LA LITERATURA INDÍGENA en Bolivia

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La Paz, octubre de 2016 Página Periódico mensual Octubre 2016 Qollasuyu Bolivia Año 10 Número 122 Edición electrónica LA LITERATURA INDÍGENA en Bolivia brilla en este momento por su ausencia, lo que resulta extraño en un momento de supuesta eclosión política. Es posible que el texto indígena en el actual proceso político boliviano haya sido al mismo tiempo engullido e impedido por el discurso político oficial del Estado sobre el indígena.

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La Paz, octubre de 2016 Página

Periódico mensualOctubre 2016QollasuyuBoliviaAño 10Número 122

Ediciónelectrónica

LA LITERATURA INDÍGENA en Boliviabrilla en este momento por su ausencia, lo que resultaextraño en un momento de supuesta eclosión política. Esposible que el texto indígena en el actual procesopolítico boliviano haya sido al mismo tiempo engullido eimpedido por el discurso político oficial del Estado sobreel indígena.

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Director:Pedro Portugal MollinedoComité de redacción:Nora Ramos SalazarDaniel Sirpa TamboCarlos Guillén

Colaboran en este número:Mauricio Mamani PocoacaPedro Hinojosa PérezFernando VargasVirginia AyllónRomán Crespo TitiricoSantos DiamantinoMario Blacutt MendozaRoger Adán Chambi MaytaIván Apaza Calle Lo

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Ilustración tapa: Trajes típicos en los carnavales bolivianos, según una ilustración del s. XIX. . Fuente: https://hawansuyo.com/2016/07/01/poesia-quechua-boliviana-poesia-indigena-y-julio-noriega-bernuy-gonzalo-espino-reluce/

Laureano Machacay el 20 de octubre

Como es sabido cada 20 deoctubre se conmemora lafundación de Nuestra Señora deLa Paz. Esta ciudad, la principalde Bolivia, fue fundada comoconmmemoración de una victoriaespañola no esta vez sobreindios, sino sobre otros españolesy criollos.

En efecto, la colonización habíadespertado tempranas rivalidadesentre los españoles sobre quientendría el poder de poder explotarmejor estas nuevas tierras y sushabitantes.

En la batalla de Jaquijahuana,el 9 de abril de 1548, Pedro de laGasca, enviado por el Consejo deIndias, derrotó a Gonzalo Pizarro, quien pretendía liberarse de latutela peninsular y lograr así una «independencia» respecto a laCorona española.

Poco tiempo después, el 20 de octubre de 1548, el conquistadorespañol Alonso de Mendoza funda con el nombre de Nuestra Señorade La Paz una población en el asentamiento Inca de Laja, paraconmemoración de la pacificación de las guerras civiles en elVirreinato del Perú.

La ciudad así establecida reprodujo esa pacificación que redundóen un mejor sometimiento de la población indígena, estableciendouna diferenciación racializada y un paternalismo político cuyaexpresión gráfica la encontramos en los relieves que adornan elmonumento a Alonso de Mendoza, en la plaza del mismo nombre enLa Paz.

Muchas cosas han sucedido en Bolivia y en La Paz desde entonces.para citar solo algunas de ellas: el cerco de Tupak Katari y larevolución de 1952. La Paz, como ciudad, se ha ido acomodando acambios que hacen que su identidad no sea la misma que la de sufundación. Sin embargo, aun falta mutaciones más profundas.

Para ello es necesario que La Paz sea también sensible a otrasvertientes y a otros recuerdos, no etéreos ni simbólicos, como losque proponen los pachamamistas, sino más sociales e históricos.

El 20 de octubre también se recuerda otro acontecimiento: latarde de esa fecha, en 1956, los vecinos de Escoma emboscaron aLaureano Machaca, quien el día siguiente debía emprender un avancehacia La Paz, para cercarla, luego tomarla con un ejército aymarade 100.000 combatientes y finalmente establecer un primer gobiernoindio en Bolivia.

Laureano Machaca estableció ya un gobierno en Waychu (hoyPuerto Acosta) y se proclamó presidente. La emboscada de losvecinos de Escoma cobró la vida de Laureano y dejó así trunca laepopeya de Machaca, epopeya que aun hoy día busca por abrirseun camino menos cruento ojalá, pero seguro más efectivo.

La Paz, comociudad, se ha ido

acomodando acambios que

hacen que suidentidad no seala misma que la

de su fundación,pero faltan más

mutaciones.

Una sorpresa dentro de lastinieblas

Mauricio Mamani Pocoaca

Realmente como sorpresa cayó a mis manos la obra de JeanBoyer de ediciones libertad. Lo increíble fue ver en la tapa de estaobra, a los tres personajes importantes Evo, Rabino israelita yGoni como: “Los peores enemigos de nuestros pueblos”. En losprimeros años de su Gobierno Evo fue casi un dios entre lospueblos indígenas de nuestro país y hoy, ¿puede ser uno de lospeores enemigos de nuestros pueblos? La mencionada obra locataloga de esa manera por tres razones: ignorante, mentiroso yestar cubierta con la máscara del socialismo o del comunismo. Laprimera, no es su culpa de él, sino del sistema porque en el pasadocasi a los pueblos indígenas estaba prohibida la escuela, y sobrela dos siguientes a continuación trataré de buscar las razones delpor qué.

Si revisamos el boletín DISCURSO PRESIDENCIAL desde elnúmero uno hasta los novecientos noventa, evidentementeencontramos muchas fantasías, exageraciones y pura campañapolítica que resulta ser una sorpresa dentro de las tinieblas, o seael pueblo vive dentro de la oscuridad y no ve la realidad y creentodavía en las falsas noticias del periódico del Estado Plurinacionalde Bolivia “El Cambio”. Sin embargo, podemos encontrar unainfinidad de razones de que en el futuro los errores administrativoy la maldita corrupción como pasó en el Fondo Indígena, seránperjudiciales para nuestros pueblos. En verdad, Evo no administra,no cumple con su misión de ser Presidente. Los 10 años degobierno hasta ahora los pasó viajando por el exterior y en elinterior en el campo con la llamada entrega de obras y a jugar elfutbol hasta convertirse en discapacitado, ésa no es función de unExcelentísimo señor Presidente; para eso existen las autoridadeslocales quienes dirigieron las obras, los directores generales y losministros en su ramo para entregar obras evidentemente ennombre del Gobierno Central.

Algunos errores que resalta a la vista dentro de la “administración”de Evo son las siguientes:

1.-Por intermedio de INRA entregó títulos a los campesinosoriginarios con el rótulo de adjudicación, por lo que ya no existencampesinos originarios sino todos son adjudicatarios.

2.-Se dice no al racismo y discriminación, pero con el bono JuancitoPinto se discrimina a los niños que existen a Escuelas Particulares.Ellos no reciben el bono.

3.-Se dice que todos somos iguales ante la Ley y no había sidoverdad; porque en el reciente conflicto Estado y Cooperativistasmineros, el viceministro es héroe y los mineros mueren sin mencióncomo perros.

4.-El peor error de Evo es el de haber entregado al pueblo bolivianobajo el imperialismo económico de los chinos: mercadería china essinónimo de basura.

5.-El pueblo boliviano, aymara, quechuas y otros son de origencomunitario no son capitalistas, ni socialistas o comunistas; sinembargo, tienen un sistema de complementariedad desde susantepasados. Quienes no conocen la cultura-socioeconómica denuestros pueblos destrozan la unidad comunal, resultan sersembradores de odio, olvidándose de los proyectos productivosde mucha importancia. ¿Por estos enunciados será el peor enemigo?No lo sabemos; conoceremos la verdad a partir del día que Evoabandone el Palacio.

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Economía:

América Latina y la trampadel ingreso medioPedro Hinojosa Pérez

La desigualdad socioeconómica es evidente en el acceso, y en el desempeño una vez dentro del sistema educactivo.Fuente ilustración: OCDE-CAF-CEPAL (2014) Perspectivas Económicas de América Latina 2015, sobre la base de datos OCDE/PISA 2012.

La trampa del ingreso medioparece ser la explicación másconvincente del porque la mayo-ría de los países latinos, en espe-cial el nuestro, se encuentraestancada entre la pobreza y lariqueza. La trampa de los paísesde ingreso medio es aquella si-tuación en la cual un país emer-gente tiene la dificultad de man-tener por más de una décadacrecimientos superiores al 5%.

A estos países no se los con-sidera países poco desarrolladospero tampoco son países desa-rrollados. Según la teoría, lospaíses de ingreso medio puedenverse atrapados en el subdesa-rrollo al no poder competir pri-mero, con las naciones máspobres que tienen en abundan-cia mano de obra barata y se-gundo, ni con los países ricosporque poseen un alto desarro-llo tecnológico. La ausencia deestas ventajas competitivasexplicaría por qué las nacionesparecen experimentar una caídaen sus tasas de crecimiento eco-nómico cuando el ingreso percápita nacional se encuentraentre los 11 mil y 16 mil dóla-res, aproximadamente.

América Latina se encuentrafrente a un enorme desafío, co-mo es «la trampa del ingresomedio». Desde hace bastantetiempo, los economistas anali-zan si existe verdaderamenteuna trampa sobre los países deingreso medio, que explicaría porqué algunas naciones parecenquedarse a medio camino entrela pobreza y la prosperidad.

Puede que la región, se en-cuentre atrapada en esta tram-pa, cuando parecía emprendercon vigor el camino del creci-miento y la industrialización. Enesta última década de los pre-cios altos se pensó que era laoportunidad de sentar la plata-forma del lanzamiento pujantede la economía. Pero parece quefueron cohetillos nada vigorosos(mucho ruido y pocos resulta-dos). Reflejo del mismo es queel crecimiento de la clase mediasea considerado como vulne-rable y no esté completamente

estabilizado. Como se conoce,la mayor cantidad de poblaciónen los países latinos son de clasemedia y estos son los impul-sores de las economía internasde cada país. Por ello, aquellospaíses poseedores de grandesrecursos naturales, deben nece-sariamente, abandonar la com-petitividad de las manos (bajossalarios) y pasar rápidamente acompetir industrialmente (mayorvalor) para cerrar cuanto antesla brecha con las economíasavanzadas y poder competir enla economía del conocimiento.

Un historiador chileno describeesta ironía como «el malestar deléxito»: una clase media frustra-da no por sus carencias mate-riales, sino por aspiraciones des-proporcionadas de desarrollo.Se la creyeron antes de tiempoque ya eran ricos. Y es que nopensaron que cualquier ratovendría el periodo de las vacasflacas. Otros dicen que es “labonanza con pies de barro”

Actualmente no es suficientepensar que el acceso a una manode obra barata, el control derecursos naturales y facilidadespara la inversión extranjera di-recta, son suficientes argumen-tos para explicar las nuevas ten-dencias del crecimiento y la com-petitividad. Las nuevas tenden-cias, apuntan a otro lado, porejemplo, la innovación, la calidady el conocimiento, representan

un rasgo distintivo de las princi-pales economías avanzadas queles permite aumentar su pro-ductividad, y a sus empresascompetir y expandirse con éxitointernacionalmente.

El Banco Interamericano deDesarrollo (BID), en su informeanual: Cómo repensar el desa-rrollo productivo, constata quela región no ha conseguido ce-rrar la brecha de bienestar quela separa de los países más de-sarrollados o de otros emergen-tes fuera de la región. La clavees el nivel de productividad, quesigue muy bajo y, además, re-trocede respecto a los paísesdesarrollados.

En un estudio reciente, algu-nos clasifican las economías delmundo en cuatro grupos –entrelos que las primeras dos catego-rías corresponden a los paísesde ingresos medios altos y al-tos– y siguen los movimientossegún los cuales las nacionesentran y salen de estos grupos.¿Qué países estuvieron estan-cados por el mayor período detiempo en la categoría de ingre-sos medios altos antes de pasara la de ingresos altos? La res-puesta correcta es Grecia y Ar-gentina.

Tomando en cuenta las varia-ciones del costo de la vida enlos distintos países, el estudioconcluye que el umbral de ingre-so per cápita sobre el cual un

país pasa a ser de altos ingresoses de 10.750 dólares de poderadquisitivo en el año 1990, yque 7.250 dólares es para pasara la categoría de ingresos me-dios altos.Y. ¿por qué cobra interésla trampa del ingresomedio?

Porque Bolivia salió de la listadel Fondo Monetario Internacio-nal (FMI) de países de bajos in-gresos y se clasifica como  paísde ingresos medios, gracias alcrecimiento de sus ingresos y alacceso al mercado internacionalmediante bonos financieros deacuerdo al informe del ministrode economía, señala un diario.

El Ministerio de Economía sub-raya que gracias a la aplicacióndel Nuevo Modelo EconómicoSocial Comunitario Productivodesde 2006, el país ha logradomantener niveles récords decrecimiento económico.

En los últimos años, diversosorganismos internacionales, co-mo el Banco Mundial y el BancoInteramericano de Desarrollo,han señalado a Bolivia como unpaís de ingresos medios, (¿locual beneficia al país con mayoreslíneas de créditos con recursosde esas entidades?). 

Según datos de la Memoria dela economía boliviana, elabora-da por el Ministerio de Economía,el PIB per cápita del país se incre-

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mentó de 1.182 dólares en 2006a 2.922 dólares en la pasadagestión. Es tres veces superioral registrado en 2005, que fuede 1.010 dólares.

Éste es un indicador que sirvepara medir el bienestar de unasociedad, reflejando una aproxi-mación del ingreso o gasto pro-medio anual por persona.

Según el Ministerio de Econo-mía, durante el periodo 1997-2005, la producción total pro-medio de la economía alcanzó a8.382 millones de dólares. Encambio, en el periodo 2006-2014 se incrementó en 153,9%y llegó a 21.280 millones dedólares. El Gobierno atribuyeesto a la demanda interna. 

Según un funcionario del Ban-co Mundial el ingreso per cápitase multiplicó por tres, por lo tan-to, según este funcionario, esta-mos acercándonos a un ingresoper cápita de aproximadamente3000 dólares.¿Que hacer para evitardicha trampa?

Expertos nacionales y extran-jeros recomendaron en su debi-do tiempo a Vietnam establecerun nuevo modelo de crecimientobasado en la fuerza interna y noen las asistencias no reembolsa-bles para salir de la trampa delingreso medio. 

Durante un seminario efectua-do en Ciudad Ho Chi Minh, losespecialistas hicieron énfasis enla gran brecha de desarrolloentre Vietnam y otros países enla región. 

Tras enfatizar que el índice deProducto Interno Bruto per cápi-ta de Vietnam solo se sitúa porencima de Laos, Cambodia yMyanmar y resulta mucho me-nor que el de Singapur y otrasnaciones en la zona, observaronque el crecimiento económico delpaís indochino se basa principal-mente en las inversiones, la ex-plotación de los recursos natu-rales y la fuente de trabajadoresde bajo costo. 

La adaptación de un nuevomodelo de progreso ayudará aVietnam a elevar la producti-vidad laboral, la eficiencia delaprovechamiento de las fuentesdisponibles y también la com-petitividad de la economía na-cional, notificaron. 

Sin embargo, el factor más im-portante radica en las reformasde los mecanismos y las políticasacordes con las prácticas inter-nacionales y las normas sobrela transparencia y el carácterpúblico de las mismas, remarcó. 

En tanto, la doctora Pham ThiMinh Uyen, de la Universidad Co-mercial de Vietnam, recomendó

cambiar la ideología en la elabo-ración de políticas, priorizar elalto crecimiento, elevar la com-petitividad y la posición del paísen la arena internacional. 

Por otro lado, se pronunciópor prestar atención a la inver-sión pública y la colocación decapital de los grandes grupos,empresas estatales y entidadesbancarias y crediticias; el mejo-ramiento de la calidad del contin-gente laboral y la elevación delnivel científico y tecnológico. 

Mientras, el rector de la Uni-versidad de Ciencias Sociales yHumanidades en la mayor urbesureña vietnamita, Vo Van Sen,opinó que la tarea de salir de latrampa de ingreso medio requie-re los esfuerzos de toda la co-munidad y la adquisición de ex-periencias al respecto de otrospaíses. ¡No hay nada queinventar!

De acuerdo con el académicoe investigador de la UniversidadIberoamericana de México, esimposible mantenerse competiti-vos en los mercados globalesmientras no se invierta masiva-mente en mejorar la calidad delos recursos humanos y en au-mentar la capacidad de innova-ción en la economía.

«Un país que innova, que tieneuna gran calidad educativa, yocreo que tiene garantizado, aun-que no de forma inmediata perosí en la siguientes generaciones,un mejor país», coincidió JorgeSánchez Tello, economista einvestigador de la Fundación deEstudios Financieros del Institu-to Tecnológico Autónomo de Mé-xico (ITAM).

Por ello, se dijo, «es importan-te que se administre bien lo quehay, aprovechar los recursos,pero además creo que es muchomás importante para el salto,debe potenciarse la innovación».

Juan Carlos Moreno-Brid, pro-fesor titular de la Facultad deEconomía de la UNAM y ex direc-tor adjunto de la subsede de laComisión Económica para Amé-rica Latina y el Caribe (CEPAL)en México manifestó: A medidaque se transforma la estructuraproductiva hacia bienes intensi-vos en conocimiento, debe con-tar con mercados laborales fle-xibles que faciliten la reasigna-ción eficiente de recursos quepermitan altas tasas de empleo,principalmente a actividades dealto valor agregado que permi-tan una sostenibilidad en lastasas de crecimiento.

La CEPAL por su parte emiteopiniones interesantes como:“Las naciones que son capacesde garantizar una excelente pre-

paración de su capital humano,con calidad y basada en las últi-mas tecnologías, tienen mayoresposibilidades de evadir la «tram-pa del ingreso medio».

Si bien hay notables diferenciasen la situación de los países deLatinoamérica, el escenario ac-tual reclama impulsar la produc-tividad y el crecimiento potencial,consolidando los avances en lalucha contra la pobreza y la de-sigualdad de la última década.

También es preciso elevar losniveles educativos de la pobla-ción y las competencias de sufuerza laboral presente y futura,así como aplicar políticas de in-novación, que son esencialespara impulsar el crecimientoincluyente en todas las naciones.

Igualmente, se deben reducirlos niveles de informalidad de lafuerza de trabajo, lo cual afectatambién a la nueva clase media.Recordemos que las empresaslatinoamericanas reconocen difi-cultades para encontrar emplea-dos con preparación para desa-rrollar sus actividades.

Otro elemento indispensable atener en cuenta por los gobier-nos es la mejora del vínculoentre el sistema educativo y elproductivo, reforzando los pro-gramas de formación técnica,entre otras medidas.

La educación, además de serun elemento esencial para for-mar a los ciudadanos del futuroy para construir sociedades másincluyentes con igualdad deoportunidades, es un motor delcrecimiento económico.

Además, los gobiernos debenenfrentar el desafío que repre-senta la situación de los ciuda-danos de origen socioeconómicomás modestos, como las muje-res y la población rural.

Todos esos esfuerzos debenir acompañados por una apuestadecidida por la innovación y lacreación de nuevos empleos,junto a políticas sociales contrala desigualdad”.

Los expertos advierten que elespacio para adoptar políticastendientes a reanimar el creci-miento se está estrechando, porlo que se requerirá una combina-ción justa de herramientas mo-netarias y fiscales, el reordena-miento del gasto público y apro-vechar las tasas de cambio paraestimular la economía, sin desa-tar la inflación.

«Sin un Estado, un sector pú-blico, comprometido con la inver-sión; sin un Estado comprome-tido con impulsar la inversiónpública en infraestructura encoordinación con el sector priva-do es imposible salir de la tram-pa del ingreso medio».

La CEPAL propuso en 2012 afi-nar la mirada y completar el cri-terio de ingreso per cápita conun enfoque basado en brechasestructurales que limitan el de-sarrollo de los países de rentamedia (en desigualdad y pobre-za, inversión y ahorro, producti-vidad e innovación, infraestruc-tura, educación, salud, fiscali-dad, género y medio ambiente).

La solución para evitar la temi-da trampa se halla en que sedebe priorizar la productividad,las innovaciones tecnológicas,otorgar educación con calidad.Somos un país que no se carac-teriza precisamente por tenerbuenos indicadores en rendi-miento, productividad, innova-ciones, etc. Como se notará nohemos descubierto y menoscreado nada. Nos queda un largocamino por recorrer.

Fuentes- h t t p : / / w w w . p a g i n a s i e t e . b o /

economia/2015/8/5/graduara-bolivia-como-pais-t iene-ingresos-medios-65541.html

-http://www.laprensa.com.bo/diario/actualidad/economia/20140530/el-ingreso-per-capita-en-bolivia-es-de-us-3000_57705_95061.html

-Ramón Casilda Bejar. Profesor delInstituto de Estudios Latinoamericanos.Universidad de Alcalá

- http://es.vietnamplus.vn/expertos-abordan-soluciones-para-sal i r-de-trampa-de-ingreso-medio/60980.vnp

- http://spanish.xinhuanet.com/2016-03/15/c_135189803.htm

Lo primero que hay que subrayar es que la región se enfrenta a unadesaceleración o recesión, según cada caso, pero no a una crisis. La contracciónde la actividad responde al deterioro cíclico de la coyuntura (sobre todo porfactores externos) y no tiene por qué dar lugar a un colapso que dañe de formaprofunda el sustrato económico, como ocurriera tantas veces en el pasado conlas crisis financieras. Esto es sin duda una buena noticia. Por otra parte, lastasas de inversión, que son un factor clave en el crecimiento potencial a largoplazo, son en general bastante elevadas en términos históricos; la deuda externaes baja y, por lo tanto, gestionable; y el auge de las clases medias durante losúltimos años proporciona un colchón con el que la mayoría de los países nocontaban en el pasado.

Sin embargo, estas fortalezas no deben ocultar que la mayoría de los paísesno han sido capaces de aprovechar plenamente el super-ciclo de las materiasprimas que ahora llega a su fin. La diversificación de las economías no se haproducido, la lenta desindustrialización ha continuado y la gran asignaturapendiente sigue siendo el retraso tecnológico. La inversión en I+D es tan solodel 0,38% del PIB (por un 1,88% en economías emergentes de Asia Oriental omás de un 2% en los países avanzados), lo que lleva a un bajísimo nivel deindustrias de alta tecnología o de registro de patentes.

Estas carencias eran menos evidentes en un entorno de optimismo y caída dela desigualdad. Pero serán más difíciles de gestionar en un entorno de vacasflacas.

Infolatam, Jueves, 25 de Agosto de 2016: FMI: La economía en América Latina se frena.

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Usos y costumbres racializadas:

El Buen Ciudadano, crítica dela urbanidad paceñaFernando Vargas

“Para que los hombres seanefectivamente colocados en eltrabajo y ligados a él esnecesaria una operación o unaserie de operacionescomplejas por las que loshombres se encuentranrealmente, no de una maneraanalítica sino sintética,vinculados al aparato deproducción para el quetrabajan. Para que la esenciadel hombre puedarepresentarse como trabajo senecesita la operación osíntesis operada por un poderpolítico”Michel Foucault

El fenómeno del crecimientopoblacional de las ciudades1 hainstaurado un cambio en el ima-ginario social2, mientras más lasciudades van creciendo econó-mica y socialmente3 la preo-cupación de los gobernantes deturno es más importante: ¿quéhacer con el crecimiento caóticode las mismas?; esto se definemejor como: ¿qué hacer con eldesorden? pero, ¿qué identidad4

tiene este desorden si las trans-formaciones económicas y socia-les son interpretadas como unbuen síntoma de desarrollo?

La importancia de las ciudadesse da en cuestión de peso de-mográfico y político5; entonces,son urgentes las políticas inclu-sivas, la “construcción de ciuda-danía”, que son los puntos quevincula la preocupación de losgobernantes de turno con estecrecimiento poblacional. Mi obje-tivo fundamental es explicar esteproceso desde mi vivencia comotrabajador aymara, inspeccionarla mirada cotidiana del ciudadano“paceño”, hasta la más crudaexpresión real del trabajo, todobajo la interpretación de la radi-calización.El acontecimiento

Un acontecimiento me llamóprofundamente la reflexión, unimprovisado mercado de alimen-tos y frutas, vendedores cir-cunstanciales y compradores, esusual ver nacer un mercado im-

provisado vendiendo sus verdu-ras, frutas etc.; esto se da cadafin de semana por cualquierzona (esta característica no essolo propia de la ciudad de LaPaz, creo que es común verlatambién en lugares como Co-chabamba y Santa Cruz). Undomingo de feria cuando la genteconoce y compra lo que necesitapara su alimentación diaria. Elacontecimiento fue que los due-ños de las casas echaban aguadesde sus terrazas para que losvendedores (las caseritas) seretirasen; los dueños de casa nomostraban sus caras ante lacobarde acción. Pero ¿qué hacepensar que aparte de serdueños de su casa, donde ellosviven, son dueños de todo elespacio público? ¿Cómo se defi-ne quién se debe retirar y cómose va? Adoptaremos el métodode ir progresivamente de estepequeño ejemplo a otro cadavez más grande.

Viernes por la mañana, merca-do Rodríguez, lugar de fuerteconcentración en el abasteci-miento de alimentos para la “fa-milia paceña”. Sobre todo sevenden verduras, frutas; unoconsigue desde muy tempranocosas al alcance de todos losbolsillos y asisten gentes de

todo tipo de clase. Bueno, elacontecimiento fue que vinieronlos guardias municipales y deco-misan los productos a las case-ras que venden en las aceras.Era muy temprano y la genteque normalmente asiste no sontranseúntes, sino compradores.Está claro que a esa hora soloencuentras compradores y ven-dedores, mas no peatones.Bueno, aquí la pregunta: ¿Quépoder les posibilita desalojar odespejar este espacio de abas-tecimiento? ¿Dónde seria el lugarde venta de estas personas?Cierto que estas interrumpen alpeatón, molestan a la buenaurbanidad, arruinan las aceras,hacen ver mal a la ciudad, perocontradictoriamente son las en-cargados de abastecer de ali-mentos a la canasta familiar; aúnasí son los mercados de abaste-cimiento donde se accede a ali-mentos y a bajo precio en épocade crisis, salvando el bolsillo del“paceño”. Pero vayamos más alextremo de las acciones y vamosa remitirnos a otros campos.

El Mega Center, un lugar dondela gente concurre para distraer-se; ahí se puede ir a ver pelícu-las, hacer compras; ya sea conla familia o los amigos, lugar porexcelencia de esparcimiento y

entretenimiento comercial, unespacio moderno; este lugar deconcurrencia masiva de gente sesitúa en la Zona Sur de la Ciudadde La Paz. El acontecimiento: “lapublicación de fotografías en va-rias cuentas personales y degrupos en Facebook, donde semuestra a mujeres de pollera yhombres sentados en el piso delcomplejo (Mega Center) y en losjardines de los alrededores, ven-dedores ambulantes en las afue-ras y basureros repletos”6. Esapublicación ocasionó los siguien-tes comentarios:

“Q pena..q este asi demugriento el megacenter.. el 01d enero fue caos...habia gentecomiendo en la alfombra dboleteria... los baños edian,habia basura por todos lados..se imaginan ustedes situvieramos playa????... Diossabe lo q hace....” (sic)7

“Si kieren parar el problemadeben evitar que el telefericobaje desd el alto y matarian alperro y tambien a la pulgas”(sic).8

“El tema de Mega y el efectoteleférico esta sacando lo peorde cada uno y pone en evidenciaque la inclusión hasta elmomento sólo ha incrementadoun silencioso, peligroso y mudoodio racial (...)”(sic)9

“Que les pongan pasto

Fuente ilustración: http://blogsdelagente.com/cosenza/2009/02/?doing_wp_cron

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sintético y flores de plásticojajajajaj que triste nuestracultura!”(sic).10

Estos comentarios reforzaronlas expresiones racistas que seescuchaban, “asquerosos”, “in-dios” “nos están invadiendo”,claro que si hablamos en estostérminos, que son bastante re-prochables, nos encontramoscon un pensamiento bien moder-no, además de ser racista.

Increíblemente esto va de con-trapelo con lo que se vive cotidia-namente en los espacios priva-dos de las zonas del sur, es ahídonde el aymara es portero (ra),jardinero, albañil; es empleadadoméstica o empleada múltiple,sirviente etc., a esta caracterís-tica del trabajo no se la cuestio-na o se lo denomina “invasión”,todo lo contrario, es socialmenteaceptada. En esos espacios pri-vados el trabajo tiene rostro, es-te rostro es aymara y este espa-cio de trabajo servil es asignadopor la racialización: los aymarastienen sus espacios y tambiénsus márgenes, ¿son los espa-cios (como el Mega Center) ex-clusivamente para los modernosciudadanos? En estos grandescentros comerciales también lamayoría de los empleados sonaymaras, donde la relación due-ño (q’ara) empleado (aymara) essocialmente aceptada y hastanaturalizada permitiendo interio-rizar relaciones de dominaciónen la subjetividad del aymara.Menciono que trabajando ahí vicomo un q’ara alardeaba a suamigo sobre sus empleados,sentido de propiedad sobre unapersona; pero, lo que más meindignó fue cómo las “doñas”que venían de la ciudad de ElAlto reaccionaban ante la llama-da de atención del señorito deturno. Este, gritando y apresu-rando a sus empleados como asus siervos (as), y de las bocasde mis compañeras de trabajosolo escuche decir “¡el joventodavía es buenito, su papá esel malo”.

Para terminar esta parte, men-cionar otros dos campos relacio-nados: recuerdo que en una pu-blicidad de una universidad deLa Paz había un muñeco colgan-do, un obrero limpiando la facha-da de vidrio de esa universidad.El muñeco además de vestir deobrero tenía una característicamuy peculiar y que me llamó laatención, era un muñeco quetenía un color de piel, ¡era more-no! y el mensaje de aquellapublicidad era : “donde quieresque tus hijos estén, universi-dad….” Era evidente la sugerenteidea de que es mejor que tushijos estudien a trabajar así,pero sobre todo los que tienen

el color de piel tienen un trabajodefinido, una educación biendefinida, el contexto rematabala significación a esta publicidad.Ahora pasemos de este sencilloejemplo a otro, en un conciertode un grupo bien paceño habíauna escenografía, un muñecovestido de pollera, trenzas y sumanta. Sí, solo un muñeco quevendía sus verduras. Debo decirque la letra de este grupo nohacia expresiones racistas, peroa decir verdad no solo vi muñe-cos ahí, ¿Cuántos muñecos sinsentido de experiencia se visteny bailan en la Entrada Universi-taria o en la Entrada del GranPoder? ¿Cuántos somos muñe-cos y nos vestimos para talfraude?, conozco warmis quehablan aymara, piensan aymaray no son el ridículo muñeco deotras personas, por más que notengan dinero para bailar: sulengua, su pensamiento es origi-nal e histórico, lo más deseado:una identidad concreta.

Las expresiones cívicas son unbuen referente. En las temporali-dades específicas de un calen-dario festivo, por ejemplo lascelebraciones cívicas del 16 deJulio, las mayorías exclaman ¡vivaLa Paz! fiesta y alegría: “he aquíun buen ejemplo de lo públicoen el propio corazón de lo priva-do: en el corazón mismo denuestra memoria”11, una memo-ria histórica sumida en la “pace-ñidad” se ha convertido en laidea que aglutina a los ciudada-nos; como la “bolivianidad” es-tas ideas solo encubren relacio-nes de dominación y no hablasobre quienes verdaderamenteejercen el poder. “¿Paceñidadpara quién?”, ya que despuésdel 16 de julio, en la cotidianidadel desencanto deja relucir su má-xima expresión en frases como:“alteño de mierda”, “ chicheros,que feo” y la expresión clásica“indio o no seas llama”, “estasen la ciudad c.….o”, “chola de……”, “no me importa si es lachola de quien sea…”12

A los aymaras se nos discipli-na, ya sea con la violencia físicao simbólica. Acostumbrarnos aque el “joven q’ara” sea “el bue-nito”, que las instituciones disci-plinarias nos adoctrinen bajo eldiscurso de que “estamos en laciudad”, ese gran espacio mo-derno donde se ha dicho queen grandes números la mayoríasomos aymaras. Es así cómolos mecanismos de racializaciónhacen que el sujeto se acondi-cione a los espacios “citadinos”,a los espacios públicos de lasgrandes urbes y en los espacioprivados también.

De esta suma de aconteci-mientos se pueden deducir cla-

ramente que se encuentra unpoder, que está detrás, y queno es posible solo adscribirse alencuentro del reclamo a losguardias o los dueños de casacorrespondientemente. Ademásque es bien visto que estossujetos, los aymaras, tienencierta educación y que nos sirvenpara un tipo de trabajo servil, aesto es lo que se llaman inclu-sión, un adiestramiento que lasinstituciones tienen la función deimponer.

Es pues el buen ciudadanoquien disciplina al aymara paraque deje de ser del “campo” ydeje esas feas costumbres y sededique a hacer lo suyo, un tra-bajo servil, dejando su naturalsubdesarrollo y busque oportu-nidades en las grandes urbes yadopte imponiéndole la “paceñi-dad” como un concepto unívocode civismo, en una ciudad quepolíticamente los niega e inclusohacen desfiles folklóricos masi-vos y festivales culturales , peroen realidad son mimos de sucultura, mientras en realidad serecrimina su verdadera cultura.La realidad es que el aymara viverelegado del poder y parceladoeconómicamente. ¿Acaso noestán los modernos mercados,como el mercado Lanza, diseña-dos interesantemente comopanópticos? Esto va más allá demeras lecturas costumbristas ofolclóricas y en este caso bajoel discurso de la “paceñidad”,“civismo” se trastoca la historici-dad política de lo aymara paraenglobarlo en un concepto quesupuestamente conlleva igualda-des, reciprocidad, respeto, inter-culturalidad etc.

Desde acciones cobardes deecharnos agua, insultarnos,segmentarnos económicamentehasta revalorizarnos folclórica-mente, son lógicas para des-posesionarnos del poder. Si nose toma en cuenta el tema delpoder, buscar el acuerdo, unconcepto, la ciudadanía inclusiva,sirve solamente para domesticaral sujeto. Al fin de cuentas, enlo cotidiano del paceño de a pie,bien se puede aplicar estasideas/expresiones de Zizek so-bre la fórmula de la ideología:“ellos saben que, en su acti-vidad, siguen una ilusión, peroaun así lo hacen”. En su actividadde buscar urbanidad, ciudadanía¿ilusión?, saben que encubrenuna forma secular y particularde racismo, pero aun así lo hace,el Buen Ciudadano.

Notas.-1 El crecimiento de las ciudades no

es un fenómeno reciente, segúndatos del INE del censo del 2012 el67,3% de la población del país

habita en áreas urbanas y el 32,7% vive en áreas rurales.Comparando con 2001 la poblaciónurbana en 2012 tuvo un incrementode un millón 586 mil habitantes,equivalente a un incremento de 4,9puntos porcentuales. NOTA DEPRENSA. 2012. Instituto Nacional deEstadística INE.

2 “...la inclusión de un importantecontingente poblacional a la vidaeconómica del país a través deprocesos de ascenso social es unfenómeno que ha implicado no soloun cambio en el imaginario de lasclases sociales, el reconocimiento demayores niveles de heterogeneidady la construcción de nuevasidentidades”. Informe Nacionalsobre Desarrollo Humano en Bolivia.EL NUEVO ROSTRO DE BOLIVIATRANSFORMACIÓN SOCIAL YMETROPOLIZACIÓN. Pág.22

3 De aquí se desprende el hechode que los grandes retos en laconstrucción de regionesmetropolitanas tienen que ver congarantizar una vida digna desde unenfoque que vaya más allá de laperspectiva tradicional de atenciónde ciertas necesidades; más bienexige un cambio de paradigma enel cual la ciudad no solo se veacomo receptora de los beneficios delas políticas públicas locales o deíndole urbanística, sino como unactor en sí mismo, capaz de construirciudadanía cívica, bienestarinclusivo, prevalencia del biencolectivo y vida social urbana, comoresultados de un proceso dedesarrollo humano concebido comouna construcción sociocultural.Ibídem. Pág. 22.

4 Como dato debemos mencionarpor el momento al censo del 2001donde indica que en la ciudad de LaPaz un 50% se auto identificóaymara y otro 10% quechua; y enla ciudad anexa de El Alto, un 74%se dijo aymara y otro 6% quechua(2). ALBO, Xavier. “Ciudadanía étnicocultural en Bolivia”. Pág. 22.

5 “…con especial atención en lasregiones metropolitanas de La Paz-El Alto, Cochabamba y Santa Cruz ylos 16 municipios que conforman susrespectivas áreas de influenciainmediata, que hoy concentran el46% de la población nacional.”.Informe Nacional sobre desarrollohumano en Bolivia. EL NUEVOROSTRO DE BOLIVIATRANSFORMACIÓN SOCIAL YMETROPOLIZACIÓN. Pág.21.

6 http://www.la-razon.com/i n d e x . p h p ? _ u r l = / s o c i e d a d /Denuncia-descolonizacion-critica-r e c h a z o - a l t e n o s -Irpavi_0_2194580560.html

7 Ibidem.8 Ibidem.9 Ibidem.10 Ibidem.11 BORDIEU, Pierre. Sobre el Estado.

Cursos de Collège de France 1989-1992.

12 El uso social de la palabra“chola” por parte de una diputada,es una expresión bien usada en lasociedad paceña, no dicendirectamente “amante”, es claro eluso despectivo y bien identificadocuando se habla así de una mujer.

13 http://www.infodiez.com/insolito-en-la-paz-prohiben-a-los-choferes-escuchar-musica-chicha/

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Debates coloniales y eclosión indígena:

Ausencia de literatura indígenacontemporánea en BoliviaVirginia Ayllón*

Clemente Mamani es uno de los pocos aymaras cultores de poesía. Su producción cabalga entre dos mundoslingüisticos: el aymara y el castellano. La suya es una poesía en castellano invadido de lógica indígena–aymara. Perosucede algo aún más singular: Si el castellano andino supone la interferencia de los idiomas nativos en el castellano,esta poesía re-semantiza el castellano desde el idioma materno haciendo un uso totalmente discrecional del idiomaajeno. Fuente foto: http://www.crearensalamanca.com/poemas-del-aymara-clemente-mamani-laruta-pintura-de-mamani-mamani/

* Virginia Ayllón, poeta, narradora yensayista. [email protected]

En este texto quiero insistir enla reflexión que sobre el estatutode la literatura indígena bolivianacontemporánea he desarrolladoantes1, y esta vez pretendo másbien contextuar una muy actualy curiosa paradoja en la relaciónentre resistencia indígena anti-colonial y producción literaria.

Me refiero a la distancia entrelos avances sociales y políticosde los pueblos indígenas bolivia-nos y la escasa o nula produc-ción literaria. Estoy conscienteque puede observarse que esteplanteamiento retoma los argu-mentos coloniales al reclamar,implícitamente, una mayor pre-sencia de, en este caso, laliteratura indígena toda vez quela misma acepción de “literatura”pertenece al campo de la impo-sición colonial junto al peso delo escrito sobre lo oral.

Sin embargo, se me permitiráargumentar que el actual mo-mento político ha puesto sobrela mesa las múltiples estrategiasde resistencia entre las que sedestaca la capacidad indígena de“cabalgar entre dos mundos”;esto es su severidad en el res-guardo de su cultura tanto comola de apropiación de claves de lamodernidad. Y resalto este se-gundo elemento porque creoque lo indígena debe conside-rarse desde su realidad históricay no adscribirla solamente a su

carácter mítico. Creo que des-historizar lo indígena tiene impli-cancias neo coloniales no soloen términos políticos sinotambién literarios.

Esto es así si consideramosque el llamado “rescate de la lite-ratura indígena” ha tenido —par-ticularmente en los siglos XIX yXX— el sello de la antropología.Así, el antropólogo Jürgen Ries-ter, a quien se debe el conoci-miento de la literatura guaraní,dice en uno de sus textos:

Cada pueblo del mundo tienede esta manera sus textossagrados. Poco importa siéstos están presentes en formaescrita o en forma oral (…) Esuna de las tareas de la cienciaantropológica anotar estostextos sagrados en forma demitos, rezos, cuentos fábulas,canciones, etc., en pocas pala-bras, lo que define el pueblocomo sagrado propio.Desde la literatura considero

que esta acepción repite cáno-nes coloniales porque quien

escribe —el antropólogo, el cien-tista— determina como irrele-vante el soporte oral u escritode esta literatura y, por otraparte, encarga al cientista latarea de “anotar” estos textos.De ahí que la literatura indígenasea aún un elemento propio dela antropología y no así de laliteratura. Y si bien es cierto quea la antropología y a la historiadebemos el conocimiento devarias de estas literaturas, esclaro que su permanencia en elcampo de las ciencias conviertea estos textos en “objetos deestudio” más que en productoestéticos; esto es, literarios.

Tampoco la literatura boliviana(y en este caso me refiero a lainstitucionalidad literaria) hahecho lo suyo para recibir, incor-porar o al menos percibir estaliteratura. Todo lo contrario, laliteratura boliviana ha sido par-tícipe y reproductora de lasnociones coloniales y ha obvia-do, en general, lo que podríadenominarse como literatura

indígena. Un recorrido por tex-tos de historia de la literatura yantologías demuestra lo dicho.De ahí que para el caso de laliteratura boliviana valen todaslas reflexiones sobre el peso delcolonialismo, la imposición de laescritura sobre la oralidad, etc.Pero, en este texto me interesaanalizar no tanto la ceguera dela literatura boliviana ante laliteratura indígena sino más bienel comportamiento indígena antela literatura escrita.

Más, antes de ingresar alanálisis anunciado creo impor-tante manifestar mi convenci-miento de que a más se hablede “literatura indígena” más sepresentarán cuestionamientos,incluso a su propia existencia yse esgrimirán argumentos simi-lares a los que en pro y en contrase emplearon sobre la así llama-da literatura femenina. Pregun-tas al estilo de: ¿es poesía indí-gena la dicha por un/a indíge-na?, ¿quién es indígena y quiénno?, ¿es literatura indígena la

El proceso políticoque vive Bolivia,signado por lapresencia indígenaen la conducción delEstado así como enlas organizacionesde la sociedad civil,no acusa un visibleimpacto en laliteratura indígena.

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dicha sobre los indígenas?, ¿omás bien la dicha desde las cla-ves indígenas?, y ¿cuáles seríanesa claves? , ¿acaso la así deno-minada cosmovisión indígena? ,entonces ¿puede considerarseliteratura indígena la dicha desdela cosmovisión indígena pero poralguien que no es indígena? Yluego otra vez más: ¿y quién esindígena? No es raro, por tanto,que a esta literatura se la califi-que como “la otra palabra”, talcomo a veces suele decirse dela literatura femenina.

Quiero a la vez destacar quela primera década del siglo XXIse han producido algunos he-chos editoriales importantescomo la publicación de la novelade Juan Pablo Piñeiro CuandoSara Chura despierte publicadaen 2003, la publicación de Decuando en cuando Saturnina deAlison Spedding en 2004 y, final-mente, la edición trilingüe (ay-mara-castellano-francés) dePoesía aymara de Félix Layme yXavier Albó en 2009.

Las novelas de Piñeiro y Sped-ding que han sido consideradascomo muy significativas en lanarrativa boliviana contemporá-nea —valoración que compar-to— pueden adscribirse a lo quepodríamos denominar como lite-ratura indígena escrita por noindígenas, y aunque los propiosautores y muchos críticos mani-festarían su desacuerdo conesta categorización, me interesadestacar que tanto desde elpunto de vista estructural, el usodel lenguaje y la temática, ambasremiten a una percepciónindígena del mundo.

Por su parte, la antología depoesía aymara es una publi-cación —aunque destinada alectores francófonos— impor-tante de relevar precisamentepor la escasa producción literariaindígena en general y de poesíaen particular. En este caso, larecopilación alcanza a la poesíaaymara producida en Bolivia,Perú y el norte de Chile.

Pero esta década ha sido tam-bién la de instauración de unaacción oficial de promoción de laliteratura indígena. Me refiero alPremio de Narrativa en IdiomaOriginario «Guamán Poma de Aya-la», concedido por el Ministeriode Culturas, la editorial Santilla-na, agencias de cooperación in-ternacional y algunas empresasprivadas. La primera versión, en2010, premió a Federico TórrezMárquez, con su obra Jach’aTantachawita Pachakutiru, es-crita en aymara. La segunda, en2012, premió a Zulema Pary consu obra Sumaq Urqu, escrita enquechua. La tercera, para narra-tiva en idioma guaraní, se pre-

miará este año. La publicaciónde las dos primeras fue exclusi-vamente en idioma originario, loque eventualmente explique lainexistencia de textos de críticaliteraria sobre ambos. Ello poneen debate, otra vez, el tema dela traducción.

Paso ahora a referir que la au-sencia de literatura indígena esparalela a un momento históricoaún considerado como indígenaen Bolivia, por la presencia evi-dente de indígenas en la gestiónpública, en la asamblea legisla-tiva, en el órgano judicial, etc.,y una preponderante participa-ción indígena en los movimien-tos de la sociedad civil. Precisa-mente por ello, se esperaba quela irrupción del mundo indígenaen la conducción del Estado es-tuviera acompañada por otrasimilar en el campo de las artes,misma que develaría la produc-ción indígena oculta por los pro-cesos de colonización, hechoque evidentemente no sucedió2.Es decir, una primera paradojaconstatada es que a un momen-to de eclosión indígena en lasociedad, y luego en la política,no le corresponde una eclosiónindígena de las artes.

Ahora bien, cuando referimosa la eclosión política indígena lohacemos hacia la relación de loindígena con la modernidad. Noes este, por lo tanto, un mo-mento de “descubrimiento” delmundo indígena strictu sensum(aunque cotidianamente seconstate la persistente extrañe-za de la sociedad y la políticabolivianas ante lo indígena). Esdecir, no es este un espacio his-tórico en que el/la indígena estánempezando a hablar por vozpropia. En todo caso, el actualproceso se parece más a un picoalto de la participación indígenaen la historia, propio de proce-sos acumulativos de resistencia.

Afirmo, entonces que estaeclosión indígena tiene que vertanto con la resistencia comocon la adscripción indígena a lamodernidad. Esto se puede ob-servar con claridad en otros dosespacios sociales: el de los em-presarios y los intelectuales indí-genas. Los primeros respondena una lógica desarrollada desdelos inicios de la colonización yque tiene que ver con su ads-cripción al mercado habida cuen-ta de su ancestral dominio delintercambio de productos dediversos pisos ecológicos. Entiempos modernos, esto ha da-do lugar a un pujante empresa-riado indígena —particularmenteaymara y quechua— que sedesenvuelve muy bien en el cam-po del comercio local y, cómo no,internacional4. El segundo caso,

es el de la denominada “intelec-tualidad indígena” constituidapor académicos indígenas, mu-chos de ellos con estudios dedoctorado en universidadesamericanas y europeas, de losque algunos hoy cumplen altasfunciones en el Estado, tal elcaso del canciller David Choque-huanca. La mayoría son intelec-tuales con profusa publicaciónde textos especialmente en loscampos de la historia, la socio-logía, la lingüística y el análisispolítico, aunque no en la litera-tura. Algunos de ellos son tam-bién empresarios indígenas.

Estos dos ejemplos sirvenpara, por un lado, destronar —siempre se necesitará hacerlo—cierta imagen exotizada de loindígena mediante la cual aún selo afinca en el mundo arcaico.Pero, sobre todo, sirve para afir-mar la presencia indígena en losterrenos de la modernidad engeneral y en el mundo del pen-samiento escrito en particular.

Es decir, la segunda constata-ción es que la escritura no estáfuera de los elementos de la mo-dernidad “tomados” por los indí-genas en Bolivia y el hecho deque ésta se afinque en la acade-mia es de por sí destacable sise considera el papel de ésta enel parámetro moderno.

Entonces, ¿porqué los/asindígenas no “toman” a su vezla literatura? En ocasiones larespuesta acude a la calidad oralde la literatura indígena con unaalta valoración de lo oral sobrelo escrito. Pero esto es al menoscontradictorio cuando quienes loafirman son cientistas socialeso intelectuales indígenas quie-nes sí han accedido al mundode lo escrito.

Trasunta, entonces, ciertaadscripción a lo oral no ya comovalor en sí mismo sino como es-tereotipo de lo indígena comohecho arcaico, fuera de la histo-ria. Sin embargo y a favor dequienes defienden la oralidad dela actual literatura indígena, pue-de argumentarse que ésta segu-ramente se produce y mantieneen los círculos de las comunida-des indígenas, lo cual remitiríaotra vez a su carácter funda-mentalmente oral aunque concierto dejo esencialista. Puededecirse también que debiendoexistir la poesía indígena, la mis-ma no encuentra canales depublicación lo cual es mucho másprobable. Puede, finalmente ar-gumentarse que el bilingüismoy la traducción de y hacia los idio-mas nativos no ha formado unatradición en Bolivia, lo que tam-bién es cierto. Pero todos estosposibles argumentos son relati-vos si se considera la fuerte pre-

sencia indígena en ámbitos mo-dernos –incluido el de la escritu-ra— como se anotó arriba. A ellose podría incluso sumar datossobre las tasas de alfabetismo,el impacto de los medios de co-municación, la fuerte presenciaindígena en las corrientes migra-torias a países del Norte, etc.

Pero creo que donde más evi-dente se advierte la ausencia deliteratura indígena es en la com-paración con la producción indí-gena bilingüe de otros puebloscomo el mapuche, que sin tenerel peso político que han alcan-zado los pueblos indígenas deBolivia, ha desarrollado unavigorosa poesía.

En un estudio sobre la poesíadel mapuche Leonel Leinlaf, LucíaGuerra indica que el bilingüismoen general y la escritura bilingüeen particular han sido plantea-dos como estrategia política deresistencia anticolonial por elpueblo mapuche:

…Elicura Chihuailaf en su librotitulado En el país de la memoria[dice]: “ay la realidad -ya nopuede ser, para mis hermanos,propuesta de lenguaje único”,para finalizar afirmando: “Naci-mos mapuche, moriremos sién-dolo y la escritura, hermanos,es una de las más grandesmaneras de dignificarnos, deguardar y recuperar (aunquepara otros tantos todavíaresulte extraño) para y pornosotros mismos el alma denuestro pueblo»4.Por su parte, Juan Gregorio

Regino poeta mazateco —otrade las potentes poesías indí-genas— analiza el nijmi, que enla tradición mazateca es el equi-valente a la poesía, con clavesmodernas, sin por ello perder losvalores propios de esta literaturacomo producto cultural de ungrupo específico:

De este nijmi encontramos ele-mentos poéticos como forma,ritmo, musicalidad, metáfo-ras y métrica, es decir poesíapura. Una característica de laversificación en mazateco es laanáfora, existe una repeticiónconstante al inicio de los versosque implican la incorporación denuevos elementos al final, con-forme avanza se va haciendomás intenso, profundo, sublime,hasta alcanzar el diálogo con losDioses que rigen el universo5.Con todo lo dicho es extraño,

entonces, que habiendo toma-do/asimilado/adaptado otroselementos de la modernidad, elde la literatura escrita haya que-dado fuera del horizonte indíge-na en Bolivia. Es una preguntamuy grande y merece, sin duda,mayores acercamientos con elobjetivo de “desbloquear” o,

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eventualmente, comprender unposible bloqueo voluntario comoforma también de resistenciacultural.

Para esta segunda posibilidadacudo a la interesante digresiónde la socióloga Silvia Rivera quienafirmó alguna vez que el silenciode las mujeres indígenas en es-pacios públicos tenía sus raícesen cierta forma de resistenciacultural para resguardar los se-cretos de las culturas indígenas;es decir, ante el habla masculinaobligada por los colonizadores,las mujeres optaron por callar ydesplazar su comunicación haciael tejido, por ejemplo. Con cer-teza Rivera denomina a esta ac-titud como la política del silencio.

Creo que como en otros mo-mentos de la literatura boliviana,la indígena también sufre el pesode “lo político” y agota sus posi-bilidades discursivas en el textopolítico sea este de interpela-ción, propuesta o manifiesto6.Es decir, y como tercera consta-tación, que en relación al textoindígena el actual proceso políticoboliviano ha instituido al discursopolítico (en el sentido de accio-nes de y sobre el Estado) comodiscurso oficial indígena. A estohay que sumar que la literaturaboliviana aún cierra los ojos ha-cia lo indígena y, paralelamentecontinúan siendo las cienciassociales las que se encargan deeste “producto”, para decirlo entérminos de las ONG, las que sehan constituido también en “res-catadoras” de esta literatura.

Creo entonces, que la literatu-ra indígena en Bolivia está des-literalizada y de ese modo per-manece colonizada. Es posibleque la vertiente indígena no polí-tica sea la única capaz de “to-mar” el lenguaje literario y escri-bir desde la riqueza de su cul-tura. Querría decir que eventual-mente, la literatura indígenasucedería al margen del discursoindígena oficial. Sería una litera-tura ubicada en el margen deotro margen.

Coincidentemente con esteplanteamiento, destaco, una vezmás, la obra de dos poetas indí-genas quienes han y están de-sarrollando una importante obralírica. Me refiero a Elvira Espejoy Clemente Mamani.

Elvira Espejo es una indígenanacida en el ayllu Qaqacha de laprovincia Aroma del departa-mento de Oruro, Bolivia. Su per-tenencia étnica es aymara porlo que éste es su idioma maternoaunque, de niña su abuela leenseñó el quechua. Elvira es unaartista múltiple, ya que ademásde poetas es narradora, teje-dora y pintora.

Por su parte, Clemente Mamanies un destacado periodista ay-mara que nació en la poblaciónde Catavi, provincia Los Andesdel departamento de La Paz. Esun intelectual indígena con doscarreras universitarias en suhaber y un postgrado en laFLACSO de Ecuador. Durantemás de 20 años produjo un pro-grama cultural en Radio SanGabriel —pionera de la comuni-cación en idioma aymara— en elque presentaba investigacionessobre la cultura aymara en Boli-via. En esta faceta de comu-nicador, Clemente ha sido galar-donado con varios premiosentre los que destaca el PremioNacional a la Gestión CulturalGunnar Mendoza en 2008.

Estas breves biografías dancuenta de dos poetas indígenastotalmente enraizados en suspropias culturas pero con undesarrollo importante en la mo-dernidad. La actividad cultural einvestigativa de ambos ha forta-lecido a sus propias comunida-des y culturas de origen, ambosparticipan de ideas libertariassobre sus pueblos y han parti-cipado de acciones de moviliza-ción social indígena.

No haré, en esta oportunidadun análisis exhaustivo de la obrade estos dos poetas, motivo, sinduda, de otro y específico texto;expondré, sin embargo algunascaracterísticas generales de lamisma.

En el caso de la poesía de Elviracreo que la misma no puede ver-se al margen del texto de Arnoldy Yapita (1998) quienes estu-diando la tradición del canto alos animales y su relación con eltejido establecen una base deplanteamiento de una poéticaandina y su diferencia con latradición poética occidental.Creo que siendo la experienciadel tejido una experiencia cós-mica, histórica y técnica, losversos de Elvira tienen que vermucho con este saber ancestral:en su verso como en su tejidohay sapiencia y técnica; hay pre-cisión y también concisión(Espejo Elvira, 2006):

Chhuchharapi chhuchharapiNayataki jichharajiAsankiri asankiriPalaspampar asankiriFlor de chhuchharapi, flor dechhuchharapi,Mi tiempo recién ha comenzado¿Qué late, qué late?En la vacía plaza, ¿qué late?Clemente Mamani, en cambio

cabalga entre dos mundos lin-güísticos: el aymara y el caste-llano. De ahí que su poesía de-nota este transcurrir entre doslenguas. Podría afirmarse, en-

tonces, que la suya es una poe-sía escrita en el castellano andi-no; es decir en el castellano inva-dido de lógica indígena–aymaraen este caso.

Más, con la poesía de Clementesucede algo aún más singular:invade el castellano desde el cas-tellano. Si el castellano andinosupone la interferencia de losidiomas nativos en el castellano,esta poesía interfiere el caste-llano desde el castellano mismo.Me explico: despliega una escri-tura que queriendo asimilarse ala forma de poesía occidental,re-semantiza el castellano desdeel idioma materno haciendo unuso totalmente discrecional delidioma ajeno. Y, en este caso, ladiscrecionalidad tiene más unsentido de creatividad que demal uso. Debo recordar que unade las claves del racismo vienedada por aquello de “hablar bien”o “hablar mal” que quiere decir“hablar bien el castellano”. De ahíque advierto un signo político enesta “insolencia” con el caste-llano. Clemente ha extremadoeste recurso y hecho de este“atrevimiento” su poética.

Este uso discrecional (en elsentido antes anotado) le hapermitido al poeta anclar en al-gunas metáforas y versos im-presionantes como: “las barri-cadas que transpiran dignidad”,o “la presencia femenina desafíaa los ordenadores”, o “atletismodel desarrollo”. En sus propiaspalabras, estos versos son ver-daderos “mortíferos balines derareza” y nos toca, quién sabe,re-semantizar la palabra “rare-za”, para constatar que su litera-tura trae algo raro y recordarque es en el terreno de lo extra-ño donde a veces se han produ-cido verdaderos cambios.Sin conclusiones

Como se puede advertir, elproceso político que vive Bolivia,signado por la presencia indí-gena en la conducción del Esta-do así como en las organizacio-nes de la sociedad civil, no acusaun visible impacto en la literaturaindígena. Ello revela la paradojade que a un momento de eclo-sión indígena social y política nole corresponde un desarrollo deesta literatura, posiblementeporque este proceso ha institui-do el discurso político como eldiscurso oficial indígena. Formaparte de esta paradoja la exito-sa incursión de indígenas en losmodernos mundos del comercioy de la academia, lo que planteala pregunta del porqué a su vezno incursionan en la literatura.Se ha constatado que otrospueblos indígenas han asumidoel uso de la escritura en general

y de la literaria en particularcomo parte de su planteamientopolítico de resistencia.

Con todo, no se puede con-cluir este texto sin nombrar laposibilidad que la ausencia de laliteratura indígena correspondaa una elegida “política del silen-cio”, es decir que la poesía indí-gena —especialmente aymara—se esté desarrollando fresca ypujante en las comunidades indí-genas, “ocultada” para guarecer-la, cuidarla. Se trataría de unaliteratura encerrada en sí misma,escrita de y para solo los miem-bros de la comunidad, lo queinvalidaría la vertiente mapuchey mazateca. Claro que tambiénexiste la posibilidad de mi desco-nocimiento de esta posible litera-tura —lo cual es totalmente po-sible— y esté discurriendo en uncampo negado para quienes ha-blamos poco (y escribimos mal)un idioma indígena. Si así fuera,por mi derecho y sobre todo mideseo de acceso al arte de lapalabra indígena, reclamaría,una vez más, el debate sobrelas políticas de traducción. Mien-tras tanto seguiré leyendo lapoesía mapuche y mazateca.

1 Antes abordé algunascaracterísticas de la literaturaindígena en el contexto de unasociedad colonial como laboliviana. Presenté, asimismo,algunos debates sobre las asídenominadas literaturasindigenista, indianista, oral ysimilares. Posteriormenteexpuse algunos elementos delllamado castellano andino, parapasar, finalmente a presentar laobra de dos poetas indígenasbolivianos contemporáneos:Elvira Espejo y ClementeMamani.2 En otro momento reflexioné sobre la

“folklorización” como clave estéticadel así llamado “proceso de cambio”

3 Para mayores datos ver mi “La esté-tica del proceso de cambio” que publi-qué el 2013 en Página Siete y, sobretodo, los estudios Hacer plata sin platade Nicco Tassi (2013) y Qamiris ayma-ras de Jorge Llanque (2011)

4 Guerra, Lucía. 2002. “La identidadmapuche y la poesía de LeonelLienlaf”. En: Revista Casa de lasAméricas, julio/septiembre.

5 Regino, Juan Gregorio. “Poesía comu-nitaria mazateca”. En: Revista Médicade Arte y Cultura. México: GrupoPercano de Editoras Asociadas, S.A.,2008. (Las negrillas son mías).

6 Participo de los análisis sobre el pesonegativo de la impronta política en laliteratura boliviana, particularmenteen el proceso de constitución del pro-yecto nacionalista, posterior a laguerra del Chaco y que ha limitado,especialmente a la narrativa, a de-sarrollarse en un terreno muy pareci-do a la “culpa social”. He reflexionadosobre este tema en relación al escasodesarrollo de las l iteraturas devanguardia en la primera mitad delSiglo XX en Bolivia, en mi acerca-miento a la obra de la escritora oru-reña ultraísta Hilda Mundy.

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Semántica descolonizadora:

Colonizacióno colonializaciónRomán Crespo Titirico*

Colonización o colonialización sontérminos que la mayor de las ve-ces se confunde o se usa indiscri-minadamente. Mejor dicho elconcepto colonización con con-tenido en mayor medida de valornegativo: ocupación y administra-ción ajena. En tanto el términocolonialización, de poco o ningúnuso, derivado de coloniaje.

La comunicación tiene como me-dio fundamental el lenguaje y éstelos términos o conceptos con losque es posible entendernos y de-sarrollar los mecanismos de exis-tencia o coexistencia. Los términosque utilizamos, como todas las co-sas de la vida, tienen su tiempode existencia: nacen, crecen, sedesarrollan, se modifican, se redu-cen o se amplían en su signifi-cación, se reproducen y mueren.

Así, el termino colonización, alque muchos interpretan su etimo-logía derivado del apellido delgenovés Cristóbal Colon, “Descu-bridor de un nuevo mundo” (con-cepción eurocéntrica o imperial),es bastante antiguo y significapoblación y ocupación espacial.“El verbo colonizar viene del latíncolonia (territorio establecido porgente que no es de ahí). La pala-bra colonia estaba presente mu-chísimos años antes del viaje deColon. Esta palabra viene decolonus (labrador y habitante) yésta de colere (cultivar, habitar).Colere podría venir del indoeuropeokwel- (dar vueltas).”

Colonización o colonia significanocupación territorial y desarrolloproductivo y establecimiento enlos mismos. El término coloniajeindica: En algunos países, períodohistórico en que formaron partede la nación española (Real Aca-demia de la Lengua Española).

El ser humano creado, evolucio-nado o migrante ha iniciado surecorrido sobre la faz de la tierraocupando espacios en busca dela tierra prometida o la loma santao en procesos de hominización.

La pareja bíblica expulsado delEdén y leyendas de origen de pue-blos o migrantes alienígenas conel mandato de exploración yestablecimiento de naciones. Enprocesos de hominización ocupan-do espacios en contraposición con

otras especies en territorios deÁfrica, Asia y Europa. Respecto alpoblamiento en el continente delas Américas se establece que seha dado por sucesivas migracionesdel macizo afro-euro-asiático. Elplanteamiento de originarios dadasu insuficiencia de elementos pro-batorios no es aceptada.

A partir de su punto de origengrupos humanos fueron ocupandoespacios geográficos, en principiosin determinar residencia fija, enfunción de sus requerimientos ali-menticios (cazadores-recolecto-res) o de salvaguarda, nómadas.Posteriormente, la escasez ha pro-movido el desarrollo de capacida-des de domesticación de especiesvegetales y animales, provocandocambios de vivencia humana: semisedentarios y sedentarios. Esta-bleciendo consiguientemente pro-cesos de colonización.

Colonización es un término quese utiliza en distintos contextos,pero siempre con el sentido de indi-car la población u ocupación deespacio. Se utilizaba originalmentepara describir hechos y procesoshistóricos. Sin embargo, la biogeo-grafía del siglo XIX extendió su usopara describir ese tipo de relacióncon su ambiente de todo tipo deseres vivos (animales, plantas, mi-cro-organismos, etc.) (Wikipedia).

El “mandato” de exploración yradicación (para creativos o de mi-gración) o en procesos de homini-zación a partir de su centro deorigen (creativo, migrante u orgáni-co en 5 milenios o 5,000 años) hadeterminado ubicaciones de gruposhumanos en distintos puntos delplaneta, cada cual con desarrollospropios, independientes y segúnlos ambientes generando carac-terísticas biológicas diversas entamaños, color, comportamientos.

Los grupos humanos esparcidosen la geografía, en principio comonómadas, cazando y recolectandoalimentos necesarios para su sus-tentación, debían seguir recorrien-do hacia otros sitios. Algunos gru-pos según la capacidad de la pro-visión correspondiente fueron es-tableciéndose por periodos máslargos, llegando a la calidad de se-mi sedentarios. Nómadas y semisedentarios en cuanto el abaste-cimiento era insuficiente iban enbúsqueda de otros espacios. Po-

demos decir que no llegaron alestadio de colonización.

Dejan los espacios de los cualesse abastecían. La sedentarizaciónse inicia con fijación de residencia,provocada por la observación derenovación, es decir el remplazode lo consumido y consiguiente-mente solvencia para seguir vi-viendo. Es este el proceso de colo-nización: ocupar espacio geográ-fico y producir en el mismo. Natu-ralmente en espacios sin ocupa-ción de otros grupos humanos.

Nuestro planeta cuenta con148,940,000 Km2 de tierra (29.2%de superficie de la Tierra) y361,132,000 Km2 de agua deocéanos (70.8% ). La poblaciónactual es de 7,000,000,000 de ha-bitantes, aproximadamente 47 ha-bitantes por Km2. En el décimo mi-lenio A. C. la población era alre-dedor de 1,000,000. (6 habitantespor cada 1.000 Km2), bastante es-pacio para procesos de coloniza-ción. Las Américas para el año delas invasiones europeas se estimaen 10,000,000 de habitantes. Parael año 1750 se estima 18,000,000de habitantes; actualmente, llegaa los 1,000,000,000.

Los pueblos en el Planeta Tierrase hallan en estados de coloniza-ción y de coloniaje (colonializa-ción). Es decir, territorios recono-cidos por la comunidad interna-cional como propios, en númerode 193 registrados en las Orga-nización de las Naciones Unidas(ONU) y territorios ocupados, re-conocidos como indígenas o enprocesos de liberalización.

Como se anota, coloniaje sig-nifica ocupar territorios ajenos (Decolonia). m. Am. En algunos paí-ses, período histórico en que for-maron parte de la nación española.Y De colonia. Conjunto de perso-nas procedentes de un territorioque van a otro para establecerseen él. Territorio fuera de la naciónque lo hizo suyo, y ordinariamenteregido por leyes especiales.Territorio dominado y administradopor una potencia extranjera.

Las acepciones últimas com-prometen el sentido original decolonial o de colonización. Queciertamente debería diferenciarsey considerar el termino coloniajeo colonialización por “Territoriodominado y administrado por unapotencia extranjera”.* Roman Crespo Titirico: [email protected]

En realidad, los términos colonización, colonizar y otros aparentados, no provienen delnombre de Cristóbal Colón. https://dibujitosconhumor.blogspot.com/2012/11/colonizacion.html

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Debate:

Filosofía andina: crítica a laconstrucción discursivaSantos Diamantino*

* Lic. En Filosofía y Antropología de laU.M.S.A.

Hoy en día se ha puesto en bogael discutir lo propio y lo ajeno, loque es y no es algo. Y uno de lostemas que está trayendo pelea alinterior de algunos círculos de in-telectuales urbanos es la posibi-lidad de la existencia de una Filo-sofía Andina. Para ello, se han da-do diversos esfuerzos tanto deintelectuales que pretenden pro-vocar a la comunidad lectora,como de colectivos políticos quetocan temas como la integraciónde la diversidad, pensamientos enla cultura indígena, racionalidadoccidental y racionalidad andina,temas concernientes al buen vivir,proyectos históricos de los Andesy otros temas que concentran laatención de estos círculos acadé-micos.

No obstante, no se preguntanqué entienden por filosofía, si esteconcepto es aplicable a esta partedel mundo. Más aún, tampoco de-terminan qué es lo andino, ¿un cír-culo político, una parte geográfica;si es así, de dónde a dónde corres-ponde lo andino? Dicotomías queno son claras en estos textos deFilosofía Andina. Además de mos-trar una escisión entre la teoría ylo considerado real en la percep-ción de la comunidad de seres hu-manos; y como camuflaje simple-mente se afirma “nadie tiene laverdad”.

Otro aspecto importante a refle-xionar es ¿Quiénes pueden hacerfilosofía andina?, ya que muchosse atribuyen potestades por susvinculaciones políticas o por suorígenes identitarios. Algunos sim-plemente prefieren hablar desdelos textos. Estos son algunosproblemas que a simple vista estánpresentes y sin discutirse demanera seria y argumentativa.

Algunas puntualizaciones: con-sidero que la filosofía es una acti-vidad humana, que no le importasi es o no de una cultura, ya quefilosofar es más que un instru-mento metodológico. Su objetivoes resolver inquietudes humanas:el porqué de la existencia humana,el lugar del ser humano en estatierra. Curiosidades que en todacomunidad de hombres se buscaresponder. Desde ese punto de

vista hay la existencia de la filo-sofía en todas las comunidadeshumanas de esta tierra, sólo condiferentes matices, tal como sepuede apreciar en la arquitectura,en el idioma, en las artes y la vidasocial en general. Aunque hayquienes dicen que hacer filosofíasolo les compete a los griegos, aquienes se les atribuye la propiedadde la palabra. Entonces, ¿tambiénhabría que decir que la poesía o laarquitectura sólo es asunto degriegos, puesto que estas palabrastienen dicha raíz?

Si fuese este el razonamiento,deduzco que no se va poder ci-mentar una filosofía andina, porcreer que es importante seguir loscánones del pensamiento occiden-tal para determinar que algo es al-go, negando de alguna manera lalibertad de pensamiento. Idea queen sí misma va en contra del ca-rácter filosófico, por segregar, portratar de diferenciarse en supues-tos naturales. Además de cimentardivisiones en la sociedad, jerar-quías sociales, atribuidas a carac-terísticas y normativas específicasde una supuesta sociedad alta.

Imprescindible es identificar ele-mentos que ayuden a conocer elcarácter de los pueblos, el estilo,su estética, la diversidad de subje-tividades para hablar de una filo-sofía “X”. Solo así es cómo vamosa hallar y poder afirmar que efecti-vamente existe una filosofía andi-na; ya que los filósofos nos hemosacostumbrado a querer universali-zar todo, sin reflexionar la diversi-dad de subjetivismos que existeen este mundo, y queremos enun-ciar desde la simple observaciónlo que es filosofía andina.

Para hacer filosofía andina esfundamental conocer la realidaddel que vive en los Andes. Unaconstrucción teórica que com-pruebe lo que se dice. Afirmar algoo negar algo de manera simplistano es suficiente, ya que eso, nossomete a más complicaciones. Unafilosofía andina que diga quiénafirmó tal idea y porqué, dóndeobtuvo esa idea, ya que no todaslas culturas son homogéneas. Sepuede hacer una crítica desde loslibros que escriben sobre el Ande,pero no es aconsejable, porque larealidad humana va en evolución(cambio de condición social) todo

el tiempo, similar a la cienciainformática.

Es preciso tener clara la idea deque la racionalidad andina no operacon la “lógica científica oficial”,sino, que trabaja con formas sim-bólicas, y no de manera concep-tual como el pensamiento occi-dental. De ahí su pelea en los es-tratos políticos por la reinserciónde lo simbólico en el imaginariosocial de la educación. Para esohay que entender su vida natural,su espacio geográfico y social. Nose puede determinar una filosofíaandina desde el centro de un áreaurbana, ya que no vislumbra loconsiderado culturalmente andino.Al mismo tiempo que es más com-plicado determinar qué accionespertenecen a la cultura de un pue-blo y qué no. Dónde se puede ar-güir con certeza que la globaliza-ción ha hibridado todo, lograndoun mareo conceptual, una peleasin fin de lo propio y lo ajeno.

Desde la ciudad no se puedeentender el concepto de hombre

(mundo occidental=centro, mundoandino=elemento que integra a latierra, por eso cuida la naturaleza,“aunque eso es relativo para elaccionar del mundo aymara”). Elhombre para el andino no es unser aislado, sino, colectividad. Nose pierde en paradigmas especula-tivos de la razón, vive pragmáti-camente, sin olvidar su relacióncon la naturaleza de forma recí-proca (ejemplo; el andino abonala tierra para mejorar sus formasproductivas, hacen descansar latierra, etc.). En la filosofía andinahay nociones que no se puedenpasar por alto, como la comple-mentariedad, la cual traduce lasuperación de la incomodidad delo incompleto, por eso la dualidadvarón y mujer. La noción de queel andino no mata a ningún dios,sino, la considera hermano mayor.Si estos elementos que son mínimosno entendemos, desde el ser delque vive en el campo, se habrádicho y escrito mucho, pero sehabrá dicho poco.

¿Cuál puede ser, en definitiva, la «esencia» de la filosofía andina? ¿Lasexaltantes especulaciones pachamamistas o la banalidad de la realidadconcreta hoy día? Composición a partir de elementos de: http://teologiaindigena.blogspot.com/2008/09/la-filosofia-de-un-indio.html, https://takiruna.com/2011/12/22/pachamama-y-cosmovision-andina/

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Más filosofía:

La dialéctica de loscomplementosMario Blacutt Mendoza*

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IntroducciónMafalda, en ese gran conjunto

de personajes creados por Quino,quien debería tener un Premio Nobelen literatura por su obra, pregunta:– Mamá ¿A que vinimos al mundo?– A servir a los demás– Y… ¿a qué vinieron los demás?

Esa es una respuesta que poneuna mordaza fría a todas las gene-ralizaciones conceptuales y a la hi-pocresía de aquellos que tienen elmonopolio del mercadeo argumen-tal. Los escarbadores de concep-tos, hechos a fuerza de músculo ysudor, no se contienen en la tareade estructurar una idea que abarqueel todo de los todos; más bien creenque la nueva noción no tendría dig-nidad suficiente si es que no abar-cara el infinito y sus alrededores;universalizan con la eficacia de unafotocopiadora en acción.

Al otro lado del espectro estánlos singularizadores, los que pre-tenden circunscribir el radio de ac-ción de un criterio a la esquina sur-oeste de la dimensión en la quedeben moverse. Entrambos, hacende las seseras algo así como unafragua de herrero de la que partendardos de una artesanía calibradaen dos prensas: La generalidad paratodo tiempo y espacio y la particu-laridad para el minimundo del barrio.El herrero de las generalidades, envez de forjar herraduras se compla-ce en fundir conceptos universalescon devoción sacra. Al otro extremode la generalidad, nos encontramoscon el que “estudia los hechos ynada más que los hechos”, él es elherrero del frente; nada habrá enel medio entre las dos herrerías delpueblo. Ni siquiera un pedazo dezona oscura, con la que el cosmosremiende sus secretos.

Nada: si no universaliza un con-cepto o no lo singulariza al mínimo,seremos un trozo de pulpa para ca-da moldeador de ideas en el yunqueal blanco vivo. Estos sujetos se pa-recen a las abejas: todo es percibi-do o en blanco o en negro. No hayuna gama intermedia. La Dialécticade Complementos considera que losextremos conceptuales son los lími-tes entre los cuales es posible en-contrar el término medio adecuado.Es de los términos medios que sur-gen los postulados que singularizana la Acción Complementaria, comoIdeología de la Nación BolivianaConsolidada. Ése es el contenido

de esta obra.Los Individualistas delextremo

Uno de los más conocidos labra-dores de hojalata, que universalizanla singularidad misma, dice, con losbigotes en tren de esgrima, que na-da existe, excepto el individuo. Losdefensores del individualismo extre-mado dicen que “nadie está por en-cima de mí”. También declaran, “noaceptaré una opinión ajena a lamía”. La pretensión de generalizarla libertad con esa patosa declara-ción es tratar de barrer una callecon un tridente de peso mayor: da-ña lo que toca y deja espacios queconmueven. Al respecto, recorde-mos un párrafo de la carta que Na-poleón envió a su madre: “Leticia,no te mueras, pues si mueres yanadie estará sobre mí”. Por lo menosel corso tenía la habilidad para jugarcon el mapa de Europa armándoloy desarmándolo a su antojo, graciasa su habilidad con los cañones y elmanejo de la masa. Pero, que unpobre chinche quiera compararseal emperador es la prueba de la me-galomanía que arrasa el cacumende quienes han nacido con muchamás ambición que capacidad.

¿No aceptará la opinión de nadie?¿Ni de la Ley? ¿Ni de su esposa?¿Ni de sus hijos?

¿Ni la de su mamá? La manía ge-neralizadora de los súper individua-listas es de titiriteros

Su principal característica es laafirmación de que “la sociedad noexiste, sólo el individuo”.

Pocas veces se ha visto una de-mostración de locura tan publicita-da como ésa. Ofician de portaes-tandartes de corporaciones trans-nacionales, en cuyo nombre dicenque los impuestos son un robo queel “individuo capaz” sufre de partedel Estado. No dicen que es un“robo a las empresas”, sino quehablan del “individuo capaz”.

Diseñan a las corporacionestransnacionales de hoy como si fue-ran las tienditas de barrio adminis-tradas por un almacenero gordo ybonachón.

No quieren hablar de las inmen-sas corporaciones, que facturanmiles de centenas de millones dedólares en un año

La publicidad que se otorga aestos sociópatas del individualismoradicalizado los convierte en unaespecie en gurús de la “libertad del

individuo”, a nivel TV satelital.Por eso es que las transnaciona-

les ya no explotan, sino que expo-lian los recursos naturales de esospaíses y mantienen con salarios desubsistencia a los trabajadores

Regan, en los EEUU, y Thacheren Inglaterra fueron fieles repre-sentantes, tanto del individualismoexacerbado como de la lealtad in-condicional a las transnacionales.Las Masas

Al otro extremo están los marxis-tas ortodoxos y los populistas

No aceptan la importancia delindividuo y afirman que “sólo lasmasas existen”.

Estos titiriteros al por mayor quie-ren hordas, para manipularlas a sugusto.

Las masas son la forma zoocial del

ente que ha nacido cobarde y quepuede afanarse de valiente en el ano-nimato, cuando se encuentra rodea-do de otras grupas como la suya.

Sus antepasados son los esclavosde todas las épocas, aquéllos quetemían más a la libertad que al lá-tigo; tienen miedo a ser individuos;se espantan de ser un YO social.

Un repaso de la historia del mundonos muestra que no son las masaslas que eligen a su líder, es el líderquien las hace, aunque nunca a suimagen.

Hay ríspidas acusaciones encontra del hombre que mira a lamasa desde un costado.

Niño grande observando el repe-tido rizo que el tren eléctrico dibu-ja en la sala.

Les fascina ver a la masa coexis-tiendo con “ellos”, los “evolucio-

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Comentario:

En el camino paraconstruir ideologíaPedro Portugal Mollinedo

nados”.La masa apena: corderos que

balan en razón de furia y de miedo.Furia que nace del miedo; las

masas tienen miedo de que algúndía sean libres.Racionalistas eirracionalistas

En algún momento, hubo una divi-sión entre las corrientes principalesde la historia de la filosofía, comosi con ella se hubieran repuesto dealgún diluvio purificador.

La Racionalista y la Irracionalista.La diferencia entre ellas es un

gramo de sal que está demás enalguna de las recetas.

Prioridad a la Razón o a la Intui-ción, como instrumentos cognos-citivos del Ser.

Parte de la corriente irracionalistasestá conformada por los que sostie-nen que la Voluntad, en sus diversasformas, es la fuerza que mueve elUniverso y lo que hay en él.

Pero, la Voluntad de Vida, laVoluntad de Poder, la Voluntad deCreer y todas las demás olvidanque la primera de las voluntadeses la Voluntad de Ser.

Primero deseamos saber quiénessomos y, en sabiéndolo, ansiamossaber qué queremos ser: quere-mos ser lo que debemos ser por laVoluntad de Ser.¿Qué es la Voluntad deSer?

Es la Fuerza que estructura el Uni-verso y la energía que lo muevepara revelarse a través suyo, tra-tando de abarcar el Infinito que ellamisma ha concebido.

En el intento, trata de ser lo queaún no es; pero su peregrinaciónal infinito es un viaje hacia sí misma,pues es Inmanente en sí misma;su trascendencia es sólo aparente.

La Voluntad de Ser es en mi per-cepción, lo que el Espíritu Abso-luto, en la de Hegel.

¿De dónde emerge mi Voluntadde Ser?

De la Voluntad de Ser encarnadaen mí.

¿Y qué quiere mi Voluntad de Ser?Que evolucione hacia el Ser de la

Voluntad.¿Qué es el Ser de la Voluntad?El que se arraiga otra vez con el

Todo y con las partes del Todo.¿Cómo consigue arraigarse con

el Todo y las partes del Todo?Por la Acción de la Voluntad,

concebida en el sentido de laEmpatía.

Los jalapeños de ambos bandosquieren que seamos o psicópatassolitarios o sociópatas en masa; noles ha ocurrido que hay, entreambos extremos, toda una gamade posibilidades.

En algún lugar de esa gama estáel Justo Medio, el que Aristótelesconsagra como la fuente de todocomportamiento y que yo reempla-zo con la noción del Tercero Incluido.

Por supuesto que yo no inventéel concepto del Término Medio, lohizo Aristóteles en su postulado deque debemos evitar los extremos yatenernos al “Justo Medio”.

El indianismo katarista se perfilacomo futura propuesta política,pues la tarea que encaró en susinicios —la descolonización— toda-vía no fue resuelta. Sin embargo,ello necesita una necesaria inno-vación, exigencia histórica normal,cuyo cumplimiento corresponde alas nuevas generaciones.

El acceso del MAS al gobiernose realizó en un contexto en quelas tesis indianistas tuvieron sumayor capacidad de convocatoria,a través de las movilizaciones diri-gidas por Felipe Quispe Huanca,el Mallku. Por otro lado, el pasopor la vicepresidencia de VíctorHugo Cárdenas, sensibilizó acercala urgencia de las reivindicacionesindígenas sobre todo a las clasesmedias. Ello causó que el MASadquiriese, aunque sea superficial-mente, un matiz indígena y prome-tiese la descolonización en Bolivia.

Es evidente el fracaso del actualgobierno en ese empeño. Ese fias-co no es nuevo. En la historia boli-viana, todo gran momento de rup-tura tuvo al indígena como prota-gonista y no como beneficiario.Como antecedente cercano, laepopeya de 1952 exhibió tambiéncomo tema central “el problemadel indio”. El fracaso del MNR enresolver ese “problema” fue el an-tecedente necesario para el surgi-miento del indianismo y del kata-rismo. Ahora, el fracaso del MASen el empeño descolonizador haceque resurja la discusión política yse plantee como necesidad histó-rica la insurgencia de nuevas ini-ciativas políticas.

En estas ya no estará ausenteel indígena. Antes (incluso ahora)era solo el relleno y la excusa detoda expresión política. A partir de1952, fue un elemento movilizadorimprescindible, pero sin correlatocon funciones de poder. Ahoratiene que ser camino ideológico,propuesta movilizadora y direcciónpara el conjunto del país.

Es por ello que despertó interésla presentación de un recientelibro1 , presentación organizado porel Grupo La Curva del Diablo el 15de septiembre en el Hotel Torinode La Paz. En realidad, el con-tenido del libro no está a la alturade su llamativo título; sin embargo,ofrece pistas interesantes paraprofundizar el tema.

Ese libro no es la argumentaciónde un proyecto federal para Boliviacon matriz originaria, al estilo dela reciente producción de LiborioUño, por ejemplo, sino restos demitos pachamamistas que buscanencarar desafíos nuevos. El Fede-ralismo es entendido como unanueva expansión kolla (señaladacon un fantasioso mapa en laportada del libro) a través de unactivismo redentor. El autor en lapresentación dirá desemboza-damente: Cuando me reciben losaymaras del UNCA2 en Puno, Perú,exclaman: “Acá ha llegado elMesías aymara”.

Esos aspectos retardan y perju-dican el desarrollo de posicionesnuevas, lo que fue perceptible enla exposición del autor, quien pug-na desarrollar plenamente elemen-tos contemporáneos: la constata-ción del modernismo aymara: “Nosomos indios que debemos que-darnos con las abarquitas”; unproyecto de desarrollo que no lograbien explicarse: “Somos semejan-tes a chinos y japoneses con igualdesarrollo que los ingleses” y,finalmente, una crítica al mismopachamamismo que todavía loinspira: “No somos como ovejitaspara convivir con la naturaleza”.

En este marco, fueron quizásmás aleccionadores los comenta-rios de las personalidades invitadaspara ello. Felipe Quispe Huanca fue

perentorio y radical al desestimarese libro indicando que “no manejabien los conceptos” y que hay“libros que mueren rápido” al nosatisfacer las expectativas delmomento histórico. Rubén DaríoChambi señaló lo multifacético dela relación del aymara con elEstado y la disfunción que puedehaber entre fundamentar institu-cionalidades tradicionales comofactores para encarar los desafíoscontemporáneos. Saúl Flores Cal-derón recalcó el empeño del textopor hablar del indio contemporáneoy su dimensión económica, aunqueescueto al tratar temas como laracialización.

Indudablemente, el libro “EstadoFederal Aymara. Geopolítica y lateoría del nacionalismo Kolla-Aymara” no satisface plenamente;pero Kawi J. Kastaya Quispe pare-ce tener la disposición para sol-ventar las insuficiencias inicialesy aportar más y mejor en el tra-bajo de clarificación ideológica ypolítica, tan necesario en los mo-mentos que vivimos, trabajo posi-ble si él abandona el mesianismoy es atento a críticas y comen-tarios, empezando por los vertidosen la presentación de su libro.1 Kawi J. Kastaya Quispe, Estado FederalAymara. Geopolitica y la teoría delnacionalismo Kolla-Aymara, EditorialMarquez Marca, 219 págs, La Paz, 2016.2 UNCA: Unión Nacional de ComunidadesAymaras, Puno, Perú.

Durante la presentación del libro «Estado Federal Aymara...» De izquierda aderecha: Ruben Dario Chambi, Saul Flores, el autor del libro Kawi KastayaQuispe y Felipe Quispe Huanca. Fuente foto: La Curva del Diablo.

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Análisis:

Apuntes críticos sobre elindianismo ortodoxoRoger Adán Chambi Mayta

El «indianismo ortodoxo» es en realidad un «indianismo apócrifo», pues no se sustenta en ningún antecedente social ehistórico concreto. Sus asideros son las conclusiones fáciles de las obras de Fausto Reinaga y la reciente saturación depachamamismo presentada como pensamiento indígena. Esto sucede porque las referencias reales, que son laorganizaciòn y la ideología, sufrieron un colapso a inicios de los años 80, dejando un vacío que fue llenado por loartificioso, salvo lo que se manifestó a inicios de los 2000 liderado por Felipe Quispe. El estudio de esos movimientoses el mejor antídoto contra esa «ortodoxia» que solo es expresión del inmovilismo y de la impotencia. En la foto de 1979arriba Felipe Quispe, Samuel Coronel y Jaime Apaza; abajo Luciano Tapia e Isidoro Copa: http://www.plural.bo/editorial/images/pdfnuevacronica/nc68.pdf

“Seamos generosamenteuniversalespara serprovechosamentenacionales”Alfonso Reyes. México

El indianismo ortodoxo, pro-ducto del pensamiento de Faus-to Reinaga, ha mal acostum-brado a sus militantes a repelertoda producción intelectual queno surja de la mano de los pro-pios indianistas, o a toda aquellaproducción que se creía que eraajena a los intereses del sujetoracializado. “El Occidente, Euro-pa y Norteamérica, ¿qué pensa-miento ofrecen, cuál el arte quellena el corazón vacío de la hu-manidad? El Occidente hoy noofrece ni pensamiento ni arte alhombre, devorado por sus tre-mendas necesidades insatisfe-chas”1 ; “El Occidente no tienenada; no ofrece nada para «de-sarrollar» un pensamiento nue-vo, para crear un hombre nuevosobre la faz de la tierra”2; “Boliviaes un país sin escritores ni artis-tas. Una miserable y despre-ciable colonia intelectual de occi-dente. Europa es el cuerpo y Bo-livia su pálida y lejana sombra”3;“Se ha destacado la literaturaboliviana, como una literatura deimitación y calco; y, más que enninguna otra parte, se ha fiso-nomizado como una literaturaforastera y extranjera”4… Sonalgunos ejemplos de las tesisque Reinaga lanzaba en susescritos, acusando al pensa-miento occidental y el carácter“bobarysta” de la intellingentsiaboliviana.

Dichas acusaciones, si bienfueron producto del balance queReinaga diagnosticaba en sutiempo, hoy por hoy esa actitudde refutar no ayuda a compren-der las características, las con-diciones y las necesidades delindio contemporáneo. Claroejemplo de ello, es el pensa-miento creado sobre el indio,

bajo matrices de las arrugas delos abuelos, que en lo concretoha demostrado la brecha entrela teoría y la práctica.

Es por esa razón, que la orto-doxia indianista acusa aquellaproducción intelectual o aquelanálisis que nace del pensa-miento de Sócrates, Kant,Adorno, Sartre, Habermas, en-tre otros, catalogados comopensamiento occidental, foráneoy por ende, innecesario para lacomprensión de la realidad delindio. Por otro lado, de similarforma, se acusa el análisis de larealidad nacional, cuando estassurgen a partir del pensamientode Alcides Arguedas, GuillermoFrancovich, H.C.F. Mansilla,Alison Spedding, Silvia Rivera,entre otros, catalogados comoproducción inerte y ajena a larealidad de los indios. Y noquiero decir con esto, que en laproducción del cholaje blancomestizo y de algunos/as inves-tigadores/as encontremos fun-

damentos claves para erradicarla relación colonial que nos aque-ja. Sino que esa mala costumbreha dejado de lado el análisisracional crítico de la realidadcolonial para dar paso a lacomprensión del escenario delindio bajo un sentimentalismoexacerbado maniquea.

El indianista ortodoxo, ha de-jado de lado el análisis racionalde la totalidad de su contexto,dando paso libre a que el sujetoracializado sea el objeto de es-tudio por excelencia de las cas-tas dominantes intelectuales. Elindio es instrumentalizado alantojo del colonialista y es poreso que en un tiempo se decíaque el indio era el factor principalde todos los males que padecíaBolivia; posteriormente se cata-loga al indio como la reservamoral del país y ahora es con-siderado como guardián de lanaturaleza. Es decir, de ser unproblema, el indio pasa a ser unser espiritual y protector de la

armonía; todo este manoseo seda porque el indio es sujeto dela instrumentalización. Pero,para que exista esta instrumen-talización, el utilitarista estudiay analiza la población a instru-mentalizar, sabe de qué formale será viable la instrumenta-lización, porque conoce las con-diciones y el modo de organiza-ción de ese sector de la so-ciedad5. La casta del cholajeblanco mestizo mantiene sucondición porque su dominaciónparte del conocimiento que es-tos tienen de sus dominados.

Sin embargo, la sociedad ins-trumentalizada no es conscientede su condición de dominado(claro, porque las condiciones devida obliga a tener otras preo-cupaciones, otras prioridades),pero aun así “en su recorridoestablece posiciones, adquierecuerpo, crea, traslada su cultu-ra, traslada su música; teje rela-ciones de parentesco, relacionesculturales, se adapta e impone

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habitus”6, es decir, ha creadomecanismos independiente-mente del Estado para mostrarsu potencial, sobre todo en loeconómico. Lo cual no significaque, la estructura colonial seesté debilitando. Muchos ilusoscreen que el hecho que los indioshoy estén en espacios de laadministración pública o quecuenten con grandes montos dedinero, es ya una muestra deun empoderamiento indio7. ¿Dequé sirve qué un indio esté enun espacio de poder o que seaq’amiri si su mentalidad siguesiendo de indio sumiso8?

Ahora bien, la ideología políticaque desde los años setentabusca la liberación del indio, laideología que pretende destruirla opresión secular de la coloniaaun latente; es decir el india-nismo, desde sus inicios ha ma-nejado preceptos que parecenno haber ido de la mano con laspracticas del pueblo a quienpretendían liberar, tal vez estose deba a que ese indianismoortodoxo se limitaba a prometercambios en la vivencia de losindios solo cuando estostomarán el poder, y mientras esono ocurría, todo se quedaba endiscurso.

Es que pensar la liberación delpueblo oprimido solo a partir delpoder gubernamental es quizáslimitado. ¡He ahí el gran proble-ma! ¿Qué gran esfuerzo inte-lectual requiere decir y repetir:que todo será mejor para losindios “cuando lleguemos alpoder”, “cuando reconstituya-mos el Segundo Tawantinsuyo”,“cuando logremos el poder Ko-lla? Ninguno; son clichés usadosdentro de los movimientos in-dianistas y kataristas que nologran un cambio objetivo en lavivencia del indio. Además, paraser poder se necesita ser ma-yoría; es decir, hacer que la vastacolectividad de la población sigao comparta un pensamiento. Enesos términos, ¿han logrado serpoder los indianistas? No. Perono porque la ideología indianistacomo tal sea una falacia, sinoporque la actitud del militanteindianista ha caído en un ensi-mismamiento que le alejó delanálisis racional de su entorno.

Analizar el entorno significaestudiar y comprender las rela-ciones sociales del sujeto racia-lizado con otras realidades so-ciales que el contexto actualbrinda, y para ello se necesitaentender conceptos de econo-mía, de política, de género, deleyes, de arte, entre otras ra-mas, para comprender al indiodesde su espacio y su relacióncon el mundo. Pero, ¿que hizo/hacen los indianistas ortodo-

xos? Fundamentalmente tratarde ver la realidad del sujetoracializado no desde su prácticaconcreta, sino desde un tipoideal imaginario pre colonial.Dejar de lado toda producciónacadémica o literaria que novenga de la mano de los propioscolonizados representa una ca-rencia en comprender y analizarla vivencia del colonialista, (yaque si se pretende la liberaciónde los oprimidos, mínimamentese debe estudiar a los opresoresy no limitarse solo a decir coneuforia “muerte al q’ara”, “esosblanco mestizos”, “esos jailo-nes”). Todas estas prácticas sonelementos suficientes paracomprender el declive del india-nismo ortodoxo en la actualidad.

Los retos de los indianistascontemporáneos deben ser losde dejar de lado los emociona-lismos que muchas veces laideología nos ha inculcado. Ven-ga de donde venga un cono-cimiento, si este ayuda a com-prender y mejorar la situacióndel sujeto racializado, debe sertomado en cuenta y no excluido.

Es evidente que se debe asumiruna posición crítica frente a larealidad y al conocimiento esta-blecido, pero esa crítica debe serfundamentada, se debe cuestio-nar a Occidente y la produccióndel cholaje blanco mestizo, sí,pero no porque Reinaga, Carne-ro Hoke, o Quispe, etc., lo cues-tionen, sino porque uno debetener conocimiento de esa pro-ducción, se ha llegado a com-prender las falacias de esa racio-nalidad y se ha decidido cues-tionarla. Debemos dar cobertu-ra ancha al análisis crítico india-nista para dejar de lado, de unavez, «la etnia cavernaria quemuchas veces bajo el influjo delalcohol, la droga, o la pasiónpolítica, rebuzna el orgullo delcolor de su cuero, de su dialec-to; de su atuendo de su burdabayeta, de su gorro, de su pon-cho, de su ojota, de su mugrey de su bolo de coca bucal; querebuzna su orgullo de ser la ma-yoría nacional»9, puesto queesta actitud (asumida hoy confuerza por ciertos sectores am-parados por el discurso plurina-

cional del gobierno central) nonos acerca a tener un conoci-miento objetivo de la sociedadcolonial, y por ende, nos alejade liberación.

1 REINAGA, Fausto, La RevoluciónIndia, Bolivia: PIB, 2010, p. 73.

2 Ibíd.3 REINAGA, Fausto, Tesis India ,

Bolivia: PIB, 1971. p. 32.4 Reinaga, Fausto, La Intelligentsia del

Cholaje Boliviano, Bolivia: PIAK, 1967,p. 195.

5 Si uno revisa el catálogo de tesis enla carrera de Sociología de la UMSA,será testigo de que un 90% de lasinvestigaciones giran en torno al indioo indígena.

6 UNTOJA, Fernando, Katarismo.Crítica al indianismo e indigenismo,Bolivia: s/f, 2012, p. 10.

7 Para una mirada más amplia alrespecto, revisar: “Sofismas del CholajeBlanco Mestizo” de CHAMBI Mayta,Roger Adán. En: http://colectivocurva.blogspot.com/2016/09/s o f i s m a s - d e l - c h o l a j e - b l a c o -mestizo.html

8 Es aquel indio que manifiesta y/oprotege la obediencia, respeto,reverencia, admiración, aprecio yadoración al opresor (QUISPE, Ayar.Indianismo – katarismo, Qullasuyu:Pachakuti-AWQA, 2014, p. 91)

9 REINAGA, Fausto. ¿Qué Hacer?,Bolivia: CAM, 1980, pp. 45, 46.

Las obras de Fausto Reinaga son una de las pocas fuentes para conocer el indianismo. Ellas sonvalorizadas porque se contraponen a la producción teórica criolla de esa época que ignoraba ovilipendiaba al pensamiento indianista.

Sin embargo, tomar el pensamiento de este escritor como si fuese el reflejo de lo que realmente erael pensamiento politico indianista es un grave error. Reinaga transitó por varias adhesionesideológicas, y el indianismo fue una de ellas. Cuando estuvo en crisis su militancia en el NacionalismoRevolucionario y la ideología marxista que profesaba, tuvo relación con varios jóvenes que forjaban laideología y la organización indianista, entre ellos Raymundo Tambo, Constantino Lima, Gabino Apaza,Macario Angles, José Ticona y otros que organizaban el Partido Agrario Nacional, PAN, primeraorganización política indianista. Los antecedentes de ese partido estaban en el Movimiento 15 deNoviembre, agrupación de estudiantes fundada años atrás por Raymundo Tambo. Poco despuésRaymundo Tambo junto a Juan Rosendo Condori, Constantino Lima, Quintín Apaza, Mario Urdininea,Isidoro Arismendi y varios otros fundaron el Movimiento Universitario Julián Apaza, MUJA. Reinagatomó inspiración del pensamiento de esos jóvenes para resolver la crisis en la que se encontraba.

Entre Reinaga y esos jóvenes se dará una situación que en definitiva, a pesar de algunos ensayos,no se saldará nunca por una acción política común ni por una identidad total de planteamientosideológicos. Prueba de ello es la divergencia radical en muchos aspectos. Por ejemplo, mientrasReinaga defendía que la ideología india era original y absolutamente diferente a la occidental y que elpensamiento de Reinaga era la rectora del pensamiento indianista, el movimiento político indianista,consolidado ya como MITKA, señalaba:

"El indianismo es una ideología constituida por el aportede centenares de científicos de toda nacionalidad quedesde diferentes ramas del saber y a través de susinvestigaciones han aportado al esclarecimiento de larealidad humana e histórica (...) Pedimos a la opiniónpública no confundir indianismo con reinaguismo porquesería tan burdo como confundir arte con comercializacióndel arte"1.

Una de las razones por las cuales se confunden a lastesis de Reinaga como ideología del movimientoindianista, es porque ese escritor percibió el valor de laescritura y de su difusión, aspecto que descuidaron losindianistas. La divulgación indianista se hizoprincipalmente a través de folletos y panfletos, algunosincluso reproducidos en el exterior como el que ilustraesta nota, pero de divulgación restringida y conservacióndificultosa. Es pues la investigación y el retorno a losdocumentos iniciales los que pueden indicar la verdaderanaturaleza del indianismo y orientar mejor las tomas deposición contemporáneas.

p.p.m.1. Exposición de Principios del MITKA, publicado en Presencia, La

Paz, el 23 de mayo de 1978. Ver ese documento del MITKA en lapág. 595 de: "El indianismo katarista. Una mirada crítica": http://http://www.periodicopukara.com/archivos/el-indianismo-katarista.pdf

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Ideología indianista:

Sobre dos axiomas delindianismoIván Apaza Calle

ICuando hablamos de una verdad

que no se puede negar, nosreferimos a un hecho históricoconcreto en la historia de lasnaciones autóctonas: la colo-nización. Este hecho no se puedenegar nominalmente porqueocurrieron a partir de 1492, con-siguientemente 1532 en la historiade los aymara-qhiswas; de otromodo sería anular un hecho ele-mental para el entendimiento delos fenómenos sociales en el tiem-po y que hoy se nos presentan demodo caótico a primera vista.

Si entendemos a partir de losdatos históricos, aun cuandoestos fueran las escritas por losvencedores1, podemos inferirbásicamente que en 1532 y 1533en Cuzco ocurrió un enfrenta-miento de voluntades contrariasy contradictorias, pues españolese inkas eran diferentes, conintereses disparejos. En estefenómeno, no se observa acuerdode voluntades, sino como últimainstancia la medición de fuerzasy todos los recursos que fueronnecesarios para imponer lavoluntad. El querer u objetivo deambos, se resuelve en el en-frentamiento de estos dos polos;resultado de esto, es pues, unvictorioso y un derrotado. Estotrae evidentemente implicancias,como el sometimiento de losderrotados. Sea en la experienciade los aztecas e inkas, no haydiferencias de lógica, la esenciacolonial es someter al otro a suvoluntad a través de la guerra;Todorov ha dicho en un estudioque, “el encuentro entre el Antiguoy el Nuevo Mundo que el descu-brimiento de Colón hizo posible esde un tipo muy particular: laguerra, o más bien, como se decíaentonces. La Conquista”2.

La reacción natural de las nacio-nes autóctonas ante la acción delos españoles, deviene en unadefensa y guerra para derrotar alinvasor, ya que no es normal paraellos el sometimiento extranjero;no estaban acos-tumbrados a lasmatanzas vio-lentas de estosextraños que han capturado alInka e instrumentalizado acolectividades de autóctonos.Podemos extraer algo de este

análisis. Hay una reacción-contra-colonial-natural, que no necesa-riamente surge a partir de unproceso de concientización paraque se oponga a la acción colonial,porque son sujetos libres hasta esemomento; esta reacción nacecomo un espasmo ante la realidadque están observando; pero hayalgo importante mas; que laconciencia de los autóctonos enesa época no se ha sometido yque se sabe quién es quién.

La victoria de los españolesderiva de su política colonial: eneste caso de la instrumenta-lización de colectividades autóc-tonas que sirvieron a ojo ciego alos españoles, pero ¿acaso losautóctonos no tenían la conciencialibre? Las colectividades instru-mentalizadas eran propensas a servíctimas del discurso del invasor,en cambio aquellas colectividadesque reaccionaron frente a laacción colonial no sufrieron ellavaje cerebral del invasor. Hastaaquí, es un momento de enfren-tamiento o choque de dos civili-zaciones que tienen sus propiasformas organizativas, modo de

concepción del mundo, cultura,etc. Cuando capturan al Inka Ata-wallpa, aun no tienen el absolutocontrol político, pero en cuanto loejecutan en 1533, se sobreponena la sociedad autóctona; enefecto, lo que se origina es lacolonia, consecuentemente, lacolonización produce colonizadosy colonizadores3.

La institución de los virreinatos,es consecuencia de esa voluntadde los españoles sobrepuesta a lavoluntad de los autóctonos, asi-mismo, es la ocupación de estruc-turas coloniales en estas tierras.En la medida en que hay unaestructura, existe una interacción-q’ara-indio o lo que se conocetambién como: dinámica microsocial. La sociedad autóctonaahora como, sociedad india, semueve bajo las estructuras colo-niales: virreinatos, lo que conse-cuentemente es la influenciaexterna en la existencia de cadaindividuo.

Cualquier juego inventado porlos seres humanos, tiene unaestructura bajo el cual se someteel jugador, estas estructuras son

reglas cuya finalidad es sometera los jugadores; consiguiente-mente sacar un ganador y un per-dedor. Las reglas de juego en estecaso implican un orden bajo el cualinteractúan los jugadores. El la-berinto se ha constituido en nues-tro medio en un juego, bajo el cualpodemos especificar la idea de es-tructura; las paredes de un labe-rinto son estructuras bajo las cua-les el jugador tiene que moverse;este movimiento no es libre, yaque hay estructuras que impulsanel movimiento direccionado haciaun fin u objetivo, como podemosobservar, hay una determinaciónpara la acción del jugador.

La finalidad de las reglas esorientar la potencia del jugadorhacia un determinado fin, enefecto no hay una acción libre dela potencia sino de antemano de-terminada. El jugador que seenrola en esto básicamente estásometiendo su voluntad a la reglay actúa cumpliendo el mandatodispuesto por el inventor deljuego. La estructura social, essimilar a la teoría del juego soloque sometiendo la voluntad; los

Tras la traición al inca por los españoles en Cajamarca el «encuentro» de dos mundos culmina con la derrota delTawantinsuyu, instaurándose un sistema colonial que no ha sido resuelto hasta ahora. Lo que vivimos no es, empero,la reproducción inalterable de lo sucedido en 1532, sino la perpetuación de un sistema que no tiene aún desenlace nicon la instauración de una nación integrada ni con la descolonización del agredido. La descolonización implica tomarconciencia de las «reglas del juego» que desde entonces ahora se han implementado y de la capacidad del colonizadopara rebatirlas o aplicarlas a su favor. Fuente foto: http://www.heritage-history.com/?c=academy&s=char-dir&f=pizarro

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virreinatos en la colonia tuvierontambién la finalidad de direccionary someter la interacción de lassociedades autóctonas. Y esto havenido transmutándose a lo largodel tiempo.II

Los efectos de este fenómeno,han traído como resultado al indiosumiso que está de acuerdo conel orden establecido, pues, estáen el sopor; evidentemente, elindio como tal debe de actuar bajoreglas y normas llevándolo a lasumisión cuyos pensamientos radi-can en argumentos que fueron im-plantados por la externalidad, demodo que, esas estructuras socia-les que moldearon al indio no seancuestionados por los colonizados.Pero hay algo mas, los individuos,como tal, viven circunstancias-experiencias bajo la colonia, estasson íntimas, pueden recordarles oconducirles a los primeros años desu vida, a esos momentos de refle-xión, donde cuestionar para expli-carse es fresco, estas pueden re-ferirse a la dinámica social y a lasreglas del orden colonial, a pre-guntar el porqué de las cosas; estaexperiencia intima es un chispazoen la mayoría, como la estrellafugaz, pero desaparece por lamisma condición existencial a laque está sometida, consecuen-temente, pasa por alto las injus-ticias que vive ese individuo, hastatener la noción de la injusticiacomo normal. El mismo sistemamantiene ocupado al colonizadopara que este no reflexione. Hayalgo que Manuel García Morentedecía en su “Lecciones prelimina-res de la filosofía”, que si uno nohace nada, es decir no tiene ocu-pación, está frente a la nada, ahíes el momento donde las pregun-tas empiezan a surgir para explicarel sentido de la vida; sin embargo,en sociedades de contexto colo-nial, los indios no tienen el tiempopara pensar, la reflexión solo des-cansa para solucionar y satisfacersus necesidades vitales: en quécomer, cómo ganar dinero, dóndevivir, qué vestir.

Pero profundicemos esto más. Alo largo de la era colonial, se pue-den observar varias revueltascontra coloniales, más aun en lasprimeras décadas de la coloni-zación española; estos fenómenossociales son consecuencia delespíritu libre que aún tenían losautóctonos en esas épocas; aunno han sufrido una plena coloni-zación, lo que ocurrió es que, esageneración experimentó y vivióbajo dos tipos de sistemas: elprimero el inkaiko y el segundo loque venía a ser la colonia; la crisisexistencial estaba presente, pues,cualquier individuo de cualquiertipo de sociedad, si ha surgido ycrecido bajo un sistema de vida yse lo somete a otro sistema, en-tonces, lo que resulta es unacrisis. Pero no solo eso, las tra-

diciones culturales de las diver-sidades sociales existentes enesas épocas, son reacias al cambioque se quiere hacer por parte delos colonos, pues “romper las tra-diciones no es cosa fácil sino queen tanto uno se mantiene bajociertas reglas lo normal se abso-lutiza aparentemente, de ahí quelo nuevo siempre es cuestionadoo evitado por el sujeto que se hamantenido en la tradición, sinquerer salir de ella ni innovar. Sinembargo, lo nuevo en tanto esíntimo no es repelido sino conansias de seguir pero que en ciertotiempo también se convertiránormal”4.

En la medida que las genera-ciones desaparecen y nace otra,éstas en el momento de disocia-ción generacional o transición vanheredando la vivencia. Pero ade-más, hay algo interesante aquí, yes que la primera generación quese enfrentó y sufrió la coloniza-ción, es libre, los que nacieronbajo la colonia aún siguen siendo,sólo que en otro nivel, porque lamisma estructura social ha idomoldeando su dinámica, direccio-nando a esta nueva generaciónemergente a la mansedumbre. Asíhay una larga cadena de gene-raciones que son diferentes, perocon la esencia de colonizado. Sihay ese direccionamiento a lapotencia del colonizado, cuyafinalidad es mantenerlo en el sopor,entonces, ¿cómo es que surge yresurge eso que llamamos re-vuelta en cada generación? Estotiene que ver, con la misma natu-raleza del ser humano en general;la curiosidad es natural en loshombres tal como indicó Aristó-teles en el primer párrafo de su“Metafísica”, uno, bajo esa carac-terística de querer saber más,puede llegar a encontrar verdades,este es el aliciente para podercuestionar y seguidamente efec-tivizar el pensamiento que cues-tiona, pero hay que agregar a estootro elemento natural del serhumano: la capacidad de reflexión.Si el colonizado o cualquier indi-viduo de otra laya, tienen estanaturaleza, entonces hay unacapacidad de construcción deesencia, bajo las circunstanciasde la externalidad.

Hay momentos en los que, loscolonizados no soportan más suanulación como hombre, la bestia-lización, su mecanización, no essino un sopor causado por el sis-tema social, pero la externalidadno está todo el tiempo contro-lando, la potencia, la capacidadreflexiva y el querer saber de loscolonizados, sino que en sus mo-mentos libres despierta el yo deestos. A partir de esto, se dacuenta sobre lo que ocurre en suexistencia, y este que se revelacomo tal se une con otros de sucalidad y son los que efectivizanla re-vuelta para eliminar la nega-

ción que padecen. Estos sujetos,ya encaminando su libertad, no seocupan de teorizar todo lo queestán pensando, sino en darles lasverdades a sus pares, para dejarde ser los no-hombres en términosdel genial novelista negro RichardWright. A partir de la constataciónde la situación, se van constru-yendo en los colonizados lo queviene a ser un discurso. No creoque las revueltas de Manko InkaII, Tupak Amaru-Micaela Batidas,Tupak Katari-Bartolina Sisa, PedroWillka Apaza, Zarate Willka, etc.,hayan sido simples explosiones me-cánicas sin rumbo, sin pensamientou objetivo; una revuelta por larevuelta, sino que aquí hubo unpensamiento, que quería trans-mutar a partir de la acción la con-dición en la que existían. Las ac-ciones de los tupakataristas de1781 es clara; el mismo conflictosocial, la misma guerra de indios yq’aras saca a flote la vivencia deuno, en efecto la condición exis-tencial que se tiene. Toda accióndesde mi perspectiva es efecto deuna idea; la revuelta de 1781, entanto acción, conlleva un pensa-miento, un discurso.

Que no se dude que la coloniano se ha eliminado, sino que hasufrido transformaciones, queincluso la misma estructura através de sus administradores, sehan adjudicado como descolo-nizadores de aquello que habíancolonizado, pero la esencia semantiene ahí, solo que ya no deforma excluyente sino incluyente-sometido; aquí claramente pode-mos percatarnos que hay un modode transformación del sistema enla medida que los colonizadosadquieren conciencia de su con-dición; esta misma incluso, cuan-do sucede tal redescubrimiento deloprimido, es reconocida por elcolonialista, pero, le mantiene enuna voluntad servicial ante suvoluntad de opresor; como conse-cuencia se mantiene el sistemaq’ara. Pero, ¿por qué sucede talfenómeno? Resulta que si losopresores no tuvieran la cons-tante colonial, el racismo en de-terminadas épocas o la diferenciaen la actualidad, no habría fun-damento básico para su voluntad,“el orden colonial es por sunaturaleza excluyente descansaen la incompatibi lidad… lospropósitos de la colonización secumplen sólo en la medida en queel colonizado cambie su forma devida para ajustarla a las necesi-dades y los intereses de la em-presa colonial. Estos cambios im-prescindibles, no conducen a laasimilación del colonizado en lacultura dominante, sino solo a suadaptación al nuevo orden en supapel de vencido, de colonizado.La diferencia se mantiene, porqueen ella descansa la justificaciónde la dominación colonial”5. Encualquier época del tiempo, este

fenómeno se ha mantenido, soloque con otros nombres y actores,el drama sigue ahí, las indu-mentarias, los papeles que debencumplir están presentes.

Las nuevas generaciones ayma-ras en cada tiempo, han cuestio-nado y buscado liberarse de estesistema opresivo; en cada niño,adolescente y joven hay la natu-raleza de cuestionar lo externo,porque aún no han sufrido la do-mesticación de parte de las es-tructuras coloniales, están en esecamino de la enajenación; para lamayoría de las personas la opresiónse vuelve normal, pero hay otrosque se quedan o se salen del cami-no, estos son los que cuestionanesa normalidad que para los quellegaron a enajenarse es anormalque estos combatan para destruiraquello que los oprime. Hay otrossujetos que, por la misma expe-riencia o por la influencia de losque escaparon de las vías de laenajenación, también se rebelanante la normalidad colonial y estospueden optar alejarse del sistemade vida de los oprimidos, inclusode los oprimidos; librarse de la nor-malidad es consecuencia del re-descubrimiento de ese orden paraentenderlos aún más; el autor de“La peste” ha declarado que, “paracomprender al mundo es precisoa veces apartarse de él; paraservir mejor a los hombres, tenerlosun momento a distancia”6. Porquese deja la normalidad; en tantosucede esto, se abandona la cons-tante influencia y lavaje cerebralque se da a través de las insti-tuciones-medios del sistema q’ara,por tanto se entiende el funcio-namiento de ese orden.

1 Las crónicas por ejemplo, muestrana una población que aborrecía delgobierno Inka y que había unenfrentamiento entre naciones, sinembargo esto era un argumento paralegitimar la invasión de los españolessobre los inkas, en ese sentido “…loscronistas fueron organizando su versión,moldeándola, cambiándola,diseñándola para que respondiera a susfines. La definición de Atahualpa comomentiroso, cruel, y específicamentecomo usurpador y tirano, se hallabadirigida a justificar la conquista españolapor haberlo derrocado y buscar devolverla libertad y la justicia a los habitantesde los Andes” (PEASE Franklin, “Losúltimos incas del Cuzco”, España:Alianza editorial , 1991, p. 126)Entendemos consecuentemente que,cualquier invasión colonial tieneargumentos que justifican la violenciasobre los invadidos y que la construcciónde los relatos es mostrar los actos, perojustificados.

2 TODOROV Tzvetan, “La conquistade América. El problema del otro”,México: Siglo XXI, 1987, p. 59.

3 MEMMI Albert, “Retrato delcolonizado, precedido por el retrato delcolonizador”, Argentina: Ed. De la Flor.

4 APAZA-Calle Iván, “Aforismos ysentencias”, Inédito, 2016.

5 BONFIL Batalla Guillermo, “Méxicoprofundo. Una civilización negada”,México: Grijalbo, 1994, p. 121.

6 CAMUS Albert, “El verano/bodas”,Argentina: Ed. Sur, 1970, p. 113