111

EXCAVACION ARQUEOLOGICA Y CONSERVACION

Mtro. Mario Alfredo Ubico CalderónArquitecto, arqueólogo y maestro en restauración

Universidad de San Carlos de Guatemala

La investigación arqueológica conlleva la excavación como una técnica fundamen-tal, para el hallazgo de evidencias. En tal sentido para reducir al máximo los daños ocasionados a monumentos y vestigios culturales es necesario tomar en cuenta entre otros documentos la Recomendación que define los Principios Internacionales que deberían aplicarse a las Excavaciones Arqueológicas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura –UNESCO- del año 1956, la Carta de Venecia (1964), La Carta de Cracovia (2000) entre otros referentes que permiten conceptuar aquellos lineamientos fundamentales para la conservación del patrimonio cultural edificado y su entorno; sin embargo muchas veces exis-te dificultad para operacionalizar esos grandes conceptos en actividades prácticas que permitan el objetivo fundamental que es la conservación. En esta oportunidad serán enumeradas algunas medidas prácticas que propenden a ese logro, en parte vertidas en trabajos publicados en 1991 y 2008 y en la experiencia de excavar y supervisar trabajos arqueológicos. Estas recomendaciones están dedicadas funda-meltalmente a los estudiantes de arqueología que inician sus actividades de campo.

MEDIDAS DE CARÁCTER GENERAL

- Todo trabajo arqueológico debe planearse minuciosamente, procurando obte-ner la mayor información con el mínimo de excavación, máxime en el caso de monumentos. La intervención de estructuras deberá estar exhaustivamente justificada, según el proyecto de que se trate.

- En todo proceso de limpieza total o parcial de sitios arqueológicos se deberá prohibir el uso de fuego, esto es especialmente importante en lugares donde

112

los materiales predominantes son piedra caliza y otras de similar naturaleza, susceptibles de ser dañadas por calor.

- El principio de biodegrabilidad es fundamental cuando exista necesidad de uti-lizar productos como herbicidas y plaguicidas. En todo caso, se deberá limitar al máximo este tipo de recursos.

- Existe hay sitios arqueológicos que presentan una total integración monumen-tos-naturaleza. En esos casos, no se deberá proceder a “liberar” indiscrimi-nadamente los monumentos de la vegetación que los cubren sino procederá un minucioso estudio en el cual se contemple un inventario de la vegetación existente, análisis del microclima prevaleciente. En el caso que fuera necesa-ria la remoción de vegetación deberá estar exhaustivamente justificada y con aval de la autoridad competente.

- El principio de reversibilidad es fundamental en todo proceso de conservación y en el caso presente en las actividades que razonablemente puedan serlo de arqueología.

- Todas las actividades arqueológicas y de conservación deben quedar documentadas a fin que sean de utilidad a futuros investigadores, los documentos deben quedar en bibliotecas especializadas, mientras más se difunda la información mejor.

- En los proyectos arqueológicos se debe contemplar una parte del presupuesto para rellenar excavaciones abiertas en la investigación o halladas producto de depredación. Esta instrucción ya está contemplada en el Reglamento de Inves-tigaciones Arqueológicas del Instituto de Antropología e Historia –IDAEH-.

- Preferentemente se deberán utilizar todas aquellas excavaciones ilícitas exis-tentes en un sitio para efectuar estudios arqueológicos a fin que se excave lo menos posible.

- En las excavaciones donde lo amerite se deberá usar cimbras, apuntalamien-tos u apoyos a fin de garantizar la seguridad del personal que allí labora y la estabilidad de las estructuras o suelo donde se practiquen excavaciones.

113

- La protección de toda excavación arqueológica y de los vestigios hallados de la lluvia es fundamental para evitar daños. Del mismo modo es necesaria la protección de los rayos de sol.

- La carencia de soleras de humedad en monumentos de mampostería hace po-sible que surja eflorescencias lo cual destruye paramentos, este problema se debe estudiara a fin de evitar este inconveniente (Fig. 1).

- Otro problema vinculado a la humedad es la presencia de criptógamas, un ade-cuado control del agua pluvial ayudaría a su control, aunque debe estudiarse su incidencia en el monumento y la mejor manera de atenuar sus efectos (Fig. 2).

- Es de mucha utilidad referenciar adecuadamente las excavaciones efectuadas colocando mojones permanentes (en algunos casos es útil el uso de afloramien-tos rocosos o grandes piedras difíciles de mover) que a su vez puedan estar referenciados por otros más alejados in situ de tal manera que en el propio lugar exista posibilidad de al menos un banco de nivel referencial de todo el sitio.

- En todo proyecto arqueológico se debe considerar que la flora y fauna forman parte del contexto, por lo que se deben respetar en todo lo posible.

- Como un recurso excepcional se debe contemplar el reenterramiento tempo-ral de vestigios culturales, actividad que deberá estar plenamente justificada, ya sea porque su exposición a la intemperie los dañaran o porque no se cuenta con los recursos necesarios para consolidarlos.

- En lo referente a excavaciones arqueológicas, las técnicas que menos dañan estructuras son las calas de aproximación exterior, mismas que permiten el estudio de la morfología de estructuras y complejos arquitectónicos. Son de utilidad los túneles toda vez no sean de grandes dimensiones y sean adecua-damente consolidados a fin de evitar derrumbes. Otro recurso son los pozos de sondeo los cuales deberán disponerse en áreas donde ya exista perdida del ma-terial compositivo por daños ocasionados por intemperismo o depredación. El

114

registro arqueológico debe incluir aparte de dibujos, fotografía y otros medios audiovisuales, las matrices Harris.

- En todo hallazgo que sea efectuado, desde paramentos estucados, artefactos, restos óseos y aquellos bienes deleznables, es fundamental que no pierdan humedad abruptamente, siendo importante que ese proceso de secado se lleve a cabo lentamente, a fin que logren nueva estabilidad fuera de su contexto original.

- El estudio del comportamiento de la lluvia es fundamental, porque permite analizar el comportamiento de escorrentías y concentraciones de agua que pudieran ser perjudiciales a una parte o a un sitio en su totalidad, pudiendo establecer el desfogue de las aguas estancadas.

- La conservación de los sitios arqueológicos es una tarea de todos, por lo que la buena relación con las poblaciones aledañas y las autoridades locales facilitan la salvaguardia de esos lugares.

- Uno de los grandes problemas existentes en la conservación de los sitios ar-queológicos y monumentos es la falta de mantenimiento, aspecto que se debe tener presente a la hora de emprender trabajos que con el fin de hacerlos temporales terminan siendo definitivos, ese tipo de actividades muchas veces terminan en la destrucción de apuntalamientos, apoyos y otros medios que debieron estar in situ un breve tiempo.

- Es fundamental el conocimiento de las leyes vigentes en lo concerniente a la conservación del Patrimonio Cultural de Guatemala, especialmente la Consti-tución Política de la República de Guatemala, el Decreto 26-97 y sus modifica-ciones, el Decreto 60-69 Ley Protectora de La Antigua Guatemala entre otras importantes, además de las leyes que defienden el patrimonio natural.

115

MEDIDAS DE CARÁCTER PARTICULAR, SITIOS CON MONUMENTOS SIN MAMPOSTERÍA

- En montículos de “tierra” (en realidad, muchos de esos montículos están cons-truidos de mezclas de materiales térreos y arenas bien proporcionados para evitar que sufran agrietaduras y destrucción), se deberán excavar lo menos posible, tomando en consideración que en buena medida son contextos delica-dos, menos resistentes que muchas obras de mampostería. La excavación de estos montículos es irreversible, es decir no admite Anastilosis.

- La excavación de trincheras que “crucen” estos montículos es perjudicial, por el gran daño que ocasionan, por lo que son preferentes las calas de aproxima-ción para estudiar el inicio del montículo y los pozos de sondeo espaciados convenientemente a través de muros testigo.

- Para el relleno de operaciones arqueológicas efectuadas en montículos de tie-rra, si se usa la misma tierra hay que tamizarla a fin de recuperar todos los materiales arqueológicos y luego adicionarle algún material ajeno a la mezcla original a fin que se diferencie del material compositivo del montículo, hay que recordar que lo excavado es una pérdida del material original y debe que-dar in situ la huella de esa intervención.

- Para el rellenado de pozos, trincheras y otras excavaciones o perforaciones ya sean por depredación como por operaciones arqueológicas controladas, se deberá proceder a colocar capas de la nueva mezcla de tierra con un grosor aproximado de 30 cm. y compactar manualmente (no se debe utilizar compac-tadora mecánica). La colocación de una placa con la fecha de la excavación, la institución que la llevó a cabo y algún otro dato que se considere adecuado incluir (en La Antigua Guatemala se acostumbra que estas placas sean gene-ralmente losetas de barro con los datos esgrafiados o escritos con yeso) se hace justo antes de iniciar el rellenado, así como la inclusión de materiales contem-poráneos como fragmentos de block, vidrio, azulejo industrial, entre otros, en la tierra que se usará para el relleno, ello permitirá a un futuro arqueólogo detectar que esa área ya fue excavada.

116

- La protección final de todo montículo de tierra deberá ser grama que recubra toda su superficie, deberá estar asentada sobre una capa de tierra de pro-tección que tenga un grosor aproximado de 20 cm.

- No se recomienda “completar” un grupo o sectores de un sitio arqueológico con montículos de tierra “nuevos” donde existieron los antiguos, justificándolo como una “integración”.

- En sitios donde existan montículos sujetos a grave destrucción derivada fun-damentalmente de actividades agropecuarias, en lo posible se deberá recurrir a la protección de esos vestigios, inicialmente cambiando el uso dado a esos lugares, recubriendo esos montículos con grama como fue anteriormente ex-puesto y colocando cercas de protección a su alrededor.

- La protección contra escorrentías y en general el drenaje del agua pluvial es fundamental para evitar la erosión y pérdida de material de relleno en este tipo de construcciones.

- Es importante que las excavaciones no permanezcan mucho tiempo abiertas, dado que se contaminan con hojas, basura, se destruyen los perfiles y se con-vierten en trampas mortales para animales silvestres e inclusive seres humanos de no contar con una cerca que las delimite.

- En general se conoce que las mezclas de barro con arena pómez mantienen por más tiempo estabilidad a la hora de perder humedad, por lo que es nece-sario tener en cuenta que en contextos de barro puro el secamiento aún sin la presencia de rayos solares irremisiblemente los multifragmentará y con él las evidencias arqueológicas que pudieran existir, máxime aquellas deleznables como sucede con los restos óseos. Ante esa situación se recomienda efectuar el registro arqueológico lo antes posible y de ser necesario, mantener la hume-dad del contexto ya por medio de vaporización, uso de papel húmedo u otro medio similar, de tal manera que se retrase el proceso de multifragmentación.

117

- Cuando en la superficie de montículos existan bases de postes, cimientos, u otros vestigios intrusivos, primero se deberá estudiar su temporalidad y valor histórico, si carecen de valor y ameritarlo por la propia estabilidad del mon-tículo o su entorno se les extraerá cuidadosamente toda vez ese proceso no dañe más el montículo, de ser los elementos masivos o estar muy profundos lo procedente será reducirlos de tamaño a fin que no sean notorios. En caso de vestigios intrusivos deberán permanecer in situ y hacerlos coexistir con el montículo. La opinión de otros especialistas es de considerar y lo que dicte el IDAEH y el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala en el caso de aquella ciudad histórica.

- Se debe contemplar la construcción de senderos o pasos protegidos, rampas y pasarelas con duelas de madera por donde sean conducidas las personas que visiten sectores de monumentos y sitios con características deleznables y sus-ceptibles de ser dañados por el paso indiscriminado y masivo de personas sobre esos lugares. Una adecuada señalización ayudará a las personas a conducirse adecuadamente en estos sitios.

- En el caso de montículos de grandes dimensiones, se tiene que tener especial cuidado en no dar usos potencialmente dañinos, como sucede cuando se con-vierten en “miradores” o lugares donde la afluencia masiva de personas los pueden menoscabar, a menos que se tomen las medidas adecuadas para evitar daños, en el entendido que esas medidas deben ser permanentes.

SITIOS CON MONUMENTOS DE MAMPOSTERIA

Aquí se consideran todos los sitios que presentan uso de piedra unida o no cal como aglutinante.

- Todas las piedras conformantes de estructuras prehispánicas son importantes, no solo por el material propiamente dicho y trabajo realizado para labrarlas en el caso de materiales trabajados previamente, sino por la posición en que se encuentran en el proceso de excavación. Se deben respetar todas las piedras. En el caso de monumentos coloniales donde existe acumulación de ripio en el interior procedente del derrumbe de cúpulas y bóvedas, el registro arqueoló-

118

gico del monumento incluye el inventario de bloques de mampostería in situ y se considera material arqueológico fundamental en el conocimiento de ese monumento. En algunos monumentos coloniales la acumulación de ripio, arenas y limos permitieron que esos lugares se convirtieran en camposantos, por lo que aparte de entierros debajo del piso hay entierros sobre el mismo (Fig. 3).

- En sitios donde no existe el uso de cal, los morteros usados para unir piedras están realizados a base de barro y eventualmente mezclados con ceniza o arena; en esos casos existe la posibilidad de que parte de ellos o todos estén socavados y las piedras asentadas unas sobre otras; en casos semejantes se de-berá efectuar un minucioso estudio de la situación a fin que se detecten luga-res donde los materiales estén firmes y posibiliten con el mínimo movimiento, consolidar in situ esas piedras.

- En el diseño de morteros son fundamentales dos aspectos: lograr una adecuada resistencia a la compresión y diferenciar perfectamente este nuevo mortero del antiguo.

- Desalojar el agua pluvial de la parte superior de las estructuras de mamposte-ría con o sin cresterías, techos abovedados y zonas altas donde pudieran existir zonas de acumulación de agua.

- Alejar el agua de lluvia de las estructuras de mampostería hacia lugares donde no causen problemas.

- Es posible el uso de cubiertas protectoras a partes componentes de edificacio-nes - temporales o definitivas- a fin de evitar daños, aunque deberán integrarse adecuadamente al entorno.

- El mantenimiento, aun en la fase de excavación de estructuras es fundamental para evitar daños.

- La integración de apuntalamientos, andamiajes y otros medios temporales e inclusive permanentes son indispensables para la conservación de los monu-mentos y protección de quienes los estudian, restauran y visitan.

119

- Las operaciones fundamentales de la restauración de monumentos prehispá-nicos son la consolidación y en ciertos casos la Anastilosis, sin que lo anterior imposibilite el uso de operaciones como la liberación e integración, de ser estrictamente necesario, de acuerdo a dictámenes técnicos.

- La vegetación mayor existente en muchos sitios arqueológicos es una condición natural que debe ser estudiada detenidamente, cuando grandes árboles han crecido sobre las estructuras sin duda sus raíces han penetrado profundamen-te y de forzar una liberación lo que se provocaría sería una destrucción masiva de la estructura.

- Se recalca, que en estructuras de mampostería las técnicas de excavación pre-ferentes son las calas de aproximación exterior, túneles para la investigación de estructuras interiores y los pozos de sondeo preferentemente localizados en áreas donde ya exista pérdida material de revestimiento.

- En estructuras de mampostería donde son comunes los saqueos, se debe uti-lizar en lo posible estos daños ya ocasionados para documentarlos, por medio de un adecuado registro arqueológico y así evitar otros adicionales al escoger lugares intactos para efectuar las propias excavaciones. Se debe tener especial cuidado con las perforaciones clandestinas dado que al ser efectuadas con el único fin de extraer reliquias no presentan las mínimas condiciones de seguri-dad, máxime si los sectores dañados han sufrido intemperismo.

- El desmantelamiento ordenado de las piedras de revestimiento de una estruc-tura, para posibilitar el acceso al interior es un procedimiento excepcional y debería ser efectuado sólo en casos donde no exista otro medio para hacerlo. Ese procedimiento debe considerar como medio fundamental de restauración la Anastilosis.

- El hallazgo de pinturas murales es un problema delicado que requiere la inter-vención de un especialista, de no contar con él y no exista una emergencia ex-trema, se deberán reenterrar cuidadosamente los vestigios a fin de conservar las condiciones de su medio en el cual han estado por siglos y así evitar daños mayores (Fig. 4).

120

- La consolidación de estucos casi paralelamente y el algunos casos simultánea-mente a la excavación es una actividad importante para la conservación de mascarones, adornos de todo tipo, molduras y en general de paramentos a base de cal.

El eventual uso de tirantes, anclajes y otros medios metálicos de fijación de-berán ser usados solo en casos extremos con los pertinentes estudios y dictá-menes de especialistas en conservación los que deberán cumplir con tres re-quisitos fundamentales: que tengan el diseño estructural adecuado, integrarse perfectamente y ser de materiales duraderos a fin de evitar que se dañen por intemperismo como sucede con el hierro sin protección que al oxidarse se ex-pande con la destrucción y manchado de la piedra donde fue colocado.

- En trabajos de integración de nuevo material, fundamentalmente ladrillo, se deberá tener especial cuidado en la limpieza y en la ejecución de “mesas” es decir superficies horizontales que permiten asentar las nuevas piezas. Se debe buscar la mínima remoción de material original que permita efectuar la integración.

- En todo trabajo de restauración la limpieza de los paramentos y sectores de obra antigua contigua a la nueva es fundamental, lo importante es que no queden manchas y agregados de mezcla que al solidificarse sean de difícil o imposible remoción sin dañar la obra original.

- Cuando el vandalismo se traduzca en la pintura de rótulos y manchas en pa-ramentos, antes de repintar o raspar se debe dejar este tipo de trabajos en manos de especialistas (Fig. 5).

Finalmente, se considera que las anteriores recomendaciones son apenas algunas de las más importantes, existen otras que en muchos casos surgen de la particular situación de las regiones y lugares arqueológicos, por lo que la prudencia y buen juicio son fundamentales para llevar a feliz término las investigaciones arqueológi-cas proyectadas sin menoscabo del Patrimonio que es objeto de estudio.

121

BIBLIOGRAFIA

Ubico, Mario1991 Arqueología y Conservación de los Monumentos Prehispánicos. Tesis Licen-

ciatura de Arqueología. Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala.

2008 Antiguo Templo de N. S. de los Remedios de la Antigua Guatemala: Res-tauración y Habilitación de su Atrio. Tesis Maestría en Conservación de Monumentos y Centros Históricos. Facultad de Arquitectura, Universidad de San Carlos de Guatemala.

122

123

124