Danza para las calles que tiemblan Florentino Díaz

8/17/2019 Danza para las calles que tiemblan Florentino Díaz

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Danza para las calles que tiemblan

Florentino Díaz Ahumada

Bardoborde Editores

colección libros-ensamblaje

Lima, 2016


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Bardoborde Editores, Lima 2016

Florentino Díaz Ahumada

Email: [email protected]

Fb: FlorentinoDiaz.Artista

Las pinturas de este libro corresponden a la Serie de las Ciudades delpropio autor.

mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]


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Ante esta pista de baile sobre la que han muerto muchos Yo me levanto en señal de respeto y ofrezco esta danza digna y poderosa

Victoria Guerrero


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A mis padres, Ana y Jaime

Por mostrarme la danza


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Evocación del amor


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Le pido al Gran Espíritu me dé un tema y una técnica.

Le pido al Gran Espíritu seguir el tema y la técnica.

Le pido al Gran Espíritu intermediar la luz y la fuerza preciosa delPoema.

Le pido al Gran Espíritu vaciarme por completo de mí mismo.

Gran Espíritu, sé el espacio entre las palabras.


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Recuento del ritual

A Josemari Recalde

-No estamos solos – . Dice ella.

Alguna vez sostuvimos estos cielos.

La mañana inicia. Todos van: sus agitados pasos.

Las banderas y ese bus rodeado por la gente

Va tornando angosta cada calle.

Pero el hermano, aquí,

Incendia su cuerpo hoy en la noche.Bandera confundida por antorcha.

-Era pedirle: quédate.

Decirle con el corazón: no mueras-.

Ya no escucha. Entre sus nombres busca lo más puro.

Nosotros no estamos solos – demoro en repetirlo-.

Y los policías llevándolo nocturno.

Y las bombas. Mordemos la tierra entonces:


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Agua de rochabuses , palos, gritos.

Disparos, humo: formas del amor que ahora nos hieren.Nos derriban,

Como a las torres de mi generación hechas pedazos.

Tú dices, Kike, no vendrán. Tú dices, Carlos, no la tienen.

Sabemos del hermano porque sus restos yacen

-La casualidad es el otro nombre de la vida o de la muerte-.

En el Templo. No creemos ¿se ha marchado?

A su habitación vamos o a lo que queda de ese fuego.

Pero mientras entramos la única en poesía es Ella, la únicareverente

Ante el hollín de su cuarto -todo ese olor- ante el silencio de la

crepitación.

En el jr. Huáscar está la quinta tejida por la mano hacedora

De los hombres. La mano que prende la tarde. La mano

Para remover las piedras.

Ahí fue donde el hermano vivió.

Ahí nombró a los árboles de la Av. San Felipe.Caminando por Jr. Huiracocha, cantando suavemente

Esperando la aurora.

Ahí caminamos, fumamos, conversamos


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Sobre los nombres exquisitos de las cosas.

En ese momento estaba por comprender la ciudadSu locura de dinamita, de palas, de taladros,

Su cuadratura máxima y el olor

De los niños insomnes.

El hermano consumió su cuerpo. Quién le encuentra.

Quién por la serena presencia de una flor

Nos hace recordar nuestra mirada o nuestra palma;

Nuestros tobillos juntos si dormimos, la almohada suave

O la almohada dura. Nuestros dientes y la perla

Entre los dientes. Juntos. Toda nuestra propia compañía.

Juntos. Vaya cosa.

Porque en la ciudad

Un deseo puede ser muy hondo: atravesar puertas,

Abrazar escritorios y volcar hacia los lados cada mesa.

Un deseo enciende barricadas: Resiste el embate de los MALLS,

Las cajas con pollo frito/pollo cryspy/ pollo broaster/polloirreconocible.

Un deseo abre una escalera hacia el estío:Se da un free time , un part time , un party time ;

Sin lujos ni codazos, aunque despoje de coronas su reflejo en laavenida.


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Un deseo deja atrás el mandil, enciende un cigarrillo mientras mira

Más allá de los muros.

Un deseo sueña y anuncia la liberación de una ciudad.

Un deseo encarna el mundo aún posible,

El mundo sin los Robots-Killers/Robots-Drones/

Los robos y los robos con todos y los demás robos.

Un deseo llena la habitación de una firme luz que deshace elmohín,

Desata la carga oscura, la selva oscura; la carne congelada o porfreír.

Un deseo patrulla sobre cada flota mercante que esconde susdetonadores nucleares

Dispuestos a la invasión.

Un deseo nos permite regresar.

Hacer largas colas en el aeropuerto de Amsterdam, en el Charlesde Gaulle.

Cada quien prendido de sus maletas, oliendo la llegada al país,oliendo el amor

De los primeros cielos. Sin escuchar ya

El grito temor, el grito no sorpresa de los controladores en la gate35:

“Por favor, esperen la llamada de embarque. Por favor esperen lallamada.”


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En la ciudad nos sirve esto para vivir.

En la ciudad nos alimenta el alma encontrar el auténtico deseo.

Nos alimenta la clara fuente y también la fuente del corazón másinvisible.

Aquella fuente primera, quizás la que persiguen con sus ojos

Los fieles desde jirón Callao hacia Conde Superunda.

O aquella por la que caminas a diario para tomar el S-303. Ir por Amancaes,

Tacna- todo Wilson- ¿o es Garcilaso?- Ir por Arequipa-

Armendáriz.Mirar completamente nostálgico y aterrado el mar a 150 metros.

Extrañar el vuelo de las aves. Malhumorarte estúpidamente porquete sientes niño.

Desear salir del bus y dirigir tus ojos al Marriot Hotel, entrar por laroom 28.

Ir directo a la habitación de atrás, oler las flores. Y navegar entre

las cosasBuenas y abundantes aún entre los hombres. Eso es deseotambién.

Eso es un sueño y lo cuestionas.

Pero ahora no es el caso.

Aunque todo en tu cabeza estalle, como en tu pecho: esto exige tutemblor.

Déjalo salir danzando, déjalo salir buscando entre los cláxones

Una nueva esfera, semilla de la luz clamando por nacer. Siente ya elsonido.

Una luz por las rendijas oxidadas del retrete. Simple y clara luz.


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Porque la ciudad ha cambiado. Crece. Más ventanas. Más cristales.

Porque la ciudad ha olvidado. Busca. Más ventanas. Más cristales. Y el pobre huye sin ventanas ni cristales.

Y el rico asienta su mirada perpleja, su inexpugnable cortesía

También su cabeza entre las piedras.

Un deseo llena de ternura a un corazón herido o lo entristece

Por la nube roja de la desolación;

O por el incendio propio de los fines de semana sin caricias.

-Así el hermano había dejado entre nosotros más su sombra-.

¿Debimos irnos? ¿Fue igual todo este tiempo?

Hay cosas y hay momentos. No todo lo podemos explicar.

No todo puede contarse.

Pero entre el tiempo aquel de nuestro hermano y este momento

En el que lees estos versos,

Hay un nuevo tren, 35 mil nuevas puertas, 35 mil nuevas ventanas.

Y hay también prendas de marca y la casi inexplorada poesía :

Los nombres aún silentes que los árboles sueñan.

Los operativos contra el alcohol, las combis veloces.

Los números estrafalarios de las nuevas canciones, los nuevosgrupos,

Los nuevos canales en DIRECT TV.

Y la ausencia de la voz de Oscar, ustedes saben, compañeros,


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Es justo hablar de él en este poema de los años:

El mayor de los amigos.

Él me obsequió un Quijote, me obsequió también su historiaSu amor celeste por las olas, su contingente esplendoroso defilmes/lecturas/tracs.

Se dispichiaba un giorno dil vento di Tramontana. Y Él lo cantaba.

Lo soñaba Él. Porque nunca se olvida el amor.

Y nunca se olvida el poema del amor.

Cuando te fuiste también yo estuve fuera de la tierra. Al otro ladodel océano.

Cuando te fuiste por tres veces se escuchó a los cuervos en la TurmStrasse.

Cuervos en la WiclefStrasse, en la SabyneStrasse y en la Akademieder Kunst.

Cuando te fuiste la otra presencia tuya se inoculó en nuestras venas.

Los que se van siempre vuelven:

No bien oculto el sol, no bien la iniciación del deseo.

¿Comprenderemos al fin lo que nos tiene Así de pronto no engarzados, mas sí atentos

A este siglo, a esta maravilla de estación?


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Comprendimos. – Ellos dicen-.

hacia adelante- atrás. Todo al mismo tiempo, tal fue la huida .

Comprendimos. – Otra vez los escucho-. ¿Alguien lo sabe?

-Nuestro retorno-.

No entiendo ahora sus rostros: la oblicuidad es un misterio.

Porque en la ciudad un deseo puede ser muy hondo:

Atravesar bóvedas celestes, cada muro;

Volar hacia los lirios de unos ojos.

Un deseo nutre el clamor de cada cuerpo:

Arde, aúlla, gime, congrega cientos o miles de miradas

Y así estremece por los siglos de los siglos el origen de la coerción.

Pero en aquel tiempo

No entendí tu partida, amigo, su no regreso, hermanos.

De pronto me vi aislado, la mañana oscura. Mi techo gris decalamina.

Yo en este barrio, con el ladrido de los perros.

Con este mi nuevo cable, mi antiguo cerco.

Y los periódicos de mi país sobre la mesa del comedor.

Cuando el hermano venía y a mi padre en el piano leencontraba.

Entonces comprendía, me parecía verlo


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Lejos también a él en un mar de blues ,

En el eterno ritmo de acordes fulgurantes.

El nombre de las flores conoce – Repite alegre el músico.-

El poeta calla y mi padre es quien ya crea

Otro espacio.

Luego están los que laboran. Esos han sido los tratados/ maltratados

(en esta tierra fresca el da lo mismo es una excusa: vale para todo)

Ellos ganaron con el sudor de su frente y sus camisas sin gracia

Al menos la gracia de pagarse el taxi. La gracia plena, madre suyano terrestre

De la no hediondez y del desdén.

Sin nada en los bolsillos el hermano ardió .No lo olvidamos.

Los que se van siempre retornan:

No bien oculto el sol, no bien escrita la respiración sobre el viento.

Me vi pateado y con mis huesos rotos. Me vi hambriento.

Me vi lleno de señas y de ojos.Siempre esos ojos. ¿Ahora lo entiendes Chrystian?

¿Sabías cómo decirlo? Lo hiciste. Con todo y el silencio.

Te escuchamos. Las calles bajo el gris retornan.


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Las calles con sus perros muertos, sus ratas muertas

Sus aves muertas y aplastadas.

Tú llevaste bien entre tu cuerpo las claves del poema.¿Recuerdas cómo acariciabas a Rilke y te sumías

En un profundo gozo con su rostro?

¿Recuerdas, mi amigo, cuando aquella noche fui

Y en esa puerta no supe ser más yo, otra vida llegaba

Otra vida, rayo del Olimpo, Zeus descendiendo y Cernunos,

Sencillamente estaban ahí presentes. Entonces Ella: la otra Ella,

Dejó tras de sí palacio y laberinto. Me dio agua y hallé paz.

¿Recuerdas también a nuestro libro?

Consumido en el incendio, el primero de los cuerpos abrasados.

Aquella noche, todos, leímos sus cenizas.

Nos encontramos con un tiempo tan lejano aún: el cráneo

Que nació del fuego, como en todas las guerras que pasaron.

Como en todas las guerras por venir.

Nos encontramos con otro mundo. Fue demasiado el abismo.

Fue demasiado el sonido.

Fue demasiado el peso de la ciudad: magia, poesía, rapto.

Todo aquello fue demasiado.

Pero ese entonces es ahora: ¿ves el fuego sobre el horizonte?

¿Escuchas el tumulto, la turba que se acerca?

La calle tiene al fin ese brillo cantado por los vates guerreros

La calle está temblando en el meollo mismo de la contradicción.


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No es un ellos lo que viene: una estampida sin manos ni cabezas.

Adiós, padres. Adiós, mis hijos sin abrigos. Adiós.

Mi hijo no ha vuelto. Nadie dijo verlo.

También huyendo con sus labios rotos.

-Siempre los ojos-.

Tras el cristal de un taxi. Él me mira. Lejos.

Me quedo suspendido. Siento el viento.

Las cosas del corazón son un encuentro. Largamente hablamos.

Largamente y el sol cae.

Aquello aún no dicho: No lo olvides.

Pero se afirma: hay sentido para el vivir. Hay sentido siempre

Y las mochilas son pesadas, el agua es espesa.

Los pañuelos cubren nuestros rostros para evitar la asfixia.

También la mano del oscuro incendia un banco.

También arden en la ciudad los deseos sin cumplir.

Ve: Cómo sobre la acera la sangre se derrama. Ve. Sin resistencia.

Ve el sol prendido de estos sus millares de rieles. Explosionados.

Una estación en el centro del cielo y las conexiones hacia el sur,El este y el oeste.

Rotas.


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Ve a los operadores desencajar sus bujías, sus frenos libres deClorofluorocarbono.

Huyendo.

Su ruta alimenticia, generosa hasta la raíz profunda del planeta.

Completamente perdidos.

La casa ahora es amplia. La cocina es amplia. El sofá.

Pero ¿qué nos une como nación? ¿Ahora que el fuego

Empieza a consumirlo todo. Ahora que los No son Ellos

Nos deshacen?

Ve: sobre la inmensa tábula bermeja, con tus pies más firmes,

Tu nariz, cada brazo es importante.

Ve. Porque no quiso nada para dejar, no quiso abrazarte. No quiso verte

No quería de mí ni un latido. Me sentí en la sombra.

Yo visito. Madrugada. Visitamos. ¿Lo recuerdas?

Y nada queda sobre sus cimientos. Ve: esa columna de humoEs el dragón que arrasa con los sueños.

Es el dragón sin nombre, aquel horror, él ha devastado, él haextinguido.

Pero la misma frase una, otra, tercera y cuarta vez: termina todo.

No estamos solos- Al fin lo dices tú-. Y he aquí lo más importante de la danza.

He aquí el núcleo del poema

Para cuando vuelvas a la ciudad, fortalecido, fortalecida.


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He aquí que tú defenderás esas flores.

Saltarás enormes cuadras, enormes edificios

Y volverás tus ojos a lo hermoso. Tus manos no al bolsillo.

Pero no puedo despertar: este dolor es fuerte.

Esta tormenta.

Ve. Sobre la inmensa sábana de cuerpos, con los pies más firmes.

Mejor sentarse en el parque, fumar, beber; rodearse de las aves

Solitarias. Pero el tiempo -¿Alguien lo ha dicho?-. No regresa.

Como esta parda costura ensortijada, la desazón, un abrazo a prisa:

Lo que queda de un incendio.


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II


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Recognición del espacio


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Y con sus hilachas y con su ropa hecha jirones

Vendrán desde tan lejos a desordenar la muerte .

Carlos Villacorta

Confirmación de domicilio: 28 de julio de los últimos años,en los últimos tiempos.

En conformidad con el declarante, siendo las horas últimas

La misma hora primera.

Y habiendo su propietario dispuesto la cama hacia el oeste;

El respaldar de la cama al sur:

Quede registrado en este oficio, su plena participación,

Su pleno andar.

Sobre ese cielo lo hemos visto una y otra vez.

Sobre esas aguas.

Y sabemos que viene.


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En estas manos aparece.Sabemos que está cerca.

Sabemos de su mirar.

Sabemos de sus palabras, Madre, gratia plena .

De su preciosa contemplación y de su acción.

Pero hoy no será.

Regístrese ahora el tiempo de la muerte.

Regístrese sobre sus frentes esta aciaga sentencia.

Habiéndose todo entredicho y malgastado.

Declaramos como espacio, el suyo, como este espacio

Artificialmente demostrado entre sus cosas

De nada para ustedes. Tus hermanos: ellos ya están fuera

Tus padres permanezcan junto a ti. Pero tu alma lejos.

El silencio enloquece a los que aman sin saber.

Tus hijos – Apenas tú conoces ese hilo, apenas es un canto-.Si en verdad te importaran ¿cómo ahora morirán sin sueños?

Encontróse en la habitación del dicho apartamento

Un número infinito de roedores;

Un número privado y una flor ya sin agua ni raíz.

Y confundido el demandante, una vez altivo, otrasPor el suelo, ha viajado, se ha asentado en la distancia.

Ha buscado otro océano.


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Los que tuvieron que partir porque la tierra les fue hosca.

Los que aún no vuelven por el dolor en sus ojos.

¿Dónde están? ¿Quién por la brillante presencia de otro cieloNos hace recordar nuestra mirada o nuestras ansias?

Un cerco impenetrable hay en la patria:

Muro de alambres, torres de granito.

Noche eterna, te he buscado

Alba de los mundos, mi corazón ¿qué es?

Mi patria duele. Apenas yo nací sentí ese miedo.

Mi patria arde con sirenas y te hurga en los bolsillos.

No se detiene hasta beber tu hígado, tu páncreas, tuintestino.

Mi patria roe el cable de los ajusticiados, el cable de los noculpables

Mi patria bombardea puertos, selvas y ciudades porcemento.

El débil brillo aún le es grato. No la luz del alma, la luz

Del contemplado océano o montaña.

Mi patria aprueba un holocausto y muerde cada rostroDesangrando sus mejillas.

Mi patria cañonea islas, desata al oscuro entre los hombres

Mientras exhibe platos gigantescos en las sobremesastambién oscuras.


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Mi patria agita banderas y se pierde en las columnas

De bancos, iglesias y edificios.

Todo para gracia de los que olvidamos Todo para gracia de los no sentidos.

Aunque mi patria también tiene

Las lágrimas del sol en el cuello de mi madre.

Su corazón precioso atento

A un nuevo sonido, tan antiguo como hermoso:

Música del cosmos para el cosmos;

Música del centro para el viento.

Confirmando usted como garante dice:

En el plazo señalado, cuando todos se hayan ido,

Por la presente se haga ausente todo llanto: También todaesperanzaSe haga ausente.

Por la presente, váyase enterando del naufragio.

Mi patria tiene un sueño inflado, gigantesco

Como gas venenoso en el vientre de una rana.

Como ovillo de metralla y de cal.Como un sudario lento y blanco, tejido en nuestras manos.

Mi patria alguna vez gozó del firmamento.


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En otro tiempo – Dice el viejo-.

Bendito seas, sueño eterno.Bendita tu lumbre azul.

Tu nueva tierra – la hemos esperado-.

Pero este calor del día, este zozobrar de la estación

Nos ha marcado la espalda,

Nos ha infligido el acero y el peso del acero.

Por eso los ojos, siempre los ojos

Por eso esta rabia, este remar en el fango.


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Transformación del diagnóstico.

Angiofluoresceinografía retinal: La periferia es el alma .

Cuando me enteré que debía operarme

No supe qué decir: siempre opero, estoy actuando.

Cuando vi que el centro de mis ojos se cerraba:

Una nube semejante al diluvio encaraba mi corazón.

Entonces me rendí a tu sombra. Estiré mis manos, sacié mi cuerpo

De toda fragancia, de todo encuentro último con lo desconocido.

Cuando supe por la obra y el espejo de los nuevos sacerdotes

Que mi voz también se apagaría como la sal sobre las aguas.

Me di yo mismo otro sermón, me abracé e hice el amor.

Y al duende me entregué, así, ya por completo.

Cuando tomaron los médicos y los agentes de banco

Mi casa por asalto y se llevaron

Las estatuas rojas y las estatuas amarillas,

Yo ya estaba al norte, ya me encontraba en el sur.


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Otra cuenta entonces saqué de mis bolsillos.

Trazos luminosos que aún yo no miraba, tan solo percibía:

La letra tiene un calor, la palabra un destello y un olor.La letra tiene sangre, mas su sombra puede

Elevar jardines y reconstruir los puentes.

La letra estaba ahí en tu cuerpo.

Con devoción me fui acercando a ti.

Con la reverencia con la que Ella había, aquella noche,

Redimido todo ese dolor.

Toda esa pena.

Toda esta soledad.

Toda esa mirada ya sin piel y sin cadenas;

En la habitación junto a sus nombres.

Cuando me dijeron que el cuadro era complejo;

Que la luna nos tenía por encima de mercurio, pero marte

Ahí estaba: usted sin crédito y sin mastercard.

Yo no dudé: de mi abrigo y mis zapatos,

De mi propia piel, he concebido otras esquinas, muchas calles

Y una música exuberante impenetrable al odio

A la muerte,

A la destrucción.

Música por la que el tiempo de la abundancia es el tiempo nuestro;

Música por la que el tiempo de la abundancia es el de ahora.


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Y todo este rumor de los rayos grises y de los rayos x y de losrayos

-Sin origen-.

Ya no me aturde.

He recibido visitas: he conocido el alma de mis seres.

He podido escuchar la luz de Walter y de Alfredo;

La luz de Heri, de Licia y la de Jorge; la luz de Laura y de Patricia:

También la luz de Viky y de Roberto. La luz de Rosario, allá lejos.

He conocido el nombre de los nuevos seres:

Esa otra generación que transforma toda puerta en flor

Los buses en corrientes, los puentes en reservas

De energía. Y las calles, cómo no,

En hilos invencibles para andar.

Por eso me he encontrado con la luz de Alberto y de Milagros,

La luz de Percy, de Lenin y de Marco.

La luz de Carmen y la luz de Estefany.

También la luz de Telmo y de Gustavo.

Por eso en esta sala -al entrar- me siento, muy alegremente,

Con la luz de Ángel y de Eduardo, la luz de Jano que me dicen: laluz es esta

Y esa es también la otra luz.


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Mientras, Franco danza alrededor de ella, Rolando la contempla.

Y yo camino pleno entre sus rostros: Malú, Javier, Luciana.

La luz es siempre luz entre las almas.¿Verdad Melissa? Lo dices también entre tus versos.

Ahora están Omar, Elmer y Ruth; la luz de Lourdes y David.

La luz de Esther y de Marlene.

Ahora están Rocío y Carlos, enlazados; y una luz inmensa de Tadeo.

Con arena juego, con tus manos no hay más frío.

Una luz de cosmos en Rodrigo.

Su música exquisita, su voz de hijo: amigo.

Está la luz de Guido, la de Nancy, la luz de Jaime aquí está.

La luz de Luis.

¿Quise al fin llegar a verte sin una rama dorada entre los dedos

O me han traído y solo es otro sueño de aquellos que echan flor,Nos cierne pétalos y agua, calma heridas, eleva el corazón?

amo la luz y sus orígenes, sus sendas y sus ojos

amo la luz del rostro, incógnita del tiempo, la luz de todo

amo la luz del fuego que nos tiene alrededor del madero

la luz en tu nombre y la luz con Sus nombres

amo la luz de tu profunda raíz, y tu cabello ascendido

amo la luz del poema cuando el poema es también la luz


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Y, finalmente, llego a ti.

¿y todo esto mágicamente bordado para hablarte, para en tu costado sentir tumano sol, tu mano estrella y rumbo al centro de toda la galaxia?

Y ahora sin agentes, ni médicos ni polizei

Puedo a ti acercarme, madre. A ti, mi fuente, a ti, mi todo reino.

A ti puedo volver, junto a tus pies: sentir la espuma jugando enesta orilla.

Y está mi hermana. ¿También eres tú quien le acompaña?No hay pensamiento, solo respiro, vivo: el horizonte está en susojos.


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Primera notificación: Una hoja sobre el oscuro escritorio

Tal vez muy pronto hablar.

Era el año 86. Nuestros hijos no cercanos.

Cuando entraron a la casa todo estaba roto;

Nuestros brazos pesados, nuestros cuellos sin mover.

Ellos prodigaron muerte. Aún vemos la sangre. Está corriendo.

Y si un fusil tuviéramos, ya sacáramos todo: fuego, astillas

De sus cuerpos. Pero nada había sino ese trago de alacrán

Esa ponzoña del silo y todos los clavos en las frentes

Los aceros, las cuerdas: no podemos decir más:

El alma es corta y la voz no alcanza para ese abismo que nostrague.

Y fue en todas nuestras casas -las quemaron- nos ataronDe manos y de pies.

No vimos más, no pudimos gritar más: la tierra es el infierno.

Parece un sueño, te lo estamos diciendo – lo narramos-.


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Parece estar el cielo ya muy lejos. Nuestros cuerpos quietos yquebrados.

No tendremos más descanso.

Y nos soñamos con las heces boca arriba.

Soñamos sobre el desierto, fuimos más corpulentos que un oso.

Más heridos y mutilados, más revueltos entre el fiambre y las hojas

De esta no ciudad, de este no consuelo.

Parece un sueño, te lo contamos – te lo estamos diciendo-.


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paralelos son tus pensamientos:

dominios de la vigilia / dominios del sueño.

Manuel Fernández

Apunte para el diario del suicida.

No lo hagas aún. El fuego no es de este mundo. Sí el amor.

Soñamos contigo ¿Eso lo entiendes?

Soñamos tus pasos ¿Eso lo ves?

Eran las 5am y vino entonces aquel tiempo.

Especifica en el poema la fecha, el día, la estación.

Tan cerca tú a mi rostro

No hay un lado ajeno/tan solo hay lados.

Y no te ibas


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Nunca de mi brazo o de mis manos.

Como en aquella primavera:

18 de enero del 98.

A nosotros nos importan las fechas, el estado de la luna.

Si alguna vez diste tu nombre a alguna sombra.

Si alguna vez pasaste cerca de la tuya propia.

A decir verdad, sí bebo. – ¿Estás seguro?-. Me volví un estruendo.

Ambos ya sentados.

Un poema, hasta ahora, no se teje en las palabras.

Di mejor:

Las nubes nos cubrían.

Para esta nostalgia mejor descartar los pasos previos.

Tú piensas y no sientes.

Nosotros la vemos tiritando en el centro de esa pista y ladanza.

Aún la veo bailando

Con raíces en la tierra, ramas frescas:

Nuestro acabado sueño.

Un poema es un artefacto del futuro. Ahora podemosdecirlo.


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Una construcción de sonidos, una antena para el fulgor.

Nosotros no permitimos la irrupción del silencio.

Nosotros somos el silencio.

En este momento ya es mejor la confesión/ nadie lo sabe/nadie lo espera.

Pleno de voces, me acaricias bajo el agua

Que alimenta cada bosque.

Y nada ahora me impide:

Sometimes i feel like i see you falling .

Pero la canción – Recuerda-.

Tiene sus misterios.

Volver mi rostro al tuyo.

Ella sigue danzando.

¿Esperarás al final del baile? Así también se muere – ¿Sabes?-.

Cuando al fin lo comprendasContemplarás nuestro nombre.

Cuando al fin nos encuentres

Cantarás con nosotros.


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Nadie se ahuyentaba.

Nadie nos hería. El viento.

¿Cómo estás siempre en mi mente? No comprendo.

¿Cómo siento? ¿Cómo escribo?

Paseaba altivo en tu cintura.

Criatura de las flores y los ventanales

La vida me es hoy triste. Ya no hay ruina

Ni tiempo que nos llame. Todo pereció y fue olvidado.

También esta canción besa tu cuerpo.

Y está la piel, toda mi sangre.

Hoy te has ido, nuevamente.

Nosotros nos encontramos en el fuego.

Nosotros no dudamos. Nosotros somos tú.

Nosotros acariciamos cada día con una preciosa intención.

Nosotros somos el fuego del corazón.

Nosotros somos la ciudad que buscas.

Nosotros somos el tiempo: presencia de tu sueño.

Nosotros no tememos, no concebimos a la muerte.

Nosotros somos la danza y el núcleo poderoso de la danza.

Nosotros somos el pulso y el origen del pulso.


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Uno solo de todos tus cabellos – dice el bolero-. Lo dicefríamente/

Tuyo y así olerlo.

Pero ya no hay aire, solo nos sentamos. La luna al este.

No hay orillas. Estoy yo, en este mar, completo, tenue, abierto.

El momento es justo: si una mirada te diera simplemente.

Sin tus manos ni tu cuerpo ni tu voz.

Ni ese tu rostro bajo el firmamento.

¿Quién me sigue sino un nombre o es la sombra

De este pensamiento que nos toca?

Eso apenas, ni un instante somos.

El mar primero, dicen, fue:El mar de antes de nosotros.

Nosotros soñamos el tiempo.

Nosotros liberamos el cuerpo.

Cuando al fin lo comprendas

Contemplarás nuestro nombre.Cuando al fin nos encuentres

Cantarás con nosotros.


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III


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Ciudad danzante


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And Ti Koen heard cries from the forrest

whence came the bull tanks

came great cars built like ships fifteen feet high

by a hundred, three deckers.

Ezra Pound

Sintonización del encuentro: tu corazón se abre en la ciudad

Poema para el principio.

Poema para el solsticio.

Poema para cantarlo,

Ahora, frente a ustedes.

Entre los otros he mirado:

Sobre una hoja de metal, ácida, un blues

De los que no más ven.

Sobre el mar me has encontrado.

Precioso aquel ejercito:


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Solo baña sus cenizas con la niebla.

Preciosa tu cabellera y la flecha coronandoEsa cabeza, ese rostro: sus delgadas piernas;

El todo cuerpo tuyo, el todo cuerpo

Entre estos cuerpos.

Precioso el aire enrarecido de la penumbra en la ciudad.

Lima hoy se levanta

Más lejos del rugir de sus leones;

Más estruendosa y atávica.

Mucho más cruel.

Lo repites:

Mucho más cruel.

Lima hoy nos encuentra al pie de todos los mensajes.

Lima hoy te ha abandonado a tu suerte,

Con esa cuenta de llanto, con ese dolor

Que escudriña cráneo, axila e ingle.

Lima hoy te deja a ti aturdido, a todos

Un poco más entre la niebla que hace tanto

Cuando sus edificios explosionaban y sus grandes ventanales

Se hicieron añicos en la carne de sus hijos.

Lima hoy nos levanta sobre estas tumbas abiertas


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El lamento de sus locos, el olvido de sus taxistas y mendigos.

Cruza la calle, apenas ese fuego devore tu frente:Cruza la calle, si la punzada sobre tu pecho es ardua.

Cruza el puente, el río, el amarillo muro.

Contienes nuestras sombras, Lima de los cristales.

Y el suplicio también es belleza, tu paso aligerado.

Y el suplicio también es la cuerda en esta sucia habitación.

Y es el grito, el no abrazo, el no llamarnos nunca.

Y es el horrendo y el funesto aguamiel de los comerciantes

Atiborrados como leños-barro para las hojas -solo esteras-.

También es cumbre y hospital y guerra, ocupación, desangre.

También fue un tiempo donde excavamos.

También nos condujeron juntos a la muerte.

Aún escucho a mi madre viva, clamando tras el incendio

Pero tú, ciudad del sin nombre, tú, ciudad del sin amor.

Tú, todo lo olvidas bajo la arena y la cal donde entierras a tus hijos.

Bajo la arena y el agua, tú, ciudad del sin aullido.

Aún escasa eres de las altas piedras que anhelan el océano

De los sollozos y de los quejidos; de las grandes maldiciones

Que han abierto un hoyo fúnebre sobre el techo gris de tu jardín.


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Otrora ese paso, elevado, otrora esa escalera descendiendo de este,El Apu, no más oscuro.

En otra edad nosotros fuimos aquella arena.

En otra edad, nuestras canciones aún no oídas.

Nuestras canciones sin perder, nuestra música por descubrir.

Tú, ciudad del no latir; ciudad con sus mesas escapando,

A toda máquina, por sus aeródromos ilegales;

Sus grandes cascabeles, sus grandes lupanares y montañas

De abyección y de locura de la basura humana.

También del fuego, la ilusión; el goce con los astros.

Las estrellas parecen hoy más quietas:

El círculo naranja que da luz a nuestra sangre

Es el camino hacia tus ojos, hacia tu piel y tus manos.Ese círculo celeste es el espacio para el encuentro,

Donde nuestros cuerpos danzan transformando toda herida.

Ese círculo blanco nos salva de la muerte.


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Danza para tus pies, tu corazón y tu centro:

Las calles son el cuerpo.

Todo tiene un ritmo propio. El ritmo de las letras

Que se ocultan: Las otras tierras, los semblantes a la luz del sol.

Entre la puerta y el arco, sobre el tablón de la mesa,

Hay un espejo perfecto donde aparece la ciudad.

Por él estudiamos a los místicos y bebemos

Con la esperanza de penetrar en sus senderos.

Pero a ciencia cierta, mientras la casa se incendia,

Y el puente ya quebrado no deja más de atarte,

Vamos pensando el retorno; vamos buscando saber.

Y entonces preguntamos de dónde vienen.

Y comprendemos. Pero este destello es enorme, esta furia

Que toma a la ciudad del cuello, a los hombres ambulantes delcuello,


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A los estudiantes del cuello, a las señoras de los supermarkets delcuello,

A los seres que aún no hunden su frente en la codicia;

Esta furia no es invencible. El hilo del andar sí lo es.

El hilo de la danza.

Y el camino donde sonríes:

Y aun así, Madre de los encuentros,

Despliega aquel fuego sobre la calle que escucha.

Madre de los encuentros, llévate el mal de estos balcones,

El mal de los sin rostro, de los no vamos a la luz .

Aun así, tras el espejo, volteándose por completo,

Habita la sombra del hermano vuelto lumbre:

Su corazón redimido por la caricia del poema,Su corazón a flor de piel por el ritmo del abrazo, la cadencia delamor.

Su nombre puro es una esfera

Donde no hay disparos ni soldados; donde no se muere

Nunca más de hambre o de tristeza.

En esa esfera, un punto brillante, aunque también oscuro

Y diminuto; un punto para no olvidar todos los orígenes del fuego.

Un punto de inescrutable silencio: quieto y absoluto


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Como el beso de un dios.

Su corazón es en verdad un puente, amplísimo horizonteQue nos recuerda el canto:

El deseo por ser libre que atraviesa a los mundos.

El deseo que mueve sombras y constelaciones.

El deseo del corazón estremeciendo los más antiguos sepulcros.

Rasgando los templos y las fortalezas;

Derrumbando imperios y cosechando estrellas en el tiempo libre

Y precioso de los desempleados y los muchachos sin éxito.

En el tiempo contemplativo cuando no rigen sobre ti

El peso de las carreras o la currícula de los comerciantes de lainformación.

Ese tiempo justo y necesario donde se puede amar y andar

Por la ciudad, mirar los parques, dejarse internar por el sonido.Ese tiempo justo y necesario para el nacimiento de nuestrossentidos

Para el florecer de nuestras visiones.

La savia de ese tiempo

No se halla en tus ojos. No se extingue bajo el momento.

No cruza las líneas ni las perpendiculares.No elude las letras pequeñas de los contratos cielos-tierra.

De los centro comerciales estelares,

De las duchas para recién nacidos;


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El suave olor de la manzanilla ha encendido su espíritu.

La sombra del hermano danza.La sombra de la hermana danza.

La sombra de los perdidos danza.

La sombra de los caídos danza.

Y nosotros

A la danza nos unimos.

Borde, arena, cuencos: luna extendida, convertida en madrigal:

La constancia de unos pies.

Danza.

Entonces llega el tren. El pueblo, el hierro entre tus huesos,

Vuelven finalmente al sueño; y tus lágrimas oscuras

Tu no tristeza, ni tu no rencor, vuelven al silencio.

Poderoso rey, lamentas sobre estos cuerpos el tiempo perdido

Poderoso río, has abierto un abismo y toda la ciudad ha despertado

¡Temblor! ¡Temblor! ¡Temblor!

Vuelve del olvido, de la calle vuelve.

Noche sobre tus ojos, traspasando los cristales.

Noche sobre esa arena y los niños y los ancianos moribundos.

Noche sobre las piedras secas de Marte y los anillos de Saturno.


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Noche sobre este tiempo y la distancia.

Noche con velocidad o sin fuego.

Noche para los que exhalan este último aliento.¡Temblor! !Temblor! ¡Temblor!

Reunidos en el cerco de la palabra

Completamente concentrados, nos estamos moviendo.

El edificio está por arrancarse de la tierra- ya lo quisieras-

Y no permites otro tiempo más. Las palabras son poderosas.

¿No lo crees? Aunque no lo hayas dicho, supiste atesorarlas.

Y desde tu nombre, tu lugar, tu estirpe, has buscado

Alentar siempre el sonido.

No obstante no hay palabras

Lo que existe es fuego invisible como el viento

Columnas de realidad preparando el recuerdo.

Ya no ejércitos ni bombas vulnerando las calles,

Ya no ejércitos ni balas conquistando este mundo:

Danza sobre las hojas no perdidas

Danza junto a la puerta resplandeciente por el sol.

Proyecta tu cuerpo hacia sus ventanales. Permite a la luztransformar.Permite al rayo transmutar:

Nuestros ocultos deseos, nuestras pesadas pieles.


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Permite el canto de los que no han cantado.Permite el silencio de los que hablaron demasiado.

El hermano antiguo lleva a su hijo de la mano.

Lo lleva grácilmente por las azucenas de la ciudad

Jazmines alrededor exhalan su fragancia.

El sol es todo un libro, abierto a la delicia de ojos fuertes,

De ojos cual montaña equilibrada entre dos mares.

Mientras los más sabios van narrando

Que el mundo todo es tiempo,

Aquél ya va dejando la piedra de su aflicción.

Nosotros nos sentimos listos: nos declaramos fuego.

Nosotros sí estaremos presentes cuando aparezca la luz.


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Una ciudad del poema: urdimbres del libro

Los acontecimientos que inspiraron este libro se dieron entre elperiodo del 98 al 2002, en plena dictadura fujimorista y en el tránsito

de nuestra lucha para retornar a la democracia. No obstantedeviniera de aquellos años un desigual crecimiento económico y undeterioro de nuestra sociedad en su anhelo de paz y de sanaconvivencia, creo que experimentamos el momento de una posibleexplosión poética como no lo hemos visto antes. Preparemosnuestros espíritus para ello.

A modo de concebir lo que es la intención de mi trabajo escriboestos apuntes: notas para una evocación que algún día, ojalá,palpitarán en los muros, ya oblicuos, ya sin nieblas, de la ciudadcreativa; de la ciudad alcanzando la contemplación del instante. Meinteresa poetizar el núcleo de una visión, como estructura de vidaque ofrece la vida, como resonancia de un mundo ya posible ennuestras manos. Me refiero, obviamente, a una profundatransformación de nuestra experiencia humana en la urbe. No másansia de muerte, no más pulsión de dolor. Reconstruir el sueño en

su vasta e inconmensurable potencia: seres, como somos, que sesaben de lo invisible, que configuran esta tierra, con sus ciertos ysubterráneos deseos. De ahí que en realidad el proyecto de la Seriede las ciudades culmine en una expresión multi-gestual-medial . Poesía,performance, instalación: soñar la ciudad que nos permita lacreación, que impulse nuestro devenir lúdico, generoso, conscientes


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de nuestro sentido cósmico. Las fuerzas que han sembrado hambre,muerte, enfermedad, hastío en esta milagrosa y excepcionalexistencia provienen de una esfera ya atisbada de nuestra mente.

Salgamos de esa esfera, forma que por su perfección ha concebidoholocaustos inenarrables, y volquemos nuestros ojos y toda nuestrapiel y los ojos de la piel, como ansía Pallasmaa, a una convivenciasosegada, receptiva con este planeta. En realidad creo que ser artista,en la actualidad, es impensable sin la necesaria y contundentereflexión ante la crisis, ante el fin de lo humano, como denominabaEielson a este periodo de barbarie tecnológica. Comparto lapreocupación de Virilio, ese amanecer crepuscular se nos ofrece ya ensu perfil más cercano.El sentido de mi trabajo es amplificar las estructuras – entre ellas lalineal- con las que hemos sido condicionados para percibir laexistencia. Esta estructura no es desechable: ¿quién podría asumirtal agenda? Sin embargo necesita, como en la música, la presenciamúltiple de ritmos, matices, tonalidades y contrapuntos. En laexpresión de estos artefactos visuales en este libro insertos, vemos

la construcción de elementos que ora parecen aves, oran notasmusicales o algún tipo de notación que podría aludir a unafrecuencia, a un destello.

Este libro nace de una necesidad de configurar desde el medio-gestode la palabra el sueño de la danza como fundamento de otro estaraquí.

Este libro fue escrito entre los meses de junio y mediados de agostodel 2015. Lo hice indignado ante la circunstancias de mi país, los

sucesivos despropósitos que venimos soportando desde laintervención de la codicia en nuestra cultura. Occidente puedeparecernos el otro nombre para la usura, pero no estimo a occidentecomo la madre del caos ni de la muerte, aunque la prolongadainsistencia de sus más acérrimos verdugos le dan ese fatal aspecto.


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Sin embargo creo en la integración de una perspectiva occidental-oriental que se nutra del pensamiento latinoamericano, de nuestrascosmovisiones.

De mi estancia en Alemania llegó a mí la Oda a Berlín dondeexperimentaba en el poema el choque de las fuerzas internas de lapsiquis. La luz y la oscuridad mutaban en versos que cantaban lanostalgia, pero también el futuro: este libro que está en sus manostiene también aquellos ecos.

Un libro puede ser un mundo, en todo caso, en él se hallan lascuerdas con las que nuestros pensamientos-almas-piel buscarán dar

forma a la materia de nuestros sueños.Que sea una forma hermosa.

Que sea una forma de amor.

Lima, febrero del 2016


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Mi nombre es Florentino Díaz. Estudié literatura, fui parte de Inmanencia , medediqué a escribir Transmutación de la ciudad y el alba de los cuerpos luminosos , un libro

de poesía que me llevó a la medicina tradicional oriental, en cuyo estudio me

sumergí durante los siguientes seis años. También publiqué Evocaciones del Agua ,La revolución de los peces y mi libro-performance-instalación 28:versión1.0. Este

último lo recibí en un sueño. Ahora pinto, trazo en pequeños Skisses conjeturas,palabras, líneas que me muestran las conexiones entre poesía, pintura y mística.

Creo en lo poético y en su deslumbrante belleza, creo en el viaje y en elmisterioso amor de la vida.

Danza para las calles que tiemblan Florentino Díaz

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