Desarrollo Humano, Etica y Ciudadania en Un Mundo Globalizado

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Desarrollo humano, ética y ciudadanía en un mundo globalizado Sergio A. Membreño Cedillo

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El ensayo plantea que el desarrollo humano es una\respuesta a la globalización, reconociendo que la misma\ha afectado a toda la sociedad humana. En ese sentido,\se hace fundamental comprender la globalización\integralmente como un proceso envolvente y transformador.

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Desarrollo humano, ética y ciudadaníaen un mundo globalizado

Sergio A. Membreño Cedillo

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Colección Cuadernos de Desarrollo Humano Sostenible 14

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)Colonia Palmira, Ave. República de Panamá, Tegucigalpa, Honduras. Enero, 2003

Diseño y diagramación: Giovani FiallosIlustración de portada: “El Guancasco“ de Eduardo Galeano (Tomado del Catálogo de Pintores, colección Banco Atlántida)

Las ideas expuestas en los Cuadernos de Desarrollo Humano son de exclusiva responsabilidadde sus autores y no reflejan necesariamente la visión del Programa de las Naciones Unidaspara el Desarrollo.

307.14 Membreño Cedillo, Sergio A.M512 Desarrollo humano, ética y ciudadanía en un

mundo globalizado / Sergio A. Membreño Cedillo-1a. ed. -- Tegucigalpa: PNUD, 2003.

24 p.

ISBN 99926-662-3-4

1. DESARROLLO DE LA COMUNIDAD

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Prólogo

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Honduras, como un aportedestinado a facilitar los procesos de democratización y difusión del conocimiento y la informaciónpertinente para el desarrollo del país, inicia la publicación de tres colecciones: Visión de País,Cuadernos de Desarrollo Humano Sostenible y Prospectiva.

Estas series son fruto del trabajo de la Unidad de Prospectiva y Estrategia (UPE) de la oficina delPNUD en Honduras y están destinadas a difundir el pensamiento de académicos, intelectuales,técnicos e investigadores hondureños y extranjeros que desde diferentes perspectivas se enfoquenen la construcción del paradigma del desarrollo humano sostenible.

La difusión y creciente adopción a escala internacional y nacional de un nuevo paradigma del desa-rrollo humano sostenible, cuya premisa y finalidad es ampliar las capacidades y oportunidades delos individuos, conlleva el desafío de insertarlas y aplicarlas como un eje transversal en la construc-ción de un proyecto de país. Éste es el propósito de las reflexiones y análisis presentes en cada unode los trabajos publicados en estas colecciones.

Nuestro propósito es contribuir al análisis y diseño de estrategias y políticas públicas, globales ysectoriales, que reflejen y respondan a la realidad hondureña. Estamos seguros de que la comuni-dad nacional e internacional encontrarán aquí un espacio para la reflexión y el diálogo en torno a losproblemas del desarrollo y el fortalecimiento de la democracia en Honduras.

Jeffrey AvinaRepresentante Residentedel PNUD en Honduras

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Colección de Desarrollo Humano Sostenible

Uno de los principales retos planteados a inicios de este nuevo siglo es la construcción de un nuevoparadigma del desarrollo. Para ello se requieren aportes de carácter científico, académico e intelec-tual, desde diferentes perspectivas y disciplinas, partiendo de diversos tipos de conocimientos,saberes y experiencias que puedan nutrir e incidir en la generación y aplicación de un pensamientode desarrollo humano sostenible en el contexto nacional, regional y local.

La Colección de Desarrollo Humano Sostenible es un aporte de la Unidad de Prospectiva yEstrategias (UPE) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a los procesos depensamiento y reflexión en torno a los problemas y planteamientos del desarrollo. De tal forma,pretendemos complementar otros esfuerzos realizados por la UPE en esta dirección, tales como lapreparación del Informe Nacional sobre Desarrollo Humano en Honduras.

La Colección de Desarrollo Humano Sostenible es un espacio abierto para difundir las contribu-ciones de intelectuales, académicos y técnicos nacionales y extranjeros cuyos trabajos respondana los parámetros de calidad, originalidad y fundamento a la construcción de este paradigma deldesarrollo humano.

Esta serie se propone reforzar las iniciativas de la sociedad hondureña en torno a un proyecto devisión de país y la aplicación del Acuerdo Nacional de Trasformación para el Desarrollo HumanoSostenible en el siglo XXI. Nuestro propósito es tender un puente entre el mundo académico ytécnico, los intelectuales y los formuladores de políticas públicas para contribuir conjuntamente, através de las ideas y la praxis, a la formulación de las bases del desarrollo humano en Honduras.

Sergio A. Membreño CedilloCoordinador

Unidad de Prospectiva y Estrategia

(UPE)/PNUD/Foro para el Fortalecimiento de la Democracia (FFD)

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Indice

Introducción ........................................................................................................................................................ 7II. Hacia una comprensión de la globalización ................................................................................................. 7III. Desarrollo humano, derechos humanos y ciudadanía ............................................................................... 13IV. Ciudadanía y derechos humanos. El reto de ser ciudadano y la “Ética del Ser” ........................................ 15V. La política, los políticos y la ética en la construcción de ciudadanía: Un llamado al compromiso hacia una democracia real y una ética ciudadana ........................................................................................ 17VI. Sociedad civil, medios de comunicación y la ética para el desarrollo ....................................................... 19VII. De la ética ciudadana a la ética del desarrollo en el siglo XXI .................................................................. 21Bibliografía ........................................................................................................................................................... 24

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El ensayo plantea que el desarrollo humano es unarespuesta a la globalización, reconociendo que la mis-ma ha afectado a toda la sociedad humana. En ese sen-tido, se hace fundamental comprender la globalizaciónintegralmente como un proceso envolvente y trans-formador. A partir de esa realidad, el desarrollo hu-mano como paradigma en evolución se constituye enuna opción que vincula a la persona en el centro, con-secuentemente se establece una relación consustan-cial con los derechos humanos integrales y se abre elespacio para la construcción de ciudadanía basada enuna ética como pensamiento central del desarrollo.

Se plantea así la ética de las responsabilidades. Bajoese contexto, se analizan la política, léase clase políti-ca, el rol de los medios de comunicación desde la pers-pectiva de una ética del ciudadano. Finalmente, sepresentan las reflexiones finales orientadas a elucidarel camino hacia una ética del desarrollo.

II. Hacia una comprensión de laglobalización

1. Globalización como proceso envolvente

La globalización como proceso y fenómeno está enel centro de esa transición entre épocas que vivimos,por lo tanto si pretendemos discernir la esencia de laglobalización más allá del fenómeno económico, debeser leída desde su perspectiva filosófica e integral.Muchos de los males de la sociedad actual son pro-ducto del proceso de globalización.1 Pero es esencialentender el carácter que esta nueva época ha cobra-do para dirigir y transformar más que los sistemas eco-nómicos, la forma de pensar, actuar y vivir del hom-bre que ha visto nacer la globalización en el siglo XX.

Fue el sociólogo alemán Max Weber quien con vi-sión profética nos decía hace más de un siglo que elcapitalismo como moldeador de conductas y valoresproduciría un “poeta sin espíritu y un técnico sin

alma”. (Weber, Max, 1904).El inicio del siglo XXI es una época que nace en

una transición prolongada de un siglo que ha visto elavance científico y el progreso material más impresio-nantes de la historia pero, asimismo ha visto las peo-res hecatombes del alma humana; y en este siglo des-encantado emerge la pugna entre la modernidad y lapost modernidad moldeando el espíritu y corazón delhombre. La posmodernidad surge como respuesta alfracaso de la modernidad, pero ¿qué nos plantea denuevo esa misma post modernidad?2

La modernidad que se basa en la creencia en la ra-zón y la ciencia, y en el progreso como parámetros deun mundo óptimo, hoy es cuestionada desde los paí-ses más desarrollados pero en muchos de los paísesde América Latina la modernidad no llegó, y ésas sonlas paradojas del nuevo siglo, plantear modernidad ypost modernidad como problemas culturales y deadaptación e interpretación del mundo, cuando lascosas básicas de la vida están aún en agenda para unavasta mayoría de la población mundial.

El debate sobre la post modernidad tampoco debeser visto como un debate extemporáneo o alejado denuestro mundo. En un mundo globalizado por las co-municaciones y las mismas pautas culturales no esposible desconocer las señales de esa modernidad yposmodernidad. Este es un debate que nos atañe atodos como ciudadanos porque a todos nos da pautasque afectan nuestra vida espiritual y física, y por lo tantohumana. Pero las influencias de la post modernidadya están en acecho de la sociedad y la juventud: unageneración sin ideales, centrada en el relativismo mo-ral, y que exalta las emociones, individualista,consumista, globalizada y seducida por el pluralismoreligioso.

El hombre del siglo XX pretende encontrar en unnuevo siglo, sus respuestas bajo un relativismo cultu-ral que intenta descalificar toda medida humana. Esen ese contexto de una sociedad en transición que viveentre dos épocas que consecuentemente debemospreguntarnos ¿qué es pertinente hoy día del debatede la modernidad?, ¿cómo nos afecta como sociedad yciudadanos?, y ¿cuáles son las implicaciones de noentenderla?

La posmodernidad nos plantea la relativización dela verdad y de toda verdad, pregona que no hay unaverdad sino verdades. Es un nihilismo que en su esen-cia final toca y deniega lo sobrenatural de Dios. Comociudadanos estamos llamados a desmitificar a laposmodernidad y sus nuevos dioses y a no dejar quela razón y el relativismo ahoguen la imaginaciónprofética de la cual nos hablaba Walter Brueggmann.Si la posmodernidad es una condición más que unestado histórico, entonces debemos evidenciar y tra-bajar por la construcción de una ciudadanía ética enun mundo globalizado por medio del testimonio indi-vidual y comunitario, como respuesta trascendente a

INTRODUCCIÓN

1 Analistas como Dani Rodrik y Jeffrey Sachs de Harvard Institute InternationalDevelopment plantean que el reto para la economía mundial es el de asegurarque el crecimiento económico y los beneficios de la globalización sean compati-bles con la estabilidad política y social. Véase Rodrik, D (1999) Has goneglobalization too far? Institute For International Economics. Washington D.C.Asimismo, otras posiciones plantean la ampliación de la brecha entre ricos y po-bres y la imposibilidad bajo la globalización de cambiar esa situación que divide alas personas en los que funcionan bajo una economía de mercado y los excluidosdel sistema. Véase ed. Mander, J. and Goldsmith Edward (1996) The case againstthe global economy and for a turn toward the local. Sierra club books. SanFrancisco.

2 Sobre el fenómeno de modernidad y postmodernidad se puede profundi-zar en Escobar, S. y otros (2000) Post-modernidad. IINDF. San Jose. Sttot, J(1991): La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos. Editorial NuevaCreación y Educando como cristianos en el siglo XXI (Memoria del PrimerEncuentro Latinoamericano de la Asociación Internacional par la promoción dela educación cristiana superior ) 18-22 de enero de 1999. San José.

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la desesperanza de la postmodernidad.3

2) La globalización como realidad

Paradójicamente, el debate sobre la globalizacióncontinúa sin una precisión de sus alcances y causas, nide su cambio de un fenómeno económico4 a un fenó-meno global que abarca todos los aspectos de la so-ciedad. Que la globalización está en ciernes y avanzainexorablemente, es una realidad innegable. Laglobalización implica sin lugar a dudas el más funda-mental rediseño económico y político desde la revo-lución industrial. La sociedad de consumo, como ex-presión de la globalización, tiene su propia lógica in-terna y se alimenta de su transversalidad, es decir tie-ne la capacidad de impregnarlo todo a dos niveles.Primero, el mundo físico, llámese mercado, cultura,comunicación y vida, y segundo, el nivel de la con-ciencia, es decir el ser. La asociación de los hombresno se realiza por valores sino en torno a las mercan-cías que se convierten en el centro del sistema. Laglobalización como concepto expresa esa visión co-mún de la tierra como un todo, pero centrado en losprocesos económicos: bienes, capital y tecnología.Quizá ha sido John Glenn, el astronauta americano,quien de una manera más visual nos ha ilustrado so-bre él por qué de la globalización cuando narra que ensu viaje al espacio sideral vio la tierra y sobre esa expe-riencia lo que más llamó su atención fue ver que noexistían fronteras. Era un solo mundo. La globalizacióncomo un concepto y realidad abarcadora y totalizado-ra. Es lo que el reciente Premio Nóbel de EconomíaRobert Mundell llama Economía-Mundo y que tra-baja con la idea económica de un mundo sin fronte-ras, un solo mercado mundial, sin aranceles y con po-líticas monetarias y cambiarias unificadas y por la tan-to con una sola moneda.5 Los efectos del mundoglobalizado con sus articulaciones financieras y tecno-lógicas en las sociedades de consumo generan eseimpacto en la economía y el bienestar, pero fundamen-

talmente en los valores sobre la vida misma.Ferdinand Tonnies (Tonnies, F, 1979) define el paso

de la sociedad tradicional a la sociedad moderna o in-dustrial, como el cambio desde la comunidad(Gemeinschft) a la asociación (Gessellschaft). Losconceptos de Tonnies nos sirven para esclarecer eltema más de conciencia del proceso de la globalizacióny su efecto más perverso desde un punto de vista hu-mano y social. Son las propias relaciones del hombrecon el hombre. “En la sociedad industrial tanto losobjetos como las personas acaban convirtiéndose enmercancías en meros medios sin dignidad y valores.Los intereses privados se imponen a los valores co-munes, el egoísmo es el sostén de la nueva civiliza-ción y el individualismo la moral reinante”. (Bone-te Perales, 1995) Bonete Perales expresa que en laGessellchaff predomina el intercambio de bienes yservicios. La solidaridad con el destino del prójimo esinexistente. La autenticidad e intimidad desaparecen.En consecuencia el futuro que adviene a la sociedades incierto e inseguro pues sin comunidad nos diceTonnies, la moralidad no es posible y sin moralidad lasociedad se autodestruye” (Bonete Perales, 1995).

3. Sociedad de consumo vrs. sociedad desubsistencia: la paradoja del crecimiento sinconsumo. Implicaciones para la ética

Diversas características afectan la sociedad de con-sumo6 y generan una paradoja cruel y visible. La socie-dad de consumo responde a una lógica que no es lalógica humana sino la eficiencia de los procesos eco-nómicos y tecnológicos. Tal como lo plantea WimDierckxsens “lo que está en juego es la contraposi-ción de la racionalidad económica que parte del ejede la eficiencia versus la racionalidad de una eco-nomía regulada para el bien común”.7

El Informe Mundial de Desarrollo Humano 2001del Programa de las Naciones Unidas para el Desarro-llo (PNUD), presenta algunas de las principales carac-terísticas intrínsecas generadas por la sociedad de con-sumo:

• El crecimiento durante el siglo XX ha sido sin pre-cedentes en escala y diversidad pero no ha existido unpatrón de equidad con lo cual ha crecido la brechaentre los ricos y los pobres.

• El proceso de consumo ha sido ampliado por laglobalización que se centra en la economía y no en eldesarrollo humano.

• El fenómeno de la globalización y brecha de in-gresos se da entre regiones, países, y áreas dentro deun mismo país, consecuentemente la reproducción dela pobreza se da en cada nación del mundo. (Entre el7% y el 17% de la población de los paísesindustrializados es pobre).

3 Sobre la post modernidad y la iglesia véase la valiosa contribución de In SiHong (2001) ¿Una iglesia postmoderna? Bogotá. Fraternidad Teológica Lati-noamericana. Nº6.

4 Desde la perspectiva cristiana Véase: La fe cristiana y la economía mun-dial hoy. Guía de estudio. Ediciones Regnum. Buenos Aires. Yzwetsch, R (2000)Desafíos a la fe en tiempos de la globalización, Consejo Latinoamericanode Iglesias (CLAI), Quito. Así también los análisis contenidos en la serie de laeditorial Lascasiana: “El pueblo sujeto de su historia” (1994); “Globalización:respuesta o desafío” (1998) y “Globalización, Neoliberalismo y resisten-cia” ( 1996). En general se encuentra una literatura muy rica y variada que pre-senta reflexiones críticas desde la perspectiva mítica-teológica del sistema hastaposiciones de fe comprometidas con la realidad de la globalización y posicionesque vienen de movimientos populares y pastorales que buscan alternativas.

5 Mundell es el arquitecto del euro ó moneda común. Es sobre su trabajoseminal de políticas convergentes y zonas óptimas para las monedas, que se de-sarrolla la base conceptual del Euro como moneda única en la Unión Europea.Se pierde la autonomía monetaria y se cede a una visión supranacional.

6 La sociedad afluente la llamó John Kenneth Galbraith (1997) y SociedadGlobal, Noam Chomsky.

7 Dierckxsens, W(1999) Los límites de un capitalismo sin ciudadanía.DEI Colección Universitaria. pp 42. San José. Costa Rica.

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• El incremento del consumo conduce a un proce-so serio de deterioro del medio ambiente, generaciónde emisiones nocivas y contaminación de la tierra quedestruyen el ecosistema.

• Los consumidores que dominan el mundo sonlos que viven con mejores condiciones económicas ysociales, pero los daños ambientales del consumomundial afectan especialmente a los más pobres.

• El gasto competitivo y el consumo conspicuotransforman la afluencia de algunos en la exclusión demuchos.

Las pautas culturales se centran en fomentar la “cul-tura del consumo” como expresión de valores y deéxito en contraste con los valores de la solidaridad.Toda una industria de artículos suntuarios se ha levan-tado con estos principios centrados en el ego del hom-bre y el endiosamiento de la tecnología para el consu-mo.8 Así, la sociedad de consumo que no únicamentese alimenta y crece en los países ricos, sino tambiénen la clase alta y media de los países pobres, generaotra sociedad de la subsistencia que apenas vive y con-sume. Lo cual produce la paradoja de un alto creci-miento y expansión consumista de la cual un alto por-centaje de la población humana está excluida.Cuantitativamente la paradoja se expresa según el In-forme Mundial de Desarrollo Humano del PNUD de1997 de la siguiente forma: 476 multimillonarios delmundo concentran el ingreso sumado de la mitad máspobre del mundo, equivalente a 2.8 billones de perso-nas.

4. La vinculación de la globalización y lasociedad de consumo

La globalización es un fenómeno multidimensionaly abarcador pero con una base económica centradaen la internacionalización del capital vía flujos finan-cieros y comerciales. Sus implicaciones afectan a to-dos los sectores de la cultura y la sociedad. Laglobalización está integrando los mercados de consu-mo a nivel del mundo y abriendo oportunidades, peroestá creando nuevas inequidades y nuevos retos paraproteger los derechos del consumidor.

No hay duda que la globalización genera múltiplesefectos sobre la sociedad como veremos más adelan-te, pero es esencial reflexionar sobre este fenómeno ycontrastarlo también con los valores universales.¿Cómo delimitar y trabajar en estos procesos desdecontextos tan disímiles y antagónicos producidos porel mismo fenómeno de la globalización que se hacecon otros fines y con mecanismos sutiles y explícitos ala vez?. Por otra parte, el reto es la construcción deciudadanía, ya que corresponde al ciudadano construirla sociedad bajo los valores del bien común.

Desde un punto de vista secular, Ernesto Sabato

(2000) presenta en términos coloquiales yexistenciales, su resistencia a la globalización. Para elciudadano se convierte en la lucha humana y espiri-tual de no conformarnos a este siglo y a sus tentacio-nes consumistas producto de la globalización del co-mercio, la cultura y la tecnología. Lo expresaelocuentemente Richard (1994): “Un universo alter-nativo que responde activamente en contra del mun-do dominante-llámese globalización o paradigmaneo-liberal. Esa alternativa se manifiesta en protes-ta, denuncia, resistencia, lucha y busca crear unacomunidad y sociedad alternativa visible, contrariaal mundo opresor y dominante económica y políti-camente”.

Para el ciudadano, ésta resistencia dentro del mun-do es opción y realidad. La búsqueda de alternativassin dejar el compromiso con el bien común. La identi-dad del ciudadano en esta resistencia ante laglobalización y la sociedad de consumo, no es tantoapartarse y crear un mundo subversivo y clandestino,sino luchar, resistir y ser luz. La ética es fundamentode esa ciudadanía.

5. Impactos y consecuencias de laglobalización

Si bien el crecimiento económico producido en lospaíses desarrollados es producto de un alto nivel tec-nológico y un proceso de acumulación de capital im-presionante, los resultados para los países con menorventaja competitiva son devastadores, y amplían la bre-cha entre ricos y pobres no solamente desde la pers-pectiva de los ingresos sino también del uso de la tec-nología, lo que sume a países enteros y segmentos depoblación en la exclusión y la pobreza, mientras con-centra la riqueza en ciertos países y ciertos sectoresen cada país.

A. Globalización de la Pobreza

• 15OO Millones de pobres viven en la línea de po-breza, con menos de US$1 (un dólar estadounidense)diario. El Informe de Desarrollo Humano de 1997 delPrograma de las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD), plantea uno de los efectos más perversos delos procesos de la globalización en términos de en-sanchamiento de la brecha de ingresos entre pobres yricos. Veamos sucintamente: En 1960 los ricos gana-ban 30 veces más que los pobres. La concentración deingresos en el mundo creció dos veces en 1994. El 20%más rico se quedó con el 86% de lo producido,incrementando el nivel de concentración del ingreso.Este estudio del PNUD es avalado por otros estudios

8 Elucidado por Jaques Ellul y Erich Fromm, aunque desde distintos enfo-ques, el primero como pensador cristiano y el segundo como pensador marxista.

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que demuestran que los procesos de liberalizaciónincrementan la concentración del ingreso y beneficianesencialmente a los que más tienen en la sociedad. Enese sentido, los estudios del PNUD/CEPAL/BID de 1999presentan una clara conclusión respecto al crecimien-to de la desigualdad en Latinoamérica en la ultimadécada: existe mayor desigualdad con relación a otraspartes del mundo. Brasil, México y Centroamérica sonde los países más inequitativos del mundo. En concre-to, procesos de liberalización financiera han generadomayor desigualdad, mientras los procesos tecnológi-cos de punta separan y ahondan aún más la lucha tec-nológica entre los países ricos y pobres y dentro delos países, perpetuando la reproducción de la pobre-za y la inequidad (Ganuza, E. R. Paes y otros, 2002).

B. Globalización del problema ambiental y ecológico

El proceso continuo de deterioro ambientalagudizado por la relación sinérgica entre pobreza ymedio ambiente, no es un problema superficial sinoenraizado en la forma de producción que la actual so-ciedad industrial y post- industrial ha producido y quese convierte en una maquinaria para el consumo. Porlo tanto, el problema del deterioro ambiental no pue-de ser analizado ni resuelto con un enfoque sectorialy estático, sino integral, dinámico e incorporando ladimensión ética del desarrollo. El clima de la tierra hacambiado drásticamente en los últimos 50 años conperíodos de enfriamiento y calentamiento. Sin embar-go, el crecimiento poblacional sobre producción ex-cesiva e inapropiada tecnología ha generado un pro-blema ya perceptible en un sobre calentamiento de latierra, pérdida de la capa de ozono y fenómenos comoEl Niño y La Niña.

Asimismo, es interesante destacar el reconocimien-to del deterioro ambiental planteado entre los dos In-formes del Club de Roma. El primero “Los límites delcrecimiento” (1975) y el segundo “Más allá de los lími-tes del crecimiento” (1990), los cuales se resumen enlas siguientes conclusiones:

• La utilización humana de muchos recursos esen-ciales y la generación de muchos tipos de contamina-ción han sobrepasado ya las tasas físicamentesostenibles. Sin reducciones significativas en los flujosde materiales y energía, habría en las décadas venide-ras una incontrolable disminución de la producciónde alimentos, uso energético y producción industrial.

• Esta disminución no es inevitable. Para evitarlasson necesarios cambios. El primero es una revisiónglobal de las políticas que perpetúan el crecimientode consumo material y de la población. El segundo, laeficiencia en su uso.

• Una sociedad sostenible es aún técnica y econó-

micamente posible. La transición hacia una sociedadsostenible requiere un cuidadoso equilibrio entre ob-jetivos a largo y corto plazo y un énfasis mayor en lasuficiencia, equidad y calidad de vida, que en la pro-ducción. Exige más que la productividad y mayor tec-nología, compasión, madurez y sabiduría.

Bajo el contexto anterior, se requiere de un enfo-que que incorpore una visión que vaya más allá de laresponsabilidad internacional centrada en regulacio-nes y controles y replantear cuál tipo de crecimientoeconómico es él optimo para lograr desarrollo sin de-terioro del medio ambiental y ecológico. Esto nos lle-va al cuestionamiento del tipo de sociedad de consu-mo que se alimenta por este proceso de expansión sinlimites del crecimiento, sin incorporar la dimensiónhumana de las futuras generaciones afectadas por eldeterioro presente del ambiente y de los recursos. Laresponsabilidad debe, por lo tanto, ser vista no soloen el control y protección de los recursos de los paí-ses en vías de desarrollo sino de las pautas de consu-mo excesivo y sin control de las economías desarro-llas, aspecto ya planteado por el Informe del Club deRoma los “Límites del crecimiento”(1975, 1991) y Lahumanidad en la encrucijada (1982).

6. Implicaciones y Opciones alternativas a laSociedad de Consumo. La construcción deuna Ética de la Responsabilidad y de laSolidaridad

El reto del siglo XXI es la reducción de la pobreza yde los niveles de inequidad. A continuación se presen-tan una serie de opciones y vías de compromiso des-de una perspectiva global e individual.

Global

• Los países más pobres necesitan incrementar sucrecimiento de consumo pero no sobre el patrón decrecimiento económico seguido por los países másricos en los últimos 50 años.

• Elevar el consumo de más de un billón de perso-nas que viven en la exclusión social y no reúnen susnecesidades básicas.

• Desmotivar las tendencias de consumo que afec-tan a la sociedad y promueven inequidades y pobreza.

• Fortalecer mecanismos internacionales para pre-venir daño ambiental y pobreza.

Es posible considerar un enfoque orientado a lalocalización (Hines, 2000) y desarrollo local sos-tenible (Girardi, 1997) en contraste con laglobalización. Estos enfoques parten del reconocimien-to que la nueva tecnología de la globalización puedeser reemplazada por un localismo que proteja y re-

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construya la economía local en todo el mundo. A lareconstrucción de la economía local es esencial arti-cular respuestas concretas y viables para, simultánea-mente, reducir la pobreza y preservar el ambiente ylos recursos naturales. Propuestas en esta direcciónestán en marcha, pero son aún fragmentadas y escasa-mente compartidas. La discusión y apertura a un diá-logo productivo y participativo deben ser estimuladas.Asimismo, en esa misma línea de Girardi (1999) conun desarrollo local sostenible que se abre como op-ción ante la globalización como proceso guiador de laforma de vida.

En adición, es reconocido y se plantea con muchafuerza, la localización como alternativa práctica a laglobalización. Colin Hines lo desarrolla con precisiónen su reciente libro “Localization: A Global Manifiesto(2000)”. El supuesto de la localización, es que puedeexistir una economía local que usa la tecnología einsumos de la globalización pero que se construye fue-ra del enfoque de la competitividad internacional. Enese sentido, acciones concretas de una gama de políti-cas nos ilustran sobre este enfoque y su articulacióncon una visión basada en la comunidad como alterna-tiva a la globalización.9

• Salvaguardar productos regionales y nacionalescontra importaciones de bienes que pueden ser pro-ducidos localmente con criterios de calidad.

• Localizar y dirigir flujos financieros para recons-truir la economía de las comunidades.

• Desarrollar políticas de competencia local paraasegurar la alta calidad de los productos.

• Movilizar recursos y crear impuestos que ayudena pagar el costo de esta etapa de transición y guíen a laprotección del ambiente.

• Promover el involucramiento democrático tantoen el ámbito local como en el sistema político.

• Generar una redirección del comercio y la co-operación tal que ayude a la reconstrucción local másque a la competitividad internacional.

El reto es continuar construyendo alternativas lo-cales, regionales, nacionales y mundiales. El ciudada-no del nuevo siglo, para producir una nueva sociedadestá llamado a plantear y a buscar la construcción deuna nueva imaginación social en cada una de esasáreas, en la línea de pensamiento y acción de WalterBruggmann (1987). La ética de la responsabilidad y dela solidaridad es central a esa nueva sociedad y por lotanto a ese nuevo hombre. Una ciudadanía construidaen la Ética.

En esa dirección, Informe Mundial sobre Desarro-llo Humano 200210, lanzado internacionalmente este24 de julio del 2002, es muy pertinente para el análi-sis, la reflexión y la toma de acciones en torno a la

crisis recurrente que experimenta la región de Améri-ca Latina, evidenciada en lo que podemos denominaringobernabilidad recurrente, como característicadel escenario regional.

El informe denominado Profundizando la Demo-cracia en un Mundo Fragmentado presenta una se-rie de conclusiones que debemos tomar muy en cuentaen el contexto regional latinoamericano, pero tambiénen Honduras. Analicemos algunas de sus principalesconclusiones:

• El Informe sobre Desarrollo Humano 2002 cen-tra su atención en el papel que la política desempeñaen el desarrollo humano. El documento remarca laimportancia de las libertades políticas y la consolida-ción de las instituciones democráticas. En ese senti-do, una de las ideas centrales del informe es el reco-nocimiento de que la ola de instauración democráticade los 80 y 90 requiere de un nuevo impulso para pro-fundizar y garantizar la legitimidad de los gobiernos;un impulso en el que la ciudadanía cuente con másvoz y participación en la elaboración de las políticasnacionales y mundiales.

• El Informe reconoce que en teoría el mundo esmás democrático que nunca. Así, 140 de los casi 200países del mundo celebran elecciones multipartidistas,no obstante, en la práctica únicamente 82 países, querepresentan el 57% de la población mundial, son ple-namente democráticos en cuanto a garantizar los de-rechos humanos, el funcionamiento de una prensa li-bre y la existencia de un poder judicial independiente.En 106 países aún se limitan importantes libertadesciviles y políticas. Es por ello que el informe insta agenerar un nuevo impulso para intensificar la demo-cracia tanto en el plano local, como en el nacional y elinternacional.

• El Informe enfoca aspectos sobre la política y eldesarrollo humano lo que lleva a hacerse la preguntano solo filosófica sino práctica: ¿Para qué sirve lademocracia?. Y allí está el punto de partida con eldesarrollo humano y es que, para que la política y lasinstituciones políticas promuevan desarrollo humanoy aseguren la libertad y la dignidad de la gente, la de-mocracia deberá ser ampliada y profundizada.

• El avance en el desarrollo humano requiere deuna gobernabilidad democrática tanto en forma comoen sustancia, es decir, por la gente y para la gente. Asi-

9 Otros trabajos innovadores que aportan en esta dirección son Wiseman(1997): Alternatives to Globalization: An Asia-Pacific Perspective./Linthicum, R. (1994): El empoderamiento de los pobres, (Visión Mundial)./Girardi, G. (1994): Opción por los pobres y opción por los pueblos. En laconstrucción de una alternativa europea y mundial./Duchrow, U. (1995)Alternatives to Global Capitalism: Drawn from Biblical History. Designed forpolitical action. Urtecht. Holland. International Books.

10 PNUD. Informe Mundial de Desarrollo Humano 2002. Profundi-zar la democracia en un mundo fragmentado. Mundi- Prensa libros. NewYork.

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mismo, debemos tener presente como sociedad quelos vínculos entre el desarrollo humano y la democra-cia no son automáticos: cuando una pequeña elite do-mina las decisiones económicas y políticas, el vínculoentre democracia y equidad puede ser quebrado. Lademocracia que empodera a la gente debe ser cons-truida día a día, no puede ser importada.

• Tal como lo planteaba ya el Informe Mundial del200011, la Democracia Incluyente significa que nobastan las elecciones. “La democracia es una formade vida y no un punto especifico en el tiempo. Es unviaje y una promesa”.12 Vista así, la democracia ad-quiere su sentido real como praxis y no como retóri-ca. Pero este es precisamente el reto ¿cómo operativizarla democracia?, ¿cómo hacerla real? Es esencial gene-rar los espacios y ambientes propicios para que el ciu-dadano participe y decida en los niveles que corres-ponden a sus decisiones. En el ámbito de gobierno,políticas, publicas y poderes del estado. Así como enlos mismos partidos políticos que supuestamente lorepresentan.

Es posible reflexionar brevemente en torno a lademocracia y la gobernabilidad de cara no solo al In-forme de Desarrollo Humano del 2002, sino de cara,también a lo que acontece en América Latina y con-secuentemente, en Honduras. La región enfrenta ele-vados niveles de complejidad e incertidumbre expre-sados en las crecientes brechas de pobreza, inequidady exclusión social y en el creciente deterioro de la cla-se política que están llevando a una ola de crisis deingobernabilidad en América Latina. Dicha crisis debede llevarnos a dos reflexiones importantes:

La primera reflexión es reconocer la estrecha re-lación entre gobernabilidad y futuro concertado. Pordiversas razones socio-culturales y políticas, la ausen-cia de un proyecto de país y visión de país de largoplazo, está ausente de las sociedades de América Lati-na. Algunos países son capaces de construir una vi-sión de largo plazo y desarrollarla, y otros no tomanconciencia de esa necesidad, y terminan por cerrartodo espacio para fortalecer el capital social de un país,y en consecuencia, paralizan el fortalecimiento de lademocracia como proceso en perfeccionamiento.

La segunda reflexión, es la relación entre la de-mocracia y la capacidad de gobierno (MembreñoCedillo S., 2002). El fortalecimiento de la democraciapasa por un proceso de apertura y transparencia de lasociedad: la ética es consustancial a la democracia. Noes posible fortalecer la democracia sin mecanismos dediálogo con la sociedad. Para ello es necesario mante-

ner y consolidar la cultura del diálogo, abriendo espa-cios reales de concertación con una visión de largoplazo. Las crisis recurrentes de la economía y de lasociedad generan más complejidad, mayor incertidum-bre y más expectativas no cumplidas. Consecuente-mente, las sociedades más maduras desarrollan y creanespacios propicios para asegurar que todo el país sedirige hacia una visión integral y no hacía visiones frag-mentadas y elitistas.

¿Por qué las experiencias de varios países de Améri-ca Latina muestran lo difícil que es generar espaciosreales de concertación de largo plazo? Yahzlek Dror,científico político y pensador israelita quien preparóel Informe sobre capacidad de gobierno para el Clubde Roma, advierte sobre la incapacidad de la clasepolítica de discernir los tiempos que viven y la presiónde la inmediatez de resolver los problemas del cortoplazo.

Bajo ese contexto, finalmente, los principales retospara profundizar la democracia incluyente y eficaz des-de el marco del desarrollo humano sostenible en Hon-duras son:

• Para la clase política, encontrar una visión co-mún de enfrentar los retos del siglo XXI, logrando con-sensos mínimos de visión que aseguren y faciliten losprocesos de desarrollo y democratización en el país.

• Para el gobierno, estructurar y elevar su capaci-dad de gobierno técnopolítica para implementar y al-canzar las metas y objetivos planteados, a fin de hacerefectiva la reducción de la pobreza y el crecimientoeconómico, y así dar cumplimiento a los acuerdos fir-mados y asegurar la gobernabilidad del país. Ello pre-supone capacidades prospectivas, de concertación, deintegración, de gestión estratégica y de innovaciónsocial, además de un alto nivel de coordinación de lapolítica pública y de transparencia.

• Para la sociedad civil apoyar con visión, inteli-gencia y organización la formación de una sociedadmadura, incluyente y de diálogo que asuma la respon-sabilidad que tiene necesariamente de ir más allá de lavisión gremial, poniendo el bien común antes que elinterés sectorial o personal.

Del Informe extraemos una visión más clara de ladinámica política y de la creciente brecha de los défi-cit tanto sociales como políticos en muchas de nues-tras sociedades, así como de la necesidad de plantea-mientos audaces e innovadores para dar pasos cuali-tativos importantes con relación a la profundizaciónde la democracia y su ampliación. Esta es una respon-sabilidad de la sociedad civil, partidos políticos y go-bierno. Es la única forma de avanzar realmente el de-sarrollo humano del país. Requerimos urgentementegenerar un pensamiento estratégico del desarro-llo, para incidir en la política pública y transformar ra-

11 PNUD. Informe Mundial de Desarrollo Humano 2000. Derechos huma-nos y desarrollo humano en pro de la libertad y la solidaridad. EdicionesMundi-Prensa. Madrid.

12 PNUD (2002). Idem PP

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dicalmente la sociedad hondureña en el siglo XXI, yen esa centralidad del Desarrollo, está la Ética ciuda-dana.

III. Desarrollo humano, derechoshumanos y ciudadanía

Es propicia, pero también paradójica, la reflexiónsobre los derechos humanos y la ciudadanía desde laperspectiva de la ética en el contexto de un nuevo si-glo y el inicio de un nuevo gobierno en Honduras, yaque no puede haber derechos humanos sin principioséticos y tampoco puede construirse la ciudadanía sinconsiderar como pilar fundamental a la ética. Así, unaprimera reflexión a partir de la cual compartimos es-tas ideas es que la ética es esencial e intrínseca a losderechos humanos y a la ciudadanía.

En este sentido, no es casualidad que a inicios desiglo se intensifique el debate y estudio de los dere-chos humanos y su vinculación con el desarrollo hu-mano. Y es que plantear esta relación aún pendientede abordar en nuestro país, no puede hacersedesvinculándola de lo que pasa en el mundo: Laglobalización impulsada por la tecnología y finanzas yal mismo tiempo tal como lo afirma el filósofo PabloSalvat: “La lenta maduración de la conciencia de lahumanidad en torno a la necesaria promoción delos derechos humanos concurre al mismo tiempo enque se desarrolla una dialéctica de modernidad y/modernización a escala planetaria, la que a finesde siglo, parece inscribir en su frente un sentido yorientación unidimensional”.13 Así podemos afinarnuestro planteamiento de la ciudadanía en mundoglobalizado partiendo también de los derechos huma-nos universales y de una Ética Planetaria, que nosolo rige entre los individuos, sino también rige entrelos Estados y las organizaciones internacionales, la cualdebe estar cimentada en dos líneas: la equidad y lasolidaridad. La realidad es que los problemas mun-diales afectan a todos los países y obligan a posicionarseante ellos y por lo tanto también a plantear y compar-tir una ética que responda al bien común a escala lo-cal, regional y mundial. En ese contexto, ThomasMerton hacía la aguda observación “No vamos a re-solver los problemas sociales de la comunidad, amenos que los resolvamos en términos universales”14,esto es, en términos de valores universales, y qué va-lor más universal que los Derechos Humanos.

Es en ese contexto que, brevemente, presentamosalgunas de las ideas centrales del informe consideran-do los derechos humanos, y la construcción de ciuda-danía:

• Los países necesitan fortalecer sus mecanismossociales para garantizar las libertades humanas, connormas instituciones y una atmósfera económica pro-

picia. La legislación no basta.

• El cumplimiento de todos los derechos humanosrequiere de una democracia incluyente, que proteja elderecho de las minorías excluidas (entre ellas los por-tadores del VIH, discapacitados, niños en la calle yetnias), prevea la separación de poderes, la seguridadpublica con respeto a los derechos, una administra-ción de justicia eficiente y que vele por la responsabi-lidad pública. No basta con elecciones.

• La erradicación de la pobreza no sólo es una metadel desarrollo es el desafío central de los derechoshumanos del siglo XXI.

• Los derechos humanos en un mundo integradoglobalmente requieren de justicia en el ámbito mun-dial (comercio y deuda externa son dos áreas que re-quieren un tratamiento urgente).

• La información y las estadísticas son un instru-mento poderoso para crear una cultura de responsa-bilidad que movilice cambios de la conducta y de lapolítica. Cambiar nuestra forma de pensar para cam-biar nuestra manera de actuar.

• Se requiere el respeto de los derechos humanosy la participación activa de todos los sectores con com-promiso y acción en apoyo: sociedad civil, ONG, em-presas, diputados, intelectuales, medios de comuni-cación y líderes de opinión pública.

Hemos pasado recientemente unas elecciones pre-sidenciales y de alcaldes en el país, pero bajo la ópticaque compartimos de derechos humanos y ciudadanía,requerimos como lo plantea el Informe sobre Desa-rrollo Humano 2000 que cada país, desde el más desa-rrollado al menos desarrollado- emprenda la tarea deavanzar aceleradamente hacia una democracia másincluyente.

Por ello, en el caso de Honduras, ya en el InformeNacional sobre Desarrollo Humano de 1999 se des-taca cómo el país tiene que elevar el umbral de seguri-dad de los derechos de las personas y ampliar los es-pacios y las formas de participación para superar to-das aquellas situaciones de exclusión. El cumplimien-to de todos los derechos humanos requiere de unademocracia incluyente que proteja los derechos delos más desprotegidos y vulnerables, prevea la separa-ción de los poderes y vele por la responsabilidad pú-blica.

Honduras ha sido un país que ha alcanzado impor-tantes logros en desarrollo humano en los últimostreinta años, los cuales se han visto disminuidos por elimpacto del huracán y tormenta tropical Mitch en 1998.Sin embargo, el Informe resalta como el país ha veni-do generando un marco institucional y legal impor-tante para la protección y vigencia de los derechoshumanos que es fundamental ampliar, fortalecer y darun nuevo rumbo, consecuente con los objetivos na-

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cionales, las necesidades del pueblo y la “visión depaís” que necesitamos construir.

El Índice de Desarrollo Humano del año 2000 me-dido sobre la base de información del año 98, muestracomo Honduras en los últimos 10 años se ha manteni-do en un nivel de desarrollo humano medio. De modoque con base en los años de información de este In-forme, continúa con un Indice de Desarrollo Humanoascendente, lo cual permite ubicarlo en el lugar 113del ranking. Esto significa que si bien al año 98 el paísfue afectado por el Mitch en su desarrollo humano,sobre todo en el ingreso, venía acumulando logrosimportantes en salud y educación. De hecho elalfabetismo aumentó a un 73.4% y la tasa de matricu-lación a 58%, lo mismo que la esperanza de vida au-mentó a 69.2 años.

Todos los derechos son importantes, y esa es la ra-zón por la cual Mary Robinson, Alta Comisionada delas Naciones Unidas para los Derechos Humanos, haceun llamado de todos los derechos para todas las per-sonas. Los derechos económicos y sociales no sonúnicamente aspiraciones: un estándar de vida decen-te, una alimentación adecuada, salud, educación, untrabajo decente y el derecho a una vivienda, son dere-chos humanos fundamentales para la libertad huma-na como los derechos civiles y políticos.

Esa es la razón por la cual nos unimos solidariamen-te y con plena convicción al pensamiento de la Confe-rencia Mundial de Derechos Humanos de 1994 y de laCumbre de Desarrollo social en 1995 que plantea quela erradicación de pobreza es la tarea central del sigloXXI. Los derechos civiles y políticos –como son la li-bertad de expresión y de asociación- potencian a lospobres para reivindicar esos otros derechos. Por esoes tan importante, apoyar a la sociedad civil y el desa-rrollo de medios de comunicación independientespara asegurar ese vínculo estrecho entre los derechoshumanos y la construcción de ciudadanía en nuestrassociedades.

El vínculo entre democracia con una plena partici-pación ciudadana y desarrollo humano sostenible seexpresa, en primer lugar, en la existencia de mecanis-mos participativos por medio de los cuales los ciuda-danos y los distintos grupos articulen sus intereses,esto es una democracia incluyente. En segundo lugar,necesita del funcionamiento de mercados competiti-vos que asignen de forma eficiente los recursos y ge-neren empleo. Por último, requiere del Estado la am-pliación de políticas y estrategias orientadas a la re-ducción de la pobreza y la disminución de las brechassociales con la participación activa de todos los ciuda-danos.

En esa perspectiva, se inserta una visión de la de-mocracia, que tiene como finalidad, por un lado, ana-lizar el elemento ideal de la democracia en Honduras,explicar su génesis, evolución y la función que desem-peña en el régimen democrático, así como determi-

nar su relación con los elementos reales de la demo-cracia. Y por otro lado, requiere reflexionar, desde unaperspectiva dialéctica, la relación entre la identidad yla diferencia, que le da una base ontológica a la demo-cracia.

Esta base ontológica se refleja en la construcciónde una democracia incluyente: basada en el princi-pio de que el poder político se distribuye, comparte yafianza de diversas formas, para proteger a los másdesprotegidos y para garantizar la participación y lalibre expresión de todos los ciudadanos; asimismoenfatiza en la calidad de la representación tratando delograr el consenso y la inclusión, no mediante la fuer-za electoral bruta de la mayoría. Una democracia in-cluyente valora también la necesidad de promover lasorganizaciones de la sociedad civil, los medios de co-municación abiertos, la política económica orientadahacia una más justa distribución de la riqueza y la de-mocratización del poder. En concreto, la democratiza-ción económica, social, política y cultural. De ese modocrea los mecanismos para la rendición de cuentas, yen ese amplio contexto los derechos humanos se po-tencian y toman su centralidad en el desarrollo y for-talecimiento de la democracia.

Las democracias sólo pueden sostenerse mediantesu cuestionamiento y perfeccionamiento permanen-te. Estudios de opinión sobre la democracia hondure-ña, muestran una opinión pública que, aunque valorasobremanera la democracia como régimen político, semuestra extremadamente crítica con la particular de-mocracia vigente (CEDOH, Foro Ciudadano, 2002).Necesitamos avanzar en ese aprendizaje democráticobajo la bandera de los derechos humanos y la cons-trucción de ciudadanía con y para los ciudadanos, locual es el resultado natural del proceso.

En esta línea, visualizamos un espacio de conver-gencia y consenso en donde se reconoce que la socie-dad hondureña experimenta una creciente diferencia-ción y heterogeneidad de modos de vida y actitudes,reflejadas y marcadas por ámbitos que van más allá dela dicotonomía urbano-rural y que se centran en con-textos históricos, culturales y étnicos diferentes. Lo cualimplica el reconocimiento de que ésta es una socie-dad pluralista y compleja. De ahí que desde la pers-pectiva de los derechos humanos compartamos unavisión de integralidad en el desarrollo y la democra-cia. El fortalecimiento de la democracia en Hondurasparte de este pluralismo de los diferentes sectores yactores sociales y políticos que conforman la sociedad,y que conlleva diversidad de posturas políticas y socia-les. Este reconocimiento del pluralismo no significa laaceptación de un relativismo en las posiciones y pers-pectivas. Este pluralismo tiene relación con la unidady por ello con la posibilidad de que Honduras avancehacia la construcción de una visión y propuesta com-partida en torno al país y la democracia que deseamosy queremos fortalecer.

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La construcción de la democracia exige el recono-cimiento de la presencia en la sociedad de distintosactores que es preciso considerar y tomar en cuenta afin de propiciar un ambiente en el que todos los sec-tores y actores sean protagonistas y se hallen vincula-dos entre sí. El avanzar en este diálogo incluyentehacia la construcción de una visión colectiva de paísexige afianzar la tolerancia como mecanismo de diálo-go, como también desarrollar la capacidad de tenerun lenguaje común racional, sin falsos argumentos, quenos permita avanzar con la velocidad y la seguridadrequerida.

En ese amplio contexto conceptual y operativo decomprender la democracia, dos hechos deben ser re-saltados: Primero, un hecho inédito para la historiareciente de la democracia hondureña, que pese a losobstáculos propios del desfase de la educación ciuda-dana para la participación, avanza bajo el entendidoque la democracia es un proceso en perfeccionamien-to. Por ello en el apoyo a este proceso de construc-ción ciudadana, es esencial informar a la ciudadaníade los enfoques, visión de país, estilos derelacionamiento de la sociedad civil, el lenguaje y con-tenidos del Estado, y el desarrollo de una cultura polí-tica consustancial al afianzamiento de los derechoshumanos en Honduras. Todo con la finalidad de con-tinuar y profundizar en ese aprendizaje democrático.Un avance inicial es el monitoreo de la política desdela sociedad civil para informar de cerca a la ciudada-nía, tal como se realizó el proceso de seguimientoimpulsado por el Foro para el Fortalecimiento de laDemocracia (FFD) en las recientes elecciones genera-les del 2001.

Segundo, debemos reconocer que la democraciahondureña, como lo expresó el Cardenal Oscar An-drés Rodríguez, no es perfecta y el desfase entre losprocesos electorales y la educación política del ciuda-dano continúa siendo una debilidad de la democraciahondureña y es entre otros un reto a inicios del sigloXXI. “Los nuevos tiempos, traen nuevos desafíos, peroa la vez la oportunidad de aportar y construir unmejor futuro. La necesidad de apoyos y trabajo con-junto entre comunidad internacional, sociedad ci-vil, partidos políticos y gobierno es única para apo-yar y profundizar los proceso democráticos en el país,construir ciudadanía y afianzar el pleno goce de losderechos humanos”.15

A inicios del siglo, es esencial un llamado ético alas responsabilidades16, para que como ciudadanosinformados y comprometidos contribuyamos al diálo-go y al debate, para que se participe y se profundice lademocracia y el desarrollo humano. Para que los hon-dureños encontremos vías comunes, posibles y se aú-nen los esfuerzos para solucionar los problemas másagobiantes.

Es necesario continuar trabajando por un enfoqueintegral de Derechos Humanos potenciado en la ciu-

dadanía y centrado en la ética como principio del de-sarrollo humano, para que todos los hondureños eneste nuevo siglo vivan una vida libre, digna y con bien-estar, en una sociedad más justa y humana en que cadadía sean menos los excluidos, porque como senten-ciaba Montesquieu en su obra El Espíritu de las leyes:“Una injusticia hecha a uno solo es una amenaza he-cha a todos”.

IV. Ciudadanía y derechos humanos.El reto de ser ciudadano y la “Éticadel Ser”

1. Contexto global

En una sociedad cada vez más compleja por los efec-tos de la globalización y la integración de los bloquesmundiales económicos, políticos y tecnológicos, y a lavez saturada de información más que de conocimien-to, se produce otro fenómeno preocupante desde laperspectiva de la gobernabilidad democrática, y con-secuentemente del estado de los derechos humanosen la región y el mundo: El deterioro de la clase políti-ca tradicional y el surgimiento del poder ciudadanopara responder a la incapacidad de gobierno en variospaíses latinoamericanos. Fenómenos tales como losocurridos en Ecuador, en Perú, en Argentina y recien-temente en Venezuela, nos llevan a reflexionar sobrela importante labor del Comisionado de los Derechoshumanos en los países y muy específicamente en Hon-duras.

La democratización política del país en los últimos20 años ha avanzado desde la perspectiva de los pro-cesos electorales, pero sin lugar a dudas subsisten vi-cios del pasado que afectan la democracia real en elpaís: Un sistema judicial politizado, una clase políticasin una visión clara de futuro, partidos políticos sinprocesos reales de modernización y una sociedad civilque requiere avanzar a mayores grados de madurezpara precisamente desempeñar un papel más relevan-te en los procesos de desarrollo y democratización delpaís.

Con estas breves reflexiones nos preguntamos ¿cuáles el Estado de los Derechos Humanos y a la vez cuáles el papel que el Comisionado Nacional de DerechosHumanos puede desempeñar en un país con las ca-racterísticas de Honduras?. Claramente los informesdel Comisionado se pueden convertir en un indica-

15 Discurso del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez en el encuentro con el Se-ñor Presidente de Chile, Ricardo Lagos. 14 de Noviembre de 2002.

16 Del cual nos plantea P. Salvat (2000): “…los derechos humanos van encamino de convertirse en el fundamento adecuado de una nueva ética de la res-ponsabilidad, focus orientados de las transformaciones que se necesitan paraque el horizonte del tercer milenio permita la inducción de todos en un proyectode comunidad mundial humana y dignificada” contenido en Los derechos hu-manos de cara al Siglo XXI: El Nuevo nombre de la ética de la responsa-bilidad. Santiago.

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dor del rumbo del país con capacidad propositiva yprospectiva para ir más allá de la denuncia, lo cual esimportante puesto que lo que se requiere son pro-puestas y capacidad para discernir el futuro.

2. Hacia una praxis de los derechos humanosdesde la ética en el siglo XXI

Al menos cinco líneas estratégicas deben serestructuradas para orientar adecuadamente el estadode los derechos humanos en el país de cara a los retosy desafíos internos y externos del siglo XXI. Estos cri-terios derivan de una visión conceptual y precisa decómo entendemos los derechos humanos, pero tam-bién de la evolución del mundo y de la misma socie-dad de Honduras.

Una visión integral de los derechos humanos

Desde la visión integral que planteamos podemosver los derechos humanos vinculados con una éticade la responsabilidad en términos de P. Salvat (2000).Esa responsabilidad es para el ciudadano, como habi-tante de la ciudad/polis pero bajo un contexto derelacionamiento con el otro, es decir, la ética de laproximidad, en palabras de Humberto Gianni (2000)o Ética de la solidaridad. Ello implica reconocer enlos albores del nuevo siglo la necesidad imperante deuna relectura de los derechos humanos desde la éticay el desarrollo humano. En otras palabras de los dere-chos humanos como referente ético en el mundoglobalizado. Poniendo a los derechos humanos comouna mediación fundamentadora de una éticaplanetaria; o también como basamentos de una Eticade la Responsabilidad en palabras de P. Salvat: “Quearticule los derechos y libertad del sujeto, con losderechos humanos del otro (la naturaleza, la mujer,el niño, el pobre, el indígena, el inmigrante)”.17 Vi-sión coincidente con uno de los llamados más impor-tantes del Informe Mundial de Desarrollo Humano2000, el cual aboga por ampliar la visión de los dere-chos humanos de un acercamiento punitivo a un acer-camiento positivo, apoyando las iniciativas nacionalespara llevar a cabo los derechos humanos a través detres áreas importantes de progreso: Primero, la cons-trucción de democracias incluyentes; segundo,creando un sistema de instituciones responsables;y tercero, asegurando un crecimiento económico equi-tativo. Y ello en el fondo no es otra cosa que la cons-trucción de ciudadanía.

Lo anterior se debe de realizar identificando y com-prendiendo intelectual y operativamente la dimensiónintegral de los derechos humanos y sus relaciones conlos nuevos problemas económicos y sociales genera-dos por la globalización; reconociendo que los dere-chos humanos no son un beneficio derivado del desa-rrollo, sino por el contrario que son consustancialescon el desarrollo, puesto que únicamente cuando laspersonas tienen libertades políticas, es decir, el dere-cho de todos los hombres y mujeres de participar enla sociedad en igualdad, entonces podrán sacar autén-tico provecho de las libertades económicas.

Visión y operatividad de los Derechos Humanosen el contexto internacional

Así podemos afinar nuestro planteamiento de laciudadanía en mundo globalizado partiendo tambiénde los derechos humanos universales y de una ÉticaPlanetaria, que no solo rija entre los individuos, sinotambién entre los Estados y las organizaciones inter-nacionales, la cual debe estar cimentada en dos líneas:la equidad y la solidaridad. La realidad es que los pro-blemas mundiales nos afectan y nos obligan aposicionarnos ante ellos y por lo tanto también a unaética que responda al bien común en el ámbito local,regional y mundial. En ese contexto, la ética desde elciudadano del mundo a la ética del desarrollo centra-do en esa comunidad mundial que nos plantea N.Lechner y P. Salvat.18

Praxis de los derechos humanos y el desarrollohumano sostenible

“El desarrollo humano no puede ser alcanzado com-pletamente sin derechos humanos. La erradicación dela pobreza, por ejemplo, no es únicamente un objeti-vo del desarrollo, sino el reto principal del siglo”. Comolo plantea oportunamente el señor Mark MallochBrown Administrador del PNUD: “El desafío más gran-de que debe de enfrentarse en el nuevo siglo es deter-minar de qué manera podemos ayudar a garanti-zar el goce de los derechos humanos y la consecu-ción del desarrollo humano sostenible, en otras pa-labras dar a esas personas una voz política al tiem-po que se amplía su gama de opciones y oportunida-des económicas”.19

Los derechos humanos y el desarrollo humano soncomplementarios y se enriquecen entre sí con con-ceptos y aproximaciones, ya sea desde los análisis yherramientas que muestran, cómo de las insercionesen lo económico y en los procesos sociales que sonnecesarios para hacer avanzar el bienestar de las per-sonas. El desarrollo humano es un medio importantepara conseguir el respeto por los derechos humanosy los derechos humanos contribuyen a conseguir losobjetivos de desarrollo. En suma, el desarrollo huma-

17 P. Salvat (2000) Globalización y DDH. Una aproximación ética. San-tiago. Pp. 5

18 Comunidad mundial que tiene su génesis en la aldea global de MarshallMacluhan.

19 PNUD (2000)… Idem Pp.35

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no es esencial para hacer realidad los derechos huma-nos y los derechos humanos son requisitos para el ple-no desarrollo humano, pero nada de ello se mantienesin la ética, que como principio guía, da dirección alos derechos humanos.

Medición de los Derechos Humanos

Se necesita una nueva concepción de la rendiciónde cuentas sobre derechos humanos en el siglo XXIque abarque las naciones, pero que tenga también laresponsabilidad de la sociedad internacional y la so-ciedad civil. En una era de mundialización con proble-mas planetarios y ciudadanos universales requerimosde una ética universal centrada en los derechos hu-manos. Consecuentemente, requerimos una visión quevaya más allá del enfoque tradicional del Estado y queimplica también la sociedad internacional, reconocien-do su papel en un contexto mundial de múltiples ac-tores. Las corporaciones, las organizacionesmultilaterales, e inclusive individuos muy poderososson objeto de escrutinio por los estándares y las obli-gaciones de los derechos humanos. Esa es la razónpor la cual se necesitan nuevos conceptos, instrumen-tos y herramientas para evaluar los derechos huma-nos. Y es interesante la idea que debe construirse, unÍndice de Derechos Humanos así como existe un índi-ce de Desarrollo Humano, en el cual el ciudadano y lasociedad se proyecten y se midan, no como una uto-pía inalcanzable sino como aspiración real y plena devida. En concreto, la tarea consiste en dar forma a unaCultura de Conciencia de los Derechos Huma-nos y su compromiso con ellos. Ello a su vez presupo-ne una conciencia ética en los dos planos planteados.

Socialización y participación democrática

La democracia es la única forma de participaciónpolítica que es compatible con la realización de todoslos derechos humanos. Pero los procesos electoralespor sí mismos no son suficientes. La democracia in-cluyente se necesita para proteger los derechos de losmás desprotegidos, trasparencia de la gestión públicay de los procesos políticos. En concreto hace falta lo-grar el fortalecimiento de la plena vigencia del Estadodel Derecho. Este es un espacio dinámico en el cual laparticipación de la sociedad civil se convierte en unpilar fundamental para impulsar las luchas por los de-rechos humanos y alcanzar el desarrollo humano sos-tenible, fortaleciendo la ciudadanía como expresiónde bien común.

Pero esta reflexión no-solo es conceptual sino tam-bién práctica. ¿Cómo vemos la realidad del país de caraa los derechos humanos y la construcción de ciudada-nía? Como expresión de las libertades humanas. Enlas palabras de Amartya Sen, Premio Nóbel de Econo-mía 2000: “el fin último del desarrollo son las liberta-

des humanas” (Sen, A., 2000), en todo su alcance eco-nómico, social, político y cultural y, por tanto, esas li-bertades humanas están y son ligadas a los derechoshumanos. Pero igualmente esta construcción de laciudadanía no es algo meramente formal, sino algoque en su sentido más amplio abarque una cultura porla ciudadanía que se inicie en el hogar, pase a la escue-la y que se expanda en el marco de una sociedad delaprendizaje (Membreño Cedillo, M., 2002). Esto sig-nifica que esta construcción es permanente y nos abar-ca a todos. La ciudadanía no es solo una categoría jurí-dica, es aquella etapa a la que avanzamos todos. JoséCecilio del Valle decía: “La primera necesidad de unanación es la educación de sus hijos”. Sin embargo,no debemos entenderla como una educación formal,sino en todo su sentido, es decir, una educación en lasolidaridad, una educación en el respeto a la ley, unaeducación en la formación de valores, una educaciónen que, en definitiva, se respete la dignidad y vida delprójimo. Una educación por la tolerancia y el diálogo,una educación cívica y ciudadana, en la cual el centrosea el ser humano en todas sus potencialidades.

A partir de estas pocas ideas se puede generar unproceso de construcción de la visión, contenido y rum-bo de los próximos informes de derechos humanos.Necesitamos convertir los informes en un espacio deaporte a la transformación del país desde los derechoshumanos integrales, vinculados con el desarrollo hu-mano y las libertades humanas, en un contexto inter-nacional centrado en la Ética Planetaria. Hace faltainiciar un proceso que facilite en Honduras la medi-ción en el tiempo de los derechos humanos y que in-corpore un proceso real de consulta y socializacióncon el pueblo, cuya fase de investigación puede serparticipativa, y que conduzca a la elaboración, análisisy presentación o democratización de los respectivosinformes. Otras ideas mas especificas derivadas de es-tas 5 líneas fundamentales pueden generar un espa-cio amplio para convertir el Informe de los DerechosHumanos en un instrumento de transformación y pro-puesta para el país en este nuevo siglo.

V. La política, los políticos y la éticaen la construcción de ciudadanía: Unllamado al compromiso hacia unademocracia real y una éticaciudadana20

Si el fin último de un partido político es el bienpúblico o el bienestar de la sociedad, entonces lospolíticos como expresión de esa realidad tienen como

20 El autor coordinó y moderó las relatorías de las mesas del seminario degerencia política en marzo, 2001organizado por el Foro para el Fortalecimientode la Democracia (FFD), a partir del cual se elaboraron parcialmente las reflexio-nes contenidas en este apartado.

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objetivo de su “ser político” asegurar, propiciar y ha-cer el bien público como legitimación de un accionarque descansa en la ética. Bajo ese contexto impulsarreformas políticas que profundicen y afiancen la de-mocracia es tarea de los políticos y en esa dirección laética de la responsabilidad es esencial para la socie-dad. La reforma política es un proceso que afecta y dadirección al tipo de democracia existente, y es ineludi-ble en la mayoría de nuestros países. Un aspecto cen-tral a la reforma política es su relacionamiento con lacalidad de la democracia y, por lo tanto, de sus ins-tituciones y de la participación ciudadana en el proce-so que orienta esas reformas políticas. Una democra-cia incluyente que asegure los niveles derepresentatividad y eficacia en el enfrentamiento delos problemas principales de los países, tales como lareducción de la pobreza y los derechos humanos, esesencial para asegurar la eficacia del régimen político.

Hay un proceso de avance democrático en la ma-yoría de los países centroamericanos desde la pers-pectiva de los procesos políticos electorales, pero sereconoce asimismo un déficit en relación con la cultu-ra política y una brecha aún importante de consolida-ción de las instituciones. Se ha avanzado en los proce-sos electorales pero se requiere avanzar en la cons-trucción de ciudadanía y cultura política. En esecontexto se reitera la importancia de la educación parala democracia y de la ética como fundamento de laciudadanía.

La cultura política es un proceso de educación y departicipación, el paso de una sociedad autoritaria a unademocrática facilita los espacios, para una mayor par-ticipación pero no son suficientes sino se generan pro-cesos que induzcan a un mejoramiento de las relacio-nes del ciudadano en los procesos políticos y en laspropias reformas políticas. La participación de la so-ciedad civil es indispensable para asegurar el necesa-rio equilibrio de pesos y contrapesos con respecto alEstado. La riqueza de la democracia crece cuando unasociedad civil activa, responsable y con un claro rol desus papeles participa, y da su visión y esfuerzo en tor-no a los procesos políticos y las reforma políticas. Elcambio cultural es central a la reforma política.

El rol de la sociedad civil en los procesos de desa-rrollo y de la democracia no es sustitutivo del rol delEstado y de los partidos políticos. Al contrario son ac-tores de apoyo y aliados de los procesos en una de-mocracia que se define como incluyente, característi-ca de una democracia participativa. En ese sentido sereconoce que la relación Estado–sociedad civil está enproceso de cambio y que se orienta hacia espacios na-turales de diálogo y compromiso, que permiten edifi-car a la ciudadanía y el tejido social.

El ejercicio político, y por lo tanto, la función públi-ca como expresión del bien común, es inherente alconcepto de ética. No se puede concebir la políti-ca sin la ética. No son dos dimensiones separadas:

no hay bien común sin la ética como fundamento deese accionar. Si bien la ética es responsabilidad indivi-dual debe ser también institucional. Es decir, unainstitucionalidad para la ética, pero también la éticacolectiva que nos acerca a la Ética planetaria: Un biencomún universal.

La calidad de la democracia se asegura y perfec-ciona considerando al menos tres elementos: Prime-ro, establecer mecanismos de participación yrepresentatividad; segundo, asegurar mecanismos depesos y contrapesos, o sea equilibrios de poderes paragarantizar la trasparencia y el funcionamiento de lasinstituciones; y tercero, la aplicación de la ley.

Por otra parte, se analiza con preocupación el des-crédito en América Latina de los sistemas políticos, lospartidos políticos y los propios congresos nacionales.Pero a la vez se reitera la confianza en la democracia yla necesidad de continuar en el perfeccionamiento dela misma. Se reconoce que la reforma política es cen-tral para la consolidación democrática y que la demo-cracia en su expresión más precisa es la construcciónde instituciones y ciudadanía.

La democracia se relaciona con el desarrollo. Sonparte de un mismo proceso. Para qué se profundiza lademocracia si no es para responder a los desafíos dela sociedad contemporánea: pobreza, exclusión, injus-ticia, globalización, deterioro ambiental etc. Conse-cuentemente la democracia requiere ser visualizadapara responder a esos retos del siglo XXI y, por lo tan-to, asegurar su eficacia es parte central del reto desdela gobernabilidad democrática. Aun reconociendo quela democracia y su perfeccionamiento son consensua-les, que se trata de un perfeccionamiento en procesode sus instituciones, de sus ciudadanos y de los valo-res que la fundamentan.

Es necesario hacer una diferenciación entre lospolíticos y la política. La calidad de quienes hacen po-lítica determina y da el ambiente del quehacer políti-co. El descrédito más que del concepto de la demo-cracia es de los políticos y de su forma de hacer polí-tica. Los vicios del feudalismo, del clientelismo políti-co y la corrupción generalizada en ese quehacer apun-tan hacia la necesidad de informar y educar política-mente al ciudadano. Consecuentemente mucho de lasreformas políticas para su éxito requieren de un avan-ce de la cultura política. En ese sentido se reconoceque esa es una acción impostergable, si se desea quela democracia mejore en su calidad.

La construcción de ciudadanía tiene diferentesfacetas que van desde el control y seguimiento deauditoría social del gobierno desde la sociedad civil,hasta el monitoreo de los procesos políticos y electo-rales, que en forma responsable facilita y da insumosal ciudadano votante de las propuestas de los partidospolíticos y sus candidatos. Dimensiones de participa-ción éstas que apuntan a la construcción de ciudada-nía.

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La reforma política y el cambio institucional no sonúnica responsabilidad de los políticos sino de todoslos actores sociales. Si la política es la búsqueda delbien común, lo cual afecta a todos, entonces la políti-ca no sólo es responsabilidad de los políticos. La so-ciedad moderna, la democracia incluyente y el rol di-námico de la sociedad civil y de una ciudadanía infor-mada, son la respuesta de una forma de hacer políticaque rebasa la política tradicional más acorde con losretos del siglo XXI.

Hay un amplio consenso en centrar la reforma po-lítica en la reforma y modernización de los parti-dos políticos. Ninguna reforma real y sostenida esviable si los mismos partidos políticos no se moderni-zan y ello implica esquemas más participativos y de-mocráticos en su propia organización. Implica actuali-zación doctrinaria y contextualización de la dinámicamundial, regional y local; implica la educación políticay la potenciación del papel de los jóvenes y las muje-res quienes son esenciales en el proceso; lo mismoque requiere de la emergencia de nuevos liderazgosque pongan de manifiesto la remodelación de los par-tidos políticos como actores claves en la sociedad.

La independencia de los poderes y la neutralidadde las instituciones electorales es esencial para la de-mocracia. Los procesos de reforma política deben par-tir de los consensos entre partidos pero también de laparticipación de la sociedad civil para asegurar que esebien común que buscan sea el bien de todos y no degrupos políticos y económicos desligados de los inte-reses nacionales -es decir, de ese ciudadano que es labase de toda democracia real. Los derechos humanosen su dimensión política son violados cuando la auto-nomía e independencia de los órganos electorales noson cumplidas, y la demanda a esa objetividad debeser requerida por la ciudadanía.

Bajo ese contexto, es esencial repensar los regíme-nes presidencialistas y sus resultados en América Lati-na. El avance de la democracia lleva a revalorar oreconfirmar el mejor sistema político desde la pers-pectiva del presidencialismo y la necesidad de mante-ner el equilibrio entre los poderes del Estado y su in-dependencia.

El proceso político y el rol del Estado, (en tantoque un modelo de Estado origina un sistema político,un sistema de partidos, un sistema electoral y final-mente y no menos importante un tipo de ciudadaníaque responde a ese modelo), es un proceso que de-bemos ver con todos sus actores, potencialidades ylimitantes para la gobernabilidad democrática y eldesarrollo humano sostenible. Es un tema que noes y no debe ser monopolio de ninguno de los secto-res por cuanto toca la misma existencia de las perso-nas.

La reforma político-electoral debe tomar al menoslos siguientes aspectos como centrales: a) elfinanciamiento de los partidos y sus campañas, b) el

acortamiento de las campañas electorales, c) la habili-tación de las candidaturas independientes, d) la reno-vación ideológica y programática, e) el acercamientode los partidos políticos y los actores sociales, la socie-dad civil y la participación de los jóvenes y las muje-res.

Asimismo, es esencial reflexionar en torno a la de-mocracia y su representatividad desde la ética, y lanecesidad de mejorar en esa representatividad. La de-mocracia representativa no es antagónica de la demo-cracia participativa. La dimensión ética es esencial parademostrar que los fines de la política se mantienen. Secoincide con la reciente carta episcopal de los obisposde Honduras en la que se llama a la responsabilidaden el voto y el señalamiento de que la democracia hasido más formal que real y que consecuentemente elcamino del perfeccionamiento de nuestras democra-cias es tarea ardua e ingente. Compartimos el llamadoa tomar esa responsabilidad ciudadana para consoli-dar una democracia real y una sociedad más justa. Por-que si la democracia no va en ese camino, ¿entoncescuál es su función?. El compromiso como ciudadanoses ir mar adentro y ser agentes de cambio que con-duzcan al desarrollo humano.

VI. Sociedad civil, medios decomunicación y la ética para eldesarrollo

La sociedad civil y lo medios de comunicación re-quieren ser analizados desde la perspectiva de la éti-ca del Desarrollo, tal como se analiza en el capítuloI. La globalización como fenómeno multidimensionalha afectado cada espacio e intersticio de la sociedad ylos medios de comunicación han sido fundamentalespara difundir y ser parte intrínseca del proceso deglobalización. En ese contexto, algunas consideracio-nes son:

• El concepto de democracia definido más quecomo una aproximación universal de valores como unrégimen de gobierno, de organización de la vida, quepor su propia naturaleza es siempre un camino per-fectible en tanto el ser humano no es perfecto. En Hon-duras hemos avanzado por ese camino lentamente ycon paradas largas y forzosas. El sociólogo norteame-ricano, William Stokes, quien visitó Honduras en 1955,habló de nuestro aprendizaje democrático, el cualse ha retomado nuevamente a partir de los 80. Hoydía se reconoce el avance democrático, pero tambiénlos problemas de profundización en la cultura de-mocrática y la necesidad de la renovación demo-crática hacia estadios más desarrollados y comple-tos, no únicamente de nuestras instituciones electo-rales sino de los mismos partidos políticos. Este es unmensaje recurrente en toda América Latina, es un pro-

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blema no solo de modernización sino de eficacia enresponder a los retos y demandas del nuevo tiempo,caracterizado, sobre todo, por ser una era de la infor-mación, en un mundo globalizado.

• Es en ese contexto que nos preguntamos sobreel papel de la sociedad civil. Ese término que en los90 se ha expandido en América Latina y que nos lleva areconocer la importancia de la organización de la so-ciedad, es decir, del capital social y su rol en el fortale-cimiento de la democracia y la reducción de la pobre-za. Si estos dos últimos son los retos principales delpaís ¿cómo debe la sociedad civil responder y asumirestos retos?. La sociedad civil no es sustituta ni delgobierno ni de los partidos políticos. No puede ni debe.Pero sí juega una función de equilibrio o de media-ción entre el Estado y los mismos partidos políticos -en el mediano plazo y en el largo plazo- como fuerzascreativas, que hacen propuestas y desarrollan unapraxis en la acción política y en la agenda del desarro-llo. Y esta sociedad civil no está exenta de una éticapara el desarrollo apropiada y socializada como me-dio central de su quehacer: el bien público.

• Hay un problema de legitimidad en la sociedadcivil en Honduras. Se debe de partir por reconocerque la relación Estado-Sociedad civil es aún incipientey que el proceso de consolidación de la sociedad civilse da en un periodo de transición democrática com-pleja. En la historia política del país se asoció la socie-dad civil con movimientos populares en los años 70 ylas alianzas se dieron así con movimientos sociales bajoesquemas coyunturales y muy partidistas. Los años 90nos encuentran con otro escenario que reclama denuevas alianzas con una visión de largo plazo einclusivas. Vivimos nuevos tiempos y nuevos retos, ydebemos por lo tanto, asegurar una participación dela sociedad civil en las dos tareas principales de iniciode siglo: la reducción de la pobreza y el fortalecimien-to de la democracia. Ello lleva a plantear el papel de lasociedad civil desde la Ética del Desarrollo.

• La democracia se fortalece cuando la ciudadaníaasume con madurez y visión su papel en torno a losmedios de comunicación, y a la opinión pública. Laconstrucción de ciudadanía emancipada y activa, esun proceso diario y se realiza con una interacción en-tre demandas y ofertas de los actores sociales y políti-cos. La gobernabilidad democrática se fortalece con laconstrucción de ciudadanía, y la libertad de expresiónes esencial para ese fortalecimiento democrático. Losmedios de comunicación son pieza fundamental en elproceso de fortalecimiento de la democracia en dosdimensiones: primero como portadores de la verdadque transforma, y segundo, desde una perspectiva máscolectiva, son los intermediarios entre el sistema polí-tico que se desea transformar y la sociedad civil comoun todo que también se expresa en la ciudadanía.

• En palabras de Amartya Sen, premio Nóbel deEconomía de 1998 estamos hablando que el fin últi-mo del desarrollo son las libertades humanas y estasse expresan en las políticas sociales, económicas y delibre expresión. Esta reflexión se origina de la rela-ción establecida por Sen sobre las libertades humanasy el desarrollo humano. Desde una perspectiva practi-ca la pregunta es ¿cómo se fortalece la democracia conel rol de los medios de comunicación y el desempeñode los periodistas?, ¿cuál es su impacto?, ¿puede sub-sistir una democracia plena sin el papel esencial deunos medios de comunicación plurales y un periodis-mo responsable, visionario y comprometido con larealidad del país?. Un abordaje del tema desde las li-bertades humanas va más allá del libertinaje para ex-presar ideas y contra ideas y se centra en la capaci-dad de plantear los temas centrales que obsta-culizan una transformación y una realidad con-creta. Si en Honduras los retos principales sonla reducción de la pobreza y el fortalecimientode la democracia, entonces ¿cómo se expresa yconcretiza esa libertad de expresión? ¿No es acaso conla verdad y la capacidad critica y propositiva del perio-dista que se convierte así no únicamente en transmi-sor de información sino en un agente de trasformaciónde la realidad?. Y en torno a esa idea, la importanciadel concepto de capacidades para las libertades hu-manas entre ellas la libertad de expresión y el apoyo alos procesos de desarrollo. El reto en definitiva de caraal futuro es construir una sociedad de la informacióny mejorar el acceso a la información del ciudadano.Así, la construcción de ciudadanía favorece directamen-te la democracia y la libertad de expresión, contribuyetambién a ese fortalecimiento de la democracia, y esese es el rol central de los medios de comunicación ysu apoyo a la democracia Hondureña de inicios de si-glo.

• Esta visión se origina y crece de la base éticadel desarrollo. El argumento se eslabona. El desa-rrollo humano como proceso de ampliación de capa-cidades y oportunidades se centra y se asegura con elfortalecimiento pleno de las democracias, esto es, dela ampliación de las libertades humanas y ello se cen-tra en la ética. Por lo tanto, el rol de los periodistascomo factor de fortalecimiento de la democracia sesustenta y crece ligado a la ética, una ética derivadadel desarrollo humano centrado en el hombre. Enpalabras de Sen una capacidad expresa una libertadpara elegir modos alternativos de vida (combinaciónde funcionamientos). Además, nos dice Sen: “las li-bertades no sólo son el fin principal del desarrollo,sino que se encuentran entre sus principales medios...también tenemos que comprender y reconocer lanotable relación empírica que existe entre los dife-rentes tipos de libertad política (en formas de liber-tad de expresión y elecciones libres) que contribu-

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yen a fomentar la seguridad económica y el fortale-cimiento de la democracia.” (Sen A., 2000).

• Con estas reflexiones conceptuales, pero prácti-cas es posible analizar el contexto en el que se sitúa eltrabajo de los medios de comunicación en Honduras.Primero, que viven debajo de la línea de pobreza en-tre un 66% de los hogares hondureños (según la Es-trategia de Reducción de la Pobreza, 2001) y un 79%(según CEPAL, 2002), y segundo que la democracia esfrágil e inconclusa. En ese contexto, el papel de losperiodistas y en general de los medios de comunica-ción es esencial para construir una democracia másinclusiva y sólida. La construcción de ciudadanía pasapor los medios de comunicación. Cada país tiene sudesarrollo cultural y político. El siglo XX, se revelócomo un siglo mediático con diversas formas de ex-presión publica. La ciudadanía únicamente crece cuan-do los flujos de información son abiertos y permanen-tes, generando espacios autónomos e independien-tes, en los cuales la libertad de pensamiento y librealbedrío tiene su plenitud.

Finalmente desde la perspectiva de los derechoshumanos y el desarrollo humano, el avance sólo esviable cuando la ciudadanía puede apropiarse y recla-mar esos espacios para lograr las transformacionessocietales y culturales que se requieren. Así, el dere-cho de la comunicación aparece como un re-quisito indispensable para la construcción deuna nueva ciudadanía global, colectiva e indivi-dual fundamentada en la ética, es decir en la éticaciudadana. En esencia incluir el derecho de la comu-nicación es darle la otra cara a la función de los me-dios de comunicación y gestar la transformación delos mismos por las demandas de la sociedad, y es enese rol que los periodistas contribuyensustantivamente a la transformación de la sociedad, ya la democratización del país.

VII. De la ética ciudadana a la éticadel desarrollo en el siglo XXI

Una primera idea es definir hoy día cómo entende-mos el desarrollo y hacia qué apunta para saber conprecisión cuál es su contenido y cómo opera. El con-cepto de desarrollo, como afirma Amartya Sen (1999),está cargado de juicios y valoraciones. Y es que nosencontramos construyendo paradigmas en un perio-do en el cual los futuros no son una continuidad delpasado sino de discontinuidades (Handy, 2000).Alvin Toffler (2000)21 nos plantea que cuando un para-digma cae y se cierne otro, surgen corrientes del pen-samiento creativo intentando configurar el futuro. Sonperiodos de transición creativa y el futuro dependede esos periodos y sus influencias son en el largo pla-zo. Todo el debate de la posmodernidad gira en torno

(no tanto a lo que ha marcado el siglo XX ) como a lamanera en que se está transformado la sociedad hu-mana de cara al futuro.22 La evolución del pensamien-to en torno a las teorías del desarrollo muestra quediferentes contenidos y orientaciones impregnan laidea del desarrollo, es más, la palabra desarrollo seorigina en los años cincuenta (Economic development,1990). Más allá del concepto de progreso, (de una vi-sión positivista y del crecimiento meramente econó-mico), hoy el desarrollo se asocia a las instituciones(North,D 1992), a las libertades humanas (Sen, A 1999)y a la organización social (Putman, R 1998), por lo tan-to, el desarrollo en la teoría y en la práctica en pala-bras de Sen: “se debe de definir en relación con loque los seres humanos pueden y deben hacer yhacen”(Crocker, D., 1998: 16).

Una segunda idea, es que el otro valor intrínsecoestá definido por lo humano y, por lo tanto, por la di-mensión ética del desarrollo. ¿Puede haber un desa-rrollo humano sin ética, si la acción del desarrollo comolo estamos entendiendo se centra efectivamente en elser humano?. Consecuentemente la ética, como valo-ración del bienestar del hombre en comunidad, seconvierte en un aspecto central. A pesar de los traba-jos seminales de Sen y Naussbaum (Nussbaumn,Martha, 1993: 242-276), el tema de la ética vinculadocon el desarrollo humano sostenible no aparece enuna forma precisa y articulada en la literatura acadé-mica y del desarrollo, y consecuentemente suoperativización se halla aún en construcción (Crocker,D., 1998: 16). Esta reflexión nos lleva a que en el planointernacional el desarrollo humano como extensióndel plano nacional y local, tiene que ser visto desdeuna perspectiva universal. Una comunidad mundialcentrada en el desarrollo y con valores universalescompartidos, como por ejemplo, el de la equidad: prin-cipio universal por excelencia que se basa en el senti-do de oportunidades y calidad de vida, y que es al mis-mo tiempo un principio ético.

Tercera idea: el desarrollo humano en su dimen-sión internacional plantea complejidades y problemasserios desde la perspectiva de cómo estamos compren-diendo la ética del desarrollo. Desde una perspectivadiferente Meadows (1974) nos planteaba los limitesdel crecimiento y los peligros de una sociedadindustrializada sin parámetros finitos en relación conel recurso natural, pero igualmente debemos plantearlos límites del crecimiento desde la perspectivade una ética del desarrollo. De esta forma, los lími-

21 Ver Repensando el Futuro, editado por R. Gibson. Grupo editorial Nor-ma

22 Filósofos de la cultura empresarial como Charles Handy plantean que hayque encontrar sentido en la incertidumbre, característica del nuevo tiempo. Asi-mismo nos plantea algo pertinente para el desarrollo humano “todavía tenemosque hacer una redefinición fundamental si no queremos perder la carretera ha-cia el futuro que creíamos que el capitalismo había ganado” ver Repensando elfuturo..pp37

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tes son tanto límites físicos como éticos, ya que si bienhay recursos naturales limitados y una explotación irra-cional en marcha alimentada por una sociedad de con-sumo fundamentada en el mercado, subsiste y preva-lece en esencia un problema de ética del desarrollo.

¿Puede una nación en un mundo crecientementeinterdependiente imponer su voluntad a otras nacio-nes, si ella con su decisión afecta el bienestar de lacolectividad?. Si la equidad es un principio que guía lapolítica del desarrollo internacional, entonces es esen-cial que una sanción práctica y moral se mantenga so-bre esta acción.

Cuarta idea: La visión del desarrollo humano soste-nible centrada en el hombre, abre una gama de opcio-nes en función de oportunidades y capacidades bajola cual la construcción de alternativas para el desarro-llo opera bajo una dirección centrada en la ética so-cial. Es a partir de esa conceptualización que deberíagenerarse el fundamento para los consensos y las ac-ciones en la política internacional en materia de desa-rrollo. Esto sería una serie de principios y políticasnormativas sobre el accionar de las naciones en el pla-no del desarrollo internacional.

Quinta idea: fundamentar el desarrollo en las cate-gorías de libertad propuestas por Sen, vistas desde unaperspectiva instrumental, y que son: las libertadespolíticas, los servicios económicos, las oportunidadessociales, las garantías de transparencia y la seguridadprotectora. Es en torno a estas libertadesinstrumentales que estos tipos de derechos y oportu-nidades pueden contribuir a mejorar la capacidad ge-neral de una persona. Por lo tanto, debemos inferirque la definición de políticas pasa por el fortalecimien-to de las capacidades humanas. Tal como lo afirma Sen“las libertades no solo son el fin principal del desa-rrollo, sino que se encuentran además entre sus prin-cipales medios”. Por lo tanto podemos concluir quelas libertades en función de las capacidades humanasestán también en el centro de esa visión de la ética deldesarrollo. Así como en el pensamiento de Platón laética no era parte de la política, sino que la política erala extensión de la ética, concebida como el buen go-bierno de la polis, así puede decirse que el desarrollohumano no es independiente de la ética sino que esuna extensión de la ética, como principio generadordel hombre en la comunidad. El argumento es que siel desarrollo humano se centra en el hombre, enton-ces la ética que se centra en valores universales para elbien común del hombre es central al concepto deldesarrollo.

Sexta idea: El desarrollo humano visto como am-pliación de las libertades humanas implica una valora-ción totalmente diferente de conceptuar, implementar,y hacer el desarrollo, pero en esencia se trata del temacentral de cómo hacer desarrollo y cómoinstrumentalizar las “libertades fundamentales” quenos plantea Sen para hacer operativa la realidad del

desarrollo. Si bien otros economistas y pensadores nosplantearon ya la multidimensionalidad del desarrolloy la necesidad de enfoques integrales para eliminar lapobreza, es bajo este enfoque de desarrollo desde ypara las libertades que se puede intentar una perspec-tiva pragmática a fin de generar un desarrollo con baselocal, regional, nacional e internacional.

Séptima: Bajo esta acepción del desarrollo debe-mos concentrarnos en la comprensión del fortaleci-miento de las capacidades humanas a través de la am-pliación de oportunidades, pero también a través delandamiaje que el desarrollo humano requiere. Y aquíviene lo complejo e intrincado del desarrollo, que lasinstituciones y las libertades son producto de la cultu-ra y el ser de la población. No es únicamente un pro-blema de instituciones, en la línea de pensamiento deNorth D., aunque estas son esenciales para lasostenibilidad del desarrollo; tampoco se trata única-mente del crecimiento, en la línea de los enfoques dela economía neoliberal fundamentada en un mercadoperfecto y eficiente; sino que tiene que ver tambiéncon las ideas y con lo que podemos definir como “apro-piación de las ideas”. En otras palabras que la culturaexistente sea incipiente o en crescendo. En estainterrelación de instituciones, libertades y cultura esque podemos encontrar el desarrollo humano soste-nible.

Octava: Es a inicios del siglo XXI con las herencias yavances del siglo XX que podemos encontrar una cons-trucción conceptual y operativa que nos lleve a unaética del desarrollo compartida y operativizada en unadimensión nacional e internacional. Es a partir de estaética de valores universales que podemos proyectarpolíticas y lineamientos estratégicos de desarrollo hu-mano como orientaciones vigentes y consensuadas,que pueden conducir a renovar los liderazgos trascen-dentes y los cimientos sobre los cuales el nuevo or-den mundial se está construyendo. Los Informes Mun-diales de Desarrollo Humano, ratifican la aceleradaampliación de las brechas entre ricos y pobres, y losInformes de Medio Ambiente de las Naciones Unidasreiteran que los problemas del calentamiento global ycambio climático no solo se mantienen sino que seintensifican. Asimismo, el último Informe mundial deDesarrollo Humano del 2002, plantea que pese a laexpansión de la democracia en el orbe, subsisten ele-vados problemas de pobreza y corrupción. Los apor-tes de Inge Kaul y Marc Stern en la definición de losbienes públicos globales son esenciales para el desa-rrollo de acciones fundamentales en un desarrollohumano desde la perspectiva internacional. Los retosglobales y un mundo crecientemente interdependientellevan a que los bienes públicos adquieran una dimen-sión global (Global public goods, 2000).

Novena: El nuevo rumbo del desarrollo no puedeplantearse sin distinguir los cambios sociales que seestán impulsando. Desde esta perspectiva es útil ana-

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lizar qué cambios requiere la sociedad hondureña, sisus problemas centrales son la pobreza y la inequidadplanteados como privación de sus libertades sociales(oportunidades sociales), privación de libertades po-líticas (niveles bajos de participación), y libertades eco-nómicas en función de servicios. Por lo tanto, el retofundamental para la sociedad hondureña es cómoampliar las libertades humanas y consecuentementecomo ampliar las capacidades del individuo en su en-torno: instituciones y cultura. En este contexto esque la visión de país y de un pacto social y polí-tico de la sociedad es indispensable y es el pasoaún inconcluso del Estado hondureño. Así el retode Honduras en el siglo XXI, se convierte no soloen la ampliación de las libertades humanas através del fortalecimiento de las capacidades delhombre, sino también en la de propiciar y con-solidar los procesos de concertación y de cons-trucción de su capital social23 (redes sociales, alian-zas, fortalecimiento de la sociedad civil y plena vigen-cia y consolidación del Estado de derecho). Ello llevaal paso inevitable y sine qua non de una visión de paísconcertada e integral. Un pacto social que confierarumbo al país y permita su consolidación democráticay el desarrollo humano.

Décima: la articulación de las libertadesinstrumentales, los pilares del desarrollo y el fortaleci-miento de las capacidades centradas en el hombre paraun país pobre son retos enormes y sospechosamenteinsuperables, pero a la vez son la respuesta articuladorade un orden necesario para superar la pobreza, la ex-clusión y la anarquía. Los casos clásicos de crecimien-to económico y desarrollo acelerado experimentadopor los países del sudeste asiático son aleccionadoresen cuanto a políticas económicas y sociales compati-bles en un momento del desarrollo de los mercados yde la economía mundial. No deben ser subestimadosestos casos pero tampoco magnificados. Hay leccio-nes importantes para las teorías del desarrollo: el cre-cimiento económico está vinculado con la creación decapital humano a largo plazo y con la consolidacióndel capital social. Pero el estudio de casos como estos,es insuficiente para comprender esa sinergia de po-breza, exclusión, déficit democrático, institucionalidadfrágil y entorno ambiental en deterioro, lo que pode-mos denominar la “matriz de las deficiencias y pri-vaciones humanas”. Derivado de ello surge la faltade libertades que impiden el desarrollo.

Undécima: una doble acción es prerrequisito parael desarrollo, desde una perspectiva metodológica:Primero, identificación del déficit en las cinco áreasde libertades instrumentales y su causalidad, y segun-do, la prelación de prioridades en función de las polí-ticas públicas, sean estrategias, programas y medidas,y las respectivas responsabilidades institucionales y deactores en un horizonte de tiempo. Y esto tanto a ni-vel del individuo como de la nación como un todo.

De lo que estamos hablando, en términos muchomás complejos, es de los procesos y de la aceleraciónde la globalización con los beneficios de las comunica-ciones y economías de escalas, pero también de susdaños, la globalización de la pobreza, el narcotráfico,la inmigración y el crimen organizado. El mundo esmucho más complejo que a inicios del siglo XX. El cír-culo vicioso de la pobreza del cual nos hablaba Myrdal(Myrdal, G.) hace 35 años es mucho más intrincadoaunque con lecciones más precisas de experienciasexitosas. Hace falta enfrentar el desacoplamiento deldesarrollo que planteaba Albert Hirschman y en unplano sociológico Habermas con su tesis de ladisfuncionalidad societal en un capitalismo tardío. Esees el problema de la post modernidad: se carece deun nuevo código para la lectura de la nueva realidad,una de cuyas características es su cambio acelerado, yal mismo tiempo hace falta transformarla superandotanto la pobreza como la herencia de una democraciaaún inconclusa. Los nuevos tiempos exigen nuevosesquemas de trabajo y de comprensión del mundo. Laglobalización ha impuesto su propia economía y cul-tura, y su nuevo lenguaje: la computadora.

Finalmente, hace falta dar un sentido de utopía aldesarrollo humano y a la construcción de ese futuro:un sentido de historia y futuro mezclados. Si ese desa-rrollo humano es posible, tiene que ser construido díaa día con imaginación y solidez. Las ideas son básicaspero las políticas y acciones son el talón de Aquiles. Lanecesidad de una arquitectura del desarrollo huma-no24 que a través de sus pilares nos proporcione lasbases para la construcción no solo de lineamientos sinode ideas motrices para orientar y motivar el acompa-ñamiento de la población en esa búsqueda y encuen-tro del desarrollo humano sostenible. Necesitamosdarle una mente directriz a nuestra propia sociedad,no solo entendiendo los grandes cambios del momen-to actual sino las opciones y el estilo de vida que de-seamos como sociedad, en un mundo cada vez me-nos gobernable y en el que la tecnología controla ycambia los patrones culturales. Requerimos de una de-mocracia real y efectiva, por que si no para ¿qué es lademocracia y a quién sirve?. Tenemos que compren-der que en esa larga ruta del desarrollo humano sos-tenible que nos plantea Singh como seductora y escu-rridiza, estamos marchando de tierras conocidas a tie-rras incógnitas, de un pensamiento lineal aún pen-samiento no lineal. Es ese llamado a ir a “mar aden-

23 La evidencia demuestra que ningún país se ha desarrollado vía proyectossino por la profundización y articulación de los procesos, sean estos de desarro-llo, institucionales y/ o democráticos. Véase .Edward, M(1998) Future positive.International coopertaion en the 21st century. Earthscan publications.London

24 Una arquitectura que nos dé el diseño, la articulación y la viabilidad deldesarrollo humano sostenible, en esencia una arquitectura del conocimiento yde la praxis en la línea del pensamiento de una arqueología de las ciencias huma-nas de M, Foucalt .The order of things. New York.

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tro” que el Cardenal Oscar Rodríguez nos planteabaen la necesidad de una visión de país. Y estamos conla responsabilidad social e intelectual de emprenderel viaje, navegar y llegar a puerto seguro.

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