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SEMANA SANTA 2018

ViaCrucis

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Pastoral Duoc UC 03

PresentacionEn el Vía Crucis recorremos espiritualmente el camino que hizo Jesús hasta el monte Calvario mientras cargaba la Cruz. Este camino que no es fácil, que implica entregarlo todo.

Sin embargo, este es el trayecto que nos lleva a la vida, a la vida de verdad. Está lleno de amor, fidelidad, solidaridad y es donde Dios revela su amor al hombre, manifestando su relevancia.

Con motivo de la visita del Santo Padre el Papa Francisco a nuestro país en enero recién pasado, los invitamos a recorrer este sendero de esperanza, basándonos en el Vía Crucis presididos por él a lo largo de su pontificado. En este camino, esperamos que puedan experimentar el amor del Padre que nos entrega a su Hijo en la cruz, y nos recuerda que no andaremos solos, sino acompañados por Él hoy y siempre.

Que la Virgen María nos ayude a contemplar la Pasión de su hijo, y nos guíe para que dé fruto en nuestras vidas y podamos seguir creciendo en el amor que Dios Padre nos ofrece.

Juan Carlos Nieto F.Director de Pastoral y Cultura Cristiana

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Animador: El Viernes Santo, es el día en que el amor del Padre, que quiere que todos los hombres se salven a través del Hijo, llega hasta el extremo. El Gólgota1, aunque parezca lo contrario, se trata de vida, de gracia y de paz; se trata de la victoria del amor.

Y precisamente bajo esa cruz, se trata de nuestro mundo, con todas sus caídas y dolores, sus demandas y sus rebeliones, todo lo que hoy clama a Dios desde las tierras de miseria o de guerra, en las familias desgarradas, en las cárceles, en las embarcaciones sobrecargadas de emigrantes…

1 Lugar donde Jesús fue crucificado.

El Vía Crucis es una invitación a integrarnos de lleno en el espacio en que Jesús dio la vida por su fidelidad a Dios y por la salvación de los hombres. Hoy nos reunimos para acompañar a Jesús en su camino de cruz, donde se nos invita a implicarnos y comprometernos con los mismos sentimientos que pudo tener sosteniendo su cruz.

Iniciamos nuestro Vía Crucis haciendo la señal de la cruz, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

IntroduccionS E M A N A S A N T A 2 0 1 8

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I ESTACIÓN

Lectura del santo Evangelio según san Lucas(Lc 22, 63-68)

Los hombres que custodiaban a Jesús lo ultrajaban y lo golpeaban; y tapándole el rostro, le decían:

«Profetiza, ¿quién te golpeó?». Y proferían contra él toda clase de insultos. Cuando amaneció, se reunió

el Consejo de los ancianos del pueblo, junto con los sumos sacerdotes y los escribas. Llevaron a

Jesús ante el tribunal y le dijeron: «Dinos si eres el Mesías». Él les dijo: «Si yo les respondo, ustedes no me creerán, y si los interrogo, no me responderán».

Palabra de Dios

A/ Te adoramos Cristo y te bendecimos.R/ Que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Jesus es condenadoa muerte

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Meditación: no tuvieron que discutir mucho los miembros del Sanedrín para pronunciarse. Desde hacia ya mucho tiempo la causa estaba decidida. Jesús debe morir.

Así pensaban ya aquellos que querían despeñarlo desde lo alto de la colina, aquel día en que, en la sinagoga de Nazaret, Jesús había desenrollado el libro proclamando en primera persona las palabras del libro de Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido, […] para proclamar el año de gracia del Señor» (Lc 4, 18- 19).

Y en la última parte del camino, cuando subía hacia Jerusalén para la Pascua, el nudo de la soga se fue estrechando inexorablemente: no escaparía más a sus enemigos (cf. Jn 11, 45-57).

Oración: Señor Jesús, Hijo predilecto, que viniste a visitarnos caminando entre nosotros y haciendo el bien, devolviendo a la vida a los que habitaban en sombras de muerte, tú conoces nuestros corazones. Nos proclamamos discípulos tuyos, pero muchas veces emprendemos caminos que se pierden lejos de tus designios, lejos de tu justicia y de tu misericordia. No nos abandones a nuestra violencia. Que tu paciencia con nosotros no se agote. Líbranos del mal.

Todos: Padre Nuestro/Ave María/Gloria. Canto y procesión hasta la siguiente estación.

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II ESTACIÓN

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (Lc 19, 16 -17)

Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucifiquen, y ellos se lo llevaron. Jesús, cargando

sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en hebreo «Gólgota».

Palabra de Dios


Jesus carga con la cruz

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Meditación: Pilato entrega a Jesús en las manos de los jefes de los sacerdotes y de los guardias. Los soldados le ponen sobre la espalda un manto púrpura y en la cabeza una corona de ramas espinosas. Durante la noche se burlan de él, lo maltratan y lo flagelan. Después, en la mañana, lo cargan con un pesado madero, la cruz sobre la que son clavados los ladrones, para que todos vean cómo acaban los malhechores. Muchos de los suyos escapan.

Este suceso de hace dos mil años se repite en la historia de la Iglesia y de la humanidad. También hoy. Es el cuerpo de Cristo, es la Iglesia la que es golpeada y herida, de nuevo.

Oración: Señor Jesús, ayúdanos a recordar lo que tú mismo nos dijiste: “Cuanto hicisteis a uno de estos pequeños, a mí me lo hicisteis”, para que veamos siempre tu rostro en el otro y prime el respeto y el amor.


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III ESTACIÓN

Lectura del libro del profeta Isaías (Is 53, 5)

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable

cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron.

Palabra de Dios


Jesus cae por primera vez

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Meditación: por el camino del Gólgota, Jesús no ha llevado la cruz como un trofeo. Camina paso a paso, el cuerpo siempre más pesado y más lento. Siente su carne destrozada por el leño del suplicio, las piernas debilitadas bajo la carga. De generación en generación, la Iglesia ha meditado sobre esta vía llena de tropiezos y caídas. Jesús cae, se levanta, vuelve a caer, retoma el agotador camino, probablemente bajo los golpes de los guardias que lo escoltan.

Fijemos la mirada en Jesús. A través de él, el Altísimo nos enseña que es, al mismo tiempo, el más humilde, dispuesto a descender hasta nosotros, incluso más abajo si fuera necesario, de modo que ninguno se pierda en los bajos fondos de su propia miseria.

Oración: Señor Dios, te pedimos que ayudes a tu Iglesia para que lleve la buena noticia del Evangelio a todos los que tropiezan y caen, que no hay caída que pueda apartarnos de tu misericordia; que no hay extravío ni abismo suficientemente profundo en el que no puedas encontrar a quien se ha perdido.


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IV ESTACIÓN

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (Lc 2,22-24.28.33-35)

Simeón los bendijo diciendo a María, su madre: “Mira, éste está puesto para que muchos en Israel

caigan y se levanten; será como una bandera discutida; así quedará clara la actitud de muchos

corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma”… Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Palabra de Dios


Jesus se encuentra con su Madre

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Meditación: ya la visita del ángel había hecho resonar en su corazón un anuncio increíble: Dios había escogido su vida para hacer florecer la novedad prometida a Israel. Y ella aceptó ese proyecto divino que comenzó a transformar su cuerpo y, que más tarde, condujo por caminos impredecibles al hijo nacido de sus entrañas.

También María ha llegado al final del camino. Ha llegado aquel día del que hablaba el anciano Simeón. Cuando tomó en sus brazos temblorosos al niño y su acción de gracias continuó con palabras misteriosas, que entrelazaban contemporáneamente drama y esperanza, dolor y salvación. De pie, ella no huye. Sabe que Dios cumple sus promesas. En la oscuridad, pero convencida, sabe que Jesús es la promesa y su cumplimiento.

Oración: María Madre de Dios, tú que nos engendras maternalmente en aquel que has engendrado, sostén nuestra fe en las horas de oscuridad, enséñanos a esperar contra toda esperanza. Haz que toda la Iglesia se mantenga en una espera fiel, a imagen de tu fidelidad, humildemente dócil a los proyectos de Dios, que nos llevan hacia donde no pensábamos ir; y que, más allá de toda expectativa, nos asocian a la obra de la salvación.


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V ESTACIÓN

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (Lc 23, 26)

Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le

cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.

Palabra de Dios


El Cireneoayuda a Jesus a

llevar la cruz

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Meditación: Jesús tropieza por el camino, la espalda aplastada bajo el peso de la cruz. Pero es necesario continuar, caminar, seguir caminando, porque la meta del pelotón de soldados, que apremia a Jesús, es el Gólgota, el siniestro «lugar de la Calavera», fuera de los muros de la ciudad. En ese momento, pasa por ahí un hombre, de brazos fuertes. Parece ajeno a lo ocurrido aquel día. Está volviendo a casa, sin saber lo que le ha sucedido a Jesús, cuando los guardias le ordenan que lleve la cruz. El Evangelio ha querido hacernos llegar el nombre de Simón y su humilde gesto de ayuda para enseñarnos cómo, aliviando el dolor de un condenado a muerte, ha aliviado el dolor de Jesús, el Hijo de Dios, con el que se cruzó en su camino, en esa condición de esclavo que había asumido por nosotros, por él, por la salvación del mundo. Sin que él lo supiese.

Oración: Señor Jesús, bendícenos y bendice a los hombres y a las mujeres de compasión que te dan gloria, aun cuando no saben todavía pronunciar tu nombre.


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VI ESTACIÓN

Lectura del libro de los Salmos (Sal 26, 8-9)

Oigo en mi corazón: “Buscad mi rostro”. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No

rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios

de mi salvación.

Palabra de Dios


La Veronicaenjuga el

rostro de Jesus

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Meditación: la Verónica te ha buscado en medio de la gente. Te ha buscado y al final te ha encontrado. Mientras tu dolor llegaba al extremo, ha querido aliviarlo enjugándote el rostro con un paño. Un pequeño gesto, que expresaba todo su amor por ti y toda su fe en ti, y que ha quedado impreso en la memoria de nuestra tradición cristiana.

Señor Jesús buscamos tu rostro. La Verónica nos recuerda que tú estás presente en cada persona que sufre y que se dirige al Gólgota.

Oración: Señor haz que te encontremos en los pobres, en tus hermanos pequeños, para enjugar las lágrimas de los que lloran, hacernos cargo de los que sufren y sostener a los débiles.


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Lectura del libro de los Salmos (Sal 22, 8.12)

Al verme se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza. Pero tú, Señor, no te quedes lejos, que

el peligro está cerca y nadie me socorre.

Palabra de Dios


Jesus cae por segunda vez

VII ESTACIÓN

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Meditación: en la caída es cuando el peso del mal se hace demasiado grande, y parece que no hay límite para la injusticia y la violencia. Pero Él se levanta de nuevo apoyándose en la confianza que tiene en su Padre. Frente a los hombres que lo han abandonado a su suerte, la fuerza del Espíritu lo levanta; lo une completamente a la voluntad del Padre, la del amor que todo lo puede.

Oración: Señor Jesús, en tu segunda caída reconocemos tantas situaciones nuestras que parecen no tener salida. Ilumina nuestros corazones para que reconozcamos nuestras debilidades y, tal como tú lo hiciste, aprendamos a volver a ponernos de pie y caminar por la verdad y el amor.


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VIII ESTACIÓN

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 23, 27-28.31)

Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos

por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, […] porque, si esto hacen con

el leño verde, ¿qué harán con el seco?»

Palabra de Dios


Jesus encuentraa las mujeresde Jerusalen

Pastoral Duoc UC 21

Meditación: en el camino hacia el Calvario, el Señor encuentra a las mujeres de Jerusalén. Ellas lloran por el sufrimiento del Señor como si se tratase de un sufrimiento sin esperanza. Sólo ven en el madero de la cruz un signo de maldición (cf. Dt 21, 23), mientras que el Señor lo ha querido como medio de Redención y de Salvación. En la Pasión y Crucifixión, Jesús da su vida en rescate por muchos. Así dio alivio a los oprimidos bajo el yugo y consuelo a los afligidos. Enjugó las lágrimas de las mujeres de Jerusalén y abrió sus ojos a la verdad pascual.

Oración: Señor, Dios nuestro, en la noche de nuestros sufrimientos, de nuestras soledades, de nuestras desilusiones, enséñanos a escuchar la palabra de gracia que tú nos revelaste en el monte: «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados» (Mt 5, 5).


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IX ESTACIÓN

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses (Flp 2, 6-7)

Él, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho

semejante a los hombres.

Palabra de Dios


Jesus cae por tercera vez bajo el

peso de la cruz

Pastoral Duoc UC 23

Meditación: por tercera vez, Jesús cae bajo la cruz cargado con nuestros pecados, y por tercera vez intenta alzarse con todas las fuerzas que le quedan, para proseguir el camino hacia el Gólgota, evitando dejarse aplastar y sucumbir a la tentación.

Desde su encarnación, Jesús lleva la cruz del sufrimiento humano y del pecado. Ha asumido la naturaleza humana de forma plena y para siempre, mostrando a los hombres que la victoria es posible y que el camino de la filiación divina está abierto.

Oración: Señor, ayúdanos a poder despojarnos de lo que nos ata para levantarnos y avanzar por el camino de la unidad, en la verdad y el amor.


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X ESTACIÓN

Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 19, 23)

Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una

para cada soldado y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de

arriba abajo.

Palabra de Dios


Jesus es despojado de

sus vestiduras

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Meditación: el cuerpo humillado de Jesús queda desnudo. Expuesto a las miradas de burla y desprecio. El cuerpo de Jesús plagado de heridas y destinado al suplicio extremo de la crucifixión. Humanamente, ¿qué otra cosa se puede hacer sino bajar los ojos para no aumentar su vergüenza? Pero el Espíritu nos ayuda en nuestra confusión. Nos enseña a entender el lenguaje de Dios, este abajamiento de Dios para llegar hasta donde estamos nosotros.

Oración: Señor, Dios nuestro, te pedimos por los hombres que viven torturas, maltratos y sufrimiento. Tú que sabes encontrar una salida en el caos y en la oscuridad, haz que la resurrección brille en la pasión de tu hijo amado.


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Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 23, 33-34)

Y cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno

a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que

hacen».

Palabra de Dios


Jesus es clavadoen la cruz

XI ESTACIÓN

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Meditación: el Verbo de Dios, por quien todo fue creado, ya no es más que carne muda y sufriente. La crueldad de nuestra humanidad se ha ensañado con Él y ha vencido. Dios está allí donde no debería estar, y sin embargo necesitamos que esté allí. Era necesario que Jesucristo trajese la infinita ternura de Dios al corazón del pecado del mundo. Era necesario esto, para que la muerte, puesta ante la vida de Dios, se retirase y cayese, como un enemigo que encuentra un rival más fuerte que él y se dispersa en la nada.


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XII ESTACIÓN

Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 19, 28-34z)

Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final, Jesús dijo:

Tengo sed. Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Después de beber el vinagre, dijo Jesús: «Todo se ha cumplido». E inclinando

la cabeza, entregó su espíritu. Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilatos que hiciera

quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante

el sábado, porque ese sábado era muy solemne. Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que

habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas sino que uno de los soldados le atravesó el costado con

la lanza, y en seguida brotó sangre y agua.

Palabra de Dios


Jesus muereen la cruz

Pastoral Duoc UC 29

Meditación: ahora todo está cumplido. La misión de Jesús está concluida. Vino desde el Padre para la misión de la misericordia. La cumplió con una fidelidad que lo llevó hasta el extremo del amor. Todo está cumplido. Jesús encomienda su espíritu en las manos de Padre. Aparentemente todo parece perdido, destruido, derrumbado. Sin embargo, en medio de tanta decepción, el evangelista Juan hace que pongamos los ojos en un pequeño detalle: Agua y sangre brotan del costado del crucificado. La herida abierta por la lanza del soldado hace que salga el agua y la sangre, que nos hablan de vida y de nacimiento.

Oración: Señor Jesús, en estos días santos del misterio pascual renueva en nosotros el gozo de nuestro bautismo y enséñanos a reconocer en qué fuente se engendra nuestra vida, de qué caridad está edificada tu Iglesia, para qué esperanza, que compartir con el mundo, tú nos has elegido y enviado.


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XIII ESTACIÓN

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Mc 15, 42 – 46)

José de Arimatea –miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios– tuvo la audacia de presentarse ante Pilato para pedirle

el cuerpo de Jesús. Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y

le preguntó si hacía mucho que había muerto. Informado por el centurión, entregó el cadáver a José. Este compró una sábana, bajó el cuerpo de

Jesús y lo envolvió en ella.

Palabra de Dios


Jesus es bajado de la cruz y entregado

a su madre

Pastoral Duoc UC 31

Meditación: María, Madre de piedad, que recibe en sus brazos el cuerpo nacido de su carne y que ha acompañado tiernamente, discretamente durante sus años de vida, como madre que siempre cuida de su hijo. Ahora es un cuerpo inmenso el que ella recoge, a medida de su dolor, a medida de la nueva creación que nace de la pasión del amor que ha atravesado el corazón del hijo y de la madre. Oh María, no llores más: tu hijo, nuestro Señor, duerme en paz. Y su Padre, en la gloria, abre las puertas de la vida. Oh María, alégrate: Jesús resucitado venció a la muerte.

Oración: Señor, te pedimos que junto a María, extiendas tu reino de justicia y paz que has preparado por medio de tu Hijo, de modo que los hombres tengan paz dulce y verdadera.


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XIV ESTACIÓN

Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Jn 19, 39 – 40)

Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo

una mezcla de mirra y aloe, que pesaba unos treinta kilos. Tomaron entonces el cuerpo de

Jesús y lo envolvieron con vendas, agregándole la mezcla de perfumes, según la costumbre de

sepultar que tienen los judíos.

Palabra de Dios


Jesus espuesto en el

sepulcro

Pastoral Duoc UC 33

Meditación: Nicodemo recibe el cuerpo de Cristo, se hace cargo de él y lo pone en el sepulcro, en un jardín que recuerda el de la creación. Jesús se deja enterrar como se dejó crucificar, con el mismo abandono, completamente entregado en las manos de los hombres y perfectamente unido a ellos. La piedra puesta a la entrada de la tumba será removida y una nueva vida surgirá. En efecto, «por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva» (Rm 6, 4).

Oración: Señor Jesús, haz de nosotros hijos de la luz que no temen las tinieblas. Te pedimos hoy por todos los que buscan el sentido de la vida y por los que han perdido la esperanza, para que crean en tu victoria sobre el pecado y la muerte.


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Extracto Palabras del Papa Francisco al finalizar el Vía Crucis de 2016

Oh Cruz de Cristo, símbolo del amor divino y de la injusticia humana, ícono del supremo sacrificio por amor y del extremo egoísmo por necedad, instrumento de muerte y vía de resurrección, signo de la obediencia y emblema de la traición, patíbulo de la persecución y estandarte de la victoria.

Oh Cruz de Cristo, enséñanos que el alba del sol es más fuerte que la oscuridad de la noche. Oh Cruz de Cristo, enséñanos que la aparente victoria del mal se desvanece ante la tumba vacía y frente a la certeza de la Resurrección y del amor de Dios, que nada lo podrá derrotar u oscurecer o debilitar.

Despedida

Pastoral Duoc UC 35

Oración de cierre

Protégeme, oh Dios, en ti me refugio. Tú eres mi heredad y mi copa,

en tus manos está mi vida. Te pongo siempre ante mí, como mi Señor,

contigo a mi derecha, no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se regocija mi alma,

y también mi carne descansa segura. No abandones mi vida en el abismo

ni dejes a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia,

de alegría perpetua a tu derecha. Amén.

(cf. Sal 15)

Finalizamos nuestro Vía Crucis haciendo la señal de la cruz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana Duoc UC

Coordinación: Francisca Tagle Textos y Edición: Laura Varela

Diseño: María Jesús Valenzuela G.

Ilustraciones: Bradi Barth - © www.bradi-barth.org

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