SigloSiglo nuevo

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La sensación en la boca es inconfundible, las papilas gustativas la

identifi can como lo más dulce que hayan probado, y de inme-diato el estómago se dispone a digerirla para enviar todos sus componentes al torrente sanguíneo; así, tras ingerir u-na cucharada de miel, nos he-mos alimentado con una gran cantidad de vitaminas, mine-rales y aminoácidos, pero so-bre todo de energía.

En su defi nición más sim-ple, la miel es el producto na-tural de los néctares de las dis-tintas fl ores que han sido aca-rreados y transformados por las abejas como su alimento, fundamentalmente. A su vez, el néctar es una solución azu-carada diluida en un 80 a 90 por ciento en agua, el cual la abeja deshidrata y le agregauna enzima que tiene en su es-tómago. De esa manera, tal so-lución se convierte en lo que conocemos como miel.

DOBLEMENTE RICA“Como alimento, la miel es e-nergética, por la elevada can-tidad que tiene de azúcares, pero es muy fácil de digerir de-bido a que sus cadenas de sa-cáridos son cortas, es decir, son monosacáridos”, explica el Doctor en Ciencias Agrope-cuarias, Experto en Apitera-pia y Catedrático de la Univer-sidad Autónoma Agraria An-tonio Narro, José Luis Reyes.

No obstante, la miel no só- lo provee de energía al cuer-po, sino que proporciona vita-minas provenientes de las pe-queñas cantidades de polen que se le pegan a la abeja al momento de ir por el néctar de las fl ores. Además, aporta minerales como el potasio, el magnesio y otros electrolitos necesarios sobre todo en per-sonas que habitan en climas á- ridos o que sudan mucho. Y aminoácidos, que son los pre-cursores de las proteínas.

La concentración de estos

nutrientes está determinada nutrientes está determinada por la procedencia del néctar. Así, una miel hecha del néctar de mezquite, por ejemplo, es muy densa pero muy clara encomparación con la que se ob-tiene del néctar del pinabete, que es de color ámbar oscuro.

“Cada planta le da diferentes características: sabor, aroma, textura, y concentración de componentes, siendo las más oscuras las más ricas en ellos”, declara José Luis Reyes.

MÁS QUE SABORPero verla como una fuente natural de azúcar no quiere decir que “no engorda”, ya que cumple con los requisitos de carbohidratos necesarios para el organismo, así, una cu-charadita –aproximadamen- te 20 gramos- aporta casi 60 kilocalorías. Consumirla en lugar del azúcar refi nada para endulzar el café, el té o una li-monada ciertamente trae be-nefi cios “siempre y cuando lapersona no ingiera la miel a-demás de los azúcares prove-nientes de otras fuentes, que generalmente son carbohi-dratos de cadenas más largas, las cuales el metabolismo –al ver cubierta su necesidad de calorías- las convierte en gra-sas como reserva”, comple-menta el Doctor Reyes.

La miel pura, que es como se encuentra comúnmente, tiene un poder edulcorante de un 20 a 30 por ciento ma-yor que el azúcar, por lo que tampoco se deben equiparar las cucharadas de una y de otra. Esto es contrario a lo que sucede con los sustitutos del azúcar, que también tienen un gran poder para endulzar, pero están libres de calorías; ésta es la razón por la que las personas con diabetes toman la miel sólo bajo prescripción