LA COMID.A PREHISPANICA - Revista de la Universidad de … · que fue la época en que vivieron los...
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UNIVERSIDAD DE MEXICO 13
Dibujos tomados' elel Códice Mellriocino
Por Rosaura HERN ANDEZ RODRIGUEZ
O.'bttjos lomados del Lien::;o de Tla:J:cala
comida de los macehual1e consistió en", .. piñones de las piñas y no otra cosa ...". El dios del Infierno, Tlalocatecli,dirigió los destinos de los hombres en eltercel- Sol, durante el cual los macehualescomieron " ... aciciutli, que es una simiente como de trigo que nace en elagua, ..". Tocó a Chalchiutlicue, esposade Quetza1cóatl, gobernar el' cuarto Sol,y en su tiempo se comió una simienteparecida al maíz que se llamo cintrovocoy que posiblemente sea el teocintle. (Historia de los Jlt[e,'t:icanos por sus Pinturas,pp. 212-214).
La evolución de la comida durante lasépocas de las Soles es bien clara: piñonesen la época en que los hombres eran recolectores, hasta que encontraron las semillas sil~estres mencionadas como elaciciutli y el tcocintle. Conocieron el cultivo de las semillas durante el quinto Sol,que fue la época en que vivieron los pueblos mesoamericanos a la llegada de losespañoles.
En los datos ya francamente históricos que nos proporcionan lbs Analesde C'lIa,'uhtitlán, se mezclan, entre la narración de los acontecimientos políticos,militares y religiosos, algunas. renglonesque nos hablan de comida. Se señalan elaño, el suceso, y se agregan los nombresde las hierbas y animales que entoncesservían de alimento. Cuando se ha aprendido a cultivar la tierra)' las alimentosson cocinados, se anota también comosuceso importante.
Las principal'es lloticias acerca de laevolución de la comida las encontramosde preferencia entre los chichimecas. Essabido que estas gentm, fueron recolectoras y cazadoras y que su alimentación,por lo tanto, se componía de la flonl yfauna silvestres propias <k la región pordonde lllerrJckaban; así lo recundan lasfig-ur;¡s lkl Mapa Tlotzin 16. 17, 18.
ron tener en sí y en su obras una diversidad armónica que hoy no siempre sabernos captar, que hoy nos perdernos p l' nosaber apreciar ni saborear lo que paraellos era fácil, normal, corriente y plano:la pluralidad de la belleza, pues si lo ignoramos o lo olvidamos, ello upieronbien ca /lcr tro/l/lo variar natura e bella.
1 1"AOLO SAI')-LóPEz.-Ccrvnntcs. Trad.del italiano por Antonio G. Solalinde. Ed. Calleja, Madrid. 1917. ¡J. 56.
2 \'VJI.LIAM J. ENTIVISTJ.E.-Ce·rvnlltes. Oxford, The L niversity Press, 1940.
3 CERvANTEs.-Coloqllio qlle pasó ¡tl/tre Cipión y Bergal/::;a, perros del lIospital de la Resltrrecciól/.
PREHISPANICACOMID.ALA
SE HA CONSIDERADO que el nivel cultural de los pueblos está relacionadocon su alimentación. Es tradiciona]
el pensamiento de que la humanidad hapasada siempre por diversas estapas culturales para adquirir mejores medios de vida. El hombre fuep rimeramente cazadory recolector, luego agricultor. El paso deuna etapa a otra ha significado para losgrupos humanos una gran victoria y serecuerda en las leyendas, códices y crón icas, con verdadero encanto.
Entre las gentes del centro de México,desde que la leyenda se mezcla a la historia, encontramos. datos sobre comida.Un ejemplo es esa narración fascinadora,):a Leyenda de los Soles, en la versiónque nos da la Historia de los Mexicanospor sus Fintllras; l'n ella se nos dICeque durante el primer Sol de la creación,gobernado por Tezcatlipoca, los gigantes --que eran los eres que vivían enesa época- eran tan grandes que arrancaban los árboles con sus propias manos,y la gente" ...comía bellotas de encinasv no olra cosa ... ". En el sl'gundo So!,~'u)'(J di!.', n'gell!l' fue Quetzalcóatl, la
mente repugnantes como una injuria alorden int.electual (donde también hay unmique tr'ibuere] y porque me parece quellevan consigo cierta falta de limpiezamental.
Mas, volviendo a Cervantes, para mí loaclmirable es aquel equilibrio, ya aludido,en el conjunto de su obra, entre el clarorealismo crítico y el consciente arti ficiode la ideal belleza.
N o reprochemes en él ni en sus contemporáneos el cultivo de la novela pastoril; entendamos que fUe una manifestación artística de escape, de compensacióny que esos hombres aclmirable del Renacimiento que vivieron una etapa agitada,febril e inestable, como la nuestra, supie-
. N o cabe, pues, duda ninguna de queCervantes percibía muy bien el ámbito, elalcance y la función de esas dos vastascorrientes o modos literarios: el realismocrítico y el idealismo convencional, y quecultivó ambos con idéntico entusiasmo,con igual amor y con similar maestría, sinpredilección especial y ninguno de ellosaisladamente, puesto que alternan en lasNovelas Ejemplares, que después del Quijote escribió el Persiles, y que al terminaréste pensaba en continuar La Galat~a. N ofue influencia superficial de una modaliteraria, que ciertamente existió pero queya a los comienzos del siglo XVII estabacasi extinguida; fue, creo yo, una íntimanecesidad espiritual que lo llevó a expresarse en una y en otra modalidad, paraél igualmente valiosas, como lo son, pormás que ahora -esto sí por moda y circunstancias- nos parezca extraño y tienda a prevalecer cierta corriente de menosprecio para un arte idealista, convencional y de evasión; menosprecio que sienten o fingen ciertos grupos más o menosprofesionalmente literarios, pues, por otraparte, es evidente que el público en general sigue gustando y buscando la literatura de evasión, acaso por vl'rdadera necesidad espiritual, y lo único que acontece. esque tiene que satis facerse con lo más deficiente, porque quienes podrían darle unproducto de mejor calidad siguen empeñados en ofrecerle lo que el público nogusta ni desea.
Largo sería ese tema de tratar ~ qued:para otra ocasión para no confundIr, aquIla exégesis de un tema concreto con el dIScurrir sobre generalidades teóricas, porque confusiones tales me son particular-
tos que he dicho y muchos más mecausaron ver los diferentes tratos yejercicios que mis pastores, y todoslos demás de aquella marina, teníande aquellos que había oído leer, quetenían los pastores de los libros; porque si los míos cantaban, no eran cancíones acordadas y bien compuestassino un "Cata el lobo", "Do va Juanica" y otras semejantes, y esto noal son de chirumbelas, rabel es o gaitas, sino al que hacía el dar un .cayado con otro o el de algunas tejuelaspue tas entre los dedos, y no con voces delicadas, sonoras )' admirables,sino con voces roncas, que solas o juntas parecía no que cantaban sino quegritaban o gruñían. 1.0 más del díase les pasaba espulgándose o re1l1endando sus abarcas, ni entre ellos senombraban Amarilis, Fílidas, Galateas y Dianas, ni había Lisardos, Lausos, Jacintos ni Rise1os, todos eranAntones, Domingos, Pablos o L1orentes; por donde vine a ente~der lo quepienso que deben creer todos, que todos aquellos libros son cosas s?ñ~das,y bien escritas, para entretennmentode los ociosos, y no verdad algunaque, a serlo, entre mis pastores h~
biera alguna reliquia de aquella fehcísima vida y de aquellos amen0S prados, espaciosas selvas, sagrados montes, hermosos jardines, arroyos claros y cristalinas fuentes, y de aque110s tan honestos cuanto bien declarados requiebros, y de aquel desmayarse aquí el pastor, allí la pastora, acullá resonar la zampoña del uno, aciel caramillo del otro ... 3
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Ca:;ador chichi'llleca- Dilmio IOll/ado de! mapa Quinat:;ill
Había, de acuerdo con la e tratificaciónsocial, comidas para ricos y pobres; estos últimos comían casi la basura, puesse incluye en la lista de los alimentos delos macehuales, pedazos de tortillas consal'sa de tomate, nopal viejo, maguey asado " ... cosas endurecidas ...", hierbas,animales acuáticos, huevecillos de avesde la laguna (con ellos se hacen, aún hoy,tortitas que se agregan a diversos moles),tamales de pescaditas y gusanos, moscas"axáyacatl".
Cuando .Jos españoles conquistadoresllegaron a San Juan de Uhía .Y se establecieron ahí, el cacique Pitalpitoque indicó a los habitantes del lugar que diesende comer a los jefes, mientras que lossoldados ----'se quejaba amargamente Bernal Díaz- tenían que pescar y cazar porsu propia cuenta; si no, no comían. Paraaten'cier a los capitanes, eJ. gobernadorenvió a mujeres para que les hicieranen su propio campamento "pan de sumaíz", y cocinaron las gal'linas, pescadoy fruta, y como bebida les ofrecieron cacao "que es la mejor casa que entre ellosbeben". Cortés quedó maravillado de losnumerosos y abundantes platillos q~e. sehacía servir Moctezuma y que conslstlanprincipalmente en carne, pescado, frutasy hierbas "que en toda la tierra podiahaber" (Cortés, Cartas, I, p. 210).
El doctor Francisco Hernández, médi~o de Felipe II que estuvo en Méxicopor 1574, escribió en las Antigüedades dela Nueva España lo que comían la generalidad de las personas. Su opinión puede contrastarse con la de los autores queoancentraron su atención en la comida delos grandes señ'Ores. Respecto a la masadel pueblo, dice el doctor Hernández,por ejemplo, que la mayoría de la gentese contentaba con comer tortillas untadasde chile; pero en otro lugar asienta queeran pocos los animales que escapabanal paladar de los mexicanos y enumeraserpientes venenosísimas a las que se lesquitaban las cabezas y colas antes decomerlas, topos, ratones, musgo lacustre,y "pl'antas hórridas y nefandas" ; tambiénse contaban entre los alimentos de lospobres, los piojos, que muchas ve~es secriaban y engordaban en la propIa cabeza. En el mercado vendían "ciervosdestazados o enteros, carneros cocidos enagua, carne de buey, laticornios, conejos,liebres, tuzas, y perros tuzat'li del génerode las comadrejas, los cuales cazan y engordan ..." (Dr. Hernández, Antigüedades, p. 82).
Después pasamos a la época de la peregrinación azteca, y encontramos queuna vez que sal1ieron de Teocu1hL1acánHegaron a unas sierras grandes dondepermanecieron dos años " ... sembrandolo que habían de comer y llevar" (HMP,pp. 219-220). La tira de la Peregrinaciónmuestra que los aztecas e detuvieron ala sombra de un gran árbol, y, una vezhecho el altar a su ídolo, se pusieron acomer alrededor de un molcajete y unchiquihuite que contenían probablemente,tamales y tortinas. Pero cuando fuerondesalojados de Chapultepec, algunos serefl\.l'giaron en los cañaverales donde sólocomieron yerbas y culebras (HMP, p.235). Instalados cerca de Chalco, penllaneció allí una parte de ellos guardandotunas en una bolsa " ... porque entonces11'0 comía la gente otra cosa ...". La misma fuente dice que los aztecas conservaban recuerdos en sus historias de lalSépocas precarias durante las cuales sualimentación fue muy escasa, en contraste con la cierta abundancia de! apogeo mexica.
En el siglo XVI Sahagún recogió la versión de que los otomíes, pueblo que se había tenido conceptuado en muy bajo nivelcultural, " ... tenían sementeras y trojes,comían buenas comidas y bebían buenasbebidas ..." (T. m, p. 122), Y la comida consistía en maíz, frijol, ají, sal,tomates, tamales colorados que llamabanxocotamalliS' y frijoles cocidos; comíanperritos, conejos, venados y tordos (p.123). En el, mismo siglo, el propio Sahagún dedicó un capítulo, el xm del libroVIII, a la comida de los señores, y en éldetalla las diversas especies de tortillas,tamales y guisados de animales y verduras. El doctor Ignacio Alcacer hizo unatraducción de las comidas de los reyeso caciques y señores más distinguidos.Estas comidas variaban, y generalmenteiban acompañadas de sal'sas y condimentos exquisitamente preparados.
16 Tloti, 17 esposa de Tioti, 18 TepoyacJ¡calttli - Dibujos tomados del 'mapa Tiotzin
Antes de establecerse en Cuauhtitlán, enel año 5 acatl-691 de nuestra era y segúnlos Anales que llevan el nombre.de estepueblo, comían grandes tunas, blZnag:as,mazorcas tiernas, raíces y xoconochtlt otunas agrias que todavía son usada~ enla comida mexicana. Pero, ya establecidosen Cuauhtitlán pasó mucho tiempo antes de que conc:Cieran el cultiv? del maíz;en el año 10 calli,-865 se anoto la ~uerte
dd rey Huactli, con el comentano deque en su tiempo se comían sólo aves,culebras, conejos, y venados, :r de q~leeste rey"... ignoraba que se Siembra elmaíz comestible".
Entre los manjares que fuero? ofrecidos a Quetzalcóatl por los. enViados desu enemigo Tezcatltpoca~ Junto. con elpulque fat!d!co que le hizo olvidar susdeberes reltglOsos, le fue~on ~~evadOis q';1elites cocidos tomates, chile, Jilotes y eJotes. (Anale; de CuauhtitJtán, par. 40).
La caída de Tula produjo migracion~sde pueblos en varias direcciones; ~os chlchimeca totomihuaque, los cuauhtmchantIaca etc. que llegaron a Cholu'la, recordaba~ en' esta forma las viscisitudes desu viaje:
Cuando se establec'iero.n n,lU!s!rqs a,ntepasados,mtestl'os pri'meros, qUIenes '/Ilnlerqn a, gob~rnar el pnis in'cltitivado, de las J¡ter~as y a~boles, el pára1/l0, los bienes que tr~lan consIgo eran codomices, serpientes, coneJo~ Y ve~a
dos y ~os comían Cltan~o pasaban slt~ anos y dIOsen las caminatas. DIeron buen ejemplo a losdemás porque leva·n,t01·on ~, conservaron SI~S !:'"ebias sólo con la ayuda del Jpalnemountl;~, porquien todo vive"" "el .sdior del mun~o.. .). (Hlstona Tolteca Chlchlmeca
Un acontecimiento con el q~le los ch~c"himecas relacionan el cal~lblo de altmentación es el que nos refiere el MapaTlotzin, diciendo que al tomar conta~to
con los pueblos de origen ~olteca, tuvI~ron conocimiento de los alimentos, COCInados. El pasaje es interes~nte, pues .~ar
ca una transición cultura~ lmpo.rtantlSlmaen un pueblo nómada que empieza a adquirir hábitos de _gente~ d: cultura s~perior. Toca al senor chlchlm.eca Tlo.tz1l1saborear él mismo este camblO de vida:cuando iba a cazar a unos montes en lasproximidades de Chalco, se en.contró aTecpayoachcal\1htli, de as~endenC1a toJ.te~~y habitante de Chalco, qUien le acampanoen su empresa y " ... le hizo comer porprimera vez cosas cocidas... porqueTlotzin comía crudo IQ que mataba" (Mapa 11Jotzin, AnalJes del Museo Nacional,1'1- época T. IlI, pp. 310-311), de modoque al ll~gar a casa de Tecpayoachc~uhtlile ofrecieron tamales y atole, conejos yserpientes <Ilsados. Aparecen también eneste conjunto el metate y los carbones sosteniendo el camal. En estas figuras seencuentran elementos que aún en la actualidad son característicos de nuestra vidacampesina: atole, tamales y el metate,alrededor de un camal. Un auténtico hogar mexicano.