Esplicación Del Sistema Métrico Decimal de Pesas y Medidas y Monedas Legales

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  • Esplicacin del Sistema Mtrico Decimalde pesas y medidas y monedas legales

    Pedro Pablo Vicente Monzn

    Edicin facsmilHuesca, 2014

    Estudio introductorio

    Juan Villalba Sebastin

  • PUBLICACIONES DIGITALES DEL

    MUSEO PEDAGGICO DEARAGN

    N 6

    Fecha de edicin: 18 de mayo de 2014

    Edita: Gobierno de AragnDepartamento de Educacin, Universidad, Cultura y Deporte

    Museo Pedaggico de AragnPlaza Luis Lpez Allu, s/n22001 [email protected]

    del Estudio introductorio, Juan Villalba Sebastin

    ISBN: 9788469703236Depsito Legal: HU 1082014

  • Presentacin

    Una de las situaciones ms angustiosas que puedo imaginar esque el mundo se convirtiera en aquel inquietante lugar queHumpty Dumpty le anunci a Alicia cuando esta decidi pasaral otro lado del espejo, un mundo en el que las palabrastuvieran, cada vez, un significado distinto, un mundo en el quese usaran palabras diferentes para representar la misma realidad.En el colmo de la maldad, Humpty Dumpty le dijo a Alicia quecuando l usaba una palabra, la palabra quera decir lo que lquera que dijera. Ni ms ni menos. Alicia se quej de que eramuy difcil vivir as y Hampty Dumpty le dio la frmulaperfecta: la cuestin era saber quin mandaba. Y despusbastaba con someterse a su autoridad y a la tirana de laspalabras. En ese espantoso lugar nos encontraramos sinrecursos para entendernos con los dems ni para entendernos anosotros mismos. No podramos contarnos y, por lo tanto, notendramos memoria de las cosas.

    El lector tiene ante sus ojos el libro de un maestro turolenseque quiso contribuir desde la escuela a la comprensin del SistemaMtrico Decimal, proyectando su conocimiento de las dificultadesque nios y adultos encontraban en esta tarea. Pedro Pablo VicenteMonzn (Sarrin, 1823-Teruel, 1874) fue, como bien ha estudiadoJuan Villalba Sebastin, un maestro culto y comprometido con lasociedad en la que viva. As lo demuestran los libros que public,las aventuras periodsticas en las que particip y su republicanismomilitante que le llev a ser nombrado sndico del ayuntamiento deTeruel e incluso lleg a obtener el acta de diputado en laselecciones a Cortes de mayo de 1873.

  • 4Pedro Pablo Vicente en el prlogo de su Esplicacin delSistema Mtrico Decimal de pesas y medidas y monedaslegales, (Teruel, 1853), recuerda que en la Ley de 19 de julio de1849 se dispuso que se enseara obligatoriamente en todos losestablecimientos de instruccin pblica el nuevo sistema depesar, medir y contar desde enero de 1852 y un ao ms tarde,en enero de 1853, sera obligatorio su uso en todas lasdependencias del Estado, aunque en vsperas de cumplirse esteplazo se acord una prrroga ms razonable, posponindosehasta 1860 el uso obligatorio del Sistema Mtrico Decimal.Aunque pudiera pensarse lo contrario, once aos era muy pocotiempo para un aprendizaje tan complejo en una Espaamayoritariamente rural y analfabeta en la que no se dispona dems instrumentos de influencia en los pueblos que el plpito delas iglesias y la voz del maestro en la escuela, una institucinprecaria, abandonada a su suerte por los ayuntamientos y que sedesarrollaba muy lentamente durante la segunda mitad del sigloXIX. Por eso no es de extraar que bien entrado el siglo XX anse utilizaran en Espaa las viejas denominaciones como almud,adarmes o fanega, que servan a los habitantes de las zonasrurales para sus clculos y transacciones. Generalizar el uso delSistema Mtrico Decimal fue un proceso muy laborioso.Todava hoy hay ancianos en nuestros pueblos que cuentan,piensan y, por lo tanto, representan la realidad, con antiguasunidades de medida.

    Esta versin de Esplicacin del Sistema Mtrico Decimalde pesas y medidas y monedas legales que ya forma parte de lacoleccin Publicaciones Digitales del Museo Pedaggico deAragn era la cuarta edicin del libro, una edicin ampliadacon una gran lmina que facilitaba el conocimiento de lasdiversas pesas y medidas, con una seleccin de problemasresueltos y con un listado exhaustivo de equivalencia de lasantiguas medidas con las que se proponan en el SistemaMtrico Decimal. Todo esfuerzo era poco. En el MuseoPedaggico de Aragn se exponen lminas y murales sobre elSistema Mtrico Decimal, unidades de capacidad y longitud,

  • 5distintos instrumentos de medicin, manuales escolares comoeste mismo de Pedro Pablo Vicente o cuadernos escolares conproblemas de equivalencias que demuestran que las escuelasfueron utilizadas para explicar las ventajas de este sistemauniversal de contar, medir y pesar y que los propios maestrostuvieron que hacer un esfuerzo para ensear a nios y adultosunos contenidos para los que ellos mismos no haban recibidoninguna formacin. Esta es otra de las constantes en la vidaprofesional del magisterio: su adaptacin a las necesidades de lasociedad que nadie haba previsto durante su formacin en lasEscuelas Normales.

    El lector se encontrar en estas pginas con el valor quetenan unidades de medida ms o menos conocidas, y con otrasms raras como el escrpulo que equivala, exactamente, a ungramo y 198 miligramos. En casi todas las provincias espaolasunidades como la vara, la libra, la media cntara, la fanega o lamedia caa tenan un valor distinto. El resultado de estadiversidad era un mundo sin referentes como el que prometaHumpty Dumpty en A travs del espejo y lo que Alicia encontrall. Basta pensar en la confusin que reinara al construir unacasa cuando el albail fuera valenciano, el cantero aragons, elcarpintero gallego y el herrero de Bilbao. Hay que tener en cuentaque an en el caso de que todos utilizaran las mismas palabras,para cada uno de ellos significaran una medida distinta.

    Quiz esta Esplicacin del Sistema Mtrico Decimal depesas y medidas y monedas legales que el maestro aragons Pe-dro Pablo Vicente Monzn escribi hace ms de 160 aos y elhermoso cuento que contiene sirva a los maestros de hoy paramotivar a los nios a la hora de abordar el aprendizaje delSistema Mtrico Decimal.

    Vctor JuanDirector del Museo Pedaggico de Aragn

  • Aproximacin biogrfica

    Pedro Pablo Vicente Monzn naci en Sarrin en 1826, hijo deManuel Vicente y de Bernarda Monzn. Tras estudiar sus pri-meras letras en su pueblo natal, lo suponemos obteniendo el t-tulo de Maestro de Primera Enseanza Superior en la recincreada Escuela Normal de Teruel[1], seguramente formando partede las primeras promociones, pues en mayo de 1848 obtienemediante oposicin la escuela del Arrabal de la capital turolense.Segn el artculo 110 de la Ley Moyano, las Escuelas Normalesdeban tener una escuela prctica anexa, en este caso fue la citada

    Pedro Pablo Vicente Monzn.Maestro del siglo XIX

    [1] La Escuela Normal de Maestros se instal el 1 de enero de 1841 y funcionen su primera poca hasta 1848. Se recuper en 1857, funcionando con brillan-tez y con carcter superior hasta 1868. En ella se formaron los maestros de laprovincia de finales de siglo. A este respecto vase el estudio de Pilar Abs,Mara Rosa Domnguez y Amparo Snchez, Las Escuelas Normales de Teruel:el empeo por la supervivencia 1841-1994, Anuario de Pedagoga, 7 (2005),pp. 11-42.

    Juan Villalba Sebastin

  • 8del Arrabal, razn por la cual, en su condicin de maestro supe-rior[2], fue nombrado Regente de dicha escuela.

    En la dcada de los cincuenta, el ncleo republicano tu-rolense, que lideraba Vctor Pruneda maestro tambin, se re-forz con la incorporacin de toda una activa generacin denuevos militantes nacidos en torno a los aos treinta, caso de suhijo, Pedro Pruneda (1830-1869), Toms Nougus (1831-1869),Benigno Rebullida (1826-?), y Pedro Pablo Vicente, entreotros. Todos ellos colaboraron desde su mbito profesional paraque triunfara el pronunciamiento conocido como la Vicalvarada(junio de 1854), que supuso la cada de los moderados y lavuelta al poder de los progresistas de la mano de Espartero, ini-cindose de esta manera el perodo conocido como el BienioProgresista (1854-1856). En Teruel, Pruneda consigui la al-calda, cargo ejercido durante 18 meses (1854-1855).

    Durante estos aos, encontramos a Pedro Pablo Vicenteejerciendo su magisterio como profesor de instruccin primariasuperior y publicando sus primeros libros. As, en 1852 editEsplicacin del sistema mtrico decimal de pesas y medidas,que alcanz un xito fulgurante. Se trataba en principio de uncuadernito de 24 pginas en 8 ideado para servir de texto en lasescuelas. La oportunidad del librito se explica por la promulga-cin de la ley que impuso el uso de este nuevo sistema de pesasy medidas unificado como el nico legal en todas las dependen-cias del Estado y de las administraciones provinciales y locales,as como en la redaccin de las sentencias de los tribunales y entodo contrato pblico, cuya aplicacin se acord de obligadocumplimiento desde principios del ao 1853. De esta forma, an-tes de su implantacin definitiva, se adelant la obligatoriedadde su enseanza en las escuelas al uno de enero de 1852, de ahla oportunidad de la obra de Pedro Pablo, por lo cual, en pocos

    [2] En esta poca, las categoras profesionales del magisterio eran de cuatro ti-pos: con slo el certificado de aptitud (para personas sin titulacin, graciablepor la Junta Provincial de Educacin) con titulacin elemental (ttulo bsicodel magisterio) superior (los estudios duraban un ao ms) y ttulo normal(obtenido en la Normal Central de Madrid).

  • 9meses, se agotaron dos tiradas numerosas de la misma. En sutercera, de finales de 1852 recomendada su adquisicin por elgobernador de la provincia, tanto a maestros como ayuntamien-tos, el pliego y medio de su primera versin se haba incre-mentado hasta llegar a los ocho (80 pginas) y se habamejorado la misma incluyendo una lmina grande y un cuadrosinptico con las correspondientes equivalencias entre las medi-das mtricas y las usadas en cada una de las provincias de Es-paa. En su redaccin, el autor prescindi de teoras cientficasy se limit a exponer con sencillez como su ttulo anticipa elmecanismo del sistema mtrico, la forma, valor, etc., de lasnuevas medidas, el modo en que se deben usar en los clculosaritmticos y la equivalencia entre estas y las antiguas de cadauna de las provincias de Espaa. As, por Real Orden de 23 defebrero de 1853, fue aprobado como texto en las escuelas deinstruccin primaria y se public una cuarta edicin.

    Ese mismo ao, edit tambin su Ortografa castellana,segn la doctrina de la Real Academia Espaola. Escrita paralos nios y Nociones pedaggicas para la direccin de las es-cuelas elementales de nias, un tratadito especialmente dirigidoa las maestras, en el que expona de manera sencilla algunasideas sobre la educacin: explicacin de los sistemas y mtodosde enseanza modo de distribuir las tres horas de clase sobreel local y su mobiliario los deberes de las maestras, etc.

    Por estas fechas, contrajo matrimonio con Fabiana Vi-cente, natural de Mora de Rubielos. En 1856 naci su primerhijo, Federico, y ese mismo ao, seguramente llevado por lascrecientes necesidades familiares, puede que tambin por laspolticas, comenz a funcionar la imprenta de Pedro Pablo Vi-cente, instalada en la calle del Tozal, nm. 10, junto con una li-brera anexa. De esta forma, el 3 de enero de 1856 apareci elsemanario (luego diario), El Turia. Peridico de recreo y avisos(1856-1857), para poco ms tarde subtitularse, diario cientfico,literario, de intereses materiales y avisos. Unos meses despus,ver la luz como publicacin bisemanal (luego semanal) el

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    peridico dedicado a la Instruccin Primaria, La Concordia(1856-1873), as como tambin editar su obra titulada, Tablasde reducciones del sistema mtrico y de capitalizacin desde elmedio al diez por ciento, precedidas de una sucinta idea delsistema decimal de pesas y medidas.

    En el ao 1857, junto con Miguel Villarroya, a la sazninspector de Primera Enseanza, publicaron la obra tituladaElementos de Aritmtica terico-prctica, al tiempo que en suimprenta se edit la traduccin al espaol de Pedro Pruneda dela obra Lujo y miseria, de la escritora inglesa Ana S. Stephen.

    Los republicanos turolenses, con Pruneda y Nougus a lacabeza, participaron en todas las conspiraciones que tuvieronlugar con el fin de derrocar a Isabel II, para ello realizaron unacontinua labor propagandstica, en la que la imprenta de PedroPablo jug un papel destacado. De esta forma, en 1858 publicun peridico bisemanal, La Voluntad, destinado a diario de avi-sos y trabajos literarios. Su actividad impresora fue intensa y en1859 edit el libro de Jos M de Soto, La desamortizacin co-mo principio generador del socialismo sin embargo, poco des-pus, por razones que desconocemos, se hicieron cargo de suimprenta los seores Ortiz y Soriano, para en 1860 pasar a ma-nos de Baquedano y Soriano.

    En 1860, se produce una dispora de significados repu-blicanos turolenses: Pedro Pruneda abandon Teruel para ejercersu profesin en Madrid, con l parti tambin Mans Benedicto,y Vctor Rebullida lo hizo a Zaragoza Pruneda debi reorgani-zar su crculo de fieles y en esta tesitura Pedro Pablo Vicente seconsolid como hombre de confianza del lder republicano.

    En 1861 naci su segundo hijo, Vicente. De nuevo, comoya especulbamos con anterioridad, quiz acuciado por las nue-vas necesidades familiares, retom la actividad editora y publicsu libro, Exposicin de la teora del solfeo y reedit Nocionespedaggicas para la direccin de las escuelas elementales denias. En esos momentos segua ocupando el puesto de Regentede la Escuela Prctica de Teruel e imparta gratuitamente en la

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    Escuela Normal la enseanza de Msica, asignatura a la que de-dic su citada obra Exposicin de la teora del solfeo, con el finde suministrar a sus alumnos un tratadito econmico que les au-xiliara en sus lecciones.

    El 19 de agosto de 1863, se aprob por Real Orden comotexto de lectura en las escuelas su obra Lectura prctica, queconstaba de tres partes: la primera, dedicada al aprendizaje delas letras y de las slabas la segunda, a la lectura de palabras yfrases y, la tercera, al perfeccionamiento con prcticas de lecturasobre diferentes tipos de texto.

    En el primer nmero de La Concordia, de fecha 6 deenero de 1866, comunicaba a sus suscriptores que en virtud deun contrato especial, su imprenta y librera se una desde esemomento a las de Pruneda y Zarzoso, bajo la razn social deImprenta y Librera de La Concordia, cuya sede social se es-tableca en la Plaza del Mercado, nmero 31.

    En el nmero 7, de fecha 24 de febrero de 1866, anuncia-ba su libro Lecciones de geografa fsica, poltica y astronmica.Escritas para uso de los nios, cuyo precio era de cinco reales.

    Tras el pronunciamiento frustrado de Villarejo, en enerode 1866, funcion en Teruel una junta revolucionaria clandesti-na (a la que perteneca Pedro Pablo Vicente) y de cuya existen-cia conoci el Capitn General de Aragn, Juan Zapatero yNavas, quien orden a las autoridades turolenses desarticular elncleo republicano local y mand detener a una larga lista desospechosos, en palabras de Pruneda, para que fuesen presos ydeportados nada menos que a Fernando Poo, diez o doce patrio-tas.... Sospechamos que entre ellos figuraba el maestro de Sa-rrin sin embargo, la actitud valiente y generosa de lderrepublicano turolense logr salvar la situacin al entregarse a lasautoridades a cambio de la libertad de sus compaeros.

    El 25 de julio de 1867, en el nmero 27 de La Concor-dia, notificaba a sus lectores que terminado ya el compromisode asociacin contrado el 1 de enero de 1866, vuelve mi anti-guo establecimiento a funcionar por s solo, con el ttulo de

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    Imprenta de la Concordia, a cargo de Joaqun Castillo, en lacalle de San Andrs, nmero 29.

    A finales de 1867, la permanente crisis en la que vivainstalada desde sus inicios su aventura editorial educativa seagrav, pues como confesaba amargamente, le constaba queexistan presiones sobre los maestros para influir en su voluntady obligarles a suscribirse a otros peridicos, abandonando el su-yo sin embargo, tras declarar la independencia de su publica-cin, aseguraba que la mantendra en la calle mientras hubieraen la provincia un solo maestro a quien le conviniese.

    El 29 de septiembre de 1868, Teruel y el resto de lasprincipales ciudades aragonesas, incluida Zaragoza, se sumarona la insurreccin contra el rgimen isabelino y se inici la etapaque conocemos con el nombre de Sexenio Democrtico (1868-1874). Triunf la revolucin conocida como La Gloriosa, quesupuso la cada de la monarqua de Isabel II.

    El 1 de octubre fue elegida por sufragio universal mas-culino la Junta de Gobierno de la Provincia de Teruel, cuyo pre-sidente fue Vctor Pruneda, y entre sus siete vocales seencontraba Pedro Pablo Vicente. De las diferentes medidasadoptadas por la Junta, vamos a destacar las que tienen que vercon la educacin, pues su redaccin se debi al pedagogo sa-rrionense, quien, cuando el 23 de octubre se cre la Junta Pro-vincial de Primera Enseanza, fue nombrado inspector de lamisma. As, se declar obligatoria la primera enseanza para to-dos los nios comprendidos entre los 6 y los 10 aos se iniciuna campaa de alfabetizacin de adultos se cre una EscuelaNormal para la formacin de maestros y, finalmente, la Juntaconcluy sus propuestas con la siguiente advertencia: [...] bajoningn pretexto ni por causa alguna remuevan a los Maestros nisuspendan la enseanza de las escuelas, porque esto se opone alafianzamiento del progreso y de la libertad que tantos sacrificiosha costado a nuestra desdichada nacin.

    Pronto descubrieron los republicanos turolenses que larevolucin no segua los cauces esperados. Las tan ansiadas

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    reformas educativas no slo no se llevaron a cabo, sino que enalgunos aspectos se retroceda con respecto a legislaciones pre-cedentes, como denunciaba amargamente el maestro de Sarrinel 26 de abril de 1871 en su peridico La Concordia. A partir deese momento, la Junta turolense se convirti en un foco de opo-sicin poltica al recin formado Gobierno provisional de Serra-no, el cual fue disolviendo la multitud de juntas revolucionariasexistentes. En el caso de Teruel, sus miembros se resistieron adesaparecer mientras les fue posible.

    El 15 de noviembre, el infatigable Pruneda convocabauna multitudinaria asamblea entre sus correligionarios en la quese decidi acabar con el Partido Democrtico y fundar uno nue-vo denominado ya claramente como Partido Republicano De-mocrtico Federal (PRDF), en cuyo comit se integr su fielcolaborador, quien, preparando las elecciones municipales, des-criba en El Centinela de Aragn del 16 diciembre de 1868[3] lasrazones del desencanto de su partido con el nuevo Gobierno, alque juzga traidor de la causa republicana, en especial en lo refe-rido a la Soberana nacional, falseada por la declaracin demonarquismo, o el sufragio universal, al que se le marcabanlmites que no podan admitir la lgica de los hechos ni el buensentido.

    La victoria de la candidatura federal fue aplastante yPruneda, por segunda vez, alcanzaba la alcalda de su ciudad,aunque, de nuevo, de manera efmera, pues tan slo se mantuvoen el cargo 4 meses, ya que tuvo que dimitir al haber resultadoelegido diputado constituyente por la provincia de Zaragoza.

    Poco haba de durar la calma poltica, en octubre de 1869tuvo lugar una insurreccin federal que, como no poda ser deotra manera, en Aragn fue liderada por Pruneda, quien, denuevo, sera encarcelado por liderar la sublevacin de Zaragoza.

    [3] Este peridico fue fundado y dirigido por Pruneda en 1841. En 1843 tuvo quecerrar para en su segunda andadura iniciada poco despus de La Gloriosa, edi-tarse en la imprenta de Pedro Pablo. De 1870 a 1872 continu publicndose ba-jo la denominacin de Salud y Fraternidad, y en 1873 con el nombre de ElFederal.

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    En Teruel, el levantamiento tambin fue agostado y numerososrepublicanos, entre los que se encontraba Pedro Pablo Vicente,fueron detenidos y deportados a Zaragoza.

    Semanas ms tarde, el maestro de Sarrin fue puesto enlibertad, no as Pruneda, que sigui en la crcel a la espera deser juzgado por un Consejo de Guerra. Como consecuencia deestos sucesos, a finales de 1869 se suspendi la publicacin deLa Concordia y numerosos maestros de la provincia fueron ex-pedientados, entre ellos Pedro Pablo, que fue cesado de supuesto de Regente y expulsado de la profesin como l mismoconfesaba al reanudar su publicacin el da 4 de enero de 1870:La corriente de los sucesos y la mala fe de los hombres nos hancolocado fuera del ejercicio de la enseanza, pero no por esohemos perdido nuestra cualidad de Maestro (sic). Con ella noshonramos, y ella ser la que tendremos siempre en mayor esti-ma. Abrazamos esta carrera el ao 1845 por conviccin, y a ellahemos consagrado veinticuatro aos de nuestra vida [].

    Los Diarios manuscritos del mismo Pruneda refieren conprecisin como Pedro Pablo Vicente lo visitaba con frecuenciaen la prisin al mismo tiempo que se escriban constantemente:uno para darle instrucciones, el otro para comunicarle la situa-cin poltica turolense. As, por ejemplo, el 17 de diciembre,Pruneda escriba a Pedro Pablo participndole lo que Rebullidale informaba respecto de la situacin poltica en Madrid, dondese manifiesta grande agitacin. Estn como quien dice a la or-den del da y sobre el tapete, los siguientes trascendentales pro-blemas: 1 Proclamar la Repblica con los de Prim, cimbrios yrepublicanos. 2 Reconciliacin de las situaciones con los unio-nistas. 3 Dar [...] un golpe a Prim y hacer la contrarrevolucincon Montpensier.

    El da 18, Pedro Pablo Vicente le escriba notificndoleel acontecer poltico de Teruel. De igual forma, el da 21 con-testaba a una carta de Pruneda, en la que le explicaba que sehan reunido (los republicanos turolenses) para tratar del peri-dico por acciones. Que todos desean reunin en el teatro, a lo

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    que Pruneda le responda que no deben perdonar medio algunopara publicar el peridico. Que no descuiden la eleccin deayuntamiento, sacndolo enteramente republicano. Que dejen aun lado antiguas discusiones.

    El martes 4 de enero de 1870, Pruneda le escribi noti-ficndole que aqu se ganaron las mesas y le requera paraque le dijera los resultados de all. As, el jueves 6 de enero,recibi un telegrama de Pedro Pablo en el que le deca: Ayun-tamiento republicano por unanimidad, y el da 9, con fecha del7, reciba una carta en la que le explicaba todos los pormenoresde las elecciones. En La Concordia de 20 de enero de 1870 sedetalla la composicin del citado Ayuntamiento, en la que el sa-rrionense figura como uno de sus regidores. A este respecto, lanota informativa aade que D. Vctor Pruneda, electo tambin,no ha podido tomar posesin en razn a que acab de ser con-firmado por el Tribunal Supremo de Guerra y Marina la senten-cia que contra l pronunci el consejo de guerra porcomplicacin en los sucesos de Zaragoza.

    Efectivamente, en una nueva carta, Pruneda le comenta-ba que su causa estaba ya fallada y que desconoca si se le con-mutara la pena[4], al mismo tiempo que le requera para quecompactara el partido en Teruel y siguieran trabajando todos auna dejando a un lado las diferencias.

    En la primera sesin ordinaria celebrada por la recinelegida corporacin municipal, acordaron establecer una escuelade adultos para lo que crearon una comisin especial encargadade llevarla a efecto. As, el 7 de febrero, tal y como recoga ensu peridico se inaugur en la capital la citada escuela.

    Con Pruneda ya exiliado en Bayona, siguieron escri-bindose en la misma lnea: Pruneda le comunicaba la situacinen Francia y Pedro Pablo la de Teruel. Al mismo tiempo, esteltimo desde La Concordia arremeta contra el presidente de la

    [4] Fue condenado a 12 aos de prisin, pero poco despus, a instancias de Prim,le fue conmutada esa pena por la de extraamiento en el extranjero. Pruneda seexili a Bayona.

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    Junta Provincial de Educacin, Sr. Medina, a la sazn Goberna-dor de Teruel, y sus arbitrarias decisiones en materia educativa yadverta en su artculo, significativamente titulado Ojo con lareaccin (12 de marzo de 1870), de toda una serie de accionesencaminadas a doblegar la voluntad de los maestros de la pro-vincia, incluida la supresin de la Escuela Normal de Maestrosy Maestras, que se haba producido en julio de 1869.

    El 30 de mayo de 1870, Pruneda regres clandestina-mente a Teruel y permaneci escondido hasta el 10 de agostoen que se proclam una amnista general. Volvi a reactivar elrepublicanismo turolense y cre un nuevo Comit RepublicanoFederal con Pedro Pablo como uno de los cinco vocales que locomponan. La actividad fue intensa, la proclamacin de laRepblica en Francia era inminente y los republicanos turo-lenses se aprestaron para aprovechar sus repercusiones en elsolar patrio.

    Los acontecimientos se sucedieron vertiginosamente, el16 de noviembre, Amadeo de Saboya accedi al trono de Es-paa y en marzo de 1871 se convocaban elecciones generales.La candidatura republicana turolense estaba encabezada porPruneda y secundada por Pedro Pablo Vicente y otros correli-gionarios. El sarrionense se presentaba por el distrito de Mon-talbn y desde su peridico peda a sus colegas el voto para queun maestro alcanzara la distincin de Diputado y pudiera defen-der, desde su experiencia personal, sus intereses:

    Muchas veces, en el seno de mis amigos y hasta en las columnasde los peridicos, me he lamentado de la falta de inteligencia en-tre los Maestros para resolverse a trabajar mancomunadamentecon el fin de sacar de las urnas electorales algunos profesoresque representasen dignamente en el Congreso los intereses de laenseanza pero esto, que antes era en extremo difcil, por cuan-to el cuerpo electoral se compona de los mayores contribuyen-tes, y porque para ser diputado era requisito indispensable gozarde cierta posicin social que no alcanzaba ningn Maestro, eshoy algo ms fcil con la existencia del sufragio universal y porla circunstancia de ser elegibles para diputados todos los Maes-tros que sean electores. La provincia de Teruel va, pues, a hacer

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    el primer ensayo. Si bien el cuerpo de Profesores no ha tenidointervencin en la designacin de un Maestro para candidato, es-te se presenta en la escena impulsado por las repetidas indicacio-nes de sus amigos, y a los Maestros toca poner de su partecuanto su propio inters requiere. Comprofesores: si juzgisaceptable mi pensamiento, apoyadme con vuestras relaciones, ysi os inspiro confianza, honrarme con vuestro sufragio. Esto eslo que desea de vosotros vuestro compaero.

    A la postre, tan slo el cabeza de lista saldra elegido,pero su voz se dejara or en las Cortes y en una de sus inter-venciones desde la tribuna explic pormenorizadamente la an-gustiosa situacin de los maestros de instruccin primaria deTeruel, interpelando al ministro de Hacienda, Segismundo Mo-ret, quien se comprometi a abonar lo adeudado a los docentes,cumplindose de esta forma la eterna reivindicacin del peri-dico de Primera Enseanza del sarrionense, La Concordia. Pe-dro Pablo Vicente, en su condicin de habilitado y apoderado delos maestros y maestras de la provincia, dirigi una carta a laDiputacin Provincial (firmada el 7 de noviembre de 1870) so-licitando se abonaran tambin los sobresueldos del curso 1869-1870, que haban sido eliminados por la Junta.

    En las elecciones municipales de diciembre de 1871, lacandidatura republicana-federal obtuvo la mayora absoluta yPedro Pablo Vicente fue elegido sndico del Ayuntamiento.

    La oposicin frontal del Partido Republicano DemcrataFederal a la monarqua de Amadeo I y a la poltica de Sagasta,lo llevaron a formar parte de la Coalicin Nacional en las elec-ciones de marzo de 1872, entendimiento electoral antinatura defederalistas, radicales y carlistas. El fracaso de la Coalicin fueabsoluto y la primera consecuencia fue que en abril el carlismose levant en armas iniciando una nueva contienda civil: la IIIGuerra Carlista (1872-1876). En esta situacin, los prunedistascerraron filas con el gobierno para defenderse de su amenaza.

    Tras la abdicacin de Amadeo I, el 11 de febrero de1873, se proclamaba la I Repblica. El 13, el Comit Republi-cano Federal de Teruel public un Suelto en el que solicitaba a

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    todos sus partidarios un apoyo decidido a la causa ,de estaforma, el 16 se proclamaba la Repblica en la ciudad de Teruel.

    En las elecciones a Cortes, en mayo de 1873, en el dis-trito de Teruel, como ocurriera tambin en algn otro, surgi lapolmica en el Comit Local a la hora de designar candidato:lucharon por la nominacin Pedro Pablo Vicente y MarianoMuoz Nougus, y aun a pesar de que este ltimo ostentaba enesos momentos la jefatura del partido, el Comit Republicanoproclam como candidato oficial al primero, decisin que ge-ner una tensin importante entre los republicanos de la capitaly los de los pueblos del distrito, desagradable situacin quellev a Pedro Pablo a presentar su dimisin alegando lo sensi-ble que me era aparecer en oposicin dos candidatos estrecha-mente unidos por los vnculos de la sincera amistad y por laidentidad de las ideas polticas que ambos profesamos. Ante elgesto del sarrionense, Muoz Nougus ces en su campaa deoposicin y acat la nominacin de su rival.

    El maestro de Sarrin obtuvo 2.498 votos y consigui suacta de diputado. En carta fechada en Madrid el 19 de junio de1873, Pedro Pablo se diriga a los lectores de su peridico, quedesde el 29 de mayo de 1873 haba quedado bajo la direccin deMiguel Valls, con el fin de participarles su actividad parlamen-taria y anticiparles la importancia que la educacin iba a tenerpara la recin estrenada Repblica Federal, si bien, en la con-clusin de la misma, se observa con claridad meridiana que latarea no iba a resultar fcil, pues es muy aventurado predeciren qu sentido se iniciarn las reformas de la instruccin prima-ria. No puede indicarse an si esta ser declarada obligacin ge-neral de la Nacin, si su sostenimiento pasar a ser unaobligacin del Cantn o del Estado Regional, o si continuarsiendo una de las obligaciones del municipio. En las conver-saciones que he tenido con varios diputados, he conocido di-ferentes opiniones, si bien la ms general se pronuncia a favorde la enseanza sostenida por el poder central. Por ahora soloest determinada la tendencia a declarar la Primera enseanza

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    obligatoria para todos los espaoles, dndose gratuitamente en lasescuelas oficiales.

    Los buenos propsitos de P y Margall y de su Gobiernoquedaron postergados por una nueva adversidad, el levantamientoarmado del sector ms radical del partido, los intransigentes, quedesemboc en la insurreccin cantonal. Ante esta situacin, losrepublicanos turolenses manifestaron decididamente su apoyo altambaleante gobierno sin embargo, con la insurreccin cantonalpodemos dar por concluida la experiencia de la I Repblica.

    El 8 de enero de 1874, tom posesin del Gobierno Civilde Teruel el general Santa Pau, comandante de las tropas delejrcito gubernamental que estaban combatiendo el carlismo enTeruel. La capital se aprestaba para defenderse de los hostiga-mientos carlistas. En este ambiente preblico, Pedro Pablo Vi-cente se sinti enfermo y a las dos de la tarde del 22 de abril,mora en su domicilio de una lesin orgnica del estmago.Los ataques ms virulentos de las tropas carlistas tuvieron lugarel 3 de julio y el 4 de agosto de 1874 a cargo del general ManuelMarco de Bello. En ambas ocasiones fueron rechazados y laciudad de Teruel fue recompensada por el rgimen del generalSerrano con los ttulos de Muy Noble y Heroica.

    La familia de Pedro Pablo Vicente qued en una precariasituacin econmica, en La Gua del Magisterio, de 30 de juniode 1876, se insert un anuncio en el que se lea:

    La seora viuda de D. Pedro Pablo Vicente y Monzn, malo-grado Maestro que tantos servicios prest a la causa de la en-seanza, autor de varias obras de instruccin primaria, se ve enla dura necesidad de vender sus propiedades literarias que sonlas siguientes [relacin de obras]. Si alguno conviniera adquirirla propiedad de las obras cuyos ttulos insertamos arriba, puededirigirse al Director de este peridico [Miguel Valls] Plaza deSan Miguel nm. 9 a D. Nicols Zarzoso, Plaza de la Mar-quesa casa de la Comunidad.

    Quien ejerci casi treinta aos como maestro quienluch por mejorar la economa de su provincia y la calidad de

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    vida de sus paisanos quien se afan en defender los derechosinalienables de los docentes, incluyendo los de sus viudas yhurfanos, no pudo ver cumplidas la mayora de sus reivindica-ciones, sufriendo su familia el desamparo de su idolatrada pro-fesin y de gran parte de sus paisanos.

    Maestro y pedagogo

    La historia de la escuela pblica en Espaa tiene su origen en laConstitucin de Cdiz (1812), en la que por primera vez se esta-blece que el control de la enseanza pertenece al Estado, quientiene la obligacin de establecer escuelas en todos los pueblos enlas que se ensear a leer y a escribir, ideas elementales, declculo, el catecismo de la religin catlica y las ideas ms co-munes sobre las obligaciones civiles. Sin embargo, segn la Me-moria del secretario de Estado de Gobernacin, AgustnArgelles, presentada a las Cortes el 1 de marzo de 1821, hastaesa fecha, Espaa era un pas en el que el magisterio se hallabaconfiado a los sacristanes de los pueblos, que, ignorantes y sineducacin son por lo comn los nicos que se dedicaban a la en-seanza. Efectivamente, durante las dos primeras dcadas delsiglo, la educacin estaba controlada en su mayor parte por laIglesia, al tiempo que la nobleza educaba a sus hijos en sus man-siones con preceptores propios hasta la entrada en la Universidad.

    Las Cortes del perodo liberal promulgaron el Reglamentogeneral de instruccin pblica, en el que constaba el carctergratuito de la enseanza, se estableca la uniformidad de estudio yel examen ante tribunales formados por profesores de escuelaspblicas para recibir los grados acadmicos. Tambin establecila clsica divisin de enseanza primaria, secundaria y universi-taria, y se prescribi la oposicin como nico medio para accedera las ctedras universitarias. De alguna manera, este reglamentosent las bases de la enseanza de todo el siglo.

    A la muerte de Fernando VII, se inici un perodo tre-mendamente convulso: la Primera Guerra Carlista, los brotesanticlericales, la revolucin de 1836, la Constitucin de 1837,

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    etc. Por todo ello, la instruccin continu en el mismo estado deatraso. Slo merece la pena destacar la Instruccin para rgi-men y gobierno de las escuelas primarias, inspirada por elpedagogo Pablo Montesinos, que se ocup de crear las primerasescuelas de prvulos, y el trabajo del ilustrado Alberto Lista,quien en 1839 fund en Cdiz el colegio de San Felipe Neri yestableci con carcter privado el primer plan moderno de en-seanza en Espaa. Aparece la experimentacin prctica en susgabinetes de Geografa, Fsica, Qumica e Historia natural. Apesar de todo, la situacin profesional de los maestros era cati-ca y sus problemas se encaraban a golpe de Reales rdenes yDecretos que, o bien no se llevaban a efecto, o no eran los ade-cuados para solucionar los numerosos problemas: remunera-ciones, vacaciones, igualdad de sueldos maestros-maestras,instalaciones, metodologa, etc.

    La Ley Moyano de 1857 fue la primera que regul deforma global el sistema educativo y, aunque parezca increble, laestructura orgnica educativa que planteaba (divisin de la en-seanza en Primaria, Secundaria y Universitaria diferenciacinde Facultades y Escuelas Tcnicas funcionarizacin del profe-sorado, etc.) ha estado en vigor hasta la ley Villar de 1970. Tanslo vamos a resumir brevemente el articulado que hace refe-rencia a la Enseanza Primaria (Pedro Pablo la publica ntegra-mente en su peridico): mantiene el criterio tradicional deelemental y superior. La elemental era obligatoria para todos losnios de seis a nueve aos y se dar gratuitamente en las es-cuelas pblicas a los nios cuyos padres no puedan pagarla,mediante certificacin expedida al efecto por el respectivo curaprroco y visada por el alcalde del pueblo. Los padres que nocumplieran con esta obligacin podan ir a prisin. Habra deexistir una escuela de nios y otra de nias por cada quinientoshabitantes y los gastos del mantenimiento de las instalaciones ymaterial correran a cargo de los Ayuntamientos, incluido elsueldo de los maestros.

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    Un peridico comprometido con el Magisterio espaol:La Concordia (1856-1873)

    En este contexto educativo, un ao antes de la promulgacin dela Ley Moyano, cuando slo Madrid, Valladolid y Zaragozacontaban con prensa del Magisterio, apareci en Teruel La Con-cordia, Peridico de Instruccin Primaria, de periodicidadquincenal, a un precio de 24 reales al ao. Tres aos ms tardepas a denominarse Peridico de Primera Enseanza y, a partirde los aos sesenta, cuando su frecuencia era semanal y su pre-cio de 30 reales, se subtitul un Peridico semanal de PrimeraEnseanza, alcanzando en 1873 el decanato de la prensa delMagisterio Nacional. Como reconoca su editor-autor, La Con-cordia puede vanagloriarse de ser hoy el peridico ms antiguode cuantos se publican en Espaa dedicado a la Primera En-seanza, mrito este que casi rozaba el milagro, no slo por loefmero de este tipo de publicaciones, sino por estar escrita poruna nica persona (en contadas ocasiones colaboraron VctorPruneda, su hijo Pedro y Miguel Valls) y editada desde unaciudad de provincias de las ms atrasadas de Espaa.

    El aumento de la frecuencia de aparicin y lo dilatado de supervivencia diecisiete aos nos hacen sospechar que fue una pu-blicacin especialmente demandada por gran parte de los profesio-nales de la provincia de Teruel sin embargo, como les ocurri a lainmensa mayora de sus competidoras, se vio abocada a la desapa-ricin por la falta de pago de sus suscriptores. En este sentido,prcticamente todos los aos, Pedro Pablo se vea obligado a inser-tar en los ltimos nmeros de su peridico un aviso en el que re-cordaba a sus lectores la necesidad de abonar la suscripcin, con elfin de mantener su exigua economa a flote.

    Pedro Pablo apost por una prensa pedaggica comprome-tida con la defensa de los intereses del Magisterio y completamenteindependiente. As, an a pesar de sus ya sealados constantes pro-blemas econmicos, critic al librero turolense que en 1860 ofreceel Boletn de Primera Enseanza con informacin oficial y admi-nistrativa o consider fracasada la Revolucin de 1868, en la que

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    tantas esperanzas puso, por no respetar las tan anheladas re-formas educativas

    Las principales reivindicaciones de Pedro Pablo Vicentepueden resumirse en el siguiente declogo:1.-La Primera Enseanza debe ser declarada obligatoria[5] ygratuita, para impedir que ningn espaol, de cualquier sexo ycondicin, llegue a la edad de catorce aos sin haber adquiridouna instruccin bsica.2.-Dignificar los salarios de los maestros y maestras con cargo alos Presupuestos Generales del Estado, dejando a cargo del mu-nicipio nicamente la conservacin de los edificios destinados ala enseanza y el abastecimiento del material de las escuelas.3.-Crear un montepo para el profesorado.4.-Regular las vacaciones de la primera enseanza.5.-A su juicio deba fijarse el ingreso en los establecimientos desegunda enseanza, seminarios, etc., a la edad de doce aos enlugar de los nueve o diez que en su momento se exiga.6.-Prohibir el ejercicio de la enseanza a toda persona no pro-vista del correspondiente ttulo.7.-Encargar exclusivamente la administracin de la primera en-seanza a personas y corporaciones facultativas.8.-Establecer una rigurosa y equitativa escala de ascensos en lacarrera profesional.9.-Sostener por cuenta del Estado en cada provincia una EscuelaNormal donde reciban la preparacin conveniente los aspirantesde ambos sexos al ttulo de Maestro.10.-Establecer y fomentar en todos los pueblos las bibliotecaspblicas.

    [5] A este respecto vase su artculo significativamente titulado Enseanza obli-gatoria, en el nmero 45 de 19 de noviembre de 1864.

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    Conclusin

    Pedro Pablo Vicente fue un republicano convencido, ntimocolaborador de Vctor Pruneda, fundador y presidente hasta sumuerte del partido en Teruel. Desde esta opcin poltica planterespuestas econmicas de diferente ndole encaminadas a mejo-rar la postracin material de su provincia y a ofrecer, desde suideologa, salidas a la corrupcin de las clases dominantes y a lafalta de ilusin colectiva de sus habitantes.

    Como hemos expuesto, su labor ms intensa la desarrollen pro del Magisterio Espaol, instaurando una prensa pedag-gica comprometida con la defensa de los intereses de los maes-tros que pretendi, por un lado, dignificar la profesin y, porotro, denunciar los abusos e injusticias que sistemticamentesufran, proponiendo, a su vez, medidas para la mejora de suscondiciones econmicas, sociales y laborales (su revista LaConcordia, decana en su momento de la prensa del Magisterioespaol, contiene el repertorio ms completo de legislacin yjurisprudencia educativa promulgado desde 1856 hasta 1873).En este campo, su testigo lo recogi Miguel Valls[6], figuraseera tambin del periodismo de Instruccin Primaria, quiendurante ms de treinta aos se dedic a la direccin de revistasprofesionales en Teruel.

    En el terreno pedaggico defendi siempre una metodo-loga extraamente moderna para su poca, basada en el est-mulo de la intuicin del nio, comprensiva, activa y prctica.

    [6] Vase a este respecto en esta misma coleccin la obra de Fermn EzpeletaAguilar, Miguel Valls. Entre pedagoga y didctica. Artculos en la prensa delmagisterio turolense (1870-1920).

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    Obras de Pedro Pablo Vicente Monzn

    Esplicacin del sistema mtrico decimal de pesas y me-didas y monedas legales, por D. Pedro Pablo Vicente. Cuartaedicin. Teruel, Imprenta de Anselmo Zarzoso, 1853. En 8, 80p. 1 lm.

    Otrografa castellana, segn la doctrina de la Real Aca-demia Espaola. Escrita para los nios. Teruel, Imp. Y librerade F. Garca, 1853. En 8, 64 p.

    Tablas de reducciones del sistema mtrico y de capitali-zaciones desde el medio al diez por ciento, precedidas de unasucinta idea del sistema decimal de pesas y medidas. Teruel,Imp. Y Librera de PP. Vicente, 1856. En 8, 112 p.

    Exposicin de la Teora del solfeo. Teruel, Imp. De D.Pedro Pablo Vicente, 1861. En 4, menor, lms.

    Noticias pedaggicas para la direccin de las escuelaselementales de nias. Valencia, 1861. En 8 de 61 p.

    Mtodo racional de lectura. Consta de tres cuadernos yse halla tambin en diez cartelones.

    Gua del pueblo en la contabilidad del sistema mtrico.(Ref. en La Gua del Magisterio).

    Coleccin de tablas de valores mtricos en relacin conlos antiguos de Teruel y Zaragoza.

    Coleccin completa de modelos y formularios para es-cribir cartas, oficios, exposiciones

    Lecciones de geografa fsica, poltica y astronmica.Escrita para uso de los nios.

    Elementos de Aritmtica terico-prctica. Teruel, Imp. yLibrera de P.P. Vicente, 1857. En 8, 214 p.

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    Obras publicadas en la imprentade Pedro Pablo Vicente Monzn

    AA.VV.: Poesas y cuentos morales. Tomo primero. Te-ruel, Imprenta de Don Pedro Pablo Vicente, 1856. En 8, 240 p.

    AL PRIMER Batalln del Regimiento de la Reina supaso por Teruel de regreso de la guerra de frica. Composicinpotica. Teruel, 20 de Mayo de 1860. Teruel, Imprenta de PedroP. Vicente, a cargo de Baquedano y Soriano, 1860. En fol., 1 h.orlada.

    COMS Y ROMAGUERA, Andrs: Circular que D.Andrs Coms y Romaguera, gobernador eclesistico de ladicesis de Albarracn, dirige al clero y fieles de la dicesis.Teruel, Imprenta de P.P. Vicente, 1859. En 4, 7 p.

    INSTITUTO PROVINCIAL DE TERUEL. Memorialeda en la solemne inauguracin del curso acadmico de 1861a 1862. Teruel, Imprenta de D. Pedro P. Vicente, a cargo de Ba-quedano y Soriano. 1861. Folleto de 9 pginas en 4 y 11 esta-dos de diversos tamaos.

    JUNTA PROVINCIAL DE AGRICULTURA, INDUS-TRIA Y COMERCIO DE TERUEL: Resumen de sus trabajosdurante el ao 1863, con arreglo al art. 32 del Reglamentoorgnico de 14 de Diciembre de 1859. Teruel, Imprenta de D.Pedro Pablo Vicente, 1864. En 4, 19 p.

    STEPHENS, Ana Sophia: Lujo y miseria, novela escritaen ingls y traducida al espaol por D. Pedro Pruneda. Teruel,Imprenta de D. Pedro Pablo Vicente, 1857. En 4, 538 p.

    REGLAMENTO Provisional para el Colegio de Internosestablecido en el Instituto de Teruel. Teruel, Imprenta de D. Pe-dro P. Vicente, 1858. En 4, 8 p.

    RESEA de los exmenes celebrados en la escuela deprvulos de Teruel en los das 19, 23 de Abril y 10 de Mayo de1857. Teruel, Imprenta de D. Pedro Pablo Vicente, 1857. En 4,62 p.

    SAN ROMN Y QUADRADOS, Natalio de: Memorialeda en el solemne acto de la apertura del curso acadmico de

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    1861 1862. En el Instituto por el Vice-Director D. Natalio deSan Romn y Quadrados. Teruel, Imprenta y Librera de PedroP. Vicente, a cargo de Baquedano y Soriano, 1861. En 4, 9 p.,cuadros.

    SOTO, Jos Mara de: La desamortizacin, consideradacomo principio generador del socialismo, Teruel, Imprenta dePedro Pablo Vicente, 1859. En 4, 84 p.

    Bibliografia y fuentes

    EZPELETA AGUILAR, Carmen y Fermn: La prensaprofesional pedaggica en Teruel durante la Restauracin (1876-1900), en Jornadas sobre Prensa y Sociedad, Logroo, Insti-tuto de Estudios Riojanos, 151-159, 1991.

    EZPELETA AGUILAR, Carmen y Fermn: Escuelas ymaestros en el siglo XIX. Estudio de la prensa del magisterioturolense, Zaragoza, Certeza, 1997.

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    FERNNDEZ CLEMENTE, Eloy: El turolense Calo-marde y las reformas pedaggicas del reinado de FernandoVII, Teruel, n 44, pp. 27-55.

    FERNNDEZ CLEMENTE, Eloy: Aragn contem-porneo (1833-1936), Madrid, Siglo XXI, 1975.

    FORCADELL LVAREZ, Carlos: El regeneracionismoturolense a finales del siglo XIX, Teruel, Instituto de EstudiosTurolenses, 1993.

    FORCADELL, Carlos: Historia del periodismo enAragn, Diputacin de Zaragoza, Huesca y Teruel, y Asociacinde la Prensa, Zaragoza, 1990.

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    PEIR ARROYO, Antonio: Bibliografa turolense. Li-bros impresos en Teruel (1482-1950), Teruel, Instituto de Estu-dios Turolenses, 1982.

  • 28

    PINILLA NAVARRO, Vicente: Teruel (1833-1868): Re-volucin burguesa y atraso econmico, Teruel, Instituto de Es-tudios Turolenses, 1986.

    VILLANUEVA HERRERO, Jos Ramn: El republica-nismo turolense durante el siglo XIX (1840-1898), Zaragoza,Mira Editores, 1993.

    VILLANUEVA HERRERO, Jos Ramn: Vctor Prune-da. Una pasin republicana en tierras turolenses, Zaragoza,Rolde de Estudios Aragoneses, 2001.

    Boletn Oficial de la Provincia de Teruel.El Centinela de Aragn. Peridico diario propagador de

    doctrinas democrticas. Teruel, 1841-1843 y 1868.El Turia. Diario Cientfico, Literario, de intereses Mate-

    riales y de Avisos, Teruel, 1856-1857.Fondo Vctor Pruneda. Archivo Municipal de Teruel.La Concordia. Peridico de Instruccin Primaria. Te-

    ruel, 1857-1873.La Gua del Magisterio. Revista decenal de Primera En-

    seanza, Teruel, 1876-1881.La Revista del Turia. Ciencias, letras, artes e intereses

    generales. Teruel, 1881-1888.Miscelnea Turolense. Madrid, 1891-1901.

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