El Nacimiento de una Pasion - Alejandro Fabbri.pdf

8/16/2019 El Nacimiento de una Pasion - Alejandro Fabbri.pdf

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Annotation

¿En qué momento la leyenda sconvirtió en un engaño? ¿Por qué smodificó una fecha de fundación de uclub de fútbol? ¿Cuándo se decidi

cambiar radicalmente los colores de unnstitución? ¿Y la mudanza de un barrioa otro a varios kilómetros del lugar dnacimiento? Son preguntas que intenta

ener respuesta en este trabajo deperiodista Alejandro Fabbri, que unificfundaciones, camisetas primitivas

colores elegidos.Cuesta entender la razón por la que laautoridades de River en algún momentdecidieron que el club se había fundad

res años antes de la fecha original, l


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mismo que Colón de Santa Fe, con unexistencia que arranca, en realidadvarios años después de la supuest

creación del club. ¿Huracán era unmarca de útiles y Vélez Sársfield unestación de tren? ¿Lo del taladro vino dun diario nazi y los calamares nacieroporque las camisetas se embarrabaenseguida y se cargaban de tinta? Todovale, todo sirve, colores, barrio

divididos por pasiones genuinas que sfueron modificando, apodos qucrecieron hasta eclipsar a otros. Vale lapena meterse en aquella Argentina qu

se apropió del fútbol que trajeron longleses hasta cambiarlo, vestirlo d

otra manera y largarlo al mundo cocamiseta albiceleste. Es el fútbo


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argentino. Con identidad única. Fabbrque ha recorrido casi todas sus canchaspuede contarlo.

Alejandro FabbriEL NACIMIENTO DE UNA PASIÓNFB2 Enhancer


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PRÓLOGO

Los mil coloresdel compromiso

Por Adrián PaenzaEl texto que ustedes tienen en sumanos se transformará inexorablementen material de referencia. No ha

manera de no consultarlo y hacía faltque estuviera escrito. En todo casopone en perspectiva lo poco qusabemos de nuestra historia y l

distorsionada que está.El fútbol se originó como un juego, u

entretenimiento. Devino en deporte

uego fue captado en buena parte de


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mundo por un grupo de mafiosos. Ellonos quitaron y nos quitan lo mejor quiene, o que tenía. Son los que lucran

medran con él.Sin embargo, como ya se están po

embarcar en recorrer esta parte dnuestra historia, créanme que eligierobien. Éste es el libro que quedará para consulta, para esclarecer confusione para saber «cómo fue».

Del autor, Alejandro Fabbri, vaydecir sólo un par de cosas. Lo conocí e1983, y esto lo sé porque me lo dijo éno porque yo lo recuerde. Lo que s

recuerdo es que desde que empezamos rabajar juntos, siempre me sent

cómodo y respetado, siempre sentí quenía a mi lado a alguien comprometid


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con el grupo y no con su ambicióndividual. Alejandro es eso

comprometido con quienes están al lado

sean sus familiares, sus amigos, sucompañeros de trabajo, o el prójimo quien no conoce personalmente.

El meridiano de su vida no pasa por lpelota, pero más allá de las opinionesobre un partido o sobre quién juegmejor o peor, Alejandro entiende e

fútbol de hoy como una manifestaciómás de una sociedad que quiere sediferente. Si no ocupó un lugar máprivilegiado en el contexto periodístico

es porque nunca quiso transar con e«poder».

Para Alejandro, no sólo juegan Rive Boca, ni siquiera los «equipo


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grandes». Y lo manifiesta en cuantaaparición pública puede. Cuando lgente que editaba los programas d

Fútbol de Primera, Iiderados por el hijdel dueño de la pelota, quería que lodomingos por la noche se emitiera sólun compacto «breve» del resto de lopartidos, Alejandro se opusosistemáticamente. «El fútbol, everdadero, el que apasiona, no tien

camisetas. Pasemos lo mejor de lfecha, independientemente del color da vestimenta.» Es obvio que Alejandro

entiende lo que es el rating, per

ambién sabe que no puede traicionasus raíces, ni dejar de pelear por los qumenos tienen.

Este libro es justamente eso: un luga


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para que la historia no sea distorsionadpor quienes «parece» que han triunfado ven todo color «azul y amarillo»

«rojo y blanco».Viajamos con Alejandro y todo e

grupo que transmitía partidos desde enterior del país para la Capital durant

dos años consecutivos. Salíamos losábados un grupo de periodistasproductores y técnicos. Éramos once po

fin de semana. Llegábamos a algunciudad en donde hubiera fútbol a lnoche, íbamos al hotel, transmitíamos epartido, cenábamos todos juntos

dormíamos y volvíamos el domingsiguiente para distribuimos por lacanchas y relatar o comentar lo qusucedía con el resto de la fecha.


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Alejandro y yo (comentarista y relatoren ese momento), compartíamos lhabitación. Muchas piezas, mucha

noches, muchos partidos, muchas cenasmuchas charlas... muchas. Nuncuvimos una diferencia. Nunca antepuso que a él le gustaría hacer para violao que podría interesarme a mí o al rest

del grupo.Nos nutrió a todos con sus datos y no

hizo aparecer mejores de lo que somos éramos. Y nunca se llevó el crédito. Tangenuino es, que nunca negó su condicióde hincha de Platense, su «otro» amor.

Que sirvan ahora las páginas qusiguen para que Alejandro nos lleve da mano para aprender quiénes fuimos

por qué somos lo que somos. Al menos


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en el fútbol.


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HISTORIAS A

CONTRAMANOPor AlejandroFabbri

Siempre se dijo que “la historia lescriben los que ganan” y que existe otr

historia, más sencilla, menos heroicaque tiene que ver con los hechos dodos los días, con las ilusiones

esperanzas de cambiar algo para mejor

De darle cuerda al sueño que alguna veuvimos y que nos hace sentir unrrefrenable ansia de cumplirlo. Es

fueron los cientos de clubes de fútbo


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que nacieron a finales del siglo XIX, principios del siglo XX o inclusive mácerca de nuestro tiempo. Eso fueron la

miles de manos que se levantaron parmaginar nombres y apodos, par

construir canchas y generar amistades enemigos para siempre. Así crecieron navegaron barriadas enteras al amparde la suerte o de que la pelota entrara eel arco contrario, alrededor de clube

que las identifican desde hace más de usiglo.¿Qué sería de Avellaneda sin Racing e

ndependiente?

¿Y de La Boca sin su clubemblemático? ¿Parque Patricios siHuracán o Boedo sin San Lorenzo¿Rosario sin Central ni Newell's


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Seguro, pero seguro, que tendrían menocolor, menos alegría, menos magia.

Este trabajo pretende rescatar lo

orígenes de los clubes que hicieron hacen grande al fútbol argentino. Daquellos que fueron creados cuando e“deporte de los ingleses locos” —comlamaban al fútbol allá por 1890s

empezaba a difundir con una rapideasombrosa entre los inmigrantes, su

hijos y los criollos en cada rincópatrio. Fueron los británicos y suferrocarriles quienes sacaron la materiprima nacional hacia el puerto d

Buenos Aires o el de Rosario. En esoendidos larguísimas de vías férrea

abundaron las estaciones con inglesesescoceses, galeses o irlandeses qu


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rabajaron a la par de los obreroocales y allí, en ese contagio, s

propagó el fútbol como epidemia.

La investigación procuró resaltanacimiento, camiseta, apodo y canchoriginal. ¿Colón tiene otra fecha dfundación? ¿Y River? ¿Huracán debe snombre a algo que no es el globo dJorge Newbery? ¿Por qué los de Atlantson “bohemios”? ¿En la cancha de Tigr

se ahogó un lechero?Aparecen mil preguntas y otras tantarespuestas.

En aquellos años fundacionales, e

elitismo europeo se fue diluyendoaparecieron los hijos de italianos españoles, los criollos con origen bieargentino y el fútbol pasó a ser de


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pueblo. Luchas desiguales parconseguir un terreno propio, para qualguien pusiera el dinero que permitier

comprar camisetas, una pelota o inclusun sello que identificara al nuevo clubTodo valió la pena para alumbrar unaenorme cantidad de instituciones qusiguen en pie, por encima de dictadurascrisis económicas y catástrofedeportivas.

¿Es más fuerte el amor por uncamiseta que por una pareja, unreligión o una ideología? El amor a uclub llega de pequeño, por gravitació

familiar, de los amigos o de la zondonde uno vive. Difícil, casi imposibleera conseguir años atrás que lomuchachos de un barrio se hiciera


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hinchas de un club lejano. Había mádentificación barrial, menos movilida

social y, sobre todo, menor búsqued

del triunfo como único espejo posibleEsas identificaciones fueron destruidas.

Hoy, mandan River y Boca¿Mandaron siempre? La historia dicque en el amateurismo había mucha máparidad, que ambos nacieron en La Bocpero que luego desviaron sus caminos

ese viejo clásico zonal alumbró uno questá entre las rivalidades más enconadadel fútbol mundial. Se odian, pero snecesitan. Difícil entender a uno sin e

otro, una situación que se repite podecenas entre los rivales de barriociudad o provincia.

La influencia de los medios masivo


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de comunicación, los éxitos deportivooriginados en un poderío económico quse ha ido ampliando con los años, un

distribución económica que premia apoderoso y a quien recibe un mayofavor del público, todo eso ha edificadun fútbol desigual, con dos entidadeque largamente exceden al resto. Máallá del esfuerzo, la seriedad y eprofesionalismo de otras institucione

que compiten deportivamente, pero quno pueden pelear el reparto del dinero nel favor de los medios.

Hoy, resulta muy difícil que l

uventud apunte a fortalecerse en el clubde su barrio o de su entorno. Enmensamente sencillo (y hasta ahorr

sufrimientos) hacerse hincha del má


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grande, porque así puedo ganarrascender y cargar a los demás. M

siento superior porque mi club e

grande. Comparto amores connumerable cantidad de hinchas que nienen nada que ver conmigo, perenemos el mismo amor por eso

colores.Lástima grande que el fútbol argentin

haya perdido parte de esa sensibilida

especial que lo hacía diferente, con undecena de clubes —por lo menos— quenían ambición y chances d

«campeonar» y pelear mano a man

contra todos. Hoy, la torta del fútbol sexpandió, pero el éxito les llega a mupocos. ¿Se podrá revertir la tendencia¿Tendremos un país repleto de chico


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hinchas de Boca o de River? ¿Esqueremos? Todo sin mencionar laviolencia entre hinchadas, la cultura de

«aguante» y otros temas que ameritan unuevo libro.

Acá se cuenta el origen, la evolucióde cada uno de los poderosos y de lootros, aquellos que fueron grandes hacmucho tiempo y ahora tratan dsobrevivir. De los que apostaron a

futuro, hicieron inversiones, cuidaron protegieron a sus futbolistas desde qunacían al mundo del fútbol y de los quencontraron un hogar después d

navegar por diferentes barriadas.Es una historia apasionante, sobr

odo porque hay versiones distintas, haverdades que no son tales, ha


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fundaciones insólitas y fechas que nson las reales.

¿Algunos clubes cambiaron su propi

historia? Sí, fue así.Algunas están probadas y en otras s

hace muy difícil confirmar el hecho. Lopapeles y los testigos se perdieron en eiempo.

Para resaltar que no es únicamente uncuestión bonaerense, se narran la

fundaciones de muchas instituciones denterior del país, hoy protagonistas de ufútbol más federal, más democrático menos rígido que antes, por más qu

Dios siga atendiendo en Buenos Aires.


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CAPÍTULO UNO

Ferro Carril Oeste · ChacaritaJuniors · Atlanta · ArgentinoJuniors · Plátense · Tigre

Buenos Aires tiene clubes que lhabitan desde hace más de cien años otros que han tenido que abandonarlpor fuerza mayor, por una mezcla d

desatinos dirigenciales y decisioneequivocadas. Cuando arrancó eprofesionalismo, en 1931, cinco equipode barrio se dividían preferencias e

zonas más o menos cercanas.


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FERROBienvenidos al tren

Estamos hablando de Ferro CarriOeste, dueño de Caballito desde sfundación en 1904. De los vecino

Atlanta y Chacarita Juniors, enfrentadoen Villa Crespo hasta que una mudanzrelativizó todo en 1945. De ArgentinoJuniors, que fue trasladando su estadihasta afincarse en La Paternal parsiempre. De Platense, único habitante da Zona Norte porteña que tuvo qu

idiar con la llegada del gigante Riveen 1938 y partir hacia Vicente López, pasos de su propio barrio, Saavedra, e1979.

Ferro tiene una historia simple e


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cuanto a nombre y apodo, pero al mismiempo carece de sobrenombres que nengan que ver con el color de s

camiseta o con su nombre real. Para casodos es «Ferro» y para muchos de su

hinchas es Oeste, cosa curiosa. Cuanda Eduardo, a Jorge, o a Marcelo, amigodesde el colegio secundario y hopisando los 50, les preguntaban de qucuadro eran, la respuesta era siempre l

misma: «De Ferro», aunque rato despuése rompieran la garganta gritand«Oeste...

Oeste» en los tiempos del coraje si

gual de Cacho Saccardi y la zurdmágica de Héctor Arregui, el hermanomayor de Carlos, doble campeón coTimoteo Griguol. Un club cuyo debut e


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Primera División ocurrió en 1913 y quuvo una participación inicial en la Cop

Competencia de la Asociació

Argentina con goleada 5-1 ante OlivosEl que setenta años después construyó spágina más gloriosa, al ganar lonacionales de 1982.

El apodo es simple. Los verdesverdolaga, el más contemporáneo «trebala de Caballito» y no mucho más.

Con origen ferroviario y británico, euna época —comienzos del siglo XX—en la que todo tenía aroma inglés, ledecían «Ios ferrocarrileros» y poc

iempo después eran conocidos com«la murga de Languasco», en referencia un mítico delegado del club que habímpuesto el color verde, harto de perde


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partidos con otros colores. Fueron 9os empleados del Ferrocarril del Oestos que se juntaron un 28 de julio d

1904 para decidir, en la oficina dcargas de la empresa, fundar un club quse llamaría Club Atlético de loempleados del Ferrocarril Oeste dBuenos Aires. Dos directivos ingleses ldieron el impulso decisivo a la idea, egerente general David Simson y Joh

Hardy, luego presidente de la nueventidad.Ferro gozó de privilegios en s

fundación. Porque no varió su nombr

salvo para acortarlo, pero sobre todporque nunca cambió su ubicaciónPegado definitivamente a Caballito, fucreciendo con el barrio. A la hora de


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buscar un terreno donde fijar la precarisede y tener una cancha, fue el propiferrocarril el que cedió las tierra

indantes a las vías, desde Cucha Cuchhasta Avellaneda, siguiendo hastaFragata Sarmiento, para instalar club estadio. En aquella época, se estilabconstruir una casilla de madera y Ferrno fue la excepción. Porquaprovechando los envases donde venía

embaladas las piezas de laocomotoras, los muchachoconstruyeron su sede. Chiquita modesta, pero hogar al fin. Allí era zon

de quintas y donde Ferro se asentexistía la chacra de doña Anita, con dohileras de higueras y una gran partdedicada al cultivo de papas. El trabaj


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de peones, fundadores, jugadores socios del nuevo club de ferroviarioconvirtió a la chacra en un lugar apt

para la práctica del fútbol.Ferro forma parte del corazón de

barrio de Caballito y nunca se asomaría ninguna otra zona de la ciudad, salvcuando sus dirigentes compraron laierras de Pontevedra, un suburbio d

Merlo, en el oeste del Gran Bueno

Aires, para hacer un complejo deportivque supo causar furor en los '70 y '80. Yun club céntrico, porque el centrgeográfico de la Ciudad de Bueno

Aires está ubicado en Avellaneda 1023exactamente a una cuadra y media declub y a tres de la cancha. La primercamiseta fue una remera blanc


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abotonada con una franja roja de sietcentímetros de ancho que le cruzaba lespalda. Además, lucía un escudo de

mismo color sobre el corazón, con fondrojo y letras blancas. Esta prenda nerminó de conformar y en 1907 s

decidió —tras jugar un amistoso contrun grupo de marineros británicoadoptar la camiseta de un equipo de espaís, el Aston Villa de Birmingham

color borravino con mangas celestescompletándose el atuendo con pantalóblanco y medias negras.

Sin embargo, a mediados de 1911

dado que con esos colores no sconseguían buenos resultados, lomuchachos resolvieron adoptar el coloverde, porque Caballito era un barri


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verde, con tantas quintas y árboles, porque al mismo tiempo el verde era esinónimo de la esperanza y del «ví

ibre» en lenguaje ferroviario. Ya eraverde la camiseta cuando SantiagSayanes se dio el gusto de ser el primeverdolaga en integrar la SeleccióArgentina, un 15 de agosto de 1916cuando Argentina venció a Uruguay po3-1. Sayanes venía de Gimnasia

Esgrima de Buenos Aires y habírepresentado siete veces al país desdaquel club.

De todas maneras, Ferro ha utilizad

muchísimas variaciones de sucamisetas, siendo particularmentrecordadas las del equipo de 1953cuando el mítico José Manuel Moren


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ucía la casaca dividida en cuatro partecuadradas, dos verdes y dos blancasTambién vale la pena acordarse de la

camiseta de 1966, en medio de uncampaña malísima con un 0-6 ante efabuloso Racing de Pizzutti en el mismCaballito, con la copia fiel de lcamiseta del Celtic que, apenas un añdespués, perdería la final del mundcontra el recordado «equipo de José».

En el Nacional de 1974, se clasificpara la parte decisiva y terminó quintoEn esos partidos de un calurosdiciembre, Ferro le hizo un homenaje

Holanda. Claro, estaban muy frescos lopartidazos que habían hecho lougadores de la «naranja mecánica», co

Cruyff a la cabeza, en el Mundial d


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Alemania. En la cancha de Newell's, ea primera jornada de esa ronda fina

Ferro sorprendió a todos porque le gan

al casi imbatible Central de MariKempes por 3-2. El último gol fue unpalomita del monumental GerónimSaccardi que hoy todavía emocionaAdemás, porque jugó con una camisetnaranja que tenía un caballito negro eel pecho, pantalón negro y media

naranjas. Eran los holandeses eRosario...Atrás había quedado esa antinomi

que mantuvo divididos internamente

os socios de Ferro por muchos añosPorque al impulso futbolero y social dos viejos ferroviarios hubo gente que l

opuso el deseo de construir un club si


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fútbol, justamente la razón de snacimiento. En el medio su nombre sfue abreviando: en 1932 pasó a llamars

Club Atlético del Ferrocarril Oeste dBuenos Aires y seis años después quedóel definitivo Club Ferro Carril Oeste. Eese 1938 hubo un intento por fusionar Ferro con Chacarita Juniors, trasladanda parte profesional a Villa Crespo

donde Chacarita tenía su estadio, linder

con Atlanta. Con Virgilio Capaccione aa cabeza, los futboleros se opusierofuriosamente y pudieron evitar lpartición del club. Hubo varios intento

más, como llevar la cancha a Morópara que se construyera la terminal dómnibus de Primera Junta. Nada de esfinalmente ocurrió.


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Ya en los años noventa, cuando sedesmoronó la estructura eficiente contenedora que habían armado e

presidente Santiago Leyden y su genteFerro fue variando camisetas hastderivar en una verde y violeta y en otrntegramente violeta.


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CHACARITAEstilo funebrero

Caballito es uno de los barriograndes y más poblados de la geografíporteña. Hacia el norte limita con Vill

Crespo, y es la Avenida Ángel Gallardocon su continuación San Martín la quos separa. Pegadito a Villa Crespo

cruzando la Avenida Dorrego, nace eviejo barrio de Chacarita, muy cerca decementerio más grande de la ciudad. Lpalabra Chacarita deriva de

americanismo «chácara» o «chacra»Otros dicen que no es así, que es usimple apodo para una chacra chica. Ahnomás del cementerio está la Plaza Lo

Andes, donde funcionaba el viej


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Cementerio del Oeste, colapsado cuanda epidemia de fiebre amarilla provoc

más de nueve mil muertos en la capita

argentina.A fines del siglo XIX, el barrio era un

paraíso de huertas y sembradíos coalgunas casas de fin de semana. Allvivió Carlos Pellegrini antes de 1900 supo esconderse alguna vez doHipólito Yrigoyen, en la época en qu

votaban los muertos y las mayorías erarelegadas a mirar cómo los mápoderosos conducían el país.

En ese lugar, que lindaba con l

«Chacarita de los Colegiales» —luegdenominado Colegiales— nació el CluAtlético Chacarita Juniors. Entre tantofruteros, tamberos, criadores de aves


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vendedores de escobas, nació otro dos clubes que gozaron rápidamente de

respaldo popular.

A fines de 1905, existía en la zona unequipo llamado Defensores de VillCrespo, que jugaba partidos con lomuchachos de la zona. Y la mayoría deos pibes del futuro barrio de Chacarit

eran socios o adherentes a ese club.A fines de abril de 1906, otro

muchachos vecinos de la zona que unía Federico Lacroze con AvenidaTriunvirato (hoy Avenida Corrientes) yque no habían formado parte de ningú

equipo resolvieron crear el suyo.El 1 de mayo de 1906, se juntaron e

el Centro Socialista de la Sección 17ªubicado por aquella época en Dorrego


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Giribone (hoy Córdoba). Ahí nació eClub Atlético Chacarita Juniors, nombrpromovido por los hermanos Alfredo

Manuel y Maximino Lema, siendelegido este último como el primepresidente. Claro, los tres vivían en lcalle Chacarita, que cambió su nombre partir de 1914 por el de Jorge Newbery

Como sucedió casi siempre, laprimeras reuniones fueron cambiando d

ugar, en la búsqueda permanente de uhogar definitivo. Primero en Rivera Leones, luego pararon en Jorg

ewbery 3636, donde una lechería le

servía de oficina, espacio para reunirs bar al paso. Solucionado el primenconveniente, llegaron otros dos, cas

decisivos para que el club recié


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fundado siguiera existiendo: comprar lprimera pelota y tener el sello distintivde la institución. Cuenta la leyenda qu

hubo colecta en el barrio, que lomuchachos pudieron vender varios kilode diarios viejos y con esa plata —pesos— les alcanzó para comprar esello gracias a Juan Fazio, otrasociado. Para la pelota, todo resultmás simple. Sin el dinero suficiente, l

donó un comisario de la zona con lcondición de que jugaran un partidcontra los famosos del barrio, el taDefensores de Villa Crespo. Dicen qu

el partido duró menos de media horporque la pelota se reventó.

La mayoría de las instituciones —qunacían humildes y voluntariosas, per


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con la casi única idea de jugar al fútbo trascender allí— tuviero

desprendimientos, peleas internas entr

os calores y sofocones que provocabel arte de manejar con habilidad lpelota y meterla en el arco contrarioChacarita no fue la excepción. En 191varios socios se fueron al cercanPlatense, que ya militaba en lAsociación Argentina. Se fueron

ugaron y volvieron. En 1919 dierocomienzo a la reorganización de lnstitución, cuando se juntaron en e

Café de la Curva, que los agrupab

semanalmente en Jorge Newbery Giribone.

En Álvarez Thomas y FedericLacroze existía un descampado tentador


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o había moros en la costa, así que lalambraron y a otra cosa. El problemera que ese campito estaba pensad

como una nueva calle. Una tarde llegó lpolicía, y con ella el desalojo. A buscade nuevo. A parecerse a los futurovecinos, esos que fueron apodado«bohemios» por no tener un barrio fijoPero Chacarita se sobrepuso a lremenda decepción de no contar co

una cancha propia y hasta se defendió dquienes querían cambiarle el nombreAunque se propusieron Defensores dMaldonado, Jorge Newbery y Carlo

Pellegrini, nada modificó el anhelo dpertenecer al barrio y a sus afectosFinalmente, y después de muchoesfuerzos, se consiguieron los terreno


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de la manzana comprendida por lacalles Murillo, Darwin, Padilla Humboldt. Durante un tiempo, Chacarit

había jugado en la canchita del clubEnigma, compartiendo gastos esfuerzos, pero estaba claro qunecesitaba un lugar propio.

Allí, el club pudo jugar oficialmententre 1925 y 1930.

Se levantaron las casillas de mader

que oficiaban de vestuarios y lapequeñas tribunas de tablones. En sibro Chacarita de Primera, Carlos Pir

cuenta que «durante esa época, como n

había cortadora de césped para lcancha, tres socios, Federico, Chiquit

ader y Miguel Yanetti, llevaban unasno prestado por un amigo para que s


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comiera el pasto y dejara el campo máo menos en condiciones».

Fue uno de los clubes que má

ardíamente se afilió a la AsociacióArgentina, rival por entonces de lAsociación Amateurs, donde jugabacasi todos los clubes más populares. Earribo de Chacarita —tras una durpelea con la Asociación para que laceptara el añadido de Juniorr a Primer

División recién pudo producirse e1925. Fue un torneo ganado poHuracán, donde brillaba GuillermStábile, el filtrador, goleador de l

Selección Argentina que en 1930 fusubcampeona mundial.

Para llegar a la máxima categoríaChaca venció por 2-1 a la intermedia d


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Boca y ganó el torneo de SegundDivisión con Eduardo Pibona Alterio esu arco.

Justamente fue Alterio, tío deexcepcional actor Héctor Alterio, quieuvo el alto honor de ejecutar el prime

penal en el profesionalismo. Lo hizo e1931 contra Tigre y se lo convirtió aarquero Savarro, en una acción en la quSavarro decidió quedarse inmóvil junt

a un poste, en señal de protesta contra lsanción del árbitro Riestra. El partiderminó empatado en tres goles.Esa llegada a la Primera División tuv

un premio extra:José Gaslini, ex-delantero del Clu

Alvear, fue convocado a la Selección fue el primer funebrero en ponerse l


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camiseta albiceleste, el 12 de julio d1925, cuando Argentina empató 1-1 coParaguay en el viejo estadio de Sportiv

Barracas.Esa primera campaña lo ubicó en u

excelente quinto puesto, solamentsuperado por Nueva Chicago, EPorvenir y Temperley, pero dejandobien atrás a Sportivo Barracas, AIBoys, Argentinos Juniors y a un Boc

Juniors que apenas disputó 7 partidosporque realizó su exitosa gira poEuropa. Y cuando en 1928 las viejaasociaciones se fusionaron, creando u

orneo de 36 equipos, Chaca quedó en epuesto número 12, algo que fumejorado en 1929, cuando el torneo sdividió en dos zonas y llegó tercero


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detrás de Boca y de San Lorenzo.Para esos años, se modificaron lo

colores iniciales.

Las primeras camisetas eran celestescon cuello y puños blancos. Esocolores tuvieron un origen muy simpleas había donado la hermana de uno dos socios fundadores, Alfredo Palacios

homónimo del primer diputadsocialista de América Latina. Durant

algunos partidos del amateurismo y en eprimer torneo profesional de 1931Chacarita utilizó una camiseta celestcon una franja horizontal blanca, e

homenaje a su primera vestimenta.Carlos Piro señala que «segú

recuerda Néstor Lema, hijo de Albertouno de los fundadores del club, eso e


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cierto, pero asegura que fueroregaladas por la casa Avelino Cabezasque cerró en 1924, donde trabajaba

algunos de los fundadores del club. Yaen 1920 las fotos muestran que sutilizaba la tricolor, a rayas rojas negras, separadas por una blanca, máfina. El hijo del fundador asegura qufue un regalo posterior de la casa Gat& Chaves, donde trabajaban varios d

os hermanos Lema, sin tener ningúsignificado particular, como siempre sdijo. Varios ejemplares del diario LaArgentina dan una versión distinta d

cómo se llegó a la camiseta tricolar. Ediario señala que la primera camiseta dChacarita era blanca y roja por mitadesLuego de la segunda fundación, e


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agosto de 1919 se empezó a usar lceleste. Un párrafo extraído del diariÚltima Hora de 1924 agrega que 'lo

dirigentes del entusiasta club ChacaritJuniors han decidido cambiar sucolores, ya que estos son utilizados pootros clubes, es por eso que han llegadhasta una conocida casa especializada compraron varios juegos a bastoneverticales blanco, negro y rojo, qu

fueron del agrado de todos'».Pero la versión oficial indica que fudurante la primera década cuando lodirectivos decidieron cambiar de raíz l

camiseta. Se eligió el blanco de lpureza, el rojo de la sangre del pueblo el negro del cementerio. ¿Hace faltexplicarlo? Chacarita nació en u


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Comité Socialista (rojo), muy cerca decementerio (negro) y con las más altalusiones (blanco). Así, con esa enseñ

ricolor, llegó la camiseta definitiva.En cambio, no necesita muchas vuelta

el apodo popular al nuevo club, el dfunebreros, por la cercanía con eCementerio de la Chacarita. A algunono les gustó, pero fue muy apto para quos distintos diarios de la época —salv

La Nación y La Prensa de ese entoncesmuy formales y conservadores— usarael sobrenombre para titular, algo ascomo «Chacarita enterró a River»

«Chaca le cavó la fosa ndependiente».

Chacarita dio la enorme ventaja de nener estadio hasta 1933, cuando pud


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Chacarita. Eso significó para lofunebreros el desalojo de su cancha y ldecisión de encontrar un lugar definitiv

nuevo. Se hizo la mudanza, se llevaroas estructuras y los tablones de mader

hacia San Martín, en la zona de VillDiehl. Todo esto hizo que Chacaritfuera local durante los primeros partidode 1945 en la cancha de Ferro y reciéel 15 de julio inaugurara su cancha —

que quedó lista luego de un formidablrabajo de 141 días— ante Lanús, con uempate en dos goles.

El acierto del cambio de lugar implic

que Chacarita aumentara notablementsu caudal societario, lIevándolo d4.960 que tenía en 1944 a casi ocho miun año y medio después. Su hinchad


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seguiría creciendo porque el club, entrotras cosas, se afincó en una zona qucarecía de un equipo de Primer

División. Ni hablar cuando el equipo dSan Martín ganó el campeonatMetropolitano de 1969 aplastando River por 4-1 en la cancha de Racing.


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ATLANTAEl fervor de los

bohemiosEntre mediados del siglo XIX y e

comienzo del siglo XX, en cada barrioen cada cuadra, había un grupo dchicos dispuestos a formar un equipo darle nombre, color y sello a su ilusión

En el barrio de Monserrat no pasabnada diferente. La idea venía desdhacía rato. Otra vez, un grupo dadolescentes, algún veinteañero y la

ganas de todos: crear un club de fútboLa cita ocurrió en la casa de Alsin1119, cerquita de la Avenida de MayoAllí se juntaron Héctor Franco, Trifó


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Piaggio, Juan Escribano, BenignLarissa y varios entusiastas más. Fue u12 de octubre de 1904.

Primera coincidencia: años máadelante les pusieron bohemios y el díde la reunión fundadora los muchachono encontraron demasiadacomodidades en esa casa y se fueron una plaza cercana ubicada en lntersección de Buen Orden (ho

Bernardo de Irigoyen) y ConcepcióAvenida Independencia).Allí se votó elegir la casa de San

como sede del nuevo club, se decidi

aceptar la moción de Fabián Orradre dponerle Atlanta, en homenaje a lavíctimas de un tornado que habídevastado la ciudad del mismo nombr


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en Georgia, Estados Unidos. Nuncconfirmada, otra versión indica qualgún integrante de la reunión recordó e

nombre de un barco que estaba fondeaden el puerto porteño, ubicado a pocacuadras.

y lo mismo sucede con la camisetaAtlanta siempre tuvo la misma, azul amarilla a rayas verticales, a propuestde Emilio Bolinches, quien fuer

arquero del equipo en los primeroaños. Sobre el por qué de los coloresen aquella época eran muchos los toldode los comercios de Buenos Aires qu

enían rayas azules y amarillas, lo quhabría inspirado a Bolinches.

Lo que no podían conseguirustamente, era la camiseta pensada, azu


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amarilla a rayas verticales. Por esmotivo, salieron a buscar la tela apenas pudieron llevarse varios metro

de lona azul y amarilla de la casa Lagpara hacer la ropa futbolera. Claroultracalurosas y, cuando se mojaban dsudor, recontra frías.

y empezó la recorrida por BuenoAires para conseguir cancha propia. Lprimera fue en Floresta, donde hoy s

cruzan Juan Bautista Alberti y lAvenida Escalada. Allí, levantando suprimera casilla de madera, debutaron e29 de abril de 1906, cuando le ganaro

por 3-1 a Estudiantes de Buenos AireB.

En el libro La historia de Atlanta, dAlejandro Domínguez, el investigado


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explica que «en esa cancha jugaban lodomingos, pero al terminar el partidos miembros de la comisión realizaba

penosos viajes transportando cada unos implementos a sus casas. Luego, lo

muchachos consiguieron que la hermande Elías Sanz, vecina del lugar, se loguardara. El club tenía en su canchhasta un baño, un tanque sobre el techouna flor de una regadera y baldes d

agua que traían los domingos a lmañana desde dos cuadras de distanciaLos días de partido se los veírabajando intensamente, con un

pequeña herramienta llamada zapíhacían una suave canaleta que despuélenaban con cal mediante una regadera

con objeto de marcar las rayas blanca


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del rectángulo de juego. Con una palancha y una carretilla con tierremparejaban los desniveles del terreno

Al terminar el partido, ofrecían matcocido y galletas marineras a lougadores locales y visitantes», Pero l

cancha se perdió rápido y hubo qumudarse.

Primero fue otro terreno en Florestaque duró muy poco.

En 1906 hubo un intento de fusión coel Club Atlético Olivos que noprosperó. Enseguida llegó la reuniócon la gente del Club Atlético del Oeste

que había encontrado un terreno en eParque Chaca buco. Había que elegir unuevo nombre y otros colores, pero nhubo acuerdo. Sin embargo, y po


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niciativa de algún audaz, Atlantempezó a jugar en la nueva cancha dCaballito Sur. Actuó oficialmente all

desde 1910 hasta 1918, cuando debiabandonar el lugar por disposiciómunicipal. Mientras tanto, la sede sociaba cambiando de domicilio, pasand

por el Centro, Palermo, Congreso, Onc algunos lugares más. Desalojado de

Parque, Atlanta decidió ser local en e

campo de juego del Club Banco Naciónotra vez en Floresta, en Carrasco 250donde actuó entre 1920 y 1921.

Atlanta ya era internacional en 1918

cuando colocó su primer jugador en lSelección Argentina. El defensor MarioBusso jugó contra Uruguay el 25 dagosto de 1918 en la cancha d


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Gimnasia, en Palermo. Al fin, en 1922 después de un peregrinar que llevó aapodo de bohemios, consiguió el predi

definitivo de Villa Crespo. Fue en lcalle Humboldt, a pocos pasos de lAvenida Corrientes. Atlanta lo inauguróoficialmente empatando 11 con River, e30 de julio. El equipo llevaba diez añode competencia importante, porquntegraba el grupo de equipos d

Primera de la Federación Argentindesde 1912. La cancha se mantuvo hast1959, cuando la Comisión Directivdecidió ampliarla y construyó el nuev

estadio, inaugurado el 5 de junio d1960 contra Argentinos Juniors.

ARGENTINOS JUNIORS: CUNA DETALENTOS


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Cerca de Villa Crespo, pegaditoambién a Caballito, está el barrio de L

Paternal. La difusa zona que separa a l

parte norte de Caballito de Paternal estntimamente ligada a la existencia d

otro de los clubes populares de lCapital Federal. Pero no son muchos loque saben que Argentinos Juniorambién se fundó en Villa Crespo. E

realidad, es el verdadero club de Vill

Crespo en cuanto a su origen. LAsociación Atlética y FutbolísticArgentinos Unidos de Villa Crespo hizosu aparición un 15 de agosto de 1904, e

una obra en construcción situada en lacalles Aráoz y Corrientes.

Ahí se juntaron los muchachos de doequipos de la zona, el Mártires d


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Chicago y el Sol de la Victoria, que unahoras antes habían formado ucombinado que le ganó 3-1 al má

poderoso Catedral Porteño. Muentusiasmados, decidieron crear el cludel nombre tan largo que hubo qureducirlo para que pudiera entrar en esello que lo identificaría. La reunión shizo esa noche y, a pedido de LeandroRavera Bianchi, su primer presidente, s

dejó formada la Asociación AtléticaArgentinos Juniors, con su sedprovisoria en Aráoz 450, a escasometros del lugar de fundación. Algo

queda claro, Argentinos Juniors —tacual la idea de sus fundadoresocialistas— no nació como un clubsino como una IIAsociación Atléticall


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La ideología tiñó su nacimiento, máallá de que hoy no sea un hechsignificativo.

Una vez fundado y conseguido el sellohabía que buscar una cancha donde jugaal fútbol. Los muchachos revolvierocielo y tierra y pudieron hacer pie ealgunos terrenos de Caballito y VillCrespo, especialmente en uno ubicaddonde hoy está el monumento al Ci

Campeador, allí donde se cruzan laavenidas Honorio Pueyrredón, GaonaSan Martín, Ángel Gallardo y DíaVélez.

Después de pasear por canchas deárea, hubo una mudanza a VillBallester, otra a Villa Urquiza y eretorno a la zona. Finalmente, s


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consiguió estabilizar la situación en loerrenos ubicados en Estomba 902

Según cuenta la página web oficial, «e

os días de partido, el alambrado ercubierto con una lona que impedía lvisual desde la calle, por lo que se noconoció como el club de la lona.

Los jugadores se cambiaban ecasillas que carecían de duchas y ecanchero, subido al techo, los bañab

con una regadera. El hombre eraademás, criador de palomas mensajerasas que eran utilizadas para saber lo

resultados de los partidos, cuand

Argentinos era visitante«.Sobre los colores hay dos versiones

Una, explica que la primitiva camisetverde y blanca a rayas verticales dur


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muy poco, porque los ideales socialistade la mayoría de los flamantedirigentes llevaron a adoptar el rojo

blanco. No hay que olvidarse de que poesos días era electo diputado el jovesocialista Alfredo Palacios, del barriode La Boca, y eran muchos los que ladmiraban.

La otra, señala que en realidad lcamiseta albiverde pertenecía a uno d

os clubes anteriores a Argentinos, eMártires de Chicago, y que lomuchachos la usaron en los primeroiempos pues no los dejaron inscribir l

casaca roja con blanco porqundependiente estaba anotado con e

mismo atuendo.La historia siguió con el ascenso


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finales de los años treinta, cuanddespués de descender en 1937, eferrocarril le embargó la cancha y s

quedó con apenas cien socios, muchadeudas y un enorme interrogante de caral futuro. Peleó en Segunda División —en 1940 inauguró su nueva cancha eBoyacá y Médanos, luego Juan AgustíGarcía—, aunque la AFA no lo dejóascender aplicando una reglamentació

que no había utilizado con equipos mámodestos, como Almagro en 1938 Argentino de Quilmes en 1939. AFAexigía una determinada cantidad d

espectadores que la cancha no cumplíaEl estadio, que se mantendría hast1983, estaba enclavado en La Paternal sería definitivo. En 2004, cuando lleg


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el centenario, Argentinos se dio el lujode reinaugurarlo, pero construidntegramente de cemento y funcional

os tiempos que corren.La historia fue mucho más amplia

gloriosa años después. El retorno Primera, el semillero del mundo coDiego Armando Maradona comoestandarte máximo, los dos títuloocales, la Copa Libertadores y la fina

perdida por penales contra Juventus eTokio, pero ejemplo de cómo hay queugar un partido representando a nuestr

país. El apodo ya no era los criollo

como en los primeros tiempos, sino emás logrado bichos colorados, unadjetivación que el diario Clarín uspara identificar a un equipo que cuand


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regresó a Primera División en 1956 sdedicó a ganarle varias veces a los mápoderosos. Fue un acierto y quedó en l

historia, como el de Tifón de Boyacque todavía su hinchada carea, ucomentario del desaparecido diario ELíder del 13 de noviembre de 1955cuando Argentinos ganó un difícipartido en la vieja cancha dExcursionistas.

En 1934 —por disposición de lflamante AFA Argentinos y Atlantauvieron que fusionarse, lo mismo qu

Lanús y su vecino, Talleres de

Remedios de Escalada.El engendro no resultó. Una pésim

campaña, con apenas 2 triunfos y empates en 39 partidos, un equip


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entremezclado con jugadores de los do una de las camisetas más feas que s

recuerden: roja con una letra V azul

amarilla en el pecho. Encima, lohinchas no se juntaban, en un sectoestaban los criollos y en otrognorándolos, los bohemios. Atlantuvo problemas legales y los último

catorce encuentros los disputArgentinos en soledad. A fines de 1934

odo volvió a la normalidad y cadquien a su lugar.PLATENSE: POR UNA CABEZASon muchos los orígenes posibles d

un club de fútbol, pero es difícil dmaginar que exista alguno que se hay

fundado prácticamente en un hipódromoAsí fue —hace más de un siglo— e


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nacimiento del Club Atlético Platense.A mediados de octubre de 1904 —

exactamente el día 16— se disputó un

carrera más en el viejo Hipódromacional. Un grupo de pibes —el mayo

no había cumplido los 20 años—recibieron el dato de que un caballlamado Gay Simon «tenía» que ganar

Los chicos juntaron las pocas monedaque tenían y pudieron comprar apenas

boletos. Gay Simon ganó dejando udividendo gigantesco. Pagó 89 pesopor boleto, la exorbitancia de 44pesos.

Ahí nació la idea del club de fútbolporque con esa plata podían comprar lpelota, ropa, tener dinero parmovilizarse y algo más. Los pibes era


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del viejo «barrio de las latas», zona da Recoleta que poco tenía que ver co

su forma francesa y coqueta de año

posteriores. En el grupo que decidicrear el club se destacaron los hermanoPianarolli, Santos Aliverti, José Vivian Carlos Garbagnati, entre otros. Suntaron varias veces, hubo acuerdo y e

25 de mayo de 1905, en honor a lpatria, le dieron forma al club. L

pusieron Platense, en homenaje al studel caballo Gay Simon. Fijaron lprimera «sede» en la casa de Garbagnaten Callao 2058 y las reuniones pasaría

a hacerlas en la carbonería de Alivertien Posadas 1515.

En cuanto a sus colores —únicequipo del fútbol profesional co


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camiseta marrón y blanca—, decidierodejar de lado la primitiva chaqueta deockey (azul y roja) y tampoco quisiero

os colores del stud (roja con cuello puños negros). En realidad, loencuentros iniciales los jugaron con uncamiseta roja que tenía tres calamarenegros estampados. El marrón y eblanco vinieron poco después, pero nienen un origen claro, si bien alguno

historiadores lo ubican en un distintivdel propio stud dueño de Gay Simon.Platense no tenía cancha propia, as

que jugó sus primeros desafíos en l

lamada Plaza Japonesa, luegconvertida en el viejo Parque Japonéde diversiones, ubicado cerca de lEstación Retiro. En 1906 se afiliaron


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a Liga Central, donde enfrentaron poprimera vez a Independiente y BanfieldEl debut fue con una goleada al club 1

de Mayo por 5-0, en condición dvisitante. El 25 de mayo de 1908Platense pudo inaugurar su canchempatando 3-3 con un cuadro llamadSalguero.

El terreno se había conseguido porqualgunos empleados municipales lograro

aflojar a un funcionario que les cedió epredio ubicado en la calle Blandenguelo que hoy es Avenida del Libertador)

Manuela Pedraza. Lo emparejaron com

pudieron, teniendo en cuenta que erzona inundable por su cercanía con erío. Cargaron unas maderas qupertenecían al embalaje de los primero


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autos importados en la chata de JuaColombo y armaron la casilla. En esugar, Platense se ubicó con su flamant

canchita junto a otros clubes reciénacidos, como Comercio, LibertarioUnidos (hoy Colegiales) y KimberleyFue en ese campo de juegopermanentemente embarrado, que augar varias veces seguidas co

camiseta blanca nació el apod

calamares y también la idea de algúdirectivo de agregar una franjhorizontal marrón.

Tras debutar oficialmente en mayo d

1910 ganándole a Olivos por la CopBullrich, el club de Núñez llegó Primera en 1913, consiguió el segundpuesto en 1916 con un celebrado triunf


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ante el invicto y poderoso multicampeóRacing y se mantuvo en la máximcategoría hasta 1955, cuando todos lo

equipos de barrio, porteños suburbanos, ya habían bajado a lPrimera B. Fue en ese contexto que eugador Alberto Felisari jugó para l

Selección Argentina, el 15 de agosto d1916, cuando la albiceleste venció Uruguay por 1-0 en el Parque Belveder

de Montevideo. Primer calamaseleccionado.Kimberley fue el resultado de un grup

de fundadores de Platense qu

decidieron crear otra institución. Nsería la primera división, porque e1921 se produciría otra, con el insólitresultado de que había dos Platens


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ugando en Primera División: uno en lAsociación Argentina y otro en lAsociación Amateur, algo que se

prolongaría durante cinco años. El «otrPlatense» pasaría a llamarse Universal desaparecería con el correr del tiempo.

Platense jugó diez años en su terrende Núñez y se mudó varias cuadrahacia el oeste, para situarse en la míticesquina de Manuela Pedraza y Crámer

en 1917. El 9 de julio de ese añnauguró la cancha en un partidamistoso con Provincial de Rosario.

Como explica el poeta tanguer

Héctor Negro en el libro aniversario dos 75 años, «Manuela Pedraza

Crámer fue el primer templo tumultuos dominguero al que asistí en pos de l


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ceremonia largamente imaginada.El primer hervidero impregnado d

eyenda que me tuvo por ávido testig

abismado de asombro. Edescubrimiento del primer territorio dun mundo maravilloso y dispersocongregado al unísono sobre muchorectángulos con pretensión de verdepleno de incitantes promesasmprevistas y presentidas a la vez. Fu

a primera ruta —Crámer derecho—desde mi barrio rebosante de frondascercos y jardines, allí donde la fronterentre Belgrano y Colegiales s

confundía entre rosales y malvonesigustros prolijamente podados

campanillas ariscas y parrales quentoldaban agrietados patios«.


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Su hincha más famoso fue RobertGoyeneche y también hubo otro tanguercalamar, el respetado Edmundo Rivero

Sin embargo, el tango Platense lo entonFloreal Ruiz —otra ilustre— allá po1943 y enseguida se transformó en ehimno del club: «Muchachada dPlatense, cantaremos la canción, a locolores que viven, siempre en nuestrcorazón y marchemos siempre unidos

con la fe puesta en triunfar, decididos a victoria lograr». Platense tuvo scancha —en un terreno que le alquildurante más de 50 años a la famili

Delcasse— y la perdió en 1971, cuandos hijos del viejo dueño decidiero

repartir la herencia, o sea el terrenoPenó ocho temporadas por diferente


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grito de guerra de su gente es el «dalmarrón». Alguna vez, Platense jugó cocamiseta azul, verde o roja, pero fuero

simples accidentes. El marrón y eblanco, de formas y combinaciones hastnverosímiles, han sido su vestiment

natural, que lo diferencia de todos surivales.

TIGRE: MUCHO MÁS QUE UN RIOMucho más al norte, casi en el límit

del Gran Buenos Aires, ha vuelto asomar su cabeza el Club Atlético TigreUna institución también centenaria

quizá una de las entidades má

desaprovechadas en la historia defútbol argentino. Con un crecimientmportante hasta los años '50, Tigre fu

perdiendo gravitación y en los último


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cincuenta años apenas pudo saborear upar de temporadas en Primera Divisióncuando ascendió en 1968 y en 1980

retrocediendo nuevamente unemporada después.

La Zona Norte bonaerense, acontrario de lo que sucede con eConurbano Sur, tiene pocos clubes dfútbol.

Quiere decir que Tigre tiene un

amplia zona de influencia y no hogrado afirmarse más alrá de algúbuen momento pasajero. Erroredirigenciales, flojos equipos, su histori

ha estado jalonada de esas situacionesHoy parece intentar revertirlo y quedclarísimo que aún está a tiempo. Cuandanda bien, lo sigue una multitud.


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Su historia arrancó en una casa de lAvenida Cazón 1260, propiedad de JoséDellagiovanna, primer presidente de

club. Allí se reunieron, un 3 de agostode 1902, los jóvenes que dieronacimiento a Tigre, aunque no quedademasiadas constancias del hecho. Lanundaciones que ocasionó el río La

Conchas, primero en 1910 y después e1928, se llevaron todos los documentos

Lo que se sabe con certeza es que sprimera denominación fue Club AtléticoJuventud de Tigre.

El acta de fundación del club señalab

que lo habían creado Carlos SciarraVicente Haedo, José DellagiovannaArmando Scanzi, Antonio Beiras, CiriloMerelo, Adolfo Mermier, Roberto


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Barcala, José Truba, Carlos BonelliJosé Dalfobo y Antonio DellagiovannaLa primera cancha estuvo ubicada frent

a la actual Plaza San Martín (Tigre)donde confluían las calles Sarmiento Sáenz Peña, en el barrio conocido comLos Perales. En ese lugar no habíapodido construir la casilla requeridpara que se cambiaran de ropa lougadores, que tenían que hacerlo al air

ibre, detrás de un par de frondosoárboles. Apenas pudieron conseguir quDellagiovanna donara la casilla donddormía un enorme perro de s

propiedad.Señala la historia que para jugar e

primer partido ante el Club Atlético LaConchas, los pibes que fundaron Tigr


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necesitaban camisetas y aún no habíadefinido sus colores. Que fueron anegocio de ropa que tenía Adolfo Lebe

que le pagaron 9 pesos con 9centavos por el equipo y que el dueñde la tienda les fió el resto, porque nalcanzaba. Las camisetas eran azulecon puños y cuello rojos.

Así quedaron marcados a fuego con lprimera camiseta y sus infinita

variantes, siempre respetando el rojo el azul, con algunos toques de blanco emuchas ocasiones.

Por eso, en las primeras épocas

durante buena parte del amateurismo, esobrenombre fue los azules del Norte.

Cuando consiguieron un nuevo solaros directivos construyeron rápidament


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echero existió, que no se cayó nunccon carro y todo al agua, que nadimurió ahogado y que la leche llegó

quienes la necesitaban.En realidad, una explicación má

razonable indica que Tigre tuvo variopartidos seguidos en los que, con muchsuerte de su lado, pudo ganar loencuentros, y a los suertudos se lodenominaba «lecheros», que tenía

«mucha leche». Por eso, cuando vencíaa Tigre como visitantes, los hinchas dese equipo exclamaban que había«ahogado al lechero». Esa «cancha de

echero ahogado» era también el hogadel equipo denominado «locascadores», producto de la golpiza qusufrió el árbitro Calixto Gardi y qu


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provocó la expulsión de Tigre de loregistros del fútbol asociado en 1914En aquella época, los incidentes e

cancha tigrense —a siete cuadras de lestación del tren que venía desde Retir— eran numerosos, con saldopermanentes de lesionados y contusosLa fama, justamente, no era de lamejores. Aunque hubo algo bueno: esaño 1914, concretamente el13 d

septiembre, marcó el debut de ufutbolista tigrense en la Selección. FuFrancisco Crespo, puntero izquierdoquien jugó contra Uruguay, con victori

argentina 2-1 en la cancha de Gimnasiaen Palermo.

El cuarto estadio es el actual, sito eGuido Spano y Presidente Perón, en l


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ocalidad dé Victoria, inaugurado el 27de septiembre de 1936. Tigre jugaba ePrimera División, donde había llegad

en 1913, inscripto en la FederacióArgentina, luego de ganarle la final dntermedia a Argentinos de Véle

Sársfield (el Vélez de hoy) por 4-2. Eclub se mantuvo en la máxima categorí—fue séptimo en 1925 y evitó edescenso en 1927 por una decisión de l

Liga— y participó de la creación deprofesionalismo junto con otradiecisiete instituciones. En ése primeorneo rentado de 1931, Tigre llevó a

conocimiento popular a un delanterlegado de Rufino, Santa Fe, dueño d

un tremendo remate, que al año siguientfue transferido al poderoso River Plate


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Bernabé Ferreira, el mítico Mortero dRufina.


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CAPÍTULO DOS

Gimnasia y Esgrima La Plata Estudiantes de La Plata Quilmes · Argentino de Quilme

Defensa y JusticiaA fines del siglo XIX, la ciudad de LPlata nació de la rapidez creadora de unspirado Dardo Rocha, gobernador d

a provincia de Buenos Aires, quien en1881 prometió la fundación veloz deuna ciudad populosa y floreciente quepara las necesidades administrativas

políticas, reemplace a la antigucapital». Finalmente se decidiemplazar la nueva ciudad muy cerca de

solitario pueblo de Tolosa, en aque


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entonces con siete mil habitantes y dieaños de existencia, en la zona del puertde Ensenada, próxima a l

desembocadura del Río de la Plata. Allse trabajó para eliminar bañados, usector de tupida vegetación, relleno alisado del terreno y todo quedó listoEn noviembre de 1882 llegó lnauguración oficial de la nueva capita

bonaerense. El crecimiento fu

explosivo, porque a los cinco mihabitantes originales, La Plata le sumgente de todo el país. En 1910, año deprimer Centenario de la Revolución d

Mayo, ya la habitaban cien mil almas.Así empezó todo, con un esquem

urbano revolucionario, con plazapletóricas de tilos y jardines, diagonale


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que unían las calles más lejanasEnseguida arrancó la actividad culturael teatro y también el deporte. A la

flamante capital bonaerense habíalegado para trabajar y vivir numeroso

porteños, algunos de ellos coparticipación previa en el Club dGimnasia y Esgrima de Buenos Airesfundado en 1880.

Una institución donde se darí

especial relieve a esas dos disciplinasademás de actividades en espaciocerrados. Fueron las ideas de recreauna entidad similar en La Plata las qu

levaron a la constitución del Club dGimnasia y Esgrima La Plata, un 3 dunio de 1887.


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GIMNASIA yESGRIMA LP

Apetencias de loboEl acta de fundación del que es el club

más antiguo del fútbol argentinpermanece en la sede del club. Fuero54 socios los que decidieron la creaciódel Lobo y la primera presidencia par

Saturnino Pedriel. La reunión se hizo ea Sala Comercial, ubicada en lAvenida 7 entre las calles 46 y 47.

Gimnasia tuvo muchas dificultades e

sus comienzos, porque en la últimdécada del siglo XIX y bajo lpresidencia de Alejandro Korn la nueventidad sufrió la deserción de vario


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socios importantes y tuvo que mudarseDe su primitiva sede en Calle 54 casesquina con la Calle 5, se fue a un

oficina del ferrocarril en Avenida 7 yCalle 50, para encontrar su seddefinitiva en la Calle 4, entre 51 y l. JEn esos años, el fútbol no existía en eclub y recién en 1901 el «deporte de longleses locos» se entreveró con el rest

de las actividades. Fue un 21 de abril d

ese 1901 cuando se inauguró la Plaza dJuegos Atléticos, en Ia Avenida 1 yCalle 47. Allí empezó a gestarse eLobo futbolero, donde está emplazad

hoy la Facultad de Ciencias Físicas Matemáticas de la Universidad Nacionade La Plata.

La camiseta era un modelo similar a


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que tendría Racing, celeste y blanca rayas verticales, ni demasiado gruesani demasiado finas. Los dirigente

querían resaltar el carácter argentino da institución. Sin embargo, para 1911 s

había adoptado el azul en lugar deceleste, justamente para diferenciarldel equipo sensación de la primerépoca del amateurismo. Ya en 1914, lacamiseta cambio su forma, y siend

blanca se le agregó una banda horizontaazul que se mantiene vigente hasta hoy.La inicial participación futbolera l

hizo jugar desde 1905 en la canchita de

club Belgrano, luego en el mismerreno donde hoy se levanta su estadio

otra mudanza al terreno ubicado eCalle 12 y Calle 71, para finalment


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volver a la intersección de Calle 60 118, en el corazón del Bosque platenseAhí se hizo la inauguración oficial, el 2

de abril de 1924, con un partido que eLobo le ganó por 1-0 a Peñarol dMontevideo. Sin embargo, ya la historiregistraba varios años denfrentamientos con el rival que sería ede toda la vida: Estudiantes de La Plata

A Gimnasia, residente del Bosque, l

dicen lobo desde hace muchos años está claro el por qué. Sin embargoaquel equipo de 1933 fue el expreso y ldenominación tenía que ver con e

cuadro que se entreveró en la lucha poel campeonato hasta las últimas fechasCon algunos jugadores sobrevivientedel título ganado en 1929 en la final


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Boca, sin Pancho Varallo —transferidoal club xeneize— y con otros nombresGimnasia fue modelando una campañ

excepcional, que fue detenida por lopoderosos del momento de la peomanera.

El equipo tenía en los zagueroRecanatini y Delovo, en Pepe Minellaen el cañonero Naón y en la parejzquierda de adelante con Zaraza

Morgada, a un grupo exquisito dugadores. Por eso ganó la primerrueda con 27 puntos, dos por encima dSan Lorenzo, cuatro más que Boca

River y cinco de ventaja sobre Racing ndependiente. En esa primera parte

Gimnasia goleó a Vélez (4-0)Argentinos (5-2), Chacarita (5-1)


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Talleres (5-2), Boca (5-2), además dganarle a San Lorenzo y Racing y vencecomo visitante a su clásico riva

Estudiantes.Encima, el plantel decidió n

presentarse a jugar la revancha contrEstudiantes, aduciendo que lodirectivos no les habían pagado epremio pactado por haber ganado lprimera rueda. Con suplentes, Gimnasi

ganó 1-0 provocando un terremotfutbolístico en la ciudad de La PlataPerseguido por los cinco grandes, eexpreso llegó a la fecha número 26 co

dos puntos de ventaja sobre Boca y tuvque visitar la cancha xeneize. Espartido quedará en el recuerdo, porquel árbitro De Dominicis perjudic


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claramente a Gimnasia al inventar upenal y convalidar un gol de Boca eposición adelantada, y lo privó de un

victoria justa. Fue tal el escándalo, quDe Dominicis fue expulsado de la LigArgentina.

Pero los puntos quedaron en poder dBoca, que alcanzó la punta junto con svencido.

Después de mantener el liderazg

ganándole a Independiente, Gimnasivisitó a otro poderoso, San Lorenzo, eel Gasómetro de Avenida La PlataFaltaban siete jornadas para el final de

orneo y otra vez fue perjudicado por uárbitro. El partido fue suspendidcuando faltaban 12 minutos, con lnusitada goleada de San Lorenzo por 7


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1. Según explica Pablo Ramírez eHistoria del profesionalismo, con epartido 2-1 a favor del dueño de casa

«buscaba el equipo visitante el empatecuando ante una brusca acción de uno dos zagueros de San Lorenzo, el árbitr

Rojo Miró otorgó un tiro libre fuera deárea, cuando la infracción, visiblementese había cometido un par de metrodentro de la misma. Luego de esa jugad

se produjo una incidencia que habría ddar origen a un hecho que ganó un lugadentro de la historia del fútbol.

Ante un avance de San Lorenzo

remató hacia el arco Diego García; earquero Herrera contuvo la pelota en lalto, y si bien pisaba el interior de lvalla, aquella era mantenid


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notoriamente fuera de la línea de goFue en ese instante en que el juezubicado muy cerca de la acción, otorg

sin vacilar el gol, aduciendo que eguarda valla había llevado las manohacia atrás, penetrando la pelota en earco» .

Continúa Ramírez explicando que «lougadores de Gimnasia creyeron ve

claro el propósito de volver a se

perjudicados, por lo que protestaroairadamente la decisión adoptada por eárbitro, llegando uno de ellos {Martína arrojarle un puntapié, por lo que fu

expulsado.Pero entonces ocurrió algo inusitado

siguiendo una instrucción sugerida dantemano, los jugadores procedieron


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sentarse en la cancha, sin oponer lmenor defensa a la acción de lougadores contrarios y limitándos

únicamente a poner la pelota emovimiento después de cada gol que lougadores de San Lorenzo lograban coa mayor comodidad. Así se prosiguió

por algunos minutos, hasta que el señoRojo Miró, sin esperar el cumplimientdel tiempo reglamentario, dio po

finalizada la parodia y el desaire a quse vio sometido, retirándosrápidamente de la cancha, mientras lougadores de ambos bandos s

saludaban cordialmente. Los jugadorede Gimnasia fueron despedidos con máaplausos que reprobación, actitunatural ante futbolistas que habiend


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sido notoriamente perjudicados, habíaapelado a una protesta tan original compasiva, hecho que terminó por cubrir a

cuadro de una aureola de gloria casi tagrande como si hubiera ganado ecampeonato«.

Ese mítico equipo de el expresfinalizó cuarto, a cuatro puntos decampeón San Lorenzo y a tres desubcampeón Boca Juniors. Justamente

os dos cuadros beneficiados poescandalosos arbitrajes. El apodo y eplantel pasaron a la inmortalidad.

Gimnasia tuvo más sobrenombres. E

más conocido es el de triperos y tambiéexistió —aunque ya casi dejó dutilizarse— el de basureros, porque unde sus presidentes, de apellid


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Venturino, tenía la concesión de larecolección de basura en la ciudad dLa Plata. En cambio, tripero se

mantiene todavía vigente cuando algúhincha veterano se acuerda. AlfredoLartigue, socio número 1 de Estudiantesse lo había dedicado a EmiliFernández, arquero de Gimnasia qurabajaba en el frigorífico Swift d

Berisso. Y la versión que da la gente de

Estudiantes de La Plata sobre el apodripero que cayó sobre el bueno dFernández y por carácter transitivsobre todos los hinchas de Gimnasi

iene otras explicaciones y variantesFue justamente el arquero EmiliFernández el primer jugador dGimnasia y Esgrima La Plata que integr


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a Selección Argentina, cuando cuidóos palos ante Uruguay (3-1), el15 d

agosto de 1916 en la vieja cancha de

Racing Club.Sobre el Río de la Plata, cerquita d

La Plata, están las ciudades de Ensenad Berisso, donde se instalaro

frigoríficas a fines del siglo XIXAlbaneses —los primeros—, rusospolacos, yugoeslavos (como el célebr

Josip Broz, Tito) vinieron a dejar sudo esfuerzo en el frigorífico. El fútboprendió rápido y los obreros tomaropartido por Gimnasia, antes que po

Estudiantes. Eso provocó que cambiara cuna histórica del club, porque su

fundadores habían sido gente de laclases acomodadas de la ciudad de L


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Plata. Ahora, el sentimiento ercompartido por otros, con menos suert muchísima ilusión, Del apoy

permanente de la gente de Berisso, llegel apodo de triperos. Es que aquellohinchas destripaban animalediariamente.

Si Lartigue lo calificó primero Emilio Fernández o si el ingenio popula—más vinculado al rival de siempre e

este caso— le puso el mote a todGimnasia, queda para investigadoremás tenaces y afortunados.


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ESTUDIANTES DE LAPLATA

Cabeza de leónLas mismas razones que calentaron lo

corazones de aquellos valientes que sanimaron a introducir el fútbol eGimnasia y Esgrima La Plataprovocaron la fundación de Estudiantes

Es que el «deporte de los ingleseocos» llevaba cuatro años ddesarrollo en Gimnasia cuando una seride hechos provocaron un drástic

recorte en las actividades y, de hecho, efútbol se quedó sin cancha. La viejcancha de la Avenida 1 y la Calle 47debió ser desalojada porque s


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empezaba a construir la futura Facultade Ciencias Físicas y Matemáticas de lUniversidad Nacional de La Plata. N

extrañó entonces que veinte muchachose juntaran en la zapatería Nueva Yorkubicada en la Avenida 7, entre 57 y 58Allí, sentados sobre lo que hubierdisponible, hicieron la reuniófundacional del futuro club. Muchos eraalumnos o recién egresados del Colegi

acional de La Plata y algunos hasthabía iniciado su carrera universitariaFue Tomás Schedden, en ese momentougador del equipo de fútbol d

Gimnasia, quien pidió la palabra mocionó el nombre de Club AtléticoEstudiantes. Fue unánime el apoyocomo no podía ser de otra manera.


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Pero como todos eran muy jóvenes, sdecidió nombrar a un presidente de máedad, más experiencia y más trayectori

en la vida ciudadana de La Plata, MigueGutiérrez. Desde ese momento, pasaroa citarse en la casa de Gutiérrez, sobra Calle 53. Y fue algunos mese

después, tras muchas dudas, quresolvieron elegir los coloredefinitivos.

En aquellos años Alumni arrasaba ea Liga y no había manera de vencerloEse lugar sería ocupado años despuépor el Racing Club, que ganó todo entr

1913 y 1919 Y se quedó, por sobrada razones, con el apodo de Academia parsiempre. La camiseta de Alumni era roj blanca a rayas verticales. S


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magnetismo era enorme entre los milede jóvenes que corrían atrás de unpelota y que en su gran mayorí

comenzaban a asomarse a la vida de uclub. Esa fue la razón por la que lofundadores de Estudiantes resolvieroutilizar la misma camiseta.

Claro que hubo problemas, porque lAsociación Argentina de Fútbol rechazóel uniforme al observar una clar

mitación de la camiseta del campeón daquellos años. No importó quEstudiantes se hubiera anotado eercera categoría, que no se cruzar

nunca con la vieja escuadra del EnglisHigh School. Por esa razón, tuvo quutilizar —entre 1906 y 1908— uncamiseta enteramente roja con una franj


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horizontal blanca, algo así como lcamiseta del Deportivo Marón, pernvertidos sus colores.

Aprovechando el lento peronexorable alejamiento de los alumnongleses y sus amigos de las canchas

Estudiantes volvió a usar la camisetalbirroja a franjas verticales, algo quse hizo definitivo en 1911. Fue con escasaca que ganaría su único campeonat

amateur, cuando se alzó en 1913 con eítulo de la flamante FederacióArgentina, con 14 triunfos en 18 partido una única caída ante Kimberley por 2

0. En ese mismo torneo participarondependiente, Atlanta, Tigre y

Argentino de Quilmes, junto a clubehoy desaparecidos como Hispan


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Argentino, Porteño y Sociedad SportivArgentina.

La cuestión de la cancha se resolvi

bien rápido. La primera canchita se situen terrenos de propiedad de FéliTettamanti, cercanos a la vieja estaciónde trenes La Clementina, sobre la Call19, esquina 51. Los muchachos jugabaallí y se cambiaban a una cuadra ddistancia, en 20 y 50, donde lo

galpones de la estación de tranvíahacían las veces de camarines. Estcancha se mantuvo hasta mediados d1907, pero dada su precariedad s

buscó otro predio.Según explica en su excelent

Estudiantes, historias de 100 años eperiodista Gustavo Flores, «en l


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manzana que tuvo como esquina símbola 1 y 57, en el lugar donde alguna veestuvo el Velódromo, se ubicaría l

nueva cancha. Y allí se quedaría parasiempre. El gobierno de la provinciautorizó a ceder ese espacio pegado aBosque al club que ganaba prestigio hinchas a fuerza de triunfos y grandeugadores. El terreno del Velódromo y

sus pendientes eran puro desnive

Trabajaron todos: los socios, lcomisión directiva y los jugadoresTanto costó, que Estudiantes no pudoparticipar del campeonato de ese añ

por carecer de una cancha apropiada varios de sus jugadores se fueron 'préstamo' a otros equipos. A lemporada siguiente volverían par


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estrenar la flamante casa».» Tras el emparejamiento —continú

Flores— lo primero que se edificó fu

una casilla a dos aguas. La misma quaparece en las primeras fotos del clubcomo fondo de los jugadores. Eprogreso no se detuvo, Estudianteampoco. En 1912 llegó la construcció

de la tribuna con techo, la primera desas características en el país. El rest

se iría completando con el correr de loaños yen 1937 llegaría la iluminacióartificial.» Dos años antes de lnauguración de la luz artificia

Estudiantes cambiaría su nombre. Es quen 1935 se integró el Club Social LPlata a Estudiantes y por ese motivo scambió oficialmente la denominación


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Estudiantes de La Plata.Nombre, colores, cancha, jugadores

hinchas. Todo los unía, aunque faltaba

algo que llegó para quedarse y no spudo modificar más. Desde hace uiempo, Estudiantes es el León, com

opuesto al Lobo que aúlla en terrenogimnasistas. El Lobo y el León. Pero erealidad, Estudiantes es el Pincha de LPlata. El Pincharrata.

La versión más extendida de este rarapodo habla de aquellos primeros añodel siglo XX, plena ebullición con lReforma Universitaria de 1918

muchos alumnos de la Universidad dLa Plata que se ganaban unos pesoimpiando el Bosque de la ciudad. L

hacían con pinches para aliviar l


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enorme cantidad de hojas que tapizabaardines y caminos.

Casi siempre había alguna rata par

cazar con esos pinches y los repelenteanimalitos eran blanco preferido de esomuchachos. Así nació el mote dpincharratas.

Estudiantes ya había poblado lSelección, a caballo de su título ganaden 1913. Le tocó el honor de ser e

primero a Juan Lamas, el 31 de agostde 1913, cuando Argentina venció po2-0 a Uruguay, en la cancha de Gimnasi Esgrima de Buenos Aires.


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QUILMESToda la espuma

Casi a mitad de camino entre BuenoAires y La Plata, re~ostada muy cercdel río, con un balneario que ho

anguidece, la ciudad de Quilmes cobijal club supuestamente más antiguo defútbol argentino que se mantieneempecinado, en la Primera División.Srata del popular Club Atlético Quilmes

nacido según la historia oficial un 27 dnoviembre de 1887 cuando un grupo d

ngleses deciden crear un club, una ideque venía gestándose desde varios añoantes, cuando Quilmes se convirtió euna de las estaciones principales de

ramal que conducía a la flamante capita


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provincial, La Plata.Está claro que a los jugadores

hinchas de Quilmes les dicen cervecero

desde tiempos inmemoriales. Lo curioses que el club y la cervecería nacierocon muy pocos años de diferencia. Ealemán Otto Bemberg —nacido eColonia en el año 1829— llegó al paísconstruyó una destilería de alcohol dgrano en la localidad de Hudson y pus

en marcha la edificación de una plantdedicada a la fabricación de cerveza e1887. EI31 de octubre de 1890 comenza producción y la venta, con la marc

que rescataba la antigua denominacióndígena de la localidad y que, con eranscurso del tiempo, se transformarí

en sinónimo del producto: Quilmes.


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El archivo histórico tradicional noenseña que en 1880 nació el QuilmeAthletic and Polo Club, bajo l

persistencia del presbítero J. TStevenson, quien unió pasiones parcrear el Quilmes Rovers Athletic ClubLa nueva entidad se anotó para jugar eorneo futbolístico de 1893, primer

organizado por la Argentine AssociationFootball League. Con esa denominació

volvió a jugar en 1895 y regresó, ycomo Quilmes Athletic Club, en eorneo de 1900, que ganó el antecesor d

Alumni, English High School. Su prime

presidente fue Guillermo Morgan recién en 1900, el fútbol se afianzó en lnstitución.

Hasta aquí, los datos parece


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nobjetables.Sin embargo, una profundísim

nvestigación que desarrolló e

historiador Jorge Gallego y que fupublicada durante el mes de noviembrde 2006 por el Centro para lnvestigación de la Historia del FútboCIHF) desmiente totalmente la teorí

anterior y sitúa el nacimiento del actuaclub quilmeño, diez años más adelante.

Con paciencia y profesionalismoGallego cita numerosos ejemplos quraen certeza a la verdadera existenci

del Quilmes que todos conocemos. N

como una continuidad histórica, sincomo una nueva institución, creada posúbditos británicos, el 5 de noviembrde 1897 y no el 27 de noviembre d


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1887.Para ello, aporta datos concluyentes

en primer lugar, ningún diario de l

época ni siquiera los de la r:omunidade habla inglesa, señala la existencia denuevo club en 1887.

No se lo menciona en ningún casodurante los meses y años siguienteampoco. En segundo lugar, ubica e

cambio de fecha de nacimiento

mediados de los años cuarenta, mientraQuilmes jugaba en Primera B, sin qumediara razón alguna.

Hay registros, sin embargo, de medio

periodísticos como La Nación del9 dulio de 1916, que expresa: «En lo

anales del football argentino, el QuilmeAC. constituye toda una honros


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radición, mantenida celosamentdurante 19 años de lucha, en los que, shubo triunfos brillantes, no faltaron lo

momentos de labor difícil, salvadomerced al tenaz empeño de quieneuvieron a su cargo la dirección del club...). Un núcleo de ingleses radicados e

Quilmes decidió, en noviembre de 1897fundar un club cuyos asociados habríade dedicarse a la práctica del cricket. E

proyecto no fue abandonado, y el 5 dnoviembre de ese mismo año se realizuna asamblea, en la cual se eligió lsiguiente comisión directiva: presidente

O. W Morgan; tesorero, O.F.Cobbysecretario O.F.A Williams; capitán decricket O.F. Pembroke-Jones; vocaleAJ. Symons, G.F. Earle y AG. Lovett.»


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muy modestos recursos, a los que sagregaron algunas donaciones y upequeño saldo dejado por el extinguid

Quilmes Roners. La institución, al añsiguiente de ser fundada, ensanchó scampo de acción creando la sección dfootball, de la que, juntamente con scapitán D. W. Pollock, fueronencargados de dirigirla los Sres.

F. Cobby, R.N. Clark y A.J. Symons

Como la importancia de esta seccióaumentara continuamente, en 1900 eclub se afilió a la Asociación Argentinade Football, inscribiendo un team en l

primera división. Al finalizar la primeremporada deportiva oficial del club

ese equipo ocupó el tercer lugar en ecampeonato, durante cuyo desarroll


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había continuado siendo dirigido por sprimitivo capitán D. WPollock.» Estaporte del diario La Nación es extenso

fundamental para la tesis de Gallegoquien agrega que «el Quilmes CrickeClub inauguró ayer su campo deportivpropio enfrentando al Belgrano AthletiClub. El nuevo predio puede seconsiderado una magnífica adquisiciópor parte del club; rodeado por quintas

umbrosos árboles, con el complementde la fresca brisa del río, es, por ciertoun agradable lugar. El campo estuvoprofusa mente adornado con banderas d

odas las nacionalidades«, según lexpresa el diario The Standard, del7 denero de 1898.

El único detalle que se conoce de l


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vieja cancha es que había una casilla dmadera donde se cambiaban lougadores, ubicada en la esquina d

Guido y Pringles. Las tribunas se fueroconstruyendo con los años, si bien ecampo de juego fue corrido algunometros hacia el oeste, más cerca de lcalle Sarmiento.

El equipo tiene el privilegio de habesido el primero de los que siguen en e

fútbol profesional que enfrentallegendario Alumni. En 1901 perdió 10 y 3-1 contra el campeón, y recién e1906 pudo darse el lujo de derrotar a

equipo de los míticos hermanos Brownpor 4-2.

Quilmes ostenta otra curiosidad qunadie puede rebatir:


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en el primer encuentro oficial que juga Selección Argentina, el20 de julio d

1902, dos jugadores suyos participaro

del debut y goleada por 6-0 ante louruguayos, en el estadio oriental dePaso del Molino. Esa tarde, EdwarMorgan y William Leslie se calzaron lgloriosa camiseta nacional.

Aquel primitivo Quilmes, que segúparece no fue pariente lejano de

cervecero actual, lució una camisetazul y rojo carmesí, colores que fueromodificados en el nuevo equipo por eazul y blanco, porque los británico

fundadores querían hacerle un homenaja la camiseta inglesa. Por si había algúdocumento adicional, la investigación dGallego aporta el texto publicado en l


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revista El Gráfico del 5 de junio d1926 en la que se detalla que «el ClubAtlético Quilmes fue fundado en el añ

1897 por un núcleo de caballerongleses, V sus 29 años de existenci

hacen de él el club decano de lAsociación Amateurs de Football V eque, en cierto modo, sirve de lazo dunión entre las dos épocas del fútboargentino. Formó parte en la Liga qu

fue exclusivamente de ingleses V hontegra una entidad netamentargentina.» También el semanarioquilmeño La Reacción, del 1° de ener

de 1937, explica

El Nacimiento de una Pasion - Alejandro Fabbri.pdf

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