Educación y subjetividades mediáticas

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Educación y subjetividades mediáticas Educación como 1. Disciplina 2. Encierro 3. Vigilancia 4. Panoptismo 5. Moldeado Autoridad Los medios del buen encauzar 1) Recta disciplina 2) Vigilancia jerárquica 3) La sanción normalizadora a. Castigo como humillación b. Lo que trasgrede la regla c. El castigo correctivo (la penitencia) 4) Sistema doble: gratificación /sanción. Donde es más importante la gratificación 5) La recompensa que distribuye grados y rangos 1 6) El examen 2 1 La distribución según los rangos o los grados tiene un doble papel: señalar las desviaciones, jerarquizar las cualidades, las competencias y las aptitudes; pero también castigar y recompensar. Funcionamiento penal de la ordenación y carácter ordinal de la sanción. La disciplina recompensa por el único juego de los ascensos, permitiendo ganar rangos y puestos; castiga haciendo retroceder y degradando. El rango por sí mismo equivale a recompensa o a castigo”. 2 El examen combina las técnicas de la jerarquía que vigile y las de la sanción que normaliza. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar. Establece sobre los individuos una visibilidad a través de la cual se los diferencia y se los sanciona. A esto se debe que, en todos los dispositivos de disciplina, el examen se halle altamente ritualizado. En él vienen a unirse la ceremonia del poder y la forma de la experiencia, el despliegue de la fuerza y el establecimiento de la verdad. En el corazón de los procedimientos de disciplina, manifiesta el sometimiento de aquellos que se persiguen como objetos y la objetivación de aquellos que están sometidos. La superposición de las relaciones de poder y de las relaciones de saber adquiere en el examen toda su notoriedad visible

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Educación y subjetividades mediáticas

Educación como

1. Disciplina2. Encierro3. Vigilancia4. Panoptismo5. Moldeado

Autoridad

Los medios del buen encauzar

1) Recta disciplina

2) Vigilancia jerárquica

3) La sanción normalizadora

a. Castigo como humillación

b. Lo que trasgrede la regla

c. El castigo correctivo (la penitencia)

4) Sistema doble: gratificación /sanción. Donde es más importante la gratifica-ción

5) La recompensa que distribuye grados y rangos1

6) El examen2

a. El examen invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del po-der

b. El examen hace entra la individualidad en el campo de la documenta-ción

1 “La distribución según los rangos o los grados tiene un doble papel: señalar las desviaciones, jerarquizar las cuali-dades, las competencias y las aptitudes; pero también castigar y recompensar. Funcionamiento penal de la ordena-ción y carácter ordinal de la sanción. La disciplina recompensa por el único juego de los ascensos, permitiendo ga-nar rangos y puestos; castiga haciendo retroceder y degradando. El rango por sí mismo equivale a recompensa o a castigo”.

2 El examen combina las técnicas de la jerarquía que vigile y las de la sanción que normaliza. Es una mirada norma-lizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar. Establece sobre los individuos una visibilidad a través de la cual se los diferencia y se los sanciona. A esto se debe que, en todos los dispositivos de disciplina, el examen se halle altamente ritualizado. En él vienen a unirse la ceremonia del poder y la forma de la experiencia, el despliegue de la fuerza y el establecimiento de la verdad. En el corazón de los procedimientos de disciplina, mani -fiesta el sometimiento de aquellos que se persiguen como objetos y la objetivación de aquellos que están someti-dos. La superposición de las relaciones de poder y de las relaciones de saber adquiere en el examen toda su notorie-dad visible

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c. El documento se convierte en caso3

Del Moldeado a la Modulación

Durkheim. La idea de homogeneidad y diversidad. Siempre debe haber un mínimo de uno y de lo otro en las sociedades disciplinarias.

Deleuze:

Moldeado: el molde es fijo. Para cambiar lo moldeado hay que cambiar el molde.

Modelaje: estado intermedio. El molde es más flexible. Permite varios modelados

Modulación: el molde es totalmente flexible, permite muchos modulos. Es autode-formante según Deleuze.

Ilustración tendió al moldeado

La participación activa del alumno: el joven receptor pasivo, la mate-ria inerte dispuesta a recibir la forma proveniente del docente, es llamado a colaborar activamente en su propia formación. Esto es, se lo considera alguien provisto de forma, y cuyo moldeado no está limitado al espacio de una clase, un año lectivo o una institución educativa, sino que supone que su cuerpo y su conciencia deben ingresar en su proceso de formación ya no como la arcilla amorfa, sino como una materia cuya forma tiene que entrar en resonancia con la forma que se pretende dar. Y esa forma debe cambiar a mucha más velocidad porque ya no está ritmada exclusivamen-te por las tecnologías de moldeado previstas por la clase, el aula, el año lectivo, la institución.

La formación permanente del docente: el docente ya no se percibe a sí mismo como el transmisor de los contenidos universales. A medida que la materia amorfa es considerada parcialmente formada, su propia fun-ción de molde está en tela de juicio. Como dirá Deleuze, en las socieda-des disciplinarias las personas eran alumnos por un tiempo, pero hoy to-dos son alumnos. Y entre los principales alumnos están los docentes. Los organismos que regulan a la docencia exigen que el docente esté conti-nuamente incorporando nuevos conocimientos. Dicho de otro modo, en tanto nunca deja de ser alumno, el docente nunca termina de ser docen-te.

La crisis de los conocimientos universales: si el alumno debe partici-par y el docente debe seguir siendo alumno para ser docente, parece cla-

3 El examen, rodeado de todas sus técnicas documentales, hace de cada individuo un "caso": un caso que a la vez constituye un objeto para un conocimiento y una presa para un poder. El caso no es ya, como en la casuística o la jurisprudencia, un conjunto de circunstancias que califican un acto y que pueden modificar la aplicación de una re-gla; es el individuo tal como se le puede describir, juzgar, medir, comparar a otros y esto en su individualidad mis-ma; y es también el individuo cuya conducta hay que encauzar o corregir, a quien hay que clasificar, normalizar, ex-cluir, etcétera.

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ro que los contenidos mismos de la enseñanza entran en un proceso de redefinición permanente. La adquisición y transmisión de los conocimien-tos universales suponen que existe un momento en que dichos conoci-mientos pueden ser tomados en su totalidad. Cuando la formación es per-manente y cuando el conocimiento del alumno cuenta, esa noción de to-talidad desaparece; es tan evidente esta cuestión que son los propios or-ganismos educativos, garantes de dichos conocimientos, quienes llevan a sus docentes hacia la no interrupción de su formación. Esta crisis es do-ble. Por un lado, existen efectivamente nuevos temas, nuevas teorías, hasta nuevas ciencias y saberes que deben ser incluidos en las currículas. Por el otro, se desarrollan nuevas teorías pedagógicas que intentan com-plejizar la figura del moldeado hacia la modulación, cambiando hasta la división misma de los saberes (todas las reformas educativas de los últi-mos años, las más aceptadas y las más controvertidas, son ejemplos de esto). El docente debe tener la flexibilidad suficiente para incorporar nue-vos conocimientos, así como nuevos modos de impartirlos, que hasta in-cluyen la crítica misma de la escena con la que terminamos en el encuen-tro pasado.

De la sociedad disciplinaria a la sociedad de control

Llos cinco ejes que habíamos desarrollado: la autoridad, el monopolio de conteni-dos, la vigilancia, el encierro y el moldeado En este sentido, como veremos en los próximos dos encuentros, "información" de-signa mucho más que un problema técnico; es una cuestión social en la que se im-brican, efectivamente, tecnologías y subjetividades, y cuya resolución parcial en términos teóricos y muchas veces propagandísticos había sido la figura de "la socie-dad de la información", de la que todos oímos hablar a diario.

Kafka, houxley, gran hermano Nivel social: habíamos señalado que el término "control" intenta nombrar un

cambio en las condiciones de la vigilancia. Se puede decir que las sociedades de control desanudan las líneas que la disciplina había entretejido entre dos de los ejes planteados en el primer encuentro: la vigilancia y el encierro. En el dispositi-vo del aula se hace manifiesta esta mutua eficacia, donde la vigilancia panóptica del docente está garantizada por la concentración espacial de los alumnos en un espacio cerrado, y donde ese mismo encierro resulta justificado porque el ojo docente que todo lo ve puede ejercer de ese modo su rol educador. La vigilancia y el encierro son constantes en todas las instituciones de secuestro, como las lla-ma Foucault, desde el cuartel hasta la fábrica y desde la cárcel hasta el hospital. Pero estas instituciones están en crisis desde dos ángulos diferentes. Por un la-do, están sometidas a reformas constantes en su funcionamiento, dado que hay algo que las socava internamente y los diversos poderes que confluyen en ellas (Estado, mercado) pretenden que cambien su rostro para seguir ejerciendo un rol disciplinario, aunque ese mismo cambio marcaría el paso de la disciplina al control.

Nivel subjetivo: cada una de las instituciones disciplinarias tenía como misión forjar un tipo de subjetividad reconocible: el alumno, el soldado, el obrero, el en-

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fermo. Esas subjetividades, como lo hemos atisbado en el encuentro anterior, debían ser fijas y permanentes mientras durara la instrucción disciplinaria, para luego mutar en otra. Así, el alumno cumplía todo el ciclo como tal para tener lue-go la posibilidad de iniciar y recorrer otro ciclo diferente bajo otro modo subjeti -vo, sea el de soldado, o el de obrero. En la actualidad dichos modos se han mul -tiplicado, unos han desaparecido (el soldado, por ejemplo, ya que la conscripción está en vías de extinción en todo el mundo) y otros se han reformado. Pero qui-zás lo más interesante sea señalar que en esta danza compleja de modos subje-tivos, ni siquiera cada uno de ellos existe de manera definitiva, fácilmente distin-guible de las demás.

Nivel tecnológico: cada sociedad tiene una faz científico-tecnológica desde la cual se puede observar la dinámica de todas las relaciones explicadas aquí, y entre ellas muy especialmente las de vigilancia y encierro. Sigamos la clasifica-ción de Deleuze. Las sociedades de soberanía, las que anteceden a las discipli-narias, trabajaban con máquinas propias del mecanicismo, utilizando únicamen-te las fuerzas de acción y reacción de los cuerpos. Las sociedades disciplinarias elaboran y modifican la energía. Las sociedades de control emplean, en cambio, la información. Esta es una secuencia validada por la cibernética y la teoría de los sistemas, las dos disciplinas marco que darán lugar al problema de la infor-mación en términos científicos. Y de esta secuencia también se desprende la ya citada "sociedad de la información; es como si en el siglo XIX se hubiera impues-to la figura de "la sociedad de la energía". Profundizaremos en el próximo en-cuentro las implicaciones de esta secuencia. Lo que nos interesa en esta instan-cia es señalar el modo en que la cuestión de la información se vincula con el as-pecto social de la "reforma de las instituciones" y el aspecto subjetivo de "subje-tividades híbridas" y "dividuales". Este vínculo está marcado por lo que Lazzara-to llama, siguiendo una vez más a Tarde, las tecnologías de acción a distancia, en donde se pueden incluir tanto los medios masivos tradicionales (radio, cine, televisión) como las nuevas tecnologías digitales (Internet, teléfonos celulares).

Sociedad de la información. La cibernética

1) La información es una tercera entidad del universo, además de la materia y de la energía, cuya interrelación había sido ya suficientemente demostrada por la física y la química. Esto lo dice explícitamente Wiener y lo reafirma Gregory Bateson, el mismo que fue citado en el foro de debate del primer encuentro, cuando afirma que el universo se compone de dos mundos: el del pleroma (los sistemas físicos) y el de la creatura (los sistemas simbólicos). De algún modo podría tratarse de una nueva forma de materia, o de sustancia.

2) La información es una dimensión nueva del conocimiento, distinta del espacio y del tiem-po. La formulación de este “axioma” se produjo en un coloquio organizado en 1964 en Fran-cia sobre “el concepto de información en la ciencia contemporánea”. En este sentido, la in-formación significaría más bien aquella dimensión en la que se entrecruzan el espacio y el tiempo, por ejemplo bajo la lógica de la evolución.

3) La información se distingue del par materia-energía y del par espacio-tiempo por su ca-rácter organizacional. Eso significa que la información es aquella dimensión de donde proce-den las estructuras de los objetos en los universos físicos y simbólicos. In-formar es dar for-ma. Lo que postulan la cibernética y la teoría de los sistemas es que existen principios gene-

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rales, objetivamente verificables, de donación de forma en estos mundos, y que este princi-pio es el de la organización.

4) La información no tiene extensión. Su existencia es meramente matemática. La teoría matemática de la información, que retomaba en los ’40 las investigaciones de los años ’20, plantea que se trata tan sólo de la medida de la probabilidad de ocurrencia de una señal en un canal de transmisión sonora. Pero esto se extenderá a las llamadas tecnologías digitales, de modo que no se trata de un mero problema de transmisión: la generación de imágenes por computadora, por ejemplo, ocurre a través de mera manipulación automática y aleatoria de números.

Tenemos, entonces, una serie de atributos de la información que son cuanto menos sorpren-dentes: es una suerte de hecho natural, casi se podría decir una sustancia, que se distingue de la materia y de la energía tanto como del espacio y del tiempo, que está en la base de la organización de los seres vivos y artificiales y cuya inteligibilidad es matemática.

Tenemos, entonces, una contraposición muy clara entre formación e información. La primera co-rrespondería a la educación clásica y la segunda a la educación en las sociedades de control. Sin embargo, la conexión entre información y sociedades de control aparece clara sólo en el nivel tecnológico, como consecuencia de la expansión de lastecnologías digitales.

Wiener entiende que “los mensajes son una forma y una organización”. O sea, que los mensajes constituyen informaciones (tercera característica de la información: ser equivalente a organiza-ción) y que en tanto tal son formas, contraponiéndose a las definiciones de Simondon, para quien la información nunca puede ser forma)

En un sentido, la cibernética y la teoría general de sistemas son filosofía en acción, visión del mundo y de la sociedad encarnada en aparatos técnicos. Las tecnologías digitales, cuyo sistema general (el que rige desde los satélites a las computadoras, desde la fibra óptica hasta los teléfo-nos celulares) es una derivación de la teoría matemática de la información, contienen en su con-cepción misma la afirmación de que todo el universo consiste en formas que como tal son trans-misibles. Además, asumir que tanto los seres humanos como los signos que utilizan para signifi-car el mundo y comunicarlo son formas transmisibles viene relacionado con el mundo de la infor-mación, un mundo que no es el de la materia y la energía, ni el del espacio y el tiempo, que es pura organización inmaterial de estructura matemática.

1) La “sociedad de la información” señala un momento en que el mundo occidental (al menos, dado que sería aventurado concluir esto mismo respecto de Oriente o de sociedades de composiciones dife-rentes como las del continente africano) cree poder definir su principio material, como si a partir de la Revolución Industrial Europa se hubiera autoproclamado la “sociedad de la energía”. Veamos entonces las creencias asociadas, observemos la situación como si no la conociéramos, así como hemos percibi-do la escena del aula como si fuéramos extraños a ella. La “sociedad de la energía” cree que el mundo está lleno de algo, llamado “energía”, que puede y debe ser transformado y aumentado para el pro-greso de las sociedades: transformación de la naturaleza y utilización de los cuerpos como sede de ex-tracción de energía para la producción de esa transformación. En la visión del propio Foucault, no era otro el objetivo del dispositivo disciplinario, y muy en especial de la escuela: crear cuerpos para la pro-ducción. En cambio, la “sociedad de la información” es la sociedad que cree que hay un principio in-material, no observable por los sentidos, que existe sin que necesite ser comprendido y que transfor-ma números en imágenes y signos, además de constituir el principio de organización de todos los se-res complejos, desde un tigre a una computadora, pasando por el hombre y la sociedad. Ese principio se llama “información”. Esta sociedad pondera la transformación de la información en la naturaleza (de eso se tratan los organismos genéticamente modificados, los famosos OGM) y la utilización de los cuerpos como sede de extracción de información.

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2) Las “sociedades de control” son las sociedades que creen que todos los seres vivos y artificiales son formas transmisibles a través de un sustrato matemático y materializadas en imágenes y signos. Las sociedades disciplinarias, en cambio, se limitaban a trabajar con el espesor de los cuerpos, sin pene-trar en él, dejando para el espacio de las imágenes y los signos el papel de la comunicación entre esos cuerpos, todavía externa a ellos, o mediados por la figura de la conciencia (es interesante retener este aspecto para los últimos tres encuentros). Para las “sociedades de control”, la teletransportación de los cuerpos es algo que todavía no es realizable por problemas meramente técnicos: no se sabe cómo mantener la existencia de la sangre y de los tejidos durante el proceso de inmaterialización. Como dice Wiener, la idea es “altamente plausible”. Mientras tanto, mientras no puede realizarse, los cuerpos se van convirtiendo en la sede de emisión y recepción constante de señales, desde la sedentaria Internet hasta los móviles celulares.