Garda Violencioa Masculina

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“Aquí por lo menos yo toco pared, y está muy dura...” Mujeres, hombres e Instituciones ante el trabajo con la violencia masculina en el hogar Roberto Garda 1 Introducción Hombres por la Equidad Centro de Intervención con Hombres e Investigación sobre Género y Masculinidades, AC es una Organización no Gubernamental que considera que la sociedad actual ha construido normas y conductas culturales que crean identidades de género que dan posibilidades de desarrollo personal diferenciadas y desiguales para mujeres y hombres. Consideramos que esta construcción cultural se desarrolla de forma cotidiana, y por ello genera la desigualdad de poderes y los desequilibrios que ésta conllevan a la violencia de género. En este trabajo se reflexiona sobre el esfuerzo que hemos desarrollado en México para abrir grupos de reflexión de hombres en espacios de Organización Civil, y en espacios institucionales. En un primer momento se reflexiona sobre la violencia masculina, y se presentan algunos aspectos teóricos relevantes desde donde atendemos esta problemática. En segundo lugar se presenta la experiencia con grupos de hombres capacitados en el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia (PHRSV), y los obstáculos que encontramos en el trabajo, así como los facilitadores. Asimismo, en la tercera parte presentamos los resultados que encontramos al dar seguimiento en la capacitación de las Unidades de Atención a la Violencia Familiar del Distrito Federal, las cuales son las instancias que atienden por Ley esta problemática en esa Ciudad. Finalmente presentamos las conclusiones, en donde 1 Director de Hombres por la Equidad. Centro de Intervención con Hombres e Investigación sobre Género y Masculinidades, AC correo electrónico [email protected] y espacio WEB: www.hombresporlaequidad.org.mx 1

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Roberto Garda, Coriac

Aqu por lo menos yo toco pared, y est muy dura...Mujeres, hombres e Instituciones ante el trabajo con la violencia masculina en el hogar

Roberto Garda

Introduccin

Hombres por la Equidad Centro de Intervencin con Hombres e Investigacin sobre Gnero y Masculinidades, AC es una Organizacin no Gubernamental que considera que la sociedad actual ha construido normas y conductas culturales que crean identidades de gnero que dan posibilidades de desarrollo personal diferenciadas y desiguales para mujeres y hombres. Consideramos que esta construccin cultural se desarrolla de forma cotidiana, y por ello genera la desigualdad de poderes y los desequilibrios que sta conllevan a la violencia de gnero.

En este trabajo se reflexiona sobre el esfuerzo que hemos desarrollado en Mxico para abrir grupos de reflexin de hombres en espacios de Organizacin Civil, y en espacios institucionales. En un primer momento se reflexiona sobre la violencia masculina, y se presentan algunos aspectos tericos relevantes desde donde atendemos esta problemtica. En segundo lugar se presenta la experiencia con grupos de hombres capacitados en el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia (PHRSV), y los obstculos que encontramos en el trabajo, as como los facilitadores. Asimismo, en la tercera parte presentamos los resultados que encontramos al dar seguimiento en la capacitacin de las Unidades de Atencin a la Violencia Familiar del Distrito Federal, las cuales son las instancias que atienden por Ley esta problemtica en esa Ciudad. Finalmente presentamos las conclusiones, en donde reflexionamos sobre las dificultades y facilitadores que encuentran tanto las personas que han sido capacitadas, como las instituciones con las cuales hemos realizado estas alianzas.

I La Violencia Masculina

Porqu escribir sobre violencia masculina? En su estudio clsico Violencia contra la mujer: La carga oculta contra la salud, Lori Heise muestra cmo la violencia hacia las mujeres se ejerce de forma sistemtica en pases desarrollados, en pases del Medio Oriente, de Asia y Africa, y en Amrica Latina, donde aparecen mujeres golpeadas, mutiladas violadas, etc.. por sus parejas masculinas u otros hombres independientemente de su clase social, su raza, creencias religiosa o nacionalidad (Heise, sf: 8-12). Asimismo, en Mxico la Direccin de Prevencin de Violencia Familiar seal que de mediados de 1998 a 1999 recibi 6,671 denuncias de violencia familiar de los cuales el 80% eran mujeres que demandaban a los hombres. Asimismo, en 1997 el Centro de Atencin a la Violencia Intrafamiliar (CAVI) seala que el 86% de los casos denunciados de violencia familiar colocan a los hombres como las personas que maltran psicolgica, fsica y sexualmente, y la Asociacin para el Desarrollo Integral de Personas Violadas AC (ADIVAC) seala que durante 1999 de 643 personas que solicitaron sus servicios slo el 9% eran hombres y en cambio el 80% de los agresores pertenecian a este sexo. (Coriac, 1999: 30).

Considero que hay dos preguntas centrales para los hombres que derivan de esta realidad: Porqu son los hombres quienes ejercen de manera sistemtica esta violencia? Y Qu pueden hacer para enfrentar esta problemtica? Para contestar la primera pregunta debemos de reflexionar sobre la forma en los hombres llegan a ser hombres, esto es la masculinidad. Los primeros estudios sobre la masculinidad surgieron desde la antropologa, y sealan que los hombres deben de llegar a construirse como varones omnipresentes que prean, protegen y proveen a travs de ritos de la masculinidad. Para estos estudios los hombres tienen una virilidad herica que se gana y demuestra en ritos donde hay mucha violencia. Despus de ello los hombres pueden arriesgar la vida en pos de la sociedad (Gilmore, 1994: 217-218). Si bien esta visin contribuye a ubicar el objeto de estudio: Qu significa ser hombre? no recoge la problemtica del poder. Esa es la crtica del feminismo, que seala que la perspectiva antropolgica oscurece el conflicto y no dice nada de los aspectos abusivos y ofensivos de la masculinidad (Burion y Meler, 2000: 102).

Es la corriente del feminismo radical la que coloca a la violencia contra las mujeres como el eje de su reflexin, y seala que existen experiencias de opresin y dominacin sobre las mujeres a travs de la organizacin social e institucional llamado patriarcado (Madoo y Niebrugge en en Ritzer, 1993: 388). Posteriormente, hombres feministas retoman esta idea y sealan que son la crisis del poder masculino y la experiencia emocional de los hombres el eje principal para explicar la violencia hacia las mujeres. De esta forma, Robert Connell seala que la masculinidad debe entenderse como prcticas que realizan hombres (o mujeres) que comprometen sus cuerpos a una cultura que produce y reproduce relaciones masculinas mundiales globales-- de violencia, trabajo, sexualidad y auto-interpretacin. En ellas la dominacin se da de hombres hacia mujeres y entre hombres por medio de la reproduccin, el poder, la catexis y la simbolizacin (Connell en Valds y Olavarra, 1997: 35 y Connell en Valds y Olavarra, 1998: 80-86). Por otro lado, Kaufman seala que los hombres tienen un nexo con la masculinidad hegemnica que les brinda beneficios y privilegios. Para l esta relacin demanda suprimir las emociones y necesidades de los hombres, y por ello el poder de la masculinidad dominante se convierte en fuente de enorme dolor para los hombres (Kaufman en Valds y Olavarra, 1997: 70). En este mismo sentido Victor Seidler comenta que el poder de los hombres tambin surge del mismo proceso en que ellos asimilaron su rol: los hombres como seres racionales que tienen el poder y el control. En lugar de eso, las mujeres asumen como su rol la responsabilidad de la vida emocional de los hombres --y la sociedad--. De esta forma, para Seidler los hombres culpan a las mujeres por sus fracasos y guardan silencio sobre lo que sienten ante ellos. Los hombres se retran emocionalmente con un silencio amenazador como una forma de poder (Seidler, 2000: 300). Finalmente, Gregory Lehene seala que los hombres controlan a otros hombres para mantener el rol masculino, y debido a ello surgen fuertes experiencias homofbicas entre ellos.

De esta forma, si bien es cierto que esta violencia es el sustento para un modelo de masculinidad dominante, que brinda posiciones de dominacin y privilegio a la mayora de los hombres que tienen determinadas caractersticas de raza, cultura, clase, edad, etc, y que les brinda esta jerarqua sobre las mujeres y sobre otros hombres de otros grupos sociales. Tambin es importante reconocer que con esta forma de dominacin masculina genera costos para los hombres, que se traducen en situaciones de malestar y dolor para los propios hombres adultos y para quienes estn cerca de ellos (nios/as y mujeres adultas). La violencia domstica conlleva tambin la represin de emociones, la distancia afectiva y la soledad para los hombres, as como la negacin de la afectividad y de la vulnerabilidad ha hecho de las adicciones un grave problema entre los hombres mexicanos, sobre todo el alcoholismo. De igual manera, vivimos en una cultura que no promueve el autocuidado y, por el contrario, fomenta y reconoce la audacia y las conductas de riesgo como parte fundamental de la masculinidad, lo cual ocasiona la muerte de cientos de hombres cada ao; por ejemplo en los accidentes de trnsito, los accidentes en el trabajo y las muertes violentas. Todo esto refleja de qu manera la desigualdad sexual afecta considerablemente a los hombres, su integridad y su calidad de vida.

Tanto por la violencia hacia las mujeres, como por la violencia que tambin genera la dominacin masculina hacia los propios hombres, continuamos desarrollado en Hombres por la Equidad grupos de reflexin para hombres donde atendemos con el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia que en su momento creamos desde el colectivo de Hombres por Relaciones Igualitarias, AC. Este es un modelo de intervencin que tenemos aplicando desde aproximadamente 8 aos a grupos de hombres que asisten a nuestras instalaciones. Tiene 3 niveles, y tiene como objetivo que los hombres hagan un compromiso de trabajo con la no violencia en el hogar. En l participan varones que asisten una vez por semana durante aproximadamente 25 sesiones por nivel, con el fin de aprender tcnicas que refuercen su compromiso de no violencia en las negociaciones con su pareja. Estos varones tienen en su mayora entre 25 y 55 aos, son de clase media, baja y alta, saben leer y escribir, en su gran mayora tienen hijos/as, y aproximadamente de cada 10 que dicen que tienen trabajo hay 2 que tiene na situacin inestable. Asimismo, la gran mayora no tiene problemas de alcohol o alguna adiccin, pero en todos los casos manifiestan problemas de salud sin atender, problemas emocionales con su pareja y sus hijos/as, as como falta de amigos y aislamiento; y en muchos casos desnimo o falta de inters por su proyecto inmediato de vida.

Qu hemos aprendido al implementar este modelo? A continuacin veremos tres aspectos: por una parte reflexionaremos sobre algunos problemas que hemos hallado para la reproduccin del modelo. Esto es, ha habido instituciones pblicas y organizaciones civiles que han recibido capacitacin para implementarlo, pero al hacerlo tanto los hombres capacitados como las mismas instituciones se han encontrado con problemticas para implementar o al implementar la atencin, veremos tanto algunos problemas de los hombres, como de las instituciones que han implementado este trabajo. Por otra parte veremos algunas problemticas que hemos tenido con los facilitadores una vez implementado el modelo, tanto a nivel de organizacin como de trabajo personal. Y cmo todo esto influye para el adecuado desempeo de la atencin.

II El trabajo con la violencia masculina: la experiencia de hombres capacitados

Durante 1999 y el ao 2002 participamos en el proyecto Proyecto Piloto para la Atencin a La Violencia Familiar en Espacios de Salud quien Coordinaba Irma Saucedo del Colegio de Mxico. El objetivo general de este proyecto era implementar una estrategia de intervencin en espacios de salud para atender a las mujeres que haban vivido violencia familiar. Uno de los objetivos particulares de este era sensibilizar a personal de salud sobre la problemtica de la masculinidad, y crear grupos de reflexin para hombres en por lo menos cuatro ciudades de Mxico (una de zona rural cuetzalan, y tres urbanas Cd. De monterrey, Torren y la Cd. De Mxico). En este marco capacitamos a varones sobre la atencin a hombres en el PHRSV. Algunos abrieron grupos de hombres relativamente rpido, de 8 meses a un ao, y otros tardaron hasta tres aos en hacerlo. Eso nos llamo mucho la atencin, y decidimos conocer los motivos para que esto ocurriera.

Por esto, realizamos 7 entrevistas individuales y grupales a 11 hombres. Son hombres de clase media con estudios universitarios en su mayora. Salvo dos, todos vivan en zonas urbanas. Las entrevistas eran semiestructuradas y se registraron en diarios de campo. Se buscaba conocer los cambios personales de los hombres al recibir la capacitacin sobre violencia familiar y masculinidad, y los motivos por los cuales ellos crean que se haba logrado --o noabrir grupos de reflexin. La metodologa que se usa es cualitativa, entendiendo por esta la comprensin de la subjetividad de las personas con el fin de definir los significados que le brindan a su experiencia (Castro, 1996: 64-67). Las entrevistas se realizaron con la idea que seala Mark Jones sobre la metodologa feminista con hombres: se busc al las verdades de estos hombres desde una perspectiva haciendo el esfuerzo de ir ms all de verlos como seres con poder --sin llegar a victimizarlos-- (Mark Jones, 1996: 136-142). De hecho, este fue el mayor reto para mi como investigador con militancia feminista: entrevistar y registrar buscando la comprensin de su experiencia, reconociendo mis sentimientos cmo ello afectaba mi trabajo de investigacin.

Al analizar los textos se construyeron dos categoras: la de obstculos que consiste en los momentos donde los hombres sintieron temor o impedimentos para realizar la apertura de grupos; y la categora de facilitadores que corresponde a aquellos momentos donde los hombres expresan avances y logros. Estas se clasifican en tres dimensiones: la dimensin personal que corresponde a los sentimientos que facilitaron u obstaculizaron la apertura de grupos; la dimensin relacional que corresponde a los obstculos y facilitadores que se generaron producto de las relaciones con la pareja u otros hombres; y la dimensin social que corresponde a las experiencias de los hombres con las instituciones, pares profesionales, y/o comunidades. Por espacio, en este trabajo slo se presentan los aspectos que considero ms relevantes de la experiencia personal de los hombres.

II.1 Los obstculos para abrir grupo

Los hombres vivieron ausencia de poder al realizar este trabajo. Por esta entiendo la prdida de privilegios o control ante la posibilidad real o imaginaria de prdida de privilegios al abrir grupos. Se gener sentimientos de vulnerabilidad y temor y ello inmovilis. Veamos la experiencia de Ignacio:

Entrevistador: Porqu crees que das lo mnimo a este trabajo?

Ignacio: [...] Es un proyecto que implica huevos, todo.. siento una exigencia interna: eres o no eres. Eso me molesta. O le entro bien o no.

Entrevistador: Que quieres Ignacio?

Ignacio: Tengo que ver qu hago...

Entrevistador: Que pasa si te dedicas a esto?

Ignacio: Pierdo dinero y mis responsabilidades con mis hijos. No s si puedo cambiar mi vida y hacer el compromiso. Pierdo un posicionamiento de privilegios. Mis hijos ya no me ven como un pap con imagen, etc. Ahora soy un Ignacio que se resiste a dejar de existir y a buscar.

...

Soy un poco extremista: quiero vivir de esto y como no lo hago no le entro. Lo he hecho varias veces en mi vida.

...

Si pierdo el poder me sentira vulnerable. En el trabajo me presionan y si reclamo me corren.

Para Ignacio este es un proyecto que implica huevos, todo... Es interesante ver cmo abrir grupos en el contexto del proyecto se traduce para Ignacio en los huevos, y estos a su vez son todo. A su vez, Ignacio seala que tiene una exigencia interna) que llega a cuestionar su propio ser: eres o no eres. Porqu Ignacio se exige tanto? Porqu vincula este trabajo con su propia existencia? Sin embargo seala que O le entro bien o no, No es contradictorio, pues Ignacio se siente mal, pero an as le va a entrar?. Tal vez ello se debe a que reconoce que puede tener ganancias como cambiar mi vida y hacer el compromiso, y prdidas como buscar, perder dinero y responsabilidades, y en ltima instancia privilegios y poder (Si pierdo el poder...). Pero A qu le teme Ignacio? en ltima instancia a sentirse vulnerable (Si pierdo el poder me sentira vulnerable). As Ignacio reconoce que perder el ser es perder el poder mismo, y ganar no es ganar la vida, sino reconocer su vulnerabilidad. Esto ltimo se convierte en obstculo donde para Ignacio.

Tambin los hombres sintieron temor ante la querencia masculina. Esto es, tuvieron temor, miedo, enojo, decepcin, ante la posibilidad real o imaginaria de perder vnculos afectivos con otros hombres del grupo. Veamos el ejemplo de Csar:

Csar: El grupo me gusta pues me siento acompaado. Lo mismo con Coriac, pero me he preguntado: Qu voy ha hacer cuando no estn? Le he sacado al grupo porque me cuesta trabajo que alguien se vaya a ir. Quiero al grupo, y como que hago que no los necesito. No me acerco porque me da miedo a que se vayan. En mi casa era algo similar. Mis papas se iban y me dola, y con el grupo soy muy sentimental. En el grupo estoy pasivo...

Este testimonio nos habla de la carga emotiva que tienen los hombres que se han organizado para abrir grupos de reflexin. La pregunta de Csar Qu voy ha hacer cuando no estn? y ...me cuesta trabajo que alguien se vaya a ir. Quiero al grupo... nos muestra el afecto que pone Csar en este trabajo. Despus Cesar seala que le ha sacado al grupo pero adems lo quiere No es contradictorio como Ignacio? Tal vez por eso seala que hago como que no los necesito, que es smamente sensual. Pero Porqu Csar hace como que no los necesito? Porque ve que hay riesgos en la relacin. El iregso de que se termine. De hecho Csar la vincula con su experiencia paterna (En mi casa era algo similar) De esta manera la relacin afectiva con otros hombres Csar la establece desde la experiencia con sus padres, y como la experiencia con ellos fue de dolor (me dola) entonces por ello Csar permanece pasivo.

II.2. Sobre los facilitadores para abrir grupo:

Los hombres se dan cuenta que para abrir grupo deben creer en el cambio. Este es entendido como el proceso impulsado por los mismos hombres, donde ellos son sujetos del cambio y no objetos. Veamos a Federico:

Federico: Yo s estoy en trminos y en condiciones de dar talleres. Son procesos. Ahora s. Al rato aqu, en mi trabajo todo cambia, y no se a qu me voy a dedicar. El Director ya se va a ir y entonces mi trabajo depende de quien venga. Pero ya no va a ser fcil una negociacin, tengo que ver los tiempos y las circunstancias. Y ah empiezan los cambios. Van a empezar.

Federico se refiere a que para l es el momento de abrir talleres sobre los temas de masculinidad. Seala que habr cambios en su trabajo y reconoce que no sabe a que se va a dedicar, y sabe que su trabajo depende de quien venga. De esta forma l lo nico que puede condicionar son los talleres, y no los otros cambios que no dependen de l. Es sorprendente cmo Federico reconoce que s puede controlar, y qu hay aspectos que salen de su control. Tener esa claridad le hace decir: Y ah empiezan los cambios. Van a empezar. Cambios donde reconoce que no puede hacer intervenir (mi trabajo depende de quien venga), y en otros cambios donde reconoce que s puede hacer algo: Yo s estoy en trminos y en condiciones de dar talleres.

Reconocer el impacto de este trabajo en la vida

Hay hombres a los cuales les interesa este tema como un elemento acadmico. Pero para la apertura de grupos de reflexin es importante que los hombres permitan que este trabajo tenga un impacto en su vida. Impacto que de una u otra forma les genere nuevos significados y perspectivas sobre su realidad y cotidianeidad. Ello facilita la apertura de grupos de reflexin:

Humberto: La perspectiva de gnero me ha movido el tapete. Me quise capacitar para ayudar a la gente. Esto lleg en un momento muy crtico, pues a los 2 o 3 meses de que entr me ha movido el tapete. Que tanto ha valido la pena lo que he estado viviendo? [...] Me sent vctima muchos aos. El trabajo con hombres me ha ayudado mucho en mi persona.

Adalberto seala que al principio quiso capacitarse para ayudar a la gente, pero al entrar en contacto con el tema de gnero se le movi el tapete. De hecho se pregunta Que tanto ha valido la pena lo que he estado viviendo? con lo cual reconoce el amplio impacto que ha tenido este tema en su vida. De hecho concluye reconociendo que El trabajo con hombres me ha ayudado mucho en mi persona. De esa forma, Adalberto entra queriendo ayudar, y slo hasta que reconoce que primero l se tiene que ayudar es cuando cuestiona no solo su victimez, sino adems su vida misma.

Veamos otra experiencia:

Entrevistador: Qu te ha movido de este trabajo?

Abelardo: Me ayuda y quiero compartir esta experiencia. Esto es parteaguas en mi vida. He renunciado a muchas cosas. Me siento mal con mi pareja y mis hijos. Quiero recuperar cosas en las que los he daado. Quiero hacer cosas para sentirme bien con ellos.

Para Abelardo esto lo ayuda y ha sido parteaguas en su vida. Seala que ha tenido que renunciar a muchas cosas, y que se siente mal pues ha daado a su pareja e hijos. Ahora Quiero hacer cosas para sentirme bien con ellos. Es interesante cmo vincula mi vida con la pareja y los hijos. Esto rompe con un lenguaje tradicional donde para los hombres el trabajo y el xito social y material son la vida misma. Ahora Abelardo relaciona a la vida con su pareja Hasta dnde este discurso realmente se encuentra relacionado con estos nuevos vnculos? Qu consecuencias tiene esto para los hombres y la pareja y los/as hijos? Y Cules sern ahora los indicadores de xito para este hombre ahora que ha resignificado el sentido de su vida? Todo esto es algo que est por investigarse.

Veamos otra experiencia:

Entrevistador: Cmo te has sentido en el trabajo con hombres?

Ral: Yo peda y esperaba un lugar, y yo pona el tiempo. Ahora veo que es un estilo de vida. No es cambiar conductas, sino un modo de ser. De mi modo de ser. S quiero dedicarme tiempo completo a esto. He estado haciendo lo mnimo. No estoy muy satisfecho. No le echado la carga al asador.

Para Ral en este trabajo es un estilo de vida. Y define esto no como cambiar conductas, sino un modo de ser. De mi modo de ser. El ser de Ral entra en cambio con este trabajo. Considero que esto es muy profundo, pues implica tal vez cambiar una parte de la misma identidad. Desde esta perspectiva reconoce que hace lo mnimo y no se encuentra satisfecho. Por ello, para abrir grupos de reflexin desea echar la carga al asador. Hacer esto es, en el contexto del dilogo cambiar el propio ser de Ral.

Finalmente, leamos lo que Omar nos dice:

Omar: S captamos que haba una necesidad personal. Aqu por lo menos yo toco pared., y est muy dura. S hay algo. Tengo algo. Y pens que yo tambin me iba a beneficiar con esto. Fue el inters de sacar algo de provecho. Me doy cuenta que s soy violento, y tengo el inters de manejar esta rea a nivel personal.

Omar reconoce que haba una necesidad personal de este trabajo. Reconoce lo duro que estaba en algo de l. Seala S hay algo. Tengo algo. Slo hasta que reconoce que l tiene algo reconoce que s desea beneficiarse de ese trabajo. De tener inters en sacar algo de provecho. Y Omar comienza por reconocer que s es violento, y que tiene el inters personal de manejar eso. De esa forma Omar permite que este trabajo entre en su vida.

Tanto Humberto, como Abelardo, Ral y Omar reconocen que este trabajo a impactado fuertemente en sus vidas. Sealan que en general han permitido ese cuestionamiento a sus vidas, y gracias a ello han recibido beneficios de este trabajo. Todos han decidido beneficiarse de este trabajo a nivel personal. Considero que esa es la experiencia de cambio de vida personal que se comparte con otros hombres en los grupos de reflexin, pues se trabajo no para cambiar a los otros, sino a uno mismo.

Hacer algo

Los hombres se dieron cuenta de la importancia de hacer algo. De quitarse creencias de mtodo y procesos, y cmo era central comenzar para despus --tal vez-- revisar mtodos y formas de trabajo.

Morales: Me quedo con un bienestar. Hay cosas que no son para el siguiente ao. Ni meses. Son para trabajar ya, en lo personal y ya. No es lo mismo leer el manual que hacer. Algo rico es la oportunidad de no ser tan rgido ni metdico en las cosas. Es por mi formacin mdica. Desde los 9 aos estoy manteniendo gente. Y me cay el veinte que me voy ms all de lo que me corresponde. Siempre he sido pap. Y ya es tiempo de no seguirle en algo as.

Luis: Empec bien, con muchas ganas. Llegu con motivacin. Esta se ha ido disminuyendo. Ya no fuimos a Mxico, ya no recibimos capacitacin. Esperaba recibir algo y meterle todo. Me fui volviendo ms aptico. Me doy cuenta que depende de m y de nuestras actividades.

Tanto Morales como Luis sealan de la importancia de hacer. Morales seala que Hay cosas que no son para el siguiente ao. Ni meses. Son para trabajar ya, en lo personal y ya. de esa forma se da cuenta que No es lo mismo leer el manual que hacer.. Asimismo, revisa su formacin de mdico, y cmo ella le obligaba a mantener gente y ser pap. Morales decide que es tiempo de no seguirle en algo as. Lo mismo ocurre para Luis. Despus de sealar los motivos por los cuales se fue volviendo ms aptico, comenta que se da cuenta que todo este trabajo depende de m y de nuestras actividades.. De esta forma ambos colocan al hacer como un aspecto central para la apertura de grupos.

De esta forma, encontramos que el miedo y el temor de los hombres es un primer punto a lidiar en los futuros facilitadores, este aspecto personal es central en los hombres: si manejan de una manera creativa su miedo y los moviliza podremos observar mayor aperturas de grupos y ms compromiso, si no, estos simplemente no se abrieron como ocurri en varios de estos Estados--. Por otro lado los facilitadores indican que voluntad para hacerlo y creer en este cambio, a esto se suma un compromiso y ver la situacin de violencia. Es importante mirar que no es una situacin ni poltica, ni metodolgica lo que promueve el cambio, ms bien es una situacin de querer hacerlo donde el compromiso social se articula con el personal.

III El trabajo con la violencia masculina: la experiencia al implementar el modelo en instituciones

Aunque Hombres por la Equidad ha abierto grupos en Jalisco, San Luis Potos, Colima, Coahuila, Veracruz, Puebla, el D.F. con base a diversas alianzas con Instituciones Pblicas y Organizaciones Civiles, en este apartado hablaremos de la experiencia en el D.F., pues es la experiencia ms documentada y que hemos evaluado ms. Este apartado se construye con base a tres experiencias. En el ao del 2002 se realiz capacitacin a las Unidades de Prevencin y Atencin a la Violencia Familiar (UAPVIF) del Distrito Federal en el PHRSV, En los aos 2003 y en el ao 2005 asistimos a las Unidades. En el aos 2003 en el marco de un proyecto de seguimiento a los grupos de reflexin, y en el ao 2005 en el marco de la construccin de indicadores para el Observatorio ciudadano de Violencia de Gnero.

Cabe sealar que las UAPVIF atienden en el D.F. la violencia familiar por mandato de la la Ley de Tencin y Prevencin de la Violencia en el D.F. Hay una en cada Delegacin y en todas se implementaron grupos de reflexin para hombres. Cabe sealar que los grupos del PHRSV llegaban a complementar los servicios teraputicos, legales y de trabajo social que las Unidades que estaban brindando. En ambas ocasiones obtuvimos informacin que consideramos importante compartir en este espacio, pues nos permite aprender sobre dificultades y aciertos para mejorar la atencin. En el aos 2003 se realizaron 10 reuniones con personal de las UAPVIF se realizaron 35 visitas a las mismas. Cules fueron las problemticas que encontramos de parte de las y los facilitadores? (cabe sealar que aoproximadamente el 80% de las facilitadotas son mujeres, y el 1005 del personal son psiclogas/os).

En primer lugar hay que destacar que las y los funcionarios destacaron que hay temor en el trabajo con hombres de parte de las y los funcionarios. Esto es un funcionario comentaba: un da trabaje con l el enojo y pens que iba encima. Otra funcionaria seala que un da le sealo a un hombre que necesitaba orientacin psiquitrica y ste comenz a demandarle ms y ms, despus dejo de ir, y despus el hombre le dijo a la funcionaria que l no quiere perder la objetividad y desde entonces no ha ido. A esto la funcionaria seala que que milagro que no ha venido. Otra funcionaria seala: Me da miedo que me vaya a esperar en el parque.

Por otra parte, las y los funcionarios sealan que hay dudas sobre las tcnicas del PHRSV, pues se considera que hay que estar al ritmo de los hombres, o se manifestaron dudas con las tcnicas ms complejas del modelo como el trabajo vivencial II (revelacin) o los conceptos ms dolorosos para los hombres como el de riesgo fatal. Asimismo, se manifest dificultad para aplicar tcnicas que profundizarn en la experiencia de dolor de los hombres. Otro problema en torno a las tcnicas es la apertura de la experiencia personal. Las y los psiclogos/as sealan que en los grupos no pueden hablar de lo personal, pues esta puede ser una arma que se usa contra nosotras, por lo que se debe ser cuidadoso. Sin embargo, sobre todos los psiclogos hombres sealan que esto puede ser un punto de empata con los hombres, pues dicen: no estoy solo. As se reconoce que abrir lo personal frente al grupo tiene 2 filos y varia de acuerdo al gnero de quien lo hace, al grado de confianza con el grupo y a cada uno de los asistentes, pues con algunos hombres no es posible abrir cosas personales, con otros si es un arte ponerse uno como ejemplo.

Hay que diferenciar de hombre a hombre con unos si y con otros no se puede abrir mucho. Tambin uno regula la apertura personal, El mismo grupo se espejea cuando uno abre como mujer la experiencia persona, sin embargo hay hombres que la usan y atacan. Si tiene que ver mucho la psicologa femenina o masculina. (psicloga de UAPVIF)

Sin embargo, al profundizar sobre estas dudas se encontr que hay dificultad para implementar estas tcnicas ms vivenciales porque pueden ser motivos para que los hombres se enojen, se molesten o se enojen. As podramos decir que posiblemente el motivo detrs de la dificultad para aplicar la tcnica es ms el miedo al enojo y la violencia de los hombres.

Por otra parte, las y los funcionarios sealan que hay problemticas personales de los hombres que dificultan el trabajo en el PHRSV, por ejemplo algunos funcionarios/as sealaban que muchos hombres llegan con dolor y mucha soledad debido a que su relacin de pareja a terminado o a los actos que han cometido. Sealan que habra que trabajar el duelo de los hombres, pues no solo afecta la autoestima de los hombres, sino que les permite reconocer ms su vulnerabilidad, y frecuentemente los hombres no quieren sentirla y el grupo lo apoya a sentir. Otro tema relevante con relacin a los hombres fue la soledad de estos: una funcionaria seala: Un hombre insiste en buscar a su pareja pues se siente mal de que ella ya no este. El quiere que ella regrese y eso es violencia. El no sabe que hacer y yo le digo que ya termin la relacin. Dicen que no, que no es lo mismo la separacin y la muerte de un familiar. De hecho algunos funcionarios narran que hay hombres que dicen que la prefiero ver muerta a separarme y la golpean. Otro funcionario/a seala que Hay hombres que nunca se mueven de una actitud defensiva y que no van a cambiar sus ideas y valores. Uno les presenta una alternativa y es su decisin no moverse. Puede ser desgastante confrontar y se termino pidindole que fuera al grupo.

Hay otro cuarto aspecto a destacar, y son aquellos que se refieren a la seguridad en el trabajo con hombres, pues aunque llega a haber policas, se sealan que los hombres llegan enojados, y maltratan desde la trabajadora social, al abogado y hasta a la psicloga. De esta forma, es importante destacar que hay que aumentar las medidas de seguridad para los hombres. Sin embargo, la estrategia que se ha seguido es la de canalizar a los hombres con las y los psiclogos/as en caso de que estos se vena muy molestos, y stos con abse a determinadas tcnicas manejan el malestar de los hombres. Por otro lado se enfatiza la necesidad de contar con seguridad para el grupo y sobre todo para las facilitadoras, as como dar la informacin a los hombres desde que se inicia.

Otro aspecto a destacar es el seguimiento. Esto es, las y los funcionarios/as sealan que: fue importante que el facilitador de Coriac les hablar de cosas personales, muy de l, eso fue bueno, los otros hombres se sensibilizaron. Ellos reflexionaron sobre su propia violencia, un asistente estaba muy a la defensiva, y la revelacin tambin le gust. Tambin se coment que despus de una visita de seguimiento Me gust, y vi al final la revelacin como el chavo detect las seales, es bueno que se le confrontara.. Sobre otra visita se coment que Fue muy impactante decir nombres y mensajes muy puntuales. Nosotros ya habamos dicho lo mismo y no escuchan, se estn gestando relaciones de poder en el grupo. 3 de ellos estn muy coludidos y su violencia no ha bajado. En este sentido se seala que la visita logr confrontar esas formas de alianzas masculinas. En otra unidad se seala que de 5 solo 2 se animaron a expresar sus opiniones y sentimientos. Hay un hombre que se qued pensativo. Y seala la funcionarias que eso no haba pasado mucho. En otra que se seala que A los seores los motivo ms. Varios puntos fueron importantes. El grupo fue nuevo y en general fue muy centrado.

Se seala que hay una relacin entre los aspectos legales que maneja la UAPVIF y los hombres. Sealan varios aspectos en este sentido: i) si l esta enojado arremete contra las y los funcionarios del rea legal y ello afecta el desarrollo del proceso legal mismo; ii) pero, por otra parte, si l tiene miedo manipula, se hace la victima y en general intenta llegar a un acuerdo con su pareja, pero se seala que usualmente no lo cumple, pues solo lo acepto por miedo a la Unidad; iii) Asimismo, se seala que hay relaciones con hombres que han estado en la crcel, y que la disposicin de estos es diferente, pues son hombres que dicen que tienen miedo de ir a la crcel. Hay preocupacin de s no voy me van a castigar. Pero que hay preocupacin de parte de las y los funcionarios/as sobre la relacin con grupos de delincuencia organizada. iv) Al parecer es usual que se llegue a presionar a los hombres que hay consecuencias legales si no van a los grupos. Sin embargo, una psicloga seala que ya habl con el rea legal para que nos manden gente, pero me he dado cuenta que les maltratan mucho y si veo diferencia entre abogados y abogados. El rea legal no es la va para que lleguen. De esta forma, hay consenso que si bien puede llegar a funcionar, en realidad lo mejor es que los hombres lleguen por su propia voluntad. As, algunos hombres aceptan ir, pero las psiclogas/os sealan que ese es el primer paso, pues el trabajo ms fuerte es el retenerlos en estos. De esta forma, se seala que el proceso legal puede ser tanto una ventaja como un impedimento, pero que en general ayuda en el proceso de confrontar la violencia masculina.

Finalmente, una problemtica frecuente es la asistencia de los hombres a los grupos. Se seala que nuestro grupo esta agonizando, tenemos tres, les esta costando trabajo, los otros 2 si van. Comenzaron a llegar tambin tarde y si han estado asistiendo a la hora. De los dos unos es muy inestable su participacin. Otro hombre lleg en terapia individual y tena mucho avance no sabemos si el grupo dure hasta diciembre. Uno dicen que s se compromete. En el grupo teraputico son 6, pero tambin hay mucha desercin otro/a funcionario/a seala: Tenamos un grupo de 4 o 5 personas, pero desde hace un mes ya no hay nadie, en la primera confrontacin dejaron de ir, no es algo sper frecuente, pero se van.. De hecho, para disminuir esta desercin las y los funcionarios/as hacen diversas estrategias entre diversas formas de intervencin: Un hombre que se le sugiri ir a un proceso psicolgico y al de reflexin no pudo y ello afecto al grupo de 1er nivel. Los ms adelantados de 2do se van, y otros con menos trabajo se quedaron. Sin embargo uno regres y entro al de reflexin. Este hombre era importante porque entraba y sala. Hubo sesiones slo de dos hombres. Pensamos que la rotacin del personal de la Unidad puede afectar. Pensamos seguir del teraputico al de reflexin y como no podemos abrir uno nuevo teraputico, el grupo tal vez se va a mantener, pero quien sabe nosotros..

En este sentido, se seala que ha habido mucha rotacin de personal que le a afectado a los grupos: Ha habido tres cambios de psiclogos, por lo cual se ha empantanado en 10 los hombres que asisten, y nuevos casi no hay. Asimismo que las condiciones de algunas Unidades podra ser otro factor: Otro comentario fue que hay hombres que llegan a la UAPVIF o a terapia individual pero al grupo no llegan por las condiciones de la UAPVIFS, no hay luz, no hay instalaciones, y eso tambin les afecta.".

Finalmente, y en cuanto a los resultados del segundo proyecto, en el ao 2005, al buscar elaborar indicadores para la atencin a los hombres violentos dentro de estas Unidades con el fin de construir el Observatorio Ciudadano de Violencia de Gnero en el Distrito Federal, nos reunimos con trabajadores/as sociales, abogadas/os y psiclogas/os de las UAPVIF. Una de las tcnicas aplicadas fue la TKJ que permite identificar problemticas en diversos procesos, y construir indicadores desde la propia experiencia de quienes estn realizando la actividad a monitorear o evaluar.

Las y los funcionarios sealaron los siguientes problemas como ms frecuentes en la atencin a la violencia masculina. Se presentan de las ms mencionadas, a las menos (aquellas que no tienen son porque se mencionaron solo una vez):

Area: Problemticas relacionadas a los hombres agresores:

-Enojo por haber recibido el citatorio y minimice o niegue los hechos de violencia (12 menciones)

-Otras caractersticas de los probables generadores al ser atendidos en las APVIF por profesionales (6 mensiones)

-Negacin de la violencia que ejerce el probable generador (4 menciones)

-Se piensa que las UAPVIF son apoyo a la mujer y hay enojo (3 menciones)

-No aceptacin de la terapia o resistencia a acudir (4 menciones)

-No aceptacin de apoyo Psicolgico

-Desercin del proceso teraputico

-Falta de tiempo

Area: Problemticas relacionadas a la Institucin:

-Las lagunas jurdicas de ley (9 menciones)

-Falta de sanciones (5 menciones)

-El trmino de generador (5 menciones)

-Medidas de seguridad para el personal (4 menciones)

-Las limitaciones legales para que el generador comparezca (2 menciones)

-Falta de capacitacin del personal de las UAPVIF

-Dificultad para la entrega de citatorios o no hay coordinacin con seguridad pblica (2 menciones)

-Diseo inadecuado de los instrumentos de entrevista en trabajo social

-La desconfianza a la autoridad

-No hay suficientes Psiclogos

-Procedimiento interno de las uavif

Como podemos observar desde la experiencia de las y los funcionarios, los principales problemas en la atencin a los hombres son dos, aquellos que se refieren a los hombres mismos, y aquellos relacionados con la institucin. Como podemos ver, el primer problema de los hombres es el enojo, en un primer momento frecuentemente los hombres llegan molestos porque es la polica quien les entrega el informe, pero de fondo los hombres llegan molestos porque ella ha hecho algo para salir del control, pues el citatorio es producto de la demanda que ella levanta. Despus tenemos otras creencias e ideas que molestan a los hombres en torno a las UAPVIF, al servicio, y en general la no aceptacin del servicio, y la desercin del mismo.

Asimismo, estn las dificultades de la UAPVIF para atender a estos hombres. En general el aspecto legal es la que ms los limita (lagunazas legales, sanciones), y despus tanto la terminologa los pone en riesgo, como la falta de medidas de seguridad. Despus de esto se dan una cascada de problemas como falta de capacitacin, problemas con los procedimientos de atencin, la entrega del citatorio, con del ejercicio del poder hacia los hombres y falta de confianza hacia la autoridad.

Ahora veamos las opciones que dan las mismas/os funcionarios a estas problemticas:

Habilidades de las Funcionarios/as

La escucha como factor importante de la atencin a los probables generadores (8 menciones)

Informacin bsica al usuario (6 mensiones)

Habilidades y estrategias que utilizan los profesionistas al atender a los probables generadores con el fin de facilitar el procedimiento (6 mensiones)

No juzgar ni etiquetar (4 mensiones)

Explicar los procedimientos generales y servicios de la UAPVIF (reas) (4 menciones)

Sensibilizacin al usuario (3 menciones)

Indagar en recursos y habilidades personales (3 menciones)

Explicar procedimientos legales con respecto a la violencia (3 menciones)

Explicar al usuario el objetivo de la atencin Psicolgica (3 menciones)

Explicacin de sanciones jurdicas (3 menciones)

Empalizar con ellos (3 menciones)

Habilidades profesionales (2 menciones)

La importancia de estar en grupo teraputico

Brindar alternativas de solucin

Promocin y difusin de servicios por los probables generadores

Consientizacin de la repeticin de esquemas de violencia

Soluciones Institucionales

La atencin Psicolgica (3 menciones)

Los recursos del equipo (2 menciones)

Capacitacin (2 menciones)

Trabajo interinstitucional como estrategia de equipo

Seguridad

Mejorar el procedimiento de la Unidad

Como podemos observar las y los servidores/as de la UAPVIF dan como soluciones principalmente el tener mas habilidades para mejorar el servicio. Escuchar, informar, xplicar, sensibilizar, etc. llama la atencin que muchas de estas soluciones reproducen roles de gnero tradicionales de las mujeres, y habra que ver si no se requieren mas soluciones institucionales, pues estas son mnimas a pesar de que ellos las identifican arriba como violencia. De hecho, preocuparia que ellas y ellos centraran solo en sus personas la solucin a un problema que las y los rebasa.

As podemos ver que el enojo de los hombres es un elemento central que dificulta la atencin en las Unidades. Despus de esto hay aspectos psicolgicos de los mismos, que seguramente tienen que ver con la forma en la manifiestan sus sentimientos. Despus se identifican diversas problemticas de Unidades, pero en estas destacan las cuestiones legales, el manejo de las tcnicas y estrategias de intervencin que est relacionada con la capacitacin, la seguridad en las Unidades, y finalmente las condiciones de las mismas. De esta forma, podemos decir que entre mejores condiciones legales que den herramientas a las y los funcionarios, y con ms capacitacin, condiciones de trabajo y mejores procedimientos de intervencin, ser posible mejorar la atencin a los hombres violentos, y lidiar con su enojo.

V Conclusiones

El proceso de capacitacin y la apertura de grupos de reflexin de hombres permiti muchas experiencias donde consideramos que todos tenemos que aprender tanto en el arranque de los mismos, como en su seguimiento. Las siguientes son nuestras principales conclusiones:

Los hombres que se acercaron y/o sensibilizaron en torno al tema de violencia familiar, y que despus mostraron disposicin para abrir grupos de reflexin, son personas que se encuentran en bsqueda de nuevos significados para su vida. El acercamiento al tema de la violencia familiar y en particular el compromiso por abrir grupos para hombres hizo que muchas de sus dudas y preguntas sobre su vida fueran planteadas con mayor fuerza y, en algunos casos entraran en crisis. Esta permiti o bien la inmovilizacin de los hombres y la no apertura de grupos de reflexin, o la movilizacin de los hombres y la apertura de estos grupos.

Los hombres presentan ms obstculos personales para la apertura de grupos, que impedimentos sociales. Debido a ello, se puede afirmar que para que los hombres deseen integrarse a este tipo de trabajo deben vencer primero miedos, dudas, temores, etctera de ndole personal ms que problemas de tipos social. Dentro de los problemas de tipo personal son los relacionados con ellos mismos (La ausencia de poder en los hombres, Los temores a la querencia entre hombres y La suficiencia masculina), y los relacionados con las mujeres (Amplificacin de los problemas con la pareja y Silencio masculino ante el movimiento de mujeres), los que destacan como ms importantes. As, los principales limitantes de los hombres para abrir grupos de reflexin son las limitantes personales sobre su vida, y no las dificultades social o institucional. Sin embargo, una vez que se han superado ambas, se potencias tanto las capacidades individuales para afrontar problemticas personales, como nuevas herramientas y actitudes para enfrentar problemas en la vida social.

Los facilitadores para abrir grupos de reflexin son de ndole ms personal que social. Ello demuestra que los hombres s pueden comprometerse con este trabajo siempre y cuando decidan superar estas problemticas. Para ello destacan como importantes un profundo trabajo personal sobre lo que significa el tema de la violencia masculina para ellos (Creer en el cambio, Reconocer el impacto de este trabajo en la vida y Hacer algo), y la capacidad de tener y generar contactos con otros seres queridos que los hombres consideren importantes (El contacto con los hombres, Nuevas relaciones con seres importantes, Mantener el contacto en el grupo coordinador). Estos elementos, ayudan a romper los temores y miedos para iniciar este tipo de trabajo. Asimismo, el que hombres tengan cambios no solo en su vida con su pareja y los hijos/as, sino adems a nivel personal, y en otros vnculos con la familia extendida y la actividad laboral, les prmite abordar estos temas.

El vnculo con las mujeres es sumamente importante para los hombres. Ya sea desde la mirada crtica por lo que no se ha cumplido, o por el afecto y apoyo por lo realizado. Las mujeres como movimiento o como pareja, son importantes para los hombres. Esta importancia va de la mano con el temor a ellas: con la pareja a abrirse mucho, o con el movimiento de mujeres a ser slo sombra de los que las mujeres han avanzado. Consideramos que con el tiempo y el trabajo los hombres encontraremos nuestro lugar en este tema. Hasta el momento ste se ubica en el trabajo personal de la violencia, el trabajo con la violencia masculina de otros hombres y la exploracin de otros temas de masculinidad en talleres y plticas.

Por otro lado las dificultades que encontramos en las UAPVIF se ubican ms desde sus funcionarios/asen los hombres, y estos son sobre todo de ndole emocional. Asimismo, las dificultades internas relacionadas con la ausencia de una legislacin que los apoye, formacin y otras condiciones de trabajo como la seguridad y carga de trabajo son relevantes. Al parecer, entre ms segura es una institucin, y ms claros tienen los procesos de intervencvin, mejor se puede intervenir con hombres violentos en las UAPVIF.

Por otro lado las soluciones que brindas las UAPVIF reproducen mucho los roles de gnero, y ello puede vulnerar a las y los trabajadores. Habra que dar ms apoyo institucional a estas y estos para enfrentar la violencia masculina.

En ambos casos, las instituciones y las personas que conviven con los hombres en los centros de trabajo pueden convertirse o bien en serios obstculos para realizar la apertura de grupos, o bien facilitadores para impulsarlos. Ello confirma la tesis de que para realizar este trabajo lo importante son personas sensibles que deseen desarrollar el tema, cion mucho trabajo personal y manejo adecuado de su ejercicio de violencia y sus experiencias de dolor. Sin embargo, en ambos casos la solucin de problemas personales son ms importantes que los obstculos o facilitadores institucionales.

Hombres por la Equidad considera que su papel con las y los facilitadores que ha formado es central, sin embargo tambin reconocemos que no siempre hay condiciones para un adecuado seguimiento. Nosotros hemos estado brindando un acompamiento a veces ms lejano, y otras ms cercano, el reto para Hombres por la Equidad es no convertirse en un vnculo paterno que resuelva todos los problemas de los hombres, ni tampoco en una institucin fra e instrumental que se acerque a los hombres slo cuando requiere algo. Este equilibrio es el mismo que los hombres experimentan en su vida afectiva con otros hombres. Consideramos que lo lograremos en la medida en que resolvamos la forma personal en que construimos vnculos afectivos con otros hombres.

Cmo considerar el xito del proyecto en el trabajo con hombres? Considero que la apertura de los grupos de reflexin no debiera convertirse en el indicador de xito de la participacin de los hombres en el proyecto. El indicador de xito consistira en el grado de avance de dos procesos: el primer aspecto se encuentra vinculado con el grado de trabajo y reflexin personales sobre la propia violencia. Y el cuestionamiento de creencias machistas sobre la forma de relacionarse hombres y mujeres. El segundo aspecto debiera estar relacionado con la apertura misma de los grupos de reflexin y su permanencia, su calidad en la atencin y posteriormente su cantidad. Sin embargo, ante el panorama observado la atencin se encuentra entre el temor y enojo de funcionarios/as, hombres violentos y hombres sensibles, e instituciones que desean apoyar este trabajo, y que en algunas ocaciones no tienen ni el sistema legal o normativo, ni los recursos suficientes para hacerlo. Estos son algunos retos que deseamos superar.

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Director de Hombres por la Equidad. Centro de Intervencin con Hombres e Investigacin sobre Gnero y Masculinidades, AC correo electrnico [email protected] y espacio WEB: www.hombresporlaequidad.org.mx

A partir de esta propuesta, otras corrientes como el feminismo psicoanaltico, el marxista, el socialista y denominado de la tercera ola han incluido este eje de reflexin en sus trabajos enriquecindolos desde sus perpsectivas.

De hecho, este dolor se perpeta con la alienacin y opresin de los hombres, y ello se manifiesta en un triada de la violencia masculina. Esta seala que la violencia siempre se realiza en tres dimensiones: hacia otros hombres, otras mujeres y contra s mismos (Kaufman, 1989: 21)

La homofobia ...son actos usados por sociedades e individuos para forzar una conformidad social en torno a los roles tradicionales de los hombres, y mantener de esa forma el control social (Lehne, Gregory K. en Kimmel y Messner, 1995: 332).

Organizacin Civil pionera desde 1993 en impulsar el tema de masculinidad y violencia masculina, pero que desapareci en junio del 2006. Para mayor informacin se puede ver www.coriac.org.mx

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