Boletin_Barometro_ene_08

12
B A R Ó M E T R O MUJER Y TRABAJO Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008 1 1 ¿Cuáles cree usted que son los princi- pales temas que como país debiéramos abordar en torno al tema del empleo femenino? En Chile, al igual que en el resto del mundo, las mujeres enfrentan un mayor déficit de trabajo de- cente que los hombres. Estamos hablando de empleos con menos derechos, de peor calidad, con menor protección social y menor nivel de or- ganización y representación. La promoción del trabajo decente y la igualdad de género, implica abordar al menos tres gran- des áreas que en Chile son prioritarias: En primer lugar, es necesario afrontar las razones que están detrás de la baja tasa de participación laboral femenina (43,2% de acuerdo a la encues- ta CASEN 2006), la menor de América Latina pese a los progresos sociales y económicos que ha experimentado el país en las últimas décadas. En segundo lugar, esto también implica abordar el fe- nómeno de la discriminación, que muchas veces se manifiesta de manera indirecta, pero que se encarna de manera evidente en la brecha salarial, contravinien- do lo que señala el Convenio 100 de la OIT sobre igual remuneración por trabajo de igual valor. A pesar de tener mayor educación que los trabajadores, las re- muneraciones mensuales de las trabajadoras chilenas son casi 30% inferiores. En tercer lugar, enfrentar una nueva realidad en la que las mujeres asumen el papel de proveedoras del hogar junto a sus parejas o como jefas del mismo, mientras todavía recae sobre ellas de ma- nera principal o exclusiva la res- ponsabilidad del cuidado de la familia y las tareas domésticas. Ellas se hacen cargo sin costo de la producción de bienes y servi- cios que de otro modo tendrían que ser provistos por el mercado o por el Estado, en lo que se ha denominado como un “impuesto reproductivo”. Es crucial por lo tanto lograr acuerdos, por ejem- Juan Somavía, director general de la OIT, profundizó en el Barómetro Mujer y Trabajo “Las mujeres necesitan y quieren trabajar” Juan Somavía, Director General de OIT. Contenido 1 Entrevista a Juan Somavía 4 Barómetro Mujer y Trabajo: Principales resultados 12 No solo aumen- tar la participa- ción, también mejorar la calidad

description

4 Barómetro Mujer y Trabajo: Principales resultados 12 No solo aumen- tar la participa- ción, también mejorar la calidad Juan Somavía, director general de la OIT, profundizó en el Barómetro Mujer y Trabajo 1 Entrevista a Juan Somavía Contenido 1 Juan Somavía, Director General de OIT. plo, sobre el rol del Estado en la provisión de servicios públicos y privados para responder a la cre- ciente necesidad de integración laboral de las mujeres. 2

Transcript of Boletin_Barometro_ene_08

Page 1: Boletin_Barometro_ene_08

B A R Ó M E T R O

MUJER Y TRABAJO

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

1

1 ¿Cuáles cree usted que son los princi-pales temas que como país debiéramos abordar en torno al tema del empleo femenino?

En Chile, al igual que en el resto del mundo, las mujeres enfrentan un mayor défi cit de trabajo de-cente que los hombres. Estamos hablando de empleos con menos derechos, de peor calidad, con menor protección social y menor nivel de or-ganización y representación.

La promoción del trabajo decente y la igualdad de género, implica abordar al menos tres gran-des áreas que en Chile son prioritarias:

En primer lugar, es necesario afrontar las razones que están detrás de la baja tasa de participación laboral femenina (43,2% de acuerdo a la encues-ta CASEN 2006), la menor de América Latina pese a los progresos sociales y económicos que ha experimentado el país en las últimas décadas.

En segundo lugar, esto también implica abordar el fe-nómeno de la discriminación, que muchas veces se manifi esta de manera indirecta, pero que se encarna de manera evidente en la brecha salarial, contravinien-do lo que señala el Convenio 100 de la OIT sobre igual remuneración por trabajo de igual valor. A pesar de tener mayor educación que los trabajadores, las re-muneraciones mensuales de las trabajadoras chilenas son casi 30% inferiores.

En tercer lugar, enfrentar una nueva realidad en la que las mujeres asumen el papel de proveedoras

del hogar junto a sus parejas o como jefas del mismo, mientras todavía recae sobre ellas de ma-nera principal o exclusiva la res-ponsabilidad del cuidado de la familia y las tareas domésticas. Ellas se hacen cargo sin costo de la producción de bienes y servi-cios que de otro modo tendrían que ser provistos por el mercado o por el Estado, en lo que se ha denominado como un “impuesto reproductivo”. Es crucial por lo tanto lograr acuerdos, por ejem-

Juan Somavía, director general de la OIT, profundizó en el Barómetro Mujer y Trabajo

“Las mujeres necesitan y quieren trabajar”

Juan Somavía, Director General de OIT.

Contenido

1 Entrevista a Juan Somavía

4 Barómetro Mujer y Trabajo: Principales resultados

12 No solo aumen-tar la participa-ción, también mejorar la calidad

Page 2: Boletin_Barometro_ene_08

2

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

“Es crucial por lo tanto lograr acuerdos, por ejemplo, sobre el rol del Estado en la provisión de servicios públicos y privados para responder a la creciente necesidad de integración laboral de las mujeres”.

plo, sobre el rol del Estado en la provisión de servicios públicos y privados para responder a la cre-ciente necesidad de integración laboral de las mujeres.

2 Hace unas semanas Comu-nidadMujer, Datavoz y OIT presentaron el Barómetro Mujer y Trabajo ¿Sobre qué resultados llamaría usted la atención?

Me gustaría destacar principal-mente dos aspectos de los resul-tados de este estudio:

Por una parte, la baja calidad del empleo que tienen las mujeres en comparación con los hombres. Su situación con-tractual es peor en cobertura de seguridad social, desarrollo de ca-rrera y ascensos e incrementos salariales, reali-dad que se hace aún más crítica a medida que baja el nivel socioeconómico. Llama la atención que una alta proporción de mujeres esté dis-puesta a trabajar más horas para aumentar sus ingresos pese a la malas condiciones.

Por otra parte, resalta la sobre-carga que se genera producto de las responsabilidades familiares que no son asumidas equitativa-mente entre hombres y mujeres. Los datos de este estudio son concluyentes: sobre las mujeres trabajadoras recae una cantidad desproporcionadamente alta de trabajo y de cuidado de la fami-lia. El apoyo de las parejas es menor, aunque los hombres jó-venes participan más, lo que da cuenta de un cambio cultural que se manifi esta de manera incipien-

te aunque clara en las nuevas generaciones.

Nuevamente, las mujeres más pobres asumen una carga de tra-bajo doméstico mayor, cosa que tiene un enorme costo para ellas, las desgasta e incluso puede fre-nar sus posibilidades de acceder a mejores empleos.

Es crucial que estos temas sean abordados en el contexto de la actual preocupación sobre la equidad social en Chile y en un diálogo social tripartito en donde se puedan acordar medidas que efectivamente den respuesta a esta creciente necesidad de las

mujeres de insertarse en el mer-cado de trabajo, pero en igualdad de oportunidades.

3 ¿Qué opinión le merecen los altos niveles de satis-facción que presentan las mujeres respecto de sus puestos de trabajo?

Las mujeres valoran el hecho de tener un empleo remunerado. El trabajo no es solo una fuente de ingresos, también lo es de auto-nomía, dignidad personal y de-sarrollo de habilidades y redes sociales.

Los resultados que entrega el Ba-rómetro respecto de la valoración que las mujeres dan a su traba-jo, coincide con lo que ocurre en otras partes del mundo, donde diversos estudios muestran que el nivel de satisfacción de las

mujeres con el trabajo es similar o superior al de los hombres, a pesar de sus peores condiciones laborales. Las hipótesis para ex-plicar esto se centran en las dife-rencias entre las expectativas de hombres y mujeres con respecto al trabajo. Los estudios también muestran que en los grupos más jóvenes, con mayor educación, información y conciencia de dere-chos, las mujeres tienen un nivel de satisfacción menor ya que en-tre sus expectativas está el lograr mayor reconocimiento y desarro-llo de carrera.

Las mujeres necesitan y quieren trabajar, pero una condición in-dispensable para que esto se tra-duzca en buena calidad de vida es lograr una mejoría en la cali-dad de sus trabajos.

4 ¿Cómo aborda hoy la OIT, el tema de la baja partici-pación laboral femenina en Chile (especialmente en los primeros quintiles de ingreso)?

Un país pequeño como Chile, que depende tanto del mercado internacional, necesita una mayor entrada de mujeres al mercado del trabajo para crecer.

Las desigualdades de género en las oportunidades laborales tie-nen importantes efectos sociales, principalmente sobre la pobreza y la desigualdad de ingresos; la tasa de participación laboral femenina está fuertemente relacionada al nivel socio-económico del hogar.

Las oportunidades laborales que se abren a las mujeres reprodu-cen los patrones generales de desigualdad social. Las mujeres pertenecientes a los quintiles más pobres no cuentan con las herra-mientas sufi cientes para lograr equiparar sus tasas de participa-

Page 3: Boletin_Barometro_ene_08

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

3

Entrevista de Verónica Flores, directora de estudios de ComunidadMujer.

ción laboral con las de las muje-res pertenecientes a los grupos más acomodados.

Por lo que los desafíos no son sólo aumentar la tasa de partici-pación y ocupación de las muje-res y disminuir la brecha por sexo de desempleo, sino también re-ducir las brechas existentes entre las propias mujeres.

Entre las medidas a promover, está la amplia gama de políticas activas del mercado del trabajo. Estos programas, adecuadamen-te formulados y dirigidos hacia los grupos sociales prioritarios, pueden tener un impacto en el aumento de la ocupación de las mujeres y en la reducción de las brechas de desempleo por gé-nero. Para lograr estas metas, es necesario que incluyan como un objetivo explícito la promoción del empleo de las mujeres y el logro de mayores niveles de igualdad. Esto implica revisar los criterios de elegibilidad de estos progra-mas y el establecimiento de me-tas cuantitativas tanto en térmi-nos de la composición por sexo de sus benefi ciarios como de los efectos esperados.

Estas medidas deben ser com-plementadas con otras sobre conciliación de vida laboral y fa-miliar. Esta es un área de parti-cular relevancia para la igualdad de oportunidades de las muje-res pertenecientes a hogares de menores ingresos, quienes tienen tasas de fecundidad más altas y muchas de ellas son ob-jeto de discriminación por razo-nes vinculadas a la maternidad y a las responsabilidades familia-res. La desigual distribución de las tareas domésticas, sumada a la insufi ciencia de apoyos al cuidado infantil, constituyen ba-rreras para su incorporación a la fuerza de trabajo.

La evidencia muestra, que los aportes de estas mujeres al in-greso del hogar son cruciales para superar la pobreza, lo cual

refuerza la importancia de gene-rar políticas públicas de cuidado infantil y apoyo a las responsabili-dades familiares.

5 ¿Cómo ve a Chile en la perspectiva del Trabajo De-cente que la OIT, bajo su administración, ha venido impulsando? ¿Qué incenti-vo tienen las empresas para adoptar las propuestas que plantea OIT?

El Trabajo Decente constituye una oportunidad y un desafío para la formación de una nueva cultura económica y laboral en torno a la cual los actores políticos, empre-sariales y sociales puedan cons-tituir acuerdos y reglas del juego estables.

Somos reconocidos como una nación emprendedora y políti-camente avanzada. Pero tene-mos dos asignaturas pendientes que internacionalmente son muy importantes para proyectar la estabilidad y prosperidad a lar-go plazo de un país: Primero, la ausencia de un pilar social sóli-do que acompañe los acuerdos sobre institucionalidad política y económica; un consenso fuerte y sostenido para abordar los temas de exclusión y desigualdad, que si no se enfrentan, internacional-mente son sinónimo de una so-

ciedad sujeta a tensiones socia-les recurrentes.

Y segundo, la baja disposición al diálogo social y la ausencia de

una institucio-nalidad que lo promueva y facilite. Ello indica la falta de un instru-mento clave para la reso-

lución de confl ictos en la esfera laboral y productiva, instrumento que se usa con éxito en los países más avanzados.

Creo indispensable y necesario impulsar la igualdad de género. Tengo la experiencia personal que cuando hay equipos mixtos los resultados son mejores. Esto tiene que ver con la diversidad de experiencias, miradas y sen-sibilidades que aportan hombres y mujeres y que permiten refl ejar de mejor manera la realidad de la sociedad.

Y hay muchas empresas que es-tán haciendo innovación en mate-ria de no discriminación y conci-liación de trabajo y familia, porque han reconocido que un ambiente laboral que reconoce y promueve buena calidad de trabajo y el total respeto a los derechos de los tra-bajadores y trabajadoras aumen-ta la productividad y es condición para mejorar la competitividad internacional.

Hablamos de un Trabajo Decente que, por cierto, tiene mucho que ver con la igualdad de género. Es-tos temas serán examinados por la Conferencia Internacional del Trabajo de 2009, evento que mar-cará un nuevo hito en todo este proceso.

“El trabajo no es solo una fuente de ingresos, también lo es de autonomía,

dignidad personal y desarrollo de habilidades y redes sociales”.

Page 4: Boletin_Barometro_ene_08

4

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

Barómetro Mujer y Trabajo : Principales resultados

1. PRESENTACIÓN

Verónica Flores, directora de estudios de

ComunidadMujer

Este artículo contiene los principales resultados del Barómetro Mujer y Trabajo 2007, realizado en forma conjunta por ComunidadMujer, Datavoz y OIT.

El Barómetro es una encuesta que busca indagar tanto en los factores objetivos como subjetivos que inciden en la calidad del empleo y en la re-

lación familia-trabajo, así como en los efectos de la dimensión de género en este mercado. Desde esta perspectiva se trata de un instrumento que aportará información para el desarrollo de una política de inserción cualitativa de la mujer en el mercado laboral.

2. METODOLOGÍA

Esta encuesta se realizó sobre una muestra aleato-ria de 1055 personas mayores de 18 años, ocupa-das y pertenecientes al Gran Santiago. Se realizó un sobremuestreo de la población femenina con el fi n de poder realizar un análisis más profundo de este grupo (700 mujeres y 355 hombres).

El error muestral para la población masculina es de 5,7% y de 4,1% para la población femenina con un nivel de confi anza de 95%.

A continuación, se presentan los resultados de ma-yor robustez estadística en las dos principales di-mensiones cubiertas por la encuesta: calidad del trabajo y relación familia y trabajo.

3. LOS PRINCIPALES RESULTADOS EN EL ÁMBITO DE LA CALIDAD DEL TRABAJO

Las mujeres tienen menor suscripción de contratos laborales: el efecto de las trabajadoras de cada particular

Un 80% de los hombres y solo un 64% de las muje-res asalariadas tienen contrato en su empleo princi-pal. Esta aparente diferencia, sin embargo, se debe a que en las mujeres, la categoría de trabajo en casa

particular sigue siendo importante. Cuando exclui-mos al servicio doméstico puertas afuera del análisis de los asalariados, la diferencia entre hombres y mu-jeres deja de ser signifi cativa.

Page 5: Boletin_Barometro_ene_08

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

5

80% 80%64%

75%

0 %

20%

40%

60%

80%

100 %

Asalariados con Contrato Asalariados (excluido el servicio doméstico) con contrato

Hombre Mujer

Existen también diferencias que favorecen a los hombres en la proporción de ocupados que ente-ran sus cotizaciones previsionales, pero nuevamen-te esto se debe fundamentalmente a la menor for-malización que existe en las trabajadoras de casa

particular. Excluyendo a éstas del análisis la dife-rencia disminuye en 6 puntos porcentuales (72% de los hombres asalariados recibe el pago de sus cotizaciones previsionales en comparación con el 61% de las mujeres).

7 2% 7 2%5 5% 6 1 %

0%1 0%2 0%3 0%4 0%5 0%6 0%7 0%8 0%

Con Cotizaciones Con Cotizaciones excluyendo al Servicio

Doméstico

Hombre

Mujer

Sabemos que el mercado laboral de las trabajadoras de casa particular ha incrementado su formalización. Sin embargo, por la naturaleza de sus empleadores, que son los hogares, en esta categoría hay menor for-malidad que en el resto de los asalariados. Esto indi-ca que es necesario mantener una política de amplia

información de los derechos y obligaciones laborales además de la política usual de fi scalización pues esta última es más apropiada para las empresas. Una po-lítica de amplia información es de gran importancia para la proporción signifi cativa de mujeres que aún se desempeña como trabajadora de casa particular.

Las diferencias más importantes en calidad de trabajo se producen entre trabajadores dependientes e independientes

Ocupados con Cotizaciones Previsionales según Sexo

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

Cotizaciones previsionales población ocupada

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

El Barómetro, al igual que otras encuestas, muestra que la menor cobertura previsional se produce en los trabajadores independientes, que no están obli-gados a cotizar.

El aumento de la cobertura previsional en el seg-mento de trabajadores independientes sigue sien-do uno de los desafíos más importantes que tiene

la política laboral en los próximos años, por lo que apoyamos las medidas que apuntan a introducir gradualmente su obligatoriedad y que están conte-nidas en la Reforma Previsional que se discute en el Senado. Nuevamente, también pensamos que a lo anterior sería relevante incluir medidas de promo-ción e información sobre la importancia de contar con ahorro sistemático para la vejez y con segu-

Page 6: Boletin_Barometro_ene_08

6

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

ros que permitan al trabajador y su familia enfrentar contingencias como la muerte, la invalidez, los acci-

8 3 %

3 9 %6 3 %

2 1 %

0%20%40%60%80%

100%

Trabajadores Dependientes

Trabajadores Independientes

Hombre

Mujer

Utilización de remuneraciones variables y percepción de estabilidad en los ingresos

Entre los trabajadores dependientes la mayoría de los hombres y las mujeres sostienen que cuentan con esquemas de ingresos fi jos al mes. En los estra-tos altos la proporción que tiene ingresos fi jos alcan-za un 76% mientras que para el estrato socioeco-

nómico inferior esta proporción baja a 59%. Vemos entonces que las remuneraciones variables son más comunes de encontrar en los trabajadores de los es-tratos socioeconómicos inferiores.

7 6 %6 7 %

5 9 %

0 %

10 %

20 %

30 %

40 %

50 %

60 %

70 %

80 %

NSE Alto NSE Medio NSE Bajo

En el caso de los trabajadores independientes pode-mos apreciar que un 92% de las mujeres de estrato socioeconómico bajo cuenta con salarios variables, mientras que en el estrato alto esta cifra alcanza solo a un 58%. Claramente, los trabajadores indepen-dientes absorben los riesgos de su negocio en sus

ingresos aunque sigue siendo cierto que en los es-tratos altos es más común el contar con ingresos fi -jos (por ejemplo, ello puede estar asociado a trabajo independiente desarrollado por profesionales). Cabe destacar que la categoría de trabajadores indepen-dientes es ampliamente heterogénea

36%

62%83%

58% 66%

92%

0%20%40%

60%80%

100%

NivelSocioeconómico

Alto

NivelSocioeconómico

Medio

NivelSocioeconómico

Bajo

Hombre

Mujer

Trabajadores Dependientes e Independientes con Cotizaciones Previsionales según Sexo

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

Trabajadores dependientes con salarios fi jos según nivel socioeconómico

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo2007

Trabajadores Independientes con salarios variables

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

dentes del trabajo y contar, además, con un adecuado seguro de salud.

Page 7: Boletin_Barometro_ene_08

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

7

Más allá del uso de remuneraciones variables, se preguntó a los ocupados si consideraban sus ingre-sos laborales estables o no. En el caso de los tra-bajadores dependientes, un 43% de los hombres y un 57% de las mujeres señalaron que contaban con

ingresos inestables, cifras que al compararlas refl e-jan una mayor percepción de inestabilidad por parte de las mujeres. Asimismo, los trabajadores indepen-dientes perciben una mayor inestabilidad en sus in-gresos: 80% de los hombres y 89% de las mujeres.

4 3 %

8 0 %

5 7 %

8 9 %

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombres

Mujeres

Trabajadores Dependientes

Trabajadores Independientes

Mujeres tienen menor acceso a ascensos e incrementos en remuneraciones en el empleo principal

Un 91% de las mujeres dependientes indicó no haber tenido un ascenso en su trabajo en los últimos 3 años, cifra que alcanza un 80% en el caso de los hombres. El cuadro anterior se completa cuando se pregunta

a los ocupados si en los últimos 3 años han recibido un aumento de sueldo en la empresa donde trabajan, más allá del IPC. Un 75% de las mujeres y un 66% de los hombres indicaron no haber recibido reajuste.

8 0%66 %

91 %7 5%

0 %

20 %

40 %

60 %

80 %

100 %

Sin Ascensos Sin Aumentos Salariales

Hombres

Mujeres

Estas cifras pueden estar refl ejando la existencia de diferentes oportunidades para hombres y mujeres al interior de las empresas. En efecto, uno podría in-terpretarlas como un indicador de discriminación en contra de la mujer. Sin embargo, estas cifras tam-

bién podrían ser causadas por una mayor rotación laboral de las mujeres, lo que obviamente impediría su posibilidad de ascenso en una empresa. Ambas explicaciones requieren preocupación de autorida-des y analistas del mercado laboral.

Jornada laboral y tiempos de traslado de las mujeres

Los datos del Barómetro indican que un 67% de las mujeres trabaja en jornada completa. Por otra parte, del total de mujeres que trabaja menos de jornada completa, la mitad lo hacía exactamente en

media jornada. El trabajo a jornada parcial, enton-ces, es usado por 33% de las mujeres ocupadas, mientras que en los hombres dicha proporción as-ciende sólo a 14%.

Percepción de inestabilidad en los ingresos: trabajadores dependientes e independientes según sexo

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

Trabajadores Dependientes: ascensos y aumentos salariales

en los últimos tres años

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

Page 8: Boletin_Barometro_ene_08

8

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

En relación con los tiempos de traslado del hogar al trabajo, que en Santiago se han visto claramente afectados por el Transantiago, es necesario mirar más allá de los promedios. Por ejemplo, encontra-mos que algo menos de la mitad de las mujeres (45%) emplea más de una hora para ir y volver del trabajo. Y una de cada 5 mujeres (un 21%) ocupa

más de dos horas en este traslado. Si miramos por nivel socio-económico encontramos que el 50% de las mujeres del estrato más bajo demora más de una hora en este traslado (y un 30% más de dos horas en realizar el traslado). No hay diferencias en los tiempos que reportan hombres y mujeres en este ámbito.

45%

1 6%

46 %

21%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

Hombre Mujer

Más de una Hora Más de dos horas

Es indudable que los largos tiempos de traslado constituyen un costo signifi cativo que difi culta la in-serción laboral femenina, lo que afecta, nuevamente, mucho más a los sectores de menores ingresos.

Más preocupante es el hecho que un 38% de las mujeres reporta siempre sentirse cansada después del trabajo para hacer otras cosas (esta proporción

es de 25% para los hombres), proporción que au-menta a 49% para las mujeres de los estratos so-cioeconómicos bajos. Por otra parte, una de cada tres mujeres sostiene que siempre el trabajo le im-pide dar a la familia el tiempo que le gustaría, lo que también se agudiza en los estratos socioeconómi-cos bajos (41%).

21%

3 2%

4 9%

3 8%

25%

0%10%20%30%40%50%60%

Hombre

Mujer

NSEAlto

NSEMedio

NSEBajo

Total

Adicionalmente, el Barómetro encuentra que una de cada tres mujeres desea trabajar más horas de las que trabaja actualmente, con un aumento proporcional de sueldo. Por contraste, solo 8% de las mujeres deseaban trabajar menos horas. Esta necesidad de extender la jornada laboral llama la

atención si se considera que del total de mujeres que expresa este deseo, un 59% trabaja ya en jor-nada completa. Por lo tanto, se desprende de estas cifras que lo que está detrás de los deseos de ex-tender la jornada laboral es la necesidad de incre-mentar los ingresos.

Satisfacción con características del empleo

Los aspectos del trabajo que los entrevistados califi -caron con mejor nota son los siguientes:

• Relaciones con compañeros y colegas (72% de las mujeres califi có este aspecto con nota 6 ó 7);

Tiempo de traslado desde y hacia el hogar según Sexo

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

Trabajadores que declaran sentirse siempre cansados

después del trabajo para hacer otras actividades

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo 2007

Page 9: Boletin_Barometro_ene_08

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

9

• Las condiciones de infraestructura del lugar de trabajo como mobiliario o sillas; el espacio físico de su lugar de trabajo; las condiciones de tem-peratura y ruidos. En todos estos casos aproxi-madamente un 60% de las mujeres califi có con 6 ó 7 estos aspectos. Debe notarse que la califi -cación de los hombres en estas dimensiones es signifi cativamente inferior.

• También una mayoría de mujeres califi ca con ex-celente nota las condiciones de seguridad laboral y el respeto y reconocimiento por parte de sus superiores o jefes (56%).

Por otra parte, en coherencia con lo anteriormente dicho sobre las posibilidades de ascenso, una de cada 3 mujeres le pone nota roja a su empresa res-pecto de las posibilidades de ascenso y promoción que éstas le ofrecen.

No deja de llamar la atención que las mujeres, a pesar del esfuerzo mayor que signifi ca su inserción laboral en comparación con la situación de los hombres (por el trabajo que continúa teniendo en el hogar como se aprecia más adelante) tenga una evaluación positiva del empleo. Esto denota, probablemente, la importancia que la posibilidad de trabajar tiene para las mujeres.

4. LOS PRINCIPALES RESULTADOS: EN EL ÁMBITO DE LA FAMILIA Y EL TRABAJO

Desigual distribución de las labores del hogar entre hombres y mujeres que trabajan

Cuando se pregunta a hombres y mujeres que tra-bajan por quién tiene asignada la función de realizar actividades como lavar la ropa, planchar y hacer el aseo de la casa, ambos coinciden en que son ellas las que siempre se dedican a estas actividades.

Sin embargo, esta situación cambia según el nivel socioeconómico. Mientras que en el nivel alto las la-bores de la casa son realizadas fundamentalmente por el servicio doméstico, en el estrato social bajo, la carga doméstica recae en las mujeres. Esta car-ga aumenta aún más en la medida que aumenta la edad y los hijos.

Una actividad del hogar que tiene características diferentes es la realización de reparaciones meno-res en el hogar, 44% de estas actividades las realiza

siempre o comúnmente el hombre (y en 24% de los casos la mujer).

Otra actividad indagada es el cuidado de otros miembros del hogar enfermos o discapacitados. En este caso un 40% de las mujeres asume siem-pre o comúnmente esta labor (versus 7% de los hombres).

En conclusión, cuando una mujer trabaja sigue ha-ciéndose cargo de las labores del hogar, lo que se acentúa en los sectores de menores ingresos que no cuentan con el apoyo del servicio doméstico. Esta situación revela claramente que hay un factor cultu-ral que afecta la distribución del trabajo doméstico al interior del hogar, lo que difi culta fuertemente la inserción laboral femenina.

Composición de las mujeres que desean trabajar más horas según jornada de trabajo actual

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo2007

Mediajornada;22%

Más de media jornada;13%

Menos de media jornada; 7%

Jornadacompleta59%

Page 10: Boletin_Barometro_ene_08

10

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

Las mujeres cuando trabajan también se hacen cargo mayoritariamente de los hijos aunque los hombres sostienen compartir estas labores

Las mujeres siguen siendo las que al interior del hogar se hacen responsables de los hijos, a pesar de estar también trabajando (y principalmente en jornada completa).

Hay aquí una contradicción con las respuestas de los hombres pues ellos, en casi todas las dimensiones

anteriores, declaran en aproximadamente un 40% realizar estas labores en forma compartida con sus cónyuges. Las mujeres solo reconocen compartir es-tas funciones entre un 8% y un 13%, dependiendo de la actividad.

7 9 %

7 1 %

5 9 %

6 9 %

5 4 %

5 9 %

5 9 %

4 1 %

8 %

3 %

1 1 %

1 0 %

7 %

1 7 %

1 3 %

7 %

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90%

Hombre

Mujer

Llevar o traer a los niños al colegio, jardín, etc.

Trasladar a los niños a casas de amigos, cumpleaños, etc.

Estar a cargo de comprar lo que los hijos necesitan en la

escuela, jardín, etc.

Quien juega generalmente con los hijos

Ir a las reuniones del colegio

Hacer las tareas con hijos

Cuidar a los hijos cuando estos se enferman

Llevar a los niños al médico, sicopedagogo, etc.

35%

37%

39%

34%

49%

43%

37%

28%

8%

11%

11%

13%

20%

18%

14%

8%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60%

Llevar o traer a los niños al colegio, jardín, etc.

Trasladar a los niños a casas de amigos, cumpleaños, etc.

Estar a cargo de comprar lo que los hijos necesitan en la

escuela, jardín, etc.

Ir a las reuniones del colegio

Hacer las tareas con hijos

Llevar a los niños al médico, sicopedagogo, etc.

Quien juega generalmente con los hijos

Cuidar a los hijos cuando estos se enferman

Hombre

Mujer

Actividades que usted realiza generalmente con los hijos

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo2007

Actividades con los hijos en que usted y su cónyuge participan por igual

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo2007

Page 11: Boletin_Barometro_ene_08

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

11

Mujeres y hombres que trabajan se sienten satisfechos con el apoyo familiar

Un promedio de 86% de los hombres declara sen-tirse satisfecho o muy satisfecho con el apoyo que

sus cónyuges, hijos y padres le dan para realizar su trabajo fuera de casa. Esta proporción baja al 79% en el caso de las mujeres.

9 3 %

8 5%

8 1 %7 8 %

8 0 %7 9 %

7 0 %

7 5 %

8 0 %

8 5 %

9 0 %

9 5 %

Apoyo que le da su cónyuge

Apoyo que le dan sus hijos

Apoyo que le dan su padre, madre y parien-

tes fuera del hogar

Hombre Mujer

Entre los hombres aumenta la satisfacción con su cónyuge en la medida que aumenta la edad, mientras entre las mujeres se aprecia una tendencia inversa. Adicionalmente la encuesta muestra que disminuye la proporción de mujeres satisfechas con su cónyu-ge en la medida que disminuye el nivel socioeconó-mico, por lo tanto, las mujeres más pobres exhiben los niveles más bajos de satisfacción.

En general tanto hombres como mujeres se muestran bastante satisfechos con su calidad de vida familiar, un 78% en el caso de las mujeres y un 82% en el caso de los hombres. Sin embargo, estas cifras van disminuyendo en la medida que desciende el nivel socioeconómico de los trabajadores y trabajadoras.

Este escenario se repite cuando hablamos de la calidad de vida en pareja. Un 86% de los hombres declara sentirse satisfecho o muy satisfecho con su vida de pareja, mientras que una proporción menor de mujeres se encuentra en esta situación, un 77%. Este nivel de satisfacción cae a 71% en el caso de las mujeres pertenecientes al nivel socioeconómico más bajo.

En el ámbito que las mujeres están más satisfechas, es en la relación con sus hijos, un 87% señala estar satisfecha o muy satisfecha con la calidad de esta relación, una proporción similar a la de los hombres.

Por otra parte, menos de la mitad de las mujeres (46%) señala estar satisfecha con el tiempo que tiene para dedicar a su propia recreación, en contraposi-ción con los hombres quienes en un 66% se sienten satisfechos con el tiempo dedicado a la recreación. Adicionalmente un 38% de las mujeres se declara abiertamente insatisfecha con el tiempo que dispone para su propia recreación.

La satisfacción con la vida en pareja es alta aunque presenta la proporción más baja si se la compara con el resto de los aspectos. Un 65% de los hombres y 63% de las mujeres señalan estar satisfechos o muy satisfechos con el tiempo que tienen para dedicar a esta área de su vida. Estas proporciones son más bajas en la medida que disminuye el nivel socioeco-nómico de los trabajadores y trabajadoras.

En conclusión, los resultados aquí presentados confi rman la importancia de dos de las líneas prin-cipales que ha venido enfatizando ComunidadMu-jer en sus actividades. En primer lugar, destacar la relevancia del factor cultural que subyace a la baja inserción laboral femenina y la propuesta de dise-ñar acciones expresamente dirigidas a infl uir en di-cha dimensión. En segundo lugar, la necesidad de establecer mecanismos de conciliación de la vida familiar y el trabajo.

Trabajadores satisfechos y muy satisfechos con el apoyo familiar

Fuente: Barómetro Mujer y Trabajo2007

Page 12: Boletin_Barometro_ene_08

12

Serie de estudios ComunidadMujer N° 3 • enero 2008

4. COMENTARIOS FINALES

En relación a la familia, este estudio mide los efectos del trabajo en el ámbito de la familia y, de nuevo, da cuenta de otra distribución desigual, esta vez la de las labores del hogar entre hombres y mujeres que trabajan. Y con un dato que puede ser sorprendente, y que más bien habla del cambio cultural que este país necesita para seguir avanzando: ellos declaran compartir muchas más labores que ellas.

Asimismo, el Barómetro nos sorprende al mostrar que una de cada tres mujeres desea trabajar más horas de las que trabaja actualmente, con un aumento pro-porcional de sueldo. Lo curioso es que más de la mi-tad de estas mujeres trabaja jornada completa, esto signifi ca que existe una necesidad real de incrementar los ingresos para poder mantener a la familia.

Es indudable que se pueden constatar progresos en la inserción laboral de la mujer chilena en los últi-mos 50 años. Sin embargo, podemos apreciar que esta inserción no es igual para hombres y mujeres, las mujeres tienen empleos de peor calidad, menos contratos y más renta variable. Lo pasan peor que los hombres en el trabajo porque siguen a cargo de los hijos y el trabajo doméstico y cuando llegan a la casa, no se sienten lo sufi cientemente apoya-das por sus parejas, cuando la tienen. Y la brecha es más signifi cativa por deciles de ingreso y niveles de educación. Es decir, a mayor pobreza, menos porcentaje con contratos, renta fi ja, cotizaciones previsionales y apoyo en la casa.

Serie de Estudios ComunidadMujer Nº 3 • enero 2008Directora Responsable: Verónica Flores

Directora Ejecutiva: Susana Carey C. Directora de Estudios: Verónica Flores S. Dirección: Roger de Flor 2950, piso 6º, Las Condes, Santiago

[email protected] visítenos en www.comunidadmujer.cl

No solo aumentar la par t icipación, también mejorar la cal idadEs necesario introducir la dimensión de género como un aspecto esencial en la discusión sobre trabajo y equidad en Chile. La inserción de la mujer en el mer-cado laboral puede romper el círculo de la pobreza y promover el desarrollo económico de nuestro país. Bastaría con aumentar en cuatro puntos porcentua-les la participación laboral de las mujeres del quintil más pobre para obtener reducciones en la pobreza por debajo del 10%.

Sin embargo, la inserción laboral femenina requiere profundizar los diagnósticos y examinar con deten-ción la calidad del empleo y la conciliación entre la familia y el trabajo. Esto es precisamente lo que se midió en el Barómetro Mujer y Trabajo, cuyos resul-tados fueron presentados en un Seminario realizado en la OIT, y que contó con la exposición de la presi-denta de ComunidadMujer, Esperanza Cueto; la di-

rectora ejecutiva de Datavoz, Carla Leh-mann y la especia-lista regional en gé-nero de la OIT, María Elena Valenzuela.

Además, la presen-tación del estudio incluyó los comen-tarios del Director General de la Orga-nización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Soma-vía; del Subsecretario de Trabajo y Previsión Social, Zarko Luksic, del Secretario General de Sofofa, An-drés Concha; y del presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez.

Esperanza Cueto, Presidenta ComunidadMujer

Susana Carey, directora ejecutiva de ComunidadMujer.