Gestionemos la satisfacción - Equipos&Talento · ta, en el metro de Washington a las ocho de la...

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artículo Hace poco leí sobre un experimento relacionado con este tema que el Washington Post había rea- lizado. Dicha experiencia con- sistió en hacer tocar varias piezas de violín a Joshua Bell, quien fuera niño prodigio y actualmente reputado violinis- ta, en el metro de Washington a las ocho de la mañana. Por si fuera poco, Joshua Bell en este improvisado con- cierto, que duró aproximadamente 45 minutos, tocó un violín Stradivarius valorado en 3,5 millones de dólares. Teniendo en cuenta la situación, un gran violinista y uno de los mejores vio- lines en sus manos, podemos presupo- ner que en un lugar de tránsito debería llamar la atención de aquellas per- sonas que lo escuchasen. Durante los 45 minutos que Joshua Bell con su Stradivarius de 3,5 millones estuvo actuando, recaudó poco más de 32 dólares (donados a la beneficencia) de entre las 1.097 personas que pasaron junto a él, de las cuales sólo siete se para- ron a escucharle y sólo una le reconoció. Días antes, Joshua Bell dio un concierto ante un aforo completo en el Boston Symphony Hall don- de las entradas tenían precios superiores a los 100 dólares. En este caso el contexto ha influido negativa- mente en la acción. Aun ofreciendo algo extraor- dinario, el peso de la circunstancia ha hecho fra- casar el intento del violinista de emocionar a los transeúntes, quienes estaban más preocupados de llegar a su destino que de parar a escuchar. Ante tales expectativas ¿cómo afrontar situa- ciones donde sabemos el contexto influirá nega- tivamente en los resultados? Se suele decir que todo depende del cristal con que se mire, y en esta expresión reside una gran verdad. El violinista, acostumbrado a tocar en teatros ante un entregado público que conoce su trayectoria, puede sentirse frustrado al ver pasar a más de un millar de personas de las que sólo es capaz de embelesar a siete. Sin embargo rea- lizando otro análisis, podemos decir que el lugar y el momento no eran los adecuados y a pesar de todo ha conseguido retener a siete personas que han decidido olvidarse de lo que estaban hacien- do o del lugar donde se dirigían para centrarse en disfrutar de la música. El punto de vista desde el que enfocamos las acciones que ponemos en marcha, las expectati- vas que sobre ellas ponemos, los objetivos que nos marcamos,… tienen una gran influencia sobre nosotros, tanto en el transcurso como en el final de toda tarea en la que nos involucramos. Lo que hacemos… ¿por qué lo hacemos? ¿para qué? En la respuesta a estas preguntas está gran parte de la satisfacción que obtendremos al fina- lizar la tarea. Si el violinista se planteó la sesión del metro como medio para ganar dinero, segu- ramente lo considerará un fracaso. Sin embargo, si se lo plantea como una prueba para ver si es capaz de captar la atención de los usuarios del metro, en cierto sentido lo ha conseguido, con mayor o menor éxito en función de su expectati- va. Sentirá satisfacción con el comentario que la mujer le hace al final de su actuación (Fue fantás- tico). Esta situación me recuerda a un ejemplo que Lair Ribeiro plantea en su libro “Comunicación Inteligente” . Un empresario dueño de una fábrica de zapatos pretende internacionalizar su nego- cio. A cada país donde quiere explorar las posibi- lidades de mercado para su producto siempre envía a dos comerciales, con el objeto de recibir dos opiniones que corroboren si es posible hacer negocios o no. En una ocasión, decide enviar a dos de sus comerciales a un país tropical en vías de desarrollo. A la semana recibe dos mensajes, uno de cada comercial. El primero comenta: Imposible vender zapatos por aquí. Nadie los usa, caminan descalzos. El segundo comenta: Increíble oportunidad de negocio, nadie usa zapatos. Incontables potenciales clientes. La diferencia entre ver el vaso medio lleno o medio vacío marcará cómo afrontaremos lo que nos sobrevenga o lo que decidamos afron- tar, así como la forma en que lo desarrollare- mos y la satisfacción que tendremos al finalizar. Emprender un negocio, comenzar un proyecto en el trabajo, entablar nuevas relaciones comer- ciales, o incluso empezar obras en casa, puede ser un sufrimiento o un reto que enfrentar con la mejor de nuestras actitudes. Prepararnos en lo técnico siempre es necesario, pero preparar- nos emocionalmente es una necesidad muy saludable El punto de vista desde el que enfocamos las acciones que ponemos en mar- cha, las expectativas que sobre ellas ponemos, los objetivos que nos marca- mos,… tienen una gran influencia sobre nosotros. Emprender un negocio, comenzar un proyecto en el trabajo, entablar nuevas relaciones comerciales, o incluso empezar obras en casa, puede ser un sufri- miento o un reto. al detalle ¿Hasta dónde influye el contexto en mis resultados? ¿Hasta dónde mis acciones en el contexto? Sin duda es algo difícil cuantificar. Muchas veces es una cuestión de actitud. Según afrontemos una situación obtendremos un resultado u otro. O bien, puede tratarse de unas aptitudes que hemos desarrollado en mayor o menor medida. Pero realmente los resultados de la gran mayoría de acciones de nuestra vida están sujetos a la relación que se establece entre los tres factores en juego: nuestra actitud, nuestras aptitudes y el contexto que rodea la acción. La diferencia entre ver el vaso medio lleno o medio vacío marcará cómo afrontaremos lo que nos sobrevenga Gestionemos la satisfacción Jose Ignacio Ustaran Muela, Director General de Formación Digital equipos&talento 82

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Hace poco leí sobre un experimentorelacionado con este tema queel Washington Post había rea-lizado. Dicha experiencia con-sistió en hacer tocar variaspiezas de violín a Joshua Bell,quien fuera niño prodigio y

actualmente reputado violinis-ta, en el metro de Washington a lasocho de la mañana. Por si fuera poco,Joshua Bell en este improvisado con-cierto, que duró aproximadamente 45minutos, tocó un violín Stradivariusvalorado en 3,5 millones de dólares.Teniendo en cuenta la situación, un

gran violinista y uno de los mejores vio-lines en sus manos, podemos presupo-ner que en un lugar de tránsito debería

llamar la atención de aquellas per-sonas que lo escuchasen.

Durante los 45 minutos que Joshua Bell con suStradivarius de 3,5 millones estuvo actuando,recaudó poco más de 32 dólares (donados a labeneficencia) de entre las 1.097 personas quepasaron junto a él, de las cuales sólo siete se para-ron a escucharle y sólo una le reconoció.Días antes, Joshua Bell dio un concierto ante un

aforo completo en el Boston Symphony Hall don-de las entradas tenían precios superiores a los100 dólares.En este caso el contexto ha influido negativa-

mente en la acción. Aun ofreciendo algo extraor-dinario, el peso de la circunstancia ha hecho fra-casar el intento del violinista de emocionar a lostranseúntes, quienes estaban más preocupados

de llegar a su destino que de parar a escuchar.Ante tales expectativas ¿cómo afrontar situa-

ciones donde sabemos el contexto influirá nega-tivamente en los resultados?Se suele decir que todo depende del cristal con

que se mire, y en esta expresión reside una granverdad. El violinista, acostumbrado a tocar enteatros ante un entregado público que conoce sutrayectoria, puede sentirse frustrado al ver pasara más de un millar de personas de las que sóloes capaz de embelesar a siete. Sin embargo rea-lizando otro análisis, podemos decir que el lugary el momento no eran los adecuados y a pesar detodo ha conseguido retener a siete personas quehan decidido olvidarse de lo que estaban hacien-do o del lugar donde se dirigían para centrarse endisfrutar de la música.El punto de vista desde el que enfocamos las

acciones que ponemos en marcha, las expectati-vas que sobre ellas ponemos, los objetivos quenos marcamos,… tienen una gran influenciasobre nosotros, tanto en el transcurso como enel final de toda tarea en la que nos involucramos.Lo que hacemos… ¿por qué lo hacemos? ¿para

qué? En la respuesta a estas preguntas está gran

parte de la satisfacción que obtendremos al fina-lizar la tarea. Si el violinista se planteó la sesióndel metro como medio para ganar dinero, segu-ramente lo considerará un fracaso. Sin embargo,si se lo plantea como una prueba para ver si escapaz de captar la atención de los usuarios delmetro, en cierto sentido lo ha conseguido, conmayor o menor éxito en función de su expectati-va. Sentirá satisfacción con el comentario que lamujer le hace al final de su actuación (Fue fantás-tico).Esta situación me recuerda a un ejemplo que

Lair Ribeiro plantea en su libro “ComunicaciónInteligente”. Un empresario dueño de una fábricade zapatos pretende internacionalizar su nego-

cio. A cada país donde quiere explorar las posibi-lidades de mercado para su producto siempreenvía a dos comerciales, con el objeto de recibirdos opiniones que corroboren si es posible hacernegocios o no. En una ocasión, decide enviar ados de sus comerciales a un país tropical en víasde desarrollo. A la semana recibe dos mensajes,uno de cada comercial. El primero comenta:Imposible vender zapatos por aquí. Nadie losusa, caminan descalzos. El segundo comenta:Increíble oportunidad de negocio, nadie usazapatos. Incontables potenciales clientes.La diferencia entre ver el vaso medio lleno o

medio vacío marcará cómo afrontaremos loque nos sobrevenga o lo que decidamos afron-tar, así como la forma en que lo desarrollare-mos y la satisfacción que tendremos al finalizar.Emprender un negocio, comenzar un proyectoen el trabajo, entablar nuevas relaciones comer-ciales, o incluso empezar obras en casa, puedeser un sufrimiento o un reto que enfrentar conla mejor de nuestras actitudes. Prepararnos enlo técnico siempre es necesario, pero preparar-nos emocionalmente es una necesidad muysaludable �

• El punto de vista desde el que enfocamos las acciones que ponemos en mar-cha, las expectativas que sobre ellas ponemos, los objetivos que nos marca-mos,… tienen una gran influencia sobre nosotros.

• Emprender un negocio, comenzar un proyecto en el trabajo, entablar nuevasrelaciones comerciales, o incluso empezar obras en casa, puede ser un sufri-miento o un reto.

al detalle

¿Hasta dónde influye el contexto en mis resultados? ¿Hasta dónde mis acciones en elcontexto? Sin duda es algo difícil cuantificar. Muchas veces es una cuestión de actitud.Según afrontemos una situación obtendremos un resultado u otro. O bien, puede tratarsede unas aptitudes que hemos desarrollado en mayor o menor medida. Pero realmente losresultados de la gran mayoría de acciones de nuestra vida están sujetos a la relación quese establece entre los tres factores en juego: nuestra actitud, nuestras aptitudes y elcontexto que rodea la acción.

La diferencia entre ver el vaso medio lleno o medio vacío marcará

cómo afrontaremos lo que nos sobrevenga

Gestionemos la satisfacción

Jose Ignacio UstaranMuela,Director General de Formación Digital

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