Informe de La CONADEP Delegacion Cordoba

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1984 - Córdoba, Argentina.

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  • informe de la comisin nacional sobre desaparicin de personas

  • ~ - .....

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    Informe de la Comisin Nacional sobre Desaparicin de Personas

    ! Delegacin Crdoba j '

    BIBLIOTECA CARLOS FUENTfALBA EX CCDT y E "OLIMPO"

  • y

    En la tapa se reproduce la obra "ManosA i

    - --~ -- _!!. n mas" de Carlos Alonso-(pas~el 0,40-x 0,60 cm); la m1sma que ilustr l d" .6 a e ICI n municipal de 1984.

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    1 '

    Autoridades

    Dr. Luis A. Juez , Intendente de la Ciudad de Crdoba

    Prof. Susana Mazzarella Secretaria de Educacin, Culiura y Derechos Humanos

    Armando Fernndez Subsecretario de Derechos Humanos y Relaciones con la Comunidad

    Luis M. Baronetto JI/rector General de Derechos Humanos

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    PRESENTACIN

    Como expresin' concreta de la poltica de estdo en relacin a los 'dere'Chos'hmands asumida desde que nos hicimos cargo de la gestin

    muni'Cip~l; eh diCiembre de 2003, publicamos ahora esta nueva edicin ' . del "INFORME DE LA CONADEP, DELEGACIN CRDOBA",

    respetando las caractersticas de la primera edicin municipal de 1984. l En estos aflos hemos puesto especial nfasis en recuperar la mejor sustento a un presente y un futuro de deiriocracia, libertad, jus-

    1

    ' memoria de las violaciones a los derechos hum_nos en Crdoba, como

    .

    . ticia y dignidad. Nuestro permanente apoyo a las diversas y mltiples actividades

    .,. de los organismos de derechos humanos, el aliento a las instituciones barriales, gremiales y estudiantiles en la recuperacin de sus propias memorias, as como la reivindieacin del testimonio y el compromiso

    11 en la lucha de las vctimas del terrorismo de estado fuern parte del

    esfuerzo colectivo y articulado entre las organizaciones de la sociedad civil y las' instituCiones de este estado democrtico, que cOmo gobier-

    l no de la ciudad ha pretendido adems extender una concepcin de los \ derechos humanos integradora de los diferentes aspectos que hacen a

    la calidad de vida de sus habitantes, cada vez en mayores niveles de justicia y dignidad, como tarea, como demanda, como desafio, y como

    l l

    construccin permanente. . Apoyamos idas Abuelas de Plaza de Mayo en la tenaz bsqueda de

    sus nietos, cefeb'rand 'con ellas cada recuperacin; as como nos uni-mos a la demarida ~or los juicios. Exigimos la apertura de los archivos policiales, sin que e!' gobierno provincial accediera a esta demanda

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  • 1 . . .

    '

    tantas veces reiterada por los diversos organismos e instituciones de la sociedad cordobesa.

    En el 2004, a veinte aos de su creacin, hicimos tambin un reconocimiento pblico a la Delegacin Crdoba de la CONADEP (Comisin Nacional sobre la Desaparicin de Personas), porque insti-tucionaliz un espacio social que contribuy a vencer el miedo y con ello fortalecer la vocacin de verdad y justicia. Destacamos la tarea desarrollada en los 21 O das de labor del ao 1984, que no slo aport para que la sociedad cordobesa conociese las atrocidades cometidas por el terrorismo de estado, sino tambin las primeras denuncias ante los tribunales. .

    En el 2006 construimos el Memorial a los Desparecidos en el cementerio San Vicente, donde ya descansan los restos de quienes cobardemente hablan sido enterrados en ese mismo lugar, clandestina-mente en las fosas comunes y que fueron identificados por la tesonera labor del Equipo Argentino de Antropologa Forense, que cont con nuestro decidido apoyo.

    En los homenajes a los fusilados en la Crcel de San Martn, nos adherimos publicando la resolucin judicial de la verdad histrica con-vencidos de que atacando aquella impunidad, cerramos la puerta a la impunidad de hoy, como a la tolerancia cero, ti! ejercicio de la violen-cia policial y el desamparo de los uios y nias muchas veces vctimas' de una justicia impiadosa con los dbiles y condescendiente con los poderosos; y de una sociedad hipcrita que construye murallas y cie-rra los ojos para negarse a extender las manos no hacindose cargo de los condenados a la miseria, la discriminacin y el desprecio.

    . . fu za del valor histrico por el de la CONADEP Naciona~ ttene la ~;acin testimonial, reveladora mrito de haber sido la prtmera recop ador del estado y sus

    . . . el largo proceso reconct t del horror, que mtct . o anizaciones. Aunque debemos instituciones con la soctedad y sus rg significaron las leyes de remarcar el gravsimo r~oceso que a tesonera actividad de los impunidad y el indulto. Sm embargo, na nueva realidad poltica, organismos de derechos humdando~ .Ym~re de 2001 lograron impor-

    d l h rtazgo popular e tete ' 1 despus e a ' d la memoria como en as . tantsimos avances tantoen la recuperact n 'deas al anularse las leyes de

    to a \os genoct posibilidades de enJUICtamten h . . para que los cordobeses que impmidad. Tuvo que pasar mue ~ ttempod' cin municipal de 1984 la haban descubiert~ en a~uella p~uner~~~inal de policlas de la D2 y existencia del accwnar ~st::ttco :udiesen palpar con sus pies Y. sus militares de La Perla y a er~, 1 terror recuperados y converttdos manos algunos de esos lugares. e d , de all avanzar como esta-ahora en espacios de la. memona, ~~a l:sdignid~d de las personas en do en polticas que restituyan la vt ~. . n y a la solidaridad en

    na sociedad que se abre a la parttctpa~t d u d st' a, verdad y hberta bsqueda constante e stJU b~~~, rico documento para reafumar la con-

    Vale la pena leer e e 1 viccin del NUNCA MS.

    Crdoba, 6 de julio de 2007. d ' de la Ciudad de Crdoba. En el 434o Aniversario de la Fun act n

    Dr. Luis A. Juez Intendente Municipal

    Agotada la edicin municipal del Informe de la CONADEP Crdoba de 1984, la Comisin de Familiares de Desaparecidos y \ Detenidos por Razones Polticas de Crdoba, en septiembre de 1999 public una segunda edici9n expresando la decisin de "aportar con i

    1 este trabajo para que las futUras generaciones conozcan acerca del ter-rorismo de estado, las arbitrariedades del poder, la alevosa de los crmenes fomentando as la valoracin del sistema democrtico y pro-fundizando sus principios, como la niejor manera de desarrollarnos en

    una-sociedad libre y con igualdad de oportunidades para todos". El Informe lle la CONADEP Crdoba, al igual que el "Nunca Ms"

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  • f

    .. ..

    .PRLOGO

    La decisin de dar a publicidad un informe especial y detallado so-bre el accionar del Terrorismo de Estado en nuestra provincia, surgi del compromiso moral adquirido ante el pueblo de Crdoba, como consecuencia de la .aceptacin por nuestra parte de integrar la Delega-cin local de la CONADEP.

    Este inexcusable compromiso queda patentizado en un prrafo del prlogo del informe de la Comisin Nacional, popularizado ya como "Informe Sbato" y que nosotros nos permitimos reproducir:

    " ... si bien debemos esperar de la Justicia la palabra definitiva, no podemos callar ante lo que hemos odo, ledo y registrado; todo lo cual va mucho ms all de lo que puede considerarse delictivo, para alcanzar la tenebrosa categora de los crimenes de lesa humanidad

    . Con la tcnica de la desaparicin y sus consecuencias, todos los prin cipios ticos que las grandes religiones y las ms elevadas filosofias erigieron a travs de milenios de sufrimientos y calamidades fueron pi soteados y brbaramente desconocidos"

    Justifica por otra parte la publicacin de este informe sectorial, la circunstancia de que la represin tuvo en Crdoba caracteristicas sin-gulares que la diferencian, dentro del cuadro general del pas y del ilan represivo e intirnidatorio elaborado por las cpulas del proceso que usurparon el Poder del Estado.

    Se sef\ala adems del mencionado prlogo que toda esta metodolo-ga del terror fue elaborada y planificada por los altos mandosde las Fuerzas Armadas, descartndose as que fuera consecuencia del accio-nar de sujetos particularmente perversos que por cuenta propia pudie-

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  • l ~:!~~~uC:methidohex~esos, ~ue el rgimen rigurosamente militar im-

    Iera ec o Imposible. Confirman esta aseveracin las palabras del G .

    Riveros pronunciadas en la Junta Interamericanae~er~ ~antlago Ornar enero de 1980, "Hicimos la guerra con la d. .. e e ensa el 24 de orde?es estrictas de los mandos s~periores ~ctrma en la, mano, con las.

    Sm embargo, hubo sobre ese es . cia" diferencias entre los altos mand~:: represivo de !a. "guerra su-nales y de oscuros acuerdos . to de las ambiCIOnes perso-cin del Poder Militar donde qude pcrodujeron una suerte de feudaliza-

    , ca a omandante de Cu , caractersticas personales en el ac . . erpo Impoma sus

    P cmnar represivo rueba de ello, quizs la ms ev'd . . sarrollada por el Gral Luciano B . I e?t~la constituy la accin de-del Tercer Cuerpo de. Ejrcit e~amm enndez desde el comando arresto en Curu:i: Cuati, !u~~;~:; y;:elevad~ Y desde su lugar de tro del golpe, afmnaba, desde las e 1 u cadsado mtent~ golpista den-"- '" b o umnas e un matutmo metr "'-'O : ,a su versin se aniquil b opo I-jefts de tropas y no por ordenes s~;e:~or::.~~(';;~~~~::~~;[.;~)~ de

    Por otra parte, Y a travs de declaracio . tes de los propios implicados en 1 h hnes Y trascendidos provenien-tendido hacerlos aparecer por uno: d ec .os que resellamos, se ha pre-los hechos terroristas que ~onvul . a 0 ' Ignl orando premeditadamente ta . smnaron a pas a partir d 1970 - gomzados por sectores provenientes tanto d 1 e , pro-roo de la extrema izquierda : a extrema derecha co-prestigiar a las Fuerzas ~aydpor otro, emperrados en la tarea de des-

    N . egamos enfticamente ambas afmnac

    miembros de esta deleg. acin han d d bmnes. Por el contrario, los d' . ' a o so radas muestras d to a terronsmo venga de d d e su repu-dologa poltica~ ya como moend. e dvenga, y~ sea utilizado como meto- j

    , JO e represin. _ , Y en relacwn con las Fuerzas Arm d .

    afmnado en diversas ocasidnes ante 1 a as. reite~os lo que hemos J mos nosotros los que hemos contribuf:o~~~os de ~f?rmacin: no so- Armadas si es que este existe Por el trar' espresttgiO de las Fuerzas a su saneamiento. S la despr~sti ian con JO: en todo caso contribuye barda, pretenden diluir suS. cul g _, en cambi?: aquellos que en su co-sus camaradas, comprometienloaass y rlespont~a~Ihdades personales entre -~

    e pres IgiO de la propia Institucin.

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    Corresponde a las propias Fuerzas Armadas como obligacin inelu-dibl~ ante la Historia, imped-ir que esa responsabilidd la alcance, san-cionando ejemplificadoramente a responsables y culpables de una re-presin realizada al margen de la ley y de los principios humanitarios que rigen en toda comunidad civilizada; y donde el secuestro, la tortu-ra, la muerte y la desaparicin constituyeron el sistema.

    Todo esto no puede quedar impune, ni caer en el olvido, porque en esto s est en juego, no slo el prestigio de las Fuerzas Armadas sino el de la propia Repblica que vivi as su propio "Timpo del despre-cio" como lo denomin Malraux.

    Desprecio por el silencio al que nos sometieron o al que nos some-timos emerosa y a veces voluntariamente.

    Desprecio por el miedo de cada noche y por la esperanza de cada amanecer, en una poca en que el terror no era necesariamente la con-secuencia de la culpa, porque el objetivo de la represin no fue nunca la justicia, ni siquiera los culpables, sino la imposicin del terror.

    Desprecio por la informacin deformada que admitamos cada da a travs de los medios de comunicacin que casi sin excepciones, inun-daban de mentiras nuestros ojos y nuestros odos utilizando las mismas palabras que tanto valorbamos: humanidad, civilizacin, patria, liber-tad, democracia; y que durante todo este tiempo, tiempo de nuestro desprecio, y en boca de los personeros del "Proceso", perdan su autn-tico valor para transformarse en una verdadera mofa.

    Con todo ese aparato del silencio, del miedo y de la desinformacin y el clima de terror generalizado, se cre un enorme filtro por el que slo pasaba aquello que interesaba o convena a la dictadura militar, mientras que en el lado opuesto se iban amontonando paulatinamente todas las arbitrariedades, todos los negociados y todos los crnenes co-mo accin residual de la dictadura .

    Cuando el residuo super la capacidad del filtro, produjo primero su atascamiento y finalmente su derrame, comenzando entonces a abrirse paso la verdad.

    Ello se produjo primero tmidamente, luego se transform en co-rriente firme y, cuando la democracia establecida rompi los diques de la represin y el miedo; se hizo-torrente que arrastr las ltimas.cober-turas de un proceso alucinante, dejando al descubierto la crueldad y el delito, el peculado y la coima, donde todos y cada uno de los hechos

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  • cometidos los que da a da van saliendo a la 1 1 . leblemeute elnombre de los culpables. uz, levan IIl)preso inde-

    Esta penosa obligacin que nos h t d . macla ni por el odio ni or el rene a oca , o cumplir no ha sido ani-el futuro de un pas no ppued d'fior, pero SI por la conviccin de- que.

    . e e 11carse sobre la me ti 1 mtento y que slo puede haerse sobre la Verdad 1 n ra_o_e oculta-. Al poner en manos de la ciudadana de n y a !u~tcta.. . mforme, suerte de diario de 21 O das 1 b uestra Provmeta el pr.esente to con un deber hacia el pu~blo d . C ~ ~r, ;reemos dar cumpltmien-nuestra tarea. e or 0 a,. verdadero hacedor de

    . ~uedan abiertas as las pu~rtas de esta tr. ": . dera al Estado Nacional, a travs de. . ag_tca verdad. Correspon-la Justicia, en definitiva cerrar est ~us or~amsm~s competentes, y a toria para qu\) sea posible es~:. e. orren o capttulo de nuestra his-

    . ... "Nunca M " que ya es b1\fldera del pueblo argentino. s .

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    l

    CREACIN DE LA DELEGACIN CRDOBA

    Por resolucin de fecha diecisis de febrero del corriente ao, la CO-MISIN NACIONAL SOBRE LA DESAPARICIN DE PERSO-

    NAS, crea en la Provincia, la Delegacin 'Crdoba, fijando en la mis-ma resolucin sus atribuciones y funciones:

    Esta Delegacin Crdoba inicia sus actividades en la primera quin-cena del mes de Marzo, integrada por Los siguientes miembros:

    Arquitecto LUS A. RBORA ............................ Presidente Doctor RODOLFO BARRACO AGUIRRE ........ Coordinador rea

    Denuncias Doctor ALBINO SERAFN ................................. Coordinador rea

    Administrativa Doctor RUBN ARROYO ................................. Coordinador rea

    Rvdo. Padre JOS NAGUIB NASSER Pastora NLIDA RITCHIE Rabino FELIPE YAFE . Presbtero IGNACIO OSVALDO SAHADE Arquitecto BERNARDINO TARANTO Escribano NARCISO CEBALLOS Ingeniero NGEL MANZUR Doctor GUSTAVO MONAYAR

    Verificacin y Proc.

    Asimismo la Delegacin se estructur en tres reas en la que se de-sempearon los Miembros de la Comisin, los Secretarios y Funciona-

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  • 1 e ' 1 1

    rios que a continuacin se indican:

    REA DENUNCIAS: Secr~taria: Dra. MARA ELENA MERCADO . Funcwnanos: MIGUEL APONTE MARI'

    . , APIAANNONE LUIS LOPEZ, MIRTA MANSILLA ' ERJO VAUDAGNA '

    REA VE~FICACINyPROCEDIMIENTOS . Secretano: Dr. FRANCISCO LUCAS DELGADO Funcionarios: Dr. CARLOS A. MAHIEU

    Dr. OSCAR MOTTA Dra. PATRICIA D)i;L VALLE TASSO .

    MEA ADMrNJSTRATrVA: . . . . Encargado: ., Sr. JORGE GALANTE '

    Funcionarios: Arq. SILVIA CH VES . Sr. FELIPE SlPOWICZ Sr. RMN OSCAR ALDERETE

    .. ,, Crdoba, 27 de septiembre d~ ,1984 ::. -

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    LA POLTICA DE DESAPARICIN FORZADA DE PERSONAS EN CRDOBA

    El Decreto 187/83 del Poder Ejecutivo Nacional que cre la Comi-sin Nacional sobre la Desaparicin de Personas -seala en sus consi-derandos- la necesidad de satisfacer el "inters legtimo" de la socie-dad civil de intervenir activamente en el esclarecimiento de los hechos en los que desaparecieron miles de personas "sin que esa intervencin interfiera con la actuacin de los rganos constitucionales competen-tes para investigar o penar estos hechos, o sea los jueces". En cumpli-miento de ese propsito central, la Delegacin Crdoba de esa Comi-sin adopt, desde el momento en que comenz su actividad, una me-todo logia destinada a procurar la recepcin de denunCias, testimonios e y otros elementos probatorios de los hechos de detencin o secuestro seguidos de la desaparicin de las vctimas, con la mayor precisin po-sible respecto de la materialidad de los acontecimientos en si y sus cir-cunstancias, as como de sus pres11ntos autores y elementos materiales . utilizados.

    Este requerimiento de precisin, tendiente por una parte a evitr un innecesario desgaste juridiccional en casos de denuncias carentes de verosimilitud o seriedad y, por otra, a facilitr la accin de los rganos judiciales competentes, hizo que la !rea de la Delegacin no se limi-tra a la recepcin pasiva de denuncias, sino que, por el contrario, de-biera ser complementada por procedimientos de verificacin desarro-llados en el marco ,de, sus facultdes.

    Para esta actividad se cont con la colaboracin de la poblacin en gene~al, la de distintas instituciones representtivas -en particular los

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  • organismos defensores de derechos humanos- y la de los poderes p-blicos materializada en los decretos del Poder Ejecutivo Provincial, del Departamento Ejecutivo Municipal y la Universidad Nacional de Cr-doba, que pusieron a disposicin de la Comisin la documentacin y dependencias de sus respectivas jurisdicciones.

    Fue as como, en cada caso, individualizados los hechos, y reunida la prueba documental y testimonial que acreditaba su existencia y cir-cunstancias, se procedi a elevar a la Justicia las correspon. . fvidad terrons e ' que reglaban a ac 1 'f a de esta planificacin, a la vez que re-evidencia completa y defin~ IV 1 d reto nazi de "noche y niebla"

    'd fdad y eslirpe en e ec conocera su 1 en

    1. 1. b H ffmann en 1942 escribiendo en sus ta 1 'n exp rca a o

    cuya instrumen e o /'dad de este decreto es dejar a los instrucciones: :'puesto que ~dafinda 11 reso en la incertidumbre acerca

    .1. s am1gos y conoc os e P 1

    t r jam 1 1are r 'ngn contacto con e ex erw de su paradero, no se les perm:~;ri;:r cartas ni recibir visitas opa-par la mis":,a razn no fso~::tico bando del mariscal Keittel, jefe del quetes, etc. O e.n ~"m s resos desaparecern sin dejar rastros; b) alto mando aleman. a Lo p . '" macin sobre el lugar donde se en-No podr brindarse nmguna mJor

    d t' " cuentran ni sobre ~u es mo . no slo busc el aniquilamien-

    A todo este accronar tenebr~so, qu~ tamb'e'n extender sus conse-, . fi d las vctimas smo 1

    to psrqutco y srco ~ . rtidumbre de los familiares -de las ma-cuencias en la angustia e mee um'eron a todos los organismos h .. que vanamente re e . dres, esposas, !Jos, ta se sumaban Jos actos de pi-del Estado en bsqueda de una res~ue~ua~to objeto de valor encontra-llaje de sus. e~ecutantes: su~traye~e~aban los detenidos; extorsionando ran en las VIVIendas de don e se d

    1 ecuestrados violan-

    a los familiares pata que pagaran resca~~~b:: :n sus andan~. do mujeres; y robando. vehcu~~s, ue u 1 "guerra", como justificadora

    Es por ello que la mvocac!O_n e un; oseramente pretendi ocul-de este horror, resulta un eufe~rsmo q:o~sta del Estado. Dejamos li-tar el verdadero rostro ~e.l accr.on~r te. todos los hechos que pasamos brado al juicio de la opmln pub he; JI sen el marco del concepto que a describir pueden que~ar co~pren s~ o or el contrario, se trata de una supone una confronta~rn bhca o d , p ilegal organizada: por orga-mera actividad represrva, aunqu.e ~ emd s "band~"

    0 asociacin illcita

    nismos estatales y con caractensticas e

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  • dada la modalidad operativa. . A los efectos de sistematizar me or el

    ser dividido en los siguientes capi~Ios: presente Informe, el mismo I II III IV V VI VII

    -SECUESTROS -TORTURAS -MUERTOS - EN_TERRAMIENTOS CLANDESTINOS -NINOS -SAQUEOS -ANEXOS

    ... ;..

    18 i

    I- SECUESTROS

    EL SECUESTRO COMO MTODO DE DETENCIN

    Se cuentan por miles las personas que, en nuestra provincia, fueron privadas de su libertad y sometidas a cautiverio en condiciones de vir-tual secuestro. Algunas recuperaron su libertad luego de das o meses; otras fueron "legalizadas" como detenidas y puestas a disposicin del Poder Ejecutivo Nacional y en muy pocos casos, a disposicin de la Justicia Federal o Militar. Los restantes, son aquellos que revisten la condicin de detenidos-desaparecidos o que fueron muertos, sea me-diante asesinato en la misma crcel, en presuntos "intentos de fuga" o supuestos "enfrentamientos" .

    El secuestro de personas, como mtodo de detencin surge en nues-tra provincia casi un ao antes del24 de marzo de 1976; se desarrolla en forma progresiva y se sistematiza a partir del pronunciamiento mi-litar. En efecto, los meses de diciembre de 1975, enero y febrero de 1976, concentran la mayora de las 52 denuncias de secuestro corres-pondientes al perodo anterior a la instauracin del gobierno militar. Dichas denuncias, unidas a otros testimonios y elementos documenta- les reunidos por esta Delegacin, representan indicios ciertos de que, dichos actos, fueron ejecutados con idntica metodologa a la instaura-da como poltica represiva a partir del llamado Proceso de Reorgani-zacin Nacional.

    A continuacin, mencionamos algunos casos particulares que se-re--fieren a procedimientos que tuvieron distintas moda1fdades. Unos se cumplieron en establecimientos militares, otros en los lugares de tra-

    19

  • bajo de las vctimas, en sus domicilios, en la va pblica.

    I-1 SECUESTROS EN ESTABLECIMIENTOS MILITARES

    DR. _EDUARDO JORGE VALVERDE -V. 1 Secretano Tcnico de la Gobe . 9- (*) abogado, ex ante una citacin que le hiciera:~~~~ ( s.e~~~tara ?e Planeamiento ), de la Fue~ Area, se present en la G~r;:;~;:o parttcular una patrulla parte posterior del Hospital Aeron. t. C. que se encontraba en la 1976 en horas de la tarde. au tco ordoba, el 24 de mar;zo de

    Concurri acompaad d d ZLEZ CEBALLOS. Al~ :e o~ coleg~s, los Ores. ~~QUE y GON-no Erio BONETTO conc q' d d.e~eqtdo. El ex Mmtstro de Gobier-cin. ' urn poco espus Y se le confirm la deten-

    ,Alda siguiente, a su ~p~sa seie [ . . . La Ribera. Concurri a di~ha pri .. ; i? que habta stdo trasladado a r3Ji .. Su Peregrinaie por los dt'stm' stwn m t~r Y le negaron que lo tuvie- D , . . " . os orgamsmos m Ttar U

    np, nun.~a arroj una respuesta sobre la dete ; . ~ 1 es y de gobier-la GumicinArea Crdoba, como en ei3" ~ton e su ~~po.so. Tanto ron que lo hayl\n tenido detenido . . . uerpo de Ejerctto, nega-que as sucedi. Sin embar ,.pese a la trrefutable constancia de el Sr. E. G. F -F 3~ (*) ?o, ante esta ,Delegactn de la CONADEP

    . . , qmen fuera secuestrad 1 .. ' la, declar haber sido testigo presencial d I ... o y rec m.do en La Per-las que fuera sometido VALVERPE. . e mt~rrogatonoy torturas a

    ADRIN RENATO MACHDO~M . _ * . . . ij Motores Diesel. (FIAT) y e S . . . ' 60. ( ), obrero de Grandes 1

    . X ecretano Gremtal d S d' cantcos (SMATA) d . . e m !cato de Me- l

    , cuan o transttaba con s ~ Av. Fuerza Area fue det~n 'd u. esposa Y dos hijos por la cin rea Crdoba Al da st 'go ~ortuna platrulla y alojado en la G. uami- .

    h t m en e se e hizo entr ve. culo y le manifestaron' que h b 'd . ega a su esposa del 1 Ribera. A partir de. entonces se n:g; ~~ t o ~ladado al Campo de la j trara alojado en algn organlsmo ofi . s;s emattcamente que se encon- 1 en !a (}uamicinMrease produ'o :t~~ El secuestro de MACHADo ractn ante esta Delegacin el.S ~ J A D de Marzo de 1 976; En decla-abril de 1976 a: la madrugad r .. d . ,-~.2- (*), detenido el 29 de.

    a en su omtctho, declar:

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    " ... Creq, que. bamos camino a la Calera y entrmos a la izquier-dq ... pararon dos veces, ms o menos, nos bajan, atravesamos una especie de galera y llegamos a una pieza grande, tipo cuadra, donde advierto que hay muchas personas ... En ese lugar una per-sona me dice con reiteracin 'soyMachadifo, estoy hecho bolsa'

    JORGE DANTE BUSTOS TOLOZA :B. 15- (*), fue secuestra-do !)!lO de setiembre de 1976 a las 19:00 horas aproximadamente, en el Batalln de Comunicaciones 141 de Crdoba, cuando concurri a retirar su libreta de enrolamiento y entregar su equipo militar en razn de.que se le iba a conceder la baja. El automvil en el que se haba con-ducido hasta la unidad militar, qued en las cocheras del cuarteL Se-gn testigos, el joven BUSTOS habra sido detenido' por dos oficiales del Servicio de Inteligencia, cuando se diriga al Casino de Oficiales. En el momento del secuestro, el Jefe del Batalln era el Teniente Co-ronel C. ANADN, quien tiempo despus ascendi a Coronel y ocu- p la Jefatura del Destacamento de Inteligencia 141.

    JUAN ~ONIO CANNIZZO -C. 18- (*). Otro caso de secues- tro en dependencias militares. Segn denuncia efectuada ante esta De-leg.cin por su hermano, se expresa textualmente:

    ..,Estando en comisin en Tucumn con el RegimientoRI14 IVBri-gada Aerotransportada, desdefebrero de 1976 hasta"que en los l-timos das de marzo o primeros de abril deese ao; es detenid)'' llevado hasta Famaill, donde durante 24 horas lo someten a tor-turas con picana elctrica. Despus lo trasladan a Crdoba en avin, alojndolo n el Campo La Ribera. Desde all lo llevan al Campo La Perla, repitindose las torturas durante ocho das; otra vez al Campo La Ribera y allf hasta noviembre que es la ltima vez que tenemos noticias suyS: Todo lo que sabemos espof testimonio

    . d13c ... entre otros". Ante la desaparicin del joven CANNIZZO se interpone el corres-

    pondiente hbeas corpus en expediente 26-C-76 y en los consideran" dos de la Resolucin recada, elJuezFederal expresa:" ... Que segn. infonne del. Sr. Comandante de la Brigada! Aerotransportada IV afo." jas 12 Juan Antonio Cannizzo se encuentra detenido y a disposicin del rea 311, con intervencin del Juez de Instruccin Militar N 70"

    21

  • ', l{ Esta Delegacin debe infonnar a la ciudadana de Crdoba que, c9n fecha 1 O de agosto de 1978 y en nota :fmnada por el General Juan Bau-tista SASIAN se responde al requerimiento del Tribunal Federal ma-nifestando que Jua~ Antonio CANNIZZO se encuentra a disposicin. de esta Jefatura de Area, con intervencin del Juez de Instruccin Mi-litar N70. Sesenta das despus y ante otro requerimiento judicial, el General Arturo Gumersindo CENTENO contesta: ~ .. Al respecto pon-go en su COT!ocimiento que el nombrado precedentemente no se en-cuentra detenido ni alojado en ninguna unidad carcelaria dependien-te de esta Jefatura". Irnicamente la familia Canizzo recibe, con fe-cha abril. de 1975, una conceptuosa. correspondencia que en papel membretado, "Ejrcito Argentino RI Aerot 14", en alguo de sus p-rrafos expresa textualmente: "Regimiento de Infantera Aerotranspor-tada 14, es una .de las unidades ms prestigiosas del Ejrcito Argenti-no cumpliendo el 31 de enero 73 aos de vida honrosa al servicio de la Nacin, custodiando su soberana, instituciones, vida y bienes de sus ciudadanos. Esta circunstancia resulta propicia para asegurarles para su tranquilidad de que su hijo durante el presente ao militar re-cibir un trato digno y justo que culminar con la sensacin y orgullo del deber cumplido acabadamente con la Patria. Asimismo, esta Jefa tura esta dispuesta a recibir a Ud en toda oportunidad que estime ne-cesario, permaneciendo este. cuartel con las puertas abiertas para quienes contribuyen con sus hijos al progreso y seguridad de la Na-cin". finna: Mario Jaime SNCHEZ, Tte. Cnel., Jefe RI Aerot 14.

    I-2 SECUESTROS EN LUGARES DE TRABAJO

    RALNGELFERRE:YRA-F .15- (*),actual Secretario General del Sindicato de Empleados Pblicos (SEP) fue vctima de dos secues-tros. El primero de ellos sucedi el 22 de abril de 1976, en el local sin-dical de la calle Corro 279; en presencia del testigo Pedro SOSA y lo lleva a cabo personal policial de la Provincia, que lo conduce al Depar-tamento Infonnaciones en un automvil blanco marca Rambler sin pa-tente, Penmmece seis d~ con sus noches pennanentemente esposado y vendado. El segundo secuestro se produce en la madrugada del 8 de agosto del misriw ao, pero esta vez en su vivienda ubicada en Av. Kel-

    22

    . 5475 de Barrio ltuzaing y por una comisin Militar al mando de Vlll Oficial del Ejrcito, quienes se conducan en una col?mna d? v?h-~~los militares. Luego de' su detencin, se dirigen al Barno del S!.n~cato de Empleados Pblicos, donde proceden a s~cuestrar a otros dmgen-tes empleados del Sindicato, Miguel NARV AEZ, Toms ORTELLA-

    YM MARCHESE Jos Antonio AIZPURUA, F. PREVOTEL, DO ano . ' 1 R'b TOLEDO y BUSTOS, los que son conducidos .a~ ~ampo de a 1 era, donde el Sr. FERREYRA pennanece en la condlc!on de ~ecuestrado du-rante dos semanas, con los ojos vendado~ y esposad.o, sm que se lo so-

    t. e a autoridad judicial alguna. Es hberado, dejndolo en la calle, me es . . 1 en los alrededores de la Maternidad Provmc1a

    TOMS CARMEN DI TOFFINO -D. 28- (*), diri~ente del Sin-dicato de Luz y Fuerza de Crdoba, sec~estrado a la sahda de su tra-bajo en la Empresa Provincial de Energm (EPEC), a plena luz, el 30 de noviembre de 1976, a las 13:30 hori!S, en la calle Sucre entre :a?la-da y Humberto Primo. Lo arrastr por la fuerza un .gru~o de C!Vlles, que invoc pertenecer a la Polica Federal, ante la v1sta Impotente d.e

    mpaeros de trabajo y numerosos transentes. Todos los requer~:ieitos, todas las gestiones y averiguaciones dier?n resultado negati-vo. Ante cada hbeas corpus la respuesta.fue la_m1sma: DI TOFFINO no estaba detenido en ninguna dependencia ofic1,al. Empero, ho~, repe-tidos y coincidentes testimonios revelan SU destmo: estuVO VariOS me-ses secuestrado n la dependencia militar del Campo de ~a Perla, so;; port el ms terrible perodo de tortUra y finalm~nte ~e trasladado en condiciones que los testimonios narran como mvanablemente aso-ciadas a la ejecucin e inhumacin clandestina. ..

    Otros dirigentes sindicales que, al igual que FERREYRA Y DI TOFFINO, ostentaban n pblica trayectoria gremial, fueron secues-tradosen ocasin de su actividad laboral en el transcurso de 1976.

    HERNN ANDRS VIVES -V. 7- (*)fue detenido e14 de junio de 1976 a las 8:30 horas por un grupo que se identific como pe~e~ecietite al Ejrcito Argentino en dependencias de la Empresa ProvmC!al . d ... E- -,.(E P.E. C). enlacalleSaJosdeCalasanzNo550,dondetra-e nerg1a , - - 'd 'fi ' b ba Para cumplir su cometido el grupo represor se 1 ent1 1co ~re

    aJa . ' 'embros se ms-viamente ante las autoridades de la repart1c1 n Y sus mt

    23

  • j

    talaron al acecho hasta que la vctima lle . . . ! . toa VIVES fueron deten 'd 1

    . g a perc1b1r sus haberes. Ju !los cuales era una crumoneta de color oscuro. Amenazaron con armas . ' 1 asen e mismo lugard . . tenormente fueron liberad ( os personas, que po \le fuego a vanas personas que se encontraban en el lugar, entre ellas

    VIVES permanece hasta 1

    asfipohr as autoridades militares. En camb' dos afiliados, la encargada de la proveedura y una empleada, llevn-a ec a como d t 'd e em o-desaparecido. . dose a POGGIO esposado. Dos integrantes del grupo subieron hasta el ~STOR GILBERTO LLLIN . , . . . pr!mer piso, donde 1~ manifestaron al Teniente c.or~nel Roberto GO-

    metalurgico detenido el 6

    d . como Igual suerte. Delegad ZALVEZ, desde hac1a un mes Interventor del Smd1cato por Resolu-interior de la Planta M tal .e s.et~e:;bre de 1976 a las 11,00 horas de cin del Ministerio de Trabajo de la Nacin, que se quedara tranquilo CORD S.A.C.I. e urgiCa e autos de la empresa FIAT CC)N pues "la cosa no es con Ud.". Finalmente se retiraron, llevndose al d:

    Un grupo de person . iado empleado a quien arrojaron sobre el piso de la caja de la camio-fu as, que mvoc su condi " d b b erzas de seguridad lo .

    1 cwn e m1embro,s de 1 neta, que esta a cu 1erta con una lona verde. Las gestiones que a ins-

    arranc a LELLIN d~ s gro que sde e fr~queara el acceso a la planta tancias de los afiliados realiz el Interventor GOZLVEZ, dieron re-u puesto e trab:yo Al d' d' t' 1 d ~ grupo retir el automv'l d . la Siguiente, el mism su ta o nega IVO Y so amente pu o m.ormar que la detencin la reali-

    operario haba dejado e 11

    e tOpiedad del padre de LELLIN, que e z "personal de seguridad". F n a P aya de la empresa

    onnulada la denuncia ante el Juz d d . nacin de esta ciudad y practicad 1

    ga ~ e Instruccin de 5a. Nomi- NELSO GONZLEZ -G. 28- (*), quien se desempefiaba como cin, la 4ta. Brigada de I f: t , as as pnmeras medidas de investiga- empleado en la Legislatura de Crdoba, tambin fue aprehendido en su nal que el da del hecho ~ An er~a Aerotransportada inform al Tribu- lugar de trabajo. El hecho se produjo el da 26 de abril de 1976. brica FIAT estaba "baioe rtreal e Ferreyra, donde se encuentra la F

    ' " con o operativo" del d CARLOS ALBE O . ese pretexto, el magistrad tu d , .coman o militar. Con RT ESCOBAR -E. 4- (*), el 12 de abril de

    ti las actuaciones a la J 0t.a~ dante eclaro su mcompetencia y remi- 1976, al concurrir a la Direccin de Educacin Complementaria de Cr-u

    us ICia e Instruccin MTtar d b 'b' Id d n afio despus el pad d LEL 1 1 . o a para perc1 1r su sue o, es etenido al retirarse por un grupo de tar -el Teniente Coronel ;~ et

    0LIN_, obtuvo del mismo Juez Mili- cuatro o cinco personas, quienes lo encapuchan y lo introducen en un

    lo secuestrado. Replantead~; ~ or~lllo-, la restitucin del vehcu- . vehculo marca Renault 4S amarillo. Un testigo presencial del hecho, de esta ciudad el Tribunal a. ~nulncm ante el Juzgado Federal Nol escuch una conversacin telefnica que realiz Ja Directora de la re-d 1 ' requm a Juzgado MTtar 1 rt' b' e caso. Increblemente

    1 d d . 1 1 os antecedentes pa ICion no 1en se apersono, con una persona a quien llrun "Capitn".

    existan actuaciones lab~a:as e~:~eencl.a castrense respondi que no El jven ESCOBAR, hijo de un coronel retirado, fue visto posterior-obra en poder de la Justicia

    1 'b Nestor LELLIN. Sin embargo mente en el centro clandestino La Perla por el testigo R. F. D. S. -D.23-.

    tir el Expediente del Juz ~ r~c I 0 finna?.0 por el Suboficial que re: (*), a quien se lo muestran desnudo, el cuerpo con mltiples llagas suboficial ya ha reconociJa 0 ~ nstrucCI?n Provincial y ese mismo "desde la boca, que sangraba, hasta los pies, correspondientes a que-en la Justicia Federal. 0 su a en la mvestigacin que prosigue maduras mltiples del tipo AB, superficiales y profundas (flictenas o

    . H~RACIO NORBERTO POGGIO -P - * . mstratlvo del Sindicato de Prensad C d 47 ( ), empleado admi-e_s secuestrado a las 17 00 ho e . r oba. El 23 dejulio de 1976

    . ' ras aproXlllladam t E . ' en el local de la entidad gr. . 1 en e. se da IITUti1pen

    d . . emm un numeroso d h

    ma os, vestidos de civil, que haba ll d ~po e ombres ar-ega 0 en varws vehculos, uno de

    24

    ampollas de 3 a 5 mm, la mayora rotas y en llagas), lo que en reali-dad daba al cuerpo el aspecto impresionante de una llaga que lo cu-

    br~a de la cabeza a los pies; que ante esta persona el Capitn VER-GEZ manifiesta: 'mir como qued este ... y ahora se va al pozo, pare que el viejo es un militar gordo que ya nos est complicando' ... ~

    FERNANDO ENRIQUE RISSO -R.23- (*),estuvo en la madru-

    25

  • ~ 1

    ! i i )

    - 1 -'

    . . 1 gada del 24 de marzo de 1976 JUnto a su padre, el entonces Ministr ' de Gobierno de la Provincia, en la Casa de Gobierno. All fue deteni do cuando los efectivos militares llegaron a hacerse cargo del pode diversos testigds lo vieron posteriormente en la prisin militar Camp de La Ribera. Empero, todas las respuestas a pedidos, gestiones y h beas corpus, fueron negativas y hasta hoy se carece de noticias sob su destino ulterior.

    I-4 SECUESTROS EN LA VA PBLICA

    EDUARDO RAL REQUENA -R. 21- (*), otro dirigente gre-. representante de la entidad sindical C.E.T.E.R.A., fue secuestra-~: 26 de julio de 1976, en un bar ubicado en Avenida Coln al l. lOO

    e esta ciudad. Siendo las 18,00 o 18,30 horas, cuatro personas que se traban en ese establecimiento procedieron a amenazarlo con ar-

    ncon d p t . t lo as y 0 ataron a la silla.donde se hallaba senta o. os enormen ~

    ntrodujeron en una camioneta Dodge. El secuestro fue presenciad~ I-3 SECUESTROS EN DOMICILIOS . or varias personas que se hallaban ~n el lugar. E~~e ellas, esta Comt

    sin recept los siguientes tflstimomos: J. L. R. dtJO que RENE RUFINO SALAMANCA -S. 24- (*), ex Secretario Gene- "el da 26 de julio, siendo aproximadamente las 18,00 horas, cuan-

    rai del Sindicato de Mecnicos (SMATA), fue secuestrado el da del do circulaba por la Avenida Coln, al llegar al bar MZ_RA~Ll!~ g~lpe de ~stado. ~or personas que irrumpieron en su domicilio deBa- que se encontraba en el N"1112, observ que en su intenor ~~~IVl-mo Sarmtento, sm que hasta la fecha se haya podido precisar su para- duos de civil maniataban a una persqna, a la que reconoczo por de~o. El 1? de abril de 197 6, en la se_de de la IV Brigada de Infantera, tratarse de un amigo. Se trataba de REQlJ_ENA ... : . se mformo a su esposa, Oiga CORTES de SALAMANCA, que el diri- ''Ante los acontecimientos de que era testzgo y la msegurzdad que g~nte mec.nico e.staba detenido; pero a partir de entonces esta condi- _ significaba su presencia, decidi continuar su. c~mino en forma Ctn fue Sistemticamente negada. Incluso lleg a detenerse a la Sra. l normal. En esos instantes vio llegar dos automovz/es, una pzck-up de SALAMANCA, alojndola por dos das. en la prisin militar de DodgeyunRenau/t 12 ... ". Campo de La Ribera. - El propietario del Bar, asu vez, manifest que

    " ... el da26 de julio, fue testigo del secuestro de E_duardo ~QUE-OSCAR VENTURALIWACKI-L.IO- (*),Secretario Generai'del NA, en el establecimiento de su propiedad. El dza menczonado, a

    Gremio de Empleados de Comercio, fue secuestrado e112 de mayo de Itas 18,00 horas, se. encontraba en el bar el, Sr. REQUENA. Antes 1976 a las 2,45 horas de su domicilio en la ciudad de San Franciso que este llegar, se encontraban en dos mesas, cuatro personas, (provincia de Crdoba). - -- - _ - dos en cada una, y ql ingresar la vctima y sentarse, pasados algu-

    - nos minutos, se le 'acercaron dos de los que se hallaban_ en una me EDUARDO JOS BICOCCA -B. 28- (*), secuestrado de su do- sa cercana y Juego de amenazarlo, proceden a mamata;~o. ~or-

    micih. o en la localidad de Unquillo (pro~incia de C~doba), en la ma- ~ prendido por esta inslita situacin, el testigo les pregunto que ha-drogada del 26 de mayo de 1976. Trab!\laba en el Frtgorfico Medite- a can' a 0 que los individuos le contestaron que se trataba de 'un _ rrneo. - ' ,

    1 procedimiento'. En esos momentos ingresa al bar otra persona, cu-

    -. ; yo nombre desconoce el testimoniante, y al obs~rvar lo que suce-ESTHER SILVIA DEL ROSARIO FELIPE de MNACO. Li- da, trata de regresar a la calle; los otros do~ suetos que se.encon-

    cenciada enPsicologfa, fue secuestrada del domicilio de sus padres en. traban en la mesa restante, se levantaron rapidamente salzendo a la ciudad M Villa Mara ej dalLde_enero de 1978 a las 1,30 horas, j-- - la vereda y (lptesando a la persona e introduci~dola en el bar.-El-dejando una hijita de 25 das. Esa noche secuestran a su esposo, Luis ~--. desarrollo de los hechos posteriores fue muy rpzdo. Llegaron dos

    _ MNACO, en otro procedimiento en la misma ciudad. ! vehculos, una pick-up Dodge y un Renault 12 y se llevaron a RE-!

    ~ 26 27

  • QUENA y la otrapersona'~ La ~ersona secuestrada junto a EDUARDO REQUENA, no era

    0 que Juho Roberto YORNET -Y. 1- (*), estudiante de Agronoma en Universidad Nacional de Crdoba, de 31 aos de edad. . , Uno de los testimonios sobre La Perla, el que presta a esta Deleg c~?n de la CONADEP, P.A. -A.I6- (*).En relacin al Sr. REQUEN

    duo que:

    l fue el destino real de los de tenidos-desapare~idos? o, cu 1 .. . . b d e ta 111 on los interrogantes que se plantearon os mtem ros e s

    aess . '"dp l 'n de la Comisin Nacional sobre la desaparte ton e ersonas

    . e egact b "orzados colaboradors, a medida que recepta an as pnmeras -~ . d'' t k!enuncias y los testimonios concretos sobre estos proce. tmten os.

    I-5 IMPUNIDAD EN LOS SECUESTROS

    Otros secuestros que seguidamente se mencionan, servirn para 'd nct'ar ms claramente el grado de impunidad que ostentaban sus

    evt e . s b t~res y lo que quizs constituyera la muestra m pat !lea so re

    ejecu ' . .1. d d t la desproteccin de la ciudadana ante elttmtta o ejerctcto e erro-rismo de estado: el silencio.

    "~n el ~es de_ julio de 1976, sin poder precisar la fecha con ex.a.o tztud, vzo ubzcado frente suyo, medio en diagonal, en una de l co~chonetas :'e lacuadra, al mencionado Eduardo REQUENA, quzen conocza de nombre por ser dirigente de C. T. ERA .. Al pre guntar, por haber escuchado su nombre, a los otros prisioneros estos le conjir'!!aron que se trataba de dicho dirigente. Que ere que perman~czo alrededor de un.a semanajiente suyo. No vindo lo con posterioridad nuncams ... '~

    ~omo se puede comprobar a esta altura del relato las detenciones s RAL HORACIOTRIGO -T. 9- (*) fue detenido en su domici-reahzaban en. las ms diversas circunstancias, por personal militar ~ni. lio particular el23 de junio de 1976. El operativo se iniCi en horas ?e ~armado o SUJetos .v~~tidos d: civil; en los lugares de trab~o de las vc, la madrugada y c0 mprendi a todo el edificio de dep~entos, stto t!ma.s, en sus domiCiliOs parttcu~ares o en lugares pblicos; hubo testi- en calle Potos (O) 47, ubicado a slo S? J_Uetros .d.e la S~cc10nal Octa-gos msospechables que presenctaron los procedimientos. . va de Polica; intervinieron personalpohcml y mtbtar ljl)lformad~ Y un

    Los detenidos eran empleado~, dirigentes sindicales o, como en ell grupo de elementos vestidos de civiL Con u~ impresionante d~sphegu.e c~o del Dr. Valv:rde, un profesiOnal con una trayectoria poltica p- de armamentos y disparando sus armas cont~uamep.te. pr~cederon a t: b!:t?amente conoctd~. En todos los ~asos, como invariablemente ocu- rrumpir en cada uno de los departamentos, st.endo obh~a.dos lo~mora mo con Io.s on:os mtles, esas detenciOnes se transformaron en secues- dores a colocarse contra la pared, manos en,alto y contmua'?ente ame-tros, en P~tva~IOnes de la libe.rtad absolutamente ilegales; unos, como ilazado~. Luego de perm'aneer unas ~es lor~s y de rob.ar.dtversos ?b-y a se habta dtcho, temporahnente -semanas, mese&-; el resto; los DI jetos de valor, prefen:ntemente alhajas, ~a

  • 'i 1

    . Dr. ROGELJO ANBALLESGART -L. 23- (*),de profesin nf' dico, s~cuestrado de su domicilio sito en Avenida 24 de Setiembre sn de la cmdad de Crdoba, el da 25 de abril de ese trgico afio 1976. Su pad~~ Y su herma~a, Mara Amela, salieron rpidamente para requer a~xd10 en 1~ Seccwnal Sexta de Polica que se encuentra ubicada en Cita~a avemda a la altura del 1.455. En esas circunstancias lleg a la s~c10nal e_l ~po se~uestrador, cuyo jefe se identific como pertene-' Ciente al Ejrcito e hizo que detuvieran a Mara Aurelia LESGART _ 24- (*), ~e~ana de Rogelio Anbal. Tres das despus desaparece del local. poltcml. El padre de las vctimas Sr. Rogelio LESGART, aL de-nunciar el hecho ante la CONADEP manifest que:

    " ... En la Jefa~ura de. Polica y en la Secciona! Sexta no le acepta- r~n la denuncia manifestando que era un procedimiento del Ejr~ c1to Y que ellos no podfan aceptar denuncias contra las Fuerzas Armadas." Uno de los .t~stigos de La Perla (R. F. D. S.), al prestar declaracin ~te esta Comisin ~ q~e luego fue ratificada en sede judicial, se refi- ; n al hecho en los SigUientes tnninos:

    "Que el dicente es testigo presencial del secuestro del Dr. ROGE- LIO LESGART el da 25/4176 y de la persecucin de MARiA AME- LJA LESGART, hermana del anterior y de su padre, quienes ante el secuestro del hermano se suben a un automvil Rambler. color gris : m_etalizado, dirigindose a toda marcha a la Seccional Sexta que d1staba.pocas cuadras del domicilio de la familia LESGART. All . VIfRGEZ hace dejar detenida a Maria Amelia LESGART, tras/a- ' dando/a posteriormente a "La Perla''. En el expediente judicial, R. F. D. S. expresa que: " ... Cuando se produce el secuestro de ROGEL!O y MARiA AME~ \ ~lA LESG_ART ... el capitn VERG.Z se queda sin gente y 0 hace t1rar al d1cente al piso del auto, acompaado en ese momento por RICARDO LARDONE :y va a buscar refuerzos a la zonaprxima . al 141, donde resida personal del Destacamento. All se incorpo- ra el "'!ayor D1EDRICH y el Teniente Coronel OSCAR HERMES RODR!GUEZ. Producido el secuestro de HCTOR ARA UJO y LI-LIANAMARCHETTI{ieARAUJO, -M 23- y -A. 19- (*), los her-manos LESGART son trasladados a La Perla ... ".

    30

    . ALFREDO HORACIO LPEZ AYLLON -L. 18- (*). l.,a misma modalid~d se re'gistr en la denuncia de su detencn odurrid e112 de noviembre ... de 1977, en la casa de campo de sus padres, en Solares de la Ensenada, ciudad de Villa Carlos Paz. El Dr. JORGE ARNALDO LPEZ, de profesin mdico, padre de la vctima relat que ese da:

    " ... A las 22,00 horas, cuatro automviles llegaron hasta la casa donde mi hijo se encontraba slo, a la espera de nuestra llegada. Descendiendo de ellos personas fuertemente armadas que vestan de civil y en el jardn a la vista de los vecinos, redujeron a mi hijo que es de dbil contextura fsica, razn por la cual unos das antes haba sido exceptuado de prestar el servicio militar obligatorio, te-niendo 18 aos recin cumplidos. A los gritos del mismo, los veci-nos dieron aviso a la Polica de la ciudad de Villa Carlos Paz. De esa Comisara lleg un patrullero cuando an quedaba uno de los coches con cinco personas armadas, pues los ()tros haban partido

    . llevndose a mi hijo. Al proceder la Polica, los secuestradores a viva voz gritaron: 'no tiren, somos del Ejrcito'. No obstante los Po-licas les hicieron arrojar las armas al suelo y salir uno a uno con las manos en la nuca. Ante la insistencia de que eran del Ejrcito, los identificaron mediante las credenciales que stos portaban y una vez constatado que se trataba efectivamente de Fuerzas de Se-guridad del Estado, los dejaron en libertad Esa misma noche con-

    . tinan el procedimiento en mi casa de Crdoba y en la de una her-mana de mi seora. Cabe destacar que en los dos domicilios abrie-ron las puertas ~in violentarlas y al tiempo que t()caban el timbre, de lo que se desprende claramente que lo hacan con las llaves que l!! hablan quitado a mi hijo en Carlos Paz. Estas personas fuerte-mente armadas manifestaron pertenecer a Fuerzas de Seguridad del Estado, procediendo a ambas casas, buscando, segn ellos, li-teratura marxista, siendo su resultado negativo. Al retirarse, sus palabras fueron y cuiden a esos dos que les quedan, no vaya a ser que les pase lo mismo', refirindose a nuestros dos hijos que se en-contraban con nosotros, con lo que, tcitamente, esiaban admitien-

    dola detencin de los otros dos." La mencin "otros dos ... " se refiere a Alfredo Horacio y Jorge Gus-

    tavo LPEZ A YLLON, este ltimo secuestrado con anterioridad el da 17/5/77).

    31 BIBLIOTECA CARLOS FUENTEALBA ~ .

    )

    1 ' J

  • El declarante contina diciendo: "Posteriormente concurrimos a la Comisara de Carlos Paz, don-de el entonces Comisario Principal NAVARRO ORO confirm el procedimiento corroborando todo lo manifestado por los vecinos y agregando, palabras textuales ' ... s, nosotros entorpecimos el pro- cedimiento porque ahora lo sabe todo el Barrio'. Que las palabras del Comisario NAVARRO ORO fueron ratificadas ante el Tte. Co-ronel GONZLEZ NAVARRO, habindose identificado un tal "G-MEZ" como actuante en el procedimiento. " Esta actitud policial de negarse a recibir denuncias de los familia-

    res o de vecinos que presenciaron secuestros, se continuaba en los Tri- bunales cuando, ante la presentacin de los Hbeas Corpus en favor de los secuestrados, la respuesta de los organismos militares y de seguri-dad -que demor.aba un mes o ms- era que tales ciudadanos no se en-contraban detenidos, es decir, ingresaban de una manera "oficial" a la situacin de desaparecidos; no se haca lugar a la accin de amparo, ante lo informado por las autoridades militares y policiales, sin que el Ministerio pblico promoviera la accin penal tendiente a investigar estos gravsimos hechos en que estaba en juego la libertad y la vida de . las personas. El cerco de silencio se completaba con la prohibicin a l los medios de difusin de receptar y dar a conocer denuncias sobre los procedimientos, que imparti la Jefatura del Comando del 3er. Cuerpo l de Ejrcito y que fuera pasivamente acatada por dichos medios. En tal l sentido, resulta ilustrativo el "Memorandum" interno de un diario de , esta ciudad en el que se prohbe al personal periodstico lo antes refe- J rido, en los siguientes trminos: "POR DISPOSICIN DE ESTA DI-RECCIN y CON MOTIVO DE LAS DIRECTIVAS DEL IU0

    ' ' ' CUERPO DE EJERCITO EN EL.DIA DE LA FECHA, NO SE DE- BERN PUBLICAR: 1) RECLAMOS DE FAMILIARES O PERSO- ___ i NAS VINCULADAS A PRESUNTOS DETENIDOS QUE DESEEN i CONOCER SU PARADERO. 2) INFORMACIONES DIRECTA O INDIRECTAMENTE VINCULADAS A LA DELINCUENCIA SUB-VERSIVA DE LA QUE SE CAREZCA INFORMACIN OFICIAL".

    - El Memorandum lleva fecha 22 de abril de 1976. He aqu patticamente .configurado el cuadro de situacin. La deso-

    lacin y la impotencia ms absoluta de los padres, hermanos, -amigos ~ y compafieros de los detenidos-desaparecidos; la impunidad de los res- J

    e~

    32

    ponsables y ejecutor~; I_a indefensin tata! de las vctimas. Tambin el par qu del desconoctmtento de la poblactn en general sobre la mag-nitud d la desaparicin forzada de personas. .

    No podemos dejar de recordar la impdica declaracin del mxtmo responsable del accionar represivo en nue~ Provincia en l~~ ~?s 1976/79 General Luciano Benjamn MENENDEZ, cuando dtjO: ... creo qu; aquel que siente que ha sido objeto de alguna arbitrarieda~ debe presentarse a la JuSticia. Adems haba que preguntarse por que no lo hizo en el momento oportuno ... " (Tiempo de Crdoba, 19.L83, pg .. 5): Hasta la misma periodista ~ue le haca el reporta~e tuvo que contestarle que "... Tengo la impresin que en aquellos tiempos era, por lo menos difcil ... ". . - . . ,

    La periodista se acercaba a la reahdad en su aprectactn, pero aque-lla era ms que difcil.

    I-6 RIESGO DE LOS FAMILIARES

    Don ARTURO RUFFA -R. 17- (*),hombre muy vinculado ! de-porte del bsquet, al efectuar su pen~ncia testimoni ~t~ esta Delega-cin y, adems de promover la pertmente querella crtmmal por el se: cuestro de su hijo RICARDO A~O RUFFA -R. 31- (*) mant fest que el2 de abril de 1976. _ - " ... siendo aproximadamente las dos horas, irrumpieron en mi do-

    micilio un grupo -de quince personas fuertemente armadas, que aunque vestidas de civil, invocaron pertenecer a las Fuerzas de_Se-guridad, hecho ste corroborado por la presencia en las esqw~as (Pampa y Pasaje Santa Catalina y Santa Cruz y el mismo Pasa;e), de camiones del Ejrcito que interrumpieron el trfico. Todos los miembros de lajamilia ... , fuimos sometidos a torturas fsicas Y ps- _ quicas (amenazas de muerte) durante las dos horas que dur_ el procedimiento. A las cuatro de la maana, mientras nos volwan a golpear y amenazar nos pusieron con las manos levantadas, los o] os vendados y de cara a la pared, ordenando que deb~mos P_er-manecer as hasta las ocho horas. Advertidos que se habwn retira-do, nos sacamos el vendaje y luego de encl!nder la lUf, lids dirigi-mos al dormitorio donde haban encerrado a mi esposa e hija -que

    33

  • 1

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    se encontraba embarazada-, encontrndonos con la terrible certi-dumbre que se haban llevado a nuestro hijo Ricardo Armando. Desde la maana de ese da, todos los miembros de la familia co- . menzamos a deambular en su bsqueda, recorriendo desde la Jefa-tura de Polica de la Provincia hasta las secciona/es ms cercanas. Concurrimos al 3er. Cuerpo de lijrcito y al Ministerio de Gobier-no de la Provincia. Present un Habeas Corpus ante el Juzgado de Instruccin de Tumo con resultado negativo. El mismo destino tu-vieron sucesivos recursos similares presentados posteriormente ~te la Justicia Federal En numerosas oportunidades acud al Minis-terio del Interior, presentando notas en las que requerfa informa-cin sobre el destino de mi hijo". Contina el declarante, diciendo: "La respuesta a tantas diligencias, se produjo el da 20 de octubre de 1976, en que fui secuestrado junto con mi hijo mayor, Arturo Miguel, en mi domicilio y en un procedimiento idntico al anterior. tambin en horas de la madrugada. Las primeras 48 horas fuero~ terribles, nos sometieron a todo tipo de torturas en un lugar que no puedo identificar porque permanec encapuchado; luego fuimos trasladados a la dependencia militar denominada 'Campo de fa Ribera'. A los quince das de permanecer en dicho lugar, mi hijo Arturo Miguel fue trasladado a la Penitenciara Provincial de Cr-doba. En tanto yo, fui liberado alrededor de dos semanas despus. E~ esa depende_~cia militar fuimos interrogados en varias oportu-mdades y el. mflfar qu'; se .enc.argaba de ello me permiti quitr-me el vendae que cubna m1s oos. Igual procedimiento adopt con otros padres de jvenes desaparecidos, quienes se encontraban en la misma situacin que el dicente. Entre ellos, puedo recordar al Seor JUAN BORGOGNO (hoy fallecido), el Seor PABLO CHA-BROL y dos personas apellidadas SALAS y ONETTL En uno de di-chos interrogatorios el Pficial encargado de esa tarea -cuyo nom-bre ignoro- y que se haca apodar 'El Gordo Bueno', habindome asegurado que mi hijo Ricardo Armando se encontraba con vida

    __ me .eotreg una carta manuscrita que reconoc como de-su puo;. letra, en la que me depa 'no me busqus ms, que alguna vez nos volveremos a ver'. Al intentar, como era natural, retener fa carta, el Oficia/me oblig a restituirse/a rompindola en mi presencia. Al

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    recuperar mi libertad me enter que mi esposa haba presentado un recurso de Habeas Corpus en favor de mi hijo Arturo Miguel y mo ante la Justicia Federal, quien al requerir los informes perti-nentes a los organismos militares y de seguridad, obtuvo como res-puesta informes en el sentido de que mi hijo se encontraba deteni-do en la Crcel Penitenciaria a disposicin del Poder Ejecutivo Nacional, pero a mi respecto, en todos los casos, negando mi de~ tencin y desconocer mi paradero. " . Era muy difcil en aquella poca denunciar las desapariciones; pe-

    ro muchos familiares, a pesar de todo y con los riesgos que esta expe-riencia ~fica lo hicieron sin encontrar otro eco que la negativa, las amenazas y .las represalias. Asimismo, los Babeas Corpus presentados ante la Justicia Federal y en los Tribunales Provinciales: demuestran de una manera indubitable, que la gran mayora de los casos detenciones-secuestros, fueron denunciados ante la autoridad que corresponda y en forma reiterada.

    I-7 OTROS CASOS DE SECUESTRO

    Se ha dicho que las modalidades que adquirieron los procedimien-tos fueron mltiples.

    A. J. D. -D. 24- (*),de la ciudad de Cosqum, prest una valiosa de-claracin sobre la detencin masiva de ciudadanos practicada por ele-mentos militares, con .un inusitado despliegue blico. Esto ocurri en el Bospital Colonia Santa Mara de P.unilla, donde el declarante se de-sempeaba en la Seccin Pinturera d.el Servicio .de Mantenimiento de ese nosocomio. A. J. D. relata que:

    " ... el da 26 de mayo de 1976, alrededor deJas 9,00.horas mien- . tras cumpla sus actividades normales en el hospital, le llaman por telfono desde la Oficina de Personal y lo facen dirigir a una ha-bitacin donde estaban tambin el Dr. SASATTELLI (Mdico Psi-

    . quiatra), la Sra. Marta de CEBALLOS (Encargada de l)epsito), el Sr. Carlos ALBORNOZ (Enfermero) y el Sr. Carlos Alberto CA-RRANZA (Secretario del Jefe de Mantenimiento). Despus de su llegada a la habitacin, entran otros empleados, entre ellos, Ra-

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    1 t,

  • mn.MAIDANA (Servicio de Agronoma), Santiago LPEZ (Enfer-mero) y Carlos Alberto BRANDALISE (Enfermero). Que ese mismo da 26 en horas de la maflana se haban presentado en el Hosjtal personal del Ejrcito vestidos con uniformes de fajina verde oliva fuertemente armados y varios vehiculos, entre ellos tres camiones con tropas y dos colectivos, dispersndose por toda la zona. Que el personal militar haba ingresado al Hospital y haba tomado posi-cin en todas las secciones y servicios del mismo. Desde la habita-cin mencionada, ya custodiados por personal del Ejrcito, los lle-van a todos los que estaban a un Pabelln de Pacientes Alcohli-cos, el C-1, luego de trasladarlos a otro recinto en un mnibus azul y referir que durante todo el operativo un avin militar sobrevol constantemente la zona"; contina diciendo: "que ya estando en este Pabell!l comienzan a traer a otras personas que no pertene- . can al Hospital, residentes en Cosqun o en el Valle de Punilla, Dr. Reina/do WISNERy Dr. Ral A COSTA (ambos mdicos de Cosqun y que haban sido detenidos y trasladados a la Polica y de allf al Hospital), Gaspar y Jito NOGUS (comerciantes), Sergio Ornar POLJDORZ. un profesor de la Escuela Tcnica ENET de apellido LUNA, Nora SENDRA, Keka ALBORNOZ, Nemesio GARCA y otras personas que no recuerda. 1'Todo el personal del Hospital de-tenido fue llamado por una lista que tenan los militares donde fi-guraba como peligroso, aCtivista~'; el declarante hizo mencin:

    ~'que desempeaba actividades gremiales sin tener ninguna filia-cin poltica. Siendo ya las 19,00 horas, los llevan a otra habita-cin, donde les vendan y atan las manos, los hacen poner contra la pared. Que ya siendo de noche los sacan a todos, atados y venda-dos y los militares les ayudan a subir a un camin donde los sien-tan uno aliado de otro. Desde all y previo un viaje de casi dos ho-ras, los llevan a un lugar que luego reconocen como el Campo de La Ribera. Allestuvie79n por casi una semana. Que en el Campo los llevan a una habitaCin y aliado del dicente estaba el Dr. W1S-NER. de all los van sacando de uno en uno y los llevan por una galerfa golpendolos miehitas van caminando. Al dicente lo intro-. ducen en una habitaci~n donde habfa poca luz y tres personas que lo interrogan. A pesar de estar vendado, puede reconocer a uno de ellos por 11C'onocerle desde su paso por la Escuela Tcnica; era un

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    sujeto de apellido SORIA de Cos.qu? ~'. . Ms adelante, al tratar los apremiOs tlegales y tormentos, se v?lve-

    a este testimonio. Dado el despliegue militar y sus "logros", rettera-r" de otro procedimiento masivo en esa castigada ciudad de Cosqun cton * CHEN

    do secuestraron a Helber Mario ORlA -7- ( ), Vctor BOl -cuan . l'd 1' IN KO -B.l3- (*), Jacobo LERNER (desaparectdo), N~ 1 a A~e ta BAURRALDE (asesinada en La Ribera), Juli~ GARCIA; (hendo deba-la); cabe una reflexin a esto se refieren qutenes perststen en hablar de "guerra"?.

    Fueron. secuestrados, detenidos ilegalmente, jvenes, adolescentes, muieres embarazadas hombres y mujeres de edad madura;

    nttlOS, ~ ' . , _ . breros y empleados -muchos de ellos dmgentes o actlvtstas gremta-~es- estudiantes universitarios, secundarios; pr~fesionales -:abogad?s, mdicos, ingenieros, psiclogos, etc.-, comerctantes, trabaJadores m-d endientes de todos los estratos sociales y de todas las edades, aun-~ ' que mayoritariamente los ms castigados fuer~ J venes.

    Se debe mencionar entre los abogados ademas del Dr. VAL~RP~ a los Dres. Carlos ALTAMIRA -A. 9- (*), secuestrado en la vta pu?h-

    el da 27 de mayo de 1976 alrededor de las 16,00 horas, postenor-ca S . t' mente visto en La Perla, segn testimonio de R.F.D .. , q\it~n sos tene que el Teniente Primero Ernesto Guillermo BARREIRO mterrog a Carlos ALTAMlRA en una de las oficinas de La Perla y a Rodolfo Gustavo GALLARDO junto a Nora Graciela PERETTI de GALLAR DO -G. 19 y P. 15- (*)ambos tambin abogados, asesores letrados.d.e gremios de la ciudad de San Francisco (provincia de C?r~oba) Y dm-gentes del Frente de Izquierda Popular (FIP). Estos ultlmos fueron secuestrados de su domicilio en esa ciudad en la madrugada del 1~ de mayo de 1976. 11La comisin actuante, para disimular Y encu.b~11: su irregular procedimiento, pint en la fachada e interio~ del do~zczlw la leyenda 1traidores - ERr, cuando era pblico y notan~ !ue dzch~ mat-. rimonio jams tuvo nada que ver con esa organizacwn terr~rzsta m con ninguna similar. Poco despus del hecho en la .zocalz~ad La Francia y a la vera del camino, apareci volcado y semzdestruzdo por el juego, un automvil en el que fuin hallados documentos del Dr. Rodoljo GJstavo GALLARD0 11

    Intiles fueron las gestiones realizadas ante dtstt~tos ~rgamsmos oficiaes y privados para conocer el paradero del matnmomo.

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    El testimonio presentado ante CONADEP por R. F. D. S., relata el paso de los Ores. GALLARDO por La Perla. Dice as:

    " ... Que en una oportunidad el grupo operativo de La Perla, con-venie~temente refprzado con otros efectivos entre los que se conta-ba RICardo LUJAN, sale a cumplir una tarea en la ciudad de S, Francisco Y entre los vehculos utilizados haba un Peugeot 504, cree que de color verde o algo parecido y que al regresar desde San Francisco sufre un accidente en la ruta por lo que tienen que aban-donarlo. Que lo dicho le consta al dicente por cuanto al/legar. el grupo operativo a La Perla, lo llaman para que atienda a las per-sonas que tenfan contunsiones mltiples. Que recuerda el dicente que al atender a la persona secuestrada, sta se dirigi a l inqui-rindole si saba sobre cul era su situacin y destino, a lo que le' contest que lo ignoraba por cuanto el tambin era un secuestra-, do. Que esa misma persona le describi el vehculo que haba su-frido el accidente. Quiere agregar el dicente que con posterioridad supo que se trataba de un matrimonio de abogados de San Fran- cisco y un dirigente gremial, a los cuales vio despus varias veces .l en La Perla, que l se llamaba Gustavo GALLARDO y ella Nora PEREITL.. ". . . . . . . t

    . I-8 SE~UESTRO DEFAMILIAS . .. 1 La detenc1n y postenor secuestro de dos jvenes hennanos alba- 1

    iles, realizado por efectivos miitares unifonnados, con siffiil~ des' 1 pliegue de fuerzas, fue denunciado por la madre, Doa Obdulia Loren- l za MORENO de CASAS, ante esta Comisin y en la Justicia Federal. ) E_l test~onio es una impresionante secuencia de persecucin, deten- ! c10nes ilegales, torturas, destruccin de bienes, intimidacin y secues- l n:o. Comienza a fines de mrrzo de 1976, cuando una patrulla del Ejr- c1to se presenta en el domicilio familiar de Villa Azalais en esta ciudad 1 de ~rdoba e interroga a la Sra. de CASAS -de edad avanzada y pre- i cana salud- sobre los datos de los miembros de su familia y lugar don~ ! de se encontraban. No sa#sfechos con las respuestas, los militares la 1 detuvieron y trasladaron al Campo de La Ribera, donde poco despus ! llevaron tambin a cuatro de las hijas y un yerno. Liberados Juego de j

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    tres das de trato degradante, Jos CASAS debieron abandonar el domi-cilio antes citado por la reiteracin de amenazas de todo tipo. De su gravedad y seriedad, da cuenta lo ocurrido despus: el 19 de abril de J976, a las 4,00 horas de la madrugada, un grupo saque e incendi la casa sin que jams la Polica -ante la que se fonnul la denuncia- ha-ya infonnado sobre ninguna medida de investigacin.

    Pero el extremo ms angustioso de este verdadero drama familiar, . ocurri el 19 de agosto del mismo ao, en Argello.

    HUGO FRANCISCO CASAS -C. 28- (*), de 25 aos, y su her-mano CARLOS ANBAL CASAS -C. 31- (*), de 20 aos de edad, trabajaban como albafiiles en una casa en construccin, en la que tam-bin pernoctaban mientras duraba el trabl\io. El da citado, personal del Ejrcito mont un impresionante operativo, en el que virtualmente se "ocup" el barrio, obligando a todos los vecinos a encerrarse en sus ca-sas. Los miembros de las fuerzas militares actuantes, se llevaron dete-nidos a los hennanos CASAS y retiraron del lugar una cantidad de he-rramientas y elementos de trabajo, algunos de propiedad del dueo de la obra. Desde entonces las autoridades militares negaron tener en su poder a los jvenes detenidos, generando una incertidumbre sobre su destino que se prolonga hasta hoy; pero en cambio un Oficial de alta graduacin restituy en la propia sede de la 4ta. Brigada de Infantera las herramientas sustradas al empleador de Rugo y Carlos CASAS.

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    11- TORTURAS

    LA TORTURA COMO SISTEMA DE ANIQUILAMIENTO

    Podemos afirmar que prcticamente todos los detenidos durante el primer ao de la dictadura militar, fueron sometidos a diversos apre mios ilegales. Estos comenzaban con el hecho mismo de la detencin, ejerciendo una violencia injustificada, amenazando y lo que se consti-tuy en una casi invariable modalidad represiva: tapando la visin de las vctimas con vendas o capuchas, con la intencin de no ser recono-cidos en el futuro e impedir la localizacin de los lugares de enclaus-tramiento. La evidente "irregularidad" del procedimiento generaba en el preso la certidumbre de su virtual secuestro y con ello el padec miento que produca su total desamparo. Pero, esto era solamente el comienzo, pues luego vena todo lo dems; los golpes de pufio y con objetos contundente; la asfixia por inmersin o impidiendo la respira-cin con bolsas. de polietileno que tapaban la cabeza ("submarinos" o "mojru.rit!{l;;); la aplicacin de descargas elctricas ("picana") sobre las

    partes.m~s.stlnsibles del cuerpo, previa colocacin en un elstico de ca-ma y atar las 'extremidades de la vctima, que normalmente era desnu-dada p&ra las sesioes; las quemaduras generalmente provocadas por cigarrillos que jln!ll apagados en el cuerpo inerme del detenido y que luego, por falta de atencin mdica y el medio insalubre en que se los tena postrados, pro.ducan infecciones en las llagas abiertas; el simu-lacro de fusilamiento; el obligar a presenciar a un familiar la tortura salvaje de su padre, hijo, esposa, hermano. Todo ese mundo de horror, hacen que razones de necesidad pblica tomen imperativo dejar de la-

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    do un natural pudor que embarga a quien ingresa en su conocimiento . Seguidamente, y a mero ttulo ejemplificativo se refieren diverso~

    casos concretos; ellos se presentan clasificados segn los lugares de detencin en que se produjeran las torturas.

    II-1 CAMPO LA PERLA

    J. L. A. -A. 35- (*), obrero metalrgico, empleado en FIAT CoN-' CORD, que fuera secuestrado el 22 de noviembre de 1976 de su do- micilio particular, relata lo siguiente: ' .

    " ... En dicha pieza haba un perchero en el cual estaban colgados . un palo, una cadena y una cachiporra; tambin haba un escritorio 1 en el que se encontraba una persona. Procede a sacarle la venda y J se encuentra con el mismo sujeto que aparentemente dirigi el ope- 1 rativo de su secuestro. Luego por comentarios recibidos piensa que f se trata de A COSTA ... le hace comprender que all ellos domina- ! ban la 'situacin' ... acto seguido demuestra en los hechos lo antedi- ~ cho, procediendo a golpearlo con una cadena, el palo y la cachipo- rra de goma, dicindole en cada oportunidad qu elemento usaba. l Adems lo golpeaba con el puo. El compareciente en esos mamen- tos continuaba sin venda.S, pero atadas las manos ... " l

    j ~

    N. T. P. -P. 33- (*) se encontraba embarazada y secuestrada en cir- 1 cunstancias de haber concurrido a la Maternidad Nacional de Crdo- 1 bit, a realizar control del embarazo. En su denuncia manifiesta que: . "

    " ... al detenerse el vehculo, la sacan del mismo y a empujones la van 1 llevando, vendada y encapuchada hacia un lugar cubierto. Allf ca- mienzan a propinar/e una feroz golpiza preferentemente en el vientre l y la cabeza. Mientras la golpean le gritan que le van a matar la cria- ! .. tura que lleva en el vientre. La insultan y amenazan permanentemen- , te. En un momento dado le dicen: 'ests desaparecida en La Perla. l De aqu ni Dios, ni el Papa, ni el Presidente te sacan' ... " ! 1

    l C .. M. S. -S. 49- (*}; d~Jtenido el9 de marzo de 1977, en horas de la maana, cuando se diriga a su trabajo. Lo que sigue, es el felato de sus padecimientos:

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    1

    " ... durante varios dfas fui sometido a todo tipo de tormentos. Gol-pes de pu!JS, patadas, golpes con gomas y palos, asfixia con agua o bolsas de nylon (submarino hmedo o seco), segn la siniestra inventiva de los torturadores. Varias veces me colgaron de un palo atravesado a la espalda y durante cinco noches me ataron desnu-do a una cama de metal, dndome descargas elctricas, por todo el cuerpo, mojndome de tanto en tanto ... mientras estuve all deteni-do estaba en la cuadra conmigo un joven ALEJANDRO MON-JEA U ... fue brutalmente torturado y su agona dur varios dfas; yo escuch constantemente sus gemidos de dolor y segn unos 'desta-bi'cados' que lo atendan, tena reventada la vejiga y declarada por ello, una infeccin generalizada en su aparato genital... ".

    Todas estas declaraciones fueron ratificadas ante la Justicia en las distintas causas que se instruyen, y aunque resulte agobiante, es preci-so proseguir con esta dolorosa ejemplificacin.

    O. H. L. -L. 30-, secuestrado el23 de abril de 1977, a las 20,30 ho-ras aproximadamente. Relata:

    "Me di cuenta que lbamos para el oeste de la ciudad era la Ruta 20. Camino a Carlos Paz ... fui introducido en una oficina, atado a una silla, sin golpes. Me empezaron a hablar de la guerra que es-taban desarrollando y que yo ten{a que colaborar con ellos, e/Ejr-cito Argentino. Ante respuestas m fas que fueron consideradas eva-sivs, empezaron los golpes de todo tipo, cada vez ms fuertes y salvajes, entre ellos un cable de alta tensin, un martillo de made-. ra, de esos utilizados para machacar carne, en cuyo mango estaba escrito 'para amansar zurdos y sionistas'. Luego me llevaron a la parrilla, en la jerga de esos elementos, o sea la picana elctrica. Me ataron a una cama con dos cintos en las muecasy dos sogas de p!dstico con nudos corredizos en los pies. Aplicaban la picana . en todos lados, pero principalmente en las coyunturas, en los geni-tales, en la boca. Uno de los verdugos se rea a carcajadas mien-tras aplicaba su 'sabidura inhumana' .. JI'arias veces perd el ono-cimiento, varias veces se me aplicaron fuertes golpes en el pecho para hacerme reaccionar y luego de no s cuanto tiempo me saca-ron de ese pequeo infierno, en el que uno est slo con su concien-

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  • cia. Me llevaron a un galpn grande y largo en el que habla otra gente que se quejaba y lloraba de dolor. Otros cuidaban de naso-' tras, pero tambin detenidos ... los dlas 24, 25, y 26 fueron lo mis- mo, pero con mas brutalidad ... el dla 27 de abril al mediodla o cer-ca de l, fui dejado solo, despus de una sesin de tortura. Uno de los cintos que sujetaban mi mueca se habla aflojado o roto y pu-de soltar el brazo y asf con este, desatarme completamente. Lo pri-mero que intent fue huir, pero la puerta estaba cerrada, con llave. El cansancio, la desesperacin, mi dignidad de ser humano por el suelo al ser tratado peor que los animales -estos matan por nece- . sidad, nunca por placer-, el no querer jugar mas con mi resisten- : cia, para no llevar a otros a esa situacin, hizo que tomara la de- , terminacin de quitarme la vida. Primero quise quitrmela aho-gndome en .un tacho de 200 litros con agua que ellos tenanpara . torturar pero no pude. En un rincn habla una sierra y con ella in- -t tente cortarme las venas, pero no pude tampoco, entonces romp < una botella de desodorante de la cual sali un vidrio muy filoso con el que procedf a cortarme las muecas y las articulaciones de los brazos. A todo esto, para darme fuerzas, me habla hecho con un ce-pillo de dientes que haba encontrado tirado en /a cuadra el da an-terior, una cruz, con la que encomend a Dios. Poco despus perd el conocimiento y despert en una sala del Hospital Militar, con , sangre y suero. Luego me enter que se me habla practicado una i jlebotomla En la habitacin contigua estaba una mujer embaraza- ~ da de apellido PL4ZZA, dicho por los soldados de guardia ... ". 1

    En el captulo anterior se hizo referencia al Dr. Eduardo Jorge VAL- J VERJ?~ que se pre~ent espon~neamente ante una citacin de persa- 1 nal m1htar perteneciente a la Fuerza Area y que qued detenido.

    E. P. G. F., con respecto a este caso, testimoni ante esta Comisin ' y dijo:

    " ... Llegamos a un lugar edificado, donde nos desatan; una persa- 1 na me entra a pegar, gritando como un loco. Reconozco que la voz 1 de la persona que me pegaba y gritaba era Jorge PEREY- ~

    - - RA ... cuando mas o menos tomo conciencia de/lugar, escuch que ! . estaban interrogando _violentamente a una persona que se llamaba 1 Eduardo VAL VERDE .. : le preguntaban constantemente su nombre de guerra, lo que este niega, o cuando la golpiza era ms tremen- 1

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    da, contesta: 'Eduardo Va/verde o Valverde Eduardo o Di: Valver-de' ... a la noche demoran mucho tiempo en interrogarlo a VAL-VERDE de nuevo, al que presumo pueden haberlo sacadti'ese da a la tarde junto con la pareja antes mencionada y otros. Fue reti-rado por un carcelero muy cn1el e histrinico, que con voz chillo-na nos llamaba muertos en vida, futuros fiambres, etc .... VAL VER-

    . DE vuelve a la noche muy distinto, con voz muy quebrada y es gol-peado e interrogado durante varias horas, hasta que pierde la voz, descansan y vuelven a empezar. El interrogatorio se centra nueva-mente en el nombre de guerra de ste, a lo que el prisionero insis-te'en responder llamarse Eduardo Valverde o Valverde Eduardo ... El Oficial vuelve enfurecido y alcanza a escuchar gritos, la voz de VAL VERDE ya no se escucha y lo ltimo que siento es la voz de PEREYRA que dice 'metelo con ropas y todo' ... supuestamente el da 28 de marzo sacaron a varios prisioneros, creo que entre ellos iba VALVERDE, ya que no se lo escuch nunca mas, o bien pudo ser el 27 a la noche durante el ltimo interrogatorio que sent ... "

    El testigo, parte de cuya deClaracin se acaba de transcribir, es uno de los ciudadanos que el t3 de mayo de 1984, particip en el recono-cimiento de ese centro de tortura y exterminio que fue La Perla, hoy Curtel del Escuadrn de Caballera Aerotransportada 4. Ese da, acompaado por miembros de la Comisin Nacional sobre la Desapa-ricin de Personas y de esta Delegacin, en presencia del Comandan-te del 3er. Cuerpo de Ejrcito General MANSILLA, del Segundo Co-mandante, Coronel LULLO, y del Comndante de la IV Brigada de In-fantera de Tropas Aei:otransportads, Coronel RAMIREZ, reconoci el lugar de su cautiverio. Del Acta que se levant con tal motivo, se ex-tracta lo siguiente:

    " ... aqu fui trado para interrogarme, haba un elstico igual que el que hoy est, una limjJara de pie ubicada en el rincn derecho, una mesa con una maquina de escribir igual a la que est, en el elstico estaba el Dr. Eduardo VAL VERDE ... que mientras que una .

    . .

    ,. persona a la que le decan 'Capitn' le tomaba los datos persona-les y de sus henridns, un grupo de personas golpeaba con los pu-os' y plnitdpis ii'VALVERDE que estaba en el elstico de cama, a la vez qwi 'lo llamaban por su apellido y le exiglan que diera su

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  • nombre de guerra; que la persona que estaba siendo golpeada testa que se llama Eduardo Va/verde ... ". En la querella iniciada por la esposa del Dr. VALVERDE (Expe-

    diente 15-M-83) ante el Juzgado Federal N 1, de esta ciudad, con fe-cha 17 de mayo de 1981, el magistrado dict la Resolucin media1nte la cual declara su incompetencia para seguir entendiendo en la ordenando su remisin al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas;. en uno de los considerndos dice: "Que respecto a la cuestin a resol-ver analizando la causa y valorando los testimonios de los Dres. Erio Alfredo BONETTO (fs. 36), Osvaldo Amadeo BEARZZOTTI (fs. 46), Jorge Alberto FURQUE (fs. 48) y los trminos de la denuncia (fs. 7-13), surge con claridad que el Dr. Eduardo VAL VERDE se present en forma espontnea ante el Puesto de Guardia ubicado en el Hospital Ae-ronutico, sito ~n Avda. Coln esquina Jujuy de. esta dudad, donde qued detenido y posteriormente ser conducido ante un pedido del3er Cuerpo de Ejrcito a la Crcel Militar "Campo de la Ribera"; esto es bajo jurisdiccin militar"

    O. L. V. -V. 34- (*), secuestrado, que fuera detenido junto con su esposa el21 de abril de 1977 en horas de la noche, relata sus tormen-tos en los siguientes trminos:

    " ... All me separan de mi mujer y me llevan a una habitacin don-de hay varias personas vestidas de civil, a patadas y trompada me tiran sobre una mesa y me preguntan por mi hermano L.E., que era delegado del Banco ... y militante peronista. Luego me ponen una bolsa de plstico sobre la cabeza, para asfixiarme; despus entra un individuo y dice que me saquen y me lleven a la 'parrilla'. Soy trasladado a otra pieza donde me desnudan y me tiran sobre una cama de metal, atndome de pies y manos, en cruz. Comienzan a pasarme corriente elctrica por todo el cuerpo, especialmente en la zona de los genitales. ffpbfa varias personas que se hadan llamar 'HB.; 'VERGARA; 'PACO' y una doctora 'DORITA'. Me dijeron que eran del Comando Libertadores de Amrica y que me iban a

    . matar a m y a toda mi familia 'ni tu viejo se va a salvar y lo vamos a-investigar por subversivo' se referan a mi padre que es Cornada-ro retirado. En esos momentos traen a mi mujer para que presen-cie como me torturaban. Siempre preguntndome sobre ml}erma-

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    no; luego me sacan del cuarto. Me gritan que a mi mujer la estn torturdndo lo 'mismo que antes haban hecho conmigo. Me llevaron alzado a una oficina, donde a golpes propinados por un palo en el cuerpo y los dedos de los pies, me preguntan por mis datos perso-nales. El interrogatorio se basa sobre las actividades de mi herma-no L. E. mostrndome una foto del mismo. Me dicen que a mi her-mano no lo buscan por haber matado a alguien, sino porque es pe-ligroso por su representatividad en el Banco y quieren que p~~ticipe en una reunin poltica sobre la infiltracin de la subverswn en los gremios, en la Iglesia, con los curas del Tercer Mundo y hasta en fas Fuerzas Armadas. Monseor Primatesta era considerado el Obispo rojo y adems dicen que ellos tenan las manos manchadas de sangre de obispos (por lo de Monseor Angele/li), y que de ese

    lugar no saldramos vivos. En ofro momento de la conversacin ~icen pertenecer a un grupo de ideologa fascista, siendo ellos ofic.za-les y suboficiales del Ejrcito, cuyo Jefe era el General MENEN-DEZ. Despotrican contra el General VIDELA, al que consideran un traidor. Me dieron muchos datos sobre mi hermano, mostrndome adems un croquis donde tenan nombres de personas a cuyo lado figura-ban las palabras muertos, en la cqrcel o jugados. En la pared ha-ba una maza de madera con una cadena colgando sobre un afiche que deca: 'EL EJCITO NACI CON LA PATRIA EL 25 DE MA-YODE1810'."

    II-2 LA PERLA CI-UCA (MALAGUEO)

    E. A. V. -A. 22- (*) Mdico y docente, manifiesta: "Que despus ile recobrar la libertad a fines de junio de 1 ~78, es detenido nuevamente el da 6 de julio de 1978, por el Temen te o Sub Teniente Jorge AFANI (AFFANI) y tropa a su mando. En_ e~ ~ismo procedimiento haban detenido al ciudadano P. P., dom1C1llado en Villa Nueva ... son trasladados, la madrugada siguiente en un _ camin al parecer Mercedes Benz, con caja cerrada. Iban venda-dos y esposados con las nanos atrs. Partieron con rumbo desco-nocido haciendo una parada previa, hasta llegar a un lugar. que

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  • despus se enterara que estaba en las proximidades de la Crdoba-Carlos Paz, dado que pudo observarla, adems de puente sobre nivel y una edificacin alta al frente ... los ponen una habitacin de muy pocas dimensiones, alrededor de diez sanas, paradas, vendadas, con las manos atadas por atrs. Re.~ue.rc da que al Doctor B., adems de esto, le ataron los pies y le ,~ .. ~ron una mordaza. Calcula que all estuvieron siete a nueve das n lo dejaban dormir, ni apoyarse en la pared, ni aflojar la rodi!ld. A~ que vean que lo haca, lo castigaban duramente. No les dieron de comer alimentos slidos y nicamente les permitieron tomar l~uidos ... ". Con fecha 3-5-84, el Dr. E. V. A., junto a la CONADEP, se consti-

    tuy en dependencias de la Seccin EXPLOTACIN DEL COMAN-DO DEL 3o CI)ERPO DE EJRCITO y procedi a efectuar un reco-nocimiento in situ del lugar.

    p. P. -12- Plomero y gasista, testimonia: "Para el Mundial de 1978,jue detenido con E. A., mdico ... los lle-van a una habitacin pequea, donde pasaron una semana aproxi-madamente, parados, vendados, atados de pies y manos con alam-bres o cables, sin comer casi y bebiendo de vez en cuando agua sa-lada. Allf deban hacer sus necesidades, ayudndose unos con otr?s, conv_irtindose todo esto en un verdadero chiquero. Al que se cma, vencido por el sueo, cansancio y el hambre, er golpeado

    . fuert~mente. Recuerdo el caso de C.D., persona mayor que se des-mayo, fue muy ~astigado, no reaccionando, lo que hizo que los se-cuestradores dyeran en una oportunidad: 'a este viejo lo vamos a llevar a los pozos: les ponan sonido permanente, tipo onda de ra-dio o bien los hacan dar vueltas, atados los unos con los otros mientras los guardias saltaban a su alrededor de manera extr:Wd todo conducente a la apiquilacin squica de los detenidos ... re~ cuerda a uno de los interrogadores ... que lo nombraban como RB o R V.". . ..

    . El declarante, el da 3-5-84, junto con la CONADEP reconoce a la Sescin EXPLOTACIN DEL COMANDO DEL 3 CUERPO DE EJERCITO, como la dependencia donde estuvo detenido.

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    II-3 CAMPO DE LA RIBERA

    Las aberraciones practicadas .en los centros clandestinos de deten-cin, parecieron no tener lmites. Al Campo de La Ribera fue llevada una nifia de catorce afios, ya ahora mayor de edad, quien relat as su triste experiencia:

    "La compareciente es conducida a otra cama ... entrada la noche, se acerca uno de los guardias y la amenaza con un arma, comien-za a desvestirla y manosearla. Debe aclarar que se encontraba en ese momento atada de manos y pies. Debido a la operacin del ta-biljue nasal, no poda respirar por la nariz, debiendo hacerla por la boca. El guardia coloc entonces el pene en !a boca de la com-pareciente. De inmediato, la seora que se encontraba en el piso, comenz a gritar y se despertaron todos, lo que oblig al guardia a que la dejara y comenzara a prenderle la ropa ... ". La declarante contina: "Al da siguiente la llevan al patio, previamente, una persona que dijo ser mdico procedi, bruscamente, a sacarle las vendas que con motivo de su operacin tenia en la nariz; dichas vendas se las haban colocado en el hospital cuando la operaron, iban por den-tro de la nariz llegando casi hasta la garganta ... ".

    ANDRS AVELINO YRRAZBAL -Y. 2- (*)Gendarme dice: " ... Pude escuchar, durante los interrogatorios, gritos de los dete-

    nidos, originados en golpes que, luego, se manifestaban en las di-ficultades que tenan los mismos en caminar de regreso hacia la cuadra ... ".

    JOS MARA DOMINGUEZ -D. 25- (*) Gendarme, testimonia: " ... En varias ocasiones conduje a los detenidos para ser interro-

    gados y pude ver, ingresando a dicha habitacin; que en la misma habla una mesa junto a un tambor de doscientos litros de capaci-dad, lleno de agua. Pude observar cmo los interrogadores sumer-

    . gan medio cuerpo delas_vfctimas en el tamqordeagua, en un pro-cedimiento que conocan como 'submarino'."

    CARLOS BELTRN -B. 8- (*). Gendarme, narra:

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    " ... A veces llevaban a un detenido para interrogarlo y antes ello, le ordenaban a los gendarmes que lo ablandara. El 'ablanda. miento', consista en que varios gendarmes conducan a los aereni-dos fuera del edificio, en un terreno ubicado en las pr

  • van en un camin en el piso, nuevamente al Departamento maciones de la PolicEa, donde permanezco un mes apl'OXim
  • . ' f;

    pro~edencia del detenido como Departamento D-2 Informacione d Pohcf_a Y con referencia a las sellas particulares: golpes en Ja c;a e tre ceJas, hematoma en el ojo izquierdo. La orden de remisin a la ce! _H~va la fmna del entonces Jefe del Departamento In1bnna(Jio11e Pohc~ales D-2, Inspector Mayor Ral P. TELLELDN.

    ? M .. S. -S. 49- (*), en la declaracin que efectu manifiesta: ... mzentras estaba detenido en la Crcel Penitenciaria de ~an Martn Y coetaneamente, por casualidad, con mi pedido de Izo, e/5. de mayo,de 1978 soy llevado de la crcel a la Divisi~ J::rmaczones. Allz soy brbaramente atormentado con golpes de nos, palos, Y gom~, patadas, picana elctrica, asfixia por agua bolsa de .nylon y szmulacros de fusilamientos. Engrillado a una red de dza y.de noche, no se me da comida y slo me sueltan ve.z al da para ir al bao ... el 9 de junio de 1978 fui devuelto a caree/ de Barrio San Martn, donde el mdico de ella constat que tena dos costillas fracturadas. Regres el 1 o de octubre con vo de ~~vestigarse el paso de cartas, por medio de presos comunes Y !amzlzares de estos ... All tuve oportunidad de ver mi es110s,a barbaramente torturada y semiinconsc;nte ... autores de los tor-

    m~ntos fueron, e~ !'':imer trmino, los Comisarios ROMANO y ES-TEBAN de la DlV~szn Informaciones de la polica. Bajo sus rde- ~s. actuaron varzas personas, alias 'EL CARNICERO: 'LA ARA-~~ .. ~~tre ellas un colaborador de apodado 'CHARLIE MOO-

    L. D. L. A. -L. 2- (*) , detenido en la noche del 2 al 3 de febrero de 1977 declar que:

    " ... fue deteni~o po': personal perteneciente al entonces Departa-mento ~e Intelzgencza de la Policfa de la Provincia (D 2), quienes proce~zeron a trasladar._lo a la sede de esa dependencia sita en el Pasaje Santa Catalina, donde se le comunica que quedaba deteni-do por parte d~ un Oficial Sub-Ayudante SALGADO y desde ese

    momen~o: me znscribe en un Libro de Actas donde constabadicho procedzmzento .. !Zl dicente, L. D. L. A. se desempeaba al momen-to de la detenczon como empleado de la polica, como Oficial Sub-Ayudante del Escalafn Tcnico de Criminalstica, afiliado a la

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    Caja de Jubilaciones N ... , teniendo al momento de producirse es-te hecho, una antigedad de 8 aos y 5 meses. De~de entonces, y

    por el lapso de 6 das, permaneci en las dependencias de esa Uni-dad, donde fue sometido a aberrantes torturas fisicas y psquicas, mantenindoselo sin comida ni bebida, sin poder ir al bao, desde el momento de su detencin hasta el domingo siguiente, momento en que le fue permitido ingerir alimentos. Las torturas consistieron en golpizas generalizadas hasta el desvanecimiento y el mtodo co-nocido como 'mojarrita', que consista en mantener a la vctima acostada en el suelo o en una tarima inmovilizada, tapndose/e la bca y la nariz con un trapo y cuando la vctima abra la boca pa-ra respirar se le echaba agua en grandes cantidades. Este trata-miento se reiter durante todo el perodo de detencin del nombra-do y hasta su paso a la Prisin Militar del Campo de la Ribera. Al estar permanentemente esposado y vendado, ello determin que la musculatura de las manos se insensibilizara y deteriorara hasta el punto de necesitar atencin mdica, situacin sta que dur hasta agosto de 1977 ... En ese perodo estaba como Jefe de Inteligencia el Inspector TELLELDN, quien lo amenaz personalmente y lo golpe hacindole sacar la venda de los ojos. El da mircoles si-guiente, cerca del medioda, me ordenan dejar todos los elementos y pasar por la guardia, v~ndado, donde me obligaron, bajo amena-zas con una pistola en la nuca, afirmar la restitucin de mis efec-. tos que, en la prctica, no me fueron restitudos. Cabe acotar que varias veces en el curso de los interrogatorios fui objeto de simula-cros de asesinato a boca de jarro percutndoseme una pistola en la sien ... 11

    II-5 CASA DE LA DIRECCIN PROVINCIAL DE HIDRULICA Otra significativa serie de testimonios revela el sometimiento a tor-

    turas de varias personas en el inmueble de propiedad de la Direccin de Hidrulica, ybi9!1do en las irunedi~ciones del Dique San Roque, que estuviera asignado a Inteligencia deJa l'olica de la Pl"viricia pru'aruF cionar como Centro de Detencin Ilegal. El caso fue oportunamente denunciado por esta Delegacin ante la pretensin infructuosa del Juez

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  • de Instruccin Militar, para alegar su competencia sobre el tema y ~arlo ~el .~bito del ~ribunal Federal, ste adopto diversas medidas mvestigac10n que ratificaron el contenido de la presentacin. En cular~ cabe destacar la ratificacin de los testimonios elevados y la traccin de tres