Entre el sol las sombras - CORE

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LITERA lTRA IN .. el escritor inc ur sio na en la reda cción de textos que . aunque unidos por una te mát ica co mún (los objetos domé st i- cos). pueden le er se independientemen- te. So n escrit os que fu sio nan el c uent o co rto co n una pr osa p tica qu e c ara cteriza el to no narrati vo de sus libros ant e rior es. Qui zá la fra se que c on mayor exac - titud res ume la naturaleza, de esta publi cación, es la qu e se refiere a los tiemp os del "amanec er de la huma- nidad , cuando el mundo era a la vez verdader o y mág i co" (Las cosas. pág . 48). A ellos se remonta el autor para tra s ladarlo s al presente . Para que s epamos que si hoy las lámparas de pie, l os mueble s de la s ala y las almo- hada s s on part e de la inanimada colecc ión de co sas que n os rodean , hace milenios no fue as í. Lo que sucede es que el hombre ha logrado imitar artificialmente las fo rma s de la naturaleza . Consiguió fabri c ar tejas que en el pas ado eran tímidas y pesa - da s aves migrat o ria s; se dedi a la producc ión del vidrio y olvidó a las marip os as de alas transparentes que ante s se pos aban en los hue c os que se abrían en las paredes ; se aplicó a la invención de la luz para suplir la fun- c ión que de sempeñaban los fruto s del árbol del " totumo-luciérnaga". En Las cosas de la casa, se les atri - bu ye una ge nealog ía mítica a los obje- tos domé s ticos, jugando c on datos reales e imaginarios. Los inc as , los griegos, los mongoles y el Gran Kan departen con los rec ipientes que ori- ginalmente crecían en los árbole s de vidrio y con las c hapas que pe rtene - c ieron a la especie de los perros guar- diane s y las garrapatas . El didacti s mo apunta hacia lo irreal, hacia la ruptura de los esquema s racionale s, valiéndose de relatos apa - rentemente lógi cos . Y es que la litera- tura es el medio por el c ual se da 124 ve ra ci dad y concreción a lo virtual. Ella vuelve posible lo impo sible con el prop ós ito de acabar con la manía que tienen l os s abios y los pr ofesores, de "me ter todo en casillas, en cajones s eparados debidamente marcados y rotulados, poniéndole límites a las c osa s y de paso a la imaginación" (Las cosas, pág . 27). En Román la ficción corre parejas con el discurso ideoló gico . El autor no abandona en esta obra su tenden- cia a subrayar determinadas posicio- ne s frente al presente . Si el mundo ya no es mági co, es porque la humani- dad lo ha de s provi s to de encanto . Las tejas ya no vuelan por la conges- tión del tráfico aéreo y la contamina- ción ; los fals os ladrillo s se obtienen gracias a la explotación de quienes trabajan en los chircales; las puertas se dividen en do s ti pos : las de entrada (logradas con la técnica de la pers- pec tiva rena c enti sta) y las de salida (esas que se abren cuando en una nación cae un tirano y los recluidos en pri s ión recuperan la libertad) . Me pregunto qué tan accesibles s on estos textos para los jóvenes . Su calidad es indudab l e, pero su vocabu- lario compl i cado . Su lógica bastante elaborada , y su propuesta una rup- tura con el cuento tradicional : no hay la tens ión a la que están acostumbra- do s niño s y adole s centes , s ino la dis - tensión que genera el lenguaje poé- tico. A aquéllos los atrae más la acción que la reflexión y la contem- plación es tética . Es un libro bello y exigente que tal vez (ojalá) cree un nuevo tipo de lectores . Las ilustraciones de Nancy Frie- demann, que lo acompañan, recibie- ron el primer premio otorgado por la As ociación Colombiana del Libro Juvenil e Infantil. Son una explosión de color y el resultado de una cuida- dosa técnica que re vela la trayectoria RESEÑAS de su autora, quien figuró , entre otra s expo sic iones, en la 1 Bienal del Museo de Arte Moderno (Bogotá, 1988). Es ta s ilustraciones invitan a detenerse en ellas como expre s ión de las tendencias pictóricas modernas . Las ediciones de Colombia, mi abuelo y yo y de LAs cosas de la casa son impecables. De un formato , un tipo de letra y un colorido que las ha cen atractivas a los ojos de sus jóvene s lectores , hacia quienes la industria editorial dirige , ahora más que antes, muchos de sus libros . ALI C IA fAJARDO Entre el sol y las sombras Koku-yó, Mensajero del Sol Leopoldo Berdella dl' la Esprie/la Carlos Valenc ia Editores, Bogotá, 1988, 78 págs. Koku-yó es un relato elaborado a la manera de las grandes tradiciones mitológicas que buscan explicación a los fenómenos de la naturaleza, o mejor aún, que poetizan sobre ellos para dar a la realidad , que se percibe caótica, una coherencia y un sentido. En él los habitantes del país de Manaré presencian asombrados la batalla de Pakuné, Señora de las Sombras, contra Koku-yó, Mensa- jero del Sol, batalla de la cual van sacando conclusiones de carácter éti- co y normas de comportamiento para la vida cotidiana . Tinieblas y luz , noche y día, debili- dad y fortaleza, son fuerzas, o seres , cuya posición siempre ha preocupado a los hombres ; ellos simbolizan la fundamental contradicción entre el bien y el mal, ante la cual, a lo largo de la historia, se han inventado las más variadas respuestas. Para unos se trata de una lucha sin sentido, como la existencia humana; para otros, más épicos, de la confronta- ción purificadora en la cual triunfará el bien . Para el autor, en cambio, se Boletln C ullu ral y Bibli oar•fi co Vol. 26 nüm. 19 , 1989 brought to you by CORE View metadata, citation and similar papers at core.ac.uk provided by Banco de la República

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

LITERA lTRA IN .. A~TIL

el escritor incursiona en la redacción de textos que. aunque unidos por una temát ica común (los o bjetos domést i­cos). pueden leerse independientemen­te . Son escritos que fusionan el cuento corto con una prosa poética que caracteriza e l to no narrativo de sus libros ante riores.

Quizá la frase que con mayor exac­titud resume la naturaleza, de esta publicac ió n, es la que se refiere a los tiempos de l "amanecer de la huma­nidad, cuando el mundo era a la vez verdadero y mágico" (Las cosas. pág. 48). A ellos se remonta el autor para trasladarlos al presente. Para que sepamos que si hoy las lámparas de pie, los muebles de la sala y las almo­hadas son parte de la inanimada colección de cosas que nos rodean, hace milenios no fue así. Lo que sucede es que el hombre ha logrado imitar artificialmente las formas de la naturaleza. Consiguió fabricar tejas que en el pasado eran tímidas y pesa­das aves migratorias; se dedicó a la producción del vidrio y olvidó a las mariposas de alas transparentes que antes se posaban en los huecos que se abrían en las paredes; se aplicó a la invención de la luz para suplir la fun­ción que desempeñaban los frutos del árbol del " totumo-luciérnaga".

En Las cosas de la casa , se les atri­buye una genealogía mítica a los obje­tos domésticos, jugando con datos reales e imaginarios. Los incas, los griegos, los mongoles y el Gran Kan departen con los recipientes que ori­ginalmente crecían en los árboles de vidrio y con las chapas que pertene­cieron a la especie de los perros guar­dianes y las garrapatas .

El didactismo apunta hacia lo irreal, hacia la ruptura de los esquemas racionales, valiéndose de relatos apa­rentemente lógicos. Y es que la litera­tura es el medio por el cual se da

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ve racidad y concreció n a lo virtual. Ella vuelve posible lo imposible con el propósito de acabar con la manía que tienen los sabios y los profesores, de " meter todo en casillas , en cajones separados debidamente marcados y rotulados, poniéndole límites a las cosas y de paso a la imaginación" (Las cosas, pág. 27).

En Román la ficción corre parejas co n el discurso ideológico. El autor no abandona en esta obra su tenden­cia a subrayar determinadas posicio­nes frente al presente. Si el mundo ya no es mágico , es porque la humani­dad lo ha desprovisto de encanto. Las tejas ya no vuelan por la conges­tión del tráfico aéreo y la contamina­ción; los falsos ladrillos se obtienen gracias a la explotación de quienes trabajan en los chircales; las puertas se dividen en dos t ipos: las de entrada (logradas con la técnica de la pers­pectiva renacentista) y las de salida (esas que se abren cuando en una nación cae un tirano y los recluidos en prisión recuperan la libertad).

Me pregunto qué tan accesibles son estos textos para los jóvenes. Su calidad es indudable, pero su vocabu­lario complicado. Su lógica bastante elaborada, y su propuesta una rup­tura con el cuento tradicional: no hay la tensión a la que están acostumbra­dos niños y adolescentes, sino la dis­tensión que genera el lenguaje poé­t ico . A aquéllos los atrae más la acción que la reflexión y la contem­plación estética. Es un libro bello y exigente que tal vez (ojalá) cree un nuevo tipo de lectores.

Las ilustraciones de Nancy Frie­demann, que lo acompañan, recibie­ron el primer premio otorgado por la Asociación Colombiana del Libro Juvenil e Infantil. Son una explosión de color y el resultado de una cuida­dosa técnica que revela la trayectoria

RESEÑAS

de su autora, quien figuró, entre otras exposiciones, en la 1 Bienal del Museo de Arte Moderno (Bogotá, 1988). Estas ilustraciones invitan a detenerse en ellas como expresión de las tendencias pictóricas modernas.

Las ediciones de Colombia, mi abuelo y yo y de LAs cosas de la casa son impecables. De un formato , un tipo de letra y un colorido que las hacen atractivas a los ojos de sus jóvenes lectores , hacia quienes la industria editorial dirige, ahora más que antes, muchos de sus libros.

ALIC IA fAJARDO

Entre el sol y las sombras

Koku-yó, Mensajero del Sol Leopoldo Berdella dl' la Esprie/la Carlos Valencia Edito res, Bogotá, 1988, 78 págs.

Koku-yó es un relato elaborado a la manera de las grandes tradiciones mitológicas que buscan explicación a los fenómenos de la naturaleza, o mejor aún, que poetizan sobre ellos para dar a la realidad , que se percibe caótica, una coherencia y un sentido. En él los habitantes del país de Manaré presencian asombrados la batalla de Pakuné, Señora de las Sombras, contra Koku-yó, Mensa­jero del Sol, batalla de la cual van sacando conclusiones de carácter éti­co y normas de comportamiento para la vida cotidiana.

Tinieblas y luz, noche y día, debili­dad y fortaleza, son fuerzas, o seres, cuya posición siempre ha preocupado a los hombres; ellos simbolizan la fundamental contradicción entre el bien y el mal, ante la cual, a lo largo de la historia, se han inventado las más variadas respuestas. Para unos se trata de una lucha sin sentido, como la existencia humana; para otros, más épicos, de la confronta­ción purificadora en la cual triunfará el bien. Para el autor, en cambio, se

Bolet ln Cullu ral y Biblioar•fico Vol. 26 nüm. 19, 1989

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RESEÑAS

trata de una lucha e ntre opuestos que concluye c uand o uno de ellos. la noc he , descubre la necesidad de l o tro pa ra ex is t ir. No se a nula la te nsión entre luz y oscurid ad , sino que se des­cu bre en e ll a un equilibrio fu nda­mental. Koku-yó necesita de la noche para brilla r, y la noche , a su vez, necesita de la dé bi l luz de éste para ma nifestarse plenam ente . Llegar a este equ ilibrio no resulta fácil; la noche , en su pode r, pretend e dest ru ir po r m uchos med ios a estos dé biles intrusos; ellos, a pesar d e su deb ili­dad , deben cuid a r el preciado teso ro del cual son portadores. Resulta par­ticula rmente bello el m omento en el cual el árbol de Olleto abre sus fru tos para tender una cálida t rampa a Ko ku-yó y, al cerra rlos, e n vez de

extingui rlos termina convertido en luz y comienza a vibrar. Kc ku-yó es capaz de iluminar tod o lo que toca e incluso de convert ir en luz a los que pretenden destruirlo .

Formalmente , la obra se e ncue ntra d ivid ida en una serie de rela tos cortos que inicialmente presentan los perso­najes, luego las d iferen tes confronta­ciones entre las dos fuerzas y final­mente la recapitulació n en la cual luz y t in ieblas son asumidas como facetas de la vida del hombre. La narració n es clara y concisa , con econo mía de personajes y so briedad en el ma nejo de Jos no mbres - lo q ue no sucede con frecuencia cuando se trabaj a la mitología con fines Literarios- ; parece una histo ria muchas veces contada q ue, por lo mismo, se va convirtiend o en un relato fundame ntal, estable y, de cierta manera, cerrado en sí mism o. Un relato que es lugar obligado de referencia para los que habita n el país de Manaré, quienes tienen que labrar un sentido sobre la realidad escabrosa y ambigua que habitan .

C iertamente , nosotros ya no vivi­mos el mundo de los hombres primi­tivos, y nuestra capacidad para perci­bir los cambios en la naturaleza cada vez es menos capaz de sutilezas - en las ciudades el cielo se oscurece pero la noche parece que nunca llega- . Creemos, incluso, que dominamos la naturaleza, pero la tierra se está des­m oro nando bajo nuestros pies calza­dos; inventamos cosas y contempla­m os con asombro cómo se nos salen

Boletfn Cuhural y Btbhoar•fico Vol. 26 núm 19, 1989

de las ma nos y no~ ataca n. 1: tamos. po r lo tanto. en la misma tnce rt id um­bre del ho mbre prim it ivo y te nemo. la m isma ne-cesidad de una dimensión de sentido q ue ilumine nuestras oscu­ridades. Las preguntas de lo l:> hom­bres primitivos siguen teniendo sen­t ido para nosotros, y Koku-yó, Mensa­jero del Sol. t iene todavía mucho que enseñarno~.

M AN UE L G AR '\' IC A M ARTÍ. El

Cuentos de niños para adultos

La silla qut pt rdió una pata } otra!> historia~

Triunfo A rn m egas Carlos Valencia Ed ito res. Bogolá. 198M, 98 págs.

Como si se trata ra del payaso jugue­tón y e na morado de su cuento , T ri un­fo A rciniegas nos lleva de la mano por una serie de situaciones en donde mo mentos de gran poesía e inte nsi­dad a lte rnan con o tros e n q ue la narració n amenaza perderse en los deta lles. Se trata de histo rias q ue parecen más el fru to de noches de a mo r y de ocio q ue de d ías de libros, papeles y borrones; de histo rias con­tadas con placer, como inve ntadas a medida q ue se las cuenta; de histo rias que se refiere n a otras his torias - lo que resulta tan pro pio de las na rra­ciones o rales- y q ue ha bitan este libro como pequeños cuentos de una o dos frases: el de la bicicleta ve rde que se creía un árbo l lle no de pájaros hasta q ue una m uchacha de mejillas encendidas le regaló una rosa ; el del lá piz de tres cent ímetros que hab ía acabado con el borrad or po rq ue este se la pasaba contrad iciéndolo; el del gallo que no sa bía cantar y temía termina r en la olla del sancocho, y muchos o tros más.

No resulta d ifícil descubrir det rás de estos c uentos una mente llena de situaciones que se e ntrela.za n y que constituyen un mundo ma ra villoso do nde los seres hum a nos, los an ima-

Lll E R ATl' RA IN F ANTil.

le:- y la., co~a~ part1c1pan de la ml'>­ma~ caracte ri uca~ y de la:. mt<>ma~ contradiccione~ . No e percibe afán por dar c n!:>cñanta morale~ - tan propio de las llamad a~ li teratura tn lan t iles :por el contran o, entron­cado en la gra n lit e ratu ra de nue tro tiempo ( Marcel Proust. Law rence D urrell). el a utor renu nc1a a crear per!:>o naJCl> e tereot i pado~ que repre­sente n las vi rtud e!> y lo~ vicio&, y nos presenta se res vivo!> a m b1guos e incla­sif:cab le~ . Ejemplo de ello son las si llas de l cue nto yue da nombre a este libro: en un primer momento a pa re­cen como un g rupo de seño ras a nt i­páticas y criticonas pe ro luego, si n perder es tas ca racterística!>, van su­fr iendo el paso del t iempo y sus estragos de ma nera ta n ir remediab le. que es imposible evitar solidarizar­nos y sentir ternu ra por ellas .

Vale la pena hacer resaltar la gran variedad de histo rias de amor que encontramos en estos cuentos, desde el beso desprevenido que la niña. al pasa r en su bicicleta, envía al payaso. hasta la cruel h isto ria de la bella golondrina que desprecia de tal manera al gusano que la ama, que ni siqu iera se lo quiere come r.

Es este un li bro en el cual se reco­gen muchas expe riencias y muchal:> vidas, la mavoría de ellas relac iona­das con el mundo de los in telectua les y los a rt is tas: el marranito filósofo; e l payaso; caperuc ita verde, que en un mo mento de su vida escribe poemas: el profeso r que d urante un tiempo es d ue ño de la más be lla taza de té del mundo, y el león que - a su ma nera escribía cartas de a mor a l ave del paraíso en la co rteza de los á rboles u en la piel de sus víct imas, ~on algunos de ellos.

Aunque mucho ~e ha Cl:>Cnto sobre la val ide7 de nom brar com o infant il

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