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M. CUADRADO HERNANDEZ Arenas ci e 1 Camino BUENOS AIRES

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M. CUADRADO HERNANDEZ

Arenas ci e 1

Camino

BUENOS AIRES

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M. CUADRADO HERNÁNDEZ

ARENAS DEL CAMINO

BUENOS AIRES

1974

Manuel Cuadrado Hernández

Dedico este libro a tu memoria padre, y a mi madre que sobrelleva con entereza sus 86 años de edad.

Queda hecho el depósito que marea la ley 11.723

Impreso en la Argentina

ALGUNAS PALABRAS PARA MI LIBRO

"ARENAS DEL CAMINO"

El escritor y periodista Julio Mafud, hombre joven y bien conocido en los medios periodísticos y literarios, que ha surgido en los actuales momentos como una flor entre el fango que chapaleamos trayendo en sus pétalos enhiesto el ideal de libertad, el amigo Mafud, digo, me ha concedido la gran satisfacción de prologar mi segundo y nuevo libro "Arenas del Camino". Otros escritores que están sentados ya sobre el pedestal de cierta notoriedad y que dicen estar en la "línea libertaria", a los que solicité tinas pocas palabras para prologar mi libro, se excusaron de alguna manera; pero detrás de sus excusas, que hasta pueden ser elegantes, está la insinceridad y fa amarga revelación de que de ninguna manera pueden estar en la línea libertaria quienes escarnecen los principios más puros de la solidaridad y de un ideal que está por encima de todo egoismo y de dudosas y ambiguas posiciones.

Pero el desprecio de estos escritores que dicen es-tar en una determinada línea ideológica —pero que sólo están donde conviene a sus vanidad e intereses pecunia-rios— no me preocupa. Las palabras del escritor y perio-dista Julio Mafud, que sólo sé que es hombre sincero y solidario, me bastan. Yo vengo del pueblo y voy hacia el pueblo: soy más que nada y por sobre todo, un trabaja-dor, ese es mi orgullo y mi honra. Escribo versos por aña-didura, como el pájaro que sabe volar y también canta. No conocí la escuela secundaria y menos aún la univer-sidad. Mi escuela y mi universidad fueron la vida; de ella aprendí esto que canto: dolores y esperanzas —más do-lores, sin duda, que esperanzas— porque a los propios dolores se suman los de mis semejantes; pero no obs-

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tante, siempre, por entre ese lastre de pesimismo, asoma un rayito de optimismo que pese a todas las vicisitudes, no muere nunca en tos seres humanos.

Vengo del pueblo he dicho, pero de ese pueblo que si sufre, también piensa, sueña y ama; y a ese pueblo voy también. Creo que la humanidad está frente a una encru-cijada en el momento actual: o va hacia la senda de luz que encarna un Tolstoy, Reclús y Kropotkin, o va derecho a precipitarse en el abismo de la destrucción, del odio, de la violencia, de la intolerancia, de la incomprensión y del crimen.

La juventud que yo considero debe estar dentro de una concepción social avanzada, rebelde y responsable, de-berá apartarse de ese camino fácil que la ha llevado —salvo honrosas excepciones— hacia un "snobismo" morboso, deformante, que nada tiene que ver con la transformación social que debe buscarse, desperdician-do energías valiosas que orientadas en el sentido arriba señalado, con contenido libertario, sería ella la que daría el paso inicial y decisivo hacia una sociedad libre y justa.

Todo lo que yo pienso sobre el pasado, presente y futuro del mundo está condensado en mi poesía. La con-cepción de mi ideal es la auténtica libertad y justicia para todos. Fuera de la libertad, no creo que haya nin-guna concepción social transformadora y justiciera.

Y así caminando la vida fui juntando grano a grano este puñado de arena.

Arenas del camino batidas por todos los vientos, quemadas por todos los soles, lavadas por todas las llu-vias, limpias y sanas, incorruptibles y frescas.

Mi sangre, mi pensamiento, mi vida están mezclados en este puñado de arenas que ahora devuelvo al viento para que él las lleve y las haga rodar otra vez por los caminos...

MANUEL CUADRADO HERNÁNDEZ Sundblad, 17 de diciembre de 1970

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PROLOGO

A la vuelta de la literatura gauchesca todavía hay poetas que viven y cantan con la voz libre y llena de plenitud. No nace cuadriculada desde el asfalto ni llega después de haber perforado el humo de las chimeneas urbanas. Es una voz que nace transparente y límpida des-de SLI origen. No se mancha ni se oscurece casi con la tinta de imprenta. Es una voz que surge como una mon-taña o un árbol en medio de la tierra. Solo techada por el cielo hacia arriba y el suelo hacia abajo. No tiene límites la voz. Como tampoco lo tiene el corazón del cantor. Este no palpita al ritmo sanguíneo, sino al ritmo de la libertad plena. Es un corazón que marca todo el paso del ser.

La vida del poeta viene después. Plena, armoniosa, vibrante. Todo lo que canta está sellado por la vida vivi-da y por la conducta coherente. Nunca sale un canto que no lo respalde la vida. La vida no está detrás del canto, sino en el canto. El canto es la voz absoluta del hombre. Con ese lenguaje acusa, se subleva y ajusticia. Es un canto que grita su rebeldía. Y que no se enmarca en ningún contorno. Solo está clavado como un ñandu-bay entre la justicia y la libertad, entre el cielo y la tie-rra.

Los pamperos rasantes de los años han bandeado al cantor. Pero no a su conducta. Esta está siempre apun-tada y firme en la estaca del ideal. Podrá vibrar o cim-brarse. Pero nunca romperse o doblegarse. M. Cuadrado Hernández galopa sobre su ideal hacia su destino sin apuro y al tranco". Los dos han de llegar porque tie-nen la misma voz y el mismo camino.

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Desde ya se puede anticipar que ningún poema se-rá tan grande, tan noble, tan verdadero como el hombre. El hombre no escribe versos. Los respira. Su sangre salta en ellos a borbotones.

JULIO MAFUD

ARENAS DEL CAMINO

Como ruedan las arenas A lo largo del camino, Voy rodando como paria Maltratado por su sino.

Por la senda con abrojos Que anduvieron otros bardos, Voy andando con mis sueños Y pisando sobre cardos.

Con mis sueños de poeta Vapuleado por mi sino, Voy rodando como arena A lo largo del camino.

Me fustiga por la senda El "Pampero" del destino, Como bate el vendaval Las arenas del camino.

Como eterno caminante Con su carga de dolores, Voy sembrando por la senda Mis agrestes, pobres flores.

Son mis versos como arenas —Que son hijas del camino—, Esperanzas que galopan Sobre sueños peregrinos.

Mis poemas como hojas Desprendidas de la rama

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Van rodando por la vida Y un destino l'os inflama...

Voy sembrando en mi camino El bagaje de mis sueños, Como siembra las semillas El labriego con empeños...

Así marcho por la ruta Que anduvieron otros bardos... Con sus versos y sus sueños Y pisando sobre cardos.

Son mis versos como arenas Por los vientos arrastradas, El insomnio de mil noches Con bostezos de alboradas.

Así voy por el camino Con mis siembras libertarias Que recogen los poetas Los humildes y los parias.

¡Qué se esparzan por el aire Como polvo sin destino! ¡Por qué así son estos versos Como arenas del camino!...

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LA SEOUIA

En la pampa polvorienta Que es un símil del desierto, Nada hay verde, todo ha muerto Sobre la tierra sedienta. Pasa veloz la tormenta Y destila alguna gota, En el aire espeso flota El polvo de nuestro llano, Que se pierde en el arcano De la distancia remota...

Muestran su faz de tristeza Los campos resecos, pardos; Yacen tendidos los cardos Sobre su ardiente corteza. Ya la reseca maleza Está a punto de incendiarse, Amenaza con quemarse Cuanto se oculta en su entraña, Y huye fugaz la alimaña Que no halla dónde ocultarse.

Sobre campos y caminos Castigados, polvarientos, Galopan, soplan los vientos Levantando remolinos. Ya no se escuchan los trinos De los pájaros cantores, También sufren los rigores Del quemante, ardiente sol, Parecen ser un crisol Sus rayos abrasadores.

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Flota como una humareda La bruma rosando el suelo, Como ondulante pañuelo Envuelto en la polvareda. El campo desnudo queda Sólo hay cielo y extensión No existe verde un rincón: Sol y arena en remolino... Pareciera que el destino Le arrojó una maldición.

Unas nubes fugitivas Se alzan en el horizonte, Cubren y mojan el monte Como lágrimas furtivas. Hurañas, raudas, altivas Se alejan con rumbo incierto Y sobre el campo ya muerto En el que no hay nada verde La fina lluvia se pierde... Como un grito en el desierto!

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ACTUALIDAD

Nuestra época tiene que alcanzar la renovación espiri-tual...

Albert Schweitzer

Yo pienso en la actualidad En los momentos presentes, Y en vuelo mi pensamiento Y como llama mi mente, Echo una mirada al mundo A éste y otros continentes, Y pienso en el Congo Belga Y el Vietnam donde la gente, Se extermina por millares Y mueren de hambre y de peste: Una hoguera gigantesca Que amenaza a un continente!

Allí se juegan dos mundos Y se juegan intereses; Intereses de dos bandos... Que se hacen grandes y crecen A expensas de caras naciones A las que al final someten.

Y observo a la vieja Europa Debatirse en la corriente De problemas ya muy viejos Y de otros muchos recientes Sin lograr salir a flote Sobre el viejo continente Que ensangrentaron dos guerras Y otra, amenaza latente.

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En Asia se están matando Y se matan en el Africa, Y en América Central Muchos pueblos se desangran. Y en el coloso del Norte Y en el coloso del Asia, Se incuba, se está gestando La próxima, la gran matanza, Pues el mundo está asentado Sobre cimientos de lava...

Y en la América sureña (Un crisol que no se apaga) Hay hambre, peste y miseria Insoluble eterno drama En estos jóvenes pueblos Que son fuente de esperanza...

Golpes de estado, desorden Guerra civil y matanzas, Dictaduras militares Estructuras que no cambian... De cada tres habitantes En la América Latina, Dos están sufriendo hambre Y esto avergüenza e indigna Donde hay riqueza en potencia Que acapara la rapiña Del voraz imperialismo Que explota y monopoliza Cuando existen tantos pueblos Que por el hambre agonizan.

Lucha y odio entre las razas Odio y lucha entre los pueblos Bajo estructuras caducas Y de arcaicos privilegios Marchas y más contra marchas De éste, o del otro gobierno, Pero no se cambia nada... Sólo cambian los impuestos!

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Impuestos exorbitantes Que pesan sobre los pueblos, Para mantener sectores Reñidos con el progreso...

Estos son a grandes rasgos La "actualidad", el "momento", Sputnik, era nuclear Y grandes "descubrimientos" De exploraciones al cosmos De técnica y de "progreso".. De satélites que giran En torno del Universo...

Son millonadas de dólares Pilas inmensas de pesos, Gastados en artefactos Sólo con fines guerreros Cuando el momento del mundo Ya no puede ser más negro. Que reflexionen los hombres De corazón y cerebro, Y digan honestamente Si no es verdad lo que pienso!

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POR ELLA

Porque me miré en sus ojos Que sinceros parecían, Y luego cuando reían La besé en sus labios rojos, Encendida de sonrojos Era seductora y bella, Y al cruzárseme en la huella Me encegueció con su luz, ¡Y ahora cargo con la cruz... Que me eché encima por ellal.

Me fui quedando y quedando... Y me quedé en el camino... Y hoy sin rumbo y sin destino Sigo rodando y rodando... Siempre penando y penando Voy transitando la huella, Sin que me guíe una estrella Sin que me alumbre una luz, ¡Llevando a cuestas la cruz... Que me eché encima por ellal...

Sus labios que eran de miel Cuando los besé hechizado, Luego ya decepcionado Me amargaron como hiel. Aquel desengaño cruel Que entre otros muchos descuella, Hoy me acompaña en la huella Por donde marcho sin luz, ¡Y mi vida es una cruz... Que me eché encima por ellal...

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Y soñé con un mañana Porque me miré en sus ojos, Y lioy, tan sólo son despojos Aquella esperanza vana. Es breve la dicha humana Como la fugaz estrella, Y porque creí en aquélla Con la bondad de Jesús, ¡Ahora cargo con la cruz... Que me eché encima por ellal...

Así voy por el camino Como la arena rodando, Siempre penando y penando... Ya sin rumbo y sin destino. Tal vez penar es mi "sino" Me resigno con mi estrella, Ni siquiera acuso aquélla... Que me cegó con su luz, ¡Para matarme en la cruz... Que llevo a cuestas por ella!

— * — Décimas para mi saino colorado al que llamaba "Tigre",

pese a que era de una mansedumbre sin igual... Formi-dable caballo de tiro pesado, y gran pingo para el "sulki".

Para él, este humilde recuerdo.

¡Pobre saino colorao Te fuiste pa las estrellas... A galopar otras huellas Y a tirar de algún arao!... Mucho me has acompañao En cientas de madrugadas. En muchas cientos de aradas Del presente y del ayer, Viéndonos envejecer Otras tantas alboradas.

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¡Pobre saíno colorao! Aunque tenías muchos años, Tal vez no fueron sus años Los que al final te han tumbao, Ni los años, ni el arao Parecían hacerte mella. Y en el surco, o en la huella Al sulki o chata prendido, Hasta el final has cumplido Desde el alba hasta la estrella...

Mansedumbre sin igual Aunque de aspecto imponente, De su raza el exponente ¡Linda estampa de animal! Mirándolo en el corral Levantada la testera, Suelta al viento la crinera Cuando lanzaba un bufido Un hombre poco advertido Diría que era una "fiera".

¡Cuántos, surcos dibujaos Abiertos sobre la tierra, Con ese grito de guerra Que proclaman los araos! ¡Cuántos surcos empapaos Con sangre y sudores tuyos, Entre cardos, o entre yuyos Y en cada melga tendida Fuiste dejando tu vida Sin resignar tus orgullos!...

Cuántas huellas recorrió Tu orgullo de cadenero Con mi orgullo de carrero, Que siempre te manejó. Que nunca un chirlo te dio Para cruzar un pantano, Porque enérgico y baquiano Cuando el peligro intuías:

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¡Un Sansón me parecías Invencible y soberana!

¡Pobre saino colora° El arao está extrañando, La Pala de Buey pensando Por dónde te habrás marcha& El aperaje colgao Permanece en el galpón, En un oscuro rincón Envuelto en sombras te extraña, Cubierto de telaraña A manera de crespón.

Ya no te veré correr Retozando en el potrero, Ni lucirte con tu apero Como lo hacías ayer. Pero siempre he de tener Un lugar en mi memoria, Para recordar la historia De tus hazañas de ayer Pues con ellas he de hacer Un monumento a tu gloria...

Te fuiste pa las estrellas Pobre saino colorao, A tirar de algún arao Y a transitar otras huellas. Tal vez andando por ellas A tu recuerdo abrazao, Ya traspuesto el otro lao... De la vida sin falsía, ¡Pueda encontrarlo algún día:.. A mi saino colorao!

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LOS CABALLOS...

Décimas amargas inspiradas por la contemplación de un matadero en un partido vecino, de uno de los más serviciales amigos del hombre y jalón del progreso ame-ricano: el caballo.

Vi en un corral encerrados Un centenar de caballos; Oscuros, tordillos, bayos Moros, roanos, colorados.. Como mansos condenados Sumidos, gacha su frente, Esperan calladamente Inocentes, resignados, Ser por alguien degollados A mansalva, impunemente.

Ellos, héroes abnegados De silenciosas jornadas, Bravos héroes sin espadas Luego mueren degollados. Ellos que con los soldados De Güemes y San Martín, De un confín a otro confín.. Cruzaron el continente, ¡Son muertos salvajemente Sin merecer ese fin!

Ellos, que con el arado Hicieron la patria grande, Que lo cruzaron al Ande Y tanto progreso han dado Que a mi suelo han libertado

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En santa y fecunda guerra, Sembrando, arando la tierra Hasta colmar los graneros: ¡Llevando a los granaderos A través de pampa y sierra!

Se hace una industria con él Después que aró tanta tierra, Y el "progreso" le hace guerra, Una guerra sin cuartel A él, que nos trajo un laurel, De Maipú y de Tucumán Al incansable titán De tantas glorias pasadas, ¡Hazañas nunca olvidadas Que en la patria historia están!...

Pero los corre el "Progreso".. Con un encono siniestro, Como corrió al gaucho nuestro Y al indio aplastó su peso Y es tan grande y tan avieso El modo de proceder, Que a los que han sido hasta ayer Como ponchazos de aurora, ¡Los van degollando ahora Para su carne comer!.

Los he visto en un corral Ya para ser degollados Hambrientos, amontonados En medio de un basural... Faena sucia y criminal Con un s,ervicial amigo, El "pingo" que fue testigo Y rubricó con su estampa, ¡Hazañas que en nuestra pampa Batieron al enemigo!

Después que su sangre dieron En el surco y en la huella, Sin piedad se los degüella

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En pago de lo que fueron. A Ellos que todo ofrecieron Desde su sangre a su piel, El hombre insensato y cruel Sin piedad los asesina: ¡Aquí en mi patria argentina Merecen otro "laurel"!...

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Mi RECADO

Colgado de un caballete Que armara la mano mía Descansa quien fuera un día Todo el lujo de mi flete, En mis tiempos de jinete Si habré lucido mi apero, Y en mi vida de resero Recibí más de un halago, Andando de pago en pago Con mi caballo estrellero.

Muchos años han pasado Mucho tiempo ha transcurrido, Y ya un poco en el olvido Voy dejando a mi recado, A él, que viene de un pasado Que juntos hemos vivido, No lo envolverá el olvido Del tiempo ni la distancia, ¡Está en mi con la constancia Del recuerdo más querido!

Los dos el mismo destino El y yo, la misma estrella, Los dos en la misma huella En idéntico camino. Ambos con el mismo sino Por eso cuando me muera, Más que una caja quisiera Como atavío sencillo, ¡Dormir sobre el cojinillo Y el basto de cabecera!

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En él se oculta la historia De mi vida proletaria, La triste vida del paria Que muere sin paz ni gloria. Sabe de mi trayectoria Sin ventura y dolorida; En él palpita y se anida Todo el dolor del camino: ¡A los dos con un destino Nos ha marcado la vida!

El sabe de mi inquietud Mientras anduve las huellas, Guiado por las estrellas Y en distinta latitud. Sabe de la lentitud De andar y andar la distancia, Con esa eterna constancia Que tiene el gaucho resero Hecho a golpes de "pampero" Desde la más tierna infancia.

¡Si sabrá de pampa y cielo El gaucho recado mío! De calor, de lluvia y frío De andar y andar nuestro suelo El sabe de este desvelo Del gaucho madrugador, Que se forjó en el rigor De la andanza del camino, Sabe del triste destino Del hombre trabajador.

El bozal viejo y enclenque Está colgado en un clavo, Añorando el potro bravo Que acogotó en el palenque Cuelga a su lado el rebenque Que amansó más de un bagual, La manea y el pegual Y el lazo fino trenzado,

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¡Qué en •un pial de volcado Tumbó al potro en el corral!

Todo está en orden colgado Esto que me es tan querido En el silencio sumido Mi viejo y gaucho recado, Porque no será olvidado Quien perdura en mi memoria, Quien es un trozo de historia Que recordando ahora estoy, Y me acompañó hasta hoy En toda mi trayectoria!

Yo lo miro y está ahí... Sobre el viejo caballete, Como si extrañara el flete En que un día lo lucí. Lo miro y es para mi Una reliquia sagrada, Me recuerda la alborada El andar pausado y largo, ¡El asado, el mate amargo Tras de la intensa jornada!

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EN LA BRECHA

Vuelvo otra vez a la brecha La pluma como bandera, La empuño como si fuera Temible,. filosa flecha Mi verbo altivo se estrecha Para salir en montón Como sangre en borbotón De las fibras lastimadas, Como rojas llamaradas Del herido corazón.

Traigo en mi pluma engarzada La caústica imprecación, Que al fondo del corazón Llegará como estocada. En mi décima exaltada, Es comq acero mi acento, Nervio, fuerza y sentimiento Es mi palabra encendida ¡Traigo en el dolor la vida Como en un alumbramiento!...

Yo voy por la brecha abierta Caminando hacia el futuro. La brecha abierta en lo oscuro De un pueblo que no despierta, Que tiene el alma desierta Sin fuego y sin inquietud, De una muerta juventud Que tiene hielo en la mente ¡Qué sólo tiene presente La ruleta y el "stud"!

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Quiero hacer una excepción —No lo tome como ofensa—Esa juventud que piensa Y es pureza y devoción. Que lleva en el corazón La inquietud de superarse, De estudiar y de elevarse En el aspecto moral, Y en plano espiritual Avanzar y renovarse.

Y en la brecha ha de seguir Como cuadra a un hombre fuerte. Es secundaria la muerte Si nos lleva al porvenir Mi esfuerzo no he de medir Ni lo andaré calculando, En la pelea me agrando Y dispuesto a caer en ella, "¡No me aparto de la huella Ni aunque vengan degollando!".

Mi verso es como el acero Sobre el yunque modelado; Mi verso ha sido plasmado A ponchazos dpl "pampero" Humilde es mi derrotero Pero proficuo y seguro, Firmemente y sin apuro Por la ruta señalada Llevo puesta mi mirada Orientado hacia el futuro.

Seguiré los derroteros —El amplio y limpio camino—Que anduvieron Ameghino Y nuestro gran. Ingenieros. Los luminosos senderos De Ghiraldo el soñador, De Alberdi el gran pensador, De Almafuerte poeta nuestro, ¡Y de Sarmiento el maestro Eminente educador!

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EL REGRESO

(De vuelta al pago)

Con muchos años al hombro Regreso al pago otra vez, Al pago de mis amores Que hace tiempo abandoné. Volvía con la esperanza —En verdad, no sé por qué—De hallar algo de otros tiempos Pero aquí nada encontré... ¿No habré cambiado de rumbo Y no es mi pago tal vez?

De mi rancho, ni el cimiento Pude ver en el lugar, Sólo hay cardos y silencio Y la fría inmensidad... La inmensidad que se extiende De la vista más allá... Como un mar profundo y ancho Que nos da miedo mirar. ¡Sólo se ve una lechuza Que sobrevuela el yuyal, Graznando lúgubremente, Corno queriendo explicar, Que allí no queda más nada Del rancho, que fue mi hogar, Y en donde hubo un ¡ardín Se alza huraño el pajonal!...

Ni un arbolito siquiera Pude hallar en el lugar,

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Que fuera el patio querido Donde solía jugar, Allá en mis primeros años Que nunca podré olvidar, Será que el hacha del tiempo Lentamente y sin cesar, Los fue tumbando de a uno Implacable, sin piedad.

¿Y nuestros seres queridos? ¿Ya no existen? ¿Dónde están? ¡Se los ha llevado el tiempo! ¡Si es cosa para llorar!

He vuelto al pago querido ¡Y qué habría de encontrar, Sino un montón de recuerdos Que me han hecho lagrimear? Ni un amigo de otros años Con quien poder recordar Cosas que duermen el sueño Del olvido y soledad.

¿Me lo habrán cambiado al pago? ¿Será mi pago? ¿Será?... ¡Si parece que no fuera Esa es la pura verdad! —"Pero él también ha cambiado" El pago contestará, —"No es el mismo de otros tiempos ¡Cómo nos cambia la edad!".

Es verdad, estoy cambiado —El tiempo todo lo cambia—Nos acribilla de arrugas, Y nos salpica de canas Y va apagando a ponchazos De nuestra mente la llama, Y nos graba mil recuerdos. En lo profundo del alma, Y a fuerza de echarnos años Nos encorva las espaldas...

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¿Y para qué he vuelto al pago? Pregunto en mi soledad, Y me responde el silencio: ¡Amigo, para llorar!...

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MARIANO MORENO

Mariano Moreno El númen fogoso El hijo glorioso De nuestra nación. Insigne idealista, Apóstol, profeta Tenía una meta: ¡La revolución!

Amaba a su patria —La patria soñada. Que fue idealizada Con clara visión Ferviente patriota De verbo encendido, Que tuvo un sentido: ¡La revolución!

Moreno fue el númen Glorioso de Mayo, Luchó sin desmayo Con santa pasión. Rebelde al dominio Del colonialismo, Fue su idealismo: ¡La revolución!

Vivió aquel presente Confuso y oscuro Y oteaba el futuro Con clara visión. Culto y exaltado

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Palabra encendida Fue norte en su vida: ¡La revolución!

Luchó bravamente El joven patriota, Sufrió la derrota De una reacción. No obstante, no mellan Su temple de acero, Y es su derrotero: ¡La revolución!

Con rumbo hacia Europa Se embarca Moreno, La intriga y el cieno Lo hacen expatriar. Y en la travesía La muerte lo hiere: ¡Moreno se muere Lo arrojan al mar!

El mar fue la tumba Del noble argentino, Amargo destino Del gran luchador. Moreno fue el númen Rebelde de Mayo, ¡Su verbo era un rayo Emancipador!...

Y... ¡"Viva la patria... Aunque yo perezca!" Exclamó Moreno Antes de morir. Es la misma patria Que el gran argentino Le marcó el camino Para el porvenir.

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MIRANDO EL FUTURO

Quisiera una sociedad De hombres rebeldes y sanos, Donde todos sean hermanos Y vivan en libertad Donde reina la igualdad Económica y social, Para que así cada cual Forje su propio destino, Siempre dentro del camino Del respeto individual.

Formar al niño en la escuela Con una conciencia libre, Donde en la práctica vibre La dignidad que se anhela En el aula se modela La vida de la niñez, La rectitud, la honradez Se aprenden con el ejemplo. La escuela ha de ser un templo De luz y de sensatez.

En lugar de generales Más maestros e ingenieros, Que nos marquen derroteros En los campos culturales. Centros de higiene, hospitales Con adecuada atención, Aunque soy de la opinión Que en el arte de curar, Más nos debe preocupar

Divulgar la prevención.

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Que no quede ni un cañón Sobre el solio de la tierra Que es símbolo de la guerra Que siembra desolación. Que la mutua destrucción Entre los pueblos hermanos Se trueque entre los humanos En concordia y amistad, Porque la rivalidad Es caldo de los tiranos.

Que se fundan los cañones Bombas y ametralladoras, Y arados y sembradoras Surjan de ellos a montones. Que se estrechen las naciones En un abrazo cordial Sin ese afán criminal De absurdas hegemonías, Que es la causa en nuestros días Del gran odio universal.

Blancos, negros y amarillos Que sean una familia, La hermanandad que reconcilia No precisa de caudillos, En los preceptos sencillos De Schweitzer y Tolstoy, Encuentren los hombres de hoy Y los hombres del mañana, La lección profunda, humana De quienes nombrando estoy. Formar una juventud Culta, sana y comprensiva, Que estudie, trabaje y viva La sana y noble inquietud. Que asimila la virtud De este concepto señero: Piense que en su derrotero No hallará su elevación, Puesta sólo su ambición En el lujo y el dinero.

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Al igual que la colmena Trabaja la humanidad, En la paz y libertad Sin que sea una condena. Cada cual en su faena Ponga nervio y corazón, Y en esa superación Siempre fiel a su destino, Hallará el hombre el camino De su ansiada redención.

Que el juego y el alcoholismo Sean cosas del pasado, Y el hombre regenerado Pueda encontrarse a sí mismo, Para escapar del abismo Del vicio y la corrupción; Que sea su concepción En el mundo del mañana Hacer que la raza humana Odie tal degradación. Así concibo el futuro De concordia y de verdad, Futuro de libertad Y de progreso maduro, Que nuestro paso inseguro En el presente vivir, Se afirme en el devenir Mirando siempre adelante, La vida es lucha constante En busca del porvenir. Será así, no de otra forma El mundo del porvenir, Así será el devenir Encuadrado en esa norma. Todo avanza y se transforma Por la ley de evolución, Y esa gran transformación Nos señala un derrotero: Es la evolución primero Después la revolución.

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CIELO Y PAMPA

Para mi amigo José A. Carrizo

Para mi amigo Carrizo Voy a hilvanar estos versos, Sumándoles los esfuerzos De mi corazón macizo. Mi palabra sintetizo En la décima campera, En la reflexión sincera Que voy plasmando al momento, En alto mi pensamiento Y al tope como bandera.

No sé si mi poesía Tiene o no tiene valor, Si otro la hace mejor Tendrá la alabanza mía. El ave su melodía Canta sin saber cantar Es por eso que al volcar Mi inspiración en el canto, Esta voz que yo levanto Otros pueden superar.

En la llanura nací Me empapé de cielo y pampa, Moldeé entre el cardo mi estampa A medida que crecí... Y así, con el tiempo fui Junto a los surcos viviendo, Y mi alma fue nutriendo Con resplandores de aurora, ¡Cómo un cofre que atesora Todo un legado estupendo!

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Empapado de rocío Crecí entre el sol y los vientos. Y nutrí mis sentimientos Con esperanzas y brío Templé el pensamiento mío Con el afán libertario, Y adopté como brevario En mi rudo batallar, El anhelo de luchar Dando vida a un ideario,

I Dibujé con el arado El suelo donde nací

\ Y todo mi esfuerzo di Para verlo liberado Hurgando en nuestro pasado Voy transitando el presente Siempre fiel y consecuente

I Con mi accionar y decir, Escudriño el porvenir Bien alta y limpia la frente.

Acciono en la vida mía Con un sentido moral, Más que el valor material Justiprecio la hidalguía Y sólo un norte me guía En la senda a recorrer, Y es el poder mantener Con indomable tesón, ¡Flameando al tope el pendón Del derecho y del deber!

Empuñé la pluma un día En vez de empuñar la pala, Y no sé si buena o mala Me salió una poesía. Y sentí que el alma mía Era más bien un volcán, Y en mi mente había un titán Rebelde, sano, iracundo,

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¡Ansiando piasmar un mundo A medida de su afán!

Y aquí estamos en la brega La pluma como herramienta, La lucha incesante, incruenta Ni me amarga ni doblega La voluntad no se entrega Ni el corazón se amilana, Luchando por un mañana Más humano y promisorio, Ideal definitorio De la redención humana.

Y la lucha es mi consigna Y por esa lucha escribo Es todo lo que concibo Por una vida más digna El hombre no se resigna A vegetar en el lodo, Y es luchando codo a codo Que el pobre género humano Ha de salir del pantano Para vivir de otro modo...

Y bien, amigo Carrizo Ya voy a cortar el hilo.. Se va apagando el pavilo Del pensamiento macizo. He querido ser conciso Rumiando mi reflexión, Y a la luz de la razón A usted que es un hombre serio Con amplitud de criterio Le he dejado mi opinión...

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SONETO DE LA TRAIC1ON

(El hombre mediocre)

Despreciable, ruín, bajo, rastrero El que impulsivo, egoísta no razona Y por cálculos de pesos lo traiciona A quien fuera hasta ayer su compañero.

Miserable moral y traicionero Su ignominia abismal no reflexiona, Y al amigo lo halaga o lo abandona, Si conviene a su cálculo en dinero.

Es capaz de vender hasta la madre... Y lo vende al amigo, al propio padre Como el bíblico Judas legendario...

Su avaricia insaciable es su obsesión Llegará por su gula a la traición... Lo demás en su vida es secundario.

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SONETO A LA MUJER SOÑADA

(INCOGNITA)

LA MUJER QUE HE SOÑADO, ¿dónde está?... ¿En qué lugar del mundo se ha escondido? ¿O quizás todavía no ha nacido Y la espero en vano por acá?

¿No será que ya está en el más allá... Pues cansada de esperarme ya se ha ido... Porque el plazo sin duda se ha vencido Y no ha querido prorrogarlo ya?...

Y la busco y la busco todavía Ignorando si la hallaré algún día En la tierra, en el cielo, o más allá..

La incógnita persiste y me obsesiona Y esta pregunta siempre me traciona: La mujer que he soñado, ¿dónde está?...

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LA ENVIDIA

DÉCIMAS PARA UN "CONDE PAMPA"

(Por si las lee)

Me nombraste con desprecio Me acusaste de "envidioso", Más como soy respetuoso Sólo diré que eres necio. Mi moral no tiene precio Y es limpio mi derrotero. Tu fatuidad de estanciero Te ha impedido comprender, Que no impulsan mi quehacer... Ni la envidia, ni el dinero. Tu fatuidad de estanciero Te ha impedido comprender, Que no guían mi quehacer... Ni la envidia ni el dinero. Es otro mi derrotero... Es otro mi pensamiento, Es otro mi sentimiento Me nutre el alma otra savia... ¡Yo me inspiro en Rivadavia Y en las luces de Sarmiento!

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UNA DÉCIMA Y UN SALUDO

Para D. Marcelo Laguna por su comentario sobre mis versos "El Progreso".

Don Laguna le agradezco Su comentario elogioso, Que usted hizo de mi esbozo Y que tal vez no merezco En la amistad que le ofrezco Va mi saludo cordial Y esta advertencia fina! Que a usted Laguna le expreso: !Es negativo el progreso Si lleva implícito el mal!

Poesía publicada en "Tribuna Popular'

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BORDONEOS

Vuelvo otra vez a pulsar La guitarra campechana, Compañera, noble hermana En mis horas de pesar. Vuelvo otra vez a empuñar Con fuerza su diapasón, Y al conjuro de su son Que en mi inspiración borbota, Quiero arrancarle una nota Que alegre mi corazón.

Vuelvo otra vez a empuñar Esta guitarra querida, Que me acompaña en la vida Como una amante ejemplar. A ella que sabe vibrar Al conjuro de mi acento, Que nunca en ningún momento Me negó su melodía, Y con su gaucha armonía Pobló de notas el viento.

Guitarra, dulce instrumento En manos del trovador, El canto del payador Se inspiró en tu gaucho acento. Y si un sentido lamento Acaricia tu cordaje, Son lágrimas de coraje Derramadas en tu canto, Como si fueran el llanto Amargo del paisanaje!

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Cada cuerda es corno un hijo Que tiene distinto llanto, Tú, madre que con su canto Sin distinción los bendijo. Cuando a todas les exijo Que armonicen mi canción, Creo que tus cuerdas son Lo mismo que una familia Que a la madre reconcilia Rodeando el gaucho fogón.

Quiero que me den tus notas Un preludio, una canción, Que alegre mi corazón Y mis espenranzas rotas. Les cantaré a las derrotas Que pesan sobre mis hombros, Abismo lleno de asombros Donde se hundió mi ilusión. Vida rota, hecha un montón Como una pila de escombros!

Quiero que tus bordoneos Me inspiren para cantar, Quiero en tus cuerdas volcar Mis penas y mis deseos. Calandrias y Benteveos Me van a prestar su acento, Y en este triste momento Veré si del alma mía Brota alguna melodía Para que la lleve el viento.

Para que la lleve el viento, Sobre su lomo el Si Pulsarte guitarra quiero Arrancarte este lamento. Volcar todo el sentimiento Que en el alma se atesora, Por el que a veces se llora Y a veces nos rebelamos.

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Y hecho música escuchamos En ti guitarra sonora!

Música que recoge el viento Música que escucha el camino, Cuando el gaucho peregrino Bordonea algún lamento. Por eso criollo instrumento El más gaucho de mi suelo, Eres igual que un pañuelo Cuando nos brindas tu canto, Para enjugar nuestro llanto En las horas de desvelo.

Guitarra, guitarra mía! Como dijera Gard& El intérprete más fiel Del alma de la poesía. Yo también como él querría Cuando exhalo algún lamento. Tener su profundo acento Su tierna y honda emoción, Volcando en tu diapasón Lo mejor del sentimiento.

Y yo te pulso guitarra Aunque nada se de canto, Pobre es la voz que levanto Cuando el dolor me desgarra; Viejo dolor que se amarra Al sufrido corazón. Por eso la inspiración Siempre fiel a su deseo Ha dejado un bordoneo Prendido a tu diapasón.

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DÉCIMAS A JUAN DE DIOS FILIBERTO

"Caminito que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos vistes pasar.

Juan de Dios voy a mojar Mi pluma en tinta de llanto, Para escribir este canto Que ya no vas a escuchar Palpitando he de dejar Mis décimas a tu memoria Con los grandes de la historia Descansas Juan Filiberto: Ayer vivo y ahora muerto Tu nombre nos suena a gloria!

De tu humilde condición Surgiste y llegaste a genio. Y escalaste el proscenio Más alto de la canción. Nos dejó tu inspiración En el pentagrama escrito Un gran tango: "Caminito" Lleno de triste donaire, El hondo "Clavel del aire" Y flotando "El Pañuelito"...

Por el Caminito aquél Te has ido Juan Filiberto Por eso, porque ya has muerto Llora sangre aquel "Clavel"... Todos lloramos con él Tu partida Juan de Dios,

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De tu marcha queda en pos Este pesar infinito, Y aquel "Blanco Pañuelito"

Está de luto por vos! Por la Boca de Quinquela —Aquella Boca de antaño—Rebelde y un poco huraño Te moldeaste en su escuela Inspirado en la acuarela Del gran Quinquela Martín, Te decidiste y al fin Tu alma fue un bandoneón, Que hizo escuchar su canción De un confín a otro confín!

Juan de Dios le diste al tango Distinto tono, otro acento, Por la luz de tu talento Se elevó a tan alto rango. Lo rescatastes del fango Cuando comenzaba a andar, Y lo hiciste popular En el centro y el suburbio, Quitándole el tono turbio Con que lo querían juzgar!

Ante tanta batahola Que quiere eclipsar lo nuestro Filiberto fue un maestro Que enfrentó la "nueva ola". Tu música por sí sola Jalona tu trayectoria, Y dejas para la historia De la canción popular, Tangos que han de perdurar Y perpetúan tu memoria.

Y porque sé que te has ido A transitar otras huellas, A cantar a las estrellas

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Te voy a hacer un pedido: Gardel andará aburrido Por eso se ha de alegrar Si lo invitas a cantar Tu gran tango "Caminito" No te olvides, te repito Que yo lo quiero escuchar!

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PARECE MENTIRA...

Parece mentira Cómo pasa el tiempo Los años, la vida En forma veloz No hay tiempo de nada Todo es fugitivo. Quedan las cenizas Solamente en pos...

Mueren ilusiones Y mueren los sueños, Los sueños sentidos Por el corazón Y no queda nada Más que la amargura De una lucha larga Sin compensación.

Apenas nacemos De pie sobre el mundo Miramos en torno. Qué se puede hacer Y vamos palpando A ciegas la vida Como el mismo día Que nos vio nacer.

Abrimos los ojos Y vemos miserias Palpamos el odio La envidia, la hiel,

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La historia es la misma El "Cristo" sucumbe... Clavado en la cruz Lo mismo que aquél...

Pasan las edades Nada se resuelve El hombre transita Sin orientación Vive el drama eterno De orientar sus pasos Sin hallarle al mismo Una solución.

La vida es un soplo Un breve suspiro Fugaz esperanza En la noche cruel Se cubre la senda De luz y de sombra Y una sombra somos... Que pasa en tropel.

El hombre pregunta: ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el camino que debo seguir? Y no halla respuesta A su interrogante, Y ve todo oscuro Para el porvenir.

Un mar es la vida Navío es el hombre Que va a la deriva Sin nadie al timón Y ya entre las olas En pleno naufragio Procura la tabla De su salvación.

Pasan las edades

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La historia es la misma El "Cristo" sucumbe Clavado en la cruz... Parece mentira Somos Una sombra... Buscando en la vida Un rayo de luz!...

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NADAL..

Nada me queda ya, ni la esperanza De vivir una paz consigo mismo, Escoria de la vida en la pendiente Fatal y dolorosa del abismo.

Todo lo he perdido y ya no hay tiempo De volver por lo andado en el camino, Todo es sombra y recuerdos en la senda Y jamás he de hallar lo que se ha ido...

Y por más que volviera nuevamente A la escena lejana de esos tiempos... ¿Qué hallaría de todo lo perdido Sino sombras de noche y los recuerdos?

Por los rastros aquellos que el olvido Desdibujó en el tiempo y el silencio, Ya no podré volver por más que quiera Y piense con fervor, en el regreso...

¿Para qué regresar por el sendero Que anduve en la mañana de mi vida? Si por él se marcharon los que fueron Razón de mi existir, la más sentida?

¿Para qué regresar por esa senda Donde acechan la noche y los recuerdos? Sería regresar con las cenizas Del fervor encendido de otros tiempos.

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Viví las amarguras de mi andanza Por arenas y espinas del camino, Y aquí estoy vacilante y ya sin nada... Detenido a los bordes de un abismo...

¡Nada me queda ya, ni la esperanza De vivir una paz consigo mismo Todo lo fui dejando paso a paso Sepultado a la vera del camino!...

ACROSTICO

Mañana del sol que asoma Alumbrando desde el cielo. Beso dulce y de consuelo Ensoñación del amor, La suavidad de tu pelo.

Aurora de la esperanza Labios puros de mujer, Consuelo en el padecer, Infinito cielo abierto Rayo de luz al desierto, Alumbra al amanecer...

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PENSANDO SOLO EN TI...

Si dolores y penas me taladran Y caen como piedras sobre mi, Entrecierro mis ojos ya cansados... Y sólo pienso en ti...

Cuando viejos recuerdos me torturan fr Y advierto lo que soy lo que fui... En medio de la angustia sin remedio Yo sólo pienso en ti...

Te imagino distante, muy lejana Remota ya en el tiempo para mi... Y envuelto por la noche sin aurora Tan sólo pienso en ti...

Y es en vano que trate de olvidarme De todo lo que fuieste para mi, Insiste tu presencia y me obsesiona Yo sólo pienso en ti...

Y cuando ya no tenga más aliento Y ni un soplo de vida quede en mi, Diré al mundo mi adiós definitivo Pensando sólo en ti!...

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EL DRAMA DEL INDIO AMERICANO

Es un grito que se apaga Como se apaga una estrella; Raza fuerte que agoniza En la dolorida América. Estentórea voz que surge De la entraña de la tierra Porque aquí están sus raíces En esta América nuestra; Su auténtica y humilde cuna Que defendió con fiereza. De quienes la conquistaron Al son de rapiña y guerra.

Al indio se lo cazó En la América sureña Como se caza un ñandú O a tiros, como a una fiera, Sin advertir que era el hijo Legítimo de esta tierra, La raza altiva y sufrida Del continente de América. Y en vez de civilizarlo Los que vinieron de afuera, Lo avasallaron al indio Y profanaron su tierra, Y el blanco que era un pirata Ni lo dejó que viviera! Y allí se inicia su drama Se agiganta su tragedia, Y comenzó su exterminio La hueste blanca extranjera. Que fue una página roja Sobre la historia de América.

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Tras una lucha de siglos Vencido el indio y ya manso, Se fragua una nueva raza Estirpe de nuestro gaucho. Y el poblador aborigen Que habitara nuestro llano Fue cediendo paso a paso A las presiones del blanco;

Y así con astucia y guerras Fue al nativo despojando Hasta convertirlo en paria, Y reducirlo a un esclavo. Se ensañó con el vencido En vez de civilizarlo, Y al hijo de tanta tierra No le dejaron ni un palmo, Y lo empujaron al vicio Hasta lograr degradarlo Con el juego y el alcohol Como intentan con el gaucho: Porque en vez de alzar escuelas Pulperías levantaron Para embrutecer al indio Y después poder robarlo!

El vivir de los nativos Es un drama americano; Muchos de ellos no poseen De tierra ni un sólo palmo Pues la que le habían cedido Con trampas se la han quitado. Leguleyos y caudillos Con argucias lo engañaron. Le embarullaron la tierra De hacienda lo despojaron, Y en medio de la miseria Y en el mayor desamparo, Se extingue la raza india Que es cepa de nuestro gaucho!

El aborigen se extingue Porque el llamado "cristiano",

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Más que ayudar al nativo Cruza y refina el ganado. Y en vez de inculcarle luz.. Lo corrompe y lo hace malo, Creando antros de juego Lo hace vicioso y borracho, Y la raza fuerte y brava Los hombres recios y sanos, Asimilaron los vicios Que les trajeron los blancos...

Tiene héroes de leyenda Esta raza que agoniza... Tras una historia de sangre Que al Nuevo Mundo salpica. Aun quedan restos dispersos... De esta estirpe dolorida. tina tribu legendaria Habita nuestra provincia (1) Los hijos de Coliqueo (2) De indomable valentía, En acciones memorables Que nuestra historia registra, Pues tiñeron con su sangre Nuestras pampas argentinas! ...

Hay una fuerza telúrica Que impulsa y alza mi canto, Canto humilde hecho romance Por el indio americano!...

(1) Los Toldos (Gral. Viamonte). (2) Prueba la capacidad intelectual del aborigen y su grado

de sensibilidad humana, el hecho de haber concurrido a despedir los restos de Alfredo Palacios, Félix Cayu-queo, Cacique de la tribu ranquel, de Coliqueo, resi- dente en Los Toldos.

Alfredo Palacios defendió con pasión los derechos del aborigen y luchó ardorosamente por su elevación espiritual, social y económica; de ahí la admiración y el respeto de aquéllos por el gran hombre desaparecido.

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MI MALACARA

Tuve un pingo malacara ¡Lindo caballo aparcero! Se me murió hace años Pero siempre lo recuerdo, Lo tuve desde potrillo Y se me murió ya de viejo; Con él conquisté mi prienda Que era mesmo que un lucero, Y que también se me jué En un viaje sin regreso.

Tal vez con el malacara Al que ella montaba en pelo, Ande galopando pampas, En las regiones del cielo; Entre el polvo de las huellas O recorriendo potreros, Lo mesmo que en estos pagos En tiempos que ya se jueron.

¡Era guapo el malacara Aguantador y ligero! ¡Si habré galopao las huellas Y recorrido potreros! Con él me gané la vida Y a mi lado se hizo viejo, Siguiendo tras de la tropa En mis tiempos de resero. Caminos y más caminos Con música de cencerro... Después pampa... y polvareda Calores, fríos y viento...

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Distancias y más distancias Enmarañado desierto; Leguas que se van sumando Cielo azul y más silencio Y tras de meses de andar... Volver al pago de nuevo.

Brioso y lindo el malacara ¡Pobre malacara viejo! Aunque han pasao los años Vivo atado a su recuerdo, Y al recuerdo de mi china Que jué para mi un lucero Que me guió en el andar De mi derrotero incierto... Nunca me sentí tan triste Desde que ellos se me jueron, Si hasta parece que el rancho De pena se ha puesto viejo...

Ha cedido su cumbrera Y se ha inclina() el alero; En el patio sólo hay yuyos Y ya no hay rastros del cerco. ¡Qué largas que me parecen Las frías noches de invierno! Pensando en el malacara Y en la que juera mi sueño... Dando güeltas en el catre Hasta el alba no me duermo, Y me acompaña en mi insomnio Con su ladrido mi perro, Que se hace más lastimero En el projundo silencio. Y dan güeltas y más güeltas, En mi mente los recuerdos, De cosas que ya pasaron Y en el tiempo se perdieron... Pero no obstante perduran Con juerza en mi pensamiento. Galopa en mi evocación

El malacara, aparcero, Con él me gané la vida Y a mi lado se hizo viejo...

¡Se me murió hace años Pero siempre lo recuerdo!...

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¡ENVENENADORES!

Sentencia: "El que a hierro mata a hierro muere".

Nos subleva la injusticia del hombre contra su se-mejante; pero también en igual medida, nos rebelamos por la crueldad sin causa del ser humano, con seres in-feriores de la escala zoológica.

Arrojar veneno indiscriminadamente —estricnina por lo general— disimulado en carne fresca en los campos, o zonas urbanas para exterminar perros supuestamente dañinos, entraña un grave riesgo para personas y anima-les y una seria responsabilidad delictiva para sus ejecu- tores.

Entendemos que hay medios más idóneos y huma-nos para evitar daños en majadas por perros dañinos, y en caso de ser necesario su sacrificio, nunca deberá ser el veneno el medio a emplearse, porque como en la delin-cuencia, jamás deberán pagar "justos por pecadores".

En el siglo en que el "progreso" avanza La moral retrógada... Y el hombre por más "civilizado" Envenena y mata...

Suprimir a un hombre no es "hazaña" La acción es anticuada... "Moderno" es matar hasta los perros Matarlos por nada.

El "hombre" de hoy premedita y mata En forma emboscada Y lo hace por ser "civilizado" Con fruición y saña.

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ple)Faarogy"---

¡Cuidado! no es libre ya la pampa... Se oculta en la maraña... El mortal veneno que los hombres Sobre ella derraman...

En vez de una liebre, una alimaña El perro que las caza Encuentra oculto en los altos postes La muerte emboscada...

Puede matar otro animal o un niño El traidor asesino Diabólica orgía de la muerte Su negro dominio..

Hace mucho alambraron la pampa Y cortaron las alas... Al gaucho andariego y visionario Caballo y guitarra.

Ahora el hombre persigue y mata Al guardián de la pampa... Amigo del hombre en todo tiempo Pastor de majadas.

Y ha puesto un letrero donde dice: "Prohibida la caza" Que entraña una sentencia grave Y una gran amenaza.

¡Cuidado: no es libre ya la pampa —Ahora está alambrada— Y "la propiedad es inviolable" Y además "sagrada"...

En el siglo en que el "progreso" avanza La moral retrograda Y el hombre por más civilizado Envenena y mata...

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LA ERA DE LOS IMPUESTOS

Impuesto al automotor Y a los inmuebles rurales, Impuesto a los animales Impuesto al trabajador. Y hay otro impuesto, señor: Impuesto al inmueble urbano, Y sépalo ciudadano Como si fuera poco ésto. ¡Lo gravan con un impuesto Si marcha de contramano!

¡La gran siete, qué destino Tiene nuestro pueblo en ésto! También existe otro impuesto Que es el impuesto al camino. Y ensombrece nuestro sino De buenos y beneméritos El nuevo impuesto a los créditos Y son como llagas vivas, El impuesto a lucrativas Y el impuesto de los réditos.

Luego el impuesto a las marcas, Guías y certificados, Y a la venta de ganados Con que el fisco llena sus arcas. Con la mente ya no abarca Tanto impuesto colosal; Impuesto territorial, Impuesto a la exportación Impuesto a la importación Y a la ganancia eventual.

....._. 63

Impuesto por inspecciones —Y no se inspecciona nada—Y el impuesto a la calzada Bebidas, consumiciones Hay impuestos a montones Impuesto al valor en giro, Y si protesto y suspiro Porque nos causan zozobra, Me mide el gobierno y cobra Hasta el aire que respiro.

Impuestos son las patentes Que paga el automotor, Impuesto paga el tractor, La luz y todos los frentes... Son tantos, tan absorbentes Que de todas las maneras, Las cosas están tan fieras Que el más valiente se aterra: ¡Ya paga impuesto la tierra De al pie de las carreteras!

Impuesto a la producción, Impuesto si no produces, Y un impuesto si conduces Automóvil o camión... Impuesto a toda reunión Bailable, de cine, o de arte Y cobran, por otra parte, Al libro, al papel, impuesto ¿Y que demuestra pues, ésto? ¡Impuesto por ilustrarte!

Impuesto a los combustibles —Son impuestos importantes—Impuesto a los lubricantes, Impuesto a los comestibles. Y también se hacen pasibles (Con gabelas desmedidas) De un impuesto, las bebidas Denominadas gaseosas;

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Pero hay otro, entre otras cosas Para pesos y medidas...

Y para agravar el mal Que a todos nos amilana, Paga un impuesto la lana Y paga impuesto el cereal Son de orden Municipal —Aquí no se escapa nada—La cosa está organizada, Y no atienden tus rencillas; ¡Se vuelven puras planillas Y "Declaración Juradal...

Impuestos hay otros tantos Pero termino por hoy, Guardo la pluma y me voy... No quiero causar quebrantos. Estoy curado de espantos El mal es viejo y eterno Vamos todos al "infierno'' Si continúo todo esto, ¡Pero hace falta otro impuesto: Es el impuesto al gobierno!...

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LA DOMA

Yo me llamo Maldonado Un hijo fiel de la pampa, Lo dicen mi recia estampa Y mi cuero bien tostado. Como la arena he rodado De una estancia a la otra estancia, Pampas, camino y distancia Me vieron andar y andar, Mi vida fue trabajar Desde la más tierna infancia.

Siempre desde que nací Me gustó la jineteada, Y esto no es fanfarronada Es algo que llevo en mi. Con los buenos me medí Y nunca he sido el peor, No me tengo por mejor Respeto el valor ajeno! Pero donde hubo uno bueno Estuvo este domador.

Concurrí a toda domada Y vi domar bien y mal, Cuando uno monta un bagual La suerte no está comprada, En la doma una volteada Puede sufrir el mejor, A veces es muy traidor El destino de quien monta, Y el gaucho sube y afronta Los riesgos del domador.

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Yo domo y por qué negar A-veces salgo perdiendo, Cuando monto me defiendo No sé quién ira a ganar. Como en juego de azar Aquí interviene la suerte, Y ésta es igual que la muerte No se sabe dónde está, Se ignora si triunfará El más débil o el más fuerte.

En una fiesta campera Domé una yegua alazana Corcoveó fuerte y con gana ¡Bellaca la yegua era...! La monté con encimera —De cualquier manera domo—Y lo hice con todo aplomo Con espuela y rienda lisa: ¡Mire cuñao no era risa Mantenérsele en el lomo!.

Corcoveando la alazana Parecía una pelota, Que culebrea y rebota Igual que salto de rana. Bufa, relincha y se afana Por desprenderse de mi, Pero yo me le prendí Como abrojo sobre el cuero. ¡Si yo he nacido aparcero Para jinetear así!...

A veces quería rodar Bellaqueando la alazana, La castigaba con gana Y la volvía a enderezar. Se agachaba a corcobear Que ni sé cómo estoy vivo Tocaba al suelo el estribo Se quería acostalar

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Era un viento al disparar A los saltos como un chivo.

Entre bufido y bufido Y corcoveando sin tregua, La jineteé media legua Sin que me hubiera movido.. Ya seguro y convencido Que ganaba la partida Ante la gente reunida La paré junto al palenque, Y salté con el rebenque Y la sonrisa encendida.

Un aplauso general Premió mi hazaña campera; Las riendas y la encimera Se las saqué al animal Así se doma un bagual Con destreza y valentía, Aquí en esta tierra mía Cuna del gaucho sufrido, El suelo donde han nacido San Martín y Echeverría...

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VISION SERRANA (Córdoba)

Se alza la sierra imponente Arriba es azul-oscura Allá abajo la llanura Se dilata extensamente. La atraviesa la corriente Del río con su caudal, La belleza sin igual En todo lugar se muestra: ¡Como una obra maestra De una edad inmemorial!

Parece que en el lugar La madre naturaleza, Volcó toda su belleza Pródiga y sin mezquinar. Afanosa por crear Belleza en esa región, Provocó la emulación De ríos, piedra y llanura, ¡Conjunción de la hermosura Que es allí una bendición!

Navegan las aguas mansas En forma lenta las lanchas Desde las riberas anchas Se pierden en lontananzas No hay temores ni acechanzas En las aguas caudalosas Que mansas y rumorosas Llegan y lamen la playa

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Mientras el río desmaya Sobre las costas rocosas!

Sierras, llanuras y ríos Aire puro y azul cielo Matizan allí mi suelo, Esos son sus atavíos Allí los paisanos míos Van a admirar su belleza Conque la naturaleza Pobló aquella hermosa tierra ¡Aire puro, río y sierra Es su tríptica grandeza!

Y nos queda la impresión De haber visto el paraíso Eso que natura hizo Nos causa fascinación. Despierta la admiración Del ser humano más frío, Piedra, lago, valle, río Adornan allí mi suelo, Bajo inmaculado cielo Que cubre el terruño mío!

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MEDITACIONES EN LA NOCHE

Pienso a veces, en las noches largas... En las noches largas del invierno, En la china que se jué pa siempre... Y pienso también en aquel perro El perro que me mató un cobarde Lo mató sin causa y con veneno, Y se jué a morir quién sabe a dónde Que del no he hallado ni los güesos... ¡Pobre mi Corbata te mataron.. Pa que vivas aura en mi recuerdo!

Las noches son largas y en mi rancho Tuito es soledad, tuito es silencio; A veces una lechuza amiga Se para a graznar sobre el alero Pa quebrar seguro con su grito El projundo y sepulcral silencio, También interrumpido en ocasiones Por el largo aullido de mi perro, Tal vez, dolorido y nostalgioso Por faltarle el compañero muerto.

¿Quién ha dicho entonces que los perros No tienen también un sentimiento? Tal vez lo llora porque el muerto A más de inteligente era güeno... Entuavía lo campeo al sotreta... Que sin causa mató ansina al perro Y dejuro aparcero si lo hayo Ha de hablar únicamente el "fierro"... ¡Pa el que asesina ansí impunemente Es la ley de los gauchos de mi suelo!

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LA LEY DE MORATORIA PREVISIONAL 17.122 Y LA JUBILACION

Hoy te obligan a afiliarte Y bajo apercibimiento, Si te inscribes al momento Es el modo de salvarte Aunque quieras escaparte Por nada te salvarás En vano gambetearás Como el ñandú en nuestra pampa, Caerás nomás en la trampa Y el cerco no saltarás...

Y aquí amigo no hay tu tía... Ni te vale la consulta... Si no te afilias hay multa —¡Y qué multa madre mía!— Tienes que ponerte al día Y la instancia es perentoria, O cumples !a moratoria O vas a pagar la multa, La medida es inconsulta Pero bien definitoria.

¿Qué no tienes tú dinero Para cumplir con la ley? Suda y cincha como un buey Para lograrlo primero. Hay que cumplir con esmero Con la ley "Previsional" Tiene una función "social" Y nadie debe rehuirla Si te allanas a cumplirla Es por tu "bien" personal.

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El ciudadano corriente Escéptico, decepcionado, A una caja se ha afiliado Con un gesto indiferente. Empresario - Independiente Se hacen este interrogante: ¿Qué pasará en adelante Con las Cajas del país? ¿Tendrán un fin más feliz Que las que hay en este instante?

Hay quien sus cosas vendió Para cumplir puntualmente Para pagar mensualmente Lo que la ley le exigió. Si no come, o se empeñó Eso es cosa transitoria... Lo exige la moratoria De la ley "Previsional" Es "obligación social" Cumplir su requisitoria.

Hay que pagar los impuestos Cumplir con la moratoria Y no hay razón dilatoria Para no cumplir con éstos. Ni razones, ni pretextos Nada te pueden valer, Cumplirás con el "deber" De pagarlos puntualmente, No importa que diariamente Tienes también que comer.

La ley es severa y fría De implacable y recia mano, Le es secundarlo lo humano Lo exige la economía No importa si cada día Al hombre le pide más, Marcha la ley al compás De un Estado que lo exige,

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Que traza, planea y dirige Desde tiempo inmemorial, La vida institucional Que universalmente rige.

Y quiera amigo o no quiera Deposite la platita... Aunque venda la vaquita Que tiene para lechera. Aquí no cabe la espera Como lo hace el jubilado, Sea Ud. disciplinado Y no lo tome a chacota, Pague fielmente la cuota Sino será sancionado.

Vemos la gente pasiva Con muchas necesidades, Con tantas dificultades Es imposible que viva. En eso señor estriba Que entrañe esta prevención, La ley de jubilación. Que siempre fue un poco amarga Y está siendo una carga Y luego una decepción.

Pienso que debe crearse Un régimen Previsional Con un sentido social Muy fácil de concretarse Este debe organizarse En una forma estudiada Que la clase asalariada Aportando normalmente Pueda vivir dignamente Después de ser jubilada.

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Una carta en verso a España, para el poeta

Sancho Lozano

Amigo Sancho Lozano Me gustaría un domingo, Ensillar lindo mi pingo Y largarme por el llano. Y galopando muy ufano Aunque el viaje sea largo, Me agradaría sin embargo Cruzar montañas y mares, Y llegar hasta sus lares A saborear un amargo...

A saborear un amargo En su grata compañía, Para charlar todo el día De modo tendido y largo Por eso amigo le encargo Por si pudiera llegar No se me vaya a olvidar De tener yerba en su casa De la que siempre a mi raza Le ha gustado saborear.

Luego tomar unos tragos Del vino de su bodega, Que es costumbre del que llega A visitar otros pagos. Después gozar los halagos De los mozos y las mozas, Y ver tantas lindas cosas Y esas huertas españolas,

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Que nos hablan por sí solas De esas tierras prodigiosas.

Luego galopar su tierra De leyenda y maravilla, Hablar con gente sencilla Que tanta bondad encierra. Que está aferrada a su tierra Con un amor natural, Esa raza sin igual Con su voluntad de hierro, La misma del "Martín Fierro" De nuestro poema inmortal.

Me agradaría correr La gran tierra de Quijote, Al acompasado trote Como aquél lo supo hacer, Observar, oir y ver Tantas cosas milenarias Sus leyendas legendarias, Y el lugar donde nacieron Los que por aquí anduvieron Desde Solís a Hernandarias.

Y después de mucho andar Acondicionar mi pingo Y regresar un domingo Tras un largo galopar, Para poderles narrar A los criollos de mi tierra, Todo el valor que se encierra En las leyendas de España Que escribió más de una hazaña En la paz como en la guerra.

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SERENATA

Bajo la luna de plata Llego junto a tu glicina, Con mi guitarra argentina A cantar mi serenata. Anhelo que me arrebata Como a un niño ante una flor, Por eso sin ser cantor Mi guitarra se engalana, ¡ Y dejo aquí en tu ventana Una décima de amor!

Con mi flete llego amada Y espero me has de escuchar Porque vengo aquí a cantar Al compás de mi encordada... En esta noche callada Tachonada con estrellas, Para ti, que como ellas ¡Tienes la luz de tus ojos, Y a tus dulces labios rojos Que no saben de querellas!...

Por esta canción de amor —Un cariño sin agravios—, La rosa que hay en tus labios Me obsequiarás con candor. Por eso este trovador Que viene a cantar aquí, Quiere dejar para ti Al compás del diapasón, Junto con su corazón Lo mejor que lleva en sí.

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SONETO

Para el "abuelo" Gabriel Fuentes (a su memoria)

Llegó en silencio agazapada y fría Como una sombra desde el misterio ignoto Y su tenue existir, aunque remoto Se hundió en el tiempo de la noche umbría.

Una pálida mano lo abatía Y su noble existir quedaba roto, La asuencia irreparable que yo noto Una luz en lo oscuro parecía.

Como el roble que el huracán abate Y resiste luchando en el combate, Y con ansias de alzarse se derrumba,

Así el abuelo peleó a la muerte Como sólo pelea un hombre fuerte Hasta el abismo de la misma tumba...

Publicado en "Tribuna Popular"

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PRIMERO DE MAYO

Primero de Mayo... el sol asoma Y asoma con él una esperanza... Es la esperanza en un mundo nuevo, De justicia y paz para el mañana. Se crispan los puños proletarios Profiere el hambriento una amenaza Hay en las calles conmoción de pueblo, Como el cráter de un volcán que estalla. Gritan el nombre de los mártires... Símbolos eternos de esperanza, Muertos en las horcas de Chicago Por solicitar menos jornada.

Va la multitud enardecida Grita su protesta solidaria. Las voces que se alzan clamorosas Sólo pan y libertad reclaman. Las masas obreras rememoran Hombres inmolados por su causa. Muertos en las horcas de Chicago Por la plutocracia americana.

Los puños que se alzan son banderas De amor, de esperanza, de batalla, Voces de protesta proclamando Anhelos de redención humana.

Primero de Mayo... el sol asoma Y asoma con él una esperanza... Es la esperanza de un mundo nuevo De justicia y paz para el mañanal...

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VERSOS A JUAN R AMON JIMENEZ

Fallecido el 22 de mayo San Juan de Puerto Rico.

Adiós Juan Ramón Jimenez Dulce vate laureado, Has muerto como quien dice Solitario y expatriado, Porque no estabas de acuerdo Con la ambición de un tirano.

Te has ido Ramón Jimenez Te has ido y nos has dejado, Para habitar otro mundo Y poblarlo con tu canto. Canto de bondad y amor Que no entienden los tiranos Porque ellos no tienen alma Si la tienen es de barro. Pero allí no estarás solo, Allí hallarás los Machado, A Hernández, García Lorca Que lo tendrás a tu lado; Zenobia tu buena esposa Que ya te estaba esperando, Pues se sentía muy sola Y muy triste sin tu canto.

Has vuelto a tu España amada Silencioso, inanimado, Has vuelto como quería Que volvieras su tirano. Pero si tú ya no hablas

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Tus versos están hablando. Y son para los verdugos Lo mismo que un latigazo.

Tus tiernos y dulces versos En España están llorando "Platero y Yo", "Soledad", "Tristezas dulces del campo". Todas las flores de España De pena se están secando, Porque ha muerto su poeta Juan Ramón. Y sollozando Están los valles, las lomas Y el heno tierno del prado.

El viento de la mañana Que era suave y perfumado, Pasa silbando su angustia Dejando gotas de llanto. En cada planta que besa Y en cada hierba del campo.

Juan Ramón en tu silencio Dejo este humilde recuerdo Hilvanado en mi dolor Y entrelazado en mi verso. A tu memoria inmortal Te levanto un mausoleo, Con fibras del corazón Para guardarlo en mi pecho, Para sentirse más cerca De lo que palpita adentro.

Adiós Juan Ramón Jimenez El mundo te está llorando, Ha cesado tu existencia Pero no cesó tu cantoi

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MIS DESEOS

PARA DESPUES

El día que yo me muera Les recomiendo paisanos, Pongan un libro en mis manos O sobre mi cabecera.

Y sobre mi pecho frío A modo de crucifijo, Que esté bien visible y fijo Un humilde verso mío.

Y mucho me agradaría Sinceramente confieso, Que en vez de entonarse un rezo Digan una poesía.

Que en lugar de un gran panteón De ornamentos y esplendores, Siembren mi tumba con flores Sobre el humildde terrón.

Paisanos, si es que me quieren... Sinceramente les pido: ¡No dejen que en el olvido Se suman los que se mueren!

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SONETO A LA DESESPERACION

(El hombre)

La vida es fatalismo, sí, es fatal El hombre sólo observa e interroga, Y la duda de siglos que lo ahoga Es su drama de angustia existencial

Es su drama insoluble, inmemorial, Es su eterno problema siempre en boga. Aunque el sabio filósofo se arroga Estudiar el dilema: el "bien" y el "mal"

Plantado sobre el centro de la vida Resuella lentamente por su herida, Sin darle a su existencia solución.

El hombre confundido, azaz perplejo Indiferente arruga el entrecejo ¡En la duda y en su interrogación!...

Publicado en "Tribuna Popular"

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UNAS DÉCIMAS Y UN SALUDO PARA LA

SEÑORITA MABEL A. LOPARDO

Mabel Alicia Lopardo Desde aquí yo la saludo, Mi verso es humilde y rudo Pero criollo como el cardo. La inspiración de este bardo Quedará sobre el papel Y a la manera de laurel Y con la atención más fina Lo dedico a la argentina Gauchita Alcira Mabel .

A usted Alcira iVlabel Dedico esta poesía, Con la criolla hidalguía Que tiene el gaucho más fiel Que sea como un laurel Para coronar su frente, Y también un aliciente En su marcha hacia el futuro, Como una luz en lo oscuro Que ilumine su presente.

Yo le dedico mi verso Que es un verso campesino Con el acento más fino Que guía mi noble esfuerzo. Pobre pétalo disperso A lo largo del sendero, Rebelde verso matrero Que también tiene su orgullo:

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¡Es humilde como el yuyo Y recio como el pampero!

Yo se los dedico Alcira Porque siento lo nativo, Y se esfuerza en su cultivo Pulsando la gaucha lira. Usted que sueña y suspira Por estudiar la guitarra, Sin duda tiene la garra De los hijos de este suelo. ¡Y lo ardiente de su anhelo A su diapasón se amarra.

Usted que lo nuestro ama Porque nació en esta tierra Sin duda en su pecho encierra Una pasión que la inflama. Una pasión que proclama Telúrica ostentación, Algo que en su corazón Como reliquia atesora, ¡Y que a sus labios aflora Cantando a la tradición!...

Mabel Alcira Lopardo Desde aquí yo la saludo Mi verso es humilde y rudo Pero criollo como el cardo. La inspiración de este bardo Quedará sobre el papel Y a manera de laurel Y con la atención más fina, ¡Le dedico a la argentina Gauchita Alcira Mabel!

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UN SALUDO...

Unas décimas y un saludo cordial para la familia Lopardo de Hortensia.

Usted quiere que este bardo Después de un cordial saludo, Le dedique un verso rudo A la familia Lopardo Con esa llama en que ardo De mi pobre inspiración, Veré si a mi corazón Puedo arrancarle una nota Y alguna décima brota Cantando a la tradición. Quiero saludar primero

A la familia Lopardo. Olor a trébol y cardo Va en la racha del pampero. Hasta ese nido campero Llegará el cordial saludo, Llegará este verso rudo Aunque de muy pobre estampa ¡Tiene perfume de pampa Y tradición por escudo!

Estos son versos paisanos Que hilvano para su padre, Sin olvidar a su madre Y tampoco a los hermanos. Ariscos versos pampeanos Como el bagual cimarrón Tienen temple de facón

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Y la humildad de los yuyos ¡Pero los impulsos suyos Vientos de la pampa son!

He de llegar con mis versos Hasta esa Hortensia lejana Que anduve en mi edad temprana Con los rumbos más diversos Como pétalos dispersos Que a un costado del camino Va arrojando adverso sino Y el pampero amontonara, ¡O como luz que apagara Un "ponchazo" del destino!...

Hasta Hortensia he de llegar Cabalgando un verso mío, Y mojado de rocío En mi largo galopar. Me apearé en el hogar De un criollazo campechano, Para matear mano a mano Con don Lopardo y familia Porque el mate reconcilia Los hijos de nuestro llano.

He de llegar en un vuelo De un arisco pensamiento. Como flotando en el viento A través del ancho cielo. Descenderé en ese suelo Que hace tiempo conocí.. Donde unos años viví Entre perfume de cardo, A visitar a Lopardo Estancia "El Camoatí".

Trenzo mi verso campero Igual que se trenza un lazo. Mi verso es como un ponchazo Que da en la cara el pampero

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Es corno nido de hornero Aguantador de huracanes, Reciedumbre de titanes Tiene el gaucho verso mío ¡Claridad de agua de río La brega de sus afanes!...

He trenzado este saludo Con la décima sencilla, Que tiene olor a gramilla Y un tono un poquito agudo. Mi pensamiento desnudo En estos versos acampa Para contarle a la estampa De un gaucho de "El Camoatí" !Qué nació donde nací... Entre el trébol de la pampal...

Don Lopardo ya termino Este escrito un poco largo Cumplí Mabel, con su encargo Y hago un alto en el camino Llegó a ese hogar argentino Con mi saludo cordial, Y para todos igual Con afecto campechano, ¡Un gran apretón de mano Les envío a cada cual.

PASAN LAS HORAS

Pasan las horas de prisa Los días pasan volando, Y se marchan galopando Los años de la existencia; Quedan sólo en la conciencia Los recuerdos palpitando...

Los recuerdos del ayer Esas horas ya pasadas, Las consignas sustentadas En bien de la humanidad, Anhelos de libertad Y tantas cosas soñadas...

Sueños que no se cumplieron Lamentablemente, es cierto Pero que tampoco han muerto En mi mente libertaria, La liberación del paria Del dolor y el desconcierto.

Esperanzas de concordia Que tampoco se han logrado, Un mundo convulsionado Es la amarga realidad, Y la pobre humanidad Vive el odio del pasado.

Esperanzas no logradas En otro mundo mejor, En un mundo superior De bondad y de alegría,

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En donde sólo cabría El imperio del amor.

Pero la lucha prosigue Yo no me doy por vencido, Porque soy un convencido Que es a fuerza de luchar, Como el hombre ha de lograr Ser un día redimido

Aquellos sueños ardientes No los mató la distancia, Perdura su exuberancia En toda su plenitud, Sueños de mi juventud Que conservan su fragancia.

Y conservan su pureza Toda su fuerza vital, La fuerza de un ideal De amor y de redención, Prendido a mi corazón Como canción augural

Pasan las horas de prisa Los días pasan volando... Y se marchan galopando Los años de la existencia. Quedan sólo en la conciencia Nuestros sueños palpitando!...

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VERSOS PARA EL SESOUICENTENARIO DE NUESTRA

• INDEPENDENCIA

"Gobernar es poblar"

JUAN BAUTISTA ALBERDI

No es un canto patriotero Mi canto a la independencia, Es canto de regocijo De los hombres de esta tierra. De los hombres que nacieron En latitudes de América, Y lucharon por ser libres De la tutela extranjera; Del injusto vasallaje De una potencia de afuera, Que nos imponía un monarca Y una caduca nobleza, Que aún hoy solapadamente Con otros nombres impera, Y pugna por enraizarse En nuestra joven América. Mi canto es para los próceres Que dieron independencia, A pueblos del Nuevo Mundo Extranjeros en su tierra. A los criollos sometidos A una Metrópoli férrea, Y a un poderío virreinal Dueños de vidas y haciendas. Mi canto es para esos jóvenes Con Moreno a la cabeza: Paso, Larrea, Castelli,

Belgrano, Alberti, Azcuénaga, Promotores entre otros De la memorable gesta, El movimiento de Mayo Que despertó en toda América En los pueblos sometidos Anhelos de independencia.

Para Belgrano allá en Salta Demostrando su entereza; Y en Tucumán con su triunfo Que afianzó la independencia; ¡A él mi modesto canto También mi pluma le dejo!

Y a Güemes, el guerrillero Casi un héroe de leyenda Con sus gauchos invencibles En la gran tierra salteña, También, con honda emoción Hoy mi pluma los recuerda.

A todos los que lucharon Después de la independencia: Bernardino Rivadavia Prócer genial de su época. Alberti y Echeverría, Sarmiento y Avellaneda, Y esos grandes contrincantes Urquiza y Mitre, el poeta Yo les rindo mi homenaje Con mi palabra modesta.

Mi canto es para el soldado Que cruzó la cordillera Con el bravo San Martín Y el memorable Las Heras; Hora de tantas jornadas En estas tierras de América, Para el humilde soldado Al que jamás se recuerda, Y dio su sangre y su vida En la grandiosa epopeya,

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Abatiendo el feudalismo En Fa americana tierra Y en años de lucha y sangre Conquistó su independencia.

Para esos que en Tucumán En inmortal asamblea, Juraron solemnemente Declarar la Independencia: Yo les rindo mi homenaje De humilde y criollo poeta

Mi canto es para el caballo Que anduvo en tantas contiendas Y llevó a los granaderos Allende la cordillera En él, los gauchos de Güemes En las quebradas salteñas, Supieron tener a raya. A las huestes extranjeras: Pero el progreso de hoy Como ironía sangrienta Lo extermina al descendiente Del que nos dió independencia, Como exterminan al indio Que es el hijo de estas tierras, ¡Acorralado y vencido En la América Sureña!

A los que con el arado Forjaron nuestra grandeza, Surcando la pampa virgen Con la mano en la mancera. A los que tendieron rieles Y trazaron carreteras, Nacidos en nuestro suelo —O que vinieron de afuera—Y con su esfuerzo fecundo Honraron a nuestra tierra; Les dejo mi humilde canto ¡Con una emoción sincera: ¡Al cumplirse un año más... De la criolla Independencial...

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JUAN LAZARTE

Médico y luchador insobornable Orientando a las masas proletarias, En intensas jornadas libertarias Con acento encendido y responsable.

Orador elocuente, memorable, Tus arengas fueron muchas y diarias Derramando tu luz sobre los parias Con tu gesto de apóstol incansable.

Médico de renombre y periodista Pensador, escritor, conferencista, Por las huellas fecundas de Reclús

Su doctrina sembrastes con tu ejemplo Tu palabra y tu acción fueron un templo Disipando las sombras con tu luz.

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SONETO

"Amigos"

Para aquellos que un día me aplaudieron Con la aviesa intención de confundirme, Y luego de elogiarme y "aplaudirme" Con cuidado la "cama" me tendieron.

Los mismos que de "amigos" se las dieron Preguntando "en qué podían servirme"... Para luego más fácil malherirme Como en parte, quizá, lo consiguieron.

Les dejo mi desprecio en mi soneto No son dignos de merecer respeto, Me recuerdan a Judas y a Caín.

Se compran y te venden por dinero... ¡Como Judas farsante y traicionero O Caín, el fraticida y ruín!...

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SONETO PARA UNA "DOCENTE" S. B.

(En un baile)

Mucho respeto a la mujer consciente Con ideas y noble pensamiento, Que lleva en su interior, un sentimiento Y con virtud y luz, nutre su mente.

Por ti, vanidosa e inconsciente Autómata vulgar y sin talento, Es tan fuerte el desprecio que yo siento Que me quema mi soñadora frente.

Me miraste con aire de desprecio... Y fue tu gesto tan absurdo y necio, Tu actitud insólita y sin nombre, Que tu acción de mediocre me demuestra Que si vos has llegado a ser "maestra", ¡Yo, a tu lado, soy un genio, un súper,hombre!...

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MAHATMA GANDHI

1869-1948

(Soneto)

Sobre el autor material de tu muerte Y los inspiradores de tan inicuo y cobarde asesinato, Caerán el desprecio eterno y la imprecación de todos los "intocables" de la tierra.

Apóstol de la paz, rebelde y santo El místico Tolstoy fue tu maestro, La gran admiración que yo demuestro Es pues, por ti y por él. Y por lo tanto

En la voz tan humilde que levanto Mi fervor más profundo yo les muestro, Contra un imperio en la India tan siniestro Luchaste sin desmayo ni quebranto.

Como el Cristo lejano tú vivistes Descalzo tu suelo recorristes Sembrando tu evangelio redentor.

Tolstoy de mi tiempo, con su ideario Pacifista, rebelde y libertario, Fue tu credo de redención y amor...

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AMARGA FILOSOFIA

Yo no le temo a la muerte Ni a lo adverso del destino, Sigo nomás el camino Sin importarme la suerte Sufrir es del hombre fuerte Por eso sufro y prosigo, Y marchan junto conmigo Desventura y sufrimiento, Pero jamás me lamento Ni mi destino maldigo.

Así marcho resignado Por el camino adelante, Fría, implacable, constante Va la aflicción a mi lado. Muchas veces he pensado Si esto es vivir o morir, Si esto no es sólo existir Como una cosa cualquiera, Si vivir de esta manera Es morir y no vivir..

Es un misterio la vida Y en el misterio se vive, Lo que se crea o se concibe No es la verdad definida, Nuestra historia está sumida En profunda oscuridad, Y nadie en profundidad Desentrañó su secreto, Nadie tampoco al respecto Es dueño de la verdad.

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Yo me debato en lo incierto De un absurdo subsistir, Y siento que mi vivir Es cansancio y desconcierto. Yo soy lo mismo que un muerto Que todavía camina: Mi existencia es una ruina Alzada sobre el desierto, ¡Como la tumba de un muerto Que la luna la ilumina!

Un misterio es cada vida Porque del misterio viene, Cada uno en su vida tiene Algo que no dilucida. Tiene superior medida Los misterios de lo humano, Para el cerebro profano Que sus secretos no advierte Sobre la vida y la muerte Que nadan en el arcano...

Muchas veces he esperado El mensaje solidario, Y fue el frío lapidario El que más me ha visitado. A veces desalentado Busqué palabras de aliento, Y hallé para mi lamento En pago de mi desvelo, Silencio aquí y en el cielo, Para tanto sufrimiento.

Yo siempre tendí mi mano A quien encontré caido, Y tengo para el vencido Todo el cariño de hermano. Con un sentimiento humano Vivo observando la vida, Y en la senda recorrida De espinas y sinsabor,

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Sembré semillas de amor Con emoción encendida.

Si sembré y no recocí . No fue por mala semilla, Si se malogró la trilla La causa no estaba en mi. El esfuerzo que yo di Lo di con sincero amor, Y soñé una linda flor Sobre un campo de maldad, Y en vez de felicidad Coseché olvido y dolor.

Pero persisto en mi esfuerzo Aunque me agobia el cansancio Para proseguir descanso En la fuente de mi verso. Si el resultado es adverso Mayor es mi exaltación Pongo nervio y corazón Para estimular mi empeño, Y cuela en versos mi sueño En mi ardiente inspiración.

Y yo como un buen labriego Siempre esperando la trilla, Siembro la humilde semilla Que con esperanzas riego. Todo mi esfuerzo le entrego A la siembra esperanzada Por la cosecha esperada En la que pongo mi fe, Aunque de antemano sé Que cosecho poco, o nada.

Es inútil manotear Y maldecir el destino, Quizá traemos un "sino" Desde que se empieza a andar... Cada cual debe cargar

loo

Con una cruz diferente, Trae ya marcado en su frente Como un estigma fatal: ¡Dar flores como un rosal, O es estéril su simiente!

Es un absurdo la vida Y en el absurdo se vive, Todo lo que se concibe No es la verdad definida. La existencia es una herida En lo profundo del ser, Por donde sangran mi ser La duda y la afirmación, La creencia y la negación Del hombre y de la mujer.

Por eso observo la vida Con doloroso estupor, Donde florece el dolor. En los bordes de su herida. Si nada se dilucida, La vida es oscuridad, Si se vive en la orfandad Y en el mayor desconcierto, !Es el hombre sólo un muerto En la muerta humanidad!...

Nace el hombre y el cañón Lo hace polvo en la contienda, Da su vida corro ofrenda A una muerte sin razón Tiene sí, una explicación Para el hombre bien nacido; Quien observando ha vivido Y busca un rumbo en la tierra, Sabe bien, que toda guerra Es un crimen sin sentido.

Por eso miro de frente El cuadro decepcionante

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Este cuadro espeluznante De la humanidad presente. Y responsable y consciente Dialogo consigo mismo Y miro con pesimismo Este mundo que habitamos Porque todos caminamos Sobre el borde de un abismo...

Yo no le temo a la muerte Si ya me "mató" el "destino" Soy un "muerto" que "camino"... Sin importarme la suerte... En cada hombre se advierte Parecida indiferencia, Nos armamos de paciencia Para soportar la vida, Que duele como una herida, De amargura en la conciencia...

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SANTIAGO ROCA

"Huella de espinas es la vida aunque parezca carpida"

Sobre el pingo de la muerte En un viaje sin regreso, Se nos marchó Don Santiago Para los pagos del cielo. Pero dejó "La Tropilla" Entablada y blanco pelo Aunque es la yegua madrina De pelo negro, muy negro, Igual que el dolor del gaucho Que lleva oculto en el pecho.

Se fue Don Santiago Roca Patriarcal y gaucho abuelo, Por ese camino largo Que nunca tuvo regreso; Llevando en su largo viaje La tropilla de sus sueños; Pero al marcharse del pago Enmudeció su cencerro, Y se ausentó despacito En un profundo silencio...

Allá en las pampas celestes Hará conocer lo nuestro, Porque fue un enamorado De las cosas de su suelo: De todo el acervo gaucho Que se conserva en el tiempo, Y es tradición que no muere Por más que avance el "progreso"

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Y no morirá jamás Mientras aquí en nuestro suelo, Queden hombres como Roca

Que fue un cabal gaucho nuestro, Que igual amaba al arado Que a la tropilla de un pelo. Y fue también un poeta Que puso su gaucho acento, En estilos y canciones Que se cantan en mi suelo.

Se fue Don Santiago Roca Con sus sueños de tropero, A transitar otras huellas Con su tropa de recuerdos.. La guitarra está llorando En un triste bordoneo, Sólo hay lamento en sus cuerdas Y hay luto en su clavijero; Hay silencio en las distancias Que sus pingos anduvieron, Y en las huellas polvorientas Va cabizbajo el tropero, Sintiendo para sí mismo Que Don Santiago haya muerto, Que va galopando "juerte" Con su caballo estrellara, Para perderse en la noche Obscura del sueño eterno...

Adiós Don Santiago Roca Para nosotros no ha muerto; En "¡El Sol del 25!" perdurará su recuerdo y perdurará también En donde suene un cencerro, Y haya un corral y un palenque Y en las sendas un resero, Ñanduces sobre las pampas Calandrias y Benteveos,

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Y una guitarra que suene Una zamba, un zapateo... Una canción, un estilo, Una yerra hecha a rodeo Un recado, un pingo, un lazo, Y un gaucho nido de hornero Y un chingolito que anuncie Cuándo va a soplar el viento Y una lechuza nochera Y el alegre teru-tero...

¡Hasta la vuelta Don Roca Para nosotros no ha muerto!...

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DUALIDAD

¡Ay! de mí, qué mala suerte ¿Quién maldijo mi existencia? ¿Quién me dio tanta paciencia Para resistir la muerte?

Amé con tanto fervor Y no fui correspondido. ¿Por qué razón habrá sido Conmigo esquivo el amor?

Es verdad que me han querido Con el fervor que yo amé, Más la mujer que soñé Nunca me ha correspondido

Un desencuentro fatal Signado por el destino: ¿Cuál fue, o es mi camino Del cauce sentimental?

¿Qué misterio puede haber Uuerer y no ser querido? ¡Y como un contrasentido Ser querido y no querer!

En la fatal dualidad En que me encierra el destino„ Voy transitando el camino De mi triste soledad...

Camino que se hace largo Y está cubierto de abrojos

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Donde -derraman mis ojos El llanto denso y amargo ...

Cosas que tiene el vivir Que nadie puede sondear: ¡Nace usted para llorar... Y el otro para reír. ...!

Y en la fatal dualidad En que me encierra el destino, Voy transitando el camino De mi triste soledad..

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VISION PAMPEANA

Cruzó la extensión dormida Y un recuerdo resucita: Es la pampa que palpita En el fondo de mi vida. Verde sábana extendida En agreste ondulación, Si miramos su extensión Se desdibuja a lo lejos, Y se pierde en los reflejos Su brumosa dimensión.

Miro la pampa extendida Donde ondula y crece el trigo, La Pampa que fue testigo De una época ya ida. La que fue otrora guarida Del indio, la raza altiva La fuerte estirpe nativa Raíz de la gaucha raza, A la que el blanco dio caza En conquista, muerta o viva.

Contemplo el extenso llano Y acuden a mi memoria, Pormenores de la historia De nuestro suelo pampeano. Y pienso como el paisano Con refinada malicia La mano de la "justicia" De quien ganó aquí la guerra Lo despojó de la tierra Con insaciable avaricia.

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Pienso que en vez de educarlo Los mismos que lo vencieron, Al indio lo embrutecieron Para después explotarlo. Para mejor emplearlo Como carne de cañón. El hijo de esta nación Fue blanco de la metralla, ¡En los campos de batalla De la "civilización"!...

No vino a civilizar El blanco en aquella guerra, Vino a robarle la tierra Al hijo de mi solar. Sólo vino a piratear El hombre blanco extranjero, Además de aventurero Fue bandido y salteador: ¡Un rapaz conquistador Con avidez de dinero!

De la estirpe aquélla es hija La fauna que en esta tierra, Hizo aquí en son de guerra Del suelo la repartija. Se arraigó la sabandija En todo este continente Nace así el terrateniente, Adueñándose del llano Del amplio suelo pampeano Que es un emporio latente.

La pampa la amojonaron La dividió el alambrado, Y el indio fue derrotado Del suelo lo despojaron. De esos mismos que alambraron Dividiendo la extensión Vienen los que en mi nación. Tienen del mando las riendas

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Dueños de vidas y haciendas Mientras que el gaucho es un peón.

De la tierra se apropiaron Acaparando distancias, Dueños de haciendas y estancias Alambraron y alambraron... A los gauchos los mandaron A pelear en la frontera Fue estancia la pampa entera Cuando terminó la guerra Y el gaucho pobre y sin tierra Transita la carretera.

Transita la carretera El libertador de ayer, Que tuvo que padecer Para cuidar la frontera. Que escaló la Cordillera En misión libertadora, Y en su gesta redentora Cruzó todo el continente, Y dio su sangre valiente Contra la hueste invasora.

Alambraron la distancia Acaparando la tierra, El blanco en aquella guerra De la pampa hizo una estancia. El atraso y la ignorancia Se adueñaron del país, Y aquello fue la raíz Del latifundio argentino: iCerróse al criollo el camino De un destino más feliz!

Por "conquistar" el desierto Los que comandantes fueron, Muchas leguas recibieron de campo fértil y abierto. Y el indio vencido o muerto

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En la sangrienta contienda Pasó a ser una leyenda Que se pierde en la distancia: ¡Y el general tuvo estancia Que luego pobló de hacienda!

Y "Gobernar es poblar Dijo Alberdi... y Rivadavia Creó aquella ley tan sabia Que es preciso recordar. Con ella quiso evitar Que acapararon la tierra, Pero le hicieron la guerra Tergiversaron la ley, Y a la pobre y mansa grey La mandaron a la sierra...

Y se inició así el proceso Del latifundio argentino, Que es justamente el camino Que nos lleva al retroceso. Le cerró el paso al progreso De la vida nacional, Frenó el avance social De los pueblos de campaña, Porque el mal está en la entraña De la estructura feudal.

Contemplo el extenso llano Y acuden a mi memoria Pormenores de la historia De nuestro suelo pampeano. Y pienso como al paisano Con refinada malicia La mano de la "justicia" De quien ganó aquí la guerra Lo despojó de la tierra Con insaciable avaricia.

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EL CICLON

Desde la nube bajó a la tierra Con furia loca de destrucción Y fue la muerte y fue la ruina Las que llegaron con el ciclón... Tronchó los árboles, voló los techos Derribó casas sin compasión; Y fueron gritos, temor y llanto Los que surgieron con el ciclón...

Pobre hornerito, también has muerto Junto a tu nido que es de terrón, Nada se salva de tanta furia Furia homicida que es el ciclón...

Plantas y pájaros yacen tirados Con una mueca de imploración: Allá en el cielo no escucha nadie Destruye y mata ciego el ciclón...

Los inocentes no se salvaron No hubo para ellos piedad, perdón: Eso demuestra que el cielo es ciego Y "Dios" fue sordo como el ciclón...

Desde la nube bajó a la tierra Con furia loca de destrucción... Fueron la muerte y la negra ruina Las que llegaron con el ciclón...

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FLORES PARA Mi PERRO

Cuando te vi tendido, inmóvil y sin vida Me pareció que el mundo era una inmesa tumba, Noche sin estrellas, profunda su negrura, Y toda la tierra como una losa fría.

Hoy yo quiero recordarte, mi pobre perro, A ti que fuiste tanto para mí, en la vida, Guardián de mis - nochés, amigo de mis días Y en mi lucha diaria mi más fiel compañero.

Fuiste el compañero que marchaste a mi lado Con la resignación tenaz de todo perro, Con esa mansedumbre fiel de animal bueno Y con esa esperanza que guía al cristiano.

Si te veía a mi lado echado y durmiendo Cruzaba por mi mente entonces un presagio Me apenaba de pronto, sin razón, pensando De la angustia inmensa cuando te viera muerto.

Tu vida fue triste, como mi misma vida Quizá por eso mismo fuimos compañeros, Tú ya poco a poco te ibas quedando ciego Y yo nada tengo, más que mi poesía.

En las noches largas y frías del invierno Mientras yo escribía te echabas a mi lado, Me imaginaba al verte que eras un soldado Sin arma y alertp, velando al compañero.

Frente a esa tierra donde estás sepultado A veces me detengo a mirar un instante

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Y silenciosamente te rindo mi homenaje Y me marcho creyendo que vas a mi lado.

Dejo en esa tierra quemada por los soles A la vera misma del agreste sendero... Al pie de una tapera, mi hogar de otro tiempo, Como humilde recuerdo unas silvestres flores.

Y me detengo a pensar, quién irá mañana A llevarme flores el día que me muera, Otra cosa sería al menos si vivieras, Aullarías en mi ausencia, en la noche callada...

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A LA MEMORIA DE CARLOS ELIAS MORE, COMPAÑERO Y AMIGO, FALLECIDO EL 17 DE SETIEMBRE DEL CTE. AÑO EN UN ACCIDENTE.

Me informo tardíamente Que ha muerto Carlos Elías Ha muerto en un accidente —El informe es de Bolívar—La Federación Agraria Ya tiene un claro en sus filas; Ha muerto un gran luchador Yo lo conocí en Bolívar, Hace una porción de años Y era muy joven Elías.

Era un muchacho de campo Que por entonces vivía, En el pueblito de Ordoqui Del ex ferrocarril Midland, Partido Carlos Casares Donde sus padres tenían Una bien organizada Y limpia carnicería.

De mucha preparación Y de talento era Elías, Aunque muy joven entonces Netamente se perfila En reuniones culturales Y en temas que ya domina.

Regresa otra vez al campo Y allí forma su familia, Y como buen chacarero

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Con entusiasmo se afilia En la seccional que existe En la ciudad de Bolívar.

Y allí comienza su lucha Y su acción proselitista En pro de la redención De la masa campesina Hablaba en las asambleas Y en congresos participa Y expone sus concepciones De progreso y de justicia.

Es que Gindre era un valor Que en lucha limpia y activa Cumplía con la misión De estar en primera fila Y exponer con claridad El ideal principista La doctrina societaria Que a nuestra entidad anima: ¡Que los dueños de la tierra Sean quienes la cultivan!...

Con ese concepto austero De lucha se identifica, La conquista de la tierra En la batalla pacífica, Con la gran Reforma Agraria Que la Nación necesita, Para que haya progreso Y democracia efectiva, En esta tierra de Alberdi Y de grandes estadistas Como fueron Rivadavia Y Belgrano el agrarista. Para que se cumpla el sueño Que Sarmiento profetiza: ¡Cien millones de habitantes Para la tierra argentina!

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De esos grandes postulados Es que Gindre participa, Principios que guían sus pasos En su brega argentinista, Por una Reforma Agraria —La que el país necesita—Que trasforme su estructura Con resabios feudalista.

Luchaba porque en el campo La familia campesina En nuestra Federación Se agrupe y estreche filas, Y así unida férreamente Conquiste cada familia El derecho a poseer La tierra que ahora cultiva...

Le rindo con estos versos Mi homenaje más sincero, Lamentado que el destino Le haya sido tan adverso. Pero el mejor homenaje Es continuar con su ejemplo, Y así seguirá viviendo A través de su recuerdo...

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LA MADRE Y EL HIJO

Dijo la madre —hijo mío—Cuántas angustias me has dado, Cuántas noches he pasado En vela y muerta de frío.

Espiando que te durmieras O que no te despertaras, Cuidando que no lloraras Pasé las noche enteras.

Y así por noches y días Te di sosiego y amor, Hasta que fuiste mayor Y andar solo ya podías.

Y cuando fuiste a la escuela Día a día, uno por uno, Mientras te hacía el desayuno Te despertaba la abuela.

Después, tú fuiste creciendo Porque esa es la ley fatal, Y yo en esa escala, igual, Poco a poco, envejeciendo.

Y ahora, hijo, que soy vieja Y que tu padre no está... De mí no te acuerdas ya Y nunca escuchas mi queja...

—Escucha madre— aquél dijo, Yo no te hice envejecer;

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Destino de la mujer Sufrir sólo por su hijo...

Yo he elegido mi camino Y por él he de seguir, Nadie me podrá impedir Que se cumpla mi destino.

—¡Ayl hijo del alma mía—Dijo la madre llorando, Veo que estás olvidando A quien te dio el ser un día...

No llores más, madre mía, Termino de comprender: Tú fuiste quien me dio el ser Pues sin ti no existiría.

Cuántas veces has llorado Cuando enfermo me notabas, Y otras tantas suspirabas Cuando no estaba a tu lado.

¡"Pobre mi madre querida"! ¡Madre!... palabra de amor, Por qué causarte un dolor, Por qué angustiarte la vida.

—Ven, quiero darte un abrazo—Dijo el hijo y la besó, Y como un niño lloró Reclinado en su regazo...

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MI CANTO

Como la arena es mi canto Que rueda por camino, Cantar será mi destino Los dolores y el quebranto.

Voy por la vida cantando —Cantando por no llorar—Y voy dejando al pasar Lo que recogí penando.

Recogí versos de amor Recogí versos amargos En noches de insomnios largos Y en mis horas de dolor.

Las pampas me ven penando Y andando los callejones Y penas y tropezones Voy por la vida cantando.

Recogí en mi sinsabor Todo el dolor de la vida Cada estrofa es una herida Cada sílaba un dolor.

Y mi canto es maldición Para todos los tiranos Para esos que a sus hermanos Les niegan toda razón.

Mi canto es el triste afán De la madre proletaria

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El hogar del pobre paria Donde nunca alcanza el pan.

Mi canto es el grito amargo Del hombre desheredado Del que transita olvidado Su triste camino largo.

Mi canto es frustrado amor De la mujer engañada La que luego avergonzada Se refugio en el dolor.

Mi canto es el caminante Anheloso de distancia De esperanzada constancia Por el camino adelante.

Así es mi verso aparecero Que floreció en el dolor Penas, protesta y amor Que espigué en mi derrotero...

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VERSOS DEDICATORIA DE LIBROS OBSEQUIADOS A LOS AMIGOS

Quiero dejarle al amigo El fruto de mis fatigas, Una cosecha de espigas De sueños, en vez de trigo. Sueños que marchan conmigo Porque conmigo nacieron, De mi sangre se nutrieron Para enraízar con vigor, ¡Como los cardos en flor Con flor y espinas crecieron!

Para la familia amiga Dejarle este libro quiero Con un afecto sincero Mi inspiración se prodiga El fruto de mi fatiga Quiero dejarle en sus manos, Como si fueran los granos De una cosecha de sueños Donde he puesto mis empeños Limpios, rebeldes y humanos...

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AL PERIODISTA GENEROSO CUADRADO HERNÁNDEZ, CORDIALMENTE

Amigo Cuadrado Hernández (1) Voy a contestarle en verso, Veré si me sale un poema Si anda bien mi pensamiento. Amigo muy cordialmente También saludarlo quiero ; A usted que es un periodista Que escribe con gran talento, En revistas y diarios Sobre temas muy diversos, Que creara y dirigiera La revista ¡Aquí, Boedol Que refleja cabalmente Su inquietud y pensamiento. A usted que empuñó su pluma Y escribió con alto vuelo, Tantas cosas de la tierra, Del indio y del gaucho nuestro Desde el norte del país Hasta la Tierra del Fuego... Nos ha descripto del indio Su tragedia, el drama eterno; Y habla su mismo lenguaje Porque convivió con ellos; Porque llegó hasta sus toldos Y pudo así comprenderlos, Estudiar bien sus costumbres Su inquietud y sus deseos, Y ese afán de superarse De ilustrar su pensamiento; Porque el indio es susceptible —Aunque le nieguen talento—, Los que quieren rebajarle

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Para usarlo en su provecho. Es susceptible —decíamos— De asimilarse al progreso, Ser un valor positivo Para engrandecer su suelo. Conocedor del lenguaje Del nativo americano, Ha escrito de toponimia Interesantes tratados, Y ha narrado idóneamente Con lenguaje ameno y llano, Aspectos desconocidos Del indio y de su pasado. Y en el presente aborigen Profundamente ha buceado, Descubriendo sus valores Que muchos le habían negado... y ha denunciado su drama Para muchos ignorado. Que va extinguiendo la raza Del nativo americano.

Por su acción de periodista Yo le debía estos versos: Y veré si se los brindo Poniendo todo mi esfuerzo, Que es como un grano de arena De mi humilde pensamiento: A usted que es un escritor Que vive en guardia y atento, A todo lo que sucede Y es negación del progreso. Que empuñó siempre su pluma En defensa de su pueblo, Del pueblo que sufre y lucha Con probidad y talento, Por un futuro mejor De dignidad y respeto, Para todo ser humano Que habite nuestro universo...

Ud. transita la senda De Rivadavia y Sarmiento,

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De Alberdi y Echeverría De Belgrano y de Moreno, La misma de San Martín y Güemes el guerrillero Que fue un héroe de leyenda En su terruño salteño. Y sigue también la otra... La que va rumbo al progreso, La de los santos rebeldes De avanzado pensamiento, Que son un faro en la noche Que impera en el mundo nuestro... La misma que transitaron Pensadores y maestros, Y los sabios más profundos Como Reclús un talento, O Kropotkin el rebelde De profundo pensamiento, Y Bakunín el más grande Libertario de su tiempo.

La de nuestros libertarios Ghiraldo y el gran Pacheco. Sin olvidar a Lazarte A Brumana y a Florencio... Que sembraron a raudales Las luces de su talento... Y termino estos renglones Aunque queda en el tintero, Material para llenar Un libro con muchos versos. Pero detengo por hoy El cauce del pensamiento, Y aprovechando esta pausa Quiero despedirme atento De este amigo periodista Que merece nuestros afecto...

(1) La coincidencia de apellidos con este periodista no se trata de un vínculo familiar conocido, aunque, sí posible. Fué fundador y di-rector de la revista ¡Aquí Boedo! Versado en lengüística, etnología y toponimia aborígenes, ha dado a publicidad infinidad de intere-santes escritos sobre su especialidad y por otra parte, su pluma es ágil en narraciones biográficas de destacadas personalidades en el campo sociológico y libertario.

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DE LA IGUALDAD

(Para mi sobrina Susana Sallab—. que se perfila como futura pe • tisa).

Dices que no hay igualdad Y yo te doy la razón, Y tal vez la explicación Está en esta sociedad. Es triste la realidad. Pero hay que reconocerla, Querer negarla, no verla Es ceguera, o tozudez, Y pienso que es, a la vez Un modo de sostenerla.

No existe igualdad social La sociedad se divide, Y al hombre distingue y mide Por un valor material Hay diferencia racial Y es una la humanidad, ¿Por qué esa desigualdad Existe materialmente? ¿Por qué el mundo del presente No busca su integridad

Toda la inmensa riqueza Está en unas pocas manos, Y el resto de los humanos Se debate en la pobreza. La estadística lo expresa Y claro lo determina,

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1 Ii

Que en América latina Las cifras son alarmantes: ¡A dos tercios de habitantes El hombre los asesina!

Es la miseria social De muy grave consecuencia, Fomenta la delincuencia Y genera cualquier mal. En la base estructural De la sociedad presente Está la causa latente De este grave y viejo mal: El gran desnivel social, En todo el orbe existente.

Desigualdad material Trocada en resentimiento, Que estalla en cualquier momento Como disturbio social Diferenciación racial Y absurdas hegemonías, Privilegios, jerarquías Deficencia cultural, Son causas del mundo actual De graves desarmonías.

Al hombre se lo valora En cantidad material, De acuerdo al valor venal Que en su poder atesora. Ayer, lo mismo que ahora Y quizá, también mañana, Se mide a la raza humana Por valores materiales: "Tanto tienes, tanto vales" Es la consigna malsana.

La sociedad lo divide Al hombre y lo hace adversario, Uno es pobre, proletario

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Y como tal se lo mide. Su situación no coincide Con la del gran millonario, Que sin el esfuerzo diario Del evangelio cristiano, Explota el esfuerzo humano Que realiza el proletario.

Lucha el pobre, lucha y lucha En permanente zozobra No le alcanza lo que cobra Para su hambre que es mucha. Su reclamo no se escucha Es sorda la sociedad, Es un mito la igualdad Que actualmente se proclama, Y en vano es cuando reclama Justicia la humanidad..

Para un sádico envenenador de perros y como un homenaje a un inteligente perrito compañero de todas mis horas.

"Los muertos serán vengados". (Simón Bolívar)

—No justificamos al perro dañino—

Compañero silencioso De mis horas más amargas, En las tristes y en las largas Noches frías del invierno, Cuando todo es misterioso Y se agolpan los recuerdos... Y pensamos en la muerte Que nos hace sentir buenos. Cuando rondan los "fantasmas".. Y hay rumores y silencio Fuiste siempre el fiel amigo,

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Más que perro compañero Que velabas mis insomnios, Mis insomnios y mi sueño...

Cuando tuve la certeza neta Que el camino que hacías... Te llevó a la mano criminal Que trunco tu vida... Sentí el volcán de mi sangre hirviendo

Y una furia homicida... Que viene del fondo de los siglos Conmovió mi vida...

Y sentí el deseo irrefrenable Que siente el asesino... De manchar mis manos y mi vida En loco exterminio...

Y pensé de pronto en mi familia También en mis amigos... Y salvó la vida el miserable Cobarde asesino...

Ahora en vez de ira siento pena Y también la esperanza.. Que ocultos misterios de la vida Cumplan la venganza...

Viscosa alimaña de la vida Escoria de los siglos... Ya jamás te salvarás por nada De ser asesino...

Los perros que has matado impunemente El día que te mueras... LLegarán hasta ti en la alta noche A ladrar tu osamenta...

Tu acción de sádico y maniático Perversa, calculada...

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En la caverna oscura de tu alma, Será una carcajada...

Tu cinismo absurdo de asesino Me ha llevado a pensar... Que un instinto atávico de siglos Te impulsa a matar...

Ejemplar venganza de la muerte El día que te mueras... Tu carne de hiena los gusanos Ni comerán siquiera...

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SEMBLANZA GAUCHA

Yo soy el viento "pampero" Que despeina los cardales, Que silba en los pastizales Y juguetea en el alero. Soy agudo "teru tero" Clarinada de la pampa. Soy la ruda y gaucha estampa De nuestro caldén pampeano; Soy el rumbo del baqueano; Que no olvida donde acampa.

Soy el maizal que florece Y se alza con su penacho, Tengo algo de quebracho Que enterrado se endurece. Soy el trigal que se mece. Cuando lo vence la espiga Bondadosa y rubia amiga Que al transformarse en harina Como una madre divina En blanco pan se prodiga.

Soy el grito de Benteveo Desde lo alto de la rama, Que parece que proclama Su esperanza y su deseo. Soy el arisco escarceo Del potro atado al palenque, Cuando el hombre es más enclenque Comparado al animal. Que no se rinde al bozal Ni a la lonja del rebenque.

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Soy tierra recién arada Esperando la semilla Y soy después de la trilla Esperanza cosechada. Soy resplandor de alborada Que inunda la luz el llano, Y soy la fraterna mano Aunque callosa y bien ruda, Tendida siempre en la ayuda Si la reclama un hermano

Soy lazo que en el corral Abre su armada al volcarse, Justito para cerrarse En las manos de un bagual. Así soy como el pial Que se prende como abrojo, Soy manso y también me enojo Frente al injusto desplante Y si me arrojan el guante Sin vacilar lo recojo.

Soy la laguna feliz Con teros, patos y garzas, Y otros aves en comparsas Del más diverso matiz. Soy la profunda raíz De la gaucha coronilla Soy la jugosa gramilla Llamada "Pata de Gallo" El relincho del caballo Huyendo por la cuchilla.

Soy el aire mañanero Que tiene olor a rocío, Soy el tierno pío, pío Del pichoncito de hornero. Soy el grito del boyero Por la mañana temprano Y el silbo de algún paisano Que marcha tras de la tropa

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Mientras su grito "hopa hopa" Se va perdiendo en el llano.

Soy de la madre el dolor Cuando una inquietud la agobia, Dulce beso de la novia Cuando lo da con amor. Tengo también de la flor La pureza y las espinas En mis trovas diamantinas Cabalmente lo reflejo: Mi alma es como el espejo De las aguas cristalinas.

Soy el surco sobre el llano Abierto profundo y largo, Y el criollo mate amargo Viajando de mano en mano. Yo soy el potro orejano Al que no humilló la doma, Ni lo estremó la maroma Ni lo acogotó el palenque, Y la lonja del rebenque No me tocó ni por broma.

Y soy la lluvia también Que desciende de la nube, Y fresca savia que sube Por las venas del caldán, No soy mucho como ven Pues todo sintetizado, Puedo dejarlo expresado En esta frase así al vuelo: "Que hace su sombra en el suelo Hasta el pelo más delgado".

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REOUIEN PARA UN FERRO ASESINADO

Ya blanquearán tus huesos Y tu carne polvo será Materia o nada... Quizá sobre ti florezca un cardo O ha nacido una flor

O crece el pasto...

Yo quisiera saber para consuelo Dónde están tus huesos, El sitio exacto... Y allí levantarte un monumento

De recuerdos con una cruz de palo, Colocar una flor sobre la tierra Para que puedas desde tu silencio Mirarnos a través de ella Mirar a tu asesino. Y ladrarle en la caberna de su alma Que habitan la maldad y la tiniebla Para que ya no tenga paz En la tortuosa senda de su vida, Y en el oscuro andar de su existencia. Y el día que se muera Ni un yuyo crecerá sobre su tumba Que cubran su osamenta... La tierra será estéril Encima de su cuerpo pestilente Que cubre las miasmas que la queman Como si fuera el fuego De todas las infamias Infamias que sublevan. Para ti por ser bueno y ser inteligente Por ser servicial y compañero

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Por más que pase el tiempo no habrá olvido Y habrá quien te recuerde Habrá una flor que nazca Una gramilla, un yuyo Un ave que te cante Sobre esa tierra "Santa"... Habrá una mariposa Que vuele sobre ti Como si fuera tu alma Volando por el campo, En busca de tu cuerpo Que ya será una flor Será una flor, o pasto; En cambio tu asesino El día que se muera Su carne putrefacta Infectará la tierra Y ni un humilde yuyo Y ni siquiera el pasto Crecerán sobre ella.

Seré tu vengador... (Tal vez sea esa la venganza, Que no le nazca un yuyo Sobre su cuerpo, su carne putrefacta) Y el verbo de mi pluma Será como una bala, Para la vida misma Del bárbaro asesino Un muerto que camina Aborto de los siglos...

Sé que ya no volverás por ningún camino Que no te veré más. No importa Vivirás lo mismo Por los siglos de los siglos.

AMEN...

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POR LOS CAMINOS

Triste destino es el mío Por los caminos penando, Como la arena rodando Por dentro apagado y frío.

Siempre marchando y marchando A lo largo de la huella... Girando como la estrella Que me ha visto suspirando..

Rodando como la hoja Desprendida de la rama, Y quemándome la llama De la escondida congoja.

Como el polvo del camino, Que esparce lejos el viento, Me lleva en todo momento La fuerza de mi destino...

Y así sin más futuro Que el recuerdo que me sigue.. Que implacable me persigue, Con paso firme y seguro.

Triste destino es el mío Por los caminos penando... Como la arena rodando Y de esperanzas vacío.

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ALBERTO GHIRALDO

Como un homenaje al escritor y poeta desaparecido

Hoy recuerdo a un escritor El gran Alberto Ghiraldo, Vate, dramaturgo, heraldo Del pueblo trabajador. Fue un eminente valor De las letras argentinas, Intérprete de las genuinas Expresiones libertarias Y fue pendón de los parias En su camino de espinas.

Fue un escritor exaltado Verbo revolucionario, Un poeta libertario Cantor del desheredado. "La canción del deportado" Con su "Música prohibida" Son la poesía sentida En el alma del poeta, Su pluma fue una piqueta Para construir la vida.

Ghiraldo fue el soñador Que escribiera "Mis harapos Sus versos son como lapos O azotera de arreador. Pero son versos de amor Pese a su protesta airada, Son como una barricada Alzada sobre la vida,

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¡Para impedir la embestida Que nos hunde y retrograda!

Ghiraldo fue un novelista Ghiraldo fue un luchador, Ghiraldo tuvo el valor De ser un gran periodista. Ghiraldo fue un anarquista Y justamente por serio, Quisieron desconocerlo Figurillas literarias: ¡Tantas plumas mercenarias No han podido oscurecerlo!

Por eso rendirle quiero Este sentido homenaje, Por su talento y coraje Por su voluntad de acero Reciedumbre de pampero Tienen su prosa y su verso, Tiene amplitud de universo Su idealidad de poeta Y fue como una piqueta La magnitud de su esfuerzo.

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YA VOY A LA ESCUELA

Ya voy a la escuela Qué lindo mamita, Aprendo las letras Y aprendo a escribir; Me enseña los números Mi buena maestra, Por ella yo sumo Y sé dividir.

Te juro mamita Seré buen alumno, Igual que otros niños Lo fueron también. Honraré tu nombre Y el de mi maestra, Que educando al niño Blanquea su sién.

Seré el estudioso Que quiso Sarmiento Insigne maestro Fervor y pasión. Seré el ciudadano Honrado y valiente, El brazo y cerebro De nuestra nación.

Yo soy compañero De todos los niños, Mi buena maestra Mi madre es también. Porque ella me quiere

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Lo mismo que a un hijo, Y siembra en mi mente Las letras y el bien...

Nos habla de historia Y de geografía, De luchas de siempre De la humanidad. Y a todos nos dice Que amemos al libro, Porque él es la antorcha De la libertad.

Qué linda es la escuela En ella aprendemos; Aquí nos enseñan Para el porvenir. Que a nadie en mi suelo Le falte la escuela, Al menos que sepa Leer y escribir.

En ella eprendemos A ser compañeros, Se templa el carácter En la relación. Modela en los niños Al hombre futuro, Los pueblos progresan Por la educación.

Nos habla de Alberdi Y de Echeverría, Del gran Rivadavia El prócer genial. Exalta a Moreno El númen de Mayo Y al gran San Martín El héroe inmortal.

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Sarmiento el maestro Apóstol del aula, Ejemplo perenne De tenacidad Nos guía a los niños Por claros caminos, De estudio y trabajo Y de libertad.

Ya voy a la escuela Qué lindo mamita, Aprendo las letras Y aprendo a escribir. Mi buena maestra Me enseña los números, Por ella yo sumo ¡Y sé dividir!...

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PENSANDO EN LA GAUCHA AQUELLA

Pensando en la gaucha aquella... Que me robó mi alegría, Suele amanecer el día Tras de la última estrella. Pobre de mi, que por ella Desperdicié tantas horas, Y me vieron las auroras Galopar de vuelta al rancho, El largo camino y ancho De leguas torturadoras...

La gaucha que pretendía Que provocó mis antojos, Al besar sus labios rojos Que su boca me ofrecía. No fue totalmente mía Así como yo soñé, Y nunca sabré por qué —Si ella se rindió a mis brazos— Rompiendo los dulces lazos Por otros rumbos se fue...

De noche a veces por ella Me la paso cabilando, Pensando siempre y pensando Por dónde andará, en qué huella. Si girará en una estrella O qué techo le da abrigo Qué cielo será testigo De su infortunio, o su dicha, De la que fue mi desdicha Que no acuso ni maldigo.

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Yo que en mis noches de ensueño En afiebrada porfía Soñaba que ya era mía Que era su amor y su dueño Un porvenir halagüeño Adivinaba con ella Hoy sólo es pálida estrella Que alumbra mi noche oscura Y la amarga desventura Que me acumpaña en la huella.

Para qué llorarla ya A la gaucha de mi sueño, Si jamás seré su dueño Quién sabe dónde andará. La que muy pronto será Un recuerdo solamente, Algo que soñó la mente Y lo sintió el corazón. La ardiente veneración De un amor que está presente.

Para qué soñar con ella La gaucha de mis antojos, Si ya la luz de sus ojos No me acompaña en la huella. Si a ella la alumbra otra estrella Me doy cuenta con pesar, Que en vano es querer cambiar El rumbo de mi destino, ¡Si he nacido con el sino De vivir para penar!

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RODOLFO GONZALEZ PACHECO

Como un homenaje al cumplirse dieciocho años de su desaparición.

Dramaturgo libertario Ninguno como Pacheco Tuvo jamás tanto eco En el campo libertario. Verbo revolucionario Era el de este periodista, Que además de ser artista Un ideal profesaba El mismo lo confesaba: "¡Disculpen... soy anarquista!".

Y la verdad que lo era Un anarquista sincero, En todo su derrotero Hizo suya esa bandera. Pacheco fue una trinchera De rebeldía indomable, Un escritor responsable De pura y honda expresión, Puso nervio y corazón En su acción insobornable.

Fue un orador elocuente Su kalabra era oportuna, Llama intensa en la tribuna Su concepto convincente. En su accionar fue valiente, Su meta: la libertad, Vio con tanta claridad

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El drama que vive el mundo Que caló en lo más profundo El mal de la sociedad.

Fervoroso combatiente Por la redención humana, Lucho así por un mañana Con pie firme en el presente. Miró al porvenir de frente Y su palabra inflamada Fue como una llamarada Sobre un rastrojo reseco. ¡Por qué el verbo de Pacheco Era incendio de alborada!

Fue un romántico idealista Nuestro Quijote argentino, No desmayó en el camino De su vocación de artista. Combatido periodista Fueron sus reflejos fieles Sus magistrales "Carteles" Que revelan su talento, ¡Síntesis del pensamiento Sin tapujos ni oropeles!

Dramaturgo y escritor De pluma recia, acerada, Su prosa honda inflamada Es de innegable valor. Sus dramas tienen sabor A pampa y a libertad Preñados de humanidad Tienen conciencia del mundo Y su sentido profundo Es amor y claridad.

Por su innata rebeldía Fue a veces encarcelado, Y otras tantas procesado Por alguna tiranía.

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Pero Pacheco salía De la cárcel retemplado, Y en su ideal afirmado Se agigantaba su talla, ¡Y su prosa era metralla De ideas, contra el malvado!

Y murió en su Atalaya Siempre afilada su idea, Alumbró como una tea En medio de la batalla. Fue un hombre de recia talla E incalculable valor Valiente batallador Que nos ha dejado en suma Bellos dramas de su pluma En su vida de escritor.

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UN LIBRO Y DON ATAHUALPA

Un libro yo le envié Al cantor don Atahualpa, Un libro de poesías Obra por mi editada. Se la envíe autografiada Y aguardé con la esperanza, Que el mencionado "Yupanqui" Me dijera una palabra... Ha pasado mucho tiempo Y la palabra esperada, No ha llegado todavía Del criollo don "Atahualpa".

Tal vez mis versos humildes Tienen muy poca importancia, Para un autor "consagrado" Como lo es don "Atahualpa" O quizá se ha aburguesado Y duerme sobre su fama, El, que cantó a los humildes Y a los provincianos parias, No le contesta a un poeta Que para el humilde canta, Porque con ellos convive Con ellos sufre y trabaja Porque ha nacido y se ha criado, En el campo, a plena pampa Y cuando habla de campo, O cuando al campo le canta Es porque lo conoce bien, Porque lo conoce y ama. No le canta por teoría,

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Como cantores de "fama" Que lo conocen al campo Por lo que otros de él hablan, Que hablan del "Changuito pobre" Y del indio a quien no aman, Que lo halagan en su canto, Pero no siente su drama.

Un caso revelador El del señor Atahualpa, Su total indiferencia Ante la obra enviada. Demuestra descortesía Y mentalidad cerrada: ¡Orgullo del satisfecho Que no se inquieta por nada!

Don "Atahualpa Yupanqui" Se envaneció con su fama. Y envuelto en la vanagloria Indiferente descansa: El, que le ha cantado al gaucho No lo recibe en su casa... Porque lo usó de argumento, Como la ha usado a la pampa Y hoy que ya tiene dinero Se calla y les da la espalda. Nadie le niega talento Ni intenta negar su fama, Ni retacearle valor A toda su obra creada, Critico la vanidad Del cantor don Atahualpa, Egoista, indiferente Con quien busca en su palabra Sólo una frase de aliento. La opinión autorizada Que nos juzgue imparcialmente En cualquier obra creada.

Será porque mi apellido No tiene tanta importancia,

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Como el que lleva este autor Del legendario "Atahualpa" Que al leer mi humilde libro No ha tenido una palabra De aliento, para este criollo Que como argentino canta! Yo no seré un "folklorista" De "fama" como "Atahulpa" Pero conozco a los gauchos Y puedo hablarle de pampa Porque nací en la llanura Y pampa y cielo es mi casa Y lo mismo domo un potro Que se ordeñar una vaca Y la reja de mi arado Va fecundando la pampa.

Yo Yo también le canto al gaucho —Al gaucho de nuestra pampa — Porque lo conozco y siento Y vivo con él su drama. El drama de los sin tierra Sin rancho, a salto de mata, Rodando como la arena De una estancia a la otra estancia. Sin un palmo de su tierra Después de independizarla, Poco menos que extranjero Tras haber hecho la patria. Mi posición será siempre Contra quienes en mi tierra, Levantaron pulperías En vez de muchas escuelas Para que aprendan los criollos Los números y las letras, Y a no caer en el vicio Que envilece y degenera, Del juego y el alcoholismo Que los lleva a la pendencia, Y por el alcohol y el juego A veces tuercen la senda...

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Voy a pedirle un favor Al autor don "Atahualpa" Y es que me devuelva el libro Si sólo leyó su Lapa Pero si leyó la obra Tiene el deber de juzgarla Y aunque su juicio sea adverso Igual le daré las gracias Y para el criollo que escribe Siempre será "Atahualpa" El folklorista argentino Que bien merece su fama Y el lugar que se ha ganado En su posición tan alta.

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LAMENTACIONES

Nadie se acuerda de mi Y nadie por mi suspira, Si me parece mentira Que esto pueda ser así.

Soy como flor que nació En desolado paraje Y sobre el triste paisaje Su perfume derramó.

Me vieron pampas y huellas Llorando mi desventura Y alumbraron mi amargura Muchas noches las estrellas.

Me vio la noche callada Cuántas veces sin dormir Y alumbraron mi sufrir Los rayos de la alborada ...

Me han visto las noches largas Dialogando con mi pena, Y rodando como arena Me vieron sendas amargas.

Cuántas noches he pasado Escribiendo mis cuartillas —Que sembré como semillas—Sobre el papel inclinado.

El amor es una flor Que perfuma brevemente, Donde siempre está presente Un motivo de dolor

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El beso de una mujer Que enceguece y que arrebata, A veces nos hiere o mata Y es causa de padecer.

Nuestra justicia es aquella Que me beneficia a mi, Y en cambio te deja a ti A un costado de la huella.

Es un mito la amistad No hay amistad verdadera, La que creemos sincera Es a veces falsedad.

No hay a mi ver un amigo En quien se puede confiar, Será triste así pensar Pero sé por qué lo digo

Si alguien posee dinero Aunque no tenga moral, Siempre en la escala social Se colocará primero.

Si se dice una verdad Es más grave que un pecado Este será perdonado ¡Nunca tu sinceridad!

Prediqué con el ejemplo Lo que sembré con la pluma, Y recogí, sólo, en suma La soledad que contemplo.

Se pierden estos lamentos Que solo escuchan las huellas, Como las flores más bellas Que llevan lejos los vientos

Termino estas reflexiones Que he madurado penando Y las recogí palpando Amargas observaciones.

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EL LLANTO DE AMERICA

Llora el indio peruano Es un llanto de siglos— De los Incas remotos En el tiempo perdidos. Es el llanto del indio Que en el sur ha nacido, Y el del indio norteño Que tortura el martirio En la América nuestra Donde el blanco ha venido A sembrar la miseria —La miseria y el vicio Que importó el extranjero— Como inicuo castigo Para el hijo de América Nuestro indio sufrido, Maltratado y sin tierra Es un paria vencido; Es la carne doliente Que no obstante ha servido, Como germen de razas Que dio al hombre mestizo, Y fue carne en las guerras Que marchó al sacrificio Y su sangre fue abono Para el suelo nativo.

Con el pobre inmigrante De otras tierras venido, Que fue carne también Que engordó a los bandidos. Con el triste inmigrante

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Se mezclaron los indios, Y nos dieron al gaucho El centauro fornido, Que también llora hoy Ese llanto de siglos, Que es la angustia tremenda Que ahora sufren los hijos De estas tierras de América Ya sin suelo y vencidos. Sin la tierra que es suya Porque en ella han nacido, Porque en ella vivieron Nadie sabe los siglos... Porque ellos son tierra Los auténticos hijos, Cabizbajos, sin rumbo En el hambre sumidos, Porque fueron robados Y empujados al vicio, Del alcohol que envenena Que genera el delito. Es un llanto rebelde Es un llanto explosivo De los hombres con puños, Que parecen martillos Retumbando en el yunque, De la tierra del indio Que se empapa de sangre, Y sudor de sus hijos Que reclaman al mundo, En América un sitio Un lugar que permita, Que se logre el destino De esta raza de hombres Que sepulta el olvido... En la noche sin nombre De ese llanto de siglos... Que será alguna vez El poder del vencido, El poder soberano Para ser redimidos...

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LA MUERTE

Es una señora Vestida de negro, Descarnada y fea Que nos causa miedo.

Empuña en sus manos Filosa guadaña, Adusto su gesto Fría su mirada.

Tal vez nuestro miedo Resulte infundado, Y en seno oscuro La paz encontramos...

Pocos la queremos Pues no tiene amigos, No perdona a nadie Su negro dominio...

Es injusta a veces... Otras justiciera: Es cuestión de verla De muchas maneras.

No obstante pedimos A veces que venga... La muerte se ríe Y pasa y no llega.

Muy calladamente A veces nos lleva... Y no atiende súplicas —La muerte no espera.

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Desde que nacemos Hacia ella-marchamos Con paso seguro: Pero la olvidamos

Más pronto o más tarde A todos nos lleva, Al rico y al pobre: ¡Ella es iusticieral...

Es insobornable Y así se atestigua, ¡No sirve el dinero No compra la vidal...

¡Oh! negra señora Tu esencia es la noche, La eterna penumbra En ellas te escondes...

¡Oh! magra señora Rival de la vida Querida por muchos Por otros temida...

Escucha señora: Yo sé que eres seria. Te Te pido uno cosa Quiero que me atiendas...

Te ruego señora... No lleves los niños Déjalos que vivan... Por algo han nacido.

Déjalos que vivan Por alqo han nacido Es lindo ser chico Yo también fui niño!...

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PROSA Y VERSOS PARA LA HISTORIA DE JUAN BAUTISTA BAIROLETO

Honestamente nadie puede hacer la apología de la delincuencia. Somos enemigos del crimen por raciocinio y sentimiento; no obstante en este caso, como en tantos otros, diremos al respecto, que la excepción confirma la regla.

Quien conscientemente entra en la esfera delictiva es, en realidad en mayor o menor grado, un delincuente. Cuando al hombre, la sociedad o algún miembro de la misma, lo empujan fatalmente a una situación que no es la normal, al crimen por ejemplo, la acción de aquél tendrá un atenuante. Tal el caso de Juan Bautista Bairo-leto. Otros mejor que yo estudiarán y relatarán la vida de este criollo perseguido por un delito al que lo empujó, sin duda, una injusticia contra su persona, que él creyó vengar dando muerte en pelea y frente a frente a quien la había cometido. Eso claro está lo obligará a matrerear por el resto de sus días.

Tal vez Bairoleto fuera un producto propio de su medio: el desierto. El inovildable Alberdi había dicho "Gobernar es poblar". Yo agregaría que poblar es civili-zar. Las frases del gran Alberdi sin duda significan eso: poblar, es civilizar. "Martín Fierro", de Hernández, era un gaucho bueno, y una serie de circunstancias lo hacen "desgraciar" y mata.

Ya es un gaucho "alzao", a Bairoleto lo llevó al delito un policía, la prepotencia de un agente de la autoridad. Producto del medio ambiente: caudillo y policía brava.

A Fierro lo salvó el sargento Cruz, que "no consien-te que se cometa el delito de matar ansí a un valiente". A Bairoleto, por el contrario, fue un sargento quien le

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hizo torcer el rumbo. Cruz por su valiente y sincera po-sición en favor de Fierro, debió vivir matrereando. Fierro se alza en contra la injusticia que significa la vida del

cuartel en la frontera y la desconsideración con que es tratado el gaucho por los jefes de las comandancias. "Fie-rro" es valiente, cantor y conocedor cabal del desierto. Es bondadoso, buen compañero y mejor amigo, no obs-tante, enfrentado a situaciones trágicas y decisivas se vio precisado a matar. La fisonomía geográfica y ambien-tal no era la misma entonces y ahora. Fierro tal vez, su-peró más fácilmente el aspecto de su subsistencia física, puesto que el pleno desierto le da resuelto ese problema. Tal vez ni el indio fuera un inconveniente para el gaucho "Martín Fierro" en el sentido de la convivencia y menos aún de la delación.

Fierro ha peleado contra los indios y se ve obligado a matarlos para salvar su vida y eso, seguro, en circuns-tancias desgraciadas.

Ha peleado contra la autoridad armada y ha dejado un tendal de muertos. Lo dice el mismo Fierro: "Yo junté las osamentas, me hinqué y les recé un bendito, hice una cruz de un palito, y pedía a mi Dios clemente, me per-donara el delito, ¡de haber muerto tanta gente!".

Eso, sin embargo, no lo hace asesino. Canta unas veces, llora otras, ríe y maldice y en medio de su desven-tura, perdona siempre, siempre que puede, se entiende.

Bairoleto huye entre blancos y debe evitar la dela-ción; han puesto precio a su vida y no hay ningún Cruz crue se eche al medio porque "no consiente, que se co-rneta el delito de matar en sí un valiente".

Por lo que se sabe, Bairoleto no era un asesino. Matrerea, mata para salvar su vida si lo enfrentan y no lo puede evitar. No roba a los ricos, porque son ricos nada más; no roba a los ricos que además de ser ricos, son ladrones, tramposos y aprovechadores de las ne-cesidades y miserias de los demás. Al respecto hay di-versas y sabrosas anécdotas. No queremos justificar la existencia matrera de Bairoleto frente a la injusticia, pe-ro con su escasa cultura ¿qué otra cosa podría esperarse de su rebeldía? De todas maneras, nos revela esto: que

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la injusticia, la prepotencia y el despotismo, fueron con-temporáneos de José Hernández en su "Martín Fierro", de Eduardo Gutiérrez en su "Juan Moreira" y continúan siéndolo de Sairoleto hasta nuestros días.

Con este breve comentario no pretendemos hacer un estudio exhaustivo de este perseguido; nos sirve sólo, como prólogo a nuestras décimas sobre la vida que se conoce de él y que algún día tal vez, habrá que ampliar con más profundidad haciendo conocer la verdadera his-toria de este criollo perseguido que se llamó Bairoleto.

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JUAN BAUTISTA BAIROLETO

Juan Bautista Bairoleto Tu memoria se agiganta, Toda La Pampa te canta Y te nombra con respecto. Rinde culto a tu esqueleto Y a tu alma veneración, Vos que hiciste del facón Tu manera de existir Y juyendo has de vivir Porque te obligó un mandón.

Tu facón fue la bandera Para defender tu vida, Maltratada y perseguida Por la "justicia" altanera, De tu existencia matrera Se ha tejido una leyenda, Pero al descorrer la venda Que forjó la fantasía, Vemos que fue un policía Quien te hizo torcer tu senda.

Y ya ganaste la pampa Enmarañada y sombría, Tu innolvidable valentía Hizo de acero tu estampa Tendieron más de una trampa La traición y la maldad... En cuanta oportunidad Por alguna delación, Defendió con su facón Su vida y su libertadi

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Y fue creciendo tu fama De "tetbilfieltaitlállrúbwiticonAi La acudáttóbBliesnYableifáll ra A los vientos se proclama. t'altiltillaktet:Séráffid buo 1i1q

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¡Amparado en el cuchillo En el fraude y en la taba!

¿Por qué causa aquel muchacho Humilde y tranqulo mozo, Fue a parar a un calabozo Por "pendenciero" y borracho? A él que es igual que un quebracho Un oficial lo domó Las espuelas le clavó Lo cortó con la rodaja... "¡Anda haciéndote la caja Bairoleto sentenció!...".

Y ya es un gaucho "insurgente" Sin querer se "desgració" Al oficial lo mató En un duelo frente a frente. Ya es un gaucho "delincuente" Hay que entregarse o huir, Pero decide seguir La senda, del forajido El gaucho es un perseguido Hay que matar o morir!.

Con la fama de matrero Que arrojan sobre su vida, Huyendo de la partida Recorre su suelo entero. Romántico bandolero

Roba al rico y le da al pobre, Y se queda sin un cobre A veces por ayudar... ¡Bairoleto ha de robar Para que a otros les sobre!

Ama y como es perseguido No tiene derecho a amar, Le quieren arrebatar La mujer que él ha elegido. Bairoleto enardecido

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inflamado de pasión Va tanteando su facón Mientras galopa en la huella, ¡Pensando sólo en aquella Que le robó el corazón!

Llega donde está su amor Y peleando lo rescata, Siguiendo a salto de mata Alerta en su derredor. El piensa que aquella flor Mientras va por el camino, Puede troncharla el destino Porque en la espesa maraña. Se oculta la telaraña Que le teje el asesino.

Mientras está con su amada Le dicen: "tu madre ha muerto", Monta, atraviesa el desierto No teme a la milicada No lo disuaden por nada Y con notable entereza, Llega y a su madre besa Ya será el beso postrero... ¡Y Bairoleto el "matrero" Junto a su amada regresa.

Ya es un mito que ha crecido Y por las pampas se extiende... Uno acusa. otro defiende Al matrero perseguido. Bairoleto es protegido Por el poblador del llano, Por el modesto paisano Que ve con sincero afecto En el gaucho Bairoleto Más que un amigo, un hermano.

Nunca mata por matar Está bien reconocido,

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Es un gaucbgiRprs9gultAirr., $ Y no se rakijiyretil[4199:91.`f :pi sV Ob99119 P, rTIStV.Pfl.i9n Por 119;3914-r. urffi itvshacar c. r; Toda la 9111-19. 1:,e1) rara albergar su figura. Teme, os. la _llanura $

Que laley:de !a justicia!

No ve más. que. pprppany, c!plo El pa'impo, pers9g40 : Pargsriffirrá8 zgui9) naferáptidO Par/9914, 19r19 La zs,(9,1VP4-Y9110e$-.PznWPW-Le ofrece %figt,1,4930srliftellui-f Y encuenIrra tguclq €1§ calafi, ary4g9) El puma con ser temible,

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Montes, szfily@siy, woritgi4§-; Alberg4topislIctigkitp3inib 01 cm Más dem-daiypiligugsurilo. y Lo co<lcOqSneOtrliaP-2123Ll Hastarlastarras-Alur,gñassp Gy Le brUnkligkilter Przetleglolls8 Y¡ El for.i91-tabl§~11 lie s maula En ellas y en su caballo P 9101 fl_t4 SlicIrrinta°3—s'Y

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-- 164 —

La PampiSlil- f léíj dsH EW'Sáh-tacte' fiácfiábicf-or-,) nsd Sólo en Láctlániaárhá(bi-eelicr691 Trabajando y sin fortuna. La Fabkéltélicidee§yerpéfrtéfrih no3 Pues lo 11916¿ffisTIDPaFriOderib"13 El no eallociflte§te1lánbi'''03 En otre'Pagrálhá2lfibidó,' 61)0 Y hasta La ilálliftá he' VeriidtijoT Este moe9tc13101§eribT. '33

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Y aquí sejlEggg,04,9 Lkyjetp.rtien Más negra,e1%43.m.,29§tencia, o Con la mayor inconciencia De que sjeteqgq memor,19. Te cargaron 90rbI ea De ser, etimayor l'ibandickh De ; tu, tiempoDlop.o-cieloctani eijo Que asoló- alpy-eht:ROpebapcve ¡Hijo rebelde41~ 212 ea Allá en .e1590:riteyRaplokbsn sy

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Habitante del desierto: ¡Lo han de atrapar sólo muerto Pero ni soñando vivo!...

Con Telma que era su amada El paisano perseguido, Componen un tibio nido Que era la meta anhelada Toda su vida pasada Se pierde en la lejanía... Ya no es el que fuera un día Un romántico matrero: ¡Es modesto chacarero Oculto a la policíal...

Juan Bautista Bairoleto Se oculta bajo otro nombre, Dejó de ser aquel hombre Que inspiró miedo y respeto. Se ha rodeado del afecto pe sus hijos y mujer Ya nada lo hará torcer... A este modesto labriego, ¡Pues quiere paz y sosiego El perseguido de ayer!

Pero hay alguien que rastrea Sus pasos de perseguido, Y una trampa le ha tendido Porque a su amada desea. Ya su dicha tambalea Porque el amigo traidor, Se presta a ser delator De quien ayer lo amparó ¡Porque Telma se negó A ser infiel con su amor!

"Bairoleto ha sido muerto" Informaron los diarios, Fueron juicios lapidarios Que sembraron desconcierto

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¿Será verdad? ¿O no es cierto? La gente se preguntó Y la duda se esfumó Leyendo esta información: ¡La policía a traición Por la espalda lo mató"

En la tierra mendocina Aún sobrevive al olvido, El matrero tan temido En la llanura argentina. Toda la pampa se inclina Para rendirle homenaje. A ese gaucho personaje Que es un símbolo del llano, ¡A ese modesto paisano Que hizo un culto del coraje...!

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TU OLVIDO sninoimern si-19d si n

¡Gauchak: H-rnit phikIfflictlye 91M° Fue breveHy falso c.tUoaflISÇm 13 Y hoy lo,taladra el dorlión si n3 A mi corazón herido. - sl sboT Casi no --itiene sentiiFIRInsi sisq La vida-44e estoyAML99149,6 A Si Fien.a.-Roco v015/111/1111.1P[3910e110 Por este lento slitri50m eas Ai Es preferible morir 1 , osii; aun Si he de vivir padeciendo.

Mi vida es campo de abrojos Desde que vos me olvidastes, Porque gaucha, me dejastes Sin esa luz de tus ojos. Hoy arrastro los despojos De mi existencia sin luz, Y mi vida es una cruz De penas y desengaños, Como aquella que hace años Lo crucificó a Jesús...

Ahora hundido en la penumbra De la noche de tu olvido, Mi corazón dolorido, Ni una esperanza vislumbra. Y ni siquiera me alumbra Una estrella en el camino, Y abrumado por mi sino Me quejo cuando te evoco, Mientras me mata de a poco El rigor de mi destino...

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Hoy, sólo soy una hoja Que rueda por el camino, Ya sin rumbo y sin destino Mordido por la congoja. Como flor que se deshoja Por la tempestad y el viento, Amargo y ,t45tpsyl,a4-pento De corazóh'eldrundb; Quer, va- a::hundise gwel 191vido De tu n,egro sentimiento... sbsoilcuc% i3lanc9 ."rnieri ntisM

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PRESAGIO

(El alma de los perros)

Poesía publicada en la revista "Martín Fierro".

Sentados en sus garrones Cerquita'e la puerta el rancho, Mirando pa la tranquera Los perros están aullando... ¿A quién extrañan y esperan Los perros que lloran tanto? ¿O el alma de algún finado Andará rondando el rancho?

En épocas pasadas era creencia general entre los po-bladores de nuestra desértica campaña, que el aullido del perro era presagio de algún fatídico suceso, o que un ánima circundaba la casa. Nosotros no creemos que el perro pue-da vaticinar un suceso, pero sí creemos que posee una especial sensibilidad intuitiva muy desarrollada y su aulli-do revela un estado especial psíquico (ausencia de su amo, perros del lugar en celo, etc., etc., etc.).

Son las 12 de la noche Y Cirilo no ha llegado, Lucila espera y espera Llorando en la puerta el rancho, Y repite sin cesar: ¿Qué puede haberle pasao?. ¡Es tan güeno mi Cirilo! Que nunca tuvo en el pago, Ni una pelea con naide No debe y es gaucho honrao...

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La noche es muy tormentosa Quizá esté esperando A que pase la tormenta O puede haberse quedao... Horas amargas de espera, Los perros siguen aullando; Ya viene clareando el día Y Cirilo no ha Ilegao...

Un vecino al día siguiente Que vive ahí nomás aleo, Vino a decirle a Lucila Del triste y macabro hallazgo: A un costado del camino Fulminados por un rayo ¡Están el pingo y Cirilo Como hermanos abrazaos!...

En las noches de tormenta Cuenta la gente del pago, Que oyen aullidos de perros En un rancho solitario, Luego una voz de mujer Nombrándolo al finado...

¡Es, según dicen, Lucila Que por la pena y el llanto, Se jué siguiendo a Cinto Para estar siempre a su lado!

¡Y en las noches de tormenta En un rancho solitario, Entre el rugir del pampero Se oyen los perros llorando!...

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nHia Y CARTA EN VERSO

A la señorita María Olga Piorno, admiradora de mi

.humilde• producción. Con sinpero afecto.

Su carta amable y cordial A Voy a`Contestarla en versb.;!ip Verso que es como,una flor.;;; Que ftr Ud. Olga_yo le ofre7e0...",-; Fue Madurado én el alma Y lo ccAncibió el,cesel9r9, ,G; f iH Y al I'dicár'selo ¡Va doji alma - y sentirkeirpol. o. Quiero que llegue a su„0 Y perdupe en su secuáFcla, Sobrevkiinelo- al okvido — De la diS c'ilá y ertiempb

,nsaib a3; Va ifforggked,o Fiom lal esencia-2 Pura yoherglaz,de-inlibefecto, yolaturade derrnoxígeri0 Que trae en anda el "pampero" Porque, mis versos ...é so: ¡Pedazo de pampa y cielo!... Pprghte oticti ifriaann0010reilleitelo Y ha interpretadoasvelepe7,3 Y hac,sentidoi0Qtrni@LIY01 eitn3 M !Psin re rtzt.ae; 4/1 stIM5419-,yoea

Como quiero agradecerle Es justamente por éso, Que van brotando del alma

A borbotones mis versos, Y voy dejando 'eh cada uno Mi inspiración y mi afecto, Para una mujer' que siente Y en su mente bullen sueños; Sueños de un mündo mejor Donde 'impere el Serifiniiento, Y la comprensión humana En todo nuestro uniVerso.

Es por eso que he querido Buscar erm0-3,pensarniento, Una palabra apropiada Para rimarr.en un_iyqrso,s1 éLTH YOlivg rsq ,cIPP corno dilhq como AJA% flor se ParalwuffaUd lo,r,.ieslyojs-rii 3m O lo cultkyfiL igIrlt,4-) IlverIgp 53 -1 Pero :11131.1PANIIIIPPInostas no3 Sin estudiarlo primero....

eltroone f!::Dic!mst mon Sólo soraill'-134eebl?dWild aoi Que uIátf11- !lel:12-95176,2mi Y e ricVd2W -31-99áPtist'8,95{4.121 Me brotá'- ' h158s2.9Wrestica Que voy 'cf ab %Vil-1'116a Y ' De espipAsry strefrqrsdaoes.,5,-, M eplif »9:1 L'opHITS" I 1. Wrs? al' 1 tr99.41-1 En- lao •c-e, de. 191. IterneilrpIllnetris StoiLpi¿ strib p 1:1

.no-revel P.ñrrisi aollsoos eu0 -Vrt*fréPQ1o1€31- no a e023

Y cantZfrffindólólearifiven eli() Y así canfkifddir-freliafiáosev n3 Me Ve9rP@FaidrItIcnfitjétrtl@nilib, Por laá4Effd§q1éPOÑiddnul carrifilt~dahfiéaléfertlit3, gue Me vOrláfi'd-átufla da1.0alii9a vnH

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A veces en mi camino Encontré el amigo bueno, Que comprensivo y humano Me dio palabras de aliento, Valorando la cosecha Humilde de mis desvelos, El fruto de mis fatigas Donde puse mis empeños, Y en vez de espigas de trigo Fueron espigas de versos Que luego fui desgranando A lo largo del sendero.

Hallé la voz femenina Que en esta siembra de sueños, Me alentó con su palabra Y me impulsó con su afecto Para que yo continuara Con esta carga de versos...

Pero también encontré Los hipócritas y aviesos, Los miopes e indiferentes Menospreciando mis versos Sin haberlos estudiado ¡Y sin siquiera leerlos!

Ese es el hombre mediocre Del que nos habla Ingenieros, El gran siquiátra argentino Que aquellos jamás leyeron. Esos son los hombres "topos" Que llevan en su cerebro, En vez de materia gris Un compuesto de "cemento", Y en lugar de un corazón Que les palpite en el pecho, Hay sólo hielo en su alma Y el pecho lo tienen hueco.

Muchos otros me han leído Sin interpretar mis versos.

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Es gente que "lee" mucho Sin "exprimir" su cerebro Sin profundizar lo escrito Con reflexión y talento, Y juzgan a la ligera Con inexacto concepto.

No obstante por mi camino Sigo sembrando mis versos. Para que alguien los recoja Al paso por el sendero. O los arroje a un costado Si no se digna leerlos...

Y ya quiero terminar Este manojo de versos, Que he tejido para Ud. Amasados con afecto. Humildes versos que son Como el canto del jilguero, Que canta sus pobres trinos... ¡Agrestes, pero sinceros!...

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Ahora un blanco enceguecido Un fanático racista, Ha matado a un pacifista Por un odio sin sentido. Todo hombre bien nacido Condena ese asesinato, Efecto del arrebato De un asesino sin nombre, Que avergüenza a todo hombre Que se precie de sensato.

— 176 — -- avr

Lo han matado a Luther King Los bárbaros de la violencia, Que albergan en su conciencia El instinto de Caín. Un crimen cobarde y ruin De ignominioso cinismo, Vergonzoso salvajismo Que nos subleva en verdad, Y priva a la humanidad De un héroe del pacifismo

A Luther King lo mataron Los que no quieren la paz, Los que con mano rapaz A los pueblos dominaron. Y a Kennedy lo inmolaron Porque el ilustre estadista Fue un gran integracionista Que defendió con fervor, A los hombres de color Con su verbo pacifista.

Fue Luther abanderado De la integración racial, De la justicia social En pro del desheredado. Pero fue sacrificado Por la pasión homicida. Dedicó su entera vida Al servicio de una idea: Hermanar una ralea Por el color dividida.

Se dedicó con amor A unir a aquellos hermanos (Todos son seres humanos Sin ser igual su color). Puso todo su fervor En esa obra empeñada, Y fue como llamarada Su verbo humano inflamado, En su angustioso llamado A la concordia anhelada.

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Fue otro Gandhi redentor Revolucionario, humano, Un Cristo Tolstoyano De diferente color. Nacido para el amor A su doctrina se abraza, Y como un "Mesías" que pasa Y deja estelas de luz, Este moderno Jesús Fue el heraldo de su raza.

Digo que fue un Tolstoy Revolucionario, humano, Heroico Cristo Gandhiano Que ha sido inmolado hoy. Por eso pensando estoy Que como el Cristo de ayer, El de hoy, al perecer Aunque no ha sido en la cruz, Sembró raudales de luz De paz, de amor y saber.

A Lincoln aquel coloso Del país americano, También lo abatió la mano De un esclavista alevoso. Pero nos dejó el hermoso Ejemplo de su actitud: Abolió la esclavitud Que a su país humillaba, Y así Lincoln nos legaba Su heroísmo y su virtud.

El hombre vive un presente De crimen y violencia, Si bien progresa en la ciencia Retrograda moralmente. Su dualismo es evidente Guerras, odio y destrucción Porque son, sí, el cañón Y la metralla homicida, Quienes rigen hoy la vida De la civilización...

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SOY UN GAUCHO DESGRACIA°

Soy un gaucho desgracia° Nací y comencé a sufrir, Desde que empecé a vivir Va la desgracia a mi lao. Muchas veces he pensao Pa que he venido a este mundo, Si es sólo el dolor profundo Mi incansable compañero, Y espinas es mi sendero De derrotao y errabundo.

Por ser güeno alguna ve He sido más que estafao Cobardemente burla° En toda mi güena fe. En los amigos confié Y algunos me defraudaron, Muchos más me traicionaron Pero amigo no se asombre: ¡No perdí mi fe en el hombre Aunque mucho me dañaron.

Vi injusticias en la vida Que casi no tienen nombre, Y a ucasiones en el hombre Vi una maldad sin medida. Y vi en la amistad fingida Que tiene doble intención, Incubarse la traición Del que creí el más amigo; Poniendo a Dios por testigo En su falsa invocación.

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Vi a la mujer que en un beso y con fingida emoción Preparaba una traición Muy propia de un ser avieso. Aparcero le confieso: Soy un gaucho desconfiao, He sido tan traicionao Por las mujeres y el hombre, !Que esta falsedad sin nombre Me hace sentir desgraciao!

Vi al que traiciona al amigo Y el que por robar dinero, Mata al propio compañero Que le dio amistad y abrigo. Por eso aparcero digo Que me siento desgraciao, Yo que he sido tan golpiao Por las maldades del mundo. ¡Siento que el dolor profundo No se aparta de mi lao!

Vi al patrón que algún obrero Lo recargaba e'trabajo Mientras que el malo, el badajo Agita por "orejero". El haragán ventajero Aspirante a capataz, Es el que siempre va atrás Vigilando al güen obrero Sirviéndole de "orejero" Al que llamó "mandamás"

Vi gauchos que la bebida Los hizo hacer desgraciaos, Y otros fueron condenaos A sufrir toda la vida. Es una cosa sabida Que el alcohol no es buen amigo, Que es el pior enemigo Del hombre trabajador,

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¡De más de un cuadro de horror A veces uno es testigo!

Muchos gauchos se perdieron Por el juego y la bebida, Las dos cosas que en la vida Muy malas me parecieron. Cosas que en mí no prendieron Aunque he vivido penando, Pero también observando Lo que está bien, o está mal, Como esta lacra social De la que estamos hablando.

Vi al obrero sin salario Sin emolumentos fijos. Con diez, o con once hijos Muchos para un proletario. Después he visto el calvario De la madre para criarlos, Y luego para educarlos Si es que los manda a la escuela, ¡Toda una amarga secuela Después para alimentarlos!

Siempre viví pionando, Desde la más tierna infancia, Rodé de estancia en estancia O en las huellas resereando. Otras veces jineteando Supe ganarme el jornal, Cuántas veces un bagual Corcoveando y ni sé cómo, Saltó conmigo en el lomo La tranquera del corral.

Y me cansé de campear Y nunca la hallé a la suerte Y hasta con la mesma muerte Me vine yo a topar; Y ésta casi sin mirar

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Siguió nomás su camino, Y le hizo un guiño al destino Cuando me oyó suspirando, Y dijo: ¡Seguí penando Si penar será tu sino...!

Y ése en verdá es mi sino Penar nomás sin consuelo, Rodar y rodar mi suelo Ya sin rumbo y sin destino. Y así voy por el camino Que la vida me ha trazao, Soy un gaucho desgraciao Tan desgraciao y sin suerte, ¡Que ya ven, hasta la muerte También de mí se ha olvidao!...

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UN PÁJARO NUESTRO

Lindo pájaro el hornero Por lo gaucho, por lo nuestro, Hace su "casa" de barro Como el mejor arquitecto.

Junta pajas con su pico Y las amasa con barro, Y así poquito a poquito Construye su lindo "rancho"...

Lo hace de estilo moderno Bien 'chiquitito y sencillo, Con una salita al medio Donde coloca su nido.

Los viera Ud. trabajar Siempre contentos y unidos Y con paja, tierra y agua Construyen su lindo nido.

Tiene techo abovedado Carece de cielo raso, Por dentro no tiene lujo Pero es fuerte y abrigado..

Entre ellos no hay más ni menos Son iguales igualitos... Todos son trabajadores No es nadie "pobre" ni "rico".

Hacen su nido en un árbol Siempre buscando la altura...

183

Y así desde su Atalaya Escudriñan la llanura.

Siempre se los vé contentos Revoloteando en el patio, Pero alerta y avizor A la envestida de un gato. .

Son alegres bullangueros Van y vienen por la senda, Y en el jardín de la casa Nos alegra su presencia.

Que nadie mate al hornero A este pájaro arquitecto, Un símbolo del trabajo Merece nuestro respeto...

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LOS NIÑOS, LA ESCUELA Y LA MAESTRA

Como palomas en vuelo Van los niños a la escuela Con el beso de la abuela Y el abrazo del abuelo. Igual que blancas palomas Con la cartera en la espalda Van remontando la falda Y descienden por las lomas. Vienen de largas distancias Muchos niños campesinos, Palomas que en los caminos Llevan en vuelo su infancia Y ya todos en la escuela Piensan qué le dijo el padre: La maestra es una madre Y el consejo de la abuelá. Y una madre es la maestra Cuando uno empieza a vivir, Ella no hace sentir El cariño que nos muestra. Y por eso todo niño Se afana por aprender, Porque le da su saber Y le brinda su cariño. El niño estudia y aprende Bajo la mirada atenta, De quien lo quiere y orienta Y de luz y amor lo enciende. Y al regreso de la escuela El abrazo de la madre, El dulce beso del padre Y el cariño de la abuela...

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SONETO

Para el Dr. Julio César Brigante, prestigioso médico asesinado cobardemente por un agente policial.

Irresponsable y loco: ¡un asesino! Colocaron un arma entre sus manos, Otros hombres como él —tal vez insanos—Signados por atávico destino.

El crimen más absurdo es el camino De estos inadaptados inhumanos, Contra hombres de valor y bien humanos Como hoy, con un médico argentino.

Gran investigador, Julio Brigante, Es justo que indignado me levante Ante un crimen absurdo y sin razón.

Mientras viva recordaré tu muerte Mi voz acusadora airada y fuerte, Será para el culpable maldición...

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ROBERTO KENNEDY

Les rindo mi homenaje también, a quienes como él, fueron inmolados en su lucha por los derechos de los desposeídos y por la integración racial.

Abraham Lincoln por las balas Cayó mortalmente herido, John Kennedy fue abatido En el distrito de Dallas; Y en sucesivas escalas Se repite su Luther King, El crimen cobarde y ruin Que a otro Kennedy lo alcanza: Subleva aquella matanza ¡De un confín a otro confín!

No le rindo pleitesía A ningún hombre de Estado, Yo condeno el atentado Que es muerte y alevosía. Admiro la rebeldía Del hombre en la sociedad, Que está con la libertad Y un hondo cambio propicia, Que implique paz y justicia Para nuestra humanidad.

En la tierra americana En donde Whitman nació Y en donde Franklin dejó Su sabiduría humana,

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Hoy se mata y se profana Igual que en edad remota, y en toda su tierra flota Una pasión homicida: ¡Que no respeta la vida Del santo y ni del patriota.

En donde nació el gran genio Edison, el inventor, Que fue un hombre superior. Por su ciencia y por su ingenio. Hoy es trágico proscenio Ensangrentado escenario Donde muere el adversario Bajo la bala homicida: ¡Nada vale allí la vida Para un loco sanguinario!

Donde Jefferson nació Y Thorean el idealista Se llega al crimen racista Como hace poco ocurrió. Y recién se asesinó A Kennedy, un estadista ; También integracionista Como su finado hermano: ¡Un alto valor humano Y sincero pacifista!

Al hombre rebelde admiro Que muere por una idea, Al que lucha, al que pelea Por darle al mundo otro giro. Que sin tregua ni respiro Siente la sed de justicia, Y está contra la avaricia Del hombre y la sociedad, Y porque en la humanidad No exista más la injusticia.

Al que intenta una reforma Que haga la vida más digna,

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La reacción lo asesina Esa parece la norma. Quizá se busca la forma Con ese asesino intento, De aclarar el pensamiento Del pueblo que sufre y siente, Del pueblo honrado y consciente Y del hombre de talento.

Se vive en aquel país La vieja fiebre del oro, Siempre atento a su tesoro El hombre nunca es feliz. Allí ha hincado su raíz La bacanal de la droga, Terrible vicio hoy en boga Coh el antiguo alcoholismo, Que son como un negro abismo Donde hoy el mundo se ahoga.

¡Roberto Kennedy ha muerto!... Un hombre sacrificado,

Otro hombre asesinado— Hay dudas y desconcierto ; Pero no obstante, yo advierto Que anda por medio el dinero, Están sobre aquel tablero Junto a problemas raciales, Otros planes criminales De los "Trusts" y del banquero...

No le rindo pleitesía A ningún hombre de Estado: Yo condeno el atentado Que es crimen y alevosía, Quiero con mi poesía De humilde y limpio ropaje, Rendirles un homenaje A todos los grandes hombres, Que nos honran con sus nombres Por su talento y coraje...

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ANOCHE TE VI.

Anoche te vi, mi pobre perro... Después de una ausencia, sin olvido, Viniste hacia mí avergonzado... Tímido y mimoso como un chico.

Una cicatriz cruza tu frente Que quiere decir, que te han herido, Te aprieto sobre mí en un abrazo Igual que la madre abraza al hijo.

Corres como loco por la casa Y es tanta y tan grande tu alegría Saltas sobre mi igual que un niño: Como el hijo que la madre mima.

¿Por dónde has andado? te pregunto, Te fuistes una noche... no me olvido, Y ya no volviste hasta ahora: ¿Por dónde anduviste? ¿En qué caminos?

Ya no saldré más. En la expresión De sus ojos parecía decirme: Aquí estaré hasta que venza el plazo En que por ley, seguro, debo irme...

Me sentí feliz con tu presencia, Volviste por fin, de tus andanzas... Siguiendo tal vez amores falsos Volvías con penas en el alma.

De pronto mi perro ya no estaba... ¿Dónde mi perro se me fue? Corrí como loco por la casa Y sobresaltado desperté...

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SOY CRIOLLO DE PURA CEPA

Me llamo Cirilo Agüero Y pa que Ud. bien lo sepa, Soy criollo de pura cepa Y gaucho como el hornero. Hecho al rigor del pampero. Conozco todas las huellas, Crecí y he vivido en ellas Y en mi vida de resero, Me las alumbró el lucero Y la luz de las estrellas.

Fui en un tiempo domador Y aunque me tuvo por güeno En ese mismo terreno Pudo haber otro mejor, Nunca negué al superior —Para el güeno hay otro güeno— Respeto el valor ajeno Jamás me cegó la envidia, ni torcerá la perfidia A mi espíritu sereno.

Pampeano de nacimiento En ese suelo nací, Y la Pampa vive en mí Porque en mi mismo la siento. Por eso en todo momento Andando por mi camino, Al amparo del destino Que a cada paso me guía, Recuerdo la tierra mía Con orgullo de argentino.

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Anduve de pago en pago Tuve tropilla entablada, Y en más de una gineteada También recibí el halago... En el relato que hago No hay ninguna fantasía, Es la propia vida mía Relatada por un criollo, Que sólo tiene el apoyo De su propia valentía.

Viví la vida a caballo En ferias, huellas y estancias, Y galopié las distancias Con mi pingo sin desmayo. Y fue lo mismo que un rayo Conmigo sobre la cruz Persiguiendo al avestruz Escurridizo y baquiano, ¡Eran los dos en el llano Veloces como la luz!.

Juí por la vida golpiao Y aunque a ucasiones maltrecho Juí simpre un hombre derecho Y- por sobre todo honrao. Por eso siempre he tratao De ser con el güeno, güeno, Respeto el derecho ajeno Porque es la ley natural, Me gusta que cada cual Siembre su propio terreno.

Cuando dentro de un corral Yo sé manejar el lazo, Se aguantar el cimbronazo Si agarro bien en el pial. Para mi no hay animal Que no se pueda amansar, Hay que saberlo domar Con paciencia y con esmero.

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Y al animal más mañero Las mañas le sé sacar.

Yo le sé trenzar un lazo Y sé hacer un maneador, Y también como el mejor Trabajo en fino amigazo. Quiero decirle de paso Que aunque no juí a estudiar, Le sé un rancho levantar Hecho con fuertes horcones, Que ni los mesmos ciclones Son capaces de arrancar,

Yo no he sido pendenciero Nunca busqué la pendencia—Siempre anduve con prudencia En un pueblo forastero. Y si hubo algún entrevero Me ha gustado apaciguar, Yo siempre ocupé el lugar Que ocupa todo varón, Y llegada la ocasión Supe hacerme respetar.

Siempre tomar me gustó Un trago, desde muchacho, Y naides me vio borracho, Porque el alcohol me vandeó Por eso he pensado yo Que en esto hay que ser medido, Muchos gauchos se han perdido Por no saberse medir, Y bien puede delinquir El hombre que se ha bebido.

Como ven, yo soy un criollo Duro lo mesmo que un tala, Yo supe andar en la mala Pero nunca entregué el royo. Busqué y encontré el apoyo

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En mi gaucho corazón, Y en la ley de la razón Que me dicta el sentimiento ¡Y busqué el entendimiento Antes que hablara el facón!...

Antes que hablara el facón Procuré el entendimiento, Me gustó el razonamiento En cualesquier discusión. Por eso todo varón En vez del arma sacar, Primero ha de razonar Con la persona adversaria: El arma es muy necesaria Pero hay que saberla usar!.

Y termino compañero Este mi largo relato; Lo haré perder un güen rato Si es que lo lee aparcero. Pero léalo prefiero Antes de echarlo al olvido, Son cosas que yo he vivido Corriendo el suelo pampeano, Como todo buen paisano Que en nuestra patria ha nacido.

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FLORES PARA MI PADRE

A su eterna memoria, escribiré los versos más tristes de me vida...

Sin lágrimas ya para llorarte Hoy dejo sobre tu tumba fría, Estos versos como flor sangrante Arrancados de mi propia vida.

Y en la negra noche sin mañana En que yace en silencio hoy tu vida, Enciendo una antorcha de recuerdos Que alumbre tu rumbo en la partida...

Padre mío, escúchame Yo te escribo este poema, Que es eterno y blanco emblema De mi gran amor por ti Hoy yo vengo a arrodillarme Ante tu cuerpo ya inerte Y me enfrento con la muerte Que me vino a herir así...

Yo te escribo este poema Con la sangre de mi herida Y hubiera dado mi vida Por poder salvarte a ti, Pero ya que no lo quiso El designio de la muerte Mi consuelo es ofrecerte Lo mejor que existe en mi.

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Yo te vi pando y frío Y besé tu frente helada Ya te hundías en la nada De la negra eternidad Y mis manos se crisparon Impotentes y vencidas Y sangró por mil heridas Mi espantosa soledad.

Te miré... te miré fijo Y lo vi al mundo de luto Tu silencio era absoluto Ya no oí tu palpitar Contemplé tu cuerpo inmóvil Que yacía frío, inerte Abatido por la muerte Que no sabe perdonar...

Yo soy sangre de tu sangre Y soy vida de tu vida Y por ti sangra la herida Abierta en mi corazón. Yo soy carne de tu carne Y ante el golpe del destino Pesaroso yo me inclino A rendirte adoración.

Contemplé tu cuerpo inmóvil En el fondo de la caja Y envolvía la mortaja Tu silencio sepulcral. ¡Pobre padre! en tu silencio Parecía que me hablabas Y afectuoso me dictabas Tu consejo paternal...

Dolorido junto al lecho Ausculté tu sufrimiento, Y hasta el último momento Resistió tu corazón... Te aferrabas a la vida

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Como cuadra a un hombre fuerte En tu lucha con la muerte Que no tiene compasión...

Yo te doy mi adiós postrero Al marcharte de la vida, Y te doy mi despedida Agobiado de dolor. A la vera del sepulcro Yo te dejo este poema Que es eterno y blanco emblema De recuedos y de amor...

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EL ABUELITO

Pobre abuelito te fuistes un día... Para otro mundo de eternidad Te habías cansado de andar la vida Y hoy descansas en soledad.

Ya muy cansado de andar la vida Te reclinaste a descansar... Sobre la almohada donde se duerme Por muchos siglos sin despertar...

Pobre abuelito recuerdo siempre Cuando conmigo solías jugar... Como un chiquillo de pocos años Que ríe y corre por el hogar.

Por qué te has ido pobre abuelito Hacia ese mundo de eternidad, Con la abuelita lloramos todos ¡Qué triste y negra tu soledad!...

Todo en la casa ya son recuerdos De tu existencia que ya se fue... Por un camino que es sin regreso Aunque digamos: ivolvé... volvé!...

La vieja senda que va a la huerta... Por donde tú ibas a trabajar Llora angustiada la eterna ausencia De tu continuo y cansino andar...

La vieja azada con que carpías... Espera en vano bajo el galpón,

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Tu mano amiga de buen labriego Que la empuñaba con devoción...

Pobre abuelito sombra querida Descansa siempre, descansa en paz Mientras vivamos nunca habrá olvido ¡Pobre abuelito! ... nunca jamás...

Todo en la casa ya son recuerdos... De tu existencia que ya se fue Por un camino que es sin regreso Aunque digamos: Ivolvé... volvé!

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FRENTE A LA MUERTE

¡Oh! si pudiera arancarte De la oscura eternidad, Volverte a la realidad Para poder abrazarte...

Arrancarte de ese frío Donde la muerte te encierra, Ponerte de pie en la tierra De nuevo con todo brío.

Quisiera ser un titán Sin miedo a ningún misterio... Y entrar en el cementerio Donde los muertos están...

Y exaltado de cariño Hacer la caja pedazos, Y transportarte en mis brazos Como tú a mi, de muy niño.

Y pelearía con la muerte Hasta verla derrotada, Te arrancaría de la nada Para a mi lado tenerte...

Y luego verte dichoso Ya arrancado de la muerte, Saludable, alegre y fuerte Como en tus años de mozo.

Quiero tenerte otra vez Como en mis años de niño,

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Y disfrutar tu cariño Lo mismo que en mi niñez.

¡Ah! yo quisiera abrazarte Después de un año sin verte ; ¡Negra y tirana la muerte Que no quiere libertarte!

Yo quisiera redimirte De la muerte que te oprime... Y entonces mi alma que gime Volvería a sonreirte.

Si no puedo rescatarte Pese a mi esfuerzo profundo, Yo he de ir al otro mundo Cualquier día a visitarte...

¡Oh! no... estoy delirando O soñando padre mío, ¡Y oscuridad y vacío Es lo que estoy contemplando!..

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FLORES EN EL RECUERDO...

Con todo afecto a la señorita Mabel Graciela Melillán.

Quiero escribirte un poema Y le abro el cauce al cerebro, Voleando sobre el papel Las fibras del pensamiento Convertidas en palabras Que brotan de mi intelecto, Lo mismo que brota el agua De las entrañas del suelo Brindándose generosa Si la reclama el sediento.

Por eso sin conocerte Quiero brindarte estos versos, Porque te imagino buena De elevados sentimientos: Una muchacha estudiosa Que nutre su pensamiento, Para ser en el futuro Una mujer de provecho.

Yo agradezco tus elogios Que haces de mis pobres versos, Versos que son como flores Que dejo por el sendero Por donde voy transitando Con una carga de sueños, Cantando mis esperanzas, O llorando desconsuelos Igual que en DÉCIMAS TRISTES Y en "SOY ASI??" y "COMO EL VIENTO".

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Y voy cantando mis penas Mi rebeldía y descontento, Con una mirada humana Para tanto sufrimiento. Yo le he cantado al anciano Que hasta carece de lecho Después de haber trabajado Para ganarse el sustento, Luego de ofrendar su vida Poco a poco al opulento Llega al final de sus días Triste, miserable, hambriento, Y muere en un hospital En pago de lo que ha hecho...

Le canto a la sirvientita A ella dedico mis versos... Y así en MIS NOCHES DE INSOMNIO Por ella son mis desvelos, Y a la mujer engañada Que equivocó su sendero Le tiendo mi mano amiga Y la cobijo en mi pecho...

Yo le canto al canillita Al lustrador, al obrero. Le canto al hombre que sufre Y al hombre de pensamiento; Y a los hombres que forjaron Los cimientos del progreso, Yo con mis versos humildes Les levanto un monumento.

Y a ti querida Mabel Este romance te dejo Para que tú lo conserves, En el cofre del recuerdo Y reflexiones un día Que quien escribió estos versos Vive pensando en los males Que padece este universo.

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Por tu amistad que me honra Yo te dedico estos versos; Lamentaría si ellos No satisfacen tu anhelo. Al menos comprenderás Que he querido ser sincero, Porque pienso que en tu alma Hay bondad y sentimiento; Piensa que mi corazón Atraviesa un mal momento, Que mi alma está de luto Y de luto son mis versos...

No obstante en este romance Quiero mostrarme contento Porque sé hoy quién me lee Y su palabra de aliento Es corno un rayo de luz Que acalara mi pensamiento Por eso me reconforta Que me pidas unos versos... Que yo quisiera que fueran Los que concibió el cerebro, Para que lleguen al alma Y perduren en el tiempo. Y te los envío a tí Cumpliendo con tu deseo; Por eso busqué en mi mente Lo que en mi mente poseo, Y te los envío esperando Que arraigue en tu sentimiento Como semilla fecunda Que luego nace en el huerto, Y en tu alma de mujer Lo guardes como un recuerdo, De este poeta que te envía Su corazón en un verso...

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FLORES PARA EL AUSENTE

Mi pluma llora tu asencia La angustia muerte mi pecho Porque un silencio de siglos Te ha convertido en recuerdo Y es una mortaja blanca El cauce lento del tiempo Que hoy envuelve eternamente En el misterio tu cuerpo...

El Buenos Aires de antaño Acunó tu ardiente sueño De recorrer bibliotecas Para nutrir tu cerebro Y fuiste juntando libros En vez de juntar dinero Que llegaban hasta el techo En tu cuarto de bohemio Y en largas y frías noches Fue el bandoneón compañero Quien mitigó tus angustias De humilde muchacho enfermo Y notas tristes de llanto Arrancaban de él tus dedos, Que acariciaban las teclas Mientras marcaban los tiempos Que iban sumando minutos A tu vida de bohemio...

Pero la noche más negra Puso crespones al tiempo, Y lo que fue luz y vida Hoy es oscuro silencio

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Que pesa como cien siglos En mi dolorido pecho. Y por las calles porteñas Silba su tristeza el viento, Que pasa lento y cansino Como si tuviera miedo, De turbar con su susurro Episodios y recuerdos, Que cubra piadosamente El poncho oscuro del tiempo. Todo es tristeza en el barrio Que escucha el hondo lamento, De la calandria cantora Del zorzal y el Benteveo, Que en las mañanas de sol Cantaban sobre el alero Y ahora parecen guardar En tu homenaje silencio...

Arrinconado en tu cuarto El bandoneón compañero, Tal vez espera que un día Oprima el fuelle su dueño Para arrancarle armonías O darle forma a un lamento; Pero las teclas no suenan Permanecen en silencio, Están llorando la ausencia De quien marchó hacia lo eterno, Junto con cosas del barrio • Que fue matando el progreso... También yo lloro mi angustia Y es que comparto su duelo, Porque un silencio de siglos Te ha convertido en recuerdo Y es una mortaja blanca El cauce lento del tiempo...

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¡BUENOS AIRES!

¡Buenos Aires' ... Fierro y cemento Humo nomás y ruido, Es lo que yo he vivido —Se vive en todo momento... No cuenta allí para nada; Una lucecita aislada Alumbra de vez en cuando; ¡Es un pueblo dormitando Sobre una hoguera apagada!

Es la hoguera ya apagada Que encendió José Ingenieros, Que abrió rumbos, derroteros Con su acción insuperada. Donde la pluma acerada De Ghiraldo el soñador, Sembró el verbo redentor De poeta y periodista, Su rebeldía de artista Y de recio luchador.

Donde ardiera en llamarada El gran González Pacheco, De cuyos dramas el eco Es rebelde clarinada. Allí ya no queda nada Más que fierros y cemento Estrépito, aturdimiento De un ritmo vertiginoso Vértigo y ritmo morboso Locura, estremecimiento.

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No es la ciudad de Carriego Y José de IVIaturana Es la ciudad que se afana Por la droga y por el juego, No existe allí aquel fuego De un genio como Arneghino, Hoy es otro su destino: Hay "hippies" y minifalda. ¡Allí se le da la espalda A la auténtica Argentina!

Ya no es la ciudad de ayer De Florencio el escritor. Sánchez bohemio soñador Que la supo enaltecer. Ahora la vemos crecer Sin alma, estéril y chata, Donde el hombre roba y mata Y la mujer se pervierte. ¡Merecería otra suerte La gran Capital del Plata!

Ya no es la ciudad de ayer De artistas y de poetas; Hombres de almas inquietas Que la hicieron florecer; Ciudad que ha sabido ser La cuna de pensadores, De bohemios soñadores Sin "hippies" ni melenudos: ¡Serían sus hombres más rudos Pero en moral superiores!

La mujer fuma y el lujo Absorbe todo su ser, Ya no es la misma de ayer Se nutre con otro influjo. Nunca, amigos, se condujo Con tanta desfachatez, Pienso que será tal vez Cosas de la actualidad;

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¡Por qué en la actual sociedad Es un mito la honradez!

Allá en la gran Capital Están las "Villas Miseria", Que es una cuestión muy seria En el aspecto social. Un profundo y grave mal Que allí gravita y se aferra, Y un hondo problema encierra Ese gran conglomerado, Frente a un campo despoblado Con muchas leguas de tierra...

No tiene ya la hidalguía De aquel porteño de antaño, Hoy el hombre es más huraño De sí mismo desconfía. Carece de rebeldía Proclive siempre al engaño, Entonces, pues no es extraño Siendo así de tal manera Que un político cualquiera Lo convierta en un rebaño.

No es la ciudad de Alfonsina Y del poeta Almafuerte, Es la ciudad que pervierte Toda la vida argentina. Hay asaltos, se asesina, Malversaciones, falacia Y hacen culto de su audacia Los malandras noche y día Y asfixia su economía Una inepta burocracia.

Sé que hay hombres y mujeres De una elevada moral, Con un sentido social De sus luchas y deberes. Para quienes sus quehaceres

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Son aprender y enseñar, Esclarecer y educar Siempre en recta trayectoria Abriendo un cauce en la historia Para poder avanzar...

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IN MEMORIA

Al cumplirse un año de su desaparición, dedico estos versos a mi padre, que dejo como flores sobre su tumba.

Llegó la tarde en silencio El sol se hundió en el ocaso, Y brillaron las estrellas Con resplendor más opaco. La luna llena en el cielo Negras nubes la ocultaron La noche larga y muy fría Se fue despacio y llorando...

Amaneció todo triste 1 Y humedecidos de llanto La senda que iba a la huerta La flor, las plantas y el campo; Y aquella mañana fría Todos en coro lloramos; A quien se marchó en silencio Por un camino muy largo...

Y pasó silbando el viento Su silbo triste entre el pasto; El gaucho hornerito amigo Pió de angustia en su rancho. Y el tero su teru teru Desparramó por el llano, Haciendo oir dolorido Su agudo alerta en el pago, Como diciéndole a todos: ¡Lloren que ha muerto don Santos!...

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El petiso que montabas Que era mansito y ten guapo, Si habrá sentido tu ausencia Que se negó a comer pasto, Y por las pampas del cielo Lo imagino galopando, Quizás buscando a su dueño Que se marchó ya hace un año.

La yerb—erita campera Que nutría al mate amargo, Está esperando a su dueño En un rincón del armario. Y el matecito criollo Que acariciaban tus manos, Espera por las mañanas Que tú vengas a cebarlo. Y van pasando los días Que han sumado justo un año, Y su dueño no regresa... ¡Ah!... mate por qué esperarlo!...

El surco quedó vacío Todo en la chacra es recuerdo, La pala, el hacha, la azada En el galpón y en silencio, ¡Esperan la mano amiga Que las empuñe de nuevo! Herramientas del ayer Muy lejanas en el tiempo, Nos hablan de tu presencia Y nos dicen que no has muerto.

Armella vieja atadora Y hoy el arado moderno; Los lazos y los bozales, El corral y los potreros Y la vieja gaucha marca Que quemara tantos cueros, De cimarrones ariscos De vacas y de terneros,

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1

Colgada se halla en un clavo Como esperando a su dueño: ¡Noventa años de existencia Miren si encierran recuerdos!

A ocasiones por las noches Oigo los perros aullando, Porque lamentan tu ausencia ¡Y cómo no! no es extraño ; Los perros lloran sus penas Lo mismo que el ser humano.

Olor a mate cocido ' Nos trae en anca el pampero, Y crepitar de rastrojos Bajo los soles de enero. Olor a mate cocido Que se tomaba en tu tiempo, A la sombra de la parva Que se elevaba hacia el cielo.

Y hoy parvas, trojas y surcos Te elevan un monumento, Perpetuando eternamente En el tiempo tu recuerdo, Y yo de pie juntos a ellos Aún espero tu regreso...

Llegó la tarde en silencio El sol se hundió en el ocaso, Y brillaron las estrellas Con resplandor más opaco La luna llena en el cielo Negras nubes la ocultaron ¡La noche larga y muy fría Se fue despacio y llorando!...

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EL HOMBRE Y SU HISTORIA

¡Cuánto dolor, cuánto llanto! En el curso de la vida Cada instante es un quebranto Y cada día una herida.

Marca el continuo dolor El reloj de la existencia Y no hay momento de amor, Ni momento de clemencia.

Vamos andando y andando Hasta llegar al final, Siempre en la vida penando Llorando el hombre su mal.

Se nos va lo que queremos Y penando nos quedamos Y remediar no podemos Lo que tanto lamentamos.

Vemos morir a la madre Vemos al padre morir, Y aunque el dolor nos taladre Nos condenan a vivir.

Nace el hombre, sufre y muere, Esa en verdad es su historia Y aunque el decirlo nos hiere, Lo demás es vana gloria...

Nace el hombre y ya se para Sobre el borde de un abismo,

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Como si algo lo empujara A destruirse a sí mismo.

Camina el hombre la vida A veces triste y sin rumbo Desde su misma partida Va andando de tumbo en tumbo.

Y aunque uno piensa que es fuerte Que el hombre no tiene ocaso En dirección a fa muerte Va marchando paso a paso.

Así es el hombre y su historia Y fatal es su dilema: ¡Vivirá sin paz ni gloria Sin superar su problemal...

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A MI PADRE

Para tí papá querido va esta corona de versos llena de amor y de penas, de lágrimas y recuerdos...

Se vistió de gris la noche de luto está la mañana, y el sol se oculta llorando sin decir una palabra... Y mientras musita el viento una cánción funeraria, hay un alto en el trabajo y en el silencio te llaman voces que vienen de lejos tal ez un poco cansadas... ¡Son lamentos de coyundas, de yugos, bueyes y aradas!

Y está el invierno de duelo, el verano lo acompaña, y los dos están llorando desde que comienza el alba. Y es que ya no están tus manos que jugaban con la escarcha empuñando la herramienta o lavándote la cara. ¡Ni está puesta tu "vasquita" ni está al desnudo tu espalda!

¡Ay! como te estraña el campo, el corral, las alambradas,

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el monte de tamariscos que con el hacha podabas para hacer leña en invierno y calentar las mañanas, mientras mateabas un poco para empezar la jornada —que casi siempre era larga—hasta que el sol se ocultaba.

La chacra te está esperando porque sin tí ya no es nada, la vi llorar una tarde y la he visto una mañana cuando contemplaba el yunque, cuando miraba la fragua y no estaba aquella mano que tantas veces golpeaba para afilar una reja después de muchas aradas... ¡Lo he visto llorando todo... y yo también te lloraba!

Y tu clásica "Vasquita" —la que nunca abandonabas—la ví colgada en la percha, la ví triste y arrugada. Y recordé que con ella los soles no te quemaban, y amontonando gavillas fuistes levantando parvas desde que apuntaba el sol hasta después que se entraba. Porque te sobraban fuerzas, porque eras roble, eras savia, savia que venía de lejos... de aquellas tierras soñadas, que en tus coplas mañaneras alguna vez nos cantabas. ¡Ah! si me parece verte con la orquilla y en la rastra.

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Si habrás cargado con bolsas, bolsas de mieses doradas, si me dieran el trabajo yo no me atrevo a contarlas, porque fue larga tu vida y tu trabajo sin pausa, y es difícil la tarea para una existencia escasa. ¡A tí te sobraba el tiempo para el arado y la pala!

Paladín de la herramienta, pionero de la labranza, si las auroras te esperan yo te llevaré en el alma porque es preciso que vivas eternamente en mis ansias de creer que tu no has muerto que están cuidando la chacra. ¡Qué más quieres que te diga si me faltan las palabras!

Santos Cuadrado (h) Buenos Aires

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INDICE

Pág.

Algunas palabras para mi libro "Arenas del Camino" 5 Prólogo 7 Arenas del camino 9 La seguía 11 Actualidad 13 Por ella 16 Los caballos 20 Mi recado 23 En la brecha 26 El regreso 28 Mariano Moreno 31 Mirando el futuro 33 Cielo y pampa 36 Soneto de la traición El hombre mediocre) 39 Soneto a la mujer soñada (incógnita) 40 La envidia (décimas para un "Conde pampa") 41 Una décima y un saludo 42 Bordoneos 43 Décimas a Juan de Dios Filiberto 46 Parece mentira 49 Nadal... 52 Acróstico 53 Pensando solo en tí 54 El drama del indio americano 55 Mi malacara 58 ¡Envenenadores! 61 La era de los impuestos 63

La doma 66 Visión serrana (Córdoba 69 Meditaciones en la noche 71 La Ley de Moratoria Previsional 17.122 y la Jubilación 72 Una carta en verso a España, para el poeta Sancho Lozano 75 Serenata 77 Soneto. Para el "abuelo" Gabriel Fuentes (a su memoria) 78 Primero de Mayo 79 Versos a Juan Ramón Jiménez 80 Mis deseos para después 82 Soneto a la desesperación (El hombre) 83 Unas décimas y un saludo para la señorita Mabel A. Lopardo 84

Un saludo 86 Pasan las horas 89 Versos para el Sesquicentenario de nuestra Independencia 91 Juan Lazarte 94 Soneto. "Amigos" 95 Soneto para una "docente" S. B. 96 Mahatma Gandhi (1869-1948) 97 Amarga filosofía 98 Santiago Roca 103 Dualidad 106 Visión pampeana 108 El ciclón 112 Flores para mi perro 113 A la memoria de Carlos Elías Gindre 115 La madre y el hijo 118 Mi canto 120 Versos —dedicatoria-- de libros obsequiados a los amigos 122 Al periodista Generoso Cuadrado Hernández, cordialmente 123 De la igualdad 126 Semblanza gaucha 131 Réquien para un perro asesinado 134 Por los caminos 136 Alberto Ghiraldo 137 Ya voy a la escuela 139 Pensando en la gaucha aquélla 142 Rodolfo González Pacheco 144 Un libro y don Atahualpa 147 Lamentaciones 151 El llanto de América 153 La muerte 155 Prosa y versos para la historia de Juan Bautista Bairoleto 157 Juan Bautista Bailoreto 160 Tu olvido 168 Presagio (El alma de los perros) 170 Carta en verso 172 ¡Bárbaros!... "La ideas no se matan" 176 Soy un gaucho desgraciao 179 Un pájaro nuestro 183 Los niños, la escuela y la maestra 185 Soneto 186 Roberto Kennedy 187 Anoche te ví 190 Soy criollo de pura cepa 191 Flores para mi padre 195 El abuelito 198 Frente a la muerte 200 Flores en el recuerdo 202 Flores pan el ausente 205 ¡Buenos Aires! 207 In memoria 211 El hombre y su historia 214 A mi padre 216

Este libro se terminó de imprimir el día 20 de febrero de 1974 en los talleres gráficos de MAYO Impresiones S. R. L., calle Piedras 1012, Buenos Aires

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