El Informe Mac Bride-,entre la realidad y la utopía

PETER SCHENKEL

Cuando en octubre - noviembre de 1976 se reunió la Conferencia General de la UNESCO enNairobi, uno de los acuerdos principales fue encargarle al Director General de ese organismo, Amadou -Mathar M'Bow, efectuar un estudio de la totalidad de los problemas que plantea la comunicación en la socie-dad moderna.

Para realizar esa tarea "tan vastay ambiciosa", según lapropia expresión del alto funcionario,in-ternacional, consideró que el mejor medio sería formar un grupo de trabajo y reflexión integrado por perso-nalidades de diversos orígenes y de alto nivel de competencia intelectual y profesional. Así nació la COMIS—SION INTERNACIONAL PARA EL ESTUDIO DE LOS PROBLEMAS DE LA COMUNICACIÓN (CIC), pre-sidida por el irlandés Sean MacBride, quien tiene el mérito de haber sido galardonado con los Premios Nobely Lenin de la Paz.

Cuatro años después, en la reunión de la UNESCO celebrada en Belgrado, la CIC presentó unvoluminoso Informe que nuestro consejero Peter Schenkel analiza a continuación.

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con Erich Fromm solouna nueva visión, una utopía, podrá salvarla humanidad de la terrible crisis en la cualestá inmersa. En efecto «1 mundo padeceuna verdadera epidemia de crisis, la delsubdesarrollo, de las superpotencias y delarmamentismo, la del medio ambiente, deenergía y entre otros la crisis moral y cul-tural. Lo más frustrante, especialmentepara los países del Tercer Mundo, es qui-zá, que los propios modelos de desarrollotambién atraviesan! por una crisis pro-funda. Ni la estrategia basada en el creci-miento económico, ni la inspirada en eldesarrollo integral,lograron detener el fa-

tídico deterioro de la brecha que separacada vez más países ricos y pobres y queacentúa en los últimos el hambre, la de-pendencia y la inestabilidad política y so--cial. Con razón prevalece hoy un vastoconsenso sobre la necesidad de una nuevavisión y de un nuevo orden mundial. Enlos últimos años se han realizado numero-sos estudios globales con el fin de analizarla problemática global y conceptualizarreformas al orden económico vigente (1).

(1) Los más importantes de estos estudios son:Interfutures: Facing the Future, O.C.E.D.,1979.U.S. Government Global Report 2.000, Wa-shington, 1980

El Informe Willy Brandt enfoca pro-bablemente el conflicto Norte - Sur conmás claridad y ecuanimidad. Plantea loque divide pero también lo que une a am-bos mundos así como los cambios que de-ben acordar para propiciar un orden eco-nómico más justo y evitar así a las genera-ciones jóvenes un mañana caótico, violen-to y acechado por la amenaza nuclear.

El Informe MacBride, elaborado por

Informe sobre el Desarrollo Mundial, BancoMundial, 1980Norte - Sur: Un Programa para la Supervivencia,Informe de la Comisión independiente sobreproblemas internacionales de desarrollo presidi-da por Willy Brandt, 1980

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una comisión internacional de 16 desta-cadas personalidades y publicado por laUNESCO en 1980 representa un valiosocomplemento de estos estudios. (2) Elcometido de esta comisión era estudiarla totalidad de los problemas de la comu-nicación en las sociedades modernas, conespecial atención a los problemas relati-vos a una circulación libre y equilibradade información, al establecimiento de unnuevo orden económico e informativo y ala solución de los grandes problemas queconfronta el mundo. El Informe se inser-ta así en la corriente ya mayoritaria quesostiene que la comunicación social nopuede ser soslayada de la gran discusiónpolítica, económica y social que agita almundo.

La extraordinaria amplitud de estamisión se explica por dos razones funda-mentales. Por una parte, de la necesidadde explicitar el papel de la comunicacióne información en el conflictivo y cam-biante mundo de hoy. Por la otra, de laimportancia de buscar una línea conver-gente con el fin de superar el áspero y aveces estéril debate en torno al controver-tido tema del Nuevo Orden InformativoInternacional (NOII). Desde su acepciónen 1976 este reclamo tercermundista fuemotivo de apasionadas controversias en-tre los países occidentales, la Unión So-vie'tica y los países en desarrollo. (3) Elacérrimo debate sobre la responsabilidaddel Estado en relación con las activida-des de los medios de comunicación en la19a. Conferencia General de la UNESCO(Nairobi, 1976), reflejaba la existenciade profundas diferencias. La Declaraciónde Principios fundamentales, relativos a laContribución de los Medios de Comunica-ción, adoptada por la UNESCO (París,1978) - un tenue compromiso que a nadiesatisfizo - tampoco logró solventar las sub-yacentes divergencias. (4) En este marco,el Informe MacBride representa un nuevointento - el más completo hasta ahora - deanalizar problemas fundamentales que elmundo actual confronta en materia decomunicación e información.

Naturalmente, no todo el mundo esta-rá de acuerdo con sus conclusiones y reco-mendaciones. Pero es indiscutible que encuanto a la recolección de datos, análisiscritico, enfoque ecuánime y sugeren-

(2) La Comisión fue presidida por Sean MacBri-de de Manda, periodista, jurista y político. Pre-mio Nobel y Premio Lenin de la Paz.

(3) D.R. Markekar, UNESCO: Much ado aboutNothing, Intermedia. Enero 1979. No. 1 p. 8.

(4)Ibid,p.lO

cias, representa el estudio más serio y 'fecundo realizado últimamente. Resumiranalíticamente el Informe, cuya versión encastellano totaliza 500 páginas, no as fácil.Si, no obstante resulta una tarea grata espor su énfasis invariable en el interés ybien común, en la paz y el progreso de to-da la humanidad, en el mejoramiento delas condiciones de vida, las del individuopor sobre todo y de su realización plenacomo ser humano en todas sus dimensio-nes, políticas y económicas, sociales yculturales. La comunicación - así conclu-ye el propio Informe - puede ser tantoun instrumento de poder como una armarevolucionaria, un producto comercial oun medio de educación. Puede servir alprogreso, a horizontes cada vez más am-plios de libertad, democracia y bienestaro a la guerra, al mantenimieto de dictadu-ras reaccionarias o de escandalosas desi-gualdades y atropellos a los derechos hu-manos. El Informe MacBride es diáfano apropósito de cuales disyuntivas debemosapoyar.

CARACTERÍSTICAS Y TENDENCIASDE LA COMUNICACIÓN ACTUAL.-

Puedo dejar de lado la interesante ex-cursión del Informe sobre la Evoluciónhistórica de la comunicación social mismaque conduce la palabra, el gesto, la músi-ca a la escritura y al libro y concentrarmeen seguida en este complejo fenómeno dela comunicación de hoy singularizada poruna prensa hipertrofiada, la radio y la te-levisión, el teletipo y el satélite, las redesde télex y los computerizados bancos dedatos que sirve al diagnóstico del InformeMacBride de fondo. En el centro del aná-lisis se encuentran dos tendencias básicas.De un lado, la emergencia de la industriade la comunicación, de la comunicacióny cultura de masa, de la sociedad infor-matizada, de la evolución de los grandesmedios (transnacionales) de comunica-ción, ligados a poderosos intereses eco-nómicos y convertidos en el denominadoGuarió Poder del Estado. Y por el otro, elvertiginoso y fascinante desarrollo tecno-lógico que conlleva no solamente una ex-plosión cuantitativa de los medios de co-municación disponibles por el hombre,sino también un gran cambio cualitativoexperimentado a raíz de la gran diversifi-cación de los medios, de la multiplicacióne interconección de los sistemas y flujosde información y, en consecuencia, de lamodificación de nuestro modo de ver elmundo, del estilo de la comunicación yde nuestras propias vidas.

La interrogante fundamental es, des-de luego, si este prodigioso desarrollo tec-

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nológico y de poder económico y políticode los medios concentrado en pocos paí-ses, ha contribuido para que la vida delhombre tanto en los países desarrolladoscomo en los subdesarrollados sea más li-bre, rica y humana; si - especialmente enlos países del hemisferio Sur - ha servido asu desarrollo, a disminuir los desequili-brios informativos a escala nacional e in-ternacional y a convertirlo en un prota-gonista más activo de los píocesos socialeso si - por el contrario ha beneficiado úni-camente a intereses particulares, profun-dizando las brechas entre los grupos huma-nos y naciones y ahondado la dependen-cia del Tercer Mundo en materia de co-municación.

.A estas interrogantes, el diagnóstico

del Informe MacBride intenta dar respues-tas. Los resultados de su amplio análisispueden agruparse en torno a seis temáti-cas básicas:

a. Infraestructuras Frágiles.- Existe unflagrante

contraste en la infraestructura de comu-nicación y telecomunicación muy desa-rrollada y diversificada de los países desa-rrollados y subdesarrollados; encontrara»también una dicotomía notoria en estoúltimos entre los sectores más avanzadoy otros muy atrasados. Una rápida miradsobre América Latina nos permite adveítir que grandes peri ódicos y la televisió:a color vinculada a satélites por medí:ción de ultramodernas estaciones terreítres, redes de micronda y telefonía direíta a Estados Unidos y Europa de un lady de servicios telegráficos y telefinicos como así también de acceso a lemedios metropolitanos en las áreas rurles, por el otro.

b. Concentración de los Medios y Vertcalidad de la Comunicación.- Tant

en los países desarrollados como en lesubdesarrollados se acentúa cada vez m;la concentración de propiedad de los midios. En los Estados Unidos, InglaterraAlemania Occidental el número de diaricindependientes absorbidos por los grandiconsorcios periodísticos es alarmante. Etelevisión, la expansión monopolística cTELEVISA en México es un ejemplo paticularmente ilustrativo. En Colombiaen otros países de la región el número (estaciones de radio pertenecientes o a:liadas a las grandes radiocadenas creíaño tras año. Además, es cada vez musual la concentración vertical, estocuando un propietario controla tanto mdios de prensa como de radio sr televisió

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El Informe MacBríde señala que talestendencias reducen la diversidad de lasOpiniones... fomentan el conformismo yTU. aceptación de valores de una minoría^minante y constituyen una grave ame-inzapara una prensa Ubre y pluralista.

•

El carácter vertical, autoritario, dejimba hacia abajo de la mayoría de losf rocesos de comunicación e informaciónlúe priva a las mayorías y a muchos gru-fjos sociales de una adecuada capacidadte expresión y réplica, convirtiéndoles en«asiros receptores y consumidores de laslírdadeí, escalas de valores y estereotiposlabre cómo pensar y actuar prefabricadosl;or los medios, facilitan aún más la posi-bilidad de una minoría de manipular la|;pinión pública.

1;, Vinculación con Intereses Económi-cos Particulares.- Con aprehensión,

jil Informe destaca la estrecha ligazón en-|::e los medios de comunicación y podero-lios intereses comerciales en desmedro deja función educativa y cultural. A travésJ:e la publicidad, la prensa, radio y televi-iiión dependen directamente de la políticap promoción de ventas de empresasj muy a menudo transnacionales - cuyo«mico interés es lograr un amplio mercadoipara un producto determinado. Cabe des-jacar aquí que sus autores aciertan al re-

Isaltar - lo que a menudo se olvida - lospuchos aspectos positivos de la publici-dad, su contribución al empleo y acceso

jJel público a una amplia gama de selec-dón. Pero se subraya también que la pu-

Jblicidad tiende a promover en los públi-1:os actitudes de un consumismo obsesivo,Iniuy reñido a veces con sus verdaderas ne-jcesidades y con las prioridades producti-Jvas del país. Dependiendo de los ingresosJ publicitarios la mayoría de los medios no•puede sino conducir una política confor-ime con los intereses de las empresas más1 fuertes. De esta manera se encuentran es-jtrechamente ligadas a las clases económi-• cas dominantes y a sus esquemas de con-

servación de las estructuras tradicionalesi y del inmovilismo social.

Id. Dependencia y Transculturización.-La profunda dependencia de la ma-

jyoría de los medios en los países subdesa-I rollados del sistema internacional de co-1 municación, consignados en el Informe,i ya recibió considerable atención, especial-I mente en América Latina. Esta dependen-jcia, sea de las modernas tecnologías, deI agencias noticiosas y de publicidad, deJ contenidos provenientes del extranjero,I tan palpable en la televisión, el cine y en• las revistas frivolas y en la industria del

disco y casette, pese a las denuncias efec-tuadas, se encuentra aún lejos de ser supe-rada. Sus efectos se reflejan en una cons-tante y penetrante invasión cultural, me-diante la cual los países desarrollados ylas transnacionales imponen a los paísesen desarrollo patrones políticos reñidoscon su realidad, una uniformidad de gus-tos, estilos y contenidos incongruentescon sus culturas y procesos de desarrollo.Se reconoce, sin embargo, que las empre-sas transnacionales no podrían ejercer unainfluencia tan grande sin la ayuda delibe-rada de las minorías selectas de los paísesen desarrollo.

e. Trabas a la libre circulación de Infor-mación y Libertad de Prensa.- Con

razón, se redacta en el Informe que laconfrontación a propósito de la libre cir-culación y de la libertad de informaciónse ha transformado en el tema más impor-tante de todo el debate internacionalsobre la comunicación. Se relacionanpormenorizadamente las denuncias de lasmúltiples trabas, censura y autocensura,violencia física, medidas de-intimidación,prohibición y quema de ciertos libros, vi-gentes en muchos países subdesarrollados.Con el monopolio de la información se hanbeneficiado solamente los grupos dirigen-tes minoritarios. Además, se advierte quelos -medios de comunicación social some-tidos al control del gobierno han demos-trado con harta frecuencia que no estánen condiciones de satisfacer las necesida-des en materia de información a la po-blación.

Más aún, ningún gobierno por muy sagazque sea, debe ser vi único juez de lo quenecesita saber el pueblo, y menos aún delo que tiene derecho a decir. Pero, por elotro lado, el Informe no deja de puntuali-zar que la doctrina de la libre circulacióny libertad de prensa ha beneficiado por logeneral a los poderosos de la comunica-ción, en detrimento de los grupos y nacio-nes menos dotados.

f. Desequilibrios y Deformaciones de laInformación Internacional.- Los de-

sequilibrios de la comunicación a escalanacional, producto principalmente dé ladicotomía ciudad/campo .y la deforma-ción de las noticias favoreciendo a uno uotro sector de las clases dominantes, se re-producen internacionalmente. Esta reali-dad sistematizada en muchas ocasionespor numerosos estudiosos latinoamerica-nos de la comunicación, recibe ampliaatención en el Informe MacBride. El dese-quilibrio más importante se refiere sinduda a la muy atacada corriente de noti-cias de sentido único o de dirección pre-

CU3.irescoIIIISI f

1dominante Norte - Sur. No sin justicia lospaíses del Tercer Mundo alegan que elmundo recibe el 80 por ciento de sus no-ticias por conducto de Londres, NuevaYork, París y que las grandes agencias denoticias como la AP, UPI, AFP y R&uterssolo dedican un 10 a un 30 por ciento desus noticias al mundo en desarrollo. Peroel problema no es solamente que el públi-co de los países desarrollados reciben po-ca información objetiva de los países endesarrollo, y ésta muy parcial y deforma-da, sino que opta por concentrarse en losaspectos exóticos y sensacionalistas. Y asíesta información incompleta, falseada ydeformada se transmite o rebota y se pre-senta a los propios países en desarrollo.Sin embargo, como bien apunta el Infor-me, no toda la responsabilidad es de lasagencias internacionales de prensa. Muchotienen que ver - como queda corroboradopor numerosos estudios - los medios delos propios países en desarrollo y sus gate-keegers que frecuentemente obstruyenuna información mas equilibrada y acordecon las genuinas necesidades nacionales.

La conclusión que el Informe MacBride obtiene de este análisis del cual solo"se puede resumir los aspectos que me pa-recen más significativos, es que el extra-ordinario desarrollo de la comunicaciónsocial, si bien aportó perspectivas insospe-chadas para una mejor y más diversificadacomunicación entre hombres y naciones,el sistema de comunicación imperante na-cional e internacionalmente dificulta to-davía y muy seriamente estos objetivos;del statu - quo en los países en desarro-llo. Y su persistencia operativa perpetúaprofundas relaciones de dependencia ydesequilibrios en el flujo de las noticiasque caracterizan la brecha Norte - Sur. En

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ve/ 'de propiciar la solidaridad y el desa-rrollo acelerado de las sociedades en desa-rrollo mediante una aplicación intensivade la comunicación a f avor de la democra-cia, la justicia social y la concientizacióny movilización social, la descolonizaciónde la información y el fortalecimiento dela cultura nacional, los medios sirven enprimer lugar a intereses económicos parti-culares reñidos usualmente con el biencomún y con un orden mundial más jus-to.

Considerando la nueva ola de descu-brimientos e innovaciones tecnológicas enel campo de la comunicación, la recepcióndirecta de TV vía satélite - especialmentela telemática - la interconección de la in-formática computerizada con nuevos sis-temas de telecomunicaciones, lejos de re-mediar esa situación, la empeora. Por ello,el Informe MacBride plantea la urgentenecesidad de un cambio. La solución pro-puesta es el desarrollo de un nuevo ordeninformativo internacional (NOII). Vea-mos ahora la respectiva visión y el plan deacción que visualiza el Informe.

EL NUEVO ORDEN DE COMUNICA-CION:CONCEPCIONES Y SUGERENCIAS.-

En cuanto a la construcción de un NuevoOrden de Comunicación e Información enel mundo, el Informe MacBride asume, aligual que en su diagnóstico, una posicióncomprometida con el cambio. Básicamen-te, sus premisas teóricas más importantesson las siguientes:

Primero.- La comunicación es fundamen-talmente política.- Ni los me-dios ni sus contenidos actúan en unvacío histórico sino representan ycargan siempre una intencionalidadpolítica;

Segundo.- En nuestros días - una épocamancillada por la crueldad, la tortu-ra, la guerra y la violencia - la co-municación no es ni puede ser neu-tral.Por encima de los intereses pa-rroquiales están los postulados de lapaz, del desarme, de los derechoshumanos, de la eliminación de lapobreza y de la brecha Norte - Sur,que deben ser apoyados por la co-municación;

Tercero.- Nadie debe pretender ser el po-seedor de la verdad única o de la ver-dad objetiva. Solo se puede llegar aella cuando existe libertad de infor-mación, uno de cuyos criterios esen-ciales reside en la pluralidad de lasfuentes y en el libre acceso a las mis-

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mas;

Cuarta.- frente a la gran diversidad políti-ca, económica y cultural en el mundono cabe pensar en un modelo o siste-ma universal de la comunicación, vá-lido para los países desarrollados y endesarrollo, capitalistas y socialistas.

Quinta.- La omnipotencia de los medioses una noción equivocada. La comu-nicación en sí misma no es la quinta-esencia de la reacción, ni puede serel deux ex maquina del desarrollo.

En base a estas premisas la Comisiónestima que los sistemas de comunicaciónen los países subdesarrollados, en lugar deevolucionar exclusivamente de acuerdocon el libre juego de las fuerzas del mer-cado, deberían desarrollarse y ser utiliza-dos con una gran claridad de objetivos na-cionales y con arreglo a políticas y planesde desarrollo preconcebidos. Esta posi-ción no implica un estatismo radical niintervencionismo estéril en los asuntos dela comunicación. Lo que se persigue es a-decuar los sistemas de comunicación a lasgigantescas tareas del desarrollo y de laconstrucción de un mundo mejor.

En este orden de ideas, el Informedesarrolla numerosas temáticas de sumointerés para el futuro de las comunicacio-nes.

a. Políticas de Comunicación.- El cuer-po medular de este concepto es que

los países en desarrollo deben formularpolíticas nacionales de comunicación conel fin de utilizar los sistemas de comunica-ción e información de un modo más in-tensivo y en apoyo a sus planes y progra-mas de desarrollo y cambio social. Talespolíticas, asegura el Informe, no implicannecesariamente una dirección rígidamenteplanificada y centralizada, sino puedenproporcionar un marco felxible para lacoordinación de las actividades y ser res-petuosos de un.i amplia gama de enfoques.Sus objetivos principales son:

Desarrollar las infraestructuras de lacomunicación, especialmente de lastelecomunicaciones;Promover la creación de capacidadespropias de producción para contra-rrestar la dependencia y la transcultu-rización.Facilitar la democratización de la co-municación, ampliando los accesos ylos cauces de la comunicación alter-nativa y participatoria;Reducir la concentración de los me-dios y el monopolio sea estatal o pri-

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vado sobre la información y contribuir para que todos los grupos sodales tengan medios de expresión;

Vincular la comunicación en apoyo alos programas de desarrollo y cambioy colocarla al servicio de las grandetareas que confronta actualmente lahumanidad;Promover una formación periodísti-ca te'cnicamente moderna y social-mente comprometida y una legisla-ción que permita al periodista ejercersu profesión libre y responsablemen-te.

Es indiscutible que el concepto poli-ticas de comunicación del Informe MacBride podrá ser muy útil para descomer-cializar y descolonizar la comunicacióny robustecer sus funciones educativas yculturales.

b. Libertad y Responsabilidad.- Al insis-tir que estos dos conceptos son una

pareja indisociable, el Informe plantearapunto muy neurálgico. La libertad deprensa y la libre circulación no puedenser excusas para el libertinaje de la comu-nicación, más allá del bien y el mal. Losmedios también tienen que asumir uncompromiso con el desarrollo, la justiciisocial, mayores libertades democráticas;la conscientización del pueblo. Junto aklibertad de informar y opinar debe iracompañada la responsabilidad de infor-mar con amplitud de criterio sobre losproblemas prioritarios, dando a la misióneducativa preferencia sobre el interés eco-nómico, defendiendo el bien común sobreel beneficio individual y el bien de todalihumanidad sobre ^"chauvinismos"estre-chos.

c.- Comunicación como Recurso.- Otratesis importantes es que hoy la comu-

nicación debe ser considerada un recursoeconómico semejante al de la energía olas materias primas. Si el gran desafío delos países en desarrollo - tal es el argu-mento - consiste en superar la breckexistente en el tiempo más corto, lo esen-cial es la racionalización de sus recursos.La información científico - técnica es,eneste contexto, un recurso estratégico. Asi-mismo, la comunicación social, por sicarga educativa y su capacidad para moti-var, conscientizar y promover la movili-zación social , debe ser manejada con 1«mismos criterios económicos que ordenanlos recursos naturales para contribuirmáximo el despliegue de las fuerzas inviduales y colectivas de la sociedad.

d. Derecho a la Comunicación.- El hora-

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i- bre no solo tiene el derecho de reci-i- jtór más información de diversas fuentes,

j sino de ser fuente activa de los contenidosi de la comunicación. El Informe vincula

i este derecho al grupo de derechos llama-s j Jos de tercera generación, siendo los de

lia primera generación los derechos civilesj y políticos enunciados en la Revolucióni Norteamericana y la Revolución FrancesaI y los de la segunda generación los dere-jchos económicos y sociales, producto de¡las revoluciones de este siglo. Los de laj tercera generación están recién emergien-Jdo, tales como el derecho a la paz, al de-Jsarrollo, al medio ambiente y a la partici-

. 1 pación.

je. Democratización de la Comunica-ción.- En este capítulo del Informe

j se postula cambiar los verticalismos y uni-! direccionalidades de la comunicación,i reducir los monopolios de la información

de toda índole y disminuir las desigualda-Ides que caracterizan las relaciones entreI las minorías que ejercen el poder de infor-jmación y las grandes mayorías carentes

sión puntualiza sin embargo, que muchasde las nuevas tecnologías no deberían serrechazadas a priori, ya que abren perspec-tivas a nuevos cauces para el desarrollo,toda vez que el progreso técnico se poneal servicio del hombre, de la democraciay la solidaridad entre las naciones en vezde favorecer a intereses particulares ytransnacionales. Ademas, subraya que noes encerrándose en sí mismo, establecien-do murallas infranqueables a la tecnolo-gía y a los conocimientos e influencias ex-ternas como se puede desarrollar una cul-tura floreciente, sino permitiendo la asi-milación de todo lo nuevo para saberaprovecharlo conveniente.

g. Superar los Desequilibrios de la In-formación Internacional.- En este

punto, los autores del Informe no se limi-tan con la denuncia sino que plantean concriterio acertado la repartición de las

responsabilidades. No es únicamenteen los países desarrollados donde debemejorar cuantitativa y cualitativamente lainformación sobre los países en desarro-

•HLT- Bf . • • - • • ' :mmIndígenas Masai, África: pasivos receptorede ks " verdades"...

. de medios propios. A lo que se apunta esp.ej. la creación de agencias noticiosas na-cionales, modificar la concentración de

| los medios y ampliar el acceso a la infor-mación, especialmente en las áreas rura-les. Otras exigencias son la creación deprocesos alternativos y participatorios decomunicación, proporcionar a los grupos

j sociales y étnicos marginados los recursosi para generar corrientes autónomas de co-; municación, canalizar su voz en las tomas

de decisiones y, en general, fomentar elespíritu crítico frente a los dogmas y ta-

! búes antidemocráticos vigentes.

I f. Tecnología y Cultura.- Existe el peli-gro que las nuevas tecnologías robus-

tezcan el poder de los grandes medios yi que ajusten aún más los torniquetes de ladependencia de las grandes transnaciona-les. Reconociendo este peligro, la Comi-

s y consumidores

lio. Los países del Tercer Mundo debenhacer otro tanto. Primordialmente debencrear flujos informativos propios, generarcapacidades de producción autóctonas eimplantar políticas de comunicación parareducir las dependencias y salvaguardar suidentidad política y culturalJ3n lugar defórmulas de descoplamiento lo que se re-quiere para la superación de los desequili-brios informativos es,en todo caso,la res-ponsabilidad compartida, esto es posicio-nes que aceptan la interdependencia y laconveniencia de beneficiarse de la diversi-dad entre las naciones.

h. Apoyo a los grandes Problemas Mun-diales.- Ante estos problemas precisa

que la comunicación modifique sus enfo-ques, en ocasiones demasiado provincia-nos y sea receptiva de las graves disyun-' tivas que confronta la humanidad. Es ne-

cesario, enfatiza el Informe MacBride quela opinión internacional perciba plena-mente los problemas que amenazan la su-pervivencia misma de la humanidad... su-per armamento, hambre, miseria, analfa-betismo, racismo, desempleo, injusticiaseconómicas, crecimiento demográfico,destrucción del medio ambiente o discri-minación contra las mujeres. En la medi-da en que. los gobiernos no buscan o nologran el consenso necesario, incumbe alos medios de comunicación explicitar lastrabas, suscitar corrientes de opinión po-pular y de presión adecuadas para la bús-queda de posiciones solidarias y solucio-nes viables. En este contexto el apoyo alos derechos humanos y la lucha por unnuevo orden económico e informativo ad-quiere un relieve singular.

El Informe es, desde luego, prolíferoen relación con un gran número de otrasinquietudes y sugerencias. En aras de la li-bertad y protección de la profesión perio-dística aboga en favor de la plena vigenciade derechos como el de decir la verdad ydiscrepar, el secreto profesional, el libreacceso a fuentes de información y el de-recho de interpretar los hechos. Resalta lanecesidad de una mayor responsabilidadde los periodistas frente a la sociedad y laimportancia de los códigos de ética délaprofesión así como la conveniencia deque los periodistas reciban una forma-ción general más amplia que les permitaexponer con más frecuencia las diversasculturas y creencias del mundo moderno.Por otro lado, el Informe recomienda dara la cooperación internacional en materiade desarrollo de las comunicaciones lamisma prioridad que se asigna a otros sec-tores como sanidad, agricultura, industriaciencia y educación. Pero a la vez, sepropone facilitar una mayor cooperacióne intercambio de información entre lospropios países en desarrollo.

Finalmente, vale consignar algunaspropuestas sobre temáticas que a criterioindividual de los autores del Informe MacBride deberían ser motivo de estudiosmás profundos como la interdependenciade los intereses de los países pobres y ri-cos, la formulación de una legislación in-ternacional en materia de comunicación,en especial la idea de un código interna-cional de deontología, los efectos socia-les, económicos y culturales de la publici-dad y el problema comunicacional de lasdesatendidas zonas rurales. Aunque estassugerencias no fueron aprobadas por la.Comisión, son no obstante un reflejo dela amplitud de las reflex iones que enri-1quecieron el debate en torno a la elabora-1

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ción del Informe.

Evaluación y Conclusiones.-

Desde que el Informe MacBride fuepublicado en varios idiomas arreció la con-troversia en torno a sus planteamientos. Entanto unos críticos sostienen que es dema-siado complaciente frente a los sistemastradicionales (libertad de prensa, tecnolo-gía importada), otros lo critican poT ir de-masiado lejos y tratar de promover una ti-ranta estatal sobre los medios. Muchosconsideran que se trata de una contrao-fensiva bien coordinada de los medios oc-cidentales.

En la Asamblea General del Interna-tional Press Institute (Nairobi, marzo de1981) y la conferencia del World PressFreedom Comittee (Talloires, Francia,mayo del mismo año) se enfilaron las lan-zas en contra de las supuestas ingerenciasque el Informe MacBride propone en lossistemas de comunicación occidentales ysus imputados intentos de coartar las li-bertades de opinión y prensa y supeditarla, comunicación al control estatal y suspolíticas de desarrollo (5). El director deTASS, Sergei Losev y miembro de la Co-misión declaró, por otra parte, su desa-cuerdo con el carácter de accidentalizadodel Informe, por haberse socavado elconcepto del NOII y subestimado la fun-ción de la cultura de masas occidental.(6)En el XII Congreso de la IAMCR (Cara-cas, 1980) los delegados del Líbano, Nige-ria y la India criticaron a su vez" el exa-gerado énfasis del Informe en la tecnolo-gía moderna y en valores materialistas yla subvaloración de valores morales y espi-rituales así como los medios de comunica-ción tradicionales del Tercer Mundo. Xía-briel García Márquez y Juan Somavía,miembros de la Comisión, ofrecieron unaevaluación ponderada al decir aue se tratade un documento negociada, o sea queinevitablemente refleja las contradiccio-nes que existen entre los diversos sistemasy enfoques de la comunicación a escalamundial.

De lo anterior se deduce la imposibi-lidad de que el Informe MacBride satisfa-ga a todas las corrientes. La variedad desistemas de comunicación y la diversidadde los sitemas políticos existentes, losplanteos disimiles y a veces contradicto-

(5) La política de los Medios de la UNESCO enun Callejón sin salida, Neue Zürkher Zeitung,Julio 18,1981.

rios que se derivan de tales situaciones di-ficultan sin duda el tratamiento sistemáti-co y congruente de los diferentes concep-tos y requerimientos de la comunicación.Puede parecer paradójico p.ej. que el In-forme se haga eco de mfcchos de los cues-tionamientos de las tradicionales tesis yy prácticas de libertad de prensa y li-bre circulación de la información y que,simultáneamente, abogue por la más irres-tricta libertad de opinión y expresión co-rno uno de los derechos inalienables debi-do al gran número de regímenes dictato-riales y totalitarios, donde se siguen piso-teando estos derechos y violando a diariolas más elementales libertades de opinióny libre circulación de las noticias, Sin em-bargo, aquí es donde el Informe pisa te-rreno sólido. También en relación conotras temáticas polémicas, como la aplica-ción de las tecnologías modernas y el de-sequilibrio de la información sus autoreshan optado por un tratamiento muy ecuá-nime, que es uno de sus grandes méritos.Por otra parte, no titubearon en señalar lacomplicidad entre los intereses transna-cionales de la comunicación y los mediosnacionales, quizás una generalización algoambigua, pero una constatación verídicay necesaria/ a la luz de la realidad políticaactual.

En cambio, la interpretación de quevarias partes del Informe acusan una tóni-ca demasido ideologizante - y yo diríamás bien - romántica no deja de ser gra-tuita. Muchos de losjjlanteamientos p. ej.en relación con los propuestos códigos deética, Consejos de Prensa y otras modali-dades como la autogestión para lograr laauténtica coparticipación de los periodis-tas en aspectos como la dirección de losmedios y la determinación de sus líneas ycontenidos, parecen inaplicables en mu-chas partes del mundo, mientras no cam-bian las estructuras vigentes y las relacio-nes de poder.

Dudosa me parece también la afirma-ción de que el NOII debe ser contempla-do como una condición del NOEI. Estatesis parece insinuar que para avanzar conreformas económicas es necesario que sehayan cumplido previamente las exigen-cias relativas al nuevo orden informativo,lo que no es realista ni conveniente. Loque si es válido postular es que la realiza-ción del NOEI y NOII deben marchar pa-rejo y que la introducción de cambios delactual orden económico debe ir acompa-sada por un concertado trabajo de losmedios de comunicación en los países de-sarrollados y en los subdesarrollados.

CHASQUI!

apuntaba al comienzo citando a ErichlFromm,para salvar la humanidad de tan-|tos torbellinos y crisis, urge una nueva vi-sión, una utopía. Tanto el NOEI como elNOII encarnan probablemente mucho deesta nueva visión que es necesaria y de lautopía de un mundo futuro menos con-flictivo y más justo y racional que el dehoy. Es esto lo que a mi modo de ver leconfiere al Informe MacBride, por arribale todas omisiones, inconsistencias y ro-manticismos un valor extraordinario. Porplantear una Visión quizás rudimentaria yaún incongruente en muchos aspectos pe-ro global sobre cómo el mundo de lascomunicaciones modernas puede insertar-se en el gran diálogo y' en los grandesquehaceres que la humanidad enfrenta al/aproximarse el año 2.000. Existe un am-plio consenso sobre la interdepend enciaNorte - Sur y los intereses convergentes ysobre la imperiosa necesidad expresada enel Informe Brandt y el Informe MacBride de salvar las diferencias y brechasexistentes y convenir acciones mutuas ba-sadas en el interés común y la solidaridadentre los pueblos. Pero aún falta impulsarmediante adecuadas corrientes de comu-nicación e información las respectivas vo-luntades políticas destinadas a coordinarlas modalidades y acciones que hagan rea-lidad estos objetivos. A tales finalidades,el Informe MacBride ofrece pautas útiles.En 1980, en el marco de la resolución so-bre el Informe MacBride, reunión de Bel-grado, el Director General de la UNESCOfue encomendado a elaborar las bases deuna proclamación sobre el NOII. El Go-bierno de Venezuela le ha presentado lasolicitud de acelerar su preparación parasometerlas a la consideración de la Asam-blea General de 1982. (9)

En este aspecto, hay algo indiscuti-ble: el destino de esta declaración y la im-plementación misma del NOII depende-rán en alto grado de la comprensión y elapoyo que los países del Tercer Mundo ylas fuerzas progresistas en general sabránbrindar y promover a favor de los plantea-mientos fundamentales del InformeMacBride en el mundo.^

(7) J°rg Becker, Más Democracia en los Mediosde Comunicación, Desarrollo y CooperaciónNo. 5/1980, p.16.

(8) Informe MacBride, p. 476

(í] Informe MacBride, p. 472 Es probable, sin embargo, que como (9) Op. cit. Neue Zürocher Zeitung