EVALUACIÓN TEMPORAL DEL MÉTODO NÚMERO DE CURVA DE...

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EVALUACIÓN TEMPORAL DEL MÉTODO NÚMERO DE CURVA DE ESCORRENTÍA EN UNA HOYA HIDROGRÁFICA SUB-URBANA A TRAVÉS DE MODELOS ARIMA: ESTUDIO DE CASO QUEBRADA LA VIEJA (BOGOTÁ D.C., COLOMBIA) DANIEL ALEJANDRO AGUILAR GÓMEZ CÓDIGO: 20091180001 LIZETH NATALIA PÁEZ RIVERA CÓDIGO: 20091180048 PROYECTO PARA OPTAR AL TÍTULO DE INGENIERO AMBIENTAL EN LA MODALIDAD DE INVESTIGACIÓN (ACUERDO 001 DE 2011) UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES PROYECTO CURRICULAR DE INGENIERÍA AMBIENTAL BOGOTÁ D.C. OCTUBRE DE 2015

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EVALUACIÓN TEMPORAL DEL MÉTODO NÚMERO DE CURVA DE

ESCORRENTÍA EN UNA HOYA HIDROGRÁFICA SUB-URBANA A TRAVÉS

DE MODELOS ARIMA: ESTUDIO DE CASO QUEBRADA LA VIEJA

(BOGOTÁ D.C., COLOMBIA)

DANIEL ALEJANDRO AGUILAR GÓMEZ

CÓDIGO: 20091180001

LIZETH NATALIA PÁEZ RIVERA

CÓDIGO: 20091180048

PROYECTO PARA OPTAR AL TÍTULO DE INGENIERO AMBIENTAL EN

LA MODALIDAD DE INVESTIGACIÓN (ACUERDO 001 DE 2011)

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

PROYECTO CURRICULAR DE INGENIERÍA AMBIENTAL

BOGOTÁ D.C.

OCTUBRE DE 2015

EVALUACIÓN TEMPORAL DEL MÉTODO NÚMERO DE CURVA DE

ESCORRENTÍA EN UNA HOYA HIDROGRÁFICA SUB-URBANA A TRAVÉS

DE MODELOS ARIMA: ESTUDIO DE CASO QUEBRADA LA VIEJA

(BOGOTÁ D.C., COLOMBIA)

DANIEL ALEJANDRO AGUILAR GÓMEZ

CÓDIGO: 20091180001

LIZETH NATALIA PÁEZ RIVERA

CÓDIGO: 20091180048

DIRECTOR

ING. CARLOS ALFONSO ZAFRA MEJÍA

Ph.D. INGENIERÍA AMBIENTAL

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

PROYECTO CURRICULAR DE INGENIERÍA AMBIENTAL

BOGOTÁ D.C.

OCTUBRE DE 2015

I

“Las ideas emitidas por los autores son de exclusiva responsabilidad y no expresan

necesariamente opiniones de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas”

(Artículo 117, Acuerdo 029 de 1998).

II

AGRADECIMIENTOS

Los autores de este proyecto de investigación queremos agradecer a la subdirección de

geografía y cartografía del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAG) por el

suministro de la cartografía y las aerofotografías digitales para el desarrollo del

proyecto. Además, extendemos nuestros agradecimientos a entidades de carácter distrital

como la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) y la Empresa de Acueducto y

Alcantarillado de Bogotá (EAAB-ESP) por el suministro de la información

climatológica e hidrológica requerida en la investigación.

Adicionalmente, expresamos nuestra gratitud al Ing. Carlos Alfonso Zafra Mejía,

director de la tesis, por el interés, dedicación y compromiso mostrado durante todo este

proceso.

Finalmente, deseamos agradecer nuestros colegas, familiares, amigos, y demás personas

que con su apoyo hicieron posible la finalización de este trabajo.

III

DEDICATORIA

A Dios por enseñarme que con perseverancia y dedicación puedo alcanzar

todas las metas y objetivos que me proponga. Además, por darme la sabiduría,

paciencia y fuerzas necesarias para llevar este proyecto a buen puerto.

A mi familia, especialmente a mi madre, por su amor y apoyo incondicional.

A Carol Hernández, por acompañarme durante este proceso y alentarme a

seguir adelante a pesar de las dificultades.

Daniel Alejandro Aguilar Gómez

A Dios, quien es el principio y el final de todo.

Lizeth Natalia Páez

IV

Nota de Aceptación

Director: Carlos Alfonso Zafra Mejía

Ingeniero Civil

Ph.D en Ingeniería Ambiental

Jurado: Néstor Ricardo Bernal Suárez

Estadístico

Jurado: Jorge Alberto Valero Fandiño

Ingeniero Civil

Bogotá D.C., 13 de octubre de 2015

V

RESUMEN

Los cambios globales en el enfoque de estudio de las variables ambientales han hecho

que el análisis de series de tiempo se convierta en una de las principales herramientas de

la ciencia moderna, permitiendo proponer nuevos modelos de simulación ambiental y

evaluar los anteriormente desarrollados. La presente tesis se centra en evaluar el ajuste

de la estructura temporal del método Número de Curva Escorrentía propuesto por el Soil

Conservation Service, en la hoya hidrográfica sub-urbana Quebrada La Vieja para el

período comprendido entre el ocho de abril de 2010 y el 31 de diciembre de 2014.

Para realizar el análisis se emplearon principalmente los modelos ARIMA; además de la

prueba de bondad de ajuste de Kolmogórov-Smirnov, y diferentes estadísticos que

permitieron analizar y comparar la serie de caudales estimados a partir del método de

CN y la serie de caudales medidos por la estación hidrométrica Ventana Captación de la

Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB-ESP).

Los resultados obtenidos sugirieron que el método Número de Curva tiende a

sobreestimar el régimen de caudales pico y medios diarios de la hoya hidrográfica.

Adicionalmente, se evidenció que estos regímenes de caudales presentan un

comportamiento temporal similar pero que no se ajusta a la estructura temporal del

régimen de caudales medios diarios observados en la zona alta de la hoya hidrográfica

Quebrada La Vieja.

Palabras clave: Método Número de Curva, Escorrentía, modelos ARIMA, series de

tiempo, estructura temporal.

VI

ABSTRACT AND KEYWORDS

Global Changes in the approach of the study of environmental variables have made time

series analysis become one of the main tools of modern science, allowing scientist to

propose new models for environmental simulation and also to evaluate previously

developed. This thesis focuses on assessing the temporal structure fit of Runoff Curve

Number Method proposed by the Soil Conservation Service in the sub - urban watershed

Quebrada La Vieja from April 8, 2010 and the December 31, 2014.

ARIMA models were used to perform the analysis; besides the Kolmogorov- Smirnov

goodness of fit test, and different statistical that let us analyze and compare the time

series of flow calculated with the Curve Number Method (CN) and the one of flows

measured by the hydrometric station Ventana Captación bellowing to the Water and

Sewerage Company of Bogotá ( EAAB - ESP) .

The results suggested that the Curve Number Method tends to overestimate the rate of

peak and average daily flows of the watershed. Additionally, it was shown that these

flow regimes present a similar temporal behavior, but it does not fit to the temporal

structure of the average daily flows observed in the upper part of the watershed

Quebrada La Vieja

Keywords: Curve Number Method, runoff, ARIMA models, time series, temporal

structure.

VII

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 14

1. ANTECEDENTES ................................................................................................... 16

1.1 Planteamiento del problema .............................................................................. 16

1.2 Justificación ....................................................................................................... 20

1.3 Objetivos ........................................................................................................... 24

1.3.1 General ....................................................................................................... 24

1.3.2 Específicos ................................................................................................. 24

2. MARCO REFERENCIAL ........................................................................................ 25

2.1 Elementos conceptuales .................................................................................... 25

2.1.1 Hidrología .................................................................................................. 25

2.2 Técnicas y métodos utilizados en el área de investigación ............................... 31

2.2.1 Método del U.S. SCS (Soil Conservation Service of USA) ...................... 31

2.2.2 Hidrográma de caudal ................................................................................ 36

2.2.3 Modelos ARIMA ....................................................................................... 38

2.3 Experiencias nacionales e internacionales en el área de investigación ............. 41

2.4 Descripción de la zona de estudio ..................................................................... 43

2.5 Normatividad y legislación asociada ................................................................. 44

3. MATERIALES Y MÉTODOS ................................................................................. 46

3.1 Escala temporal ................................................................................................. 46

3.2 Materiales .......................................................................................................... 46

3.3 Metodología ....................................................................................................... 47

3.3.1 Análisis exploratorio de datos .................................................................... 49

3.3.2 Caracterización del área de estudio ............................................................ 50

3.3.3 Aplicación del método del Número de Curva (CN)................................... 51

3.3.4 Validación de variables .............................................................................. 53

3.3.5 Incorporación de modelos ARIMA ............................................................ 54

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN .............................................................................. 58

4.1 Análisis exploratorio de datos: series de tiempo ............................................... 58

4.2 Caracterización del área de estudio ................................................................... 61

4.2.1 Delimitación y parámetros morfométricos................................................. 61

VIII

4.2.2 Tipos de suelos, usos y tratamientos .......................................................... 64

4.2.3 Caudal base ................................................................................................ 65

4.3 Aplicación del método Número de Curva de Escorrentía (CN) ........................ 69

4.3.1 Comparación de caudales estimados y observados .................................... 74

4.4 Validación de variables ..................................................................................... 77

4.4.1 Verificación del Número de Curva de Escorrentía (CN) ........................... 77

4.4.2 Bondad del ajuste de la distribución normal .............................................. 78

4.5 Incorporación de modelos ARIMA ................................................................... 81

4.5.1 Análisis de regresión .................................................................................. 81

4.5.2 Construcción de modelos ARIMA ............................................................. 84

4.5.3 Comparación de modelos ........................................................................... 99

5. CONCLUSIONES .................................................................................................. 104

6. RECOMENDACIONES ......................................................................................... 107

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................... 109

IX

LISTA DE ANEXOS

Anexo A. Mapas elaborados del área de estudio

Anexo B. Estimación y verificación de modelos ARIMA preliminares de series

de tiempo de precipitación y caudal

112

117

Anexo C. Series de tiempo de caudal y precipitación empleados en el proyecto

de investigación

124

Anexo D. Metodología de cálculo de los parámetros morfométricos evaluados

en el área de estudio

135

Anexo E. Descripción de las unidades cartográficas de suelos, usos y

tratamientos del suelo del área de estudio

142

Anexo F. Diagramas para la determinación de períodos secos y caudal base 146

Anexo G. Criterios de equivalencia de variables del método CN 161

Anexo H. Resultados aplicación método Número de Curva Escorrentía (CN) 163

Anexo I. Resultados verificación Número de Curva de Escorrentía (CN) 236

Anexo J. Gráficas de la prueba de normalidad realizadas a las series de tiempo

de caudal evaluadas

238

Anexo K. Identificación, estimación y verificación de modelos ARIMA para

para la serie de tiempo de caudales observados en el área de estudio

Anexo L. Estimación y verificación de modelos ARIMA para la serie de

tiempo de caudales pico estimados a través de método CN

240

256

Anexo M. Estimación y verificación del modelo ARIMA(0,1,4) para para la

serie de tiempo caudales observados en el área de estudio

263

X

LISTA DE FIGURAS

Figura 1. Esquema del ciclo hidrológico.......................................................................... 26

Figura 2. Representación de la cuenca como sistema hidrológico................................... 28

Figura 3. Clasificación de los modelos hidrológicos utilizando criterios de

generalización o regionalización. ..................................................................................... 30

Figura 4. Solución de las ecuaciones de escorrentía del modelo SCS. ............................ 33

Figura 5. Hidrograma de tormenta y sus componentes. ................................................... 36

Figura 6. Hidrograma sintético triangular. ....................................................................... 37

Figura 7. Diagrama de la metodología de construcción de modelos ARIMA.. ............... 41

Figura 8. Imagen satelital de la Quebrada La Vieja.. ....................................................... 44

Figura 9. Diagrama general de la metodología del proyecto ........................................... 48

Figura 10. Perfil topográfico del cauce principal de la hoya hidrográfica de la Quebrada

La Vieja y ubicación de las estaciones hidrometereológicas de la EAAB-ESP empleadas

en el proyecto de investigación. ....................................................................................... 60

Figura 11. Esquema general de la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja ....................... 62

Figura 12. Diagrama Ombrotérmico para el año 2010. ................................................... 66

Figura 13. Hidrográma de caudal para el rango medio (abril a julio) del año 2010. ....... 68

Figura 14. Serie de tiempo de caudales pico estimados a través del método CN para el

periodo de estudio ............................................................................................................ 71

Figura 15. Serie de tiempo de caudal medio calculado a partir de los resultados del

método CN para el período de estudio. ............................................................................ 72

Figura 16. Gráfica de superficie de la ecuación de Precipitación efectiva. ..................... 74

XI

Figura 17. Comparación gráfica de la serie de caudal pico estimado a través del Número

de Curva, caudal medio calculado y la serie de caudal medido por la estación La

Ventana Captación. .......................................................................................................... 76

Figura 18. Distribuciones acumuladas de las series de tiempo de caudal pico estimado y

caudal medio observado, evaluadas en el proyecto de investigación. ............................ 79

Figura 19. Distribuciones acumuladas de las series de tiempo de caudal medio calculado

y caudal medio observado, evaluadas en el proyecto de investigación. .......................... 80

Figura 20. Modelo de regresión entre serie de precipitación total diaria (mm) y serie de

caudales pico diarios estimados a través del método CN (m3/s) para las diferentes

condiciones antecedentes de humedad ............................................................................. 81

Figura 21. Modelo de regresión entre serie de precipitación total diaria (mm) y serie de

caudales medios calculados (m3/s) para las diferentes condiciones antecedentes de

humedad ........................................................................................................................... 82

Figura 22. Modelo de regresión entre serie de precipitación total diaria (mm) y serie de

caudales medios diarios observados (m3/s) para las diferentes condiciones antecedentes

de humedad ...................................................................................................................... 82

Figura 23. Serie de caudales pico diarios estimados a través del método CN. ............... 85

Figura 24. FAC muestral de la serie de caudales pico diarios estimados a través del

método CN. ...................................................................................................................... 86

Figura 25. Residuales del modelo ARIMA(0,1,1) para la serie de caudales pico diarios

estimados a través del método CN. .................................................................................. 92

Figura 26. Relación variables de estudio y sus modelos ARIMA respectivos. ............. 100

Figura 27. Periodograma de las series de tiempo evaluadas en la investigación.. ......... 101

XII

LISTA DE TABLAS

Tabla 1. Clasificación hidrológica de los suelos. ............................................................. 34

Tabla 2. Precipitación acumulada para tres condiciones de humedad antecedente ......... 34

Tabla 3. Valores de números adimensionales de curva CN para diferentes usos de la

tierra y condición antecedente de humedad II.................................................................. 35

Tabla 4. Normatividad y legislación aplicable al proyecto de investigación ................... 45

Tabla 5. Materiales e información empleada en el proyecto de investigación ................ 46

Tabla 6. Comportamiento de la FAS y la FAP para procesos AR, MA y ARMA ........... 56

Tabla 7. Coeficiente de correlación de las estaciones de la Red de Monitoreo y Calidad

de Aire de Bogotá (RMCAB) frente a la estación San Luis (EAAB-ESP).. ................... 59

Tabla 8. Modelos ARIMA preliminares de las series de tiempo de precipitación y

caudales observados en la hoya hidrográfica Quebrada La vieja .................................... 61

Tabla 9. Parámetros morfométricos del área de estudio .................................................. 63

Tabla 10. Usos y tratamientos del suelo presentes en el área de estudio ......................... 64

Tabla 11. Clasificación de los meses de estudio en los rangos de caudal propuestos. .... 67

Tabla 12. Caudal base mensual para el período de estudio (m3/s). ................................. 68

Tabla 13. Equivalencia de variables de unidad de suelos y cobertura de la tierra ........... 69

Tabla 14. Valores de Número de curva (CN) para las categorías presentes en el área de

estudio. ............................................................................................................................. 70

Tabla 15. Resultado de las medidas estadísticas aplicadas a las series de datos. ............ 75

Tabla 16. Resultados del análisis de regresión para las series evaluadas ........................ 83

Tabla 17. FAC y FACP muestrales de la serie de caudales pico diarios estimados a

través del métod ...................................................................................... 88

Tabla 18. Autocorrelaciones de los residuales del modelo ARIMA(0,1,1) ..................... 92

XIII

Tabla 19. Modelos satisfactorios definitivos y estadísticos de ajuste .............................. 96

Tabla 20. Estadísticos de ajuste del modelo ARIMA (1,0,3) ......................................... 102

14

INTRODUCCIÓN

El método Número de Curva de Escorrentía (CN) propuesto por el Soil Conservation

Service (Servicio de Conservación de Suelos de los Estados Unidos de América), es un

modelo determinístico conceptual de la relación precipitación-escorrentía el cual es

empleado en la estimación de caudales máximos de escorrentía directa en hoyas

hidrográficas. Estos caudales de escorrentía son indispensables en la toma de decisiones

a nivel ingenieril en ámbitos como el ordenamiento y planificación territorial, la gestión

de hoyas hidrográficas, la prevención de desastres y emergencias, y en el diseño de

obras civiles.

Ahora bien, en Colombia la combinación de factores naturales como el cambio climático

y antrópicos como la deforestación han desencadenado un aumento de la escorrentía

superficial y por ende el incremento en el nivel de riesgo hidrológico de hoyas

hidrográficas tanto suburbanas como urbanas. En consecuencia, es necesario evaluar la

fiabilidad de los caudales máximos de escorrentía estimados de métodos como el del

Número de Curva de Escorrentía desde una perspectiva temporal y su ajuste al

fenómeno precipitación-escorrentía en cuencas colombianas.

En este sentido, los modelos estocásticos ARIMA que por estar constituidos por tres

componentes: autorregresivo (p), integrado (d) y promedios móviles (q); donde el

primero brinda información sobre la memoria del fenómeno y los últimos frente

aleatoriedad del mismo, son de gran utilidad en la caracterización de la estructura

temporal de series tiempo.

15

Con base en lo anterior, el presente proyecto de grado para optar al título de Ingeniero

Ambiental bajo la modalidad de investigación propone evaluar la estructura temporal de

los caudales diarios estimados por el método Número de Curva Escorrentía en la zona

alta de la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja (Bogotá, Colombia) entre los años 2010

y 2014. Razón por la cual, empleando los datos diarios de precipitación de la estación

San Luis y los datos de caudal medio de la estación ventana captación de la Empresa de

Acueducto y alcantarillado de Bogotá (EAAB-ESP); inicialmente se emplea el método

CN para las condiciones hidrológicas de la zona de estudio y posteriormente se utiliza la

estrategia de construcción de modelos para series de tiempo desarrollada por Box &

Jenkins (1970), con el objeto de identificar los modelos ARIMA que se ajusten

adecuadamente a la serie de caudales máximos estimados y medios observados.

Finalmente, el proyecto de investigación se encuentra estructurado por capítulos. En el

capítulo denominado antecedentes se aborda el planteamiento del problema, la

justificación y los objetivos de la investigación. Posteriormente, en el capítulo marco

referencial se esbozan los elementos conceptuales, las técnicas y métodos, las

experiencias nacionales e internacionales, la normatividad y legislación asociada a la

investigación. En el siguiente capítulo expone los materiales y la metodología

empleados, mientras que en los capítulos subsecuentes muestran los resultados obtenidos

y su análisis, las conclusiones a las que se llegó con este trabajo y algunas sugerencias

para tener en cuenta en próximas investigaciones que aborden esta temática.

16

1. ANTECEDENTES

1.1 Planteamiento del problema

El uso de modelos matemáticos aplicados a fenómenos naturales es una de las

herramientas más empleadas en la actualidad para la obtención de predicciones que

soporten la toma de decisiones a nivel ingenieril.

El método de número de curva escorrentía es la propuesta para la estimación de caudales

de escorrentía más difundida a nivel mundial tras su desarrollo en el año de 1972 por el

Soil Conservation Service (Alonso, 2001). En la actualidad el método ha alcanzado una

alta aplicación, sobre todo en los países en desarrollo debido al requerimiento de pocos

datos físicos y meteorológicos (Weber & Jorquera, 2010).

Por otra parte, los modelos ARIMA fueron desarrollados alrededor de los años setentas a

fin de facilitar el análisis de fenómenos estocásticos y estacionarios en donde la variable

tiempo juega un papel fundamental (Arce & Mahía, 2001). Estos son modelos

estadísticos para series de tiempo que tienen en cuenta la dependencia existente entre los

datos, por ende cada observación es modelada en función de los valores anteriores

(Fernández, 2013). A pesar de que los modelos ARIMA fueron desarrollados en primer

lugar como herramienta econométrica, estos han encontrado dentro de la climatología e

hidrología un amplio espectro de aplicación debido a que estas áreas del conocimiento

estudian fenómenos y variables que presentan comportamientos que pueden ser

abordados desde la concepción de un modelo (Maté, 2013).

17

A modo de ejemplo, los modelos ARIMA se han empleado como modelo para la

predicción de caudales de cuencas en Colombia, en el artículo "Aplicación de los

métodos Mars, Holt-Winters y ARIMA generalizado en el pronóstico de caudales

medios mensuales en ríos de Antioquia" (Sánchez, 2006), el modelo ARIMA

generalizado se utilizó como modelo de predicción en los ríos Nare, Guatapé, Guadalupe

y río Grande II. Estos modelos también se han empleado para evaluar la periodicidad de

fenómenos climáticos; un ejemplo de ello es el artículo "Análisis de las periodicidades

de los caudales medios mensuales en la cuenca del Río Santa" (Reyes et al., 2010), en el

cual, el uso de modelos ARIMA permitió el estudio de las series de tiempo de 14

estaciones hidrométricas.

No obstante, en Colombia como consecuencia de la limitada información climatológica

e hidrológica de las cuencas se hace necesario la aplicación del método Número de

Curva Escorrentía como herramienta para la determinación de caudales. Sin embargo, la

fiabilidad de los caudales estimados debe ser evaluada bajo una perspectiva temporal,

debido al cambio de las condiciones ambientales bajo las cuales se aplica el método,

reconociendo que dichas variables pueden llegar a afectar el grado de exactitud de las

predicciones obtenidas. Más aún cuando en las últimas décadas las cuencas hidrológicas

suburbanas y urbanas han presentado un aumento en su nivel de riesgo hidrológico, es

decir, la probabilidad de que en ellas ocurra un evento hidrometeorológico que exceda

un valor específico de daños sociales y económicos (USAL, 2013). De acuerdo a la

segunda comunicación nacional ante la convención marco de las naciones unidas sobre

cambio climático, en Colombia se ha incrementado significativamente el registro de

eventos hidrometeorológicos extremos en las últimas dos décadas.

18

La situación mencionada se genera por la combinación de factores tanto naturales como

antrópicos; dentro de los factores naturales es importante mencionar el papel que

desempeña el fenómeno del cambio climático en los países del neo-trópico, que deriva

en un aumento de las precipitaciones en las temporadas de lluvia que superan la

capacidad de amortiguamiento de las mismas en las cuencas. En cuanto a los factores

producidos por las actividades humanas se destaca la elevada concentración demográfica

en las zonas urbanas, deforestación de las zonas altas de las cuencas junto con el

incremento de las áreas impermeables que representa la disminución de la permeabilidad

natural del suelo y, por ende, el incremento de la escorrentía superficial y la disminución

del tiempo de concentración de la hoya hidrográfica (Norambuena, 2009).

Este aumento del riesgo hidrológico también se ha evidenciado en la ciudad de Bogotá

D.C. (Colombia), donde encontramos un complejo esquema hídrico en el que se

relacionan quebradas y humedales aledaños a las áreas urbanizadas e incluso inmersos

en éstas; que bajo las condiciones de alta precipitación de la ciudad, donde según la

Secretaría Distrital de Ambiente la precipitación anual de los últimos tres años se ha

mantenido en un rango entre 688,20 y 1085,10 mm. De esta manera, es frecuente

observar los sistemas de drenaje desbordados en tiempos de lluvia debido a los grandes

volúmenes de agua pluvial que se reciben provenientes de las zonas urbanas

impermeables, sobrepasando en muchas ocasiones la capacidad de los colectores y

generando inundaciones (SDA, 2011).

Esta problemática aumentará en los próximos años debido a la carencia de una

evaluación técnica, en primer lugar, de la estructura temporal de las estimaciones de

caudales máximos generadas a través de métodos como el Número de Curva de

19

Escorrentía y, en segundo lugar, de la respuesta que este método presenta frente a

fenómenos como la estacionalidad de las lluvias y el cambio climático.

Bajo los anteriores planteamientos, se establecieron las siguientes preguntas de

investigación:

¿Qué caudales máximos de escorrentía estimará el método del Número de Curva

al emplearse bajo las características hidrológicas de la hoya hidrográfica

Quebrada La Vieja en la ciudad de Bogotá D.C.?

¿Existe un modelo ARIMA que permita analizar la estructura temporal de los

caudales estimados a partir del método Número de Curva Escorrentía para el

caso de estudio?

¿Existe un modelo ARIMA que permita analizar el comportamiento temporal de

los caudales observados en campo en la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja en

su zona alta?

¿Las predicciones del método Número de Curva de Escorrentía se ajustan a la

estructura temporal de los caudales observados en campo en la hoya

hidrográfica Quebrada la Vieja?

20

1.2 Justificación

El estudio de los fenómenos naturales ha sido uno de los principales enfoques del

conocimiento científico; la necesidad de entender el medio circundante y los fenómenos

que en éste tienen lugar ha sido esencial en los procesos de transformación y adaptación

realizados por el hombre.

La precipitación y escorrentía no han logrado escapar de dicho estudio; han sido objeto

de análisis complejos que permiten la formulación de modelos de simulación capaces de

generar predicciones a futuro de los comportamientos de una determinada cuenca

hidrográfica. Estos modelos han sido implementados en diferentes áreas de la ingeniería;

desempeñando un papel importante en la toma de decisiones técnicas como la

prevención y mitigación de emergencias entendidas como inundaciones, la ordenación

del territorio, el desarrollo de fuentes alternativas de energía e incluso el diseño de obras

civiles.

Uno de estos métodos es el propuesto por el Soil Conservation Service (S.C.S.)

conocido como el método Número de Curva de Escorrentía, el cual ha sido aplicado

ampliamente en áreas con diversos usos y tratamientos del suelo como por ejemplo en el

trabajo: "Número de curva escurrimiento para una microcuenca de Pampa Ondulada

bajo labranza convencional y siembra directa" (Chagas et al., 2008); a su vez este

método ha sido integrado con sistemas de información geográfica como en el caso de

"Generación automática del número de curva con sistemas de información geográfica"

(Ferrér et al., 1995).

21

Sin embargo, debido a los cambios recientes en el comportamiento del clima,

evidenciados en inundaciones y sequías antes no registradas, se hace necesario evaluar el

comportamiento de los modelos tradicionales ante los efectos generados por fenómenos

como el cambio climático, los cambios en el uso y tratamiento del suelo, la

deforestación y muchas otras variables que pueden repercutir de manera directa en la

correcta modelación de los fenómenos hidrológicos y climáticos (Poveda & Alváres,

2012).

Un ejemplo de los efectos de la variabilidad climática extrema en el país fueron las

inundaciones que se presentaron en el 2010 y que están vinculadas con la ocurrencia del

fenómeno de La Niña; la revista Semana expone en uno de sus artículos que las lluvias

registradas durante ese año no se habían presentado desde hace 75 años en Colombia, de

acuerdo a los registros meteorológicos del Instituto de Hidrología, Meteorología y

Estudios Ambientales (IDEAM), y a los análisis que realiza el Instituto Geográfico

Agustín Codazzi (IGAC).

Debido a estos cambios en el comportamiento del clima, inducidos principalmente por

las actividades antrópicas, se hace necesario evaluar a través de modelos ARIMA la

estructura temporal y periodicidad de las estimaciones de los caudales generados al

emplear el método de Número de Curva de Escorrentía. Lo anterior, bajo el hecho de

que este es el método más empleado para calcular la escorrentía generada por un evento

de precipitación en cuencas de dimensiones pequeñas y con información deficiente o

poco confiable (Mongil, 2010); lo cual es indispensable para el diseño obras de

infraestructura para el manejo de las aguas de escorrentía en áreas urbanas y suburbanas.

22

Los modelos ARIMA se seleccionan como una herramienta de análisis debido a su

utilidad en la caracterización de series de tiempo, estableciendo como referencia de

comparación los valores que asumen los tres parámetros que componen el modelo

generado. Estos tres parámetros tipifican la estructura temporal de los datos analizados

mediante el componente autorregresivo (p), el componente de promedios móviles (q) y

el componente integrado (d); donde el primero brinda información sobre la memoria del

fenómeno y los últimos frente a la aleatoriedad del mismo.

Desde la formación académica como Ingeniero Ambiental que ofrece la Universidad

Distrital Francisco José de Caldas, se cuenta con la capacidad de investigar y realizar

aportes en materia de ordenamiento territorial, el cual debe apoyarse en técnicas

confiables de predicción de fenómenos hidrológicos. Lo anterior, toma relevancia en el

distrito capital ya que en los últimos años se ha buscado establecer un modelo de ciudad

sostenible que contemple a sus cuerpos de agua y la Gestión Integral del Riesgo como

ejes articuladores de su planeación territorial y, además, que esté en la capacidad de

adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático.

A su vez, este proyecto de investigación representa un beneficio al sector público en los

ámbitos nacional, regional y distrital dado que proporciona una herramienta de soporte

científico para la toma de decisiones y manejo de los recursos naturales como lo

establecen los principios contemplados en la Ley 99 de 1993. Así, por ejemplo en el

distrito capital, el Sistema Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (SDGR-

CC), creado mediante el Acuerdo 546 de 2013, y que tiene como objetivo el

23

conocimiento y reducción permanente de los riesgos en la sociedad, dispondrá de

información más confiable para la disminución de los riesgos asociados con

inundaciones en el área urbana y suburbana de la ciudad, generando a su vez el ahorro

de recursos empleados a la atención de desastres. Adicionalmente, entidades integrantes

del SDGR-CC, como la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá D.C. (SDA) y la

Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá E.S.P. (EAB-ESP) dispondrán

de insumos confiables para la definición de rondas hídricas y zonas de exclusión para el

manejo, conservación y protección del recurso hídrico, y el desarrollo de diseños de

estructuras de manejo de la escorrentía y el control de inundaciones. Igualmente, la

combinación de todos estos beneficios repercutirá positivamente en las comunidades que

habitan en las zonas susceptibles de inundación, quienes asumen las pérdidas humanas y

económicas en estos eventos.

Considerando el compromiso que tiene la Universidad Distrital Francisco José de Caldas

con las problemáticas ambientales de la ciudad, se seleccionó como área de estudio la

hoya hidrográfica Quebrada La Vieja (localidad de Chapinero) debido a la facilidad de

consecución de los datos; además de presentar diferentes condiciones de uso y

tratamiento del suelo que actúan como variables de alto impacto en las estimaciones del

método Número de Curva de Escorrentía y en la estructura temporal del fenómeno

lluvia-escorrentía de la cuenca.

24

1.3 Objetivos

1.3.1 General

Evaluar la estructura temporal de los caudales estimados por el método Número

de Curva de Escorrentía en la hoya hidrográfica suburbana Quebrada La Vieja -

zona alta- a través del desarrollo de modelos preliminares ARIMA para un

período de 5 años.

1.3.2 Específicos

Estimar los caudales de escorrentía en la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja

basándose en la evaluación de sus características hidrológicas y empleando el

método de Número de Curva de Escorrentía.

Establecer el modelo ARIMA más adecuado para los caudales estimados por el

método de Número de Curva de Escorrentía en la hoya hidrográfica Quebrada La

Vieja mediante la utilización del programa informático IBM-SPSS.

Establecer el modelo ARIMA más adecuado para los caudales observados en

campo en la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja, en su zona alta, mediante la

utilización del programa informático IBM-SPSS.

Comparar la estructura temporal de los caudales estimados y los observados en

campo en la hoya hidrográfica de la Quebrada La Vieja, mediante modelos

ARIMA.

25

2. MARCO REFERENCIAL

2.1 Elementos conceptuales

2.1.1 Hidrología

2.1.1.1 El agua y la hidrología

El agua es la sustancia más abundante del planeta Tierra y el principal constituyente de

los seres vivos que la habitan (Chow et al., 1994). Adicionalmente, desempeña una

función esencial para el adecuado funcionamiento de la biosfera y como integrante del

medio ambiente (UNESCO, 2014). Al tener en cuenta los argumentos anteriores sobre la

importancia del agua, surge la necesidad de su estudio y con ello nace la hidrología que

se define como “la ciencia natural que estudia al agua, su ocurrencia, circulación y

distribución en la superficie terrestre, sus propiedades químicas y físicas, su interacción

con el ambiente y con los seres vivos y en particular con los seres humanos” (Chow et

al., 1994).

2.1.1.2 El ciclo hidrológico

Para la hidrología el concepto de ciclo hidrológico es fundamental y se constituye en su

eje central (ver Figura 1). Al respecto, Aparicio (1992) describió el ciclo hidrológico de

la siguiente manera:

“Como todo ciclo, el hidrológico no tiene principio y su descripción puede comenzar en

cualquier punto. El agua que se encuentra sobre la superficie terrestre o muy cerca de

ella se evapora bajo el efecto de la radicación solar y el viento. El vapor de agua, que así

se forma, se eleva y se transporta por la atmósfera en forma de nubes hasta que se

condensa y cae hacia la tierra en forma de precipitación. Durante su trayecto hacia la

26

superficie de la tierra, el agua precipitada puede volver a evaporarse o ser interceptada

por las plantas o las construcciones, luego fluye por la superficie hasta las corrientes o se

infiltra. El agua interceptada y una parte de la infiltrada y de la que corre por la

superficie se evapora nuevamente. De la precipitación que llega a las corrientes, una

parte se infiltra y otra llega hasta los océanos y otros grandes cuerpos de agua, como

presas y lagos. Del agua infiltrada, una parte es absorbida por las plantas y

posteriormente es transpirada, casi en su totalidad, hacia la atmósfera y otra parte fluye

bajo la superficie de la tierra hacia las corrientes, el mar u otros cuerpos de agua, o bien

hacia zonas profundas del suelo (percolación) para ser almacenada como subterránea y

después aflorar en manantiales, ríos o el mar.”

Figura 1. Esquema del ciclo hidrológico.

Fuente: Civilgeeks. [En línea]. Disponible en: http://civilgeeks.com/wp-

content/uploads/2011/06/Gu%C3%ADa-de-estudio-sobre-ciclo-Hidrol%C3%B3gico.jpg [Último acceso:

09 Mayo 2014]

27

2.1.1.3 La hoya hidrográfica

La hoya hidrográfica es la unidad básica de estudio de la hidrología y en pocas palabras

es “una zona de la superficie terrestre en donde (si fuera impermeable) las gotas de

lluvia que caen sobre ella tienden a ser drenadas por el sistema de corrientes hacia un

mismo punto de salida” (Aparicio, 1992). Por otro lado, la legislación colombiana en el

Código Nacional de Recursos Naturales define la cuenca u hoya hidrográfica como “el

área de aguas superficiales o subterráneas, que vierten a una red natural con uno o varios

cauces naturales, de caudal continuo o intermitente, que confluyen en un curso mayor

que, a su vez, puede desembocar en un rio principal, en un deposito natural de aguas, en

un pantano o directamente en el mar” (“Decreto 2811”, 1974). Finalmente, las hoyas

hidrográficas se encuentran delimitadas por la línea del divorcio de aguas o parteaguas

que es “una línea imaginaria formada por los puntos de mayor nivel topográfico y que

separa la hoya hidrográfica de las hoyas vecinas” (Aparicio, 1992).

2.1.1.4 El sistema hidrológico

Los fenómenos hidrológicos se caracterizan por ser complejos, lo cual genera que

muchas veces no se puedan describir a través de leyes físicas exactas, o que al ser

empleadas estas leyes, se genere un mayor error de aproximación. Es por este motivo

que se abordan desde el concepto de sistema que por definición es “un conjunto de

partes conectadas entre sí, que forman un todo” (Chow et al., 1994). Es decir, lo que

realmente se busca es la construcción de un modelo que establezca la relación entre las

entradas y salidas presentes en el sistema.

En consecuencia, es posible hablar de un sistema hidrológico que se define como “una

estructura o volumen en el espacio, rodeada por una frontera, que acepta agua y otras

28

entradas, opera en ellas internamente y las produce como salidas” (Chow et al., 1994).

Adicionalmente, la mayoría de estos sistemas hidrológicos se caracterizan por su

aleatoriedad ya que su principal entrada es la precipitación, la cual es un fenómeno

variable e impredecible (Chow et al., 1994). La ecuación [I] se considera como la

expresión matemática fundamental de la hidrología, en donde, S es el volumen de agua

almacenada y los términos I y Q corresponden a los flujos de entrada y salida

respectivamente.

[I]

En síntesis, se puede decir que el objetivo principal del análisis del sistema hidrológico

es estudiar cómo es la operación del sistema para finalmente predecir su salida” (Chow

et al., 1994). A modo de ejemplo, observemos la Figura 2 en la cual se esquematiza la

hoya hidrográfica como un sistema hidrológico, en donde la frontera del sistema está

delimitada por la divisoria de aguas, la principal entrada y salida del sistema son la

precipitación y el caudal respectivamente.

Figura 2. Representación de la cuenca como sistema hidrológico. Fuente: (Chow et al., 1994).

29

2.1.1.5 Balance hídrico

A partir del concepto de cuenca desde el punto de vista de sistemas; surge el balance

hídrico empleado por el meteorólogo Thornthwaite en el año de 1944 para referirse a la

contabilidad que se podía establecer entre las entradas y las salidas de una cuenca.

(Aranda, 1998, pág. 64). Para la aplicación de este concepto se define la precipitación

como la principal entrada y fuente primaria del agua de la superficie terrestre. (Chow et

al., 1994).

Con la precipitación surgen diferentes conceptos asociados, como el de escurrimiento,

definido como el agua proveniente de la precipitación que fluye sobre o bajo la

superficie terrestre; pudiéndose clasificar en escurrimiento directo y escurrimiento base.

El escurrimiento directo se relaciona con una tormenta en particular ya que proviene de

la precipitación efectiva, que es aquella que no se infiltra ni es retenida por el suelo. Por

su parte, el escurrimiento base o subterráneo, se produce bajo el nivel freático y es de

velocidad baja, siendo el único que alimenta los cauces cuando no hay precipitación

(Aparicio, 1992).

2.1.1.6 Modelos hidrológicos y su clasificación

Por definición un modelo de sistema hidrológico es “una aproximación al sistema real;

sus entradas y salidas son variables hidrológicas mesurables y su estructura es un

conjunto de ecuaciones que conectan las entradas y las salidas” (Chow et al., 1994).

Diversos autores han clasificado los modelos hidrológicos existentes siguiendo

diferentes criterios, por ejemplo, la Figura 3 muestra la propuesta de clasificación

desarrollada por los autores Smith y Rendón (1997), en la cual, los modelos se agrupan

inicialmente en modelos de generalización o regionalización; los modelos de

30

regionalización son usados en condiciones de poca o ninguna información de entradas y

salidas, y los modelos de generalización se usan cuando existe información de las

entradas y salidas del sistema que permite calibrar los parámetros.

Figura 3. Clasificación de los modelos hidrológicos utilizando criterios de generalización o

regionalización. Fuente: (Smith & Rendón, 1997).

Por otro lado, autores como Chow et al. (1994) realizaron una clasificación de los

modelos hidrológicos utilizando criterios como la forma, la aleatoriedad y variabilidad

espacial y temporal de los fenómenos hidrológicos. Según está clasificación los modelos

hidrológicos pueden dividirse en físicos y abstractos. Los modelos físicos incluyen

modelos a escala (representan el sistema a escala reducida) y los análogos (usan otros

sistemas físicos con propiedades similares a las del sistema).

Los modelos abstractos representan el sistema de manera matemática, es decir, la

operación del sistema se describe a través de ecuaciones que relacionan las variables de

entradas y salidas. Estas variables pueden ser función del espacio y el tiempo, y también

pueden ser variables probabilísticas o aleatorias que no tienen un valor fijo particular en

un punto del espacio y el tiempo, pero que están descritas a través de distribuciones de

probabilidad (Chow et al., 1994).

31

Los modelos determinísticos no consideran aleatoriedad, es decir, que una entrada

produce siempre una salida, mientras que los modelos estocásticos tienen salidas que son

parcialmente aleatorias. En consecuencia, se puede afirmar que con los modelos

determinísticos se pueden realizar pronósticos y con los modelos estocásticos se pueden

realizar predicciones (Chow et al., 1994; Smith & Rendón, 1997).

Esta clasificación en el nivel medio abarca la variación espacial de los modelos. En un

modelo determinístico agregado, el sistema es considerado como un punto único sin

dimensiones en el espacio, mientras que, un modelo determinístico distribuido define las

variables del modelo como funciones de las dimensiones espaciales. Los modelos

estocásticos se clasifican en independientes en el espacio y correlacionados con él.

En el último nivel de esta clasificación se evalúa la variabilidad temporal de los

modelos, es así como los modelos determinísticos se clasifican en modelos de flujo

permanente (la tasa del flujo no cambia con el tiempo) y modelos de flujo no

permanente. Dado el hecho que los modelos estocásticos tienen salidas que varían en el

tiempo, se pueden clasificar como independientes del tiempo (los fenómenos

hidrológicos no influyen entre sí) y modelos correlacionados en el tiempo (secuencia en

la que el evento siguiente está parcialmente influido por el evento anterior y

posiblemente por otros) (Chow et al., 1994).

2.2 Técnicas y métodos utilizados en el área de investigación

2.2.1 Método del U.S. SCS (Soil Conservation Service of USA)

También es conocido como el método del Número de Curva (CN), es un modelo

conceptual de las pérdidas de precipitación o abstracciones y cuyo objetivo principal es

32

la estimación de la precipitación neta o escorrentía superficial generada por una

tormenta o aguacero en una cuenca de pequeñas dimensiones a partir de características

del suelo, su uso y tratamiento y cobertura vegetal (Alonso, 2001; Gaspari et al., 2006;

Mishra & Singh, 2003).

Para este método, en una tormenta, la profundidad de exceso de precipitación o

escorrentía directa “Pe” es menor o igual que la profundidad de la precipitación “P”

registrada en la zona y la profundidad adicional del agua que es retenida en la cuenca

“Fa” es menor o igual a la retención potencial máxima “S”. Además, existe cierta

cantidad de precipitación “Ia” (abstracción inicial antes del encharcamiento) para la cual

no ocurrirá escorrentía, en consecuencia, se establece que la escorrentía potenciales la

diferencia entre la precipitación registrada “P” y la abstracción inicial “Ia” (Chow et al.,

1994).

El método SCS se basa en la hipótesis que las relaciones de las cantidades reales y las

potenciales son iguales. Basados en este supuesto se aplicó el principio de continuidad e

introduciendo la relación empírica entre la abstracción inicial y la retención potencial

máxima que encontró el SCS para muchas cuencas experimentales (Ia=0,2S) se obtiene

la ecuación [II], que es la ecuación básica del método para el cálculo de la profundidad

de exceso de precipitación o escorrentía directa (Chow et al., 1994).

Al representar los valores de registro de la precipitación total “P” y la precipitación de

exceso “Pe” de muchas cuencas estudias por el SCS se obtuvieron curvas que fueron

estandarizadas mediante la definición de un número adimensional de curva CN y de

33

acuerdo a circunstancias como el estado del suelo, su uso y tratamiento, y antecedentes

de humedad. Dicho número adimensional de curva tiene el siguiente rango:

Los CN iguales a 0 corresponden a superficies totalmente permeables, los CN menores a

100 corresponden a superficies naturales y los CN iguales a 100 corresponden a

superficies impermeables y superficies de agua. Adicionalmente, la ecuación [III] es la

expresión matemática que relaciona el número de curva CN con la retención potencial

“S” (Chow et al., 1994).

En la Figura 4 se observan los diferentes números adimensionales de curva CN

estandarizados:

Figura 4. Solución de las ecuaciones de escorrentía del modelo SCS. Fuente: (Chow et al., 1994).

34

En la Tabla 1 se observan los diferentes grupos en los que se clasificaron los suelos en el

modelo SCS.

Tabla 1.

Clasificación hidrológica de los suelos. Fuente: (Chow et al., 1994).

Grupo Descripción

A Arena profunda, suelos profundos depositados por el viento,

limos agregados.

B Suelos pocos profundos depositados por el viento, marga

arenosa.

C

Margas arcillosas, margas arenosas poco profundas, suelos

con bajo contenido orgánico y suelos con alto contenidos de

arcilla.

D Suelos que se expanden significativamente cuando se mojan,

arcillas altamente pláticas y ciertos suelos salinos.

Las tres condiciones antecedentes de humedad de los suelos empleadas en el modelo

SCS se muestran en la Tabla 2.

Tabla 2.

Precipitación acumulada para tres condiciones de humedad antecedente. Fuente: (Monsalve, 1999).

Condiciones de humedad

antecedente (AMC)

Precipitación acumulada de los 5 días

previos al evento en consideración

(mm)

I Menor que 36

II 36 - 53

III mayor que 53

Los números adimensionales de curva CN mostrados en la Figura 4 se aplican para

Condiciones Antecedentes de Humedad normales (AMC II). Sin embargo, las

ecuaciones [IV] y [V] permiten realizar las respectivas transformaciones para

condiciones secas (AMC I) o condiciones húmedas (AMC III), donde CN(I) hace

referencia a la condición antecedente seca y CN(III) a la condición antecedente húmeda.

(Chow et al., 1994).

35

Finalmente, la Tabla 3 muestra los valores de número adimensional de curva para

condición antecedente de humedad II (CN(II)) para diferentes tipos de uso de la tierra.

Tabla 3.

Valores de números adimensionales de curva CN para diferentes usos de la tierra y condición

antecedente de humedad II. Fuente: (Chow et al., 1994).

Descripción del uso de la tierra

Grupo hidrológico

del suelo

A B C D

Tierra Cultivada Sin tratamientos de conservación 72 81 88 91

Con tratamientos de conservación 62 71 78 81

Pastizales Condiciones pobres 68 79 86 89

Condiciones óptimas 39 61 74 80

Vegas de ríos Condiciones óptimas 30 58 71 78

Bosques Troncos delgados, cubierta pobre, sin

hierbas

45 66 77 83

Cubierta buena 25 55 70 77

Áreas abiertas, césped,

parques, campos de

golf, cementerios, etc.

Óptimas condiciones: cubierta de pasto

en el 75% o más

39 61 74 80

Condiciones aceptables: cubierta de

pasto en el 50 al 75%

49 69 79 84

Áreas comerciales de negocios (85% impermeables) 89 92 94 95

Distritos industriales (72% impermeables) 81 88 91 93

Residencial Tamaño de 1/8 acre o menos y 65%

impermeable

77 85 90 92

Tamaño de 1/4 acre y 38%

impermeable

61 75 83 87

Tamaño de 1/3 acre y 30%

impermeable

57 72 81 86

Tamaño 1/2 acre y 25% impermeable 54 70 80 85

Tamaño 1 acre y 20% impermeable 51 68 79 84

Parqueaderos pavimentados, techos, accesos, etc. 98 98 98 98

Calles y carreteras Pavimentados con cunetas y

alcantarillados

98 98 98 98

Grava 76 85 89 91

Tierra 72 82 87 89

36

2.2.2 Hidrográma de caudal

Un Hidrográma de caudal es una gráfica que muestra la tasa de flujo como función del

tiempo en un lugar dado de la corriente y una expresión integral de las características

fisiográficas y climáticas que rigen las relaciones entre la lluvia y escorrentía de una

cuenca de drenaje particular (Chow et al., 1994). La Figura 5 muestra un hidrográma de

tormenta y sus componentes.

Figura 5. Hidrograma de tormenta y sus componentes. Fuente: (Chow et al., 1994).

Por otro lado, Sherman (1932) desarrolló el método del hidrográma unitario (HU) que

contempla los efectos que tienen la altura total de precipitación, el área, la forma, la

pendiente y vegetación de la hoya hidrográfica sobre los componentes de un hidrográma

(Aparicio, 1992) Así pues, el hidrográma unitario se define como “el hidrográma de

escorrentía directa (DRH, por sus siglas en inglés) resultante de 1 pulgada ó1 cm

(unidades del SI) de exceso de lluvia generado uniformemente sobre el área de drenaje a

una tasa constante a lo largo de una duración efectiva” (Chow et al., 1994).

Ahora bien, para el empleo del método de hidrográma unitario en una hoya hidrográfica

es indispensable contar con registros hidrométricos y pluviográficos de la misma,

Caudal pico

Tiempo

Tas

a de

flujo

Componentes de un hidrograma

AB- recesión de flujo base

BC- segmento de aumento

CD- segmento de disminución

DE- recesión de flujo base

37

cuando no se dispone de estos, se utilizan los denominados hidrogramas unitarios

sintéticos, que son aquellos hidrográmas unitarios construidos a través de datos de las

características generales de la hoya (Aparicio, 1992). En relación con lo anterior,

Mockus (1957) desarrolló el hidrograma sintético triangular, el cual se basa en el

principio que si el volumen del hidrograma de escorrentía superficial es conocido, el

caudal pico puede ser calculado teniendo en cuenta la geometría del hidrograma unitario.

A continuación la Figura 6 ilustra un hidrograma sintético triangular.

Figura 6. Hidrograma sintético triangular. Fuente: (Monsalve, 1999).

Teniendo en cuenta la geometría del hidrográma unitario y para un milímetro de

precipitación efectiva “Pe”, el caudal pico “qp” puede calcularse mediante el empleo de

la ecuación [VI].

Dónde:

qp: Caudal pico, (m3/s)

Pe: Precipitación efectiva, (mm)

38

Ac: Área de la hoya hidrográfica, (km2)

Tp: Tiempo al pico, (h)

El Tiempo al pico “Tp” es el tiempo que transcurre desde que inicia el escurrimiento

directo hasta presentarse el caudal pico “qp” (Chow et al., 1994). La ecuación [VII] es

empleada para calcular el tiempo al pico en horas para hoyas hidrográficas de pequeñas

extensiones.

Dónde:

Tc: Tiempo de concentración de la hoya hidrográfica, (h)

De: Duración en exceso, (h)

2.2.3 Modelos ARIMA

Los modelos ARIMA reciben su nombre del inglés AutoRegresive Integrated Moving

Average que en español significa modelos autorregresivos de media móvil (Maté, 2013).

El modelo consta de tres componentes o filtros lineales, donde cada uno modela un

comportamiento distinto de la serie. Estos son el autorregresivo (AR), la diferenciación

o integración (I) y el de media móvil (MA). La notación del modelo ARIMA (p,d,q)

corresponderá a los niveles aplicados de cada uno de estos filtros, correspondiendo p al

nivel del componente autorregresivo, d al de diferenciación y q al de media móvil.

Para lograr una mejor comprensión del modelo se explicarán los modelos lineales

autorregresivos (AR) y los de media móvil (MA).

39

Los modelos autorregresivos (AR (p)) son modelos de procesos estacionarios empleados

para representar la dependencia de los valores de una serie de tiempo frente a su pasado.

(Peña, 2005) En este modelo (p) determinará el número de rezagos necesarios para

explicar la variable. El modelo general para un orden p está dado por la ecuación [VIII]:

[VIII]

Donde , son los parámetros del modelo representando el peso o influencia de

las observaciones pasadas sobre la variable; por su parte representa el término de

error, que para el caso será un proceso denominado ruido blanco. Un ruido blanco está

definido por tres condiciones: esperanza siempre constante e igual a cero, varianza

constante y covarianza nula para todos los retardos.

Los modelos de media móvil (MA (q)) permiten explicar el valor actual de una variable

a partir de la ponderación de las innovaciones o errores pasados, siendo q el valor de los

retrasos en los errores que explican la variable. Al igual que el modelo AR, el modelo

MA representa un proceso estacionario. La representación general del modelo se

muestra en la ecuación [IX]:

[IX]

Donde μ es la media de la serie; son los parámetros del modelo.

Los procesos ARMA (p,q) surgen de combinar las propiedades de los modelos AR y

MA, con lo que se obtiene un modelo autorregresivo y de promedios móviles. (Guerrero,

2003) Este proceso se representa mediante la ecuación [X]:

40

Para este tipo de modelos debe suponerse que son diferentes de cero. Igualmente

cabe resaltar que los modelos anteriormente explicados son aplicables a series de tiempo

estacionarias.

Los modelos ARIMA(p,d,q) se basan en la posibilidad de inducir la estacionariedad de

una serie a través de la diferenciación para luego ajustar un modelo de tipo ARMA (p,q).

Es por esto que los modelos ARIMA pueden ser vistos como una generalización de los

modelos ARMA, pues a través de la diferenciación se logra eliminar una posible

tendencia polinomial que restringue la aplicación de modelos ARMA flexibilizando la

aplicación de éstos últimos. (Guerrero, 2003)

La representación general de un modelo ARIMA (p,d,q) como se muestra a continuación

en la ecuación [XI], es el equivalente a un modelo ARMA (p,q) sobre la serie

diferenciada d veces. Donde se considera que:

2.2.3.1 Construcción del modelo

Para la construcción de un modelo ARIMA (p,d,q) la metodología más conocida es la

propuesta por Box y Jenkins (1970); esta metodología se compone de cuatro etapas, que

se muestran en la Figura 7, a través del cual se observa que la metodología de

construcción de un modelo ARIMA es iterativa.

41

2.3 Experiencias nacionales e internacionales en el área de investigación

Los antecedentes relacionados con el tema de investigación aquí consignados son una

breve abstracción delas principales bases de datos y repositorios a nivel internacional

como nacional. Los antecedentes internacionales más destacados se encaminan

principalmente al uso de los modelos ARIMA dentro de la hidrología y el estudio de

series de tiempo hidrológicas; el análisis de la periodicidad a través de modelos ARIMA

es uno de los enfoques que se ha desarrollado desde estos ámbitos.

Como ejemplo podemos mencionar el trabajo realizado por Reyes et al. (2010) buscando

analizar las periodicidades de los caudales medios mensuales en la cuenca del Río Santa

empleando modelos ARIMA. Los resultados de la investigación arrojaron una

periodicidad de uno a cinco años. Así mismo el trabajo de Guevara et al. (2010) donde

se analizó la serie de tiempo de caudales mensuales del Río Caroní empleando la

Identificación Estimación de

parámetros Verificación

Uso del

modelo

¿Es

adecuado el

modelo?

No

Si

Figura 7. Diagrama de la metodología de construcción de modelos ARIMA. Fuente:

Guerrero, V. 2003. Análisis estadístico de series de tiempo económicas. México: Thomson.

42

metodología ARIMA, la periodicidad observada dentro de la serie presenta una longitud

anual por lo que fue necesario la aplicación de un modelo ARIMA estacional para

representar adecuadamente la serie.

Dentro del ámbito nacional, se pueden evidenciar dos frentes de trabajo relacionados al

tema de investigación; en primer lugar una aproximación al tratamiento y

homogenización de datos climáticos a través del uso de modelos ARIMA y la

realización de pronósticos climáticos con dichas series.

En el primer frente se encuentra el trabajo de Barrios, et al (2012) en el cual presentan

una propuesta metodológica para la homogenización de series de tiempo de

precipitación mensual para la región climatológica del Bajo Magdalena; allí proponen

una metodología compuesta de seis etapas en la cual se involucran los modelos ARIMA.

Por su parte, Sánchez & Poveda (2006) emplearon cuatro modelos de pronóstico,

incluyendo los ARIMA para la predicción de caudales medios mensuales en cuatro ríos

de Antioquía, para luego comparar el error cuadrático medio de las predicciones y el

ajuste de cada modelo; el desempeño de los modelos ARIMA en el porcentaje de acierto

por terciles fue uno de los mejores.

Finalmente, dentro de los trabajos desarrollados con el método Número de Curva;,

encontramos el trabajo de Corredor & Peñaranda (2012) en el cual se buscó identificar

los parámetros de modelo número de curva y su incertidumbre mensual en la cuenca alta

del Río Bogotá; dentro de sus resultados se encontró que el coeficiente de determinación

del método es de 0,68 que puede relacionarse con la dificultad presente al identificar los

parámetros del método.

43

2.4 Descripción de la zona de estudio

La hoya hidrográfica de la Quebrada La Vieja se ubica en los Cerros Orientales de

Bogotá (ver Figura 8), localidad de Chapinero, al nororiente de la ciudad (74°03’

longitud Oeste y 4°39’ latitud Norte) y sus aguas tributan en la cuenca media del Río

Bogotá. Limita al norte con la Quebrada Rosales, al sur con la Quebrada Las Delicias y

al oriente con el municipio de La Calera.

De acuerdo con Rodríguez-Barrios & Ospina (2007) la quebrada presenta características

físicas de un río de montaña con forma encañonada (altura máxima de 3.300 msnm y

altura mínima 2.690 msnm), muestra un buen estado de conservación, y una cobertura

boscosa continua; constituida por una mezcla de especies nativas e introducidas.

Geológicamente, la quebrada se enmarcada dentro del desarrollo de la cordillera

oriental, que se caracteriza por la presencia de rocas del Cretácico superior como la

formación Chipaque, las formaciones Arenisca Dura y Plaeners del grupo Guadalupe,

además, depósitos recientes de coluviones y aluviones que corresponden a un material

de composición heterogénea producto del fracturamiento de las rocas y degradación de

las laderas (INGEOMINAS, 1997).

En cuanto a características climatológicas, según las mediciones de la estación

pluviográfica San Luis (EAAB-ESP) en la zona de estudio acontece un régimen de

precipitación bimodal- tetra estacional o también denominada ecuatorial con dos

máximos anuales entre los meses de marzo a mayo y entre octubre y diciembre; la

precipitación media diaria y media anual son de 3,6 mm y 1.317 mm respectivamente.

Además, se presenta una humedad relativa promedio del 77%, temperatura promedio de

44

16,1 °C y nubosidad promedio de 6 octas (Cantillo & Gracia, 2013). Finalmente, el

caudal promedio diario de la corriente, según la estación hidrométrica Ventana

Captación – Quebrada La Vieja, es de 0,022 m3/s.

Figura 8. Imagen satelital de la Quebrada La Vieja. (La línea de color rojo muestra la delimitación

aproximada de la zona de estudio).

Fuente: Google, 2013. Google Earth. [En línea] Disponible en: http://www.google.com/earth/ [Último

acceso: 29 Enero 2015]

2.5 Normatividad y legislación asociada

La Tabla 4 muestra la normatividad y legislación nacional e internacional aplicable al

proyecto de investigación.

45

Tabla 4.

Normatividad y legislación aplicable al proyecto de investigación

CARÁCTER INTERNACIONAL

Naciones Unidas (ONU)- 1992 Declaración de Río sobre Ambiente y Desarrollo

CARÁCTER NACIONAL

Decreto - Ley 2811 de 1974 Dicta el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de

Protección al Medio Ambiente.

Art. 155 : Administración de aguas y cauces

Art. 312-315: Administración de cuencas hidrográficas.

Ley 09 de 1979 Código Sanitario Nacional

Art: 55: De las aguas superficiales

Decreto 2857 de 1981 Ordenación y protección de cuencas hidrográficas

Ley 46 de 1988 Crea y organiza el Sistema Nacional para la Prevención y Atención

de Desastres.

Ley 99 de 1993 Crea el Ministerio del Medio Ambiente, se organiza el Sistema

Nacional Ambiental (SINA) y se dictan otras disposiciones.

Documento CONPES 1750 de

1995

Políticas de manejo de las aguas.

Decreto 1729 de 2002 “Por el cual se reglamenta el Capítulo III del Decreto-ley 2811 de

1974 sobre cuencas hidrográficas, parcialmente el numeral 12 del

Artículo 5° de la Ley 99 de 1993 y se dictan otras disposiciones”.

Resolución 463 de 2005 “Redelimita la Reserva Forestal protectora Bosque Oriental de

Bogotá, establecen lineamientos para su manejo y ordenamiento de

los cerros orientales de Bogotá”.

Resolución 3194 de 2006 “Aprueba el plan de ordenación y manejo de la cuenca hidrográfica

del río Bogotá y se toman otras determinaciones.”

Viceministerio de Ambiente -

2010

Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico

Ley 1523 del 2012 “Adopta la política nacional de gestión del riesgo de desastres y se

establece el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres”

CARÁCTER DISTRITAL

Decreto 190 de 2004 Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá D.C

Resolución 2837 de 2007 “Por la cual se declara en ordenación la cuenca hidrográfica del Río

Salitre”

Acuerdo 546 de 2013 “Transforma en “SDPAE” en el “SDGR-CC”, se crea “FONDIGER”

y se dictan otras disposiciones”

Decreto 172 de 2014 “Por el cual se reglamenta el Acuerdo 546 de 2013, se organizan las

instancias de coordinación y orientación del “SDGR-CC” y se

definen lineamientos para su funcionamiento.”

Acuerdo 173 de 2014 "Dicta disposiciones en relación con el “IDIGER”, su naturaleza,

funciones, órganos de dirección y administración."

46

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1 Escala temporal

En el presente proyecto de investigación se definió una escala temporal o periodo de

estudio correspondiente a 5 años (01 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2014), en el

cual se dispuso de un total de 1826 días con mediciones diarias de variables

climatológicas e hidrológicas como precipitación y caudales medios.

3.2 Materiales

La Tabla 5 presenta los instrumentos y la información cartográfica e hidrometereológica

que se emplearon en el desarrollo del proyecto de investigación.

Tabla 5.

Materiales e información empleada en el proyecto de investigación

Categoría Insumo Fuente Año

Cartografía Básica

Hoja Cartográfica 228IIIC1 escala

1:10.000

Instituto Geográfico

Agustín Codazzi

(IGAC)

1965

Hoja Cartográfica 228IIIC3 escala

1:10.000

Instituto Geográfico

Agustín Codazzi

(IGAC)

1965

Cartografía Temática Mapa de suelos Hoja No. 228 escala

1:100.000

Instituto Geográfico

Agustín Codazzi

(IGAC)

2000

Aerofotografías

digitales

Fotografías: 0085-0086-0087-0204-

0205-0206

Vuelo:110010001510012010

Escala 1:30.000

Instituto Geográfico

Agustín Codazzi

(IGAC)

2009-2010

Imágenes Satelitales Imagen de la hoya hidrográfica de la

Quebrada La Vieja Google Earth 2013

Información

Climatológica

Precipitación Total Diaria(mm) -

Estación San Luis- Código: 20040

Empresa de Acueducto

y Alcantarillado de

Bogotá (EAAB-ESP)

2010-2011-

2012-2013-

2014

Precipitación Total Diaria(mm) -

Estación Centro Alto Rendimiento

Red de Monitoreo y

Calidad de Aire de

Bogotá( RMCAB) -

Secretaria Distrital de

Ambiente (SDA)

2010-2011-

2012-2013-

2014

47

Categoría Insumo Fuente Año

Precipitación Total Diaria(mm) -

Estación Las Ferias

Red de Monitoreo y

Calidad de Aire de

Bogotá( RMCAB) -

Secretaria Distrital de

Ambiente (SDA)

2010-2011-

2012-2013-

2014

Precipitación Total Diaria(mm) - Min

Ambiente

Red de Monitoreo y

Calidad de Aire de

Bogotá( RMCAB) -

Secretaria Distrital de

Ambiente (SDA)

2010-2011-

2012-2013-

2014

Precipitación Total Diaria(mm) -

Usaquén

Red de Monitoreo y

Calidad de Aire de

Bogotá( RMCAB) -

Secretaria Distrital de

Ambiente (SDA)

2010-2011-

2012-2013-

2014

Información

Hidrológica

Caudales medios diarios (m3/s).

Caudales máximos instantáneos

mensuales (m3/s) - Estación La

ventana Captación Quebrada La vieja-

Código: 20949

Empresa de Acueducto

y Alcantarillado de

Bogotá (EAAB-ESP)

2010-2011-

2012-2013-

2014

Software

ArcGis Versión 10.0

ESRI (Enviromental

Systems Research

Institute)

-

IBM-SPSS Statistics 19.0 IBM Corporation 2013

Microsoft Word 2010 Microsoft Corporation 2009

Microsoft Excel 2010 Microsoft Corporation 2009

Dispositivo GPS Navegador Garmin modelo Etrex Vista

Hcx - -

3.3 Metodología

Para el presente proyecto de investigación se estableció un marco metodológico de tipo

deductivo en el cual se realizan tratamientos matemáticos y analíticos a información

secundaria cuantitativa suministrada por entidades públicas de carácter nacional y

distrital.

En la

Figura 9 se esboza la metodología que se desarrolló en el proyecto de investigación.

48

Figura 9. Diagrama general de la metodología del proyecto.

Análisis exploratorio de

datos

Caracterización del área de

estudio

Aplicación del método Número

de Curva

Validación de variables

Incorporación de modelos ARIMA

Revisión de series de tiempo

Área de influencia de las estaciones de medición

Preparación de datos

Delimitación y cálculo de parámetros

morfométricos

Tipos de suelos, uso y tratamiento

Caudal base

Equivalencia de variables y asignación de CN

Condición antecedente de humedad

Precipitación efectiva

Caudal pico y caudal medio calculado

Comparación de caudales estimados y

observados

Verificación del Número de Curva Escorrentía

Bondad de ajuste de la distribución normal

Análisis de regresión

Construcción de modelos

ARIMA

Comparación de modelos

49

A continuación se realiza una descripción detallada de las actividades que se

desarrollaron en el marco del proyecto de investigación:

3.3.1 Análisis exploratorio de datos

3.3.1.1 Revisión de series de tiempo

En esta actividad se identificaron los valores faltantes en las series de tiempo de

información climatológica e hidrológica (Tabla 5) que fueron empleadas en proyecto de

investigación.

3.3.1.2 Área de influencia de las estaciones de medición

Como se observa en la Tabla 5 se contó con mediciones de precipitación total diaria de

cinco estaciones climatológicas, pertenecientes a la Red de Monitoreo y Calidad de Aire

de Bogotá (RMCAB) y a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB-

ESP). Por esta razón, se determinó el área de influencia de cada una de las estaciones

por medio del método de los Polígonos de Thiessen a través del software ArcGis

Versión 10.0, con el fin de identificar las estaciones con mayor representatividad sobre

el área de estudio.

3.3.1.3 Preparación de datos

Los valores faltantes identificados anteriormente de caudales medios diarios y

precipitación total diaria se completaron mediante la identificación de un modelo

ARIMA preliminar para estas series de tiempo y la posterior realización de predicciones

a través del software estadístico IBM-SPSS Statistics (Versión 19) para el periodo de

estudio.

50

3.3.2 Caracterización del área de estudio

3.3.2.1 Delimitación y cálculo parámetros morfométricos

A través del software ArgGis 10.0 se georreferenció y digitalizó los drenajes y curvas de

nivel presentes en la cartografía básica mencionada en la Tabla 5.Adicionalmente, se

localizó la estación hidrométrica de la Quebrada La Vieja, y tomando este punto como la

desembocadura de la hoya hidrográfica se procedió a trazar la divisoria de aguas de la

misma. Luego, se determinaron los siguientes parámetros morfométricos para el área de

estudio: (i) Área y perímetro, (ii) orden, (iii) densidad de drenajes (Dd), (iv) pendiente

media del drenaje principal (método de Taylor – Schwartz y método de valores

extremos), (v) factor de forma (Kf), (vi) coeficiente de compacidad (Kc), (vii) índice de

alargamiento (Ia), (viii) pendiente media de la hoya hidrográfica (método Alvord), (ix)

tiempo de concentración (Tc – ecuación de Kirpich).

3.3.2.2 Tipos de suelos, usos y tratamiento

El tipo de suelo presente en el área de estudio se determinó usando la cartografía

temática mencionada en la Tabla 5, la cual se georreferenció y digitalizó empleando el

software ArcGis 10.0. De forma simultánea, se georreferenciaron las aerofotografías

digitales de la zona (Ver Tabla 5), estableciendo un mosaico de éstas aerofotografías,

abarcando los años 2009-2010. Con este insumo se procedió a la digitalización de las

coberturas presentes en el área, teniendo como base las categorías expuestas por la

"Leyenda nacional de coberturas de la tierra: metodología CORINE Land Cover

adaptada para Colombia escala 1:100.000" (IDEAM, 2010).

Finalmente, como mecanismo de verificación de las coberturas identificadas bajo esta

metodología se realizó una visita de campo.

51

3.3.2.3 Caudal base

El flujo o caudal base de la Quebrada La Vieja en el área de estudio se calculó en primer

lugar mediante la construcción en hojas de cálculo de diagramas ombrotérmicos anuales

para el periodo de estudio que permitieran definir las épocas secas y las de lluvia; a

continuación se elaboraron hidrográmas de caudal para los períodos identificados

anteriormente, utilizando los registros de caudal medio de la estación hidrométrica

presente en el área de estudio (Tabla 5). Seguidamente, para cada hidrográma de caudal

generado se aplicó el método de la Línea Recta (Chow et al., 1994), en el cual, se traza

una línea recta horizontal a partir del punto de levantamiento hasta la intersección con el

segmento de recesión: esta línea indicará el caudal base para el hidrográma analizado.

3.3.3 Aplicación del método del Número de Curva (CN)

3.3.3.1 Equivalencia de variables y asignación de CN

Para la asignación de coeficientes CN del área de estudio se determinó en primer lugar la

clasificación hidrológica de los suelos (ver Tabla 1) basándose en la descripción textural

del "Estudio general de suelos y zonificación de tierras de Cundinamarca" (IGAC, 2000)

de cada una de las unidades de suelos presentes.

En segundo lugar, se establecieron las equivalencias de las coberturas obtenidas en el

numeral 3.4.2.2 con las presentes en la Tabla 3; esta información se agregó como un

atributo a los polígonos digitalizados y posteriormente se realizó la intersección de la

capa tipo de suelo con uso y tratamiento.

52

Por ultimo, una vez intersectadas las capas se procedió a asignar el coeficiente CN a

cada polígono resultante y se calculó un Número de Curva (CN) ponderado para el área

estudio.

3.3.3.2 Condición antecedente de humedad

Con los valores de precipitación observados en la hoya hidrográfica se calculó la

condición antecedente para cada día del periodo de estudio, empleando una sumatoria

simple en el programa informático Microsoft Office Excel 2013. Después, los resultados

anteriores se clasificaron mediante una fórmula condicional en una de las tres

condiciones antecedentes de humedad (AMC) establecidas en la Tabla 2.

3.3.3.3 Precipitación efectiva

Teniendo en cuenta la clasificación de la condición antecedente previamente obtenida,

se transformaron los valores de CN asignados con las ecuaciones [IV] y [V] para luego

sustituir dicho valor en la ecuación [III] y obtener la retención potencial del suelo.

Posteriormente, se empleó la ecuación [II] en la cual se reemplazó el valor de la

retención potencial “S” y el valor de precipitación “P” en el área de estudio; obteniendo

la precipitación efectiva diaria “Pe”.

3.3.3.4 Caudal pico y caudal medio calculado

Empleando los valores de precipitación efectiva “Pe” calculadas previamente, se utilizó

la ecuación [VI] del hidrográma sintético triangular para calcular diariamente el caudal

pico o máximo “qp” para los años de estudio. Simultáneamente, se sustituyó en esta

expresión la variable tiempo al pico “Tp” por la expresión presentada en la ecuación

[VII]. A cada estimación de caudal pico, se le adicionó su correspondiente valor de

caudal o flujo base obtenido en el numeral 3.4.2.3 para la hoya hidrográfica.

53

Con la serie de caudal pico se halló la serie de caudal medio calculado (Qmc) a partir de

la fórmula [XII] y [XIII] , que se desprende del hidrograma sintético unitario.

Donde Vdc es el volumen diario de caudal en m3, tb es el tiempo base en segundos,

es el caudal pico (m3 /s) y es el caudal base calculado (m

3 /s).

3.3.3.5 Comparación de caudales estimados y observados

Haciendo uso de las medidas de dispersión y de tendencia central de la estadística

descriptiva, se comparó la serie de caudal pico estimado a partir del método Número de

Curva de Escorrentía y la serie de caudal medio calculado con la serie de caudales

medios de la estación La Ventana Captación de la Empresa de Acueducto y

Alcantarillado de Bogotá. Los parámetros a comparar se centraron en la desviación

estándar, máximos, mínimos, media y mediana.

3.3.4 Validación de variables

3.3.4.1 Verificación del Número de Curva de Escorrentía (CN)

Para validar el coeficiente CN ponderado del área de estudio obtenido en el numeral

3.4.3.1 se determinó un nuevo coeficiente por medio de los valores de caudal máximo

mensual registrados por la estación hidrométrica empleada en el estudio.

54

Inicialmente, para cada medición de caudal máximo mensual se le sustrajo el valor

calculado de flujo o caudal base en el numeral 3.4.2.3 correspondiente a ese mes. Luego,

este valor de caudal pico “qp” se reemplazó en la ecuación [VI] para obtener un valor de

precipitación efectiva “Pe”. Una vez realizado este cálculo, se procedió a calcular la

retención potencial del suelo “S” sustituyendo en la ecuación [XII] el correspondiente

valor de “Pe”.

[XII]

Seguidamente, en la ecuación [III] con el valor de “S” se determinó un Número de

Curva ponderado de la hoya hidrográfica que de acuerdo a los criterios de humedad

antecedente (Tabla 2) fue transformado según fue el caso, con las ecuaciones [V] y [VI].

3.3.4.2 Bondad del ajuste de la distribución normal

Empleado el software Microsoft Office Excel se realizó una prueba de normalidad para

las series de tiempo de caudal pico “qp” calculado en el numeral 3.4.3.4, la serie de

caudal medio calculado y para los caudales medios diarios registrados por la estación

hidrométrica presente en el área de estudio, esto con el fin de determinar el tipo de

prueba de bondad de ajuste aplicable a los datos. Una vez determinado el tipo de prueba,

paramétrica o no paramétrica, se procedió a efectuar la prueba t-student o Kolmogórov-

Smirnov respectivamente, según el caso.

3.3.5 Incorporación de modelos ARIMA

3.3.5.1 Análisis de regresión

En este numeral se identificó la posible correlación entre la condición antecedente de

humedad, la serie de caudales estimados, la serie de caudal medio calculado y la serie de

55

caudales observados mediante un análisis de regresión empleando el software Microsoft

Excel Versión 2010 y en cual se estableció el ajuste de los diferentes modelos en

términos de su coeficiente de determinación (R2).

3.3.5.2 Construcción de modelos ARIMA

En esta etapa de la investigación se empleó la metodología propuesta por Box- Jenkins

(1970) para la construcción de modelos ARIMA, que se esquematiza en la Figura 7,

para identificar los modelos ARIMA que se ajusten adecuadamente a la series de tiempo

de caudal pico y caudal medio calculado a través del método CN y caudales medios

diarios observados en el área de estudio.

3.3.5.2.1 Identificación

Para la identificación de un modelo ARIMA que represente el comportamiento de las

series de datos evaluadas en el proyecto, inicialmente se realizó la estabilización de la

varianza de las series de tiempo mediante la selección y uso de una transformación

estabilizadora de la varianza de la familia Box-Cox. Seguidamente, a través del software

estadístico IBM-SPSS (Versión 19) se calcularon y graficaron las funciones de

autocorrelación simple (FAS) y parcial (FAP) y de esta manera se determinó el número

apropiado de veces que fue conveniente utilizar el operador diferencia “d” para

estabilizar el nivel de las series de tiempo. Finalmente, teniendo en cuenta el

comportamiento de la FAS y FAP de cada serie de tiempo, y los comportamientos

típicos de estas funciones para procesos AR, MA y ARMA presentados en la Tabla 6, se

procedió establecer los órdenes de los polinomios de los procesos autorregresivos AR

(p) y de promedios móviles MA (q).

56

Tabla 6.

Comportamiento de la FAS y la FAP para procesos AR, MA y ARMA. Fuente: (Guerrero, 2003).

Proceso FAS FAP

AR(p) Convergencia a cero.

Solamente las primeras p

autocorrelaciones parciales son

distintas de cero.

MA(q)

Sólo las primeras q

autocorrelaciones son distintas

de cero.

Sucesión infinita convergente a

cero.

ARMA(p,q)

Comportamiento irregular de

las primeras q

autocorrelaciones y después

convergencia a cero.

Sucesión infinita convergente a

cero.

3.3.5.2.2 Estimación

En esta etapa se calcularon los mejores valores de los parámetros de los modelos

ARIMA propuestos anteriormente para cada una de las series de tiempo evaluadas en el

proyecto de investigación. El cálculo de los valores de los parámetros y sus

correspondientes intervalos de confianza se realizó por medio del método estadístico de

máxima verosimilitud a través del software IBM-SPSS (Versión 19) y Microsoft Excel.

3.3.5.2.3 Verificación

En este numeral se evaluó si los modelos ARIMA propuestos anteriormente satisfacían

los ocho supuestos de verificación para este tipo de modelos (media del proceso de ruido

blanco ( ) igual a cero, presenta varianza constante, supuesto de independencia,

distribución normal, inexistencia de observaciones anómalas, admisibilidad e

57

inestabilidad) planteados por (Guerrero, 2003). Esta verificación se desarrolló mediante

el análisis de los residuales de cada uno de los modelos en software Microsoft Excel.

3.3.5.3 Comparación de modelos

Finalmente, se compararon los modelos ARIMA obtenidos para cada serie contrastando

aspectos como los procesos generadores de datos involucrados en cada una de estas, el

ajuste del modelo generado para caudales pico aplicado a la serie de caudales medidos y

la presencia o no de componentes estacionales a través de la generación de

periodogramas con el software estadístico IBM-SPSS (Versión 19).

58

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

4.1 Análisis exploratorio de datos: series de tiempo

Una vez realizado el análisis a las series de tiempo de precipitación y caudales diarios

registrados por las diferentes estaciones de medición, y con la necesidad de que estas

coincidieran temporalmente, se determinó que el periodo de estudio iniciaría el 08 de

abril de 2010. En consecuencia, el proyecto de investigación tuvo en cuenta 1729 días.

Adicionalmente, en relación a los registros faltantes se obtuvieron los siguientes

resultados:

(i) Serie de precipitación:

La estación pluviométrica San Luis (EAAB-ESP) presentó un número de tres registros

faltantes, lo que representó el 0,001% del total de datos del periodo de estudio; mientras

que por su parte las estaciones de la Red de Monitoreo y Calidad de Aire de Bogotá

(RMCAB) del Centro de Alto Rendimiento, La Ferias, Min. Ambiente y Usaquén

presentaron 39 (2,25%), 61 (3,52%), 493 (28,51%) y 155 (8,96%) registros diarios

faltantes, respectivamente.

(ii) Serie de caudal:

En la estación hidrométrica La Ventana Captación -Quebrada La Vieja (EAAB-ESP) se

identificaron en total 41 registros faltantes, lo que representó el 2,37% del total de

registros diarios del periodo de estudio.

Por otro lado, y como se observa en el Anexo A del documento (Mapa 1. Polígonos de

Thiessen), la estación climatológica San Luis (EAAB-ESP) registró una influencia del

100% sobre la hoya hidrográfica de la Quebrada La Vieja para los registros de

59

precipitación total diaria, en comparación con los registros de las cuatro estaciones de la

Red de Monitoreo y Calidad de Aire de Bogotá (RMCAB). Además de esto, se calculó

el coeficiente de correlación entre los datos de precipitación de las estaciones de la Red

de Monitoreo y Calidad de Aire de Bogotá (RMCAB) con respecto a los de la estación

climatológica San Luis (EAAB-ESP), hallando que los coeficientes de correlación

fueron menores a 0,62 para todos los casos como se muestra en la Tabla 7; razón por la

cual, se decidió utilizar la serie de tiempo de esta estación como representativa de la

precipitación de la hoya hidrográfica de estudio.

Tabla 7.

Coeficiente de correlación de las estaciones de la Red de Monitoreo y Calidad de Aire de Bogotá

(RMCAB) frente a la estación San Luis (EAAB-ESP).

Las Ferias

Ministerio de

Ambiente

Centro de Alto

Rendimiento Usaquén

Coeficiente de

correlación 0,43 0,62 0,43 0,60

La Figura 10 muestra el perfil topográfico del cauce principal de la hoya hidrográfica de

la Quebrada La Vieja, la ubicación de la estación pluviométrica San Luis y la estación

hidrométrica Ventana Captación operadas por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado

de Bogotá (EAAB E.S.P), con las cuales se realizó el presente estudio.

60

Figura 10. Perfil topográfico del cauce principal de la hoya hidrográfica de la Quebrada La Vieja y

ubicación de las estaciones hidrometereológicas de la EAAB-ESP empleadas en el proyecto de

investigación.

Posteriormente, se establecieron dos modelos ARIMA preliminares para las series de

tiempo de precipitación y caudales diarios registrados por las estaciones San Luis y La

Ventana Captación-Quebrada La Vieja, respectivamente. Los anteriores modelos

cumplieron con los ocho supuestos de verificación para modelos ARIMA desarrollados

por Box y Jenkins (1970), como se observa en el Anexo B del presente documento. Las

características de estos modelos se señalan en la Tabla 8.

2700

2800

2900

3000

3100

3200

3300

3400

0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600

Alt

itu

d (

msn

m)

Longitud (m)

Perfil Cauce

Estación Pluviometrica San Luis

Estación Hidrometrica Ventana Captación

61

Tabla 8.

Modelos ARIMA preliminares de las series de tiempo de precipitación y caudales observados en la hoya

hidrográfica Quebrada La vieja

Serie de

tiempo

Modelo ARIMA Estadístico de ajuste

del modelo

Polinomios

(p,d,q) Transformación Ecuación

R

cuadrado

MAPE

(%)

Precipitación

total diaria

(mm)

(2,0,0) Ninguna

0,896 238,24

Caudales

medios diarios

(m3/s)

(1,1,2) Logaritmo

natural

0,878 9,09

Nota. MAPE = error absoluto porcentual promedio

Finalmente, con los anteriores modelos y empleando el software estadístico IBM-SPSS

(Versión 19) se realizó la estimación de los datos faltantes para el periodo de estudio y

se incluyeron en las series de tiempo originales. A partir de lo anterior, se contaron con

series de tiempo completas en sus registros para el desarrollo de la presente

investigación. Las series de tiempo de precipitación y caudales se pueden observar en el

Anexo C presente del documento.

4.2 Caracterización del área de estudio

4.2.1 Delimitación y parámetros morfométricos

En el Anexo A del documento (Mapa 2. Localización del área de estudio) se observa la

localización y la delimitación del área de estudio, dicha delimitación se realizó teniendo

como base la divisoria de aguas topográfica de la hoya hidrográfica. La Figura 11

presenta un esquema general de la hoya hidrográfica de estudio.

62

Figura 11. Esquema general de la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja

Por otro lado, en el Anexo D se puede observar la metodología de cálculo de los

parámetros morfométricos evaluados en el área de estudio. Los resultados se muestran a

continuación en la Tabla 9.

63

Tabla 9.

Parámetros morfométricos del área de estudio

Parámetro Valor

Área 1,42 km2

Perímetro 5,70 km

Orden de las corrientes de agua 3

Densidad de drenaje (Dd) 4,18

Pendiente media del cauce

(Taylor-Schwartz) 30,4%

Pendiente media del cauce

(Valores extremos) 35,1%

Factor de forma (Kf) 0,73

Coeficiente de compacidad o

índice de Gravelius (Kc) 1,34

Índice de alargamiento (Ia) 1,19

Pendiente media de la cuenca

(Método de Alvord) 52,5%

Tiempo de concentración-

ecuación de Kirpich (Tc) 0,14 h

Adicionalmente, se elaboró el mapa de pendientes del área de estudio a través del

software ArcGis Versión 10.0 (Ver Mapa 3. Pendientes del área de estudio-Anexo A),

por medio del cual se estableció que en la hoya hidrográfica predominan las pendientes

entre el 40-60% con una cobertura territorial del 33,73%, seguidas por pendientes entre

el 20-40% con una cobertura del 32,56%, y posteriormente pendientes entre el 60-80%

con un 16,90% de cobertura territorial, pendientes menores al 20% se presentan en un

7,73% del territorio, y entre el 80-100% con un 5,82% de cobertura territorial.

Los resultados de los parámetros morfométricos indican que la hoya hidrográfica se

caracteriza por tener una forma alargada y oval redonda, en donde se presenta una alta

densidad de drenajes, fuertes pendientes (35,36% para el cauce y 52,51% para la hoya

hidrográfica), y un tiempo bajo de concentración (0,14 horas o 8,15 minutos); lo cual

sugiere la presencia de altas velocidades de escurrimiento y la tendencia a la generación

64

rápida de caudales instantáneos o crecientes. Por todo esto, es posible inferir que el área

de estudio se comporta como una hoya hidrográfica torrencial.

4.2.2 Tipos de suelos, usos y tratamientos

De acuerdo al Mapa 4 “Unidades de suelo” (ver Anexo A) del presente documento, se

identificaron en la hoya hidrográfica tres unidades cartográficas de suelo. La primera de

estas corresponde a la unidad MLCe presente en un 40,1% del área; esta unidad es un

complejo de los suelos Humic Dystrudepts - Typic Argiudolls - Typic Hapludands. La

segunda corresponde a la unidad MGFf presente en un 33,5% del área, la cual es una

asociación entre suelos Humic Dystrudepts - Andic Dystrudepts - Humic Lithic

Dystrudepts. Finalmente, se identificó en el 26,4% del área la unidad MLSg

caracterizada por la predominancia de los suelos Typic Eutrudepts sobre los suelos

Typic Hapludands.

Por otro lado, se elaboró el Mapa 5 “Usos y tratamientos del suelo” (Anexo A), con el

cual se establecieron los tratamientos y usos del suelo presentes en la hoya hidrográfica

(ver Tabla 10). Las características de las unidades cartográficas de suelo y las categorías

de usos y tratamientos del suelo que se identificaron en el área de estudio se describen

detalladamente en el Anexo E del presente documento.

Tabla 10.

Usos y tratamientos del suelo presentes en el área de estudio

Usos y tratamientos

(CORINE Land Cover) Área (Ha)

Área

(%)

Afloramientos rocosos 11,8 8,3

Arbustal abierto 3,5 2,4

Arbustal denso 6,7 4,7

Bosque abierto alto de

tierra firme 49,6 35,0

Bosque abierto bajo de 21,2 15,0

65

Usos y tratamientos

(CORINE Land Cover) Área (Ha)

Área

(%)

tierra firme

Bosque denso alto de tierra

firme 35,9 25,4

Bosque fragmentado con

vegetación secundaria 11,1 7,9

Pastos enmalezados 1,8 1,3

Total 141,8 100,0

Por último, el hecho que en el área de estudio predominen los suelos impermeables

(textura franco arcillosa) y bosques abiertos en su uso; permite sugerir que la hoya

hidrográfica presenta un gran potencial de producción de escurrimiento, pero que en

cierto grado se ve atenuado por el efecto de interceptación de la precipitación y de

regulación hidrológica que desempeña la cobertura vegetal.

4.2.3 Caudal base

Los diagramas ombrotérmicos son una representación gráfica que permite identificar

períodos de sequía donde la precipitación es inferior a dos veces la temperatura media,

lo cual se toma como una estimación de la evapotranspiración (Almorox, 2007). Éstos

diagramas se construyeron con los datos de precipitación de la estación San Luis y los

datos de temperatura de la estación de Las Ferias de la Red de Monitoreo y Calidad de

Aire de Bogotá (RMCAB); sin embargo, estos diagramas no permitieron establecer

períodos de sequía dentro del área de estudio debido a las condiciones climáticas de la

zona, en donde, el régimen de precipitación presentó un comportamiento bimodal con

períodos de alta y baja precipitación sin exhibir propiamente periodos de sequía.

Adicionalmente, la interpretación de los diagramas generados para el período de estudio

sugirió a los meses de agosto y septiembre como de baja precipitación (ver Figura 12).

66

Figura 12. Diagrama Ombrotérmico para el año 2010.

Debido a la dificultad para determinar períodos homogéneos a partir de los diagramas

ombrotérmicos, se decidió establecer tres rangos a partir de un análisis estadístico de los

promedios mensuales de los datos de caudal. Los rangos se establecieron tomando como

referencia la desviación estándar de los promedios mensuales de caudal, dividiendo los

datos en (i) aquellos que superaron una desviación estándar con respecto al promedio,

(ii) los que se encontraron entre una desviación estándar por encima y por debajo del

promedio, y (iii) aquellos que se mantuvieron debajo de una desviación estándar con

respecto al promedio. A fin de identificar cualitativamente los rangos establecidos para

caudal, se nombraron como rango (i) alto, (ii) medio y (iii) bajo, respectivamente;

clasificando los meses de estudio dentro de uno de estos rangos, como lo muestra la

Tabla 11.

0

25

50

75

100

125

150

0

50

100

150

200

250

300

Tem

pe

ratura /°C

Pre

cip

itac

ión

/m

m

Diagrama ombrotérmico año 2010

Precipitación Temperatura

67

Tabla 11

Clasificación de los meses de estudio en los rangos de caudal propuestos.

Año

Mes

En

ero

Feb

rero

Ma

rzo

Ab

ril

Ma

yo

Ju

nio

Ju

lio

Ag

ost

o

Sep

tiem

bre

Oct

ub

re

No

vie

mb

re

Dic

iem

bre

2010

2011

2012

2013

2014

Nota. Color rojo= caudal alto; Color amarillo= caudal medio; Color verde= caudal bajo; Color blanco= sin

información.

Para cada rango se elaboró el hidrográma de caudal a fin de separar el caudal base

(aporte de aguas subterráneas) del caudal creciente (escorrentía) a partir del método de la

línea recta. A continuación, en la Figura 13 se presenta el hidrográma elaborado para el

rango medio (abril a julio) del año 2010; los demás hidrográmas se presentan en el

Anexo F del presente documento. La Tabla 12 resume los caudales base obtenidos a

través del método de la línea recta para el período de estudio.

68

Figura 13. Hidrográma de caudal para el rango medio (abril a julio) del año 2010. (La línea de color

rojo indica el caudal base determinado con el método de la línea recta.)

Tabla 12

Caudal base mensual para el período de estudio (m3/s).

2010 2011 2012 2013 2014

Enero - 0,011 0,010 0,010 0,005

Febrero - 0,013 0,010 0,010 0,005

Marzo - 0,055 0,010 0,016 0,005

Abril 0,010 0,055 0,016 0,016 0,005

Mayo 0,010 0,014 0,013 0,023 0,005

Junio 0,010 0,014 0,013 0,011 0,005

Julio 0,010 0,014 0,013 0,011 0,005

Agosto 0,005 0,014 0,013 0,007 0,005

Septiembre 0,005 0,014 0,010 0,007 0,005

Octubre 0,011 0,014 0,010 0,007 0,005

Noviembre 0,016 0,014 0,007 0,007 0,014

Diciembre 0,016 0,014 0,013 0,007 0,014

0,000

0,005

0,010

0,015

0,020

0,025

0,030

0,035

0,040

0,045

08/04/2010 08/05/2010 08/06/2010 08/07/2010

Cau

dal

(m

³/s)

Hidrograma abril a julio de 2010

Caudal m³/s Lineal (Caudal Base)

69

Los valores de caudal base mensual obtenidos muestran principalmente, un aumento

comparativamente mayor para el año 2011 (ver Tabla 12); año el cual se presentó el

fenómeno de La Niña con una intensidad fuerte (NOAA, 2015). Al analizar los demás

años de estudio se observa una tendencia bimodal, con alzas en los meses de abril y

diciembre, correspondiendo a la influencia de los períodos caracterizados por presentar

mayores valores de precipitación.

4.3 Aplicación del método Número de Curva de Escorrentía (CN)

Dado que la caracterización del área de estudio se realizó principalmente haciendo uso

de información secundaria, fue necesario realizar un análisis de correspondencia entre

las categorías establecidas a partir de las fuentes disponibles en el área de estudio y con

respecto a las propuestas por el método Número de Curva de Escorrentía (ver Tabla 13).

Para esto, se revisó de manera detallada cada categoría y sus características,

identificando similitudes entre éstas que las hicieran equivalentes. Los criterios de

equivalencia de las variables involucradas en el método CN se presentan en el Anexo G

del presente documento.

La asignación de los números de curva se realizó con el programa ArcGis Versión 10.0,

teniendo en cuenta los valores de CN que se relacionan en la Tabla 14.

Tabla 13.

Equivalencia de variables de unidad de suelos y cobertura de la tierra.

Variable

Equivalencia método Número de

Curva de Escorrentía (CN)

Unidades de

suelos

MLSg C

MLCe C

MGFf D

Cobertura de Pastos enmalezados Praderas

70

Variable

Equivalencia método Número de

Curva de Escorrentía (CN)

la tierra Bosque fragmentado con

vegetación secundaria Bosques

Arbustal abierto Praderas, arbustos y herbáceas

Arbustal denso Praderas, arbustos y herbáceas en

condiciones óptimas

Bosque abierto alto de tierra

firme Bosques

Bosque abierto bajo de tierra

firme Bosques

Bosque denso alto de tierra

firme Bosque de buena cobertura

Afloramientos rocosos Superficies 85% impermeables

Tabla 14.

Valores de Número de curva (CN) para las categorías presentes en el área de estudio.

Uso y tratamiento del suelo Tipo de suelo

C D

Praderas 79 84

Bosques 73 79

Praderas, arbustos y herbáceas 70 77

Praderas, arbustos y herbáceas en

condiciones óptimas 65 73

Bosque de buena cobertura 70 77

Superficies 85% impermeables 94 95

Habiendo definido las condiciones de uso y tratamiento del suelo específicas para el área

de estudio, se calculó un CN ponderado para la hoya hidrográfica, obteniendo como

resultado un valor de 75,4; de esta manera y considerando la escala de CN, correspondió

a un valor intermedio a los especificados para bosques en suelos tipo C y D.

La aplicación del método Número de Curva de Escorrentía para la obtención de la

precipitación efectiva se realizó con una escala temporal diaria para todo el período de

estudio, basándose en las ecuaciones presentadas en el marco referencial del presente

71

documento. A partir de los resultados obtenidos y empleando a su vez los valores de

caudal base previamente calculados, se determinó a través del método de hidrográma

unitario sintético triangular el caudal pico diario para el periodo de estudio; el cual fue

en promedio de 0,115 m3/s y con valor máximo de 0,979 m

3/s (ver Figura 14). Vale la

pena mencionar que en el anterior cálculo se empleó como duración en exceso de la

precipitación “De” un tiempo de 24 horas. Igualmente, a partir del caudal pico calculado

se estimó el caudal medio para cada día del período de estudio, obteniéndose un

promedio de 0,064 m³/s y con un valor máximo de 0,494 m³/s (ver Figura 15).

En el Anexo H del presente documento se pueden observar las estimaciones diarias de

caudal pico en la hoya hidrográfica para el periodo de estudio.

Figura 14. Serie de tiempo de caudales pico estimados a través del método CN para el periodo de estudio

0,000

0,200

0,400

0,600

0,800

1,000

01/04/2010 01/04/2011 31/03/2012 31/03/2013 31/03/2014

qp

(m

³/s)

72

Figura 15. Serie de tiempo de caudal medio calculado a partir de los resultados del método CN para el

período de estudio.

Los resultados obtenidos al aplicar el método Número de Curva de Escorrentía para las

condiciones hidrológicas del área de estudio durante el periodo de investigación,

sugieren que en los 79 días con condiciones de suelo saturado (P > 0,2xS), el coeficiente

de escorrentía máximo ponderado “C” de la hoya hidrográfica es 0,42 (42%), y que en

promedio el 11,1% del total de precipitación registrada en el área se convirtió en

escorrentía directa. Adicionalmente, se evidencia que el comportamiento de la serie de

tiempo de caudales pico estimado con el método CN (Figura 14) no refleja el régimen

bimodal o tetra estacional de precipitación presente en la hoya hidrográfica.

Un análisis más exhaustivo de la respuesta del método CN indica comportamientos

diferentes de acuerdo a la condición antecedente de humedad registrada bajo las

categorías del método Número de Curva. En el caso de la condición antecedente seca

(ACMI) el valor promedio de caudal pico estimado fue de 0,182 m³/s, mientras que el

valor promedio de caudal medio calculado para esta condición fue de 0,096 m³/s. Bajo

esta condición antecedente, las estimaciones resultantes de los días de precipitación

0,000

0,100

0,200

0,300

0,400

0,500

0,600

01/04/2010 01/04/2011 31/03/2012 31/03/2013 31/03/2014

qm

c (m

³/s)

73

diaria menor a 10 mm son comparativamente mayores a los valores de caudal medidos,

oscilando alrededor de los 0,203 m³/s para la serie de caudal pico y 0,107 para la serie de

caudal medio calculado. Esta particularidad explica el comportamiento general de las

series, ya que el 41,527% de los datos de estudio se presentan en una condición

antecedente seca y con magnitudes de precipitación baja.

Por otra parte, la condición antecedente húmeda (AMCIII) genera estimaciones de

caudal medio calculado similares en magnitud a los valores de caudal medidos, el

promedio de las estimaciones de caudal medio en esta condición de humedad es de

0,040 m³/s; por su parte el promedio de caudales medidos para el mismo rango de datos

es de 0,032 m³/s. Esta respuesta del método Número de Curva de Escorrentía ante los

cambios en el comportamiento de la precipitación reflejados en la condición

antecedente, sugiere una alta sensibilidad del modelo frente a este parámetro y por ende

una alta dependencia ante el mismo, como lo manifiesta Monsalve (1999).

Así mismo, es importante considerar las características del evento de precipitación bajo

el cual se ejecutó el modelo; ya que según Castillo et al. (1997) para lluvias de larga

duración e intensidades bajas el modelo sobrestima las escorrentías producidas, lo cual

concuerda con los resultados obtenidos añadiendo al análisis la condición antecedente de

humedad como un factor determinante en dicha sobrestimación de caudales.

Finalmente, profundizando en el comportamiento del método ante los cambios en los

parámetros de entrada (análisis de sensibilidad), se generó una gráfica de superficie para

la ecuación [II], a partir de la cual se puede establecer que ante un comportamiento

lineal en los parámetros de ingreso “P” y “S” (Precipitación e infiltración potencial,

74

respectivamente) se obtiene un conjunto de resultados de “Pe” (Precipitación efectiva)

muy bajo (Figura 16). De acuerdo a la gráfica los mayores valores esperados para “Pe”

(Precipitación efectiva) se encuentran cuando la infiltración potencial es cero (CN=100),

puesto que no existe infiltración en el suelo al ser éste impermeable; coincidiendo con lo

esperado teóricamente.

Figura 16. Gráfica de superficie de la ecuación de Precipitación efectiva.

Dentro del análisis no se puede dejar de lado la aplicabilidad del método CN para

simular series en el tiempo; más aún si se considera la inoperatividad del modelo frente a

los días de ausencia de lluvia, que genera sobresaltos que le imprimen un carácter

aleatorio a la serie temporal de caudal pico, estimada a través del método Número de

Curva de Escorrentía.

4.3.1 Comparación de caudales estimados y observados

La evaluación de la magnitud de la serie de caudales pico estimados a partir del método

CN, los caudales medios calculados y la serie de caudales medidos por la estación La

P (mm)

Pe

(mm)

S (mm)

75

Ventana Captación de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB-

ESP), se realizó a través de la aplicación estadística descriptiva a las dos series de datos,

abarcando medidas de tendencia central y dispersión como se observa en la Tabla 15.

Tabla 15

Resultado de las medidas estadísticas aplicadas a las series de datos.

Max Min Media Mediana Desviación

estándar

Caudal pico

estimado (m³/s) 0,979 0,005 0,116 0,089 0,105

Caudal medio

calculado (m³/s) 0,494 0,005 0,064 0,055 0,052

Caudal medio

observado (m³/s) 0,129 0,005 0,022 0,017 0,017

Como se observa, la serie de caudal pico estimado a través del método Número de Curva

de Escorrentía es mucho mayor que la serie de caudal medio, llegando a superarla hasta

cinco veces; por esta razón las comparaciones a realizar se harán tomando la serie de

caudal medio calculado y la serie de caudal medio observado.

El valor máximo de la serie de caudal medio calculado supera 4 veces el valor máximo

de la serie de caudal medio observado. Por otro lado, la media de la serie de caudal

medio calculado es mayor a la media de caudal observado en un 290,9% (2,91 veces

superior); el valor de la desviación estándar de la serie de caudal medio calculado

resulta, a su vez, ser mayor en un 305,9% (3,06 veces superior) a la desviación

presentada por la serie de caudal observado.

Lo expuesto anteriormente indica que tanto la serie de caudal pico estimado y la serie de

caudal medio calculado a partir del método Número de Curva de Escorrentía es mucho

mayor en magnitud a la serie de caudales medidos por la estación La Ventana Captación

76

(EAAB-ESP), lo cual se hace evidente en la Figura 17. Al analizar este comportamiento

se debe considerar que las estimaciones realizadas por el método Número de Curva de

Escorrentía hacen referencia a caudales máximos y estos fueron los datos de partida para

obtener la serie de caudal medio calculado, que a pesar de presentar mayor similitud en

magnitud a la serie de caudal observado continúa siendo mayor. Teniendo claro este

aspecto, que podría explicar la obtención de valores de mayor magnitud en la serie de

caudal pico estimado y caudal medio calculado, es necesario analizar el porcentaje o la

relación entre el caudal medio diario y el caudal pico. Al respecto, Tucci (1998)

estableció una relación entre caudal máximo instantáneo y caudales medios diarios,

obteniendo para cuencas de menos de 200 km² una relación entre tres y cinco. De esta

manera, las variaciones en magnitud entre la serie de caudal estimada con el método

Número de Curva de Escorrentía y la serie de caudal medido serían las esperadas en una

hoya hidrográfica de esta extensión.

Figura 17. Comparación gráfica de la serie de caudal pico (qp) estimado a través del Número de Curva,

caudal medio calculado(Qmc) y la serie de caudal medido (Qm) por la estación La Ventana Captación.

0,000

0,200

0,400

0,600

0,800

1,000

01/04/2010 01/04/2011 31/03/2012 31/03/2013 31/03/2014

Cau

da

l (m

³/s)

qp (m³/s) Qmc (m³/s) Qm (m³/s)

77

4.4 Validación de variables

4.4.1 Verificación del Número de Curva de Escorrentía (CN)

La verificación del número de curva (CN) se realizó para los datos de caudal máximo

mensual correspondientes al período de estudio.

Se trabajó con un total de 55 datos, con los cuales se aplicó la metodología expuesta en

el numeral 3.4.4.1 del presente documento para determinar un número de curva de

escorrentía para los caudales máximos mensuales observados en la hoya hidrográfica.

Tras la ejecución de los cálculos se obtuvo un CN promedio para el año 2010 de 44,59,

para el año 2011 de 52,50, para el año 2012 de 64,59, para el año 2013 de 57,91 y para

el año 2014 de 59,95. El promedio interanual para el período de estudio fue de 56,51. El

valor de CN hallado se asemeja en magnitud a los valores establecidos para categorías

como bosques en un grupo hidrológico B del suelo. Los resultados de los cálculos

realizados para la obtención del nuevo valor de CN se presentan en el Anexo I.

El valor de CN adoptado para la aplicación del método Número de Curva de Escorrentía

es un parámetro capaz de afectar la precisión del mismo. Boughton (1989) indica que los

valores de CN estimados a partir de las tablas del método resultan notablemente

diferentes a los valores medidos en campo. Para el caso de estudio el valor de CN

hallado a través de la interpretación de las tablas del método resultó ser mayor en 18

unidades que el CN de verificación. Sin embargo, se debe aclarar que el CN de

verificación resultante no mostró una tendencia clara o estable al presentar una

desviación estándar de 20,96 unidades. Esto puede deberse a la utilización de caudales

máximos mensuales para el cálculo de CN de verificación, los cuales presentan

78

magnitudes y comportamientos diferentes a los caudales máximos instantáneos sobre los

cuales opera el método Número de Curva de Escorrentía.

4.4.2 Bondad del ajuste de la distribución normal

La prueba de normalidad se realizó a través de la prueba de Shapiro-Wilk con un nivel

de significación del 5% tanto para los caudales pico estimados "qp", los caudales medios

calculados “Qmc” y los caudales medios diarios registrados "Qm". Los resultados de la

prueba señalan que las tres series de tiempo no siguen una distribución normal, puesto

que el valor-p es menor que el nivel de significación alfa. Los gráficos P-P que se

muestran en el Anexo J del documento ratifican los resultados de la prueba para cada

una de las series de tiempo, ya que los valores de las muestras no se aproximan ni se

sitúan sobre la recta que representa la normalidad de la serie.

Debido a que las series de tiempo analizadas no siguen una distribución normal, se

empleó la prueba no paramétrica para dos muestras independientes de Kolmogorov-

Smirnov con un nivel de significación del 5%. El resultado de la prueba muestra que la

distribución de los caudales pico generados con el método Número de Curva de

Escorrentía y los caudales medios diarios registrados por la estación La Ventana

Captación (EAAB-ESP) presentan diferencias significativas, mostrando un valor D de

0,497; la cual es la máxima diferencia absoluta observada en la frecuencia;

planteamiento que se comprueba al observar el gráfico de distribuciones acumuladas de

las series de tiempo analizadas, y que se muestra a continuación en la Figura 18.

79

Figura 18. Distribuciones acumuladas de las series de tiempo de caudal pico estimado (qp) y caudal

medio observado (Qm), evaluadas en el proyecto de investigación.

Al realizar la prueba para la serie de caudales medios calculados y los caudales medios

diarios registrados por la estación La Ventana Captación (EAAB-ESP), se obtiene un

valor D de 0,430; siendo un comportamiento similar a la distribución de la serie de

caudal pico. El gráfico de distribuciones acumuladas se observa en la Figura 19.

0

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

0,8

0,9

1

0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2

Fre

cue

nci

a re

lati

va a

cum

ula

tiva

Distribuciones acumuladas (Qm / qp)

Qmedido (m³/s) qp(m³/s)

80

Figura 19. Distribuciones acumuladas de las series de tiempo de caudal medio calculado (Qmc) y caudal

medio observado (Qm), evaluadas en el proyecto de investigación.

La diferencia hallada en la prueba para dos muestras independientes de Kolmogorov-

Smirnov se puede explicar desde el análisis realizado al método Número de Curva de

Escorrentía y sus resultados, pues se evidenció que el método carece de un modelo

matemático que permita integrar en la estructura temporal los días para los cuales no se

presentó precipitación. Esta carencia genera sobresaltos en la serie de caudales

estimados alterando la distribución de los datos, llegando a ser la responsable de una

diferencia de tal magnitud en la distribución de probabilidad de las dos muestras.

0

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

0,8

0,9

1

0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6

Fre

cue

nci

a re

lati

va a

cum

ula

tiva

Distribuciones acumuladas (Qm/Qmc)

Qmedido (m³/s) Qmc (m³/s)

81

4.5 Incorporación de modelos ARIMA

4.5.1 Análisis de regresión

Antes de la identificación de modelos ARIMA para las series de tiempo en evaluación,

fue necesario realizar un análisis de regresión para establecer una posible correlación

entre la serie de precipitación total diaria, la serie de caudales pico diarios estimados a

través del método CN, la serie de caudales medios calculados y los caudales medios

diarios observados en el área de estudio (Ver Figura 20, 21 y 22).

Figura 20. Modelo de regresión entre serie de precipitación total diaria (mm) y serie de caudales pico

diarios estimados a través del método CN (m3/s) para las diferentes condiciones antecedentes de humedad

(I: tipo I; II: tipo II; III: tipo III)

0,000

0,200

0,400

0,600

0,800

1,000

1,200

0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0

Cau

dal

(m

³/s)

Precipitación (mm)

qp (I) qp (II) qp (III)

82

Figura 21. Modelo de regresión entre serie de precipitación total diaria (mm) y serie de caudales medios

calculados (m3/s) para las diferentes condiciones antecedentes de humedad (I: tipo I; II: tipo II; III: tipo

III)

Figura 22. Modelo de regresión entre serie de precipitación total diaria (mm) y serie de caudales medios

diarios observados (m3/s) para las diferentes condiciones antecedentes de humedad (I: tipo I; II: tipo II;

III: tipo III)

Los resultados obtenidos sugieren que la precipitación total diaria tiene una alta

capacidad explicativa de los caudales pico diarios estimados a través del método CN y

de los caudales medios calculados, al realizar el análisis diferenciando las condiciones

0,000

0,100

0,200

0,300

0,400

0,500

0,600

0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0

Cau

dal

(m

³/s)

Precipitación (mm)

Qmc (I) Qmc (II) Qmc (III)

0,000

0,020

0,040

0,060

0,080

0,100

0,120

0,140

0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0

Cau

dal

(m

³/s)

Precipitación (mm)

Qm (I) Qm (II) Qm (III)

83

antecedentes de humedad. Para estas dos series se realizó una regresión polinómica,

lineal y exponencial obteniendo los coeficientes de determinación (R²) que se relacionan

en la Tabla 16. Frente a la serie de caudales medios observados no se observa un ajuste

que pueda indicar de forma clara la correlación de las variables, esto debido a los

coeficientes de determinación obtenidos.

Tabla 16.

Resultados del análisis de regresión para las series evaluadas.

Serie

Condición Antecedente (I) Condición Antecedente (II) Condición Antecedente (III)

Regresión

Coeficiente

de

Correlación

Regresión

Coeficiente

de

Correlación

Regresión

Coeficiente

de

Correlación

Ca

ud

al

pic

o

(qp

)

Polinómica

0,984

Polinómica

0,966

Polinómica

0,948

Exponencial

0,871

Lineal

0,466

Lineal

0,652

Ca

ud

al

med

io c

alc

ula

do

(Q

mc)

Polinómica

0,938

Polinómica

0,933

Polinómica

0,868

Exponencial

0,842

Lineal

0,454

Lineal

0,613

Ca

ud

al

med

io

ob

serv

ad

o (

Qm

)

Exponencial

0,065

Polinómica

0,086

Potencial

0,034

84

4.5.2 Construcción de modelos ARIMA

En este numeral se presentan los resultados obtenidos al aplicar la metodología de

construcción de modelos ARIMA desarrollada por Box y Jenkins (1970), para la serie de

caudales pico en la hoya hidrográfica estimada a través del método Número de Curva de

Escorrentía (CN) para el periodo de estudio. Del mismo modo, el modelo ARIMA

desarrollado para la serie de caudales observados en el área de estudio se expone en el

Anexo K del documento.

(i) Identificación de modelos univariantes

Esta etapa se centró en determinar los órdenes de los polinomios del proceso

autorregresivo “p” y de promedios móviles “q”, así como el operador de diferencia “d”

que debió utilizarse para cancelar la no estacionariedad de la serie, causada por una

tendencia polinomial no determinista.

Inicialmente, se determinó una transformación estabilizadora de varianza con la cual se

logró volver estacionaria la serie del tiempo estudiada. El procedimiento para elegir la

transformación adecuada se basó en el propuesto por Bartlett (1947) y en el cual se

afirma que “si la variación tiende a cambiar con el nivel medio de las mediciones, la

varianza solamente se estabilizará con un cambio apropiado de escala”. En

consecuencia, se restringió el tipo de transformaciones a la familia de transformaciones

potencia “”, las cuales son utilizadas frecuentemente por presentar buenos resultados

en la práctica (Guerrero, 2003). Por lo tanto, la serie de tiempo transformada T(Zt) y la

potencia “” que estabilizo su varianza fue:

85

Los resultados conseguidos sugirieron que el valor de “” adecuado para a serie de

caudales pico estimados (qp) en el área de estudio es 0,6. Dado que este valor es

diferente de cero, se determinó que la transformación estabilizadora potencia es

apropiada para la mencionada serie de tiempo (ver Figura 23).

a)

b)

Figura 23. Serie de caudales pico diarios estimados a través del método CN. (a) Sin y (b) con

estabilización de la varianza

Seguidamente, se estabilizó el nivel de la serie de caudales mediante la aplicación del

operador de diferencia “” un número apropiado de veces. Por lo tanto, se empleó

primeramente la Función de Autocorrelación muestral (FAC) como herramienta para

determinar el grado de diferencia apropiada de la serie, y en consecuencia, se graficó

86

esta función por medio del software estadístico IBM-SPSS (Versión 19) para las series

T(Zt)}, {T(Zt)} y {²T(Zt)} (ver Figura 24) , ya que se ha demostrado que en raras

ocaciones se requieren de diferencias de grado más alto (Guerrero, 2003).

a)

b)

c)

Figura 24. FAC muestral de la serie de caudales pico diarios estimados a través del método CN. a) {T

(Zt)}, b) {T (Zt)} y c) {²T (Zt)}.

87

En segundo lugar, se utilizó como herramienta complementaria para establecer el grado

de diferenciación “d” requerido para estabilizar el nivel de la serie, el método de la

diferenciación de la variable, en el cual se calcula la desviación estándar muestral “σ” de

la series T(Zt)},{T(Zt)}, {²T(Zt)} y {3T(Zt)}, y el grado de diferención requequido

es el que cumpla con σ(d)= mín{σ(j), j=0,1,2,3}(Anderson, 1976). En efecto, los valores

para la serie de tiempo de caudales pico estimados en el área de estudio fueron los

siguientes: σ(0)= 0,160, σ(1)=0,194, σ(2)= 0,331, σ(3)= 0,602.

En pocas palabras, al tener en cuenta las gráficas de la FAC muestral con 0, 1, y 2

diferencias (Figura 24), se determinó que la serie de tiempo con la primera

diferenciación canceló su estacionalidad no homogénea (decaimiento rápido de las

autocorrelaciones a cero); aunque esto no fue corroborado por los valores de desviación

estándar muestral, ya que el menor se presentó en la serie original, se mantuvo la

determinación de trabajar con la primera diferenciación ya que los valores de σ(0) y σ(1)

fueron cercanos.

El último paso en la etapa de identificación consistió en asociar la FAC y la FACP

muestral de la serie de caudales pico estimados con un posible proceso generador del

tipo ARIMA (p,d,q) . A continuación, en la Tabla 17 se pueden observar los valores de

la FAC y la FACP para serie de tiempo en estudio {T(Zt)}.

88

Tabla 17.

FAC y FACP muestrales de la serie de caudales pico diarios estimados a través del método CN {T(Zt)}

FAC (qp) FACP(qp)

k rk i Φii

1 -0,458 1 -0,458

2 -0,032 2 -0,307

3 0,032 3 -0,179

4 -0,031 4 -0,153

5 -0,018 5 -0,153

6 0,010 6 -0,131

7 0,007 7 -0,101

8 0,005 8 -0,073

9 -0,012 9 -0,075

10 -0,005 10 -0,082

11 0,009 11 -0,068

12 -0,007 12 -0,068

13 -0,033 13 -0,119

14 0,035 14 -0,094

15 -0,004 15 -0,089

16 0,013 16 -0,060

17 -0,001 17 -0,050

18 -0,020 18 -0,074

19 0,003 19 -0,082

20 0,027 20 -0,039

21 0,021 21 0,023

22 -0,033 22 0,005

23 -0,020 23 -0,039

24 0,021 24 -0,026

Los resultados de la FAC muestra que se presenta un valor sensiblemente alto para la

primera autocorrelación y en el caso de la FACP se evidencia una sucesión convergente

de autocorrelaciones a cero. Teniendo en cuenta los anteriores comportamientos y según

lo expuesto en la Tabla 6, a la serie de tiempo se le puede asociar un proceso generador

89

de datos del tipo IMA (1,1), fundamento por lo cual es razonable proponer un modelo

ARIMA (0,1,1).

La anterior propuesta fue sustentada por el criterio proporcionado por Bartlett (1946), el

cual permitió identificar cuáles de las autocorrelaciones de la FAC fueron

significativamente diferentes de cero para cierto retraso (q) (ver Ecuación XIII).

| | √

[XIII]

Dónde:

rk: magnitud de la autocorrelación asociada con el retraso k

N: número total de datos de la serie de tiempo estudiada

d: grado de la diferenciación requerido para la estabilización del nivel de la serie

Al aplicar este criterio partiendo del supuesto que pk = 0 para k > 0 (lo cual significaría

que la serie es un ruido blanco) se estableció que |r1|=0,458 > 0,048 y que |r2|=0,032 <

0.048 (ver Tabla 17), es decir, que la primera autocorrelación es significativamente

diferente de cero. En adición, el criterio de Quenouille (1949) sustentó también la

propuesta de un proceso ARI (0,1) ya que indicó que la mayoría de las autocorrelaciones

(ver Tabla 17) son distintas de cero debido a que sus valores están por fuera del

intervalo ± 0.048, que fue calculado mediante la ecuación XIV.

90

Dónde:

N: número total de datos de la serie estudiada

d: grado de la diferenciación requerido para la estabilización del nivel de la serie

Ahora bien, para comprobar si se ha omitido un coeficiente que resulte ser significativo,

es decir, si el modelo propuesto puede ser mejorado mediante la introducción de

coeficientes adicionales resultó conveniente proponer dos modelos más; el modelo

ARIMA (0,1,3) y el ARIMA (1,0,3).

Para concluir, en la etapa identificación de los modelos univariantes se propusieron los

siguientes modelos ARIMA para predecir el comportamiento de los caudales pico

diarios estimados en la hoya hidrográfica para el periodo de estudio:

ARIMA (0,1,1)

ARIMA (0,1,3)

ARIMA (1,0,3)

(ii) Estimación de los modelos univariantes

91

La finalidad de esta etapa fue encontrar los mejores valores de los parámetros de

modelos ARIMA propuestos anteriormente con el objeto de que representen

adecuadamente la serie de tiempo de caudales pico diarios estimados en el área de

estudio. La estimación puntual de estos parámetros y sus intervalos de confianza se

realizó a través del software estadístico IBM-SPSS (Versión 19), el cual se basa en el

método estadístico de máxima verosimilitud y en el método de estimación no lineal para

ϕ, θo y θ propuesto por Box y Jenkins (1970) que se fundamenta en el algoritmo de

Marquardt (1963).

De acuerdo a Guerrero (2003) el método de máxima verosimilitud parte del supuesto de

que {αt} es un proceso de ruido blanco con distribución normal, media cero y varianza

σ2

α; con lo cual se obtiene la función de densidad conjunta de los errores aleatorios y la

función de verisimilitud de los parámetros, esta función deberá maximizarse con

respecto a los parámetros para obtener la representación más apropiada de la serie en

estudio.

Los resultados de la estimación de los parámetros de los modelos ARIMA propuestos en

la etapa son los siguientes:

ARIMA (0,1,1)

Número de observaciones “N” = 1728

Diferenciación “d”= 1

Valor del parámetro e intervalo de 95% de confianza

92

Proceso autorregresivo:

Media de los residuales, m(â): 0,00035

Desviación estándar de los residuales, : 0,151643

Autocorrelaciones de los residuos

Tabla 18.

Autocorrelaciones de los residuales del modelo ARIMA(0,1,1)

k 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

rk ,122 ,052 ,039 -,030 -,044 -,026 -,025 -,037 -,058 -,058 -,049 -,055

k 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

rk -,049 ,016 ,020 ,032 ,021 ,011 ,036 ,057 ,029 -,035 -,042 -,013

Desviación estándar de las autocorrelaciones: 0,046

Estadístico de Ljung y Box (Q´): 71,765 con 17 grados de libertad

La gráfica de los residuales {αt} se presenta a continuación:

Figura 25. Residuales del modelo ARIMA(0,1,1) para la serie de caudales pico diarios estimados a través

del método CN. Línea límite para ±2 desviaciones residuales.

-1,00

-0,50

0,00

0,50

1,00

at

Lineal (±2σ) Lineal (±3σ)

93

(iii) Verificación de los modelos univariantes

Esta esta etapa tuvo como propósito poner en tela de juicio los modelos propuestos y

descritos en las etapas anteriores con el ánimo de detectar sus fallas y así determinar

objetivamente cuál de estos representa adecuadamente la serie estudiada. Esta

verificación de modelos ARIMA se realizó mediante la utilización los ocho supuestos

propuestos por los autores Box y Jenkins (1970).

A continuación se presentan los resultados de la verificación de los ochos supuestos para

los modelos identificados para la serie de caudales pico diarios estimados en el área de

estudio:

ARIMA (0,1,1)

(1) {αt} tiene media cero

Como |√ | , no hay razón para pensar que la media de

los residuos pueda ser distinta de cero.

(2) {αt} tiene varianza constante

La Figura 25 muestra que aparentemente no existió una violación importante a dicho

supuesto.

(3) Las variables aleatorias {αt} son mutuamente independientes

El valor de Q’ se comparó con el valor de distribución de Ji cuadrada con 17 grados de

libertad. El valor del 5% de dicha distribución es 27,58 por lo cual se concluye que el

valor de Q’ = 71,765 conduce al rechazo de la hipótesis que los residuos son un residuo

blanco. Adicionalmente, el hecho de que existieron ocho valores de las

94

autocorrelaciones residuales por fuera del intervalo (

√ )

fundamentó el rechazo del supuesto de independencia.

(4) {αt} tiene una distribución normal

En la Figura 25 se observó que solo el 1,099% de los residuales del modelo se encuentra

por fuera del intervalo , lo cual es consistente con la idea de que solamente

el 5% de los residuales se encuentren por fuera de dicha banda y por ende no existe

violación al supuesto.

(5) No existen observaciones aberrantes

La gráfica de los residuales del modelo permitió observar que existieron solamente 3

valores considerados como extremos, es decir, que estuvieron por fuera del intervalo

. Estos residuales se consideraron como atípicos y fueron explicados por los

altos valores de precipitación (97,1 mm, 76,2 mm y 49,5 mm) registrados por la estación

pluviométrica San Luis y que influyeron en el aumento de las estimaciones del caudal

pico para esos tres días. En otras palabras, las tres predicciones extremas no fueron

generadas por el proceso generador de datos del modelo si no que fueron influenciadas

por condiciones externas.

(6) El modelo es parsimonioso

Debido a que el intervalo del 95% de confianza del parámetro θ no incluyó el valor cero

(0,916;0,950), se concluyó que este parámetro es necesario para explicar el

comportamiento de serie de tiempo.

95

(7) El modelo es admisible

El modelo cumple este supuesto ya que el intervalo de 95% de confianza del parámetro

θ se encontró totalmente incluido dentro de la región admisible para modelos MA(1),

que era el intervalo (-1;1).

(8) El modelo es estable en parámetros

Teniendo en cuenta que el modelo solo presentó un parámetro para el proceso de

promedio móvil, por esto no existió redundancia de parámetros y era improbable que el

modelo fuera inestable.

Por último, los resultados de la estimación y verificación de los modelos ARIMA (0,1,3)

y (1,0,3) identificados para representar la serie de tiempo de caudales pico diarios

estimados a través del método Numero de Curva de Escorrentía (ver Anexo L),

señalaron que estos dos modelos aprobaron los ochos supuesto de verificación de

modelos ARIMA y, en consecuencia, fueron satisfactorios para representar el

comportamiento temporal de dicha serie de tiempo.

De igual modo, los resultados de la estrategia de construcción de modelos ARIMA

utilizada en la presente investigación señalaron que los modelos (0,1,3) y (1,0,3)

también son apropiados para representar el comportamiento temporal de la serie de

caudales medios calculados a través del método Numero de Curva de Escorrentía;

mientras, que el modelo ARIMA (2,1,2) permitió una aproximación a la representación

del comportamiento de la serie de tiempo de caudales medios diarios observados en el

área de estudio (ver Anexo K).

A continuación, en la Tabla 19 se presentan los modelos ARIMA definitivos

identificados para cada una de las series de tiempo evaluadas, con sus respectivos

96

parámetros y valores de estadísticos de ajuste obtenidos a través del software estadístico

IBM-SPSS (Versión 19).

Tabla 19.

Modelos satisfactorios definitivos y estadísticos de ajuste

Serie de

tiempo

Modelo ARIMA

Estadísticos de ajuste del

modelo

Polinomios

(p,d,q) T

ran

sfo

rma

ció

n

Ecuación R2

MA

PE

(%

)

Ma

xA

PE

(%

)

Caudales

pico diarios

estimados

(m3/s)

(0,1,3) Potencia

0,123 117,822 812,678

(1,0,3) Potencia

0,129 119,948 764,460

Caudales

medios

diarios

calculados

(m3/s)

(0,1,3) Potencia

0,124 78,842 514,086

(1,0,3) Potencia

0,130 80,319 484,337

Caudales

medios

diarios

observados

(m3/s)

(2,1,2) Logaritmo

natural

0,877 8,865 142,051

Nota. MAPE= error absoluto porcentual promedio; MaxAPE= error absoluto porcentual máximo

97

Con base en la información expuesta en la Tabla 19, se evidenció en primer lugar que

los regímenes de caudales pico diarios y caudales medios estimados a través del método

Número de Curva de Escorrentía presentan una estructura o comportamiento temporal

similar.

En segundo lugar, el modelo ARIMA (2,1,2) identificado la serie de caudales medios

diarios observados en el área de estudio, sugiere que en este régimen de caudales en la

zona alta de la Quebrada La Vieja se caracteriza por la presenta el fenómeno de

persistencia de caudales; afirmación sustentada por el componente autorregresivo (p) de

orden dos y del cual Cadavid & Carvajal (2013) afirman que para los ejercicios de

prediccion en Colombia este rezago ha mostrado ser adecuado. De modo similar, los

autores Rojo et al. (2010) y Verón et al. (2006) identificarón modelos ARIMA con

procesos autoregresivos semejantes para pronosticar el comportamiento de caudales

medios mensuales en los ríos Tala (Argentina) y Guadalupe (Colombia),

respectivamente. Al respecto, Monsalve (1999) define el fenómeno de persistencia de

caudales en hoyas hidrográficas como “la tendencia de que un caudal bajo sea seguido

por otro cadual bajo, que por un caudal alto y, similarmente; que un caudal alto es más

probable que sea seguido por otro caudal alto”.

En tercer lugar, la necesidad de estabilizar la varianza y el nivel de los datos a través de

la utilización de funciones transformadoras y operadores de diferencia (d) de primer

orden en los modelos ARIMA identificados para las tres series de tiempo de caudales

evaluadas en la presente investigación (ver Tabla 19), indicaron que estas series no son

estacionarias, es decir, que tanto los regímenes de caudales pico y medios diarios

98

estimados a través del método CN, y los caudales medios diarios observados en el área

de estudio presentaron una gran variabilidad a lo largo del periodo de estudio.

En cuarto lugar, los modelos ARIMA identificados en la presente investigación (ver

Tabla 19) sugieren que las series de tiempo de caudales pico diarios y caudales medios

estimados, y caudales medios diarios observados exhiben procesos generadores de datos

del tipo de promedios móviles de tercer orden MA(3) y segundo orden MA(2),

respectivamente; lo cual revela que son series de tiempo que absorben rápidamente los

impactos generados en su punto de equilibrio por estimaciones u observaciones de

caudales inesperados, o dicho de otra manera, la serie de caudales pico y caudales

medios estimados volvieron a su nivel como máximo en los 3 días posteriores a una

estimación atípica y la serie de caudales medios observados lo retomó en los dos días

subsiguientes.

Finalmente, teniendo en cuenta los valores del coeficiente de determinación (R2) de los

modelos ARIMA identificados en la presente investigación (ver Tabla 19) evidenciaron

que el modelo (1,0,3), aunque aprobó la etapa de verificación, solo logra explicar como

máximo la variación del 12,9% de los caudales pico diarios estimados y del 13% de los

caudales medios diarios estimados en el periodo de estudio, lo que significa que el

modelo no es idóneo para representar el comportamiento a escala diaria de la series pero

si su comportamiento general. En contraste, el modelo ARIMA (2,1,2) presentó la

capacidad para explicar la variación del 87,7% de los caudales medios diarios

observados en la hoya hidrográfica para el periodo de estudio.

99

En este sentido, vale la pena destacar que Guerrero (2003) afirma que “el valor de R2 es

muy sensible al grado de diferención utilizado y esto causa la fe bastante limitada que se

les asigna a estas medidas por personas experimentadas con datos de series de tiempo”.

4.5.3 Comparación de modelos

Desde el punto de vista de los modelos ARIMA, los modelos (0,1,3) y (1,0,3) que

representaron el comportamiento de la series de caudales pico diarios y caudales medios

estimados a través del método Numero de Curva de Escorrentía presentaron diferencias

en su estructura temporal con respecto al modelo (2,1,2) que representó la serie de

caudales medios diarios observados en el área de estudio. Lo anterior, en cuanto a los

procesos generadores de datos que en estos intervienen, es decir, a los procesos

autorregresivos y de promedios móviles. Inicialmente, se observa que los modelos de la

serie de tiempo de caudales pico estimados se caracterizaron por tener memoria limitada

o casi nula, es decir, el caudal pico estimado para un día dependió o fue influido como

máximo por el caudal pico estimado del día anterior. Adicionalmente, el hecho de

presentar un proceso de media móvil de orden tres (MA (3)) indicó una combinación

alta de fluctuaciones aleatorias de los caudales picos estimados alrededor del punto de

equilibrio de la serie de tiempo.

En contraste, se observó que el modelo de la serie de caudales medios diarios

observados en el área de estudio presentó una memoria corta, es decir, el caudal medio

de un cualquier día observado en la hoya hidrográfica fue influenciado por los caudales

medios de los dos días previos: lo que se evidenció por un proceso autorregresivo de

segundo orden (AR (2)) y fue fundamentado por la influencia consecutiva que tuvo la

serie al ser necesaria la diferenciación de primer orden. Además, este modelo indicó una

100

menor fluctuación de los caudales medios diarios observados alrededor del punto de

equilibrio de la serie de tiempo, ya que presentó un proceso de media móvil de orden dos

(MA (2)).

En la Figura 26 se observa las variables de estudio y los modelos ARIMA obtenidos

para cada una, indicando las posibles relaciones o similitudes presentes dentro de los

modelos obtenidos y, a su vez, permitiendo visualizar las diferencias en la estructura

temporal de las series analizadas.

Figura 26. Relación entre variables de estudio y sus modelos ARIMA respectivos.

Posteriormente, con el propósito de establecer posibles componentes periódicos o sus

estructuras subyacentes en las series de tiempo de caudales evaluadas en la presente

investigación, se generaron sus respectivos periodogramas (ver Figura 27). Los

resultados mostraron que para la serie de caudales pico estimados a través del método

Precipitación diaria

ARIMA (2,0,0)

Caudal medio diario

ARIMA (2,1,2)

Caudal pico diario estimado

ARIMA (1,0,3)

ARIMA( 0,1,3)

101

CN la existencia de un pico destacable en la frecuencia 0,00289, y cuyo inverso

corresponde el periodo estacional o ciclo, sugirió la presencia de un ciclo en esta serie de

tiempo con una longitud de aproximadamente 346 días. En el caso de la serie de

caudales medios diarios observados en el área de estudio no fue posible determinar

algún componente periódico en la escala temporal de la investigación, ya que se observó

que el pico destacable se encuentra en la frecuencia cero.

a)

b)

Figura 27. Periodograma de las series de tiempo evaluadas en la investigación. a) Caudales pico diarios

estimados a través del método CN y (b) Caudales medios diarios observados.

102

Finalmente, la Tabla 20 muestra los valores de los estadísticos de ajuste del modelo

ARIMA (1,0,3), el cual presentó el mayor valor de R2 tanto en la serie de caudales pico

diarios estimados como en la serie de caudales medios calculados (ver Tabla 19), al ser

aplicado a la serie de caudales medios diarios observados en la hoya hidrográfica de

estudio.

Tabla 20.

Estadísticos de ajuste del modelo ARIMA (1,0,3)

Modelo Transformación R2

MAPE

(%)

MaxAPE

(%)

(1,0,3) Logaritmo natural 0,935 2,361 69,188

Nota. MAPE= error absoluto porcentual promedio; MaxAPE= error absoluto porcentual máximo

Debido a que el modelo presentó un coeficiente de determinación de 0,935 (ver Tabla

20), lo cual indicó un ajuste adecuado a la serie de tiempo en mención, se decidió

realizar la etapa de estimación y verificación de este modelo (Anexo M); de esta manera,

los resultado sugirieron que el modelo no era satisfactorio para representar la serie de

caudales observados en el área de estudio ya que este no aprobó los supuestos de

distribución normal de sus residuales y que el modelo fuera parsimonioso.

Ahora bien, teniendo en cuenta los resultados expuestos anteriormente, es posible

afirmar que los modelos ARIMA (0,1,3) y (1,0,3), identificados para los regímenes de

caudal pico diarios y medios diarios calculados a través del método Numero de Curva de

Escorrentía, no se ajusta a la estructura temporal de la serie de caudal medio observado

representada por el modelo ARIMA (2,1,2); en primer lugar, por el limitado componente

de persistencia existente en la serie de caudal medio observado y por la presencia de un

mayor grado de fluctuación alrededor del punto de equilibrio de la serie de caudales pico

103

y medios estimados frente a la serie de caudales medios observados. En segundo lugar, a

través del análisis de los periodrogramas se estableció un ciclo de 346 días en la serie de

tiempo de caudal pico estimado; ciclo inexistente en la serie de tiempo de caudal medio

observado. La explicación de las discrepancias en la estructura temporal de las tres

series de tiempo estudiadas recae en el hecho de que las serie de caudal pico y medio

diario estimado surgió de un modelo conceptual establecido para la representación

puntual de la magnitud de los caudales máximos y no el comportamiento temporal de

éstos.

Finalmente, los resultados de esta investigación permiten comprobar la utilidad de los

modelos estocásticos univariantes (AR, ARMA y ARIMA) para abordar el carácter

aleatorio de los fenómenos hidrológicos y con ello lograr la predicción confiable de

caudales y la evaluación de la estructura temporal de estas a lo largo del tiempo.

104

5. CONCLUSIONES

La aplicación de los métodos Número de Curva de escorrentía e Hidrográma Sintético

Triangular bajo las condiciones hidrológicas de la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja

en su zona alta, permiten obtener la serie de tiempo de caudales pico diarios y caudales

medios estimados para el período comprendido entre el 8 de abril de 2010 y el 31 de

diciembre de 2014, las cuales presentan un valor promedio de 0,116 m3/s y 0,064 m

3/s, y

un valor máximo de 0,979 m3/s y 0,494 m

3/s, respectivamente.

El análisis descriptivo de las series de tiempo estimadas a través del método Número de

Curva de Escorrentía señala que en cuanto a magnitud, la serie de caudales pico diarios

y la serie de caudales medios calculados son, respectivamente, hasta cinco veces

(527,27%) y tres veces mayores (290,90%) que el promedio de la serie de caudales

medios diarios observados en la zona alta de la hoya hidrográfica de la Quebrada La

Vieja.

El hecho que el promedio de las series de tiempo de caudales (pico y medios diarios)

estimadas a través del método Número de Curva de Escorrentía se encuentre por encima

del rango teórico de relación entre caudales máximos instantáneos y caudales medios

planteado por Tucci (1998), sugiere que el método Número de Curva de Escorrentía

tiende a sobrestimar estos regímenes de caudales de la hoya hidrográfica en estudio.

Los resultados de la utilización de la estrategia de construcción de modelos para series

de tiempo desarrollada por Box y Jenkins (1970) y el software estadístico IBM-SPSS

(Versión 19) indican que los modelos ARIMA (0,1,3) y (1,0,3), brindan una

aproximación a la representación general del comportamiento temporal del régimen de

105

caudales picos y medios diarios estimados con el método Número de Curva de

Escorrentía para la zona alta de la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja; esto al

presentar coeficientes de determinación (R2) de 0,123 y 0,129, y un error absoluto

porcentual promedio (MAPE) de 117,8% y 119,9%, respectivamente.

El empleo de estas mismas herramientas señalan que el modelo ARIMA (2,1,2), el cual

tiene un coeficiente de determinación (R2) de 0,88 y un MAPE de 8,9%, representa

adecuadamente el comportamiento de la serie de tiempo de caudales medios diarios

observados en la zona alta de la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja para el periodo de

estudio y además, se constituye como una herramienta confiable para realizar

estimaciones de este régimen de caudales para periodos de tiempo anteriores o

posteriores al considerado en la presente investigación.

La comparación entre los modelos ARIMA (0,1,3), (1,0,3) y (2,1,2), hace evidente las

diferencias existentes entre las ponderaciones de los procesos generadores de datos y los

componentes estacionales que intervienen en las series de tiempo evaluadas en el

proyecto, lo que sugiere la inexistencia de ajuste en cuanto a estructura temporal similar

entre las series de tiempo estimadas (caudales pico y medios diarios) y la serie de

caudales medios diarios observados en la zona alta de la hoya hidrográfica Quebrada La

Vieja.

El análisis a través de los modelos ARIMA de la serie de tiempo de caudales pico y

medios diarios estimados por medio del método de Número de Curva de Escorrentía en

la zona alta de la hoya hidrográfica Quebrada La Vieja para el periodo de investigación,

permite establecer que estas dos series de tiempo cuentan con una estructura temporal

106

similar, caracterizada por una limitada o casi nula memoria, la ausencia del fenómeno de

persistencia de caudales, una alta variabilidad y fluctuación a lo largo del tiempo, la

capacidad de absorber rápidamente los impactos generados en su punto de equilibrio por

eventos inesperados, y un componente cíclico de aproximadamente 343 días de

duración.

107

6. RECOMENDACIONES

En primer lugar, es recomendable evaluar si al emplear modelos ARIMA más robustos,

es decir, con órdenes de polinomios superiores para los procesos generadores de datos

autoregresivo AR (p) y promedios móviles MA (q), se obtienen mejores resultados en la

representación del comportamiento temporal de la series de tiempo de caudales pico y

medios diarios estimados a través del método Número de Curva de Escorrentía.

También, se sugiere realizar un análisis de las estimaciones del caudal en hoyas

hidrográficas colombianas que presenten usos y tratamientos del suelo, y características

hidrológicas diferentes a las estudiadas en la presente investigación, pudiendo incluir un

ajuste del porcentaje de pérdidas iniciales. Además de esto, resultaría conveniente

evaluar la posibilidad de obtener mejores resultados en la aproximación a la

representación del comportamiento temporal de series de tiempo de caudales estimadas

por el método Número de Curva, mediante la eliminación de los sobresaltos que se

generan al utilizar el valor del el caudal base en los días en que no se presentó eventos

de precipitación en la hoya hidrográfica.

Así mismo, la utilización de una escala temporal diferente a la empleada en la presente

investigación (mensual o anual) y de series de tiempo de mayor longitud puede derivar

en un análisis más completo de la estructura temporal de los modelos hidrológicos

existentes del fenómeno lluvia-escorrentía. En este sentido, resulta pertinente analizar la

alternativa de modelar este fenómeno físico a través modelos ARIMA con un análisis de

intervención y el desarrollo de modelos de función de transferencia.

108

Teniendo en cuenta que actualmente se dispone de diferentes tipos de software que

hacen posible obtener modelaciones matemáticas de fenómenos de la naturaleza de

manera casi instantánea; se podrían obtener las predicciones del método Número de

Curva de Escorrentía a través de software como HEC-HMS o SWAT. Adicionalmente,

se sugiere evaluar la estructura temporal de estas predicciones por medio de la

utilización de otros modelos estocásticos univariantes como el ARMAX, modelos

multivariados como el filtro de Kalman y redes neuronales.

Por otro lado, como producto de esta investigación y teniendo en cuenta la importancia

del método Número de Curva de Escorrentía en el campo ingenieril, se recomienda

indagar acerca de la influencia que pueden presentar los fenómenos característicos de la

variabilidad climática interanual extrema sobre las predicciones de volúmenes de

escorrentía de este método en hoyas hidrográficas colombianas.

Finalmente, la facilidad que brindan los modelos ARIMA para analizar fenómenos en

donde la variable tiempo desempeña un papel importante, sugiere que estos modelos

pueden emplearse como herramienta para representar y predecir el comportamiento de

contaminantes de físicos y químicos en cuerpos de agua; y con ello brindar herramientas

a las autoridades competentes para la toma de decisiones encaminadas a establecer

estrategias para la adecuada gestión del recurso hídrico y minimizar los riesgos para

salud humana.

109

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