II. MODELO TEORICO Y METODOLOGIA DE LA INVES-TIGACION

1. Modelo Teórico

En el capítulo anterior hemos constatado la existencia deun amplio cuerpo de conocimientos referentes al fenómeno dela difusión de innovaciones en la agricultura. A1 mismo tiempohemos podido comprobar por un lado la existencia deimportantes lagunas en el conocimiento de este fenómeno, ypor el otro la ausencia casi total de investigaciones de este tipoen España.

Como ya hemos indicado, el presente estudio se habeneficiado sin duda de esta acumulación de conocimientos,tanto desde 81 punto de vista teórico como desde el ánguloempírico. Y aunque guiado por las investigaciones que la hanprecedido en el tiempo, dentro de sus limitaciones y de sucarácter pionero en nuestro país, este estudio pretende realizarciertas aportaciones en el contexto científico en que seencuadra; si bien, su principal objetivo sigue siendo el dedescribir y explicar en lo posible el proceso de difusión deinnovaciones tecnológicas en la agricultura española. Es impe-rioso que este gran vacío desaparezca rápidamente si queremosque las decisiones políticas sean efectivas y no contrapro-ducentes, funcionales y no disfuncionales. Una regla funda-mental de todo quehacer humano exige el conocimiento de larealidad previo a toda decisión cuya meta sea actuar o influirsobre ella. En nuestra era de planificación y dirigismo estatal,tal regla es más válida que nunca.

El modelo teórico utilizado en el presente estudio -y quese detalla en las páginas siguientes- fue construido paraorientar la investigación por los derroteros más prometedoresy, al mismo tiempo, más interesantes. El modelo representa unintento de reunir el amplio cuerpo de conocimientos existentessobre la difusión de innovaciones tecnológicas en el campo, entorno a las relaciones entre los factores básicos determinantes

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de este fenómeno; o, en otras palabras; especificar en loposible los modos generales de comportamiento del sistema enlo que se refiere al fenómeno y proceso de difusión deinnovaciones en la agricultura española. (En este intento nosencontramos muy limitados a causa de la ausencia casi total deinvestigaciones de este tipo en España, a la que debe añadirsela escasez de datos válidos y fiables).

La difusión de innovaciones --tecnológicas o no tecnoló-gicas, en la agricultura o en la industria- es un fenómeno quedebe enmarcarse dentro de un proceso mucho más amplio quepodemos denominar cambio social y definir como el "procesode alteración en la estructura y funciones de un sistemasocial"' . El cambio social experimentado en España en las dosúltimas décadas ha sido espectacular en todas las esferasexcepto en el orden político: en los terrenos demográfico,urbano, educativo, económico, religioso, familiar, etc., elcambio ha sido significativo.

Ahora bien, dentro de este proceso general de cambiosocial debemos distinguir un proceso cualitativamente distinto,el proceso de desarrollo social. En efecto en tanto que laidentificación del cambio plantea una cuestión de hecho,objetiva, fácilmente discernible con una metodología adecua-da, el problema del desarrollo es simultánemente factual yvalorativo. El desarrollo social se entiende como algo deseable,positivo (independientemente de los problemas que el desarro-llo acarree), mientras que el "cambio social" tiene un sentidoneutro (así se formulan planes o programas de Desarrollo,pero no de Cambio Social). Pero además, el desarrollo socialimplica la "conciencia del cambio" que, como bien ha hechover I. L. Horowitz, emana de Ía conciencia de ser diferente, deser subdesarrollado, de no haber alcanzado el status de otrassociedades2. Desde esta perspectiva, el desarrollo no es másque un plan cuyo objetivo es la transformación de un país.

Para un país subdesarrollado o en vías de desarrollo, unasociedad desarrollada es aquella en que las estructuras sociales,aparato tecnológico, y estilo de vida coinciden con lasexistentes en el mundo capitalista de Norteamérica y EuropaOccidental o en el mundo socialista de la Unión Soviética. Elloimplica que el desarrollo consiste tanto en romper con lasestructuras tradicionales, en inventar nuevas formas de organi-

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zación social, y transformar las relaciones humanas, como enaumentar la productividad industrial y agrícola. O mejordícho, que este segundo aspecto del desarrollo viene condicio-nado por el primero. El problema del desarrollo no esproblema exclusivamente tecnológico o referente a recursosmateriales, sino más bien consiste en la interrelación entre dosdimensiones: una tecnológica y de recursos materiales y otrasociológica de liberación de los recursos humanos. El olvidareste último aspecto puede conducir todo lo más a undesarrollo subdesarrollado.

En definitiva, pues, el marco teórico general que sirve dereferencia a este estudio es el del desarrollo social. Uno de loselementos básicos del desarrollo social es el elemento tecnoló-gico. De hecho, la concentración en variables tecnológicascomo variables determinantes de una mayor a menor tasa dedesarrollo caracteriza a uno de los enfoques teóricos másutilizados en la descripción y explieación del desarrollosocial3. Los cambios tecnológicos suelen tener el carácter deinnovaciones. El proceso de innovación se refiere a lainvención, desarrollo, e introducción en la economía de nuevosproductos y procesos. Vemos, por tanto, que nos estamosmoviendo dentra de uno de los campos del desarrollo social,en el campo económico. Esta conexión queda aún más claracuando notamos que el impacto más dramático de lasinnovaciones consiste en la creación de nuevos, más o mejoresservicios, es decir, que uno de los efectos más importantes deuna innovación es su rendimiento (output) potencial, o elaumento de la capacidad del sistema económico de proveerbienes y servicios deseados.

Evidentemente, no es suficiente innovar, sino que estasinnovaciones deben ser difundidas a lo largo y a lo ancho delsistema económico. Este es precisamente el fenómeno quevamos a estudiar aquí. Así pues, por una parte la presenteinvestigación queda enmarcada dentro del cuadro general dereferencia del desarrollo social, y más específicamente deldesarrollo económico. Por otro lado, este estudio pertenece ala tradición sociológico-rural, y queda por tanto, restringido aeste ámbito.

Las páginas anteriores quedan imperfectamente resumidasen el diagrama núm. 1, donde se señala el ámbito en que el

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presente estudio encuadra. Las líneas o trazos se refieren aprocesos e impactos que nosotros no hemos tomado enconsideración y cuya investigación requiere un esfuerzointerdisciplinario cuya realización está más allá de nuestraslimitadas posibilidades de trabajo.

El presente estudio consta de dos partes claramentediferenciadas; una q^ze estudia la difusión de determinadasinnovaciones tecnológicas agrarias, concretamente maquinaríaagrícola y abonos, en el espacio y en el tiempo a un nivel quepodríamos llamar macroscópico (por regiones y provincias), yuna segunda parte, que constituye el núcleo fundamental de lainvestigación, y que estudia el proceso de difusión y adopciónde innovaciones tecnológicas a nivel microscópico, es decir,tomando como unidad de análisis al agricultor jefe deexplotación, en el marco de la comunidad rural en la quereside. EI capítulo III está dedicado al desarrollo de la primeraparte del estudio. Los capítulo IV, V y VI se ocupan de lasegunda parte. El modelo teórico que a continuación vamos adesarrollar se refiere exclusivamente al estudio a nivel micros-cópico, es decir, al análisis del proceso mismo de difusión einnovación de determinadas actividades agrícolas.

E.A. Wilkening ha sugerido recientemente un enfoquepara el estudio del sector agiario que consis#e en la considera-ción de la actividad agrícola como un subsistema de lossistemas individual, familiar, comunitario y social. A nivelindividual, la actividad agrícola se ve afectada por losconocimientos prácticos, destreza, recursos, necesidades yaspiraciones del individuo; a nivel familiar debemos tener encuenta la relación existente entre la familia y la explotación,no sólo porque la familia proporciona recursos para elfuncionamiento de la empresa, sino también porque es toda lafamilia quien se beneficia del rendimiento de aquella en laforma de ingresos en metálico o en especie. A nivel comunita-rio, se considera la actividad agrícola como parte de un sistemade producción y distribución por un lado, y como parte de unsistema de consumo por el otro. Finalmente, en la medida enque la actividad agrícola se inserta dentro del sistema social, unanálisis de los cambios en la agricultura requiere el estudio delas relaciones sistemáticas entre los órdenes político, económi-co, cultura y natural° .

En la presente investigación hemos intentado utilizar unenfoque similar adaptado a nuestras necesidades y teniendo encuenta que el problema que nos concierne, -la adopción deinnovaciones tecnológicas-, constituye sólo una parte de laactividad agrícola, lo cual exige que nuestra unidad de análisissea el agricultor jefe de explotación, ya que es él quien enúltimo término toma las decisiones sobre adopción o noadopcibn, rechazo o discontinuación de la innovación en supropia explotación.

El diagrama núm. 2 constituye una representación esque-mática de este enfoque. En el presente estudio el sistema IV,como podremos observar más adelante, ha quedado un tantorelegado a causa de las limitaciones inherentes a la falta demedios materiales suficientes para la realización del mismo, entanto que el sistema individual ha recibido mayor atención.

DIAGRAMA 2

I

SISTEMA INDNIDUAL

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SISTEMA SOCIAL

SISTEMA FAMILIAR

Difusión de InnovacionesTecnológicas en la Agricultura.Adopción de Innovaciones

II

III

SISTEMACOMUNITARIO 0 REGIONA

En cada uno de estos sistemas hemos tomado en cuentalos siguientes factores o elementos:

Sistema Individual

- Edad y Estado Civil del Agricultor Jefe de Explotación- Nivel de Educación- Status Social y Nivel de Consumo- Volumen de Venta de la Producción

- Tamaño y Tipo (secano-regadío) de la Explotación-- Número de Obreros Fijos y Jornales Contratados por año- Título de Tenencia de la Tierra- Problema(s) más importante de la explotación y posible

solución- Agricultura a Tiempo Completo o Tiempo Parcial- Cultivo Total o Parcial de las Tierras- Clase Social Subjetiva- Movilidad Intergeneracional e lntrageneracional- Participación Social del Agricultor- Grado de Cosmopolitismo, Empatía, Fatalismo y Familis-

mo del Agricultor.- Exposición a canales de comunicación de masas y

comunicación interpersonal- Actitud hacia el trabajo y el riesgo

Sistema Familiar

- Estado Civil del Agricultor- Tamaño de la Familia- Residencia de la Familia del Agricultor- Ayuda familiar en la Explotación.- Problema Sucesorio en la Dirección

Explotación- Grado de Familismo del Agricultor

Sistema Comunitario

Y Trabajo de la

- Nivel de desarrollo de la Comunidad- Tipo de Agricultura- Relación de la Comunidad con el exterior- Problemas de la localidad y su posible solución- Existencia de Cooperativas- Poder y Prestigio en la Comunidad- Estratificación en la Comunidad: clases sociales y rela-

ciones entre las clases

Sistema Social

- El papel actual de las cooperativas en la agricultura- La solución exterior a problemas locales

- Emigración al exterior- El Servicio de Extensión Agraria y otras agencias de

cambio

Hasta ahora hemos considerado como variable depen-diente -fenómeno a describir o explicar- la "difusión deinnovaciones tecnológicas en la agricultura española". Sinembargo, cuando nos detenemos a pensar sobre ella vemos queen realidad se trata de dos problemas diferentes:

1. ^Cuál es el proceso seguido en la difusión deinnovaciones a través de los sistemas social, comunitario,familiar e individual? .

2. ^Cuáles son los factores determinantes de la adopciónde una innovación por el agricultor, es decir, del grado deinnovatividad en su conducta empresarial? .

En lo que al primero se refiere, ciertamente será necesariotener en cuenta como variables de importancia las fuentes deinformación y comunicación disponibles y en funcionamiento;así como las características de las innovaciones, y la actividadde las agencias de cambio.

Para el segundo problema el modelo de análisis másapropiado es quizá el proporcionado por la teoría de la acciónsocial, teoría cuyos orígenes se remontan a Max Webers y queha sido posteriormente desarrollada por sociólogos como E.Shils y T.^Parsonsb . Desde esta perspectiva, la adopción de unainnovación por parte del agricultor, ( lo que desde ahoradenominaremos "conducta innovadora"), es un tipo de acciónsocial dirigida hacia un fin, tal como aumentar la productivi-dad per c4pita o por hectárea, lograr productos de mejorcalidad, ahorrar tiempo o esfuerr,o, reducir la mano de obra,aumentar su prestigio, etc. Este comportamiento tiene lugar ensituaciones específicas caracterizadas por un conjunto decondiciones ( sociales, comunitarias, familiares, individuales)inmutables o difícilmente cambiables y por los recursos(económicos, psicológicos, etc.) con los que el agricultorcuenta o puede movilizar. Por otra parte, el comportamientodel agricultor está regulado por las normas sociales del sistema(más o menos tradicional, más o menos moderno) del que elagri►ultor forma parte integrante. Para que haya adopción el

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agricultor debe conocer la existencia de la innovación y debepercibir que el coste de aplicación de la misma, es menor quelos beneficios que de ella espera obtener. Estas dos últimasconsideraciones nos indican que los procesos básicos en todaadopción son los de comunicación de la información (de ahí laimportancia del desarrollo de los medios de comunicación demasas relativo a un tipo de comunicación inteYpersonal, y de laexposición del agricultor a estos medios) y motivación(recompensas económicas, psicológicas, sociales, etc.). En eldiagrama núm. 3 queda reflejado de manera esquemática elmodelo de acción social aplicado a la variable dependiente"conducta innovadora":

DIAGRAMA 3

Comunicación Motivaciónde la información personal

SituaciónSocial

Condiciones Recursos ii

NormasSociales

ConductaInnovadora i

En las páginas precedentes hemos identificado los elemen-tos que, a nuestro juicio, eran más idóneos para la construc-ción de un modelo explicativo-descriptivo de la conductainnovadora del agricultor, así como del proceso de difusión deinnovaciones tecnológicas en la agricultura. A partir de taleselementos teóricos, nuestra tarea consistía en integrarlos en un

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modelo único que tuviera la mayor capacidad descriptiva yexplicativa posible. Esta labor integradora ha quedado resumi-da en el diagrama núm. 4. Las variables detenminantes -biensean estas antecedentes, independientes o intervinientes-quedan encuadradas en la columna A y pertenecen a los cuatrosistemas allí especificados. En la columna E-Consecuencias-hemos tenido en cuenta que los efectos de la conductainnovadora del agricultor y de la difusión de innovaciones en laagricultura puede ser -y de hecho son- al mismo tiempopositivos y deseables y negativos e indeseables y que el cambiosocial producido tiene, a su vez un impacto -o quedareflejado- sobre el individuo, la familia, la comunidad y lasociedad.

Dado el caracter exploratorio que el presente estudioineludiblemente posee no nos ha parecido procedente niadecuado, el especificar o elaborar en forma de hipótesis todasy cada una de las relaciones que el mode^lo implícita oexplícitamente postula. Por otra parte, ciertas limitacionesmetodológicas especificadas más adelante imposibilitan laprueba de hipótesis formales con posibilidad de generalizacióna todo el país.

Sin embargo, el modelo nos permitirá comprobar si unaserie de variables, identificadas en otros países como importan-tes en la descripción y explicación del fenómeno de difusiónde innovaciones tecnológicas, funcionan de la misma forma enEspaña y constatar si un conjunto de relaciones entre variables,significativas en otras sociedades, aparecen como verosímilesen la sociedad rural española. Todo lo demás sería prematuroen este momento y requiere, por tanto, una investigaciónposterior.

2. Metodología General

En esta sección vamos a presentar lo más clara ysucintamente posible los métodos y técnicas empleadas en lapresente investigación. El principio que nos ha guiado en eldiseño general del estudio ha sido el principio de la rigurosi-dad; y dentro de los límites económicos y temporales que nosfueron impuestos creemos haber satisfecho dicho criterio.

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Evidentemente, la investigación a fondo de un tema tanambicioso como "la difusión de innovaciones tecnológicas enla agricultura española", requiere un esfuerzo mucho mayordel que aqul se ha realizado: exige un enfoque interdiscipli-nario, un trabajo en equipo, abundantes fondos, y un periodoóastante superior al que hemos contado para la realización deeste estudio. Por estas razones insistimos una y otra vez en elcaracter exploratorio-descritivo del presente trabajo; muyconscientemente abandonamos desde el principio la pretensiónde explicar un fenómeno tan complejo como el que aquí se hainvestigado.

EI diseño general del estudio no ha pretendido abrirnuevas vfas de investigación; más bien descansa sobre métodosy técnicas ya elaboradas, cuya validez y fiabilidad han sidoprobadas repetidamente. La aplicación de estas técnicas ymétodos al caso que nos ocupa se ha realizado de la forma máscompleta posible dentro de nuestras pósibilidades.

Las comunidades estudiadas fueron seleccionadas partien-do de una tipología de sistemas agrarios españoles, a la quefueron añadidos otros dos criterios de selección. Dentro decada comunidad se realizó un muestreo aleatorio cuya clasevarió según el tamaño de la comunidad. Por tanto, losresultados son generalizables a nivel comunitario pero no a unnivel superior. Los datos fueron recogidos por medio de uncuestiotiario administrado personalmente por un equipo deencuestadores especializados en trabajos agrarios y rurales. Larealización del trabajo de campo por dichos encuestadores fuésupervisada directamente y personalmente por los autores deesta investigación.

2.1. Aproximación a una Tipología de los SistemasAgrarios en España.

Es muy probable que no se haya realizado hasta ahora unintento serio, y con resultado plenamente satisfactorio, deestablecer una clasificación en la que tengan cabida y lugarsignificativo todos los innumerables sistemas concretos queofrece la variadísima geografía agraria española. Entre otrascosas, el concepto mismo de sistema agrario se presta adiscusión y presenta un considerable margen de ambig►edad, y

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resulta obligado proceder a una simplificación (y por lo tanto auna elección más o menos arbitraria) entre la amplia serie defactores que habría que tener en cuenta para una caracteriza-ción exhaustiva: desde la geología o el clima, hasta los nivelessuperestructurales que consolidan unas determinadas relacio-nes de producción.

Por otra parte, en España, la variedad regional y losdiferentes ritmos de evolución histórica, se superponen comofactores adicionales de complejidad, de los que quizá seanecesario prescindir si la tipología a establecer ha de tener elcarácter de una hipótesis autónoma, cuya validez vendrádeterminada por la posibilidad de situar a través de ella ladiversidad de las situaciones reales. A este respecto, pues, hayque señalar que se prescindirá de los datos cuantitativos y deorigen estadístico, por cuanto estos datos vienen siempredados en un contexto político-administrativo (provincia, re-gión) que consideramos inoperante como marco para el tipo declasificación que pretendemos establecer. Otra cosa será elhecho de que eventualmente provincias o regiones enteraspresenten un predominio de uno u otro de los tipos propues-tos.

Otro factor a tener en cuenta es que la soCiedad rural, entodos sus niveles y en el momento actual, no puede analizarseen modo alguno a partir de modelos estáticos. Sin insistir másen ello, baste para tener presente que cualquier tipología válidahabrá de tener en cuenta este aspecto básico, dinámico yevolutivo.

Hemos establecido, pues*, dos criterios fundamentalescomo base para una clasificación relativamente simple: elprimer criterio vendría determinado por la relación tierra-agua,y el segundo por una síntesis definitoria de las característicasbásicas de la explotación como tal (tecnicas-producción-consu-mo):

1. El primer criterio nos permite distinguir entre agricul-tura sobre tierras húmedas, agricultura de secano y agricultura

" Aunque algunas de estas ideas habian sido discutidas con cierta amplitud por elantropólogo Joan F.Mira y este autor, fué sin embazgo el primero el que seencargó de darles forma y sintetizarlas de la manera que se presentan en elpresente texto.

de regadío. No parece necesario, en este lugar, dar mayoresprecisiones sobre este aspecto.

2. EI segundo criterio es la base para distinguir entreagricultura comercial (o neotécnica), agricultura tradicional entransición, y agricultura marginalo Estos conceptos deben serprecisados, para determinar en qué sentido los utilizaremos:

A) Entendemos por agricultura comercial o neotécnica (eltérmino tiene un margen de arbitrariedad) aquella en que laexplotación está altamente racionalizada; presenta un índicealto de utilización de la tecnología moderna y una productivi-dad (relativa al trabajo, no necesariamente a la superficiecultivada) elevada; la producción está totalmente dirigida almercado, se basa en criterios de rentabilidad y está condicio-nada por, e integrada en, los circuitos comerciales.

B) Entendemos por agricultura tradicional aquella en queexiste un alto nivel de autoconsumo familiar y/o local; elrendimiento de la explotación es bajo, considerado concriterios empresariales e independientemente de la producciónpor superficie cultivada; el nivel tecnológico es bajo y siguesobre métodos heredados; la explotación no sigue pautasracionalizadas ni se basa en criterios de rentabilidad. Hemosañadido "en transición" porque en realidad, en el momentoactual, su continuidad como tipo definido y estable es a lalarga imposible, y por tanto lo que llamamos "agriculturatradicional" está, de hecho y en conjunto, en proceso detransformarse bien en "comercial", bien en "marginal".

C) Endendemos por agri►ultura marginal aquella que sebasa en pequeñas explotaciones trabajadas a tiempo parcial, ycomo recurso complementario, por sectores de población cuyafuente principal de ingresos no es la que les proporciona suexplotación. Se encontrará, por tanto, principalmente, en losalrededores de las ciudades y en zonas rurales o semi-ruralesindustrializadas.

Teniendo en cuenta, pues, los criterios señalados, pode-mos establecer nueve tipos básicos de sistemas agrarios:

1 A: Agricultura húmeda comercial-neotécnica1 B: Agricultura húmeda tradicional-en transición1 C: Agricultura húmeda marginal.

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2 A: Agricultura seca comercial-neotécnica2 B: Agricultura seca tradicional-en transición2 C: Agricultura seca marginal

3 A: Agricultura regada comercial-neotécnica3 B: Agricultura regada tradicional-en transición3 C: Agricultura regada marginal

Será útil añadir algunas precisiones sobre los aspectoscóncretos de cada uno de los tipos generales propuestos,completadas con referencias a zonas-regiones o comarcas enque aparezcan como predominantes:

TIPO 1 A:

Consideramos como expresión básica de este tipo laexplotación ganadera (fundamentalmente bovina) dirigida a laproducción de leche y carne. Su localización geográfica está enprincipio delimitada por las isoyetas que separan la llamada"España seca" de la "España húmeda" y, dentro de estaúltima, en zonas y comarcas de baja densidad de poblaciónagrícola. La vertiente cantábrica (Asturias, Santander, País

Vasco) y los Pirineos serían las zonas de localización preferen-te, a los cuales podrían añadirse núcleos aislados de la mesetaseptentrional, Galicia e incluso de las Sierras altas andaluzas.

En conjunto, este tipo de sistemas tiende a una progresivatecnificación (selección controlada de razas, protección ocultivo de los prados, importancia de las técnicas de estabula-cíón total o parcial, piensos equilibrados, control sanitario, etc.etc.,) y a una integración total en los circuitos comerciales,dominados por las empresas transformadoras (centrales leche-ras, etc.) o suministradoras.

TIPO 1 B:

Este tipo, que en extensas zonas ha sido sustituido, o estáen proceso de serlo, por el tipo anterior, podría ejemplificarsecon el complejo gallego de pastos-maíz-patatas. Es un sistema,en su forma tfpica, característicamente de subsistencia yautoconsumo, con muy escaso volumen de excedentes comer-

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cializables, atomización de la propiedad, nivel muy alto depoblación agrícola (con su secuela de conflictos latentes yernigración) y poblamiento disperso. La transición se realiza, odebe realizarse, en el sentido de sustituir el policultivo deautoconsumo en beneficio de la vaca como animal detiro-leche-carne y del cerdo doméstico, y consiguiente raciona-lización de ambos tipos de ganadería.

De todos modos, las características propias del tipo(intenso ruralismo y dispersión de población y propiedad,economía de subsistencia, etc.), son poco aptas para servir debase a un proceso de evolución interna que partiese de suspropias potencialidades: será, pues, un conjunto de factoresexógenos (emigración, demanda comercial, industrializaciónregional, planes de intervención directa, etc.) el que determi-nará fundamentalmente su transformación.

TIPO 1 C:

Aparentemente poco importante, tiende sin embargo aextenderse, a costa de los residuos del tipo anterior, a medidaque en las regiones de la "España húmeda" se acentúa eltrasvase de población agrícola a la industria. Su expansiónviene además favorecida por la dispersión de los centrosindustriales y rnineros en Asturias y el País Vasco sobre todo,y, cada vez más, por la aparición de centros turísticos en elPirineo.

TIPO 2 A:

La consolidación y desarrollo de este tipo, que aparececomo dominante en una superficie cada vez mayor de laPenínsula, requiere la presencia de dos factores fundamentales:extensión relativamente grande de la explotación y alto nivelde inversiones de capital. En principio, hay que distinguir,dentro de la agricultura comercial de secano, entre los cultivoscerealistas y los cultivos arbóreos y arbustivos (olivo y vidprincipalmente). En el primer caso, la calificación del tipocomo neotécnico-comercial viene determinada por el bajoempleo de mano de obra, y su consiguiente alta productividad;e► decir, por el empleo racional y completo de maquinaria,

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básicamente tractores y cosechadoras, que sustituye el trabajomanual. Características complementarias, pero igualmentebásicas, serán la supresión del barbecho (sustituído porleguminosas o forrajeras), el laboreo profundo, empleo defertilizantes, plagicidas y herbicidas, ensilado, etc. La consoli-dación de este tipo de agricultura cerealista moderna parece unhecho adquirido en extensas zonas de ambas mesetas (hay quepensar que, a pesar de lo que generalmente se supone, lasfincas superiores de 100 hectáreas ocupan algo más de la mitadde toda la superficie cultivada de Castilla la Vieja y León) ypartes de Aragón, Andalucía y Cataluña. Adquirida la basetécnica moderna, sus problemas se refieren fundamentalmentea la dependencia de un exterior que no controlan: mercados,política general de precios o de protección, etc.

En cuanto al segundo sub-tipo, las dificultades tanto parasu caracterización teórica como para su desarrollo real derivande los problemas que plantea la utilización racional del capitalhumano. En efecto, aún supuesta la adquisición de unatecnología adecuada, subsiste la necesidad de una abundantemano de obra que dificílmente puede emplearse a plenorendimiento, dado el carácter estacional de algunas de laslabores fundamentales (poda y recolección) y la imposibilidadpráctica de mecanizarlas o de aumentar sensiblemente surendimiento. El resultado es un alto índice de proletarización,subempleo y escasa rentabilidad por persona activa, aúnsuponiendo una alta rentabilidad para la explotación. Laracionalización y"modernidad" del sistema dependen dehecho y sobre todo de la orientación comercial, fijación odesarrollo de variedades-tipo (por ejemplo, las que determinanlas "denominaciones de origen") o más rentables (por ejemplo,el incremento de la aceituna de verdeo) y, por supuesto, 1autilización de los recursos tecnológicos. Gran parte de laMeseta Sur, y todo el Valle del Guadalquivir, tienden aconvertirse en regiones donde este tipo es, o será dominante.

TIPO 2 B:

Ha sido, y está dejando de ser, el tipo básico del pequeñoy medio campesino español; el más ampliamente difundido entodas las regiones de la "EspaRa seca", y el más crfticamente

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insostenible en un contexto de rápida modernización. Susaspectos básicos serían: propiedad familiar; extensión peque-ña-media de la explotación, con gran número de parcelas;mecanización nula, insufícíente o no racional (excesiva, enalgunos casos, y por tanto no rentable), baja productividad;comercialización de una parte importante de la producción,combinada con alto nivel de autoconsumo familiar y/o local;inestabilidad y altibajos pronunciados en los ingresos reales,etc. EI resutado es una constante corriente migratoria quesignifica bien el abandono de tierras, bien su concentración enexplotaciones mayores (que pasan al tipo anterior: 2 A), o surelegación a explotaciones marginales. En ocasiones, porejemplo, en zonas de viña, almendros o cereal, la creación decooperativas, etc.} puede proporcionar una cierta estabilidad alsistema tradicional, y facilitar su paulatina adaptación ymodernización.

Este tipo puede considerarse predominante en la MesetaNorte, gran parte de Aragón y todas las regiones Mediterra-neas, sin olvidar su importante presencia en el resto de la"España seca". Aparte la trilogía general cereales-vid-olivo, eltipo incluye multitud de cultivos de diversa importancia:almendros, avellanos, algarrobos, leguminosas, patatas, etc. ycon frecuencia se halla combinado con pequeñas huertas y algode ganadería (ovina, cerdos y actualmente granjas avícolas).

TIPO 2 C:

Resíduo dei anterior allá, donde se ha producido unafuerte emigración rural, quizá su característica más importantesería el progresivo abandono de tien•as que, roturadas durantelos dos siglos pasados para subvenir a las necesidades de unarápida expansión de la población, son difícilmente transforma-bles en explotaciones mínimamente rentables. La primeraparte del proceso de abandono, que caracteriza este tipomarginal, consiste en reducir drásticamente las labores, limi-tándose a las indispensables para asegurar la continuidad de laproducción con un mínimo de trabajo que a veces, como enalgunas zonas de algarrobo y olivo en el secano mediterráneode montaña, se limita casi a la recolección.

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TIPO 3 A:

Toda la agricultura de regadío, excepto las pequeñashuertas marginales, está orientada al mercado, y por tanto noes esta orientación simplemente lo que nos permitirá distinguirentre regadío tradicional y regadío comercial-neotécnico. Lasdiferencias estarán más bien en el nivel tecnológico, deracionalización y de orientación y actitud empresarial. Hay unsctor de origen más reciente que representa con mayor claridadel tipo: en gran parte de lo que podemos llamar regadíos"nuevos" se ha partido de una base que los antiguos noposeían: Las dimensiones de las explotaciones aun siendo engeneral pequeño-medianas, no tienen un carácter minifundistani están excesivamente parceladas. Esta circunstancia hapermitido la utilización más racional de la maquinaria, de lamisma manera que la modernidad de origen de las explotacio-nes ha permitido, según los casos, la especialización en cultivosindustriales de demanda asegurada o las plantaciones defrutales con procedimientos que facilitan el trabajo mecánico yahorran mano de obra.

Los cultivos remolacheros del valle medio del Ebro, o delDuero, por una parte, y los frutales leridanos por otra, seríanejemplos adecuados. El problema es más complejo en losregadíos nuevos que, por estar mal planeados o mal resueltos,mantienen una baja rentabilidad (continuación del cultivo decereales en regadío, por ejemplo), así como en los regadíosantiguos que, aún presentando un alto índice de moderniza-ción técnica (maquinaria, abonos, tratamientos abundantes,etc.) tropiezan con las limitaciones impuestas por la estructurade la propiedad heredada, y con la deficiencia de lasestructuras comerciales desintegradas y fragmentadas (cítricosvalencianos, por ejemplo). Hay que pénsar también que lasolidez y desarrollo de este tipo dependen en buena parte defactores extra-agrícolas que, con frecuencia, inciden sobre elagricultor con escaso control por su parte: redes comercialessimplificadas y eficaces, sector industrial conservero y azucare-ro, mercados internacionales, política general de precios o decomercio exterior, etc. Hay casos extremos (semillas oleagino-sas, algodón...) en que estos últimos factores determinan laexistencia misma de un tipo de cultivos.

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TIPO 3 B:

Es el tipo de los viejos regadíos, destinados en primerlugar al abastecimiento de las ciudades próximas (con laexcepción de las naranjas, objeto de exportación sistemáticadesde el principio); y también de buena parte de regadíosnuevos, de los "planes" que no responden en su resultado a lasespecializaciones, al nivel técnico y a la productividad quecabría esperar. Fragmentación de la propiedad y de lasparcelas, escasa capacidad de inversión, imposíbilidad de unempleo eficiente de la tecnología moderna (de la maquinariasobre todo), precios aleatorios y altibajos estacionales, mínimaeficacia del cooperativismo en 1a mayoría de los casos,rendimientos frecuentemente altos por superficie pero bajospor trabajo, etc. etc., convierten este tipo en un mosaico desituaciones inestables: las tierras se mantienen en cultivo,evidentemente, por su alto rendimiento, pero la situación delagricultor se deteriora progresivamente sin que aparezcanperspectivas de una mejora estable para el conjunto del regadíotradicional. Los más pequeños con frecuencia se transformanen agricultores a tiempo parcial, y los medianos se encuentranentre unos costos de producción cada vez más elevados y unosprecios síempre inciertos.

TIPO 3 C:

De los tres tipos marginales, probablemente es éste el másimportante en cuanta a volumen y significado de su produc-ción global. No conocemos cálculos generales de la proporciónde tierras de regadío que son cultivadas por "ouvriers-paysans", pero con toda seguridad es muy elevado, y tiende aextenderse. Y su importancia para el abastecimiento en frutasy hortalizas, nada desdeñable (una gran parte de la huertavalenciana, por ejemplo, es trabajada en estas condiciones, asícomo innumerables parcelas de naranjos en la Ribera del Júcary en la Plana; sin contar el infinito número de huertas localesdesparramadas por toda la geografía española).

Este esquema de clasificación (pues se trata de unesquema sin desarrollar) debería incluir, evidentemente, unaamplia gama de subtipos y de situaciones intermedias y de

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transición. Pero la validez del esquema básico reside en quetoda la variedad de los subtipos locales o transitorios tienecabida en su seno, en que los criterios utilizados son losuficientemente básicos como para ser generalizables, y en queadmite e integra el aspecto dinámico ( con toda su car9a deinestabilidad) de la realidad agraria española.

Otro aspecto de la cuestión, que escapa en cierto modo alos propósitos originales de este esquema, es el grado en quecada uno de los tipos propue►tos condiciona (y a su vez está enfunción de) unas determinadas relaciones de producción, unosdeterminados aspectos de la estructura social, de las relacionesen el seno de la sociedad rural y con el exterior no-rural, etc.Pero todo ello requeriría un estudio aparte.

3. La Selección de las Comunidades Estudiadas

Las comunidades estudiadas fueron seleccionadas utili-zando cuatro criterios, dos de los'cuales constituyen la base dela tipología de los sistemas agrarios españoles que hemosestablecido en las páginas inmediatamente precedentes.

En efecto, combinando los criterios "relación tierra-agua"y"características técnicas, de producción y de consumo"hemos creado nueve tipos ideales de sistemas agrarios (véasecuadro número 1).

CUADRO 1

Tipo de Agiculturaxgún telaciónTierra-Agua

Húmeda

Seca

Regada

Tipos de Agricultura según característicastécnicas, de Produccibn y de Consumo

Comercial Tradicionalen transición

Marginal

lA 1B 1C

2A 2B 2C

3A 3B 3C

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EI tipo ideal es una construcción mental; por tanto, aúncuando en su elaboración haya intervenido el conocimiento yobservación de la realidad, el tipo ideal nunca puede reflejarexactamente ésta última' ; en otras palabras, en la realidad noencontramos tipos puros, en nuestro caso sistemas agrariospuros, sino aproximaciones mavoies o menores al tipo, alsistema. Pues bien, cada una de las nueve celdas configurabásicamente, si la tipología tiene utilidad, a un número mayoro menor de comunidades agrarias españolas. Otras muchascomunidades se encontrarán a caballo entre dos o más tipos desistemas agrarios.

Partiendo de la aplicación de esta tipología de laagricultura española a la investigación concreta que nos ocupapronto hicimos dos descubrimientos significativos. El primeroy menos importante es que no existen comunidades agrarias deagricultura regada-marginal (tipo 3 C). No nos referimos alvolumen de la producción de este tipo ni a su significacióneconómica, sino más bien a que este tipo de agricultura noconfigura ni describe a una clase o categoría de comunidadagraria. Encontramos agricultura regada-marginal en ciudades ycomunidades que no pudimos clasificar como agrarias por elpeso de la industria o de los servicios en sus estructuraeconómica y social. Hallamos que los agricultores pertenecien-tes a este tipo lo son a tiempo parcial, dedican a su huerta lashoras de ocio antes o después de su trabajo no-agricola regular,y sus días libres, Decidimos, pues, no incluir comunidades deeste tipo-3 C- en nuestro estudio.

El segundo descubrimiento -más importante- consistió enpercatarños de la imposibilidad material de estudiar comunida-des pertenecientes a la España húmeda, localizadas en el nortey noroeste de la península, dada la escasez del presupuestodentro de cuyos Ifmites había de realizarse la investigación y laprontitud con la que el estudio debía ser llevado a cabo yentregado. Así pues, tomamos la decisión de excluir los tipos1.A, 1.B. y 1.C de nuestro análisis.

Indudablemente existe un gran número de comunidadesagrarias españolas que se aproximan o pertenecen a los cincorestantes; en nuestro esfuerzo por controlar un mayor númerode variables y por hacer la muestra de comunidades másrepresentativa, introdujimos dos criterios más a nuestro juicio

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relevantes -es decir, correlacionados con la variable depen-diente- en la selección de comunidades a estudiar. El primercriterio adicional ha recibido el nombre de contraste comuni-cación-aislamiento.

Según este criterio debíamos incluir en la muestra decomunidades cercanas a y bien comunicadas con una capital deprovincia, así como comunidades relativamente alejadas yaisladas. El razonamiento que justifíca Ia introducción de estecriterio es el siguiente: las capitales de provincia, así comoalgunas ciudades grandes e importantes, funcionan comopuntos de difusión de innovaciones en la provincia (es decir,puntos de origen en la difusión provincial). Partiendo de estehecho consideramos de sentido común la hipótesis quesostiene que a mayor cercanía y mejor comunicación con elpunto de difusión, mayor es la probabilidad de una más rápidadifusión de innovaciones. Finalmente, el cuarto criterio selecti-vo se refiere a una dimensión que nosotros hemos denominadoModernización-Estancamiento socioeconómico, criterio quenos sugería seleccionar por un lado comunidades agrariasrelativamente prósperas, grandes y modernas, y por el otrocomunidades agrarias más pobres y de menores recursos, máspequeñas y socialmente más tradicionales (indudablementelas variables "riqueza", "tamaño" y "modernidad" estáninterrelacionadas). Más específicamente, deseábamos selec-cionar comunidades diferentes en cuanto a pautas de creci-miento demográfico (incluyendo migración), de distríbucíónde tierras, y de estratificación social; comunidades heterogé-neas en cuanto a nivel de riqueza, tecnología y servicios. Elsupuesto de que partíamos en la introducción de este últimocriterio era que la prosperidad o grado de modernización socialestá correlacionada con la rapídez en la difusión de innova-ciones tecnológicas y no tecnológicas. ,Así pues, hemosprocurado seleccionar comunidades que se encuentren en dospuntos claramente diferentes a lo largo de la dimensiónprosperidad, modernidad-estancamiento, trádicionalismo. Ellector podrá juzgar por sí mismo si hemos o no tenido éxito enla selección cuando lea más adelante la descripción de las sietecomunidades en las que el estudio se ha realizado.

Una vez decididos los criterios a utilizar en la selección decomunidades (criterios que pensamos son relevantes en cuanto

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que suponemos están relacionados con la variable dependien-te)* nuestra labor consistió en tratar de aplicarlos. Con estepropósito dedicamos aproxímadamente cinco semanas a fami-liarizarnos con las regiones españolas donde pudiéramos locali-zar los tipos de comunidades que mejor respondían, o más seaproximaban, a los tipos ideales de sistemas agrarios. Estafamiliarización tuvo lugar en la biblioteca a través de lecturasde carácter agronómico, sociológico y económico descriptivasde esas zonas; y sobre ^el terreno, a través de varios viajes paraconsultar con diferentes expertos (ingenieros y especialmenteagentes del Servicio de Extensión Agraria). El primer pasoconsistió en la concentración de nuestros esfuerzos selectivosen tres zonas: la campiña sevillana, la mesetas castellana (zonade Guadalajara), y la zona mediterránea de Castellón. En unasegunda etapa, y después de largas discusiones con los agentesde zona del Servicio de Extensión Agraria, discusiones yaceñidas a la aplicación de los criterios selectivos antesidentificados, se realizó la selección de siete comunidadesagrarias: Arahal y Marinaleda en la campiña sevillana; Yun-quera, Alcocer y Las Inviernas en la zona castetlxna deGuadalajara; Torreblanca y Lucena del Cid en la zonamediterránea de Castellón.

Respecto a los dos criterios utilizados en la construcciónde la tipologfa de sistemas agrarios, las siete comunidades sedistribuyen en la forma indicada en el cuadro número 2. Yaseñalábamos más arriba que en la realidad no encontrarfamossistemas agrarios puros (ideales). Nuestras previsiones seconfirman al observar que la mayor parte de las comunidadesse encueñtran a caballo, en mayor o menor grado, entre dossistemas.

Respecto al tercer y cuarto criterio (comunicación-aislamiento y modernización-éstancamiento socioeconómico,respectivamente) las comunidades elegidas se agrupan en dostipos polarizados. Asf, Arahal, Yunquera y Toneblanca soncomunidades agrarias relativamente cercanas a capitales deprovincia, bien comunicadas y(creemos) sensiblemente másprósperas y modernas que Marinaleda, Alcocer, Las inviernas,y Lucena del Cid, comunidades que por otra parte están más

+ Este supuesto será verificado en e! análisis de los datos.

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Tipos de Agri-cultura según

relaciónTierra-Agua

Húmeda

Seca

Regada

^

3C

alejadas de puntos de difusión y relativamente mal comunica-das.

El método de muestreo utilizado en la selección decomunidades es obviamente, de tipo no-aleatorio. Se trata deun "muestreo estratégico" (purposive sampling) que descansaen el supuesto de que "con buen criterio y una estrategiaapropiada uno puede seleccionar a dedo los casos a incluir enla muestra, y de este modo construir muestras que sonsatisfactorias en relación con las propias necesidades"° . Anuestro juicio este plan de muestreo es el más apropiado parael presente estudio, dado el carácter exploratorio del mismo ysu reducido presupuesto.

La más importante desventaja del plan seguido es que losresultados de la investigación no pueden ser generalizados másque a nivel comunitario al no poder ser aplicadas las leyesmatemáticas de la probabilidad.

4. Selección de la muestra

El plan de muestreo seguido ha variado con arreglo alnúmero de agricultores existentes en las diversas comunidadesagrarias seleccionadas.

CUADRO 2

Tipos de Agricultura según característicastécnicas, de Producción y de Consumo

Comercial

Tradicional en

transición Marginal

lA 1B 1C

Arahal ^ Las Inviernas,f2 A Marinaleda 2 B Alcocer 2 C Lucena

IYunquera -

3 A Torreblan►a 3 B

a) En las dos comunidades mayores (Torreblanca en

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Castellón y Arahal en Sevilla) se utilizó un muestreoestratifícado aleatorío no proporcionai en el que elcriterio para estratificar la población de agricultoresjefes de explotación fué "tamaño en hectáreas de laexplotación"*. A1 tratarse de dos tipos diferentes deagricultura -regada la primera, seca la segunda- losIímites definitorios de cada estrato tuvieron que variarde comunidad a comunidad. La muestra resultante paraTorreblanca fué de 160 unidades muestrales mientrasque para Araha] fué de 199 unidades.De las 160 entrevistas proyectadas en Torreblanca serealizaron 139 (87 %), en tanto que en Arahal seproyectaron 199 entrevistas y se completaron 141(71% ).**

b) En la comunidad de tamaño intermedio (Lucena delCid, en Castellón) se utilizó un muestreo estratificadoaleatorio no proporcíonal en el que el criterio paraestratificar el universo de agricultores fué "tiempodedicado a la agricultura"***. La muestra resultantearrojó una cifra de 103 entrevístas, de las cuales lleg^rona obtenerse 93 (90% ).

c) En las cuatro comunidades restantes (Yunquera, Alcocery Las Inviernas en Guadalajara y Marinaleda en Sevilla)el universo de agricultores era lo bastante reducido paraintentar entrevistas a toda la población. Por tanto no seseleccionó muestra alguna. El número de entrevistasproyectadas y entrevistas realizadas en cada comunidadq>3eda reflejado en el cuadro número 3. Llegados a estepunto, dos aclaraciones son necesarias:

' Pensamos que es éste un criterio de relevancia indiscutible; numerosasinvestigaciones han demostrado el poderoso impacto de esta variable sobre larenta, actitudes y comportamiento del agricultor. Es pues verosímil sucorrelación con el grado de innovatividad.

'* La diferencia entre entrevistas proyectadas y las realizadas se debe a losinevitables rechazos o negativas, así como a listas de agricultores un tantoineompletas ya que algunos agricultores en lista ya no ejercían; en otros casos,explotaciones cuyos titulares eran miembros de una misma familia erandirigidas por un sólo individuo.

"' La información necesazia paza utilizaz el mismo criterio de estratificación queen el çaso anterior no llegó a tiempo. Sin embargo, este criterio -correlacio-nado con el anterior- pareca ser también relevante.

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1. Alcocer y Las Inviernas son pueblos pequeños muysimilares y dado el reducido número de agricultoresen cada uno de ellos los hemos tratado como un todoúnico, decisión un tanto arbitraria, pero no signifi-cativa. En las tablas, pues, ambos aparecen con unmismo nombre -Las lnviernas- con el que designa-remos en adelante a esta comunidad.

2. Marinaleda y su pedanía apareeen en las tablas con elnombre El Rubio. En adelante nosotros procurare-mos utilizar el compuesto El Rubio-Marinaleda parareferirnos a esta comunidad.

CUADRO 3

Entrevistas proyectadas y realizadas en las Comunidades pequeñas

Comunidad Proyectadas Obtenidas Porcentaje

Yunquera .................... 89 66 ^ 74 `/oLas Inviernas-Alcocer... 86 56 65 %El Rubio-Marinaleda.... 118 67 57 `/o*

En términos globales, pues, se habían proyectado 755entrevistas y se obtuvieron 562, lo que arroja un porcentaje derespuestas de 74,4 `/o. No podemos identificar como rechazo 0negativa el 25 % restante, puesto que como ya hemosapuntado, fue imposible obtener listas actualizadas del univer-so de agricultures.

Independientemente del error de rnuestreo -mayor omenor pero inevitable en todo proceso de selección- lamuestra satisface en nuestra opinión las condiciones derepresentatividad y adecuación en cuanto a tamaño. A1 habersido extraída siguiendo en el estudio todo el universo de lasrestantes localidades, podremos generalizar los resultados hastael nivel comunitario.

* La lista original de agricultores de esta comunidad resultó ser un tantodeficiente. Resultó imposible localizar a 29 nombres en lista (la mayoría residíafuera de la localidad). Sin embargo, hemos mantenido como entrevistasproyectadas el número total de agricultores en lista, lo cual explica en parte unporcentaje tan bajo de respuestas.

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5. El Cuestionario

El instrumento utilizado en la recogida de datos fué uncuestionario administrado "cara a cara" por varios equipos deencuestadores especializados en esta labor pertenecientes a laorganización DATA, S.A. (Estudios de Mercado, Opinión ySociología Aplicada). Las entrevistas se llevaron a cabo encastellano en Guadalajara y Sevilla, y en valenciano enCastellbn.

El cuestionario consta de 118 preguntas* de las cuales 15son abiertas y el resto cerradas. Estas 118 preguntas puedenagruparse -aunque en el cuestionario no aparecen formal-mente estos grupos- en tres categorías.

a) Preguntas cuyo objetivo es la adquisición de informa-ción factuai general (datos sobre familia, volumen deventas, viajes o estudios realizados, por ejemplo).

b) Preguntas cuyo objetivo es la adquisición de informa-ción sobre actitudes, opiniones, o mentalidad (porejemplo: opinión sobre las personas más importantes delpueblo, actitud ante el trabajo, intención de emigrar,clases sociales en el pueblo).

c) Preguntas directamente relacionadas con el comporta-miento innovador en los apartados siguientes: plagas,mecanización, abonado, cultivos y poda.

Durante el proceso de elaboración del cuestionariodiversos expertos en problemas metodológicos y rurales (entrelos que se cuentan nuestros colegas en el Departamento deSociología y Ciencia Política en la Facultad de CienciasEconómicas de la Universidad Autónoma de Madrid) fueronconsultados repetidas veces; mención especial requieren losagentes del Servicio de Extensión Agraria de Guadalajara ySevilla cuyas sugerencias siempre tuvieron indudable interés.También fueron consultados varios cuestionarios previamenteutilizados en España en estudios sobre estructura social, enparticular el largo cuestionario empleado por los autores del

* No todas las preguntas fueron formuladas a todos los agricultores ya que variaseran en realidad preguntas-filtro; en consecuencia una serie mayor o menor depreguntas perdían aplicabilidad.

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Informe Sociológico sobre la situación Social de España9 y elutilizado en el voluminoso Estudio Socioeconómico de Anda-lucia' ° . Una vez elaborado, el cuestionario fué probado entreagricultores de las tres provincias donde el estudio se realizó y,una vez resueltos los problemas que aparecieron durante laprueba, se hizo la redacción definitiva (véase el Apéndicecorrespondiente). El cuestionario es común para siete comuni-dades excepto las preguntas 27 a 29, ambas inclusive,referentes a cultivos, que varían por provincia y comunidad.

6. Análisis de Datos

Diversos factores nos impidieron realizar un análisis de losdatos tan exhaustivo como hubieramos deseado. En primerlugar, la riqueza cuantitativa de datos -consecuencia del grannúmero de variables manejadas en la investigación- hizo pocomenos que imposible el análisis detallado de los misrnos en elmomento de realizar el estudio. A esto hubo que añadir $obretodo el poco tiempo de que dispusimos para realizar y entregarel trabajo, alrededor de diez meses, y naturalmente lalimitación de fondos existentes, que no nos permitió utilizarprogramas más sofisticados, y por tanto más costosos, para laelaboración de los datos. Sin embargo, estas limitaciones en elanálisis no nos han preocupado excesivamente, y ello por tresrazones:

a) El carácter fundamentalmente exploratorio, y en segun-do lugar descriptivo, del estudio no exigía un análisisdetallado. Nuestra principal tarea ha consistido, comoya hemos declarado anteriormente, en identificar lasvariables relevantes en el proceso de difusión de innova-ciones y las variables asociadas con la conducta innova-dora, así como en descubrir cómo funcionan estasvariablese Este objetivo ha podido ser cumplido pormedio de un análisis poco complicado. Todavia noestamos en la fase de probar hipótesis ni de intentarestablecer relaciones causales entre variables.

b) Los datos han quedado depositados en el banco de datosde DATA, S.A. y están disponibles por tanto encualquier momento para profundizar en su análisis.

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c) Dado el tipo de diseño del estudio -a su vez relacionadocon su carácter exploratorio-descriptivo- los resultadosy conclusiones de cualquier test estadístico que serealice sólo serán válidos a nivel de comunidad. -

La parte más creativa y original del análisis de datos haconsistitdo en la construcción de una serie de índices,conseguidos a base de combinaciones de un conjunto mayor omenor de preguntas (items), y cuyas respuestas han recibidodiferentes pesos. Los índices que hemos construido ymanejado son:

1. Indice de Conducta Innovadora. La materia prima deeste índice está constituída por las preguntas números 2, 11,Ila, 13, 15a, 20, 21, 23 25, 29, 29a, 31; en total, pues, secompone de doce elementos combinados; todos referentes aalgún tipo de comportamiento innovador en las actividadesagrícolas estudiadas (abonado, cultivos, mecanización, trata-miento de plagas, poda). Los pesos asignados varían con elgrado de innovatividad que la alternativa refleja. Los valoresmínimo y máximo del índice son 0,00 y 7,50 respectivamente.

2. Indice de Cosmopolitismo. Es éste el índice máscomplejo de cuantos hemos construído y utilizado en elanálisis. La materia prima está constituída únicamente por laspreguntas número 40 (frecuencia de viajes o desplazamientos alas capitales de provincia), número 41 (fín o razón de estosviajes), y número 42 (conocimiento de las ciudades españolasmás importantes). Sin embargo, los pesos asignados a lasrespuestas, las dos primeras varían en función de las respuestasa la pregunta número 39 (en otras palabras, se controla laexistencia de familiares o amigos en esas capitales de provin-cia). Y, por otra parte, los pesos asignados a las respuestas a lapregunta 42 varían en función de la comunidad donde reside elentrevistado (es decir, se controla el lugar de residencia). Losvalores mínimo y máximo del índice son 0,00 y 9,50respectivamente.

3. Indice de Exposición a los Medios de Comunicación deMasas. La materia prima que entró en la elaboración de esteíndice es la contenida en las preguntas 84, 84a, 85, 85a, 86 y

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87, todas ellas referentes a contacto y frecuencia de contactocon prensa, radio y televisión. A mayor frecuencia decontacto, mayor es la puntuación recibida. Los valores mínimoy máximo del índice son 0,00 y 6,00 respectivamente.

4. Indice de Familismo. Los tres elementos dicotómicosque componen este índice (preguntas 63, 64 y 65) reflejan unaorientación particularista hacia lá familia o universalista haciala colectividad. Independientemente de la etiqueta con la queel índice aparece, lo que en realidad mide es la segundaalternativa, siendo sus valores mínimo y máximo 0,00 y 3,00respectivamente.

5. Indice de Fatalismo Político-Social. Este quinto índiceha sido construido en base a las preguntas, también dicotómi-cas, números 66, 67, 68, 69, 70 y 7^. A menos puntuación-los valores mínimo y máximo son 0,00 y 6,00 respectiva-mente- mayor será el grado de fatalismo, Como el anterior, setrata de un índice bastante sencillo.

6. Indice de Empatía Las dos preguntas que se utilizaron.en la composición de este índice son las que en el cuestionarioaparecen con los números 74 y 75. Evidentemente lo queinteresa de las respuestas a ambas no es su contenido sino lacapacidad o ausencia de capacidad de entrar en situación, esdecir, de ponerse en el lugar del Ministro de Agricultura o delJefe del Estado.

7. Indice de Actitud ante el Trabajo. Elaborado a base delas preguntas número 43, 44, 45, 47 y 72, este índice intentamedir el grado en el cual el entrevistado considera el trabajoconstante como el medio más apropiado de triunfar o, almenos, de ganarse la vida. Es éste sin duda el índice másproblemático (reconocemos su cuestionable validez y clari-dad). Sus valores mínimo y máximo son 0,00 y 5,00,respectivamente.

8. Indice de Nivel de Consumoo Este último índice noplantea problema alguno. Su materia prima se encuentra en lapregunta 83 que se refiere a consumo doméstico de una seriede servicios y aparatos o bienes. Los valores mínimo y máximo

.

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del índice son 0,00 (para aquellos que no poseen aparato 0servicio alguno de los diez de la lista) y 5,50 (para aquellos queposeen todos los nombrados).

Los criterios con arreglo a los cuales juzgamos la calidadde un índice son su validez (grado en el cual un índice mideaquello que se propone medir), su utilidad teórica o práctica,economía y claridad4. Por regla general es imposible maximi-zar sirnultáneamente las cuatro dimensiones: si intentamosaumentar la validez de un índice, lo haremos necesariamentemás complejo, con lo que pierde economfa y claridad. SegúnZeisel, sin embargo, la justificación última de un índice, comola de cualquier otro concepto, descansa en su utilidads . No noscabe la menor duda de que estos ocho fndices han facilitado, almisma tiempo que perfeccionado, el análisis de los datos.