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Miguel Vásquez * El método a priori y su relación con la experiencia: una lectura del método cartesiano desde la propuesta de Desmond Clarke.** Resumen El presente trabajo pretende acercarse al sentido de la expresión método a priori empleada por Desmond Clarke en La filosofía de la ciencia de Descartes 1 como forma de interpretar la manera en la cual el entendimiento accede a certezas indubitables, así como su eventual relación con la experiencia. En lo concerniente a la expresión método a priori se utilizará como referencia lo expuesto por Descartes en el marco de las Regulae. En lo concerniente al papel de la experiencia y su posible combinación con dicho método se analizaran algunos parágrafos de Los Principios de la Filosofía. Esto con el fin de mostrar en qué sentido se pueden llegar a combinar el método a priori y el conocimiento proveniente de la experiencia. Palabras clave: Entendimiento, intuición, a priori, método, experiencia, sensibilidad, certeza. Abstract The purpose of this paper is approach to the meaning of the expression a priori method employed for Desmond Clarke in Descartes’ philosophy of science as a matter to interpret a kind of way to know how the intellect seize undubitable certainly, and also, this method could be relationed with the experience. About the expression a priori method we use like reference the exposition of the Regulae, about the possible relation between this method and the experience we analyze some paragraph of The Principles of the Philosophy. All of this with the purpose to show in which way we can combine the a priori method with the knowledge originated from the experience. Keywords: knowledge, intuition, a priori, method, experience, sensibility, certainty. * Universidad Central de Venezuela. Escuela de Filosofía. Departamento de Filosofía Teorética. [email protected]. ** Artículo que se hizo merecedor del Premio Federico Riú a la Investigación Filosófica en la X edición, 2008, mención "Ensayo corto". 1 Clarke, D. La filosofía de la ciencia de Descartes. Alianza. Madrid. 1982. Apuntes Filosóficos 33 (2008): pp: 109-128

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  • Miguel Vsquez*

    El mtodo a priori y su relacin con la experiencia: una lectura delmtodo cartesiano desde la propuesta de Desmond Clarke.**

    ResumenEl presente trabajo pretende acercarse al sentido de la expresin mtodo a priori empleada

    por Desmond Clarke en La filosofa de la ciencia de Descartes1 como forma de interpretar lamanera en la cual el entendimiento accede a certezas indubitables, as como su eventual relacincon la experiencia. En lo concerniente a la expresin mtodo a priori se utilizar como referencialo expuesto por Descartes en el marco de las Regulae. En lo concerniente al papel de la experienciay su posible combinacin con dicho mtodo se analizaran algunos pargrafos de Los Principiosde la Filosofa. Esto con el fin de mostrar en qu sentido se pueden llegar a combinar el mtodoa priori y el conocimiento proveniente de la experiencia.

    Palabras clave: Entendimiento, intuicin, a priori, mtodo, experiencia, sensibilidad,certeza.

    AbstractThe purpose of this paper is approach to the meaning of the expression a priori method

    employed for Desmond Clarke in Descartes philosophy of science as a matter to interpret a kindof way to know how the intellect seize undubitable certainly, and also, this method could berelationed with the experience. About the expression a priori method we use like reference theexposition of the Regulae, about the possible relation between this method and the experiencewe analyze some paragraph of The Principles of the Philosophy. All of this with the purpose toshow in which way we can combine the a priori method with the knowledge originated from theexperience.

    Keywords: knowledge, intuition, a priori, method, experience, sensibility, certainty.

    * Universidad Central de Venezuela. Escuela de Filosofa. Departamento de FilosofaTeortica. [email protected].** Artculo que se hizo merecedor del Premio Federico Ri a la Investigacin Filosficaen la X edicin, 2008, mencin "Ensayo corto".1 Clarke, D. La filosofa de la ciencia de Descartes. Alianza. Madrid. 1982.

    Apuntes Filosficos 33 (2008): pp: 109-128

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    El propsito de este trabajo es revisar, a la luz de la exposicin de D.Clarke en La filosofa de la ciencia de Descartes, en qu consiste lo que stedenomina mtodo a priori, as como la relacin de dicho mtodo con laexperiencia sensible. Para mostrar el sentido de la expresin mtodo a priorinos mantendremos en el marco de lo expuesto por Descartes en las Reglaspara la direccin de la mente. Para mostrar la relacin del mtodo a priori conla experiencia, analizaremos algunos pasajes de los Principios de la Filosofaa la luz de lo que D. Clarke denomina mtodo a posteriori.

    Si bien es cierto que la filosofa cartesiana se dedica en parte al anlisis delas consideraciones metafsicas relacionadas con la naturaleza del yo, la existenciade Dios y la naturaleza de la materia, lo hace en el marco de una discusinepistemolgica cuya causa se encuentra en la bsqueda de un fundamento sobreel cual se pueda edificar una ciencia basada en pensamientos verdaderos. Esdecir, lo primero para Descartes, como es sabido, ser su propuesta metodolgica.Y los hallazgos que se hagan estarn determinados y sern directamenteconsecuencia de dicha propuesta.

    Descartes, tanto en el Discurso como en las Meditaciones se refiere a labsqueda de la verdad como fundamento de la ciencia2, luego de haber realizadoavances tanto en matemtica como en fsica; particularmente luego de haberdelineado en su Geometra los elementos bsicos de lo que se dio a conocer conel nombre de geometra analtica. La geometra analtica esbozada por Descartes,cuya fuente de inspiracin segn R. Watson3 se encuentra en la formacinmatemtica que le brindara I. Beeckman, permite concebir a priori desde unpunto de vista aritmtico, elementos de orden geomtrico. En torno a esto Vallotasostiene que se trata de una concepcin en la que los cuerpos se interpretandesde un punto de vista epistemolgico, representando slo propiedadesgeomtricas que responden a leyes mecnicas expresables matemticamente4.

    2 "() me era preciso emprender seriamente, una vez en la vida, la tarea de deshacermede todas las opiniones a las que hasta entonces haba dado crdito, y empezar todo denuevo desde los fundamentos, si quera establecer algo firme y constante en las ciencias."Descartes, R. Meditaciones Metafsicas. Alfaguara. Madrid., pp.17. AT, IX,133 Watson, R. Descartes el filsofo de la luz. Vergara. Madrid. 2003.

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    En este sentido, los principios de la indagacin epistemolgica delineadaen el mtodo, ser el punto de partida de toda la reflexin filosfica de Descartestal como sealamos anteriormente. Por ello, toda indagacin o cuestionamientode orden ontolgico surgir como consecuencia de la necesidad de buscar unfundamento certero sobre el cual la ciencia pueda edificarse.

    El objetivo especfico de este trabajo es buscar una interpretacin quenos permita comprender de qu manera el conocimiento claro y distinto5, seyuxtapone o, en algn caso, complementa o confirma las prcticas derivadas delquehacer experimental. Ello con miras a estudiar fenmenos relacionados conlos objetos que constituyen el mundo, as como las relaciones que entre stos seestablecen. Para ello nos valdremos de lo propuesto por D. Clarke en La filosofade la ciencia de Descartes6.

    D. Clarke interpreta la obra de Descartes en lo que parece ser una claraprovocacin como "la produccin de un cientfico prctico que por desgraciaescribi unos breves ensayos de cierta importancia filosfica"7.Independientemente de que la afirmacin anterior luzca contradictoria con laidea general de que el trabajo de Descartes y sus preocupaciones son, enapariencia, primariamente filosficas (metodolgico-epistemolgicas) nos invitaa pensar en la posibilidad de unir en una sola idea la preocupacin por losfundamentos de la ciencia y la preocupacin por diversas reas del quehacerexclusivamente cientfico como la experimentacin en fsica, ptica, medicina omecnica.

    Su interpretacin aparentemente se encuentra en un contexto dentro delcual la figura de Descartes, as como su produccin filosfica, adquiere valor enel marco de la indagacin cientfica o en su defecto epistemolgica ms que enel de la metafsica o teolgica. Por ello, su lectura e interpretacin de la filosofacartesiana servir de ayuda en tanto que nos permitir conocer en qu modo se

    4 Vallota, A. "Mnadas y cuerpos materiales". Apuntes filosficos. #30. 2007, p.70.5 Identificado tambin a partir de las Regulae como conocimiento intuitivo del cualsurge la indagacin metodolgica cartesiana que da inicio a su propuesta y a la cual sesubordina toda ella.6 Clarke, D. La filosofa de la ciencia de Descartes. Alianza. Madrid. 1982.7 Ibid., p. 16.

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    pueden relacionar el conocimiento claro y distinto proveniente de la luz natural,con aquel proveniente de la indagacin experimental cuyos resultados sonrecopilados a travs de nuestra sensibilidad.

    En sus primeros trabajos dedicados a describir la naturaleza de la reflexinfilosfica, Descartes hace nfasis en lo intuitivo como acto primario delentendimiento para acceder a la certeza. Posteriormente, en otros lugares de suobra como en los Principios, Descartes se dedica a examinar el lugar quedesempea la experiencia dentro del mbito cientfico. Es en el marco de estecontraste entre experiencia e intuicin que la interpretacin de D. Clarke nospermitir develar en algn sentido la aparente relacin a la que el trminoexperiencia se ve sometido frente al conocimiento estrictamente intelectual. Enprimer lugar, experiencia puede ser asociada con experiencia sensible y portanto prescindible a la hora de buscar la verdad, y por otro puede verse asociadacon experimentacin. Es en el marco de su relacin con la experimentacincientfica que nos referiremos al trmino experiencia.

    De acuerdo a lo anterior, D. Clarke se refiere a la forma de sustentar elconocimiento cierto, prescindiendo de toda relacin con la experiencia empleandola expresin mtodo a priori. La forma de indagacin desde la cual elconocimiento intuido se nutre de datos experimentales D. Clarke la denominamtodo a posteriori. Formular una interpretacin en la que ambos mtodossean combinables teniendo siempre como punto de partida la intuicin, ser elobjetivo de este trabajo.

    En primer lugar, revisaremos lo que el autor comprende por mtodo apriori, en segundo lugar, la relacin que ste podra tener con la experiencia. Eneste sentido la parte final del trabajo tratar de sealar en qu forma ambosmtodos pueden ser combinables de acuerdo a la naturaleza particular dedeterminadas indagaciones en el mbito cientfico.

    1.- Razn y Experiencia: el mtodo a priori y el mtodo a posteriori.Como es sabido, la pretensin cartesiana de encontrar una verdad para

    fundar la ciencia descansa sobre una propuesta metodolgica, desde la cual elautor pretende poner en duda cualquier clase de conocimiento que no se lepresente como indubitable. Esta propuesta metodolgica, en el transcurso delDiscurso y particularmente de las Meditaciones, muestra dos registros

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    simultneos desde los cuales se revisan por un lado, aquellos conocimientos quese presentan al entendimiento como claros y distintos y en consecuenciaindubitables, y por otro, aquellos que por provenir de la sensibilidad no llegan aconvertirse en fundamento de la ciencia y por ende pueden ser puestos en duda.

    Con respecto a los segundos podemos apreciar en la Primera Meditacin,que la percepcin sensorial y todo conocimiento proveniente de ella es motivode duda. Por otra parte, en la Sexta Meditacin, el conocimiento provenientede los sentidos, precedido por la demostracin de la existencia de Dios (comoforma de superar la hiptesis del Genio Maligno), nos permitir conocer, sintemor a equivocarnos, algunos modos de la res extensa presentes en los objetos;hablamos de modos como el color, el movimiento o la textura, entre otros. Elconocimiento de estos modos de acuerdo a lo que la sensibilidad percibe, ya seaen el marco de algn tipo de experimento cientfico o en nuestro trato comn ycotidiano con las cosas del mundo, al final de las Meditaciones Metafsicas, yano ser considerado por Descartes como sinnimo de falsedad.

    Es decir, si en la Primera Meditacin Descartes afirm, con finesestrictamente epistemolgicos que se considerara a s mismo como "sin manos,sin ojos, sin carne, sin sangre, sin sentido alguno y creyendo falsamente quetengo todo eso"8, en la Sexta Meditacin, tras superar los escollos a los que hasido conducido tras el uso de la duda metdica, no le quedar ms que afirmarque "no debo temer en adelante que sean falsas las cosas que mis sentidosordinariamente me representan, y debo rechazar, por hiperblicas y ridculas,todas las dudas de estos das pasados; y en particular, aquella tan general acercadel sueo, que no poda yo distinguir de la vigilia"9.

    Si bien el presente trabajo no pretende hacer un completo repaso delitinerario reflexivo que el autor desarrolla en medio de las expresiones citadasen el prrafo anterior, lo que buscamos es releer a Descartes, articulando elobjetivo cientfico-fundacional que determina su argumentacin epistemolgica,junto al papel que desempea la experiencia sensible dentro del proyecto cientficofilosfico general al cual se suscribe la obra del autor.

    8 Descartes, Ren. Meditaciones Metafsicas con Objeciones y Respuestas. Alfaguara,Madrid, 1977, p. 21. AT, IX, 18.9 Ibd.74. AT, IX, 71.

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    Por tal motivo, y teniendo en consideracin el reto de interpretar aDescartes de forma tal de poder conjugar su propuesta metodolgica con elpapel de la experiencia, surge la pregunta acerca de la importancia que Descartesle brinda tanto al conocimiento intuitivo como al proveniente de la experiencia,as como tambin la forma en la que stos se podran relacionar. Teniendo encuenta esta inquietud D. Clarke pregunta e indica lo siguiente:

    Hasta qu punto es a priori o experimental el mtodo cartesiano, y hasta qupunto refleja fielmente la metodologa cartesiana la prctica cientfica deDescartes? Un tipo extremo de apriorismo en la ciencia podra ser el siguiente: sepodran considerar los primeros principios, axiomas o postulados primeros de laciencia como garantizados en su verdad por una intuicin puramente intelectual,o lgicamente encadenados con otras proposiciones que estn as garantizadas;y podra considerarse la relacin entre estos principios primeros y las explicacionescientficas de fenmenos especficos como una implicacin lgica, de tal maneraque el valor de verdad de las explicaciones se decide completamente, de formaderivada, por la garanta intuitiva de los primeros principios. Una comprensindel mtodo cientfico de este tipo, con una justificacin a priori de los primerosprincipios y una deduccin lgica a partir de ellos de las explicaciones particulares,ser lo que a partir de ahora llamaremos mtodo a priori. Si, por el contrario,nuestro mtodo deja abierta la posibilidad de falsar nuestras explicacionescientficas mediante los datos experimentales, entonces podremos decir que setrata de un mtodo a posteriori. Evidentemente nuestro mtodo puede ser unacombinacin de ambos elementos a priori y a posteriori, en el sentido de quepodramos anticipar la posibilidad de elementos de juicio experimentalesdesconfirmadores para algunas hiptesis y mantener al mismo tiempo quenuestros principios bsicos no estn expuestos a pruebas experimentales10.

    Analicemos la cita sugiriendo algunas consideraciones. En primer lugar,una interpretacin de lo que D. Clarke entiende como mtodo a priori pasa poradmitir que el pensamiento cartesiano, (en particular aquellos pasajes relacionadoscon la bsqueda de los fundamentos de la ciencia), se encuentra inicialmentemostrando un concepcin del conocimiento alejada radicalmente de la

    10 Clarke, D. La filosofa de la ciencia de Descartes, cit., p. 22,23.

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    experiencia, particularmente en lo expuesto en las Regulae a partir del estudiode lo que significa intuicin y deduccin.

    Lo que en principio queremos sealar es que este apriorismo extremo alque se refiere D. Clarke coincide con algunos rasgos generales expuestos porDescartes en las Regulae; sin embargo, en el transcurso de su maduracinfilosfica, particularmente despus de la publicacin de los Principios, Descartesbrinda cierta importancia al conocimiento proveniente de los sentidos dentro delconocimiento cientfico de manera no excluyente. Con esto no queremos decirque Descartes se desentiende de la experiencia sensible en las Reguale11, sinoque es en ellas en las que el autor hace nfasis en la intuicin y deduccin, comonicas operaciones del entendimiento capaces de permitirnos conocer la verdady edificar la ciencia.

    Sin duda que conocer la verdad ser un asunto que en toda la reflexincartesiana quedar en manos de la intuicin y la deduccin, tal como se exponeen las Regulae, pero en la edificacin y desarrollo del conocimiento cientfico elpapel de la experiencia sensible no quedar del todo excluido, como puede llegara entenderse despus de leer los Principios.

    En este sentido, nuestra primera consideracin, en torno a lo que Descartesentiende por conocimiento intuitivo y conocimiento experimental basndonos enla distincin hecha por D. Clarke entre mtodo a priori y mtodo a posteriori,nos remite a una concepcin extrema de un cierto tipo de apriorismo intuicionistaacorde con lo que J. L. Bermdez seala como la lectura tradicional que se leha dado al papel del conocimiento intuitivo en Descartes. Segn ste "The rigiddeductivism wich seems to emerge from the Rules is based on a particularconception of the certainty of mathematics"12.

    11 Prueba de ello se muestra en la Regla V, donde a propsito de aquellos que pretendenalcanzar la verdad sin atenerse rigurosamente a lo que la intuicin les muestra Descartessostiene: "As hacen tambin estos filsofos que descuidan las experiencias y creenque la verdad debe salir de su propio cerebro como sali Minerva del de Jpiter".Descartes, R. Reglas para la direccin de la mente. Barcelona. Orbis, 1983, p. 166. AT,X, 380.

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    En segundo lugar, la articulacin de los principios intuidos por la luz naturalcon cierta clase de conocimiento proveniente de la experiencia sensible, seraquello que permita que la propuesta cartesiana no quede reducida tan solo a ungrupo de certezas subjetivas incapaces de relacionarse con el mundo. En otraspalabras, si no es posible articular lo intuido con aquello que conocemos mediantelos sentidos y sobre lo cual reproducimos y recopilamos cualquier prcticacientfica, ser imposible incluir rasgos elementales de los objetos materialescomo dureza, tamao, movimiento, textura o color, dentro de ciencias que noshablen de las particularidades del mundo material, es decir, dentro de la fsica, lamecnica, la qumica o la medicina, disciplinas que como es sabido Descartespretende desarrollar como correlato de su labor fundacional en el mbito de laciencia. Para lograr entonces esa articulacin a la que anteriormente nos referimosentre lo percibido clara y distintamente (producto de la intuicin y la deduccin)y la experiencia sensible, habr que justificar la transicin del mtodo a priori almtodo a posteriori.

    Tomando en cuenta las consideraciones antes expuestas, la primera deellas relacionada con la expresin apriorismo radical cuyas fuentes primariasse encontraran en lo expresado en las Regulae sobre todo en lo concerniente alpapel de la intuicin en el mbito del conocimiento, y la segunda con la necesidadde una sntesis ulterior entre mtodo a priori y mtodo a posteriori (ello con el finde acercar la metafsica a la fsica). Pasemos a ahora al problema central expuestoen la cita de D. Clarke que hemos tomado, a saber, la nocin de mtodo enDescartes visto desde dos perspectivas, como mtodo a priori y como mtodoposteriori, as como su eventual relacin. Comencemos considerando elsignificado de la expresin mtodo a priori.

    1.1- El mtodo a priori.El propsito del siguiente apartado ser develar el sentido de la expresin

    mtodo a priori empleada por D. Clarke. Para ello mostraremos el papel quejuega la razn en la filosofa cartesiana teniendo en cuenta lo que sera suexposicin dentro de la concepcin de las Regulae y desde la cual los trminos

    12Jos Lus Bermdez. "Scepticism and Science in Descartes". Philosophy andPhenomenological Research, Vol. 57, No. 4 (Dec., 1997), p. 743-772.

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    intuicin, deduccin y la expresin mathesis universalis son fundamento y a suvez sinnimo de conocimiento cierto.

    De acuerdo con la exposicin de J.L. Bermdez13, as como con loexpuesto por Dinu Garber14 en torno a la interpretacin tradicional acerca delpapel de las Regulae como esbozo previo a lo propuesto en el Discurso, seobserva que ambos coinciden en que el valor de lo intuido frente a la naturalezadiversa del conocimiento, ser lo que permita interpretar lo que Descartesentiende inicialmente como certeza, base desde la cual se edifica lo que D.Clarke concibe como mtodo a priori.

    En este sentido, la expresin mtodo a priori, entendida en un primermomento como forma de adquirir, concatenar y ordenar conocimientos ciertos,nos conduce indefectiblemente a una concepcin de las operaciones delentendimiento en la que stas se nos presentan, inicialmente desarrollando unpapel de carcter puramente intelectual. As, desde esta concepcin, la intuicin,la deduccin, la induccin y su posterior despliegue en una mathesis universaliscomo correlato reflexivo de la bsqueda de la verdad ser lo que brinde unidady garanta de certeza al pensamiento cientfico.

    13 Ibd.14 Cap. I. Aspectos del mtodo. "La intuicin cartesiana puede versar sobre objetos quese originan en la sensibilidad o en la imaginacin, pero cuya elaboracin intelectualposterior pueda calificarse de intuicin. Los que las Regulae sealan es que no puedehaber un conocimiento intuitivo de la mera representacin sensible o de la imaginacin,lo que no impide que pueda surgir de una reflexin consciente que "depure" el o losdatos sensibles y que elabore ideas a partir de ellos que sean objetos de la intuicin, yque incluso pueda llamrse intuicin a todo el proceso. Creo que lo que Descartes quieredestacar es que solamente puede producirse un conocimiento intuitivo cuando lainteligencia reflexiona en torno a las representaciones presentes a ella,independientemente de su origen, hasta alcanzar una concepcin clara, distinta, unitaria".Garber, D. El puente Roto. Montevila. Caracas. 2002, p. 43.

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    1.1.1-La razn desde las operaciones del entendimiento: intuiciny deduccin. Un Acercamiento al mtodo a priori.

    Teniendo como nico propsito alcanzar la verdad, segn lo descrito enlas Regulae, particularmente en la regla I, Descartes, en la regla II, pasa asealar que la nica manera de alejarse de todo conocimiento incierto esmediante la deduccin a la que define como "la operacin pura por medio de lacual uno infiere una cosa de otra"15. Dicha operacin segn Descartes, "nuncapuede ser mal realizada por el entendimiento"16; en este sentido la deduccinsera sinnimo de acierto en la concatenacin y por tal motivo sera contradictorioconsigo misma el definirse como desacertada. Al mismo tiempo lo concatenadorevelar un orden como consecuencia de la aprehensin de contenidosindubitables relacionados unos con otros. Por ello, el orden ser testimonio delacierto en la deduccin dado que el criterio para establecer dicho orden ser elque en carta a Mersenne fechada en diciembre de 1640 define como el que seestablece a partir de "las cosas ms fciles a las ms difciles de donde deduzcolo que puedo, tanto respecto de una materia como de otra, lo que es, en miopinin, el verdadero camino para encontrar y explicar la verdad".17

    Si bien es cierto que Descartes slo est describiendo un tipo particularde operacin intelectual, es sta la que ulteriormente nos permitir, junto a laintuicin, alcanzar la verdad.

    15 Descartes R. Reglas para la direccin de la mente. cit., p. 149. Regla II AT, X, 365.16 Ibd. AT, X, 365.17 Descartes, R. Obras Escogidas. Buenos Aires. Suramericana. 1967, p. 380. AT, III, 267.As mismo en la regla V y VI Descartes se refiere al orden y lo define como aquel queestablece la mente a partir de las cosas ms simples hasta llegar a las ms complejas,pudiendo interpretarse que lo que es denominado en este texto como simple ser lo queposteriormente Descartes identifique como lo ms fcil de conocer por el intelecto puro.Para una mayor explicacin ver Marion J.L. Sobre la ontologa gris de Descartes.Escolar y Mayo. Madrid. 2008. Captulo Segundo 12 La ficcin del orden, p. 98. AllMarion seala: "el orden metdico tiende a conformar toda 'cosa por conocer' a supropia inteligibilidad, por abierta que pueda llegar a ser la distancia que separa el orden'natural' (y el desorden que esencialmente se mezcla con l a la vista del mtodo) delorden metodolgico".

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    De acuerdo con lo sealado anteriormente, Descartes pretende dar porsentado, en primer lugar, que el sujeto puede llevar a cabo un tipo de operacinde carcter netamente intelectual desde la cual puede relacionar lo ya conocidocon aquello que pretende conocer.

    Las dificultades de una concepcin como sta no son pocas ya que porun lado el empleo de la palabra pura no arroja muchas luces de aquello sobre locual Descartes pretende diferenciar la deduccin, es decir, el hecho de que seapura no nos dice en relacin con qu cosa es ella impoluta y no mezclada. Dicholo anterior, podemos sealar que Descartes parece referirse inicialmente a laposibilidad que tiene el pensamiento de dirigirse a sus propios contenidos entanto que objetos de nuestra mente. En este sentido pareciera que pura podraentenderse como no mecnica e igualmente distinta de toda clase de actividadorgnica, base de todo conocimiento sensible. En segundo lugar, Descartes pareceafirmar que la posibilidad de llegar a obtener el conocimiento de las cosas18descansara en esta operacin estrictamente intelectual, alejada de los objetos,que conduce al sujeto de un conocimiento a otro sin llegar a equivocarse. Esdecir, la deduccin en el marco de la regla II pareciera invocar un ciertodinamismo en el mbito del conocimiento en el que lo conocido estar siempreen conexin con otros objetos de pensamiento, de forma tal que una cosa puedacomprenderse no slo desde lo que ella misma representa sino desde su relacincon otros objetos de conocimiento. En otras palabras, la deduccin implica unalejamiento de la experiencia sensible y al mismo tiempo un orden entre losconocimientos adquiridos producto de este distanciamiento.

    Sin embargo, lo descrito en la regla II parece no ser suficiente paraDescartes en relacin a la necesidad de brindar una descripcin completa de lasoperaciones del entendimiento por lo que introduce en la regla III un nuevo tipode operacin a la que denomina intuicin.

    18 Descartes R. Reglas para la direccin de la mente. cit., p.149.Regla II AT, X, 364.

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    En el marco de esta regla y como norma metodolgica general a lo largode las Regulae, Descartes advierte a propsito de la intuicin, que para evitarmalos entendidos se acoger al significado en latn de los trminos a emplear enel transcurso de su trabajo19. En este sentido, el vocablo intuir nos remite altrmino intuitus que significa ver atentamente20. Sin duda que la etimologa dela palabra intuir concuerda en trminos generales con la concepcin cartesianade un conocimiento estrictamente intelectual; sin embargo, el sentido que encierrael origen de la palabra intuicin desde la concepcin latina no parece arrojarninguna luz sobre lo que quiere exactamente decir Descartes, dado que lo vistoen el marco de la exposicin de la regla III queda determinado por el propio actodel entendimiento y su naturaleza es aprehensible a partir de sta. En este sentido,Descartes al querer buscar concordancia entre lo que para l viene a ser laintuicin y lo que esta expresin significa en latn, se ve obligado inevitablementea definirla como un ver, es decir, un ver estrictamente intelectual diferente enesta primera definicin de la naturaleza de lo visto. Al respecto vale la penapreguntarse Qu significa ver intelectualmente? Puede Descartes decir ques la intuicin desde una metfora, es decir desde una analoga con el sentido dela vista? Frente a lo dicho en la regla III Descartes an tiene mucho que explicarya que no queda claro cmo es posible que el intelecto vea y mucho menos eltipo de objetos que pueden llegar a alcanzarse mediante ese tipo especial de ver.Analicemos qu dice el autor con respecto a la intuicin en la regla III.

    19 Ibd, p. 154. "Por lo dems, por miedo a que tal vez pueda chocarle a alguien el nuevoempleo de la palabra "intuicin" y de las otras que en adelante me ver forzado a desviarde su significado ordinario de manera anloga a sta, hago aqu una advertencia. Nopienso en absoluto en la manera en que cada expresin ha sido utilizada en estosltimos tiempos en las escuelas, por que sera extremadamente difcil querer servirse delos mismos nombres para expresar ideas profundamente distintas; antes bien me atengonicamente al significado de cada palabra en latn, a fin de que, a falta de trminospropios, pueda tomar, para traducir mejor mi pensamiento, aquellos que me parezcamejor le convienen". Regla III. AT, X, 369.20 De Miguel, R. Nuevo diccionario latino-espaol etimolgico. Visor. Madrid. 2000, p.490.

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    Entiendo por intuicin no la confianza incierta que proporcionan los sentidos niel juicio engaoso de una imaginacin que realiza mal las composiciones, sinoun concepto que forma la inteligencia pura y atenta con tanta facilidad y distincin,que no queda ninguna duda sobre lo que entendemos, o lo que es lo mismo: unconcepto que forma la inteligencia pura y atenta sin ninguna duda y que naceslo de la luz de la razn y que, por ser ms simple, es ms cierto que la mismadeduccin, la cual, sin embargo, tampoco puede ser mal hecha por el hombre,como ya hemos apuntado21.

    En primer lugar, al igual que en la regla II, Descartes est dirigiendo sumirada a los actos del entendimiento capaces de representarnos cosas, es decir,su atencin est dirigida a buscar un camino desde el cual pueda garantizarse elacceso a pensamientos que puedan servirle de certezas inamovibles y de all laimportancia que cobra la descripcin de los actos que garanticen la aprehensinde este tipo de contenidos mentales. Sin duda que las Regulae no son la mejory ms depurada exposicin de la propuesta epistemolgica cartesiana, ya queeste trabajo, escrito en su juventud, no fue publicado. Sin embargo, este asuntoen particular, el relacionado con el estudio de las facultades y operacionesmentales mediante las cuales somos capaces de hacernos representaciones, semantendr en el transcurrir de todo el resto de su indagacin filosfica comopunto de partida. En ese sentido, la idea de mtodo a priori que parece perfilarDesmond Clarke, sin duda encuentra su germen en lo expresado en las Regulae,en particular en lo concerniente al papel de la intuicin y la deduccin comooperaciones posibilitadoras del conocimiento humano.

    Ahora bien, volviendo a la regla III, encontramos que Descartes distingueintuicin de aquello que proviene de los sentidos, tal como a propsito de ladeduccin lo hiciera en la regla II. A ello agrega la idea de que esta operacin esuna concepcin de la mente cuyo rasgo definitorio sera la indubitabilidad. Esdecir, la intuicin es una operacin del entendimiento caracterizada por lacapacidad de concebir objetos que ante s misma sta no podra dudar de lo querepresentan.

    21 Descartes, R. Obras Escogidas. cit., p. 42-43. AT, X, 368, 369.

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    Desde esta concepcin expuesta en la Regulae que hemos acordadojunto a D. Clarke llamar mtodo a priori, Descartes parece sostener que lamente, alejndose de todo contacto con cualquier representacin sensible, puedeaprehender cierto tipo de representaciones cuya naturaleza especfica no essino puramente intelectual, lo que nos lleva a pensar que Descartes, en uncomienzo, afirma dos cosas: por un lado que la mente puede alejarsecompletamente de la sensibilidad y por otro que existen contenidos que puedeaprehender que no son de carcter sensible. Si lo anterior es posible, Descartesdebe responder al menos las siguientes preguntas Qu clase de representacionesson aquellas que surgen de una concepcin de la mente alejada de los sentidos?Cmo pueden ser llamadas? Y Cmo es posible que el entendimiento puedahablar de s mismo sin relacionarse con otra cosa que no sea el propio pensar,en este caso descrito desde una operacin llamada intuicin?

    De esta manera lo que Clarke llama un tipo extremo de apriorismo enla ciencia22 asociado al sentido que le hemos brindado a la expresin mtodo apriori nos remite, en primer lugar a las Regulae, obra en la que Descartes,desde consideraciones absolutamente alejadas de toda clase de experienciasensible, delimita el espacio conceptual que ha de definir la bsqueda de laverdad. A su vez, la delimitacin de dicho espacio, nos conduce en las primerasreglas a definir el camino de la investigacin desde la consideracin decaractersticas como el orden y la indubitabilidad. Slo desde ellas podremosdistinguir el verdadero conocimiento del que no lo es.

    De esta manera Descartes podr desarrollar, a partir de lo expuesto enesas primeras reglas, sobre todo en lo concerniente a la intuicin y la deduccin,la idea de que la ciencia ha de representar un todo unificado tal como lo harms adelante, aos despus, en la famosa carta al traductor de Los Principiosde la Filosofa23.

    De acuerdo con lo expuesto anteriormente el mtodo a priori al que serefiere D. Clarke, habla de la forma en la que la intuicin y la deduccin hacenposible la aprehensin y relacin de nuestros conocimientos claros y distintos en

    22 Clarke, D. La filosofa de la ciencia de Descartes. cit., p. 22,23.23 Descartes, Ren. Principios de la Filosofa. Alianza, Madrid.1995, pp. 7-19. AT, IX, B,1-20.

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    una sola cadena de verdades con la cual podemos dar cuenta del mundo material.El mtodo a priori consistir en ir desde los principios intuidos al conocimientodel mundo; por ello, stos debern servir como criterio para confirmar o negarhiptesis en torno al comportamiento de los objetos. Sin embargo, en la articulacindel mtodo a priori con nuestra percepcin sensible, la intuicin se encargarade presentar, de manera general, algunas caractersticas del mundo exterior(por ejemplo que se trata de materia en movimiento) sin atender a lasparticularidades de la res extensa las cuales aprehendemos desde la percepcinsensible.

    1.2- El mtodo a priori y su proximidad con la experiencia: unacercamiento al mtodo a posteriori

    En las pginas anteriores hemos realizado una descripcin de cmo laexposicin de los actos del entendimiento (intuicin y deduccin) presentes enlas Regulae sirven para ilustrar los elementos fundacionales del mtodo a priori;a sto bien podemos agregar lo que Descartes seala tanto en el Discursocomo en los Principios en torno al papel que cumple el conocimientoexperimental dentro de su propuesta. En ambos textos Descartes afirma que supropsito no es otro que explicar los efectos por sus causas y no las causas porsus efectos24. Sin embargo, los principios desde los cuales se pueden explicarlas particularidades del mundo natural, resultan, segn el autor, tan generalesque se hace necesario que la experiencia pueda interpretarse en conjuncin condichos principios, a fin de que lo que se pretende explicar desde la experienciaest en consonancia con los principios generales desde los cuales se explica lanaturaleza de la materia.

    En este sentido, Descartes en el primer pargrafo de la segunda parte delos Principios de la Filosofa, explica el papel del conocimiento sensible apartir de la certeza sobre el conocimiento del mundo exterior. En dicho pargrafoel autor sostiene:

    24 Descartes, R. Principios de la Filosofa. cit., p. 123. Tengo el propsito de explicar losefectos por sus causas y no las causas por sus efectos. Parte III 4. AT. IX, 105.

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    En primer lugar, experimentamos, en nosotros mismos que cuanto sentimosprocede de alguna otra cosa distinta de nuestro pensamiento, ya que no est ennuestro poder el tener una sensacin y no otra, dependiendo esto nicamentede la cosa en tanto que alcanza nuestros sentidos. Es verdad que podramoscuestionarnos si Dios o algn otro ser, no sera esta cosa; pero, puesto quesentimos o, ms bien, puesto que nuestros sentidos frecuentemente nos excitana percibir clara y distintamente una materia extensa en longitud, anchura yprofundidad, cuyas partes tienen formas distintas y estn afectadas pormovimientos diversos en razn de lo cual surgen las sensaciones que tenemosde los colores, los olores, del dolor, etc., si Dios presentara inmediatamente anuestra alma en virtud de su misma accin la idea de esta materia extensa, o biensi solamente permitiese que fuera causada en nosotros por algo que no tuvieseextensin ni figura, ni movimiento, no podramos encontrar razn alguna quenos impidiera creer que Dios se complace en engaarnos; puesto que concebimosesta materia como cosa diferente de Dios y de nuestro pensamiento, nos pareceque la idea que nosotros tenemos de ella se forma en nosotros en ocasin de loscuerpos exteriores a los que es enteramente semejante. Pero, puesto que Dios nonos engaa en modo alguno por cuanto ello repugna a su naturaleza, tal y comoya se ha hecho notar, debemos concluir que existe una sustancia extensa enlongitud, latitud y profundidad, que existe en el presente en el mundo con todaslas propiedades que manifiestamente conocemos que le pertenecen. Estasustancia extensa es lo que propiamente denominamos cuerpo o la sustancia delas cosas materiales25.

    A partir de esta certeza en torno al conocimiento de los objetos materialesbasada en una experiencia irrefutable relativa a la distincin entre el yo y losobjetos que le rodean, se sustenta la distincin entre un conocimiento generalasumido como principio (y cuya aprehensin intuitiva y ordenamiento es llamadomtodo a priori) y el conjunto de experiencias sensibles que dan sentido a losprincipios o postulados a priori. En el marco de la cuarta parte de los PrincipiosDescartes se refiere a esta complementariedad entre principios o postulados apriori y experiencia de la siguiente manera:

    25Ibd.., pp. 71,72. Parte II 1. AT, IX, 63-64.

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    Hemos afirmado con anterioridad que todos los cuerpos que componen eluniverso estn formados de una misma materia; que tal materia es divisible eninfinidad de partes; que est dividida en partes que se mueven de un mododiverso y cuyos movimientos son en cierto modo circulares; que se mantieneuna cantidad igual de movimiento en el mundo; ahora bien, no hemos podidodeterminar de igual forma las dimensiones de las partes en las que la materia estdividida, ni cul es la velocidad con que tales partes se mueven, ni cules son loscrculos que describen al moverse. No ha sido posible esta determinacin, pueshabiendo podido ser ordenadas por Dios en una infinidad de distintas formas,slo la experiencia y en modo alguno la fuerza del razonamiento, permite conocercul de todas estas formas ha sido elegida. sta es la razn en virtud de la cual ylibremente podemos elegir aquella que deseemos siempre y cuando todo lo quesea deducido sea enteramente acorde con la experiencia26.

    En la sexta parte del Discurso y especialmente en los PrincipiosDescartes est convencido de la necesidad de acudir a la experiencia paradeterminar las particularidades de los fenmenos naturales. Sin embargo, staha de ser interpretada a la luz de principios generales previamente intuidos. Eneste sentido, si el mtodo a priori se entiende como un modo de estructurar elrazonamiento cientfico de modo tal que la experiencia se subordine a la intuicin,el mtodo a posteriori plantea por el contrario la necesidad de ir a la experienciaa fin de poder aplicar lo dicho en los principios a lo revelado por nuestros sentidos.

    En ambos casos se trata de propuestas aparentemente excluyentes; sinembargo, si tomamos en cuenta lo generales y amplios que pueden ser losprincipios (como por ejemplo que toda materia es extensa y es determinable enancho, largo y profundidad o que todo cuerpo que se mueve tiende a continuarsu movimiento en lnea recta27) y lo indeterminable que puede ser la experienciasi no acudimos a ella con ciertas concepciones previas, la idea de una sntesisentre ambos mtodos no luce descabellada a la hora de interpretar el papel de laexperiencia dentro de la filosofa cartesiana. En tal sentido, si bien es cierto que

    26 Descartes, R. Los Principios de la filosofa. ct., p. 148-149. Parte III 46. AT, IX, 124.Las negritas corresponden a lo resaltado por Descartes en dicho pargrafo.27 Descartes, R. Los Principios de la filosofa. cit., p. 100-101. Parte II 39 AT, IX, 86.

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    la experiencia se ha de subordinar a los principios, ya que el mtodo pretende ira explicar los efectos desde las causas y no las causas desde los efectos, acudira la experiencia no ser ocasional y contingente, de acuerdo con lo dicho porDescartes en la cita anterior, sino necesario en el mbito de la indagacincientfica, ya que desde la amplitud de los principios resulta imposible determinaralgunos aspectos de la naturaleza, como por ejemplo la trayectoria que siguenlos componentes ltimos de la materia.

    En este sentido decimos que a partir de la lectura de Clarke concordamoscon l en que el mtodo cartesiano "puede ser una combinacin de amboselementos a priori y a posteriori, en el sentido de que podramos anticipar laposibilidad de elementos de juicio experimentales desconfirmadores para algunashiptesis y mantener al mismo tiempo que nuestros principios bsicos no estnexpuestos a pruebas experimentales".28 Por tanto, la correlacin entre mtodoa priori y el mtodo a posteriori, se comprobar a partir de la correlacindeductiva entre explicaciones experimentales, principios fsicos y los principiosmetafsicos. De esta forma se podr ofrecer una interpretacin acerca del papelde la experiencia en la teora del conocimiento de Ren Descartes.

    Si consideramos la posibilidad de una sntesis entre el mtodo a prori ymtodo a posteriori, o mejor dicho una combinacin (para ser fieles con lodicho por D. Clarke), los contenidos intuidos se articularn en la deduccin enuna sola explicacin acerca de los fenmenos del mundo que se adecuar a loobservado por los sentidos e incluso podr, eventualmente, complementarse porlo que stos perciban. En otras palabras: la adecuacin de lo pensado clara ydistintamente con lo experimentado desde la sensibilidad ser el resultado deuna concatenacin previa hecha por la res cogitans entre los contenidos que sele presentan a la conciencia como indubitables, (contenidos entre los que seencuentra la idea de extensin, sus modos y el conocimiento matemtico quetenemos acerca del mundo) y los elementos de juicio que en torno a los objetosmateriales podemos hacernos desde la experiencia sensible.

    Desde esta sntesis se podrn establecer vinculaciones, a posteriori, conhiptesis cientfico-experimentales que pretendan llegar a ser verdaderas, es

    28 Clarke, D. La Filosofa de la ciencia de Descartes. cit., p. 22-23.

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    decir, que pretendan establecer correspondencia entre los contenidos mentalesy la naturaleza particular de objetos fsicos.

    En resumen, segn lo expuesto anteriormente, de acuerdo con la distincinentre mtodo a posteriori y mtodo a priori hecha por D. Clarke podemosafirmar que cabe un tipo de interpretacin en torno al papel de la experiencia enla epistemologa cartesiana en la que la ciencia se ver obligada a buscar unmtodo que complemente los principios intuidos con comprobaciones yobservaciones experimentales. Sin embargo, el quehacer cientfico en Descartesy la aplicacin de un mtodo (sea a priori, a posteriori o una combinacin deambos como seala D. Clarke) depender en primer lugar de la formulacin deprincipios indubitables y en segundo, de poder recobrar la confianza epistmicaen la sensibilidad (perdida tras el uso de la duda metdica) a travs de la cualcomprobamos la manera en la cual se mueven los cuerpos y actan sobre nuestrossentidos.

  • Miguel Vsquez

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