IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS. Forestal general/UGP - Sector... · DEL PARAGUAY RAZONANDO...

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IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS DEL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO ING. AGR. (M.SC.) ALFREDO SILVIO MOLINAS M. UNIÓN DE GREMIOS DE LA PRODUCCIÓN Asociación Rural del Paraguay (ARP) Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) Federación de Cooperativas de Producción (FECOPROD) Federación Paraguaya de Madereros (FEPAMA) Cámara de Fitosanitarios y Fertilizantes (CAFYF) Cámara Paraguaya de la Carne (CPC) Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (APROSEMP) Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales (APS) Cámara Paraguaya de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CAPASAGRO) Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) Cámara Paraguaya de la Stevia (CAPASTE) Brasilia 939 - Tel. 595-21-224232 Asunción - Paraguay [email protected] www.ugp.org.py DISEÑO: JAVIER GIMÉNEZ [email protected]

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IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOSDEL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYOInG. AGR. (M.SC.) ALfREDO SILvIO MOLInAS M.

UNIÓN DE GREMIOS DE LA PRODUCCIÓN

Asociación Rural del Paraguay (ARP)Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO)Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP)Federación de Cooperativas de Producción (FECOPROD)Federación Paraguaya de Madereros (FEPAMA)Cámara de Fitosanitarios y Fertilizantes (CAFYF)Cámara Paraguaya de la Carne (CPC)Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (APROSEMP)Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales (APS)Cámara Paraguaya de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CAPASAGRO)Sociedad Nacional de Agricultura (SNA)Cámara Paraguaya de la Stevia (CAPASTE)

Brasilia 939 - Tel. 595-21-224232

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EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

TAbLA DE CONTENIDO

2 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 3

CAPÍTULO I IMPORTANCIA DEL SECTOR PRODUCTIVO AGRO-RURAL EN EL DESARROLLO ECONÓMICO, SOCIAL Y AMBIENTAL DEL PARAGUAY 6

1. Características Generales del Paraguay 8

2. Escenario Económico y Social en el Paraguay sobre las Bases Productivas del Sector Agro-Rural 9

a. Evolución del Sector Agropecuario en las últimas décadas 11

b. El Sector Agrícola 13

c. El Sector Pecuario 15

d. El Sector Forestal 17

3. Caracterización de los Tipos de Estructuras Productivas en el Sector Agro-Rural del Paraguay 19

a. Agricultura Familiar No Mecanizada 19

b. Agricultura Empresarial Mecanizada 27

4. Transformaciones Sociales y Económicas y su impacto en el uso del Territorio Agro-Rural del Paraguay 31

a. La Pobreza, el Acceso a la Tierra y la Convulsión Social en el Sector Agro-Rural 31

b. Principales hallazgos del Censo Agropecuario Nacional - 2008 34

i. Región Oriental 37

ii. Región Occidental 43

c. Innovaciones Territoriales e Impactos Positivos de los Emprendimientos 44

d. Recomendaciones y Herramientas para Contribuir con el Desarrollo Sostenible en el Sector Agro-Rural 48

CAPÍTULO II EL POTENCIAL DE LOS RECURSOS NATURALES PRODUCTIVOS DE LAS TIERRAS EN EL PARAGUAY 52

1. El Potencial de los Recursos Naturales en el Paraguay 54

2. Biodiversidad y Diversidad Biológica 55

3. Situación de las Áreas Silvestres Protegidas 57

4. Recursos Forestales 61

a. Región Oriental 61

b. Región Occidental 66

CAPITULO III EL USO ACTUAL DE LAS TIERRAS EN LA REGIÓN ORIENTAL DEL PARAGUAY RAZONANDO SOBRE LA CAPACIDAD NATURAL PRODUCTIVA DE LAS TIERRAS Y DEL POTENCIAL NATURAL PRODUCTIVO DE LOS SUELOS 70

1. Caracterización General de la Región Oriental 72

2. Potencial Natural Productivo de los Suelos 73

a. Los Ultisoles 74

b. Los Alfisoles 77

3. Clasificación de la Capacidad Productiva de las Tierras 78

4. Uso Actual y Cobertura Boscosa de la Tierra 83

a. Uso Actual y Cobertura Boscosa de la Tierra según Regiones Productivas 90

i. Región I - Departamentos de Itapúa, Alto Paraná, Canindeyú y Amambay 90

ii. Región II - Departamentos de Caaguazú, Guaira y Caazapá 91

iii. Región III - Departamentos de Concepción y San Pedro 92

iv. Región IV - Departamentos de Paraguarí, Cordillera y Central 93

v. Región V - Departamentos Ñeembucú y Misiones 94

b. Capacidad Uso de la Tierra y la Cobertura de Superficie del Cultivo de Soja 94

5. Referencias para el Uso y Manejo Racional de los Recursos Productivos 96

BIBLIOGRÁFIAS CONSULTADAS 100

ANEXOS 102

APAI Asociación Paraguaya de Arroceros de ItapúaAPAMI Asociación Paraguaya de Arroceros de MisionesARP Asociación Rural del Paraguay BCP Banco Central del ParaguayCADELPA Cámara Algodonera del ParaguayCAN Censo Agropecuario Nacional CAP Coordinadora Agrícola del ParaguayCAPASU Cámara Paraguaya de SupermercadosCAPECO Cámara Paraguaya de Exportación y Comercializadores de Cereales y OleaginosasCAPEXSE Cámara Paraguaya de Exportadores de Sésamo DAP Empresa Desarrollo Agrícola del ParaguayDEAG Dirección de Extensión AgrariaFEPAMA Federación Paraguaya de Madereros IBR Instituto de Bienestar RuralINDERT Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra INBIO Instituto de BiotecnologíaMERCOSUR Mercado Común del SurPIB Producto Interno BrutoPLANEX Plan Nacional de ExportaciónREDIEX Red de Inversiones y ExportacionesSAS Secretaria de Acción Social SENAVE Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas UGP Unión de Gremios de la ProducciónUSAID Agencia del Gobierno de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

Cuadro Nº 1 Participación del Sector Agropecuario y Forestal en el PIB Nacional (En%) 9Cuadro Nº 2 Evolución del PIB. Sector Agropecuario y Forestal. Variación Porcentual. 10Cuadro 3 Estimación de la Producción de los principales Rubros Agrícolas. 13Cuadro 4 Evolución del Valor de las Exportaciones de Productos Forestales (En US$).. 17Cuadro 5 Porcentaje de la población según estatus de pobreza, 2002-2007. 29Cuadro Nº 6 Cantidad y Superficie de Fincas Agropecuarias. Región I. Periodo 1991/2008. 35Cuadro Nº 7 Formas de Tenencia de la tierra. Región I. 2008. 35Cuadro Nº 8 Cantidad y Superficie de Fincas Agropecuarias. Región II. Periodo 1991/2008. 36Cuadro Nº 9 Formas de Tenencia de la tierra. Región II. 2008. 36Cuadro Nº 10 Cantidad y Superficie de Fincas Agropecuarias. Región III. Periodo1991/2008 37Cuadro Nº 11 Formas de Tenencia de la tierra. Región III. 2008. 37Cuadro Nº 12 Cantidad y Superficie de Fincas Agropecuarias. Región IV. Periodo 1991/2008. 37Cuadro Nº 13 Formas de Tenencia de la tierra. Región IV. Periodo 1991/2008. 38Cuadro Nº 14 Cantidad y Superficie de Fincas Agropecuarias. Región V. Periodo 1991/2008 38Cuadro Nº 15 Formas de Tenencia de la tierra. Región V. 2008. 39Cuadro Nº 16 Situación de la Tenencia de las Tierras de la Región Occidental 39Cuadro Nº 17 Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas en la Región Occidental. 51Cuadro Nº 18 Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas en la Región Oriental 53Cuadro Nº 19 Sitios de Deforestación Identificados por el Monitoreo de Deforestación. Periodo 2005/2008. 57Cuadro Nº 20 Cobertura del Bosque Nativo Continuo por Departamentos en la Región Oriental del Paraguay. Julio, 2008. 58Cuadro Nº 21 Distribución de los Tipos de Suelos en la Región Oriental del Paraguay (Sistema Soil Taxonomy. USDA, 1992) 67Cuadro Nº 22 Distribución de la Capacidad de Uso de la Tierra en la Región Oriental…. 73Cuadro 23 Uso de las Tierras 76Cuadro Nº 24 Uso Actual y Cobertura de la Tierra en la Región Oriental 77Cuadro Nº 25 Sobre Posición del Mapa de Capacidad Uso de la Tierra y Uso Actual y Cobertura de la Tierra en la Región Oriental del Paraguay 78Cuadro Nº 26 Sobre Posición del Mapa de Capacidad Uso de la Tierra y Uso Actual y Cobertura de la Tierra en la Región Oriental del Paraguay 81Cuadro Nº 27 Capacidad de Uso de las Tierras en la Región Oriental sobre Cobertura de Soja. Zafra 2009/10 87Cuadro Nº 28 Capacidad de Uso de las Tierras en la Región Oriental sobre Cobertura de Soja. Zafra 2009/2010 87

Anexo 1 Uso de la Tierra y Vegetación Región Oriental del Paraguay 95Anexo 2 Uso Actual y Cobertura Vegetal de la Región Occidental del Paraguay 96Anexo 3 Mapa de Tipos de Suelo en la Región Oriental del Paraguay 97Anexo 4 Mapa de Capacidad de Uso de la Tierras de la Región Oriental del Paraguay 98Anexo 5 Mapa de Distribución Geográfica de las Áreas Silvestres Protegidas 99Anexo 6 Superficies en HECTAREAS de la Distribución de la Capacidad de uso de la Tierra (USDA), Campaña Agrícola 2009/2010 106Anexo 7 Mapa de Evaluación de la Ley de Deforestación Cero 102Anexo 8 Cantidad y Superficie de Fincas Agropecuarias. Periodos 1991/2008. 103Anexo 9 Cantidad de Fincas y Forma de Tenencia de la Tierra 103Anexo 10 Cantidad y Superficie de Fincas en diferentes formas de Tenencia de la Tierra 104Anexo 11 Cantidad de Fincas con Superficie Cultivada 105Anexo 12 Tamaño de Fincas y Superficie Cultivada. 105Anexo 13 Cantidad de Fincas con superficie cultivada 106Anexo 14 Cantidad de Fincas con Superficie Bajo Labranza 107Anexo 15 Cantidad de Fincas según Uso de la Tierra. 108Anexo 16 Cantidad y tamaño de Fincas según el Uso de la Tierra 109

Gráfico 1 Población ocupada por rama de actividad económica. 2008 10Gráfico 2 Comportamiento histórico de la Producción de Algodón 12Gráfico 3 y 4 Cantidad y Superficie de Fincas censadas. 2008. 32Gráfico 5 Variación de las Fincas Agropecuarias, según Tamaño de Finca. 1991/2008.. 33Gráfico 6 Distribución de Productores, según Formas de Tenencias de Tierras 34Gráfico7 Distribución de la Superficie, según Formas de Tenencias de Tierras 34

LISTA DE CUADROS LISTA DE ANExO

LISTA DE GRáFICOS

LISTADO DE ACRóNIMOS

CAPITULO

Importancia del sector productivo agro-rural en el

desarrollo económico, social y ambiental

del Paraguay

1

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

8 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 9

El Paraguay es un país mediterráneo ubi-cado entre los paralelos 19º 18” y 27º 30” y los meridianos 54º 19” y 62º 38” oeste, ubi-cado en el corazón de Sud-América, limi-ta con Brasil, Argentina y Bolivia, y se en-cuentra a unos 800 kilómetros de distan-cia del Océano Pacífico y a unos 600 kiló-metros del Océano Atlántico. Posee una superficie de 406.752 Km2.

El país está dividido por el río Paraguay en dos grandes regiones fisiográficas bien di-ferenciadas, la Occidental o Chaco, consti-tuida por una inmensa planicie sedimen-taria de origen aluvial, que representa el 60% del territorio y contiene tan sólo el 3% de su población; y la Región Oriental, que es donde tienen lugar la mayor parte de las actividades económicas del país, in-cluyendo la agropecuaria y las extraccio-nes forestales, ocupa el 40% del territorio nacional y alberga el 97% de la población. Políticamente, el territorio paraguayo está dividido en la Capital, Asunción, y 17 de-partamentos, 14 de los cuales se encuen-tran ubicados en la región Oriental, y 3 en la Occidental.

En el año 2008 , la población del Para-guay ascendía a 6.230.143 habitantes, de los cuales el 58% (3.611.049) reside en áreas urbanas, y 41,4% en áreas rurales (2.552.869). La distribución por sexo a ni-vel nacional muestra que la proporción de hombres es de 51% (3.149.475) y de mu-jeres, 49% (3.080.668). La estructura por

edad revela un país predominantemente joven donde el 61,3% de la población tie-ne menos de 30 años.

El Paraguay es una república unitaria or-ganizada en tres poderes de Estado inde-pendientes: los poderes Ejecutivo, Legisla-tivo y Judicial. Desde la transición de la de-mocrática con la Constitución Nacional de 1992, se han venido realizando reformas y creando espacios que permitieron me-joras políticas y económicas, aunque per-sisten debilidades que se deben enfrentar buscando la estabilidad política y la go-bernabilidad democrática. Entre los desa-fíos más importantes, se halla el apuntalar los modelos de producción exitosos que se han venido desarrollando con gran es-fuerzo, principalmente desde el sector pri-vado.

La economía paraguaya se caracteriza por ser pequeña y abierta, con amplia depen-dencia de su comercio exterior. Su modelo económico está basado en la producción y exportación de rubros agropecuarios, así como también en el comercio de impor-tación y re-exportación de productos de consumo, la mayoría de los cuales ocurre en el sector económico informal. Los ru-bros agropecuarios que generan mayores divisas al país son la soja, carne y sus de-rivados, residuos y desperdicios de la in-dustria alimenticia y alimentos prepara-dos para animales, grasas y aceites de ori-gen animal y vegetal, cereales como el tri-

1. CaraCterístiCas Generales del ParaGuay

2. esCenario eConómiCo y soCial en el ParaGuay sobre las bases ProduCtivas del seCtor aGro-rural

go, arroz, maíz y sorgo, tejidos como pieles y cueros, así como prendas y complemen-tos de vestir entre otros.

La dualidad productiva es la característica principal del sector agropecuario donde coexisten un sector exportador dinámico

caracterizado por la producción de cerea-les, oleaginosas y carne; y un sector tra-dicional e intensivo en mano de obra de-nominado Agricultura Familiar, dedicado principalmente a la producción de rubros como el algodón, el sésamo y varios culti-vos de subsistencia.

El Paraguay es y seguirá siendo un país cuyo crecimiento económico y desarrollo social dependen en gran medida del sec-tor agropecuario y forestal. No podemos desconocer como paraguayos que el sec-tor Agro-Rural ofrece la base alimentaria a nuestra población, constituye la princi-pal fuente de capacidad adquisitiva exter-na, produce las materias primas que serán procesadas por el sector agroindustrial y absorbe una considerable proporción de los recursos humanos del país. Esta con-dición nos obliga a seguir luchando para superar y mejorar cada vez más los bajos niveles de productividad en uso de las tie-rras para fines agrícolas.

Paraguay es conocido mundialmente por la producción de rubros agrícolas tradicio-nales, entre ellos la soja, algodón, maíz, tri-go y otros, aunque en los últimos años se

ha observado una tendencia creciente del cultivo de rubros no tradicionales y mayor participación de las actividades del sec-tor terciario, especialmente, el subsector servicios. Nuestro crecimiento y desarro-llo socio-económico se caracteriza por ser pequeño y abierto al comercio internacio-nal, con una amplia hegemonía de expor-taciones e importaciones hacia los merca-dos de la región, preferentemente el Brasil.

Categóricamente el sector agropecuario y forestal de nuestro país constituye la ba-se más sólida del desarrollo paraguayo. Es-te sector genera en torno al 25% del PIB, ocupa el 26,5% del empleo (unas 745.248 personas) y contribuye con el 90% de las exportaciones nacionales. El aporte tri-butario del sector en el 2008, fue de US$ 541,6 millones, lo que representó un 28% de los ingresos del Estado.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

10 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 11

Durante el periodo 2004/2008, el sector primario ha venido creciendo en un pro-medio de 6,14 %, a la agricultura corres-ponde 6,7 %, a la ganadería un crecimien-to de 6,6 %, y el sector forestal 3,7 %. Este crecimiento económico favorable de los últimos años es atribuible al buen desem-peño de algunos productos como los gra-nos y la carne, la apertura de nuevos mer-cados, y los precios buenos registrados en los mercados internacionales.

Al cierre del 2009, el PIB presentó una ta-sa de decrecimiento del -3,8% con respec-to al año anterior, interrumpiéndose la fa-se de expansión de la economía paragua-ya tras seis años ininterrumpidos de des-envolvimiento económico positivo, con lo cual la tasa promedio de aumento de la actividad económica en los últimos seis años es del 3,3%.

Las estimaciones del primer semestre de 2010 indican que el PIB creció en 10,9% comparando con el mismo periodo del 2009, mostrando una fuerte recuperación de la economía a nivel nacional, compara-ble con Brasil cuyo PIB creció 9% el mis-mo periodo. La recuperación de nuestro país se sustenta en el crecimiento de la agricultura en 28% producto de la zafra 2009/10. Este crecimiento histórico de la agricultura está fuertemente influencia-do por el sector sojero y por las activida-des ligadas a la agro-industria. La posición de los sectores primarios de producción, específicamente de la agricultura y la ga-nadería, nos obliga a conocer la situación del potencial y el uso actual de los recur-sos naturales productivos de nuestro país y en particular de la Región Oriental del Paraguay.

A. EvOLUCIón DEL SECTOR AGROPE-CUARIO En LAS úLTIMAS DéCADAS

Durante la década del `70, la economía paraguaya tuvo un crecimiento elevado y sostenido del PIB, debido a la construc-ción de la represa de Itaipú, la expansión de la frontera agrícola y las inversiones en infraestructura vial, lo que permitió que el país creciera en promedio por encima del 8% anual. En lo que se dio en llamar la “Marcha hacia el Este”, se incorporaron grandes superficies agrícolas en la zona este del país, permitiendo aumentos con-siderables en la producción de soja, tri-go y carne bovina, en explotaciones co-merciales de grandes dimensiones. Tam-bién aumentó la producción de algodón y tabaco para la exportación en las fincas campesinas, así como la producción de

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ImportancIa del sector productIvo

12 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 13

otros rubros para el consumo interno co-mo el maíz y la mandioca. Los volúmenes de producción de soja y algodón lograron significativos aumentos, de 400% a 500% respectivamente, a pesar de que los nive-les de base eran muy bajos. Así mismo, los rubros destinados al mercado local crecie-ron en proporciones no muy superiores al 20% y 25%.

En esta época, destaca la incorporación al proceso productivo de migrantes ja-poneses y los denominados brasiguayos, quienes han contado con mayores recur-sos que los connacionales (acceso al cré-dito externo para la inversión en infraes-tructura e insumos), asociados al mejor y adecuado aprovechamiento de los recur-sos naturales altamente productivos, que permitieron en gran medida el auge del sector primario en esta región de nuestro país.

Después de esta etapa de crecimiento, la economía paraguaya se desaceleró consi-derablemente durante las décadas de los `80 y `90. Durante los años 80, la tasa de crecimiento anual apenas superó el 3%, un índice un poco mayor que el crecimien-to de la población. Este bajo crecimiento tuvo como causas principales la drástica caída de los bajos precios internacionales del algodón y la soja y, en menor medida, por las condiciones climáticas adversas, pero pese a ello, continuó la expansión de la soja, el algodón y otros cereales.

En los primeros años de la década del ´90 el sector agrícola sufrió una nueva crisis, y se experimentaron tasas de crecimien-

to negativa en los años 1991, 1992 y 1994, debido a factores que incidieron de forma negativa como el bajo rendimiento de los principales rubros, las condiciones climá-ticas, el ataque de plagas, y los bajos pre-cios internacionales, repercutiendo en los niveles de ingreso y la calidad de vida de la población Agro-Rural. Se eliminaron también los precios mínimos para los ce-reales y de referencia para el algodón, sin embargo se implementaron otras formas de apoyo como la entrega de semilla de algodón, las tasas de cambio preferencial, y créditos subsidiados. Desde 1996 y en forma continuada el crecimiento anual de la economía se ubicó por debajo del creci-miento poblacional.

El despegue de la producción en la Región Oriental se concentró en dos rubros orien-tados primordialmente a los mercados ex-ternos, la soja en el marco de la Agricultu-ra Mecanizada, y el cultivo del algodón en el marco de la Agricultura Familiar, lo que generó importantes ingresos de divisas.

El algodón, principal rubro de la Agricultu-ra Familiar, registró en la campaña agríco-la de 1970/71 una producción de 16.600 Ton., en 1980/81 de 253.263 Ton. y en 1990/1 de 753.000 Ton., la mayor produc-ción registrada para este rubro a nivel na-cional.

A. EL SECTOR AGRíCOLA

Durante el periodo 2004/2008, la agricul-tura ha venido creciendo en promedio de 6,7%, registrándose en el 2009 una retrac-ción de -23,8%. En el 2009, su participa-ción en el PIB fue del 16%, disminuyendo 4,2% respecto al año anterior.

Según datos del BCP en el 2009, la produc-ción de soja alcanzó unas 4.152.660 ton., inferior en 38,9% a la cantidad cosechada durante el 2008, con una notable disminu-ción del rendimiento del orden del 37,8%.

La producción del algodón siguió con su tendencia a la baja, con una disminución a del 61,1% respecto al año 2008, finalizan-do la campaña algodonera con una pro-ducción de 25.000 ton. y una superficie cultivada de 50.000 Ha., cifras que repre-

sentan una disminución de la superficie cultivada y del rendimiento por hectárea de 23,1%, y 49,4%, respectivamente.

La producción de sésamo también se vio afec-tada por los efectos climáticos adversos, regis-trando una disminución muy importante en el volumen de producción. El sésamo en el año 2009 cubrió una superficie de 100.000 Ha.

Los cereales (trigo, maíz y arroz) mostra-ron un comportamiento positivo. A Di-ciembre del 2009 se exportó por un valor de USD 467,9 millones, monto 25% supe-rior a lo alcanzado durante el mismo pe-ríodo del año 2008.

En el Cuadro 3 se presenta la estimación de la producción de los principales ru-bros agrícolas, zafras agrícolas 2008/09 y 2009/10.

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14 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 15

Según refiere el informe mensual de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Co-mercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) en los primeros cinco meses del 2.010, las exportaciones de maíz se incre-mentaron en el orden del 11%, con res-pecto al mismo periodo del año anterior, representa un incremento de divisas del orden de 19.000.000 de USD. En el 2010, se exportó por valor de 167.000.000 de USD, frente a los 148.000.000 de USD ex-portados en la temporada anterior. Este incremento de las exportaciones se sus-tenta en la mayor demanda de los países que adquieren el producto.

El mismo informe de CAPECO refiere que en el 2.010, las exportaciones de girasol sufrieron una importante retracción del 61%. El volumen de envíos de girasol re-gistrados en el 2009 estuvo en el orden de

las 165.800 Ton., frente a las 65.185 Ton., registradas en el 2.010. Esto representa unas 100.000 Ton. menos, que se traduce en una merma en el ingreso de divisas de aproximadamente 23.000.000 de USD.

Los productos de origen agrícola son ex-portados a más de 100 países del mundo y se caracterizan por su alta calidad e ino-cuidad. Los logros de este sub sector son destacables a nivel nacional e internacio-nal, de forma que Paraguay es:

• El 6to mayor productor de soja (sucedién-dole a USA, Brasil, Argentina, China e India en los primero lugares), y 4to en términos de volumen exportado mundialmente (sucediéndole a Brasil, USA y Argentina en los primero lugares). En el año 2006, las ex-portaciones de soja representaron 23,1% del total de las exportaciones.

• Se posiciona a nivel mundial en el pri-mer puesto en producción de azúcar orgánica y en el segundo puesto en producción de algodón orgánico en América Latina.

• El 85 % de la producción de grano ba-jo el sistema de siembra directa lo que ubica al país como Líder Mundial en adopción, con más de 1.700.000 de Ha.

A. EL SECTOR PECUARIO

Durante el periodo 2004/2008, la gana-dería ha venido creciendo en un prome-dio de 6,6 %, registrándose en el 2009 un aumento del 4%. En el 2009, su participa-ción en el PIB fue del 6,4%.

En el 2008 la producción ganadera ocupa-ba unas 26.000.000 Ha. con aproximada-mente unos 9.982.900 cabezas de gana-do vacuno, cuyos dueños corresponden a unos 115.000 ganaderos propietarios. El volumen de exportación de carne bovina fue de 154.218 Ton. con destino a países como: Brasil, Chile, Líbano, Israel, Rusia, entre otros.

Unas 17 empresas exportan la carne va-cuna procesada en industrias frigoríficas, mientras que unas 2.500 carnicerías pro-cesan la carne vacuna para el consumo nacional. Las empresas de exportación de carne bovina más importantes en el país son Quality Meat SA, Chortitzer Komitee, Friasa SA, Frigorífico Guaraní SA, Carpe Diem SA, Sunser SA Comercial Industrial y Cooperativa Neuland Ltda.

Desde julio de 2008, la Unión Europea (UE) reabrió su mercado a la carne paraguaya y habilitó a que nuestro país pueda expor-tar anualmente hasta 1.000 toneladas de carne vacuna de alta calidad, conocida co-mo Cuota Hilton, y en forma ilimitada los demás cortes de carne vacuna. Así mismo, empresarios americanos están muy inte-resados en exportar carne pre-cosida al exigente mercado norteamericano.

No podemos dejar de señalar que las alianzas público-privadas han permitido mantener el estatus sanitario de país libre de aftosa con vacunación y mantener un nivel mínimo de riesgo a que la produc-ción sufra los problemas de la vaca loca.

Para el 2010 existen grandes expecta-tivas de superar el record de exporta-ción de carne por un valor estimado de 850.000.000 US$.

Las menudencias y los vacíos congelados en los periodos de 2003 a 2007 presenta-ron una variación positiva en las exporta-ciones. La industria del cuero se concen-tra en la producción de Cuero y Descarne, con exportaciones totales de productos del 78%, siendo los principales destinos Italia y Argentina.

La producción de leche se encuentra bien posicionada, la producción global se esti-ma en 1 millón de litros por día, volumen que permite abastecer el 90% de la de-manda interna del producto. 800.000 li-tros por día ingresan a la industria como materia prima para las diferentes líneas de procesamiento.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

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16 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 17

Estudios técnicos estiman que un creci-miento promedio del 5% lograría que Pa-raguay se convierta en país exportador de leche. Así mimo existes inversionistas interesados en la fabricación de leche en polvo, estudios de factibilidad arrojan re-sultados positivos al respecto, sin embar-go todavía existe insuficiente disponibili-dad de materia prima, requiriéndose unos 100.000 a 150.000 litros por día adiciona-les.

La permanente adecuación de la cadena productiva a los estándares de calidad, sa-nidad e inocuidad constituye uno de los desafíos centrales, siendo imprescindible desarrollar intensos esfuerzos para la for-mación del capital humano en todos los niveles, en especial en el nivel de los pe-queños productores que van incorporán-dose a la cadena, en carácter de provee-dores de materia prima, puesto que se re-conoce que el problema de la calidad, si bien se encuentra más acentuado en el mencionado estrato, no es privativo del mismo.

La tendencia para otros productos y sub-productos cárnicos también es favorable, puesto que existe una demanda constan-te para la exportación de carnes de cerdo y pollo.

El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Animal (SENACSA) en el año 2006 deter-minó la existencia de ganado porcino en la Región Oriental de 1.478.220 cabezas y en la Región Occidental 30.946 cabezas. La cantidad de establecimientos registra-dos, medianos, e industriales, dedicados

a la explotación de cerdos ascendía a un total de 300 en el país, con un 40% en el sistema intensivo, 26% semi-intensivo, el 12% mixto y el 6% extensivo, cuya finali-dad de explotación es el engorde, ciclo completo, cría y cabaña. El volumen de carne de cerdo exportado en el año 2006 fue de 20.353.666 Kg., con destino a países como Angola, Corea del Sur, Ecuador, Ru-sia, Uruguay, entre otros.

La producción carne de pollo y huevos, se realiza en sistemas extensivos e intensi-vos, pues es una actividad que se desarro-lla tanto a nivel de pequeños producto-res como a nivel de empresas comerciales que invierten en la producción. La distri-bución de las granjas avícolas registradas al año 2007, abarcan los Departamentos Central, Guairá, Itapúa, Cordillera, Presi-dente Hayes, Alto Paraná, Caaguazú y Pa-raguarí.

La producción de pollo presenta una ten-dencia de incrementarse en cantidad y rendimientos productivos, así como el mejoramiento para la presentación com-petitiva del producto final en la fase co-mercial, las principales inversiones realiza-das incluyen nuevos planteles, plantas de incubación, plantas de faena, frigoríficos, y galpones con ambiente controlado.

El contrabando de pollos es uno de los principales problemas de la producción nacional, en los meses de enero a mar-zo del 2009 sobrepasando los controles aduaneros y sanitarios trajo aparejada una merma de entre 40% y 50% de las ventas fronterizas de las dos principales indus-

trias avícolas del país, así también el ingre-so ilegal de pollos y huevos “tiene vía libre” debido al término del acuerdo de fiscali-zación de los gremios con las instituciones del Gobierno para competir con estos fla-gelos.

El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Animal (SENACSA), registró en el 2006 la existencia en aves de corral de 17.857.483 cabezas, en tanto que el registro de fae-namiento en establecimientos con ins-pección veterinaria arrojó un total de 25.610.851 aves faenadas, mientras que la exportación de pollo se efectuó por un va-lor total de 451.764 US$ a los países de Ru-sia y Liberia.

En el 2009 se faenaron 36.202.619 pollos parrilleros, lo que representa unas 76.000 Ton., siete años atrás la producción de po-llos estaba en el orden de 18.493.626 aves faenadas, unas 38.000 Ton., lo que de-muestra una eficiencia en la producción avícola en el Paraguay y que puede com-petir con el Brasil y cualquier otro produc-tor del mundo.

Nuestra producción presenta un constan-te crecimiento a lo largo de los años, la faena del año 2009 fue de 36 millones de aves, equivalentes a 76 millones de kilos de carne. Según el CAN 2008, en Paraguay existen alrededor de 131 granjas produc-toras de pollos y seis plantas de faena. El sistema de producción es de integración vertical, donde las granjas avícolas son patrocinadas por las industrias faenado-ras, lo cual permite incorporar a pequeños productores dentro de la cadena produc-

tiva. El destino de la producción es princi-palmente el mercado interno, pero las ex-portaciones están comenzando a adquirir importancia.

Nuestro país posee una estructura pro-ductiva a nivel carnes en el país, la carne bovina ocupa el primer lugar, con el 77% del total, le acompaña la carne de pollo, con 19,5%, y en tercer lugar la carne por-cina, con 3,5%, la carne de aves desde la perspectiva del consumo, ese orden cam-bia y la carne aviar pasa a ocupar el primer lugar en crecimiento de la demanda a ni-vel nacional.

En ese sentido, consideró que cerca del 80% de la producción de carne bovina es exportada, mientras que en el caso de la carne del pollo, el porcentaje de envío al exterior es de menos del 3%. En cuanto a la exportación, dijo que en el 2009 se ex-portaron 1,92 millones de Kg. de carne de pollo, lo que significó un ingreso de US$ 2,36 millones. (2,5% de la producción).

b. EL SECTOR fORESTAL

El conjunto de las actividades forestales en nuestro país representa actualmente el 3,9% del PIB, dos tercios provenientes del aprovechamiento directo de los pro-ductos y sub-productos provenientes del bosque nativo y sólo un tercio de la trans-formación industrial, las exportaciones lle-gan a más de 100 millones de US$, pero se importa una cifra similar en productos de origen maderero, como papeles, cartones y sus manufacturas.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

18 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 19

El BCP indica que en los años el sub-sec-tor forestal ha venido contribuyendo con aporte positivo en la variación de las ex-portaciones de 2,0% (2003), alcanzando un pico la variación de 6,8% en el 2005, pero esta variación decae a 2,0% (2006) y

2,5% (2007) en el aprovechamiento fores-tal. Actualmente el sector forestal en nues-tro país, da ocupación de forma directa o indirecta a más de 200.000 personas, con-tribuye en buena medida a los ingresos del sector público.

Existe gran potencial forestal, cuyo apro-vechamiento se justifica tanto por los re-tornos directos como por las economías externas ligadas a la preservación, exis-ten ventajas competitivas para producir maderas y aumentar las exportaciones fo-restales con alto valor agregado, y aprove-char los bosques plantados de rápido cre-cimiento para el abastecimiento y la ex-portación de leña, carbón y materiales de construcción.

El principal producto forestal son los pi-sos parquet de alto valor agregado y de muy buena calidad, que representan casi el 50% de las exportaciones de este sec-tor y cuyos mercados de destino son USA, UE, y Japón.

Existen unas 40 empresas que se dedican a la producción del carbón. Según datos de la Federación Paraguaya de Madereros (FEPAMA), entre enero y febrero de 2.010 se exportó carbón por más de 2.000.000 de US$, siendo este el rubro con más éxito después del parquet.

Es una realidad que el Paraguay tiene una importante ventaja comparativa con res-pecto a otros países para la producción fo-restal y por ello se deduce que la produc-ción forestal puede constituirse en un ne-gocio rentable, además merece destacar-se que existe una creciente demanda lo-cal e internacional de productos de la ma-dera.

La agricultura paraguaya se caracteriza por una estructura bi-modal, integrada por un grupo relativamente pequeño de medianas y grandes empresas comercia-les o cooperativas, y por un número consi-derable de explotaciones campesinas me-nores de 20 Ha., situación que da lugar a la Agricultura Empresarial Mecanizada y a la Agricultura Familiar No Mecanizada, res-pectivamente.

A. AGRICULTURA fAMILIAR nO MECAnIzADA

Su sistema de producción se caracteriza por el bajo nivel tecnológico y una pro-ducción diversificada. Estas unidades pro-ductivas de pequeña escala producen y ofertan rubros alimentarios de interés para consumidores locales y proveen el 85% de los productos de la canasta básica familiar de nuestro país. En los últimos años, los pe-queños productores han venido incorpora-dos en sus sistemas de producción tradicio-nales medidas y prácticas de manejo y con-servación de suelos, aguas y bosques.

El algodón y el sésamo son los principa-les cultivos de renta destinados a la expor-tación, y la mandioca, poroto, habilla, maíz, maní, frutas y hortalizas, leche y pequeños animales para el mercado interno y el auto-consumo.

Según el CAN 2008, existen 241.142 fincas con superficies de hasta 20 Ha. que culti-van rubros anuales, frutas y hortalizas pa-ra el autoconsumo y el mercado nacional. Así mismo, existen grupos organizados de pequeños y medianos productores de la Agricultura Familiar que han venido in-corporando a sus sistemas de producción tradicional el cultivo de la soja, iniciando la mecanización de sus fincas en el proce-so de preparación, siembra y cosecha de la soja. Estos productores se hallan en los Departamentos de Itapúa, Alto Paraná, Canindeyú y Caaguazú, en aquellos sitios o áreas donde convergen la Agricultura Empresarial Mecanizada y los productores de la Agricultura Familiar.

PRInCIPALES RUbROS DE LA AGRICULTURA fAMILIAR

• LEGUMBRES Y HORTALIZAS: la produc-ción de estos rubros como aporte y varia-ción en el sub-sector agrícola es sustan-cial; entre el 2003 y 2004 tuvo una varia-ción de - 63%, para los periodos del 2004 al 2006 fue de 1%, en tanto que, entre el 2006 a 2007 tuvo un repunte del 41%. Los principales rubros de producción son el tomate, zanahoria, locote, cebolla, habilla, poroto, maíces de diferentes tipos, arveja, maní, sandia y otros.

3. CaraCterizaCión de los tiPos de estruCturas ProduCtivas en el seCtor aGro-rural del ParaGuay

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

20 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 21

Desde el año 2007, la Cámara Paraguaya de Supermercados (CAPASU) ha acordado con grupos organizados de productores, la entrega directa de sus productos (hor-talizas, legumbres y frutas) sin interme-diarios en la cadena de comercialización. Con esto se ha logrado considerables in-crementos en los ingresos de los produc-tores, y precios más accesibles y produc-tos inocuos para la salud de los consumi-dores.

El CAN 2008 identificó la existencia de 160.479 fincas con huertas, lo que repre-senta el 55% del total de las fincas existen-tes en el país. Las huertas son clasificadas en familiares y comerciales, estas últimas son las que realizan la planificación de la producción con miras al mercado e imple-mentan cierto nivel de tecnología. El 63% del total de huertas comerciales se sitúan en los Departamentos Caaguazú y Central.

Los productores de hortalizas abastecen los principales centros de consumo que incluyen Asunción y su área metropolita-

na, Ciudad del Este, Encarnación, Pedro Juan Caballero, Villarrica, Coronel Oviedo y otros. En determinadas épocas del año, rubros como la cebolla, papa, tomate y zanahoria, compiten con el contrabando proveniente de países vecinos, principal-mente de Brasil y Argentina.

• SESAMO (Sesamum indicum L.): el CAN 2008 registró 40.869 fincas producto-ras del cultivo a nivel nacional, una super-ficie sembrada de 69.857 Has. y una pro-ducción de 50.049 Ton. La superficie pro-medio es de 1,7 Ha./finca y el rendimiento promedio de 716 kg./Ha. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de San Pedro, Concepción, Canin-deyú, Boquerón y Presidente Hayes.

Este cultivo se ha convertido en uno de los principales rubros de renta de la agricultu-ra familiar, y por su calidad y excelencia ha venido ganado mercados internacionales como Japón y otros países de Europa. La industrialización del sésamo en el país es incipiente, el 60% de las semillas produci-

das son exportadas y el 40% son utilizadas para el consumo nacional. El sésamo es producido en pequeña escala por produc-tores familiares, quienes realizan su co-mercialización en forma directa a empre-sas acopiadoras y a exportadores de esta semilla. Este rubro cobró trascendencia por sus buenos precios pagados por plan-tas industriales, comerciales y cooperati-vas y la creciente demanda del producto en el mercado internacional.

Los desafíos para apuntalar el desarrollo de este rubro son la distribución oportuna de semillas de buena calidad, créditos ac-cesibles y oportunos, y asistencia técnica que incentive el cumplimiento de las reco-mendaciones técnicas.

Durante el periodo agrícola 2009/10, la su-perficie de producción de sésamo ha dis-minuido sustancialmente en los departa-mentos de San Pedro y Concepción, es-timándose que la superficie de siembra rondaría las 75.000 Ha. en todo el país y la producción nacional no superaría las 40.000 Ton. La CAPEXSE confirma que los envíos de sésamo durante el mencionado periodo, sufrieron una importante caída de 31% en materia de ingresos de divisas, exportándose apenas unas 35.000 Ton., cortando de esta manera la racha de cre-cimiento constante en este rubro.

Una de las principales causas asegura ser el subsidio entregado por la Secretaria de Acción Social (SAS) a las familias pro-ductoras de sésamo. Así mismo, la Cáma-ra Paraguaya de Exportadores de Sésamo (CAPEXSE) señala que la campaña de difu-

sión realizada por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE) sobre el tratamiento químico de las semillas para evitar ataques de plagas y enfermedades, tuvo un efecto negativo en los compradores habituales de sésamo, asociado al temor de los importadores de que las semillas tratadas fueran exporta-das, y no demandaron el producto como años anteriores, generando que Paraguay perdiera su sitio en el mercado japonés, cediendo lugar a Guatemala y Bolivia.

Foto: Molinas, 2008. Dpto. San Pedro

• ALGODÓN (Gossypium herbaceum, Gossypium barbadense, Gossypium hirstium): el CAN 2008 registró 53.474 fincas productoras del cultivo a nivel na-cional, una superficie sembrada de 66.256 Has. y una producción de 63.760 Ton. La superficie promedio es de 1,2 Ha./finca y el rendimiento promedio de 962 kg./Ha. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Caaguazú, Caazapá, Itapúa, Paraguarí y San Pedro.

Fotos: Molinas, 2008. Dpto. Central

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

22 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 23

rubro a la diversificación productiva, des-tinándolo al consumo familiar, y zonifican-do su comercialización para consumo en fresco y fines industriales.

Foto: Molinas. Dpto. Caaguazú.

• CAÑA DE AZÚCAR: Saccharum officina-rum): el CAN 2008 registró 20.550 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 81.830 Has. y una producción de 5.079.612 Ton. La su-perficie promedio es de 3,9 Ha./finca y el rendimiento promedio de 62.075 kg./Ha. Las principales zonas de producción se en-cuentran en los Dptos. de Guairá, Paragua-rí, Caaguazú, Cordillera y Canindeyú.

La producción de la caña de azúcar ha mostrado un buen crecimiento desde el período agrícola 2001/2002 hasta el perío-do 2007/2008, lapso en el que la superficie cultivada se incremento en 71,7%.

La producción de la caña de azúcar invo-lucra a casi 20.000 productores de la agri-

cultura familiar, quienes enfrentan como principal limitación la caída de la producti-vidad de sus cañaverales, consecuencia de la falta de renovación de cultivares, la limi-tada adopción de tecnología y de prácti-cas de manejo de suelos, y el limitado ac-ceso a líneas de crédito.

Su mayor uso es para la producción de azú-car, sea esta orgánica o convencional, aun-que también se la utiliza para la producción de alcohol y bebidas, así como para forraje en la alimentación del ganado.

Foto: Molinas, 2008. Dpto. Central.

La producción de azúcar paraguaya en-frenta grandes desafíos compitiendo en un mercado mundial altamente protegi-do y con marcadas distorsiones, teniendo como vecino al Brasil, mayor productor de azúcar a nivel mundial. A ello se suma el permanente flagelo del contrabando que permite el ingreso masivo del producto desde Brasil y Argentina.

El apogeo de la producción del algodón en Paraguay se dio en las décadas de los ’80 y ´90, alcanzando su punto máximo en la zafra agrícola 1990/91, con 560.000 Ha. sembradas y 753.000 Ton. Cosechadas y en el 2009/10, se sembraron 12.000 Ha. y se cosecharon solo 15.000 Ton. del textil.

Foto: Molinas, 2008. Dpto. Caaguazú.

Las causas de tan drástica disminución son varias, mencionándose entre ellas la baja productividad, suelos degradados, utilización de tecnologías de bajo impac-to, desanimo del productor, politización del rubro, problemas de calidad de semi-lla, limitada disponibilidad de créditos, además de los bajos precios internaciona-les y el retraso cambiario. La hasta ahora inevitable decadencia local de la produc-ción del textil ha propiciado que antiguas empresas desmotadoras estén orientando sus inversiones hacia otros rubros.

Ante esta situación, la CADELPA ha traza-

do un plan de trabajo para la Campaña Agrícola 2010/11, cuyo objetivo es traba-jar en incentivar la producción con la me-ta de alcanzar unas 50.000 Ha. con rendi-mientos de 2.000 a 2.500 kg/Ha.

• MANDIOCA (Manihot esculenta): el CAN 2008 registró 225.327 fincas produc-toras del cultivo a nivel nacional, una su-perficie sembrada de 170.694 Has. y una producción de 2.218.530 Ton. La superfi-cie promedio es de 0,7 Ha./finca y el ren-dimiento promedio de 12.997 kg./Ha. Las principales zonas de producción se en-cuentran en los Dptos. de San Pedro, Ca-aguazú, Itapúa, Caazapá, y Canindeyú.

En el Paraguay, el cultivo de la mandioca es parte del sistema tradicional de produc-ción de la Agricultura Familiar campesina, por ello inversiones de mediana y gran es-cala industrial para la producción de almi-dón de mandioca contribuyen a que los conocimientos sobre los sistemas de pro-ducción de la mandioca se fortalezcan. En los últimos años, se han instalado nuevas industrias de almidón en lugares estraté-gicos del país, especialmente en áreas de Agricultura Familiar. Estas industrias de di-ferentes portes ofrecen la posibilidad de que los productores incorporen a la man-dioca como un cultivo complementario y alternativo de renta, y así contribuir a la di-versificación de la producción y mejora de los ingresos familiares.

No se descartan como desafíos el aumen-to de los rendimientos del rubro a unos 30.000 Kg/Ha, el acceso a créditos accesi-bles y oportunos, la incorporación de este

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

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24 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 25

En la actualidad operan en el país 9 inge-nios azucareros cuya capacidad de mo-lienda es de 2.600.000 Ton. Caña/Año. Son varios los ingenios que han apostado a la producción de azúcar orgánica, posi-cionando al país como líder mundial en la exportación del producto. La producción se realiza de una manera sana y sustenta-ble, en armonía con el ambiente utilizan-do una estrategia del tipo ganar-ganar, en la que el productor primario es protago-nista esencial del sistema.

En los últimos años, ha cobrado fuerza la producción de etanol con la instalación de nueve fábricas de etanol distribuidas en puntos estratégicos de la República, cuya producción es superior a los 200 mi-llones de litros/año. El 67,5% de la produc-ción de alcohol utiliza caña de azúcar, y el 32,5% restante cereales y otros.

El etanol tiene como principal destino el mercado de las naftas en Paraguay, esti-mado en 396 millones de litros/año, co-rrespondiendo 100 millones de litros al etanol para la mezcla con las naftas. En ese sentido, la Resolución Nº 162 del 23 de marzo de 2009, establece los % de mezclas del alcohol absoluto en las naftas; para las gasolinas sin plomo tipo especial RON 85 en un porcentaje del 24%, y para las gaso-linas sin plomo de 85 y 95 octanos, en un porcentaje como mínimo del 24%.

• YERBA MATE (Ilex paraguariensi): el CAN 2008 registró 9.052 fincas producto-ras del cultivo a nivel nacional, una super-ficie sembrada de 18.750 Has. y una pro-ducción de 77.663 Ton. La superficie pro-

medio es de 2 Ha./finca y el rendimiento promedio de 4.142 kg./Ha. Las principa-les zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Itapúa, Guairá, Alto Paraná, Caaguazú, y Canindeyú.

El sector yerbatero mantiene un creci-miento constante en cuanto a producción y superficie cultivada. Existen unas 10 in-dustrias de gran porte y cerca de 200 in-dustrias de menor escala. En Paraguay, el consumo es de 2,5 kilos per-cápita de yer-ba mate elaborada / año. El dato toma co-mo base las 30.000 Ton. en yerba elabora-da que se producen al año.

Los productores tienen valiosos conoci-mientos culturales del sistema de produc-ción de la yerba mate, los que necesitan ser complementados para alcanzar estilos de producción más sustentables.

Cada año, productores e industriales en-frentan el flagelo del contrabando des-alentando la producción y elaboración de este importante rubro estrella.

Foto: Molinas, 2008. Dpto. Itapúa.

• TÁRTAGO (Resinus comunis): es una planta perteneciente a la familia de las euforbiáceas, sus semillas poseen un alto contenido de aceite. Es un cultivo tradi-cional muy adaptado al sistema de cultivo del pequeño productor porque aprove-cha la mano obra familiar, permite diver-sificar la finca y generar mayores ingresos.

Foto: MAG/DEAG.

El CAN 2008 registró 4.715 fincas produc-toras del cultivo a nivel nacional, una su-perficie sembrada de 4.828 Has. y una pro-ducción de 4.919 Ton. La superficie pro-medio es de 1 Ha./finca y el rendimiento promedio de 1.019 kg./Ha. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Concepción, San Pedro, Boque-rón, Amambay y Alto Paraná.

En los últimos años se ha incentivado la expansión de este cultivo como parte de la diversificación de la producción en la Agricultura Familiar. El principal mercado es Brasil, aunque actualmente en el país se producen aceites tipo solvente para com-bustibles y lubricantes.

• MANÍ (Arachis hypogaea L.): es un ru-bro de gran importancia por su valor nu-tricional y económico, conocido y cultiva-do en nuestro país, principalmente por pe-queños y medianos productores. Su valor nutricional es importante porque aporta proteínas, carbohidratos, vitaminas, fibras y minerales para el crecimiento y el desa-rrollo humano.

El CAN 2008 registró 48.691 fincas pro-ductoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 24.113 Has. y una producción de 29.988 Ton. La superfi-cie promedio es de 0,5 Ha./finca y el ren-dimiento promedio de 1.244 kg./Ha. Las principales zonas de producción se en-cuentran en los Dptos. de Boquerón, Ca-aguazú, Presidente Hayes, San Pedro y Pa-raguarí.

En la Región Oriental, es considerado un rubro de autoconsumo familiar, aunque algunos productores lo comercializan en ciertas épocas del año para mejorar las condiciones económicas de sus fincas. En la Región Occidental, las colonias menoni-tas cultivan el maní a mediana y gran es-cala, destinándolo al mercado nacional o de exportación.

Foto: Molinas, 2008. Dpto. San Pedro.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

26 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 27

• KA’A HE’E (Stevia rebaudiana, Berto-ni, Bertoni): esta planta fue descubierta por el sabio Moisés Santiago Bertoni, aun-que antiguamente, ya era utilizada por las tribus indígenas como edulcorante y en otras aplicaciones. Este edulcorante 100% “natural” es 300 veces más dulce que el azúcar y no es metabolizado por el orga-nismo humano.

Actualmente la stevia se desarrolla en el área de alimentos (edulcorantes no caló-ricos y saborizantes), aunque se considera que su mayor aporte será en el campo me-dicinal ya que tiene propiedades cardiotó-nicas, es efectivo en el tratamiento de la diabetes, obesidad, antiplaca dentaria y de regulación arterial.

Foto: MAG/DEAG.

El ka’a he’e es uno de los productos-sím-bolos del Plan Nacional de Exportación (PLANEX). Según la Mesa Sectorial de la Stevia de REDIEX, el mercado mundial de los edulcorantes químicos sin calorías es de unas 20 millones de Ton. y ese es el seg-mento que interesa puesto que el ka’a he’e debería ir atendiendo esa demanda. En el mercado mundial de edulcorantes acaló-

ricos de origen natural, la producción de esteviósidos es de tan sólo 4 mil Ton. de cristal. Japón es el país de mayor consumo de stevia, con 220 ton. de cristal año que se destinan principalmente a la industria de alimentos.

China continental y otros países del Asia han adaptado este vegetal que les resulta exóti-co, y son hoy los mayores proveedores mun-diales de esteviósidos, aunque en el mejor de los casos obtienen hasta dos cosechas anuales de hojas, cuando en Paraguay se po-drían obtener hasta cinco cosechas anuales.

El CAN 2008 registró 1.328 fincas produc-toras del cultivo a nivel nacional, una su-perficie sembrada de 811 Has. y una pro-ducción de 973 Ton. La superficie prome-dio es de 0,6 Ha./finca y el rendimiento promedio de 1.199 kg./Ha. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de San Pedro, Alto Paraná, Itapúa, Canindeyú y Caaguazú.

La Mesa Sectorial de la Stevia apunta a la ex-pansión de los cultivos para pasar del actual millón de dólares en exportaciones anuales a 20 millones de dólares en el mediano plazo. Debemos señalar sin embargo que la preten-dida expansión dependerá de los incentivos que permitan cambiar la cultura productiva de los agricultores familiares pues exige que los productores se comprometan a adop-tar técnicas altamente competitivas para ir ganando en productividad y calidad; exige cambios en el sistema tradicional de produc-ción puesto que los productores necesitan estar pendientes de este cultivo los 12 meses del año.

En el 2008, se inauguró en Paraguay la planta cristalizadora NL Stevia S.A. con el objetivo de convertirse en la principal pro-ductora de steviol glicósido para el Occi-dente y entregar al mercado mundial un producto de alta tecnología de elabora-ción, garantizando al consumidor calidad y un compromiso social empresarial serio.

b. AGRICULTURA EMPRESARIAL MECAnIzADA

Estas unidades productivas a gran escala tienen diferentes denominaciones: Agri-cultura Empresarial, Grandes Producto-res Sojeros, Grandes Productores Mecani-zados, Agro-exportadores, etc., pero sea cual fuere su denominación, este grupo de productores se caracteriza por poseer unidades productivas de mediano o gran porte, orientadas a la producción de car-ne, cereales y oleaginosas, destinados ma-yormente al mercado de exportación.

Foto: Molinas 2007 Dpto. Alto Paraná

La Agricultura Empresarial paraguaya es altamente competitiva, utiliza un nivel tecnológico alto, generando productos de buena calidad y rentabilidad, con muy buena inserción en los mercados nacio-nales y de exportación; la mecanización es alta, utiliza la siembra directa en casi la totalidad de la superficie cultivada y va-riedades genéticamente modificadas en torno al 60% y 80% de las siembras. Es-te paquete tecnológico tiene efectos po-sitivos sobre la conservación de los sue-los, disminuye el uso de mano de obra, aumentando los márgenes de ganancia.

En el 2008, reunía a unas 50.000 explota-ciones (alrededor del 16% del total), las que poseen el 86% de las tierras agrope-cuarias. Estas producen gran parte de la soja y carne vacuna, y proporciones im-portantes de trigo, caña de azúcar, girasol, maíz y leche.

La vigorosa expansión de la producción (de 537 mil Ton. en 1980, a 1,8 millones en 1990 y a 3,7 millones en 2003) ha si-do impulsada por programas públicos y privados de colonización, mecanización a gran escala e inversiones en infraes-tructura para incorporar tierras de fron-tera en los Departamentos de Alto Para-ná, Itapúa y Canindeyú, que concentran actualmente más del 80% de la produc-ción.

Buena parte de los productores propieta-rios de fincas de entre 50 y 200 Ha. están organizados en cooperativas, y en el año 2000 respondían estimativamente al 52% de la producción agropecuaria.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

28 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 29

Un tema actual de debate es la utilización de la biotecnología y los cultivos transgé-nicos que traen incorporados resistencias a plagas y herbicidas, puesto que razones ideológicas y políticas generan trabas e inconvenientes para su formalización, ra-zón por la que muchos productores utili-zan la tecnología en forma ilegal bajo ries-gos innecesarios para un país que sostiene su económica y desarrollo social de la pro-ducción agrícola y pecuaria.

PRInCIPALES RUbROS DE LA AGRICULTURA EMPRESARIAL MECAnIzADA

• TRIGO (Triticum aestivum): el Paraguay ha pasado de ser un país importador de trigo, a ser un país productor para su con-sumo interno y la venta al exterior. El CAN 2008 registró 5.589 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 381.028 Has. y una produc-ción de 799.632 Ton. La superficie prome-dio es de 68,2 Ha./finca y el rendimiento promedio de 2.099 kg./Ha. Las principa-les zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Alto Paraná, Itapúa, Canin-deyú, Caaguazú y Caazapá.

El 100% de la superficie triguera es-ta mecanizada y el sistema es el de siembra directa.

Un trabajo digno de señalar es llevado adelante por el MAG y la CAPECO, para la introducción de nuevas variedades de trigo, puesto que la investigación y vali-dación realizada en los centros y campos experimentales ubicados en las áreas de mayor producción del rubro, generan re-

sultados alentadores en la producción na-cional.

Foto: Molinas, 2008. Yjhovy.

• ARROZ CON RIEGO (Oryza sativa): la producción arrocera ha adquirido en la actualidad gran importancia económi-ca como consecuencia del aumento de la demanda nacional y regional, particular-mente del Mercado Común del Sur (MER-COSUR), a lo que se suman las alentadoras perspectivas de los precios de este rubro.

El CAN 2008 registró 726 fincas producto-ras del cultivo a nivel nacional, una super-ficie sembrada de 33.870 Has. y una pro-ducción de 144.692 Ton. La superficie pro-medio es de 46,6 Ha./finca y el rendimien-to promedio de 4.272 kg./Ha. Las princi-pales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Itapúa, Misiones, Caaza-pá, Cordillera y San Pedro.

• SOJA (Glycine max L.): casi en su tota-lidad, los productores mecanizados dedi-cados al cultivo de la soja han venido de-sarrollando sistemas de producción que incorporan la siembra directa, la rotación de cultivos con abonos verdes de verano e invierno, el uso eficiente y racional de in-sumos como fertilizantes y agroquímicos, además de la rotación temporal con otros cultivos mecanizados como girasol, maíz y trigo.

El CAN 2008 registró 27.735 fincas produc-toras del cultivo a nivel nacional, una su-perficie sembrada de 2.463.510 Has. y una producción de 6.311.794 Ton. La superfi-cie promedio es de 88,8 Ha./finca y el ren-dimiento promedio de 2.562 kg./Ha. Las principales zonas de producción se en-cuentran en los Dptos. de Alto Paraná, Ita-púa, Canindeyú, Caaguazú y San Pedro. Un punto particular es la creciente canti-dad de pequeños y medianos productores que se incorporan a la producción de soja a nivel nacional.

La soja paraguaya tiene como destino principal el mercado exterior, alcanzando porcentajes promedios de exportación de 80%, quedando sólo el 19.8% para la in-dustria y 0.2 % para semillas, cifras que se han mantenido constante en los últimos años. Las exportaciones de este rubro se vuelven claves para asegurar la balanza comercial en nuestro país.

La producción de soja ha tenido que en-frentar serios inconvenientes que afec-taron la productividad de este rubro, en-tre ellos mencionamos, la crisis económi-

ca mundial (2008), la caída de los precios internacionales, fuertes y prolongadas se-quías durante el ciclo vegetativo de los cultivos.

Foto: Molinas, 2008. Dpto. Canindeyú.

La UGP estima que para la zafra 2009/10, la producción de soja muestra una re-cuperación importante alcanzando una superficie de 2.680.182 Ha., rendimien-tos de 2.792 Kg./ Ha. y una cosecha de 7.482.835 Ton.

MÁÍZ (Zea mays L.): este cereal tiene gran importancia en la alimentación humana por ser parte de la dieta popular en nues-tro país. Tradicionalmente fue considera-do un rubro de autoconsumo, sin embar-go en los últimos años, con la apertura del comercio externo y el mejoramiento de los rindes se ha transformado en un cultivo de renta impulsado fuertemente por la agri-cultura empresarial mecanizada. Los pre-cios internacionales de este cultivo califi-cado como uno de los commodities, han presentado importantes incrementos.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

30 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 31

La producción de maíz a más de generar ingresos por exportación, se destina a la alimentación humana y del ganado me-nor, principalmente de aves y cerdos.

El CAN 2008 registró 195.184 fincas pro-ductoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 858.101 Has. y una producción de 2.471.711 Ton. La superfi-cie promedio es de 4,4 Ha./finca y el ren-dimiento promedio de 2.880 kg./Ha. Las principales zonas de producción se en-cuentran en los Dptos. de Alto Paraná, Ca-nindeyú, San Pedro, Caaguazú y Itapúa.

Foto: Molinas 2008, Dpto. Canindeyu

Par la agricultura mecanizada, el cultivo de maíz forma parte de la rotación de culti-vos (soja, maíz y trigo) bajo el sistema de siembra directa.

Producir para fines comerciales es un de-safío sostenido sobre la base de mejorar los rendimientos y la rentabilidad en el proceso de producción. En ese sentido, acceder a través de la biotecnología a las semillas de maíz transgénico con even-tos que permitan resistencias al ataque de ciertas plagas y herbicidas, y logren mejo-res rendimientos a menores costos de pro-ducción, es una gran oportunidad.

• GIRASOL (Helianthus annuus): el CAN 2008 registró 1.958 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 99.139 Has. y una produc-ción de 191.075 Ton. La superficie prome-dio es de 50,6 Ha./finca y el rendimiento promedio de 1.927 kg./Ha. Las principa-les zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Itapúa, Alto Paraná, Misio-nes, Caaguazú y Canindeyú.

El incentivo de los buenos precios interna-cionales de este rubro, está asociado a su utilización en los sistemas de siembra di-recta para la rotación de cultivos (soja, gi-rasol y trigo; soja, maíz y girasol; e inclusi-ve soja, girasol y nabo forrajero).

Los incrementos en la producción y pro-ductividad del girasol se atribuyen a la aplicación racional de insumos (fertilizan-tes y plaguicidas), la siembra directa don-de el cultivo del girasol es parte de la rota-ción y la cobertura del suelo.

4. transformaCiones soCiales y eConómiCas y su imPaCto en el uso del territorio aGro-rural del ParaGuay

A. LA PObREzA, EL ACCESO A LA TIERRA Y LA COnvULSIón SOCIAL En EL SECTOR AGRO-RURAL

Datos de la Dirección General de Estadísti-ca, Encuestas y Censos (DGEEC) refieren que

en el 2007, la pobreza estaba en torno al 35,61%, y afectaba a 2.156.312 paraguayos, en tanto que el número de pobres extremos llegaba a los 1.172.274. La pobreza en el sec-tor rural afectaba al 35% de la población, y la pobreza extrema al 24,4%.

“Pobres extremos” son aquellos que tienen ingresos inferiores al costo de una Canasta Básica de Consumo de Alimentos (es decir, del valor de una Línea de Pobreza Extrema). “Pobres No extremos” son quienes tienen ingresos mayores al costo de una Canasta Básica de Alimentos, pero inferiores al de una Canasta Básica de Consumo Total (de alimentos y no alimentos, es decir, de una Línea de Pobreza Total). En consecuencia,

serán “no pobres” aquellos que tienen ingresos mayores a la Línea de Pobreza Total. DGEEC. 007.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

32 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 33

La pobreza rural está asociada a una pro-funda desigualdad distributiva de las tie-rras, sumada a marcadas deficiencias en el acceso a la educación y salud, servicios bá-sicos y no básicos, infraestructura, y otros. Las asimetrías en la tenencia y distribu-ción de las tierras son de muy larga data y han generado numerosos conflictos en el proceso agrario paraguayo, desigualda-des socio-económicas en el sector y fuer-tes crispaciones sociales entre los que vi-ven y trabajan en el campo.

En 1963 fueron promulgadas dos leyes, la Nº 852 que crea el Instituto de Bienestar Rural (IBR), y la Nº 854 que establece el Es-tatuto Agrario. En ese marco el Gobierno, a legalizar ocupaciones de hecho en va-rios departamentos, impulsó un proceso de colonización hacia los ejes este y nor-te del país denominado la “Marcha hacia el Este” (décadas del ̀ 60 y ̀ 70), y se crearon nuevas colonias con miles de lotes agríco-las habilitados, pasando de 130.443 pro-piedades rurales existentes en el país en el años 1960 a 258.281 en 1980. En estas dé-cadas se dio un intenso proceso de defo-restación por la ausencia de políticas am-bientales. Se incrementó la superficie de rubros de renta como el algodón y el taba-co, el trigo, la soja y la producción ganade-ra, el ingreso masivo de colonos y capita-les extranjeros fue muy importante.

Lamentablemente, los resultados fueron insuficientes y con la apertura democráti-ca los conflictos por la tierra se han pro-fundizado, generando una situación pro-blemática que continua hasta nuestros días y que parece no tener atisbos de so-

lución. Desde 1989 se han producido nu-merosas invasiones por parte de grupos denominados de “campesinos sin tierras”, quienes con la intención de hacerse de un pedazo de tierra propia, han ocupado pro-piedades privadas a las que denominan latifundios, tierras improductivas, y su-puestas tierras mal-habidas. Las crispacio-nes sociales se radicalizaron especialmen-te en los Departamentos de Alto Paraná, San Pedro, Caaguazú e Itapúa.

Para analizar la problemática territorial y las convulsiones sociales en el sector Agro-Rural es importante revisar la Consti-tución Nacional promulgada en 1992, que en su Artículo Nº 128, consagra la Refor-ma Agraria como uno de los factores fun-damentales para lograr el bienestar rural y la incorporación efectiva de la población campesina al desarrollo económico y so-cial de la Nación. El mismo Artículo seña-la que a este efecto se adoptarán sistemas justos de distribución, propiedad y tenen-cia de tierra, se organizarán el crédito y la asistencia social, se fomentará la creación de cooperativas y de otras asociaciones si-milares, y se promoverá el incremento de la producción, su industrialización y la ra-cionalización del mercado, de modo que permita a la población campesina lograr su mejoramiento económico, como ga-rantía de su libertad y dignidad, y como fundamento del bienestar nacional.

Un análisis práctico de este Artículo nos demuestra que los pequeños producto-res tienen derecho al acceso a la tierra pa-ra poder generar bienes y servicios que generen beneficios económicos y socia-

les para sus familias y de esa manera po-der llevar una vida más digna como para-guayos, pero en ningún momento autori-za a realizar invasiones y ocupaciones que violen la propiedad privada como muchos pretenden dar a entender. Es urgente que la distribución de tierras sea acompaña-da de un apoyo decidido por parte de los organismos del Estado paraguayo con el afán de proveer infraestructura, asistencia técnica y crediticia según las condiciones socio-ambientales de los asentamientos y colonias.

Aunque en el 2004 se promulgó el nuevo Estatuto Agrario y se creó una nueva insti-tucionalidad ejecutiva denominada INDERT, cuya función es identificar los problemas relacionados a la tierra y coordinar la tan necesitada reforma agraria integral, a casi una década, los mismos problemas conti-núan en el sector Agro-Rural por la falta de liderazgo y voluntad política para resolver los problemas de arraigo y competitividad en el sector rural. La inequidad estructural debido a las consecuentes ocupaciones del territorio y al fomento de la deforesta-ción y la explotación forestal irracional pa-ra la habilitación de tierras para la agricul-tura y la ganadería, han dado como resul-tado una agricultura dual, minifundiaria y empresarial.

La Constitución Nacional asegura que pa-raguayos y extranjeros nacionalizados ac-cedan a la tierra para poder trabajarla y con los beneficios obtenidos poder llevar una vida más digna, y que el INDERT por medio del Estatuto Agrario deberá asegu-rar una mejor distribución de las tierras y

sobre las mismas sistematizar las acciones y actividades que permitan el arraigo defi-nitivo de los productores en el sector rural.

El desafío a encarar para lograr el arraigo de las familias de los pequeños producto-res se sustenta en vencer el bajo nivel de innovación y apoyo tecnológico para el aumento de la productividad, lo que re-quiere de una adecuada y eficiente asis-tencia técnica con innovaciones tecnoló-gicas acordes a la demanda de los merca-dos nacionales e internacionales, incorpo-rando a las pequeñas y medianas unida-des productivas por medio de la compe-titividad a las grandes unidades producti-vas, disminuyendo la presión sobre la tie-rra que por su condición natural tendrían consecuencias ecológicas negativas.

La utilización de las tierras y sus recursos naturales (bosques, aguas, suelos), está sujeta actualmente a estrictas normas téc-nicas que favorecen el manejo y uso racio-nal de los mismos, las que deben ser res-petadas por los propietarios de las tierras, y por los que la ocupan, debiendo deste-rrar la práctica de que los “invasores de tie-rras” no tienen ninguna responsabilidad sobre sus actos y mucho menos sobre la sustentabilidad de los recursos naturales que contienen esas tierras.

Es urgente necesidad que el actual Go-bierno y los que vengan de aquí en ade-lante, entiendan y establezcan espacios adecuados de debate e instauren señales concretas y claras de políticas eficaces pa-ra el sector Agro-Rural, donde el acceso a la tierra, la educación y la capacitación

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

34 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 35

técnica agropecuaria, se constituyan pie-dra angular del desarrollo Agro-Rural sos-tenible, contribuyendo de esa forma a la solución permanente de los conflictos so-ciales.

Consideramos que las señales claras de debate deberán asegurar la participación de los verdaderos actores que viven y tra-bajan en el sector, liderado por los respon-sables de arbitrar imparcialmente el res-peto a la Constitución y las Leyes, buscan-do afanosamente un clima de estabilidad política, que permita crear una mayor vin-culación entre sectores empresariales y campesinos, construyendo alianzas estra-tégicas que contribuyan a la mitigación de la pobreza y la reducción de los conflictos, cada vez más radicalizadas por la inequi-dad económica, social y ambiental cre-ciente en el área Agro-Rural del Paraguay.

Para que la solución de la tenencia de la tierra en el Paraguay sea definitiva y se lo-gre el desarrollo sostenible, es importan-te que la política agraria no excluya ni ata-que los modelos exitosos de producción, sean estos de la Agricultura Familiar o la Agricultura Mecanizada. Como base de una reforma agraria integral, el Estado Pa-raguayo con sus poderes, no puede limi-tarse a la mera distribución de tierras sin el consiguiente apoyo tecnológico, financie-ro y en infraestructura.

Se deberá lograr la rentabilidad y la com-petitividad de la Agricultura Familiar para-guaya, para que pueda adaptarse e inser-tarse a los mercados nacionales e interna-cionales. El informe final del Programa Pa-

raguay Vende de la USAID, señala que con la disminución de las exportaciones en un 5% entre los años 1989 y 2002, la po-breza creció de menos del 32% al 46%, en contrapartida, con la cuadruplicación de los envíos registrados entre los años 2002 y 2008, la pobreza decreció a menos del 40%.

Aquellas personas malintencionadas que nombrando el derecho de acceder a la tie-rra, incentivan y realizan invasiones u ocu-paciones de tierras fuera de lo que esta-blece la Constitución Nacional y las Leyes, son los verdaderos responsables de crear los problemas territoriales y las convulsio-nes sociales en el sector Agro-Rural del Pa-raguay.

A. Principales hallazgos del Censo Agropecuario Nacional - 2008

En el año 1991 existían en el Paraguay 307.221 fincas de uso agropecuario con una superficie de 23.817.737 Ha., dieci-siete años después, el CAN 2008 registró 289.649 fincas agropecuarias ocupando 31.086.894 Ha., es decir, una disminución en el número de fincas de -5,7% y un au-mento de la superficie del 30,7%. La su-perficie promedio de las fincas, aumentó de 78 Ha. a 107 Ha.

La cantidad de fincas con superficies de hasta 50 Ha. ha disminuido, pasando de 279.135 fincas existentes en 1991 con una superficie total de 2.326.673 Ha., a 264.047 fincas en el año 2008, con una superficie total de 1.960.082 Ha. El estrato de fincas de 1 a menos de 5 Ha. ha registrado una variación positiva de 9,5%; el estrato de 5

a menos de 10 Ha. una variación negati-va de -0,6%; el estrato de 10 a menos de 20 Ha. una variación de -12,8%; y el estra-to de 20 a menos de 50 Ha. una variación de -27,5%. Así mismo de acuerdo al CAN 2008, el estrato que no tiene tierras tuvo una marcada disminución de -90,3%.

Fuente: CAN 2008

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

36 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 37

La disminución de la cantidad de peque-ñas y medianas propiedades agropecua-rias revela las dificultades que enfrentan sus propietarios para incorporar tecnolo-gías, acceder a créditos y asistencia técni-ca de calidad. Ante esta situación, muchos han optado por vender sus tierras y migrar de las áreas rurales a las grandes ciudades buscando mejor sus propias condiciones de vida y las de sus familias, acrecentando los cinturones de pobrezas en ciudades como Asunción, Ciudad del Este, Encarna-ción, Pedro Juan Caballero, Coronel Ovie-do, Villarrica y otras ciudades importantes del Paraguay.

La cantidad de fincas con superficies ma-yores a 50 Ha. ha registrado un aumento, pasando 20.124 fincas existentes en 1991 con una superficie total de 21.491.065 Ha., a 24.828 fincas en el año 2008, con una su-perficie total de 29.126.813 Ha. El estrato de fincas de 50 a menos de 100 Ha. ha re-gistrado una variación negativa de -9,2%;

el estrato de 100 a menos de 200 Ha. una variación positiva de 22,3%; el estrato de 200 a menos de 500 Ha. una variación de 49,9%; el estrato de 500 a menos de 1.000 Ha. una variación de 79,5%; el estrato de 1.000 a menos de 5.000 Ha. una variación de 46,1%; el estrato de 5.000 a menos de 10.000 Ha. una variación de 28,3%; y el estrato de 10.000 Ha. y más una variación de 70,9%.

Con relación a la tenencia de la tierra, el CAN 2008 reveló que el 62% de fincas po-see títulos definitivos (79,5% de la super-ficie), 24% están ocupadas (4,2% de la su-perficie), 3% son alquiladas (6,6% de la su-perficie), y 11% tiene otras forma de te-nencia (9,7% de la superficie). Entre 1991 y el 2008 la cantidad de fincas con títulos definitivos se incrementó en 14,6%, mien-tras que la cantidad de tierras alquiladas o en aparcería creció en 280,4%, los ocupan-tes simples en 56,3%, y otras formas de te-nencia en 567%.

En cuanto a las áreas bajo labranza, se ha pa-sado de 4.465.902 Ha. (1991) a 8.227.455 Ha. (2008), sin embargo la superficie de labran-za en fincas de 3 a menos de 20 Ha. disminu-yó de 1.105.019 Ha. en 1991 a 867.653 Ha. en 2008. El incremento del 84% de la superficie de tierras bajo labranza indica el gran creci-miento de la agricultura y la esencia de nues-tro país eminentemente agropecuario.

La convivencia pacífica entre la Agricultura Familiar y la Agricultura Empresarial Mecani-zada está asociada a mecanismos prácticos para hacer más competitivos ambos mode-los de producción y a un acceso definitivo y duradero de las tierras en este sector de la población paraguaya.

Los resultados del CAN 2008 sobre propieta-rios extranjeros muestran que en 1991 exis-tían 15.879 fincas con propietarios de nacio-nalidad brasileña y 3.898 fincas con propieta-rios de otras nacionalidades. En el 2008 exis-ten 8.954 (-43%) fincas con propietarios de nacionalidad brasileña y 2.833 (-27,3%) fin-cas con propietarios de otras nacionalidades.

De las 8.954 fincas de propietarios extranje-ros, 5.226 unidades productivas son meno-res de 50 Ha., 2.937 fincas tienen entre 50 a 500 Ha. y 785 fincas tienen entre 500 Ha. a más de 10.000 Ha. Estos datos echan por tie-rra la campaña de que los brasiguayos se es-tán apoderando de propiedades agrícolas en nuestro país.

I. REGIón ORIEnTAL

Para analizar los principales hallazgos del CAN 2008, los Departamentos serán agrupa-

dos conforme las (5) grandes unidades pro-ductivas denominadas Regiones Producti-vas en la Región Oriental, las que serán des-criptas ampliamente en el Capítulo III.

I. REGIón I - DEPARTAMEnTOS DE ITAPúA, ALTO PARAná, CAnInDEYú Y AMAMbAY

En esta región productiva, el CAN 1991 identificó 77.731 fincas, mientras que el CAN 2008 solo 74.436 fincas, representan-do una disminución del 4,2% en el núme-ro fincas. Se observa sin embargo, un au-mento del 28% en la superficie ocupada por las unidades productivas.

En Itapúa y Amambay, de una superficie promedio por finca de 28 Ha. y 318 Ha., respectivamente, pasaron en el 2008 a un promedio de 33 Ha. y 254 Ha. respectiva-mente; en tanto que en Alto Paraná y Ca-nindeyú de una superficie promedio por finca de 38 Ha. y 65 Ha. en 1991, pasaron a 58 Ha. y 88 Ha. en el 2008.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

38 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 39

234.721 Ha. en Itapúa y 103.472 Ha. en Alto Para-ná son utilizadas por la Agricultura Minifundiaria

Mecanizada, representando el 87% del total de tierras utilizada por este tipo de agricultores.

En esta Región, unas 33.985 fincas poseen títu-los definitivos, 20.377 fincas tienen títulos pro-visorios, y 18.557 fincas son ocupaciones sim-ples, siendo esta situación de la tenencia de la

tierra, el principal foco de crispación social por la inseguridad jurídica que genera. Así mismo existen 4.960 fincas alquiladas o en aparcería, y 2.320 fincas con otras formas de tenencia.

En esta Región, unas 33.206 fincas poseen títulos definitivos, 20.200 fincas tienen tí-tulos provisorios, y 23.010 fincas son ocu-

paciones simples. Así mismo existen 6.326 fincas alquiladas o en aparcería, y 3.108 fincas con otras formas de tenencia.

I. REGIón II - DEPARTAMEnTOS DE CAAGUAzú, GUAIRA Y CAAzAPá

En esta región productiva, el CAN 1991 iden-tificó 84.449 fincas, mientras que el CAN 2008 solo 74. 399 fincas, representando una dismi-nución del 6% en el número fincas. Se obser-va, sin embargo, un aumento del 20,3% en la superficie total ocupada por las unidades pro-ductivas, y del 19,3% de la superficie prome-dio de las mismas.

El CAN 2008 muestra que en estos Depar-tamentos existen unas 2.148.650 Ha. ocu-padas por 79.165 fincas, donde la mayor superficie rural está en el Dpto. de Ca-aguazú con 1.149.983 Ha. y unas 39.006 fincas, seguid por el Dpto. de Caazapá con 768.220 Ha. y 22.843 fincas, y por último el Dpto. de Guaira con 230.447 Ha. y 17.316 fincas.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

40 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 41

I. REGIón III - DEPARTAMEnTOS DE COnCEPCIón Y SAn PEDRO

El 22% (63.252) de las fincas agropecua-rias del país se encuentran en los Depar-tamentos de Concepción y San Pedro. En esta región productiva, el CAN 1991 iden-

tificó 53.886 fincas, mientras que el CAN 2008 63.274 fincas, representando un au-mento del 17,4% en el número fincas. Se observa un aumento del 5,3% en la super-ficie total ocupada por las unidades pro-ductivas, y una disminución del 6,1% en la superficie promedio de las mismas.

Unas 24.859 fincas poseen títulos definiti-vos, 14.054 fincas tienen títulos provisorios, y 21.598 fincas son ocupaciones simples, sien-do esta situación de la tenencia de la tierra, el

principal foco de crispación social por la inse-guridad jurídica que genera. Así mismo exis-ten 4.607 fincas alquiladas o en aparcería, y 2206 fincas con otras formas de tenencia.

Unas 30.426 fincas poseen títulos definitivos, 6.283 fincas tienen títulos provisorios, y 9.917 fincas son ocupaciones simples, siendo esta si-tuación de la tenencia de la tierra, el principal

foco de crispación social por la inseguridad ju-rídica que genera. Así mismo existen 4.278 fin-cas alquiladas o en aparcería, y 2.112 fincas tie-nen otras formas de tenencia.

I. REGIón Iv - DEPARTAMEnTOS DE PARAGUARí, CORDILLERA Y CEnTRAL

En esta región productiva, el CAN 1991 identificó 65.823 fincas, mientras que el CAN 2008, 46.760, representando una dis-

minución del 29% en el número fincas. Se observa un aumento del 4,8% en la superfi-cie total ocupada por las unidades produc-tivas, y del 32,9% en la superficie promedio de las mismas.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

42 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 43

v. REGIón v - DEPARTAMEnTOS ÑEEMbUCú Y MISIOnES

En esta región productiva, el CAN 1991 identificó 18.634 fincas, mientras que el

CAN 2008, 17.593, representando una dis-minución del 5,6% en el número fincas. Se observa un aumento del 23,5% en la su-perficie total ocupada por las unidades productivas.

Unas 9.459 fincas poseen títulos definiti-vos, 3.353 fincas tienen títulos provisorios, y 3.994 fincas son ocupaciones simples.

Así mismo existen 1.436 fincas alquiladas o en aparcería, y 782 fincas tienen otras formas de tenencia.

De las 8.028 fincas censadas, 2.977 poseen título definitivo de propiedad, 352 fincas documentos provisorios, 849 son tierras alquiladas y 802 son de ocupantes. 3.326

fincas presentan otras formas de tenencia, por la alta presencia de migrantes extran-jeros y comunidades indígenas en esta re-gión del país.

I. REGIón OCCIDEnTAL

Según el CAN 2008, solamente el 3% de las unidades productivas del sector Agro-Rural del Paraguay se hallan en el Chaco (8.028 fincas de un total de 288.875 fincas censadas). Estas ocupan una superficie de 17.644.612 Ha., y por las condiciones natu-rales de las tierras se dedican a la ganade-ría extensiva, y en algunos casos, a la agri-

cultura intensiva asociada a la ganadería.

Cabe mencionar que, en 1991 se censaron unas 6.698 fincas ocupando una superfi-cie de 12.388.987 Ha. Estos aumentos de-tectados en relación al número de fincas y superficie de ocupación denotan que las actividades de desarrollo agrícola y pe-cuario en esta región han mejorado sus-tancialmente.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

44 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 45

C. InnOvACIOnES TERRITORIALES E IMPACTOS POSITIvOS DE LOS EMPREnDIMIEnTOS

Por mucho tiempo el desarrollo económi-co y social del Paraguay se ha sustenta-do en el aprovechamiento poco sustenta-ble de los recursos naturales de la Región Oriental, viéndose comprometida la sos-tenibilidad de las unidades productivas, de la Agricultura Mecanizada y la Agricul-tura Familiar por el aprovechamiento in-tensivo de sus recursos para fines produc-tivos.

Ambos modelos se sustentaron en siste-mas productivos que alentaron la defores-tación de los bosques nativos como prin-cipal medio para el avance de la frontera agrícola. Esta situación generó nefastas consecuencias que incluyen, la degrada-ción de los bosques naturales para la ex-plotación de aquellos árboles de valor co-mercial maderables y para la producción de carbón vegetal, el acelerado proceso

de degradación de los suelos a causa de las áreas habilitadas para la agricultura, la degradación de los cursos de agua por los procesos de colmatación, la pérdida de la diversidad biológica por causa de la defo-restación, y la transformación de las áreas naturales a otros usos, así como la caza y pesca irrestrictas.

Fotos: Impactos Negativos de la Agricultura Familiar

Paulatinamente, y desde hace ya casi una década los productores de la Agricultura Mecanizada y de la Agricultura Familiar, han incorporado a sus sistemas de pro-ducción, medidas y prácticas de mane-jo y conservación de los recursos natura-les productivos. Estas medidas y prácticas están generando sistemas de producción mucho más sustentables en la producción agrícola, pecuaria y de aprovechamiento de los recursos naturales en sus unidades productivas.

Entre las principales medidas y prácticas aplicadas en ambos modelos de produc-ción consideradas como buenas prácticas agrícolas se señalan la aplicación de cur-vas a nivel, rotación de cultivos incluyen-do abonos verdes, cobertura permanen-te de los suelos, siembra directa, cortinas rompe vientos, uso seguro de agroquími-cos, aplicación de barreras vivas de pro-tección, aplicación de caminos agro-am-bientales, reposición y protección de los bosques protectores y de reserva.

A más de aplicar las denominadas buenas prácticas agronómicas, son muchos los productores mecanizados que han inicia-do proyectos pilotos de responsabilidad social empresarial, cuyo objetivo es con-tribuir con el Estado en el combate de la pobreza. Debemos recordar, sin embargo que en ningún momento esto puede su-plir las funciones de los Entes del Estado que tienen por obligación coordinar ac-ciones y combatir la pobreza rural en for-ma eficiente y eficaz.

Foto: Siembra Directa Agricultura Familiar Foto: Deforestación Agricultura MecanizadaFotos: Agricultura chaco

Foto: Siembra Directa Agricultura Mecanizada

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

ImportancIa del sector productIvo

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Existen iniciativas positivas reconocidas y comprobadas que involucran a producto-res empresariales y agricultores familiares, e inclusive a entes del sector público; algu-nas han sido impulsadas por el interés de los productores empresariales en resolver la inseguridad frente a los asaltos, secues-tros, invasiones u ocupaciones de tierras, o directamente, por el afán de contribuir con el mejoramiento de las condiciones de vida de los productores familiares que vi-ven en el sector Agro-Rural.

Estos emprendimientos contemplan la compra de insumos por parte de empresa-rios para su entrega a los productores fa-miliares, asistencia técnica y capacitación, compra de materias primas (caña de azú-car, frutas, hortalizas, hierbas y especias etc.), construcción y mantenimiento de es-cuelas, asistencia médica, mantenimiento de caminos y otras infraestructuras rurales, entre otros.

Mencionamos a continuación algunas iniciativas y resultados considerados auspiciosos:

La Coordinadora Agrícola de Alto Paraná apoya a un grupo de indígenas integrado por unas 160 familias, que ha tomado la determinación de incorporar a la soja co-mo rubro de renta, brindándoles capaci-tación, asistencia técnica y financiera para la producción agrícola y pecuaria en forma mancomunada. Esto ha repercutido noto-riamente en la mejora de los ingresos y de la calidad de vida de esta comunidad.

Por su parte, la UGP contribuye con el apo-

yo técnico a indígenas Avá Guaraní pa-ra consolidar una unidad productiva en la que siembran maíz, girasol, trigo, soja, mandioca, poroto y arroz, entre otros ru-bros. Ha instalado una unidad procesado-ra para la elaboración de harina de maíz y harina de trigo, así como aceite de girasol para biodiesel, este último utilizado para movilizar maquinarias, fundamentalmen-te los dos tractores de su propiedad con sus respectivos implementos. Para alma-cenar la producción, se ha construido un galpón e instalado silos metálicos con ca-pacidad de albergar 1,5 Ton. de granos ge-nerados en la chacra de la comunidad in-dígena. También se brinda apoyo a los pro-fesores para mejorar la educación en la co-munidad. Estos Avá Guaraní han apostado al trabajo agrícola tecnificado sin descuidar su cultura y sus raíces, mejorando así su ca-lidad de vida y evitando la triste experiencia de mendigar o pedir alimentos en las calles como tantos otros indígenas del país.

La Empresa Desarrollo Agrícola del Para-guay (DAP) inició hace más de cinco años en el Dpto. de San Pedro, un programa de responsabilidad social empresarial benefi-ciando a un comité de 30 productores fa-miliares. Es importante recordar que cuan-do la DAP anunció el inicio de la produc-ción de soja en el departamento, se pro-dujo una gran manifestación tendiente a desalentar la instalación de la empresa motivada por el temor de los miembros de la comunidad a la utilización de agroquí-micos. Hoy totalmente superado el clima de enfrentamiento, se impuso el trabajo conjunto en armonía y paz. En ese marco, fue creada una Asociación de Productores

de Siembra Directa que nuclea con éxito a más de 100 pequeños productores cu-yos principales rubros son el maíz (que pa-so de una productividad de 1.500 kg./Ha. a 5.000 kg./Ha.), feijão (poroto brasileño), poroto nacional, locro etc.

Otra importante iniciativa es el Programa de Adecuación Legal (PAL) cuyo inició da-ta del 2004. Este Programa es coordina-do por la Unidad Ambiental del Ministe-rio Público con la colaboración de WWF-Paraguay y la consiguiente unificación de los esfuerzos de la SEAM y el INFONA, pa-ra emprender una agenda conjunta en el Dpto. de Itapúa con el objetivo de res-taurar la cobertura boscosa para la recu-peración del Río Pirapó, buscando la re-composición forestal en una zona marca-da por la pérdida masiva de la cobertura boscosa y la biodiversidad. La Agencia de Estados Unidos (USAID) también ha cola-borado para la concreción del Plan a tra-vés de su aporte financiero y el apoyo a la Municipalidad de Pirapó. 31 propietarios de tierras de la zona se presentaron volun-tariamente para solicitar el inicio del pro-ceso de adecuación a las leyes ambienta-les, arrojando como resultados la puesta al día de las licencias ambientales para la producción y la plena adecuación a la Ley Forestal 422/73 de todas las propiedades afectadas.

La ARP - Regional de Concepción, ACDI/VOCA, la UGP, la Gobernación de Concep-ción y el Banco Familiar, pusieron en mar-cha un convenio sobre modelos de inte-gración y cooperación mutua que bene-ficiará a 35 familias de la comunidad in-

dígena Vy´a Renda de Concepción. Este Proyecto de Activación y Seguridad Ali-mentaria capacitará a los integrantes de la comunidad para que se conviertan en productores que puedan autoabastecer a su colectividad. Se espera que este plan sea ejemplo para estos emprendimientos conjuntos y punto de partida para luego extenderse a otras comunidades indíge-nas de Concepción.

En el Departamento de San Pedro existen dos agro-empresas que desarrollan pro-gramas de responsabilidad social empre-sarial y realizan inversiones orientadas a contribuir con el combate a la pobreza en el sector Agro-Rural del Paraguay. Se tra-ta específicamente de HIERBAPAR - ARASY S.A.C.I. que han instalando un Centro Tec-nológico de Hierbas y Especias que se en-carga de proveer asistencia técnica y plan-tines madres a productores familiares., asegurando la comercialización de los ru-bros producidos. Por su parte, CODIPSA S.A. ha instalado una industria de almidón de mandioca.

La FEPAMA y la Federación Paraguaya de Madereros del Interior (FEPAMI) han ins-talados en el Departamento de San Pe-dro infraestructuras de primer nivel para la producción y reproducción de planti-nes de árboles forestales exóticos y nati-vos. Ambas Federaciones ofrecen asisten-cia técnica y proveen plantines forestales a pequeños, medianos y grandes produc-tores que pretendan iniciar un proceso de forestación, reforestación o enriqueci-miento de bosques nativos en esta región productiva.

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Foto: Viveros Forestales, Dpto. San Pedro

Foto: Viveros Hierbas y Especias

Aunque los esfuerzos de los agricultores em-presariales en post del mejoramiento de la ca-lidad de vida de los productores familiares se multiplican, continúan los problemas sociales en el sector Agro-Rural manifestados por me-dio del abandono en el área rural, con desti-nos a los pueblos o ciudades más inmediatas, en búsqueda de mejor calidad de vida y sobre todo de mayores oportunidades de trabajo.

Estos procesos migratorios, así como los cambios en la propiedad de la tierra y en la organización productiva Agro-Rural que viene dándose, han consolidado un estructura territorial muy compleja, don-de conviven sistemas productivos muy dinámicos como las denominadas de la Agricultura Mecanizada con otros muy tradicionales considerados Agricultura Familiar, exigiendo la puesta en marcha de planes, programas y proyectos de de-sarrollo Agro-Rural que incorporen real-mente la soluciones en forma gradual y sustentable.

La convivencia pacífica entre productores empresariales y pequeños productores de la Agricultura Familiar campesina es-tán desarrollando innovaciones en el uso y aprovechamiento de de los recursos pro-ductivos territoriales generando impactos con efectos positivos que benefician a los pequeños y grandes en las dimensiones económicas, sociales y ambientales, pero es importante aclarar esta es una contri-bución a las responsabilidad que las ins-tituciones públicas del Estado deben de asumir para combatir la pobreza en el sec-tor Agro-Rural

D. RECOMEnDACIOnES Y HERRAMIEnTAS PARA COnTRIbUIR COn EL DESARROLLO SOSTEnIbLE En EL SECTOR AGRO-RURAL

El análisis realizad permitió identificar al-gunos lineamientos estratégicos, así co-mo ciertas herramientas de política públi-ca que podrían contribuir en alcanzar los verdadero objetivos del desarrollo Agro-

Rural sustentable. Para incrementar sig-nificativamente la productividad es clave, diversificar la producción, promover las exportaciones y buscar nuevos mercados de exportación internacionales, siempre buscando disminuir la vulnerabilidad de los ecosistemas intervenidos, mantener la expansión competitiva de la agricultu-ra moderna y contribuir con la moderniza-ción activa de la Agricultura Familiar por medio del mejoramiento de los servicios sociales básicos.

Existen además otros elementos a imple-mentar, entendiendo que se ha agotado la frontera agrícola, pero de ninguna forma la frontera productiva que está recién co-menzando. Se hace necesario estimular el uso de nuevas tecnologías como la Meca-nización, la aplicación de Buenas Prácticas y la Biotecnología.

Se recomienda solucionar los problemas de escasez de tierras, de falta o irregula-ridad de sus títulos y la inseguridad jurí-dica frente a invasiones y robos de la pro-piedad privada, que se solucionen en de-finitiva conflictos que se arrastran históri-camente pues se tiene la sensación en el sector Agro-Rural que los mismos están creciendo y volviéndose cada vez más crí-ticos.

Estos instrumentos claves a resolver pa-san por el respeto a la Constitución Na-cional, las instituciones y las leyes vi-gentes actualmente, especialmente con la aplicación eficaz del nuevo Estatuto Agrario, donde las acciones más dinámi-cas y con un enfoque más descentraliza-

do, aseguraría asignar tierras sobre la ba-se de criterios y objetivos competitivos (económicos, sociales y ambientales), facilitando la transferencia de tierras de antiguos a jóvenes productores, apoyar técnica y crediticiamente a los producto-res, a sus organizaciones, acelerar el pro-ceso de regularización de la tierra, así co-mo la titulación de las tierras y la moder-nización en definitiva del catastro rural para dinamizar el mercado de tierras ru-rales en el Paraguay.

Es necesario fortalecer el nuevo sistema de investigación y transferencia tecnoló-gica para aumentar los recursos de la in-novación agropecuaria y forestal, de ma-nera que sus prioridades se orienten ha-cia las necesidades reales de los usuarios y aumenten la participación de estos en la gestión del sistema como la competi-ción entre oferentes, públicos y privados. La reciente creación por ley del IPTA es un paso trascendental para modernizar la investigación agrícola, pero su conso-lidación dependerá de la voluntad políti-ca para generar las condiciones adecua-das para que los sectores público y priva-do trabajen en post de la investigación.

Se deberá necesariamente incrementar el crédito formal, especialmente a la Agricul-tura Familiar, considerándolo sustancial-mente como un servicio productivo au-to-sostenible y libre de subsidios, impul-sando una mayor participación de la ban-ca comercial, apoyando a las institucio-nes micro-financieras con bajos costos de transacción, y mejorando la eficiencia del crédito de inversión.

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La modernización y el mejoramiento del sistema de tributación y el gasto público, a través de una mayor racionalidad en el sistema impositivo sobre el uso y manejo racional de las tierras, el incremento de la proporción del gasto agropecuario y fo-restal dentro del presupuesto nacional, y el mejoramiento de la eficiencia del gasto público rural, entre otras cosas elevando la participación de los bienes y servicios pú-blicos en detrimento de apoyos a bienes privados.

Se debería así mismo, promover progra-mas y agendas de desarrollo rural con en-foque territorial e intersectorial, que inclu-yan servicios productivos y sociales bási-cos, citando como los más prioritarios:

• Mejorar el uso y manejo racional de los suelos utilizados con fines productivos, evitando en todo momento los proble-mas de deforestación, degradación por erosión y usos inadecuados de los sue-los en las unidades productivas.

• Contribuir con la eficiencia y eficacia de los centros y entes de servicios de apo-yo a la producción y comercialización de los productos del sector Agro-Rural.

• Racionalizar y potenciar la dotación de in-fraestructuras y equipamientos en las zo-nas rurales como la dotación de caminos, electricidad, agua, viviendas, etc.

• Definir normativas y mecanismos de uti-lización racional, preservación y regula-ción ambiental que garanticen la sosteni-bilidad de los recursos naturales.

• Fomentar el aprovechamiento del po-tencial forestal, formulando programas de aprovechamiento sostenible del bosque natural y de forestación, refo-restación y agro-forestería.

Los sectores público y privado en alianzas estratégicas están llamados a jugar un pa-pel importante en el desarrollo de la agri-cultura, ganadería y las actividades fores-tales, pero requiere una considerable mo-dernización, descentralización regional y local, para lo cual se deberán crear las con-diciones de estabilidad política que des-emboquen en el incentivo adecuado pa-ra que los pequeños, medianos y grandes productores, puedan seguir generando crecimiento económico para combatir la pobreza en el Paraguay.

CAPITULO

El potencial de los recursos naturales

productivos de las tierras en el

paraguay

2

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1. el PotenCial de los reCursos naturales en el ParaGuayLas condiciones climáticas en la Región Oriental del Paraguay y su interacción con los tipos de suelos determinan eco-sistemas adecuados para la producción agrícola y pecuaria, que primordialmente afectan la formación y composición de los bosques, estos ecosistemas ambientales con recursos naturales productivos pre-sentan limitaciones a considerar técnica-mente para su aprovechamiento sosteni-do. Los estudios preparados y publicados sobre el potencial y las limitaciones deno-tan en todo momento que esta región por naturaleza propia permite un uso adecua-do para la agricultura y la ganadería.

En la Región Oriental el clima es tropical a sub-tropical y las condiciones meteoroló-gicas variables, predominantemente cáli-do y húmedo, con frentes fríos que apare-cen en la época invernal. Las precipitacio-nes varían desde 400 milímetros (Extremo Oeste) hasta 1.700 milímetros (Extremo Este), ocurriendo la mayor parte entre los meses de octubre a marzo.

La situación climática en correlación al re-curso productivo suelo representa, espe-cialmente en la Región Oriental, la princi-pal riqueza productiva para la agricultura en el Paraguay, manteniendo un potencial para fines de uso agrícola del 52%, apro-vechada hasta el momento en tan solo un 30% del potencial natural disponible, en esta región del país donde vive y trabaja el 97% de la población nacional.

Los recursos naturales productivos de la Región Oriental se hallan sobre un am-biente fisiográfico con topografía ondu-lada asociada a colinas relativamente pe-queñas y valles anchos, la elevación so-bre el nivel del mar varía desde 55 metros en el Distrito de Pilar hasta aproximada-mente 842 metros en la Cordillera del Yb-ytyruzú, Distrito de Independencia.

Para evaluar el potencial de los recursos naturales de la Región Oriental, debere-mos considerar que están conformados por tierras altas en forma de lomadas, con serranías en la parte central que divide las cuencas de los Ríos Paraguay y Paraná, existe además una abundancia de ríos y arroyos, siendo los dos principales el Río Paraguay y el Río Paraná que forman las dos cuencas principales, cuyos suelos en la mayor parte de sus cuencas hídricas son residuales, originarios de rocas areniscas y basalto.

Los suelos derivados de material paren-tal arenisca, son denominados podzólicos arenosos de color rojizo o marrón-rojizo. En la zona norte, tienen drenaje hacia el Río Apa, un tributario del Paraguay, don-de existen influencias de suelos calcáreos, y en la zona sur de la cuenca yace un gran territorio compuesto de suelos hidromór-ficos de color gris, los suelos de la cuen-ca del Río Paraná son de origen volcánico, son suelos profundos, arcillosos y de co-lor rojo.

La Región Occidental se caracteriza por una antigua llanura aluvial formada por la sedimentación causada por la erosión de la Cordillera de los Andes, varias áreas de esta región todavía están sujetas a inun-daciones periódicas debido al relieve sua-ve y al subsuelo arcilloso compacto, mien-tras que en algunas zonas hay áreas am-plias de suelos hidromórficos.

El uso de la tierra para fines agrícolas en la Región Occidental es limitado por las con-diciones edafo-climáticas naturales, pero muy adecuado para el uso pecuario y espe-cialmente silvo-pastoril, donde su produc-ción se viene sustentando en la habilita-ción planificada de tierras con bosques na-tivos y el aprovechamiento de los espacios naturales para la producción ganadera.

En el Chaco existen unas 3.419.551,65 Ha. (14,25%) de pastura implantada para la

producción ganadera, esta condición de uso hace que este territorio represente una alternativa muy válida y complemen-taria para el desarrollo económico y social de nuestro país. La cobertura vegetal na-tural de esta región está representada por bosques xerófitos y de Quebracho ocu-pando unas 12.044.073 Ha., matorrales y cerrados unas 973.529 Ha., y como par-ques nacionales, reservas y comunidades indígenas unas 2.964.043 Ha

Este punto busca ilustrar sobre el poten-cial que tiene el Paraguay en relación a la biodiversidad y las áreas silvestres protegi-das, donde podemos adelantarnos a ase-verar que existe verdaderamente un com-promiso de la sociedad paraguaya por los avances que se han venido obteniendo en el conocimiento, conservación y uso sus-tentable de los mismos en ambas regiones del país.

La búsqueda de conocimientos científi-cos sobre las condiciones naturales de la fauna y la flora paraguaya se realiza en for-ma coordinada en el Museo Nacional de Historia Natural y el Centro de Datos pa-ra la Conservación de la Secretaria del Am-biente (SEAM), realizando para ello inven-tarios de especies naturales y delineando recomendaciones técnicas urgentes para la conservación y el uso sostenible de los mismos. Existen también Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que contri-

buyen a realizar los inventarios, aunque a veces, de manera más aislada.

El conocimiento sobre el tema es aún inci-piente, derivando en la escasa adopción de medidas para la conservación y uso sostenible de la fauna y flora silvestres y la escasa disponibilidad de recursos huma-nos y financieros que posibiliten la imple-mentación de programas conducentes al inventario de estos componentes del me-dio ambiente.

2. biodiversidad y diversidad biolóGiCa

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el potencIal de los recursos naturales

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El Paraguay no cuenta con un inventario completo de las especies de fauna y flo-ra que habitan el territorio, razón por la cual los registros cuantitativos son todavía aproximados. A la fecha, se han identifica-do unas 167 especies de mamíferos, 685 especies de aves, 135 especies de reptiles, 230 especies de peces, unas 500 familias con 1.140 géneros y 30.000 especies de in-vertebrados; unas 13.000 especies de ve-getales que representan a lo menos seis o siete corrientes florísticas. La gran diversi-dad biológica en el país obedece a la va-riedad de ecosistemas existentes.

Por los sistemas tradicionales de produc-ción que por décadas se han venido im-plementando, varias especies han sido afectadas en su estructura y en sus ciclos biológicos naturales y están en peligro de extinción.

A pesar de que existe una frondosa legis-lación ambiental nacional e internacio-nal que busca trabajosamente conservar, preservar y hacer un uso sustentable de la biodiversidad en el Paraguay, el cambio del uso de la tierra, la deforestación de los bosques para destinar los suelos a fines agrícolas y pecuarios, la caza y la pesca indiscriminadas, son las principales cau-santes de la pérdida de la diversidad bio-lógica.

Es importante que los administrados de estas leyes nacionales y acuerdos inter-nacionales, entiendan que las soluciones no pasan por formular y promulgar más y más leyes y normas que prohíban y limi-ten el aprovechamiento de los recursos

provenientes de la diversidad natural (flo-ra y fauna silvestre), sino más bien por pro-poner incentivos, condicionar un uso ra-cional que no solo valore estos recursos, sino que permita la retribución económi-ca y financiera justa por la conservación y el uso racional de los mismos.

Foto: Especie en Vía de Extinción

Las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) se crean con el propósito de conservar la di-versidad biológica, mantener la continui-dad de los procesos naturales y el equili-brio ecológico de los ecosistemas, por su valor como patrimonio natural y cultural, por ser espacio de vida de los pueblos in-dígenas, por su valor escénico y paisajísti-co, como lugar turístico de esparcimien-to, descanso y recreación, para crear fuen-tes de trabajo relacionadas al turismo am-biental, con fines educativos y como área de investigación científica y para fines es-tratégicos territoriales.

Las Áreas Silvestres Protegidas cumplen un rol importante en la preservación In Situ de las especies de diversidad bioló-gica, a más de constituir muestras repre-sentativas de Ecorregiones y Biomasa del país, aún faltan declararse más unidades de conservación (Parques Nacionales o Reservas equivalentes), pues actualmen-te se tiene un 14% del territorio nacional protegido bajo alguna denominación re-conocida como área silvestre protegida, a esto se suma que se han identificado áreas potenciales para la conservación, que de ser declaradas legalmente pasarían a for-mar parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas, con lo que se vería acrecentado el porcentaje nacional prote-gido.

La protección, consolidación y manejo

adecuado de estas áreas, sean públicas o privadas, son claves para la protección y conservación de los recursos biológicos (fauna, flora, germoplasma, genes) y el mantenimiento de estos ecosistemas, es-trechamente relacionadas con el control de la deforestación, el uso inapropiado de estos ecosistemas (modificaciones), evita la cacería indiscriminada en las mismas, la expansión de la frontera agropecuaria sobre ellas, etc. La diversidad biológica es importante ya que contribuye al desarro-llo nacional con un potencial económico incalculable.

El área total del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas abarca aproximada-mente unas 7.720.309,9 Ha. En tanto que el sistema de áreas públicas está en pro-ceso de consolidación, siguen pendien-tes las mensuras y titulaciones y además de las dificultades para el control y manejo de las mismas.

El Cuadro Nº 17 que describe los tipos y superficies de las áreas silvestres protegi-das de la Región Occidental (Chaco) nos indica que existen unas 6.899.747 Ha. ba-jo el dominio de protección ambiental ab-soluta. Las Áreas Protegidas Bajo-Dominio Público abarcan seis (6) Parques Naciona-les con unas 1.838.972 Ha., una (1) Reser-va Nacional de 125.823 Ha. y una (1) Re-serva de la Biósfera de aproximadamente 4.707.250 Ha.

3. situaCión de las Áreas silvestres ProteGidas

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el potencIal de los recursos naturales

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Las Áreas Protegidas Bajo-Dominio Priva-do presentan nueve (9) Reservas Natura-les abarcando 127.702 Ha. de tierra. Esto demuestra la existencia de una conciencia ambiental creciente entre aquellos pro-ductores dueños de unidades productivas agropecuarias privadas que destinan par-te de sus territorios para la conservación y preservación de la biodiversidad nativa chaqueña a perpetuidad.

El Cuadro Nº 18 nos muestra que exis-ten aproximadamente 820.562,9 Ha. bajo protección y conservación del medio am-biente y la diversidad biológica en la Re-gión Oriental.Foto: Fauna ASP Defensores del Chaco

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el potencIal de los recursos naturales

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Las Áreas Protegidas Bajo-Dominio Pú-blico en esta región abarcan 10 Parques Nacionales ocupando unas 350.547 Ha. y unas 271.254,9 Ha. se presentan como Re-serva de Vida Silvestre, Monumentos Na-turales, Monumentos Científicos, Reser-vas de Recursos Manejados, Reserva Eco-lógica, Zona de Reserva Nacional, Paisaje Protegido y Reserva Biológica. Este mismo cuadro nos ilustra que existen Áreas Pro-tegidas Bajo-Dominio Privado abarcando y ocupando una 154.021 Ha. en la Región Oriental distribuidos en nueve (9) Reser-vas Naturales Privadas. Existen además las áreas bajo protección denominadas Sub-Sistemas de Entes Autárquicos ocupan-do unas 44.750 Ha. distribuidos en seis (6) áreas denominadas como Refugios Bioló-gicos y un (1) área más como Refugio de Vida Silvestre.

Los responsables de coordinar y buscar consolidar, mantener y promover el Siste-ma Nacional de Áreas Silvestres Protegi-das (SINASIP) tienen severas limitaciones que incluyen el marco político insuficiente para interesar en el presupuesto de gasto de la nación los recursos necesarios para consolidarlas, la falta de reglamentación de las leyes que las crean y establecen su funcionamiento y consolidación, la redu-cida apertura a la participación y coordi-nación interinstitucional pública y privada y la falta de estrategias que integren a los procesos de consolidación a las institucio-nes regionales y locales.

Es importante señalar que actualmente se cuenta con dos (2) herramientas genera-les que incluyen a la misma, la primera es

la Política Ambiental Nacional (PAN) don-de fueron incorporadas líneas estratégi-cas que guardan relación directa con la Di-versidad Biológica y que se refieren al fo-mento de la conservación de los recursos naturales atendiendo a la preservación In Situ y Ex Situ, así como a la recuperación, rehabilitación y restauración de los eco-sistemas y de las especies de la biodiversi-dad que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.

La segunda, es la Estrategia Nacional y Plan de Acción para la Conservación de la Biodiversidad (ENPAB), en la cual se han identificado grandes objetivos y se han señalado los rumbos principales que se deberían seguir a largo plazo, mientras que en el plan de acción se indican las medidas y actividades más específicas de cómo poner en práctica la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica.

Fotos: Áreas Silvestres Protegidas (ASP) en la Región Oriental del Paraguay

A. REGIón ORIEnTAL

En la Región Oriental los recursos foresta-les son asociaciones de ecosistemas cono-cidos como Selva Central y Selva del Alto Paraná, donde los recursos forestales son de distribución continua, con árboles al-tos con un dosel dominante, árboles de 25 a 35 metros de alturas, formaciones distri-buidas sobre los mejores suelos para uso agrícola. Esta categoría de uso es la más susceptible al cambio, ya que es aprove-chada para la producción de madera de aserrío y para la habilitación de tierras pa-ra uso agropecuario.

La fisiografía en la Región Oriental aún presenta relictos de bosques altos nativos degradados, conformados por asociacio-nes forestales de composición de árboles muy similares a los bosques nativos conti-nuos, donde las especies forestales econó-micamente valiosas fueron prácticamente eliminadas, dominando aquellas de estra-to intermedio, con árboles que varían en-tre los 15 a 25 metros de altura. La degra-dación es a consecuencia de la gran pre-sión ejercida por la agrícola, la ganadería y el aprovechamiento forestal intensivo.

Existen también en la Región Oriental otras coberturas boscosas distribuidas en forma de islas, rodeadas por el uso pecua-rio con praderas implantadas y nativas. Estas islas de bosques, por su extensión, densidad y distribución son destinadas, en la mayoría de los casos, a la producción

de leña y carbón, por ser masas boscosas ralas con asociaciones forestales de menor densidad y con altura de 10 y 20 metros. Desde el punto de vista económico, es-tos bosques no son muy valiosos debido al escaso volumen maderable aprovecha-ble, sin embargo, desde el punto de vista ecológico resultan valiosos como bosques protectores y como reserva genética.

Foto: Habilitación Agricultura Mecanizada

Foto: Tala y Roza Agricultura Familiar

4. reCursos forestales

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el potencIal de los recursos naturales

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Recordemos que la evolución de la defo-restación en la Región Oriental del Para-guay fue muy dramática hasta fines del 2005. En 1945 esta región tenía una super-ficie boscosa de 8.800.000 de Ha., equiva-lentes al 55,1% de su territorio. Datos ofi-ciales indicaban que en la segunda mitad de los años `60 la superficie boscosa se había reducido a 7.000.000 de Ha. (44,1% del territorio), a mediados de los años `70 se estimaba una superficie boscosa de 5.500.000 de Ha. (34,4% del territorio), y en los `80 se estimaban en 3.900.000 de Ha. (24,6% del territorio). En 1991, queda-ban 2.400.000 Ha. de bosques, apenas el 15% de la superficie total. Las implicancias ecológicas de la reducción de la superficie boscosa son por supuesto dramáticas, an-te una ineficaz política de desarrollo que custodie los recursos forestales en el país.

Las Tasas estimadas de deforestación en la Región Oriental del Paraguay son:

• Entre 1945 y 1985 fueron deforestadas 5 millones de Ha., 123.000 ha/año

• Entre 1968 y 1976 fueron deforestadas 212.000 ha/año

• Entre 1984 y 1991 fueron deforestadas 300.000 ha/año

• Entre 1989 y 2001 fueron deforestadas 112.960 ha/año

• Para el 2002 la tasa era de 110.000 ha/año

El ritmo de expansión del uso agropecua-rio sobre las coberturas boscosas fue alto, y los árboles de maderas de primera cali-dad se aprovechaban para distintas apli-caciones, extrayendo en forma perma-nente grandes e incalculables cantidades de rollos destinados a la industrialización o a su envío a países vecinos.

FAO. 2000; SFN. 1995. FAO. 2000; CIF. 1994. GLCF. 2002. FAO. 2003. Situación forestal en América Latina y el Caribe.

La Ley 2524/04 promulgada a finales del 2004 que determina la “Prohibición en la Región Oriental de las Actividades de Transformación y Conversión de Superfi-cies con Cobertura de Bosques”, ha permi-tido que las unidades productivas de pe-queña y gran escala aprovechen sus recur-sos naturales sin utilizar aquellos espacios territoriales con cobertura boscosas nati-vas. Antes de la vigencia de esta Ley, mal denominada de deforestación cero, la tasa de deforestación era de 130.000 ha/año, la que, luego de su promulgación y puesta en vigencia, disminuyó en un 85%.

La ONG Ambientalista Guyra Paraguay, en coordinación con la SEAM y el INFO-NA (ex Servicio Forestal Nacional), ha ve-

nido realizando el monitoreo de la defo-restación, generando los siguientes resul-tados: 22.336 Ha. deforestadas en los años 2005 y 2006, y 30.967 Ha. en los años 2007 y 2008; o sea en cuatro años de vigencia de la ley, la deforestación alcanzó un to-tal de 53.303 Ha., con un promedio 13.326 Ha./año.

El Cuadro 19 muestra que durante el pe-riodo 2005/2008, el Departamento de San Pedro presentó el 46% del total de la su-perficie deforestada y Canindeyú el 21%. Cabe recordar que entre abril y septiem-bre de 2007, en estos departamentos se presentó una prolongada sequía asociada a incendios forestales, que contribuyeron a la deforestación registrada.

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el potencIal de los recursos naturales

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Es importante señalar que un grupo de productores alertó que, la prohibición de los desmontes y la habilitación de tierras con bosques nativos impedirían el creci-miento de la producción agropecuaria y afectarían el crecimiento económico na-cional. Hoy, sin embargo, podemos ase-verar que durante la vigencia de la Ley de Deforestación Cero, la economía paragua-ya, y el sector agropecuario en particular, han mantenido un crecimiento positivo durante ese mismo periodo.

La puesta en vigencia de esta Ley ha crea-do conciencia en el sector productivo ru-ral y la adecuación a las leyes ambienta-les vigentes en forma legal y legítima, por parte de aquellos propietarios que traba-jan en el área rural. La aplicación gradual de medidas de mitigación en las unida-des de producción, incluyen el manejo y uso seguro de agroquímicos, la reforesta-ción con especies nativas como medidas de compensación, el enriquecimiento de los bosques nativos degradados y bos-ques ribereños y la aplicación en los siste-mas de producción con medidas y prácti-cas de manejo y conservación de los sue-los y aguas.

En julio del 2008, la UGP y el INBIO publi-caron el Mapa de Uso Actual y Cobertura de la Tierra en la Región Oriental del Pa-raguay, basados en información satelital actualizada y sistemas modernos de inter-pretación digital. A partir de ello, se iden-tificaron áreas boscosas nativas que se ca-racterizan por tener bosques continuos mayores a 200 Ha., entendiéndose que es-to no incluyen los denominados bosques

de protección de los cursos de aguas. La misma fuente indica que los Bosques Na-tivos Continuos de la Región Oriental tota-lizan unas 2.202.278 Ha., y que los Depar-tamentos de Concepción, San Pedro y Ca-nindeyú mantiene el 60 % del total.

Foto: Barreras Vivas y Control Agro-químicos

Foto: Franjas de Protección

Actualmente, sigue vigente la Política Am-biental Nacional (PAN), aprobada el 5 de Mayo del 2005 por el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM) y promulgada el 31 de Mayo del 2005, teniendo como marco conceptual indispensable que las políticas nacionales busquen un equilibrio - global y local- entre los objetivos económicos, sociales, culturales y ambientales. La PAN establece que los principales problemas ambientales del Paraguay siguen sien-do la erosión, degradación y agotamien-to de los suelos por el uso inadecuado en la agricultura y en obras de infraestructu-ra, la presión sobre la expansión incontro-

lada de las zonas urbanas y el manejo in-adecuado de los residuos, la deforestación en campos privados y, en algunos casos, en áreas silvestres protegidas y la pérdida de la vegetación prístina protectora y la transformación de grandes superficies al uso agropecuario.

Otro problema del sector forestal es el contrabando de rollos y de carbón vege-tal hacia el Brasil por la frontera seca, con-trabando de proporciones alarmantes en ciertas épocas del año, en abierta viola-ción de disposiciones legales nacionales e internacionales, agravado por la pasividad

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

el potencIal de los recursos naturales

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y/o la complicidad de autoridades que no asumen sus funciones con la debida res-ponsabilidad. Ante lo expuesto, la prohi-bición de no tocar los bosques nativos pa-ra uso agrícola y pecuario seguirá siendo prioridad, sin embargo necesariamente, la legislación vigente deberá ser revisada y modificada en forma y fondo.

b. REGIón OCCIDEnTAL

Esta región posee una fisiografía de con-formación tipo planicie aluvional seca, con régimen de sequedad extrema en el noroeste y de ambientes fisiográficos con inundaciones periódicas hacia el este y sureste. Esta región ocupa el 60% del terri-torio, allí vive y trabaja el 3% de la pobla-ción nacional, esta antigua planicie alu-vional inclinada hacia el sureste con una diferencia en altura de solamente 10 cm por 1.000 metros, con condiciones extre-mas de humedad, temperatura, sequía y suelos, es actualmente polo de una gran explotación ganadera con una rica diver-sidad faunística.

Los estudios realizados en el 2009 para la Región Occidental o Chaco por técni-cos de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) sobre el Uso Actual y Cobertura de la Tierra, demuestran que esta región po-see bosques xerófitos y de quebracho que ocupan unas 12.044.073 Ha., coberturas de matorrales y cerrados en unas 973.529 Ha., y unas 2.964.043 Ha. de parques na-cionales, reservas naturales y comunida-des indígenas.

Los bosques continuos totalizan

12.643.989,09 Ha., los que asociados a las Áreas Silvestres Protegidas y a Comunidades Indígenas alcanzan una superficie boscosa continua de 15.613.140,84 Ha., correspon-diendo al 65,05% de la superficie chaqueña.

Existen unas 4.548.806,91 Ha. de prade-ras naturales y sabanas arboladas (18,95% del territorio chaqueño), vegetación natu-ral que se debe contabilizar como recur-so importante y original del ecosistema del ecosistema del Chaco, restando unas 3.697.530,57 Ha. de tierras habilitadas pa-ra pasturas implantadas y cultivos agríco-las desde la llegada de los primeros po-bladores Menonitas (15,41% del territorio chaqueño).

Prácticamente en toda la Región Occi-dental, la disponibilidad de agua y de suelos determina las formaciones y co-berturas vegetales; en el bajo Chaco pre-dominan suelos aluviales muy arcillosos que son modelados continuamente por los ríos que transportan y acumulan se-dimentos. La vegetación está adaptada a un clima sub-húmedo con presencia de palmares de karanda’y (Copernicia alba) e innumerables lagunas con gran varie-dad de aves acuáticas. La vegetación es generalmente herbácea localizada en lu-gares de topografía plana y/o valles afec-tados por aguas de inundación durante cierta época del año. Debido al suelo, con nivel freático superficial y de lento dre-naje, la vegetación incluye la Copernicia australis (karanda’y), Schinopsis balan-sae (quebracho colorado), especies del género Prosopis (algarrobos) y Tabebuia nodosa (labón).

Foto: Ing. Torsten, características de la vegetación chaqueña.

En cuanto al Alto Chaco, los suelos son se-cos y muy arenosos, sensibles a ser trans-portados por acción del viento. La vegeta-ción está formada por bosques espinosos adaptados a largos periodos de sequía en un clima semiárido (matorral xerofítico).

En el Chaco Seco son comunes los bos-ques de quebracho colorado (Shcinopsis balansae), la presencia del samu-ú (Cei-ba insignis) y del palo santo (Bulnesia sar-mientoi); se puede observar que los sue-los sufren degradaciones a consecuencia de los vientos predominantes, especial-mente cuando la topografía es de fisiogra-fía plana asociada a cambios en el uso de la tierra donde la deforestación se realiza

sin criterios técnicos y se facilita la inciden-cia del viento sobre los suelos. Son parti-cularmente vulnerables los suelos areno-sos y muy polvorientos, y en algunos ca-sos se forman médanos.

Se trata de una cobertura irregular de 15 a 25 metros de altura no muy cerrada con es-pecies como el quebracho colorado Schi-nopsis balansae; Yvyra morotí, palo blan-co Calycophyllum multiflorum; Urunde’y mí Astronium urundeuva, Guajayví Pata-gonula americana, Quebracho blanco As-pidosperma quebracho-blanco, Algarro-bo Prosopis spp, además de especies de la región oriental tales como timbó (Entero-lobium contortosiliquum), kurupay’ra (Pa-rapiptadenia rigida), manduvi’ra (Pithecel-lobium saman), tajy (Tabebuia spp.), entre otras.

En el sotobosque abundan las Bromeliá-ceas y Cactáceas, que dificultan la rege-neración natural. Además existen varias epífitas, parásitas y lianas, se encuentran también masas boscosas extensivas don-de predomina Schinopsis balansae y Aspi-dosperma (quebracho-blanco).

Según la Dirección de General de Planificación del MAG:

a) La Región Occidental contaría con un potencial cultivable de 2.300.000 de Ha., de las cuales estaría aún disponi-ble el 98% para la ampliación de la ac-tividad agrícola, recomendándose la aplicación de cuidadosas medidas de conservación de suelos, como la la-branza mínima.

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el potencIal de los recursos naturales

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Foto: Uso Agropecuario de los Suelos de Monte. Torsten

b) En relación al potencial de aprovecha-miento ganadero, la Región abarcaría unas 15.400.000 de Ha., con un aprove-chamiento actual de 9.100.000 de Ha. y un margen de crecimiento de 41%.

Foto: Vegetación en Suelos Secos-Arenosos en Periodo de Sequía Alto Chaco. Suelo Regosol. Torsten.

c) Las tierras de potencial forestal tie-nen una extensión aproximada de 4.000.000 de Ha., con un nivel de apro-vechamiento actual de 5.400.000 de Ha., exceso que podría ser explicado por posibles superposiciones de uso, principalmente los de tipo silvo- pas-toril.

Foto: Palmares y Suelos Arcillosos denominados Gleysoles y Vertisoles. Dpto. Boquerón

d) La superficie de otros usos es de una ex-tensión significativa, 10.131.451 Ha. y esta-ría compuesta por las Áreas Silvestres Pro-tegidas ocupando 811.135,9 Ha., los Sala-dares, las lagunas, los riachos, los esterales o los humedales, y las dunas (médanos). Es indudable el potencial de los suelos pa-ra la conservación de la biodiversidad y el ecosistema del Chaco. En forma general, los suelos son fértiles y la aptitud predominan-te de las condiciones naturales es el uso pe-cuario (pastoril y silvopastoril).

Foto: Condiciones Naturales de los Suelos Salinos en la Región Occidental

Desde mediados del 2005, instituciones del Estado han trabajado con los propie-tarios de estas fincas, para que, en forma gradual, se adapten a las leyes ambienta-les vigentes, de forma a permitir un mayor equilibrio entre el uso de la tierra y el me-dio ambiente.

Los productores, sean de nacionalidad pa-raguaya o extranjera, son consientes de que al adquirir tierras e iniciar la inversión en sus nuevas unidades productivas, en respeto a las normativas legales vigentes, el 50% del área debe quedar bajo cober-tura boscosa nativa, corriendo a cuenta de los mismos, la inversión o pago para pro-teger la biodiversidad nacional.

Independientemente al análisis objetivo del párrafo anterior, es importante men-cionar que, por intereses sectoriales, polí-ticos e ideológicos, son varios quienes tra-tan de desprestigiar los esfuerzos privados sin elevar propuestas claras de solución y alternativas reales para la conservación o la protección, esta situación se agudiza en ambas regiones del país. Desde la pues-ta en vigencia de la Ley de Deforestación Cero en la Región Oriental hasta la fecha, sí bien se ha hecho un llamado al inventa-rio forestal, no se han logrado establecer los famosos incentivos para su valoración y la retribución económica por la conser-vación y protección de los bosques.

El Chaco cuenta con una superficie pro-tegida consagrada a perpetuidad de 2. 042.319 Ha. representativa de cada eco-sistema. El reto de implementar sistemas productivos donde los estilos de aprove-chamiento de los recursos naturales es-tén en armonía con el ambiente, es justa-mente lo que productores en el Chaco han aprendido a hacer durante todo este tiem-po, desarrollando tecnologías apropiadas en base a varios años de investigación y trabajo sistemático de técnicos de altísi-mo nivel, que han demostrado las venta-jas comparativas de las actividades agro-pecuarias sustentables.

Podemos afirmar que la Región Occiden-tal es una alternativa válida para invertir en la misma por el potencial económico, ambiental y social que presenta. La incor-poración de inversiones generaría fuentes de trabajo para personal capacitado y no capacitado.

CAPITULO

El uso actual de las tierras en la Región Oriental del Paraguay razonando so-bre la capacidad natural productiva de las tierras y del potencial natural pro-

ductivo de los suelos

3

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el uso actual de las tIerras

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1. CaraCterizaCión General de la reGión oriental

2. PotenCial natural ProduCtivo de los suelos

En la Región Oriental el clima es muy va-riable a consecuencia de la superficie po-co extensa y por no existir sistemas mon-tañosos o mesetas altas que afecten la temperatura, es decir no existe una dife-rencia marcada del clima. Uno de los fac-tores que tiene influencia en esta región es la latitud, al noroeste es sub-tropical caliente y en la zona central es sub tropi-cal moderado y sub tropical moderado al sur a sudeste. El clima húmedo, con lluvias abundantes y bien distribuidas, sin perio-dos secos prolongados conduce a que to-da la Región Oriental tenga un régimen údico de humedad del suelo.

Un factor clave para la agricultura y la pro-ducción en esta región del país es la preci-pitación, donde la media anual varía entre 1.300 mm al oeste y 1.900 mm al este, en relación a la temperatura de 17°C a 27°C en forma anual y con medias máximas de 30°C. Un dato de interés productivo para la agricultura paraguaya es la temperatura del suelo, donde la media anual es supe-rior a los 22°C, manteniendo una diferen-cia superior a 5°C entre la media de vera-no e invierno, lo que lleva a un régimen hi-pertérmico en la región.

La situación fisiográfica se caracteriza por una sucesión de lomadas o terrenos ondu-lados, con pendientes suaves pronuncia-das de 4% a 15%, tributan naturalmente a los valles y llanuras los cursos de ríos, arro-yos y lagos, en tanto que en el sistema de

serranías sus fisiografías son muy irregula-res y los relieves escarpados con pendien-tes mayores de 15% y drenaje muy rápido, este sistema de serranías constituye la lí-nea de división de aguas de las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná.

En aquellos territorios de la región donde fisiográficamente predominan los valles y las llanuras se constituyen los campos bajos anegadizos durante cierto tiempo, donde existe una superficie de estérales o panta-nos en la zona de Ñeembucú, zona de con-vergencia de los ríos Paraná y Paraguay; así también a lo largo de las costas del Río Pa-raguay y ríos afluentes como el Tebicuary, Manduvirá, Jejuí, Ypane y Aquidabán.

Estos territorios o zonas muy bajas, como las depresiones del terreno en los valles y llanuras situadas con cotas más bajas, in-fluyen sobre la humedad del suelo lleván-dolo a condiciones ácuicas, con periodos continuos de saturación y reducción lle-vando a estos suelos a presentar caracte-rísticas redomórficas.

En la Región Oriental existe una abundan-te y regular distribución de la precipita-ción, el régimen de humedad del suelo predominante es údico. Este régimen o condición requiere que por lo menos du-rante 6 años de un período de 10, ninguna parte de la sección de control del suelo se seque por espacio de 90 días acumulados o por un período de 45 días consecutivos.

La sección de control es una camada de suelo a una profundidad determinada que varía con el tipo de suelo; en los de par-tículas francosas finas a arcillosas finas, la sección del control se encuentra de 10 a 30cm., en las francosas gruesas entre 20 y 69cm. y en las arenosas de los 30 a 90cm. de profundidad. Se considera que un sue-lo se seca cuando la tensión del agua es mayor a 1.500 kPa (punto de marchites permanente de las plantas).

Estas características generales del com-portamiento de los suelos en la Región Oriental del Paraguay, son resultado de los Estudios de Levantamiento de Suelos y de Capacidad Natural productivas de la Re-gión Oriental, en el marco del Proyecto Ra-cionalización Uso de la Tierra (PRUT/MAG/BM/95), y demuestran fehacientemente que los tipos de suelos y las condiciones naturales de las tierras son altamente po-tenciales para el uso agrícola.

Para conocer el potencial y las limitaciones del recurso natural productivo “suelo” se analiza-ran seguidamente los resultados del Estudio de Suelos, Capacidad de la Tierra y una Pro-puesta de Ordenamiento Territorial para la Re-gión Oriental del Paraguay (MAG/BM. 1995).

Este inventario sobre la caracterización de los suelos y del ambiente en la Región Oriental del Paraguay según su condición física, química y biológica, indica la pre-sencia de unidades cartográficas com-puestas por 7 Órdenes de suelos, 13 Sub-órdenes, 28 Grandes Grupos y 58 Sub-gru-pos. Para la identificación de los tipos de suelos se utilizó el sistema de clasificación del Soil Taxonomy del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de Amé-rica (USDA, 1992), el levantamiento de los suelos se realizó en la Región Oriental, y las muestras fueron analizadas en labora-torios nacionales.

Según los resultados de la clasificación del Soil Taxonomy los tipos de suelos con Sub-grupos, presentan diferencias por las cla-ses texturales de las camadas superficia-les de los suelos, razón por la cual ha sido considerada esta condición edáfica para separarlos como una Fase del Sub-grupo. Cabe señalar que, la clase textural de los suelos constituye una propiedad de alta significación para la correcta utilización y manejo de los mismos para fines agrícolas.

Fotos: MAG/BM, 1995.

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el uso actual de las tIerras

74 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 75

El estudio indica que según las caracterís-ticas físicas, químicas y biológicas natura-les, los mejores suelos de la Región Orien-tal para uso agrícola son los Alfisoles y Ul-tisoles, estos ocupan el 68% del territorio

(10.795.413 Ha.). Otros tipos de suelos son los Entisoles 13,6%, Oxisoles 5,6%, Incenp-tisoles 5,69%, Vertisoles 1,16% y Molliso-nes 1,03% que presentan ciertas limitacio-nes para el uso y manejo agropecuario.

Las órdenes de Alfisoles y Ultisoles a nivel Sub-orden, Clase, Sub-clase y Fases, pre-sentan diferentes limitaciones naturales para el uso agrícola, aunque todas con-trolables y corregibles. Estas deberían ser identificadas, y a través de un proceso de planificación del uso de las tierras, plan-tear medidas, prácticas y obras de mane-jo y conservación de los suelos, acordes a

las condiciones naturales e incorporadas a los sistemas de producción de la agricultu-ra nacional, para asegurar el uso adecuado de este recurso natural productivo.

A. LOS ULTISOLES

El mismo estudio señala que los Ultisoles son suelos que pertenecen al Orden Ulti-

sol y cubren una superficie 5.147.918 Ha. (35,61%) en la Región Oriental. Estos sue-los se presentan formando numerosas uni-dades cartográficas, donde participan co-mo unidades taxonómicas homogéneas o se les encuentra en asociación con otros suelos del mismo Orden o de otros Órde-nes en menor escala o poco apreciables.

En el Orden Ultisol se reconocieron dos Sub-órdenes, 7 Grandes Grupos y 17 Subgrupos. Entre los Sub-órdenes son el Aquult y el Udult, donde el Aquult contie-ne 3 (tres) Grandes Grupos y sus corres-pondientes Sub-grupos, mientras que el Sub-orden Udult contiene cuatro (4) Gran-des Grupos y en estos se reconocieron en los levantamientos unos 14 Sub-grupos.

Los Ultisoles de la Región Oriental pueden presentar horizontes denominados argíli-cos o kándicos, pero sin el horizonte fra-gipan, con una saturación de bases (da-da por la suma de cationes) de menos del 35% en las siguientes profundidades de los suelos:

- Cuando el horizonte superficial es are-noso con 35% o más de fragmentos de roca, esa saturación en bases debe cumplirse a la profundidad de 125 cm de profundad de suelos a partir del lí-mite superior del horizonte argílico o a 180 cm de profundidad desde la super-ficie del suelo, o inmediatamente por encima del contacto con la roca si el suelo es menos profundo de 2 metros; y

- Cuando se tienen un horizonte fragi-pan, con una camada de horizonte en-

durecido y quebradizo, con alta densi-dad y de textura francosa, donde la sa-turación en bases debe cumplirse a los 75 cm debajo del límite superior del suelo con horizonte fragipan, o a los 2 m desde la superficie del suelo, o en el contacto lítico, paralítico o petroférrico, donde no se ha reconocido la presen-cia de fragipan.

Foto: Perfiles de Suelos Realizados en los Levantamientos de Suelos de la Región Oriental del Paraguay. Suelos Ulti-soles (MAG/BM/1995

Para comprender las características de los suelos ULTISOLES es importante describir el horizonte argílico, este es un horizonte iluvial, en el cual las arcillas cristalinas si-licatadas se han acumulado por la iluvia-ción en cantidad significativa, aunque esta camada contenga también arcilla formada naturalmente “in situ”. Este horizonte de suelo argilico es considerado de sub-su-perficie, porque se está debajo de un ho-rizonte superficial eluvial, aunque existen casos en los que pueden identificarse en la superficie del suelo cuando por acción de la erosión hídrica, las camadas superficia-les han sido arrastradas.

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La discontinuidad litológica entre los hori-zontes de suelo eluvial y argílico se debe al contenido de arcilla en el horizonte supe-rior a una distancia vertical de 30 cm., en la siguiente proporción:

- Cuando el horizonte eluvial tiene me-nos de 15 % de arcilla total en la frac-ción fina del suelo, el contenido total de arcilla en el horizonte argílico debe ser de 3 % más en valor absoluto;

- Cuando el horizonte suelo eluvial tiene entre 15 y 40 % de arcilla total, el con-tenido de arcilla del horizonte de suelo argílico y debe contener 20% o más; y

- Cuando el horizonte de suelo eluvial contiene 40 % o más de arcilla, para ser considerado un horizonte de suelo ar-gílico debe contener 8 % más de arcilla, en valor absoluto.

El horizonte de suelo argílico en este tipo de suelo debe reunir cierto espesor mínimo de un décimo de la suma de todos los horizon-tes por encima de él, o de 15 cm. o más si el suelo tiene una profundidad de 1,5 metros o si la textura del horizonte de suelo argílico es areno francosa o arenosa. Si el horizonte po-see una textura franca o más fina, basta con que el horizonte sub-superficial tenga un es-pesor de 7,5 cm. En suelos sin estructura, el horizonte argílico presenta arcillas orienta-das llenando algunos poros y uniendo los granos de arena. Si se presentan estructuras, éstas deben tener cutanes en sus superficies o en los poros finos, o por lo menos revesti-miento de arcilla es la parte inferior del hori-zonte de argílico, si es arcilloso.

Entonces, la característica principal de un ULTISOL es la presencia del horizonte ar-gílico o kándico con bajo porcentaje de saturación en bases. Este tipo de suelo se forma en climas húmedos y en regiones donde la precipitación supera a la evapo-transpiración en algunas estaciones del año. Esta condición climática hace que el agua se mueva gravitacionalmente o per-cole en el suelo y arrastre las arcillas y los cationes hacia los horizontes inferiores forma el horizonte eluvial.

Foto: Perfil de de Suelo ULTISOL y el Uso del Agrícola Uso de los Suelos Ultisoles (MAG/BM/1995)

En los horizontes inferiores puede pre-sentarse un enriquecimiento con arcillas transportadas por la percolación del agua que se mueve gravitacionalmente, los agregados y los poros en este horizonte se revisten con películas de las mismas. Las bases son absorbidas por las raíces de las plantas y recicladas a la superficie del sue-lo mediante el aporte de materia orgáni-ca, eso hace que la saturación de bases va-ya decreciendo con la profundidad de los suelo de este tipo.

Los ULTISOLES se desarrollaron sobre una variedad de materiales parental rocosos como las areniscas, el basalto, el granito y los sedimentos de estos tipos de rocas ma-dres, con formaciones fisiográficas de pai-sajes como llanuras, lomadas y serranías, y además con cobertura vegetal de bos-ques, sábanas y praderas.

b- LOS ALfISOLES

Son suelos que pertenece al Orden ALFI-SOL cubren una superficie de 5.647.495 Ha. (35,61%) de la Región Oriental del Pa-raguay. Presentan una textura franco-ar-cillo-arenosa, con estructura de bloques sub-angulares y consistencia en húme-do de plasticidad, cuya saturación de ba-ses está por encima del 50%. Son aquellos que no presentan problemas de drenaje ni de pedregocidad y una profundidad supe-rior a los 180 cm. de suelo. Son los mejores para uso agrícola.

En el orden Alfisol se han reconocido dos (2) Sub-ordenes, seis (6) Grandes Grupos y 17 Sub-grupos. Las sub-órdenes son Aqualf y Udalf, clasificados por el régi-men de humedad del suelo. El Sub-orden Aqualf tiene solamente el Gran Grupo Al-baqualf y a nivel de Sub-grupo conforma el Typic Albaqualf.

Los Alfisoles son suelos ricos en aluminio (Al) e hierro (Fe), con régimen de hume-dad údico formando el Sub-orden Udalf. Aunque en el Sub-orden Udalf se ha reco-nocido un número mayor de Grandes Gru-pos y Subgrupos que en el Aqualf, esto no indica que en cualquier zona de la Región

Oriental del país, los suelos Udalf predo-minan territorialmente sobre los Aqualf.

Esto suelos no tienen superficialmente un horizonte de acumulación de materia or-gánica, no presentan grietas anchas y pro-fundas, no tienen un epipedón mólico y no son arcillosos en superficie, son más bien suelos minerales que tampoco pre-sentan un horizonte sub-superficial óxico.

En este Orden, se incorporan todos los suelos que tienen un horizonte nátrico o que tienen un horizonte argílico o kándi-co con una saturación de bases de 50% o más, calculado por la suma de cationes y determinado con acetato de amonio neu-tro. También pertenecen a este Orden los suelos que tienen un fragipan con reves-timiento de láminas de arcilla de 1 mm o más de espesor, en alguna parte del hori-zonte argílico o kándico.

Fotos: Perfil de Suelo realizados en los Levantamientos de Suelos. Suelos Afisoles (MAG/BM/1995)

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el uso actual de las tIerras

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El valor de saturación de bases debe veri-ficarse en los suelos a 125 cm por debajo del límite superior del horizonte argílico o a la profundidad de 180 cm a partir de la superficie del suelo; pero nunca debe so-brepasar los 200 cm de profundidad del suelo, aunque esta sea mayor. Si el suelo es más raso, la condición de saturación de bases debe darse inmediatamente encima del contacto con la roca madre.

La mayoría de los Alfisoles localizados en un ambiente de buen drenaje tienen na-turalmente una cobertura vegetal bosco-sa, y aquellos que presentan un drenaje moderado a deficiente están cubiertos de pastos, bosques en islas o con árboles xe-rófilos aislados.

Foto: Perfil de Suelo Realizado en los Levantamientos de Suelos. Suelos Alfisoles (MAG/BM/1995)

El Proyecto Racionalización Uso de la Tie-rra – PRUT (MAG/BM), identificó ocho (8) Clases de Capacidades de Uso, utilizan-do como base los resultados del levan-tamiento de suelos según el Sistema Soil Taxonomy, del USDA, 1992 y el Manual Nº 210 del Departamento de Agricultu-ra de los EEUU (USDA, 1964), previamen-te adaptados a las condiciones locales y a los parámetros para la Determinación de las Clases de Capacidad de Uso - Región Oriental del Paraguay.

Para la determinación de las Clases de Ca-pacidad de Uso se utilizó el sistema de Cla-

sificación de Tierras del Servicio de Con-servación de Suelos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de Amé-rica (Kingebiel y Montgomery, 1964) que categoriza las tierras en Ocho Clases, del I al VIII (en números romanos):

- Clase I: Los suelos tienen ninguna o po-cas limitaciones que restringen su uso.

- Clase II: Los suelos tienen moderadas li-mitaciones que reducen la posibilidad de elección de cultivos, o requieren prácticas moderadas de conservación al cultivarlos.

3. ClasifiCaCión de la CaPaCidad ProduCtiva de las tierras

- Clase III: Los suelos tienen severas li-mitaciones que reducen la posibilidad de elección de cultivos, que requieren prácticas especiales de conservación al cultivarlos, o ambos.

- Clase IV: Los suelos tienen muy severas limitaciones que reducen la posibilidad de elección de cultivos o requieren un manejo muy cuidadoso, o ambos.

- Clase V: Los suelos no tienden a erosio-narse, pero tienen otras limitaciones, muy difíciles de eliminar, que limitan su uso.

- Clase VI: Los suelos tienen severas limi-taciones que los hacen generalmente inadecuados para cultivos.

- Clase VII: Los suelos tienen muy severas limitaciones que los hacen totalmente impropios para cultivos.

- Clase VIII: Los suelos y áreas miscelá-neas tienen limitaciones que práctica-mente impiden su uso para producción comercial.

Es importante considerar que los paráme-tros utilizados para aplicar la metodología de clasificación de la capacidad de uso de la tierra en la Región Oriental, como Cla-ses y Sub-clases tienen una relación direc-ta con las condiciones fisiográficas de los ambientes territoriales donde se han veni-do desarrollando los diferentes tipos sue-los.

Las áreas donde los territorios presentan

condiciones fisiográficas conocidas como LOMADAS (L) son las que predominan co-mo paisaje en la Región Oriental ocupan-do una superficie del 60%. Existen ciertas limitaciones como el grado de pendiente (E, por erosión), la fertilidad aparente me-dia, baja y muy baja (Sf ), y la textura de la sección de control; arenosa o francosa gruesa (St). Prácticamente toda la agricul-tura, gran parte de la ganadería, los bos-ques altos continuos y residuales y las zo-nas urbanas están asentados sobre las lo-madas.

Las zonas fisiográficas denominadas co-mo SERRANIAS (S), son las partes más al-tas del terreno, estas constituyen aproxi-madamente el 10% del área de la Región Oriental. Las principales limitaciones son la presencia de rocosidad y/o pedregosi-dad (Sr) y la poca profundidad efectiva del suelo (Sp).

Los paisajes fisiográficos dominantes de las partes bajas son las llanuras (LL) y va-lles (V), que constituyen más del 20% de la superficie de la Región Oriental, son los desagües naturales de las partes altas (lo-madas y serranías). Su principal limitación es el exceso de humedad del perfil del sue-lo (W), ya sea por drenaje deficiente, per-meabilidad lenta o por riesgo de inunda-ción (Wi) en las épocas de lluvias y/o creci-das de los arroyos y ríos.

Los Campos Altos son las áreas con sue-lo, generalmente, NO inundables en cuyo uso predomina la ganadería extensiva e intensiva, con pasturas naturales y/o cul-tivadas.

EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS

el uso actual de las tIerras

80 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 81

Los Campos Bajos son las áreas con sue-lo, generalmente, inundables en cuyo uso predomina la ganadería extensiva e inten-siva, las pasturas naturales y vegetación higrófila.

Las características generales de las Clases de suelos conforme la capacidad natural de las tierras y su distribución geográfica definen su capacidad natural para fines productivos. Para el uso agrícola, sin per-juicio para el uso pecuario y forestal, los ti-pos de suelos predominantes son de Cla-ses I, II, III y IV, siendo estos en orden de ca-tegoría de los Ordenes Alfisoles, Ultisoles, Oxisoles, Entisoles y Mollisoles.

Las principales limitaciones que presen-tan las Clases II, III y IV necesariamente deberán ser corregidas cuando el uso de la tierra sea para fines agrícolas y pecua-rios, e incluyen la fertilidad natural, textu-ra franco arenosas a arenosa, pendiente asociado a texturas franco arenosa y are-nosa. Las correcciones a ser incorporados en los sistemas de producción de la agri-cultura mecanizada y no mecanizada son denominadas medidas y prácticas de ma-nejo y conservación de los recursos natu-rales productivos.

La distribución de la Capacidad Uso de la Tierra nos permitirá determinar el aprovechamiento potencial de las tie-rras según las grandes categorías de uso. La distribución en la Región Orien-tal es como sigue:

a) Suelos cuya clasificación de capacidad

uso natural productivo con Clases de Capacidad I a IV, según estos resultados ocupan unas 8.706.657 de Ha., aproxi-madamente 55% de la Región Oriental.

b) Suelos cuya clasificación de capacidad uso natural productivo con Clase de Capacidad V, ocupan unas 2.515.434 de Ha., aproximadamente 15,8% de la superficie.

c) Suelos con serias restricciones para el uso agrícola, con aptitud ganadera y forestal según sus limitaciones, perte-necientes a las Clases VI y VII de capaci-dad de uso abarca unas 3.535.622 Ha., equivalentes a 22,3% de la superficie; y

Suelos destinados a la conservación de los respectivos ecosistemas, pertenecien-tes a la Clase VIII de capacidad de uso, alre-dedor de 760.665 Ha. equivalentes al 4,8% de la superficie.

Las tierras de capacidad productiva Clase I, ocupan una superficie total de 84.589 Ha. (0,53% de la superficie total de la Re-gión Oriental), distribuidas en áreas pe-queñas y disgregas, desde los Distritos de Obligado en el Sur a Hernandarias en el Norte, los suelos Rhodic Paleudalf, Typic Rhodudult, Kandiudalfic Eutrudox, arcillo-sa fina, derivados de basalto. Además exis-ten suelos derivados de arenisca, los Rho-dic Paleudalfs y Rhodudalfs, arcillosa fina, en el distrito de Juan Manuel Frutos y Juan León Mallorquín.

Las Tierras de Capacidad Productivas de Clase II abarcan una superficie superior a 1.354.604 Ha. (7.5% de la superficie total de la Región Oriental). La Clase II presenta las Sub-clases II – E, II – Sf y la composición de ambas limitaciones constituyen las úni-cas Sub-clases en esta Clase de capacidad. La Sub-clase más abundante es la Sub-cla-se II – Sf, con 74.7% de la superficie y cuya limitación principal es la fertilidad media de los suelos (35 – 70% de saturación de bases, 3 – 6 cmol/kg de bases de cambio). Es importante señalar que aplicando cier-tas medidas de manejo y conservación de suelos que apunten al mejoramiento de fertilidad de estos suelos lo llevaría a la Clase I, toda vez que la pendiente fuera de 0 – 3%.

Las Tierras de Capacidad Clase II con Sub-clase II – E, se caracterizan por tener una pendiente ligeramente ondulada de 3% a 8%, representando un riesgo de degra-dación de suelo por causa de una erosión relativamente alta, especialmente en las

pendientes cercanas al 8%, estas Tierras generalmente están a lado o cercas de las tierras de Clases I en el en el ambien-te fisiográficos de estas tierras. Los suelos de esta Clase son el Rhodic Paleudalf, Ty-pic Rhodudult, Kandiudalfic Eutrudox, con textura arcillosa fina, derivados de roca basáltica y los suelos Rhodic Paleudalfs y Rhodudalfs con textura arcillosa fina, deri-vados de roca arenisca, a los que se deben adicionar el Rhodic Kandiudult con textu-ra arcillosa fina al Suroeste de Coronel Bo-gado, y los Mollic Paleudalf, Mollic Kandiu-dalf con textura francosa fina y arcillosa fi-na, distribuidos en la parte media de la Re-gión Oriental, desde el Sur al Norte.

Las Tierras de Capacidad Productiva de Clase III ocupan la mayor superficie unas 4.251.157 Ha. (24.2% de la Región Orien-tal), las Sub-clases III – Sf y III – E y la com-binación de ambas limitaciones constitu-yen la gran mayoría de las Sub-clases den-tro de esta Clase. La Sub-clase III – Sf, tie-ne como limitación principal la baja ferti-lidad, manifestada en -35% de Saturación de Bases, menos de 3.0 cmol/kg de bases de cambio, pero -30% de Saturación de Aluminio. Así mismo un mejoramiento de la fertilidad de los suelos pueden llevarlo a la Clase II y aún a Clase I si los rangos de pendiente así lo permiten.

Las Tierras de Capacidad Clase III con limi-taciones de la Sub-clase III – E cuyas limita-ciones de uso son las pendientes fuertes, de 8% a 15%. La Subclase III – E,Sf es la aso-ciación de las limitaciones por pendiente y fertilidad de los suelos. La Sub-clase III

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el uso actual de las tIerras

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–– E,St,f, en orden de importancia las li-mitaciones que necesitan ser controladas y corregidas necesariamente para un uso preferentemente agrícola en esta región.La Sub-clase III – St tiene como limitación principal la clase de tamaño de partícula de la sección de control, que es francosa gruesa a francosa fina, y las demás Sub-clases tienen además de la limitación de la clase de tamaño partícula una o más com-binaciones de las limitaciones correspon-dientes a la fertilidad baja del suelo y la pendiente del 8 a 15%.

La tierras de Clase IV ocupan unas 3.016.307 Ha. (19,2% de la Región Orien-tal), las Sub-clases III – Sf y III – E y la com-binación de ambas limitaciones constitu-yen la gran mayoría de las Sub-clases den-tro de esta Clase. La Sub-clase IV – Sf, tie-ne como limitación principal la baja ferti-lidad, manifestada en -35% de Saturación de Bases, menos de 3.0 cmol/kg de bases de cambio, pero -30% de Saturación de Aluminio, estas limitaciones necesitan ser controladas y corregidas necesariamente para un uso agrícola.

Las tierras de Capacidad Natural de Clase V ocupan 2.515.434 Ha. (15,8% de la Región Oriental) y se caracterizan por tener suelos de los Ordenes Alfisoles, Entisoles, Insepti-soles, Vertisoles y Ultisoles con fuertes limi-taciones de drenajes y riesgos severos a su-frir inundaciones en periodos de precipita-ciones, limitándolo para usos agrícolas. Estas tierras se encuentran sobre ambientes fisio-gráficos de paisajes de llanuras en Ñeembu-cú y de la planicie de inundación del Río Te-bicuary, así como en parte de las llanuras del

arroyo Tobatiry, el Río Piribebuy y el Río Sa-lado. La vegetación en estas tierras de Capa-cidad Productiva natural es limitada por te-ner el nivel freático superficial, suelos afecta-dos en forma casi permanente por las aguas de inundación durante el año, incluye los ex-tensos humedales, embalsados y bañados, resultado de los desbordes de los cursos de aguas (ríos y arroyos), sobre suelos hidromór-ficos formados por el arrastre de sedimentos.

Las tierras donde la Capacidad Natural son de Clase VI ocupan unas 2.003.054 Ha. (12,63% de la Región Oriental), con forma-ción fisiográfico de paisaje en serranías con material geológico de areniscas, basalto y granito o sobre las lomadas con afloraciones rocosas de areniscas, basalto, granito y caliza, también se ubican en las lomadas de grani-to de Caacupú y al Norte del río Aquidabán, al Oeste del ramal a Bella Vista Norte, en di-rección al río Apa. La vegetación comprende la formación natural de gramíneas, localiza-das en lugares de topografía alta, por encima de los niveles de máxima inundación, donde se presentan e incluyen formaciones del tipo «Cerrado» y áreas con uso de ganadería ex-tensiva.

La Clase VII ocupa unas 1.532.568 Ha. (9,66% en la Región Oriental), estas presentan ex-tremada pedregosidad y ocupan espacios fisiográficos como los cerros y lomadas al-tas de todo el sistema de serranías, con for-mación de rocas geológicos de arenisca, ba-salto, granito, rocas intrusitas y calizas, esta condición limita en forma extrema y severa la utilización de estas tierras para la agricul-tura. Los suelos denominados Aquic y Typic Udifluvent presentan limitaciones naturales

de drenaje y las inundaciones en formacio-nes fisiográficas de lomadas de granito en Caacupú y al Norte del río Aquidabán, al Oeste del ramal a Bella Vista Norte, en direc-ción al río Apa.

Las tierras de Clase VIII ocupan unas 760.665 Ha. (4,8%de la Región Oriental), con limita-ciones extremadamente severas que im-

piden su uso para cualquier otra actividad que no sea la de protección y/o reserva. En esta clase se incluyen los sistemas de serra-nías en su parte más elevada y escarpada (cerros) y el sistema de áreas como las lla-nuras y los valles inundados e inundables, como los pantanos y áreas bajas de los ríos Paraná y Paraguay principalmente.

4. uso aCtual y Cobertura bosCosa de la tierra

La Dirección General de Planificación del MAG publicaba en 1995 que:

• Los suelos de potencialidad Agrícola abarcarían unas 7.200.000 de Ha., de las cuales estarían incorporadas al aprove-chamiento agrícola unas 2.400.000 de Ha. (33%), quedando un potencial a utilizar de unas 4.800.000 de Ha. (67%).

• La extensión de las áreas con suelos para uso ganadero alcanzaría a unas 2.100.000 de Ha., mientras que la su-perficie actualmente bajo uso pecua-rio sería de unas 7.400.000 de Ha., con lo que se estaría dando un significativo margen de sub-utilización a suelos de aptitud agrícola y de marcada sobre-utilización a suelos de aptitud forestal.

• Las tierras de aptitud forestal abarcarían unas 5.600.000 de Ha., de las cuales esta-rían bajo aprovechamiento sólo 1.700.000 de Ha., con lo que existiría un amplio mar-

gen de 70% sin aprovechamiento actual o aprovechado en otros sectores.

• El sector agrícola tendría un potencial de aprovechamiento futuro de 7.200.000 de Ha. (incluido en éstas el incremental propuesto por el plan de reactivación de 2.800.000 de Ha.) y considerando que se realizan las medidas de conservación de suelos (cal agrícola y abono verde).

Actualmente, en el marco de la produc-ción agrícola se desarrollan exitosos sis-temas de producción en diferentes zonas del país, demostrando que la Agricultura Empresarial y la Agricultura Familiar pue-den convivir sin muchos inconvenientes ni conflictos sociales, con esquemas de ayuda mutua para ser cada vez más com-petitivos en el uso y manejo de sus fincas.

Con relación al Uso de las Tierras, los datos preliminares del CAN 2008 son presenta-dos en el Cuadro 23

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Entre los años 2008 y 2009, técnicos de la UGP y del INBIO realizaron la actualización de los datos del Uso y Cobertura de la Tie-rra, realizando una superposición de las informaciones temáticas generadas por el MAG en 1995 del Mapa de Capacidad Uso de la Tierra en la Región Oriental del Para-guay con relación a la nueva información temática del Mapa de Uso y Cobertura de la Tierra.

El mencionado estudio encontró que en la Región Oriental existen unas 4.927.667 Ha. de tierras destinadas al uso agrícola, de las cuales:

o 2.388.912 Ha. (49%) son áreas de Agri-cultura Mecanizada,

o 2.147.928 Ha. (44%) son de Agricultura Familiar No Mecanizada, y

o 390.827 Ha. (7%) de Agricultura Fami-liar Mecanizada Minifundiaria.

La caracterización de los 3 principales ti-pos de Agricultura identificados en la Re-gión Oriental es como sigue:

Agrícola Mecanizado: son las áreas con cultivos agrícolas intensivos, principal-mente cereales y oleaginosos, en cuya producción es necesario el uso de maqui-narias pesadas (soja, trigo, maíz, girasol, arroz, etc.). Incluyen también a la caña de azúcar en superficies mayores a 20 Ha.

Agricultura Familiar No Mecanizada: son unidades productivas de una superficie total de hasta 20 Ha., donde los sistemas de producción agrícola se caracterizan por la siembra, manejo y cosecha de rubros de

renta y autoconsumos, la mano de obra familiar es la fuerza del trabajo e incorpo-ran, siempre y cuando tengan condiciones económicas, el uso de fertilizantes, pesti-cidas, semillas certificadas y otras técnicas que aseguren mejor rendimiento y mayor rentabilidad a nivel de fincas.

Estas unidades productivas enfrentan proble-mas para el acceso al crédito, baja inversión en infraestructura y limitada diversificación productiva. Los cultivos de subsistencia son sembrados para satisfacer las necesidades de alimentos de la familia y para alimentar sus animales menores. Los cultivos de renta son sembrados con fines comerciales destinados, mayormente, al mercado nacional.

Fuente: Compilación propia

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Agrícola Mecanizado Minifundiaria: son las áreas con cultivos agrícolas intensivos, principalmente cereales y oleaginosos, en cuya producción es necesaria el uso de maquinarias pesadas (soja, trigo, maíz, gi-rasol, arroz, etc.), pero discriminados por propiedades catastradas o foto-interpre-tadas menores a 20 Ha.

De acuerdo a su capacidad productiva, las tierras para uso agrícola se caracterizan por ser suelos profundos, porosos, bien estructurados, bien drenados, normal-mente con pendientes menores al 5% y sin contenidos de piedras, con muy buena a buena fertilidad y texturas que en forma adecuada permiten el desarrollo de acti-vidades aptas preferentemente para uso agrícola.

Haciendo una relación directa entre la su-perficie ocupada por los órdenes ULTISO-LES y ALFISOLES y el uso actual de la tierra para fines agrícolas, se establece que exis-ten en la Región Oriental unas 5.461.133

Ha. con estos suelos, disponibles aún para uso agrícola.

Las tierras que califican para el uso agrí-cola son de Clases I, II, III y IV, en ellas se puede desarrollar una agricultura con cul-tivos anuales, sin o con ciertas restriccio-nes hasta moderadas, corregibles con me-didas y prácticas de manejo y conserva-ción; pueden soportar también activida-des menos intensivas como cultivos pe-rennes, actividades pecuarias, forestales o de protección.

Fuentes: Foto MAG/BM. 1995

Otros resultados relevantes para el debate y la orientación de las políticas públicas en el sector productivo, producto del estudio UGP/INBIO son:

• Existen unas 1.496.569 Ha. de tierras con cobertura boscosa en la Región Oriental del Paraguay que son de Clases de Capa-cidad Uso de la Tierra I, II, III y IV, es decir, que a pesar de tener condiciones natura-les para su aprovechamiento racional en la agricultura no se pueden utilizar por es-tar vigente hasta el 2013, la denominada Ley de Deforestación Cero.

• Del total de estas tierras destinadas a la Agricultura, unas 4.543.103 Ha. se ha-llan sobre tierras con Capacidad de Cla-ses I, II, III y IV, según estos datos el 92% de las tierras se hallan utilizadas actual-mente en el uso a capacidad adecuada. En tanto tan solo 374.605 Ha. (8%) del total de tierras destinadas a la agricul-tura están siendo utilizadas en tierras de Clases V, VI, VII y VIII.

• Unas 1.081.203 Ha. de tierras destina-das a la agricultura son de Clases I y II, entendemos con esto que, el 22% de la tierras de uso agrícola están siendo excelentemente utilizadas por los pro-ductores y que estos necesitan aplicar ciertas medidas y prácticas de mane-jo y conservación de suelos para que la producción sea sustentable en el tiem-po.

• Unas 3.461.902 Ha. de tierras destina-das a la agricultura son de Clases III y IV, entendemos de acuerdo a ello que el

70% de la tierras de uso agrícola están siendo adecuadamente utilizadas, pe-ro necesariamente necesitan incorpo-rar a sus sistemas de producción mo-deradas medidas y prácticas de mane-jo y conservación de suelos para que las mismas sean sustentables.

Fotos: Cobertura Boscosa en Tierras con Capacidad Natural productivas de Clases I, II, III y IV de la Región OrientalÁrea Boscosa Dpto. San Pedro

• La situación de la Agricultura Mecani-zada nos muestra en este análisis que unas 2.171.980 Ha. se hallan sobre tie-rras cuya capacidad natural producti-vas son de Clases I, II, III y IV, mientras que tan solo 214.758 Ha. de tierras con Agricultura Mecanizada se están desa-rrollando sobre tierras de Clases V, VI, VII y VIII, por encima de sus capacida-des naturales productivas.

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• La situación de la Agricultura No Me-canizada nos muestra en este análisis que unas 2.014.747 Ha. se hallan sobre tierras cuya capacidad natural produc-tivas son de Clases I, II, III y IV, mientras que tan solo 130.042 Ha. se están de-sarrollando sobre tierras de Clases V, VI, VII y VIII, por encima de sus capacida-des naturales productivas.

• Este análisis nos muestra que, unas 177.621 Ha. de tierras utilizadas por la Agricultura Minifundiaria Mecanizada son de Clases I, II, III y IV, en tanto tan solo 178.937 Ha. se están desarrollan-do sobre tierras de Clases V, VI, VII y VIII, por encima de sus capacidades natura-les productivas.

• Las 1.496.569 Ha. de tierras cuya capa-cidad natural son de Clases I, II, III y IV, con cobertura boscosa representan el 30% del total de tierras actualmente

bajo agricultura, señalamos esta situa-ción porque potencialmente estas tie-rras pueden ser destinadas al uso agrí-cola en la región.

Foto: MAG/BM - 1995 / Siembra Directa Dpto. Itapúa

Foto: Bosques nativo manejado Foto: Uso irracional del bosque, Dpto. San Pedro Los resultados del Cuadro Nº 26 demuestran que:

• Se detentaron unas 2.620.099 Ha. de tierras como Campos Altos en la Re-gión Oriental del Paraguay cuya capa-cidad natural productiva son de Clases I, II, III y IV, territorios con condiciones naturales para un aprovechamiento preferentemente ganadero.

• Unas 26.444 Ha. de tierras son Campos Bajos con Clases I, II, III y IV, con con-diciones naturales para el aprovecha-miento ganadero preferentemente.

• Un total de 2.646.543 Ha. de tierras que califican fisiográficamente como Cam-pos Altos y Bajos, con ciertos poten-ciales para uso agrícola y pecuario, da-do que aplicando tecnologías y dando cumplimiento irrestricto a las normati-vas ambientales pueden ser incorpora-das al sistema productivo Agro-Rural del Paraguay.

• Unas 3.503.508 Ha. son de Campos Al-tos que se hallan sobre tierras de Cla-ses V, VI, VII y VIII, así también unas 2.094.991 Ha. de tierras son Campos Bajos con Clases V, VI, VII y VIII, que de-bería ser utilizadas para la producción pecuaria y en la preservación especial cuando sea necesarios.

Fotos: Campos Bajos en Tierras de Capacidad Natural de Clase VII, MAG/BM - 1995

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Se concluye que existen unas 8.706.657 Ha. con Clases de Capacidad I a IV para uso preferentemente agrícola (equivalen-tes a aproximadamente el 55% de la su-perficie en la Región Oriental), de las cua-les 4.927.667 Ha. efectivamente son utili-zadas por la agrícola. Así mismo, existen 2.778.998 Ha. que de alguna manera po-drían ser aprovechas para el crecimiento de la agricultura paraguaya, recordando que por sus características naturales, las Clases III y IV necesariamente requieren la aplicación de medidas, prácticas y obras de manejo y conservación de suelos acor-des a los sistemas de producción y las limi-taciones naturales de los mismos.

A. USO ACTUAL Y CObERTURA bOSCOSA DE LA TIERRA SEGún REGIOnES PRODUCTIvAS

Con el objetivo de caracterizar las condi-ciones naturales de las tierras y su relación con el potencial de los suelos y la capaci-dad natural productiva se han conforma-dos cinco (5) grandes unidades producti-vas denominadas Regiones Productivas en la Región Oriental del Paraguay.

Estas regiones se han aglomerado tenien-do en consideración las características del potencial de los recursos naturales pro-ductivos (suelo, agua, bosque y biodiver-sidad) asociados a las condiciones socio-culturales de producción. Cada región se-rá descripta en forma general según uso y cobertura actual con el objetivo de tener cierto conocimiento sobre el desarrollo agrícola, pecuario y forestal que predomi-na en las mismas.

i. Región I - Departamentos de Itapúa, Alto Paraná, Canindeyú y Amambay

La geología en esto departamentos es-tá compuesta por las formaciones Coro-nel Oviedo, Misiones y Alto Paraná, la lito-logía de estas formaciones son las arenis-cas y tillitas de origen fluvial, glacial y eóli-co, mientras que la formación Alto Paraná presenta como medio litológico el basalto.

Los suelos provenientes de material pa-rental arenisca y el basalto muestran mar-cadas diferencias. Los suelos de arenisca son profundos, de textura muy frágil y vul-nerable a los procesos de degradación por erosión hídrica y la fertilidad es media a baja. Los suelos de basalto son profundos, de textura más tolerante a los procesos de erosión por agua y la fertilidad de los mis-mos es de media a alta.

Las personas que viven y trabajan en es-tas áreas tienen como principal actividad la agricultura y la ganadería, las labores agrícolas dependen de cultivos de renta en pequeña, mediana y gran escala, ade-más de algunas especies y variedades de cultivo cuya utilización post-cosecha es el autoconsumo familiar especialmen-te en aquellas propiedades denomina-das de Agricultura Familiar No mecaniza-da. La agricultura Empresarial Mecaniza-da y la Minifundiaria utilizan maquinarias agrícolas e insumos de importación como agroquímicos. Esta región es considerada la más productivas de la Región Oriental.

Los principales rubros sembrados en esta región productiva son soja, trigo, algodón,

maíz, sésamo, mandioca, tung, yerba mate, arroz, poroto, sorgo, maní, menta, habilla, ba-tata, ajo, cebolla, girasol, caña de azúcar, pa-pa, locote, tomate, tártago y banano.

Esta Región alberga la mayor superficie destinada a la agricultura, la ganadería y el aprovechamiento forestal competiti-vos del Paraguay. Las condiciones de uso de las tierras demuestran gran intensi-dad. En los Departamentos de Canindeyú y Amambay las fincas poseen grandes su-perficies por el predominio de la agricul-tura empresarial y la ganadería extensiva. La agricultura familiar muestra un incues-tionable decrecimiento debido a que dis-minuyen las colonias y asentamientos de pequeños y medianos productores en es-tas áreas productivas.

Existen unas 812.840 Ha. de tierra con co-bertura boscosas y 2.362.745 Ha. son uti-lizadas por la agricultura, de las cuales 1.642.040 Ha. son utilizadas por la Agricul-tura Mecanizada, 374.793 Ha. por la Agri-cultura No Mecanizada y 345.912 Ha. por la Agricultura Mecanizada Minifundiaria.

Independientemente de la aplicación tec-nológica en estos Departamentos aún existen problemas en el sector Agro-Rural en la obtención de títulos de propiedad; la proliferación de documentos provisorios de títulos de propiedades, los supuestos ocupantes que reclaman tierras mal habi-das, alquileres y otras formas de tenencia, permiten que aflore la inseguridad jurídi-ca poniendo en situación muy incómoda a aquellos pequeños, medianos y grandes productores que habitan esta Región.

ii. Región II - Departamentos de Caaguazú, Guaira y Caazapá

En la Región II predominan los ecosiste-mas terrestres y de transición, los prime-ros abarcan la cobertura vegetal y las tie-rras de uso agrícola y pecuario, mientras que los otros las denominadas tierras con problemas de drenaje e inundaciones.

Los suelos son de origen parental arenisca, profundos, con media o baja fertilidad, fácil de erosionarse por su textura. Existen áreas que hacen contacto con los suelos de mate-rial parental basalto que son profundos, férti-les y con textura más resistente a la degrada-ción por erosión causada por el agua.

Los ecosistemas terrestres agrupan los bosques altos continuos remanentes y los altos degra-dados, aún muy productivos por la gran canti-dad de especies forestales que poseen, en tanto que el ecosistema terrestre de uso agropecuario abarca aquellas tierras de montes habilitados pa-ra la agricultura, en los que hoy existen cultivos de renta y autoconsumo, así como para implan-tar pasturas para la producción ganadera de cría y engorde de vacunos principalmente.

Existe un predominio de dos (2) ecosis-temas naturales, el terrestre y el de tran-sición, el primero encierra las áreas con cierta cobertura vegetal, los bosques altos continuos y los bosques altos degradados, mientras el segundo incorpora las tierras de uso agropecuario y las tierras de cam-po alto o denominadas praderas altas.

La eliminación de la cobertura vegetal ha transformado el ecosistema nativo gene-

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el uso actual de las tIerras

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rando consecuencias negativas sobre la diversidad biológica, la degradación de los suelos por su uso intensivo, y la pérdi-da de la calidad y el régimen de los recur-sos hídricos disponibles. Se identificaron unas 287.348 Ha. con coberturas boscosas nativas y unas 1.146.551 Ha. bajo uso Agrí-cola, de las cuales la Agricultura Familiar No Mecanizada ocupa unas 647.899 Ha.

La Agricultura Familiar se dedica a la pro-ducción de autoconsumo y renta, siendo los principales cultivos de renta el algo-dón, caña de azúcar, sésamo, tabaco, yer-ba mate, hortalizas y mandioca; y de au-toconsumo, el poroto, el maíz, la mandio-ca, las hortalizas, la arveja, el maní, y otros; la ganadería es de subsistencia e incluye la producción de leche, cría y engorde de entre dos (2) a seis (6) animales vacunos y animales menores.

La Agricultura Empresarial Mecanizada culti-va soja, maíz, trigo, girasol y otros; en tanto que la producción ganadera se sustenta en el aprovechamiento de los campos altos y bajos, y la utilización de pasturas naturales para la cría y re-cría del ganado, las pasturas mejoradas e implantadas son utilizadas para la producción de engorde y la lechería.

En la región existen colonias y asenta-mientos campesinos con más de 40 años. Los sistemas de producción son tradicio-nales, a excepción de algunos distritos in-fluenciados por colonos menonitas y bra-siguayos, quienes han logrado que con el uso de maquinarias agrícolas la produc-ción agropecuaria sea más eficiente.

Existen conflictos muy puntuales en es-tas Región, particularmente en periodos de siembras y cosechas a consecuencias de que existen supuestos líderes campesinos u Or-ganizaciones No Gubernamentales (ONGs) con ideologías sobre el uso de las tierras.

III. Región III - Departamentos de Concepción y San Pedro

En la Región III los ecosistemas terrestres tienen bosques nativos en los que aún predomina una alta dinámica de la diver-sidad biológica, porque la flora nativa ge-nera condiciones para que la fauna obten-ga alimento, se reproduzca y se resguarde en los periodos críticos.

El recurso suelo se caracteriza por tener una fisiografía de lomadas medias y altas, donde se desarrolla la producción agrícola y pecuaria. Estos suelos son profundos, de textura superficial arenosa francosa y fer-tilidad media a baja. Existen tierras con se-veras limitaciones para el uso agrícola, re-lacionadas al drenaje e inundaciones.

Se observa en esta región que pequeños y medianos han habilitado tierras para el uso agrícola eliminando por completo el recur-so forestal, dejando en sus fincas remanen-tes de bosques nativos altamente degrada-dos. En muchos casos, los suelos están sien-do explotados por encima de su potencial productivo y han iniciado un proceso de de-terioro de la fertilidad natural.

En los Departamentos de San Pedro y Con-cepción existen unas 1.017.294 Ha. con co-bertura boscosa nativa, 973.528 Ha. de tierras

que se utilizan para la Agricultura, represen-tando el 20% del total de tierras destinadas a la agricultura en la Región Oriental del Para-guay. La Agricultura Familiar No Mecanizada ocupa unas 736.800 Ha. de producción.

La producción agrícola predominante en la Región III es del tipo Familiar No Meca-nizado, que utiliza sistemas de producción caracterizados por la utilización de mano de obra familiar, e insumos e implementos agrícolas de tracción manual y animal. En-tre los principales cultivos de renta y auto-consumo se encuentran el sésamo, algo-dón, tabaco, maíz, tártago, poroto, man-dioca, zapallo, cebolla, arveja, banano, pi-ña, hortalizas, hierbas medicinales y otros. La actividad pecuaria es mayoritariamente de tipo extensiva y semi-intensiva. El de-partamento de San Pedro se destaca por la coexistencia de la agricultura mecani-zada, la agricultura familiar y la ganadería.

Las agroindustrias tienen un fuerte desa-rrollo en torno a rubros como el sésamo, la mandioca y el tabaco. Importantes agroin-dustrias, cooperativas y comercializadoras trabajan en el Dpto. citándose Molino ER-SA, Cargill, Codipsa, Shirosawa Company, Kemasen, Agrofértil, Cooperativa Fries-land, Cooperativa Volendam, Cooperativa la Norteña, Tabesa, entre otros.

IV. Región IV - Departamentos de Paraguarí, Cordillera y Central

Los ecosistemas terrestres han sufrido una amplia transformación, el bosque al-to continuo ha desaparecido por comple-to habilitándose tierras para el uso agro-

pecuario a expensas del bosque y su bio-diversidad nativa. Se observa un aprove-chamiento intenso de las tierras, las que muestran claros indicios de degradación afectando su capacidad productiva.

Las áreas predominantes son las praderas o campos altos, donde normalmente se desa-rrolla la ganadería, estos espacios naturales provienen de áreas que fueron desmonta-das y de campos altos naturales. En los eco-sistemas de transición compuestos por pra-deras o campos naturales con problemas de drenaje e inundaciones, la diversidad bioló-gica nativa ha sufrido poco impacto.

Los suelos son derivados de material pa-rental sedimentario, son profundos, de textural superficial con alto riego a degra-darse por causa de la erosión hídrica y fra-gilidad a la pérdida de su fertilidad natural por su uso intensivo.

Las fincas agropecuarias de esta región se ubican entre las más antiguas del Para-guay. El uso de la tierra para fines agríco-las y pecuarios data en más de 170 años, los impactos por el aprovechamiento de la capacidad productiva han sido muy signi-ficativos para el recurso forestal y el sue-lo, causando grandes impactos y trans-formaciones al medio ambiente natural.Las actividades agrícolas dependen de insu-mos e implementos agrícolas y la fuerza de la mano de obra familiar; los rendimientos obtenidos dependen del manejo y la capaci-dad productiva del recurso natural suelo. Los principales rubros de producción son el al-godón, maíz, mandioca, maní, poroto, arve-ja, batata, hortalizas, banano y otros.

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el uso actual de las tIerras

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En los Departamentos de Cordillera, Para-guarí y Central se han encontrado 62.703 Ha. de tierras con cobertura boscosa, de mientras que unas 291.586 Ha. son utiliza-das en Agricultura Familiar No Mecaniza-da o Agricultura, y tan solo 12.358 Ha. se destinan a la Agricultura Mecanizada.

V. Región V - Departamentos Ñeembucú y Misiones

Esta región productiva está cubierta por sedimentos no consolidados, las geofor-mas constituyen una gran planicie con ele-vaciones suaves, donde los tipos de suelos son arenosos y profundos, con problemas de drenaje y alto riesgo a inundarse.

La agricultura se realiza sobre la formación geológica denominada de Misiones, con ro-cas sedimentarias areniscas, ellas están ro-deadas por sedimentos aluviales de la plani-cie del Río Paraná y Tebicuary. La geomorfo-logía en áreas de rocas sedimentarias arenis-cas es de relieve suave y ondulado, rodeados de extensas planicies aluviales.

Los suelos que se forman sobre el material parental arenisca y unidades donde se de-sarrolla la agricultura en forma intensa son arenosos, profundos y de media a baja fer-tilidad, rodeados por planicies de suelos de sedimentación aluvial.

Las tierras inundables e inundadas por los malos drenajes constituyen los ecosistemas de transición, y abarcan grandes superfi-cies. Estas son utilizadas por algunos gran-des ganaderos para la producción del gana-do bovino.

La actividad agrícola se realiza en aque-llas áreas más alta, donde las inundacio-nes y los problemas de drenaje de las tie-rras permiten el desarrollo normal de las plantas. Los principales rubros de renta y consumo son el algodón, maíz, arroz ba-jo riego, arveja, mandioca, batata, poroto, maní y otros.

La principal ocupación de las personas en las áreas rurales es la agricultura y la ganadería ex-tensiva, el uso de la tierra para fines agrícolas aprovecha la fuerza de la mano de obra fami-liar y la utilización de ciertos insumos e imple-mentos agrícolas de tracción animal, en tanto que la producción pecuaria aprovecha las con-diciones naturales de los campos altos y bajos para la cría y engorde de ganado bovino. Exis-ten áreas puntuales donde que permitirían, utilizando tecnologías adecuadas, la produc-ción de arroz en forma agro-empresarial.

En la Región V se identificaron 22.012 Ha. con bosques nativos.

b. CAPACIDAD USO DE LA TIERRA Y LA CObERTURA DE SUPERfICIE DEL CULTIvO DE SOjA

En la Región Oriental existen unas 4.927.667 Ha. destinadas al uso agrícola, estimándose que el 54% es ocupado por el cultivo de la soja. Las estimaciones de producción de soja para la campaña agrí-cola 2009/10 es de 2.680.182 Ha., unas 2.559.943 Ha. del cultivo se asienta sobre tierras que califican como Clase I, II, III y IV; en tanto que unas 120.239 Ha. se hallan sobre tierras de Clase V, VI, VII y VIII, no ap-tas para el uso agrícola.

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el uso actual de las tIerras

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Existen 91.682 Ha. de tierras con capaci-dad productiva de Clase V, localizadas en los Departamentos de Caaguazú, Alto Pa-raná, Caazapá e Itapúa. Estas tierras pre-sentan limitaciones de drenaje por estar en un ambiente fisiográfico de llanuras y valles y/o tener suelos con problemas de permeabilidad.

Las tierras de capacidad natural de Clase VI y VII destinadas al cultivo de soja abar-can unas 26.103 Ha., donde los problemas de pendientes y poca profundidad de los suelos son las principales limitaciones, muy difíciles de controlar

El suelo constituye el recurso natural más importante para la producción de alimen-tos y el desarrollo socioeconómico del país. El Paraguay posee suelos de diferen-tes tipos y características con diversas ap-titudes agrícolas, siendo la Región Orien-tal la zona agrícola por excelencia puesto que alberga los mejores suelos.

La apertura de una vasta zona de fronte-ra agrícola a partir de la década del `70 ocasionó la degradación de los suelos en las áreas en las que no se aplican técnicas prácticas de manejo y conservación de suelos y aguas. La degradación del poten-cial natural de los suelos se manifiesta co-mo la:

a) Pérdida de la capacidad productiva de las tierras utilizadas para la agricultu-ra y la ganadería, debido a la habilita-ción de tierras con cobertura boscosa en suelos de aptitud preferentemente forestal y no agrícolas para la produc-ción; y

b) El mantenimiento de los sistemas tra-dicionales de producción, basados en estilos poco adecuados de aprovecha-miento de los recursos, que ocasiona-ron y ocasionan la degradación de la capacidad productiva de las tierras.

Evaluando los sistemas tradicionales de producción podemos aseverar que se ha instalado una conciencia entre los pro-ductores agrícolas, sean familiares o em-presariales, sobre la necesidad de incor-porar a sus sistemas de producción las buenas prácticas agrícolas, cumpliendo con las normas ambientales y fitosanita-rias vigentes.

El uso racional de los recursos natura-les productivos, en particular del recurso suelo, necesariamente debe considerar las características naturales productivas de los mismos, el potencial y la vocación de uso, así como las áreas frágiles que de-manden atención especial. Las distintas áreas deberán ser utilizadas en forma es-

5. referenCias Para el uso y manejo raCional de los reCursos ProduCtivos

tratégica para avanzar hacia un uso eco-nómico y sostenido del suelo.

Para las tierras cuyo uso actual es la agricultura, las principales recomenda-ciones según son:

Las tierras de capacidad natural producti-va de Clases I, II, III y IV destinadas a la Agri-cultura deberían mantener su uso actual, por ser territorios cuyas condiciones natu-rales productivas son aptas para el desa-rrollo agrícola, sea intensivo y extensivo, sin o con moderadas restricciones, aun-que también soportan actividades menos intensivas como cultivos perennes, activi-dades pecuarias, forestales o de protec-ción.

Las tierras cuya capacidad natural corres-ponde a las Clases V, VI, VII y VIII, debe-rían ser identificadas y exigírseles el cam-bio del uso de sus tierras de la agricultura a otros usos menos intensivos y más con-servacionistas para lograr el uso sustenta-ble de sus recursos naturales. En algunos casos, tierras de esta categoría pueden in-corporarse al desarrollo agrícola con obras apropiadas de manejo y conservación de suelos y aguas, aunque se deberá en estos casos desarrollar estudios más detallados que permitan justificar este cambio de uso de la tierra.

En las tierras de capacidad natural pro-ductiva de Clases II, III y IV, cuyas limitacio-nes (textura, fertilidad natural, estructura y profundidad) y topografías deben ser co-rregidas y controladas por medidas y prác-ticas de manejo y conservación de suelos,

se recomienda realizar estudios más deta-llados que permitan promover en ellas ac-tividades agrícolas socio-económicamen-te rentables y ambientalmente sosteni-bles, y aplicar según los estudios de sue-lo y capacidad productiva de las tierras, las buenas prácticas agrícolas que incluyen la realización de las curvas a nivel, las rota-ciones de cultivos incluyendo los abonos verdes, las coberturas permanentes de los suelos, la aplicación de las siembras direc-tas en cada parcelas, implementar en for-ma estratégica las cortinas rompe vientos, asegurar el uso seguro de agroquímicos en los cultivos, el desarrollo de las barre-ras vivas de protección, la aplicación de los caminos agro-ambientales, la reposición, conservación y protección de los bosques protectores y de reserva.

Presentamos seguidamente las carac-terísticas y beneficios de las prácticas agrícolas recomendadas:

Curvas a Nivel: se llaman curvas de nivel al lugar geométrico de los puntos del suelo con igual altitud, representado por las terrazas o camellones que si-guen las líneas de nivel y deberán dis-tanciarse unas de otras de acuerdo al porcentaje de la pendiente y al tipo de suelo de la finca. Funciona cortan-do las pendientes y sirven para retener y distribuir en forma uniforme el agua superficial, aumentar la infiltración del agua en el suelo y evita la erosión y pér-dida de la fertilidad del mismo.

Cobertura de los Suelos: los abonos ver-des son plantas que se cultivan para

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el uso actual de las tIerras

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ayudar a recuperar y aumentar la ferti-lidad mejorando las características físi-co-químicas y biológicas del suelo. Es-tas plantas son cultivadas para luego ser incorporadas o dejadas como res-tos sobre el suelo a ser cultivado, se re-comienda hacer la incorporación de los abonos verdes cuando comienza a florecer. Abonos de invierno son la Ca-nola, la Mucuna, el Nabo forrajero y la Avena, y de verano el Poroto tupí y el Kumanda yvyra í.

Entre los beneficios se menciona que des-compacta el suelo duro o pié de arado me-jorando su estructura, cubre el suelo evi-tando la erosión causada por la lluvia y el viento, beneficia a la vida de organismos benéficos en el suelo, reduce la tempera-tura del suelo, evita la aparición de insec-tos perjudiciales, enfermedades y maleza en los cultivos, ayuda a aumentar los nu-triente en el suelo, aporta materia orgáni-ca y nitrógeno al suelo, así como aumenta la capacidad de almacenamiento de agua en el suelo.

Siembra Directa: es una de las alternati-vas para evitar el laboreo intensivo del suelo, es un sistema dónde no se reali-zan labranzas y se mantiene una ade-cuada cantidad de cobertura con res-tos de cultivos en la superficie del sue-lo.

Entre los beneficios se menciona que con-trola la erosión hídrica y eólica, mejora la retención de la humedad, Aumenta la in-filtración de agua en el suelo, disminuye la compactación del suelo, mejora la estruc-

tura del suelo, aumenta la productividad a largo plazo y además mejora la calidad del agua superficial.

Rotación de Cultivos: consiste en cam-biar de rubro agrícola en una parcela luego de la cosecha. Entre los benefi-cios se menciona que disminuye o eli-mina las plagas perjudiciales del suelo, controla las malezas, mejora la dispo-nibilidad de los nutrientes en el suelo, mejora la fertilidad natural y mejora los rendimientos y rentabilidad de los cul-tivos.

Cortinas Rompe-Vientos: consiste en plantar árboles en lugares estratégicos de las unidades productivas para con-trolar los fuertes vientos que pueden afectar a los cultivos y contribuir con la degradación de los suelos por medio de los vientos predominantes de la re-gión.

Barreras Vivas: es una práctica agrícola que permite aplicaciones seguras de agroquímicos en casos de cultivos co-lindantes a caminos vecinales, pobla-dos, objeto de aplicación de plaguici-das, se deberá contar con barreras vi-vas de protección a fin de evitar posi-bles contaminaciones por deriva acci-dental a terceros.

Entre los beneficios se menciona que pro-tege de posibles contaminaciones por de-riva a los usuarios del camino, la conser-vación de caminos rurales, contribuye a disminuir el estrés y aumentando el ren-dimiento de los cultivos, embellece o pai-

sajismo en la vera del camino, como barre-ra natural contra plagas y enfermedades de cultivos colindantes.

Recomendaciones Técnicas para Tierras de Uso Pecuarios

En la Región Oriental se detectaron 6.028.946 Ha. de Campo Alto, destinadas preferentemente para a la producción ga-nadera y a actividades de protección, cuya capacidad natural productiva es de la Cla-se V, en algunas áreas IV (Subclase IV-Wd, IV-Sp y IV-ESp) y VI (Subclase VI-Sp).

Las principales recomendaciones son:

a) Fomentar las actividades pecuarias en esta categoría de tierras, e introducir progresivamente en las mismas pastu-ras mejoradas (gramíneas y legumino-sas).

b) Impulsar el desarrollo de actividades silvopastoriles en estas tierras (cercas vivas, cortinas rompevientos, refores-tación en franjas, reforestación para protección de causes de arroyos y na-cientes naturales, etc.) para propiciar una mejor conservación del agua y un mejor ambiente para el desarrollo ga-nadero.

En la Región Oriental se detectan unas 2.122.486 Ha. de Campo Bajo destinados para a producción ganadera aprovechan-do las condiciones naturales territoriales. El uso recomendado es preferentemente la ganadería productiva, aunque también

pueden soportan actividades de especial protección, para tierras cuya capacidad natural son de Clase V, IV (Subclase IV-Wd, IV-Sp y IV-ESp) y VI (Subclase VI-Sp).

Las principales recomendaciones para Campos Bajos Inundados son:

a) Promover la protección de estas áreas, evitando su contaminación o degrada-ción.

b) Promover el desarrollo de activida-des sostenibles en estas áreas, como la acuacultura o la cría de distintas espe-cies de mamíferos, reptiles, peces, crus-táceos, etc., que eventualmente pue-dan incorporarse en la economía fami-liar.

Promover y facilitar el desarrollo de acti-vidades turísticas en estas áreas, en espe-cial con la participación de las comunida-des locales.

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bIbLIOGRAFIAS CONSULTADAS

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anexos

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AnExO 1. Uso de la Tierra y VegeTación región orienTal del ParagUay AnExO 2. Uso acTUal y coberTUra VegeTal de la región occidenTal del ParagUay

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anexos

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AnExO 3. MaPa de TiPos de sUelo en la región orienTal del ParagUay AnExO 4. MaPa de caPacidad de Uso de la Tierras de la región orienTal del ParagUay

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anexos

106 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 107

AnExO 5. MaPa de disTribUción geográfica de las áreas silVesTres ProTegidas

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anexos

108 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 109

AnExO 7. MaPa de eValUación de la ley de deforesTación cero

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anexos

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112 EL SECTOR AGRO-RURAL PARAGUAYO: IMPORTANCIA, POTENCIALIDADES Y DESAFIOS 113

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