Hacia una Psicología del Coaching - A.Grant

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  • Hacia una Psicologa del Coaching

    Anthony M. Grant Unidad de Coaching Psicolgico

    Escuela de Psicologa

    Universidad de Sydney [email protected]

    Ttulo original: Toward a psychology of coaching

    Traducido por Sergio Moran

    Artculo publicado con autorizacin del Dr. Anthony Grant

    Resumen

    La utilizacin del coaching ejecutivo o de vida para mejorar el desempeo en el trabajo

    o la experiencia de vida est aumentando en popularidad. Sin embargo, existe muy poca

    investigacin emprica que demuestre la efectividad del coaching ejecutivo o de vida y

    han existido pocos intentos para desarrollar una psicologa del coaching. Este artculo

    revisa la literatura emprica y terica en torno al coaching ejecutivo o de vida y, basado

    en la psicologa clnica y la consejera, detalla un marco de referencia cognitivo-

    conductual para una psicologa del coaching. Esta revisin concluye que existe, en

    alguna medida, evidencia emprica que apoya la efectividad del coaching, sin embargo,

    la investigacin en coaching an se encuentra en paales. Un nmero de orientaciones

    para la investigacin futura se destaca en este artculo que pudiese consolidar el

    establecimiento de la emergente disciplina de la psicologa del coaching.

    Introduccin

    El objetivo del coaching ejecutivo o de vida consiste en posibilitar cambios cognitivos,

    emocionales y conductuales que faciliten la consecucin de metas y el aumento del

    desempeo, ya sea en el campo laboral o en la vida personal (Douglas & McCauley,

    1999). Aunque a nivel mundial ha habido considerable inters de los medios en el

    coaching (Garman, Whiston & Zlatoper, 2000), existe muy poca investigacin emprica

    que valide la eficacia del coaching ejecutivo o de vida (Kilburg, 1996) y, a la fecha, ha

    habido muy poco trabajo en el desarrollo detallado de un marco de referencia terico

    (Brotman, Liberi & Wasylyshyn, 1998). A pesar de la falta de apoyo que lo valide, est

    claro que la idea de contratar a un coach para aumentar el desempeo de grupos o

    individuos es altamente atractivo para muchas personas y organizaciones (Dutton,

    1997).

    La profesin de coaching es no-regulada en muchos pases incluyendo Estados Unidos,

    Reino Unido y Australia. Escuelas no-reguladas para el entrenamiento de coaches cuyo

    lenguaje tiende a no estar explcitamente fundado en la ciencia psicolgica, han estado

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  • en operacin al menos desde la fundacin de CoachU en 1992. Muchos coaches que

    actualmente ejercen no tienen entrenamiento psicolgico y los psiclogos son raramente

    reconocidos como practicantes realmente competentes (Garman et al., 2000). Sin

    embargo, la psicologa est especialmente indicada para hacer significativas

    contribuciones en esta rea, en trminos de establecer una fundacin terica y conducir

    investigacin emprica, adicionalmente a la prctica y al entrenamiento en coaching.

    La nocin de utilizar principios psicolgicos validados para mejorar la experiencia de

    vida y el desempeo laboral en personas normales y sin sntomas clnicos se remonta al

    menos tan atrs como Parks (1955). A pesar de las solicitudes para el desarrollo de un

    detallado y sistemtico cuerpo de teora y prctica psicolgica (p.e., Sperry, 1993), a la

    fecha ha existido poco movimiento hacia el establecimiento de una psicologa del

    coaching especializada.

    El objetivo de este artculo se centra en el coaching para el mejoramiento del

    desempeo en los dominios laboral y personal con poblaciones adultas sin sntomas

    clnicos. Este artculo presenta una revisin de la literatura acadmica, propone un

    modelo de coaching que est fundado en la establecida terapia cognitiva-conductual

    (CBT - Cognitive Behavioural Therapy), y en la teora y prctica de la orientacin a la

    solucin (SF - Solution Focused), y argumenta que este tipo de enfoque puede llegar a

    formar parte de la base para una psicologa del coaching. Se indica un nmero de

    orientaciones para el desarrollo de futuras investigaciones.

    Definiciones de Coaching Existentes

    Las definiciones del proceso de coaching varan considerablemente en su grado de

    claridad y precisin as como en la manera en que ellas enfatizan la enseanza o la

    instruccin como opuestos a la facilitacin del aprendizaje auto-dirigido. Enfatizando

    un enfoque instruccional, Parsloe (1995, p. 18) propone que el coaching est

    "directamente relacionado con la mejora inmediata del desempeo y desarrollo de

    habilidades mediante una forma de tutora o instruccin." Tambin enfatizando la

    instruccin Druckman y Bjork (1991, p. 61) proponen que "el coaching consiste en

    observar a los estudiantes y ofrecerles pistas, retroalimentacin, recordatorios, nuevas

    tareas, o re-direccionar su atencin hacia un aspecto relevante/destacable - todo con el

    propsito de hacer de su desempeo lo ms cercanamente parecido al desempeo del

    experto."

    En contraste con el nfasis en la entrega de informacin a travs de la tutora o la

    instruccin segn el enfoque de Parsloe (1995), y Druckman y Bjork (1991), Whitmore

    (1992, p.8) propone que "el coaching consiste en liberar el potencial de la persona para

    maximizar su propio desempeo. Es ayudarle a aprender en vez de ensearle."

    El tema de la facilitacin en vez de la instruccin es repetido por Hudson (1999) quien

    define el proceso de coaching como uno que ocurre cuando "el coach ayuda a su cliente

    a ver opciones para ser un ser humano ms efectivo." (p. xix). Hudson (1999, p.6)

    propone que: "un coach es una persona que facilita el aprendizaje experiencial que

    resulta en habilidades orientadas al futuro (un coach) se refiere a una persona con un rol de modelo confiable, consejero, persona sabia, amigo, gua- una persona que trabaja

    con fuerzas humanas y organizacionales emergentes para revelar nueva energa y

    propsito, para dar forma a una nueva visin y planes para generar los resultados

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  • deseados. Un coach es alguien entrenado y dedicado a guiar a otros hacia una mayor

    competencia, compromiso y confianza."

    Enfocndose en el coaching ejecutivo Kilburg (2000, p.65) propone que: "el coaching

    ejecutivo es definido como una relacin de ayuda formada entre un cliente quien tiene

    autoridad gerencial y responsabilidad en una organizacin y un consultor que utiliza una

    amplia variedad de tcnicas conductuales y mtodos para asistir al cliente en el logro de

    un conjunto mutuamente acordado de metas para mejorar su desempeo profesional y

    su satisfaccin personal y, consecuentemente, mejorar la efectividad de la organizacin

    del cliente dentro de un contrato de coaching formalmente acordado."

    A pesar que todas las definiciones anteriormente citadas tienen mrito, ellas fallan en

    definir sucintamente una psicologa del coaching. Al enfocarse en el coaching ejecutivo,

    Kilburg (2000) excluye el coaching personal, de vida y el coaching en el lugar de

    trabajo a personal no ejecutivo. La definicin de Hudson (1999) confunde coaching con

    un amplio nmero de otros roles, y Parsloe (1995) y Druckman y Bjork (1991), al

    enfatizar el aspecto instruccional del coaching se olvidan del aspecto facilitador del

    aprendizaje auto-dirigido. La definicin de Whitmore (1992) define al coach como un

    facilitador del aprendizaje, pero dice poco a cerca de la naturaleza del proceso de

    coaching.

    Antes de proponer una definicin, ser til mencionar algunas de las caractersticas

    sobresalientes del coaching que lo diferencian de la terapia, del mentoring y del

    entrenamiento.

    El Coaching Comparado con la Terapia

    A pesar que el coaching es claramente teraputico en cuanto a que apunta a mejorar el

    desempeo del individuo, o su experiencia de vida, existen diferencias significativas

    entre el coaching y la psicoterapia. Por cierto, como existe un gran nmero de diferentes

    escuelas de pensamiento psicoteraputico, se debe tener cuidado en hacer

    generalizaciones a cerca de la prctica teraputica. Por ejemplo, la terapia psicoanaltica

    tiene que ver con las dinmicas y los procesos inconscientes que subyacen en la

    disfuncin psicolgica y es tpicamente una terapia de larga duracin. En contraste, la

    breve terapia orientada a la solucin (solution-focused) es de corto plazo, considera al

    paciente como capaz y funcional, se enfoca en el presente y el futuro, no el pasado, y

    ms bien disecta y analiza el problema, enfocndose en construir e implementar

    soluciones.

    Sin embargo, a pesar de las diferencias en tcnicas y filosofas entre las escuelas

    teraputicas, la psicoterapia clnica es per se principalmente remedial y relacionada con

    un modelo de diagnstico mdico donde el cliente es conceptualizado como alguien

    enfermo y el terapeuta es visto como el experto con un alto grado de conocimiento

    especfico a ese dominio que cura o trata al enfermo. Muchos enfoques

    psicoteraputicos se ocupan de sanar viejos dolores emocionales.

    En relacin a la psicopatologa y a la disfuncin, el coaching tiene que ver con un

    aumento en el desempeo o la experiencia de vida ms que tratar alguna disfuncin. Sin

    embargo, algunos clientes de coaching pueden llegar a presentarse debido a un

    percibido dficit de desempeo. Un escenario comn sera el gerente sobre-controlador

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  • que anhela aumentar sus habilidades de liderazgo. Aunque estos individuos estn

    desempendose bajo el ptimo y, en este sentido, son "disfuncionales", tales

    individuos no desarrollan problemas de conducta disfuncionales clnicamente

    significativos como, por ejemplo, agudas fobias sociales o sntomas obsesivo-

    compulsivos. Por ello, una de las diferencias crticas entre terapia y coaching es que, en

    trminos psicopatolgicos, estas poblaciones de clientes son muy diferentes. Puede

    perfectamente haber algn traslape entre ambas poblaciones, pero esta superposicin

    ocurrir en el rango central de la curva de distribucin.

    Este factor tiene importantes ramificaciones para la diferenciacin entre la prctica del

    coaching y la prctica clnica. Por ejemplo, con clientes clnicos el terapeuta necesita

    siempre estar conciente que est trabajando con un individuo que pudiera hacerse dao

    a s mismo o a otros -por ejemplo, el cliente depresivo puede intentar suicidarse, o el

    cliente sobre-agresivo puede daar a otros. Con los clientes de coaching esto es mucho

    menos que un asunto de preocupacin. Esta diferencia significa que el coach puede ser

    mucho ms robusto y desafiante (siempre dentro de una manera amistosa con el cliente)

    que el terapeuta, y puede llevar cuenta en un mayor grado de los compromisos de

    cambio del cliente que lo que puede hacer un terapeuta con sus clientes o pacientes.

    El Coaching Comparado con el Mentoring

    A lo largo del tiempo ha habido considerable investigacin del mentoring, incluyendo

    asuntos como el gnero (Ragins, 1989; Ragins & Cotton, 1999), la etnia (Koberg, Boss,

    & Goodman, 1998) y la edad (Rogers & Taylor, 1997). Tambin ha habido

    evaluaciones sobre la efectividad del mentoring en corporaciones (Clutterbuck &

    Megginson, 1999) y en organizaciones gubernamentales (Haskell, 1999). Sin embargo,

    como Zeus y Skiffington (2000) notan, los hallazgos de estas investigaciones pueden no

    relacionarse directamente con la prctica del coaching y pueden no ayudar de manera

    confiable a una psicologa del coaching. Esto porque existen importantes diferencias

    entre coaching y mentoring.

    A pesar que en contextos organizacionales las dinmicas de alguna forma han cambiado

    recientemente, tradicionalmente el mentoring ha sido una relacin jerrquica en donde

    un mayor sabio transfiere su conocimiento especfico en un domino a un agradecido

    aprendiz. El aspecto central en la comparacin entre coaching y mentoring es que el

    mentoring tradicionalmente tiene que ver con un individuo con conocimiento experto en

    un dominio especfico que transfiere su conocimiento a un individuo con mucho menos

    experiencia. Esta transferencia de conocimiento puede llevarse a cabo de varias maneras

    -la relacin entre el mentor y su pupilo puede ser autoritaria o igualitaria, sistemtica y

    estructurada, o ad hoc. En contraste, el coaching es un proceso en donde el coach

    facilita el aprendizaje en el coachee. El coach no necesita ser un experto en el rea de

    aprendizaje del coachee. El coach slo necesita tener expertizaje en la facilitacin del

    aprendizaje y en la ampliacin del desempeo.

    Por supuesto, muchos coaches tienen gran expertizaje en reas especficas y usan esa

    experiencia para promover el aprendizaje del coachee. Muchos mentores pueden tener

    buenas habilidades de coaching y muchas relaciones de mentoring sin duda conllevan

    altos grados de involucramiento, pero el mentoring per se no requiere de habilidades de

    coaching. Efectivamente, se ha argumentado que para hacer del mentoring una prctica

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  • realmente efectiva sus elementos implcitos de coaching deben ser trados a la superficie

    a travs de un entrenamiento explcito de las habilidades de coaching (Darwin, 2000).

    El Coaching Comparado con el Entrenamiento

    El objetivo principal de cualquier programa de entrenamiento es preparar a los

    entrenados para que se desempeen efectivamente en una tarea especfica luego del

    entrenamiento (Druckman & Bjork, 1991). Los programas de entrenamiento estn

    predeterminados por el entrenador y normalmente no son muy flexibles y estn

    diseados para impartir competencias especficas en los entrenados. En general, el

    entrenado debe adaptarse al proceso y a la estructura del entrenamiento. El

    entrenamiento, por lo tanto, es un proceso ms rgido y externamente determinado que

    el coaching. En la prctica del coaching, es el coachee quien fija la agenda y determina

    los objetivos a lograr. De nuevo, algunos entrenadores pueden tener excelentes

    habilidades de coach y un coach puede, a su vez, actuar como un entrenador.

    Existen numerosas situaciones donde el entrenamiento no resulta en un desempeo

    ampliado luego de haber cumplido satisfactoriamente el programa de entrenamiento

    (Schmidt & Bjork, 1992). Un aspecto en esta falta de transferencia en el entrenamiento

    es que, en general, los programas de entrenamiento no imparten de manera explcita

    habilidades metacognitivas en los entrenados (Hesketh, 1997). Las habilidades

    metacognitivas -la habilidad de pensar a cerca de los propios pensamientos,

    sentimientos y conductas- son factores esenciales en la maestra de nuevas habilidades

    (Carver & Sller, 1998), y se ha argumentado que el entrenamiento para la prevencin

    de recadas y el entrenamiento auto-hablado funcional debiera facilitar la transferencia

    del aprendizaje (Latham & Seijts, 1997).

    Como el estmulo de tales habilidades metacognitivas es central en el proceso de

    coaching, puede ser que el coaching pruebe ser un til complemento o reemplazo de

    algunos programas de entrenamiento. Olivero, Bane y Kopelman (1997) encontraron

    que el entrenamiento seguido de un coaching uno-a-uno aumentaba significativamente

    la productividad comparado slo con entrenamiento. Aunque un valioso aporte a la base

    de investigacin sobre coaching, el entrenamiento y el aumento del desempeo, el

    estudio de Olivero et al. (1997) no investiga las habilidades o los procesos

    metacognitivos asociados con la intervencin relacionada con coaching. La

    investigacin futura debiera investigar an ms la utilidad del coaching como un

    complemento al entrenamiento y buscar detallar los factores interpersonales e

    intrapersonales relacionados con el aumento del desempeo.

    Definiendo el Coaching

    De lo anterior, distinguiendo el coaching de terapia, mentoring y entrenamiento, queda

    claro que el coaching no tiene que ver con el remedio de disfuncionalidades. No tiene

    que ver con decirles a las personas qu hacer y no est necesariamente ocupado del

    expertizaje en dominios especficos.

    Tras los procesos de coaching, estn los principios que guan el aprendizaje adulto

    efectivo. Estos incluyen el reconocimiento que los aprendices adultos son autnomos,

    poseen una base de experiencias de vida y conocimiento desde donde son capaces de

    generalizar, poseen la disposicin a aprender e involucrarse en prctica la reflexiva, y la

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  • nocin de que los aprendices adultos desean ser tratados con respeto (Dailey, 1984;

    Knowles, 1970).

    Con estos conceptos en mente, en esta tesis se propone que el coaching de vida o

    personal puede definirse de la siguiente manera:

    El coaching personal o de vida es un proceso sistemtico enfocado en la solucin

    [solution-focused] y orientado a resultados [result-orientated] donde el coach facilita la

    ampliacin de la experiencia de vida y el desempeo del coachee en varios dominios

    (segn lo determine el coachee), y estimula el aprendizaje auto-dirigido y el crecimiento

    personal del coachee.

    De modo similar, el coaching en el lugar de trabajo, ya sea a ejecutivos o no-ejecutivos

    puede definirse de la siguiente manera:

    El coaching en el lugar de trabajo es un proceso sistemtico enfocado en la solucin

    [solution-focused], orientado a resultados [result-orientated] donde el coach facilita el

    desempeo en el trabajo, el aprendizaje auto-dirigido y el crecimiento personal del

    coachee.

    En resumen, los constructos medulares del coaching incluyen: una relacin

    colaborativa, igualitaria, en vez de autoritaria, entre el coach y el coachee; un enfoque

    en la construccin de soluciones no en el anlisis de problemas; el supuesto que los

    clientes son capaces y no disfuncionales; un nfasis en la fijacin colaborativa de

    objetivos entre coach y coachee; y el reconocimiento que aunque el coach posee

    expertizaje en la facilitacin de aprendizaje a travs del coaching, ellos no requieren

    necesariamente expertizaje especfico en el dominio definido por el rea de aprendizaje

    del coachee. Ms an, para hacer expedita la obtencin de los objetivos el proceso de

    coaching debe ser un proceso sistemtico dirigido por objetivos y, para facilitar el

    cambio sostenido, debe estar dirigido a estimular el aprendizaje permanente y auto-

    dirigido y el crecimiento personal del coachee.

    Revisin de Literatura

    La bsqueda de literatura excluy el mentoring y el coaching entre pares y se orient a

    la identificacin slo de aquellos papers acadmicos que hicieran referencia especfica

    al coaching y donde los individuos que han hecho de coach hubiesen recibido

    entrenamiento explcito en habilidades de coaching. La bsqueda se restringi a revistas

    psicolgicas acadmicas revisadas por pares, excluyendo a propsito revistas y

    boletines profesionales y comerciales.

    A pesar de un significativo conjunto de literatura en mentoring, entrenamiento y

    consejera psicolgica y clnica, una revisin de la literatura sobre coaching de vida o

    ejecutivo indica que an no existe un cuerpo de conocimiento coherente que sustente

    una psicologa del coaching aunque las races de tal disciplina son claramente evidentes

    y de larga data.

    En contextos organizacionales, Glaser (1958) report el uso de consultacin psicolgica

    como una manera de ampliar el desempeo ejecutivo, y ha habido sostenido inters en

    usar psicologa en el coaching relacionado con el trabajo hasta el da de hoy (p.e.,

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  • Acklin & Wixom, 1984; Conway, 2000; Forman & Kotter, 1977; Gorby, 1937;

    Hillman, Schwandt, & Bartz, 1990; Peterson, 1996). Filipi (1980) y Ponzo (1977)

    notaron la necesidad de que el consejero acte como un coach en habilidades de vida, y

    Thompson (1980) predijo que para el ao 2000 los psiclogos aumentaran su nfasis en

    el aumento de la calidad de vida como opuesto a la terapia remedial.

    Una revisin de la literatura acadmica en coaching y psicologa es de alguna manera

    obstaculizada por los variados significados dados al trmino "coaching". Una bsqueda

    en las bases de datos PsychInfo y PsychList entre 1872 y 2001 usando los trminos

    "coaching" o "coach" registran un total de 1.435 citas.

    Un anlisis preliminar de esta informacin indic que el coaching ha sido usado en un

    amplio rango de desde su primera mencin, en referencia al desempeo en el lugar de

    trabajo para reducir los desperdicios, en 1937 (Gorby, 1937). Los trminos coach y

    coaching han sido usados en la literatura para referirse al coaching entre pares en

    entornos educacionales (Scarnati, Kent, & MacKenzie, 1993), al entrenamiento

    cognitivo para personas con dificultades de aprendizaje o discapacidades (Dalton,

    Morocco, Tiznan, & Mead, 1997), a la resolucin de dificultades en relaciones

    (Jacobson, 1997), a la aceptacin de la infertilidad (Scharf & Weinshel, 2000), la

    ejaculacin precoz (Maurer, Solamos, & Troxtel, 1998), el coaching de carrera

    (Scandura, 1992), el coaching para ayudar a individuos con desventajas a obtener y

    mantener el empleo (Davis, Bates, & Cuvo, 1983), para mejorar el desempeo en

    entrevistas (Maurer et al., 1998), el coaching ejecutivo (Tobias, 1996) y para mejorar el

    desempeo en ventas (Rich, 1998).

    Excluyendo las palabras clave "deportes", "deporte" "atleta" y "atletas" de la bsqueda

    se redujo el nmero de citas a 1.039. De stas, 108 estaban relacionadas con el coaching

    en las reas de ampliacin del desempeo en el trabajo o la vida personal con

    poblaciones normales.

    Porque este paper tambin incluye el coaching personal o de vida, se realiz una

    bsqueda separada en la base de datos PsychInfo utilizando las palabras clave "coach de

    vida" y "coaching personal". Esto produjo tan slo dos citas relevantes (Risley, 1996;

    Wilkins, 2000). Tambin se realiz una bsqueda usando las palabras clave "coach de

    vida" y "habilidades de vida", y excluyendo a pacientes psiquitricos, adolescentes,

    nios y jvenes. Se encontr un total de 230 citas. Combinando "habilidades de vida"

    con "coach" se encontr slo una cita (Ponzo, 1977). Las 230 citas fueron examinadas

    individualmente para ver si tenan relevancia dentro de una revisin de la literatura de

    coaching.

    La vasta mayora de estas citas estaban relacionadas con poblaciones psiquitricas o con

    desventajas (Hobbs et al., 2000), rehabilitacin de adicciones a la droga (Morgan,

    1994), minoras tnicas (Howe, 1999), o nios y estudiantes (Meyer, 1999). Excluyendo

    estas categoras, se obtuvieron 19 citas de inters. Combinando todos los resultados de

    las bsquedas y excluyendo las citas duplicadas, se obtuvieron 126 citas. Un examen

    ms detallado redujo estas citas a slo 93 donde se haca referencia al coaching en

    poblaciones normales para la ampliacin del desempeo. De estas 93, 25 eran

    disertaciones para Doctorados o Masters.

  • El segundo caso de estudio reportado por Glaser (1958) est relacionado con un

    psiclogo que originalmente fue llamado para evaluar al director de entrenamiento de

    los vendedores de una empresa. Siguiendo las sugerencias del psiclogo, el trabajo se

    extendi para establecer una cultura ms igualitaria en el trabajo donde el personal de

    venta reciba permanente apoyo y coaching entre pares y sesiones planificadas de

    construccin de equipos. Este programa cumpli sus objetivos de reducir la rotacin de

    personal, aumentar las ventas y la motivacin de los equipos.

    No se pudieron encontrar ms casos de estudio de coaching dentro de esta categora de

    papers entre los aos 1958 y 1994.

    Strayer y Rossett (1994) reportaron a cerca del diseo, implementacin y evaluacin de

    un programa de coaching interno para el personal de ventas de la corredora de

    propiedades Siglo 21. Preocupados por el bajo desempeo de las ventas y la alta tasa de

    desercin del personal de ventas, la gerencia de Siglo 21 decidi expandir su programa

    de entrenamiento existente. Sin embargo, un anlisis de las necesidades de los

    vendedores indic la necesidad de mantener un programa de coaching en vez de seguir

    con ms entrenamiento solamente. El anlisis de las necesidades encontr una

    diferencia considerable entre los empleados establecidos y los nuevos respecto de su

    percepcin a cerca del entrenamiento de apoyo tras la induccin inicial. Los vendedores

    establecidos vean el sistema post-entrenamiento como de mucho apoyo mientras que el

    personal nuevo experimentaba una aguda falta de apoyo y se sentan desanimados e

    incapaces de hacerse cargo del rechazo de los clientes.

    Explcitamente partiendo de la teora cognitiva, el programa de coaching se propuso

    estimular el desarrollo de habilidades metacognitivas en los coachees con el objetivo de

    asegurar que las habilidades transmitidas en el entrenamiento y en el ambiente de

    coaching fueran transferidas a la situacin real de ventas. El programa apunt tanto a las

    habilidades conductuales (habilidades bsicas de venta y comunicaciones) como

    cognitivas (hacerse cargo de los miedos, rechazo, desarrollar una actitud positiva). El

    coach trabaj con el coachee por un total de 20 sesiones de coaching de una hora,

    terminando cada sesin con tareas para desarrollar entre sesiones. Los coaches fueron

    cuidadosamente seleccionados y entrenados y fueron monetariamente recompensados

    por su tiempo ya sea a travs de una tarifa plana o de acuerdo a un porcentaje del las

    ventas iniciales del coachee.

    Una evaluacin del programa encontr considerables beneficios en trminos de un

    aumento en las listas de propiedades, ventas y satisfaccin del personal. El tiempo para

    que un nuevo empleado de ventas adquiriera su primera lista de propiedades baj a un

    promedio de 3.53 semanas, menos que la mitad del promedio de la industria, 10

    semanas. Esto se tradujo en una comisin bruta en el primer mes de US$2,430,

    comparado con un promedio de US$871 de aquellos que no recibieron el programa de

    coaching.

    Tobias (1996) describi un caso de estudio sobre un gerente de 44 aos altamente

    eficiente y muy competente tcnicamente cuyas fortalezas son atencin a los detalles,

    entrega de proyectos de acuerdo al tiempo y al presupuesto acordado. Sin embargo, este

    gerente era percibido como sobre controlador, con falta de empata y autoconciencia y

    poco aprecio por la creatividad. El proceso de coaching se enfoc en ampliar las

    habilidades inter e intra-personales del coachee a travs de una asesora y

  • retroalimentacin psicolgica. Las estrategias especficas de coaching incluyeron

    ensayo de habilidades conductuales (habilidades bsicas de comunicacin como hacer

    preguntas abiertas), habilidades personales y de liderazgo como mayor participacin en

    las decisiones del equipo, ser ms abierto y expresivo y comunicar claramente al

    personal sobre el compromiso de cambio del coachee.

    En relacin a los resultados, slo se present informacin cualitativa: Despus de un

    ao de coaching el coachee fue percibido por otros en el trabajo como una persona que

    haba realizado mejoras sustanciales en trminos de su estilo de gerenciamiento. Esto se

    evidenci por un aumento del desempeo del equipo y una reduccin de los conflictos

    interpersonales.

    A pesar de la descripcin detallada del proceso y el contenido, el caso de estudio de

    Peterson (1996) en el que se presenta a una ejecutiva que recibe coaching de un

    consultor psiclogo para ampliar sus habilidades de liderazgo tambin slo muestra

    datos cualitativos. En este caso, luego de una evaluacin de 360 grados el proceso de

    coaching se enfoc en el desarrollo de los valores, la visin y las habilidades cognitivas

    de la ejecutiva, adicionalmente a los ensayos conductuales diseados para aumentar las

    competencias en situaciones especficas como reuniones e interacciones con el personal.

    Siguiendo cuatro medios das de sesiones de coaching (aproximadamente 16 horas de

    coaching), una revisin formal luego de seis meses encontr muy poco cambio visible

    en el desempeo del coachee. El coaching fue entonces reformulado con el objetivo de

    hacer un cambio conductual ms explcito. Siguiendo esta reformulacin, en la

    evaluacin anual de desempeo el coachee fue calificado muy satisfactoriamente

    respecto de su estilo gerencial, niveles de proactividad y desarrollo de nuevos negocios.

    El coachee report como beneficios el aumento de confianza, ser ms estratgico y

    proactivo y reaccionar ms confortablemente con el conflicto.

    Diedrich (1996) presenta un caso de estudio de un tcnicamente destacado gerente en

    sus 40s quien posea pobres habilidades interpersonales y de trabajo en equipo. El

    coachee era percibido como alguien inflexible, altamente perfeccionista y demasiado

    enfocado en las tareas. Comenzando con una evaluacin de 360 grados, el coaching de

    orientacin conductista se centr en la ampliacin de ocho competencias: sensibilidad

    interpersonal, preocupacin por el impacto personal, construccin de relaciones, uso de

    estrategias de influencia, direccin versus desarrollo de los dems, gerenciamiento de

    grupos y auto-control. En una evaluacin cualitativa, Diedrich (1996) reporta que en

    ocho meses de trabajo de coaching el coachee haba demostrado ser menos controlador,

    ms orientado a recompensar y a desarrollar a otros en vez de slo dirigirlos y, aunque

    todava muy competitivo, era ahora capaz de controlar sus reacciones mostrando menos

    agresin y hostilidad.

    Basados en una perspectiva sistmica, Kiel, Rimmer, Williams y Doyle (1996) reportan

    el caso de un destacado hombre de 40 aos quien era descrito como alguien intimidante,

    innecesariamente competitivo y con "tremendos problemas interpersonales" (p. 73). El

    caso de estudio de Kiel et al. (1996) se distingue de los estudios anteriores en que los

    autores detallan tanto los aspectos relacionados con el trabajo y la familia de origen y

    cmo esta amplia perspectiva de evaluacin forma la base de su intervencin.

    Los dos aos de largo proceso de coaching comenzaron con una presentacin de dos

    das en la que se present al coachee los resultados de una exhaustiva evaluacin basada

  • en entrevistas con colegas, familia y amigos. La informacin fue entregada textualmente

    aunque annimamente al coachee. Aunque no se relata explcitamente en el estudio, el

    coachee claramente encontr esta experiencia confrontacional. Kiel et al. (1996) reporta

    que esta forma de coaching facilita un cambio rpido en al auto-percepcin del coachee

    lo que permite que se establezca rpidamente una slida relacin de coaching. El

    proceso de coaching se enfoc en ayudar al coachee a desarrollar una clara visin y

    objetivos de desarrollo que luego trabaj con el apoyo de sus colegas de trabajo y su

    familia. Las estrategias de coaching fueron predominantemente cognitivo-conductuales

    e incluyeron la mantencin de un diario, auto-observacin, auto-evaluacin y re-

    encuadre. Una evaluacin cualitativa indic que los colegas del coachee notaron

    cambios sustanciales en un corto tiempo. El coachee report un aumento considerable

    de introspeccin y auto-conciencia adicionalmente a cambios conductuales.

    Desde una perspectiva psicodinmica, Kilburg (1996) presenta un caso de estudio de

    "varios meses de duracin" (p. 282) con una programadora de computadores que posea

    altas habilidades tcnicas pero muy pobres habilidades intra e interpersonales. Este

    coachee tena una historia de conflicto con sus colegas, subordinados y clientes. Kilburg

    (1996) describe un proceso de coaching de orientacin psicodinmica donde el coach

    estimula al coachee a explorar influencias inconscientes y patrones de conducta. Por

    ejemplo, una sesin de coaching se dedic a explorar el significado de un error

    tipogrfico en un correo electrnico enviado por el coachee a su jefe. El error fue haber

    escrito la palabra "moral" en vez de "morale". El coach interpret este error como una

    manifestacin de una creencia del coachee que su jefe se estaba comportando de manera

    inmoral en relacin al destino de recursos - una fuente importante de conflicto. A pesar

    de la implantacin de algunos cambios conductuales y mejoras en las relaciones

    interpersonales, el coachee fue despedido del trabajo. Sin embargo, a pesar de haber

    perdido su trabajo, el coachee report sentirse optimista y con intenciones de continuar

    el trabajo mejorando sus habilidades inter e intra personales.

    Adaptando la terapia multimodal (Lazarus, 1976) para su uso en el contexto del

    coaching, Richard (1999) presenta un caso de estudio relacionado con una alta

    ejecutiva. El consultor, psiclogo-coach, trabaj con el coachee evaluando problemas y

    presentando soluciones conductuales y cognitivas en las seis modalidades de conducta:

    afecto, sensacin, imaginera, cogniciones, dominio biolgico e interpersonal. Luego de

    10 meses de trabajo, el coachee report una mayor productividad, un aumento en su

    habilidad para manejar el estrs y el conflicto en el trabajo y una mayor satisfaccin en

    reas de la vida personal.

    Foster y Lendl (1996) reportaron cuatro casos de estudio usando [eye movement

    desensitisation and reprocessing (EMDR)] (Shapiro, 1989). Original y principalmente

    usado para tratar desrdenes de estrs post-traumtico y otras psicopatologas, el EMDR

    es un nuevo y, de alguna forma, controversial procedimiento psicolgico (Lipke, 1997;

    Rosen, 1997; Welch, 1996). Descrito como probablemente eficaz (Spector & REad,

    1999) el EMDR integra procedimientos de reestructuracin cognitiva establecidos con

    la induccin de ciertos movimientos oculares. Se plantea la hiptesis que los

    movimientos oculares de lado a lado facilitan el procesamiento de informacin y esto

    redundara en un rpido cambio cognitivo y afectivo.

    El proceso descrito por Foster y Lendl (1996) incorpora esencialmente cuatro pasos: la

    expresin inicial de cogniciones, afectos e imgenes negativas existentes; la eleccin de

  • nuevas y positivas condiciones, sentimientos e imgenes; la induccin de movimientos

    oculares laterales; y finalmente, el ensayo mental del cambio deseado.

    Los cuatro estudios presentados fueron casos relacionados con bajo desempeo debido a

    ansiedad, estrs o depresin. El primero fue el caso de un gerente general que sufri

    depresin luego de perder su trabajo cuatro aos antes del coaching. El estaba

    preocupado por pensamientos intrusivos, dudas a cerca de s mismo y pesadillas. El

    segundo caso fue el de una profesora universitaria con ansiedad aguda que deseaba

    trabajar fuera del mbito acadmico. Su ansiedad al hablar en una entrevista prevena

    que ella postulara a ofertas de trabajo. El tercer caso se refera a un piloto de lnea area

    que experimentaba ansiedad aguda durante sus pruebas de destreza obligatorias en un

    simulador de vuelo. La ansiedad se debi, en parte, a dos aos de dificultades

    personales que incluyeron la separacin de su esposa y uno de sus hijos que

    regularmente consuma drogas. El cuarto caso se trataba de una gerente que qued

    traumatizada por un accidente del trabajo que la dej con dolor fsico, ansiedad y con

    una severa reduccin de la confianza.

    Foster y Lendl (1996) reportan exitosos resultados y mejoramientos en el desempeo

    para los cuatro casos. Sin embargo, no est suficientemente claro que estos casos

    puedan ser catalogados como "coaching" ya que los casos estaban todos a un nivel

    clnico en cuanto a ansiedad, depresin o dificultades interpersonales y la mejora en el

    desempeo tuvo que ver ms con un retorno a los niveles previos de desempeo.

    Estudios Grupales Publicados

    Bridgman, Spaethe, Dirscoll, y Fanning (1958) reportaron el desarrollo de un programa

    de coaching para vendedores. Utilizando una slida base terica (Glaser & Strauss,

    1967) Bridgman et al. (1958) reclut a 46 gerentes de ventas para coleccionar

    informacin cualitativa acerca de interacciones de venta con clientes. Las 500

    respuestas fueron ordenadas por categoras. De esta informacin, escenarios genricos

    mostrando ejemplos de conductas de ventas deseables (p.e. como prepararse para una

    llamada de ventas) fueron utilizados como modelos para el coaching. No se present

    informacin objetiva de los resultados, aunque un anlisis informal indic que el

    programa fue exitoso en cuando a la mejora en los entrenamientos y el desempeo de

    las ventas.

    Comparando el coaching verbal con la auto-observacin va grabaciones de video,

    Haines y Eachus (1965) examinaron a consejeros de guerra norteamericanos que

    estaban aprendiendo habilidades interculturales. Ellos encontraron que el coaching

    verbal mejoraba el desempeo, pero no era tan efectivo como la auto-observacin

    directa. Dado que la auto-observacin es una forma ms directa de retroalimentacin

    que aquella derivada del coaching verbal, este hallazgo puede ser entendido como

    apoyando la hiptesis que la mejora en el desempeo est relacionada con la claridad y

    precisin de la retroalimentacin (Hillman et al., 1990; Locke, 1996).

    Desafortunadamente, este estudio no examin los efectos tanto del coaching verbal

    como de la auto-observacin en forma combinada, una condicin que uno hubiese

    predicho como de mayor impacto que cada una de las condiciones previas aplicadas

    aisladamente.

  • El siguiente estudio experimental basado en grupos reportado en la literatura acadmica

    fue presentado por Graham, Wedman, y Garvin-Kester (1993). No est claro el porqu

    de esta falta de inters en la publicacin de investigaciones en coaching entre 1965 y

    1993. Graham et al. (1993) report una evaluacin de un programa de habilidades de

    coaching para 13 gerentes de ventas y un total de 87 ejecutivos de cuentas. El objetivo

    del programa era ampliar las habilidades de coaching de los gerentes de ventas. El

    programa consista en un entrenamiento de 5 das en habilidades de coaching descritas

    por Schelling (1991) ms un entrenamiento en cmo implementar un programa de

    coaching en ventas. A los gerentes de ventas se les entregaron checklists conductuales

    para guiarlos en su coaching de ventas.

    Significativos aumentos se encontraron en 5 habilidades de coaching claves; fijacin de

    expectativas de desempeo; entrega de retroalimentacin; entrega de informacin

    relevante; observacin del desempeo del coachee con clientes; y la premiacin por

    desempeo. Setenta por ciento de los coachees reportaron haber visto cambios positivos

    en sus gerentes. Gerentes con ocho o menos ejecutivos de cuentas fueron los que ms se

    beneficiaron del programa. Graham (1993) sugiri que este hallazgo indicaba que el

    coaching era una interaccin compleja entre las conductas de gerenciamiento, tiempo

    disponible y las relaciones gerente/empleado. No se reportaron medidas objetivas de

    desempeo de ventas.

    Graham, Wedman, y Garvin-Kester (1994) reanalizaron la informacin presentada por

    Graham et al. (1993), haciendo la pregunta "Qu es lo que hace bueno a un coach?"

    Graham et al. (1994) concluy que entre ms introspectiva, genuina y especfica era la

    retroalimentacin dada por los gerentes, ms efectivos eran como coaches. Buenos

    coaches eran aquellos que eran buenos comunicadores, fijaban objetivos claros, eran

    capaces de ver en grande, entregaban consejos tiles y con buenas habilidades para

    trabajar con personas. Graham et al. (1994) destacaron un punto importantsimo

    notando que aunque el coaching puede mejorar el desempeo, comnmente los gerentes

    tienen muy poca idea de qu constituye buen coaching, y an con un claro

    entendimiento de las habilidades clave en el coaching, el buen coaching es difcil de

    desempear.

    Investigando el impacto de un programa que buscaba entrenar consejeros escolares

    como coaches, Veeman, de Jonghe, y van Wezel (1996) no encontraron diferencias

    significativas en las evaluaciones que los coachees hicieron de sus coaches respecto de

    sus habilidades de coaching antes y despus del programa. El programa de coaching

    estaba orientado a entregar a los coachees, quienes eran profesores, retroalimentacin a

    cerca de su propio funcionamiento y, haciendo aquello, estimular la auto-reflexin y el

    auto-anlisis con el objeto de mejorar la efectividad pedaggica de los coachees.

    El ciclo auto-regulatorio asociado con una mejora en el desempeo requiere que el

    individuo monitoree, evale y ajuste su desempeo con el objeto de alcanzar mejor sus

    metas (Carver & Sller, 1998). Como no todos los individuos poseen la habilidad de

    auto-generar estrategias de aumento del desempeo (Latham & Locke, 1991;

    VandeWalle, Brown, Cron, & Slocum, 1999) la falla de este programa de entrenamiento

    puede estar perfectamente relacionada con el hecho que los coaches no entregaron

    instrucciones explcitas para mejorar el desempeo. Efectivamente, este programa se

    encuentra en contraste con el presentado por Graham et al. (1993) que enfatizaba un

    estilo de coaching ms proactivo en cuanto a la retroalimentacin y la consejera.

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  • Investigando el efecto de un coaching uno-a-uno post-entrenamiento respecto a la

    transferencia del entrenamiento, Olivero et al. (1997) encontr que el coaching

    ejecutivo mejoraba el desempeo en un 88% comparado con entrenamiento que

    reportaba un aumento de slo un 22,4%. En este estudio, 31 gerentes de una agencia de

    salud pblica participaron en un curso de entrenamiento de 3 das diseado para ensear

    habilidades gerenciales clave. Ocho de estos gerentes fueron seleccionados para ser

    entrenados como coaches ejecutivos y estos ocho entregaron coaching ejecutivo uno-a-

    uno a los restantes 23 participantes sobre un periodo de ocho semanas. Las sesiones de

    coaching eran de una hora semanal y el programa de coaching contemplaba una

    presentacin pblica. La productividad fue medida objetivamente y estuvo basada en

    tareas de trabajo completamente terminadas y a tiempo. Olivero et al. (1997) argumenta

    que el programa de coaching facilit la transferencia de los contenidos del

    entrenamiento a situaciones reales del lugar de trabajo y sugiere que la fijacin de

    objetivos y la presentacin pblica fueron factores crticos en el xito del programa. De

    acuerdo al conocimiento de este autor, este es el primer estudio en investigar los efectos

    diferenciales entre entrenamiento y coaching. Debido a la recurrentemente citada falta

    de transferencia de los contenidos del entrenamiento al lugar de trabajo (Hesketh, 1997)

    investigaciones futuras haran bien en dilucidar los factores cognitivos y conductuales

    relevantes asociados con la mejora en el desempeo luego del coaching.

    Destacando las limitaciones del coaching en un estudio que incorpor las experiencias

    de 43 lderes de equipo, Wageman (1997) encontr que el diseo de un equipo auto-

    gerenciado, en trminos de una clara direccin; interdependencia de tareas; autoridad

    para dirigir el propio trabajo; objetivos; habilidades y diversidad demogrfica de los

    miembros del equipo; tamao del equipo, estabilidad en el tiempo de la pertenencia al

    equipo; entrenamiento y recursos bsicos, fueron ms importantes que el coaching

    gerencial. Sin embargo, el buen coaching signific un efecto mucho ms poderoso en

    equipos bien diseados que en equipos mal diseados. De la misma manera, un

    coaching pobre posee un mayor efecto negativo en equipos mal diseados, pero muy

    poco impacto en equipos bien diseados. El estudio de Wageman (1997) destaca

    efectivamente que el coaching no es ninguna panacea y que un buen coaching funciona

    ms efectivamente cuando es parte de una ms amplia estrategia o iniciativa cultural.

    Resumen sobre la Investigacin Emprica

    En general, la literatura indica que existe algn grado de apoyo emprico a cerca de la

    eficacia del coaching para ampliar el desempeo, pero es claro que, de acuerdo a la

    revisin de la literatura acadmica, la investigacin sobre la eficacia del coaching est

    en una etapa formativa.

    El modelo de Agars y Berkowtiz (1980) sobre el desarrollo de una investigacin y una

    prctica clnica delinea una serie de etapas en el desarrollo de procedimientos y modelos

    psicolgicos. La primera etapa tiene que ver con la evaluacin del estado actual de las

    intervenciones dentro de una poblacin especfica y el desarrollo de nuevos enfoques

    por parte de practicantes creativos. Una vez que el enfoque aparece teniendo algn

    grado de eficacia, la siguiente etapa normalmente incluye casos de estudio seguidos de

    estudios grupales de corto plazo y, eventualmente, la seleccin aleatoria de comparacin

    controlada de grupos en forma clnica.

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  • Dada la revisin anterior, donde la mayora de la investigacin emprica es del tipo

    estudio de casos, aparecera que la psicologa del coaching est an en su etapa de

    infancia, y tiene an que progresar hacia etapas posteriores de evaluacin emprica. La

    investigacin futura har bien en enfocarse en la evaluacin del coaching siguiendo los

    mtodos establecidos de la investigacin clnica, incluyendo investigaciones con grupos

    de control como opuestas al estudio de casos individuales.

    Muchos de los estudios revisados emplearon predominantemente evaluaciones

    cualitativas. Las evaluaciones cualitativas son tiles en cuanto ellas pueden entregar una

    visin amplia y profunda. Sin embargo, las evaluaciones cuantitativas pueden entregar

    una evaluacin ms objetiva en trminos del impacto del coaching. Tales mediciones

    podran incluir aumentos en las ganancias y en el desempeo, y reduccin en la rotacin

    de trabajadores. La investigacin futura podra considerar un mayor nfasis en la

    evaluacin cuantitativa y una evaluacin objetiva de los resultados as como seguir

    investigando la eficacia relativa de diferentes enfoques de coaching.

    Enfoques Tericos

    Ha habido algunos intentos para detallar un marco terico para una psicologa del

    coaching. Muchas de las publicaciones que apoyan los modelos tericos actuales son

    predominantemente enfocados hacia la descripcin de estrategias y tcnicas ms que a

    la descripcin detallada de modelos conceptuales desde donde se puedan derivar las

    tcnicas (p.e., Evered & Selman, 1989; Kondrasuk, 1974). El asunto aqu es que detallar

    solamente una tcnica es inadecuado en trminos de avance hacia una ciencia de la

    psicologa; el avance requiere de una delineacin explcita y una teora de prueba

    (Chalmers, 1976).

    Examinando la literatura acadmica sobre coaching desde 1937 encontramos que

    existen 18 citas donde se presentan o discuten modelos, metodologas o procedimientos

    a cerca del coaching. Kindrasuk (1974) detalla un procedimiento de coaching paso a

    paso diseado para el enriquecimiento del trabajo, pero no discute los principios

    psicolgicos que lo sustentan. Evered y Selman (1989) contrastaron el coaching con el

    enfoque tradicional de administracin-por-control, pero nuevamente fallan al no detallar

    los principios psicolgicos involucrados. Sperry (1993) y Witherspoon y White (1996)

    describieron los diferentes roles jugados por los coaches ejecutivos. Peterson (1996) y

    Saporito (1996) presentaron artculos detallando estrategias y procesos de coaching, y

    las estructuras de carcter de los ejecutivos fueron el foco de Sperry (1997). La

    disertacin doctoral de MacMillan (1999) y Brotman et al. (1998) exploraron asuntos

    relacionados con psiclogos clnicos trabajando en ambientes organizacionales.

    Diez artculos han explcitamente discutido los sustentos tericos de un modelo de

    coaching ms que simplemente detallar metodologas o procedimientos. Un modelo

    post-modernista de coaching ontolgico presentado en una disertacin doctoral por

    Delgado (1999) describe cmo los coachees pueden aprender a trascender los efectos

    inhibitorios de sus historias mediante la hermenutica de narrativas estigmatizadas.

    Krausz (1986) describi el proceso de coaching en referencia a la perspectiva del

    Anlisis Transaccional, pero no detall de qu manera este enfoque podra usarse en la

    prctica del coaching. Hillman et al. (1990) se centr en los aspectos de

    retroalimentacin y evaluacin de desempeo relacionados con el coaching.

  • Reconociendo que la mayora de los gerentes que hacen coaching poseen una escasa

    educacin en psicologa o aprendizaje adulto, Kopf y Kreuze (1991) propusieron un

    Modelo de Aprendizaje Experiencial como una base para la prctica del coaching, y

    Popper y Lipshitz (1992) se enfocaron en la ampliacin de la auto-eficacia y en el

    proceso de dar retroalimentacin constructiva.

    Laske (1999) presenta un modelo integral del coaching ejecutivo que describe un

    enfoque derivado de la developmental-constructive psychology, la terapia familiar y las

    teoras de la cognicin organizacional. El modelo de Kiel et al. (1996) est basado en la

    teora de sistemas, enfatizando que la efectividad del liderazgo est fuertemente

    influenciada por el pasado del individuo, su vida personal y el ambiente de trabajo.

    Aunque los enfoques de Kiel et al. (1996) y Laske (1999) son ms exhaustivos que

    algunos de los trabajos anteriores, sus modelos estn explcitamente y exclusivamente

    dirigidos a la alta gerencia, limitando su uso en los mbitos del coaching personal.

    Uno de los trabajos tericos ms detallados a la fecha ha sido el modelo psicodinmico

    presentado por Kilburg (1996, 1997). Aunque ambos trabajos presentan un exhaustivo

    modelo terico en el que se detallan los objetivos y las estrategias conductuales, el

    enfoque de Kilburg (1996, 1997) posee dos limitaciones que impiden su adopcin como

    un modelo general o como una base para una psicologa del coaching: su base en la

    psicodinmica es una barrera para psiclogos que trabajan desde otras perspectivas

    tericas (p.e. cognitiva y conductual), y su foco exclusivo en el coaching ejecutivo, que

    pudiese limitar su uso en el coaching personal.

    Richard (1999) es uno de los pocos artculos que explcitamente detalla un marco

    cognitivo y conductual para el coaching ejecutivo. Richard (1999) presenta una

    adaptacin de la terapia multimodal (Lazarus, 1976, 1997). Un enfoque multimodal

    delimita siete dimensiones que debiesen ser evaluadas y, si es necesario, modificadas.

    Estas son conducta: afecto, sensacin (p.e. molestias fsicas), imaginera, cogniciones,

    interpersonal y mbito biolgico (p.e. uso de alcohol o drogas). Aunque presenta un

    modelo til para el coaching, Richard (1999) no explicita los mecanismos cognitivos y

    conductuales a travs de los cuales los individuos pueden aumentar sus habilidades

    auto-regulatorias y definir y lograr mejor sus objetivos. Tampoco Richard (1999)

    discute el proceso de cambio o presenta un modelo del cambio que pueda servir de base

    o informar la prctica del coaching.

    De esta forma, aunque todos estos trabajos constituyen una valiosa contribucin a la

    literatura terica, an se requiere ms trabajo para desarrollar un modelo cognitivo-

    conductual del coaching.

    Un Marco Terico para una Psicologa del Coaching

    Cules son los criterios escenciales para un marco de referencia para el coaching?

    Tales criterios debieran incluir una definicin explcita de:

    un modelo empricamente validado del cambio que facilita el proceso del coaching;

    un modelo de auto-regulacin que permita una descripcin de los procesos inherentes a la auto-regulacin y a la fijacin y cumplimiento de objetivos;

    cmo la conducta, los pensamientos y los sentimientos surgen e interactan; y

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  • cmo la conducta, los pensamientos y los sentimientos pueden ser alterados para facilitar el logro de objetivos.

    Auto-regulacin y Coaching

    El proceso del coaching consiste esencialmente en ayudar a los individuos a regular y

    dirigir sus recursos intra e interpersonales de manera que puedan lograr mejor sus

    objetivos. Tal auto-regulacin tiene una larga y muy bien investigada historia en

    psicologa (Bandura, 1982; Collier, 1957; Fox & Spector, 2000; Rosenbaum, 1990;

    Thorne, 1946; VandeWalle et al. 1999) pero a la fecha han existido muy pocas

    referencias explcitas a modelos de auto-regulacin en la literatura del coaching.

    Carver y Scheier (1998) argumentan que la conducta humana (aqu la conducta es

    ampliamente definida de manera que incluye las cogniciones, las emociones y las

    acciones) es un proceso continuo movindose hacia o desde representaciones mentales

    de objetivos, y que este movimiento ocurre por un proceso de control por

    retroalimentacin.

    Los enfoques tericos de la auto-regulacin conductual a travs de retroalimentacin

    datan de una fecha al menos tan atrs como Miller, Galanter y Pribram (1960), y se han

    vuelto crecientemente sofisticados (cf. Brown, 1995). Los constructos centrales de la

    auto-regulacin orientada hacia objetivos son una serie de procesos en los que el

    individuo fija un objetivo, desarrolla un plan de accin, comienza la accin, monitorea

    su desempeo, evala su desempeo en comparacin con el estndar y basado en esta

    evaluacin cambia sus acciones o aumenta su desempeo para alcanzar mejor sus

    objetivos. En relacin al coaching, el rol del coach es facilitar el movimiento del

    coachee dentro de este ciclo auto-regulatorio. La siguiente figura describe un modelo

    genrico de auto-regulacin.(Ver imagen en el original direccin URL al pie de pgina)

    En la prctica, las etapas en el ciclo auto-regulatorio no son discretas o separadas, sino

    que existe un traslape entre ellas. De esta forma, en cada etapa el coaching debiera

    enfocarse a facilitar el proceso de la etapa siguiente. Por ejemplo, la fijacin de

    objetivos debiese hacerse de tal manera que facilite una implementacin de un plan de

    accin; el plan de accin debe ser diseado de tal manera que motive al individuo a la

    accin y debiese tambin incorporar formas de monitoreo y evaluacin del desempeo

    adicionalmente a la incorporacin de sesiones de coaching regulares para el

    seguimiento.

    Qu se Regula en el Coaching y Cmo?

    La experiencia humana se desenvuelve en cuatro dimensiones - pensamientos,

    sentimientos, conducta y la situacin o el ambiente. Existe una reciprocidad entre estas

    cuatro dimensiones (Bandura, 1997b). Por ejemplo, cmo pensamos impacta en cmo

    nos sentimos, cmo nos sentimos afecta la manera en que nos comportamos (Beck,

    Rush, Shaw, & Emery, 1979; Ellis & Harper, 1961) y las situaciones o el ambiente

    pueden suscitar conductas especficas (Skinner, 1963, 1975).

    De esta forma, desarrollar un enfoque cognitivo-conductual para el coaching significa

    reconocer que el logro de objetivos se logra mejor regulando todas las cuatro

    dimensiones. La siguiente figura ilustra la reciprocidad entre las cuatro dimensiones y

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  • su relacin con el logro de objetivos. Basados en esta fundamentacin conceptual, los

    psiclogos clnicos y de consejera cognitivo-conductuales han desarrollado un extenso

    repertorio de tcnicas diseadas a aumentar la auto-regulacin en cada uno de estos

    dominios.(Ver imagen en el original direccin URL al pie de pgina)

    Burns (1989) detalla alrededor de 50 tcnicas usadas en la CBT para ampliar la auto-

    regulacin de pensamientos, sentimientos y conducta. Estas incluyen auto-monitoreo

    (donde las conductas, los pensamientos o los sentimientos son observados y

    registrados), re-estructuracin cognitiva (la alteracin de pensamientos negativos), y

    protocolos de entrenamiento de conductas.

    El auto-monitoreo por s solo, es decir, en ausencia de otras tcnicas de auto-regulacin,

    ha demostrado ser una herramienta efectiva para el cambio conductual para una amplia

    gama de problemas de conducta incluyendo conductas sociales inapropiadas (Pope &

    Jones, 1996), para el aprendizaje de estudiantes jvenes discapacitados (Lalli &

    Shapiro, 1990), y para corregir una deficiente administracin del tiempo en propietarios

    de pequeos negocios (Gaetani, Johnson & Austin, 1983). Sin embargo, el auto-

    monitoreo es generalmente ms efectivo cuando se combina con otras estrategias

    cognitivo-conductuales (Febbraro & Clum, 1998; Green, 1982) como el entrenamiento

    en habilidades conductuales (Bhandari & Agarwala, 1996) y la re-estructuracin

    cognitiva (Pecsok & Fremouw, 1988).

    Existe un amplio rango de tcnicas especficas que estn dirigidas a facilitar la re-

    estructuracin cognitiva y, por lo tanto, ampliar la auto-regulacin emocional. Estas

    incluyen la identificacin de distorsiones cognitivas disfuncionales, la conduccin de

    anlisis costo-beneficio, y la identificacin de supuestos y creencias errneas o dainas

    usando la tcnica de Downward Arrow (vase Burns, 1989 para ms detalles). A pesar

    de la naturaleza especfica de cada tcnica, lo que es central a toda re-estructuracin

    cognitiva es un proceso en el que los pensamientos negativos o dainos son

    sistemticamente examinados, desafiados y reemplazados por pensamientos ms

    positivos y realistas. Tales tcnicas han demostrado ser efectivas aliviando una gama

    amplia de desrdenes psicolgicos (Barlow, 1993).

    Toda la experiencia humana es contextual y surge en un ambiente especfico. La

    situacin o el ambiente pueden tener una influencia poderosa sobre la conducta (Bargh

    & Gollwitzer, 1994). Por ejemplo, ex-adictos son ms propensos a recaer si son

    prematuramente expuestos al ambiente donde ellos desarrollaron su adiccin

    (Klingemann, 1994; Schindler, Katz & Goldberg, 1988). Sin embargo, los ambientes

    pueden ser regulados y estructurados para facilitar la adopcin de conductas especficas

    (Chesney, Thurston & Thomas, 2001), y los individuos pueden ser enseados en cmo

    superponerse a las influencias de ambientes especficos (Berry, Demgen, Hardy &

    Wicklund, 1982). La estructuracin ambiental es efectiva cuando se combina con

    entrenamiento en auto-monitoreo y habilidades conductuales (Dean, Marlott & Fulton,

    1983).

    Claramente, la adecuada auto-regulacin conductual es un factor importante en el logro

    de metas. As como la naturaleza exacta de las conductas orientadas a metas vara de

    acuerdo a las metas especficas de cada individuo, lo que constituye la auto-regulacin

    conductual es diferente en cada caso. Por ejemplo, cuando se est haciendo coaching a

    un ejecutivo para ampliar su liderazgo puede ser importante para el coachee practicar

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  • conductas interpersonales, tales como el uso de preguntas abiertas, escucha activa y

    lenguaje corporal adecuado (Zeus & Skiffington, 2000). Por otra parte, las habilidades

    conductuales para un estudiante que desea mejorar su desempeo acadmico pueden no

    ser conductas interpersonales sino que estrategias de aprendizaje profundo (Biggs &

    Rihn, 1984) y administracin efectiva del tiempo (Zimmerman, Grenberg & Weinstein,

    1994).

    El entrenamiento en habilidades conductuales es una forma efectiva de inducir el

    cambio en un amplio espectro de poblaciones clnicas y disfuncionales (Kalichman,

    Sikkema, Kelly & Bulto, 1995; Murphy, 1984; Nichols et al., 2000; Stevens et al.,

    1998). Sin embargo, el impacto del entrenamiento en auto-regulacin conductual es

    generalmente mediado por el nivel de habilidades base; un individuo con una base alta

    de habilidades conductuales es esperable que se beneficiar menos de un entrenamiento

    en habilidades conductuales que un individuo que posee una base ms pobre de

    habilidades (Sloan & Mizes, 1999).

    Las tcnicas cognitivo-conductuales mencionadas anteriormente han sido desarrolladas

    y validadas principalmente en relacin a poblaciones clnicas o disfuncionales con el

    objetivo de eliminar la psicopatologa (Febbraro & Clum, 1998), ms que con

    individuos que buscan mejorar su desempeo y el logro de objetivos. Sin embargo, las

    tcnicas originalmente desarrolladas para tratar problemas clnicos significativos pueden

    no necesariamente conducir a una mejora en el desempeo; la mejora en el desempeo y

    la disminucin de estados afectivos negativos son lgicamente independientes (pero

    vase Whelan, Mahoney & Meyers, 1991 para una mirada alternativa). Efectivamente,

    la literatura que apoya la utilizacin de tcnicas cognitivo-conductuales, o cualquier

    enfoque en el rea del aumento del desempeo per se es, en general, menos

    impresionante en calidad y cantidad que en la literatura relacionada con la prctica

    clnica. Sin embargo, dos reas en las que existe evidencia sustancial respecto a que el

    uso de tcnicas psicolgicas pueden estimular el cambio y aumentar el desempeo son

    el deporte y el desempeo acadmico (vase Duckman & Bjork, 1991).

    Las estrategias para aumentar el rendimiento deportivo que poseen apoyo emprico

    incluyen la re-estructuracin cognitiva (Davis, 1991; Silva, 1982), la relajacin (De

    Francesco & Burke, 1997), el entrenamiento en el manejo de la ansiedad (Suinn, 1990),

    la fijacin de metas (Burton, Weinberg, Yukelson & Weigand, 1998), el entrenamiento

    metacognitivo (Strean, Senecal, Howlett & Burgess, 1997) y el ensayo mental o la

    imaginera (Jones & Stuth, 1997). De manera similar, en el campo educacional, fijacin

    de metas (Wolters, Yu & Pintrich, 1996), el auto-monitoreo (Lan, Bradley & Parr,

    Zimmerman & Paulsen, 1995), el entrenamiento metacognitivo (McCombs, 1998), la

    terapia de relajacin cognitiva-conductual (Dendato & Diener, 1986), la re-

    estructuracin cognitiva (Nam Sung, 1980) y el re-entrenamiento atribucional (Perry,

    Hechter, Menec & Weinberg, 1993) son algunas de las tcnicas derivadas de la

    psicologa clnica y que han demostrado ser efectivas en lograr un aumento en el

    desempeo acadmico.

    Aunque la aplicacin de tcnicas clnicas en la prctica del coaching sea justificada, y

    existe algn apoyo emprico para su uso en algunas reas, an no se ha establecido

    empricamente que las tcnicas clnicas pudiesen ser aplicables en una psicologa del

    coaching. El establecer si las tcnicas clnicas son verdaderamente aplicables a la

    psicologa del coaching debiera ser uno de los objetivos de la investigacin futura. Por

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  • ejemplo, la investigacin futura sobre coaching podra examinar la eficacia relativa de

    las intervenciones de coaching cognitivas comparadas con las intervenciones de

    coaching conductuales.

    Esto es de inters para la prctica del coaching por tres razones: Primeramente, esto

    sera el comienzo de un proceso de validacin y establecimiento de un marco cognitivo-

    conductual para una psicologa del coaching. Segundo, tales investigaciones apoyarn el

    diseo de programas de coaching efectivos. Dado que individuos con una alta base de

    habilidades conductuales tenderan a beneficiarse menos de un coaching en habilidades

    conductuales que aquellos con una base ms pobre (Sloan & Mizes, 1999), y que las

    poblaciones normales no tienden a mostrar los dficits conductuales observados en

    poblaciones clnicas, pudiese significar que un nfasis cognitivo en el coaching sera

    ms apropiado para mejorar los resultados de poblaciones no clnicas. Tercero, existe un

    gran nmero de publicaciones de desarrollo personal que promueven solamente un

    enfoque cognitivo para el auto-desarrollo y el auto-coaching (p.e. Dyer, 1989; Hill &

    Stone, 1960). A pesar del hecho que existe muy poca o ninguna investigacin respecto

    de su efectividad (Rosen, 1993), muchos psiclogos recomiendan tales libros a sus

    clientes (Starker, 1990). La investigacin emprica de la efectividad relativa de los

    enfoques cognitivos y conductuales entregaran una valiosa gua tanto para los

    facultativos como para el pblico.

    Enfoques Orientados a la Solucin (Solution-focused)

    Un asunto importante a tener en cuenta y que se deriva del uso de tcnicas derivadas de

    la clnica es que tales tcnicas tienen una orientacin patolgica - ellas tienden a

    ocuparse de la diagnosis, la identificacin y el alivio de problemas disfuncionales, un

    enfoque orientado a la solucin. Sin embargo, los clientes de coaching no pertenecen a

    las poblaciones con problemas clnicos. Para clientes de coaching el uso de una

    terminologa patolgica y un enfoque clnico puede ser alienante (de Shazer & Lipchik,

    1984; Drewery & Winslade, 1997), y puede que incluso contribuyan a la creacin y

    mantencin de conductas problemticas (Walter & Peller, 1996).

    Una manera de evitar los potenciales problemas asociados al uso de tcnicas orientadas

    a problemas clnicos es integrar un enfoque orientado a la solucin (de Shazer, 1988,

    1994) en un marco cognitivo-conductual, y use ste para formar una base para una

    psicologa del coaching.

    La terapia breve orientada a la solucin (BSFT - Brief Solution Focused Therapy) tiene

    sus races en el enfoque de la terapia estratgica de Milton H Erickson. El trabajo de

    Erickson alcanz renombre con la fundacin del Instituto de Investigacin Mental (MRI

    - Mental Research Institute) en Palo Alto, California en 1958 y por la publicacin de

    Estrategias de Psicoterapia (Haley, 1963; vea Cade y O'Halon, 1993 para ms detalles

    del desarrollo de BSFT y la contribucin de Erickson). O'Connell (1998) cita lo

    siguiente como las caractersticas centrales del enfoque de Erickson y que forman la

    base de la BSFT (de Shazer, 1988). Estas podran perfectamente ser constructos

    escenciales en la base de una psicologa del coaching.

    Uso de un modelo no-patolgico: Los problemas no son indicaciones de patologa o disfuncionalidad, ms bien derivan de un repertorio limitado de conductas.

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  • Foco en la construccin de soluciones: El terapeuta/coach facilita la construccin de soluciones en vez de tratar de entender la etiologa del problema.

    Uso de los recursos existentes en el cliente: El terapeuta/coach ayuda al cliente a reconocer y utilizar los recursos propios de los que no era conciente.

    Utilizacin: La movilizacin y la utilizacin de cualquier parte de la experiencia de vida del cliente que pueda ayudar a resolver el problema que se presenta.

    Orientacin a la accin: Existe una expectativa fundamental de parte del terapeuta/coach en que un cambio positivo ocurrir, y el terapeuta/coach espera que el

    cliente acte para crear este cambio fuera de la sesin de coaching.

    Fijacin clara y especfica de metas: La fijacin de metas alcanzables dentro de un plazo de tiempo definido.

    El supuesto que el cambio puede suceder en un periodo corto de tiempo: En contraste con la escuelas teraputicas que asumen que el problema debe ser trabajado durante un

    largo periodo de tiempo.

    Estratgico: Las intervenciones teraputicas/coaching son diseadas especficamente para cada cliente.

    Orientacin al futuro: El nfasis es ms en el futuro (qu es lo que el cliente desea que suceda) ms que en el presente o el pasado.

    Encantamiento: El proceso teraputico/coaching es diseado y conducido de una forma que es atractiva y estimulante para el cliente.

    Terapeuta activo e influenciador: El terapeuta/coach es abiertamente influyente.

    El Proceso de Auto-Regulacin en la Prctica del Coaching

    Fijacin de Metas

    La fijacin de metas es el fundamento de una exitosa auto-regulacin. Aunque existe

    una voluminosa literatura respecto de la fijacin de metas (Rawsthorne & Elliot, 1999),

    muy poco de esto ha sido explcitamente discutido en la literatura del coaching. Las

    revisiones de Locke (1996) y las de Latham y Locke (1991) referentes a la investigacin

    en fijacin de metas sumariza un espectro de hallazgos que contribuyen positivamente a

    un enfoque cognitivo-conductual del coaching.

    De acuerdo a las revisiones de Locke (1996) y las de Latham y Locke (1991), para

    aquellos individuos que son comprometidos y poseen la habilidad necesaria y el

    conocimiento, metas que son difciles, especficas y explcitamente definidas permiten

    que el desempeo pueda ser precisamente regulado e incrementado. El compromiso con

    las metas es crtico (Hollenbeck & Brief, 1987), y un alto compromiso se logra cuando

    la meta es percibida como alcanzable e importante, o cuando el individuo participa en la

    determinacin de los logros. La fijacin de metas es ms efectiva cuando existe

    retroalimentacin que muestre el grado de progreso en relacin a la meta, y las metas

    estimulan la planificacin en general, y frecuentemente la calidad de la planeacin es

    mayor que aquella sin metas. Ms an, los efectos de la fijacin de metas pueden

    perdurar largo tiempo. Por ejemplo, Howard y Bray (1988) encontraron que las metas

    gerenciales fijadas para las promociones a futuro eran un predictor significativo del

    nmero de promociones recibidas durante un periodo de 25 aos.

    Las implicancias de los hallazgos de Locke (1996) y de Latham y Locke (1991) para la

    prctica del coaching es que los coaches deben esforzarse en ayudar a sus coachees a

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  • fijarse metas exigentes, especficas, atractivas, realistas y con plazos definidos, de modo

    que puedan ser fcilmente operacionalizadas y desarrolladas en planes de accin. Por

    ejemplo, haciendo coaching para desarrollo de carrera, una meta pobre sera "desarrollar

    una serie de opciones de carrera". Esta meta es vaga y pobremente definida. En

    contraste, la meta "en tal fecha yo tendr 5 opciones de carrera que son congruentes con

    mis necesidades, valores y creencias" es mucho ms especfica y es fcilmente

    traducible a un plan de accin. El coaching hara bien en incorporar explcitamente los

    hallazgos de Locke (1996 y de Latham y Locke (1991) en los programas de coaching.

    Planificacin y accin

    La fijacin de metas es una necesaria, pero no suficiente parte del proceso de coaching -

    los planes deben ser desarrollados y ejecutados. La planificacin para la accin es el

    proceso de desarrollo de una forma sistemtica para alcanzar metas. VandeWalle et al.

    (1999) encontr que la planificacin sistemtica estaba asociada con el desempeo de

    las ventas, y la buena planificacin es particularmente importante para individuos que

    poseen pocas habilidades de auto-regulacin (Kirschenbaum, Humphrey & Malett,

    1981). El rol del coach en la etapa de planificacin es facilitar la habilidad del coachee

    para desarrollar un plan de accin realista y ejecutable. El coach podra tener que

    ensear habilidades de planificacin, si fuese necesario.

    Un resultado clave de una exitosa planificacin es facilitar la transicin del coachee

    desde una mentalidad deliberativa a una mentalidad implementativa (Gollwitzer, 1996;

    Heckhausen & Gollwitzer, 1987). La mentalidad deliberativa se caracteriza por

    equilibrar cuidadosamente los pros y contras de una determinada accin y por un

    cuidadoso examen de metas o cursos de accin en conflicto (Carver & Scheier, 1998).

    La mentalidad implementativa se hace presente una vez que la decisin de actuar ya se

    ha hecho. Esta mentalidad posee una cualidad enfocada y determinada y se inclina a

    favor de pensar en el xito ms que en el fracaso. El cambio de una mente deliberativa a

    una implementativa es importante ya que individuos que implementan tienden a

    percibirse a s mismos como en control de sus resultados (Gollwitzer & Kinney, 1989) y

    experimentan una visin positiva y optimista de sus probabilidades de xito (Taylor &

    Gollwitzer, 1996). Tales cogniciones estn asociadas con altos niveles de auto-eficacia,

    auto-regulacin y logro de metas (Bandura, 1982).

    Monitoreo, evaluacin y cambio: El rol de la auto-conciencia

    La fijacin de metas y la planificacin para la accin requieren ser complementadas con

    monitoreo y evaluacin. Porque el auto-monitoreo y la auto-evaluacin son

    componentes clave del ciclo de auto-regulacin es importante poseer un entendimiento

    de los mecanismos socio-cognitivos involucrados y cmo ellos impactan la prctica del

    coaching y sus resultados.

    El auto-monitoreo y la auto-evaluacin son procesos metacognitivos, siendo la

    metacognicin el proceso de pensar en los propios pensamientos, sentimientos y

    conductas. Como notan Carver y Scheier (1998), las habilidades clave para un auto-

    monitoreo y auto-evaluacin efectivos incluyen el self-awareness y la auto-conciencia.

    El self-awareness se refiere a la capacidad para enfocar la atencin a algn aspecto de s

    mismo o de la propia experiencia (Wicklund, 1975), y atencin se refiere al

    procesamiento selectivo de informacin sensorial. El self-awareness se refiere entonces

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  • al procesamiento selectivo de la informacin a cerca de s mismo (Fenigstein, Scheier &

    Buss, 1975). La auto-conciencia se refiere a la propensin o habilidad del individuo a

    ser self-aware. Fenigstein et al. (1975) diferencia entre auto-conciencia privada que

    tiene que ver con atender los propios pensamientos internos y sentimientos, y la auto-

    conciencia pblica que es una conciencia general de uno mismo como objeto social que

    provoca un efecto en otros.

    En relacin al ciclo auto-regulatorio, enfocar la atencin en s mismo permite al

    individuo acceder mejor a las representaciones mentales internalizadas de los estndares

    y valores de referencia por los que evala su desempeo. De esta manera, aquellos

    individuos que poseen un alto nivel de auto-conciencia privada debiesen desempearse

    mejor que aquellos con un bajo nivel de auto-conciencia privada. Sin embargo, se debe

    notar que aunque altos niveles de auto-conciencia privada estn asociados con un

    preciso y extensivo auto-conocimiento, ellos tambin estn asociados con rumiacin

    psicopatolgica y depresin (Trapnell & Campbell, 1999).

    El desarrollo de la auto-conciencia privada de un individuo a travs del coaching puede

    ser particularmente importante cuando el coaching se dirige al aumento de las

    habilidades interpersonales, por ejemplo, en coaching para el liderazgo o ventas

    (Church, 1997; Sosik & Dworakivsky, 1998), o para el aumento de habilidades

    intrapersonales como en el entrenamiento de habilidades mentales (Bull, 1991; Sinclair

    & Sinclair, 1994). Esto porque el desarrollo de habilidades intra e interpersonales puede

    bien verse limitadas por un bajo self-awareness o una falta de inters en los aspectos

    psicolgicos o emocionales de la experiencia humana y la interaccin (Bar-On &

    Handley, 1999; Goleman, 1998). Para aquellos clientes de coaching sus niveles de auto-

    conciencia privada pueden ser un indicador de su mentalidad psicolgica, esto es, su

    inters y habilidad para entender las causas psicolgicas y significados de sus

    conductas, pensamientos y sentimientos (Fenigstein, 1997).

    La auto-conciencia privada ha sido ampliamente referida por algunos tericos como

    sinnimo de mentalidad psicolgica (McCallum & Piper, 1997). Esta sinonimia es

    evidente en Farber (1989, p.170) quien define la mentalidad psicolgica como una

    "disposicin para reflexionar a cerca de los significados y las motivaciones de

    conductas, pensamientos y sentimientos de s mismo y de otros". Porque tal auto-

    reflexin juega un rol determinante en el ciclo autoregulatorio, la exploracin de rol de

    la mentalidad psicolgica podra entregar pistas a cerca de los mecanismos de cambio

    cognitivo asociados tanto en el coaching como en la terapia.

    A pesar de la antigua sugerencia de Fenigstein et al. (1975) respecto de la auto-

    conciencia privada como importante predictor de los resultados de la terapia, ha existido

    muy poca investigacin al respecto. Existe alguna evidencia que altos niveles de auto-

    conciencia privada estn asociados con ansiedad, estrs y depresin (Jimenez, 1999;

    Keogh, French & Reidy, 1998; Kuiper, Olinger & Swallow, 1987), aunque otros

    estudios han descubierto correlaciones negativas entre auto-conciencia privada y

    psicopatologa (Kim, Oh, Moon & Kim, 1999). Slo un estudio ha examinado el

    impacto en terapia de la auto-conciencia privada. Usando la Escala de Auto-conciencia

    Privada (Fenigstein et al., 1975), Thomassin (1999) encontr un moderado aumento de

    auto-conciencia privada despus de la psicoterapia. Existe tambin alguna evidencia que

    altos niveles de self-awareness estn asociados con mejor desempeo. Por ejemplo,

    Church (1997) encontr que gerentes de alto rendimiento en una organizacin eran

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  • significativamente ms self-aware que los gerentes de pobre desempeo. Ms an,

    individuos con altos niveles de auto-conciencia privada aparecen como poseedores de

    ms atribuciones funcionales para el xito que individuos con bajos niveles de auto-

    conciencia privada (Briere & Vallerand, 1990) y ellos tienden a ser menos afectados

    negativamente por retroalimentacin negativa (Doherty & Schlenker, 1991).

    Hacia un Modelo del Cambio para una Psicologa del Coaching

    Coaching es estimular el cambio voluntariamente propuesto. Sin embargo, ha existido

    poco trabajo en la literatura relacionada con el coaching dirigido a desarrollar un

    modelo del cambio especfico para el coaching o para adaptar y verificar modelos

    existentes del cambio para su uso en coaching. Existen dos modelos clave del cambio

    que han sido aplicados para el desarrollo individual de carrera, cambios de vida y

    cambio organizacional: el Modelo de Transicin de Bridges (1986) y la Adaptacin del

    Modelo de Transiciones de Schlossberg (1981a).

    El Modelo de Transicin de Bridges

    El Modelo de Bridges (1986) distingue entre cambio y transicin, y se enfoca en el rol

    de las reacciones emocionales al cambio. Bridges (1986) argumenta que el cambio es

    algo situacional y externo. El cambio sucede cuando algo comienza o se detiene. Por

    ejemplo, el acto fsico de moverse de una oficina a otra es un cambio. En contraste, la

    transicin es la experiencia interna de un gradual proceso de reorientacin psicolgica

    segn respondemos y nos adaptamos al cambio. La transicin puede resultar de un

    cambio, pero es frecuentemente gatillado por la noticia de un cambio inminente. En el

    modelo de Bridges (1986) existen tres etapas en una transicin: trminos, zona neutral y

    nuevos comienzos.

    El modelo comienza con el reconocimiento que las transiciones comienzan con un

    trmino. La idea aqu es que algo debe terminar para que otra cosa pueda comenzar. De

    esta manera, la fase de trmino es una etapa de abandono del pasado. Aqu puede haber

    una aguda sensacin de prdida, de duelo, rabia y resentimiento. Bridges (1991)

    recomienda que los individuos en la etapa de trmino se den tiempo para completar el

    proceso.

    La siguiente etapa es la zona neutral, el centro del proceso de transicin. Esta etapa se

    caracteriza por un sentido de confusin e incertidumbre respecto del futuro. Bridges

    (1991) nuevamente previene en contra de moverse prematuramente fuera de la zona

    neutral y sugiere que la zona neutral es un lugar de promesa y oportunidad, y representa

    un gran momento para la creatividad y la renovacin.

    La etapa final en el modelo es el nuevo comienzo. Aqu la nueva visin del futuro es

    desarrollada y ejecutada. El temor y la desorientacin se transforman en excitacin

    respecto de las nuevas oportunidades. Bridges (1991) sugiere que los individuos en esta

    etapa necesitan mantener el foco en lograr resultados, volverse ms concientes de sus

    pensamientos y emociones, y estar abiertos a la necesidad de cambiar de planes en

    respuesta a eventos inesperados.

    Existen ms de 70 artculos publicados en la prensa profesional que discuten el modelo

    de Bridges y su modelo ha sido activamente promocionado por las grandes empresas

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  • dedicadas al entrenamiento (Bridges, 2000). A pesar de la adopcin del modelo por

    consultores de cambio organizacional y de recursos humanos (Fisher, 1997; Williams,

    1999), el modelo ha atrado poca investigacin emprica. Aunque Bridges (1986; 1991)

    cita un nmero de casos de estudio para apoyar el Modelo de Transicin, la base de

    datos PsychInfo lista slo 5 artculos investigando el modelo (Bridges, 1986; Pun, 1997;

    Scanlan & Stumph, 1995; Scheier, Carver & Bridges, 1994; Shields & Milks, 1994).

    Una razn para esta falta de inters por los investigadores puede deberse a la naturaleza

    puramente descriptiva del modelo y su falla en delinear los potenciales mecanismos

    psicolgicos asociados al cambio.

    El Modelo de Transicin de Schlossberg

    Otro modelo transicional para el cambio es presentado por Schlossberg (1981a; ver

    tambin Schlossberg, 1981b; 1987; 1997; Schlossberg, Waters & Goodman, 1995).

    Schlossberg (1981a) ha recibido menos publicidad que Bridges, a pesar de ser algo ms

    sofisticado en sus esfuerzos por delinear la clave psico-social que media la transicin a

    travs del cambio.

    En el intento de presentar un modelo exhaustivo del cambio, Schlossberg (1981) cita

    tres conjuntos de factores que afectan la adaptacin de la persona al cambio:

    1. Las caractersticas de la transicin en s misma: Estas incluyen el cambio de rol (ganancia o prdida), la fuente (interna o externa), el tiempo (gradual o

    sorpresivo), el afecto (positivo o negativo) y la duracin (permanente, temporal

    o incierto).

    2. Las caractersticas de los ambientes pre y post-transicin: Estas incluyen los sistemas de soporte interno, relaciones ntimas, cohesin de la familia, redes

    sociales, apoyo institucional y el ambiente fsico.

    3. Las caractersticas del individuo que atraviesa la transicin: Estas incluyen la competencia psicosocial, sexo y la identificacin con el rol sexual, edad y

    expectativa de vida, estado de salud, raza/etnia, estatus socio-econmico,

    orientacin valrica y experiencia previa con una transicin de similar

    naturaleza.

    Schlossberg (1981b) argumenta que su modelo provee un enlace directo a las

    intervenciones entregando un marco de trabajo para analizar las dificultades del

    individuo con una transicin particular, y un mapa cognitivo para entender las

    reacciones a eventos de la vida, y una manera para consejeros y clientes de analizar los

    enlaces perdidos entre transicin y adopcin.

    Para facilitar el movimiento hacia una adaptacin al cambio, Schlossberg (1981b)

    propone que los consejeros deben: trabajar para ayudar a los clientes a desarrollar una

    clara percepcin de sus necesidades vitales, facilitar que los clientes desarrollen un claro

    entendimiento de sus necesidades presentes, ayudar a los clientes a evaluar cmo ellos

    manejan actualmente la exigencia, el estrs y su capacidad para tomar decisiones;

    ayudar a los clientes a identificar y evaluar sus patrones de respuesta tpica ante una

    nueva situacin; y facilitar la adquisicin de nuevas habilidades que ayudarn a

    enfrentar ms efectivamente los propios objetivos.

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  • El modelo de Schlossberg (1981a) est diseado para entregar un entendimiento del

    cambio humano en eventos importantes en la vida de un individuo como la prdida del

    trabajo, el trmino del matrimonio, cambios geogrficos, volver a la escuela, cuidado de

    padres ancianos o jubilar, e intenta presentar un marco de referencia desde el cual

    entender porqu algunos individuos enfrentan el cambio mejor que otros.

    Aunque este es un amplio enfoque que permite la comprensin del proceso de cambio y

    provee una heurstica til desde la cual acompaar a individuos a travs del cambio, no

    est claro cmo este modelo puede ser adaptado e