospoemas. De hecho, Cleónmismome enseñó algunas de las poesías deMúlciber, y me pidió que

Page 79: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

leyera las suyas antes de enviarlas. ¡Eran preciosas! Por supuesto, también escribía muy bien—Hipólito movió la cabeza, apesadumbrado—. Pero todo era una broma cruel. Cleón lo estabaengañando y quería hacerlo quedar comoun tonto.Hace dos días, frente a los demás alumnos deMúlciber,ledevolviócongrandesaspavientostodoslospoemasquelehabíamandado,ylepidióquele devolviera los suyos. Le dijo que no eranmás que ejercicios, compuestos con el propósito deenseñarleasupropiopreceptorcómoseescribíanpoemasdeamor.¡Múlcibersequedóestupefacto!Todosenelgimnasioseenteraron.LagentecomenzóadecirqueestavezCleónhabíaidodemasiadolejos.Unacosaerarechazarlasinsinuacionesdesupreceptor,yotra,hacerlodeunamaneratancruelyconclarasintencionesdehumillarlo…sedijoqueerahybris,yquelosdiosessevengarían.Yesofueloquepasó.

Asentí.—Peroamenudo losdiosesusana loshumanoscomo instrumentospara lograr sus fines.¿En

verdadcreesquelaestatuasearrojóalapileta,sinqueunamanolaempujara?Hipólito fruncióelceño;mepareciónotarqueunavezmássedebatíaentrecontarmeonoun

secreto.—Ayer,unpocoantesdequeCleónseahogara,vimosaunextrañoenelgimnasio.¡Porfin,medije,unapruebaconcreta,undatoquemepodíaservir!Respiréhondo.—Nadiemencionóhabervistoaningúnextraño.—Selodije,sontodosunossupersticiosos.Sielmuchachoquevimoseraunemisariodeldios,

deningúnmodoquerránhablardeél.—¿Unmuchacho?—Quizás era el propio Eros, en forma humana… aunque cualquiera diría que un dios estaría

mejorvestidoyarreglado.—¿Vistebienalextraño?—Nomuybieny,queyosepa,tampoconadielovioconclaridad.Sóloloviunosinstantesdando

vueltasporelvestíbuloexterior,peronoeraningunodelosquesuelenveniraquí.—¿Porqué?—Porque estaba vestido. Todo esto sucedió justo después de los juegos, y todos seguían

desnudos.Además,lamayoríadelosintegrantesdelgimnasiosonpersonaspudientes,mientrasqueelsujetovestíaunatúnicazurcidaqueparecíaheredadadealguienmáscorpulento.Supusequeeraunextrañoqueveníadelacalle,oquizásunesclavomensajerodemasiadotímidoparaingresarenlosvestidores.

—¿Yelrostro?Hipólitohizoungestonegativo.—Nolevielrostro.Peroteníacabellonegro.—¿Hablasteconélolooístehablar?—No.Fui a darmeunbaño calientey loolvidépor completo.Después,Caputorus encontró el

cadáverdeCleón,ytodosevolvióuncaos.Nosemeocurrióqueelextrañopodíateneralgoqueverconlosucedidohastaestamañana,cuandomeenterédequeotrostambiénlohabíanvisto.

—¿Alguienloviopasarporlosbañosyporlosvestidores?—No lo creo. Pero hay otro camino que lleva del vestíbulo al patio interior, por un pequeño

pasadizoenlazonamásalejadadeledificio.—MelodijoCaputorus.Entonces,esposiblequeelextrañoentraraenelvestíbuloexterior, se

Page 80: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

escabulleraporelpasadizovacío,seencontraraconCleónsoloenlapileta,empujaralaestatuasobreélyluegohuyerapordondehabíaentrado,todoestosinquenadielonotara.

Hipólitoaspiróunagranbocanadadeaire.—Esofueloquepensé.Yalove,debiósereldios,ounodesusagentes.¿Quiénotropudohaber

encontradomomentomásoportunopararealizarunactotanespantoso?Neguéconlacabeza.—Veoquesabesunpocosobrepoesíayunpocomássobre las técnicasde la lucha, jovencito,

¿peroesqueacasonadie tehaenseñadológica?Quizáshemosdescubiertoelcómo,peronosfaltatodavíaelquién.RespetotuconvicciónreligiosadequeeldiosErospudohabertenidoelmotivoylavoluntad de matar a Cleón de modo tan despiadado… pero al parecer muchos mortales tambiéntenían buenos motivos. En mi oficio, prefiero sospechar primero del mortal más probable, yconsiderarlascausasdivinascomoúltimorecurso.Elprincipalsospechosoeselpreceptor,Múlciber.¿Pudohabersidoélelextrañoquevistedandovueltasporelvestíbulo?Losfilósofossonfamososporsuformadevestirdesaliñada.

—No.Elextrañoeramásbajoyteníaelcabellomásoscuro.—Aunasí,megustaríahablarconesepreceptorenamorado.—Esimposible—respondióHipólito—.Múlciberseahorcóayer.

—Nome sorprende que tantomiedo supersticioso rodee lamuerte de Cleón—le comenté a EcomientrasnosdirigíamosalacasadeMúlciber—.EljovenídolodelaCopa,asesinadoporunaestatuadeEros;supreceptordespechado,queseahorcóelmismodía.EselladooscurodeEros.Proyectaunasombraqueasustaatodosylosobligaaguardarsilencio.

Exceptoamí,dijoEcopormediodeseñas,ysoltóluegoungruñidosofocadoytosco,comolosquesolíaemitirsóloparareafirmarsupresencia.Sonreíantesuirónicosentidodelhumor,peromeparecíaquetodoloocurridoesamañanahabíainquietadoyperturbadoaEco.Estabaenlaedadenqueempezabaatenerunaagudapercepcióndesulugarenelmundoyapreguntarsequiénloamaría,sobretodoapesardesudefecto.NomeparecíajustoqueunmuchachocomoCleón,quesólosentíadesprecio por sus pretendientes, hubiera inspirado tanto deseo y afecto no correspondido, cuandomuchostienenquesoportarvidassolitarias.¿Crearonlosdioseslaparadojadelainjusticiadelamorsóloparadivertirse,ofueunadelasplagasqueescaparondelacajadePandoraparaatormentaralahumanidad?

Lapuertadelacasadelfilósofo,aligualqueladeSosístrides,estabaadornabaconunacoronafuneraria. Apenas toqué, nos abrió un esclavo entrado en años y nos hizo pasar a un pequeñorecibidordondehabíauncadáverenunféretromuchomenoselegantequeeldeCleón.Encuantolovi,supeporquéHipólitoestabatansegurodequeelextrañobajoydecabellonegrodelgimnasionopodía ser el preceptor alejandrino, pues Múlciber era alto y tenía cabello rubio. Era un hombreatractivodeunostreintaycincoaños,másomenosdemiedad.Ecoseñalólabufandaanudadacontorpeza alrededor del cuello del difunto, y luego se apretó el suyo como si se estuvieraestrangulando:Paraocultarlasmarcasdelasoga,parecíadecir.

—¿Conocióamiamo?—nospreguntóelesclavoquenoshabíahechopasar.—Sólosu reputación—respondí—.EstamosdevisitaenNeápolis,perooíhablardesu fervor

porlapoesíaylafilosofía.Meconmoviólanoticiadesumuerteintempestiva.—Despuésdetodo,lo

Page 81: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

queledijeeraverdad.Elesclavomediolarazón.—Eraunhombresabioytalentoso.Sinembargo,pocoshanvenidoapresentarsusrespetos.No

tenía familiaeneste lugar.Y,porsupuesto,nohaymuchosquequieranponerunpieen lacasadealguienquesequitólavida,pormiedoalamalasuerte.

—¿Entoncesesciertoquesequitólavida?—Loencontréyo, colgadodeuna soga.La amarró a esaviga, la que está sobre la cabezadel

muchacho.—Ecomiróhaciaarriba—.Luegose subióauna silla, secolocóel lazoalrededordelcuelloyempujólasillaconelpie.Quisieracreerquefueunamuerterápida…—miróelrostrodesuamoconcariño—.¡Quédesperdicio!¡Ytodoporamoraesemuchachitodespreciable!

—¿Estássegurodequeesafuelacausadesemejantedecisión?—¿Quéotrarazónpudotener?Ganababuendineroaquí,enNeápolis,losuficienteparamandarle

unpocoasuhermanoenAlejandríadecuandoencuando,inclusoparaconsiderarlacompradeunsegundoesclavo.Noestoymuysegurodecómolohubieratomadoyo:loheacompañadodesdequeera niño. Le llevaba las tablas de cera y los rollos de pergamino cuando era pequeño y tenía supropio preceptor. No, su vida iba a las mil maravillas en todo sentido, ¡hasta que apareció esehorriblemuchacho!

—SabesqueCleónmurióayer.—Ah,sí.Poresoelamosemató.—¿SeahorcódespuésdeenterarsedelamuertedeCleón?—¡Claro que sí! Sólo que…—el anciano estaba confundido, como si no hubiera considerado

hastaentoncesotraposibilidad—.Déjemepensar.Ayersemostrórarotodoeldía.Elamomemandóque saliera de la casa, temprano en la mañana, antes del desayuno, con la orden estricta de noregresarhastalanoche.Mepareciómuyextraño,porqueengeneralmepasotodoeldíaaquíadentro,recibiendo a los alumnos y ocupándome de darles de comer. Me enteré de la muerte de Cleónmientrasregresabaalacasa.Cuandollegué,allíestabaelamo,colgadodeesasoga…

—Entoncesnosabesconexactitudcuándomurió…sóloqueocurrióentreelalbayelanochecer.—Supongoquetienerazón…—¿Quiénpudoveniravisitarloduranteeldía?—Porlogeneral,losalumnosvanyvienendurantetodoeldía,exceptoayer,debidoalosjuegos

enelgimnasio.Todossusalumnoshabitualestomaronparte,oasistieroncomoespectadores.Elamotambiénhabíaplaneadoirdeespectador.Poresocancelólasclases,exceptolaprimeradeldía,unaquenohubieracanceladonunca,claro,¡porqueeraladelmalditomuchacho!

—Cleón,quieresdecir.—Sí,Cleónysuhermana,Cleio.Siempresepresentabanen laprimerahoradeldía.Estemes,

estabanleyendoelrelatodePlatónsobrelamuertedeSócrates.—Entonces,Múlciberyapensabaenelsuicidio.¿Yayervinieron?—Nopodríadecirlo.Supongoquesí.Aesahorayanomeencontrabaenlacasa.—TendríaquepreguntarleaCleio,peroporahoradaréporsentadoquevinieron.QuizáMúlciber

teníalaesperanzadehacerlaspacesconCleón.—Elesclavoparecíadesorientado—.Estoyenteradodelvergonzosoepisodiodelospoemasdevueltosdeldíaanterior—expliqué.

Elesclavomelanzóunamiradarecelosa.—UstednoesdeNeápolis,peroparecesabermucho.

Page 82: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Sólo tratodedescubrir laverdad.Ahorabien: supongamosqueCleónyCleiovinieron a suclase,tempranoporlamañana.QuizáMúlcibersepreparabaparaunanuevahumillación,yyahabíaplaneado suicidarse… ¿o quizá tenía la loca esperanza, esa fe ciega de los amantes, de que laimposible reconciliaciónpodíasuceder?Talvezporeso tehizosalirde lacasa,porquenoqueríaquesuviejoesclavofueratestigodeningunadelasdoscosas.Peroalgosaliómal,oalmenos,nocomolohabíaplaneadoMúlciber,porquenuncasepresentóalosjuegosenelgimnasio.Todoscreenquefue lanoticiade lamuertedeCleónloque lo llevóasuicidarse,pero tambiénmeparecemuyprobable que Múlciber se ahorcara no bien partieron Cleón y Cleio, incapaz, a esas alturas, desoportarotrorechazo.

Eco,congranagitación,imitóaunatletaarrojandoeldisco,luegoaunhombrecolocándoseunnudoalrededordelagarganta,yluegoaunarqueroajustandounaflechaenelarco.

Asentí.—Sí,unaamargaironía:almismotiempoqueCleóngozabadesumayortriunfoenelgimnasio,

elpobreMúlciberquizásacababaconsupropiavida.Ydespués,lamuertedeCleónenlapileta.NomesorprendequetodoscreanquefueelpropioErosquienlomató.—Estudiéelrostrodelmuerto—.Tuamoeraunpoeta,¿noescierto?

—Sí—respondió—.Todoslosdíasescribíaunpardelíneasalmenos.—¿Dejóunpoemadedespedida?Elesclavomoviólacabeza.—Deberíahaberlohecho,siquieraparadespedirsedemídespuésdetantosaños…—Pero¿nodejónada?¿Nisiquieraunanota?—Ni una línea.Y eso es extraño, porque la noche anterior se quedó despierto hasta pasada la

medianoche, escribiendo como loco. ¡Pensé que se había olvidado del muchacho y estabacomponiendounpoemaépico,poseídoporlamusa!Peronoencontrénirastrodelpoema.Loquefuera que estaba escribiendo con tal frenesí, al parecer, desapareció. A lo mejor, cuando decidióahorcarse,cambiódeopiniónacercadeloquehabíaescritoyloquemó.Además,creoquetambiénsedeshizodevariospapeles.

—¿Quépapeles?—LospoemasdeamorqueleenviabaaCleón,losqueeljovenledevolvió.Handesaparecido.

Supongoquealamoledabavergüenzapensarenlaposibilidaddequealguienlosleyeradespuésdesumuerte,yporesosedeshizodeellos.Quizás,entonces,noseatanraroquenohayadejadounanotadesuicidio.

Ledi la razón con cierta reticencia, pues esehechomeparecíademasiado extraño.Por loquesabíadelospoetas,suicidasyamantesnocorrespondidos,Múlcibersindudahubieradejadoalgúntexto: para castigar aCleón, pedir clemencia o justificar sus actos. Pero el silencioso cadáver delpreceptornoofrecíaningunaexplicación.

Alcaerlatarde,regresamosporfinalacasadeSosístrides,deprimidosyconlospieslastimados.Unesclavo nos hizo pasar. Me detuve un momento para admirar el rostro de Cleón. Nada habíacambiadoy,sinembargo,yanoeratanbellocomolaprimeravezquelovi.

Sosístridesnosllamóasuestudio.—¿Cómotefue,Sabueso?

Page 83: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Tuveundíaproductivo,aunquenomuyplacentero.Hablécontodoslosquepudeencontrarenelgimnasio.Tambiénfuialacasadelpreceptor.¿SabíasqueMúlciberseahorcóayer?

—Sí. Me enteré hoy, después de hablar contigo. Sabía que se sentía atraído a Cleón, que leescribíapoemasyesascosas,peronoteníaideadelapasiónamorosaquesentíaporél.Unatragediamás,comoondasenelaguadeunestanque…—SosístridestambiéndabaporsentadoqueelsuicidiodelpreceptorsedebíaalanoticiadelamuertedeCleón—.¿Yquéencontraste?¿Descubristealgunacosa…importante?

—Creoqueyaséquiénmatóatuhijo—afirmé.Suexpresiónfue,extrañamente,dealivioyconsternaciónalavez.—¡Dímelo,entonces!—¿Podríasmandarllamaratuhijaprimero?Antesdeestarsegurodeltodo,megustaríahacerle

algunas preguntas. Además, recuerdo la profundidad de su sufrimiento, y creo que ella tambiéndeberíaescucharloquetengoquedecir.

Llamóaunesclavoylepidióquebuscaraasuhijaeneldormitorio.—Tienesrazón,claroquesí.Cleiotienequeestarpresente,apesardesu…aparienciaindecorosa.

Suafliccióndemuestraquees,despuésdetodo,unamujer,perolacriécomoaunhijo,túlosabes.Mepreocupédequeaprendieraaleeryescribir.LaenviéaestudiarconlosmismospreceptoresdeCleón.Enestosdías,estuvieronleyendojuntosaPlatón…

—Sí,losé.Cleio entró en la habitación. Llevaba el manto sobre los hombros y mostraba, desafiante, la

cabezacasirapada.Teníaarañazosrecientesyamoratadosenlasmejillas,señaldequesuduelohabíacontinuadotodoeldía.

—ElSabuesocreesaberquiénmatóaCleón—explicóSosístrides.—Sí, pero primero tengo que hacerte algunas preguntas —dije—. ¿Te sientes bien? ¿Puedes

hablar?Asintióconungesto.—¿Es cierto que tú y tu hermano fuisteis ayer a su clase habitual de lamañana en la casa de

Múlciber?—Sí—apartólosojosenrojecidosporelllantoyhablóconvozapagada.—Cuandollegasteasucasa,¿estabaahíMúlciber?Sedemoróencontestar.—Sí.—¿Ellesabriólapuerta?Volvióahacerunapausa.—No.—Perosuesclavonoseencontrabaen lacasa,puesestuvoafuera todoeldía.¿Quién loshizo

pasar?—Lapuertanoestabatrancada…estabaentreabierta…—¿AsíquetúyCleónentrasteis?—Sí.—¿Huboalgúnintercambioviolentodepalabrasentretuhermanoyelpreceptor?Seleentrecortólarespiración.—No.

Page 84: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿Estás segura? El día anterior Cleón lo rechazó en público y lo humilló. Le devolvió suspoemasdeamoryloridiculizóantelosdemás.EsodebióserungolpetremendoparaMúlciber.¿Noesciertoquecuandolosdosllegaronasucasaayerporlamañana,Múlciberseenojóconél?

Negóconlacabeza.—¿Qué responderías si digo que tu preceptor se puso frenético, que insultó a tu hermano y

amenazóconmatarlo?—¡No!¡Esonuncasucedió!Múlcibererademasiado…¡Nuncahubierahechoalgoasí…!—Peroyocreoquelohizo.Creoqueayer,despuésdesufrirelengañoylosmalostratosdetu

hermano,llegóallímitedesupaciencia.Estallóysequebrócomounariendagastadaporeluso,ysuspasionessedesbordaron,comocaballosdesbocados.Cuandotúytuhermanosalisteisdelacasa,sindudaMúlciberestabadelirandocomounloco…

—¡No!¡Nofueasí!Él…—Después de que vosotros os fuisteis, se quedómeditando, preso de lamelancolía.Tomó los

poemasdeamordondehabíavolcadolomásprofundodesussentimientos,losmismospoemasqueCleónlehabíadevueltocontantodesprecio.Loqueunavezfuebelloparaélsehabíaconvertidoenalgodetestableenesemomento,yporesolosquemó.

—¡Jamás!—Habíaplaneadopresenciar los juegosenelgimnasio,paraaplaudiraCleón,peroencambio

esperóaqueeltorneoterminara,yluegoseescabullóenelvestíbulo,aescondidas,comounladrón.SeencontróconCleóndesnudoenlapileta.ViolaestatuadeEros…unamargorecordatoriodesupropioamorultrajado.Nohabíanadiealrededor,yallíestabaCleón,confiadoeindefenso,nadandobocaabajo,sinsabersiquieraquehabíaalguienenelpatio.Múlcibernosepudoresistir:esperóelmomentojustoenquepasóbajolaestatuaylaempujófueradelpedestal.Laestatuagolpeólacabezadetuhermano,quesesumergióhastaelfondodelapiletayseahogó.

Cleiocomenzóallorar,moviendolacabeza.—¡No,no!¡NofueMúlciber!—¡Ah,sí!Yluego,llenodedesesperaciónporhabermatadoalmuchachoalqueamaba,corrióde

vueltaasucasayseahorcó.Nisiquierase tomóel trabajodeescribirunanotaque justificarasusaccionesoparadisculparseporelasesinato.Creíaqueeraunpoeta,¿perohayunfracasomásgrandeparaunpoetaqueelrechazodesuspoemasdeamor?Yporesoseahorcósinescribirunasolalínea,ylollevaránalapirafunerariaencompletosilencio,comounasesinocualquiera…

—¡No, no, no! —la muchacha se arañó las mejillas, se arrancó los pocos cabellos que lequedabanygimió.

LehabíadichoaEcoqueseprepararaparaunarrebatoasí,peroigualretrocedió.Sosístridesmemiró, horrorizado.Desvié lamirada. ¿Cómopodíadecirle la verdad, nadamás, y esperar quemecreyera?Habíaquemostrársela;Cleioteníaquemostrársela.

—¡Sí,Múlciberdejóunadespedida!—gritóCleio—.¡Eselpoemamáshermosoqueescribióentodasuvida!

—Perosuesclavonoencontrónada.LospoemasdedicadosaCleónhandesaparecido,ynohabíanadanuevoescrito…

—¡Porqueyomelosllevé!—¿Entoncesdóndeestán?Sellevólamanoalpechoysacódelvestidonegrodosmanojosdepapirosarrugados.

Page 85: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¡EstossonlospoemasdedicadosaCleón!¡Nuncahubopoemastanhermosos,nuncahubounamor tan puro y dulce escrito en palabras! Cleón se burló de ellos, ¡pero a mí me partieron elcorazón!Yesteessupoemadedespedida,elquedejóenelumbraldelaentrada,convencidodequemi hermano lo vería cuando llegáramos a su casa y lo viéramos colgado en el recibidor, con elcuelloroto,elcuerpoestropeado…muerto…¡lejosdemí,paranuncamásvolver!

Colocóvarios trozosdepapiro enmimano.Estaban escritos engriego, enuna letra elegante,desesperada.Unafrase,porlamitaddelapágina,mellamólaatención:

Algúndía,inclusotubellezasedesvanecerá;algúndía,¡inclusotúamarásynoseráscorrespondido!Tenpiedad,pues,yhonramicadáverconunprimeryúltimobesodedespedida…

Mearrebatólospapirosyvolvióaguardarlosjuntoasupecho.Apenaspodíaoírmipropiavoz.—Entonces,cuandollegasteisalacasadeMúlciberayer,túyCleóndescubristeiselcadáver.—¡Sí!—Ylloraste.—¡Porqueloamaba!—Aunqueélnoteamaba.—MúlciberamabaaCleón.Nopodíaevitarlo.—¿Cleónlloró?UnarrebatodeodioledesfiguróelrostrodetalmaneraqueoíaSosístridessofocarungritode

horror.—Ay,no…—dijoCleio—,nolloró.¡Cleónserió!¡Serió!Sacudiólacabezaydijo«quénecio»,

ysalióporlapuerta.Legritéquevolviera,quemeayudaraabajaraMúlciber,ysólomerespondió:«¡Llegarétardealosjuegos!».—Cleiocayóalsuelo,sumidaenllanto,ylospoemassedispersaron—.¡Llegarétardealosjuegos!—repitió,comosifueraelepitafiodesuhermano.

En el largo viaje de regreso a Roma, a través de los campos de Campania, Eco movíaincansablementelasmanosyyocomenzabaaquedarmeroncomientrasdiscutíamossihabíahecholocorrectoono.SegúnEco,debímantenerensecretomissospechassobreCleio.YoafirmabaqueSosístridesmerecíasaberloquehabíahechosuhija,ylasrazonesycircunstanciasdelamuertedesuhijo…yquefuenecesariotambiénmostrarlecómosuqueridoybellohijoCleónhabíadañadoenformacruelyterriblealosotros.

—Además—ledije—,cuandovolvimosalacasadeSosístrides,noestabasegurosiquieradequeCleiohubieraasesinadoaCleón.Acusaralpreceptormuertofueunamaneradeprovocarla.ElhechodequetuvieralospoemasextraviadosdeMúlcibereralaúnicapruebatangibledequelossucesossehabían desarrollado como yo sospechaba. En vano, traté de encontrar unamanera de registrar suhabitaciónsinqueellaosupadreseenteraran.Entrarporlafuerzanoparecíamuyadecuadoynohubieraservidodenada.Debísuponerque llevaba lospoemasconsigo, juntoasucorazón.EstabalocaydesesperadamenteenamoradadeMúlciber,asícomoélestabaenamoradodeCleón.Erosesa

Page 86: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

vecesmuydescuidadocuandolanzasusflechas.También discutimos acerca del grado y la naturaleza de la perfidia de Cleón. Cuando vio el

cuerpodeMúlciber,¿quedótanperturbadoporlaenormidaddeloquehabíahecho—empujaraunhombre apasionado al suicidio— que siguió con sus asuntos en estado de estupor, y asistió a losjuegosyrealizósusproezasatléticascomounautómata?¿Oeratanfríoquenosintiónada?O,comoafirmabaEcoenunaseriedecomplicadosgestos,¿fuelademostraciónmortaldedevociónamorosadeMúlciber loqueenrealidadloestimulóenformaperversa, lo llenódesoberbiay lo impulsóasobresalircomonuncaenlosjuegos?

Másalládecuáles fueransuspensamientos íntimos,en lugarde llorar lapérdidadesuamigo,Cleónsefuealegrementealosjuegosyganólacoronadelaureles,dejandoaMúlcibercolgadoenelaireyaCleiourdiendosuvenganza.Enunarranquededolor, lamuchachasecortóelcabello.AlversereflejadaenlafuentedelatriodeMúlciberconcibiólaideadehacersepasarporunmuchacho:unatúnicaholgadadelguardarropadelpreceptorcompletóeldisfraz.Llevóuncuchilloalgimnasio,elmismoqueusóparacortarseelpelo,estabadispuestaaapuñalarasuhermanofrenteasusamigos.Pero,talcomosucedieronlascosas,nonecesitóusarlo.Porpuracasualidad—oguiadaporEros—,logróentrarenelpatio,dondelaestatuasepresentócomoelarmahomicidaperfecta.

EncuantoaCleio,elpapeldelaestatuaenelcrimeneraunapruebadequenosólohabíaactuadoconlaaprobacióndeldios,sinocomouninstrumentodesuvoluntad.Esepiadosoargumentohabíaimpedido, al menos hasta que salimos de Neápolis, que Sosístrides la castigara. No me hubieragustadoestarenellugardelpobremercader.Consuesposaysuhijomuertos,¿podríadeshacersedela única descendencia que le quedaba, a pesar de un crimen de esa envergadura?Y sin embargo,¿cómopodría soportarqueellaviviera, sabiendoquehabíamatadoa suqueridohijo? ¡UndilemacomoesepondríaapruebalasabiduríadeAtenea!

Ecoyyodiscutimos,también,sobrelosméritosdelapoesíadeMúlciber.LeroguéaSosístridesquemedieraunacopiadeladespedidadelpreceptor,parapoderapreciarsuvalorconcalma:

Muchachohoscoysalvaje,cachorrodeleonesa,corazóndepiedraydesdeñosodelamor,tedoyunanillodeamante:¡ellazodemihorca!Noteasquearámásmipresencia;mevoyalúnicolugarqueofrececonsueloalosquesufrendelcorazón:¡alolvido!Peronotedetendrás,nolloraráspormí,niporunmomentosiquiera…

El poema tenía varios versos más, que oscilaban entre el reproche y la autocompasión, y elsometimientoalpoderaniquiladordelamor.

¡Demasiadosentimental!¡Másempalagosoquelamiel!¡Unhorrordelapeorespecie!,enuncióEco, con una serie de gestos tan exagerados que casi se cae del caballo. Me limité a asentir,preguntándomesimihijosentiríalomismoenunoodosaños,cuandoEroslohirieraconunaodosde sus flechas perdidas y le hiciera vivir su propia experiencia de cómo el dios del amor puedeatravesardelamaneramásprofundaloscorazonesdelosindefensosmortales.

Page 87: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Notadelautorsobreestanarración[6]

Page 88: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Losgladiadoresmuerensólounavez

—Excelentedíaparahacerlo—dije,demalagana.Cicerónasintióyentornólosojosparaprotegersedelaluzrojizaquesefiltrabaporeltoldosuspendidosobrenuestrosasientos.Másabajo,enlapista,elprimerodelosgladiadoresavanzabaagrandespasosporlaarenadispuestoainiciarelcombate.

EraelmesdeJunius,yelcomienzodeloqueprometíaserunveranolargoycaluroso.Elcieloazul y las verdes colinas onduladas formaban un paisaje bellísimo en los campos etruscos querodeaban el pueblo de Saturnia. Después de viajar por separado desde Roma, Cicerón y yoacabábamosdellegaraSaturniaparaasistiralasexequiasdeunmagistradolocal.LavidadeSextoThoriosehabíaapagadoenlaflordelajuventudcuandocayódelcaballoenlavíaClodiamientrassupervisaba el trabajodeungrupode esclavosque reparaba el camino.Lasnoticias de sumuertellegaronaRomaaldíasiguiente,yvariospersonajesimportantessesintieronobligadosaasistiralfuneral.

Temprano esa mañana, algunos senadores y banqueros reunidos para presenciar el cortejofúnebresesorprendieronalencontrarmeallíentreellos;sentílamiradapenetrantedeunamatronaderostromuyarrugado,yoícontodaclaridadloquelesusurrabaasuesposo:«¿Quéestáhaciendoélaquí?¿AcasoalguiensospechaquehuboalgosucioenlamuertedeSextoThorio?».PeroCicerón,apenasmevio,sonriócontristeza,yseacercóamísinhacerpreguntas.Sabíaporquéyoestabaahí.Hacíaunosaños,ante laposibilidaddeunescándalodenegociosmuyperjudicial,Thorio lepidióasesoríajurídicaaCicerón,quienleaconsejó,asuvez,quemeconsultaraparallegaralfondodelasunto. Al final, se pudieron evitar tanto el escándalo como el pleito. Thorio me pagó en formagenerosa y desde entoncesme había contratado enmás de una oportunidad. Lomenos que podíahacer,alenterarmedesumuerte,eraempacarmimejortoga,pasarlanocheenunasórdidafondadeSaturniaypresentarmeensufuneral.

Seguimoslaprocesióndemúsicos,lloronescontratadosyfamiliareshastalapequeñanecrópolisen lasafuerasdeSaturnia,donde,despuésdevariosdiscursosbrevesensuhonor, incineraron losrestosdeThorioenlapirafuneraria.Encuantosemepresentólaprimeraoportunidaddeirmesinparecerdescortés, intentédejarel lugar,puesestabaansiosoporvolveraRoma;peroCicerónmetomódelbrazo:

—Nopensarásirtetodavía,Gordiano.Tenemosquequedarnosparalosjuegosfunerarios.—¿Juegos?—quisepronunciarlapalabraconironía,peroCicerónentendióeltonointerrogativo

demivozenformaliteral.—Habráunespectáculodegladiadores,porsupuesto.Thorionoeraundonnadie.Sufamiliano

esrica,peroestoysegurodequehangastadotodoeldineroquepudieronreunir.—Detestolosespectáculosdegladiadores—lerespondí,confranqueza.—Yo también. Pero son parte de las exequias, igual que el cortejo fúnebre y los panegíricos.

Debemosquedarnos.—Noestoydehumorparaverderramamientosdesangre.—Perositevas,lagentelonotará—dijo,bajandolavoz—.Nopuedespermitirteellujodeque

piensenqueerestanimpresionable,Gordiano.Sobretodoporlaclasedetrabajoquehaces.Observé los rostros que nos rodeaban, iluminados por la pira funeraria. La matrona de cara

arrugada estaba entre ellos, junto con sumarido y unamultitud de personas de sumismo estratosocialenRoma.Pormásquemedolieraadmitirlo,dependíadelaconfianzaylabuenavoluntadde

Page 89: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

esagente,laclasedepersonasquecontrataríamisserviciosymepagaríaporellos.Amímetocabadescubrirlaverdad,yacambioellosponíanelpanenmimesa.

—PerotengoqueregresaraRoma—protesté—.Nopuedopagarunanochemásenesatabernalúgubre.

—Entonces, te quedarás conmigo —respondió Cicerón—. Estoy alojado en la casa de unbanquerolocal.Buenacomida.Camascómodas—levantóunaceja.

¿PorquéCicerónestabataninteresadoenquemequedara?Semeocurrióqueelimpresionableera él. Para ver el espectáculo de los gladiadores, quería una compañía que no le reprochara suhorroralasangre,comoseguramenteharíalamayoríadesusiguales.

Demalagana,accedíymevi,esaespléndidatardedeJunius,sentadoenunanfiteatrodemaderaconstruido especialmente para los juegos funerarios en honor a Sexto Thorio de Saturnia. ComoestabaconCicerón,meadmitieronenlasecciónmásexclusiva,bajolasombradeuntoldodecolorrojosangre, juntoconlosfamiliaresdeldifunto,variosdignatarioslocalesyvisitantesnotablesdeRoma.Losaldeanosylosgranjerosseacomodaronenlosasientosexpuestosalsolfrenteanosotros.Usaban sombreros de alas anchas y agitaban abanicos de colores brillantes. Por un momento,aturdidoporelruidodelosabanicos,tuvelaimpresióndequeunenjambredemariposasenormes,dealasbatientes,habíacubiertoalgentío.

Sellevaríanacabotrescombates,todosavenceromorir.Menosdetreshubieraconstituidounamezquindadporpartede la familia.Máshubieraparecidoostentosoy,porcierto,habría sidomáscostoso.ComodecíaCicerón,lafamiliadeSextoThorio,aunquerespetable,noerarica.

Lastresparejasdegladiadoresdesfilaronantenosotros.Loscascoslescubríanlosrostros,peroera fácil reconocerlosdadas sus armadurasy físicosdiferentes.Uno sedestacabadel restopor sucolor,unnubiocuyosbrazosmusculososypiernasfornidasbrillabanalsolcomoébanopulido.Amedida que los combatientes desfilaban, cada uno levantaba el arma. La gente respondió con unaeducadaovación,perooíporcasualidadadoshombresquesequejaban:

—Unconjuntobastantedesconocido.SudueñoeraunlibertodeRávena,medijeron;elsujetosellamaAhala.Nosénadadeél.

—Yotampoco.¿Porquésedecidiólafamiliaporestegrupo?Seguroquelessalióbarato.Aunasí,semeocurrequeelnubioesunanovedad…

Despuésserealizólahabitualinspeccióndelfilodelasarmasydelasolidezdelasarmaduras,acargodelmagistradolocalresponsabledelosjuegos;luegolosgladiadoresdespejaronlapista.

El magistrado invocó a los dioses y pronunció un elogio más de Sexto Thorio, y con unestruendodetrompetas,dosgladiadoresvolvieronasalirycomenzóelprimercombate.Elluchadormásbajoygruesoestabavestidoa lamaneratracia,conunpequeñoescudoredondoyunaespadacorta.Sucontrincante,altoytosco,llevabaunaarmadurasamnitamuypesadayunescudooblongo.

—Samnitacontratracio:uncombatetípico—señalóCicerón,queavecesdabaclasescuandosesentía nervioso o perturbado—. ¿Sabías que los primeros combates de gladiadores se realizaronaquí,enEtruria?Ah,sí,losromanosheredamoslacostumbredelosetruscos.Primerosacrificabansoldados prisioneros ante las piras funerarias de sus líderes…—Cicerón comenzó a hablar en elmomentoenquelaespadadelsamnitagolpeabaunodelostachonesdehierrodelescudodeltracio,provocandounimponentesonidometálico;luegoseaclarólavozycontinuó—:Altiempo,envezdelimitarseaestrangularaloscautivos,losetruscosdecidieronhacerlospelearentreellosypermitirquelosganadoresconservaranlavida.Losromanosadoptamoslacostumbre,yasínaciólatradición

Page 90: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

delasluchasamuerteenlosfuneralesdelosgrandeshombres.Porsupuesto,hoyendía,cualquieraque se considere importante tiene que ser reverenciado con juegos en su funeral. ¡He oído hablarinclusodecombatesdegladiadoresenlosfuneralesdealgunasmujeresexcepcionales!Elresultadodetodoestoesunaincreíbledemandadenuevosgladiadores.Devezencuandonosencontramosconun prisionero entre ellos, pero cada vez esmás frecuente que sean solo esclavos entrenados parapelear,oavecescriminalesconvictos:asesinosque,deotraforma,seríanejecutados,oladronesqueprefierenprobarsuerteenelanfiteatroparaevitarquelescortenunamano.

Frente a nosotros, el tracio cruzó delante del escudo del samnita y logró asestarle un corteoblicuoenelbrazoquesosteníalaespada.Lasangremanchólaarena.Cicerónseestremeció.

—Enúltima instancia,debemos recordarquese tratadeunacontecimiento religioso—declaróconafectación—,y lagentenecesitade lascreencias religiosas.Ypara ser francocontigo,nomemolesta ver un combate a muerte si los dos luchadores son criminales convictos. Al menos elderramamiento de sangre es algo instructivo.Aunque los luchadores fueran soldados prisioneros,también eso podría ser instructivo, pues podríamos observar cómo pelean nuestros enemigos,ademásdeagradeceralosdioseselhabernospuestoaquí,enlasgradas,yaellosallá,enlaarena.

El samnita, después de una asombrosa retirada bajo el tenaz ataque del tracio, se recuperó deprontoyconsiguióasestarleunafuerteestocadaenelcostado.Laarenaquedósalpicadadesangre.Eltraciolanzóungritoatravésdelcascoyretrocedió.

Detrás de nosotros, los dos hombres que antes se habían quejado empezaron a bramar deexcitación.

—¡Lograstetomarladelantera!¡Yalotienes,samnita!—¡Hazqueelenanovuelvaachillar!Cicerónsemoviónerviosoenelasientoylosobservócondesaprobación;luegomiródesoslayo

alajovensentadaasulado.Lamuchachapresenciabaelcombateconlosojosentornados;conunamanosetocabaloslabiosentreabiertosyconlaotrasepalmeabaelpechoagitado.Cicerónsegiróhaciamíyarqueólascejas.

—Yademásestáeseencantodepravadoqueejercenlosgladiadoresenalgunasmujeres…yennopocos hombres, también, me entristece reconocerlo. ¡Toda nuestra cultura enloquece por losgladiadores! Los niños romanos juegan a ser gladiadores, en vez de jugar a ser generales, y lasdamas romanas se desmayan cuando ven a uno; y debes saber que he oído hablar de ciudadanosromanos que se han ofrecido a combatir como gladiadores.Y no sólo por dinero, aunque sé queinclusoalgunosesclavosrecibenunapagacuantiosasi logransobreviviryhacersedeciertafama,sinoporlaperversaemociónquesienten.Apenaspuedoimaginarque…

Suobjeciónfueinterrumpidasúbitamenteporelrugidodelamultitud.Elfornidotraciosehabíarecuperado,yotravezatacabasincompasiónalsamnitamásalto.Chocaronlasespadashastaqueelsamnita tropezó y cayó de espaldas. El tracio pisó con fuerza el escudo que el samnita se habíacolocadosobreelpecho,ylomantuvoenelsuelo.Presionólapuntadelaespadaenlatráqueadelgladiador;estesoltólaespada,apretólahojaporinstintoyluegoapartólamano.Lasangrecomenzóabrotardeloscortesdelosdedos.

El samnitahabíaperdido.Desde laviseradel casco, el vencedor tracio lanzóunamirada a lasgradas, en espera de la decisión de la gente. Según la antigua costumbre, los que querían que elvencido sobreviviera debían sacar pañuelos y agitarlos, mientras que los que querían su muertedebíanmostrar lospuños.Viunospocospañuelosaquíyallá,másbien sumergidosenunmarde

Page 91: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

puñosapretados.—Noestoyde acuerdo con eso—dijounode los hombres a nuestras espaldas—.Megustó el

samnita.Libróunabuenapelea.—¡Bah!—exclamósuamigo,conelpuñoenelaire—.¡Losdossonaficionados!Elcombatefue

apenasaceptable.Novolveríaaverlospelearniportodoelorodelmundo.¡Pormí,queelperdedorsevayaderechoalHades!Menosqueeso,seríaunagravioalamemoriadeSextoThorio.

—Supongo que tienes razón—respondió el otro,mientras guardaba el pañuelo y levantaba elpuño.

El tracio esperó a que el magistrado a cargo de los juegos diera el veredicto definitivo. Elhombrealzóelpuñoyasintióconfrialdad,yeltracioclavólaespadaenlagargantadelsamnita.Unenormechorrodesangrebrotódelaherida,salpicandoelcascoylapecheradelperdedor,aligualquetodalaarenaasualrededor.Elsamnitatuvotantasconvulsionesysesacudiódetalmaneraqueeltracio casi perdió el equilibrio. Pero se mantuvo firme, y pisó con más fuerza el escudo queaprisionabaalvencidocontraelsuelo.Siguióempujandohastaquelaespada,luegodeatravesarlelanuca,quedófijaenlaarena.

Conungritodetriunfo,eltraciodiounpasoatrásylanzólospuñosalaire.Elotro,clavadoenlaarena por la espada, agitó las caderas y sacudió los brazos y piernas. El vencedor se pavoneó encírculoalrededordelcuerpotendido,enseñaldevictoria.

—¡Asqueroso! —murmuró Cicerón mientras se llevaba el puño cerrado a la boca, un pocomareado.

—¡Delicioso!—gritóunodelossujetosdetrásdenosotros—.¡Asísehace!¡Quéfinal!Luego,lamultitudentera(yoincluido),comounsolohombre,lanzamosungritosofocado.Con

una mano temblorosa, el samnita logró aferrarse al tobillo del tracio, y con la otra consiguiórecuperarlaespada.Empujóconfirmezalaempuñaduracontralaarenaparaevitarqueletemblaraelbrazo, demodo que la hoja quedara apuntando hacia arriba, derecha y rígida. El tracio perdió elequilibrioy,agitandolosbrazosenelaire,comenzóacaerhaciaatrás.

Por unos instantes interminables, en que todos nos quedamos sin aliento, parecía que ningúnpoderenlatierraoenloscielospodríaevitarqueeltraciocayeradeespaldassobrelahojaafiladadelsamnita.

InclusoCicerónhizounmovimientobruscohaciaadelante,paralizadoporelsuspenso.Lamujerasuladosedesmayó.Lossujetosdetrásdenosotroscomenzaronagemir,ansiosos.

Eltracioseinclinóhaciaatrás,recuperóelequilibrio,yluegovolvióatambalearse.Laespada,fijaenelsuelo,brillabaalaluzdelsol.

Haciendounenormecírculoconlosbrazos,eltraciologróporfinimpulsarsehaciaadelante.Deuntirón,liberósutobillo,diounpardepasoshaciaelfrenteygiró.Elsamnitayanosemovía,perolaespadaquesosteníaenlamanoseguíaapuntandoalcielo.Eltracio,acercándoseconcautela,comosi se trataradeuna serpientequealparecer sehabía retorcidoporúltimavez,peroqueaúnpodíaatacar,seagachóylearrebatólaespada;luego,setiróhaciaatrásalarmadocuandounruidoextrañosurgióde lagargantadelcaído,unestertoragónicoquemeheló lasangre.Conlaempuñaduraenambasmanos,eltracioapuntólaespadahaciaabajo.Comoelgolpefinalquesedaparaasegurarsedequelaserpienteestámuerta,hundiólahojahastaelfondoenlaingledelsamnita.

Denuevo, todosalunísono lanzamosungemido.Al igualqueCicerón,me llevé lamanoa laentrepiernaehiceungestodedolor.Elsamnitaestabamuerto,sin lugaradudas.Lasangrefresca

Page 92: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

tiñóeltaparraboalrededordelaheridaabierta,yelgladiadoryanosemovió.Eltracio,conelpechoagitado,seirguióyvolvióapavonearseparacelebrarsutriunfo.Después

de un momento de turbación y silencio, la multitud alborozada lo premió con una estruendosaovación. Elmagistrado avanzó hacia la pista y le entregó una fronda de palma como símbolo devictoria.Elgladiadorsefue,agitándolaenelaire,seguidodeunruidosoaplauso.

—¡Bueno!—anuncióCicerón, evidentemente impresionado, a pesar de su repugnancia por losjuegos—.Serádifícilsuperaresto.

Sacaron el cadáver del samnita, echaron arena sobre los charcos de sangre para barrerla conrastrillos,y se inicióel segundocombate.Se tratabadeunnúmeroespecial,uncombateentredosdimacheri,llamadosasíporquecadacombatienteblandíadosdagas,envezdeuna.Paracompensarlafalta de escudos, usaban armaduras más elaboradas que las de los otros luchadores: grebas paraproteger los antebrazos y las espinillas, pectorales enchapados para resguardar el pecho y lagarganta,innumerablestirasalrededordelosmiembrosypiezasdemetalsobrelapieldesnuda,queservían tanto de adorno como de blindaje.Comenzó el vertiginoso baile de ataques y retiradas; adiferencia de los golpes frenéticos de las espadas contra los escudos, el sonido de las hojasdeslizándoseunacontralaotraeraásperoyconstante.Unoeramorenoyelotro,pálido;másalládeeso, la contextura física de ambos era muy similar: menos musculosos que los contrincantesanteriores, teníanlaagilidady lasolturade losbailarines.Enunencuentrocomoese,valíamás lavelocidad y la destreza que la fuerza bruta. Los dos eran tan competentes y sus maniobras tanelegantes que su lucha parecía coreografiada. En vez de gruñidos y ovaciones, obtenían gritoselogiosos de «¡oh!» y «¡ah!» por parte del público. Por un instante, el placer que sentí al verlosmoversecasimehizoolvidarquelamuerteaguardabaalfinaldelcombate.

Luego,conunruidoásperoquemepusolosnerviosdepunta,unadagaseabriópasoatravésdeuna armadura y alcanzó con éxito una parte de carne desprotegida, y saltó el primer chorro desangre.Lamultitud soltóun«¡ah!»enun tonomásaltoque losanteriores,ypercibí susansiasdesangre.

Ambos contendientes comenzaban a fatigarse y a perder la concentración que les evitabalastimarse.Lasheridaseranpequeñas,apenasrasguñosquebañabanlashojasconminúsculasgotasrojas que luego volaban por el aire, mezcladas con las de sudor que esparcían los miembrosbrillososdelosgladiadores.

Lento,peroseguro,elritmodelosataquesylasretiradasseaceleró,ysevolviómásdesigualeimpredecible.Elcorazónmelatíaconfuerza.MiréaCicerón,ymedicuentadequenohabíadichounasolapalabradesdeelcomienzodelapelea.Estabainclinadohaciaadelante,siguiendo,fascinado,elcombate.

Depronto,elmorenoobtuvolaventaja.Susmovimientoserantanrápidoscomolasalasdeunaabeja,yapenassedistinguíanlosbrazos.Eigualquelaabeja,picó:primeroalcanzólamanoderechadesucontrincante,luegolaizquierda,demodoqueelpálidogladiadordejócaerlasarmasyquedóindefenso.Conlasdagaspresionadasenlasmuñecasdelotro,elluchadormorenoforzóalgladiadorinermeaextenderlosbrazos,comounesclavocrucificado.

Fueungestoatrevidohumillarasucontrincante,aunquenolocalculóbien.Atanpocadistancia,casipechocontrapecho,elgladiadorpálidopudogolpearconlarodillalaingledelotroy,almismotiempo, propinarle un cabezazo con el casco. Elmoreno, sorprendido, retrocedió. El silencio delpúblicoestallóensonorascarcajadas.

Page 93: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Noobstante, laventajadelpálidonoduródemasiado.Corriópara recuperarunadaga,pero ladistanciaeramuygrande.Elmorenoseabalanzósobreélcomounleón,locercóconambasdagas,atizándolo con pinchazos, y lo obligó a realizar una espástica danza en retroceso, mientrascontrolabacadaunodesuspasos.Amododevenganzaelmorenolopateónounasinodosvecesenlaingle.Elpálidogladiadorsedoblóenagonía,luegoseagitóhaciaatrás,ysemantuvotenso,sobrelos dedos de los pies: dos dagas le presionaban la suave y desprotegida piel del cuello. Elmovimiento fue realizado con tanta elegancia que pareció la culminación del baile que habíaninterpretadodesdeelcomienzodelalucha.Seinmovilizaroncomoestatuas:elprimeroconlasdagaslistas,elotroenpuntasdepie,temblorosoyconlasmanosvacíasaloslados,impotente.Elpúblicobramó,enseñaldeaprobación.

Elvencedormiróalmagistrado,quealzóunacejaymiróatodosladosparaconocerlavoluntadde la gente. De manera espontánea, todos ondearon pañuelos. Algunos gritaron: «¡Que viva, queviva!»;inclusolossujetosqueestabandetrásdenosotrosseunieronalcoro:«¡Queviva!¡Queviva!».

Enmisañosdeexperiencia,hevistoqueeljuiciodelamultitudeserrático,difícildeprecisareimposibledepredecir.Silehubierapreguntadoenesemomentoalhombresentadodetrásdemíporqué debía vivir el gladiador pálido, sin dudame habría dado la respuesta habitual: «Porque peleóbien,ymerecepelearotrodía».Peroelsamnitahabíapeleadoconigualvalentía,aunqueconmenosrefinamiento, y todos habían sentido un ansia terrible de verlo morir. Creo que la magníficademostracióndeambosdimacherihabíaconvencidoalpúblicodesalvaralperdedor;conformabanunaparejatanarmónicaquenadiequeríaqueserompiera.Elgladiadorpálidoledebíalavidatantoasu contrincante comoa símismo:denohaber sidounapareja tanbien formada, las dosdagas sehabrían hundido en la garganta del luchador en un abrir y cerrar de ojos. En cambio, las dagasretrocedieron. El hombre pálido cayó de rodillas e inclinó la cabeza con reverencia ante losespectadores que lo salvarony ante el hombreque lo superó en el combate,mientras el vencedorrecibíalashojasdepalmademanosdelmagistrado.

—¡Bueno!—rompióelsilencioCicerón—.Hastaahorahasidounespectáculomuchomejorqueloesperado,deboadmitirlo.Mepreguntoquénosofrecerálaúltimapelea.

Enocasiones,cuandolosjuegossonmuyaburridos,elpúblicoempiezaaabandonarlasgradasdespuésdelprimeroodelsegundocombate;consideranquehanpresentadosusrespetosalmuertoenformaadecuadayqueyanohayrazónparaquedarse.Esedía,nadiesemoviódesuasiento,enesperadelaluchafinal.Porelcontrario,sesumóunnuevoespectador.Nofuielúnicoennotarlo:unodelossujetosamisespaldaslanzóunsilbido.

—¡Deleitaatusojosconesabeldad!—murmuró.—¿Dónde?—preguntósuamigo.—Justoenfrente.Estábuscandounasiento.—Sí,yalaveo.¿Dicesqueesunabeldad?Demasiadomorenaparamigusto.—Entonces,tienesquevariartusgustos.¡Ja!Apuestoaquenuncaprobasteunanubia.—¡Comositúlohubierashecho!—Claroquesí.OlvidasquepaséalgunosañosviajandoporLibiayEgipto…Dejé de oír la conversación cuando quedé fascinado por la recién llegada. Era de una belleza

sorprendente,conpómulosaltos,labiosabultadosyojosradiantes.Llevabaelcabellonegroyespesorecogidoconcintasenlapartesuperiordelacabeza,segúnlaúltimamoda,yvestíaunatúnicaazulquecontrastabaconelbrillodeébanodesugargantaybrazosdesnudos.Elcollardecobrebruñidoy

Page 94: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

los brazaletes que lucía resplandecían bajo la luz del sol. El pecho le subía y bajaba ligeramente,comosiestuvieraexcitadaolefaltaraelaire.ErararoverenItaliaunanubiaquenofueraesclava,peroporsumaneradevestiryporqueestabasola,tuvelaimpresióndequesetratabadeunamujerlibre.Mientras laobservaba, varios espectadoresde la fila, fascinados comoyopor subelleza, sedieroncodazosparaabrirlepasoyofrecerleunasientoalladodelpasillo.

Losdosgladiadoresqueavanzaronporlapistaparaelcombatefinaleranmuydistintoselunodelotro.Elprimeroeracorpulentoyteníacubiertoelpechoylaspiernasdevellosrojizosycrespos.Vestíaalamaneradelosgalos:blandíaunaespadapequeña,llevabaunescudorectangularpequeño,untaparrabosholgadoyfajasdecueroconláminasdemetalalrededordelacintura.Laspiernasyelpecho estaban desnudos. El casco no sólo le cubría la cabeza, sino que, estrecho en el medio yacampanadocomounrelojdearena,seextendíahaciaelcuelloyprotegíaelesternón.

Detrásdeél,aparecióunretiarius,enmiopinión,elgladiadorconlaarmaduramásaterradoradetodas.Losretiariinollevanespadaniescudo,sinounlargotridenteyunared.

Esteresultabamásextraordinariodebidoalcontrasteconelgalopelirrojo.Setratabadelnubioaltoymusculosoquehabíavistoeneldesfiledegladiadoresdelinicio,yteníaelmismotonodepielquelamujerqueacababadesentarseenlasgradas.Mepreguntésihabríaalgunarelaciónentreellos;luegocontuveelalientocuandoelgalocorrióhaciaelretiarius,puesacababadecomenzarlalucha.

Laespadachocócontrael tridente.Frenéticapor loscombatesanteriores, lamultitudempezóagritardesaforadamente,saltabadelosasientosypedíasangre.Losgladiadoresrespondieronconunapeleaquesuperóa todas lasprecedentes.Sibienerandossujetosmuycorpulentos,semovíancongranagilidad(aunqueelretiarius,conlargaspiernas,eramuchomásgrácilquesucontrincante).Losdos parecían leerse el pensamiento, pues los ataques eran desviados y esquivados siempre en elúltimo instante,yacadaembate le seguíaotrode igualastuciay ferocidad.Ami lado,Cicerónseestremecíayjadeaba,peronoapartabalavista.Tampocoyo,absortoenlafascinantecontemplacióndeunaluchaenlaquedoshombressejugabanlavida.

Conformeavanzóelcombate, losatributosdecadaguerrerosehicieronevidentes.Elgaloeramásfuerte,yelnubiomásrápido:teníaqueserlo,siqueríaatraparasupresaconunared.Enmásdeunaocasión,cuandoelgaloseacercabaparadarleunaestocada,laredcasicaíasobreél,peroelotrosabíaeludirlaarrojándoseenlaarena,rodandohastaquedarfueradepeligroyponiéndosedepiedeunsalto.

—Si sigue así, el galo quedará exhausto —pronunció un sujeto detrás de mí—. ¡Entoncesveremos cómo el nubio lo atrapa en la red, como a un pescado, y le abrirá agujeros en todo elcuerpo!

Molesto,Ciceróngiróparacallaralhombre;yoestabapensandolomismo.Y,porsupuesto,antesdequepudieraverlo,ocurrióloquehabíamosprevisto.Elgaloselanzóhaciaadelante,blandiendolaespada.Elnubio,empuñandoeltridenteenunamano,esquivóelataque,yconlaotraagitólaredenel aire y la arrojó encimade su contrincante.Laspesasdeplomocosidas en los bordesde la redhicieronqueestacayesedegolpesobreelgaloyselotragaraconespada,escudoytodo.

Sielgalohubieratropezado,queeraloquetodosesperaban,habríasignificadosufin.Perodealguna forma logrómantenerse de pie, y cuando el nubio, que entonces empuñaba el tridente conambas manos, se acercó a él, logró girar de tal manera que las tres afiladas puntas chocarondirectamentecontraelescudo.Laspuntasnoconsiguieronpenetrarenelcuerpodelgalo,yquedaronenredadaseneltejidodelared.Elnubiotiróhaciaatrás,enunintentodeliberareltridente,perola

Page 95: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

red lo mantuvo firme en la malla, y el galo, aunque cayó hacia adelante, no llegó a perder elequilibrio.

Apesardequelaredobstaculizabalavista,yareducidaporlaangostavisera,elgalopercibiósuventajayloembistió.Sujetoconfirmezaaltridente,elnubionologrómantenerelequilibrioysefuehaciaatrás.Tropezó,cayósentadoysoltóunamanodeltridente,aunquetodavíaloaferrabaconlaotra.Elgalo,haciendousodesufuerzade toro,giróauncostado.Elnubio,ahoraconlamuñecatorcidaenformaantinatural,lanzóungritodedoloryfinalmentesoltóeltridente.

Elgalo, cortando lamalla con la espaday lanzandohacia arriba el escudo, empujó la redporencimadesucabeza,juntoconeltridente.Unavezlibre,deunapatadaalejólaredyeltridente,queseguíaenmarañadoenella.Mientrastanto,elnubiosepusodepie,desarmado.

Elgalobienpodríahabereliminadodeinmediatoasuadversario,perodejólaespadadeladoyutilizóelescudocomoarma.Seabalanzódecabezahaciasucontrincanteylogolpeóconelescudocon tanta fuerza que el otro se fue de espaldas contra el muro de madera del anfiteatro. Losespectadores ubicados sobre él, imposibilitados de ver la acción, se levantaron de sus asientos,estiraronelcuelloeintentaronasomarse.Entreellos(erafácilreconocerlaentrelamultitud)vialamujernubia.Suexpresión,comparadaconladelosdemás,contrastabamásquesunegrapielconlapalidezdequieneslarodeaban.Inmersaenunmarderostroslascivos,boquiabiertosyrugientesporlaseddesangre,permaneciósilenciosa,afligida,conungestodeasombroyconsternación.

El galo jugó al gato y al ratón con su presa. Se alejó, permitiendo que el nubio avanzara yrecobraraelaliento,yluegologolpeóconelescudocontodassusfuerzas,hastaestrellarlocontraelmuro.Unayotravez,elgalorepitiólaacción,dejándolosinaire,hastaquesuoponenteapenaspudomantenerse enpie.El galo le asestóunúltimogolpe con el escudo, y el nubio, separándosede labarrera,cayódecaraalsuelo.

El galo dejó a un costado el escudo y tomó a su contrincante del tobillo. Lo arrastró hasta alcentrode la arena.El nubio se sacudió conviolencia, pero apenaspodía respirar.A juzgar por elintermitentehilorojoquedejóenlaarena,estabasangrando,quizáporlaboca.

—¡Ja!—dijounodetrásdemí—.¿Yahoraquiéneselpezfueradelagua?El galo llegó al centro de la arena.Después de soltarle el tobillo, levantó los puños y realizó

alrededordelcaídoelpavoneodelavictoria.Lamultitudquedóboquiabiertaantetamañaaudacia.Eltraciosehabíacomportadoconlamismajactanciaimprudente,ycasipagóconlavida.

Peroelnubionoestabaencondicionesdesacarventajadelosmaloscálculosdesucontrincante.Enunmomento,seagitóytratódelevantarseapoyándoseenlosbrazos,yelpúblicosoltóungrito.Pero los brazos le fallaron y volvió a caer sobre el pecho. El galo se acercó, y miró a losespectadoresenesperadelveredicto.

Hubovariasrespuestas.Todossepusierondepie.Algunosgritaron«¡Queviva!»,mientrasqueotros dijeron «¡Mándalo alHades!». Elmagistradomiró a todos lados, perturbado por la falta deconsenso.Sinimportarladecisiónquetomara,partedelpúblicoquedaríadecepcionado.Porfin,hizouna señal al gladiador victorioso, y su predecible fallo no me sorprendió. Ya se había otorgadoclemenciaaunluchadorderrotadoesedía:ylaclemenciaeralaexcepción,nolaregla.Elpúblicohabíaasistidoparaversangreymuerte,yhabíamásmotivosparacumplirconlasexpectativasdelosquereclamabanlamuertedelnubio,queconlasdeaquellosquepreferíanlanovedadydejarloconvida.Elmagistradoagitóelpuñoenelaire.

Hubogritosdetriunfoenlasgradas,ymuchosgruñidosdedecepción.Algunosovacionaronal

Page 96: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

magistrado;otrosloabuchearon.Peronoprestéatenciónaldisturbio,puesteníalosojosfijosenlanubia.Seletensóelcuerpoyelrostroselecongelóenunamuecadedolorcuandoelgaloalzólaespadasobreelnubioparaasestarleelgolpefatal;tuvelaimpresióndequeintentabacontrolarseymostrardecoroapesardeladesesperaciónqueladominaba.Perocuandolaespadacayó,perdiólacompostura. Se agarró el cabello y abrió la boca. Su grito ahogado se perdió en el rugido de lamultitudmientraselderrotadosufríaconvulsionesen laarena: lasangrebrotócomounmanantialcuandolaespadaletraspasólosomóplatos.

Poruninstante,lamiradadelamujersecruzóconlamía.Fuiarrastradohacialaprofundidaddesudolorcomosihubieracaídoenunabismo.Cicerónmeapretóelbrazo:

—Fuerza,Gordiano.Lomiré.Estabapálido,perohablóconpetulancia.Comosialfinhubieraencontradoaalguien

mássensiblequeélantelamuerte.Cuandovolvíamirarhacialasgradas,lamujerhabíadesaparecido.

Con lashojasdepalmaagitadas enel aire, losvencedoresdesfilaronpor lapistaunavezmás.Elmagistrado invocó la memoria de Sexto Thorio y elevó una oración final a los dioses. Losespectadoresabandonaronelanfiteatro.

—¿Laviste?—lepreguntéaCicerón.—¿Aquién?¿Alamuchachaamiladoquecasinopodíarespirar?—No,alanubiaqueestabafrenteanosotros.—¿Unanubia?—Creoquellegóparapresenciarlaúltimapelea,yqueestabasola.—Esoparecepocoprobable.—Quizátengaalgúnparentescoconelgladiadornubio.Seencogiódehombros.—No la vi. ¡Qué observador eres, Gordiano! ¡Tú y tu inagotable curiosidad! Pero ¿qué te

parecieronlosjuegos?Intentéresponder,aunqueCicerónnomedejóhablar.—Sabes—dijo—, a decir verdad, lo disfruté mucho más de lo que esperaba. Una tarde muy

instructivay,alparecer,laexperiencialelevantóelánimoatodoelpúblico.Aunqueenmiopiniónfueunerrorporpartedelosorganizadores,encuestionesdepresentación,nomostrarnosenningúnmomentoelrostrodelosgladiadores,nialprincipionialfinal.Sindudaloscascostandiferentesentresílesinfundíanunagranpersonalidad,comolasmáscarasenelteatro.¿Creesacasoqueseaesala idea?¿Mantenerlosenelanonimato?Sipudiéramosmirarlosa losojos,quizásestableceríamosalgunaconexiónemocional…seríanprimerosereshumanos,yluegogladiadores,loqueinterferiríaconel simbolismopurodesupapelen los juegos funerarios.Frustraríaporcompleto la finalidadreligiosa…—a salvo del muy real derramamiento de sangre en el anfiteatro, Cicerón hablaba yhablaba,denuevoensuroldeprofesordistanteeindiferente.

Llegamosallugardondesealojabamiamigo;unavezahí,continuóinstruyendoasuanfitrión,un rústico y adinerado etrusco bastante abrumado por tener a un abogado romano tan famosodurmiendobajosutecho.Despuésdeunacenafrugal,meretiréencuantopudeymefuialacama.No podía evitar pensar que, en la taberna, los piojos eran más amigables y el cocinero, más

Page 97: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

generoso.Mequedédormidopensandoen lamujernubia,acosadoporel recuerdodesudolor:elmodo

comosearrancabaloscabellosconlasmanosyabríalabocaparagritar.

Al día siguiente regresé aRoma.Me propuse olvidar el funeral de SextoThorio, los juegos y lanubia.ElmesdeJuniusterminóycomenzóeldeQuinctilis.

Hastaqueundía,enunaRomasofocadaporelveranomáscalurosoquepudierarecordar,Ecoentróeneljardínymeanunciólallegadadeunvisitante.

—¿Unamujer?—dijecuandolevilasmanosdibujandocurvasenelaire.Eco asintió.Bastante joven, continuó, en el elaborado sistema de signos que habíamos creado

paracomunicarnos,conlapieldelcolordelanoche.Levantéunaceja.—¿Unanubia?Ecoasintió.—Hazlapasar.Mimemorianolehacíajusticiaasubelleza.Comoenelpasado,llevabaloscabellosatadoscon

cintasyvestíadeazulpálido,conuncollardecobrebruñido.Eraprobablequefueraelmejorvestidoquetenía.Lohabíausadoparalosjuegosfunerarios,yenesemomentolousabaparamí.Mesentíhalagado.

Meobservóconatenciónporuninstante,inquisitiva.—Tehevistoantes—dijo,porfin.—Sí.EnSaturnia,enlosjuegosfunerariosdeSextoThorio.Respiróhondo.—Ahora te recuerdo. Estabas sentado frente amí. No eras como los demás… no reías, no te

burlabasnigritabas,sedientodesangre.CuandomataronaZanziba,visteelsufrimientoenmirostro,yme di cuenta de que…—dejó de hablar; bajó lamirada—. ¡Qué extraños son los caminos pordonde nos guían los dioses!Cuando pregunté, caminando por la Subura, si había alguien quemepudieraayudar,todosmencionarontunombre…peronuncaimaginéqueyatehabíavistoantes…¡yeneselugar,yesemalditodía!

—Entonces,¿sabesquiénsoy?—Gordiano.TellamanelSabueso.—Sí.¿Ytú?—MinombreesZuleika.—Noesunnombreromano.—Algunaveztuveunoromano.Elhombrequeeramiamomelodio.PeroZuleikaesminombre

denacimiento,yconesenombremoriré.—Entoncestedespojastedelromanoenelmomentoenqueteseparastedetuamo.¿Eres,pues,

unaliberta?—Sí.—Sentémonoseneljardín.Mihijonostraerávino.Nosacomodamosbajolasombra,yZuleikamecontósuhistoria.Habíanacidoenunaciudaddenombreimpronunciable,enunpaíslejano,increíblementelejano:

Page 98: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

máslejanoqueNubia,medijo,inclusomásquelafabulosaregióndondenaceelNilo.Supadrehabíasidounadineradomercaderdemarfil,quesolíaviajaramenudo,siempreacompañadodesufamilia.Enunparajedesierto,aedadtemprana,viocómounosbandidosasesinaronasupadreyasumadre.Zuleikaysuhermanomenor,Zanziba,fueronraptadosyvendidoscomoesclavos.

—Nuestra suerte fuevariada,al igualquenuestrosamos—prosiguió—,peroalmenosnonosseparamos;porqueéramosexóticos.

Yhermosos,pensé,suponiendoquelabellezadesuhermanoeraigualqueladeella.—Conel tiempo, llegamosaEgipto.Nuestronuevoamodirigíaunacompañíadeartistas.Nos

adiestróparaquefuéramosintérpretes.—¿Tienesalgúntalentoespecial?—Bailoycanto.—¿Ytuhermano?—Zanziba sobresalía por sus dotes acrobáticas: volantines, actos de equilibrio, volteretas en el

aire.ElamodecíaqueZanzibateníaunpardealasocultasdetrásdesusenormeshombros—sonrió,perosóloporuninstante—.Elamomismohabíasidounesclavo.Eraunhombrebuenoygeneroso:dejaba que sus esclavos ganaran su propio dinero, con el fin de poder, en un futuro, comprar supropialibertad.Cuandolosdosahorramoslosuficiente,usamoseldineroparacomprarlalibertaddeZanziba,conlaintencióndeseguirguardandodinerohastapodercomprarlamía.

»Perolascosassepusierondifícilesparanuestroamo.Sevioforzadoadisolverlacompañíayvenderasusartistasunoporuno:primerounbailarín,luegounmalabarista,etcétera.Terminéconunamo nuevo, un mercader romano que vivía en Alejandría. Pero no me quería por mis dotes decantanteodebailarina.Mequeríapormicuerpo…—bajólosojos—.CuandoZanzibasepresentóanteély ledijoquequeríacomprarmi libertad,elhombrefijóunpreciodemasiadoalto.Zanzibajuróqueconseguiríaeldinero,perosabíaquenuncalolograríacomoacróbata,ganandomonedasenlacalle.DesapareciódeAlejandría.Pasóel tiempo.Suausenciafue tanprolongadaquecomencéadesesperarme;penséquemihermanohabíamuerto,oquesehabíaolvidadodemí…Hastaqueundíaeldinerollegó:unasumaconsiderable,suficienteparacomprarmilibertad,ymuchomás.YconeldinerorecibíunacartaquenohabíasidoescritaporZanziba,puesniélniyosabíamosescribir,sinoporelquehabíahechoelenvío.

—¿Quédecíalacarta?—¿Sabesleer?—Sí.—Entonces,léelatúmismo.Zuleikameentregóunpedazodepergaminoajado.

Queridahermana:Estoyen Italia, entre romanos.Mehevueltogladiador,unhombreque luchahasta lamuerte

parahonraralosromanosdifuntos.Esunoficioraro.Losromanosdicenquenosdesprecian,perotodos los hombres quieren invitarnos a beber en las tabernas, y todas las mujeres quierenofrecernos sus favores.Desprecio esta formade vida, pero es la únicamanera enqueun libertopuede ganar la cantidad de dinero que necesitamos. Es una vida dura y cruel: un animal no esdignodeella,ysufinesterrible.Nomesigasnimebusques.Olvídatedemí.Tratadeencontrarelcamino de regreso a casa, si puedes.Vive en libertad, hermana. Yo también viviré en libertad, y

Page 99: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

aunquedebamorirjoven,morirécomounhombrelibre.

Conamor,tuhermano,Zanziba

Ledevolvíelpergamino.—TuhermanotedijoquenovinierasaItalia.—¿Cómonoibaavenir?Despuésdetodo,Zanzibanomehabíaolvidado.Yonoibaaolvidarme

deél.Apenastuvelaoportunidad,compréunpasajeenunanavecondestinoaRoma.—Losviajessoncaros.—PaguélatarifaconeldineroquemeenvióZanziba.—Estoysegurodequeélqueríaqueusarasesedineroparavivir.—AquíenRoma,vivopormicuenta—levantóelmentón.Esaposturaaltivaibaconella.Erabellísima,exóticay,obviamente,muyinteligente.Supuseque

Zuleikaeramuycapazdecobrarbastanteporelplacerdesucompañía.—VinisteaRoma.¿Yluego?—Busquéamihermano,porsupuesto.Fuiprimerodondevivíaelhombrequemehabíaenviado

eldinero.ElsujetomedijoquefueraauncampamentodegladiadorescercadeNeápolis.Habléconeldueñodellugar,elentrenador,loqueustedeslosromanosllamanellanista.MedijoqueZanzibahabíapeleadoconsusgladiadoresuntiempo,peroqueyanolohacíayquenosabíadóndeestaba.Lamayoría de los gladiadores son prisioneros o esclavos, pero Zanziba era un trabajadorindependiente: iba donde podía conseguir más dinero. Le seguí el rastro según iba obteniendoinformación.Metopéunayotravezconcallejonessinsalida,yacadamomentotuvequeempezardenuevo. Si tú, Gordiano el Sabueso, eres tan bueno como todo el mundo dice, necesitaré de tushabilidades para encontrarlo. ¿Tienes alguna idea de cuántos campamentos de gladiadores hay enItalia?

—Decenas,meimagino.—¡Cientos,distribuidosportodoelterritorio!EnlosúltimosmesesherecorridotodaItalia,alo

largoyaloancho,ensubusca,sinlamenorsuerte…hastaquealguienmedijoquepeleabaparaunlanista llamado Ahala, dueño de un campamento en Rávena. Pero también me dijo que no memolestara en viajar hasta Rávena, porque los gladiadores de Ahala lucharían en unos juegosfunerarios,aldíasiguiente,enSaturnia.

—LosfuneralesdeSextoThorio—comenté.—Sí.NomefueposiblesalirdeRomahastalamañanasiguiente.Viajétodoeldía.Lleguéjusto

cuandoestabaporcomenzarelcombatedeZanziba…excitada,temerosa.Atiempoparapresenciar…—¿Estásseguradequeeraél?—Claroquesí.—Peroteníapuestouncasco.Negóconlacabeza.—Concascoosincasco,lohubierareconocido.Porlosbrazosylaspiernas.Porlaformaenque

semovía.«Zanzibateníaunpardealasocultasdetrásdesusenormeshombros»,decíanuestroamodeAlejandría…—le tembló lavozy se le llenaron losojosde lágrimas—.Despuésde todosmisviajes,despuésdebuscartanto,¡lleguéatiempoparaverlamuertedemihermano!

Page 100: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Meestremecíalrecordar laescena:elnubioconelrostrohaciaelsuelo,elgaloconlaespadalistaparaembestirlo, lasdudasdelmagistrado, losgritosestridentesde lamuchedumbre,elgolpemortal,elchorrodesangre…

—Lamentoquehayas tenidoquepresenciarunacosaasí,Zuleika.¿Pudisteocupartedelcuerpodespués?

—¡Nisiquieramepermitieronverlo!Fuialasbarracasdondesealojanlosgladiadores,peroellanistanomedejóentrar.

—¿Ledijistequiéneras?—Nosirviódenada:semolestóaúnmás.Noleimportabaquefuerasuhermanaodecualquier

otro, y aseguró que yo no tenía nada que hacer allí. «Lárgate»,me gritó, y un gladiador sacó suespadafrenteamí,ysalícorriendo,bañadaenlágrimas.Supongoquedebíenfrentarlo,peroestabamuyabrumada…

¿Enfrentarlo?, pensé. Eso habría sido imposible. Zuleika era, sin duda, una liberta, pero esoapenasleotorgabalosprivilegiosdeunciudadanoromanoolasprerrogativasdelsexomasculino.EsedíaenSaturnia,nadiesehubiesepuestodesuladoencontradellanista.

Lancéunsuspiro,ymepregunté,luegodeoírsuhistoria,porquéhabíavenidoaverme.—Tuhermanohizoalgohonorablecuandotemandódineroparaquecomprarastulibertad.Pero

quizá tuvo razón. No debiste seguirlo hasta aquí. No debiste tratar de encontrarlo. La vida de ungladiador es corta y brutal. Él eligió esa vida, y decidió llevarla adelante hasta las últimasconsecuencias,noteníaopciones,eseeraelúnicofinalposible.

—¡No!—murmuró,moviendolacabezayclavándomelamiradaconvehemencia—.¡Nofueesesufinal!

—¿Quéquieresdecir?—¡QuenofueelfinaldeZanziba!—Noteentiendo.—Zanzibanomurióesedía.Losé,porque…porque…¡lohevisto!—¿Cuándo?¿Dónde?—Ayer,aquí,enRoma,enelmercadoaorillasdelrío.¡Viamihermano!¿Elbrilloensusojosindicabaexcitaciónolocura?—¿Hablasteconél?—No.Estaba lejos,alotro ladodelmercado.Nosseparabaunacarreta,yantesdequepudiera

alcanzarlo,yasehabíaido.—Quizá te equivocaste—le dije, con tranquilidad—.Me sucede todo el tiempo.Veoun rostro

entre lamultitud,opor el rabillodelojo,y creoquees alguienqueconozco.Perocuandoprestoatención,adviertoquelasemejanzaespurailusión,unengañodelamente.

—¿CuántoshombresparecidosaZanzibahasvistoenelmercadoromano?—Mayor razón para que confundieras a tu hermano con esa persona. Cualquier sujeto alto,

musculosoyconpieldeébano,vistoporuninstantealadistancia…—¡Peronolovisóloporuninstante!Lovicontodaclaridad.—Dijistequeosseparabaunacarreta.—Eso fuedespués de que lo vi, cuando traté de acercarme a él. Antes de eso, lo vi con tanta

claridadcomoteestoyviendoati.¡Levielrostro!¡EraZanziba!Meditéporunosinstantes.

Page 101: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Quizá, Zuleika, viste a su lémur. No serías la primera en ver el espíritu inquieto de un serqueridopaseandoporlascallesdeRomaaplenaluzdeldía.

Negóconlacabeza.—No…Viaunhombre,noaunlémur.—¿Cómolosabes?—Élestabacomprandociruelasenunpuesto.Dime,Gordiano:¿loslémurescomenciruelas?

Conelfindepersuadirla,lepedílamismacantidaddedineroquelehubierapedidoaCicerónpormisservicios,peroapenasledijelasuma,aceptóymepagóeladelantoalinstante.Zuleikaestaba,alparecer,muyorgullosadesusrecursosmonetarios.

Lamuchacha quería que comenzáramos a buscar enRoma, y acepté.Comencé como siempre:preguntando amis informantes habituales. Pronto descubrí que, en efecto, habíanvisto un enormenubioqueseajustabaaladescripcióndeZanzibaenlosalrededoresdelmercado,peronadiepudoidentificar al sujeto ni decir de dónde provenía o dónde estaba. Zuleika quería visitar todos losalberguesy tabernasde laciudad,pero leaconsejéque tuvierapaciencia.«Ofreceuna recompensapor la información—ledije—y la información llegaráhastanosotros».Dichoyhecho:unosdíasdespués,unbarrenderodelascallesdeSuburatocóamipuertaymecontóqueelnubioquebuscabahabíapasadounanocheenunpequeñomesónenlaCalledelosOrfebres,peronodijosunombreysefuealdíasiguiente.

Denuevo, leaconsejéa lamuchachaque tuvierapaciencia.Pero losdíassesucedieronsinquellegara informaciónnueva, yZuleika comenzó a sentir grandesdeseosdedar el segundopaso, elmás obvio: hablar con Ahala, el lanista de Zanziba. No estaba seguro y dudaba, pero igual mepreparéparaelviaje.RávenaestálejosdeRoma,enespecialcuandoelviajerosospechaenlomásíntimodesucorazónqueunamargodesengañoloesperaalfinaldeltrayecto.

Zuleika viajó conmigo y pagó todos los gastos, a veces conmonedas, pero lamayoría de lasveces, sospeché, intercambiando favores con los encargados de las tabernas que encontramos anuestropaso,oconotroshuéspedes.Cómoseganabalavidanoerademiincumbencia.Asíquenomeentrometí.

Duranteeldíaviajábamosacaballo.Zuleikasabíacabalgar.Unodelosactosdeacrobaciadesuhermano consistía en ponerse de pie sobre un caballo amedio galope, y ella también aprendió ahacerlo. Se ofreció amostrarme, pero le pedí que no lo hiciera. Si se caía y se rompía el cuello,¿quiénpagaríamiregresoacasa?

Eraunagran conversadora, un talentoque sinduda la ayudaba aganarse lavida: loshombrespaganporelplacer,peroregresancuandoselesofrecebuenacompañía.ParamatarelaburrimientohablamosmuchodeAlejandría,dondevivícuandoerajoven.Medivertíescuchandosusimpresionesde la rebosante ciudad y de sus habitantes, siempre dispuestos a la risa. Pormi parte, le conté lahistoriadelgatodeAlejandría,cuyoasesinoterminépordescubrir,ylaterriblevenganzaqueejecutólaturbadeadoradoresdegatosdelaciudad.

Meintrigaban,además,lasimpresionesquetenía,comoreciénllegadaqueera,deRomaeItalia.La búsqueda de Zanziba la había llevado a muchos lugares, y gracias a su forma de vida habíafrecuentado a hombres de todos los estratos sociales. Conocía la ciudad y el campo, y por lanaturalezadesupesquisasehabíavueltocasiunaexpertaeneltemadelosgladiadores.

Page 102: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿Sabes qué es lo que más me ha impresionado de esta tierra tuya? —me confesó un día,mientras pasábamos al lado de un grupo de esclavos que trabajaban en un campo junto a la víaFlaminia—.Haydemasiadosesclavos.

Meencogídehombros.—TambiénhayesclavosenAlejandría.Hayesclavosentodaslasciudadesdetodoslospaíses.—Es posible, pero aquí es distinto. Será quizá porque los romanos han conquistado varios

pueblos, y se han vuelto opulentos, y han traído esclavos de muchos lugares. En Egipto, hayagricultoresa lo largodelNilo; tienenesclavos, sí,peroellos tambiéncultivan la tierra.Trabajanjuntos:en losañosdebuena inundación, todoscomenbien,yen losañosenquebajaelcaucedelNilo, todos comenmenos.Aquí, he visto que los agricultores son hombres ricos que viven en laciudad,ylosesclavoshacentodoeltrabajo;yloshombreslibresquedeberíanserquienestrabajanlatierraestánenRoma,hacinadosencasasestrechasyviviendodelimosnas.Nomeparececorrecto.

—Supongoquelasgranjasfuncionanmuybienaquí.—¿Teparece? ¿Ypor qué entoncesRoma importa tanto grano deEgipto?Mira cómo tratan a

esosesclavosdecampo,andrajososyenflaquecidos;miraloduroquetrabajan,inclusobajoelsolabrasador.Unagricultoregipciosequedaafuera,alladodesusesclavosenelcampo:sí,losobligaatrabajar duro, pero también observa cómo lo hacen, y se asegura de que estén alimentados ysaludables,paraquepuedancontinuaraldíasiguiente.Paralosegipcios,losesclavossonunavaliosainversión.Aquílascosassondiferentes:losesclavostrabajanhastamorir,segastalomenosposibleen su manutención, y cuando ya no pueden más, los descartan y se consiguen otros, porque losesclavossonbaratosylasprovinciasromanasofrecenunainterminableprovisión.

Comoparailustrarsupuntodevista,pasamosjuntoaunpersonajeacurrucadoenunacuneta,alcostado del camino; una criatura arrugada y sucia de la que no pude calcular ni edad ni sexo: unesclavoabandonado,alquesindudasuamohabíaechadoapatadas.Cuandonosvio,dejóescaparalgunaspalabrasininteligiblesytendiólamano,queparecíaunagarra.Zuleikasacósubolsodeviajeylearrojóalmiserableunarebanadadepanquelehabíaquedadodeldesayuno.

—Demasiadosesclavos—repitió—,¡ydemasiadosgladiadores!Apenaspuedocreerlacantidadde barracas de gladiadores que he visitado desde que llegué. Miles de guerreros capturados, deincontables países invadidos, vienen a Italia. ¿Qué se hace con tanta gente? ¡Celebrar peleas, yhacerloscombatiramuerteentreellos!Siserealizaunespectáculoconseisgladiadores,nodudesnipor un instante que tres estaránmuertos al final del día. Pero llegarán diezmás al día siguiente,compradosapocoprecioensubastas.Notodossonbuenosluchadores,claroqueno;lostorpes,loscobardesyloscortosdevistaterminanenalgunagranja,enlasgalerasdebarcosoenlasminas.Hayque equipar y entrenar al resto, a los que quedan, y alimentarlos en forma adecuada para queconservenlasfuerzas.

»Asífuncionanlosmejorescampamentos.Sinembargo,loslanistascobranmuchoporelalquilerdegladiadores.Nocualquierapuededarseellujodecontratarlosmejores,perotodoslosromanosquierencelebrarjuegosenelfuneraldesupadre,aunqueseaconunpardeluchadoresquederramenunpocodesangreenuncorraldeovejas,mientraslafamilialosovacionasentadaenlacerca.Poreso hay un mercado de gladiadores baratos. Te imaginas cómo tratan a esos gladiadores: losalimentanconsobrasyvivenenrediles,comoanimales.Perosuvidaespeorqueladelosanimales,porque los animales no se van a dormir por la noche pensando que al día siguiente sufrirán unamuerte horrenda para diversión de algún extraño. Esos gladiadores tienen poco entrenamiento y

Page 103: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

utilizanarmasdemalacalidad.¿Teimaginasunapeleaamuerteentredossujetosquecuentansóloconespadasdemadera?Nohaymaneradematarenformarápidaysimple.Elresultadoesunafarsacruelysangrienta.Hevistoesoscombatesconmispropiosojos.Nosabíaaquiéncompadecer,sialquemoría,oalquelehabíaquitadolavidaconuninstrumentotanrústico.

Zuleikahizoungestodedesaprobación.—¡Cuántos gladiadores, repartidos por toda Italia, entrenados para matar sin piedad! ¡Cuántas

armasalalcancedetodoelmundo!¡Cuántamiseria!Peroséquealgúndíaseharájusticia.CuandollegamosalasafuerasdeRávena,lepreguntéaunhombreenelcaminodóndequedaba

elcampamentodellanistaAhala.Elsujetonosobservóconcuriosidad,yluegoviomianillodehierrodeciudadano.—Cruzandolaciudadsetoparánconunenormeroble,dondeelcaminosebifurca.Tomenelde

la izquierda, y siganunkilómetro ymedio.Pero amenosquevayan a contratar ungladiador, lesaconsejaríamantenerse lejosdel lugar.Esun sitiohostil, conperrosguardianesyunvalladomuyalto.

—¿Paraquelosgladiadoresnopuedansalir?—¡Para que nadie pueda entrar! Hace un tiempo, el esclavo de un vecino deambulaba por la

propiedad,yunodeesosperroslearrancólapierna.Elhombresedesangró.Ahalanoquisopagarporlosdaños.Nolegustanlasvisitasoquehayagenteenlosalrededores.

DejéaZuleikaenunaposadacercadelforodelpueblo,ycabalgué,solo,hastaelroblequequedabaen lasafuerasde laciudad.Unavezallí, toméelcaminode la izquierda.Luegodeunkilómetroymedio,másomenos,talcomonoshabíaindicadoelhombre,elcaminopavimentadodesembocabaen un sendero de tierra lleno de pozos. Seguí la curva del sendero hasta una entrada, queaparentementemarcabaloslímitesdelapropiedaddeAhala.Laestructuramismadellugarbastabaparadesalentaracualquiervisitante.Clavadosendosposteshabíavarioshuesoscalcinadosporelsol,yunacoleccióndecráneosadornabalavigaqueseencontrabasobremí.

Crucé la entraday cabalguéunkilómetroymediomáshasta un campo cubierto de arbustos ymatorrales.Porfinlleguéalrecinto,rodeadodeunaempalizadadeestacas.Delinteriorsurgiólavozdeunhombregritandoórdenesyelruidodemaderapegandocontramadera:supusequeseríanlosgladiadores, que se ejercitaban con espadas de entrenamiento. Luego oí otros ruidos extraños:balidos de ovejas y cabras, el martillo de un herrero, y risas masculinas, no tanto crueles omalintencionadas como ruidosas y escandalosas.Me acerqué a la puerta de la empalizadaperonoalcancé a llamar; del otro lado—tan cerca y con tanta ferocidad, que retrocedí con el corazónagitado— losperros comenzaron a ladrar y saltar contra la puerta, rasguñando lamadera con laspatas.

Unalaridohizocallaralosanimales.Seabriólamirilla,tanaltaquesupusequeelsujetodetrásdelapuertasehabíasubidoaunbanquillo.Dosojosinyectadosensangremeobservaron.

—¿Quiéneresyquéquieres?—¿EsesteelcampamentodegladiadoresdeAhala?—¿Quiénlopregunta?—¿EresAhala?—¿Quiéneres?

Page 104: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—MinombreesGordiano.HevenidodesdeRoma.—¡Nomedigas!—ViaalgunosdetusgladiadoresenunespectáculoenSaturnia,hacetiempo.—¿Ah,sí?—Quedémuyimpresionado.—¿Teimpresionaron?—No sólo eso —improvisé—, mi buen amigo Marco Tulio Cicerón también quedó muy

impresionado.—¿Cicerón?—¿Has oído hablar de él? Cicerón es una persona importante, de gran influencia, un político

reconocidoyunabogadomuyfamosoquetieneasucargolosasuntoslegalesdelasfamiliasmáspoderosasdeRoma.

Elhombrearqueóunaceja.—Nomegustanlospolíticosnilosabogados.—¿Ah,no?Bueno,aCicerónnolegustanlosjuegosfunerarios.Peroleparecióquetushombres

hicieronunbuenespectáculo—hastaesemomento,todoloquehabíadichoeracierto.Heaprendidoquelomejoresempezarsiempreconlaverdadyadornarlaluegosiesnecesario—.Comopartedesutrabajo,Cicerónesrequeridoamenudoparaasesoraralasfamiliasdesoladasporlamuertedeunser querido. En cuestiones legales, como testamentos y cosas similares. Pero a veces le pidenconsejossobremuchasotrascosas:como,porejemplo,aquiénrecurrirparaqueorganiceunatarderealmentememorabledejuegosfunerarios.

—Yaveo.¿AsíqueesteCicerónopinaquemismuchachosdieronunafunciónmemorable?—Asíes.YcomotuvequeveniraRávenaporunasuntopersonal,ydalacasualidadquetienesun

campamentoenestelugar, leprometíamibuenamigoCicerónquevendríaahablarcontigo,sisemedabalaoportunidad,paraaveriguarcómofuncionatunegocio:cuántosgladiadorestienes,desdecuándotededicasaesto,cuálessontushonorarios,yesetipodecosas.

Elhombreasintió.Lamirillasecerródegolpe.Losladridosempezarondenuevo,perosefueronalejandohastaperderseenladistancia,comosialguienhubierallevadoalosperrosaotrolado.Sedestrabóelcerrojoylapuertaseabrió.

—Ahala,lanista,atuservicio.Supuse que mi interlocutor se había subido sobre algo para alcanzar la mirilla, pero estaba

equivocado.Antemíviaungigantetoscoycanoso.Élmismoparecíaungladiador,aunquepocosgladiadoresvivenlosuficienteparallegaratenerunamelenatanmagníficadecabellogrisáceo.¿EraAhala la excepción? Se conocían casos de luchadores que han sobrevivido y logrado comprar sulibertad, para luego convertirse en entrenadores profesionales. Menos comunes son lossupervivientesquelleganaserdueñosdeunacompañíadegladiadores,loque,alparecer,eraAhala.Másalládesusorígenesysuhistoria,eraobvioqueelsujetoeramásinteligentedeloquesufísicotorpeysusmodalesbruscosdabanaentender.

—Entra—dijo—.Echaunvistazo.Elrecintoquerodeabalaempalizadacomprendíamuchasconstrucciones,semejantesagraneros,

apocadistanciaunasdeotrasyseparadasporparcelassembradasycorralesparacaballos,ovejasycabras.

—Veoquecríasganado—ledije.

Page 105: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Losgladiadorescomenmuchacarne.—Yveotambiénquecultivastupropioajo.—Lesdamayorfuerzaalosmuchachos.—Alguienmelohabíadicho.—Sehanescritotratadossobreelcuidadoylaalimentacióndelos

gladiadores.Gritó una orden, y el ruido de las armas de madera comenzó de nuevo. El golpeteo parecía

provenirdeotraempalizadadeestacaspuntiagudas.—Esteeselrecintoexterior—meexplicóAhala—.Losgladiadoresocupanelrecintointerior.Es

másseguro,enespecialparalosvisitantescomotú.Noquisiéramosquetucalaveraterminaracomodecoraciónenlaentrada,juntoalcamino.

Sonreívacilante,nosabíasielhombreestababromeandoono.—Aunasí,megustaríaveralosgladiadores.—Dentrodeunrato.Primeroquieromostrarte lasarmaduras.Asípuedoexplicartecómohago

mitrabajo.Mecondujoaunlargocobertizo,detechobajo,repletodecadenasdelasquecolgabatodaclase

decascos,grebas,espadas,escudosy tridentes.Tambiénhabíamuchosartefactosqueno reconocí,incluidos varios tubos de metal y de madera que, por su forma y tamaño, parecían calzar a laperfección en la boca de una persona. Ahala notó cómo los miraba, pero no me dio ningunaexplicación.Otras armas tambiénmeparecieronmuy extrañas.Me acerquépara tocar una espada,peroélmetomódelamuñeca.

—Te puedes cortar—refunfuñó, y luego me condujo hasta el final del cobertizo, donde tresherrerosconmandilesdecueromartilleabanunpedazodemetalcandente.

—¿Fabricastuspropiasarmas?—Aveces.Ladiferenciaentreunbuenluchadoryunoexcelentebienpuedeserunarmaamedida.

En general, mantengo a estos hombres ocupados haciendo reparaciones y modificando losinstrumentos.Megustaconservarlasarmasenbuenascondiciones.

Dejamos atrás a los herreros y entramos en otro cobertizo, donde unos carpinteros estabantallandoestacasdemadera.

—Aestas las llamo«semillasdeanfiteatro»—dijo, soltandounacarcajada—.Lagentequemecontrata solicita en ocasiones una arena provisional construida especialmente para los juegos. Avecesesparacienpersonas,avecesparamil.Miscarpinterospuedenlevantarunanfiteatrobastantedecentedelanochealamañana,siempreycuandoellugarofrezcabuenamadera.Elclientepagalosmateriales,porsupuesto.Peromehedadocuentadequecuandotengoestacasyclavospreparadosdeantemano,puedoahorrarmemuchotiempoygastosinnecesarios.Elprecioincluyetodoelservicio.

Asentí.—Nunca lohabíapensado… tenerquepagardemáspara construir un sitiodonde realizar los

juegos.Ahalaseencogiódehombros.—Losjuegosfunerariosnosonbaratos.Pasamos por un pequeño matadero donde colgaba una oveja sacrificada lista para el carneo.

Muchaspartesdelosanimales,queporlogeneralsedesechan,estabansecándoseaunlado.Diunospasoshaciaelrincóndelfondoparaobservarmejor,peroAhalametomódelcodo.

—Queríasveralosluchadores.Venporaquí.

Page 106: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Mecondujohastalaentradadelaempalizadainterior,levantólatrancayabriólapuerta.—Atuderechaestánlasbarracas,ellugardondecomenyduermen.Eláreadeentrenamientoestá

poraquí. ¡Ha llegadounvisitante!—bramó.Caminamosporunpasadizocubiertoysalimosaunaarenacuadrada,alairelibre,dondediezhombres,divididosenparejas,sesepararonbruscamenteylevantaronlasespadasdemaderaparasaludarallanista.

—¡Continúen!—gritóAhala.Loshombresvolvieronasuscombatesdepráctica,golpeandolasespadascontralosescudos.—Penséque…—¿Pensastequelosveríamosdesdearriba,comoenunanfiteatro?—dijoAhala.—Sí.Serióentredientes.—Aquínoofrecemosexhibicionesdecombates.Laúnicamaneradevereláreadeentrenamiento

esentrandoenella.Siquieres,acércate.Hueleelsudor.Míralosalosojos.Me sentí muy vulnerable. Estaba acostumbrado a ver a los gladiadores de lejos, en la arena.

Caminarasulado,sinningunaprotección,eracomoentrarenunajauladeanimalessalvajes.Elmásbajomellevabaunacabeza.Losdiez teníancascos,peroestabandesnudos.Alparecer,practicabangolpesenlacabeza,porquesurítmicoejercicioconsistíaenintercambiargolpesrepetidasvecesenelcascodecadauno.Losgolpesnoparecíanmuyduros,peroelruidoeraperturbador.

Por la formade sucuerpo, creí reconocer almenosaunode losgladiadoresquepelearonenSaturnia,eltraciodecuellocortoyrobustoquehabíatriunfadoenelprimercombate.Respectodelosotros,noestabamuyseguro.

—Tengounapregunta:¿tienesnubiosentretushombres?—¿Porquélopreguntas?—dijoAhala,arqueandounadesuscejas.—ViaunnubioesedíaenSaturnia,unretiarius.Cicerónsefijómuchoenél.«Justoeltoquede

exotismoquehizodeesaluchaunadíamemorable»,medijo.—¿Un retiarius? Ah, sí, ya lo recuerdo. Por supuesto, ese hombre está muerto. Pero da la

casualidaddequesítengootronubioenlacompañía.Altoyrobusto,comoelqueviste.—¿Tambiénesunretiarius?—Puede luchar con red y tridente, claro que sí. Todos mis gladiadores se entrenan para ser

versátiles.Puedenpelearenelestiloquegustes.—Sí,setratadedarlealpúblicoloquequiere,¿noesasí?Ofrecerlesexcitaciónymuchoparaver

—lasparejasdegladiadoresavanzabanyseretiraban,conlacadenciosaprecisióndelosacróbatas—.¿Puedoveraesenubio?

—¿Verloentrenar,quieresdecir?—Sí,¿porquéno?Ahalallamóasuasistente.—Traealnubio.Estehombrequiereverlopracticarconredytridente.Mientrasesperamos—me

dijo—, te explicaré cómo calculo los precios, según la importancia de los juegos funerarios querequieras…

Uninstantedespués, tuvequehacergrandesesfuerzosparanomostrarningunaexpresiónenelrostro.Nunca seme había ocurrido que los juegos funerarios pudieran costar tanto. Es cierto, unlanistatienequegastarmucho,peromediolaimpresióndequeAhalaobteníaunaenormeganancia.¿Por eso lo había buscado Zanziba, porque Ahala contaba con los medios para pagarle grandes

Page 107: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

sumasdedinero?—¿Son todos esclavos?—lo interrumpímientrasme explicaba un complicado plan de pago a

plazos.—¿Disculpa?—Tus gladiadores. ¿Son todos esclavos? He oído hablar de hombres libres que se ofrecen a

pelearpordinero.Mehandichoquegananmuybien.Ypuedentenertodaslasmujeresquequieran.—¿Estásconsiderandolaposibilidaddesolicitareltrabajo?—memiródearribaabajoyserió,

conciertacrueldad,pensé.—No.Erapuracuriosidad.ElnubioquepeleóenSaturnia,porejemplo…—¿Aquién le importa?—respondióAhala, con brusquedad—. ¡Está en elHades!—frunció el

ceño;ydepronto,seleiluminóelrostro—:¡Acátienesasureemplazo!Elretiariusqueentróeneláreadeentrenamientoeraunhombreimpresionante,alto,dehombros

anchos, elegante ymuy bien proporcionado. De inmediato comenzó una pelea de práctica con elgladiador que lo acompañaba: estaban realizando una vivida demostración en mi honor. ¿Era elmismonubioquehabíavistoenSaturnia?Esomepareció…¿oacasoestabahaciendolomismoquelereprochéaZuleika?¿Estabaviendoloquequeríaoesperabaver?

—¡Bastadepeleas!—dije—.Quieroverleelrostro.—¿Elrostro?—Ahalamemiró,perplejo.—Hepresenciadolapeleadeunnubio,elquevimorirenSaturnia,perojamáshevistoaunotan

decerca,frenteafrente.Permítemesatisfacermicuriosidad,lanista.Déjameapreciarsurostro.—Muybien.Ahalahizounaseñaylosgladiadoressesepararon;luego,leordenóalnubioqueseacercara.—Quítateelcasco—profirió.Elnubiodejóaunladolasarmas,sequitóelcascoyquedódesnudoantemí.Nohabíavistoel

rostro del nubio que peleó en Saturnia. Tampoco conocía el rostro de Zanziba. Pero esos ojospardos… ¿no los había visto antes? ¿Eran los conmovedores ojos de Zuleika en el rostro de unhombre?¿EraacasoZanziba?Lospómulosaltoseransimilares,asícomolanarizanchaylafrente.Peronoestabaseguro.

—¿Cómotellamas,gladiador?Dudóunmomento,comosuelenhacerlolosesclavospocoacostumbradosahablarconextraños.

MiróaAhala,yluegomiróalfrente.—Quirón—respondió.—¿Igual que el centauro? Buen nombre para un gladiador, supongo. ¿Has nacido con ese

nombre?VolvióadudarymiróaAhala.—Nolosé.—¿Dedóndevienes?—No…nolosé.—Quéextraño.¿Hacecuántoqueestásenelcampamento?¿DesdecuándoesAhalatulanista?—Yo…—¡Basta!—exclamóAhala—.¿Novesqueel sujetoes tonto?Peropeleaa laperfección, te lo

aseguro.Siquieresconocerlahistoriapersonaldecadagladiador,ponalgunossesterciossobrelamesaprimero,ycontrátalos.Seterminólavisitaguiada.Tengocosasquehacer.SituamigoCicerón

Page 108: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

o cualquier otro de sus ricos clientes necesita juegos funerarios, ya sabe dónde encontrarme.¡Ustedes,vuelvanasuentrenamiento!Teacompañoalasalida,Gordiano.

Apenassentíelportazoamisespaldas,losperros,quesehabíanmantenidoensilenciodurantemivisita,volvieronaladrar.

—¡Esél!—insistíaZuleika—.Tienequeserél.Descríbemelodenuevo,Gordiano.—Zuleika,telohedescritounmillóndeveces.Igualmentenopodemossabersielhombrequevi

eraZanziba.—Eraél.Estoysegura.PerosimurióenSaturnia,¿cómopuedeserqueestévivoahora?—Esunabuenapregunta.Perotengounasospecha…—Sabesalgoquenomehasdicho.Vistealgoenelcampamento.—Quizá.Tengoquevolveryecharotramirada,paraestarseguro.—¿Cuándo?SuspiréyobservélapequeñahabitaciónquecompartíamosenlaposadadeRávena.Erauncuarto

simple,condoscamasduras,unlamparínyunsoloorinal,peroenesemomento,amedidaqueellargodíadeveranosedesvanecíaenelocaso,meparecíaperfecto.

—¿Quépasarásiellanistanotedejaentrar?—Nopiensopedírselo.—¿Entrarásahurtadillas?¿Cómo?—Tengo cierta experiencia en esas cosas, Zuleika. Noté un pequeño lugar en la empalizada,

dondelasestacassonunpocomásbajasqueenotroslados.Sisuboporallí,ymelasarregloparanoquedar empalado, creo que puedo caer justo encima del matadero. Desde allí, no será difícildeslizarmehaciaabajo…

—¿Ylosperros?¡Oísteladraralosperros!Elhombreenelcaminonosdijoquelearrancaronunapiernaaunesclavo.

Carraspeé.—Sí,bueno,losperrossonundesafío.Perocreosaber,porlosladridos,dóndequedalaperrera.

Poresocompréestospedazosdecarneesta tarde;yporesoviajoconunapequeñabolsa llenadepolvos y pociones. En mi oficio, nunca sabes cuándo vas a necesitar un buen somnífero. Unoscuantos pedazos de carne espolvoreados con raíz de arpía molida, lanzados por encima de laempalizada…

—Pero, aunque duermas a los perros, también están los gladiadores, esos hombres entrenadosparamatar…

—Llevaréunadagaparaprotegerme.—¡Unadaga!PorlamaneracomodescribisteaAhala,ellanistapodríamatarteconsuspropias

manos—moviólacabeza—.Teexpondrásaungranpeligro,Gordiano.—Paraesomepagas,Zuleika.—Irécontigo.—¡Deningunamanera!

Aciertadistanciadelrecinto,atémicaballoaunárbolenanoyseguíapie.Erapasadalamedianoche,

Page 109: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

ylamedialunaestabacercadelhorizonte.Laluzqueirradiabamepermitíaavanzarconcautelaporelcamino,ylaslargassombrasmeocultaban.

El lugarestaba silenciosoymuyoscuro.Losgladiadores teníanquedormirbien.Mientrasmeacercabaalaempalizada,unperrocomenzóaladrar.Lancéunpedazodecarneporencimadelmuro.Losladridoscesarondeinmediato,oíenseguidalosmordiscos,yluegosóloelsilencio.

Escalarlaempalizadafuemásfácildeloquehabíaimaginado.Toméimpulso,trepérápidoporelladoásperodelasestacas,saltésinmirarporencimadelaspuntasafiladas,ycaíconpiefirmeeneltecho delmatadero, apenas con un ruido débil y seco.Hice una pausa para recobrar el aliento, yescuchéconatención.Deafueraproveníaunruidosordo,casisilencioso—quizáunanimalnocturnoqueseescabullía—,peroenelrecintoreinabaunprofundosilencio.

Bajé del techo y me dirigí de prisa a la puerta del recinto interior, donde se alojaban losgladiadores. Tal como sospeché, la puerta no estaba trancada. De noche, los hombres que vivíanadentropodíanirdondequisieranconabsolutalibertad.

Regreséalmataderoyentré.Comopensé,losórganosquesesecabanenelrincóndelfondoeranvejigasdeanimalessacrificados.Toméunaylaexaminébajolaluzdelaluna.Ahalaeraunhombrefrugal:lavejigahabíasidoutilizadamásdeunavez,yestabalistaparaserusadadenuevo.Habíancosidoy luegodescosido laaberturaconmuchadelicadeza: teníauncortealcostado,zurcidoconuna sutura bien meticulosa. El interior estaba muy limpio, pero a la luz de la luna me pareciópercibir,noobstante,restosdesangreseca.

Salídelmataderoymedirigíalcobertizodelasarmas,queenlaoscuridaddelanocheparecíaun bosque de siniestras figuras colgantes. Caminé, a través de las sombras, rodeado de cascos yespadas,hastaquelocalicéunodelosextrañostubosdemaderaymetalqueviantes.Losostuveenlamanoytratédecalcularleelpeso;luego,locoloquéenmiboca.Sopléporelagujero,concuidado,sin hacer ruido: pero aun así, me estremecí de miedo, pues el estertor agónico semejante a ungorgoteoquesaliódeltuboeraenverdadespantoso.

Tambiénasustóa laotrapersonaqueestabaen lahabitación,puesnomeencontrabasolo.Unasilueta detrás demí se sobresaltó, dio ungiro violento y pegó contra un casco colgante.El cascogolpeóunescudo,loqueprodujounatronadorsonidometálico.Lasiluetasetambaleóhaciaatrásychocó con más piezas de armaduras, soltándolas de los ganchos y desparramándolas con granestrépitoporelsuelo.

Elalborotodespertóporlomenosaunodelosperrosdrogados.Oíunaullidoespeluznantequeproveníadelaperrera.Instantesdespués,unhombrediolavozdealarma.

—¡Gordiano!¿Dóndeestás?Laborrosayaturdidasiluetateníavoz.—¡Zuleika!¡Tedijequenomesiguieras!—¡Cuántasespadas!¡Pareceunlaberintoinfernal!¡EselHades!Mecorté…Seguramentefuelasangreloqueatrajoalabestia.Vivenirsuperfilborrosodesdelaperreray

correrdeprisahacianosotros,comounproyectillanzadoporunahonda.Gruñendo,elanimaldiounsaltoyderribóaZuleika,queempezóagritar.

Deprontollegaronotrosalaarmería.Hombres,noperros.—¿Esunamujer?—murmuróuno.Elperrogruñó.Zuleikavolvióagritar.—¡Zuleika!—grité.

Page 110: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿Acasodijo…Zuleika?Uno de los hombres—alto, ancho de hombros y majestuoso en medio de las sombras— se

separódelosdemásycorrióhaciaella.Tomóunodelostridentescolgantesyseloclavóalperro,perolanzóungritodeexasperaciónyarrojóelarmaaunlado.

—¡PorlasbolasdeNuma,agarréunadelasfalsas!¡Quealguienmedéunarmadeverdad!Yome encontrabamás cerca, así que saqué la daga demi túnica y se la puse en lamano. Se

abalanzó sobre el perro, que emitió un gemido lastimero y luego se quedó inmóvil. El hombrelevantódeinmediatoalanimalsinvidayloapartóbruscamente.

—¡Zuleika!—gritó.—¿Zanziba?—respondióella,conunavozapenasaudible.Enmediodelasangre,elmiedoylaoscuridad,loshermanosvolvieronaencontrarse.

El peligro no había pasado: acababa de empezar. Puesto que había descubierto el secreto delcampamentodegladiadoresdeAhala,¿cómoibanadejarmeconvida?Eléxito,dehecholavidadetodosellos,dependíadelsecretoabsoluto.

SiZuleika nome hubiera seguido, habría podido trepar por la empalizada y volver aRávena,satisfechodehaberdescubiertolaverdadyconvencido,conrazonablecerteza,dequeelnubioquevitempranoesedíaeraelmismísimoZanziba,vivoeileso.Puespudeconfirmarmissospechas:Ahalay sus gladiadores sabían cómo burlar la muerte. Los combates que escenificaban en los juegosfunerariosparecían reales,pero lociertoesqueeran farsascarentesdeespontaneidadymuybiencoreografiadas. Cuando parecían sangrar, en realidad era la sangre de algún animal que salía aborbotonesdelasvejigasocultasenlaarmaduraligeraoenlostaparrabosdelosluchadores;odelextremohuecoyllenodesangredelasarmasconpuntaretráctil,diseñadasporloshábilesherrerosdeAhala. Los estertores provenientes de las gargantas de los gladiadores surgían, en realidad, detubos similares al que yo había encontrado y por cuyo agujero acababa de soplar. Sin duda habíamuchosotrostrucosdesuoficioquenoterminédedescubrirdurantemiinspecciónsuperficialynisiquierapudeimaginar;al finyalcabo,eranexcelentesprofesionales,unaverdaderacompañíadeacróbatasyactoresdegranexperienciaqueseganabanmuybienlavidasimulandoserunacompañíadegladiadores.

Misdudassedisiparoncuandofuiarrastradofueradelaarmeríahaciaelcieloabiertoymevirodeado de hombres desnudos, que se acababan de despertar violentamente. Las antorchas quellevabanenlasmanosalumbraronlanocheeiluminaronelrostrodeZuleika,queyacíaenlaarena,sangrandoperoviva,mientraslaatendíaunmédicoimperturbabledebarbacanosa.EracomprensiblequelacompañíadeAhalacontaraconunmédicoexperimentadoparacurarlesionesyocuparsedelosposiblesaccidentes.

Vi,entreelgrupodegladiadores,alsamnitaaltoy tosco,«muerto»enSaturnia, juntoal traciobajo y grueso que lo había «matado» (y que había representado muy bien su papel al perder elequilibrio y casi morir clavado en la espada enhiesta de su contrincante). Vi también a los dosdimacheri,cuyosensacionalespectáculodedagascentellantesleshabíavalidoelperdóndelpúblico.Allíestabaelgalopelirrojoquelehabíaasestadoel«golpemortal»aZanziba;ytambién,elpropioZanziba,dandovueltasinquietoalrededordesuhermanaydelmédicoquelaatendía.

—Noloentiendo—anuncióporfinelmédico—.Elperrodeberíadehaberladespedazado,pero

Page 111: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

parecieraqueapenaslerasguñólapiel.Quizálabestiaestabaaturdida…odrogada—melanzóunamiradasuspicaz—.Seacomofuere,haperdidomuypocasangre.Lasheridassonpocoprofundas,yya las he limpiado.Amenos que haya una infección, no necesitamayores cuidados.Lamuchachatuvomuchasuerte.

Elmédicoretrocedió,yZanzibasearrodillójuntoaella.—¡Zuleika!¿Cómomeencontraste?—Losdiosesmecondujeronati—susurró.Carraspeé.—Con ayuda del Sabueso—añadió—. ¿Eras tú a quien vi ese día en los juegos funerarios de

Saturnia?—Sí.—¿YluegootravezenRoma?Asintióconungesto.—Mequedépocotiempo,hacealgunosdías,perodespuésvolvíaRávena—dijo.—Pero,Zanziba,¿porquénomemandastebuscar?—Cuandoteenviéeldinero—respondió,conunsuspiro—,estabadesesperado.Pensabaquecada

díaeraelúltimodemivida.Viajéportodoelterritorio,ejerciendomioficiodegladiador,enesperadelamuerte,peroencambiosiempreerayoelquecausabalamuertedeotro.Hastaquemeencontréconestossujetos,ytodocambió—sonrióyseñalóaloshombresquelosrodeaban—.Unacompañíadehombreslibres,gladiadoresconexperiencia,quehanentendidoquenoesnecesariomataromorirparaofrecerleunbuenespectáculoalagente.Ahalaesnuestrolíder,peroesunomásentreiguales.Todos trabajamos con espíritu de equipo.Despuésdeunirme a ellos,mandépor ti… le envié unacarta a nuestro antiguo amo en Alejandría, pero desconocía dónde estabas. Yo no sabía cómoencontrarte.Penséquenuncamásvolveríamosavernos.

Lamuchachaempezóarecuperarlasfuerzasyseapoyóenloscodos.—¿Entoncestuspeleassonpurailusión?Zanzibasonrió.—Losromanos tienenundicho:«Losgladiadoresmuerensolounavez».Perohemuertoen la

arenamuchas,muchasveces.Yporesorecibomuybuenapaga.—Lafarsaquerealizanesincreíblementepeligrosa—dije,moviendolacabeza.—Notantocomoserungladiadordeverdad—respondióZanziba.—Hasta ahora lo han logrado—comenté—, pero cuanto más famosa se vuelva la compañía,

haganmás viajes y los veamás gente, algunos en varias ocasiones, más difícil serámantener elengaño.Elriesgodeserdescubiertosaumentaráconcadaespectáculo.Silosdescubren,losacusaránde sacrílegos… por lo menos. Los romanos imponen los castigos más crueles por esa clase decrímenes.

—Leshablasahombresquehanvistolamuertecaraacaramuchasveces—rugióAhala—.Notenemosnadaqueperder.Peroencambiotú,Gordiano…

—Tienequemorir—intervinouno—,igualquelosotrosquedescubrieronnuestrosecreto.—¿Lascalaverasquedecoranlaentrada?—pregunté.Ahalaasintió,conrostrosevero.—¡Nopodemosmatarlo!—protestóZanziba.—Mintióacercadelpropósitodesuvisita…—señalóAhala.

Page 112: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—PerosuintenciónerabuscaraZuleikaytraerlahastadondeyoestaba…Así empezó el debate sobre qué hacer conmigo; duró toda la noche. Al final, como era su

costumbre,decidieronvotar.Meencerraronduranteladeliberación.Nuncasabréloquedijeron;peroalamanecermeliberaron,ydespuésdehacermejurarquenuncalostraicionaría,Ahalamecondujohastalapuerta.

—¿Zuleikasequeda?Ahalaasintióconunmovimientodecabeza.—¿Cuálfueelresultadodelavotación?—Lamocióndeliberartefueaprobadaporlamínimamayoríadeunvoto.—¿Portanpocadiferencia?¿Cómovotastetú,Ahala?—¿Deverasquieressaberlo?Desatémicaballoymealejéconrapidez,sinmiraratrás.

ElprimerdíademillegadaaRomaCicerónestabaenelForo.Tratédeevitarlo,peromevioysemeacercódeinmediato,conunaampliasonrisa.

—¡Quéalegríaverte,Gordiano!Aunqueelclimaesinsoportable.Faltaaúnparaelmediodíayyahaceuncalorterrible.Merecuerdalaúltimavezquetevi,enunosjuegosfunerariosenSaturnia.¿Lorecuerdas?

—Porsupuesto—lerespondí.—¡Fueronunosjuegosmagníficos!—Sí—asentí,sinmuchasganas.—Pero,tediré,desdeentonceshevistojuegosaunmásespectaculares,enCapua.¡Quéluchadores

sorprendentes!Laestrelladelespectáculoerauntipoconunnombrebarbáricotracio.¿Cómoeraquese llamaba? Ah, sí, Espartaco. Como la ciudad de los guerreros, Esparta. Buen nombre para ungladiador,¿noteparece?

Le respondí que sí y cambié de tema apenas pude. Pero, por alguna razón, el nombre quemencionóCicerónsemequedógrabadoenlamente.ComohabíadichoZuleika,quéextrañassonlascoincidenciasquelosdiosesnosponenenelcamino,porque,unosdíasdespués,esenombreestaríaenbocadetodoRomaydetodaItalia.

Pues ese fue elmes de la gran revuelta de esclavos, liderada por Espartaco y sus gladiadoresrebeldes.Durómuchosmeses,y todoel territorioseviosumidoen laconflagraciónyelcaos.LarebeliónmellevóalabahíadeNeápolis,dondetuvemiprimeryfatídicoencuentroconunodeloshombresmásricosdeRoma,MarcoLicinioCraso,ynoventaynueveesclavoscondenadosamuerte.Peroesaesotrahistoria*[5].

¿QuéfuedeZanzibayZuleika?Enlosmesesdeluchaypánicoquesiguieronlesperdíelrastro,aunque seguí pensando en ellos. En particular, recordaba los comentarios de Zuleika acerca de laesclavitud romana. ¿Sus simpatías seenardecieronaúnmáscon la revuelta?¿Pudoconvencera suhermanoyasuscompañeros,siacasonecesitabaconvencerlos,paraqueseunieranalarebeliónysealzaranenarmascontraRoma?Siasílohicieron,entonceseramuyprobablequehubieranterminadomal;porquealalargalasfuerzasromanascercaronaEspartacoyasusseguidores,losvencieron,loscazaronymataroncomoaanimales,yluegomilesdeellosfueroncrucificados.

Sofocada la revuelta, la campiña volvió a la normalidad y tuve ocasión de viajar de nuevo a

Page 113: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Rávena. Fui de visita al campamento de Ahala. La entrada aún estaba decorada con huesos,deterioradaycorroída, ladeadahaciauncostadoyapuntodederrumbarse.Laempalizadaparecíaintacta,perolaspuertasestabanabiertas.Noencontréarmascolgadasenelcobertizo,yloscorralessehallabanvacíos.Lastelarañasseextendíanportodoelmatadero.Lasbarracasdelosgladiadoresestabanencompletoabandono.

Muchosmesesdespués,recibíunacartaprocedentedeultramar,escritaconlaletradeunescribaegipcio.

ParaGordiano,Sabuesoyamigo:LavoluntaddelosdiosesquisoquevolviéramosaAlejandría.DespuésdevivirenRoma,¡qué

civilizado parece este lugar! El relato de nuestras aventuras en Italia es inacabable; diré, nadamás, que escapamos pormuy poco.Muchos de nuestros compañeros, incluso Ahala, no tuvierontantasuerte.

Ahorramossuficientedineroparacomprarunpasajederegresoanuestropaísdeorigen.Enlatierradenuestrosantepasados,esperamosencontraranuestra familiayhacernuevasamistades.¡Cuántas historias fantásticas les contaremos de las extrañas tierras que visitamos! Y de esastierras, sin duda, ¡ninguna más bárbara que Roma! Pero es tu hogar, Gordiano, y te deseamosbuenafortuna.Recibeunadiósdetusamigos.

ZuleikaysuhermanoZanziba

Hanpasadomuchosaños,peroaúnconservoesepapiro.Nuncamedesharédeél.

Notadelautorsobreestanarración[7]

Page 114: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Popiyelpastelenvenenado

—EljovenCicerónmedicequeeresdiscreto.¿Escierto,Gordiano?¿Puedohacerteunaconfidencia?Teniendo en cuenta que la pregunta venía de un magistrado a cargo del cuidado de la moral

romana,penséconcuidadomirespuesta.—SieloradormásbrillantedeRomalodijo,¿quiénsoyyoparacontradecirlo?Elcensorsuspiró.—Tu amigo Cicerón también dijo que eras inteligente. ¿Respondes a una pregunta con otra

pregunta? Supongo que lo aprendiste al escuchar cómo defendía a ladrones y asesinos en lostribunalesdejusticia.

Ciceróneramiempleadorocasional,peronunca lohabíaconsideradoprecisamenteunamigo.¿Seríaunaindiscrecióncomentárseloalcensor?Calléyasentíconciertavaguedad.

LucioGelioPoplícola(«Popi»parasusamistades,comoluegomeenteré)eraunhombrerobustode unos setenta y tantos años.En una época diezmada por la guerra, los asesinatos políticos y lasrebelionesdeesclavos,llegaraesaedadinsólitayvenerableeraunapruebadelfavordelaFortuna.Pero, al parecer, la Fortuna había dejado de sonreírle; si no, ¿por qué había mandado llamar aGordianoelSabueso?

Elsalóndondenosencontrábamos,enlacasadePoplícola,situadaenlaColinaPalatina,estabadecoradodemanerasobria,perolospocosmueblesqueteníaerandelamejorcalidad.Laalfombraeragriega,unasencilla formageométricaenazulyamarillo.Lassillasantiguasy lamesa trípodequehacíajuegoerandeébano,conbisagrasdeplata.Elcortinajequecubríalaentradaymanteníalaprivacidaderauna lujosa telaverdeenhebradaconhilosdeoro.Lasparedesestaban teñidasdeunsombríocolorrojo.Lalámparadehierro,enelcentrodelahabitación,sesosteníasobretrespatasde grifo, y tres bocas de grifo exhalaban llamas uniformes. Con esa luz, mientras esperaba aPoplícola,echéunvistazoa lasetiquetasamarillasquecolgabanderollos,ordenadosenpequeñoscasillerosenelángulodelsalón.Labibliotecadelcensorconsistía,ensutotalidad,deseriostratadosde filósofos e historiadores, entre ellos no había poetas escandalosos ni dramaturgos frívolos.Lahabitaciónenteraindicabalapresenciadeunhombredegustoimpecableyaltosvalores:laclasedepersonaque, según laopiniónpública,merecía llevar la togapúrpura,unhombrecapacitadopararesguardarlassagradaslistasdeciudadanosyjuzgarlaconductamoraldelossenadores.

—Entonces, fue Cicerón quien me recomendó, ¿no es así? —en los diez años que nosconocíamos,Cicerónmehabíaproporcionadomuybuenostrabajos.

Poplícolaasintió.—Le dije que necesitaba alguien que investigara… un asunto privado. Un hombre que no

pertenecieraamicírculo,peroenquienpudieraconfiar;alguienminucioso,veraz,yabsolutamentediscreto.Creyóquetúeraselindicado.

—MehonraqueCicerónmehayarecomendadoaalguienconunaposicióntanimportantey…—¡Discreción!—insistió, interrumpiéndome—. Eso es lo único queme importa. Todo lo que

descubras mientras trabajes para mí, todo, deberá mantenerse en la más estricta confidencia. Merevelarásamíloquedescubras,yanadiemás.

Meobservóconunaintensidadperturbadora,bajoelceñofruncido.Asentíydije,despacio:—Siempre y cuando esa discreción no entre en conflicto con las sagradas obligaciones a los

dioses,censor,teprometomiabsolutadiscreción.

Page 115: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿Lojuras,portuhonorcomoromano?¿Porlassombrasdetusantepasados?Suspiré. ¿Porqué seráque losnobles siempre se tomana símismosy a susproblemas tan en

serio?¿Porquétodatransacciónrequieresiempreunainvocacióna losparientesmuertos?SeguroqueelterribledilemadePoplícolanoeraotracosaqueunaesposadescarriadaounchantajeacausadeunatractivoyjovenesclavo.Meirritósupedidodehacerunjuramentoypenséennegarme,peromihija,Diana,acababadenacer,loscofresdelacasasehabíanagotadoyyonecesitabaeltrabajo.Ledimipalabra,yjurépormihonorymisantepasados.

Extrajounobjetodeentre losplieguesdesu togapúrpuray locolocósobre lamesitaquenosseparaba.Viunplatillodeplata,yenél,algoqueparecíaunaespeciedemanjar.Distinguíeloloraalmendra.

—¿Quéteparece?—preguntó.—Pareceunpastel—aventuré.Toméunpedazoyloacerquéparasentirsuaroma.Sí,almendras;

yalgomás…—¡No,porHércules,nolocomas!—meloarrancódelasmanos—.Tengomotivosparacreer

queestáenvenenado—Poplícolaseestremeció,yporunmomento,lovimuchomásviejo.—¿Envenenado?—Elesclavoquemelotrajoestatardealestudio,unodemisesclavosmásantiguos,másqueun

sirvienteuncompañero…Puessiemprefueungoloso…igualquesuamo.¿Quédañomehacía,sidevezencuando,pensandoqueyonomedabacuenta,probabaunpocodemismanjares?Eracomounjuegoentrenosotros.Megustabamolestarlo;ledecía:«Loúnicoqueevitaqueengordeesquetúmesirvaslacomida».PobreCresto…—sepusopálido.

—Yaveo.Crestotetrajoelpastel.¿Yentonces?—Ledijequesefuera,yalejéelplatillomientrasleíaundocumento.Terminédeleer,enrolléel

pergaminoyloarchivé.Estabaapuntodecomermeuntrozocuandootroesclavo,miportero,entrócorriendoalestudio,muyalarmado.MedijoqueCrestohabíasufridounataque.Fuiaverlolomásrápidoquepude.Estabaenelsuelo,sacudidoporlasconvulsiones.«¡Elpastel!»,dijo,«¡elpastel!»,yluegomurió.¡Asíderápido!Laexpresióndesurostro…¡Horrible!—Poplícolalanzóunamiradaalmanjarytorcióloslabios,comosihubieraunavíboraenroscadaenelplatillo—.Esmifavorito—murmuró—.Canelayalmendras,endulzadasconmielyvino,conunapizcadeanís.Elplacerdeunanciano,unodelospocosquemequedan.Ahora,¡nuncamáspodrévolveracomerlo!

YtampocoCresto,pensé.—¿Dedóndeprovino?—HayuncallejónalnortedelForo,conpanaderíasaambosladosdelacalle.—Conozcoeselugar.—Latiendaquequedaenlaesquinasueleprepararlosdíapormedio.Tengoelpedidohechode

antemano;unpequeñogustoquemedoyamímismo.Crestovahastaalláatraerelpastelylocomoenlasprimerashorasdelatarde.

—¿FueCrestoquientetrajohoyelpastel?Miróelplatilloduranteunratolargo,ensilencio.—No.—Entonces,¿quién?Encogiósuspequeñoshombrosyfruncióloslabios.—Mihijo,Lucio.Vinoestatarde.Esloquemediceelportero,almenos;nolovi.Luciolepidió

Page 116: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

quenomemolestara,puesnosepodíaquedar.Solohabíavenidoparadejarmeelpastel.Élconocemicostumbredecomerestedulceenparticular,verás,yporunosnegociosenelForopasóporlaCalledelosPanaderosycomoteníaquehacerotradiligenciaymicasaestabaenelcamino,melotrajo.ElporteromandóllamaraCresto,Lucioselodioenvueltoenunpergamino,yluegosefue.Unratodespués,Crestometrajoelpastel…

Entendí por qué Poplícola me había hecho jurar por mis antepasados. Era un asunto bastantedelicado.

—¿Sospechasquetuhijopusoalgoenelpastel?—Noséquépensar—dijoél,negandoconlacabeza.—¿Hayalgunarazónparaquecreasquequierehacertedaño?—¡Claroqueno!—sunegativafuedemasiadovehemente,demasiadorápida.—¿Quéesloquequieresdemí,censor?—¡Quieroquedescubraslaverdaddetodoesteasunto!TellamanelSabueso,¿no?Averiguasiel

pastelestáenvenenado,yquiénloenvenenó.Yaveriguacómollegóamanosdemihijo…—Comprendo,censor.Dime,¿quiénentucasasabedeloocurrido?—Soloelportero.—¿Nadiemás?—Nadie.LesdijimosalosdemásqueCrestomuriódeunataquecardíaco.Nolecontéanadiede

lavisitadeLucio,odelpastel.Hiceungestoafirmativo.—Paraempezar,tengoqueveralmuerto,ydebointerrogaralportero.—Porsupuesto.¿Yelpastel?¿Ledoyunpedazoaalgúnperrocallejero,paraasegurarme…?—No creo que sea necesario, censor—tomé el platillo y lo olí una vezmás.Nome cabía la

menor duda: mezclado con el aroma de las almendras horneadas, reconocí el fuerte olor de lasustanciaquellamanalmendraamarga,unpoderosoveneno.Unascuantasgotasbastanparamataraunhombreenminutos.Cuanastutoymalicioso,espolvorearlasobreunpastelhechodealmendras.Un hombre goloso y hambriento sin duda comería un pedazo antes de sentir el sabor amargo, yentoncesseríademasiadotarde.

Poplícolamellevóhastaelcadáver.Crestoseveíabienpara laedadquetenía.Susmanoseransuaves. Su amo no lo obligaba a trabajar demasiado. La piel pálida tenía un rubor rosáceo, unapruebamásdequeelvenenoeraalmendraamarga.

Elcensorllamóalportero,alqueinterroguéenpresenciadesuamo.Eraunapersonareservada(comodebenserlosporteros),ynoañadiónadaaloquemehabíadichoPoplícola.

Muynervioso,Poplícolase retiróy ledio instruccionesalporterodequemeacompañaraa lasalida.Yaenelvestíbulo,listopararetirarme,unamujercruzóporelatrio.Vestíaunaeleganteestolaazulyllevabaelcabellopeinadoalamoda,sostenidoconpeinetasyhorquillassobrelacabezaenunaaltatorrequedesafiabatodalógica.Teníacabellosnegros,muynegros,exceptoporunmechónblancosobrelasienizquierdaque,comounacinta,formabaunacomplicadaespiralhaciaarriba.Memirófijoalpasar,peronomostróningunareacción.Sinduda,elcensorrecibíamuchasvisitas.

—¿Eslahijadelcensor?—lepreguntéalportero.—No.Levantéunaceja,peroelesclavo,pococomunicativo,noañadiónadaasurespuesta.—¿Essuesposa,entonces?

Page 117: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Sí.Mipatrona,Pala.—Esunamujerimpresionante.Trassupaso,dejóunhaloquequedóflotandoenelatriovacío.Suarrogantebellezanodejaba

entrever su edad. Supuse que era mayor que lo que aparentaba, pero difícilmente tenía más decuarentaaños.

—¿PalaeslamadredelLucio,elhijodelcensor?—No.—Entonces,¿essumadrastra?—Sí.—Yaveo—asentíymefui.

Como quería tener más información sobre Poplícola y los suyos, esa noche visité a mi amigopatricioLucioClaudio,quesabetodoloquehayquesaberacercadelospersonajesimportantesdelasaltasesferasdelasociedadromana.Queríaserdiscretoyrespetareljuramentoquelehabíahechoalcensor,demodoquedespuésdelacena,mientrasdescansábamosennuestroscanapésybebíamosunpocodevino,saquéarelucirelasuntodelaseleccionesylosvotosenformaindirecta,ydeahípaséaltemadelalistadecensos.

—Tengoentendidoque,segúnelúltimocenso,hayunosochocientosmilciudadanosromanos.—¡Increíble!—LucioClaudioserelamiólosdedosregordetes,unoporuno,saboreandolagrasa

deunacodornizasada.Conlaotramano,apartóunrizodepelorojodesufrente—.¡Siseguimosasí,pronto habrámás ciudadanos que esclavos! Los censores tienen que hacer algo para restringir laciudadanía.

Lasideaspolíticasdemiamigoeranconservadoras;despuésdetodo,losClaudioeranpatricios.Asentí.

—Hablandodeeso,¿quiénessonloscensoresactuales?—LéntuloClodiano…—dijo,metiéndoseundedoenlaboca—,yelviejoLucioGelioPoplícola.—Poplícola—murmuré,fingiendocandor—.¿Porquéelnombremeparececonocido?—Pero¿dóndetieneslacabeza,Gordiano?Poplícolafuecónsulhacedosaños.¿Noteacuerdas

delosdesagradablesincidentesconEspartaco?PartedelaresponsabilidaddePoplícolacomocónsulconsistía en enfrentar a los esclavos rebeldes…que le dieron una buena paliza, ¡no una, sino dosveces! ¡Quédeshonra! ¡Esclavosdegranja lideradosporungladiador ladinoquesedanel lujodeinfligirunaseveraderrotaalegionariosprofesionalesconducidosporuncónsulromano!Lagentedecía que Popi era demasiado viejo para dirigir un ejército. Tuvo suerte de que su carrera noterminaraahí.Perohanpasadodosaños,yPopiescensor.Muybuenpuesto.Además,seguro:¡yanoestáobligadoacomandarningúnejército!Idealparaalguiencomoél:tieneañosdeexperiencia,yesmuyhonesto.

—Pero¿quéesexactamenteloquehacenloscensores?—Sus dos tareas principales son el censo y la censura. Guardar la lista de votantes, asignar

votantesalastribus,asegurarsedequelastribuspatriciasseanlaspreferidasenlaselecciones…asíes como funciona. Bueno, no podemos permitir que en las elecciones de los magistrados esossetecientosnoventaynuevemilciudadanoscomunestenganmayorinfluenciaquenuestrasfamilias,lasde losmilciudadanosque rigenestaciudaddesdeRómuloyRemo;no tendría sentido.Eneso

Page 118: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

consisteelcenso.—Yaveo.¿Ylacensura?—Los censores no sólo deciden quién es ciudadano y quién no: también deciden qué es un

ciudadano. El privilegio de la ciudadanía implica ciertos valores morales, incluso en esta épocadisoluta. Cuando los censores ponen en la lista una marca negra por conducta inmoral junto alnombredeunciudadano,hayquepreocuparse.PuedenexpulsaraesesujetodelSenado.Dehecho…—seinclinóhaciamíybajólavozparaacentuarlagravedaddeloqueestabaapuntodedecir—.Dehecho, se rumorea que los censores publicarán una lista de más de sesenta hombres a los queexpulsarán del Senado por conducta inmoral. Estamos hablando de sobornos, falsificación dedocumentos, malversación de fondos… ¡Sesenta! ¡Será una verdadera purga! Te imaginas laatmósferaqueserespiraenelSenado.Todossospechandetodos,ytodosnospreguntamosquiénesestánenlalista.

—Nosepuededecir,entonces,quePoplícolaseaelhombremásqueridoenestosmomentos.—Por no decir algo peor. Pero nomalinterpretes; mucha gente está a favor de la purga. Por

ejemplo, cuenta conmi apoyo total. El Senado necesita una buena limpieza. Pero Popi se ganaráenemigosmuypoderosos.Loqueesunaironía,porquesiempretratódemantenerlapaz—rióLucio—.Ensujuventud,cuandoeragobernadordeGrecia,secontabaquePopireunióenAtenasatodoslos filósofos que debatían entre sí y prácticamente les rogó que llegaran a un consenso sobre lanaturalezadeluniverso.«Sino tenemosarmoníaen los cielos, ¿quépodemosesperar en la tierra,sinodiscordia?»—suhabilidadparaimitarlavozdelviejocensoreraextraordinaria.

—Censo y censura…—murmuré, tomando un sorbo de vino—. Supongo que los ciudadanoscomunesnotementantoaloscensorescomolosdemás.

—La marca negra de un censor es un problema para cualquiera. Impide el derecho al voto,cancela contratos de Estado, revoca licencias para abrir tiendas en la ciudad. Puede arruinar a unhombrey llevarloa labancarrota.Ysiuncensor tieneverdaderosdeseosdeperjudicaraalguien,puedehacerlocompareceranteuncomitéespecialdelSenadocreadoparainvestigarloscargosdeinmoralidadqueseleimputan.Unavezquelainvestigacióncomienza,noterminanunca…¡Desolopensarlo, unhombrehonestopodría sufrir un ataque cardíaco!Ah, sí, el puestode censor esmuypoderoso.Poreso loocupan sólo loshombresdecarácter irreprochable, sin lamenormanchadeescándalo:comoPopi.—LucioClaudiofruncióelceñoderepente,yarrugólafrente—.Ahorabien,esta tarde oí un rumor terrible, tan extravagante que no le di el menor crédito. Lo olvidé porcompleto,tantoqueenrealidadnolopenséhastaahora…

—¿Quérumor?—Es probable que no sea nada. Una calumniamaliciosa, inventada seguro por alguno de los

enemigosdePopi…—¿Quécalumnia?—Ah, una tontería, que el hijo de Popi, Lucio, había tratado de envenenarlo… ¡con un pastel!

¿Puedescreerlo?—arqueé lascejas, tratandodeparecersorprendido—.Peronunca faltanchismescomoesecuandounviejocomoPopisecasaconunamujerjovenybella,conedadparasersuhija.SellamaPala.EllasellevamuybienconsuhijastroLucio,¿yqué?Todoelmundolosvesalirjuntosdevezencuando sinPopi, riéndose,pasándolabienen las carreraso enel teatro,y es inevitable:empiezan a correr rumores desagradables. ¡Decir que Lucio trató de envenenar a su padre paracasarse con su madrastra! ¡Eso sí que sería un escándalo! Y estoy seguro de que a muchos les

Page 119: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

encantaríaque fueraciertoyquenada lesalegraríamás lavidaqueveraPopi revolcándoseenelfango,juntoconellos.

El intento de envenenamiento había ocurrido esa misma tarde, y Lucio Claudio ya lo sabía.¿Cómo pudo correr el rumor tan rápido? ¿Quién lo inició? Si el hijo de Poplícola era elenvenenador,sindudanofueél.¿YsiLucioerainocente,ynohabíacometidoningúncrimen?Quizálos enemigosde su padre lo engañaronpara que le llevara el pastelmortal, y luego empezaron apropagarelrumordeinmediato…

¿Opodríatenerunaexplicaciónmássimplelarapidezconquesedifundióelrumor?BienpodríaserqueelporterodePoplícolanofueratanreservadocomodedujealprincipioporsusrespuestaslacónicas.Sielporterolecontóaotroesclavodelafamilialodelpastelenvenenado,yesteasuvezselocontóaunesclavodealgunacasavecina,queentoncesselocontóasuamo…

Tratédemantenermeserio,peroLucioClaudionotómiselucubraciones.Aguzólavista.—Gordiano,¿quéestástramando?¿CómofuequellegamosaltemadePoplícola?¿Sabesalgode

estahistoria?Estababuscandounamaneradecumplirconeljuramentohechoalcensorsintenerquementirlea

miamigo,cuandomesalvó la llegadadeMomo,elamordeLucioClaudio.Lapequeña terrierdeMelita, una razamuyapreciada en esosdías, correteópor la habitación, blanca comounaboladenieve, e igual de redonda; en losúltimos tiemposhabía engordado tanto como su amo.Sepuso acorretearyaladraralospiesdeLucio,sinpodersaltaralcanapé.Miamigollamóaunesclavoparaquesubieraalaperraasuregazo.

—¡Miquerida,dulce,adorableMomo!—canturreó,olvidándosefelizmentedetodoelasuntodePoplícola.

Laalmendraamargaesunvenenodifícildeconseguir.Medijeronqueseextraedelasemilladelafrutacomún,peroestanletal(unhombreadultopuedemorirsillegaatocarlelapiel,osiloinhala)que hasta los contrabandistas se niegan a manipularla. Por lo general, los traficantes tratan deconvencer al esporádico cliente que busca ese veneno de que lo remplace por otro: «este tiene elmismoefecto»,ledicen,aunquehaymuypocosvenenosqueseantanrápidosyefectivos.

Mipeculiaroficiomehapuestoencontactocontodaclasedegente,desdepersonajesdelasmásaltas esferas, como Poplícola, hasta individuos de los estratos más bajos, como un desagradablevendedordevenenosypocionesllamadoQuintoFúgax.Élasegurabaserinmuneatodoslosvenenosconocidos,einclusosejactabadeprobardevezencuandolosnuevosproductos,sóloparasabersiloafectaban.Eraciertoqueninguno lohabíamatadoaún,pero tenía losdedossiempre teñidosdenegro, un espasmo constante le aparecía en la comisura de los labios, extrañas manchas ledesfigurabanlapiel,costrasyzonassinpelolecubríanlacabezayunapelículalegañosadecoloramarilloletapabaunojo.DetodoRoma,erasindudalapersonamenostemerosaymásdispuestaadistribuiralmendraamarga.

Meencontréconélaldíasiguienteenelantrodecostumbre,unapequeñaymiserabletabernaaorillasdelrío.Ledijequequeríahacerlealgunaspreguntasacercadeciertosvenenosysusefectos,paramiconocimientopersonal.Aceptóhablarconmigo,siempreycuandomantuvierallenasucopadevino.

Variascopasdespués,cuandomeparecióqueelvinolehabíasoltadolalengua,lepreguntéqué

Page 120: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

sabíadelaalmendraamarga.Serió.—¡Eselmejorveneno!Selodigoatodoelmundo,ynosoloporquesoyunodelospocosquela

vende.Perocasinuncamelapiden.Laalmendraamargaarrastraunamaldición,dicen.Laspersonastienenmiedodequesevuelvacontraellas,yqueelasesinoseconviertaenlavíctima.Puedepasar:esacosamataconsolomirarla.

—Entonces,nohaymuchademanda.—No,laverdadqueno—sesonrió—.Perojustamenteayervendíunpoco.Movívariasveceslacopadevinoyfingíobservarlossedimentos.—¿Ah,sí?Unpescadorconganasdedeshacersedesumujer,seguro.Sonriódeorejaaoreja,mostrandolascavidadesentrelosdientes.—Sabesquenuncahablodemiclientela.Fruncíelceño.—Aun así, no pudo ser nadie importante.Me habría enterado si algún senador o unmercader

adineradohubieramuertoenmediodesúbitasconvulsionesdespuésdeunaabundantecena.Fúgaxrió,conungruñido.—¡Ja!¡Ounaporcióndepastel!Contuveelalientoymantuvelosojosfijosenlossedimentosqueseguíangirandoenmicopa.—¿Quédices?—Unclientemepreguntó sipodíaecharlealmendraamargaaunpasteldealmendras.Ledije:

«¡Justoloquenecesitas!».—¿Qué,acasoerauncocinero?Oelesclavodeuncocinero,supongo.Porlogeneraltusclientes

teenvíanintermediarios,¿ono?Nuncatratancontigofrenteafrente.—Estesílohizo.—¿Enserio?—Elladijoquenolepodíaconfiaraningunodesusesclavosunacompratandelicada.—¿Ella?Arqueó las cejas y se tapó la boca con la mano, como un niño al que descubren contando

rumores;luego,echólacabezahaciaatrásylanzóunarisotada.—Dijedemasiado,¿no?Peronotepuedodecirquiénera,porquenolosé.Esosí,noerapobre.

Vino y se fue en una litera cubierta, de color azul, como su estola. Hizo que los portadores laesperaranaunascallesdedistanciaparaquenovieranadondeibaodedóndevenía,perolaseguíahurtadillasencuantosefue.Vicómosesubíaasuelegantelitera…¡Supeinadoeratanaltoquetuvoqueagacharseparapoderentrar!

Meesforcéporreírmeyasentí.—¡Esosexcéntricospeinadosdemoda!Surostrodesfiguradodeprontoadquirióunaexpresiónmelancólica.—Peroelsuyoerabonito.Brillanteynegro,conunmechónblancoquelocruzaba,¡comouna

rayaenlapelambredeungato!Bellamujer.Pobredelhombrequelahizoenfadar…—Pobredeél,sinduda…—aseveré.

EllugarprivilegiadoenlaesquinadelaCalledelosPanaderosestabaocupadoporunafamiliadenombreBebio;almenos,esodecíaelletrerodeelegantecaligrafíaqueadornabaelmostradorala

Page 121: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

calle. Una muchacha rubia y bajita, demasiado regordeta para mi gusto, pero con una sonrisaradiante,meatendióapenasllegué.

—¿Quédesea,ciudadano?¿Algodulceoalgosalado?—Dulce, creo. Un amigome dijo que aquí preparan los mejores pasteles de almendras de la

ciudad.—Meparecequeserefierealaespecialidaddepapá.Esloquenoshacefamosos.Losvendemos

enestapanaderíadesdehacetresgeneraciones.Perometemoquehoynotenemos.Loshacemosdíapormedio.Sinembargo,lepuedoofrecerunamaravillosatartadequesoymiel,esmuyrica.

Fingídudarporunmomento,yfinalmenteacepté.—Sí,dameuna.Omejorqueseantres:¡tengogentehambrientaencasa!Peroesunapenaqueno

tenganpastelesdealmendras.Amiamigoleencantan.Creoqueayerpasóporaquí.SellamaLucioGelio.

—Ah,sí, loconozco.Peroalque leencantaelpastelesa supadre,noaél.ElviejoPoplícolacompraunodecadahornadaquehacepapá.

—Perosuhijoestuvoaquíayer,¿noescierto?—Sí, estuvoaquí.Yomisma levendíelpastely se loenvolví enunpergaminoparaque se lo

llevara a su padre. Y compró unas ricas natillas para él y para la dama que lo acompañaba. ¿Legustaríaprobar…?

—¿Quédama?—Ladamaqueloestabaesperandoenunaliteraazul.—¿Tambiénessucliente?Lamuchachaseencogiódehombros.—En realidad, no la pude distinguir bien. Solo la vi por un instante cuandoLucio le daba las

natillas, y luego se fueron hacia el Foro.Aquí tiene, pruebe esto y dígame si no es digno de losdioses.

Me llevéa labocaunpedazode la tartadequesoymiely fingí entusiasmo.Enesemomento,aunquesehubieratratadodeambrosía,nohabríapodidosaborearla.

EsanocheledimiinformeaPoplícola.Sesorprendiódequehubieraterminadomiinvestigacióntanrápido,ymepidióquelecontaracadaunodelospasosdelprocedimientoyquelehablaradetodaslaspersonasconquienesmehabíaencontrado.Sepusodepie,mediolaespaldaymantuvolavistafijaenlasombríaparedrojamientraslerelatabacómolleguéasospecharquesetratabadealmendraamarga; cómo, luego de ofrecerle abundante vino, interrogué a uno de los pocos sujetos quecomercian con ese veneno en particular y obtuve una descripción casi segura de Pala; y cómo lavendedoraenlapanaderíanosolomeconfirmóqueLuciohabíacompradoelpasteleldíaanterior,sinoque,además,lovioenunaliteraazulencompañíadeunamujer.

—Confiesoquenadadeesopuedeconsiderarseunapruebadefinitiva,pero tengorazonesparacreer que Pala compró la almendra amarga por la mañana, que quizá Lucio estaba con ella,esperandoenlalitera,oqueluegoseencontraron,yquedespuésfueronjuntosalapanadería,dondeélcompróelpastel.Entoncesunodeellos,oambos,espolvoreósobreelpastelelveneno…

Poplícola encorvó los hombros, flacos y enjutos, y emitió un grito apagado, con taldesesperación que me quedé sin palabras. Cuando se dio vuelta para mirarme, parecía haber

Page 122: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

envejecidodiezañosenuninstante.—Sontodaspruebascircunstanciales—dijo—,nolegales.Lecontestéconlentitud,calculandocadapalabra.—Ladefinicióndepruebalegalesmuyprecisa.Parasatisfacerauntribunal,todoslosesclavos

involucrados serían citados a testificar: los portadores de la litera, tu portero, quizá los sirvientespersonalesdeLucioyPala.Losesclavosobservantodo,yporlogeneralsabenmásqueloquesusamoscreen.Tendríanquesertorturados,porsupuesto:eltestimoniodeunesclavoesinadmisible,amenos que se obtenga por medio de la tortura. Conseguir tales pruebas está fuera de misposibilidades,censor.

Moviólacabeza.—No te preocupes por eso.Ambos sabemos cuál es la verdad. Siempre lo supe, por supuesto.

LucioyPala,amisespaldas…¡peronuncacreíquellegaranatanto!—¿Quéharás,censor?Según la ley,Poplícola tenía la facultad, comopater familias, demandar ejecutar a suhijo sin

necesidaddejuicioodecualquierotraformalidad.PodíaestrangularaLucioconsuspropiasmanosopedirleaunesclavoquelohiciera,ynadiecuestionaríasuderechoahacerlo,enespecialenesascircunstancias.Yestabaautorizadoparahacerlomismoconsumujer.

Poplícolanorespondió.Volvióamirarlapared,ysemantuvorígidoeinmóvil, tantoquetemíporél.

—¿Censor…?—¿Qué haré? —profirió, por fin—. ¡No seas impertinente, Sabueso! Te contraté para que

descubrieras algo.Ya lo hiciste, lo demás no es de tu incumbencia.Te irás de aquí con oro en labolsa,notepreocupes.

—Censor,noquise…—Hiciste un juramento, por tus antepasados, de que no hablarías con nadie de este asunto. Te

exijoquelocumplas.Sitepreciasdeserunromano…—Notienesquerecordármelo,censor—lointerrumpíconbrusquedad—.Nohagojuramentosa

laligera.Sacóunabolsadesutogapúrpura,contóalgunasmonedas,lascolocósobrelamesaqueestaba

delantedemí,ysaliódelahabitaciónsindecirunapalabra.Nadiemeacompañóhastalapuerta.Caminoalvestíbulo,confundidoporlaira,toméelcamino

equivocado,nomedicuentahastaquelleguéaunenormejardínrodeadodeunperistilo.Proferíunamaldicióny, cuandoquisevolverporelmismocamino,viaunhombreyunamujerdebajode lacolumnataalotro ladodel jardín,muycercaelunodelotro,comosiestuvieranhablandodealgomuyserio.LamujereraPala.Teníalosbrazoscruzadosylacabezaenalto.Porlamaneracomosecomportaba el hombre, lo habría considerado su esposo, si nohubiese sabidode quién se trataba.LucioGelioeramuyparecidoasupadredejoven,hastaenlafríamiradaquemelanzócuandomeretiréprecipitadamente.

En los días siguientes,memantuve alerta en espera de cualquier novedad en la casadePoplícola,perosólohubosilencio.¿Planeabaelancianounahorriblevenganzacontrasuhijoysuesposa?¿Oseguíanellostramandoalgocontraél?¿Oacasohabíanllegadoaunacuerdo,despuésdeconfesiones

Page 123: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

deculpayperdones?Meparecíamuypocoprobableque se reconciliarandespuésdeuna traicióncomoesa.

HastaqueunamañanarecibíunanotademiamigoLucioClaudio:

Queridoamigo,compañerodemesa,ycolegaenelconocimientoderumores:No terminamos nuestra discusión sobre Poplícola el otro día, ¿no es cierto? Te cuento los

últimosrumores(habladuríasdespreciables):envísperasdelagranpurgadelSenado,alguienoyódecir que algunosmiembros pensaban iniciar un proceso contra el hijo del censor, LucioGelio,acusadodeaceptar los favoresde sumadrastraydeplanearelasesinatodePopi.Un juicioasíprovocaríaunverdaderoescándalo.¿Quépensaríalagentedeunmagistradoacargodelamoralquenopuedeevitarquesuhijoysumujergocendelavoluptuosidaddelamor,yqueconspirenparamatarlo?Losqueestánencontra(ysonposiblesblancos)delapurgadirán:«¡Limpiabientucasa,Poplícola,ynopretendaslimpiarlanuestra!».

¿Quién sabe cuál será el resultado de un juicio como ese? Toda la familia quedarádesacreditada y cubierta de oprobio… si hay algo sucio en alguno de ellos, los acusadores nodescansarán hasta encontrarlo. Y si Lucio resulta culpable (todavía no lo puedo creer), no lepermitiránelexilio:loejecutarán,juntoconPala,yparasalvarlasapariencias,Poplícolatendráqueactuarcomounseveropaterfamiliasypresenciarlo.MetemoquetodoestopodríaocasionarlamuertedePopi.Sinduda,seráelfindesucarreraenlapolítica.Sufriráunaterriblehumillación,ytodos se burlarán de su autoridad moral. De ninguna manera podría seguir siendo censor. ¡NohabríapurgaenelSenado, y lapolítica seguiría sucursonormal!Vivimosenépocas increíbles.Bueno,pues,venacenarconmigoestanoche.Comeremosfaisán,yelcocineromehaprometidounasalsadignadelosdioses…

Esanoche,elfaisánfueunadelicia.Lasalsateníaunsabrosogustilloamentaquepersistíaincitanteenlaboca.Peronohabíaidoporlacomida.

Porfin,tocamoseltemadelcensorysusproblemas.—Entonces,habráunjuicio—dije.—Pues,dehecho…no—respondióLucioClaudio.—Peroenlanotaquemeenviasteestamañana…—Quedaanuladaporlosnuevosrumoresdeestatarde.—¿Y?Luciosereclinóenelcanapé,acaricióaMomoymelanzóunamiradasagaz.—¿Porcasualidad,Gordiano,nosabrásmásdeesteasuntodeloquehasdejadoentender?—Nadaquepuedadiscutir,inclusocontigo,amigo,sinviolarunjuramento.Mediolarazón.—Supuseque seríaalgoasí.De todosmodos, ¿no seríaposiblequemedijeras, conun simple

«sí»o«no»,siPalayLucio,enrealidad…?¡Gordiano,tevescomosielfaisándeprontotehubieracaídomuymal!Bueno,quenadiedigaque leheprovocadouna fuerte indigestiónaun invitadoacausadeunapregunta indiscreta.Tendréqueaceptar,pues,quenomedirás laverdad.Pero,en talcaso,noséporquéhabríadecontarteatilasúltimasnoticiasdelForo.

Hizo unmohín y volvió toda su atención aMomo. Tomé un sorbo de vino. Lucio empezó a

Page 124: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

ponerse nervioso.Al rato, sus ansias de compartir los últimos chismes fueronmás fuertes que él.Tratédenosonreír.

—Bueno,pues,siquieressaberlo,telodiré.Popi,ensucalidaddecensor,convocóauncomitéespecialdelSenadoparainvestigarlasacusacionesdeflagranteinmoralidadcontrasupropiohijo;osea,losrumoresdeadulterioeintentodeparricidio.Elcomitécomenzarálainvestigaciónloantesposible,yelpropioPopilapresidirá.

—Pero¿cómoafectaráestoalfuturojuicio?—Nohabrájuicio.Quedainvalidadoporlainvestigación.UnamovidaastutaporpartedePopi,

supongo,yvalientetambién.Evitaquesusenemigosconviertaneljuiciopúblicoenunescándaloy,deesaforma,élmismoseocuparádelaculpaoinocenciadesuhijo,apuertacerrada.ElcomitédelSenado tendrá elúltimovoto,peroPopi supervisará cadaprocedimiento.Claroque las cosasbienpodríanescapárseledelasmanos.SielcomitéinvestigadordescubrequeLucioGelioesculpable,elescándaloimplicaríade todosmodoslaruinadePopi—moviólacabeza—.Peroesonosucederá.PuessiPopiestádispuestoaencargarsedelasunto,esoquieredecir,sinduda,quesuhijoesinocente,yPopilosabe…¿noesasí?—Luciolevantóunacejaymemiró,inquisitivo.

—Noestoysegurodeloquequieredecireso…—respondí,yeracierto.

LainvestigacióndelaconductamoraldeLucioGelioduródosdías,ysellevóacaboenlamáximaprivacidad del Senado, al que sólo tuvieron acceso los escribas, los testigos y los senadores. Porsuerte para mí, Lucio Claudio estaba entre los senadores del comité, y cuando terminaron lasinvestigaciones,meinvitóacenarensucasa.

Élmismomerecibióenlapuerta,yantesdequepudieradecirunapalabra,reconocí,ensurostrorechonchoyradiante,queestabafelizporlosresultados.

—¿Elcomitéllegóaunaconclusión?—pregunté.—¡Sí,yquéalivio!—¿Quedó Lucio Gelio libre de los cargos que se le imputaban? —traté de no parecer muy

escéptico.—¡Por completo! ¡Todo ese asunto fue una absurda patraña! Puros rumores maliciosos y

sospechasinfundadas.PenséenCresto,elesclavoquehabíamuerto.—¿NohuboningunapruebadequeLucioGeliofueraculpable?—Nosepresentóninguna.Bueno,unfulanovioaPalayaLucioGeliosentadosmuyjuntosenel

CircusMaximus,yotrofulanolosviodelamanoundíaenelmercado,yotromenganodicequelosencontró besándose bajo la sombra de unos árboles en laColina Palatina. Puras calumnias, purosdisparates.CitamosaPalayaLucioGelioparaquesedefendieranporsímismos,ylosdosjuraronquenohabíanhechonadainapropiado.ElpropioPoplícolahablóensufavor.

—¿Ningúnesclavofueatestificar?—Eraunainvestigación,Gordiano,nounjuicio.Notenemosautoridadparaobtenertestimonios

bajotortura.—¿Ynohubomástestigos?¿Otrasdeclaraciones?¿Tampococomentariosacercadelrumordel

pastelenvenenado?—No.Siexistieraalguiencapazdeexponerpruebas irrecusables, lohabríamosencontrado,sin

Page 125: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

duda;habíamuchossenadoresopositoresdePopienelcomitéy,créeme,desdequeempezaronlashabladurías,estuvieronrecorriendotodalaciudadenbuscadeesaspruebas.Simplemente,nolashay.

Recordéalvendedordevenenosyalamuchacharubiaquemeatendióenlapanadería.Amímeresultófácilencontrarlos;losenemigosdePoplícolaempezaronconmenosinformación,escierto,pero sin dudahabrían enviado también a sus propios sabuesos a descubrir la verdad. ¿Por quénollamaronatestificaralamuchacharubia,almenos?¿Nadierelacionóelrumordelpastelenvenenado—algotansimple—conlapanaderíaquepreparabaeldulcepreferidodePoplícola?¿Erantantorpeslasfuerzasencontradelcensor?

Luciorió.—¡Ypensarentodaslascomidasquenoprobé,porculpadePopi!Ahoraqueélysufamiliahan

sidoreivindicados,puedeseguirconsucargodecensor.MañanaPopipublicarálalistadesenadoresque se ganaron una marca negra por conducta inmoral. ¡Ya era hora! Más espacio para todosnosotrosenlascámarasdelSenado—suspiró—.Enserio,cuántaspreocupaciones,yafindecuentas,eratodounafarsa.

Sí,pensé,receloso,todofueunafarsa.Pero¿quépapeldesempeñéyoenella?

AldíasiguientefuialaCalledelosPanaderos,conlaideadeprobar,porfin,elfamosopasteldealmendras que preparaba la familia Bebia… y para averiguar si, en efecto, ningún miembro delcomitédelSenadohabíaidoabuscaralajovenrubia.

Caminéporlaestrechayserpenteantecallecitaylleguéalaesquina.Sentíunaconmoción.Envezdelrostrosonrientedelamuchacharubiadetrásdelmostrador,meencontréconelfrentedelatiendatapiadocontablones.Gruesosbrochazosdepinturacubríanelnombredelafamilia,quehabíaestadoahíportresgeneraciones.

Un tendero,en lamismacalle,notóquemirabasorprendido lapanaderíayme llamódesdesumostrador.

—¿BuscaalosBebia?—Sí.—Sefueron.—¿Adónde?—Niidea.—¿Cuándo?Seencogiódehombros.—Haceunosdías.Delanochealamañana,todosjuntos.Bebio,sumujerysuhija,losesclavos…

Un día estaban aquí, al siguiente, desaparecieron. ¡De repente! Como actores que caen por elprosceniodelescenario.

—¿Porqué?Mehizounaseñaparaquemeacercara,ybajólavoz.—SospechoqueBebiosemetióenseriosproblemasconlasautoridades.—¿Quéautoridades?—¡ElSenado,nimásnimenos!—¿Porquélodice?—Unpardedíasdespuésdesupartida,unossujetosdeaspectotoscoestuvieronenlacalle,dando

Page 126: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

vueltas,preguntandodóndeestabaBebioyadondehabía ido.Inclusoofrecierondinero,peronadielespudodecirnada.Yluego,unosdíasdespués, llegaronmásextraños,conlasmismaspreguntas,peromejorvestidosyconrollosdepergaminomuyelaborados;decíanqueestabanrealizandounaespeciedeinvestigaciónoficial,yquetenían«autoridadsenatorial».Aunqueesonoimportómucho,porquenadiesabíaquéhabíapasadoconBebio.Quémisterio,¿no?

—Sí…—SupongoqueloquehizoBebiofuemuymalo,porquesefuedelaciudadrepentinamenteysin

dejarrastro—moviólacabeza—.Estriste;latiendapertenecióasufamiliadurantemuchotiempo.¡Y ni siquiera me dejó la receta de su famoso pastel de almendras antes de desaparecer! Podríahaberlo hecho. La gente viene todos los días a pedir los pasteles. Pero, dígame, ¿no le gustaríacompraralgodulce?Estospanecillosdemielglaseadaacabandesalirdelhorno.Venga,sientaestearoma…

¿Quéeramejor?¿Visitaraunvendedordevenenosconelestómagovacío,oconelestómagolleno?Supusequeloprimeroseríalomejor,asíquerechacélaofertadelpanaderoyseguímicamino,através del Foro y delmercado ganadero a orillas del río, y de ahí, hasta la pequeña taberna quefrecuentabaQuintoFúgax.

Despuésdecaminarbajolabrillanteluzdeldía,elinteriorestabamásoscuroquelanoche.Tuvequeentornar losojosmientrasme tropezabacon losbancos, al tiempoque realizabamibúsquedaentrelosmiserablesconcurrentes.Habíaqueserunbebedorempedernidoparaestarenunlugarasíaesashorasdeldía.Elsueloapestabaavinoyaguapútridaderío.

—¿Buscasaalguien?—preguntóelcantinero.—AunsujetollamadoFúgax.—¿Eseespantajoconunojoamarilloymalaliento?—Elmismo.—Malasuerte;peronotanmalacomoladetuamigo.—¿Quéquieresdecir?—Losacarondelríohaceunpardedías.—¿Qué?—Seahogó.Lapobrealimañasedebedehabercaído:noesculpamíasiunhombresaledela

taberna demasiado borracho para caminar. Aunque, quizá… —me miró con seriedad—, quizásalguienloempujó.

—¿Porquélodices?—Fúgax estuvo alardeando por aquí que pronto conseguiría una gran suma de dinero. ¡Loco

estúpido!Deciralgoasíenestebarrioeslomismoquebuscarselíos.—¿Ydedóndeibaasacartantodinero?—Esomismoquisesaber,asíquelepregunté:«¿Qué?¿Estáspensandovendertucasadecampoa

orillas del Tíber?». Se rió yme dijo que iba a vender algo, sí… información, informaciónmuyimportante,porlaquepersonaspoderosaspagaríanmuchodineroparaobtenerla,oparaevitarqueotroslaobtuvieran.Pocoprobable,pensé.«¿Quésabeunarataderíocomotúquepuedaimportarleuncominoaalguien?»Serió,nadamás.Estabamedioloco,sabes.Semeocurrequealguienoyósusalardes,tratódeasaltarlo,seenfureciócuandovioquenoteníanadayloarrojóalrío.Lagentedel

Page 127: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

muelle que lo encontró me dice que parecía que se había golpeado la cabeza con algo… difícilsaberlo,contantascostrasyerupcionesqueteníaenelcuerpo.¿Loconocíasbien?

—Losuficienteparanolamentardemasiadosumuerte—lancéunsuspiro.Elcantineromemiró,perplejo.—¿Quierestomaralgo,ciudadano?Habíarechazadoelpanecillodelpanadero,peroaceptéelvinoqueelcantineromeofreció.

ElporterodelacasadePoplícolameinformó,sindarmemuchosdetalles,queenesemomentosuamonorecibíavisitas.Entrésinhacerlecasoyledijequeesperaríaenelestudiorojo.

Esperéunbuenrato,suficienteparacuriosearentrelospergaminosdelapequeñabibliotecadePoplícola:textosdeAristótelessobreética,textosdePlatónsobreelconocimientodesímismo.Algosemoviódetrásdelacortinaverdequecubríalaentrada.QuienentrónofuePoplícola,sinoPala.

Eramásbajadeloquehabíapensado:latorredepelocreabalailusióndealtura.Pero,alavez,eramásbelladeloquecreíalprincipio:bajolaluzreflejadaenlasparedesrojas,supieladquiríaunlustresuave,cremoso.Latersajuventuddesurostrocontrastabaconlasofisticacióndesusojos.Atancortadistancia,mefuemásdifícilaúncalcularsuedad.

—TúdebesserGordiano—dijo.—Sí.—Mi esposo está agotado, física y emocionalmente, por los sucesos de los últimos días. Es

imposiblequetereciba.—Creoquedeberíarecibirme.—¿Acasonotehapagadoya?Apretélosdientes.—No soy un instrumento que se usa una vez y que luego se desecha. Lo ayudé a descubrir la

verdad. Le conseguí cierta información. Ahora descubro que una familia inocente se ha vistoobligadaaocultarse,yqueunhombrehamuerto,posiblementeasesinado,paraevitarquehable.

—Si te refieres al sujeto llamado Fúgax, estoy segura de que la ciudad entera se sentirá mástranquiladehaberselibradodeunacriaturacomoesa.

—¿Quésabesdesumuerte?Norespondió.—Insistoenhablarcontuesposo.Memiró,desafiante.—Lo que sea que tengas que decirle a Popi, me lo puedes decir a mí. No hay secretos entre

nosotros…yano.Lohemosaclaradotodoentreélyyo.—¿Ycontuhijastro?—Padreehijosehanreconciliado.—¿Yahabéisresueltolostreselasunto?—Sí.Peroesonoteincumbe,Sabueso.Comobiendices,tecontrataronparaaveriguarunacosay

yalohiciste.Seterminó.—SeterminóCrestoyseterminóFúgax,querrásdecir.Yquiénsabequépasóconelpanaderoy

sufamilia.Respiróhondoymemiróirritada.

Page 128: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—El esclavo Cresto pertenecía a mi esposo. Su muerte causó un daño a la propiedad de mimarido. Cresto era viejo y lento, robaba parte de la comida de su amo, y probablemente nosobreviviríaotro invierno:suvalorenelmercadoeranulo.APopi,ysóloaPopi, lecorrespondebuscar la debida compensación por su pérdida, y si prefiere pasarlo por alto, ni tú ni nadie tienederechoameterseenesteasunto.

Cruzólosbrazosyempezóapasearsedespacioporlahabitación.—ConrespectoaFúgax,comodije,sumuertenoesunapérdidaparanadie.¡Diríaque,másbien,

fueunserviciopúblico!Nosólotratódechantajearnoscuandonosamenazaronconunjuicio,sinotambién después durante la investigación. Era un sujeto estúpido, vil y traicionero; y ahora estámuerto.Esotampocoteincumbe.

Llegóhastaelrincónmásalejadodelahabitaciónysediovuelta.—Conrespectoalpanaderoyasufamilia,recibieronunacompensaciónmásqueadecuadapor

losproblemasquelesocasionamos.—¡La tienda fue propiedad de su familia durante generaciones! No puedo creer que la haya

abandonadoporvoluntadpropia.Sepusotensa.—Escierto,alprincipioBebionoquisocooperar.Tuvimosquepresionarlounpocoparahacerlo

entrarenrazón.—¿Lopresionaron?—Unamarcanegradelcensorjuntoasunombrelehubieraocasionadograndesproblemas.Tan

prontocomoseloexplicamos,BebioentendióquelomejorerairsedeRomaconsufamiliayabriruna tienda en otro lado. Estoy segura de que sus pasteles de almendras serán una sensación enHispania,comolofueronaquíenRoma.Quépena.Popilosecharádemenos—nohabíanipizcadeironíaensuvoz.

—¿Yquépasaráconmigo?—¿Contigo,Gordiano?—Sémásquenadiesobreesteasunto.—Sí,esverdad.Parasersincera,penséquehabíaquehaceralgocontigo,ylomismopensómi

hijastro.PeroPopidijoquejurasteportusantepasadosquenotraicionaríasnuncaelsecreto,queledistetupalabra,deromanoaromano.Éldamuchaimportanciaaesascosas.Insistióenquedebíamosdejarteenlibertad.Yteníarazón:nodijistenada.Miesposoconfíaenqueguardarássilencio.Estoyseguradequenolodecepcionarás.

Sonrióconserenidad,sindarmuestrasdelmenorremordimiento.Semeocurrióque lapropiaPalaseparecíaaunaporcióndepastelenvenenado.

—Yaloves—dijo—.Todoresultóperfectoparacadaunodelosinteresados.

Encuantoalolegalyalopolítico,elasuntodePoplícolayelpastelenvenenadohabíaconcluido.Eltribunaldelaopiniónpública,sinembargo,seguiríacomentándoloduranteaños.

Algunos afirmaban que el propio Poplícola tergiversó la investigación del Senado, queintimidaronalostestigosprincipales,losenviaronalexiliooinclusolosasesinaron,queelcensorestabaarruinadodesdeelpuntodevistamoral,eraindignodelcargo,yquelafelicidaddesuhogareraunagranmentira.

Page 129: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

OtrosdefendíanaPoplícoladiciendoquetodaslashabladuríasproveníandeantiguossenadoresrencorosos y de moral depravada. Algunos incluso llegaron a afirmar que el episodio fue unademostración de la sabiduría y el profundo sentido de justicia de Poplícola. Después de oíracusacionesdeesaenvergaduracontrasumujerysuhijo,cualquierotrosehubieravengadoyhechojusticia por su propia mano. Pero Poplícola, con fuerza sobrehumana, se contuvo, pidió unainvestigaciónoficialylogrólimpiarelnombredesusseresqueridos.Porsucalmayperseverancia,fríaeimperturbable,Poplícolafuetomadocomoelmodelodelasagacidadromana,ysufielesposa,Pala,seganólaadmiracióndetodosporconservarladignidadpesealasmáscruelescalumnias.

Encuantoasuhijo,lacarrerapolíticadeLucioGeliosedesarrollósinmayorestropiezosacausadel escándalo. Se volviómás activo en los tribunales y en el Senado, y expresó con franqueza suaspiracióndellegarasercensor,siguiendolospasosdesupadre.Muyrarasvecessuscrímenesnocomprobados le causaron molestias, como en la ocasión en que, durante un violento debate conCicerón,loamenazó,llenoderesentimiento,condarleaprobarsupropiamedicina,aloqueelgranoradorrespondió:

—¡Mejoreso,LucioGelio,aquemedesaprobarunpedazodetupastel!

Notadelautorsobreestanarración[8]

Page 130: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

LascerezasdeLúculo

—Lohecho,hechoestá.Elactorealizadoadquiereunaaparienciadeinevitabilidad,sinimportarquemomentos antes haya parecido incierto. ¿No estás de acuerdo, Gordiano? —Cicerón sonrió conironía.

—Noséquéquieresdecir—lerespondí.Paseábamos por el Foro una hermosamañana de primavera. Frente a nosotros, las esponjosas

nubes blancas se arremolinaban en el horizonte más allá del Capitolio, formando una inmensaaureolaencimadeltemplodeJúpiter;peroalotrolado,elcielomanteníasuinmaculadocolorazul.Elairecálidoysuavetransportabalasmelodíasdeloscantosdelospájaros,posadosenlostejosquecrecíanenla laderadelaColinaPalatina,anuestra izquierda.Avanzábamosapasolento,peronosdetuvimos cuando un grupo de vestales salió del templo circular de su diosa y cruzó delante denosotroscon losmentonesenaltoyunaexpresiónarrogante.Unadeellassedignóa lanzarleunamiradaaCicerón,quelerespondióconunasutilreverencia.Reconocíasucuñada,Fabia;añosatrástuve que librarla del terrible castigo impuesto a las vestales que rompen el voto de castidad. Alparecer,Fabianomevio,omeevitóapropósito.SucedeentreaquellosquebuscanlosserviciosdeGordianoelSabuesocuandoestánendificultades:unavezqueelproblemadesapareceyyanomenecesitan,medesvanezcoantesusojos,comoelhumodeunincensariosedispersaenunsoplodeairesindejarrastros.

Cicerón,cansadodecaminar,quisosentarseunmomentoenlabancadepiedraqueestabajuntoalospeldañosdeltemplodeCastoryPólux.Hizounaseña,indicandoellugarvacíoasulado,perolecomentéquepreferíaseguirdepieporunrato.

—¿Quédecíasacercadelainevitabilidad?—lepregunté.Cicerónmurmurópensativo:—CreoquefueEnioelquedijo:«Yahasidohecho:percibolosdesigniosdelhado.¿Acasopudo

habersidootroeldesenlace?».—EniohablabadelasesinatodeRemoamanosdeRómulo,simalnorecuerdo.Pero,porHades,

¿dequéestáshablando,Cicerón?Sealzódehombrosyentrecerrólosojos,comobuscandoalgúnejemplo,perosospechéqueya

sabíaconprecisiónloquequeríadecir,ytansóloestabahaciendounapausaantesdedecirloparaquesuspalabrasparecieranespontáneasynoestudiadas.Ciceróneraabogado,ylosabogadoshablanasí:nuncadicenlascosasenformadirectacuandopuedenpracticarelartedelacircunlocución.Noteníasentidoapurarlo.Suspiré,ydecidísentarmedespuésdetodo.

—Piensa, Gordiano: hace apenas diez años, digamos durante el consulado de mi buen amigoLúculo,¿quiénhubierapodidopreverconalgunacertezaelfuturoprocederdelaRepúblicaromana?EnelOeste,elgeneralrebeldeSertorioalentabaeldescontentoenelSenadohaciaHispaniaconelobjetivode crear una república rival; él y sus seguidoresdecíanque representaban a la verdaderaRoma,ydabanmuestrasdequererconquistarlapropiaciudadalgúndía.Mientrastanto,enelEste,laguerracontraelreyMitrídatestomabauncarizinfortunado:RomahabíaqueridodevorarmásqueloquepodíaengullircuandoinvadiólosterritoriosdeMitrídatesenAsiaMenor,ytodoindicabaquenosatragantaríamosconeseerror.

»¡Yfueentoncescuando,paraagravarlasituación,nuestrosenemigosdecidieronunirsusfuerzascontranosotros!Sertorioenvióa sumanoderecha,MarcoVario,paraquedigirierael ejércitode

Page 131: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Mitrídates, y de prontoRoma se vio inmersa en una batalla contra generales romanos en los dosflancos.LossucesossevolvieronmásdesconcertantesporqueSertorioeratuerto,¡yVariotambién!Unohabíaperdidoenbatallaelojoderecho;elotro,elojoizquierdo…nuncarecuerdocuálperdiócuál.DejandodeladoaAristótelesysudesprecioporlascoincidencias,cualquierhistoriadortediráque la Fortuna tiene preferencia por las simultaneidades extrañas y los raros paralelismos: quéinteresantecómo loseventosdieronungiroparaqueRoma fueravencidapordosde suspropiosgenerales,doshombresque,entreambos,poseíanunpardeojos,loqueparalamayoríaesunhechocomún.Deboconfesarte,Gordiano,queenmishorasmáspesimistascreíqueSertorioyMitrídatestriunfaríanysedividiríanelmundo;lahistoriahubieratomadouncursomuydistinto,yRomaseríahoyunlugardiferente.

—Peroesonofueloquesucedió—dije.—No. Sertorio, por su personalidad dominante, se volvió tan insoportable que sus propios

seguidoresloasesinaron.Susecuaztuerto,Vario,fueungeneralmenoscompetentequeloesperado;en un combate naval cerca de la isla de Lemnos, Lúculo lo capturó y acabó con su ejército.DerrotamosalreyMitrídatesentodoslosfrentes,ylequitamoslosterritoriosmásvaliosos,quehoypagantributoaRoma.Lohecho,hechoestá,yelresultadosiemprenosparecióinevitable;lavictoriaromanaeraindudabledesdeuncomienzo,porlagraciadelosdioses,ynopudoserdeotramanera.

—¿Creeseneldestino,entonces?—Romacreeeneldestino,Gordiano,porquesiempre,encadaetapadesuhistoria,sudestinose

hizomanifiesto.—Quizá—dije,aunquelodudaba.Lanaturalezademitrabajomeobligabaaindagar,explorary

hurgardetrásdelaaparienciadelascosas,levantarcadaalfombra,sepodríadecir,yexaminarlosdesperdicios debajo de la superficie. La experiencia me ha enseñado que ningún hombre (y, porextensión, tampoco las naciones) tiene lo que se llama un destino manifiesto. Los hombres y lasnacionessedesenvuelvenenlavidaaempujones,atontasyalocas,partiendoconfrecuenciaenladirecciónequivocadayretrocediendo luego:por logeneralcometenerrorescatastróficosy tratan,condesesperación,deocultarlos antesde continuary cometerunnuevoerror.Si acaso losdiosesparticipanenelproceso,esporlogeneralparadivertirseaexpensasdelosdesventuradosmortales,noparaseñalarleselcaminohaciaunagloriapredeterminada.Sololoshistoriadoresylospolíticos,que sirven a sus propios intereses y ven el pasado de manera borrosa, observan el curso de losacontecimientosydescubrenlosdesigniosdelavoluntaddivina.

NomehabríasorprendidomuchoqueCiceróntuvieraunpuntodevistadistinto.Enesemomento,estaba llegando rápida e indudablemente al apogeo de su carrera política. Su desempeño comoabogadoen los tribunales lehabíaganado laamistadde las familiasmáspoderosasdeRoma.Unasucesión de campañas electorales exitosas le había asegurado el ascenso en las magistraturas. Enefecto,eraelfavoritoenlaspróximaseleccionesparaelconsulado.Cuandoloconocí,variosañosatrás,erajoveneinexperto,yteníaunavisióndelmundomuchomáscínica;desdeentonces,eléxitolo habíamoderado y otorgado un aire de autosatisfacciónmuy común entre los que creen que sutriunfoesinevitable,juntoconeldesuciudadyeldelimperioalquesirven.

—Ysinembargo—acoté—,silascosashubieransidodistintas,Sertoriosehabríaconvertidoenel rey de Occidente, con su capital en Hispania, y Mitrídates seguiría como indiscutible rey deOriente;Romahabríaquedadoreducidaaunpequeñopuebloatrasadoqueambossedisputarían.

Cicerónseestremeciódesolopensarlo.

Page 132: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Entonces, esuna suertequeSertorio fuera asesinado, yqueLúculovencierapor completo aMitrídates.

Carraspeé.UnacosaeraqueCicerónseperdieraenespeculacionesfilosóficassobreeldestino,yotraquecontradijerahechosdelahistoriareciente.

—MeparecequePompeyo tiene la tareadeponer fin,deunavezpor todas,a laguerracontraMitrídates.

—Pompeyotienelatareadeterminarlaguerra,sí;peroLúculopeleócontraMitrídatesduranteaños,entodaAsiaMenor,antesdequeloobligaranaregresaraRomayloforzaranaentregarelmandoaPompeyo.SiPompeyovence aMitrídates, es sóloporqueLúculo le facilitó las cosas—resoplóCicerón—.DesdequeregresóaRoma,ledebeaLúculoelreconocimientodeltriunfoporsusmúltiples victorias enOriente, aunque sus enemigos políticos han conspirado, con éxito, paraprivarlodelagloria.Bueno,pues,esaoposiciónacabarápronto,yenunaño,Lúculopodráporfincelebrarsutriunfo;quizá(ysignificaríaparamíungranhonor)duranteelañodemiconsulado,silosdiosesfavorecenmielección.Asíquetepido,Gordiano,quenomeobliguesadiscutirsobreelpapeldePompeyocomoúnicoconquistadordeOriente.Lúculodejóexhaustoalenemigo,mientrasquePompeyotansóloseacercóamatarlo.

Meencogídehombros.Eraunacontroversiaenlaquenoteníaunaopinióndefinitiva.Cicerónseaclarólagarganta.—Seacomofuere,¿tegustaríaverloycompartirconélunacenatranquilaestanoche?—¿Veraquién?—Cómoaquién,aLúculo,porsupuesto.—Ah…—asentí.Así que ese había sido el verdaderopropósito para citarme esamañana, y la

razóndesusdigresiones.EltemahabíasidoLúculodesdeelprincipio.—¿Lúculomeinvitó?—Sí.Ydéjamedecirte,Gordiano,queningúnhombresensatorechazaríaunainvitaciónacenar

conLúculo.SusconquistasenOrientelohanhechomuy,muyrico,ynoconozcoanadiequedisfrutetantogastandosufortuna.Susfestinessonfamosos…¡inclusocuandonoinvitaanadie!

Le di la razón. Lúculo era conocido como un gran epicúreo, practicante de la buena vida ydispuesto a gozar del placer de los sentidos. Aun en las campañasmilitares se destacaba por susextravaganteshábitosculinarios.Milesderomanosesperabanconansiaslacelebracióndesutriunfo,pues además de un fabuloso desfile, habría entretenimientos públicos, banquetes, y el reparto deobsequiosentrelosespectadores.

—SiLúculodeseabamicompañía,¿porquénomebuscódirectamente?¿Yaquédeboelhonordesuinvitación?

Enotraspalabras:¿enquéproblemasehabíametido,yquéesperabaquehicierayoalrespecto?Eltemadelpagonoeraimportanteenesemomento:Lúculonoeramezquinoysepodíadarellujodesergeneroso.

Cicerónmemiróconsuspicacia.—¡Ay,Gordiano,Gordiano!¡Túsiempretanreceloso!Enprimerlugar,LucioLicinioLúculono

eslaclasedepersonaquemandaunesclavoparaentregarunainvitaciónaunconciudadanoquenoconoce. ¡No es su estilo en absoluto! Obtiene nuevas amistades pormedio de los que ya son susamigos.Esmuyestrictoalrespecto:hacehincapiéenlabuenaeducación.Loquenosignificaqueseapetulante:todolocontrario.¿Mecomprendes?

Page 133: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Tuvemisdudas.—Bueno,pues—continuóCicerón—,fuiyoquienmencionótunombreyquienlediolaideade

queleconvendríaconocerte.Ynoconpropósitosviles;elcontextoeraporcompletoinocente.¿QuésabesdelcírculodeamigosdeLúculo?

—Enrealidad,nada.—No obstante, simencionara sus nombres, sin duda los reconocerías. Gente famosa, de gran

estimaensusdistintosmedios,lomejordelomejor.HombrescomoAntíocodeAscalón,elfilósofogriego;Arquesilao,elescultor;yporsupuesto,elpoetaAuloArquías.LostressonloscompañerosinseparablesdeLúculo.

—Claroqueheoídohablar de ellos: ¿Lúculo tiene la costumbrede coleccionar amigos cuyosnombrescomienzanconlamismaletra?

—No eres el primero en notarlo—dijo Cicerón con una sonrisa—; «las tres A». A veces elpropioLúculoserefiereaellosdeesamanera.Unameracoincidencia,notieneimportancia:yestoysegurodequeAristótelesestaríadeacuerdo,másalládelainicialdesunombre.Detodosmodos,como te imaginarás, las conversaciones en la mesa de Lúculo son bastante elevadas, discusionessobrefilosofía,arte,poesíayesascosas.Aveces, inclusoamímeresultaunpocodifícil imponermisideas…¿podráscreerlo?—serióacarcajadasdesupropiaautocrítica;poreducación,lancéunarisitaentredientes.

—Últimamente—continuó—,Lúculosehainteresadoporeltemadelaverdadylapercepción:cómosabemosloquesabemos,ycómodistinguimosloverdaderodelofalso.

—Creoquelosfilósofosllamanaesoepistemología.—¡Exacto!Ves,Gordiano,atitampocotefaltarefinamiento.—Norecuerdohaberdicholocontrario.Cicerónserió,peropreferínoreírmeestavez.—Detodosmodos,Lúculodicequesehacansadodeoírlosmismospuntosdevistaunayotra

vez.YasabequédiránAntíoco,ArquesilaoyArquías,segúnsuspropiasmanerasdepensar: ladelfilósofo, la del artista y la del poeta. También conocemi opinión: ¡la del político! Parece que lepreocupa un problema en particular, aunque no lo expresa en forma directa, y nuestras ideas desiempreyanolesirvendenada.Poreso,cuandocenéconélhaceunosdías,ledijequeconocíaaunsujetoquebienpodríaofrecerlealgooriginal:GordianoelSabueso.

—¿Yo?—¿Acasonoteobsesionaelconceptodeverdad,comoacualquierfilósofo?¿Noesciertoque

observaslaverdaderaformadelascosasconlaagudapercepcióndeunescultor,yqueexponeslafalsedadconelingeniodeundramaturgo?¿Nojuzgaselcarácterdelaspersonasconlaperspicaciadeunpolítico?Loqueesmásimportante,¿nodisfrutasdeunaespléndidaeinolvidablecenacomocualquier otro hombre? Lo único que pide a cambio tu anfitrión es el placer de tu compañía yconversación.

Expuestodeesamanera,noteníarazónalgunaparanegarme.Aunasí,meparecíaquehabíaalgomásentodoesteasuntoqueCicerónnoestabadispuestoarevelar.

Para llegar hasta la villa de Lúculo, tuvimos que salir de las murallas de la ciudad por la PortaFontinalis,recorrerunapequeñadistanciaporlavíaFlaminia,yluegosubirporelmontePincio.Un

Page 134: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

muro de piedra cercaba sus dominios; solo se podía entrar por una puerta de hierro muy bienresguardada. Aun después de atravesarla, no podía verse la casa, pues estaba rodeada de ampliosjardines.

Losjardinessuscitabanmuchoscomentarios,puesLúculoteníacientosdeárboles,flores,videsyarbustosprovenientesdeAsiaMenor,ylehabíacostadounafortunatransportarloshastaRoma,juntoconunverdaderobatallóndejardineros.Algunasdelasplantashabíanlogradoecharraícesensueloitaliano, pero otras no, por lo que el jardín cambiaba constantemente, con algunas zonas vacías yalgunaplantadeaparienciatristona.Noobstante,lamaestríadelosconsumadospaisajistasdeLúculosehacíaevidenteentodoslosrincones.Exquisitasvistassesucedíanmientrasrecorríamoselsenderoempedradoqueserpenteabaporlaladeradelacolinahastalacasa.Elcaminoestabaadornadoaquíyalláconbancosrústicos,estatuasyfuentes.Portodosladosseveíanflorecerplantasdesconocidas,ylas hojas de árboles exóticos temblaban en la cálida brisa. Por los enrejados se derramabanenredaderasdeextrañosfrutos.Pormomentospudedivisar,entreelexuberantefollaje,lostemplosenlacimadeldistanteCapitolio,olosdestellosdelTíber,sinuosoylejano;másdeunaveztuvequedetenermeparaasimilarsemejantepaisaje.

Me acompañaba Cicerón. Había recorrido ese sendero serpenteante muchas veces, pero lecomplacíacaminarlentoparasatisfacermiasombroymiestupor.

Porfin,llegamosalacasa.Unesclavonosdiolabienvenida,suamonosesperabaenelsalóndeApolo,yloseguimos.

Cicerónahogóungruñidoyrefunfuñó,envozbaja:—¡ElsalóndeApolo!—¿Conocesellugar?—pregunté,cadavezmásasombrado,mientrasatravesábamoslasterrazas,

lospórticosy lasgalerías.Por todos ladosvipiezasyobjetosqueLúculohabíaadquiridoenAsiaMenor para adornar su casa romana: estatuas griegas, placas ornamentales, relieves esculpidos,balaustres cincelados, azulejos brillantes, alfombras magníficas, lienzos luminosos, coloridaspinturas de cera al encausto, mesas y sillas de espléndido tallado, e incluso columnas enteras demármol.LúculohabíatrasladadotodopormaryalolargodelTíber;susingenieros,arquitectosydecoradores se vieron en la dificultosa tarea de crear, con aquellos elementos tan dispares, unconjunto armonioso. Fue un milagro que lo lograran. Dondequiera que se mirara, opulencia yabundanciacolmabanlavista;nadaeravulgaruostentoso.

—Lúculorecibeasusinvitadosenmuchossalonesdistintos,segúnelhumorenqueseencuentre—meexplicóCicerón—.Acadahabitaciónseleasignaungastoespecíficoparalacena.Lascomidasmás sencillas (que sólo pueden considerarse sencillas según las pautas de Lúculo) se sirven en elsalón de Hércules; las bandejas son de platería simple, la comida incluye platos de la cocinatradicional romana,y losvinossondecosechassolounpocomáscarasque loque lamayoríadenosotros,modestossenadores,podemospagar.ALúculolegustausarelsalóndeHérculesparaunasencillacomidaporlatarde,encompañíadeunospocosamigosíntimos.Penséquecenaríamosallí.Pero¡elsalóndeApolo!Tienesuntuososcanapés,laplateríaesimpresionanteylacomidaesdignade los dioses. Estoy seguro de que beberemos vino Falerno. Ningún delicioso manjar nos seráprivadoporelcocinero.Si tansóloLúculomehubieraavisado,habríadejadodecomerunpardedías,paraestarpreparado.Mipobreestómagoyagruñe,temeroso.

Desde que lo conozco, Cicerón ha sufrido de irritación estomacal. Losmalestares disminuíancuandohacíaunadietasimple,perocomoocurríacontodoslospolíticosdeéxito,suvidaconsistía

Page 135: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

en una seguidilla de cenas y fiestas, y rechazar los ofrecimientos de un anfitrión podía serconsideradounagrosería.«Miestómagoyanomepertenece», sequejóunavezantemí,mientrasgemíayseagarrabaelestómagodespuésdeunacomidasuculenta.

Finalmente,cruzamosunaentraday llegamosaunmagníficosalón.Enunapared,unaseriedepuertasconducíana la terraza,desde laquesepodíaverel jardíny,a ladistancia,elCapitolio.LaparedopuestaestabacubiertadeunmuralsoberbioquecelebrabaaApoloylosdonesqueconcedióala humanidad: la luz solar, el arte, lamúsica.Lo rodeabauna comitiva de gracias ymusas.Enunextremo de la habitación, colocada en un nicho, se destacaba una imponente estatua del dios, casidesnudoydedeslumbrantebelleza,esculpidaenmármolypintadaconcolorestanvivosque,poruninstante,sucumbíalailusiónylleguéacreerquesetratabadeunserdecarneyhueso.

Aunque había espacio en el salón para albergar a cientos de invitados, la concurrencia en esaocasióneramuchomenor.Loscanapésestabanacomodadosenunsemicírculocercadelaterraza,loquepermitíadisfrutardelacálidabrisaconaromadejazmín.

Al parecer, fuimos los últimos en llegar, porque sólo quedaban vacíos dos canapés junto anuestroanfitrión.Lúculo,reclinadoenelcentrodelsemicírculo,alzólavistacuandollegamos,peronoselevantó.Vestíaunatúnicacolorazafránconexquisitosbordadosenrojoyuncintodeeslabonesde plata; su cabello, gris en las sienes pero aún abundante en un hombre de cuarenta y seis años,estabapeinadohaciaatrásparamostrarlafrenteabultada.Apesardesureputacióndesibarita,teníabuencutisyunacinturanomásgruesaqueladelamayoríadeloshombresdesuedad.

—¡Cicerón!—exclamó—. ¡Qué bueno verte! ¡Justo a tiempo para comer lisa!Mandé traer unenvíoestamañanadeCumas,deloscriaderosdepecesdeOrata.Elcocineroquisoprobarunanuevareceta que consiste en asar en un palo el pescado relleno con una salsa de aceitunas;me dijo quedespuésdelprimerbocado,voyadesearmorir,segurodequelosplaceresterrenalesyanopodránalcanzarpináculomássublime.

—No importa cuál sea el placer; siempre hay otro que lo supera —respondió uno de losinvitados.EratanparecidoanuestroanfitriónqueadvertídeinmediatoqueeraelhermanomenordeLúculo,MarcoLicinio.Sedecíaqueeranbuenosamigos;dehecho,Lúculoseabstuvodecompetiren las elecciones para su primer cargo político hasta que su hermanoMarco no cumplió la edadrequerida para presentar su propia candidatura. La intención era que ambos fueran electos edilescurules.Losjuegosqueorganizaroneseaño, losprimerosenexhibircombatesdeelefantescontraosos, fueron legendarios. A juzgar por su comentario y su indumentaria (un quitón griegoelegantemente cosido con hilo de oro en los bordes), Marco era mucho más epicúreo que suhermanomayor.

—¡Desear la muerte luego de comer lisa! ¿Has oído alguna vez algo tan absurdo? —Elcomentario, seguido de una risa que suavizaba su dureza, provino del invitado sentado frente aMarco.Loreconocíenseguida:eraCatón,unodelossenadoresmáspoderososdeRoma.Elnoeraepicúreoenabsoluto,eraestoico,reconocidopordefenderlasanticuadasvirtudesdelafrugalidad,lamoderaciónyelservicioalEstado.Teníalacabezarapadayvestíaunasimpletúnicablanca.Apesarde sus diferencias filosóficas, Catón y Lúculo se habían convertido en aliados políticosincondicionales,grandesamigos,ycuñados,graciasalmatrimoniodeLúculoconlamediahermanadeCatón,Servilia,celebradoelañoanterior.

Al lado de Catón, la propia Servilia estaba reclinada en un canapé. A juzgar por el ostentosovestido rojo, las joyas de plata y el elaborado peinado, era evidente que compartía los gustos

Page 136: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

epicúreosdesumarido,ynolosvaloresestoicosdesuhermano.Aunquesuspómulosteñidosysuslabios pintados no eran demi agrado, proyectaba una especie de sensualidadmadura quemuchoshombreshubieran consideradoatractiva.Aunque su silueta exuberantepodía inducir al error, algome decía que mostraba los primeros signos de un embarazo. Servilia era la segunda esposa deLúculo,quesehabíadivorciadodeunadelashermanasClodiaporadulterioflagrante.

Los otros tres invitados eran los compañeros griegos de Lúculo que Cicerón me habíamencionadoantes.El poetaArquías era, probablemente, unosdiez añosmayorque supatrono:unsujeto pequeño con una barba gris muy bien recortada. Antíoco el filósofo era la persona máscorpulenta del salón, y sus varias papadas le tapaban el cuello. El escultorArquesilao era elmásjovendetodos:unhombreatractivoenextremoymuymusculoso;seveíamuycapazdeutilizarelmartilloyelcincel,ydemovergrandesbloquesdemármol.Supuseque laestatuadeApoloenelfondode lahabitacióneraobrasuya,puesel rostrodeldioseracasiunautorretrato.Tambiéneraprobablequehubierapintadoelmural,yaqueseveíaelmismorostro.NocabíalamenordudadequeArquesilaoeraunartistadeenormetalento.

Depronto tuveuna insólita sensaciónde incomodidad.Despuésde tantos añosde lidiar con laéliteromana,depresenciarsuspeoresmomentosyconocersusdebilidades,erararoquemesintieraintimidadoencompañíadecualquiergrupo,fueraonodelamásaltaalcurnia.Perorodeadodelosbrillantes amigos de Lúculo, y en un ambiente tan opulento y, a la vez, de un refinamiento tanimpecable,mesentísinningunadudacomopezfueradelagua.

Cicerónme presentó. Lamayoría de los invitados sabían quién era; sus venias amistosas y lamencióndeminombremehicieronsentirunpocomásseguro.Lúculo le indicóaCicerónquesereclinaraenelcanapéasuderecha,yamí,enelquesehallabaasuizquierda.

Lacenafueespectacular:anguilaalaparrilla,suculentacarnedevenado,polloasadoyunagranvariedad de verduras de estación bañadas en delicadas salsas, acompañada delmás exquisito vinoFalerno. Conforme corrió el vino, se relajó la conversación, interrumpida por carcajadas. Losmiembrosdel círculo íntimodeLúculo estaban tan agusto entre ellosqueparecíanhablar enunaespeciedelenguajesecretooencódigo.Entreellos,yoeraunintrusoqueapenaspodíacontribuiralaconversación:másquenada,escuchéyobservé.

Servilianosmostrósuúltimaadquisición,uncollardeperlasensartadasenunafinacadenadeoro, y se jactó del bajo precio que había conseguido: casi lo que costaba mi casa en la ColinaEsquilina.Esto llevó aunadiscusión sobre el dineroy las inversiones, que terminó en el acuerdogeneral (meabstuvedeopinar)deque las tierrasen lasafuerasdeRomacostabanmásque loquevalían, pero una casa de campo en Etruria o en Umbría, con esclavos incluidos, aún podíaconseguirseabuenprecio.

MarcoLicinio lepreguntóaCicerónsiel rumorquehabíaoídoeracierto,quesu rivalen laspróximas elecciones consulares era Catilina, el patricio radical. Cicerón le respondió con unepigramagriego;noentendímuybienloquedijo,perolosdemássedesternillaronderisa.Luegosiguieron hablando de política. Catón se quejó de un senador, colega suyo, que había usado unconfuso pero antiguo procedimiento para vencer a sus opositores; Catón, negándose a decir elnombre,serefirióalsujetopormediodeunapodoobsceno,quizásunjuegodepalabras,aunquenopudereconocerlo.CreoqueestabahablandodeJulioCésar.

ParecíaqueArquíasestabaenplenoprocesodecomponerunpoemaépicosobrelascampañasdeLúculoenOriente,yteníalaesperanzadeterminarloatiempoparalacelebracióndeltriunfodesu

Page 137: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

patrono.ApedidodeCicerón,Arquíasrecitóunnuevopasaje.Setratabadeunaescenaqueelpropiopoetahabíapresenciado:elhundimientodelaflotadeMarcoVario,elromanorebelde,cercadelaisla de Lemnos. Sus palabras, al conjurar imágenes llenas de terror, sangre y gloria, se volvíanfascinantes.Enunmomento,mencionólasórdenesdeLúculoasushombresconrespectoalasuertedelromanorebelde:

¡CapturenconvidaaVario,nolomaten!¡Nosepaseporlaespadaaunhombredeunsoloojo!¡Sidesobedecen,lesarrancarélosojosylosarrojaréporlaborda!

El rostro de Lúculo se ensombreció al escuchar esas palabras; pero luego aplaudió conentusiasmo, como los demás, y le prometió aArquías un lugar de honor en la celebración de sutriunfo.

Cuandollegóelfaisánconsalsadepiñones,laconversaciónadquirióuntonofilosófico.Antíocoera partidario de la llamada Nueva Academia, una escuela de pensamiento que sostiene que lahumanidadposeelafacultadinnatadedistinguirloverdaderodelofalsoylarealidaddelafantasía.

—Podemosdeducirlaexistenciadetalfacultadsiconsideramosloopuesto,queestafacultadnoexiste —dijo el corpulento filósofo, limpiándose un poco de salsa del mentón—. La percepciónprovienedelossentidos,nodelarazón.Veounacopafrenteamí:alargolamanoylatomo.Séquelacopaexisteporquelosojosylamanomelodicen.Ah,pero¿cómoséquepuedoconfiarenmisojosyenmismanosenestecasoenparticular?Despuésdetodo,enocasionesvemosunacosaqueenrealidadnoexiste,oquealmenosnoesexactamenteloquepensábamosqueera;otocamosalgoenlaoscuridad,creyendosaberloquees,yluegodescubrimosqueesalgodistintocuandolovemosalaluz.Poreso,lossentidosnosondefiar:esmás,avecesengañanporcompleto.¿Asíquecómosé,enestecaso,queloquetengofrenteamíesunacopa,ynootracosa,olailusióndeunacopa?

—¡Porque nosotros también la podemos ver!—respondióMarco, riendo—. La realidad es unasuntodeconsenso.

—¡Tonterías!¡Larealidadeslarealidad!—aseveróCatón—.LacopaexistiríaaunquenolavieraAntíoco,niningunodenosotros.

—Concuerdocontigo,Catón—continuóel filósofo—,peroelasuntoeselsiguiente:¿cómoséyoquelacopaexiste?O,mejordicho,permítemecambiarelénfasisenmipregunta:¿cómoséyoquelacopaexiste?Pormediodelosojosylamano,no,puesnosonsiempremediosconfiables;ytampocoporquetodosestemosdeacuerdoenqueexiste,apesardeloquedigaMarco.

—Porlalógicaylarazón—alegóCicerón—,ylasleccionesacumuladasdelaexperiencia.Escierto que a veces nuestros sentidos nos engañan, pero cuando eso sucede, nos damos cuenta;aprendemos a reconocer esa experiencia particular y a diferenciarla de los casos enquepodemosconfiarenlossentidos,sobrelabasedelaexperienciapasada.

Antíoconegóconlacabeza.—No,Cicerón.Ademásde la lógica, la razóny las leccionesde la experiencia, existe en cada

hombre una facultad innata que aún no hemos denominado y que opera bajo la influencia de unórganoquetodavíadesconocemos.Sinembargo,estafacultaddetermina,paracadahombre,quéesreal y qué no lo es. Si pudiéramos examinarla y cultivarla, ¿quién sabe a qué gradomáximo de

Page 138: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

concienciaseelevaríalahumanidad?—¿Quéquieresdecircon«gradomáximodeconciencia»?—preguntóMarco.—Unaesferadepercepciónquesuperalaqueposeemosenlaactualidad.—¿Porquésuponesqueexisteunestadosemejante,siningúnmortallohaalcanzado?—seburló

Marco—.Esunapresunciónnobasadaenlaexperiencianienlalógica;uncastilloenelaire.—Estoy de acuerdo —profirió Catón—. Antíoco propugna el misticismo, no la filosofía; al

menos,ningunaramadelafilosofíaqueleconvengaalromanoprácticoyrealista.Meparecemuybienquelosgriegospierdaneltiempopensandoencosasindemostrables,perolosromanostenemosquegobernarelmundo.

Antíoco sonrió para mostrarle a Catón que no se había ofendido. Abrió la boca, dispuesto ahablar,perofueinterrumpidopornuestroanfitrión,queenformasúbitadirigiólamiradahaciamí.

—Ytú,¿quéopinas,Gordiano?—preguntóLúculo.Sentílosojosdetodosfijosenmipersona.—Creo que…—miré a Cicerón, que sonrió, divertido por mi indecisión; me ruboricé y me

aclaré lavoz—.Creoque lamayoríade loshombres soncomoyo,ynopiensanmuchoencosascomoesas.Cuandoveounacopa,sideseoloquecontiene,lalevantoybebodeella,yahíterminaelasunto.Ahorabien,sialalargarlamanoparatomarunacopatomaraencambiounerizo,ahísíqueempezaríaadudar.Siempreycuandolacopaseaunacopa,yarribaseaarriba,yabajoseaabajo,yelsolsalgatodaslasmañanas,nocreoquelamayoríadelagentepiensesiquieraenlaepistemología.

Antíocoarqueólacejaconcondescendencia.Unacosaeraquecuestionaransusideasconotrasideas,yotramuydistintaquealguiendesestimaraeltemaquehabíaplanteado.Ensuopinión,habíademostradoserpocomenosqueunbárbaro.

Elanfitriónfuemásindulgente.—Aceptamostuopinión,Gordiano,perocreoquetemuestraspocosincero,¿noescierto?—dijo

Lúculo.—Noentiendoquéquieresdecir.—Pues,entutrabajo,almenoshastadondemelohaexplicadoCicerón,dependesmuchodela

razónode la intuición,odeunafacultadcomolaquemencionaAntíocoparahallar laverdad.Secometeunasesinato;seteacercaunparienteytepidequedescubrasalasesino.Siunhombredejaderespirar,nohayqueserAristótelesparasaberquehamuerto;pero¿cómotelasarreglasparatodolodemás, para saber quién lo hizo, cómo, cuándo y por qué? Supongo que algunas pruebas sonconcretas e irrefutables, la clase de pruebas que puedes poner en la palma de tumano, una dagaensangrentada, digamos, o un pendiente perdido. Pero debe haber una vasta zona gris donde losindicadores no son tan claros.A veces, los testigos de un hecho cuentan versiones distintas de loocurrido…

—¡Esinevitable!—afirmóCicerón,riéndose.—O una pista puede apuntar en la dirección equivocada—continuó Lúculo—, o una persona

inocentepuedeincriminarseapropósitoparaprotegeraotra.Tienesquediferenciarlaverdaddelasmentiras,yprestarmásatenciónaloshechosimportantesquealastrivialidades.Losfundamentosdelarealidaddebenserexaminadosendetalle,enbuscadepautassignificativasydeinconsistenciasquepudieraneludirelescrutiniodeun…«sabueso»menosescrupuloso.EsasícomotellamaCicerón,¿verdad?Dehecho,Gordiano, estoy segurodequecon frecuencia tevalesde losprincipiosde laepistemologíaconmayorrigurosidadquecualquieradelosqueestamosenestesalón.Algomedice

Page 139: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

queestusegundanaturaleza:navegasenunmardefilosofíaprácticasinsaberlosiquiera,comoeldelfínquejamáspiensaqueestámojado.

—Quizá—reconocí,pocosegurodequefueraciertoloqueacababadedecir,peroagradecidodequemehubieralibradodequedarcomouncretino.

—¿Ycómolohaces?—dijoLúculo—.Averiguarlaverdad,quierodecir.¿Utilizasalgúnsistemaenparticular?¿Odependesdelaintuición?¿Tedascuentacuandoalguientemienteconsólomirarloalosojos?Y,siesasí,¿noseríaunindiciodequeexisteunafacultadcomolaquesugirióAntíoco,másdesarrolladaenalgunoshombres,comotú,queenotros?

Losinvitadosmemiraronatentos,muyinteresadosenmirespuesta.Toméaliento.—De hecho, Lúculo, he meditado sobre esas cuestiones durante varios años. Si damos por

sentadoquelascosassonverdaderasofalsas(ounacosaolaotra),entonces,inclusolaspreguntasmás complejaspuedendividirse enpreguntas cadavezmás simples, paradeterminar en cada casocuáldelasproposicionesesverdaderaycuálesfalsa.Lasunidadesmenoresdeverdadsecombinanparaformarunidadesmayores,hastaquesurgeunaverdadsuperior.Aveces,durantelainvestigaciónde las circunstancias de un crimen, imagino que estoy construyendo una pared de ladrillos. Cadaladrillodebesersólido;delocontrario,todalaestructurasedesmoronará.Esmuysencillo:sólohayque someter a prueba cada ladrillo antes de colocarlo en la pared. «¿Este ladrillo es verdadero ofalso?»Elverdaderovaalapared,elfalsoesdescartado.Claroqueavecescometemoserrores,ynos damos cuenta después de haber colocado muchos ladrillos. Y volver sobre nuestros pasos yrepararlohechopuedeconvertirseenuntrabajomuypesado.

—¿Y cómo es que ocurre ese error en un principio?—me preguntóAntíoco, en un tono queindicabaqueempezabaasentirciertasimpatíahaciamí.

—Pordescuido,poraturdimiento,porfaltadeconcentración…—¿Ycómoreconoceselerror?Meencogídehombros.—Tardeotemprano,nosdetenemosamirarlaparedyadvertimosquealgoandamal.Algono

encaja:hayunladrilloquenoconcuerdaconlosdemás.—¡Ah!Ahítienesotrapruebadelaexistenciadelafacultaddelaquehablo—exclamóAntíoco—.

«Nosdamoscuentacuandolovemos»,diceelcomúndelagente.Pero¿porqué?Porquetieneunahabilidadinnataparadiferenciarloverdaderodelofalso.

—Elsentidoinnatoquenosiemprefunciona,alparecer—comentóMarco,riendo.—Queestafacultadnoseainfaliblenoespruebasuficienteencontra—continuóAntíoco—.Por

elcontrario:esotraseñaldesuexistencia.Ningunafacultadhumanaesinfalible,¿porquéhabríadeserloesta?LaperfecciónsoloexisteenelmundoidealquepostulabaPlatón…

Lacharla derivó entonceshacia otros asuntos filosóficos, sobre los cualesLúculonomehizoninguna pregunta; por suerte, logré retirarme de la conversación. Pero algome decía queLúculohabíaurdido en formadeliberadamibreveparticipación en el debate, con el findeobservarmeyformarse una idea sobre mí. ¿Cuál era su propósito? No lo sabía. ¿Había cumplido con susexpectativas?Tampocolosabía.

Me pasé el resto de la velada observando a los demás. El corpulentoAntíoco era el quemáshablaba, y con mayor arrogancia; y en ese grupo eso es mucho decir. Catón participaba en losdebates solo como una reacción a lo que decían los otros, por lo general para reprenderlos omofarsedeellos.SuhermanaServiliasolohablabacuandosemencionabantemasdedinerooalgún

Page 140: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

chisme, y guardaba silencio cuando se trataba de política o filosofía. El poetaArquías contribuía,cada tanto, conun epigrama, algunosmásoportunosqueotros.MarcoLicinioparecía unhombrefelizquedisfrutabacadaplatodelacomidaycadatemadelaconversación.Ciceróneraparlanchínyalegre,peropormomentosse llevabalamanoalestómagoconungestodedolor.Comotemía, lacenahabíasidodemasiadosuculentaparasudispepsia.

Elquemenoshablaba—dehecho,casinada—eraelescultorArquesilao.Igualqueyo,parecíacontentarsecondisfrutardelacomidayelvino,yobservaralosotros.Peroteníaunaexpresióncasirencorosa; incluso cuando a Arquías se le ocurrió un epigrama que nos hizo reír a todos acarcajadas,élapenassesonrió.¿Eraacasopor tímidoyretraído,comosuelenser losartistas?¿Oporarrogante,comosuelenserlosjóvenesatractivosdegrantalento?¿Oestabameditandoalgo?Nopodíadescifrarlo.

Elclimafestivodisminuyósolounavez,cuandosehablódelpadredeLúculoydesutristefinal.Cicerón había estado hablando—mejor dicho, alardeando— de su primer caso importante comoabogadoantelaRostra,endefensadeunciudadanoacusadodeparricidio.Cicerónhabíacontratadomisserviciospara investigarelcaso,yfueasícomonosconocimos.Elresultadodel juicio lediogranfamaaCicerónenRomaymarcóeliniciodesucarrera,queenelmomentodelacenaestabaensu apogeo. Nunca se cansaba de contar la anécdota, incluso a los que ya la conocían, y hubieraseguidodenoserporqueCatónlointerrumpió.

—Lo mismo te pasó a ti, ¿no es así, Lúculo? —dijo Catón—. Tu primera aparición en lostribunalesteganólareputaciónquetieneshoy…auncuandoperdisteelcaso.

—Supongoquesí—respondióLúculo,consúbitareticencia.—Dehecho,lorecuerdobien,aunqueparezcaquepasóhaceunaeternidad.Enviaronatupadrea

sofocar la gran revuelta de esclavos en Sicilia. Al principio, le fue bien, luego le fue mal y loobligaronaregresar.ApenaspusounpieenRoma,unodesusenemigosloacusódemalaconductaenuncargopúblicoeinicióelprocesoenlostribunales.Lodeclararonculpableylocondenaronalexilio. Pero sus hijos no lo olvidaron.Cuando tuvo la edad requerida para exponer un caso en laRostra,nuestroamigoLúculoinvestigóalacusadordesupadre,sacóalaluzsusasuntosturbiosylollevóajuicio.Romaenterasedividióendosbandos:hubodisturbiosyderramamientosdesangreenel Foro. Al final, Lúculo perdió el caso y el acusado se salvó: pero el verdadero triunfador fueLúculo,cuyonombreestabaenbocadetodos.Susamigosyenemigosprontoloreconocieroncomoelparadigmadelhijofielromano.

—Yunapersonaconlaquenohayquemeterse—añadióMarco,mirandoconadmiraciónasuhermano.

NosabíamuchoacercadelahistoriadelpadredeLúculoydelajuventuddenuestroanfitrión,ymehubieragustadooírmás,peroeraobvioqueLúculonoestabadehumorparahablardelasunto.Bajólosojosylevantólamanocomoquiennoquierehablardeltema.Depronto,lahabitaciónsesumióenunsilencioincómodo,hastaqueArquías,despuésdeaclararselavoz,recitóotroepigrama:

Razóntienenlostracios,quelloranlamuertedesuhijoelmismodíaquehanacido.Tambiéntienenrazóncuandocelebranlamuertedeunmortalavanzadoenaños.¿Porquénohacerlo?Lacopadelavidarebosadetristeza;

Page 141: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

lamuerteesunabrisaquealiviadetodaestalocura.

Alzólacopa.Todoslosdemás,incluidoLúculo,hicimoslomismo,yelvinoquecompartimosdisipóelfríoqueseextendióporelsalón.

Cuandoelanfitriónanuncióelplatofinal,yahabíantranscurridotreshoras,perohabíacomenzadotantempranoqueelsolaúnbrillabaenelhorizonte.

—Esperoqueseaalgodulce—dijoAntíoco.—Dulce,porsupuesto—confirmóLúculo—.Enrealidad,esteúltimoplatoeslaverdaderarazón

por la que les pedí que vinieran hoy, para que pudieran compartir conmigomi prosperidad—selevantódelcanapéehizoungestoparaquetodoshiciéramoslomismo—.¡Arriba,todoelmundo!¡Arriba,depie,síganme!¡Lasmejorescerezasestánmaduras,yhoytenemosquedevorarlas!

Mientraslosdemásselevantaban,oímurmullosdegloriosaanticipación.MeacerquéaCicerónylehabléaloído.

—¿Quésonestas«cerezas»delasquehablaLúculo?—Una fruta exquisita, que trajo del reino del Ponto en el mar Euxino. Crecen en árboles

pequeños,yhaymuchasvariedadesdeellas,todasdepiel*[6]brillanteendistintostonosderojo.Sondulcesydeliciosas.TuveelprivilegiodeprobaralgunasdelascerezasdeLúculoelañopasado,enestamismaestación.¡Quéalegríaquemeinvitaradenuevoparaprobar lacosechadeesteaño!—sonrió Cicerón—. Su hermanoMarco dice que, aunque la guerra de Lúculo contraMitrídates nohubiera tenido ningún resultado favorable, igual habría valido la pena el esfuerzo por traer lascerezasaRoma.

Lúculonos guió hasta la terraza y luegopor unondulante senderode lajas que conducía a unpequeñohuertodeárbolespequeñosyfrondosos.Lasramasestabanatiborradasdeunafrutaquenohabía visto nunca. Las cerezas colgaban de enormes racimos. El tipo variaba de un árbol a otro:algunaseranrojascomolasangre,otrasrosadasyotrascasinegras.Lúculonosmostrólofácilqueerarecogerlasextendiendolamanoyarrancandounpuñadoconunsolomovimiento.

—Les advierto: el jugo puedemancharles la ropa.Y tengan cuidado con las semillas—comodemostración,sellevóunacerezaalaboca,yluegoescupiólasemillaenlapalmadesumano.Unaexpresióndeplacer le iluminó lacara.Tragóysonrió—.Tantacharla sobrepolíticay filosofía…¡quépocoimportanteparecetodocuandodisfrutamosdelasimpleyauténticaalegríadecomerunacereza!¡Yluegootra,yotramás!

Entre risas, los demás nos unimos a él, arrancando cerezas de las ramas para comerlas. Losindividuos más sofisticados de Roma se rindieron a la euforia infantil que producía el gozodesenfrenadodecomeresosfrutos.

—¡Sensacional!—dijoArquías,mientraseljugolecorríaporlabarbilla—.Tengoquecomponerunpoemaparacelebraresteracimo.

—Maravillosas,másqueloquerecordaba—suspiróCicerón.InclusoelseveroArquesilaosonriómientrasparticipabadelaalegríadecomerlas.Sentíunamanoenelhombro;aldarmevuelta,viqueeraladelanfitrión.—Ven,Gordiano—dijoenvozbaja—.Hayalgoquequieroqueveas.Dejamosatrásal restodelgrupo.Lúculome llevóhastaunárbolenel rincónmásalejadodel

Page 142: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

huertodecerezos.Teníalasramastorcidas,sushojasbrillabanmásquelasdelosotrosárbolesysuscerezaseranmuchomásgrandesygruesas,deuncolorcasipúrpura.

—DetodoslostiposdecerezosquetrajedelPonto,estavariedadeslamásextraordinaria.LoshabitantesdelPontoquehablangriegoconservaronelantiguonombrequelosbárbarosaborígenesle dieron. Para mí, la palabra es impronunciable, pero me decían que se traduce como la «Más-preciosa-de-todas»…y,efectivamente,loson.Susaboresdulceymuycomplejo…primerosutilyluegocasiintolerable.Ylapielesmuy,peromuydelicada.Notengoproblemasparaviajarconlasotrascerezas;lasmetesenunacanastaytelasllevasportodaItaliaparacompartirlasconunamigo.Estas,encambio,sontantiernasquenosoportancaerdelárbol.Parasaborearlas,hayquecomerlas,literalmente,delárbol,yaunasí,puedenreventarsinolastomasconcuidado.

Lúculo tomóunade lascerezas,entre lasmásoscurasy redondas.Dio la impresióndequenotuvoquehacerningúnesfuerzoparasacarladelárbol,lapesadafrutapareciócaersobrelapalmadesumanoporvoluntadpropia.

—Estoesalgoetéreo,unasensacióndemasiadoúnicaeindescriptible,quesólosepuedesentir,lacerezaqueúnicamentesepuedecomerdebajodelárbolporlofrágilquees.Yporlomismo,cuentaconotraventaja:resultaimposibleenvenenarla.

—¿Esalgoquetepreocupa?Lúculosonriósinalegría.—Aunhombrecomoyonuncalefaltanenemigos.—Peronovicatadoresdurantelacena.—Porquesesuponíaquenodebíasverlos.Extendióelbrazoymeofreciólacereza.—Parati,Gordiano,laprimera«Más-preciosa-de-todas»delatemporada.—Mehacesungranhonor,Lúculo.Porelque,sinduda,mepedirásalgoacambio,pensé.Detodosmodos,aceptéelofrecimientoy

melapuseentreloslabios.Lapielerasuaveycálida,ytandelgadaquepenséquesedisolveríaalmenorcontactoconmis

dientes.Elfrutomepresionólalenguaenformasensual.Eljugo,muydulce,meinundólaboca.Alprincipio,mesentídecepcionado,pueselsaboreramenosintensoqueeldelascerezasqueacababade probar. Pero entonces, cuando toqué la semilla con la lengua y empecé a arrimarla hacia loslabios,elplenosabordelafrutacolmómissentidosconunaintensidadintoxicante.Lúculosonrióalvermireacción.

Tragué.Pocoapoco,empezóadiluirselaprimacíaquehabíaadquiridomisentidodelgustoyrecuperé los demás sentidos.Noté un cambio en la luz amedida que el sol del ocaso lanzaba susrayosdeoroopacoatravésdelafrondosidaddelhuerto.Oílarisadistantedelosdemás,queaúnnonoshabíanalcanzado.

—¿Porquémeinvitaste,Lúculo?—lepreguntéentonobajo—.¿Quéesloquenecesitasdemí?Lanzóunsuspiro.Tomóotracereza,peronose lacomió; la retuvoen lapalmade lamanoy

empezóaobservarla.—Los placeres de la vida son fugaces y esquivos, pero en cambio el dolor y la amargura, la

decepcióny lapérdidasonconstantesyduraderos.Cuandolleguéasergeneral,mepropuseserelmejor general entre todosyno repetir el fracasodemipadre; pero tambiénmepropuse evitar ladestruccióncuandonofueranecesaria.Cuántasgeneracionesdehombrestrabajarontantoytanduro

Page 143: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

paracrearlospocostesorosdebellezayconocimientoenelmundo…sinembargo,pormediodelfuego y la espada, todos esos logros pueden ser destruidos en instantes y su recuerdo reducido acenizas.Elpoderdelas legionesromanasimplicaunagranresponsabilidad; juréqueSilaseríamimodelo, tal como lo fue en tantas otras cosas. Cuando tuvo la oportunidad de saquear y arrasarAtenas,élprefiriósalvarla,comounobsequioalasgeneracionesfuturas.Loquemenosqueríaeraganarmeuna reputacióncomo ladeMummio,del tiempodenuestrosabuelos;elquedestruyósinpiedad la ciudaddeCorintoynuncapasóanteun templogriego sin saquearlo.Pero, aunasí…—Lúculomiró con atención la cerezaque tenía en lamano, como si escondiera unmisterio—.EsteárbolprovienedeunhuertocercadeunpueblollamadoAmiso,enelPonto.¿Oístehablaralgunavezdeél?

Neguéconlacabeza.—Noeraunaciudaddemasiadobellaopróspera,peroteníaladistincióndehabersidofundada,

muchotiempoatrás,comounacoloniadeAtenas:Amisoeraunpuestofronterizodelacivilizaciónenloslímitesmásalejadosdelmundo.DetodosloshorroresyatrocidadesqueocurrierondurantemiguerracontraMitrídates,elasediodeAmisofue loquemásangustiamecausó.Elcomandanteenemigo que lideraba la ciudad comprendió que mis fuerzas, en forma paulatina, llegarían asuperarlo, así que ideó un plan de escape que consistió en incendiar parte de la ciudad. El fuegodistrajoamishombres,loscontuvoporuntiempo,ydisimulóelmovimientodelastropasenemigashacia el mar; embarcaron y se fueron, dejando la ciudad indefensa. Cuando me di cuenta de lasituación,resolvímantenerladisciplinademistropas.Diórdenesdequeseapagaraelfuegoyquelaciudadfueraocupadademaneraordenada.Peroesonofueloquesucedió.

»Después de un asedio tan largo, los hombres estaban inquietos, llenos de furia reprimida,ansiososporsaquear,yfrustradosporlaideadequelaciudadfueratomadasinderramamientosdesangre. Mis oficiales no pudieron dominarlos. Entraron como una turba en la ciudad indefensa,violaron mujeres y niños, mataron ancianos para saciar su sed de sangre, volcaron estatuas,rompieron muebles, arrasaron con todo lo que podía ser arrasado por el mero goce de ladestrucción.Noapagaronelfuego:esmás,contribuyeronaqueseexpandiera.Habíacaídolanochey necesitaban luz para continuar con los disturbios, de modo que encendieron antorchas y lasarrojaronatodoslados,inclusodeliberadamenteparaquemarvivasalaspersonaseincinerarcasas.La destrucción de Amiso fue una larga y sangrienta noche de fuego y caos. Me quedé estático,mirando,sinpoderdetenerlos.

Se quedómirando la cereza un ratomás, y luego la dejó caer.La fruta dio contra el suelo depiedrayreventósalpicandounchorrodepulparojacomolasangre.

—¿Loves,Gordiano?QueríaserSila,peroencambiofuiMummio.—Incluso con las mejores intenciones, no tenemos armas para luchar contra el destino —le

respondí.—AlgobuenoresultódelasediodeAmiso,almenos.TrajeaRomaesteárbolquedala«Más-

preciosa-de-todas».Oílascarcajadasdelosdemás.Mientrascomíandeunoyotroárbolenelcamino,habíanllegado

hastanosotros.—Tusinvitadosprontonosalcanzarán.Siacasohayalgomásquequierasdecirme…Asintió.Elrecuerdolohabíadejadoabsorto.—Sí,sí…Hayalgoquequeríacomentarte.Miraallá,Gordiano:¿vesaesejardinerotrabajando

Page 144: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

alotroladodelsendero,juntoalrosal?Entornélosojosparaveratravésdelashojasylasramas.Elhombreestabaagachadoypodaba

lostallosdeunrosal.Losúltimosrayosdeluzresplandecíanenlaafiladahojadesuherramienta.—Lo veo —dije, aunque, por el sombrero de anchas alas que llevaba, lo único que podía

distinguirerasumentónconvellosgrisáceos.—¿Recuerdashaceunashoras,cuandoArquíasrecitópartedelpoemaqueestácomponiendopara

lacelebracióndemitriunfo?LapartesobreelgeneralrebeldeVario.—Claroquesí.Nosepaseporlaespadaaunhombredeunsoloojo…—Exacto.CuandoArquíasdijoesaspalabras,semeensombrecióelrostro:túloviste.—Quizá.—¡Noseasevasivo,Gordiano!Sentíquememirabas.Notaslascosasquelosdemásnoadvierten.—Sí,Lúculo,observétureacciónymepreguntéporqué.—Elpoemaesfiel,perosólohastaciertopunto.QueríaqueMarcoVariofueracapturadovivo,y

lologré.Mishombreslotrajeronantemíencadenado.—Ytúfuisteclementeconél.Sonriósinalegría.—No exactamente.Mi intención eramantenerlo con vida para quemarchara por las calles de

Romaenelmomentodelacelebracióndemitriunfo.Sabesloquelesucedeaunenemigocapturadoduranteundesfile:lagenteleescupe,loinsulta,lelanzadesperdicios.Después,comotraidorqueera,MarcoVariodebíaserarrojadodesdelaRocaTarpeya,yasísecumpliríasusentenciademuerte.

—Hablascomosiesonuncafueraapasar.—No,porqueVariologróescapar.Enmiviajederegreso,apocadistanciadeSicilia,dealgún

modosequitólosgrilletes,seabriópasoagolpeshastalacubiertaysaltóalagua.Volvimosatrásylo buscamos, pero el sol nos encegueció y lo perdimos de vista.La corriente era fuerte.La costaestaba muy lejos, y si bien no era imposible que un buen nadador pudiera alcanzarla, elconfinamiento había debilitado aVario, y uno demis hombres aseguraba haberlo herido. Es casiseguroqueVariofuetragadoporelmaryqueseahogó.

—¿Hasrecibidoinformaciónqueafirmelocontrario?—Ni un rumor siquiera. Sé qué estás pensando:Vario era un hombre de gran importancia, su

cabeza tenía precio y se diferenciaba de los demás por una característica, le faltaba un ojo. Sisobrevivió,tuvoqueescaparlejosdelasgarrasdeRoma,osesumióentaloscuridadquedaríalomismoqueestuvieramuerto.

—Cualquiera diría que, vivo omuerto, Vario no te sirve de nada. No podrás utilizarlo comoornamentoenlacelebracióndetutriunfo.

Lúculoalzólaceja.—Cicerónme advirtió de tu propensión al sarcasmo. Pero has puesto el dedo en la llaga. Le

perdonélavidaconelúnicopropósitode traerlovivoaRoma,perosemeescapóde lasmanosydesbarató mis planes. Para el caso, me habría conformado con que mis soldados me trajeran sucabezaenunapica.Pero,aunasí…—volvióafijarlaatenciónenelesclavoquepodabaelrosal—.¡Eh,tú!¡Jardinero!

Elhombredejódehacerloqueestabahaciendoylevantólavista.Cuandosediocuentadequiénlollamaba,bajódeinmediatolacabezaparaqueelaladelsombreroletaparalosojos.Nolepudeverelrostro.

Page 145: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿Sí,amo?—¡Venaquí!Eljardineroseacercóarrastrandolospies,conlacabezabaja.—Quédateallí—leordenóLúculo.Elhombreestabaavariospasosdedistancia—.¿Hacecuánto

trabajasaquí,enmisjardines?—Apenasdesdeelcomienzodelaprimavera,amo.UnodesusagentesmecompróenAtenasy

me trajo para que cuidara sus rosas. Es lo que he hecho toda mi vida, amo… cuidar rosas—elhombrehablabauncorrectolatín,conacentogriego.Siguiódesviandolamirada,comotemerosodesuamo.

—¿Cómotellamas?—preguntóLúculo—.Sí,sí,yaséquetelohepreguntadoantes,peroquieroquemelorepitas.

—Motho,amo—elesclavojugueteó,nervioso,conelcuchilloparapodarqueteníaenlamano.—Déjamequetevealacara.Mothoalzóelmentón.Pestañeóyparpadeócuandoelúltimorayodeluzsolarleiluminóelúnico

ojo: le faltaba el otro. Se notabaque hacía tiempo la herida había cerrado, ahora la cubría la pielcicatrizada.

—¿Cómoperdisteelojo,Motho?—preguntóLúculo,enuntonoextrañamenteapagado.Elhombresuspiró.Yahabíacontadolahistoria.—Sucedióhacemuchotiempo,amo.Mepinchécon laespinadeunarosa.Alprincipioparecía

queeraunaheridapequeña,pero luegoempeoró.Tuve fiebreporunosdías,ycasimemuero.Alfinal,sané…peroperdíelojo.

Lúculoasintió.—Puedescontinuarcontutrabajo…Motho.Aliviado,Motho regresó arrastrando los pies.Lúculome tomó el codo conmás fuerza que la

necesariaymellevóhastalassombrasmásoscurasdebajodelcerezo.—¿Loves,Gordiano?—¿Verqué?—¡Estuerto!—Lohenotado.¿Yqué?—Su rostro… —susurró Lúculo—, no es el mismo. De alguna manera, es diferente… más

delgado,más arrugado… Pero un hombre puede cambiar de cara si de veras lo desea. Y su voztambiénesdistinta,loadmito…perocualquierapuedefingirquehablaconacento…

—¿Dequéestáshablando,Lúculo?—Eseesclavo, el jardineroque sehace llamarMotho…estoy segurodeque es, en realidad…

MarcoVario.—¿Cómo?¡Porsupuestoqueno!¿Acasonotedascuenta,consolomirarlo?—Nosepuedeconfiarenlavista;losojosengañanalhombre.Hayotrafacultad,laquepostula

Antíoco,unasensacióndesaber…—MeparecemuypocoprobablequeVarioescaparadetusgarrasparapresentarseluegocomo

uncuidadorderosasentujardín,Lúculo—estuveapuntodereír,perolaexpresióndesurostromeimpidióhacerlo—.EstoysegurodequemuchoshombresenRomaconocieronaVarioantesdequesevolvierauntraidoryseunieraaSertorio;esoshombrespodríanidentificarlosinlamenorduda.ReúnelosypídelesqueleechenunvistazoaesteMotho…

Page 146: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Lohehechoya,Gordiano.—¿Ycuálfueelresultado?—TodossinexcepciónnegaronqueelsujetofueraMarcoVario.—Bueno,¿entonces?—¡Mintieron!OVariolosengañóconalgúntruco.—Noentiendo—movílacabeza—.¿QuétehacecreerqueesVario?—Nolocreo.Losé.Lopercibídegolpe,apenaspuselosojossobreesehombre.Debesercomo

diceAntíoco:tenemosunafacultadquenoshacediferenciarloverdaderodelofalso,queprovienedeunafuentequenoestálimitadaporloscincosentidos,oporloquellamamosrazón.EsehombreesMarcoVario.¡Losé!

Observéaljardineroquetrabajabaalotroladodelasenda.Estabaagachadoyseguíapodandoelrosal a pesar de la escasa luz. Sentí una punzada de temor al imaginar hacia dónde conduciría laextrañaideadeLúculo,siestabadispuestoaproseguirlahastaelfin.

—Lúculo,¿estaeslarazónporlaquemeinvitastehoy?¿Parapreguntarmesobreestehombre,ycómoreconocersuidentidad?

—Sé que no son circunstancias normales, Gordiano, nada normales. Pero todavía no te hecontadolomásextraño,algoquenopuedoexplicar.

Mitemoraumentó.Losfuerteslatidosdemicorazóncasinomedejabanoírlasrisasdelosotrosinvitados,queveníanconrapidezareunirseconnosotros;parecíansombrasalacechoenlamedialuz.

—¿Quécosa,Lúculo?—murmuré.—SobreestesujetoquesehacellamarMotho…¿recuerdascuáleselojoquelefalta?¡Piénsalo

bien!—Notengoquepensarlo.Loacabodever.Lefaltaelojoderecho.—¿Estásseguro,Gordiano?Cerrélosojos.Tratéderecordarelrostrodelhombre.—Absolutamenteseguro.Lefaltaelojoderecho.LaexpresióndeLúculofuedeespanto.—PeroaVariosiemprelefaltóelojoizquierdo.Ahoraharegresado,fingiendoserunesclavo

llamadoMotho,y como túmismopuedescomprobarlo, le falta elojoderecho. ¿Cómopuede ser,Gordiano?¿Cómopuedeser?

—¡Cómomehubieragustadoestarahí,Gordiano!Vuelveacontarmecómoeranesascerezas.MiamigoLucioClaudiosonrióconlanguidezy,conungesto,leordenóaunesclavodetrásdeél

que empezara a mover de nuevo una vara larga coronada de plumas de avestruz para aliviar lapesadez del aire estancado.Nos reclinamos en nuestros canapés a la sombra de una higuera en eljardíndeLucioClaudioensucasadelaColinaPalatina.Eldíaanteriornohabíasidotancaluroso.

Mibuenamigoeracorpulento,peroseloveíamásgordoquenunca.Susemblanterubicundosehabíavueltodemasiadorojizo,enformaalarmante.Susrizosanaranjadoslecolgabanflojossobrelafrente,yaunenreposo, respirabaconciertadificultad.Hacíacatorceañosquenosconocíamos;elpasodel tiempocomenzabaahacerestragosensupersona.SemeocurrióqueunaabundantecenacomolaqueLúculonoshabíaservidoeldíaanterioreraloquemenoslehacíafaltaaLucioClaudio.

Page 147: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—¿NohasprobadolascerezasdeLúculo?—lepregunté.—Nunca.Heoídohablardeellas, claroque sí,yde su fabulosacasay sus increíbles jardines;

pero nuncame ha invitado. ¡Imagínate! ¡Gordiano el Sabuesome sacó ventaja en la lucha por elascensosocial!Laverdad,teenvidio.Aunque,parasersincerocontigo,nuncamesentímuycómodoen el selecto círculo intelectual de los hermanos Lúculo. Esas petulantes chácharas filosóficasmeimpidendisfrutardelvino.Porotraparte,enestosdíassueloalejarmelomenosposibledemicasa.LosportadoresdeliterasequejandequemehevueltomuypesadoparallevarmeacuestasporlasladerasdelassieteColinas.

—¡No!—Bueno,noenvozalta,pero losoigorefunfuñaryprotestar.Yahoraqueempezóelcalor,el

climanoeselmejorparasalirdecasa.Prefieroacomodarmeenlasombradeestahiguerayesperaraquellegueelotoño.

—¿Ytufincaetrusca?Teencantairenverano.Lanzóunsuspiro.—Teladejo,Gordiano.¿Notegustaríatenerunafincadondepasarunosdíasdevezencuando?—¡Noseasridículo!¿Quéséyodefincas?—Perosiempre tequejasde lohorriblequees lavidaen laciudad.Quizádebadejártelaenmi

testamento.—Meconmueves,Lucio,peroestoysegurodequevivirásunoscuantosañosmásqueyo—lo

dije sin pensar, pero me preocupó un poco que Lucio hablara de testamentos; ¿acaso se sentíaenfermo?—.Además,estáscambiandodetema.EsperabaquemedijerasalgomássobreLúculo—Lucio Claudio siempre fue una fuente de chismes, en particular sobre los altibajos de la clasedominante.

Undestellomaliciosoiluminósumirada.—Aver,déjamepensar.Bueno,porunlado,parecieraqueCatónpasóporaltogranpartedela

historiadelpadredeLúculoysuescandalosofinal.—Sí,enesopensaba—dosveces,duranteelbanquete,viqueselealterabaelsemblanteaLúculo:

primero,cuandoArquíasrecitóalgunosversossobrelacapturadeVarioelTuerto,yluego,cuandoCatóncontólaanécdotasobresupadre—.MepareceunpocoexageradoqueseganaraelexiliosóloporquesucampañacontralarevueltadeesclavosenSiciliaquedóestancada.

—¡Ah,suafrentafuemuchomásseriaqueladeperderunpardebatallas!CuandoelSenadoloretiródelpuestodecomandante,fuesucomportamientoposteriorloqueresultóimperdonable…ybastanteincomprensible,además,almenosparalosqueloconocían,porquesiemprefueunmodelode probidad y compostura. Verás, en lugar de hacer lo más honorable, lo normal, cuando loobligaron a regresar (que implicaba dejar sus víveres,mapas y expedientes para que los usara susucesor),lodestruyótodo.Destrozóarmas,tiróreservasdecomidaalmar,inclusoquemómapaseinformessobreelmovimientodelastropas.Fuedelomásextraño,porquenadieloconocíacomounhombrerencoroso;supersonalidaderamuyparecidaaladesushijos,yyahasvistoloamablesydespreocupadosqueson.Esaesunarazónporlaquesucastigofuetanpolémico;lamayoríadesusamigosyaliadosenRomasenegaronacreerquehabíahechoalgotandespreciable.Perolaspruebaseran irrefutables, así que el tribunal lo condenó por unanimidad por mala conducta en un cargopúblicoylomandóalexilio.

—¿Quéedadteníansushijosentonces?

Page 148: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Eranniños.Elmayoraúnnohabíacumplidodiezaños.—Eljuicioasupadredebióserunaexperienciaterribleparaél.—Sindudalofue;peroconel tiempo, leresultóventajosa.Envezderetirarsedelmundopara

ocultarsuvergüenzayamargura,nobien llegóa lamayoríadeedad,descubrióalgunosnegociosturbiosdelhombrequeculpóasupadreylollevóajuicio.Todossabíanquelaacusaciónsurgíadeldeseo de venganza, pero muchos seguían sintiendo simpatía por el Lúculo exiliado, y estabanorgullososdeque suhijo tuviera tantosbríos.Laparte acusadoraperdió, peroLúculo seganó sureputación.

—Deesomeenteré.LucioClaudiohizounruiditoconlagargantayasintióconungesto.—Veamos,¿quémástepuedocontarsobreLúculo?—sequedóensimismadoporuninstante,y

luego volví a ver el destello de malicia en sus ojos—. Bueno, ya que no quieres hablar de mitestamento,podemosmencionareldeél.Dudoqueesetemahayasurgidodurantelaconversación.

—¿EltestamentodeLúculo?No.—Porsupuesto,loqueestáenlamentedetodosesloquenadiemenciona.—Dimemás.—Alparecer,pormuchotiempo,élnohizotestamento:esdeesaclasedepersonasquecreenque

viviránparasiempre.Peroelmespasadoredactóunoydejóunacopiaencustodiadelasvírgenesvestales.CuandounhombretanadineradocomoLúculohaceuntestamento,bueno,esnoticia.Claroquelacopiaestásellada,ysedaporsentadoquenadieconocelosdetalles,pero…

—Peroresultaquetúsabesunaodoscosasalrespecto,¿noesasí?—movílacabezaasombrado.¿Cómo podía ser que Lucio Claudio, sin salir nunca de su jardín, pudiera saber tanto de la vidasecretadelaciudad?

—Bueno,esdeoídasnadamás,túcomprendes,ynohayningunasorpresaescandalosa.Másbien,es lo que cualquiera esperaría: su querido hermano menor, Marco, es el principal heredero, ytambién el tutor legal de su hijo, si acaso el hijo que espera Servilia resulta ser varón. Si es unamujer, lahijaquedabajoel cuidadode lamadrey la familiadeella, estoes,bajo la tuteladel tíoCatón,supongo.

MisuposicióndequeServiliaestabaembarazadaeracorrecta.—¿YServilia?¿Quéestipulaeltestamentoparaella?—Ah,comorecordarás,elmatrimonioanteriordeLúculoterminóenundivorcioatroz.Lagente

dicequeeligióa laClodiaequivocada, ¡comosihubieraunabuena!—LucioClaudio se rióde supropiochiste;lastreshermanasClodiasehabíanhechofamosasporsusescándalosaespaldasdesusrespectivosmaridos—.Enlaactualidad,LúculoquieremuchoaServilia,enespecialporqueellaledaráunhijo.Peroélescauteloso;comodiceelproverbio:«elquesequemaconleche…».ParecequeeltestamentotienemuchasmedidasparaevitarqueServiliarecibaunsolosesterciosillegaseahaberlamínimasospechadeinfidelidaddesuparte.

—¿Hahabidoalguna?Luciolevantóunaceja.—Sesabeque,ensujuventud,tuvounavidabastantedesenfrenada.—Lamaternidadcuradeesoamuchasmujeres.—Esposible.Perolavistecontuspropiosojos.Siquisierasalirdepesca,sabequecuentaconel

anzueloadecuado.

Page 149: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Noesmiestilo,perotecreo.QuécuriosoqueServiliaseatandistintadesuhermano.Catónestancorrectoyformal.

LucioClaudiorió.—Primeroquenada, sonmedioshermanos;quizáServiliaheredóelcaráctervoluptuosodesu

padre.Yyasabesloquedicen,además:¡unestoicoenlafamiliaesmásquesuficiente!Asentí.—EncuantoaCatón,¿lomencionaeltestamento…ademásdesucargocomotutordeunaposible

sobrina?—Ah,sí,letocaunabuenaparte.Catónhizomuchoporpromoverlacelebracióndeltriunfode

Lúculo, y le está agradecidopor eso.Los dos son aliados inseparables en el Senado.Algunos losllamanlos«nuevosGéminis».

—¿Apesardesusdiferenciasfilosóficas?—Losopuestosseatraen.Míranosnadamásanosotros,Gordiano;¿puedehaberdosromanostan

distintos?Yaunasí,hoymismohedecididolegartemifincaetrusca.—¡Nobromees,Lucio!Tu fincanomesirveparanada…excepto,quizá,porelexcelentevino

queproducentusviñedos;dehecho,ahoramismoteaceptaríaotracopa—Luciodiounaspalmadasy,alinstante,aparecióunesclavoquemellenólacopa—.¿YCicerón?

Hizoungestodeasentimiento.—Tambiénfiguraeneltestamento,yletocaunabuenaparte.¡YJúpitersabequelevendríabien

el dinero, quepodría financiar su campañapara cónsul este año!Francamente, es un escándalo locostosoque se ha vuelto postularse para un cargopúblico.Cicerón se ha visto en la necesidaddepedirprestado;nosóloledebeaLúculo,sinoamuchosdesusotrosamigosadinerados.

—¿Y«lastresA»,lapequeñacamarilladecompañerosgriegosdeLúculo?—Todosestáneneltestamento,engratitudportantosañosdelealtadeinspiración.Meditéporunmomento.—Déjameversientiendobienloquemedices,Lucio:¿Lúculoredactósutestamentohacemuy

poco,ytodoslosquecenaronayerconél,exceptoyo,puedenganarmuchosimuere?Luciofruncióelceño.—¿El está en peligro? ¿Lo han amenazado? Pensé que te había mandado llamar para que

investigaras a uno de sus jardineros, el esclavo tuerto que, según su creencia, sería en realidad eltraidorfugitivoVario.

—Sí, esa fue la razón aparente por la que me llamó. Está absolutamente convencido de laidentidaddelsujeto.

—¿Esacasoposible?—No. Motho no es Vario, no puede serlo. Por un lado, ¡el ojo que le falta está en el lado

equivocado!—¿Estássegurodeeso?—Porcompleto.AyermismoCicerónmerecordóqueaSertoriolefaltabaunojoenunladode

lacara,quesucompatriotaVarioeratuertodelotroojo,yque,ensuspropiaspalabras,entreambosposeíanunpardeojos,loqueparalamayoríaesunhechocomún.SéqueaSertoriolefaltabaelojoderecho,porqueyomismoloconocíenunaocasión,demodoque,porlógica,aVariolefaltabaelizquierdo,comoelmismoLúculoafirma.PeroeljardineroMothoestuertodelojoderecho,asíquenoesposiblequeseaVario.LomásextrañoesqueLúculolosabe,¡y,sinembargo,sigueconvencido

Page 150: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

dequeMothoesVario!—¿CreesqueLúculoesvíctimadealgúnelaboradoengaño?—¿Conquéfin?—Quizásalguienestátratandodeconfundirloenformadeliberada,hacerlodudardesucorduray

empujarlo al suicidio. Puede parecer descabellado, ¿pero no hemos sido testigos de planes mássutilesyextravagantes,Gordiano,enespecialcuandoestáenjuegounafortunatangrandecomolaqueposeeLúculo?

—No,lailusiónprovienedesupropiamente,nadieselasugirió.—Sinduda,investigastelosantecedentesdeMotho,¿ono?—Claro que sí. Cuando me separé de Lúculo y los demás invitados, interrogué en detalle al

esclavo: ¡si no es un griego que aprendió el latín como segunda lengua, es mejor actor que elmismísimo Roscio! También interrogué al agente de Lúculo, el hombre que compró aMotho enAtenasconlaordenexpresadellevarloaRomaparacuidarlasrosasdeljardín.Mothonacióesclavoy ha sido esclavo toda su vida. Empezó como peón de campo de un rico ateniense, pero por susaptitudesyeltrabajodurologróconvertirseenuntalentosojardinero.Nohayrazonesparacreerquenosealoquepretendeser.¡Pobrehombre!

—¿Porquédiceseso?—Porque, amenosque alguien lo convenzade su error, esmuyprobablequeLúculoproceda

como siMotho fueraVario.Hará que vistan almiserable esclavo comoun general prisionero, loobligaráamarcharporlascallesdeRoma,humillado,entreabucheos,golpeadosinpiedadporlosguardias;yalfinalseráarrojadodelaRocaTarpeya.

—¡Nomedigas!¿Acasonoeraeseelpropósitodetuvisita,queverificaraslaidentidaddelsujetoparacalmarlaangustiadeLúculo?

—Enabsoluto.LúculoesperaqueencuentrepruebasqueconfirmenqueMothoesVario,apesarde todas las evidencias quemuestran lo contrario. ¡Que se vayan al Hades la lógica y el sentidocomún!Quierequeconvalidesu«conocimiento»previo,seaciertoono.

—¡Qué desgracia! Si trata de hacer pasar al jardinero porVario, todo elmundo comentará elerror,antesodespuésdelacelebracióndeltriunfo.Lúculoseconvertiráenelhazmerreírdetodos…

—YMothosufriráunamuertehorrible.—¡Quésituacióndelocos!—exclamóLucio.—Pero, aun así —continué—, difícilmente podemos considerarlo un loco. Los locos no

conquistan lamitad deAsia, ni construyen uno de los jardinesmás espectaculares deRoma, ni seencargandeadministrargrandesimperios…¿osí?Loslocosnohablandesalvarciudadesparabiendelaposteridad;noamanlafilosofía,elarteylacultura.

—Todoesmuyextraño.Amenosque…—¿Quéestáspensando,Lucio?Melanzóunamiradaastuta.—Lomismo que tú, viejo amigo. Después de todos estos años, ¿no nos podemos adivinar el

pensamiento?Aveces loshombres cuerdos sevuelven locos, por algúnacontecimiento terrible, oporquelosdioseslodeciden,o,simplemente,porunefectosecundario…

Asentí.—Sí,esomismoesloqueestabapensando:unefectosecundario.Comohemosvisto,atravésde

losaños,existenmuchosvenenosque,enpequeñasdosis,nomatanalavíctimadeinmediato,pero

Page 151: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

pueden causarle trastornosmentales. Si alguno de los que Lúculo nombra en su testamento se havueltounpocoimpacienteyestáhaciendotodoloposibleporapurarsufin…

—Pero antes de servirla, prueban todas las comidas de Lúculo. Él mismo me habló de lasprecaucionesquetomaenesesentido.

—No obstante—dije—, si un hombre, o unamujer, cuenta con la suficiente astucia y está enverdad resueltoa llevaracabosuplan,bienpodríadescubrir lamanerade suministrar elveneno,inclusoaunhombretanrecelosoyprecavidocomoél.

—Astutoyresuelto…creoqueesodescribea laperfecciónacualquiermiembrodesucírculoíntimo.—Luciomemiróserio,luegohizounamuecaymoviólacabeza—.No,no,Gordiano,¡estoysegurodequeteequivocas!Noestamoshablandodeasesinosdespiadados.HombrescomoCicerónoCatónnorecurrenalasesinatoporrazonespersonalesparaescalarposiciones.Marcoquieremuchoasuhermano,nohaydudadeello;y,queyosepa,Serviliaamaasumarido.Yconrespectoa las«tresA»,cadaunodeellosesungenioensucampo.Esabsurdoqueestemosaquí,decidiendocuáldelostrespodríaserunenvenenadordesalmado,enespecialcuandonosabemossiquieracómoalguienpodríaenvenenarlo.

Suvehemenciameserenó.—Quizá tengas razón, Lucio. Quiero actuar con prudencia. Pero sea como fuere, no puedo

permitirqueunhombreinocenteseasometidoaunfinaltanhorrible.Lucioseencogiódehombros.—PerotampocotenemoslaseguridaddequeLúculoestéenpeligro,¿osí?—NomereferíaaLúculo,sinoalesclavo,Motho.—¡Ah!—asintiódubitativo.Peseatodo,nopodíanegarquequeríamuchoaLucioClaudio,pero

mi amigo era el productode su crianzapatricia.Había sido educadodesde sunacimientopara nosentirningunacompasiónporunesclavoyleeraimposiblecompararelfinaldeunhombrecomoMothoconeldeunhombrecomoLúculo—.Quizáshaya,enefecto,unvenenoentodaestahistoria,peronounaintencióndeenvenenamientoporpartedenadie—memiróconsagacidad.

—¿Quéquieresdecir?—pregunté.—Bueno,mepregunto…¿quésabemosdeesas«cerezas»?¿Sonenrealidadinofensivas?¿Selas

puedecomersinpeligro?—Claroquesí.—¿Claro que sí? Ambos conocemos muchas plantas que pueden afectar a los hombres de

manerasextrañas.Algunas,cuandoson ingeridas,ocuandosequemanyse inhalan,puedencausarmareos,desvaríosoinclusoalucinaciones.¿Acasonoloexperimentasteencarnepropia,Gordiano,cuandomiamigaCorneliacontratótusserviciosporquecreíaqueunoslémureslaperseguían?

Meestremecíalrecordaralepisodio,apesardequehabíanpasadotantosaños.—Pero todos comimos las cerezas, no sólo Lúculo.Y aunque la fruta todavía es novedosa en

Roma,laconocendesdehacemuchasgeneracionesensuslugaresdeorigen.Silaingestadecerezascausaraalucinacionesofantasías,creoqueLúculolosabría.

—Sí, supongo que tienes razón —mi amigo sonrió con languidez, y me di cuenta de queempezaba a aburrirse—. Qué agradable es esto, Gordiano; sentarse y reflexionar contigo. Merecuerdaelasuntograciasalcualnosconocimos;esetambiénteníaqueverconuntestamentoyconla supuesta resurrección de un muerto. Y aquí estamos de nuevo: el círculo se cierra, y alfa seencuentraconomega.

Page 152: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Fruncíelceño.—Alfaeselprincipio,yomegaelfinal.¿Quétratasdedecir,LucioClaudio?—Nosestamosvolviendoviejos,Gordiano—suspiró—.Séqueestoyenvejeciendo—memiró

melancólico.—¡Tonterías! ¡Viviráshasta loscienaños!—pronuncié laspalabrascon todoelentusiasmodel

quefuicapaz,peroinclusoamímesonaronfalsas.

¿Unengaño?¿Veneno?¿Ohabíaalgomás?MientrasmeditabasobreelproblemadeLúculoysuextrañacreencia,empecéasospecharcada

vezmásde«lastresA».ElprimeroquemencionóaVario,durantelacena,fueelpoetaArquías, loqueensombrecióel

rostrodeLúculo.¿QueArquíasserefirieraaVariofuepuracoincidencia,oconocíalasopinionesdesupatronosobreeljardineroyqueríaalterarloapropósito?¿SeríaposiblequefueraArquíaselquelesugirióaLúculoesaidea?Lospoetaspuedenprovocarideasensusoyentesatravésdepalabrasquecontienensignificadosmásalládeloevidente.

FueAntíocoelfilósofoqueconvencióaLúculodelaexistenciadeunafacultaddepercepciónquepermitediferenciarloverdaderodelofalsosinnecesidadderecurriralosmétodosdelalógicayladeducción.EsateoríareforzabalatenazinsistenciadeLúculodequeMothoeraVario,apesardeloquesedesplegabaantesuspropiosojosysumemoria.¿Teníaelfilósofootraconexión,másdirecta,conlosdesvaríosdeLúculo?

¿Y qué decir de Arquesilao, el artista? Mientras el resto de los invitados participaba de unaacalorada conversación, él semantenía en silencio y observaba, siempre con elmismo semblanteenigmático.Susilencioaltaneroysufaltadesociabilidaddespertaronmissospechas.

Lúculomehabíadadopermisoparadeambularporsupropiedadyhablarcontodossusinvitadosyesclavos.Aldíasiguiente,diunpaseoporsusjardines,ymedeleitéconelaromadelasrosas.Meencontré con Motho, que estaba agachado cubriendo con estiércol y paja un arbusto. Levantó lacabeza al oír el ruido de mis pisadas; como me le acerqué por el lado en que tenía el párpadocicatrizado, tuvo que girar la cabeza en un ángulo incómodo para poder verme con su único ojosano.Lapostura eragrotesca: parecíaun jorobado, uotra clasede infelizmonstruosoydeforme.Sentíunpocodecompasiónporél,yalmismotiempo,mepareciópercibiralgocasisiniestroenelsujeto.¿QuizáLúculotuvounareacciónsimilar—elescalofríonormaldedesagradoqueproduceladesgraciaajena—ypermitióqueseconvirtieraenunaideaobsesivaqueleobnubiló larazón?¿OquizáLúculodetectóenrealidadunaamenazaenlapresenciadeMotho?Muypocasveceslagentepercibeelpeligropormediodelrazonamiento,lasensaciónnosllegamuchomásrápidamente,yconabsolutacerteza.¿YsiLúculoteníarazón?¿PodíaMothoserelmismoVario,graciasalosefectosdealgunaespeciedemagianegra?Aceptarunaideaasíerarenunciaralarazón.Esecamino,sinduda,conducealalocura…

MefijéenelojosanodeMothoyrecuperélacordura.Eljardineroerasololoqueparecíaser:untrabajadorhábilquetuvoladesgraciadenaceresclavoyluegoladesgraciadeperderunojo,yqueenesosmomentosseenfrentabaconladesgraciafinaldesufrirunaespantosamuerteparasatisfacerelcaprichoilusoriodeotrohombre.EraconMothoconquienteníalaobligaciónmoraldeaveriguarlaverdad,mesentíainclusomuchomásendeudaconélqueconLúculo,conquienyahabíafijado

Page 153: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

loshonorariosacambiodemisservicios.Ensilencio,juréquenolefallaría.Dimediavueltaymedirigíalacasa.Enotrosenderodeljardín,atravésdelfrondosofollaje,vi

aMarco,elhermanodeLúculo,quecaminabajuntoaArquías.LlegaronhastaunapequeñaestatuadellujuriosodiosPríapo.

—Unpocofueradeproporción,¿noteparece?—dijoMarco—.Muypequeñocomoparaocupareselugar.

—Aladivinidadselaconoceporsusobras,noporsuformaosutamaño—murmuróelpoetaensuusualestilodeclamatorio.¿Siemprehablabaenepigramas?

Meacerquéalacasa.PorunaventanaabiertavielsalónprincipaldelabibliotecadeLúculo:todoelmundohablabadeellaenRoma,casi tantocomohablabandesus jardinesosusalóndeApolo.Lúculo había reunido la mayor colección de rollos de pergamino en el mundo, luego de la deAlejandría. Estudiosos y bibliófilos viajaban de tierras distantes con la esperanza de tener elprivilegio de leer sus textos. Por la ventana, vi filas y filas de estanterías verticales con pequeñoscasilleros atiborrados de rollos. Frente a la ventana, Cicerón deambulaba de un lado al otro,moviendoligeramente los labiosmientrasestudiabacondetenimientounarrugadopergamino;pormomentos bajaba el pergamino,miraba a la distancia y lanzaba frases inconexas («Os lo suplico,hijosdeRómulo»,o«Nohevenidoadesafiaraunrival,sinoasalvaraRomadeuncanalla»,ycosascomo esas). Supuse que estaría estudiando algún tratado de oratoria y copiando elegantes figurasretóricasparausardurantesucampañacontraCatilina.

Enel rincónmásalejadode lahabitación, juntoa laentrada,CatónyAntíocohablabanenvozbaja.CatónlanzóunaexclamaciónylegolpeóconsuavidadelpechoaAntíococonunpergamino,paradarleénfasisaloquedecía.Antíocoechóatráslacabezayrió.Ciceróndejódecaminarylespidióquesecallaran.

Seguíporelsenderoquerodeabalacasa.SubíunasgradasylleguéhastalaterrazadelsalóndeApolo.Laspuertasestabanabiertas.Entré.Comolaluzdelsolmehabíadeslumbrado,elsalónestabaoscuro.Poruninstantepenséqueestabasolo,peroprontomedicuentadequenoeraasí.

—¿Podríasmoverte?Meestástapandolaluz.Se trataba de Arquesilao el artista, que me miraba por encima del hombro con un gesto de

petulancia.Estabadepieante laenormeparedconelmuraldeApoloysusdonesa lahumanidad.Percibíel inconfundibleolordelaceraencáusticayviqueArquesilao,conunadelgadaespátulayunapaletadepigmentos,aplicabaunanuevacapadeceradecolorsobrelapintura.

—Ymeobstruyes lavista amí—dijounavoz femenina.ViaServilia, reclinadaenuncanapécercadelaentradaalaterraza.Alparecer,estabaensulíneadevisiónynolepermitíaapreciareltrabajodelartista…¿Oquizásapreciaralartistamismo?

Diunpasoaunlado.—¿Estásretocandopartedelaobra?Arquesilaohizoungestoparadejarenclaroquenoqueríadarexplicaciones,perounmomento

despuéslanzóunsuspiroehizounmovimientobreveconlacabeza.—Sí,Lúculoquierecerezas.Hallegadoalaconclusióndequelascerezastienenquehabersido

creadasporApolo.«Elmásgrandedetodoslosdonesdeldios»,dice,asíquetienequehabercerezasenelmural.

—Hablandodeeso,¿dóndeestáLúculo?—Mimaridoestáenelhuerto—mecontestóServilia—,comiendomáscerezas.Lotienenloco,

Page 154: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

¡locoporlascerezas!—seriódeunmododesagradable,enmiopinión.Arquesilaomirólapintura,conlosbrazoscruzados,meditabundo.—«Aquí,enesteángulo»,medijo.«Ponuncerezo,sinoteimporta».Quéimportaquerompala

armoníade lacomposición.Ahora tambiéntengoqueañadirunelementonuevoenelotroángulo.¡Mástrabajoparamí!

—¿Noesparaesoquevivenustedes,losartistas?¿Paratrabajar?—Esa es una idea errada—gruñó—, que por lo general sostiene la gente sin talento. Como

cualquierpersonacuerda,prefieroelocioyelplaceraltrabajo—memiródesoslayo,¿oacasomiróaServilia?—.EsculpoypintoporqueLúculomepagaparahacerlo,ymuybien.

—Eldineroteimportamucho,¿noesasí?Melanzóunamiradafulminante.—¡Nosoydistintodelasdemáspersonas!Exceptopormihabilidadparahaceresto.Embadurnólaespátulaconunpocodecerarojadelapaleta,tocóapenaslapinturay,comopor

artedemagia,aparecióunacereza,tanredondaylustrosa,quesemehizoagualaboca.—¡Extraordinario!—proferí.Sonriódemalagana,perocontentopormicomentario.—Hay un truco para hacerlo. Para pintar cerezas, quiero decir. Podría pasarme el día entero

pintándolas—serió,comosisehubierareferidoaunchisteprivado.Serviliaseriótambién.Unescalofríomerecorriólaespalda.MiréelrostrodeArquesilaoyluegoelrostrodeApolo…

suautorretrato,sindudaalguna,pueselhombreyeldiosteníanlamismasonrisasardónica.Penséenlodespiadado,cruelyegoístaquedebíasereldios,apesardesubelleza.

Observélapaletadecerapigmentada.Notodaslaspinturassolíansertanespesas.Otrastécnicasrequeríanpinturasbastantediluidas,apenasunpocomásqueelaguacoloreada.Conlíquidodisueltoy una brocha de delgadas cerdas de caballo se podían pintar cerezas, o bien se podían pintarcerezas…

SalídelsalóndeApolo,hacialaterrazaycorríhastaelhuerto.Lúculoestabaexactamentedondeesperabaencontrarlo,sentadoenunasillaplegabledebajodel

árbolquedabalas«Más-preciosas-de-todas».Alacercarme,viquelevantabalamano,arrancabaunacereza,laadmirabaporunmomentoyluegoselallevabaalaboca.

—¡No!—grité—.¡Nolacomas!Memiró,perosiguióbajandolacerezahaciasuslabios…hastaquedeungolpeselasaquédela

mano.—¡Gordiano,ennombredeHades!¿Quécreesqueestáshaciendo?—Teestoysalvandolavida.O,almenos,tucordura.—¿Dequéestáshablando?¡Estoesindignante!—¿Quémehabíasdichodeestascerezas?¿Quesontanfrágilesquehayquecomerlasdebajodel

árbol,locualofreceunaventajapráctica,puesnolaspuedenenvenenar?—Sí,sonloúnicoquecomosinnecesidaddecatadores.—Y,sinembargo,podríanserenvenenadas,aquímismo,enelárbol.—¿Perocómo?Nolaspuedenempaparniabrirpor lamitad,ni…—moviólacabeza—.Note

contratéparaquebuscarasunenvenenador,Gordiano.Teencarguéunasolatareaytienequever…—Puedenserpintadas.¿Quépasaríasialguiendiluyeraunvenenoyaplicaralasoluciónconun

pincelsobre lascerezasquecuelgande larama?Loconsumiríaspocoapoco,perodespuésdeun

Page 155: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

tiempo,considerandolacantidaddecerezasqueyatehascomido…—Pero,Gordiano,nohesufridoningúnmalestar.Midigestiónesperfecta,mispulmonesestán

limpios,ymisojosbrillan,comosiempre.Perotumenteestátrastornada,quiseresponderle;¿perocómodecirleunacosaasíaunhombre

comoLúculo?Teníaqueencontrarotramanera,decírselocon rodeos,quizá tratardeconvenceraMarcodequesuhermanomayornecesitabaayuda.Penséqueesaeralasolución,teniendoencuentaelmaravillosolazodeamistadqueuníaalosdoshermanos.Habíansufridounatragediapúblicaenla más tierna juventud: a veces, esa clase de sucesos crea discordia entre hermanos, pero habíaocurridotodolocontrarioenelcasodelosLúculo.Elcomportamientoautodestructivodesupadrecasilosllevóalaruina,perojuntoshabíanlogradoganarseelrespetodelaciudadyunareputaciónquesuperabaladesusantepasados.CualquierahubieradichoqueLúculoledebíasuéxitoalfracasodesupadre…queledebíatodoasupadre.

Fue entonces cuando comprendí, en un instante, que las cerezas no tenían nada que ver con eldilemadeLúculo.Eltestamento,sí…peronolascerezas.

Al oír que su amo alzaba la voz, apareció un esclavo y se mantuvo a respetuosa distancia,dubitativo.

—Veabuscaralhermanodetuamo.Dilequevengaaquí—dije.ElesclavomiróaLúculo,queseguíaobservándomeconfundido,yluegoasintió.—Hazloqueestehombretepide.TraesóloaMarco…anadiemás.Mientrasesperábamos,ningunodelosdosdijounapalabra.Lúculomovíalosojosdeunladoal

otro,evitandomimirada.Marcoapareció.—¿Quésucede?Elesclavomedijoqueoyó fuertesexclamaciones,unadiscusión,yque luego

Gordianolepidióquemellamara.—Alparecer,creequemisqueridascerezasfueronenvenenadas,dealgunamanera—murmuró

Lúculo.—Sí, pero fue una conjetura equivocada—repliqué—. Y cuando comprendí que era falsa, la

deseché.Esperoquepuedashacerlomismo,Lúculo.—EstotienequeverconMotho,¿noesasí?—preguntóMarco,mirandoapenadoasuhermano.—¡Llámaloporsuverdaderonombre:Vario!—gritóLúculo.—¿Por qué decidiste, hace poco, redactar tu testamento?—le pregunté. Ambos hermanos me

miraronfijo,desconcertadosporelcambiodetema.—¡Quépreguntatanextraña!—exclamóLúculo.—Durante años, no hiciste ningún testamento. Estabas lejos de Roma, peleando batallas,

acumulando una vasta fortuna y poniendo tu vida en peligro a cada instante. No obstante, nuncaconsiderastenecesarioredactaruntestamento.

—¡Porque pensaba que viviría para siempre! Los hombres se aferran a la ilusión de lainmortalidad mientras pueden. Creo que Arquías escribió un poema al respecto. ¿Quieres que lollameparaquereciteelepigrama?

—«Mientrasmásseacercaelcuchilloalhueso,másseríe,negandoelpeligro»—ledije,citandoaEnio—.¿Ospareceapropiadoelepigrama?

—¿Dequéhabla?—interrumpióMarcoconbrusquedad.Peroeltemblorenlavozlodelató:yasabíaadondeconducíanmisreflexiones.

Page 156: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

—Túloanimastearedactarlo,¿noesasí?Marcosequedómirándomeporunrato,yluegobajólosojos.—Sí.Erahoradequelohiciera.—¿PoruncambioenlasaluddeLúculo?¿Poralgunaotraamenazacontrasuvida?—Noexactamente—suspiré—.Yalosabe,queridohermano.Nohayrazónalgunaparaocultarle

laverdad.—No sabe nada. ¡No hay nada que saber!—dijo Lúculo—. Contraté a Gordiano por un solo

motivo:demostrarlealmundo,ydemostrarteati,Marco,quenoestoyequivocadorespectodeVario,oMotho,ocomoquierasllamarlo.¡Séloquesé,yelmundotambiéndebesaberlo!

—¿TupadredecíacosasasícuandoloobligaronaabandonarSiciliay lo llevarona juicio?—dije,conlamayorsuavidadquepude.

Marcorespiróhondo.—Sí, cosas parecidas. Se le ocurrían cosas extrañas, se obsesionaba con ideas irrealizables y

nadie podía convencerlo de lo contrario. Sus emociones se volvieron inadecuadas, su lógica erainexplicableysuconductaempezóaserimpredecible.Comenzócomoalgomenor,peroluegofueenaumento,hastaquecercadelfinalnoquedabanadadelhombrequetodosconocíamos.Hubounmínimo cambio en su forma de ser poco antes de que partiera a tomar el mando en Sicilia, tanpequeño que nadie lo notó en ese momento; solo es posible entenderlo en retrospectiva. CuandovolvióaRomayfueprocesado,elcambioeraobvioparasufamiliamáscercana,nuestramadreynuestrostíos.Claroquemihermanoyyoéramosniños,noeraposiblequeentendiéramos.Fueunaépocadifícilparatodos.Sólosehablabadeltemadentrodelafamilia.Eraunmotivodevergüenzaparanosotros,inclusomásquelacondenayelexiliodemipadre.

—Unsecretodefamilia—dije—.¿Habíasucedidoantes,engeneracionesanteriores?—¡Nolerespondas,Marco!—gritóLúculo—.¡Notienederechoapreguntareso!Marcoasintió,sinhacercasoasuhermano.—Algosimilarleocurrióalpadredemipadre,unaespeciedesenilidadprecoz,unapérdidadel

buenjuicio;creemosqueesunaenfermedadquesetransmitedepadreahijo,unaserpienteenroscadaalamentedelhombrequeesperaynoatacahastaqueestealcanzaelpuntomásaltodesusfacultades.

—¡Son puras suposiciones! —interrumpió bruscamente Lúculo—. Fue la persecución de susenemigosloquellevóanuestropadrealalocura,nounadolenciainterna.Esoeslomásprobable.

—Como ves, Gordiano, mi hermano siempre prefirió negar la verdad de todo este asunto.Negabalaenfermedaddenuestropadre,ylaniegaahora,cuandoempiezaaafectarlo.

—Y,sinembargo—dije—,accedióa redactarel testamentocuando lepedisteque lohiciera…ahoraynodespués,cuandoeldeteriorodesusfacultadeshubiesesidomayor.Esoindicaque,hastaciertopunto,élsabelaverdaddeloqueleestásucediendo,aunqueenaparienciasiganegándola.¿Noescierto,Lúculo?

Memirómuyenojado,peroprontosedulcificósuexpresión.Habíaundestelloensusojos.Unalágrimalerodóporsumejilla.

—He vivido una vida honorable. He servido a Roma de la mejor manera que he podido. Fuigeneroso conmis amigosyperdoné amis enemigos.Amo la vidaprofundamente. ¡Por fin voy atenerunhijo!¿Porquéhedesufrirundestinotanhumillante?Simihijoesvarón,¿tambiénhabrádesufrirloél?Micuerpoesfuerteaúnypodríavivirmuchosañosmás.¿Quéserádemíen losañosveniderossipierdolacordura?¿Notienencompasiónlosdioses?

Page 157: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Lomiréymeestremecí.Viaunhombrerodeadodeunaopulenciasinlímites,enelaugedesucarrera, adorado por multitudes, amado por sus amigos… y, sin embargo, completamente solo.Lúculoposeíatodoynadaalmismotiempo,porquenoteníafuturo.

—Losdiosestienenlaculpademuchascosas—murmuré—,peromientrasteseaposible,debesluchar contra tus fantasías, en particular las que pueden significar un peligro para los demás.RenunciaatusideassobreMotho,Lúculo.DiloenvozaltaparaqueMarcoteoiga.

El rostro se le transformó en unamáscara de tragedia. Su lucha interior era tan violenta queempezóatemblar.Marco,quellorabamásquesuhermano,leaferróelbrazoparacalmarlo.

—Motho…no es Vario. ¡Ya está, lo dije! Aunque todas las fibras demi serme digan que esmentira,lodirédenuevo:MothonoesVario.

—Diquenoleharásningúndaño—susurré.Lúculocerrólosojosconfuerzayapretólospuños.—¡Noleharédaño!Mefuiydejésolosaloshermanos,paraqueencontraranunpocodeconsuelobajolasramasde

las«Más-preciosas-de-todas».

Fueasí,pues,comoprobémiprimeracereza;yfueasícomoconocíaLúculo,conquiennuncamásvolvíahablar.

Losmeses que siguieron fueron el apogeo de una vida que, para cualquiera que no estuvierainformado, parecía una bendición especial de los dioses. Lúculo celebró su magnífico triunfo(aunquenosepresentóelgeneral rebeldeVario).También tuvounhijovarón,sanoyrozagante,aquien nombróMarco y adoraba con locura. Su matrimonio con Servilia no fue tan feliz: con eltiempo, laacusódeadulterioysedivorciódeella.Nuncasupeconseguridadsi laacusación teníafundamentososisetratabadeundelirio.

Esosmesestrajeronotroscambios,algunosmuytristes.NuestraconversaciónsobreLúculofueunadelasúltimasquetuveconmiqueridoamigoLucioClaudio,quemurióunatardedeotoñoenelForo,apretándoseelpecho.Paramisorpresa,Luciomelegósufincaetrusca;noestababromeandoese día en el jardín. Por lamisma época,Cicerónvenció aCatilina y fue electo cónsul, lo que loconvirtióenunHombreNuevoentrelanobleza(fueelprimerodesufamiliaenalcanzarelpuestomás alto deRoma). En otra parte figuranmis escritos sobremimudanza a la campiña etrusca, ysobrelostrágicossucesosqueocurrieronduranteelconsuladodeCicerón.

Comenzabaunanuevaeradegrandestumultos.LosrepublícanosencarnizadoscomoCicerónyCatón buscaron la ayuda de Lúculo, por su inmenso poder y prestigio, para hacer frente a lasambiciones amenazadoras de caudillos militares como César y Pompeyo. Pero aquél no logrócumplirconlasexpectativasdeCicerónyCatón.Másbien,seretirópocoapocodelavidapúblicayserefugiócadavezmásenunavidadeplaceressensualesydereclusión.LagentedecíaqueLúculohabía perdido sus ambiciones. La sabiduría popular supuso que la filosofía griega y los lujosasiáticoshabíanlogradocorromperlo.Pocossabíanquesumenteyanofuncionabacomoantes,puesLúculoyMarcoloocultarontodoeltiempoquelesfueposible.

Cuando murió, muchos años después de conocernos, Lúculo parecía un niño indefenso ydependíaporcompletodeloscuidadosdesuhermano.Corrióunrumorcuriosocuandofalleció:unodesusqueridoscerezosacababademorir,yLúculo,antelaimposibilidaddesaborearelmanjarque

Page 158: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

tantolegustaba,perdiólavoluntaddevivir.Lúculoyanoeraunafigurapública,peroelpueblodeRomarecordabasusgloriasyreaccionó

con gran dolor ante su muerte. Se llevaron a cabo grandiosos juegos funerarios, combates degladiadores y representaciones a gran escala de sus victoriasmás famosas.Durante el período deduelooficial,susjardinesseabrieronalpúblico.Soportélosempujonesdelamultitudparavolveraverlos.Lasfloresexóticaseranmáshermosasyelfollajemásexuberantequeloquerecordaba.

Cuandologréhuirdelgentíoylleguéaunsenderosolitario,metopéconunjardineroagachadoenelsueloquecuidabadeunrosal.Elesclavo,alsentirmipresencia,levantólacabezaymemiróconsuúnicoojo.SonreíalreconoceraMotho.Penséqueéltambiénmereconocería,peronodijonadaycasisininterrupcióncontinuóconloqueestabahaciendo.

Seguícaminando,rodeadoporelaromadelasrosas.

Notadelautorsobreestanarración[9]

Page 159: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

VidayépocadeGordianoelSabueso

CRONOLOGÍAPARCIAL

Estalistaenumeratodosloscuentosynovelas(publicadoshastaelmomento)delaserieRomasubrosaenordencronológico,juntoconalgunossucesosimportantescomonacimientosomuertes.Lasestaciones,meses o (hasta donde puede saberse) fechas exactas de los acontecimientos están entreparéntesis.LaseriedecuentospublicadosconelnombredeLacasadelasvestalesestánseñaladosporunnumeral(#),yloscuentosdelapresenteediciónvanseguidosdeunasterisco(*).

Año Acontecimiento/Novela/«Cuento»

110a.C. NacimientodeGordianoenRoma.108a.C. NacimientodeCatilina.106a.C. NacimientodeCiceróncercadeArpino(3deenero).106a.C. NacimientodeBethesdaenAlejandría.100a.C. NacimientodeJulioCésar(fechatradicional).90a.C. Sucesosde«ElgatodeAlejandría»(#);GordianoconocealfilósofoDiónyaBethesdaenAlejandría.90a.C. NacimientodeEcoenRoma.84a.C. NacimientodeCatulocercadeVerona.82-80a. C.DictaduradeSila.80a.C. Sangreromana(enmayo);juiciodeSextoRoscio,quefuedefendidoporCicerón.80a.C. «Lamuertellevamáscara»(#)(15-16deseptiembre).80a.C. BethesdacuentaaGordiano«Elcuentodelacámaradeltesoro»(#)(verano).79a.C. NacimientodeMetón.78a.C. MuertedeSila.78a.C. «Laúltimavoluntadnosiempreeslamejor»(#)(18-28demayo);GordianoconoceaLucioClaudio.78a.C. «Loslémures»(#)(octubre).78a.C. JulioCésarescapturadoporlospiratas(invierno).77a.C. «ElpequeñoCésarylospiratas»(#)(primavera-agosto);GordianoconoceaBelbo.77a.C. «Laesposadelcónsul»(*).77a.C. «Siloscíclopespudierandesaparecerenunabrirycerrardeojos»(*)(diciembre).77a.C. «LadesaparicióndelaplatadelasSaturnales»(#)(diciembre).76a.C. «Elzánganoylamiel»(#)(finalesdeabril).76a.C. «Laciervablanca»(*)(diciembre).75a.C. «AlgohuelemalenPompeya»(*).75a.C. «LatumbadeArquímedes»(*).75a.C. «Erostambiénmata»(*).74a.C. JuicioycondenadeOppiánico,acusadodevariosdelitos.74a.C. GordianolecuentaaLucioClaudiolahistoriade«ElgatodeAlejandría»(#)(verano).73a.C. «Lacasadelasvestales»(#)(primavera).73a.C. «Losgladiadoresmuerensólounavez»(*)(junioymesessiguientes).73a.C. ComienzalarebelióndeEspartaco(septiembre).72a.C. AsesinatodeOppiánico.72a.C. Elbrazodelajusticia(septiembre);asesinatodeLucioLicinioenBayas.71a.C. DerrotafinaldeEspartaco(marzo).70a.C. NacimientodeGordiana(Diana),hijadeGordianoyBethesda,enRoma(agosto).70a.C. «Popiyelpastelenvenenado»(*).70a.C. NacimientodeVirgilio.67a.C. Pompeyoexpulsaalospiratasdelosmares.

Page 160: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

64a.C. «LascerezasdeLúculo»(*)(primavera).64a.C. Gordianosemudaalafincaetrusca(otoño).

63a.C. ElenigmadeCatilina(lahistoriacomienzael1dejuniodelaño63,yelepílogoterminaenagostodelaño58);consuladodeCicerónyconspiracióndeCatilina.60a.C. NacimientodelosmellizosTitoyTitania,hijosdeEcoyMenenia,enRoma(primavera).60a.C. César,PompeyoyCrasoformanelprimerTriunvirato.56a.C. LasuertedeVenus(deeneroal5deabril);asesinatodelfilósofoDión.55a.C. PompeyoconstruyeelprimerteatropermanentedeRoma.52a.C. AsesinatoenlaVíaApia(del18deeneroaabril);asesinatodeClodioeincendiodelSenado.52a.C. NacimientodeAulo,hijodeDianayDavo,enRoma(octubre)49a.C. Rubicón(deeneroamarzo);CésarcruzaelrioRubicónycomienzalaGuerraCivil.49a.C. ElcercodeMassilia(finesdelverano-otoño);Trebonio,legadomilitardeCésar,sitiaMassilia.48a.C. LaadivinadeRoma(lahistoriaempiezael9deagosto);GordianoinvestigalamuertedeunamujerllamadaCasandra.48a.C. CésarvenceaPompeyoenFarsalia(9deagosto)ylosiguehastaEgipto.

48a.C. ElveredictodeCésar(lahistoriaempiezael27deseptiembre);GordianoviajaaEgipto;CésarllegaaAlejandríayseenfrentaaloshermanosCleopatrayPtolomeo.47a.C. NacimientodeBethesda,hijadeDianayDavo,enRoma.47a.C. NacimientodePtolomeoCésar(Cesarión),hijodeCleopatra(23dejunio).44a.C. AsesinatodeCésarenRoma(15demarzo).

Page 161: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Notashistóricas

Page 162: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[1] «La esposa del cónsul» nació de dos deseos: hablar de Sempronia, una de las mujeres másextraordinariasdesuépoca,einvestigarelpapelquedesempeñaronlascarrerasdecaballoseneseperíodo de la República romana. Todos los que han visto la película Ben-Hur recordarán laespectacularescenadeloscarros,realizada(muchoantesdelaaparicióndelasimágenesgeneradaspor computadora) con jinetes reales yunpúblicodemiles depersonas.Las imágenesdeBen-Hurquedarongrabadasenmimemoria; enbuscademayor información, consultéSport inGreeceandRome,deH.A.Harris(ThamesandHudson/CornellUniversityPress,1972),unestudiomuybritánicosobre las carreras y las apuestas en Roma que incluye una graciosa lista de nombres de caballosrealestraducidosdellatín.

El Acta diurna que se menciona en el cuento existió en realidad, como podemos saber por lasreferenciasquehacendeellaCicerónyPetronio;debolaideadeutilizarlaaunpolicíaconegromuydivertido,perollenodefechaserradas,llamadoTheJuliusCaesarMurderCase,escritoporWallaceIrwin y publicado en 1935, en el que el intrépido «reportero» Manny (diminutivo de Manlio)investigaunaseriedehechosdudososaorillasdelTíber.

LoslectoresquequieransabermássobreSemproniapuedenconsultarLaconspiracióndeCatilinadeSalustio,dondeelautordaunasugestivadescripcióndesulinaje,carácterymotivaciones;nosólodesempeñóunpequeñopapelenesaconspiración,sinoqueeralamadredeDécimoBruto,unodelosasesinosdeCésar,juntoconelmásfamoso,JunioBruto.EnlosprimerosborradoresdeminovelaElenigmadeCatilinaescribíunlargopasajeenelqueladescribía,peroluegodecidíeliminarlo;mealegrómuchopodervolverahablardeellaen«Laesposadelcónsul».«EsmuypocoprobablequehayasidohijadeCayoGraco»,escribeErichGruenenTheLastGenerationoftheRomanRepublic(University of California Press, 1974), aunque es fascinante, de cualquier manera, pensar queSempronia pudo ser descendiente de ese instigador radical de los últimos años de la Repúblicaasesinadoporlaclasegobernanteyconsideradoluegounmártirpopular.<<

Page 163: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[2]«Si los cíclopes pudieran desaparecer en un abrir y cerrar de ojos» es unamuestra de la vidadomésticadeGordiano.Enesemomento,losgatoseranunanovedadenRoma,ynoeranmuybienvistos en todas partes. El choque de las culturas occidental y oriental, reflejado en los diferentesmodosdepensardeGordianoyBethesda,nacida enEgipto, conel tiempo se convertiría enparteimportante de la vida cosmopolita romana, la capital del mundo que, con su desarrollo, seguiríaatrayendogenteeideasnuevasdetierrasmuylejanas.<<

Page 164: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[3]DetodoslosacontecimientoshistóricosqueocurrenenlosañosqueseparanSangreromanayElbrazo de la Justicia, el más importante es la rebelión de Sertorio: «La cierva blanca» cuenta suhistoria. Existen muchas fuentes que mencionan la fabulosa historia de la cierva, entre ellas, labiografíaquehizoPlutarcodelgeneralrebelde.EldescontentodelosseguidoresdeSertorioesunpresagiodelacrecientediscordiaenRoma,dondeunaseriedemotinesdesembocaríanenlaGuerraCivilqueacabóconlaRepúblicaparasiempre.<<

Page 165: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[4]Enelaño2000,duranteunagiraquehiceenPortugal,mieditororganizóunavisitaprivadaalasexcavaciones de una fábrica de garum hallada debajo de un banco en pleno centro de Lisboa (laantigua Olisipo). Ese recorrido me inspiró la visita de Gordiano a una fábrica parecida, dondedescubre que «Algo huele mal en Pompeya». Los lectores que deseen probar el garum puedenprepararlo: consultenA Taste of Ancient Rome, de Ilaria Gozzini Giacosa (University of ChicagoPress,1992),dondeseincluyeunarecetadeGargilioMarcial,escritordelsigloIIIantesdeCristo.<<

Page 166: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[5]ElrelatodelenigmaqueHierón,tiranodeSiracusa,leplanteóaArquímedesylamaneracomoésteloresolvióalosgritosde«Eureka»esunahistoriamuyconocidadelmundoantiguo.CuandomeencontréconlaafirmacióndeCicerón(enlasCuestionestusculanas)dequehabíadescubiertolatumbaolvidadadeArquímedes,decidíquepodíaescribirseunrelatosobreeltema,yasínació«LatumbadeArquímedes».Elidilio16deTeócrito,unaloaalbuengobiernodeHierón,esmuydistintode las Veninas del propio Cicerón, donde se denuncian la enorme corrupción y la pésimaadministracióndeSicilia, enesemomento,provinciadeRoma,ynodejade serunacomparacióninteresante.<<

Page 167: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[6] Leyendo a Teócrito, durante mis investigaciones para «La tumba de Arquímedes», encontré elidilio23,quemeinspiróelrelatode«Erostambiénmata».Todoslosdetallesdelamantedesdeñado,el muchacho sin sentimientos, el suicidio, la pileta y la estatua de Eros provienen de allí. En suversión,lamuerteeselresultadodeunavenganzadivinaynohumana;yoconvertílafábulamoraldelpoetaenuncuentodemisterio.«Erostambiénmata»fueescrita,originalmente,paraYesterday'sBlood: An Ellis Peters Memorial Anthology (Headline, 1998), donde varios autores rendimoshomenajealadifuntacreadoradeBrotherCadfael.Eneselibro,añadíqueeltema«leseríafamiliaraEllisPeters,quesolíaincluiramantes(secretosynotansecretos)entresuspersonajes.Ensusrelatos,lamayoríadelasveces,elamoresreivindicadoylosamantestriunfan;ojaláhubierapodidoserasíparalosdiversosamantesenestecuento».<<

Page 168: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[7]Comonuncaescribídemasiadaspáginassobrelosgladiadores,decidíhacerloen«Losgladiadoresmueren solo una vez». El éxito económico y de crítica de la películaGladiadorme dejó un pocoperplejo(ymellevóaescribirmipropiacríticadelapelículaenmipáginaweb),peroesinnegablequedesde siempre losgladiadoreshan ejercidounagran fascinación.Noa todos los romanos lesgustaba ver derramamientos de sangre en la arena (Cicerón decía que los combates eranrepugnantes); sin embargo, la peculiar tradición que unía los deportes sangrientos con los juegosfunerarios se convirtió, con el tiempo, en una obsesión cultural. Muchos siglos después, esoshorriblesespectáculosnodejandedesconcertarnos,nosremuerdenlaconcienciayapelananuestromorbo.<<

Page 169: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[8]«Popiyelpastelenvenenado»fueescritoduranteelmomentomáscríticodelescándaloClinton:de ahí su tinte cínico. Los detalles del crimen pueden leerse en Valerio Máximo (5.9.1) y suexplicaciónapareceenTheLastGenerationoftheRomanRepublic,deGruen(enespecial,enlapág.527).LaocurrenciadeCicerónacercadelpedazodepastelesreferidaporPlutarco:larelaciónqueestablezcoentreellayelcasoesunejerciciodelicenciapoética.(Chismedesociedad:laPalademicuentoeslamismaPalacuyapropiedad,segúncuentan,robóMarcoCelio;esafueunadelastantasacusacionesqueselehicieronaCelio,ademásdelasesinatodeunenviadoegipcio,eneljuicioqueapareceenminovelaLasuertedeVenus.Enverdad,laclasegobernantedelaRomadeGordianoeraunacomunidadestrechamenteunidaentresí).<<

Page 170: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

[9]«LascerezasdeLúculo» se inspiró, en forma indirecta, en una carta de un lector deAlemania,Stefan Cramme, que dirige una página web sobre novelística ambientada en la Roma antigua(www.histrom.de).CuandomieditormeinformóquesaldríaunanuevaedicióndeSangreromana,loque me daba la oportunidad de corregir cualquier error en el libro, contacté a Cramme, cuyoconocimiento sobre la antigua Roma es enciclopédico, y le pedí que me diera «su peor crítica».Crammemeseñalóunanacronismoque,hasta esemomento,habíapasado inadvertidoa todos loslectores: enSangre romana, durante una ensoñación erótica, Gordiano comenta que los labios deBethesda son «como cerezas». Por desgracia, como bien me dijo Cramme, la mayoría de loshistoriadoresconcuerdanenquenohubocerezasenRomaantesdequeelgeneralLúculolasllevaradelaregióndelmarNegroenelaño66antesdeCristo(catorceañosdespuésdeloquesecuentaenSangreromana).ComoeraimposiblequeGordianopudierautilizarlascerezascomosímil,corregíla referencia.En lasnuevasedicionesdebolsillodeSangreromana, los labiosdeBethesdanosoncomocerezas,sinocomogranadas,unaalusión,quizánodeltodoafortunada,aunparlamentoqueprofiere la malvada Nefretiri (Anne Baxter) para burlarse de Moisés (Charlton Heston) en elextravagantefilmclásicoLosdiezmandamientos.

Aningúnnovelistahistórico leagradacometererrores,yelproblemade lascerezasenRomamesiguiómolestandoporuntiempo.InvestiguésobreeltemadeladifusióndelascerezasenlazonadelMediterráneo y descubrí que no todas las fuentes sostienen que las cerezas eran desconocidas enRomaantesdelregresodeLúculodelaregióndelmarNegro;asíqueexistelapequeñaposibilidadde que la frase de Gordiano no haya sido un anacronismo después de todo. El resultado mássignificativodemisinvestigacionesfuequecreciómifascinaciónporLúculoysuincreíblecarrera(la biografía de Plutarco es una lectura estupenda). Como no lo había mencionado en las otrasnovelas,decidíescribiruncuentosobreély,almismotiempo,enfrentarmeconelproblemadelascerezas y exorcizarlo demi psique de una vez por todas. Así fue como concebí «Las cerezas deLúculo». El incidente del jardinero Motho es ficticio, pero los miembros del círculo íntimo deLúculo,incluidoselfilósofoAntíoco,ArcesilaoelescultoryelpoetaAuloArquías,fueronpersonasreales, y los detalles pertinentes relacionados con la grandeza de la carrera de Lúculo y su tristedecadenciaestánbasadosenhechoshistóricos.<<

Page 171: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

STEVEN SAYLOR (23 demarzo de 1956). Es un escritor estadounidense de novela histórica. SegraduóenlaUniversidaddeTexasenAustin,dondeestudióhistoriayclásicas.

AunquehaescritonovelassobrelahistoriadeTexasyhapublicadorelatosendiversosperiódicos,suobramásconocidaessuserieRomaSubRosa,ambientadaenlaAntiguaRoma.ElhéroedeestasnovelasesundetectivellamadoGordiano«elSabueso»,queactúadurantelaépocadeSila,Cicerón,JulioCésaryCleopatra.

TambiénhapublicadonovelasdecaráctereróticohomosexualconelseudónimodeAaronTravis.

Page 172: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

Notasdeleditordigital

Page 173: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

*[1] Los romanos denominaban Sucro al que hoy conocemos como río Júcar. Se desconoce laubicaciónactualdelpueblodelmismonombrealquesehacereferenciavariasvecesalolargodelcapítulo.SolosabemosqueestabasituadoentreTarraco(Tarragona)yCartagoNova(Cartagena),aorillasdelSucro(Júcar).

WIKIPEDIA:«SucrooppidumcorrespondealcampamentoestablecidoporPublioCornelioEscipiónel Africano en el punto intermedio del recorrido que hizo desde Tarraco a Cartago Nova paraconquistarestaúltimaciudad.Esteoppidumsehallaba juntoal ríoJúcar(nombradocomo«Sucro»porlosromanos),enlosmeandrosfinalesdesucurso».

ElgeógrafoEstrabón,enlaobraGeografíayenreferenciaasudescripcióndel litoralvalenciano,señalóque«ellitoral,desdeCartagenaalríoEbro,tieneenmedioalríoSucro,sudesembocaduraylaciudaddelmismonombre».<<

Page 174: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

*[2]Traducciónincorrecta(eneloriginalencastellano)deltérminomouthoftheriver.Latraductoralohatraducidocomonacimiento,cuandolocorrectohubiesesidotraducirlocomodesembocadura.1)porloindicadoenlanotaanterior:«sehallabajuntoalríoJúcar(nombradocomo«Sucro»porlosromanos),enlosmeandrosfinalesdesucurso»;y2)porque,asímismo,enWIKIPEDIAexplicaesetérminocomo:«Arivermouthorstreammouth isapartofa riverwhere it flows into thesea,river, lake, reservoir or ocean.At themouth of a river a delta is formed resulting from sedimentdeposition».<<

Page 175: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

*[3]WIKIPEDIA:«Enlamitologíagriega,NikéoNice(engriegoΝίκη)eraladiosadelavictoria.Eracapazdecorreryvolaragranvelocidad,apartede locualno se leatribuíanotrascualidadesextraordinarias. Se la consideraba simplemente como portadora de buena suerte, y solía estarasociadaconalgúnotrodios».<<

Page 176: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

*[4] En los dos primeros libros de la serie Roma sub rosa el nombre del secretario personal deCicerón(Tiroenlosoriginaleseninglés)fuetraducidocomoTirón.Noentramosaquíavalorarlocorrectoonodelatraduccióndelnombregriegodelpersonaje,peroporuniformidadhepreferidomantenerelnombrequelehabíandadolostraductoresdelasnovelasanteriores.<<

Page 177: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

*[5]LahistoriaalaqueserefiereGordianoeslarelatadaenelsegundolibrodelaserieRomasubrosa:«Elbrazodelajusticia».<<

Page 178: La muerte llega a Roma - digilea.files.wordpress.com · De la mano de Gordiano nos adentraremos en la eterna, fascinante y perversa ciudad de Roma, aunque algunas de sus investigaciones

*[6] Traducción incorrecta (en el original en castellano) del término skin referido a lapiel de lascerezas.Latraductoraaoptadoportraducirlocomocáscara,perodudoqueseauntérminocorrectoparadenominaralaenvolturaexteriordeesefruto.Heoptadoporsustituirlatraduccióndecáscaraporpielcuantasveceshacíareferenciaalrecubrimientodelascerezas.<<