EL CANAL - as.com filerecuperar el conocimiento. ... Decepcionada tras sus reitera- ... “Creo que...
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EL CANALEL EVEREST DE LA NATACIÓN
DE LA MANCHALa travesía del Canal de
la Mancha puede considerarse la prueba
reina de la natación en aguas abiertas, una
disciplina olímpica desde Pekín 2008. Son 33 kilómetros, llenos de
peligros y dificultades, que han supuesto un continuo reto para
nadadores de todo el mundo, desde 1875 hasta nuestros días.
Bajo estas líneas, el reportaje publicado en AS Color en agosto de 1971. Anita Smith se disponía a hacer una travesía que casi le cues-ta la vida. Por suerte, se recuperó.
DOVER
CALAIS
CABO GRIS-NEZ
33 K
ILÓ
MET
RO
S
LUIS LARA
El 31 de agosto de 1971, AS Color se hacía eco en
sus páginas de la aventura de Anita Smith, una inglesa de 14 años que pretendía conver tirse en la nadadora más joven en cru-zar el Canal de la Mancha a golpe de brazada. Su enorme desafío a punto estuvo de acabar en una tragedia.
Cuando llevaba ocho horas de travesía, sufrió un colapso que no sólo le impidió alcanzar la costa francesa, sino que, además, casi le cuesta la vida. Afortunadamen-te, la rápida intervención del equi-po de asistencia permitió su re-cuperación, pero la aventura de Anita se quedó en el intento. “Lo siento, no pudo ser. Pero lo vol-veremos a intentar”. Esas fueron
sus primeras palabras nada más recuperar el conocimiento.
Durante más de 130 años, na-dadores de todo el mundo han competido por completar los 33 kilómetros que separan Inglaterra de Francia a través del Canal de la Mancha en su punto más es-trecho, estableciendo nuevos ré-cords. Esta travesía ha supuesto un continuo reto para los especia-
listas en aguas abiertas, teniendo que enfrentarse a gélidas tempe-raturas, un intenso tráfico maríti-mo, fuertes corrientes, galernas, bancos de niebla, grandes oleajes y un clima tan cambiante como im-predecible, entre otros muchos peligros. No en vano, ese brazo de mar que une el Océano Atlán-tico con el Mar del Norte es cono-cido como el Everest de los nada-dores de largas distancias.
El pionero. El capitán inglés Matthew Webb fue el primero en cruzar con éxito el canal en 1875. Webb se lanzó al mar des-de el muelle del Almirantazgo, en Dover (al sur de Inglaterra), a las 12:55 PM del 24 de agosto. El 25 de agosto, a las 10:40 AM, llegó al Cabo Gris-Nez, en la playa fran-cesa de Calais, convirtiéndose en un auténtico héroe para su país. La noticia fue recogida por todos los medios de comunicación de la época.
Tras un maratón de 21 horas y 45 minutos en el agua, Webb de-mostró, por primera vez en la his-toria, que el Canal de la Mancha podía atravesarse a nado y abrió las puertas a un gran número de
ROGER ALLSOPP.
Este inglés de 70 años
figura en el libro de los
récords como el hombre
de mayor edad que ha
cruzado el Canal de la
Mancha.
2 3
nadadores que, desde entonces y hasta nuestros días, han tratado de repetir su gesta.
Tuvieron que pasar 36 años y 71 intentos fallidos hasta que otro nadador, el inglés Thomas William Burgess, logró completar con éxi-to la travesía. Fue el 6 de septiem-bre de 1911 y tardó una hora más que su compatriota y predecesor (22 horas y 35 minutos). El récord que estableció Webb permaneció hasta 1923, cuando el nadador italiano Enrico Traboschi com-pletó la distancia desde Francia hasta Inglaterra en 16 horas y 33 minutos. En 1994, el norteameri-cano Chad Hundeby consiguió un impresionante récord de 7 horas y 17 minutos, algo impensable has-ta ese momento. Su registro se mantuvo imbatible hasta 2007, trece años después.
Presencia femenina. Proba-blemente, Anita Smith trató de se-guir los pasos de un gran número de mujeres que intentaron com-pletar la travesía del canal, espe-cialmente durante los primeros
años del siglo XX. La australiana Annette Kellerman lo hizo en tres ocasiones, todas infructuosas. Decepcionada tras sus reitera-dos fracasos, llegó a comentar: “Creo que ninguna mujer reúne la fuerza y la resistencia necesarias para realizar la travesía del canal. Por eso pienso que nadie de mi sexo conseguirá llevar a cabo se-mejante hazaña”.
El 6 de agosto de 1926, una joven neoyorkina de 18 años de edad, Ger trude Ederle, demos-tró que Kellerman se equivocaba. Ederle se convirtió en la primera mujer que cruzaba a nado el canal y además batió el récord existente hasta el momento, realizando la travesía en 14 horas y 39 minu-tos. Todo un hito.
Los antecedentes de la partici-pación española en el canal se re-montan a 1958. Ese año, el astu-riano José Vitos Natal (Mieres, 14 de junio de 1932) se convirtió en el primer representante de nues-tro país en cruzar a nado el Canal de la Mancha. Fue un 28 de agos-to, empleando un tiempo de 15 horas y 11 minutos. También en agosto de ese mismo año, Mont-serrat Tresserras Dou (Olot, 29 de septiembre de 1930) tuvo el honor de ser la primera mujer es-pañola que completaba con éxito esta difícil tarea. Estableció un re-gistro de 14 horas y 14 minutos, partiendo desde Francia para lle-
gar a Inglaterra. En 1961, la míti-ca nadadora catalana volvió a cru-zar el canal, esta vez de Inglaterra a Francia, una gesta que la convir-tió en la primera mujer en el mun-do que completaba la travesía en ambos sentidos.
David Meca. El barcelonés Da-vid Meca aparece en el Tomo X de la Historia de la Natación, publi-cado por la FINA (Federación In-ternacional de Natación), como el depor tista más laureado de la natación de largas distancias, disciplina que ha formado parte de la lista de deportes olímpicos hasta Pekín 2008. Campeón del mundo FINA en los Mundiales de natación en aguas abiertas de Ho-nolulu (2000) y Montreal (2005), así como campeón absoluto del Circuito de la Copa del Mundo en 1998, David Meca es un autén-tico especialista en largas trave-sías en solitario.
Entre sus muchos logros, des-tacan la travesía entre la isla de Alcatraz y la Bahía de San Francis-
co nadando con grilletes (1999), el cruce del Estrecho de Gibral-tar (1999), La Gomera-Tenerife (2001), Tenerife-Gran Canaria (2002) y, cómo no, la travesía del Canal de la Mancha.
Lo hizo en dos ocasiones. La primera, el 10 de agosto de 2004, empleando un tiempo de 7 horas y 46 minutos. La segunda tuvo lu-gar el 24 de agosto de 2005. En esa ocasión, su tiempo de 7 ho-ras y 22 minutos se quedó a sólo cinco del récord de Chad Hunde-by, a pesar de haber tenido que nadar con fuertes vientos en con-tra y de haber sufrido vómitos du-rante la prueba. El campeón espa-ñol aún recuerda los peligros a los que tuvo que enfrentarse durante sus dos zambullidas en el canal. “De la primera, guardo un recuer-do muy bonito. Al principio, tenía miedo por desconocer los peligros a los que me iba a enfrentar (las frías temperaturas, las corrien-tes…), pero luego logré la mejor marca del año y eso supuso una gran satisfacción para mí. Hay que tener en cuenta que, de las clási-cas oficiales, el Canal de la Man-cha es quizá la travesía más dura por su exigencia”, afirma Meca. “Respecto a la segunda, me que-dó cier to sabor agridulce. Pude mejorar mi tiempo del año ante-rior, pero fue una pena quedarme tan cerca del récord de la prueba. Recuerdo, además, que la noche
anterior apenas pudimos descan-sar, porque en el hotel en el que estábamos alojados se suicidó un hombre tirándose por un balcón y tuvimos que marcharnos antes de lo previsto. Una vez en el agua, la travesía me resultó muy dura y tuve bastantes complicaciones”, añade.
Aún recientes en la memoria de la mayoría los éxitos logrados por los deportistas en los JJ OO de Londres, David Meca lamen-ta que la natación de largas dis-tancias no haya sido considerada olímpica hasta Pekín 2008: “Es una pena, porque hemos lucha-do mucho para que la natación en aguas abiertas sea deporte olím-pico. Me hubiera gustado repre-
sentar a España en unos Juegos antes de retirarme, porque es el único título que me falta. Pero el deporte es así y estoy contento y orgulloso por todo lo que he con-seguido”.
Respecto a sus proyectos de futuro, David Meca se muestra igual de ilusionado que cuando estaba inmerso en la competi-ción: “Sigo entrenándome a tope y estoy en las mismas condicio-nes que cuando fui campeón en Montreal. Creo que moriré con el bañador puesto y quiero demos-trar que, con casi 40 años, toda-vía se pueden batir récords. Tengo en mente varios proyectos, tanto en España como fuera de nuestro país”. Es un pez humano.
PEQUEÑO
DESCANSO.
Gertrude
Ederle recibe
algunos
alimentos,
desde la
barca de
asistencia,
para reponer
fuerzas
durante su
dura travesía
en 1926.
DAVID
MECA. El
nadador
catalán,
especialista
en largas
travesías,
ha cruzado
el Canal de
la Mancha
en dos
ocasiones:
en 2004 y
2005.
MÍTICA.
Montserrat
Tresserras
tiene el
honor de ser
la primera
española
que cruzó
el canal.
También fue
la primera
mujer en
hacerlo
en ambos
sentidos.
LOS RÉCORDS DEL CANAL DE LA MANCHA
Primer hombre en cruzarlo: Matthew Webb, GBR. (25-8-1875). 21 horas y 45 minutos.
Primera mujer: Gertrude Ederle, EE UU. (6-8-1926). 14 horas y 39 minutos.
Primer español: José Vitos (28-8-1958). 15 horas y 11 minutos.
Primera española: Montserrat Tresserras (27-8-1958). 14 horas y 14 minutos.
Primera mujer en cruzarlo en ambos sentidos: Montserrat Tresserras: 1958 Francia-Inglaterra y 1961 Inglaterra-Francia.
Hombre más joven: Thomas Gregory, GBR. 11 años y 336 días. (6-9-1988). 11 horas y 54 minutos.
Mujer más joven: Samantha Druce, GBR. 12 años y 118 días. (22-4-1971). 15 horas y 27 minutos.
Hombre de mayor edad: Roger Allsopp, GBR. 70 años y 124 días. (31-8-2011). 17 horas y 51 minutos.
Mujer de mayor edad: Sue Oldham, AUS. 64 años y 257 días. (10-8-2010). 17 horas y 31 minutos.
Hombre más rápido: Petar Stoychev, BUL. (24-8-2007). 6 horas y 57 minutos.
Mujer más rápida: Yvetta Hlavacova, RCH. (5-8-2006). 7 horas y 25 minutos.
Cruce más rápido de ida y vuelta por relevos: lo estableció un grupo de seis nadadoras mexicanas (10-8-2007), con un tiempo de 18 horas y 59 minutos.
Hombre con más travesías: Kevin Murphy, GBR. (34 veces entre 1968 y 2006).
Mujer con más travesías: Alison Streeter, GBR (43 veces entre 1982 y 2004). Alison Streeter tiene en su haber, además, el récord de mayor número de travesías en un mismo año (7 en 1992). Está considerada la reina del canal.
El español David Meca es el deportista más laureado
de la historia de la natación en aguas abiertas
CAPITÁN
WEBB.
El inglés
fue el
primero en
demostrar,
en 1875,
que el
Canal de
la Mancha
podía
cruzarse
a golpe de
brazada.
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En verano de 1971, AS Color entre-vistó a Valen-tin Nikolaev durante el Trofeo Co-lombino. El selecciona-dor soviético no quería dejar nada al azar en su siguiente en-frentamiento con España.
URSS/RUSIA
Desde la lejana final de la Euro de 1964, hasta tocar la gloria en 2008.
Los rusos han estado presentes en algunos de los
momentos más importantes de la
Selección española.
UN CRUCE DE CAMINOS PARALA SELECCIÓN ESPAÑOLA
FERNANDO FAUCHA /
Ha pasado casi medio siglo desde nuestro primer en-
frentamiento con la URSS. Medio siglo en el que el fútbol español ha vivido muchos momentos tris-tes, de mala suerte, de injusticia, de incapacidad y decepción. Tam-bién hubo buenos momentos, al-gunos de ellos inolvidables. Como el gol de Señor o la Eurocopa de 1984, para la que nos clasifica-ba. Eso sí, sin contar la final con-tra Francia, de infausto recuerdo. También destacan los cuatro go-les de Butragueño en Querétaro o el oro olímpico en Barcelona. Pero, en general, son momentos puntuales. Porque la norma era empezar con ganas e ilusión para acabar siempre antes de tiempo. Tuvo que llegar Rusia otra vez, con algunas repúblicas soviéticas me-nos, para volvernos a activar en el año 2008.
Todo comenzó el 21 de junio de 1964. Tarde lluviosa en el Santiago Bernabéu y los soviéti-cos, preparados para volver a ha-cer historia. Ya habían ganado la primera edición de la Copa de Eu-ropa de Naciones cuatro años an-tes en Francia, contra Yugoslavia y en la prórroga. Estaba conside-rada como una de las mejores se-lecciones del mundo, con el gran Lev Yashin al frente, ganador del
balón de oro un año antes y único jugador, junto con su compatrio-ta Valentin Ivanov, que repitió en el once ideal de las dos primeras ediciones de la competición conti-nental. El estadio madridista, con 120.000 espectadores, mostraba un lleno hasta la bandera (soviéti-ca, por cierto, que también ondea-ba). Y no tuvieron que esperar mu-cho para ver los primeros tantos. En el minuto seis, un error de la defensa soviética en un centro de Luis Suárez lo aprovechó Pereda para fusilar a Yashin. Poco duró la alegría en las gradas, ya que dos minutos más tarde Khusainov igualaba el encuentro después de otro fallo defensivo, en este caso de los españoles. Empate a erro-res, empate a goles, había que volver a empezar.
Las grandes ocasiones saben mejor cuando se concretan a últi-ma hora. Y aquella noche en Ma-drid (porque ya se había hecho de noche) todo indicaba que el par-tido acabaría en tablas. Pero el destino tenía reservado un cam-bio en el guión de última hora. En el minuto 84 llegó el gol más impor tante para nuestra Selec-ción hasta entonces. Ni siquiera la ‘Araña Negra’ pudo impedirlo. Marcelino lanzaba un cabezazo inverosímil para colocar el balón cerca de la base del poste. Un gol que pasaría a la historia, cosa que
EURO’08.
Es la última
vez que
nos hemos
enfrentado
a Rusia. En
la imagen,
Zhirkov repele
un disparo
de Silva en el
partido que
inauguraba el
grupo D.
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Valentin Nikolaev nació el 16 de agosto de 1921 en la aldea de Yerosovo (Rusia). Fue un futbolista y entrenador que desarrolló ambas carreras en la extinta Unión Soviética. La mayoría de su trayectoria como jugador la realizó en el CSKA de Moscú, con quien ganó la Liga soviética en cinco ocasiones y la Copa otras tres. Fue máximo goleador en los años 1946 (16 goles) y 1947 (14 goles). Es miembro del Club Grigory Fedotov, una lista no oficial de jugadores rusos que han marcado más de 100 goles. Debutó como internacional con la URSS en los JJ OO de Helsinki. Jugó un total de once partidos.Su carrera como entrenador comenzó en 1964 en el CSKA de Moscú, quedando tercero en la Liga, posición que repe-tiría al año siguiente. Su único título liguero lo logró en 1970, también con el CSKA. Su eta-pa como seleccionador de la URSS duró desde octubre de 1970 hasta finales de 1971, clasificando al equipo para la Eurocopa del año siguiente. Años después se haría cargo de varias categorías inferiores de la Unión Soviética, con las que logró importantes éxitos. En 1976 logró el título europeo Sub-23 y en 1980 el campeonato de Europa Sub-21. Abandonó los banquillos cinco años después. Nikolaev falleció el 9 de octubre de 2009 en Moscú.
VA L E N T I N N I K O L A E V
ya advirtieron los periódicos de la época. Por ejemplo, la crónica del ABC decía lo siguiente. “Era el gol de la victoria, que se recordará al cabo de los años, como se recuer-da todavía aquel gol de cabeza de Gaspar Rubio a los ingleses en el Metropolitano, o el testarazo de Zarra a los ingleses, en el mundial de Brasil, en 1950”.
Las autoridades franquistas no perdieron la oportunidad de cele-brar la victoria como algo más que un simple triunfo deportivo. Todos los medios hacían referencias po-líticas constantes sobre los sovié-ticos. Destacaban la gran ovación que recibió Franco al inicio y al fi-nal del partido, como una muestra inequívoca de apoyo al Régimen. Resulta curioso recordar como cuatro años antes, la primera edición del torneo había depara-do unos cuartos de final entre Es-paña y la URSS. Esa eliminatoria nunca se llegó a celebrar, puesto que el Jefe del Estado no permi-tió la entrada en España del equi-
po soviético, dando al traste con las opciones de un gran equipo to-davía comandado por Di Stéfano, Gento o Luis Suárez.
La siguiente ocasión fue en 1971 y se puede considerar como un doble enfrentamiento. Las dos selecciones habían quedado en-cuadradas en el mismo grupo de clasificación para la Eurocopa. El primero de los dos partidos, cele-brado el 30 de mayo de 1971, es la única vez que España ha pisa-do suelo ruso. Y la presentación en el Estadio Lenin, en Moscú, no fue la deseada. Las bajas de Pi-rri y Gárate fueron demasiado im-portantes y el juego del conjunto español brilló por su ausencia. Al final, Rexach consiguió marcar un gol que recortaba distancias para firmar el definitivo 2-1. Antes del partido de vuelta fue cuando AS Color entrevistó al selecciona-dor soviético, Valentin Nikolaev. A pesar de llegar con seis pun-tos más que los españoles, Niko-laev no se fiaba. Y no le faltaba razón, porque el par tido fue de lo menos apacible para los inte-reses de la URSS. Después de un primer tiempo en el que do-minaron los de Kubala, pero sin tener grandes ocasiones, en la segunda parte se transformaron en un torbellino al que sólo le fal-tó el gol. La crónica del partido
parece el ejemplo perfecto de lo que era nuestra Selección hasta hace muy poco. “Dos paradones de Rudakov, dos fallos ante el gol y dos errores arbitrales nos priva-ron del triunfo”. Ahí estaba todo. Partido milagroso del portero ri-val, ocasiones que se fallan inex-plicablemente y el colegiado en un día malo. 0-0 y España fuera de la Eurocopa del 72. Esa URSS, ya sin Nikolaev en el banquillo, lle-garía a la final del torneo, donde perdió con la Alemania Federal de Maier, Breitner, Beckenbauer, He-ynckes, Hoeness, Müller y Netzer. La Alemania que cuatro años des-pués se quedó a las puertas de la historia, cuando Panenka le impi-dió ganar el primer triplete del fút-bol mundial.
El cuar to y último enfrenta-miento entre España y la Unión Soviética fue un partido de prepa-ración para el Mundial de México 86. La Selección ganó 2-0 y dejó buenas sensaciones. Los datos curiosos de aquel par tido fue-ron, por un lado, la ubicación. Se jugó en el estadio Insular de Las Palmas, lugar poco habitual para acoger encuentros de La Roja. De hecho, no jugaban un partido allí desde 1972. El otro y principal motivo por el que este par tido quedará en el recuerdo fue por el debut de uno de los jugadores
que marcarían el camino de Es-paña en la siguiente década: Ju-lio Salinas. El delantero bilbaíno marcó el segundo gol, iniciando con buen pie su extensa carrera como internacional.
Rusia. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue disuel-ta en diciembre de 1991. El re-sultado fueron 15 nuevos países, entre los que está Rusia, que fue quien asumió la personalidad jurí-dica del anterior estado. Tuvieron que pasar casi siete años para que la Selección se enfrentara al heredero de la URSS. Fue un partido amistoso, pero no fue un partido más. Se trataba del debut de un nuevo seleccionador, José Antonio Camacho, quien reempla-zaba a uno de los entrenadores que más tiempo había estado en el banquillo nacional, Javier Cle-mente, que tuvo sus momentos buenos y malos, pero que se fue en el peor. La catástrofe que su-puso el Mundial de Francia (elimi-nación en la primera fase) dejó la figura de Clemente en un lugar muy poco ventajoso. La afición de Granada manifestó su opinión con pancartas como “Camacho, tú sí que eres macho”, “Con Ca-macho campeones por cojones” o “España - Clemente + Camacho = fútbol”. España se llevó el partido
con un solitario gol de Alkiza. Ca-ñizares, que tomaba el relevo de Zubizarreta, fue el más destacado del partido, al detener un penalti a Mostovoi. Y la sensación gene-ral que dejó el encuentro fue posi-tiva. No es que España jugase el mejor partido de su historia, pero venía de una actuación calamito-sa y, con Camacho al frente, el fu-turo se veía de otro color.
En 2004 volvieron a verse las caras, esta vez en partido oficial. Era el estreno de España en la Eurocopa de Portugal y, esta vez sí, éramos capaces de ganar el primer partido. Un gol de Valerón en el minuto sesenta cerraba una trabajada victoria contra los ru-sos. El canario salió en la segun-da parte sustituyendo a Baraja y sólo tardó un minuto en mandar el balón a la red. Buen par tido de la Selección, gran actuación de Vicente, jugadores como Xabi Alonso, Joaquín, Valerón y Fernan-do Torres en el banquillo. Pintaba bien aquella Euro, pero un empa-
MARCELINO.
Lev Yashin
recoge el
balón de
su portería
después del
cabezazo del
delantero
zaragocista.
Era el gol
que daba a
España su
primer título
continental.
FRANCO. El
Jefe del Estado
y su mujer
saludan a los
aficionados
desde el
palco de
autoridades
del estadio
Santiago
Bernabéu,
antes de que
diera inicio el
partido.
DERROTA.
Iribar y Benito
no pudieron
evitar la
derrota por
2-1 en el
partido de ida
clasificatorio
para la
Eurocopa
de 1972,
disputado en
Moscú.
UN MURO.
Rudakov lo
paró todo en
la vuelta (0-0)
y España se
quedó sin
acudir a la
Eurocopa
del 72. Quini
fue testigo
directo de la
exhibición
del portero
soviético.
Marcelino colocó el balón cerca de la base del poste y
marcó un gol que entraría en la historia del fútbol español
Los de Kubala fueron un torbellino al que sólo le faltó el gol, pero España se quedaba fuera de la Eurocopa del 72
10 11
te con Grecia y una derrota por la mínima con los anfitriones dejó a España fuera de juego a las prime-ras de cambio. La última vez que La Roja no ha logrado superar la primera fase de un torneo. El úl-timo título continental que, hasta hoy, no ha viajado a España.
Antes de la gloria hubo un pe-queño paréntesis en esta serie de enfrentamientos hispano-rusos. Se trata de un amistoso a esca-sos días del inicio del Mundial de 2006. Luis Aragonés ya estaba tanteando la idea del tiqui-taca y daba cada vez más importancia a los centrocampistas. El trivote que jugó de inicio aquel día (Sen-na-Albelda-Cesc) fue, con diferen-cia, el más defensivo que utilizó aquel verano. Sin ir más lejos, en la segunda parte lo formaron Xabi Alonso-Xavi-Iniesta. Y en el Mun-dial Xabi Alonso-Senna-Xavi. Pero aquella prueba acabó 0-0 y la gen-te no estaba nada convencida de las posibilidades de la Selección. Es curioso cómo, cuando más cer-
ca estaba del éxito, menos con-fiados se mostraban los medios. Hasta la etapa de Luis Aragonés, cualquier partido antes de un gran torneo se tomaba como un claro signo de las opciones reales de hacer un buen papel. Mientras tanto, con Luis al mando, todo se veía borroso y poca gente creía en la Selección.
Gloria. 2008 es el inicio de todo. Y en el inicio de todo es-tuvo Rusia. Después de empatar con Italia en el último amistoso de preparación y con los aficiona-dos y la prensa sin grandes espe-ranzas, España se estrenaba en la Euro frente a unos viejos ene-migos que nos dieron la primera gran alegría de nuestro fútbol na-cional, allá por el año 1964. Rusia no era un rival cualquiera, como se demostró después, pero aque-lla tampoco era una España cual-quiera. Espoleada por los bajitos (Xavi-Iniesta-Silva), con Senna cu-briéndoles las espaldas y Villa rea-lizando uno de sus mejores parti-dos con La Roja, el debut resultó todo un éxito. Inesperado incluso para los más optimistas. 4-1, tres goles de ‘El Guaje’ y uno de Cesc, y una sensación de equipo y un fútbol, rozando por momentos la perfección, que colocaban a Espa-ña en el grupo de favoritos.
En realidad, lo que hacía falta no era que nos señalaran como favoritos. Eso ya había pasado muchas veces. Lo importante era que los jugadores se lo creyeran. Y el trabajo del míster en ese sen-tido fue tan importante como en el resto de facetas. Y se acabó notando en los siguientes parti-dos. Contra Suecia, quizá el día más flojo de la Selección, mar-cando en el último suspiro. Con-tra Grecia, donde un equipo pla-gado de suplentes no se dejó ir después del gol de Charisteas al borde del descanso y dio la vuelta al marcador en la segunda parte. Y, cómo no, en aquellos cuartos de final, que tantas veces se nos habían resistido y en los que ma-tamos tres pájaros de un tiro: los cuartos, los penaltis e Italia.
El equipo al que habíamos de-jado segundo de grupo sería nues-tro rival en semifinales. Rusia ve-nía de eliminar en la prórroga a Holanda, hasta entonces el equi-po al que, junto a España, apun-taban todos los focos. Parecía evi-dente que, después de los cuatro goles del primer partido, los ru-sos, ya lanzados en vuelo con Ar-shavin a los mandos del aparato, nos iban a poner las cosas mucho más difíciles. Pero España estaba en un momento tan dulce que la selección rusa apenas hizo acto
de presencia. En el primer tiem-po fuimos netamente superiores, aunque el marcador al descanso indicaba empate a cero y Villa, pi-chichi del torneo, había dejado el terreno de juego por lesión. Razo-nes suficientes para que La Roja hubiese caído con honores, pero de vuelta a casa una vez más an-tes de la final. Sin embargo, lo que ocurrió en Viena aquella no-che, aquel 26 de junio de 2008, hizo que el fútbol no volviera a ser el mismo. Ni para España ni para el propio balompié. En el minuto 50, Xavi; en el minuto 73, Güiza; y en el minuto 82, Silva. Tres go-les que coronaban una de las me-jores actuaciones colectivas que se recuerdan. Una de las mayores exhibiciones de aquel tiqui-taca que acababa de nacer. 44 años después los españoles veían a su selección llegar a una final, qui-zá con el mejor fútbol posible. Lo que pasó después de aquella no-che ya forma parte de la historia del fútbol.
La Eurocopa de Portugal en 2004 es la última vez que
España no ha logrado superar la primera fase de un torneo
España estaba en un momento tan dulce que la selección rusa, que ya venía lanzada, apenas hizo acto de presencia
DECEPCIÓN.
España ganó,
con gol de
Valerón,
el primer
partido de
la Euro’04.
Sin embargo,
quedaría
eliminada
en la fase de
grupos al
perder contra
Portugal.
PARA EL RECUERDO. El 26 de junio de 2008, España
bordó el fútbol sobre el Ernst-Happel de Viena y ganó
por 3-0 a Rusia en semifinales. Güiza (arriba) y Silva
(abajo) marcan el segundo y el tercer gol del partido.
ESPAÑA CONTRA URSS J G E P GF GC
URSS 4 2 1 1 5 3
EX REPÚBICAS SOVIÉTICAS J G E P GF GC
Armenia 6 6 0 0 16 1
Lituania 6 5 1 0 14 2
Rusia 5 4 1 0 9 1
Letonia 4 3 1 0 9 0
Ucrania 3 2 1 0 8 3
Estonia 2 2 0 0 6 0
Azerbaiyán 1 1 0 0 6 0
Bielorrusia 0 0 0 0 0 0
Georgia 0 0 0 0 0 0
Kazajistán 0 0 0 0 0 0
Kirguistán 0 0 0 0 0 0
Moldavia 0 0 0 0 0 0
Tayikistán 0 0 0 0 0 0
Turkmenistán 0 0 0 0 0 0
Uzbekistán 0 0 0 0 0 0
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Escribió Miguel Reina en AS Color hace 41 años cómo de bien le iba su vida, la personal y la deportiva. Ahora, casi medio siglo después y como concejal de Deportes de su Córdoba natal, rememora sus vivencias como profesional sin pasar por alto el apoyo a su hijo Pepe,
aquel joven chaval que también bebió del veneno futbolero de la familia Reina.
JOSÉ ANTONIO ALBA Y GABRIEL GALÁN /
Hace ya casi medio siglo desde que Miguel Rei-na decidiese dejar su Córdoba del alma para
fichar por el Barcelona. Fue una marcha dura, pero a la vez gratificante. Un fichaje mediático de la época, con el Real Madrid de por medio en la negociación. Aquellas 800.000 pesetas “en billetitos morados de cinco duros” tuvieron un valor más sentimental que económico, porque todo lo que le vino después fue muy especial. En lo deportivo y en lo personal: “Me llevé a mi gente a Barcelona y montamos una cafete-ría-restaurante. La especialidad era el rabo de toro”. Y es que en una charla con Miguel Reina no sólo se habla de fútbol. Hay mucho más. Por ejemplo, gusta saber su pasión por la caza, las finanzas o la hoste-lería. Porque el fútbol se acaba y la vida sigue: “Me tomé bien mi retirada como profesional. Lo tenía muy claro, sabía que el fútbol no sería para siempre. La vida la tenía encauzada y desde los 15 años ya era pinche de cocina. En la vida no se consigue nada sin esfuerzo. Me vi cómodo en las relaciones comerciales y como el fútbol me abrió puertas, me dediqué al co-mercio. No sentí nostalgia cuando me retiré. Ganaba
MIGUEL REINA
EL ESTANDARTE DE UNA FAMILIA DE CAMPEONESMiguel Reina
hizo en AS Color un repaso a su vida, la personal y la deportiva, cuando ya era un refe-rente en la portería na-cional. Ahora disfruta con los éxitos de su hijo Pepe. De tal palo...
HISTORIA.
Miguel Reina
fue un portero
sensacional
y brilló
tanto con
la Selección
como con
el Córdoba,
Barcelona
y Atlético
de Madrid.
Una carrera
espectacular.
16 17
AMOR DE
PADRE.
Siempre que
el trabajo se
lo permite,
Miguel suele
pasar varios
días con su
hijo Pepe. El
portero del
Liverpool
escucha todos
sus consejos.
incluso más dinero con las representaciones que con el fútbol”. El único pero en sus negocios fue ‘Creacio-nes del Vestir’, una fábrica de confección donde ha-bía puesto muchas ilusiones: “Aquello fue un atraco a mano armada de tres individuos, sin corazón ni senti-mientos, que aprovecharon un tumor que tuvo un her-mano mío para robarme 32 millones del año 1972. Tuve que hacer frente a ello y me costó mi salida del Barcelona para fichar por el Atlético de Madrid. Era una empresa que tenía siete representantes y que facturaba cerca de 100 millones de pesetas en aque-llos años. Era mi futuro pero cuatro sinvergüenzas me esquilmaron y robaron”.
Hoy Miguel Reina vive de nuevo en su casa, en la tierra de La Mezquita, donde trabaja como concejal de Deportes: “Después de 45 años ausente de Córdo-ba, volví y me brindaron la oportunidad de poder hacer algo por el deporte cordobés. Lo acepté encantado y espero realizar algo en ello”. Es su nueva vida, pero siempre con el deporte como referente. Porque desde muy pequeñito recibió la pasión por el fútbol: “Mis ini-cios fueron como todo niño. Estudiaba en Los Maris-tas y se hizo un equipo en la clase en que estaba yo. Luego estuve en un equipo llamado Candelarias, en la calle en que yo vivía en Córdoba. Allí empecé a po-nerme de portero cuando apenas llegaba al larguero. Luego se fijó el Córdoba en mí, gané un Campeonato de España con la Selección Andaluza y fui internacio-nal con la Española juvenil hasta que tuve la oportu-nidad de debutar en Primera con el Córdoba. Roque Olsen me pasó al primer equipo y Eizaguirre me dio el bautismo en la máxima categoría. A partir de ahí todo fue un cúmulo de buena suerte y alegrías”. Y gran culpa de su futuro exitoso la tuvo el Padre Justino, al que Reina recuerda con mucho cariño: “Fue la perso-na que le dijo a mi querida madre que su hijo sería al-guien en el fútbol, porque en los estudios... ‘Así que procure que juegue’, le decía. Era un hermano Marista que me puso de portero en mis comienzos”.
Y la vida, desde que Reina conoció al Padre Justi-no, cambió mucho. Muchísimo. Tanto o más como el fútbol de la calle en la actualidad, ése que de verdad
hace buenos futbolistas: “Hoy tienes que ver jugar a los niños en los balcones porque no hay espacio. Hoy no tienen ni pupas en las rodillas. Tienen muchas co-sas que nosotros no teníamos, hay campos de césped artificial, etc. Yo jugaba en la puerta de El Arcángel, campos terrizos con dos piedras de postes y algo de ropa para señalar. Hoy son todo ventajas”. Así apren-dió Miguel Reina a jugar al fútbol, con la ayuda de su padre. “Fue el que me dio de beber el veneno del fút-bol”, dijo en AS Color hace 41 años. Y Miguel, como gran padrazo que es, también se lo inculcó a sus hi-jos. Y uno de ellos, Pepe, ahora lo es todo en el fút-bol. Su palmarés así lo demuestra: “La verdad es que un poco de la pócima que me dio mi padre sí se la di a mi hijo. Igual que mi padre me llevaba a mí a en-trenar, hice con Pepe. Cuando tenía ocho años me lo llevaba, con su hermano pequeño (Manolo), a un campo que había en Pozuelo de Alarcón y lo entrena-ba un rato. Luego lo dejaba jugar con su hermano”. Y nunca le puso trabas para triunfar: “Todo lo contrario. Recuerdo que yo tenía un Opel Senator y lo tuve que forrar de plástico porque me lo ponía de barro hasta el espejo retrovisor. Lo llevaba a entrenar todos los días. Como padre me preocupaba de que fuera a ha-cer deporte cada día. Luego lo tuve claro. Hizo una prueba con el Barcelona y cuando Rexach me llamó, no lo dudé, porque sabía que de La Masía saldría, como mínimo, hecho un hombre de bien. De allí sal-dría formado e impregnado de los valores del depor-te, independientemente de que luego tuviera la opor-tunidad de triunfar”.
Y su hijo Pepe triunfó, y tanto. Campeón del Mun-do y bicampeón de Europa con la Selección, estan-
DE
PROFESIÓN...
Reina siempre
estuvo
dispuesto
para ayudar
a su padre en
la cocina del
hotel donde
trabajaba. Un
buen pinche
dentro y fuera
de los terrenos
de juego.
ESTANDARTE.
Reina tuvo
el récord de
imbatibilidad
en el
Barcelona,
pero
recientemente
fue superado
por Víctor
Valdés,
compañero en
la cantera de
su hijo Pepe.
18 19
Y AHORA...
CONCEJAL.
Reina se
dedica ahora
a mejorar
el deporte
cordobés,
dentro de sus
posibilidades,
como
concejal en el
Ayuntamiento
de Córdoba.
darte del Liverpool, un gran ‘speaker’ y un porterazo. Miguel así lo corrobora y no sólo por amor de padre: “Que me perdonen la inmodestia pero me atrevo a de-cir que Pepe está entre los tres mejores porteros del mundo. De otra cosa no sé, pero de porteros sé algo y digo que está entre los tres mejores del mundo, se-guro. Para mí fue maravilloso estar en el Mundial de Inglaterra, pero es maravilloso dónde está Pepe y lo que ha conseguido”. Y es que Miguel Reina no fue un portero más de su época y eso que nunca le asustó la competencia: “Había muchos... Iríbar, Betancort, Araquistain, Sadurní, Esnaola... Había porteros muy buenos. De mi paso por el fútbol me quedo con el día que Roque Olsen me llamó para entrenar con la prime-ra plantilla del Córdoba. También con mi debut contra el Elche y por supuesto con mi fichaje por el Barce-lona. Fui a un Mundial siendo muy joven, con Iríbar y Betancort de compañeros en la portería. Me quedo, sobre todo, con los grandes amigos que he hecho en el fútbol. Para mí es un orgullo y me siento muy feliz de tener las amistades que me dio el fútbol. En la vida hay que ser honrado y trabajar. Perseverancia y sacri-ficio. Eso es lo que hay que hacer”. Y son muchos los amigos, pero también sus éxitos: una Liga, una Copa Intercontinental, una Copa de Ferias, tres Copas del Generalísimo y dos veces el portero menos goleado de Primera. Y su paso por la Selección Española… Casi nada. Aunque a veces tuvo fallos, como cualquie-ra: “Creo que soy el único portero del mundo que se ha hecho un autogol desde fuera del área, pero me lo tomo en broma”.
Se puede decir que la familia Reina disfruta más con un balón en las manos que dándole pataditas. Ahí están los casos de Miguel y su hijo Pepe. Miguel, otro hijo, tomó un rumbo diferente… con las manos como herramienta deportiva: “Jugaba de nueve. Lo que pasa es que le vi más condiciones para el balon-cesto que para el fútbol. De hecho, Díaz Miguel se lo quiso llevar al Estudiantes. Mi hijo creció y jugaba en el Puertas Mavisa, con varios compañeros de los Es-colapios”. Y Miguel prefirió no ser portero. Su herma-
no Pepe siguió la estela de su padre. Y hablando de porteros, a Miguel Reina no se le puede pasar por alto la figura de Iker Casillas, compañero y gran amigo de su hijo Pepe. Alto y claro: “Casillas se merece el Ba-lón de Oro”. Otra cuestión es catalogar al madridista como el mejor portero español de la historia: “En Es-paña ha habido muy buenos porteros siempre. Bue-nísimos. Ramallets, Zamora, Vicente, Araquistain, Irí-bar... Es muy difícil decir cuál es el mejor. Está claro que Casillas es uno de los mejores porteros de la his-toria del fútbol español, sin duda”. Y no pasa por alto la rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona. Reina, si le dan a elegir, lo tiene claro: “Son dos tipos de fút-bol diferentes, pero hoy por hoy a mí me gusta más el fútbol que realiza el Barcelona que el que hace el Ma-drid, sin duda alguna. Es una cuestión de gustos”.
Y sin fútbol, Reina también sería feliz. Disfruta en Córdoba como cuando era niño de Los Maristas, cuan-do se pasaba por la cocina junto a su padre, cuando la música le daba momentos de mucha alegría. Ahora no se olvida de su pasado: “El flamenco me encanta, igual que estar con los amigos, comer un perol, jugar al dominó... La vida te da esos momentos que hay que disfrutarlos”. Su hándicap, el inglés, muy necesario en estos días: “Lo estudié y lo dejé. Hoy día me lo re-procho. No lo hablo, la verdad. Me pesa mucho no ha-berlo aprendido”. Por ejemplo, cuando su trabajo se lo permite, le es fundamental para visitar a su hijo Pepe en Liverpool. Allí le espera con los brazos abiertos su nieto Luca. Quién sabe si será el tercer portero inter-nacional en la familia. Su abuelo, de momento, tiene la pócima ideal para que lo logre. Porque los Reina llevan el veneno del fútbol en la sangre.
RECONOCIDO.
Reina guarda
muy buenos
momentos
de su etapa
como jugador.
Y todas las
aficiones le
tienen mucho
aprecio, como
persona y
como jugador.
El respeto era
mutuo.
SANGRE
FUTBOLERA.
Su padre
le metió el
gusanillo del
fútbol y él
se lo pasó a
sus hijos. Por
algo es uno
de los mejores
porteros en
la historia
del fútbol
español.
20 21
El Granada disfruta en Primera casi 40 años después. Y quiere hacerlo durante mucho tiempo. Para aprender tiene varios espejos
donde mirarse: Cándido Álvarez ‘Candi’, Joseíto, Porta, Pedro Fernández y muchos más. Ahora serán Quique Pina, Anquela o
El Arabi, entre otros, quienes deben prolongar este sueño.
DE LA ILUSIÓN
DE CANDI A PINA: EL
DE LA ILUSIÓN
DE CANDI A PINA: EL
GRANADA
AS Color contó cómo el mejor Gra-nada de la historia, con el presidente Cándido Álva-rez, ‘Candi’, y el goleador Porta como referentes, dio sus pri-meros pasos antes de llegar a ser el ‘matagi-gantes’.
HOMENAJE.
Muchos
jugadores
históricos del
Granada de
los años 60
y 70, entre
ellos Porta,
recibieron
un homenaje
hace un
año. Pasado
rojiblanco,
pasado
dorado.
24 25
El Granada recibió el nombre de ‘matagigantes’ en la 71-72: ganó en su estadio a Athletic Real Madrid, Barça y Sevilla
GABRIEL GALÁN /
El 23 de julio de 2009 no es un día cualquiera en la
historia del Granada. Es el día del cambio, el punto de inflexión de un club sumido en la desespera-ción y que poco tiempo después disfruta entre los grandes del fút-bol español. Todo lo que ha lle-gado tras ese día han sido bue-nas noticias, éxitos, ascensos… Una fiesta. Ese 13 de noviembre, Quique Pina fue nombrado nuevo presidente de un club que por en-tonces sobrevivía en Segunda B, sin jamás pensar que tan pron-to volvería a tocar la gloria con las manos. Que sería un equipo de Primera por derecho, que en Los Cármenes no habría hueco ni para un alfiler. Pero ocurrió, y tan-to que lo hizo. El Granada cumple ahora su segundo año seguido en la élite y cada vez se parece más a aquel histórico Granada de los 70, con don Cándido Gómez Álva-rez a la cabeza. Un héroe para el granadinismo, un espejo donde Pina se mira cada día.
Contó AS Color hace ya más de 40 años las ideas y propósi-tos que ‘Candi’, como se le cono-ce en el mundillo del fútbol, tenía en mente para su Granada. En su primer mandato iniciado en 1967 –estuvo durante cinco etapas dis-tintas en la entidad rojiblanca-, Candi convirtió al Granada en un referente de la Liga española, un equipo rocoso que se asomó a los puestos de cabeza como alterna-tiva a los grandes y con una fama de duro que siempre irá unida a su historia. Aquel sexto puesto en la 71-72, que repitió dos tem-poradas después, fue una gesta importante, tanto que incluso se convirtió en el ‘matagigantes’ de Primera tras sus victorias ante el Real Madrid, Barcelona, Athletic o
Sevilla. Era el Granada de Porta, Aguirre Suárez, Pedro Fernández, Izcoa, Falito, Vicente, con José Iglesias ‘Joseíto’ al frente de la nave, cuatro veces campeón de Europa con el Real Madrid en su etapa como jugador. Un equipo “de amigos”. “Disfrutábamos ju-gando y después de los partidos nos íbamos al cine, hacíamos cosas juntos”, reconoce Por ta,
máximo artillero de Primera esa temporada con 20 goles, el pri-mero y único hasta el momento en lograr ese hito en la historia del Granada.
Ahora, Candi vive alejado de la vida pública, pero siempre muy pendiente de su Granada. Y tam-bién de Pina, con el que mantuvo un buen trato en su última época como presidente, ya que el mur-
ciano le ofrecía jugadores. “Nun-ca nos vendió un ‘manta’. Si Pina pensaba que el jugador no era apto para el club, no negociaba”, ha comentado en más de una oca-sión Candi, quien siempre miró a cotas altas a pesar de la compe-tencia. Nunca se conformó con lo que tenía, como apuntó en AS Color: “Después de tres tempora-das consecutivas en Primera, he-mos de olvidar todo lo que sue-ne a descenso y pensar en una situación entre los mejores equi-pos, buscar la obtención de un lu-gar que nos permita el acceso a la Copa de la UEFA. Ése es el ob-jetivo y así se lo he hecho ver a los jugadores”. Y fiel a su forma
El Granada, con Pina a la ca-beza, quiso premiar hace un año antes del partido ante el Villarreal a más de 30 jugadores históricos del club rojiblanco, quienes fueron nombrados embajadores de honor de la ciudad. No faltaron Porta, Izcoa, Ñito, Falito, Jaén, Dueñas, Quiles, Grande, Lasa Fernández, Castellanos, Puente, Mateos, Ba-rrenechea o Noya. Un día para no olvidar. El lujo del saque de honor recayó en el propio Por ta: “Fue una gran fiesta y un homenaje es-pectacular, además de por estar acompañados por las esposas y algunos familiares. Hacía tiempo que no nos veíamos y recordamos los buenos momentos vividos. Nos trataron fenomenal”. Pero los tiempos han cambiado y el fútbol, también. “Ahora no es ni mejor ni peor que antes, simplemente es diferente. Hay mejores instalacio-nes, mejores botas, terrenos de juego renovados, incluso más calidad. Pero antes se disfruta-ba más, ahora impor ta más el resultado que otra cosa. Recuer-do que la gente se iba contenta a casa si veía un partido atractivo y emocionante”, subraya Porta. Pedro Fernández, el jugador que más veces ha vestido la camise-ta del Granada en Primera (170), también compara la evolución del fútbol. Y la de su Granada, al que sigue cada domingo: “Este mundo ha cambiado mucho. En mi época de jugador todos éramos del Gra-nada, no había cedidos como aho-ra y estábamos muy comprometi-dos con el proyecto. Si el equipo bajaba a Segunda, nos buscába-mos la ruina”.
El defensa paraguayo, el único de todas estas viejas glorias que vive en la ciudad de La Alhambra, fue un pilar muy importante en el mágico Granada, aunque mucha gente sólo le recuerde por una
COMO UN
HÉROE.
Hablar de
Enrique Porta
en Granada
es hablar de
un genio. El
delantero fue
el máximo
goleador de
Primera en la
temporada
71-72 (20
goles).
Enrique Porta es el único máximo goleador del Granada en Primera: logró 20 tantosen la temporada 71-72
de ser, y también de vivir el fút-bol, Pina ha tomado buena nota del ex presidente rojiblanco, pon-tevedrés de nacimiento y granadi-no de adopción. No pide un pues-to en Europa, pero sí quiere un equipo que dé la talla en Primera. El sufrimiento de la pasada tem-porada casi le hace abandonar el barco, además de sus intermina-bles disputas con el Ayuntamiento granadino. Por eso ahora ha apos-tado fuerte –ha pagado casi cinco millones de euros por El Arabi, el fichaje más caro de la historia ro-jiblanca-, y quiere mantener la ilu-sión de una afición volcada con su equipo. Como en aquellos má-gicos años 70.
26 27
acción en la que lesionó de gra-vedad al madridista Amancio. Fue sancionado con 15 partidos: “Era el otro fútbol, se jugaba con mu-cha fuerza. En el Real Madrid se acuerdan mucho de esto, pero yo también tuve golpes muy fuertes en mi carrera. Me rompieron la nariz, las cejas… En el fútbol hay muchos inconvenientes”. Tam-bién tuvo mucha repercusión el botellazo de Dani Benítez al cole-giado Clos Gómez, curiosamente ante el Real Madrid en la penúlti-ma jornada de la pasada Liga. La sanción, ejemplar: tres meses sin jugar, por lo que el extremo ma-llorquín no se estrenará en esta Liga, al menos, hasta noviembre. Otro jugador clave en la historia reciente del Granada. Fernández le avala: “Tiene mucha velocidad y una gran pierna izquierda. Si está concentrado, es fundamen-tal. Pero debe dejar a un lado los conflictos y centrarse sólo en ju-gar como sabe, que es muy bien”. El ex jugador rojiblanco no encuen-tra muchas semejanzas entre su Granada, el de los éxitos, y el ac-tual, que quiere conseguirlos: “No creo que se puedan repetir esas grandes temporadas en Primera, porque ahora para hacer un buen equipo hace falta mucho dinero. Pero espero equivocarme y que nos den muchas alegrías”.
Y tras aquellas alegrías del Granada dorado, llegó la bajada a los infiernos. En la temporada 1975-76 hubo un fichaje mediá-tico para el banquillo, Miguel Mu-ñoz, que llegó a Los Cármenes con la vitola de haber entrenado al Real Madrid de las cinco Copas de Europa. Pero todo salió mal y el Granada, que tantas alegrías había dado años atrás, se fue a Segunda. Y le costó levantar ca-beza, incluso la situación fue to-davía peor: descenso a Segunda
B tras la desastrosa campaña de las bodas de oro en la 80-81. Hubo vaivenes, vuelta a Segunda y otro descenso más dramático a Tercera en 2002 por impagos. Fue un milagro que el histórico Grana-da no desapareciese. Pero no lo hizo, sobre todo por la entrada en el club de la familia Sanz. Y pasa-ron unos años de cierta tranqui-lidad en Segunda B, hasta aquel 23 de julio de 2009, ya sin los Sanz. El empresario italiano Gino Pozzo, actual dueño de Udinese, asumió la deuda del club y delegó
en Quique Pina. Desde esa fecha, sólo se conocen alegrías por Gra-nada. Un doble ascenso seguido y más de 35 años después vuel-ve a tocar la gloria de Primera. Fa-bri, Ighalo, Roberto y algunos más pronto tendrán una estatua en la ciudad. Juan Antonio Anquela, ac-tual entrenador, también tendrá la suya si su proyecto sale perfecto. Candi, aquel presidente que hizo escuela en Granada, también quiere verlo. Pina no fue su alum-no, pero va camino de mantener vivo el sueño 40 años después.
Del éxito al abismo: con Miguel Muñoz descendió a Segunda. Llegó hasta Tercera, pero hoy
vuelve a disfrutar en la élite
HISTÓRICO.
Pedro
Fernández,
que vive en
la ciudad de
La Alhambra,
es el jugador
que más veces
ha vestido
la camiseta
del Granada
en Primera
División (170
partidos).
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• ÍNTEGRO, EL NÚMERO 15 DE AS COLOR DEL 31 DE AGOSTO DE 1971
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