introducción al debate

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AL ORAN DEBATE. Por : Jonathan F. Gunther. Un resumen de las incidencias y de los problemas suscitados en la Conferencia General de la UNESCO y la Conferencia Mundial Adminis- trativa sobre Radio. Al final de la Segunda Guerra Mundial, los editores norteamericanos ofrecieron sus productos en una escala sin precedentes a un mundo generalmente receptivo. Puesto que la economía de Europa Occidental y sus medios de comunicación) se estaba reestableciendo y los im perios coloniales estaban aún por independizarse, los Estados Unidos encontró muy pocos competidores para sus productos en los mercados internacionales de medios de comunicación, y recibió muy pocas quejas respecto de su concepto de un "flujo libre" de información Jonathan F. Gunther es Director de Estudios sobre Políticas de Co- municación en la Academia de Desarrollo de la Educación, Washington, D.C. Este artículo es un resumen de un informe preparado por la Agen- cia Internacional de Comunicaciones (ICA) como una guía para los nor- teamericanos a los debates sobre el "orden- informativo" mundial, realizados con fondos de la ICA y de la Fundación Ford. Se agradece de manera especial a Hmothy Logue quien coordinó el trabajo del estudio, 99

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Por : Jonathan F. Gunther. Un resumen de las incidencias y de los problemas suscitados en la Conferencia General de la UNESCO y la Conferencia Mundial Adminis- trativa sobre Radio. 99

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AL ORAN DEBATE.

Por : Jonathan F. Gunther.

Un resumen de las incidencias y de los problemas suscitados en laConferencia General de la UNESCO y la Conferencia Mundial Adminis-trativa sobre Radio.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, los editores norteamericanosofrecieron sus productos en una escala sin precedentes a un mundogeneralmente receptivo. Puesto que la economía de Europa Occidentaly sus medios de comunicación) se estaba reestableciendo y los imperios coloniales estaban aún por independizarse, los Estados Unidosencontró muy pocos competidores para sus productos en los mercadosinternacionales de medios de comunicación, y recibió muy pocasquejas respecto de su concepto de un "flujo libre" de información

Jonathan F. Gunther es Director de Estudios sobre Políticas de Co-municación en la Academia de Desarrollo de la Educación, Washington,D.C. Este artículo es un resumen de un informe preparado por la Agen-cia Internacional de Comunicaciones (ICA) como una guía para los nor-teamericanos a los debates sobre el "orden- informativo" mundial,realizados con fondos de la ICA y de la Fundación Ford. Se agradece demanera especial a Hmothy Logue quien coordinó el trabajo del estudio,

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a muchos asesores y consultores de la industria, del gobierno y de 10

medios académicos y a los investigadores—escritores del personal delestudio: Dbnna Jones, Mark— Kieffer y Kathkeen White. Nos seriagrato recibir vuestras reacciones y comentarios. El autor tiene la inten-ción y la esperanza de que se publicará una versión ampliada del es-tudio en su totalidad , como un libro de referencia sobre el "orden infor-mativo " mundial.

A principios de la década de 1970, la situación había cambiadodrásticamente. Las naciones emergentes se unieron a los adversariostradicionales e incluso, a veces, a los aliados occidentales para poner

tela de juicio:

1en

— La amenaza a la "soberanía nacional" que sugería la superioridad delos Estados Unidos en materia de computadoras, percepción remota yla tecnología de las comunicaciones.

— El "imperialismo cultural" reflejado en las exportaciones realizadaspor los Estados Unidos de publicaciones, películas y programas detelevisión.

— Los "prejuicios" de los reportajes hechos por las agencias de no-ticias norteamericanas al tratar los asuntos exteriores.

Aunque los americanos podrían c»,« siderar estas cuestiones como as-pectos separados, los críticos tientkn a verlas como parte de un "ordeninformativo" mundial más grande, que provienen;, de (y también refuer-zan) el orden económico global. La posición predominante de los Es-tados Unidos en los mercados mundiales de comunicaciones parececonstituir un solo ejemplo de su poderdentro de un sistema económicoconsiderado por los críticos como desigual y que tiende a perpetuarseindefinidamente.

En la Conferencia General de la UNESCO celebrada en Nairobi, en1976. se discutió extensamente un "proyecto de declaración sobre losmedios de comunicación colectiva". Pero, muchos representantes delos países occidentales lo consideraron inoportunamente restrictivo. ElEmbajador John Reinhardt, jefe de la delegación de los Estados Uni-dos , declaró que:

la manera más eficaz de reducir el actual desequilibrio no es inhibien-do la capacidad de comunicación de algunos, sino aumentando 1a

capacidad de comunicación de todos". Estimamos que los Estados

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Unidos, y otras naciones que disponen de instalaciones y capacidadessumamente desarrolladas para la comunicación colectiva, deberían es-forzarse por prestar asistencia a otros países a fin de ayudarlos a de-sarrollar sus medios de comunicación colectiva (y subrayó este punto),a través de canales bilaterales y multilaterales, tanto privados comogubernamentales."

Han transcurrido dos años desde que se hizo este ofrecimiento deasistencia. Si bien los programas preexistentes de AID y USAID deayuda para las comunicaciones han continuado, no se han tomadoiniciativas en la medida sugerida por el ofrecimiento hecho en Nairobi.Esta falta de acción por parte de los Estados Unidos y las opiniones deotros países, y organizaciones internacionales respecto de los pro-blemas de comunicación, seguramente se abordarán en la ConferenciaGeneral de la UNESCO, que se celebrará en París, en el otoño de 1978.

A fin de describir el contexto y la complejidad del debate sobre el "or-den informativo" mundial, primeramente examinaré en el presente ar-tículo la participación histórica de algunos foros internacionales : ONU,UNESCO, IIUy el Mjvimiento de Países No—alineados. Luego, dis-cutiré varios aspectos problemáticos que han surgido de ese debate.

La Carta de las Naciones Unidas estableció los derechos fundamentalespara la libertad de expresión e información a través y dentro de las fron-teras .

En 1946, la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Libertad deinformación declaró que:

"todos los estados debieran proclamar políticas de acuerdo con lascuales el libre flujo de información dentro de los países y a través de lasfronteras estaría protegido. El derecho de buscar y transmitir infor-mación debería garantizarse a fin de permitir que el público averigüe yevalué los hechos... (Resolución 59) (1) de la Asamblea General de lasNacionas Unidas.

El acuerdo inicial sobre el principio de la libertad de informacióncomenzó a desintegrarse ya en 1948, en la Conferencia de Ginebrasobro la Libertad de Información. La Unión Soviética sostenía queno podía existir una verdadera libertad de información mientras losmedios de comunicación en el Occidente estuvieran controlados por unpequeño grupo de capitalistas, a la vez que los Estados Unidos pedíanflujos de información sin restricciones de ningún tipo. Surgió una

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posición intermedia, con una fórmula tendiente a controlar solamenteaquellos flujos considerados como violaciones de la soberanía na-cional. Pero hasta la fecha, no se ha llegado a un acuerdo definitivo.

En es-e año también fue aprobada la Declaración Universal de losDerechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas,que si bien no era legalmente obligatoria, había adquirido un gran pesomoral y psicológico. El Artículo 19, al cual se hace frecuente referenciaen el curso de los debates sobre el "orden informativo"mundial, dice losiguiente:

"Todos tienen derecho a la libertad de opinión y expresión: este de-recho incluye la libertad para sostener opiniones... y para buscar, re-cibir e impartir información e ideas por cualquier medio y a través decualesquiera fronteras".

El artículo 2 amplía la aplicabilidad del documento a cada individuo"sin distinción de ningún tipo" incluyendo la "limitación de la sobe-ranía" (1).

La preocupación de las Naciones Unidas por los problemas de lacomunicación se volvió aún más especifico con la llegada de la era es-pacial. En 1959, se creó el Comité para la Utilización Pacífica del Es-pacio Ultraterrestre (COPUOS). El trabajo de este Comité se carac-terizó por la cooperación hasta el final de los años 1960, cuando laposibilidad de la emisión televisiva directa mediante satélites (llamadoDBS) a través de las fronteras y a receptores televisivos no modificadosen el hogar comenzó a llamar la atención. Cuando se reunió el Comitéen 1969, Unión Soviética adoptó la posición de que los países queemitían vía satélite debían ser obligados a obtener el consentimientoprevio de los gobiernos de aquellas naciones que estuvieran recibiendoesas emisiones. Los Estados Unidos se opuso a esta posición porqueera contraria al Artículo 19 de la 'Declaración . Universal y porqueconstituía una amenaza al "libre flujo de información". Para ayudar aresolver las diferencias surgidas con respecto a esta cuestión, COPUOScreó un Grupo de Trabajo sobre Satélites para Emisiones Directas.

En 1972, la Unión Soviética presentó a la Asamblea General de lasNaciones Unidas una propuesta para un convenio obligatorio de prin-cipios para las emisiones televisivas vía satélite. Por un voto de 102contra —los Estados Unidos emitieron el único voto negativo — laAsamblea General pidió a COPUOS que formulara principios para laBDS a través de las fronteras. Aunque se había logrado el consenso de

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opiniones de 1978 respecto de una serie de temas, las cuestiones re-lativas a las relaciones entre los países emisores y receptores todavíapermanecen sin solución.

También se han planteado cuestiones en las Naciones Unidas sobre lapercepción remota de la Tierra —la observación de las condiciones delos cultivos, los recursos naturales, la contaminación y el clima—mediante satélites (comenzada con el lanzamiento del Landsar 1 de laNASA en 1972) porque la posesión de una información semejante en-traña el poder. Si bien la mayoría de países apoyan el desarrollo de estatecnología, muchos de ellos están trastornados por el papel predo-minante desempeñado por los Estados Unidos en la compilación y di-seminación de esta información. En 1973, la Unión Soviética presentó aCOPUOS un proyecto de resolución sobre principios, según el cual seampliaba la definición de la soberanía nacional más allá de la posesiónde recursos naturales para abarcar tembién la información relativa adichos recursos. La propuesta de la Unión Soviética también pedía elconsentimiento del estado que fuera objeto de la percepción anterior-mente a la diseminación de cualesquiera informaciones que descri-bieron sus recursos. Argentina presentó una propuesta aún más restric-tiva que pedía "la prohibición de cualquier actividadad de percepciónremota relativa a los recursos naturales bajo jurisdicción natural sinconsentimiento previo" (7). Detrás de todas estas posiciones existe eltemor, especialmente en los países del Tercer .Muido, de que las cor-poraciones multinacionales y los gobiernos occidentales usarán suhabilidad superior en la interpretación de informaciones obtenidasmediante la percepción remota con fines comerciales, políticos ymilitares. Las cuestiones relativas a las actividades en percepciónremota siguen debatiéndose en COPUOS.

La UNESCO no participó plenamente en el debate sobre el "orden infor-mativo" mundial hasta la década de 1970, aunque en la década de 1960ya habían indicios de lo que estaba por venir.

En sus primeros años, la UNESCO, quizás aún más que las NacionesUnidas, recibió una influencia muy marcada de las ideas occidentalessobre el libre flujo debido al boicot soviético que operó hasta 1954. Alcomienzo de los años 60, se manifestó la crítica a la pequeña cantidadde noticias sobre el Tercer Mundo que circulaba en los canales inter-nacionales, en el curso de las reuniones regionales realizadas en Bang-kok, Santiago y París. Aunque todas estas reuniones recomendaban lacreación de agencias de noticias regionales, la "calidad" de los repor-tajes relativos al Tercer Mundo aún no constituía un problema...

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En la Conferencia General de 1970, la UNESCO dedicó más atención alos problemas del "orden inf ormativo" auto rizando al Director General aque ayudar a los estados miembros a formular sus políticas de co-muni ación colectiva. En la Conferencia General realizada en 1972, seconsideró una resolución de la Unión Soviética pidiendo una decla-ración de "principios orientadores sobre el uso de las emisiones porsatélites para el libre flujo de información, la extensión educativa y elintercambio cultural", que incluía una disposición relativa al consen-timiento previo de los países receptores. El voto final en apoyo de dichadeclaración fue de 55 a favor y 7 en contra (con 22 abstenciones) y losEstados Unidos estuvieron, una vez más, en la minoría.

En la misma Conferencia General, otra resolución respaldada por laUnión Soviética y fuertemente apoyada porlos países del Tercer Mundo—pedía el Director General que preparara una declaración sobre losprincipios fundamentales que gobiernan el uso de los medios de co-municación colectiva, con el fin de fortalecerla paz y la comprensión ycombatir la propaganda de guerra, el racismo y el apartheid" (deno-minada de ahí en adelante el proyecto de declaración sobre los mediosde comunicación colectiva).

En la Conferencia General de 1974, se discutió la primera versión delproyecto de declaración sobre los medios de comunicación colectiva(que había sido preparada por un experto en derecho internacional deSuecia), pero no fue posible llegar a un acuerdo. También se discutió eltema del "libre flujo", en el cual los países del Tercer Mundo mantu-vieron que el concepto tendría muy poco sentido hasta que se hubieranadoptado disposiciones para que todos los países estuvieran colocados"en una misma situación de igualdad y de libertad" en cuanto a sucapacidad de comunicación.

Antes de la Conferencia General realizada en Nairobi en 1976, secelebró una reunión de expertos para redactarlo que se esperaba seríauna versión aceptable de la declaración relativa a los medios de difusióncolectiva. El proyecto aprobado por es a reunión incluía un artículo en elcual se declaraba que los "estados son responsables en la esfera inter-nacional, de las actividades de todos los medios de comunicacióncolectiva bajo su jurisdicción". Este resultó especialmente inaceptablepara el gobierno de los Estados Unidos quien estimaba que de acuerdocon la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, elgobierno no podía aceptar responsabilidad por las actividades inter-nacionales de las empresas privadas norteamericanas dedicadas a losmedios de comunicación. Durante su presentación a la Conferencia,este proyecto se volvió objeto de una controversia tan feroz que una

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comisión aprobó, por 78 votos a favor y 15 votos en con.tra' que uerapostergada indefinidamente. En su lugar, la Conferenda acePresolución presentada por Túnez y que fue respaldada p°r °9 ,I T - J u j i - j j í • *. • i a países e n d e -Unidos que aprobada la idea de ofrecer asistencia a 10» vsarrollo con el fin de zumentar sus posibilidades en el famD^ .i. v • i j ,,¡libno «visteacomunicaciones como un medio para corregir el desequ»*te.

Un resultado de la Conferencia General de 1976, fue la C*?*C^C^¡5™Comisión Internacional para el Estudio de Problemas de k° . . 'encabezada por Sean MacBride, que fue galardonado cf° .° PNobel y Lenin. La Comisión fue encargada de resolver, 91 e _, ,posible, los principales puntos en disputa que dividían ? °i ?c , v ¿e

Oriente de los de Occidente y a los países del Norte de los e .'^ ,presentar un informe final a mediados de 1979. En la priiHcra . ,,^la comisión, el señor MacBride mencionó cuatro cuestio1168

que tenían que considerarse...)

— ¿Qué significa un flujo de información equilibrado y

— ¿Qué significa "un nuevo orden mundial" y cuál es 3U relacion re-cíproca con el nuevo orden económico?

— ¿ Cómo se podría lograr el "derecho a comunicarse"^011 to as ,8US

inferencias de orden ético y legal, como una nueva línea <*e pensamierto y acción en todos los campos de las comunicaciones >'

— ¿Cómo se podría garantizar y proteger la objetividad e independenciade los medios de comunicación?

En los debates que ha realizado hasta la fecha, la Comisión Mac~Bride ha tropezado con grandes dificultades para resoKere9ta^ ™

tiones. En la Conferencia General de la UNESCO, que se esta celebran-do actualmente, se examinará el informe provisional tJe la c0111^1 n.También se presentará un nuevo proyecto de declaración «I^e, seSul

dice, tiene mucho más apoyo de los países del Tercer Mi*ndo; Pero <Iue

probablemente seguirá siendo inaceptable para la deleSac

Estados Unidos.

Otro foro principal, la Unión Internacional de Telecomuni^aciones

se remonta hasta una conferencia realizada en 1865, "ua se

reunieron veinte países europeos para establecer reglar*161"0

transmisión de mensajes telegráficos a través de sus fror»teras-

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H papel desempeñado por la UITha crecido desde entonces paraabarcarlos teléfonos, la difusión y las comunicaciones por satélite. Elaumento del número de países miembros y de la utilización del radioespectro durante los últimos 20 años será estudiado en la ConferenciaGeneral Mundial Administrativa sobre Radio (WARC) que se celebraraen Ginebra en 1979, y que es la primera conferencia general desde 1959.

La Conferencia WARC de 1979 examinara, y, siempre que sea ne-cesario, revisará los reglamentos internacionales que gobiernan la asig-nación de frecuencias y los procedimientos de coordinación para todoel espectro electromagnético, estableciendo el marco reglamentariopara las telecomunicaciones hasta la Conferencia de 1999.

Aunque la UTTestaba dominada por los países industrializados, ac-tualmente 100 de sus 154 miembros son países en desarrollo. En re-cientes conferencias WARC provisionales, estas naciones han ex-presado su preocupación sobre el "acceso igual" a las telecomuni-caciones. El principio tradicional de la UITde^al que llega primero se lesirve primero, en el uso de frecuencias y órbitas de satélites, favorecelos intereses de los países adelantados. Temiendo que no habrán másfrecuencias disponibles cuando estén listos para utilizarlas, los paísesdel Tercer Mundo han tendido a favorecer la asignación "a priori"de lasfrecuencias y de los arcos orbitales de los satélites.

Este cambio en el ambiente de la OTTse"manifestó de la manera másdramática en la Conferencia Mundial especializada de 1977, sobre lossatélites emisores, durante la.cual se adoptó un plan de asignaciones"a priori" para dos de las tres regiones de la UTT. Si bien la posición delos Estados Unidos a favor de la "planificación evolucionaría" tenía as-cendencia solamente en el hemisferio occidental, la delegación de losEstados Unidos no hizo constar su desacuerdo formal con los planesadoptados para las demás regiones, Los técnicos norteamericanos in-cluso ayudaron a formular "El Plan", un cuadro de frecuencias, ge-nerado por computadora, de las asignaciones de frecuencias y lospuestos orbitales para esas regiones.

Un segundo punto principal que debía examinar la ULTes el "con-sentimiento previo" de los países que reciben las emisiones vía satélite,(cuestión que se está discutiendo también en COPUOS). En un acuerdoque surgió de la Conferencia Mundial de 1971 sobre el Espacio, los Es-tados Unidos, si bien reconocieron el principio por motivos técnicos,continúan oponiéndose por motivos políticos. Según se declara en elArtículo 428—A de ese acuerdo (véase 2):

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"Al planear las características de una estación espacial para el serviciode satélites de transmisión, se utilizarán todos los medios técnicospara reducir, hasta el máximo grado posible, la radiación sobre el te-rritorio de otros países, a menos que se hubiera llegado a un acuerdoprevio con dichos países".

Se ha interpretado que este acuerdo proporciona bases suficientespara permitir a cualquier país oponerse a las señales de transmisionesvía satélite no deseadas que provengan desde afuera de sus fronteraspor las razones técnicas de que interfieren con sus propias transmi-siones.

En la Conferencia WARC general de 1979, las cuestiones de "igual ac-ceso" y "consentimiento previo" podrían presentarse una vez más. Hayque adoptar decís iones difíciles respecto ala asignación de frecuenciaspara servicios en los cuales los intereses de cada país son sumamentevariados y complejos.

Tendrán especial importancia las decisiones sobre el servicio deradio de alta frecuencia (compartido por las transmisiones interna-cionales y las comunicaciones internas de punto a punto), algunas ban-das de frecuencia de satélites y el asunto de una asignación permanen-te de frecuencias para los satélites destinados a la percepción remota.

Muchos observadores tienen recelo de la manera en que el debatepolítico sobre el "orden informativo mundial" podría afectar la Con-ferencia General de 1979. Se ha hablado de "cobros por alquiler" por eluso de los puestos orbitales geoestacionarios asignados a los paísesque no están listos para utilizarlos. También existen temores de que lastransmisiones en onda corta, que es actualmente la única banda dis-ponible para las transmisiones internacionales, podría restringirse.Otros observadores más optimistas han subrayado que los interesescompartidos en la comunicación libre de interferencias y la complejidaddel temario pueden actuar para despolitizar los procedimientos de laconferencia.

Otro foro principal ha sido proporcionado por la reunión de dirigentesdel Movimiento de Países No Alineados.

Aunque los países del Movimiento No Alineado se habían estadoreuniendo y aumentando por muchos años, no fue hasta la cuartareunión de jefes de estado celebrada en Argelia en 1973 (con la parti-

ipación de 75 naciones) que se abordaron de manera directa las in-ci

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quietudes relacionadas con la comunicación. El artículo 13 del Pro-grama de Acción para la Cooperación Económica aprobado por los es-tados presentes en la conferencia declaró que sus objetivos en el cam-po de la comunicación colectiva (17)eran los siguientes :

— "Reorganizar los canales de comunicación existentes que son ellegado del pasado colonial, y que han impedido una comunicaciónlibre, directa y rápida".

— "Iniciar una acción conjunta para la revisión de los acuerdos mul-tilaterales existentes, con el fin de revisarlas tarifas por los cables deprensa y para facilitar una intercomunicación más barata y rápida".

— "Tomar medidas urgentes para acelerar el proceso de la propiedadcolectiva de los satélites de comunicación y desarrollar un código deconducta para dirigir su uso;

— Promover un mayor contacto entre los medios de comunicacióncolectiva, las universidades, las bibliotecas, las entidades dedicadas ala planificación e investigación y otras instituciones para que los paísesen desarrollo puedan intercambiar experiencias y conocimientos ycompartir ideas.

En respuesta a estas resoluciones y luego de haber consultado convarias agencias noticiosas nacionales, Tanjug, la agencia de noticias deYugoslavia, inició una Agrupación de Agencias de Noticias No Ali-neadas el 20 de Enero de 1975.*

*Nota del Editor: Véase los artículos de Pinch e Ivacic, en este sim-posio.

En la Conferencia de Ministros realizada en Nueva Delhi del 8 al 13 deJulio de 1976, se enfocó de manera específica la política de comuni-caciones no alineadas. Las resoluciones adoptadas por la Conferenciademuestran un deseo de abordar de manera conjunta el derecho a la in-formación, el derecho a la comunicación y a las comunicaciones porsatélite.

La Conferencia también decidió establecer un comité de expertos paraestudiar las instalaciones y servicios de telecomunicaciones y lasposibilidades de cooperación en este campo, tales como el uso máximode las comunicaciones vía satélite y las estructuras de tarifas rebajadaspara el libre flujo de información (8).

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Un mes más tarde, los dirigentes de 84 naciones participantes sereunieron en Colombo, Sri Lanka, para considerarlas recomendacioneshechas en Nueva Delhi, así como las recomendaciones formuladas en lareunión de ministros que se había realizado desde la última reunión enla cumbre celebrada en Argelia en 1973 (véase 4). Los jefes de estado nosólo respaldaron todas las decisiones, sino que tasmbién ratificaronuna constitución para la Agrupación de Agencias de Noticias No Ali-neadas, dando así su aprobación final al experimento comenzado porTanjug, un año y medio antes.

Siguiendo el ejemplo de la Agrupación de Agencias de Noticias, enOctubre de 1977, se celebró la primera Conferencia de Organizacionesde Radio y Televisión de los Países No Alineados en Sarajevo, Yugo-eslavia.La conferencia hizo hincapié en la importancia de un "enfoqueconjunto y coordinado de los países no alineados en los foros, con-ferencias y organismos internacionales sobre cuestiones de interéscomún para ellos, especialmente en el campo de las telecomunica-ciones, el desarrollo técnico, la normalización, las emisiones vía sa-télite y en otras esferas" (6).

Hasta la fecha, el Movimiento de Países No Alineados ha sido re-chazado por muchos como mucha retórica y poca acción. Es difícildeterminar en qué medida el movimiento ha influido sobre las accionesde los gobiernos individuales. Pero, como un resultado parcial de lapresión ejercida por los países nb alineados, la UNESCO promueve yapoya la formulación de políticas nacionales de comunicaciones y hainiciado investigaciones sobre el flujo global de información y el papelde las corporaciones transnacionales.

El ambiente y los programas del sistema de las Naciones Unidas sisehan visto afectados, puesto que las cuestiones básicas respecto delpapel de los países occidentales en el Tercer Mundo siguen siendo unafuente de controversia. El Movimiento de Países No Alineados se haconvertido en una característica institucionalizada del panorama inter-nacional, con un interés e impacto especiales en las comunicacionesinternacionales.

Las discusiones realizadas dentro de los diversos foros internacio-nales se han concentrado necesariamente y con frecuencia en asuntosespecíficos, tales como los Satélites para Transmisiones Directas, o enprincipios amplios, tales como los derechos y las responsabilidades delos medios de comunicación. Pero para una mayor comprensión de es-tas inquietudes, es conveniente agruparlos en temas comunes. Cincotemas principales han sido identificados.: el flujo de noticias, la exten-

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sióide la cultura de masa, la transferencia de tecnologías, la soberaníanacional, y los derechos humanos a la comunicación.

El llamamiento para un mayor equilibrio en los flujos de noticias inter-nacionales puede considerarse parcialmente como un llamamiento paranuevas perspectivas, más voces, y una mayor selección en las noticiasinternacionales.

Mientras que los periodistas occidentales afirman que en el TercerMudo hay una tendencia hacia un control más estricto sobre el accesoa las fuentes de noticias y sobre los medios de comunicación nacio-nales mismos, los críticos en los países en desarrollo estiman que suspaíses no están siendo adecuadamente descritos y que los reportajeshechos sobre ellos sólo son desarticulados y fragmentarios. Porque lamayor parte del mundo depende considerablemente de las cuatro agen-cias de noticias occidentales para obtener noticias internacionales, lasfrustraciones son mayores.

Eriel Bloque Oriental, el conflicto sobre el valor de las noticias se vecon mayor claridad a medida que los periodistas occidentales intentanhacer sus reportajes sobre los disidentes, haciendo caso omiso, enopinión de los gobiernos, de las legítimas fuentes de noticias y lasgrandes mayorías de la población que están contentas.

Las acusaciones de que la Agencia Central de Información (CÍA) hautilizado a los periodistas norteamericanos y extranjeros para la obten-ciónde información secreta ha creado aún más desconfianza en las in-tenciones de los periodistas occidentales y ha dado más motivos a suscríticos (14). Lo que es más, los voceros del Tercer Muido dicen que loscables que salen de las agencias de noticias occidentales contienenmuy poca información relativa a las necesidades de desarrollo.

Irónicamente, existe un paralelo histórico entre la superioridad actualde las agencias de noticias occidentales y las estructuras de la difusiónde las noticias internacionales de hace 60 años. La Agencia Reuters,por medio del monopolio de noticias que había formado con las agen-cias Havas de Francia y la Wolff de Alemania controlaba todas lasnoticias extranjeras enviadas a los Estados Unidos y todas las noticiasque salían de América del Norte hacia el mundo. Kent Cooper, el geren-te de la Al* y el hombre que hizo una campaña para destruir el mono-polio, describió la situación de la manera siguiente (5, pág. 12):

"IJe modo que la Reuters decidía qué noticias debían enviarse desde losEstados Unidos. Contaba al mundo que los indios estaban en guerra en

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el Oeste, que habían linchamientos en el Sur y crímenes extraños en elNorte. Durante decadas se le acusaba de que nada de lo que fuerafavorable para América se enviaba jamás. Los hombres de negociosnorteamericanos criticaban a la Prensa Asociada AP por permitir quelos Reuters hicieran que dar mal a los Estados Unidos en el extranjero".

añade, más adelante (5, pág. 43):

Sus propios países (los de Havas y Reuters) siempre exaltaban a suspropios países. Esto se realizaba reportando los grandes progresos ob-tenidos en las civilizaciones de sus países, hglaterra y Francia, cuyosbeneficios, serían, desde luego, otorgados al mundo. Hablando en sen-tido figurado, en los Estados Unidos, de acuerdo con la Havas y laReuters, no era prudente viajar por el peligro de los indios.

Este paralelo no ha sido pasado por alto por los países del TercerMundo. El señor D.R. Mankekar, Presidente del Comité Coordinador delAgrupamiento de las Agencias No Alineadas, que se reunió en Jakartaen Abril, recordó las quejas de Cooper y comentó lo siguiente: "Sólohay que substituirlas palabras Estados Unidos por las palabras "paísesen desarrollo" y (las quejas) parecerían hablar de manera muy efectivaen nombre de los países en desarrollo en la época actual" (20).

Aunque los problemas relativos al flujo de noticias han obtenido másatención oficial, los flujos internacionales de materiales culturales(tales como los programas de televisión, el cine, las revistas, los librosy los discos) pueden haber tenido un impacto mayor sobre los senti-mientos, pensamientos y acciones de la población.

Estudios realizados en los Estados Unidos han demostrado que laprogramación de la televisión transmite a los públicos los valores quereflejan y refuerzan determinados aspectos de la cultura en los cualesfueron producidos (9). Cuando estas programaciones se emplean enambientes extranjeros, se presentan valores ajenos especialmentesobre las relaciones entre los sexos, los padres y los hijos, y la AU-toridad y el pueblo. El muchos países, los programas importados (prin-cipalmente desde los Estados Unidos) constituyen la mayoría deprogramas de televisión.

Guatemala, por ejemplo, importa el 84 por ciento de sus programas detelevisión, Zambia el 64 por ciento y Malasia el 73 por ciento (21). En

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aquellos países en los cuales los programas importados constituyenuna minoría, éstos, sin embargo se transmiten durante las horas prin-cipales en que la gente ve la televisión. LA CONFERENCIA GENERAL DE LA UNESCO

El período de sesiones de la Conferencia General de la UNESCO, sereunirá el 24 de Octubre y durará hasta el 30 de Noviembre. La.s cues-tiones y programas relativos a la comunicación tendrán una parte muyimportante en el temario que deberán considerar los delegados a lassesiones plenarias de la Conferencia de la UNESCO.

El controvertido proyecto de declaración sobre los principios apli-cables a los medios de comunicación colectiva se considerará una vezmás. En el decimonoveno período de sesiones se solicitó al DirectorGeneral Amadou Mahtar JVTBovv que celebrará consultas a fin de pro-ducir un proyecto de texto que "pudiera obtener el mayor acuerdoposible".

La Conferencia General considerará el Proyecto de Programa y Pre-supuesto para 1979—1980. El programa propuesto relativo a lascomunicaciones tiene dos objetivos principales: disminuirlas diferen-cias que existen entre los países, y a veces dentro de un mismo país,para lograr una mayor participación en la igualdad de acceso al flujo deinformación. Existen tres campos en los cuales se han sugerido larealización de actividades: 911 en las relaciones internacionales y elflujo de información entre países ; (2) en los aspectos teóricos, técnicosy prácticos de las comunicaciones; y (3) en las infraestructuras y la

capacitación de personal.

El proyecto de programa y presupuesto también contiene las dispo-siciones relativas a la continuación y conclusión de la tarea de laComisión Internacional para el Estudio de los Problemas de las Co-municaciones que fue creada en Diciembre de 1977, bajo la presidenciadel señor NacBride. La Comisión está presentando un informe inicial ala Conferencia General para que lo considere en su XX Período deSesiones a fin de que la Conferencia General pueda impartir instruc-ciones respecto de la continuación de las actividades de la Comisiónhasta la elaboración de su informe final en 1979. El Director General,señor M'Bovv. determinó los objetivos de esta Comisión y la discusiónque se realizará en la Conferencia General darán un nuevo impulso a lasactividades de la Organización en el campo de las comunicaciones, deacuerdo con las políticas que hayan sido determinadas sobre la base deun análisis profundo y objetivo del problema planteado y que por lo tan-lo. obtendrán el mayor consenso posible"".

112Compilado de fuentes déla UNESCO.

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Muchas naciones han buscado activamente y recibido con agrado lacultura de masa del Occidente como el fin de una cultura tradicional lacual se considera como un impedimento para el desarrollo (11) Tambiénse han utilizado los programas occidentales porque éstos son másbaratos y más abordables que los programas, nacionales. Pero, loscríticos se quejan de la propagación de una cultura homogenizada yglobal. Dicen que la mayor parte del material importado es de bajacalidad cultural que a su vez, es frecuentemente imitada por los mediosde difusión local.

Los críticos también se preocupan porque la televisión frecuentementetrae consigo una propaganda que podría fomentar una mentalidad deconsumo en los públicos, en lugar de acentuar el aumento de la pro-ducción (22; véase también 12). La demanda de los consumidores de ar-tículos de lujo, en los países en desarrollo, a menudo están en conflictocon los objetivos específicos de desarrollo establecidos porlos gobier-nos. Quienes apoyan el sistema actual señalan que la publicidad, asícomo los programas de distracción, podrían constituir un buen mediopara el desarrollo y los mensajes educativos y que sin los ingresosproducidos por la publicidad, muchas organizaciones emisoras del Ter-cer Mundo posiblemente no podrían funcionar a los niveles actuales.

Otra acusación lanzada contra el flujo actual de materiales culturales esque los canales de distribución para los medios de comunicación, es-pecialmente para los programas de televisión y películas, están con-trolados principalmente por productores occidentales, espeeialmentenorteamericanos. Aunque la influencia americana en el mercado ha dis-minuido desde que se recolectaron la mayoría de estos datos (18), elimpacto global de la programación occidental y norteamericana engrandes cantidades de personas provenientes de culturas diferentes esconsiderable.

La situación de la tecnología mundial y su transferencia tiene suorigen directo en el orden mundial.

La creación de una nueva tecnología ( definida como los equipos yaparatos más las técnicas para su utilización) ha exigido una inversiónconsiderable de capitales, lo que en la práctica ha dado como resultadoque los países ricos controlen un 98 por ciento de todas las actividadesde investigación y desarrollo ( véase 19). El flujo de bienes y serviciostecnológicos a los países del Tercer Mundo recurre a los materialespublicados, equipos y accesorios de computadoras y bases para datos,cobrando frecuentemente por las consultorías y administración inter-nacionales. La capacitación de personas de los países del : Tercer

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Mundo en las universidades occidentales, y la importación de métodosoccidentales mediante patentes y regalías, son también característicascomunes de la transferencia de tecnologías.

El debate sobre los aspectos informativos de la transferencia de tec-nologías difiere en ese punto de los demás problemas de las comu-nicaciones. Una crítica importante proveniente de los países en de-sarrollo es que está fluyendo muy poca información de orden tecno-lógico, que los costos deberían reducirse, y que los flujos deberíanliberarse" de las reglamentaciones. La posición de los Estados Unidos,que es muy importante debido a su mayor participación en el mercadotecnológico, subraya los derechos de las corporaciones privadas parareglamentar el flujo de la información que es de su propiedad, paratener la libertad de fijar los precios y para restringir la exportación detecnologías que se consideran estratégicas.

Un aspecto que llama muy poco la atención, pero que tiene un gran im-pacto a largo plazo, es la creación de infraestructuras para computa-doras y telecomunicaciones. Los países de ingresos medios y lospaíses ricos por el petróleo están invirtiendo fuertemente en la tec-nología occidental más nueva y en programas de capacitación en granescala. Aunque las naciones más pobres también pueden comprar esteequipo más nuevo, posiblemente no puedan pagar a lostécnicosalta-mente capacitados que se necesitan para su reparación. La precisiónque exigen la instalación, el funcionamiento y el mantenimiento de losequipos de computadoras y telecomunicaciones seguramente crearáuna dependencia tecnológica inaceptable..

Los críticos preocupados por la dependencia cada vez mayor sostienenque hasta ahora el flujo de tecnología se ha centrado demasiado en elcapital y que ha beneficiado a la élite y a las poblaciones urbanas demanera desproporcionada. Se mantiene que los países pobres en ca-pital y ricos en mano de obra deberían usar la tecnología que favorezcala mayor creación de trabajos con un costo de capital mínimo. Lospaíses con poblaciones principalmente rurales deberían preferirlas tec-nologías que descentralizan la producción y evitarlas concentracionesde riqueza. En respuesta a este concepto, se ha creado el "movimientopara una tecnología apropiada" que prefiere la tecnología más simplesposibles .

Nota: Véase los artículos de Marvin y Schiller, para este simposio

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.-MI- defensores mantienen que un sentido exagerado de "profesionalis-mo" ;i<l( | i i¡r ido por los técnicos de los países del Tercer Mundoque hans ¡do capacitados en el Occidente les impide escogeraquellos equipos ylec turas "porfesionales" que no sean de gran escala ( y costosos). En\oy ( ! < • e l lo, se han apoyado proyectos tales como la manufactura lo-calizada de papel y la impresión y las difusiones comunitarias. Si bienla nía \ ría de los economistas occidentales miran con esceptismo el "-movimiento de una tecnología apropiada", el enfoque si tiene un granj t l rac l ivo popular. Además, parecería complementar el enfoque de "lasnecesidades humanas básicas "del desarrollo que ha sido recalcado porlas agencias de asistencia bilateral y multilateral en el curso de losú l t i m o * años.

los debates sobre el flujo de noticias, la difusión de la cultura occiden-tal de masa y la transferencia de tecnología a menudo se sobreponen enlas discusiones básicas sobre la soberanía nacional.

I na interpretación estricta de la soberanía nacional se refiere sim-plemente al derecho del estado para proteger sus fronteras de laagres ¡un militar. La interpretación más amplia de la soberanía concedea las naciones el derecho de controlar, no solamente las fronteras de unestado, sino el ambiente físico, económico, social e informativo dentrode esas fronteras .

Anteriormente, la mayoría de flujos de los productos culturales extran-jeros hacia dentro de una país, podían ser controlados por la inspeccióngubernamental en la frontera. Las trans¡misiones de radio en onda cortacons t i tuyen una excepción notable a esta regla, toleradas porque sedesarrollaron tempranamente y porque la mayor parte de los países es-tán en capacidad de transmitir por onda corta.

Pero las nuevas tecnologías de la comunicación, tales como las tran-simisiones televisivas directas vía satélite, están en manos de unaspocas naciones ricas. Estas pueden hacer caso omiso de los "guar-dianes" de los gobiernos y se consideran como violadores de la so-beran ía nac iona l .

El problema de los BDS ( satélites para transmisiones televisivas direc-tas I puede haber resultado un terreno tan fructífero para el debate,precisamente porque no es una realidad tecnológica. No se han asig-nado frecuencias para las transmisiones internacionales vía satélite.l;is transmisiones indeseables pueden haber sido prohibidad por ra-zones técnicas por la Conferencia WAR sobre el Espacio celebrada en

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1()71. Los BD8 pueden haber sido escogidos como un símbolo conve-niente para expresar el temor general a la intrusión cultural (16). LaUnión Soviética ha declarado su derecho a destrozar cualquier satéliteextranjero que estuviera transmitiendo hacia adentro de sus fronteras.El Canadá y Suecia han propuesto los dobles principios del consen-timiento previo y de la participación de los países receptores para laaceptación de las transmisiones de televisión extranjeras. (3).

Otro aspecto que ocupa la atención en las discusiones sobre la so-beranía nacional son las posibles violaciones efectuadas mediante lossatélites, ha sido reconocida siempre como una infracción de la so-beranía nacional, y como tal, ha sido realizado secretamente, El sectorcivil, igualmente, existen pocas dudas de que las instituciones sofis-ticadas pueden utilizar los datos resultantes de la percepción remotapara aumentar su poderío económico y social. El conocimiento deposibles depósitos de petróleo, las proyecciones de la producciónagrícola y mejores estimaciones de concentraciones mineras puedenayudar a los gobiernos de los países desarrollados y las corporacionesmultinacionales a tomar mejores decisiones de índole político y social.

Aunque el derecho internacional tradicionalmente concede a las na-ciones los derechos exclusivos sobre sus propios recursos nacionales,la tecnología de la percepción remota plantea la cuestión de saber si unestado tiene o no los derechos exclusivos a la información relativa aesos recursos naturales.

Este problema no sólo incluye la recolección de información sino tam-bién su diseminación. Michos estiman que una garantía de la so-beranía nacional exige que la información obtenida mediante los sa-télites de percepción remota solamente pueda diseminarse con el con-sentimiento previo de dicho país. En realidad, los datos en bruto ob-tenidos sobre todos los países por la se ríe de satélites "Landsat"de losEstados Unidos se entrega a quienquiera a bajos precios. Pero, datosque han sido elaborados y analizados se consideran como informaciónde propiedad exclusiva. La mayoría de los conocimientos analíticos y latecnología pertenecen a los norteamericanos. Al mismo tiempo, losplanificadores en los países en desarrollo tienen conciencia de lo últiles()iie con los datos analizados para el desarrollo nacional. Por lo tanto,los críticos del status que preferirían, en general, que la percepciónremota estuviera administrada por un organismo internacional en vezdel gobierno de los Estados Unidos.

Los debates sobre la soberanía nacional también plantean el tema.delflujo de datos a través de las fronteras. Los voceros de Europa Occiden-

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tal y del Canadá frecuentemente sostienen ( y esto se está desbordandoal debate entre Norte y Sur) que el flujo de informaciones a través de lasfronteras a computadoras extranjeras impiden la vigilancia por parte delos gobiernos nacionales y, por lo tanto, su soberanía.

Una cantidad considerable de datos relativos a los diferentes paíseseuropeos ( datos relativos a la información bancaria, de seguros y decréditos de individuos, por ejemplo I están siendo elaborados porfirmasnorteamericanas que obtienen losdatos vía satélite o mediante trans-misiones por cable. Los gobiernos europeos han expresado supreocupación por su incapacidad para salvaguardar la privacidad!, desus ciudadanos cuando dichos datos se transfieren a los bancos dedatos extranjeros. Como resultado de ello. Alemania y Suecia han dic-tado leyes más amplias relativas a la privacidad y algunos países estánpresionando para que se establezcan normas internacionales estrictas.Temen que los países con leyes sobre la privacidad que son relativa-mente indulgentes podrían convertirse en "paraísos de información" alos cuales se transmitirían los datos de las computadoras para suelaboración y utilización en formas que podrían resultar ilegales dentrodel país del cual se obtutuvieron esos datos^

La necesidad de nuevas pautas para la transferencia de información afin de proteger la soberanía de cada nación se expresa claramente enuna declaración presentada a la Comisión Internacional de la UNESCOpara el Estudio de Problemas de ;'.;s Cpmunicaciones hecha por el

señor Mustapha Masmoudi, SecreUrio de Estado para la Informaciónde Túnez ( y un vocero frecuente del Mjvimiento de Países 'No ali-neados I, quien sostiene que el acceso a la información ( 15) deberíabasarse en:

Reglamentos para la recolección, elaboración y transmisión de no-ticias y datos a través de los sistemas transnacionales de memoriza-ción, elaboración y almacenamiento, a fin de proteger el derecho del in-dividuo a su vida privada y a garantizar el respeto por la dignidad de lascomunidades y de las naciones.

En el curso de los últimos seis años, los profesionales en el campo delas comunicaciones, provenientes de un gran número de países, hancontribuido a la realización de un diálogo y estudio sobre "el derecho acomunicarse".

A raíz de la presentación por Suecia de una resolución en 1974, en la

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cual se pedía al Director General "que estudiara las formas y los mediosmediante los cuales se vuelva posible una participación activa en elproceso de la comunicación y se analice el derecho a la comunica-ción....", la UNESCO ha participado activamente en la formulación deeste nuevo derecho humano. Este esfuerzo ha sido objeto de algunascríticas porque se lo ha considerado demasiado idealista, pero su fuer-•/,A radica en la determinación de actuar fuera de los canales oficialescon el fin de juntar un grupo multicultural y de pensar más allá de losasuntos diarios cotidianos. El amplio marco que ha surgido toma enciienla ei creciente impacto de las comunicaciones en la sociedad y lasnuevas posibilidades ofrecidas por la tecnología de las comunica-ciones. .

Todos tienen el derecho a la comunicación: los componentes de estederecho global incluyen, pero no se ven limitados por los siguientesderechos a la comunicación:

El derecho a reunirse, el derecho a la participación y los derechos a laasociación correspondientes;

—El derecho a informar, el derecho a ser informado y los derechos a lainformación correspondientes ; y,

—El derecho; a la privacidad, el derecho al idioma y los derechos a laevolución cultural correspondientes.

Dentro del orden de comunicación mundial, el logro del derecho a lacomunicación exige que se disponga de recursos de comunicación parala satisfacción de las necesidades humanas de comunicación. (10).

Los cambios contemplados por los elaboradores del derecho a lacomunicación exigirían cambios básicos de política por muchas na-ciones.

Para el año 2.000, las maneras en las cuales se comunicarán los sereshumanos podrían ser radicalmente diferentes de lo que son ahora. Latecnología del futuro promete oportunidades para más comunicacionesy comunicaciones con objetivos mucho más exactos. Desde el punto devista tecnológico, la oportunidad para una mayor varidad de expresión

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en escala global parece radicar en el futuro. Los impedimentos a la par-ticipación y a la diversidad en las comunicaciones no serán de ordentecnológico sino político e institucional. Mngún sistema que existevale actualmente para organizar las comunicaciones ( públicas o pri-vadas ) parace estar capacitado para enfrentar los retos planteados por latecnología emergente. No se debe permitir qu« disputas sobre "libreflujo", "igual acceso" o "consentimiento previo" ensombrezcan lasoportunidades a largo plazo para la diversidad de expresión y para unacomprensión aún mayor en es cala global.

Hay que tener presente lasesperany^.todavía no realizadas, para laeducación colectiva y el progreso numano promedio de la radio ypor la televisión . Aunque constituyen el principal innovadorde la tecnología, los Estados Unido» deben abordar el debate sobre "elorden informativo" con humildad. Los Estados Unidos tienen una res-ponsabilidad especial para el logro de medidas internacionales deíndole política, económica e institucional equitativas para la nueva tec-nología. Estos son los factores que determinarán si el nuevo "orden in-formativo" facilitará o empeorará las transiciones más amplias que es-tán en marcha actualmente en el mundo.

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