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MANUAL DE DIRECCIÓN DE OBRA

Arq. Enrique Viola

Inscripto en la Dirección Nacional del Derecho de Autor Nº 166.366nobuko

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Viola, Enrique Manual de dirección de obra. - 2a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Diseño, 2020. 168 p. : il. ; 15×21 cm.

ISBN 978-1-64360-292-9 ISBN e-book 978 -1-64360-293-6

1. Arquitectura. 2. Construcción. I. Título

Proyecto Editorial del Centro de Estudios de la Sociedad Central de ArquitectosDirector Daniel Silberfaden

Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina / Printed in Argentina

La reproducción total o parcial de esta publicación, no autorizada por los editores, viola derechos reservados; cualquier utilización debe ser previamente solicitada.

© 2020 de la edición, nobuko

ISBN 978-1-64360-292-9

Marzo de 2020

Este libro fue impreso bajo demanda, mediante tecnología digital Xerox en bibliográfika de Voros S.A., Carlos Tejedor 2815, Munro, Provincia de Buenos Aires.

En venta:LIBRERÍA TÉCNICA CP67Florida 683 - Local 18 - C1005AAM Buenos Aires - ArgentinaTel: 54 11 4314-6303 - Fax: 4314-7135 - E-mail: [email protected] - www.cp67.com

FADU - Ciudad UniversitariaPabellón 3 - Planta Baja - C1428BFA Buenos Aires -ArgentinaTel: 54 11 4786-7244

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MANUAL DE DIRECCIÓN DE OBRA

Arq. Enrique Viola

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Dirección de Obra

ESTIMADO LECTOR

He reunido en este libro una serie de artículos relativos a la Dirección de Obra.

Cada uno de ellos fue oportunamente elaborado para crónicas publicadasen revistas especializadas y algunas charlas ofrecidas a estudiantes y colegas.

Frente a esa circunstancia tal vez no se perciba un ordenamiento meticulo-so, aún así considero y espero que su lectura resulte productiva.

Mucho se ha hablado y escrito sobre esta área de nuestra profesión, sinembargo, aún debemos luchar contra las dificultades que le son propias yen los últimos años con otras, que no lo son.

Debido a lo que ha venido ocurriendo en nuestro país, inmerso hoy en una cri-sis política, económica y social, los profesionales de la construcción nos hemosvisto muy perjudicados, y tal vez más que otras veces y a otras carreras.

Estas circunstancias han desjerarquizado la profesión y producido una pau-perización de los honorarios, lo cual resulta una dificultad casi imbatiblepara su buen ejercicio.

Desarrollar una Dirección de Obra con una óptima disposición de perso-nal técnico y administrativo y una infraestructura adecuada, podría segura-mente llevarnos a insumir la totalidad de los recursos económicos deriva-dos de la liquidación de honorarios.

Por otra parte, el mercado de la industria de la construcción no ha escapadoa las condiciones imperantes y tanto empresas, como oficios o proveedoresdebaten contra las mismas dificultades y se han visto obligados a adoptar solu-ciones emergentes que a veces no benefician a la construcción y otras direc-tamente atentan contra la misma, haciendo aún más difícil nuestra labor.

Tengamos en cuenta que una empresa siempre posee una infraestructurabastante más completa que la insuficiente organización que podremos no-sotros destinar a la obra.

Frente a esa circunstancia, también nos hallaremos inmersos en una cruel des-ventaja que sólo podremos superar con organización, metodología y tiempo.

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Resulta evidente que no nos será posible disponer del tiempo, ya que seencontrará limitado por los plazos predeterminados para la obra; pero sípodremos (debemos) hacernos dueños de "nuestros tiempos" evitando tenerque incrementar nuestros recursos en la obra y lograr igualmente el éxito.

Esto significa extremar nuestra capacidad para que los constructores nonos lo insuman, a fin de disponerlos para el análisis de planos, muestras,toma de decisiones, etc.

Para lograrlo resultará de gran importancia contar con una Programaciónadecuada de la obra, tema luego desarrollado aquí.

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TEMARIO DESARROLLADO

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9Misceláneas de la Dirección de Obra . . . . . . . . 11Perjuicios que pueden acontecer en una obra . 17Determinación de la Dirección de Obra, susfacultades y el método de comunicación legal con el contratista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19Pliegos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23Sistemas de Contratación. . . . . . . . . . . . . . . . . . 25Programación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

Tareas Preliminares. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31Contratos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Arbitraje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40Normas de Seguridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43Muestras de Materiales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45Certificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

Modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49Precios Nuevos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51Régimen de Acopio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

Parte Diario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53Modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

Planos de Proyecto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57Planos Constructivos y/o de taller. . . . . . . . . . . 63Movimientos de Tierra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67Obrador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69Hormigón Armado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

Peso de sobrecargas de materiales y estructuras de la obra . . . . . . . . . . . . . . . . 74Peso de sobrecargas por equipamiento . . . . 75

Albañilería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77Consumos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77Tipos de Morteros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78

Condensación de Humedad . . . . . . . . . . . . . . . . 81

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Ensayos del INTI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82Trabajos Defectuosos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85Limpieza Final de una Obra . . . . . . . . . . . . . . . . 87Manuales de Mantenimiento y Services . . . . . . . 89Consejos sobre la Encomienda . . . . . . . . . . . . . 91Licitaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93Demoliciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97Instalaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99Instalación Sanitaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101Instalación Eléctrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

Edificios Inteligentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107Iluminación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108Clasificación de luminarias . . . . . . . . . . . . . 113Reglamentación del ENRE . . . . . . . . . . . . . 115Consumos eléctricos . . . . . . . . . . . . . . . . . 117Niveles de Iluminación según destinos . . . . . 118

Calefacción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121Instalación contra Incendio. . . . . . . . . . . . . . . . 123

Matafuegos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125Instalaciones Térmicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127Instalación de Gas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Consumos de Artefactos a Gas . . . . . . . . . 131Instalación de Aire Acondicionado . . . . . . . . . 133Instalaciones de Distribución de Oxígeno. . . . . . 137Instalaciones de Vacío y Aire Comprimido. . . . . . 141Instalación de Ascensores . . . . . . . . . . . . . . . . 143Acústica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147El Código Civil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153Ley de Propiedad Horizontal . . . . . . . . . . . . . . 163

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PRÓLOGO

Julio 2002. Argentina se derrumba junto con el ánimo de muchos y en particu-lar el mío. Tengo una cita en Belgrano con un viejo colaborador del Estudio, elArquitecto Enrique Viola, experimentado Asesor y Director de Obra, de quienpoco sé en los últimos tiempos. El encuentro es en un café de la calle JoséHernández y, siempre puntual, me está esperando desde hace un café, y luegode besos y abrazos me cuenta y le cuento de nuestros proyectos, tan pocos ytan a la altura de la circunstancia. Posiblemente el encuentro termina allí, peropor esas extrañas cuestiones de seguir contando desde las realidades hasta lossueños, comento casi al pasar mi colaboración con la SCA y nuestro proyectoeditorial impulsado desde el CESCA. Queremos dentro de lo posible ir crean-do una colección temática sobre los múltiples tópicos de la Arquitectura.

Ahí nace este libro.

Enrique hace más de 10 años viene escribiendo como rutina unos docu-mentos sobre sus experiencias de obra y su ilusión y ganas de convertirloen un libro para estudiantes y graduados en Arquitectura, y sus penuriaspor la plata que se necesita para el proyecto, etc. Inmediatamente nos pusi-mos a trabajar en este, hoy, libro sobre Las Obras de Arquitectura.

Fin de la Historia.

Han pasado muchos meses y este es el último paso para que el libro deEnrique salga a la luz. Todo gracias a él y a los muchos amigos que han cola-borado para que esto se produzca, al estilo nuestro, pura voluntad y coope-ración. El ejemplo de Clorindo Testa y su magnífico boceto que ilustra la tapa,pinta de cuerpo entero, a todos los que con arte, oficio y ganas de sumar, sonautores de este primer libro, primera pieza de una futura colección editorialque queremos impulsar desde la SCA, para hacer posible seguir aprendiendo,con libros de Arquitectura dignos y al alcance económico de todos.

En lo personal siento un enorme placer al concluir esta primera y últimapágina, con la esperanza de que este libro le interese a muchos y porque séque mi próximo encuentro con Enrique será para entregarle en el mismocafé de la calle José Hernández, su libro.

Febrero 2003DDaanniieell SSiillbbeerrffaaddeenn

Director Centro de Estudiosde la Sociedad Central de Arquitectos.

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MISCELÁNEAS DE LA DIRECCIÓN DE OBRA

Es probable que luego de un largo período de ejercicio profesional hayamosadquirido un entrenamiento tal, que nos permita ejercer la Dirección de laObra sin contratiempos. No obstante, ese hábito puede también incorporarnos un ejercicio mecani-zado de la tarea, mediante el cual obviamos utilizar recursos y herramien-tas que harían nuestra labor más eficaz y sencilla.En un breve y elemental examen de las características de la función, sepuede aseverar que la Dirección consiste en realizar el seguimiento y vigi-lancia para que la obra se materialice de acuerdo al Proyecto.Aquí deseo resaltar una breve aclaración, ya que me tentó la idea de redactarel párrafo anterior de la siguiente manera: "para que la obra se materialice deacuerdo al Proyecto o mejor ", especialmente si somos autores del mismo.Este es un propósito estimable que debemos tratar de alcanzar, sin embar-go no deja de representar un inconveniente que para poder superarlo debe-mos ser cuidadosos.Comúnmente resulta tentador introducir modificaciones al Proyecto duran-te la construcción, o improvisar soluciones distintas a las anteriormentepensadas ante sugerencias de Capataces, Contratistas, Jefes de Obra, o pornuestra propia iniciativa.No debemos descuidar ni por un instante los distintos intereses que se con-jugan ante el mismo suceso; construir la obra.El Capataz desea emplear el método que conoce, ya que generalmente leresulta trabajoso y hasta molesto, incorporar cambios. El Contratista, no olvidará ni por un instante que la obra le tiene que cos-tar lo menos posible para aumentar su beneficio; y el Jefe de Obra prefiereque se utilice el método o la solución más conocida o la que conoce sucapataz; por resultarle más cómodo; o por considerarla más económica,defendiendo los intereses de su Empresa. Evidentemente, nuestros intereses no son los mismos.Por ello no incluí inicialmente el comentario "o mejor ", sin antes exponeresas consideraciones.No debemos desatender la circunstancia de que el tiempo dedicado al table-

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ro para decidir un detalle inmersos en la visión general del proyecto, son cir-cunstancias que no disponemos bajo ningún aspecto en el lugar de la obra. Cualquier modificación dibujada esquemáticamente "en una pared", corre elriesgo de no ser la más adecuada, y de lo que seguramente nos arrepenti-remos más tarde. De ser necesario, llevemos nuevamente al tablero los detalles que duranteel transcurso de la obra creamos posible mejorar.Es función de la Dirección, además, llenar los vacíos que la documentaciónno cubre, dado la cuota de imprevistos que hemos decidido, o el proyec-tista ha decidido asumir. Cuanta más experiencia de obra acumula un arquitecto, contrariamente alo que se cree, y según mi criterio, más deja a resolver durante la cons-trucción de manera asumida.Por el contrario, en nuestros períodos de inicio en la profesión tambiéndejamos una gran parte de vacíos en la documentación, por inexperiencia. Es frecuente también, poseer cierta aprehensión a inmiscuirnos en la meto-dología que utiliza el Contratista para construir, olvidándonos de que esatarea forma parte de nuestra responsabilidad. Así como no permitiríamos hoy en día gracias a la tecnología disponible, la uti-lización de elementos no descartables en un laboratorio; tampoco debemosaceptar la utilización de maquinarias obsoletas, andamios primitivos, o cualquierotro equipo, herramienta o método de trabajo que no nos asegure un óptimofuncionamiento, necesario para que la construcción resulte inmejorable.Es imperioso recordar todos los parámetros prefijados en la consulta deprecios (o licitación). Ellos, deben ser respetados fielmente, ya que formaron parte de los costosen el momento de la elaboración de la oferta. Cualquier desviación u omisión de los mismos durante la ejecución de laobra, invalida la comparación y la decisión de adjudicar los trabajos en sumomento evaluados.Observamos entonces que así como nos encontramos de pronto realizandouna dirección, dedicándonos a que la obra se construya de acuerdo alProyecto o mejor; también efectuamos una vigilancia al insistir en la utilizaciónde adecuados métodos de construcción para que ésta sea bien construida.También nosotros debemos adoptar una organización para la Dirección deuna obra.Esta organización conformará una estructura más o menos importante, deacuerdo al tamaño o a la complejidad de la misma.

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Cuando así se justifique, podemos ejercerla en forma personal sin másrecaudos que nuestra propia organización.Esa organización debe preverse antes del inicio de los trabajos, y cuantoantes mejor. Debemos tener en cuenta que por lo general inmediatamente a la adjudi-cación comienza la obra, ya que los intereses en juego no permiten un tiem-po improductivo para la inversión. Ya sea ejercida la Dirección en forma personal o mediante un equipo,habrán de tomarse las siguientes previsiones teniendo en cuenta que:

"Un Arquitecto no es responsable por haber incurrido en un error en los pla-nos de Proyecto, ya que se encuentra simplemente en los papeles, pero síes responsable cuando permite, conciente o inconscientemente, que eseerror se traslade a la obra"

(Arqs. Rivarola y Meoli - “Tratado de Arquitectura en Relación al Derecho”)

a) Revisión y estudio de Planos, Planillas, Detalles, Memoria.b) Estudio de los Pliegos de Condiciones.c) Estudio de las Especificaciones Técnicas.d) Estudio de los Contratos.e) Estudio de la Oferta.f ) Estudio del Plan de Trabajos.

En el estudio de los planos debe realizarse un esfuerzo mayor, a fin de queno existan divergencias entre ellos y por supuesto errores. Nada más desconcertante, aún para sí mismo, resultará el hecho de encon-trarse con estas particularidades durante el transcurso de la obra. Por lo general esta circunstancia suele derivar, si se actúa con prudencia, endiferir la decisión a adoptar sobre las divergencias o errores, a fin de per-mitir un minucioso estudio. Debe considerarse que la postergación de respuestas en plena tarea deobra no significa de modo alguno, un desmedro de la capacidad e idoneidaddel profesional; sino por el contrario una prueba de su prudencia.El chequeo de los detalles tendrá por objeto, verificar su correspondencia conlas partes de la obra que los justificaron, y sobre todo, su constructibilidad.Es frecuente observar detalles en los que se ha incurrido en un exceso detecnicismo, transformando la solución en un problema agregado.Si no lo ha conseguido el proyectista, se deberá estudiar cómo se ha de eje-

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cutar ese detalle; considerando la función y resistencia de cada uno de loscomponentes.La Memoria es un compendio, en líneas generales, de las intenciones delproyectista para con la obra; indicando el criterio de proyecto y los fines alograr. Nos permitirá identificarnos con el espíritu de la misma.Los Pliegos de Condiciones Generales y Particulares también requieren un estu-dio especial ya que conjuntamente con las Especificaciones Técnicas y el restode la documentación, conforman un todo indivisible; denominado Proyecto.Es decir: cómo es la obra, de qué manera se construye, y bajo qué condiciones.Lamentablemente los Pliegos no son debidamente considerados dado laescasa dedicación proporcionada a su elaboración.Habitualmente son copiados de pliegos de obras construidas anteriormente. Se detectan "en plaza" versiones de Pliegos muy antiguas que, si se pudierarealizar el ejercicio de comparar el primer ejemplar con el último; se detec-tarían criterios que expresan exactamente lo contrario a lo que original-mente se ha querido indicar. De su lectura se suelen observar además,párrafos y frases sin significado alguno (en algunos casos hasta graciosas), oespecificaciones de trabajos que en la obra no han de existir o se construi-rán de manera distinta; y lo más grave, por descuido se omiten especifica-ciones de trabajos que sí han de construirse.La oferta, desde el punto de vista técnico, también merece un análisis; ya quela detección de fallas a tiempo evitará conflictos futuros con el constructor.Es obvio que previo a la adjudicación, resulta el momento más oportuno desolicitar todas las aclaraciones posibles; más tarde el contratista no aportarála misma disposición, pues ya tendrá la obra asegurada mediante el Contrato.El Plan de Trabajos de la Obra requiere algunas consideraciones que vere-mos más adelante.Si es que el Plan de Trabajos no se ha elaborado conjuntamente con elProyecto de la obra, lo cual constituye cuanto menos una ligereza, se soli-citará su confección al Contratista de acuerdo a los plazos predetermina-dos de inicio y finalización de la obra, planteándose las exigencias que debe-rá cumplimentar a fin de que nos resulte una útil y clara herramienta decontrol, preventivo y correctivo.Si se ha elaborado un PT que forma parte del Proyecto, se solicitará alContratista su reelaboración a fin de que lo haga suyo (en cuanto a su res-ponsabilidad legal) y lo adapte a la oportunidad (fechas calendario) decomienzo, desarrollo y terminación de los trabajos y otras cuestiones. En función de lo hasta aquí expuesto, se pueden precisar como recordato-

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rio algunos parámetros básicos, que hacen a nuestra función; aunque come-ta el error de ser repetitivo:

� Ser exhaustivo con la verificación de las tareas de replanteo. Omitirla corrección de errores de replanteo, por más que en ese momento sejuzguen intrascendentes, acarrearán inconvenientes insalvables hasta lafinalización de la obra; transmitiéndose como una cascada a todos losgremios intervinientes.

� No dudar en el rechazo y/o demolición de cualquier trabajo que noresponda cabalmente a la documentación de obra. Esta es una decisión que generalmente cuesta tomar con motivo de losplazos determinados en el Plan de Trabajos, que pueden apremiar; laduda sobre nuestra posible parte de responsabilidad ( no haber detecta-do el error en el momento oportuno); la imagen que una demolición porpequeña que sea pueda representar ante el Comitente lo que preferimosevitar; y la adquisición de compromisos con el Contratista, quien salva-ría así luego nuestros posibles errores u omisiones.

Es indispensable entonces, si existen apremios en los plazos, que dedique-mos más tiempo a la obra; desechando la creencia de que la imagen de unademolición es negativa y exponiendo ante el Comitente en el momentomás conveniente los motivos de la decisión y afrontar los errores u omi-siones posibles futuros en su momento, si es que ocurre. La indecisión de nuestra parte para ordenar la demolición de un trabajo oestructura mal ejecutados, nos hará legalmente incurrir en una grave faltade responsabilidad.

� No ahorrar tiempo ni esfuerzo, nuestro y del Contratista, en realizartodas las muestras y ensayos de materiales que consideremos necesariosa fin de obtener la seguridad de que la tarea que se ha de iniciar nos deja-rá plenamente conformes. Por lo general, y no veo razón alguna, este método se practica exclusi-vamente con el gremio de la Pintura. No dejar de tomar en cuenta los plazos de obra y utilizar este recursocon la suficiente antelación.(Prever establecer el origen de los recursos económicos para solventarlos ensayos).

� No confiar en la Coordinación que propone el Contratista; ya que

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aunque la realice oportunamente, debemos recordar que en él primanintereses que puede contraponerse con la calidad y/o criterio que de-seamos para la construcción.

� No debemos dudar, como ya lo mencionara anteriormente, en exigirla utilización de enseres, maquinarias y equipos que nos aseguren unresultado óptimo en los trabajos. En la actualidad sería impropio, por ejemplo, permitir el amasado demorteros en forma manual; no utilizar vibradores para la ejecución deuna estructura de hormigón o cortar pisos o revestimientos sin la herra-mienta adecuada.

� Precisar el Plan de Trabajos que se pondrá en vigencia en la obra.

� Instaurar una unidad de criterio en la Dirección en el caso de que éstasea ejercida por más de una persona. Las órdenes debieran ser impartidas únicamente por un único coordinador.

� Comunicar a la constructora con toda claridad, las multas que esta-rán en vigencia en la obra y las causas de su aplicación, a fin de penalizarincumplimientos del Contrato.La empresa deberá ser enterada de que en los casos previstos, seránnecesariamente aplicadas.

� Establecer en los pliegos de licitación la confección y presentación porparte del Contratista, de un Parte Diario; elemento que ha de pro-porcionarnos numerosas ventajas. Si no ha sido previsto, ordenar inme-diatamente su implementación. Este tema, lo desarrollaré más adelante.

Por otra parte vale la pena repasar, sobre la importancia que debe atri-buirse al comienzo de obra. No olvidemos que una obra sólo se inicia legalmente, cuando se ha comen-zado a adherir materiales al suelo con carácter definitivo. Esto sólo se cumple si se han iniciado tareas específicas de fundación ocimientos. (Ver listado de tareas preliminares).Esta es la oportunidad de realizar el Acta de Iniciación. Cualquier otra tarea previa que pueda en algún momento llevarnos a con-feccionar ese Acta, nos hará correr un riesgo innecesario ya que cualquiercircunstancia que paralice los trabajos en el lapso comprendido entre lastareas preliminares y el verdadero comienzo de la obra, podría crearnossituaciones difíciles de explicar.

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