El pensamiento antropológico

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Entreacto El pensamiento antropológico. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Parece no haber más propósito en la variabilidad de los seres vivientes y en la acción de la selección natural que en la dirección en la que sopla el viento.” Charles Darwin. Autobiografía. “Siento verdaderamente que la conclusión fundamental a la que ha llegado este libro, esto es, que el hombre desciende de una forma inferiormente organizada, resulte a muchos altamente desagradable”. Charles Darwin. El origen del hombre. Justifcación La especie humana, Homo sapiens, al igual que los demás organismos, es el resultado de una evolución; nuestros antepasados de hace unos millones de años (un período corto en la escala geológica) no eran seres humanos. La naturaleza del hombre, ¿quiénes somos?, y de su relación con el universo, ¿dónde estamos?, -las cuestiones más importantes según la visión de Thomas Huxley 1 - pueden ser solucionadas adecuadamente sólo si se tiene en cuenta nuestro origen evolutivo y nuestra relación de parentesco con el resto de los seres vivos. Nuestros parientes más cercanos, evolutivamente hablando, son los grandes monos antropoides, los chimpancés, el gorila y el orangután; como ellos, el ser humano es un animal y es un primate. Pero el hombre es un animal radicalmente diferente de todos los demás: con la aparición de nuestra especie, la evolución se ha superado a sí misma y ha iniciado la evolución cultural, un proceso totalmente nuevo que ha remodelado completamente la apariencia y la realidad de nuestro planeta. La vida humana, aunque esté fundamentada en la naturaleza biológica, está dominada por el lenguaje, la tecnología, el arte, la ciencia, la moral... La humanidad, al menos durante los últimos milenios, está caracterizada mucho más por la evolución cultural que por la evolución biológica. Pero la cultura, la llamada evolución 1 Thomas Henry Huxley nació en Ealing, Londres (Reino Unido), el 4 de mayo de 1825; y murió en Eastbourne (Reino Unido), el 29 de junio de 1895. Fue conocido entre sus contemporáneos como el Bulldog de Darwin por su defensa a ultranza de la teoría de la evolución mediante la selección natural. Se hizo terriblemente famoso, y permitió que la teoría de la evolución fuera mejor aceptada cuando en 1860 tuvo un debate con el Obispo de Oxford, Samuel Wilberforce, y deslizó ante este la siguiente sentencia: P refero descender de un simio antes que de un obtuso como usted.

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Capítulo II del libro Filosofía o lo que sea...

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Entreacto

El pensamiento antropológico. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?

“Parece no haber más propósito en la variabilidad de los seres vivientes y en la acción de la selección natural

que en la dirección en la que sopla el viento.”

Charles Darwin. Autobiografía.

“Siento verdaderamente que la conclusión fundamental a la que ha llegado este libro, esto es, que el hombre desciende de una

forma inferiormente organizada, resulte a muchos altamente desagradable”.

Charles Darwin. El origen del hombre.

Justifcación

La especie humana, Homo sapiens, al igual que los demás organismos, es el resultado de

una evolución; nuestros antepasados de hace unos millones de años (un período corto en la escala

geológica) no eran seres humanos. La naturaleza del hombre, ¿quiénes somos?, y de su relación con

el universo, ¿dónde estamos?, -las cuestiones más importantes según la visión de Thomas Huxley1-

pueden ser solucionadas adecuadamente sólo si se tiene en cuenta nuestro origen evolutivo y nuestra

relación de parentesco con el resto de los seres vivos.

Nuestros parientes más cercanos, evolutivamente hablando, son los grandes monos

antropoides, los chimpancés, el gorila y el orangután; como ellos, el ser humano es un animal y es

un primate. Pero el hombre es un animal radicalmente diferente de todos los demás: con la

aparición de nuestra especie, la evolución se ha superado a sí misma y ha iniciado la evolución

cultural, un proceso totalmente nuevo que ha remodelado completamente la apariencia y la

realidad de nuestro planeta. La vida humana, aunque esté fundamentada en la naturaleza biológica,

está dominada por el lenguaje, la tecnología, el arte, la ciencia, la moral...

La humanidad, al menos durante los últimos milenios, está caracterizada mucho más por la

evolución cultural que por la evolución biológica. Pero la cultura, la llamada evolución

1 Thomas Henry Huxley nació en Ealing, Londres (Reino Unido), el 4 de mayo de 1825; y murió en Eastbourne (Reino Unido), el 29 de junio de 1895. Fue conocido entre sus contemporáneos como el Bulldog de Darwin por su defensa a ultranza de la teoría de la evolución mediante la selección natural. Se hizo terriblemente famoso, y permitió que la teoría de la evolución fuera mejor aceptada cuando en 1860 tuvo un debate con el Obispo de Oxford, Samuel Wilberforce, y deslizó ante este la siguiente sentencia: Prefero descender de un simio antes que de un obtuso como usted.

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superorgánica, no ha eliminado la biológica, llamada evolución orgánica; la evolución

biológica continúa en el ser humano moderno y actúa, tal vez, más rápidamente que nunca,

estimulada precisamente por los cambios culturales y sociales.

Si queremos entender la naturaleza humana, la respuesta a la pregunta de quiénes somos,

hemos de hacerlo de forma satisfactoria y efciente, como una realidad dinámica, como resultado de

la evolución biológica, pero sin dejar de lado la evolución cultural, que nos diferencia de forma

radical de los otros cinco o seis mil millones de especies que existen.

La evolución

La teoría de Darwin2 fue una verdadera revolución no sólo dentro del ámbito científco-

cultural, sino dentro de la vida privada de los ingleses primero y de los europeos después. Al igual

que Copérnico, Darwin no sólo estaba planteando una nueva teoría, estaba socavando las raíces

mismas de la sociedad. Era como si de repente nos dijesen que todo aquello en lo que creemos

frmemente, que toda nuestra manera de entender el mundo es, sencillamente, falsa, errónea,

terriblemente equivocada.

Lo verdaderamente revolucionario de Darwin no radicaba en el hecho de que defendiese

una evolución de las especies, ya otros, como Lamarck3, la habían defendido, sino en los

mecanismos que estableció para explicarla. Paralelamente a Russell Wallace4, Darwin defendía

una evolución de las especies mediante mecanismos que no incluían un papel activo de los

individuos de las distintas especies, como pensaba Lamarck. Según Darwin y Wallace como que los

2 Charles Robert Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury, Inglaterra (Reino Unido), y murió el 19 de abril de 1882 en Down House, Kent, Inglaterra (Reino Unido). Por su formulación de la teoría de la evolución de las especies mediante la selección natural se le considera uno de los dioses de la ciencia. Hablar de Darwin en biología es como hablar de Newton en física. La teoría de la selección natural para explicar la evolución de las especies la postuló tras su famoso viaje a bordo del H.M.S. Beagle, que zarpó de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y arribó al puerto de Falmouth el 2 de octubre de 1836.

3 Jean-Baptiste-Pierre-Antoine de Monet, caballero de La Marck nació en Bazentin-lepetit (Francia) el 1 de agosto de 1744; y murió en París (Francia) el 28 de diciembre de 1829. Fue uno de los grandes nombres de la época de la sistematización de la Historia Natural, cercano en su infuencia a Carlos Linneo, Georges Louis Leclerc, conde de Buffon y Georges Cuvier. Lamarck es el acuñador del término biología para designar la ciencia de los seres vivos y el fundador de la paleontología de los invertebrados.

4 Alfred Russell Wallace nació en Usk, Gales (Reino Unido), el 8 de enero de 1823; y murió en Broadstone, Inglaterra (Reino Unido), el 7 de noviembre de 1913. Uno de los problemas frente a Darwin era su poco prestigio entre la comunidad científca a causa de su afción por las pseudociencias y el esoterismo.

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recursos del medio son limitados, sólo unos pocos de los nacidos llegarían a reproducirse5. Dado que

todos los individuos de una especie son genéticamente diferentes6 (excepto los gemelos univitelinos,

que proceden del mismo óvulo fecundado), en la competencia que se establece unos se verán

favorecidos y otros perjudicados por sus genes, y de este modo se produce una selección.

Al fnal de su vida, cuando en 1876 Charles Darwin escribía una sucinta autobiografía para

sus hijos, seguía asombrándose de cómo innumerables organismos de todo tipo estaban tan

maravillosamente adaptados a sus hábitos de vida (hoy decimos nichos ecológicos), y citaba a modo

de ejemplos las adaptaciones del pájaro carpintero para subir por los árboles, o las de las semillas

dotadas de plumas en forma de paracaídas para dispersarse por el viento o provistas de ganchos

para quedar prendidas en el pelaje de los animales. La explicación no estaba en la voluntad7 de los

organismos, sino en la selección natural que, en palabras de Darwin, preserva las variaciones

favorables y destruye las desfavorables.

La competencia que se establece por los limitados recursos vitales hace que los individuos de

las distintas especies estén permanentemente amenazados de muerte, y que, en consecuencia,

pequeñas ventajas en los genes pueden ser decisivas para llegar a ser adulto y reproducirse, o para

reproducirse más. A esto es a lo que se refería Darwin cuando hablaba de Lucha por la

existencia, que no necesariamente está teñida de sangre: las plantas y los herbívoros también

compiten entre sí.

La lucha por la existencia resulta inevitablemente de la elevada proporción en que tienden a

aumentar todos los seres orgánicos. Todo ser que en el transcurso natural de su vida produce varios

huevos o semillas, tiene que sufrir destrucción durante algún período de su existencia, o durante alguna

estación, o accidentalmente en algún año, pues, de lo contrario, según el principio de la progresión

geométrica, su número llegaría a ser rápidamente tan excesivamente grande que ningún país podría

mantener la producción. De aquí que, como se producen más individuos que los que pueden sobrevivir

tiene que haber en todo caso una lucha por la existencia, ya de un individuo con otro de la misma especie

o con individuos de especies distintas, ya con las condiciones físicas de vida. Es la doctrina de Malthus

aplicada con doble motivo al conjunto de los reinos animal y vegetal [...] No hay ninguna excepción a la

regla de que todo ser orgánico aumenta naturalmente en progresión tan elevada que, si no es destruido,

pronto estaría la tierra cubierta por la descendencia de una sola pareja. Incluso el hombre, que es lento en

5 La idea la extrajo de las teorías económicas de Thomas Robert Malthus, un economista inglés, perteneciente a la corriente de pensamiento clásica, considerado el padre de la Demografía.

6 Hay que decir que Darwin no tenía ni idea de las cuestiones genéticas, así que todas las explicaciones y consideraciones mediante esta ciencia son posteriores y se consideran ya del neodarwinismo. De hecho Darwin estaba equivocado en cuanto a cómo se transferían los caracteres hereditarios y pensaba que, en ese sentido, las ideas de Lamarck eran válidas.

7 Y aquí entramos en lo que se denomina antropología flosófca. Al eliminar a la voluntad de las condiciones de la selección natural, la teoría darwinista está eliminando la necesidad de un Dios que todo lo organice. De esa forma podemos explicar la racionalidad del mundo sin acudir a un “racionalizador”.

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reproducirse, se ha duplicado en veinticinco años, y, según esta progresión, en menos de mil años su

progenie no tendrá literalmente sitio para estar de pie.

A diferencia de la selección artifcial que el hombre lentamente efectúa con animales y

plantas, potenciando determinadas características para mejorar su productividad, la selección

natural no persigue ningún objetivo. Es más, no hay variantes genéticas mejores que otras en

sentido absoluto, sino que todo depende de las circunstancias del medio ambiente. Lo que es

favorable en un momento dado, puede que no lo sea en otro. Además, por un fenómeno que se

conoce como mutación, de cuando en cuando nacen individuos con variantes nuevas, pero de

ninguna manera los hábitos o necesidades de los individuos determinan en qué dirección se producirán las mutaciones.

No obstante, estas son una fuente inagotable de novedades sobre las que actúa la selección natural,

modifcando con el tiempo las especies e impulsando su evolución. Las mutaciones no producen por

sí solas nuevas especies, sino que aumentan la variabilidad de las existentes.

El azar también representa un papel importante en la evolución, por ejemplo, cuando unos

pocos individuos sobreviven aleatoriamente (es decir, sólo por su buena suerte) a una catástrofe

ecológica que diezma los efectivos de su especie, o cuando unos pocos son transportados

pasivamente por las fuerzas de la naturaleza (el viento, los ríos o las corrientes marinas) para fundar

una nueva población. Las características de estos individuos seleccionados por el azar podrían no

ser las más frecuentes en la población original y, sin embargo, son el punto de partida de la

evolución posterior. A veces una catástrofe de mayores proporciones puede eliminar de un plumazo

una o muchas especies perfectamente adaptadas, como fue el caso de los Dinosaurios, desaparecidos

tras la colisión de un meteorito de enormes proporciones contra la superfcie del planeta.

En términos generales este es el planteamiento comúnmente aceptado por el mundo

científco desde los años cuarenta del siglo XX, y se conoce como Neodarwinismo, porque integra

en una síntesis moderna las ideas de Darwin con los avances de la genética (que Darwin no conocía)

y otras áreas, incluyendo el estudio de los fósiles o Paleontología.

Los requisitos de la evolución

Como hemos visto, la evolución ocurre porque la selección natural “escoge”8 entre unos

individuos mejor adaptados y otros peor adaptados, favoreciendo a los primeros y desfavoreciendo a

los segundos. Si la selección natural no puede realizar esta “elección” no puede haber cambio

alguno, y por tanto, no habría evolución. Como ya se ha indicado, la selección natural puede

“escoger” porque todos los individuos son genéticamente diferentes9 y, en consecuencia, unos están

8 Evitemos problemas. La selección natural, y la naturaleza en general, ni escoge ni deja de escoger, pues para eso se necesita de una voluntad que escoja, pero esa es precisamente la idea que se dejó atrás con la revolución científca, como estudiaremos más adelante. Sin embargo, y con la única intención de entender y comprendernos mejor, hablamos “como si” la naturaleza eligiese, “como si” tuviese voluntad.

9 Con la excepción de los gemelos univitelinos, es decir, aquellos que proceden de un único óvulo y un único espermatozoide, escindiéndose el embrión resultante durante las primeras fases del desarrollo. También se les

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más adaptados que otros. Pues bien, llamamos Variación Hereditaria al concepto que explica el

hecho de que todos los individuos seamos genéticamente diferentes. Para entender la variación

hereditaria hay que entender antes qué son y cómo funcionan los genes.

Los genes son los portadores del material hereditario de tipo biológico, (la cultura también se

hereda, pero no lo hace genéticamente). Se encuentran en los cromosomas, en el interior del núcleo

de las células y están constituidos por cadenas de ácido desoxirribonucleico (ADN).

El ADN es una substancia conocida desde 186910 que posee una estructura de doble hélice

descubierta en 1953 por James Watson11 y Francis Crick12. Se trata de dos cadenas de

nucleótidos complementarios entre ellos por pares. Cuando es necesario esta doble hélice se

desdobla y forma, fuera del núcleo de las células, una copia complementaria de sí misma, (de esta

manera la información hereditaria consiste en las secuencias de los nucleótidos). Esta copia

complementaria es el ácido ribonucleico (ARN). En este ácido los nucleótidos se estructuran por

secuencias de tres en tres, cada uno de estos tripletes es denominado un codón; cada uno de estos

codones codifca un aminoácido, (es decir, un aminoácido se “engancha” a los codones),

formando así una cadena de aminoácidos. La secuencia que los aminoácidos mantengan en su

cadena depende de la secuencia de los codones en el ARN, y esta dependía a su vez de la secuencia

que mantenían los nucleótidos del ADN. La cadena de aminoácidos es lo que denominamos una

proteína, que indicará el carácter específco que llevará el organismo en cuestión. Al conjunto de

los caracteres de un organismo se le denomina Fenotipo, que viene determinado como hemos visto

por el conjunto de los genes, que denominamos Genotipo. Debido a esta secuencia que hemos

visto afrmamos que el genotipo determina, o codifca, o indica, el fenotipo. Este proceso no es

reversible, es decir, cualquier fallo en la secuencia que va desde el ADN, al ARN, a los aminoácidos

y a las proteínas, no vuelve hacia atrás. Es decir, un error o un cambio en el fenotipo no llevará a un

fallo o error en el genotipo. En cambio, como que el genotipo indica el fenotipo que debe haber, un

fallo o error en el genotipo llevará a un fallo o error en el fenotipo. Como que el genotipo es el

conjunto de todos nuestros genes, y estos son los portadores del material hereditario, un error en el

genotipo es susceptible de ser heredado por los descendientes del organismo en cuestión. Estos

posibles errores en el material genético son lo que denominamos mutaciones.

Las mutaciones van ocurriendo a lo largo de la historia de las especies, consiguiendo que

aparezcan fenotipos mejor o peor adaptados, con lo que la selección natural puede actuar y la

denomina gemelos monocigóticos, o gemelos idénticos.10 Fue aislado por primera vez por el médico suizo Friedrich Miescher en la Universidad de Tubinga.11 James Dewey Watson nació en Chicago (EEUU), el 6 de abril de 1928 y seguía vivo cuando escribí este libro. Su

descubrimiento se consideró tan importante que en 1962 obtuvo el premio Nobel de fsiología y medicina.12 Francis Harry Compton Crick nació en Weston Favell, Northampton (Reino Unido), el 8 de junio de 1916; y murió

el 28 de julio de 2004 en San Diego (EEUU). Al igual que su compañero en el descubrimiento obtuvo el premio Nobel de fsiología y medicina en 1962.

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evolución es posible.

Sin embargo, sólo con las mutaciones no es posible entender tanta diversidad genética entre

los individuos, recordemos que no hay dos iguales. La situación es algo más complicada.

Los genes aparecen en los individuos mediante dos formas, cada una de ellas es denominada

u n alelo, uno del padre y otro de la madre. Si estas dos formas son idénticas decimos que el

individuo es homocigoto para ese carácter, el que viene indicado por ese gen, mientras que si los

dos alelos son diferentes decimos que el individuo es heterocigoto. Cuando un organismo

construye sus células sexuales, los gametos, sólo puede colocar en ellas la mitad de sus genes, (en

realidad la mitad de los cromosomas, que es donde están los genes), para que se sumen a la otra

mitad que aporta el otro individuo con el que se está reproduciendo. De cada gen debe aportar una

de sus dos formas alélicas (de esta forma sólo aporta la mitad), mientras que la pareja aportará la

otra forma alélica; ahora bien, no existe ninguna regla a la hora de realizar la elección de las formas

alélicas que pasarán a la constitución genética del gameto, es decir, es un proceso completamente

fortuito. Mediante un sencillo cálculo se puede averiguar que las posibilidades que se tienen de

formar gametos diferentes son mayores que el número de átomos que hay en el universo, lo cual

explica que no se produzcan dos gametos iguales, y, por lo tanto, que no haya dos individuos

iguales. A la “elección” de las formas alélicas que deben estar en el gameto es lo que se denomina

recombinación. Como podemos ver, la recombinación y las mutaciones son las dos formas que

existen de variación hereditaria, que recordemos, es imprescindible para que la selección natural

pueda actuar.

La selección natural

Ya tenemos las condiciones para que la selección natural pueda actuar, pero, qué es

exactamente la selección natural. Esta se defne en antropología como la reproducción diferencial de

aquellas variables hereditarias que, con relación a otras, aumentan la probabilidad de sobrevivir y reproducirse de sus

portadores.

Analicemos esta defnición para entenderla. Una reproducción diferencial quiere decir que

la reproducción va a marcar diferencias. Las variables hereditarias ya sabemos que son las

mutaciones y las recombinaciones. Es decir, que cuando se da la reproducción aparecen individuos

diferentes y, por lo tanto, unos estarán mejor adaptados al medio que otros. Pues bien, llamamos

selección natural al hecho de que los mejor adaptados consigan sobrevivir mejor o se reproduzcan

mejor, y consigan, con ello, pasar sus variables hereditarias a sus descendientes. Estos pequeños

cambios, producidos por las mutaciones y las recombinaciones, son acumulativos a lo largo del

tiempo, de tal manera que con la acumulación de los cambios la especie ha ido evolucionando.

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Las especies

Hemos ido viendo cómo la selección natural actúa sobre las especies provocando la

evolución de estas a lo largo del tiempo. Ahora bien, ¿qué es una especie? Normalmente

distinguimos a las especies por su apariencia externa, diferenciamos a los tigres de los leones, a las

hormigas de los osos, a las águilas de los buitres, con una simple ojeada. Desde luego no es un

discernimiento muy científco, sobre todo porque puede llevar a mucha confusión, hay especies

diferentes que tienen un terrible parecido exterior13, o todo lo contrario, algunas especies se separan

en razas que no se parecen demasiado14.

Existe un signifcado biológico de especie que es fundamental. Ernst Mayr15 las defnió

como: conjuntos de poblaciones que pueden cruzarse entre sí y que están reproductivamente aisladas de otros grupos

semejantes. Son, por ello, unidades independientes de evolución. Esto signifca, sencillamente, que un

hipopótamo y una hipopótama pueden cruzarse entre sí, pueden reproducirse; sin embargo no

podrían cruzarse con un leopardo. Como que esta distinción no la hemos hecho nosotros podemos

afrmar que la especie es una categoría natural. El resto de distinciones entre los animales depende,

en cambio, pura y exclusivamente de nosotros, que realizamos distinciones como el género, la familia,

la superfamilia, el orden, con la única intención de poder estudiar mejor el mundo natural que nos

rodea.

Las especies actuales proceden de procesos de evolución de especies anteriores, por lo que

puede darse el caso de dos especies que provengan de una misma. Por ejemplo, nosotros y los

chimpancés somos especies diferentes, no podemos reproducirnos, sin embargo tenemos un

antepasado común, lo que quiere decir que nuestros antepasados remotos y los de los chimpancés sí

podían reproducirse entre ellos puesto que pertenecían a la misma especie. ¿Cómo dejaron de poder

reproducirse? ¿Por qué? Respondamos primero a la segunda pregunta: puesto que la selección

natural actúa sobre las especies, no sobre los géneros ni las familias, provocando la evolución de

estas, favorece la aparición de mecanismos que impiden que las especies se mezclen entre ellas,

(como si intentara impedir que alguien no le deje hacer su trabajo); a estos mecanismos los

conocemos como mecanismos de aislamiento reproductivo, cuyo funcionamiento es la

respuesta a la primera de las preguntas.

Existen dos tipos de mecanismos de aislamientos reproductivo: los precigóticos y los

13 Un ejemplo de esto serían el elefante africano y el elefante indio; dos especies diferentes muy parecidas externamente.

14 Un gran danés y un chihuahua nos servirían aquí de ejemplo, son de la misma especie (perro), (o al menos eso dicen), y sin embargo son muy diferentes externamente.

15 Ernst Walter Mayr nació en Kempten (Alemania), el 5 de julio de 1904; y murió el 3 de febrero de 2005 en Bedford (EEUU). Se trata de uno de los biólogos evolutivos más importantes del siglo XX, permitiendo fundamentar la teoría de la evolución, defnir el concepto de especie (como vemos aquí), y comprender los mecanismos de aislamiento reproductivo mediante los cuales las especies no pueden cruzarse.

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postcigóticos. Ambos impiden que los códigos genéticos que provienen de la mezcla de dos

especies sean viables. Los precigóticos están “diseñados” para impedir que se pueda formar el

zigoto; los postcigóticos están “diseñados” para, aunque formado el zigoto, impedir que sea viable.

Evidentemente, la selección natural favorecerá, con el tiempo, la aparición de los primeros, puesto

que suponen un menor gasto de energías inútiles. Dicho de otro modo, el mulo, la cría de un

caballo y una burra, o de un burro y una yegua, es un animal a extinguir, porque la selección

natural favorecerá los mecanismos que impidan que pueda llegar a desarrollarse. Mientras exista no

es más que una pérdida de energías, puesto que sus códigos genéticos nunca pasarán a la siguiente

generación, los mulos son estériles.

Tras todo lo dicho hay que indicar dos cuestiones con respecto a la diferenciación entre las

especies, que provocan su ambigüedad: a) A veces no sabemos si se trata de especies diferentes

porque no podemos saber si se pueden cruzar; b) Puesto que una especie puede evolucionar dando

dos especies diferentes, o más, existen épocas en que no queda nada claro si se trata de especies

diferentes o no.

Hablaremos de cronoespecies cuando se trate de especies diferentes pero pertenecientes al

mismo linaje evolutivo, es decir, una procede directamente de la otra. Por ejemplo, el Homo antecessor

y el Homo sapiens son dos cronoespecies.

Prejuicios

Hoy en día cualquier persona que decida ser mínimamente razonable acepta el origen

evolutivo de los seres vivos, y por tanto, de los seres humanos. Es verdad que todavía no lo sabemos

todo sobre nuestros antepasados, ni mucho menos, y que probablemente nunca llegaremos a

saberlo, pero la ciencia se mueve entre lo que sabemos y lo que investigamos, no somos dioses.

Cualquier persona que quiera tomarse la molestia de estudiar la evidencia no puede dudar que

nuestros antepasados de hace unos millones de años no eran seres humanos. Sin embargo aún

existen personas que niegan la evolución, incluso hay escuelas en Estados Unidos donde está

prohibido defender las tesis evolutivas. Ahora bien, tales personas, o no conocen los datos evidentes,

o bien, a pesar de conocerlos ya han juzgado de antemano, a priori, la cuestión, de tal manera que

cualquier razón que se les muestre va a ser negada sin ninguna razón a cambio. Ahí es donde

debemos elegir. ¿Qué preferimos ser, personas razonables que activan su inteligencia, o bien,

personas que se mueven según las doctrinas de la fe? Pero incluso en este segundo caso existen

muchos creyentes en diferentes religiones, bien informados científcamente, que mantienen que la

evolución no es incompatible con el cristianismo, el islam, el judaísmo u otras religiones.

La razón, la base del trabajo de la flosofía, la gran consecución de la humanidad en su

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camino evolutivo, no puede enfrentarse contra el fundamentalismo, sea del tipo que sea, porque no

puede enfrentarse a la “palabra de Dios”. Quizá un poco de memoria histórica no nos vendría del

todo mal. Cuando Copérnico publicó su libro De Revolutionibus la iglesia cristiana persiguió a todos

sus defensores; Galileo tuvo que admitir en público que estaba equivocado, aunque en privado

siguiera manteniendo la tesis heliocéntrica. Cuatro siglos después la iglesia católica ha pedido

perdón por su error y todo el mundo admite que no somos el centro del universo.

El origen de la vida

La Tierra se formó hace unos 4.650 millones de años16. El origen de la vida debió ocurrir

hace unos 3500 millones de años (m.a.), (eran organismos muy simples, sin núcleo en la célula,

llamados procariotas), y su forma esencial no cambió durante los 2000 m.a. siguientes. Hace unos

1500 millones de años aparecen organismos un poco más complejos, eucariotas, es decir, con

núcleo en la célula. A partir de ahí todo es mucho más rápido, porque la selección natural puede

actuar. (En los organismos procariotas no puede puesto que no hay códigos genéticos. Los

organismos eucariotas debieron surgir de la simbiosis de dos organismos procariotas). Hace unos

1000 m.a. aparecen los primeros organismos con varias células, multicelulares. Se trataba de

organismos acuáticos. El proceso evolutivo comienza a ser rápido y hace unos 500 m.a. aparecen las

plantas y los primeros vertebrados. Los primeros mamíferos surgen hace casi unos 200 m.a., cuando

los reptiles (entre ellos los dinosaurios) dominaban la tierra. Los autralopithecus aparecen hace unos

5,5 m.a. Los primeros humanos aparecieron hace unos 2,5 m.a., y los homo sapiens hace unos

200.000 años17.

Cambiemos de escala para entenderlo mejor: Supongamos que estamos a medianoche del

31 de diciembre y que el origen de la vida ocurrió el primero de enero. En tal escala de medida, los

organismos multicelulares no aparecen hasta el 15 de septiembre; la colonización de la tierra por las

plantas y la aparición de los vertebrados ocurre hacia el 10 de noviembre; la expansión evolutiva de

los mamíferos tiene lugar el 24 de diciembre; los primeros australopithecus aparecen sobre la tierra el

31 de diciembre a las dos de la tarde, y nuestra especie el 31 de diciembre a las once y cuarto de la

noche. La revolución industrial sólo tiene dos segundos de existencia en tal escala.

Como se puede entender fácilmente, en la escala evolutiva hay tiempo sufciente para que

16 Algo que se estima a partir de la edad de las rocas más antiguas encontradas.17 En general, si deseáis saber las respuestas al cómo se sabe todo lo dicho en este párrafo, así como muchas de las

informaciones científcas que han ido o irán apareciendo, pues estudiar biología, o genética, u otras ciencias. Lo que aquí hacemos es usar la información de otras ciencias para intentar comprenderla y analizarla, pero no hacemos esas ciencias.

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los cambios provocados por las mutaciones y las recombinaciones se vayan acumulando en los

códigos genéticos y la selección natural vaya actuando.

Queda una pregunta por contestar. Podemos explicar cómo evolucionan y se diversifcan los

seres vivos, sin embargo; ¿podemos explicar cómo apareció la vida de la nada? Pues sí, se puede. En

1953 dos científco norteamericanos, S. Miller18 y H. Urey19, construyeron un aparato que

reproducía la situación ambiental de hace unos 3500 m.a. Había gases como el metano, el

hidrógeno y el amonio, con fuertes descargas eléctricas. Después de una semana de experimentos

habían sintetizado cuatro de los 20 aminoácidos que existen, un carbohidrato, y algunos otros

compuestos orgánicos. Eso signifca que los compuestos fundamentales pueden aparecer sin

necesidad de la mano de Dios. Evidentemente se trata de una explicación de cómo pudo ser el

origen de la vida, no de una descripción detallada.

Antropología evolutiva

Puesto que la antropología es la ciencia o estudio del ser humano, podemos defnir la

antropología evolutiva como la ciencia o estudio del hombre desde sus raíces evolutivas. Es decir, se

trata de conocernos a nosotros a través de lo que éramos y lo que hemos llegado a ser.

Para entender los procesos que estudia la antropología evolutiva hay que entender el

concepto fundamental con el que trabaja: Las Estrategias Evolutivamente Estables (EEE).

Una EEE es la forma evolutiva que “escoge” una especie. Ya vimos que la selección natural

favorece o desfavorece algunos caracteres. Pero en realidad, la selección natural trabaja sobre

grupos enteros de caracteres, favoreciendo una forma evolutiva en lugar de otra. Cuando una

especie ha “elegido” una forma evolutiva que le permite ir adaptándose, ir evolucionando de

especie en especie, entonces ya no la abandona y se considera su forma estable, por eso se

denominan estrategias evolutivamente estables. Una EEE nunca es abandonada, ni sustituida por

otra; la otra opción a la EEE es la desaparición, la extinción de la especie.

La estrategia evolutivamente estable del género Homo consistió en la encefalización, es decir,

la selección natural favorecía cualquier cambio que llevase a una mayor capacidad intelectual. Por

eso las distintas especies que jalonan el camino evolutivo del linaje humano iban aumentando sus

capacidades craneales a medida que evolucionaban. En ese camino hubo muchos pasos, el

abandono de la vida en los árboles, la postura bípeda, la liberalización de las manos, la aparición

del lenguaje son los principales.

18 Stanley L. Miller nació en Oakland (EEUU), el 7 de marzo de 1930; y murió el 20 de mayo de 2007. Este científco obtuvo su fama gracias al Experimento de Miller y Urey que estamos comentando.

19 Harold Clayton Urey nació en Walkerton (EEUU), el 29 de abril de 1893; y murió en La Jolla (EEUU), el 5 de enero de 1981. Fue el profesor de Stanley L. Miller. El famoso experimento lo realizaron juntos siendo Miller un alumno diplomado suyo. Fue galardonado en 1934 con el premio Nobel de Química por su trabajo con los isótopos, mediante el cual acabó pudiendo trabajar en la Teoría de la Evolución Paleontológica.

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La escalera del progreso

Normalmente, la evolución de las especies a lo largo de la historia de la vida se estudia desde

las formas más sencillas a las más complejas, estableciendo una especie de escalera en la que los

últimos peldaños son los más evolucionados. Evidentemente, en esa escalera el ser humano ocupa

siempre el último peldaño. ¿No vemos una tendencia hacia formas cada vez más complejas y más

inteligentes, que culmina en nuestra especie? ¿No somos el resultado previsible de la evolución? ¿No

es, como suele decirse, nuestra especie la más evolucionada de todas?

Este planteamiento de la evolución como una “escalera de progreso” que conduce hasta la

especie Homo sapiens está muy arraigado en la sociedad, y no menos en los medios científcos y

académicos, aunque sea sólo subconscientemente. Los libros de paleontología que tratan de la

evolución sitúan los orígenes de nuestra especie en el último capítulo, después de los organismos

unicelulares, y en riguroso orden, los invertebrados, los anfbios, reptiles, aves y el resto de los

mamíferos. En estas circunstancias es difícil hacer entender que con nosotros no termina la

evolución, y que no somos el último eslabón de ninguna cadena. Incluso se utilizan hoy en día

conceptos como vertebrados superiores e inferiores, o primates superiores e inferiores (por supuesto

nosotros estamos entre los primeros).

No creo que haya ningún libro de antropología o paleoantropología que empiece por las

primeras formas de vida en el planeta y termine con los erizos de mar o los insectos (las plantas

siempre suelen quedar al margen), mientras que los mamíferos, los primates y los humanos se

pierden entre los capítulos intermedios. ¿Quiere esto decir que los vertebrados son “mejores” que

los invertebrados, los mamíferos “mejores” que los reptiles, los primates “mejores” que los demás

mamíferos, y fnalmente los humanos “mejores” que los chimpancés y gorilas?

Según Darwin la evolución no tiene ningún propósito, no sigue ningún diseño preconcebido,

es simplemente oportunista, no se dirige hacia ningún ideal de perfección. O mejor dicho, todas las

especies (incluida la nuestra) son igualmente perfectas, cada una de ellas maravillosamente adaptada

a sus hábitos de vida por obra de la selección natural. En otras palabras, a diferencia de la selección

artifcial que el agricultor o ganadero realiza con un fn determinado, la selección natural no tiene

objetivos. Aunque en el lenguaje habitual 'evolución' signifca cambio a mejor, en términos

darwinistas sólo signifca cambio, a secas.

El hecho de que lleguemos a entender la falsedad de este concepto de la “escalera de

progreso” nos permitirá entender otras visiones de la evolución mucho más acertadas, y, por lo

tanto, lleguemos a entender mucho mejor cuál es nuestro origen. Quizá la mejor manera de

representarse el camino de la evolución no sea como una escalera sino como un árbol, pero un

árbol donde no hay un tronco principal, sino varios troncos igualmente importantes y una multitud

Page 12: El pensamiento antropológico

de ramifcaciones que van llenando el espacio vital del árbol, que representaría a la naturaleza.

Antropología comparativa

Se entiende por Antropología comparativa el estudio de la evolución humana en relación a

la evolución de los demás seres, en especial la de los grandes primates antropomorfos, que,

evolutivamente hablando, son nuestros parientes vivos más cercanos. Si tenemos en cuenta que

nosotros somos primates, que somos mamíferos, que somos vertebrados, etc..., al estudiar los linajes

evolutivos de distintas especies averiguamos qué tenemos en común con ellas y qué es lo

característicamente humano. La antropología comparativa está muy relacionada con la etología, o

ciencia que estudia el comportamiento de los animales. La etología nos informa sobre

comportamientos observados en los animales y, qué casualidad, son comportamientos que también

encontramos en los seres humanos. Es entonces cuando nos damos cuenta de lo profundamente

animales, en el buen sentido del término, que somos. A raíz de lo anterior podemos entender lo

importante que es para nosotros, los humanos, y para entendernos a nosotros mismos, los estudios

que se hacen sobre animales en sus medios naturales, sobre todo los estudios sobre chimpancés,

gorilas y orangutanes. En ese sentido hay que hacer mención a los años de dedicación de gente

como Dian Fossey20 o Jane Goodall21.

El eslabón perdido

Cuando Charles Darwin publicó su libro sobre el origen de las especies y sobre el origen del

hombre fueron muchos los escépticos de la teoría de la evolución. Afrmaban que puesto que el ser

humano y los antropoides descienden de un antepasado común, tiene que haber un eslabón perdido en la cadena de la

evolución que sea mitad hombre, mitad mono. ¿Dónde están los restos fósiles de ese eslabón perdido? Hoy en día el

20 Dian Fossey nació en San Francisco (EEUU), el 16 de enero de 1932; y murió en Ruhengeri (Ruanda), el 26 de diciembre de 1985. Entre el público no estudioso de la biología esta zoóloga se hizo famosa por la película Gorilas en la niebla, basada en el libro homónimo que ella había publicado en 1983. Su lucha contra la caza furtiva de gorilas le granjeó muchos enemigos, y se sospecha que su asesinato a machetazos en el año 1985 fue realizado por un grupo de estos cazadores con el apoyo del gobierno de Ruanda, que intentó culpar a un estudiante norteamericano llamado Wyne McGuire como chivo expiatorio.

21 Dame Jane Goodall nació en Londres (Reino Unido), el 3 de abril de 1934; y sigue entre nosotros cuando escribo esto. Los estudios de Goodall demostraron que los chimpancés eran capaces de fabricar herramientas muy rudimentarias y, por lo tanto, poseían elementos culturales. En el año 2003 fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias de Investigación científca y técnica.

Page 13: El pensamiento antropológico

eslabón perdido ya ha sido encontrado, pero no uno, sino varios.

Hagamos un poco de historia de la ciencia. En 1848 se había encontrado en Gibraltar un

cráneo humano con ciertos rasgos simiescos. Otro cráneo semejante fue descubierto en Alemania en

1856, que fue llamado Hombre de Neandertal, por el lugar donde fue hallado, cercano a

Düsseldorf22. Algunos autores vieron en el homo neandertalensis al eslabón perdido; pero no se trata de

un organismo intermedio entre el hombre y el mono, sino que es muchísimo más semejante a

nosotros23. Entre 1891 y 1892 fueron encontrados en Java, por Eugène Dubois24, unos restos

mucho más signifcativos. Este anatomista pensaba que la transición del simio al hombre debió

ocurrir en los climas cálidos de los trópicos, y no en los rigores del clima europeo. Al fósil

descubierto por Dubois se le denominó hombre de Java, o Pithecantropus, palabra que

signifca “hombre simio”25.

Los fósiles que anteriormente recibían el nombre de Pithecantropus se clasifcan ahora como

homo erectus26, especie que vivió desde hace algo más de un millón de años hasta hace unos

quinientos mil años. El homo erectus encontrado en Java tenía unos 900 cm3 de capacidad craneal,

intermedia entre el hombre (1400) y el gorila (500); por ello también se pensó haber encontrado el

eslabón perdido. Hoy sabemos que el homo erectus era bípedo, tenía industria lítica (es decir, hacía

útiles de piedra), y es el primer organismo del que sabemos que dominara el fuego.

En 1924 fue descubierto en Sudáfrica el cráneo de una criatura mucho más primitiva que el

homo erectus, y que fue designada como Australopithecus africanus27. Los australopithecus tenían

una capacidad craneal de 500 cm3, como la del gorila, pero reúnen una mezcla impresionante de

caracteres humanos y simiescos. Sobre todo su dentadura es increíblemente parecida a la del

hombre moderno.

En 1938 fue descubierta otra especie de australopitecus, el a. robustus28, y más tarde se

descubrió el más grande de todos ellos el a. boisei29. Sin embargo ninguno de los hallazgos de estos

22 Los huesos fueron encontrados en el valle del río Neander, y de ahí lo de 'hombre de Neandertal'.23 De hecho hoy en día se discute si el hombre de Neandertal pertenece a nuestra especie, tratándose de una

subespecie extinguida, homo sapiens neandertalensis; aunque la mayoría parece preferir afrmar que era una especie paralela que procedía de un mismo antepasado. Para añadir problemática a la discusión, en 2006 un genetista demostró que existía al menos un individuo, encontrado en Croacia, con genes neandertales y con genes del sapiens sapiens. Aquí podríamos realizar una refexión flosófca que se dio cuando fue descubierto ese híbrido: ¿Dudamos, o preferimos que los Neandertales sean otra especie? ¿No estará ocurriendo que intentamos seguir defendiendo con uñas y dientes nuestro “especial” sitio en el mundo como la única especie sapiens que ha existido? La ciencia no siempre es tan objetiva como aparenta.

24 Marie Eugène François Thomas Dubois nació en Eijsden (Países Bajos), en 1858; y murió en 1940 en Haelen (Países Bajos). Nació 22 meses antes de que Darwin diese a conocer su teoría de la evolución por la selección natural. Vivamente infuido por las teorías darwinistas se fue a Indonesia en busca del eslabón perdido y encontró lo que acabó siendo el homo erectus.

25 De pitheco (πίθηκος), mono; y anthropos (άνθρωπος), hombre; en griego.26 Hombre que camina erecto, o sea, que es bípedo, vamos, que camina como nosotros.27 De Pitheco, mono; y austral, del sur; o sea, 'mono del sur de África'.28 O sea, muy fuerte; lo digo por si alguno no lo había pillado.29 Aquí el nombre se debe a que el mecenas que fnanciaba la expedición se apellidaba Boise. Y quien paga manda,

Page 14: El pensamiento antropológico

australopithecus puede compararse en importancia con el descubrimiento hecho en los años setenta de

la pequeña Lucy. Se trataba de un individuo, seguramente femenino, de la especie

australopithecus afarensis30, posiblemente no más importante en el linaje evolutivo del género

homo que el africanus. La diferencia radicaba en que de Lucy se encontraron casi la mitad de sus

piezas óseas fosilizadas, entre ellas la pelvis, un hueso fundamental para el estudio de la postura

erecta. Sus descubridores le pusieron el nombre de Lucy en honor a la canción de los Beatles Lucy in

the sky with diamonds31.

Lucy fue descubierta en 1974 en Etiopía, el esqueleto casi completo de una adolescente que

vivía hace tres millones de años en las sabanas africanas. Lucy tenía un metro de altura y un cerebro

poco mayor que una pelota de mano, con 300 gramos de peso, menor que el de un chimpancé. De Lucy, o

al menos de los miembros de su especie, Australopitecus afarensis, descendemos los humanos.

Lucy era diferente de gorilas y chimpancés por su postura bípeda, cosa que sabemos por la

confguración de sus caderas. Los antepasados de Lucy habían cambiado su estilo de vida, migrando de

la selva a la estepa. La postura bípeda evolucionó en la estepa porque permite ver de lejos a los

depredadores de los que huir y a las víctimas a cazar, lo que nuestros antepasados podían hacer erguidos

sobre las patas traseras.

La postura bípeda fue el cambio clave que llevó al aumento del cerebro y de la inteligencia. Y fue

también el cambio clave de donde se origina el sentido moral. Los humanos son defnidos biológicamente

por su inteligencia, Homo sapiens. Otro atributo que nos distingue de los demás animales es el

sentido moral, Homo moralis. Sólo los humanos evaluamos las acciones como moralmente buenas o

malas. (...)

¿Cómo surge el sentido moral en la evolución? La selección natural no favorece directamente la

emergencia del sentido moral, puesto que el juzgar una acción como buena o mala no tiene consecuencias

biológicas, aunque el actuar sí las tiene.

El imperativo a hacer juicios morales se deriva necesariamente de la presencia conjunta de tres

atributos: anticipar las consecuencias de las acciones, hacer juicios de valor y el libre albedrío. El primero

de estos atributos es el más fundamental, pero los tres requieren la existencia eminente, tal y como se da

en los seres humanos y sólo en ellos. Para que una acción sea moral se requiere que el sujeto anticipe las

consecuencias de tal acción. Sólo si puedo prever que al apretar el gatillo saldrá la bala que matará a mi

como se suele decir.30 O sea, australopithecus del país del los Afar, un pueblo del este de África. Ahora bien, con esta especie los nombres

empiezan a romper su racionalidad, puesto que ya dijimos que australopithecus signifca ‘mono del sur’, y sin embargo estos vivieron en el este, no en el sur.

31 Y, sin quererlo, se supone que sin querer, hicieron todo un homenaje a una canción que a su vez era un homenaje a una droga, la dietilamida del ácido lisérgico, más conocida como LSD (Lucy in the Sky with Diamonds), muy famosa en los años sesenta.

Page 15: El pensamiento antropológico

enemigo podrá ser califcada de asesinato la acción de apretar el gatillo. Apretar el gatillo no es de por sí

una acción moral, lo es por sus consecuencias. (...)

La secuencia de relaciones es clara. Primero evolucionó la postura bípeda; la cual hizo posible

utilizar las manos para construir utensilios; esto llevó al desarrollo de la inteligencia, puesto que traía

consigo la capacidad de diseñar objetos cada vez más complejos para propósitos cada vez más remotos.

La inteligencia nos da la capacidad de abstracción y, con ella, la de anticipar las consecuencias de

nuestros actos.

La capacidad de prever el futuro, esencial para el comportamiento ético, está causalmente ligada

a aquel suceso aparentemente inconsecuente, la migración de nuestros antepasados de la selva a la

sabana.

En 1961 se descubrió una forma intermedia entre los autralopithecus y el homo erectus. Se

trataba de un cráneo de 1,8 m.a. que perteneció a lo que desde entonces se conoce como homo

habilis32. Su capacidad craneal había aumentado con respecto a los australopithecus, pero aún era

inferior a la del homo erectus, pues poseía unos 700 cm3. Sabemos que construía útiles de piedra, la

llamada industria lítica, bastante avanzados y vivió desde hace unos 2 millones de años hasta hace

más o menos un millón de años.

Se han ido descubriendo numerosos fósiles que han ido ayudando a desenterrar el linaje

evolutivo del ser humano, a eliminar posibilidades que antes se tenían como ciertas, a abrir nuevas

posibilidades. Los nuevos descubrimientos del homo ergaster (1,8-1,4 m.a.)33, de l homo

heidelbergensis, (0,5 m.a.)34, del homo rodhesiensis, (0,5 m.a.)35, y del homo antecessor,

(0,9-0,8 m.a.)36, han ido ayudando a aclarar el camino. Sobre todo han demostrado la estupidez de

hablar de un “eslabón perdido”, pues el proceso gradual de la evolución implica que haya muchas

especies en el camino evolutivo que irá a parar al ser humano. Todavía, evidentemente, queda

mucho por decir, y no todos los antropólogos están de acuerdo con las mismas teorías; aunque

ninguno duda de la realidad de la evolución.

El linaje evolutivo del homo sapiens

Es cierto que todavía hay muchos detalles de la evolución del género homo que no están

confrmados, algunos son completamente desconocidos, sin embargo, los distintos “eslabones” de

32 Evidentemente, y como todos habéis pensado, 'hombre hábil'. El nombre le viene de que ya producía industria lítica y conocía el fuego, aunque probablemente no lo dominara.

33 En griego ‘ergastia’ (εργασία) es ‘trabajo’, así que tenemos al 'hombre trabajador'.34 ¿A que no sabéis dónde encontraron por primera vez a esta especie? Porque supongo que todos vosotros sabéis que

hay una ciudad alemana denominada Heidelberg.35 Este nombre ya es más interesante, pues signifca hombre de Rhodesia. Rhodesia, o Rodesia, era el nombre que

recibía bajo mandato británico una región africana. Acabó dividiéndose en Rhodesia del norte y Rhodesia del sur, que modifcaron sus nombres al obtener la independencia de Gran Bretaña, pasándose a llamar Zambia y Zimbabwe. Pero no le decimos Homo Zambibense u Homo Zimbabwense, no, seguimos con el tradicional Homo Rodhesiensis.

36 Antecessor es, como ya habéis intuido, antepasado; tenemos, por lo tanto, al 'hombre que es nuestro antepasado'.

Page 16: El pensamiento antropológico

los últimos diez millones de años están bastante bien confrmados. De manera esquemática sería

algo así: un antepasado común nuestro y de los chimpancés evolucionó en el este de África de forma

diferente a como lo hacían sus parientes del oeste; Orrorin37 y Toumaï38 fueron sus descendientes,

y nuestros antepasados. Estas especies, o alguna muy similar a ellas, evolucionaron hacia los

famosos Australopithecus. Los australopithecus comenzaron a moverse por gran parte del continente

africano y evolucionaron de dos formas diferentes, mientras unos se especializaban muchísimo y se

adaptaban perfectamente a unos nichos determinados (formas robustas), otros se especializaban

menos y se adaptaban con difcultad a diferentes nichos (las formas gráciles). Estos individuos

continuaron un proceso evolutivo que favorecía la postura erguida y, de esa forma, liberaban la

mano, permitiendo que esta ejecutara acciones, lo cual favorecía, a su vez, que el cerebro se

adaptara a tener que pensar las acciones que la mano podía ejecutar, y así apareció un primer

representante del género homo, es decir, un humano. El primer representante del género homo dio

paso al homo habilis (si es que este no fue el primero), este, a su vez, dio lugar a dos ramas evolutivas:

la del homo rudolfensis39, (que será abortada), y la del homo ergaster, quien realizará la primera

migración humana, conociéndose como homo erectus a la rama del ergaster que migra hacia Asia,

donde se establece y evoluciona hacia formas como el homo foresiensis40; sin embargo otra

rama del ergaster permanece en África y evoluciona hacia formas como la del antecessor. Éste, u otra

especie muy similar, realizará la segunda migración humana, en esta ocasión hacia Europa, vía el

Oriente Medio, subiendo el valle del Nilo, cruzando hacia el Sinaí, de ahí remontando el Jordán,

cruzando la península de Anatolia y hacia el Cáucaso. Tras estas montañas la especie migraría

hacia el este adentrándose en Europa, alcanzando incluso la península Ibérica, (el camino está

bastante bien delineado pues la migración fue dejando asentamientos a lo largo del camino, cuyos

restos hemos ido encontrando y catalogando como homo georgicus41, homo cepranensis42, y

37 Exactamente Orrorin tugenensis, dado a conocer en 2001, (por lo que erróneamente fue conocido inicialmente como “Hombre del Milenio”, aunque resultaba evidente que no era un humano). Orrorin era muy parecido a los chimpancés, aunque con la característica de que caminaba erguido.

38 Nombre que se dio al único individuo encontrado de la especie Sahelanthropus tchadensis. Toumaï fue dado a conocer, al igual que Orrorin, en 2001, y resulta muy similar a él. Los descubridores de Orrorin piensan que Toumaï pertenece a la línea que lleva al chimpancé. ¡¿Qué casualidad?!

39 El homo rudolfensis fue encontrado en las orillas del lago Turkana, que antiguamente se denominaba lago Rodolfo (por el rey de Bélgica, país del que era colonia por entonces Kenia), y de ahí su nombre. Esta especie es muy problemática y hay muchos paleoantropólogos que piensan que no es una especie distinta.

40 Nombre que recibe por haber sido encontrado en la isla de Flores, en el archipiélago de Indonesia. Una especie muy curiosa por su impresionante adaptación a la vida en el bosque, mediante una reducción bastante importante de su tamaño.

41 Homo georgicus es un especie de homínido establecida en 2002 a partir de los fósiles encontrados un año antes en Dmanisi, en el Cáucaso, República de Georgia. Se considera intermedia entre el homo habilis y el homo erectus y relacionada con el homo ergaster. Los fósiles se han datado en 1,8 m.a. El tamaño del cerebro se ha calculado entre 600 y 680 c.c. La estatura se ha estimado en 1,5 m.

42 El hombre de Ceprano es un ejemplar fósil del cráneo de un homínido, descubierto por Italo Bidittu en 1994, en la localidad de Ceprano, provincia de Frosinone, Italia. Tras la reconstrucción de los fragmentos encontrados se calcula que la capacidad craneana de este espécimen podría ser hasta de 1200 c3, lo que signifca un cerebro claramente mayor que el del homo ergaster y el homo erectus. Se ha estimado que este fósil data de hace por lo menos 800 mil años. Las diferencias encontradas con las especies conocidas de homo han llevado a la defnición formal de este homínido como especie diferente.

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homo antecessor, por ejemplo). De esta emigración aparecerán, por evolución, el homo heidelbergensis,

primero, y el homo neandertalensis después. Pero el homo también permanece en África, a lo largo de

toda la costa este, por lo que sufrirá un proceso evolutivo diferente al que la especie ha ido sufriendo

a medida que se adentraba en los climas europeos. De esa forma, en África aparece una especie

como el homo rodhesiensis (hace unos 500.000 años), quien, a su vez, seguirá evolucionando en su

adaptación al calor de África y dará lugar al homo sapiens primitivo, conocido como homo

sapiens idaltu43 (hace unos 160.000 años). Este sapiens primitivo comenzará la última de las

migraciones humanas, evolucionando hacia el hombre de Cro-Magnon, el homo sapiens

sapiens44, eliminando en su camino al resto de especies humanas que se encuentra, y conquistando

el mundo entero y todos, o casi todos, sus nichos ecológicos. Y todos, absolutamente todos, los seres

humanos actuales descendemos de una única mujer que viajaba en ese grupo migratorio que salió

de África hace unos 150.000 años.

El aumento del tamaño del cerebro puede tener que ver con la nueva forma de vida, basada en la

explotación de recursos más dispersos y menos previsibles que los del bosque tropical. [...] El cerebro

ampliado otorgaría al Homo habilis una capacidad adicional para almacenar en el interior de la cabeza

la cartografía de un territorio muy amplio, es decir, para hacer detallados mapas mentales, y además

para interpretar las huellas de los animales y otros signos, como el vuelo de las aves carroñeras cuando

han detectado una animal muerto. Acaso también para entender los ritmos de la vida y de la tierra, los

cambios de las estaciones entre ellos, para adelantarse a los acontecimientos (previsibles) del mundo

natural y para planifcar a más largo plazo. [...] Es asimismo muy verosímil que los grupos sociales se

hicieran más amplios, más integrados, más cooperativos, y que el incremento de materia gris responda a

un aumento de la complejidad social, es decir, que sirva también para adelantarse al comportamiento de

los demás.

[...] El aumento del cerebro del Homo habilis sería, por lo tanto, un fenómeno social. Se puede

añadir a esto que hubo otros homínidos, los parántropos, que también se adaptaron, y al mismo tiempo

que el Homo habilis, a los ecosistemas abiertos, sin que ello implicara un gran aumento de su tamaño

cerebral.

El homo sapiens

Los hombres de Neandertal, que como hemos visto dominaban Europa, fueron sustituidos

43 Subespecie del homo sapiens encontrado en Etiopía, en la región de Herto, por lo que es conocido como Hombre de Herto. Según muchos paleoantropólogos esta especie no es en realidad una subespecie del homo sapiens, sino una forma algo diferente de la misma.

44 Y con nuestra especie es donde se nos escapa un tufllo de narcisismo y egolatría, pues no sólo es la única especie a la que denominamos ‘sapiens’, ‘sabio’, sino que además tenemos la petulante autosufciencia de denominarnos a nosotros mismos ‘sabios sabios’. ¿Veis como el ser humano ha intentado, siempre, no perder ese puesto “especial” que ha creído tener, y parece que sigue creyendo que tiene, en la naturaleza? El problema radica en que, y ahí es donde comienza la labor de la flosofía, ese supuesto lugar de privilegio nos lleva a otorgarnos “derechos” especiales sobre la naturaleza, y esta, últimamente, parece estar diciéndonos que no tenemos esos derechos, que estamos poniendo en peligro nuestra propia supervivencia y que, quizás, al fn y al cabo, no seamos tan ‘sabios sabios’.

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por los sapiens sapiens, procedentes de África, posiblemente por un amplio empuje cultural. A estos

sapiens sapiens primitivos se les conoce como hombres de Cro-Magnon.45

Estos individuos de Cro-Magnon eran nómadas que seguían a las manadas de caza y

recolectaban vegetales, pero no los cultivaban. Tenían ya complejas fórmulas culturales, como el

entierro ceremonial de los muertos; o sus detalles artísticos, mundialmente conocidas son sus

pinturas de las cuevas de Altamira46 en España, o las de Lascaux47 en Francia. Siendo cierto que

eran nómadas permanecían, más o menos, en los territorios que colonizaban. Esta localización en

territorios de climas establecidos llevará a la diferenciación racial, es decir, la adaptación de una

misma especie a diferentes condiciones locales.

Los cambios debidos a la especialización por razas son puramente físicos, aunque no siempre

visibles, pues se trata de adaptaciones a condiciones ambientales del lugar. De hecho, para aquellos

gilipollas que tengan intenciones de racismo en el estudio de la antropología, hay que decir que la

mayoría de los antropólogos abogan por el hecho de que los primeros seres humanos fueran de

color oscuro, muy parecidos a los bosquimanos de hoy en día48. Hay estudios genéticos que llevan a

pensar que todos los seres humanos descendemos de un grupo de hombres negros que estaba

compuesto por entre 100 y 1000 individuos, que serían los que hubieran emigrado de África. De

hecho la tesis más aceptada hoy en día, siguiendo los datos genéticos, es la denominada Teoría de

la Eva negra, según la cual, como ya os he contado, todos los humanos descendemos de una

mujer que salió de África en ese grupo de entre 100 y 1000 individuos.

Las razas existen, pero es imposible decir cuántas. La idea de diferenciar a las razas por el

color de la piel está absolutamente fuera de lugar con los conocimientos actuales. Para empezar, es

imposible afrmar que el color de la piel de un habitante del sur de Europa y uno del norte es el

mismo. La pigmentación de la piel suele ser gradual, puesto que es debida a la incidencia de los

rayos solares. Pero existen muchas otras diferenciaciones genéticas que pueden indicar la existencia

de razas diferentes, como la frecuencia de la intolerancia a la lactosa49, etc... Dos cosas tienen que

quedar claras sobre este punto: a) No podemos negar la existencia de las razas, sería algo tan

estúpido como el racismo; b) El número de razas es algo arbitrario, pues existen multitud de posibles

diferenciaciones susceptibles de ser interpretadas como indicativos raciales. Si normalmente lo

hemos hecho por el color de la piel se ha debido a su sencillez. De hecho, desde la segunda mitad

del siglo XX se ha dejado de hablar de raza para referirse a las diferencias entre los humanos, y se

45 Debido a que fueron descubiertos en la francesa región de Cro-Magnon.46 La cueva de Altamira (pues sólo hay una) está en el territorio municipal de Santillana del Mar, en Cantabria. Las

pinturas pertenecen a los períodos magdaliniense y solutrense del paleolítico superior. En ocasiones se referen a ella como la Capilla Sixtina del arte rupestre. Fue declarada patrimonio de la humanidad en 1985.

47 Es uno de los 147 yacimientos y 25 cuevas de los Sitios prehistóricos y grutas decoradas del valle del Vézère.48 Raza negra del sur de África que habita en el desierto del Kalahari. Se hicieron muy famosos por una horrorosa

película, pero horrorosa horrorosa, tan horrorosa que igual la veis y os gusta, claro, titulada Los dioses deben estar locos.49 El azúcar de la leche.

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ha pasado a hablar, mayoritariamente, de Etnia, un concepto que incluye elementos culturales

además de los raciales.