Hacia una educación online asincrónica

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Hacia una educación online asincrónica Maria Jose Angarita Fontalvo IV-B Programa de Formación Complementaria Escuela Normal Superior del Distrito de Barranquilla

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Hacia una educación online asincrónica

Maria Jose Angarita Fontalvo

IV-B

Programa de Formación Complementaria

Escuela Normal Superior del Distrito de Barranquilla

2014

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Hacia una educación online asincrónica

La educación a distancia era originalmente 100% asincrónica y atemporal. Con la

llegada de nuevas tecnologías que acortan las distancias, se está volviendo a la

sincronización y temporalizarían del aprendizaje en los cursos online. De nuevo se

impone el retorno.

Es frecuente ver cómo se utiliza de forma sistemática el chat textual/audio/video y/o

webconferencia como modalidad, no sólo para acortar distancias, sino también para

proyectar el aula física en el aula virtual, para convertir en presencial la educación

online. Nada más erróneo. La "temporalización" del aula virtual equivaldría a la

desvirtualización de ésta y sería el final de la educación online y del e-Learning. Con el

aula virtual nos ahorraríamos el viaje de ida y vuelta, el espacio; pero no lo de llegar a

tiempo a la clase. La asistencia puntual al sonido de la campana o del timbre seguiría

latente en el entorno de la enseñanza y el aprendizaje online.

La razón principal por la que nuestros estudiantes se involucran en la educación

online y en el e-Learning, además de las distancias espaciales, es precisamente por la

"atemporalidad" y "asincronicidad"; por el trabajo laboral/profesional sin interrupción,

por la carencia de tiempo sincrónico para el aprendizaje presencial. Obligar a este

estudiante peculiar asistir a una hora determinada a un chat, a una videoconferencia o

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webconferencia, sería como pedir al cirujano, en plena operación, que suelte los

utensilios para participar en una conferencia magistral.

En una ocasión posteé en el foro de una red social profesional la siguiente

discusión: "No sé qué es más ridículo, virtualizar el aula presencial, desvirtuándola, o

convertir en presencial el aula virtual, licuándola". La discusión se mantiene en esta

entrada por su coherencia.

Por otra parte, creo que no sea necesario evidenciar los esfuerzos que hace la

mayoría de las administraciones educativas por conectar y virtualizar el aula física. Son

de todos bien conocidos. La ridiculez viene por lo de asistir al aula física para llevar a

cabo transacciones e interacciones virtuales, menoscabando y a veces desplazando

las transacciones e interacciones psicosomáticas, tan necesarias en el proceso de

aprendizaje.