FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los...

18
e FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA JUAN MANUEL COBO SUERO (*) RESUMEN. El artículo toma como contexto de referencia los Estados-nación de la Unión Europea. Se presentan tres vectores educativos por los que la formación uni- versitaria contribuye (o debe contribuir) a la educación para la ciudadanía. El primer vector es la formación de profesionales competentes y dotados de un sentido ético de la profesión. El segundo lo constituye la enseñanza-aprendizaje del sentido social de la profesión. Y el tercero lo conforman un conjunto de objetivos agrupables bajo los epígrafes de cultura tecnológica, cultura del trabajo, cultura de amplia base y forma- ción moral y social avanzada. El artículo termina con una propuesta de planteamien- to de la enseñanza-aprendizaje de estos vectores educativos en una universidad sean cuales fueren las modalidades de enseñanza (presencial, semipresencial o de aprendi- zaje electrónico) y la duración de los estudios (3, 4 ó más años). ABSTFtACT. The article takes the Nation States of the European Union as its frame of reference. Three educational vectors are presented through which university teaching contributes (or should contribute) to the education of citizens. The first vector is the training of competent professionals, endowed with an ethical sense of their profession, The second vector is the teaching and learning of the social mea- ning of their profession. And the third one is made up by a number of objectives that can be grouped together under the headings «technological culture», «work culture», «comprehensive culture», and «advanced moral and social training». The article ends with the proposal of introducing the teaching and learning of these educational vectors in a university, regardless of the teaching methods (attendance to classroom, occasional attendance or e-learning) and the duration ofstudies (3, 4 or more years). INTRODUCCIÓN En las sociedades desarrolladas actuales, los sistemas educativos han de responder a los dos grandes períodos de formación que precisamos las personas a lo largo de la vida: el período de la educación inicial y el de la formación continua. De la educación inicial se espera que proporcione a los ciudadanos y ciudada- nas una formación integral (es decir, com- pleta) para el comienzo de una vida adulta ( ') Universidad Pontificia Comillas. Madrid. Revista de Educación, núm. extraordinario (2003), pp. 359-375 359 Fecha de entrada: 01-10-2003 Fecha de aceptación: 03-11-2003

Transcript of FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los...

Page 1: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

eFORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

JUAN MANUEL COBO SUERO (*)

RESUMEN. El artículo toma como contexto de referencia los Estados-nación de laUnión Europea. Se presentan tres vectores educativos por los que la formación uni-versitaria contribuye (o debe contribuir) a la educación para la ciudadanía. El primervector es la formación de profesionales competentes y dotados de un sentido ético dela profesión. El segundo lo constituye la enseñanza-aprendizaje del sentido social dela profesión. Y el tercero lo conforman un conjunto de objetivos agrupables bajo losepígrafes de cultura tecnológica, cultura del trabajo, cultura de amplia base y forma-ción moral y social avanzada. El artículo termina con una propuesta de planteamien-to de la enseñanza-aprendizaje de estos vectores educativos en una universidad seancuales fueren las modalidades de enseñanza (presencial, semipresencial o de aprendi-zaje electrónico) y la duración de los estudios (3, 4 ó más años).

ABSTFtACT. The article takes the Nation States of the European Union as its frameof reference. Three educational vectors are presented through which universityteaching contributes (or should contribute) to the education of citizens. The firstvector is the training of competent professionals, endowed with an ethical sense oftheir profession, The second vector is the teaching and learning of the social mea-ning of their profession. And the third one is made up by a number of objectives thatcan be grouped together under the headings «technological culture», «work culture»,«comprehensive culture», and «advanced moral and social training». The articleends with the proposal of introducing the teaching and learning of these educationalvectors in a university, regardless of the teaching methods (attendance to classroom,occasional attendance or e-learning) and the duration ofstudies (3, 4 or more years).

INTRODUCCIÓN

En las sociedades desarrolladas actuales,los sistemas educativos han de responder alos dos grandes períodos de formaciónque precisamos las personas a lo largo de

la vida: el período de la educación inicial yel de la formación continua.

De la educación inicial se espera queproporcione a los ciudadanos y ciudada-nas una formación integral (es decir, com-pleta) para el comienzo de una vida adulta

( ') Universidad Pontificia Comillas. Madrid.

Revista de Educación, núm. extraordinario (2003), pp. 359-375 359Fecha de entrada: 01-10-2003 Fecha de aceptación: 03-11-2003

Page 2: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

autónoma. Una formación que deberá in-cluir, por tanto, los conocimientos cientí-ficos, técnicos, humanísticos, históricos yestéticos, las competencias y destrezas ylos valores morales y cívicos que los ciuda-danos/as van a precisar en la sociedad denuestro tiempo al comienzo de su vidaadulta autónoma en todos los ámbitos dela vida: personal, familiar, social y profe-sional'.

En cuanto a la formación continua,comprende todos los tipos de educación yformación que, supuesta la educación ini-cial, necesita cada persona a lo largo de lavida adulta2.

La formación universitaria o superiorrepresenta la culminación de la educacióninicial y tiene lugar durante los primerosaños de la vida adulta de las personas. Susaportaciones más propias a la formaciónintegral que ha de procurar el subsistemade educación inicial son la elevación de losconocimientos y de los planteamientoshumanos y sociales al nivel de adulto, laformación profesional necesaria y condu-cente a la primera inserción laboral de laspersonas y a su consiguiente autonomíaeconómica y social, y la formación para elejercicio de la ciudadanía adulta 3.

Aquí nos vamos a ocupar de este últi-mo aspecto (intrínsecamente relacionadocon los anteriores, como se verá), presen-tando los tres vectores educativos por losque la formación universitaria contribuyeprincipalmente a la educación para la ciu-dadanía.

El primer vector es la formación deprofesionales competentes y dotados de un

sentido ético de la profesión. La razón esque, en las sociedades modernas y en loque respecta a las personas que están enedad y condiciones para desarrollar unaactividad profesional, el ejercicio de laprofesión constituye la principal res-ponsabilidad y aportación del ciudada-no a la comunidad, al tiempo que se eri-ge en clave económica y social parapoder exigir sus derechos y para partici-par de los bienes y servicios que la co-munidad aporta.

Ahora bien, para que el ejercicio de laprofesión constituya la principal aporta-ción del ciudadano profesional a la comu-nidad, es necesario que desempeñe su ta-rea con sentido ético. Qué quiere deciresto? Toda profesión tiene como fin de suactividad proporcionar un bien (servicio oproducto) necesario o conveniente paralos demás ciudadanos y la sociedad; porconsiguiente, las profesiones y la actividadde los profesionales poseen el sentido éticoque les proporciona su fin, el bien queaportan o procuran.

Un sentido ético que conlleva y exi-ge, lógicamente, la utilización adecuada yresponsable de los conocimientos y des-trezas propios de la profesión para aque-llo para lo que los tiene el profesional,para aportar el bien correspondiente a suprofesión (no para otros fines dañinos oespurios), así como también que el profe-sional proceda en el desempeño de su ac-tividad con respeto a los derechos huma-nos de todos y a la justicia. Es decir, unsentido ético que conlleva y exige proce-der con ética profesional.

(1) Cf. Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LoGsE), 1990, articulo 2, 3. a).

(2) Un cuadro con los tramos educativos y contenidos, tipos de enseñanza-aprendizaje, modalidades,agentes educativos y financiación en ambos estadios puede verse en mi artículo «Mundo pobre y mundo prós-pero ante la educación del futuro», en Revista de Educación, número extraordinario 2002, p. 113.

(3) Otros estudiantes terminan su formación inicial con la firmación profesional bien a nivel de enseñan-zas medias, bien a nivel de educación postsecundaria. Por eso, es claro que los objetivos y planteamientos que aquíse hacen son válidos también para ellos, lógicamente con las adaptaciones pertinentes atendidos el nivel de co-nocimientos, la edad y la función social que han de ejercer profesionalmente.

360

Page 3: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

Así, pues, para el buen ejercicio profe-sional no basta la competencia: es necesariatambién una utilización adecuada de esacompetencia, es necesaria la ética profesio-nal. Por eso, la responsabilidad de la forma-ción universitaria es doble en este punto:es, por una parte, formar profesionales com-petentes, y es, por otra, promover el apren-dizaje del sentido ético de laprofesión y de suconcreción en la ética profesional.

El segundo vector por el que la forma-ción universitaria ha de contribuir a laeducación del ciudadano viene dado porel eje de la enseñanza-aprendizaje del sen-tido social de la profesión.

Un sentido social que tiene su funda-mento primero en el hecho de que, si todaprofesión tiene como fin aportar algúnbien (servicio o producto) necesario oconveniente para los demás ciudadanos ypara la sociedad, quiere decirse que todaprofesión ejerce con su actividad unafim-ción social. Pero que lleva el cumplimientode esta función social hasta sus últimasconsecuencias. Por ejemplo, hasta el com-promiso en su caso con la solución de losproblemas de exclusión social en el ámbi-to de actividad de la profesión, como severá, o hasta la aceptación de determina-das interpelaciones de la ética civil al pro-fesional a veces de un cumplimiento meri-torio.

Finalmente, el tercer vector universita-rio de educación para la ciudadanía loconstituyen otras aportaciones educativasque no deben faltar en la formación supe-rior actual. De ellas, unas, al contribuir ala formación integral como persona delprofesional, potencian también su actua-ción como ciudadano, mientras que otrasintroducen a los estudiantes directamenteen aspectos relevantes de la ciudadanía ac-tual, como pueden ser la sociedad del co-nocimiento y la cultura tecnológica, lacultura actual del trabajo o la convivenciaen sociedades multiculturales.

Y termino esta introducción con dosobservaciones importantes. La primera,

que los vectores educativos propuestos tie-nen en sí mismos un valor y un sentidomuy profundos. Así, la competencia pro-fesional y el sentido ético y el sentido so-cial de la profesión conforman el éthos (elcarácter, la manera de ser) propio de cadaprofesión y hacen del ejercicio profesionaluna fuente de vivencias de realización per-sonal y de experiencias de sentido.

Y la segunda, que entendemos que laformación universitaria que aquí se proponey la consiguiente educación para la ciudada-nía deben estar presentes en la formaciónuniversitaria sea cual fuera la modalidad enque se imparte —presencial, semipresencial ode aprendizaje electrónico—y su duración (3,4 ó más años).

PROFESIÓN Y CIUDADANÍAEN EUROPA-XXI

Pero antes de entrar en tema parece conve-niente precisar el contexto histórico concretopara el que pensamos la formación universi-taria y la educación para la ciudadanía, yaque tanto la realidad y los conceptos de pro-fesión y profesional como los de ciudadanía yciudadano/a son históricos, es decir, intrín-secamente relacionados con los contextossociales y culturales y con los momentos yeventos más importantes vividos o partici-pados por la sociedad en que se consideran.

Así, es clara, por ejemplo, la evoluciónexperimentada en la formación requeriday en el ejercicio de las profesiones liberalesen las sociedades agrarias, en las socieda-des industriales y en la incoada sociedaddel conocimiento, y no parece que se pue-da y deba concebir la educación y prácticade la ciudadanía exactamente de la mismaforma en la Unión Europea, el mundoárabe o los países subsaharianos.

En nuestro caso, este contexto lo cons-tituyen en primer término los Estados-na-ción de la Unión Europea, unos Estados queparticipan de los grandes acontecimientoshistóricos de finales del siglo >o( y comienzos

361

Page 4: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

del xm: globalización, tránsito a la sociedaddel conocimiento, inmigraciones y consi-guiente instauración de sociedades crecien-temente multiculturales... Y que están pro-tagonizando también otros eventos de grancado y transcendencia histórica: la crisis delos Estados del bienestar social y los consi-guientes problemas para la cohesión social,y los procesos de constitución, unión y am-pliación de la Unión Europea.

Creo que es una elección obvia en nues-tro caso por ser el que más interesa a los lec-tores españoles de la Revista de Educación,por constituir un posible término de com-paración o referencia para los países de loslectores latinoamericanos de la revista y por-que, a pesar de las debilidades que presentanlos Estados-nación (dificultad para la auto-nomía económica y política en un mundocrecientemente globalizado y problemáticasnacionales en algunos casos), siguen consti-tuyendo el contexto inmediato del ejerciciode las profesiones y también el contexto másrealista de la ciudadanía.

En este último tema, hay que tener encuenta que los Estados-nación —con o sin laparticipación de otros componentes intrín-secos: por ejemplo, los «länder» en Alema-nia o las nacionalidades y demás comunida-des autónomas en España— constituyen elespacio social real en que se plantean y hande resolver los problemas de participación oexclusión de la ciudadanía. Además deconstituir el analogado principal para otras

conceptualizaciones de la ciudadanía, comoson las ciudadanías más locales (regionales ode ciudades) y otras más recientes y en cons-trucción (ciudadanía europea, ciudadanosdel mundo, ciudadanía en la sociedades delconocimiento).

PROFESIÓN Y PROFESIONAL

Comenzando, pues, por los conceptos deprofesión y profesionaL es de notar que enOccidente las profesiones (en sentido mo-derno) constituyen un tema que ha intere-sado primero en medios religiosos, sobretodo en el mundo protestante4 . Después, alos sociólogos (Durkheim, Weber, Parson,J. Martín-Moreno, A. de Miguel...), quefueron clarificando a lo largo del siglo xxuna noción de profesión muy 'definida en susrasgos principales. Y más recientemente alos filósofos, que han enriquecido la no-ción con sus reflexiones tanto por relacióncon los actores (los profesionales) comodesde la perspectiva del sentido y funcionessociales de las profesiones.

La noción que aquí proponemos esmás compleja, porque, además de tener encuenta esta tradición y noción, matiza as-pectos e introduce perspectivas y proble-máticas nuevas que subsiguen a los rápidosprocesos y cambios vividos por las socieda-des modernas en el último tercio del si-glo xx6. Así, entendemos por profesión al

(4) »Como nos recuerda Max Weber, los términos Berufy calling, que traducimos como «profesión», na-cen con las traducciones protestantes de la Biblia, pero no tanto del espíritu del texto original como del espíritudel traductor. La profesión es la misión impuesta por Dios a cada uno de los hombres, la tarea que les encomien-da en el mundo...» (Adela Cortina [2000]: «Presentación. El sentido de las profesiones», en A. Cortina; J. Conill(Dirs.): 10 palabras clave en ¿cica de las profesiones. Estella [Navarra], Ed. Verbo Divino, p. 18). Es de notar quetanto Beruf(alemán) como colling (inglés) significan originariamente «llamada», «vocación».

(5) En esta tradición, A. Hortal (2002) define las profesiones como actividades ocupacionales caracteri-zadas por: a) prestar un servicio específico a la sociedad; b) los profesionales se dedican a ellas de forma estable yobtienen así su medio de vida; c) el colectivo trata de obtener el control monopolístico sobre el ejercicio de laprofesión; d) se accede a ellas tras un largo proceso de capacitación teórica y práctica, de la que depende la licen-cia para ejercer la profesión. (Ética General de las Profesiones. Bilbao, Desclée, p. 51.

(6) Sigo básicamente (aunque con algún añadido) la noción propuesta en J. M. Cobo: Ética Profesionalen Ciencias Humanas y Sociales. Madrid. Huerga y Fierro, 2001, pp. 16-19 y 127 y s.

362

Page 5: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

inicio del siglo xxi y en el contexto de laUnión Europea:

—Una actividad que ocupa de formaestable (con las matizaciones que sehacen en el último punto) a un gru-po de personas en la producción deunos determinados bienes o serviciosnecesarios o convenientes para la so-ciedad.

—Una actividad cuyo correcto desem-peño requiere en los profesionalescompetencia y ética. Es decir, requiere:

a) Unos conocimientos teóricos yprácticos, competenci as y destrezaspropios y necesarios para ejercerla profesión (competencia), querequieren una formación especi-fica inicial y continua (con lasmatizaciones que se hacen tam-bién en el último punto).

b) Y un uso de esta competenciaen el ejercicio profesional ade-cuado (para el bien o serviciopropio de la profesión, no parafines dañinos o espurios), res-ponsable, respetuoso de los de-rechos humanos y acorde con lajusticia. Es decir, un uso de lacompetencia ejercido con éticaprofesional.

Una actividad con cuyo desempeñoobtienen, además, los profesionalescorrespondientes (las personas quese dedican a ella):

a) Su medio de vida, es decir, losrecursos económicos necesariospara la vida propia y, en su caso,de la familia.

b) Una forma y estilo de vida pro-pios.. status social, éthos (carácter,manera de ser) propio de laprofesión, sentimientos de per-tenencia e identidad sociales conel colectivo profesional, corpo-rativismo correspondiente y

sentimiento de realización pro-fesional (sobre todo, cuando laprofesión responde a la voca-ción).

c) Su principal participación yaportación ciudadanas, ya quecon el desempeño de su activi-dad profesional proporcionan alos demás ciudadanos unos bie-nes o servicios específicos.

d) Y su capacitación básica para elejercicio de sus restantes derechosy deberes ciudadanos, en cuantoque el ejercicio profesionalaporta la base económica, socialy cultural desde la que el profe-sional puede participar en laconstrucción política y social,exigir sus derechos, participarde los bienes y servicios comu-nes, y contribuir a la soluciónde los problemas sociales.

— Una actividad que, al ejercer lasprofesiones una función social, enlos países con un cierto grado de de-sarrollo es regulada por lo generalsocial o legalmente en lo referente a:

La formación específica necesariapara ejercer la profesión.La protección de los clientes ousuarios frente a incumpli-mientos o abusos de los profe-sionales.Y la defensa de los derechos de losprofesionales (por ejemplo,frente al intrusismo en el ejerci-cio profesional de personas sinla cualificación requerida). Pro-tección y defensa que se realizapor un doble camino de derechopúblico: el de la jurisprudencia yel asociativo (colegios y asocia-ciones profesionales y, en sucaso, sindicatos). Este segundocamino es lógico, ya que nadieconoce mejor que los propios

a)

b)

c)

363

Page 6: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

profesionales sus derechos y susobligaciones, pero tropieza aveces con los problemas quepuede suscitar en ambos planosun corporativismo exagerado'.

Y una actividad, en fin, cuya praxisy vivencia se han problematizadomucho para sectores cada vez másamplios de la población como con-secuencia de las rápidas y profun-das transformaciones económicas,tecnológicas y sociales en curso:sustitución casi universal del ejer-cicio liberal de muchas profesionespor el trabajo en organizaciones lo-cales, estatales o internacionales(organismos oficiales, empresas detodo tipo y tamaños, otras organi-zaciones), problemas de empleo (tar-danza en acceder al primer empleo,desajuste ocupacional, inestabili-dad laboral, cambios de empleo,desempleo), tránsito a la sociedaddel conocimiento, efectos varios dela globalización y constitución desociedades crecientemente multi-culturales.

Transformaciones que afectan a laidentidad profesional de muchas personas,y que obligan a revisar la formación inicialde las titulaciones superiores, a plantearineludiblemente la formación continua y aintegrar en los subsistemas educativos su-perior y de formación continua el aprendi-zaje electrónico.

CIUDADANÍA, CIUDADANO/AY EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

En el mismo contexto de los Estados-na-ción de la Unión Europea, por ciudadaníaentendemos una forma de convivencia,pertenencia y participación sociales de losciudadanos/as, que estructuran los si-guientes factores principales':

• Un status legal estatal que establece,garantiza y faculta para ejercer susderechos y responsabilidades a losciudadanos/as.

—Un grado de desarrollo humanoen la sociedad y unas estructuraseconómicas, sociales y políticas quehacen posible el ejercicio de esosderechos y responsabilidades.

—Un sentido de pertenencia e iden-tidad de los ciudadanos con esasociedad, en base al conjunto devínculos cívicos creados por laparticipación política, económi-ca, social y cultural y por las res-ponsabilidades compartidas.

— Y una educación de los ciudada-nos para el ejercicio de esos dere-chos y responsabilidades.

En lo que respecta a los principales de-rechos y responsabilidades de los ciudada-nos, pueden distinguirse los siguientes:

a) Derechos y responsabilidades polí-ticos: a participar en asociacionespolíticas y en la construcción de la

(7) La legislación española procura atender a todos los aspectos mencionados. Así, la Constitución Espa-ñola establece en su artículo 36: «La ley regulará las peculiaridades propias del régimen jurídico de los colegiosprofesionales y el ejercicio de las profesiones tituladas. La estructura interna y el funcionamiento de los colegiosdeberá ser democrático.,

Y la Ley de Colegios Profesionales (1974...) encomienda a los colegios profesionales: «Ordenar en el ámbitode su competencia la actividad profesional de los colegiados, velando por la ética y dignidad profesional y por elrespeto debido a los derechos de los particulares, y ejercer la facultad disciplinaria en el orden profesional y cole-gial» (art. 5, i).

Por eso, en las profesiones que disponen de Colegio Profesional es normalmente el Colegio el que promue-ve y promulga el Código Ético o Deontológico profesional.

(8) Utilizamos aquí el concepto propuesto en la Presentación de este Número Extraordinario 2003.

364

Page 7: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

sociedad política en general; a ele-gir, delegar y ser elegidos demo-cráticamente; a la paz.

b) Derecho a la protección legal y porla justicia (el poder judicial).

c) Derechos sociales: derecho al traba-jo (o rentas en su caso), a educa-ción, a atención sanitaria, a vivien-da, a participar en la sociedad delconocimiento y a beneficiarse delas prestaciones y servicios sociales.

d) Derechos individuales y culturales:al respeto a la identidad personal ycultural (género, raza, cultura, re-ligión).

e) Derecho al ejercicio de las liberta-des de expresión, de asociación yde iniciativa económica y social.Responsabilidades en la construc-ción social mediante la participa-ción, con autonomía y libertad, enasociaciones y otros escenarios dela sociedad: civil, con finalidades:

a) De atención a asuntos públicosy de búsqueda del bien común:acciones de inclusión social,de desarrollo económico, deuso social de las nuevas TIC, dedesarrollo intercultural, decultura medioambiental, deinterés local o vecinal...

b) Corporativas: en sindicatos,colegios y asociaciones profe-sionales...

c) Solidarias: intraestatales, decooperación internacional.

d) Culturales, deportivas, deocio...

e) De construcción de la ciuda-danía europea y mundial.

Como se puede apreciar, la ciudada-nía en los Estados-nación de la Unión Eu-ropea es una realidad muy compleja y dela que no todos los ciudadanos participanen plenitud. De hecho, el modelo de ciu-dadanía presentado permite clasificar a los

ciudadanos de estos países en una escalade participación, que va desde sectores so-ciales muy integrados y realizados en laciudadanía, hasta otros sectores de perso-nas excluidas de la participación en unos uotros aspectos más o menos fundamenta-les de ella y, en casos, hasta niveles huma-namente extremos.

Y en lo que respecta a la educación, lahemos incluido en el concepto de ciuda-danía porque la riqueza y complejidad deésta y las competencias que se precisan parasu ejercicio hacen de la educación para laciudadanía una necesidad ciudadana y,por lo mismo, un elemento constitutivode la misma.

Piénsese, por ejemplo, en la necesidadde educación para el ejercicio de los dere-chos y deberes ciudadanos, para la demo-cracia y la participación política, para laparticipación social en diversos planos(corporativos, de compromiso con el bienpúblico, de solidaridad...), para la convi-vencia (tolerancia, paz...), para resolver losproblemas de pertenencia, identidad cul-tural en sociedades multiculturales, parala interculturalidad, etc.

PROFESIONALES COMPETENTESY CON SENTIDO ÉTICODE LA PROFESIÓN

FORMACIÓN DE PROFESIONALESCOMPETENTES

Como se ha visto en la introducción, laformación universitaria contribuye a laeducación para la ciudadanía preparandoprofesionales competentes que poseen el sen-tido ético de la profesión y que, en conse-cuencia, actúan con ética profesional, yaque el ejercicio profesional va a constituirla principal aportación ciudadana de estosprofesionales.

Algo que tiene su reflejo en el mismoconcepto de profesión (punto 3. c) y d))y que la experiencia confirma también

365

Page 8: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

negativamente, al mostrar que la carenciade actividad profesional (de trabajo) enquien puede y debiera tenerla constituyeuna de las principales fuentes de margina-ción o exclusión de participación en lavida ciudadana, si no la mayor (sobre todoen el caso del paro de larga duración).

Nos encontramos, pues, con una pri-mera y fundamental veta de educaciónpara la ciudadanía que, como puede apre-ciarse, consta de dos partes diferenciables:la formación de profesionales competen-tes y la enseñanza-aprendizaje del sentidoético y de la ética en la actividad de la pro-fesión.

Comenzando, pues, por la primera deellas, ¿qué se entiende hoy por formación deprofesionales competentes en las sociedadesde referencia (los Estados-nación de laUnión Europea)? Si atendemos al diccio-nario, por competencia profesional puedeentenderse la pericia, aptitud e idoneidadpara ejercer una profesión9 . Ahora bien, estadefinición se centra en los efectos de lacompetencia, mientras que la «formación»para ella ha de atender a los factores que laconstituyen y hacen posibles esos efectos.

La pregunta que hemos de hacernosaquí es, por tanto, qué factores de compe-tencia profesional debe aportar a los futu-ros titulados la formación superior para elinicio de su actividad profesional en las so-ciedades europeas de referencial".

Pues bien, en una visión actual deltema, atendidas las características de lassociedades europeas actuales parece que lacompetencia inicial que precisa un profe-sional debe comprender:

• La formación especializada que de-manda el mercado laboral. Dicho

de otra forma, la formación teórica(conocimientos) y práctica (destre-zas técnicas y sociales) que losusuarios/clientes de su serviciopueden esperar de un profesionalen el inicio del ejercicio de su pro-fesión.

• Una formación básica lo suficiente-mente amplia como para poderafrontar la formación continuanormal o para nuevos empleos y si-tuaciones humanas, que requiera lahistoria de la persona.

• Las nuevas competencias básicasnecesarias para poder vivir y par-ticipar en una sociedad en cam-bio permanente, en la sociedaddel conocimiento, en una socie-dad multicultural y en una comu-nidad transnacional o mundial.En concreto, las competenciasnecesarias:

—Para mantenerse al día en sus co-nocimientos (saber aprender paracontinuar aprendiendo a lo largode la vida).

—Para participar en la sociedad delconocimiento (nuevas tecnolo-gías, cultura tecnológica, lenguasextranjeras).

—Para adaptarse al mercado laboralen una sociedad en cambio per-manente (confianza en sí mis-mo, independencia y capacidadde asumir riesgos).

—Y para ejercer otras funcionesque, si hoy día se proponen concarácter general para todos losciudadanos, con mayor razóncabe esperarlas de los titulados

(9) ,,Competencia» (en el sentido en que se emplea aquí) es definido por el Diccionario de la Lengua Espa-ñola de la Real Academia de la Lengua como «pericia, aptitud, idoneidad, para hacer algo o intervenir en unasunto determinado».

(10) La competencia profesional se plantea primero a nivel de formación específica inicial. Posterior-mente requerirá ser actualizada o completada con la formación continua.

366

Page 9: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

superiores: participar en «la tran-sición a una economía y a unasociedad basadas en el conoci-miento, promover la participa-ción de la ciudadanía y reforzarla cohesión social»".

Así como, también, las compe-tencias sociales necesarias paraconvivir y participar en un me-dio social multicultural: toleran-cia, descubrimiento del otrocomo persona, participación enproyectos comunes, enriqueci-miento intercultural 12.

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

La segunda parte de este vector de educa-ción para la ciudadanía, la enseñan-za-aprendizaje del sentido ético de ki profe-sión y de La ética profesional, la remitimos alapartado final del artículo, en el que hare-mos algunas propuestas sobre la enseñan-za-aprendizaje de los tres vectores que pre-sentamos.

Sin embargo, sí que parece oportunoen la presentación del vector que estamoshaciendo introducir también esta segundaparte, algo que haremos presentando loscontenidos de la ética de las profesiones. Esdecir, de los principios éticos válidos paracualquier actividad profesional, para todas

las profesiones; unos principios que des-pués habrá que aplicar en cada profesión,dando lugar a la ética profesional de esaprofesión.

Pues bien, para la clarificación de loscontenidos de la ética de las profesionesdisponemos de dos fuentes principales:los estudios y planteamientos de filósofos,profesores y otros pensadores preocupadospor estos temas y las aportaciones de losdistintos colectivos profesionales.

Los primeros entienden generalmenteque las éticas profesionales son éticas y,por tanto, teleológicas: han de buscar elbien de los clientes/usuarios de los servi-cios, de la sociedad y del propio profesio-nal. Y que son éticas aplicadas a las activi-dades profesionales (y, en su caso, a losproblemas morales en su ámbito); es decir,éticas aplicadas a una praxis, éticas quehan de iluminar sobre cómo se debe actuaren ese orden de actividad, éticas deontoló-gicas '3.

La deontología profesional deberá de-finir los principios y normas por los quedebe regirse la profesión. Entre los siste-mas de principios, «el más trabajado es elque proviene de la ética biomédica, peroque puede aplicarse a múltiples profesio-nes, y que distingue cuatro principios enuna compleja interrelación: no maleficen-cia, beneficencia, autonomía y justicia» 14•

(11) Todas estas competencias fueron propuestas en el Memorandum de la Comisión Europea en laCumbre de Lisboa 2000. Dirección General de Educación y Cultura (Cedefop, Eurydice, 2001): IniciativasNacionales para promover el aprendizaje a lo largo de la vida, pp. 5 y 15.

(12) Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo )0:1, presididapor Jacques Delors (1996): La educación encierra un tesoro. Madrid, Ediciones uNEsco/Santillana, pp. 103-106.Todos los niveles educativos (también el universitario) deben participar en el aprendizaje de estas competencias.

(13) X. Etxeberria: Temas básicos. Colección «Ética de las Profesiones». Bilbao, Desclée, 2002, p. 192.(14) Ibid., nota 5 (los subrayados son nuestros).A. Hortal (2002) propone y explica estos principios en su Ética General de las Profesiones. Colección «Ética

de las Profesiones». Bilbao, Desclée, capítulos 5 a 9. El orden que sigue es: beneficencia, autonomía, no malefi-cencia y justicia.

Sobre el tema puede verse también R. Maliandi (2002): «Ética discursiva y ética aplicada. Reflexiones so-bre la formación de profesionales», en Revista Iberoamericana de Educación, número 29 monográfico: Ética yformación universitaria, mayo-agosto 2002, p. 125.

367

Page 10: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

Como puede apreciarse, la propuestade filósofos y otros pensadores tiene unafuerte influencia de la tradición kantiana(principio de autonomía, sentido del de-ber) y ole la ética médica (principio de nomaleficencia); y más recientemente de au-tores como Apel y Habermas (búsquedade unos principios con validez universal,problemática de la aplicabilidad de losmismos a los casos concretos...) y de labioética t 5.

En cuanto a la aportación de los co-lectivos de profesionales, tiene lugar prin-cipalmente mediante códigos de conductaprofesional preparados y promulgados porlos Colegios y Asociaciones Profesionales.

Estos códigos coinciden en el intentode presentar un modelo del buen profesio-nal en la profesión de que se trate. Hayque tener en cuenta que los códigos deconducta profesional (llámense éticos odeontológicos), además de una función re-guladora y de guía para la conducta de losprofesionales, ejercen una función identi-ficadora de la profesión por la uniformi-dad de conductas en cuestiones importan-tes, una función declarativa de principiosy valores de la profesión, una función in-formativa (a los clientes, a otros profesio-nales, a la sociedad) y una función protec-tora (capacitaciones que se requieren... )16.

Para la elaboración de ese modelo delbuen profesional, sus autores suelen recu-rrir a cinco fuentes de información y cri-terios: 1) el servicio y la función sociales

que ha de realizar la profesión y los pro-fesionales; 2) las responsabilidades delprofesional (en actitudes, formación,competencia, calidad en el servicio...);3) el ejercicio de la profesión científica-mente planteado (cuál es el proceder co-rrecto en cada caso, en cada paso...); 4)la experiencia contrastada de los profe-sionales (en problemas, en buenas prác-ticas...), 5) un sistema de principios éti-cos, que se aplican cuando procede.

En este último punto es de notar quelos códigos no explicitan formalmente es-tos principios. El único principio que pro-ponen explícitamente los códigos de algu-nas profesiones (particularmente delámbito de las ciencias humanas y sociales)es el más básico de todos: respetar la digni-dad, la igualdad y los derechos humanos detodos los hombres (el cual, por cierto, nofigura en el «sistema de principios» recor-dado más arriba).

Estas cinco fuentes aportan a los có-digos éticos o deontológicos principiosy criterios para la regulación de los prin-cipales capítulos de la actividad profesio-nal: relaciones y deberes con los usua-rios/clientes, con los compañeros ycolegas de la propia o de otras profesio-nes, con las organizaciones en las que setrabaja o con -las que se entra en rela-ción, con la profesión y el colegio profe-sional, con la sociedad. Así como, tam-bién, algunos capítulos propios de cadaprofesión.

Sobre los principios y su aplicabilidad, puede verse el análisis que hace A. Cortina (1996) de cuatro mode-los de ética aplicada: «El estatuto de la ética aplicada. Hermenéutica crítica de las actividades humanas», en Ise-goría 13, pp. 119-134.

(15) Para Kant (1724-1804), el hombre es libre y moral. La libertad es posible porque la ley moral es in-condicionada, es el deber, sólo sometido a una ley racional también autoimpuesta: «Tratar a la humanidad en cadacaso como un fin, nunca como un medio solamente».

En lo que se refiere al término deontología (estudio o ciencia de lo que se debe [haced), no proviene de Kantsino del libro de Bentham Deontología. Ciencia de la moral (París 1832, Londres 1834), que usa como criterio elcálculo utilitarista (ventajas de obrar de una determinada manera). Pero el término ha sido adoptado por las éti-cas profesionales en sentido kantiano.

(16) Cf. J. M. Cobo: Aica Profesional en Ciencias Humanas y Sociales, oc., pp. 43-72.

368

Page 11: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

Una regulación en la que se alternanlos artículos específicamente éticos (porejemplo, los que dicen relación al respeto ala dignidad de las personas y a sus derechoso a la justicia), con artículos específicamenteprofesionales, los cuales, por representarcomportamientos que el profesional debeseguir, ocupan con pleno derecho un lugaren un código ético y .deontológico.

Esto supuesto y basándonos en ambasfuentes y en nuestro propio estudio y refle-xión sobre estos temas, proponemos en elcuadro I que sigue un sistema de princi-pios/valores de la ética de las profesiones. Lotitulamos también sistema de valores, parasubrayar la necesidad de que esos princi-pios sean también algo importante para elprofesional, algo que forma parte de sumodelo de identificación y que los demáspueden percibir como valioso para él o ella.

PROFESIONALES CON SENTIDOSOCIAL DE LA PROFESIÓN

SENTIDO SOCIAL Y RESPONSABILIDADES

Decíamos en la introducción que un se-gundo vector por el que la formación uni-versitaria ha de contribuir a la educacióndel ciudadano viene dado por el eje de laenseñanza-aprendizaje del sentido socia/dela profesión.

El sentido social de las profesiones esalgo muy próximo al sentido ético y la ra-zón es que ambos tienen su origen en el finde cada profesión: proporcionar un bien(servicio o producto) necesario o conve-niente para los demás ciudadanos y para lasociedad. Por pretender un bien, el ejerci-cio profesional tiene sentido ético; y, porpretender un bien que es necesario o con-veniente para los demás ciudadanos y parala sociedad, tiene también sentido social.

El sentido social de las profesiones apa-rece así intrínsecamente relacionado con sufiinción social una función que pasa a ser res-ponsabilidad compartida entre los poderespúblicos (encargados de promover el biencomún) y los colectivos profesionales (sani-tarios, juristas, educadores...). Responsabili-dad que en lo que concierne a los profesio-nales comprende, además de la aportacióndel servicio profesional la vigilancia sobre laética en el ejercicio de la profesión (cf. nota7) y el cuidado por que su servicio llegue atodos los ciudadanos.

Este último aspecto presenta hoy en al-gunos Estados-nación europeos y sobre todoen algunas profesiones dos frentes muy im-portantes: alcanzar a ofrecer un servicio decalidad y lograr que la oferta llegue a todoslos ciudadanos (lucha por la inclusión y con-tra la exclusión), frentes que a veces se con-vierten en campos de conflicto con los pode-res públicos, sobre todo cuando éstos semuestran cicateros en el gasto social o pocosensibles a los problemas de exclusión social.

VIDA PROFESIONAL Y ÉTICA CIVIL

Pero el sentido social de las profesionespuede ponerse de manifiesto también porotro camino: el de las interpelaciones quepueda dirigirlas la ética civil.

Por ética civil se entiende un conjuntode mínimos éticos consensuables y, por lo mis-mo, exigibles para regular la convivencia.Estos mínimos tienen su fundamento en losderechos humanos (no sólo civiles y políti-cos, sino también económicos, sociales yculturales) y conforman un marco adecua-do para la libertady la igualdad de posibiüda-des de las personas y grupos que aspiran arealizarse desde modelos culturales, religio-sos o ideológicos más totales, es decir, con«éticas de máximos»17.

(17) Cf. X. Enceberria: Temas básicos, oc., pp. 139-148. El tema puede verse más desarrollado en A. Cor-tina: (1986) Ética mínima. (Madrid, Tecnos) (1994) y Ética de la sociedad civil (Madrid, Anaya/Alauda).

369

Page 12: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

CUADRO ISistema de principios/valores de L2 ética de las profesiones

a) Principios de la Ética General aplicados a la Ética de la Profesiones

1. Respetar la dignidad, la libertad, la igualdad y los derechos humanos de los clientes o usua-rios del servicio, de los compañeros y colegas y de todos los ciudadanos.En lo que se refiere en concreto a los clientes o usuarios del servicio:

1.1. Respetar su autonomía.1.2. Guardar el secreto profesional.1.3. Cuidar el respeto en cada paso de la atención profesional.

2. Proceder siempre conforme a la justicia conmutativa y, en su caso, conforme a la justicia dis-tributiva y social.

3. Proceder con autonomía:3.1. Adoptar libremente una autorregulación corporativa (el código ético o deontológico...).3.2. Tomar las decisiones y asumir las responsabilidades que le corresponde.

b) Principios propios de la Ética de las Profesiones

4. Poner los conocimientos y habilidades profesionales al servicio del bien de los clientes ousuarios, que debe proporcionar la profesión. («Principio de beneficencia»: hacer el bien).En consecuencia:

4.1. No utilizarlos para hacer daño (maleficencia).4.2. No servirse de ellos para fines espurios, como es traficar con el poder, las influen-

cias o la información que pueden proporcionar la profesión o el puesto de trabajopara obtener beneficios en temas ajenos al servicio profesional.

5. Proceder siempre con responsabilidad profesional:5.1. Conservar, mejorar y actualizar la competencia profesional.5.2. Cuidar la calidad técnica y humana del servicio.5.3. Actuar con autonomía (cf. 3.).5.4. Autoevaluar las actuaciones y comportamientos profesionales.5.5. Responder a las expectativas de la ética cívica sobre la profesión.

Generalmente se ha entendido que laética civil debe mantenerse en el ámbitode lo público, remitiéndose la ética de loprivado (de lo más íntimo y 'personal) a laséticas de máximos. Sin embargo, la expe-riencia de la convivencia en sociedadesplurales y multiculturales ha conducido a

personas y a colectivos a comprender quehay aspectos de la ética de lo privado que sonparticipados por diversas culturas; porejemplo, que no se debe tratar a los demáscon soberbia, que los padres deben cuidarde sus hijos y los hijos respetar a sus pa-dres, que no se debe calumniar ni prestar

370

Page 13: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

falso testimonio... Un conjunto de aspec-tos que, por tanto, pueden ser consensua-bles y objeto de una ética de mínimos. Yes lo que de hecho sucede, por ejemplo, enmuchos centros educativos con presenciade un alumnado multicultural, que los in-corporan como «mínimos» (esto es, en susformulaciones más generales) a los objeti-vos de la educación moral y cívica.

Asimismo, es importante evitar tam-bién que la ética civil limite su temática a losvalores necesarios para la convivencia: igual-dad, no racismo ni discriminaciones, tole-rancia, participación, solución pacífica delos conflictos, justicia, respeto a la propie-dad... La ética cívicapuede y debe consensuartambién valores que promuevan el interéspositivo por los demás, por la solidaridad y laayuda, por la corresponsabilidad en la cons-trucción de la sociedad y por el bien común.

Pues bien, es obvio que los profesio-nales están obligados por la ética civilcomo cualquier otro ciudadano o más, sicabe, si se reconoce una particular respon-sabilidad en ellos por el hecho de haberdispuesto de una formación académicasuperior. Ahora bien, además de esta obli-gatoriedad compartida, hay determinadasacciones profesionales que son esperadaspor la ciudadanía y exigibles para la convi-vencia y que, por lo mismo, entran a for-mar parte tanto del ejercicio de la ética ci-vilcomo del sentido socia/ de la profesión.

Es lo que sucede, por ejemplo, en elcaso de los médicos con las exigentesprescripciones del Artículo 6 de su Códi-go de Etica y Deontologia' 8 : «1. Todo mé-dico, cualquiera que sea su especialidado la modalidad de su ejercicio, debeprestar ayuda de urgencia al enfermo o

al accidentado. 2. En situaciones de ca-tástrofe, epidemia o grave riesgo para elmédico éste no puede abandonar a susenfermos, salvo que fuere obligado a ha-cerlo por la autoridad competente. Sepresentará a colaborar voluntariamenteen las tareas de auxilio. 3. En caso dehuelga, el médico no queda exento desus obligaciones éticas hacia sus pacien-tes, a quienes debe asegurar los cuidadosurgentes e inaplazables.»

O, en el caso de los educadores, con laresponsabilidad de «educar para una con-vivencia fundamentada en la igualdad dederechos y en la práctica de la justicia, dela tolerancia, del ejercicio de la libertad,de la paz y del respeto a la naturaleza. Paraello el educador colaborará para que estosvalores se incluyan en los Proyectos Edu-cativos de los Centros.»

Y, sobre todo, con la sorprendente in-tromisión de la ética profesional en el ámbi-to de lo privado en la vida del educador,cuando le pide «tener en la forma de actuarun estilo de vida democrático, asumiendo ypromocionando los valores que afectan a laconvivencia en sociedad: libertad, justicia,igualdad, pluralismo, tolerancia, compren-sión, cooperación, respeto, sentido crítico,etc.» (Código Deontológico de los Profesionalesde la Educación, artículos 71 y 72)'9.

O, en el caso de los abogados, con «lavertiente social del ejercicio de la profe-sión, que impone una colaboración con lajusticia, concretada en el respeto a la ley yla veracidad ante los tribunales»29.

O, en el caso de la empresa, con la res-ponsabilidad social. Una responsabilidadconsistente en asumir de forma conscien-te y ética todo un mundo de relaciones

(18) Organización Médica Colegial. Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado,Madrid, 10 de septiembre de 1999.

(19) Consejo General de Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Cien-cias, Oviedo, enero de 1996.

(20) N. Pérez-Serrano Jáuregui: »Por una ética objetiva y subjetiva en el ejercicio libre del Derecho», enICADE, 33, monográfico: Deontología de los Profesionales del Derecho, 1994, p. 25.

371

Page 14: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

recíprocas con distintos agentes sociales ycon la sociedad toda: con los propietarios,con los trabajadores, con los consumido-res, con los competidores, con la adminis-tración pública, con el entorno geográficoy humano más inmediato y con el medioambiente".

OTRAS APORTACIONESEDUCATIVAS

Reunimos, finalmente, como conforman-do un tercer vector de educación para laciudadanía desde la formación universita-ria un conjunto de objetivos educativos quedebe proponerse las universidades, algu-nos incoados ya en niveles anteriores delsistema, pero que es conveniente replan-tear o relanzar de nuevo a nivel universita-rio y de adultos.

De ellos, unos conciernen más a laformación integral de la persona y otros asu inserción en el mundo actual, pero to-dos contribuyen a plenificar la participa-ción en la ciudadanía y a prevenir posiblesfrustraciones.

Estos objetivos pueden sintetizarse,en mi opinión, en los siguientes ámbitostemáticos:

• Adquisición de una cultura tecnoló-gica. Este objetivo, reclamado porla sociedad del conocimiento, com-prende como elemento más carac-terístico que los universitariosaprenden a procesar y a seleccionarla información ingente que recibeny a transformarla en conocimientoútil; es decir, que aprendan a gestio-nar el conocimiento.

• Adquisición de una cultura del tra-bajo. Este objetivo viene pedidopor una sociedad tecnológica y encambio permanente y comprendeaspectos tan diversos y comple-mentarios como son confianza ensí mismo, espíritu emprendedor,independencia y capacidad paraasumir riesgos; capacidad para tra-bajar en equipo, para resolver pro-blemas y para participar en tomasde decisión y en los procesos pro-ductivos; adaptabilidad a las nue-vas situaciones y competencias ne-cesarias para la formacióncontinua.

• Adquisición de una amplia basecultural en el sentido tradicionaldel término, necesaria para enten-der los complejos procesos históri-cos en curso (de globalización,uniones supranacionales, sociedaddel conocimiento, migraciones) ylos grandes temas y desafíos que sele plantean a la humanidad (bioéti-cos, ecológicos, de desarrollo soste-nible, de reparto más justo de losbienes del mundo...). Necesariatambién para conjugar la preserva-ción de la identidad propia con unsentirse ciudadano del mundo. Ynecesaria, en fin, para la tolerancia(aceptación como son) de personasy grupos de otras culturas y para eldiálogo y enriquecimiento inter-culturales.

• Maduración adulta de la formaciónética y social recibidas en los nivelesanteriores del sistema (en valores,formación de la personalidad mo-ral...)". Una maduración a la que

(21) I. Camacho; J. L. Fernández; J. Miralles: Ética de la Empresa. Colección »Etica de las Profesiones».Bilbao, Desclée, 2002, pp. 29-35.

(22) Sobre el tema: Miguel Martínez; M.. Rosa Buxarráis; Francisco Esteban: »La universidad como es-pacio de aprendizaje ético», en Revista Iberoamericana de Educación, número 29, mayo-agosto 2002, monográ-fico: Ética y formación Universitaria, pp. 17-43.

372

Page 15: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

contribuirán la adquisición delsentido ético y social de la profe-sión y el aprendizaje de la ética pro-fesional, ya comentados. Y que, enlo que respecta a la formación so-cial, puede culminar con la adqui-sición de una triple capacidad. Ca-pacidad critica de los paradigmasvigentes, sobre todo económicos ypolíticos. Capacidad creativa parapensar alternativas a las formas yestructuras actuales, si es precisodesde fuera de esos paradigmas. Ycapacidad de compromiso con la jus-ticia social para llevar adelante esasalternativas23.

ENSEÑANZA-APRENDIZAJEDE LA EDUCACIÓNPARA LA CIUDADANÍAEN LA FORMACIÓN SUPERIOR

Una vez presentados los distintos vectoreseducativos por los que la formación supe-rior contribuye a la educación para la ciu-dadanía, pasamos ya a la pregunta sobrelos planteamientos de enseñanza-aprendi-zaje de los mismos en el espacio socioeduca-tivo universitario. Bien entendido que,como indicábamos en la introducción,consideramos que los planteamientos quevamos a proponer son válidos para toda laformación superior, cualquiera que sea lamodalidad en que se imparte (presencial,sernipresencial o de aprendizaje electróni-co) o su duración (3, 4 ó más arios).

Pues bien, vamos a responder a la pre-gunta diferenciando diversos aspectos

apuntados de los vectores educativospresentados. Comenzando, pues, por laenseñanza-aprendizaje del sentido ético yde/sentido socia/de la profesión, es de notarque los aprendizajes de sentido no son ob-jeto de estudio disciplinar, sino algo quelos estudiantes deben conseguir en -la uni-versidad, en cada facultad o escuela, me-diante aprendizaje social. Es decir, en la in-teracción social con profesores que poseenese sentido ético y social de la profesión.

Para ello es muy importante que encada facultad, escuela y titulación haya unnúmero significativo de profesores que vi-van y sean capaces de transmitir el éthosprofesional de la titulación de que se trate,particularmente en lo que dice relación alsentido ético y al sentido social de la profe-sión.

Esto supuesto, es obvio que ambossentidos tendrán un respaldo teórico ymotivador en la disciplina ética profesio-nal, y el sentido social también en las ma-terias sociales que haya en la titulación.

En lo que respecta a la enseñan-za-aprendizaje de la ética profesional pro-pia de cada titulación, hay que tener encuenta que constituye una ética aplicada y,por lo mismo, una disciplina objeto deprogramación académica. Una disciplinaque, por su importancia profesional y tam-bién social (hoy día la ética en su actividades una exigencia de la sociedad a los profe-sionales de todas las titulaciones y grados),no debe faltar en el plan de estudios deninguna titulación cualquiera que sea suduración.

En lo que respecta a los contenidosde esta disciplina, parece claro que deberá

(23) Soy consciente de que esta propuesta choca de frente con el hecho de que las sociedades crean siste-mas educativos para preparar personas capaces de integrarse en ellas conforme a las formas, estructuras y para-digmas vigentes en ellas. Pero, en un mundo en el que 450 millones de personas viven bien o muy bien, 900 mi-llones viven pasablemente bien y 4.550 millones viven mal o muy mal (1.200 millones viven con menos de undólar diario, 24.000 mueren diariamente de hambre...) y en el que los ricos son cada vez más ricos y los pobrescada vez más pobres, si no se preparan en la Universidad personas que al menos se planteen cambiar esta situa-ción,¿dónde se van a preparar?

373

Page 16: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

incluir los principios/valores de la Ética delas Profesiones, por su importancia básica yporque es muy importante que todos losestudiantes los adopten, ya que podránaplicarlos a las nuevas situaciones en casode que cambien de ocupación. Aunque nopuede limitarse a esto, ya que ha de aten-der lógicamente a los aspectos de aplica-ción de la ética a la profesión correspon-diente.

A esta aplicación puede ayudar, poruna parte, el estudio del código ético odeontológico de la profesión de que se tra-te, el cual, además de aplicar principioséticos a situaciones que se presentan en elejercicio profesional y de detectar los te-mas más problemáticos, aportan general-mente los criterios técnicos de actuacióncorrecta del buen profesional. Y puedenayudar también, por otra, los estudios ypublicaciones existentes sobre la ética pro-fesional de que se trate.

Asimismo, será preciso tener en cuen-ta las posibles interpelaciones de la éticacivil (generalmente reflejadas por los códi-gos deontológicos) y, en la presentaciónacadémica de las éticas profesionales, re-sulta particularmente útil y necesario elestudio y opinión sobre dilemas y casosprácticos.

Finalmente, puede ser convenientepreguntarse por el profesorado de esta disci-plina. Una pregunta cuya respuesta creoque hay que dejar abierta a las posibilidadesy conveniencias de cada caso. Así, habrá ca-sos en que se pueda recurrir a un profesio-nal de la ética, el cual tendrá que conocerbien la profesión de que se trate para poderhacer las aplicaciones pertinentes. Y habráotros muchos casos en los que parezca pre-ferible que la ética profesional sea imparti-da por profesionales de la titulación corres-pondiente con sensibilidad e interés porestos temas, con la correspondiente forma-ción complementaria.

Finalmente, en lo que se refiere a losobjetivos educativos propuestos en los ám-bitos de una cultura tecnológica, de una

cultura del trabajo, de una amplia base cul-tural y de una maduración adulta de laformación ética y social, son objetivos sobrelos que las universidades e instituciones deformación superior deben tomar concien-cia y que deben propulsar de las formasque parezcan más eficaces: informando ymotivando a los profesores para que in-corporen los objetivos más relacionadoscon sus programaciones, mediante la pro-puesta de algunas materias optativas, pro-moviendo actividades complementarias...

BIBLIOGRAFÍA

CAMACHO, 1.; FERNÁNDEZ, J. L.; MIRALLES,J.: Ética de la Empresa. Colección «ética delas Profesiones». Bilbao, Desclée, 2002,pp. 29-35.

COBO, J. M.: Ética Profesional en Ciencias Hu-manas y Sociales. Madrid, Huerga y Fierro,2001.

— «Mundo pobre y mundo próspero ante laeducación del futuro», en Revista de Edu-cación, número extraordinario 2002.

COMISIÓN EUROPEA: Enseñar y Aprender. Ha-cia la sociedad cognitiva. Libro Blanco sobrela educación y la formación. 1995. Cumbrede Lisboa 2000: Memorandum. DirecciónGeneral de Educación y Cultura (Cede-fop, Eurydice, 2001): Iniciativas Naciona-les para promover el aprendizaje a lo largo dela vida.

CORTINA, A.: Ética mínima. Madrid, Tecnos,1986.

— Ética de la sociedad civil. Madrid. Ana-ya/Alauda, 1994.

— «El estatuto de la ética aplicada. Herme-néutica crítica de las actividades huma-nas», en Isegoria 13 (1996), pp. 119-134.

CORTINA, A.; CONILL, J. (dirs.): 10 palabrasclave en ética de las profesiones. Estella (Na-varra), Ed. Verbo Divino, 2000.

ETXEBERRIA, X.: Temas básicos. Colección «Éti-ca de las Profesiones». Bilbao, Desclée, 2002.

374

Page 17: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria

HORTAL: Ética General de las Profesiones. Co-lección «Ética de las Profesiones». Bilbao,Desclée, 2002.

MALIANDI, R.: «Ética discursiva y ética aplica-da. Reflexiones sobre la formación de pro-fesionales», en Revista Iberoamericana deEducación, número 29 monográfico: Éticay formación universitaria, mayo-agosto2002, 105-128.

MARTÍNEZ, M.; BUXARRAIS, M. a R.; ESTE-

BAN, F.: «La universidad como espacio deaprendizaje ético», en Revista Iberoameri-cana de Educación, número 29 monográfi-co: Ética y formación universitaria,mayo-agosto 2002, 17-42.

OCDE: Litera°, in the information age. Final re-port of the InternationalAdult Literacy Sur-vey. 2000.

— Overcoming exclusion through adult lear-ning. 2000.

—Schoolingfor tomorrour: léame to bridge thedigital divide. 2000.

—Education tu' a glance. OECD Indicators.2001.

— The Well-being Nations: the role of de hu-man and social capital. 2001.

Revista ICADE, 33 (1994) monográfico:Deontología de los Profesionales del Dere-cho.

UNESCO: L'enseignernent supérieur au Axiecíe. Paris, 5 -9 octobre, 1998.

—Informe sobre la educación en el mundo2000. El derecho a la educación. Hacia unaeducación para todos a lo Largo de la vida.Madrid, Santillana/uNEsco.

375

Page 18: FORMACIÓN UNIVERSITARIA Y EDUCACIÓN PARA …d5817060-1526-4a7d-81c4...conocimientos y de los planteamientos humanos y sociales al nivel de adulto, la formación profesional necesaria