Cuento de castellano

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Los Morales vs Palacio Había una vez en el barrio Porrolo vivían dos familias que por circunstancias que desconocemos, no se llevaban bien, tenían muchas diferencias por su falta de educación, todo el tiempos paliaban se las pasaban agarrados de los pelos y cada que se veían parecían burros y toros por la rabia porque no controlaban su ira. La familia moreno eran los pobres, los muertos de hambre, los que se rebuscaban para el arroz con huevo, el pan con agua de panela, el arroz con guineo maduro o simplemente pa el agua. Los morenos estaban conformados por el viejo Pancho y su muje Carmela alias “Carmelita” tenían tres machos y una hembra. Pancho camellaba como burro vendiendo cocadas, en un choza del mercado, sus ratos libres vendía pescado porque era en lo único que podía dedicar ya que era tan bruto pero tan bruto que iba a la escuela sin libros. Sus hijos tenían buena presencia a pesar que pasaban mucha hambre, tenían los ojos negros que la brillaban como una taza de café, en ellos reflejaban la alegría que los distinguían, le gustaba parrandear y bailaban como mucho sabor, su pelo era rizado con ondas bien definidas. Lo que más envidiaban de estos pelaos eran los cuerpazos que tenían esto era señal que se alimentaban bien La señora carmelita se preocupaba mucho por su familia, le gustaba mantener su casita bien arreglada a pesar de que no tenían muchos adornos ni chismes ya que vivían en una pobreza inmunda. Ella con su hija eran las que hacían las cocadas para que el cucho las vendiera en el mercado. Carmelita las hacía con mucho amor porque decía que este era el mejor ingrediente para que quedaran exquisitas. Pero no siempre a Pancho le iba bien porque algunas veces no vendía es decir le iba re-mal. Cuando esto sucedía él le decía a sus hijos que fueran a pelarse la cara pa ver si conseguían pa la comelona, algunas veces no ponían problema porque tenían animo pero cuando estaban con flojera se emputaban y le armaban una novela porque decían que eso era boleta y después lo veían las hembritas vendiendo cocadas.

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Los Morales vs Palacio

Había una vez en el barrio Porrolo vivían dos familias que por circunstancias que desconocemos, no se llevaban bien, tenían muchas diferencias por su falta de educación, todo el tiempos paliaban se las pasaban agarrados de los pelos y cada que se veían parecían burros y toros por la rabia porque no controlaban su ira.

La familia moreno eran los pobres, los muertos de hambre, los que se rebuscaban para el arroz con huevo, el pan con agua de panela, el arroz con guineo maduro o simplemente pa el agua. Los morenos estaban conformados por el viejo Pancho y su muje Carmela alias “Carmelita” tenían tres machos y una hembra. Pancho camellaba como burro vendiendo cocadas, en un choza del mercado, sus ratos libres vendía pescado porque era en lo único que podía dedicar ya que era tan bruto pero tan bruto que iba a la escuela sin libros.

Sus hijos tenían buena presencia a pesar que pasaban mucha hambre, tenían los ojos negros que la brillaban como una taza de café, en ellos reflejaban la alegría que los distinguían, le gustaba parrandear y bailaban como mucho sabor, su pelo era rizado con ondas bien definidas. Lo que más envidiaban de estos pelaos eran los cuerpazos que tenían esto era señal que se alimentaban bien

La señora carmelita se preocupaba mucho por su familia, le gustaba mantener su casita bien arreglada a pesar de que no tenían muchos adornos ni chismes ya que vivían en una pobreza inmunda. Ella con su hija eran las que hacían las cocadas para que el cucho las vendiera en el mercado. Carmelita las hacía con mucho amor porque decía que este era el mejor ingrediente para que quedaran exquisitas. Pero no siempre a Pancho le iba bien porque algunas veces no vendía es decir le iba re-mal. Cuando esto sucedía él le decía a sus hijos que fueran a pelarse la cara pa ver si conseguían pa la comelona, algunas veces no ponían problema porque tenían animo pero cuando estaban con flojera se emputaban y le armaban una novela porque decían que eso era boleta y después lo veían las hembritas vendiendo cocadas. Al final el cucho se les decía azarado que si no iban a verdearlas tenían que aguantar hambre y les daba un cocotazo.

En fin cuando estos chicos iban a ofrecer las cocaditas siempre vendían bastante porque ellos eran muy curramberos y en el momento que se acercaban a la gente le robaban una sonrisa convencedora.

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En cuanto a la familia Palacio la integraban dos varones y tres hembras. Vivian en una casonata… no mejor dicho en una casotaaaaa bien bacana la cual tenía muchos cuartos, un patio y un jardín muy chévere.

Ellos solo vivian con el papa porque la mama estiro la pata cuando eran unos culicagados. El cucho Rigoberto eres muy creído se las quería picar más que el papa del chavo ¡ñerda el chavo no tenia papa! Jajajajaja. Don Rigo le tenia asco a las personas afrocolombianas –él decía que no merecían respeto porque eran unos corronchos y tenían malas mañas ósea les gustaba coger lo ajeno.

Pero desafortunada mente Dios le dio unas hijas hermosas que parecían un bollo bien envuelto empacadito pa comer. Digo que es desafortunado porque él era muy celoso con su hija parcia un perro en celos. El no dejaba salir a las chicas ni para asomarse a la puerta ya que a él daba miedo que ellas se enamorar y quedaran preñadas de cual quiere pelao del barrio.

Socorro y Petrona eran muy elegantes, median 1.80 cm parecían reinas de belleza, tenían los ojos de color azul como el mar, el cabello era tan pero tan largo que se hacían unas trenzas como rapumcel. Estas dos peladas atraían a todos los de la cuadra, tu sabes eran lindas. Todo los domingo asistían a un grupo juvenil de la iglesia. Eran muy envidiadas por el combo de las feas porque tenían una belleza admirable y cada vez que ellas iban las feas le trataban de hacerle maldades pero estas siempre salían ganadoras no se la dejaban montar del combo. Además de esto todos los chicos las defendían de las víboras que siempre le querían hacer la vida cuadrito en el grupo juvenil.

Estos bollitos eran la sensación cada domingo porque los chicos, entre esos los Morales aprovechaban para verlas y chimosiarlas de pies a cabeza ya que Don Rigoberto no las dejaba salir por allí. Caliche Morales era el más enamorado y el más lanzado. cada vez que tenia oportunidad de cruzar palabras con Socorrito lo hacía; este estaba tragado de ella, cada vez que la veía parcia un pendejo botando baba.

Carlichito no sabía cómo hacerle caer en cuenta a Socorro de que él estaba full enamorado y lo que siempre hacia era llevarle cocadas, caballitos, alegría para que ella se las comiera.

Un día Martin entro al cuarto de Caliche y se dio cuenta que el hermano estaba hecho el pendejo llevándole cocadas a la pela porque vio una tarjeta que le estaba haciendo que decía lo tragado que estaba de ella. Caliche se emputo al ver que su

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hermano entro a al cuarto sin permiso y le dijo - hey respetar mis sentimientos deja de ser tan sapo porque te puedo levantar a puño como sigas de metido. Esa vaina a ti no te importa lárgate de acá y suerte contigo me vale huevo si le dices a mi papa.

Martin quedo vaciado después de que el hermano le dijo todo eso y pensó en sapiarlo con el chucho Pancho.

Pasaron los días… Caliche estaba feliz como una lombriz esperando que fuera domingo para entregarle la carta a su hembrita. Pasaban los días y los hermanos Morenos pasaban tirándose pullas, sátiras etc. Carmelita se dio cuenta que no se hablaban y les

Dijo- aja cual es la vaina de ustedes dos, porque carajo andan paliando parecen enemigos y son hijos de un mis papa y una misma mama dejen la huevo nada no busque que los levante a palo. Me hacen el favor de decirme cual es el cuento de ustedes dos.

Martin enseguida salió corriendo para decirle lo que estaba pasando entre Caliche y Socorro Carmelita se quedo boquiabierta le dijo que te pasa como se te ocurre meterte con esa pela sabiendo que el viejo Dagoberto nos tiene rabia, no nos puede ver porque nos quiere matar con la mirada a ver hijo raciona deja de ser tan bobo esa nunca te va a parábola no ves que ellos son muy sofisticados.

Caliche le grito a la mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor cálmate el estúpido ese no sabe ni que es lo que está diciendo no le prestes atención mamita lo que pasa es que el no acepta que esta envidio porque Socorrito me puede dar la papaya se puede enamorar de mi jajajajajaaja y ningunas de las demás hermanas de ella les gusta el.

-entonces mijito dime que es lo que está pasando.

-mami por ahora no está pasando nada yo solo hablo con ella todos los domingos en el grupo juvenil de la iglesia pero nada mas.

-aja y que me dices de la dichosa carta esa.

- mama yo solo le estaba expresando lo mucho que la quiero pero llego el sapo ese y no me la dejo terminar.

-mmmmm entiendo hijo mio. Pero te aconsejo que te andes con cuidadito porque no quiero que te pase nada malo mira que si se entera el viejo Rigoberto te puede llegar hasta a marta y yo no quiero que se forme una pelea entre él y tu

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papa ojo mira que tu papa es muy sollado tu sabes muy bien que al no le pueden dar papaya porque la parte.

-aaaa bueno a ma´ yo no me voy a dejar pillar.

A Martin le dio ira porque él quería que Carmela le pegara a Caliche. Estaba ardido porque no lo regañaron ni nada y pensó. Aaaa si con que no se va a dejar pillar pues ahora lo voy a decir a Don Rigoberto.

Por fin era domingo. Caliche estaba más feliz que de costumbre se puso la mejor pinta que tenia, se hecho la supuesta colonia que tenía más agua que fragancia, le dijo a la mama que lo peinara y cuando termino de cambiarse se fue corronchito para ir a verse con Socorrito.

A Carmela se le hizo raro que Martin no se haya levantado parra ir a la iglesia por eso se dirigió a al cuarto para levantarlo. Lo llamo como tres ves mijo, mijo , mijito no vas a ir mira que ya es tarde al ver que no se movía ni nada se acerco y se dio cuenta que el carajito no estaba había puesto un poco de almohada para que no se dieran cuenta que el ya se había ido para la calle.

Anda ahora para donde abra cogido ese pelao hay él si me vacila a mi este es el que me va a sacar canas verdes a mi Dios mío que no cometa una locura otra vez.

En la iglesia estaban las tres hermanas Palacios dispuestas a comenzar hacer las actividades. Socorro vio de lejos a Caliche corriendo como un loco y se echo a reír, Petrona le dijo – de que te ríes. Ella señalo por donde venia Caliche y las dos se murieron de la risa y exclamaron

_ Anda ahora que tendrá este parece un chivito viene todo sudado y con los pelos parados. Jajajajajaa

Caliche le dio tanta pena porque se dio cuenta que ellas lo estaban mirando y decidió sentarse lejos para no darle explicaciones.

Cuando se acabo la charla del padre Rodolfo Londoño Socorro se acerco a él y le dijo

_ que te paso porque venias corriendo mira como estas pareces un loquito.

Cuando el escucho esas palabras le partió el corazón y le contesto.

_ Lo que pasa es que estoy tragado de ti y me quería sacar esta espinita que tengo desde hace meses mira te regalo esta carta y la cocada ojala y la leas. Pero te aconsejo algo no me

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rompas el corazón diciéndome esas cosas porque tú no sabes el sacrificio que hice y todos los problemas que tuve para poder estas hoy aquí dándote esto.

Socorro se sintió como un zapato y decidió hablar con él.

En el momento que ellos echaban su parla apareció Martin con Don Rigoberto. Cuando se dieron cuenta se querían morir y Socorro se puso de todos los colores.

_ hey que le pasa a tu hermano porque trajo a mi papa.

_ Socorrito eso mismo quiero saber yo pero deja lo voy a joder pa que respete no se qué es lo que le pasa al culicagado ese vas a ver esta me las va a pagar como sea.

Martin grito señor Rigoberto mírelos vio que es verdad todo lo que yo le dije y usted no me quería crees pensó que lo estaba vacilando.

Rigoberto se el salió la piedra y cogió por el pelo a Socorro y le dijo

_ a ti que te pasa pendeja yo cuantas veces te dije que no

metieras con ese estúpido ahora te la vas a ver conmigo.

Cuando Caliche vio esto le alzo la mano a Don Rigoberto para pegarle Socorro lo miro y le hizo señas que no lo hiciera porque podía ocurrir una desgracia.

Rigoberto llamo a Petrona y le dijo vámonos pa la casa alcahueta no me dijiste la locura que estaba cometiendo tu querida herma ahora tu vas a saber quién soy yo por taparle todo a ella.

Cuando se llevo a las pelas Carliche le dijo a Martin ahora si te la vas a ver conmigo sapo inmundo. Salió corriendo detrás del hermano para joderlo.

Llegaron a la casa como un demonio pero se encontraron con la sorpresa que Pancho lo estaba esperando a los dos para pegarle una limpia a los dos porque Carmela ya le había dicho lo que estaba pasando. A uno por andar de metido y al otro por meterse con una pela que nunca le va a prestar atención.

Estos se quedaron mudos cuando vieron al papa. No se imaginaron que el ya sabía todo.

Los dos estaban cagados porque sabían que cuando Pancho se ponía así le podía hacer hasta un daño. Por eso se arrodillaron los dos para pedirle disculpa que no lo iban hacer más. Pero esto le entro y le salió por un oído a don Pancho

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porque los dejo marcados por toda la vida les pego como nunca lo habían hecho y les dijo

_ eso es pa que me respeten yo matándome camellando para que mis hijos me salgan faltones eso no se vale pendejos eso es lo que son ustedes un par de pendejos no se dan cuenta que el viejo eso nos tiene rabia por el siempre hecho de ser pobretones aaaaa miren miren lo que hiciero ahora yo con que cara salgo a la calle aaaaa me dejaron como un zapato delante de todo el barrio.

En la casa de los Palacios se formo la misma pelotera pero Socorro le dijo a Rigoberto que ella ya estaba cansada de eso que nunca las dejaba salir le dijo que las tenia como en una prisión pero hoy se va a cavar eso yo prefiero largarme de acá yo no tengo nada en contra los morales ellos son igual que nosotros y tienen los mismos derechos no sé por qué razón te empeñas en hacerle la vida imposibles.

Cuando escucho esas palabras Don Rigoberto le dijo asi me vas a pagar Socorro Palacio que es lo que te pasa de que tienes los ojos tapados no te das cuenta que si te vas para donde ellos vas a pasar filo aaaa.

Papa pues lo pasare pero el amor que siento por Caliche puede mas que todo y desde ahora recojo mis motetes y me largo de aca.

Petrona tu veras si te quedas con este loco que lo único que quiere es dejarnos encerradas y explotarnos como si fuéramos sus sirvientas.

Petrona le dijo tranquila hermanita yo también me di cuenta de eso acepto ir me contigo pa la casa de lo Morales seguro ellos nos van a recibir con mucho amor porque pueden ser pobres pero tienen lo que a nosotras nos falta que es el amor paterna.

Rigoberto se sintió más solo que nunca se quería morir pero se hizo el fuerte y le abrió la puerta para que sus hijas se fueran.

Cuando las dos chicas llegaron le explicaron todo a Pancho y el las acepto les dijo que lo disculparan por las veces que palio con Rigoberto. Ellas le dijeron que no se preocupara que él no tiene corazón y se las quiere creer mas que todo el mundo.

Pasaron los días y Rigoberto decidió ir a la casa de los Morales para decirle que el le podía dar trabajo a Caliche y a Martin con tal de que sus hijas lo perdonaran. Cuando él le

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pido eso a los pelaos sus hijas se sintieron feliz porque por primera vez reconocía sus errores.

Con el pasar de los tiempos los Morales se volvieron famosos porque hicieron su propia tienda y vendían las cocadas más deliciosas del mundo, tenían más plata que Don Rigoberto y cumplieron su sueño que era casarse con las Palacio, tuvieron dos peladitos el de Socorro con Caliche eran negritos y el de Martin con Petrona uno era blaquito y otro negrito.

Corín… colorado esta novela se acabo.