LAS TENTACIONES DE CRISTO

UN LLAMADO A LA MADUREZ

por

Art Katz

BURNING BUSH PRESS

BEMIDJI, MINNESOTA, USA

LAS TENTACIONES DE CRISTO

Un Llamado a la Madurez

Por Art Katz

Copyright 2008Art Katz Ministries

Todos los derechos reservados. Este libro est protegido por las leyes de los Derechos de Autor de los Estados Unidos de Amrica y no puede ser copiado o reimpreso con fines comerciales o de lucro. Se permite y se invita al uso de citas cortas o copias ocasionales de pginas individuales para estudio personal o grupal.

A menos que se especifique de otra manera, las citas de las Sagradas Escrituras son tomadas de la BIBLIA VERSION REINA VALERA 1960 Copyright 1960 Sociedades Bblicas en Amrica Latina; Copyright renovado 1988 Sociedades Bblicas Unidas. Usadas con permiso.

Otros materiales por Art Katz pueden ser encontrados en el siguiente sitio de internet:

www.artkatzministries.org

Publicado por Burning Bush Press Primera edicin en ingls, 2008. Primera edicin en espaol, 2011 (copyright 2011 Art Katz Ministries)

Acerca del Autor

Art Katz naci en Brooklyn, Nueva York de padres judos, creciendo durante los aos de la Gran Depresin y la turbulencia de la Segunda Guerra Mundial. Durante sus viajes martimos y experiencias militares, habiendo abrazado las ideologas marxistas y existencialistas, Art, ahora un maestro de preparatoria, fue llevado a una crisis moral finalcapaz de elevar las preguntas, pero incapaz de contestar las perplejidades agobiantes de esta edad moderna.

Viajando con tan solo una mochila por Europa y el Medio Oriente durante una temporada sabtica, el atesta cnico y escptico, anti-religin y anti-cristiano, fue aprehendido por un Dios que le buscaba. El diario de aquella experiencia, Ben Israel La Odisea de un Judo Moderno, hace recuento de la bsqueda de Art por el verdadero significado de la vida, que tuvo su clmax significativa y simblicamente en Jerusaln.

Art asisti al Santa Monica City College, UCLA y a la University of California en Berkeley, obteniendo ttulos de Licenciatura y Maestra en Historia, as como una Maestra en Teologa en el Luther Seminary de St. Paul, MN. Durante su ministerio como orador durante casi cuarenta aos, Art busc brindar la relevancia radical del mensaje bblico a la sociedad contempornea, tanto secular como religiosa. Con muchos de sus libros traducidos a los lenguajes ms hablados en el mundo, Art viaj frecuentemente a muchos lugares del orbe como conferencista, predicador y como una voz proftica para la Iglesia hasta su muerte en el 2007.

Prefacio del Editor

En un stano en Ohio, y delante de una pequea asamblea de hijos del Seor, Art dio una serie de mensajes con el tema de las Tentaciones de Cristo. Hasta donde sabemos, jams habl del tema, antes o despus, pero los temas de la madurez de los hijos de Dios ya estaban percolando su espritu y estaban siendo expresados en otros lugares semejantes.

Art, como su Seor ante quien estaba, tena un aprecio especialmente grande por las cosas que tenan su incepcin en lugares ocultos y secretos. Intua que el Seor reservaba tales lugares y momentos para brindar una perspectiva particular de Su camino y Su carcter. Los contenidos de este librito bien pudieran ser la expresin de una de tales ocasiones.

Queremos agradecer a todos los que estuvieron involucrados en completar el manuscrito para su publicacin: a Donna Klindt quien ofreci sus habilidades profesionales para el grueso del esfuerzo de edicin general. Ella fue capaz de darle el pulido necesario al borrador, reteniendo el estilo peculiar de Art para comunicarse. Naomi Hensman sobrellev resoluta y fielmente la tarea de transcribir los mensajes apenas audibles en audio casete. Con respecto a Thomas Lei y Tom Quinlan, fuimos afortunados de encontrar a dos lectores vidos de Art quienes brindaron de su tiempo y habilidad para revisar y corregir el manuscrito final. Chuck Schmitt proporcion nuevamente sus talentos artsticos para el diseo grfico de la portada.

Publicado de manera pstuma, creemos que Art hubiera querido dedicar este librito especialmente a aquellos del pueblo de Dios quienes han ponderado porqu hay tan poco de Su poder y autoridad en sus vidas. Nuestra oracin es que el mensaje en estas pginas pueda traer esa respuesta y consolacin tan necesarias.

Simon Hensman Laporte, MN Abril, 2008

Nota del Traductor

Es muy importante notar para la adecuada comprensin del concepto manejado por el autor, que no existe una palabra en espaol para el vocablo en ingls sonship que es traducido como adopcin en la versin Reina Valera 1960 de la Biblia. El original en griego, usado sola y exclusivamente por el apstol Pablo corresponde a huiothesa, palabra compuesta formada por huios, un hijo, y thesis, colocar, que significa el lugar y condicin de un hijo donde es colocado, a donde natural y originalmente no perteneca.1 Dicha palabra griega es usada en Ro 8:15, 23, 9:4; Gal 4:5 y Ef 1:5.

En griego bblico del Nuevo Testamento, adopcin quiere decir justamente lo anterior. Pero el uso de la misma palabra puede ser confuso hoy en da porque confiere la idea moderna de que un hijo no biolgico es admitido en la familia adoptiva. Dicho de otra manera, el lector de las citas mencionadas en el prrafo anterior podra pensar que el apstol Pablo est implicando e imponiendo la definicin moderna de adopcin para el creyente, lo cual no es el caso, puesto que el cristiano nacido de nuevo es en toda regla, un Hijo de Dios:

Por medio del nuevo nacimiento llegamos a ser miembros autnticos de la familia csmica original (Ef. 3:15), verdaderos hijos engendrados por Dios (1 Juan 3:2), participantes de la naturaleza divina (2 P 1:4), engendrados por l, llamados simiente de Dios (1 Juan 5:1, 18 y 1 P 1:3, 23), que llevamos su herencia En Juan 1:12-13 aprendemos que el plan de redencin fue iniciado para establecer un mtodo generativo nico y original por el cual estos muchos hijos naceran y seran progresivamente disciplinados por un proceso santificador a fin de conducirlos a la gloria.2

Por estas razones he decidido traducir la palabra sonship usada por el autor, con el griego original, huiothesa. Esto con la esperanza de que el lector evoque la definicin proporcionada por Vine: los hijos de Dios, una vez que han llegado a la madurez, son entonces colocados en un lugar de preeminencia, a donde estaban destinados y en donde no se encontraban antes, tal y como lo hiciese Jesucristo antes de ellos (He 5:5-11). Se trata del reconocimiento formal de un hijo que ha alcanzado la madurez.

Homero Medrano Chihuahua, Mxico Abril, 2011

1 Vine, Concise Dictionary of the Bible, 1999, p. 7

2 Billheimer, Destinados para el Trono, 1981, p. 40

LAS TENTACIONES DE CRISTO

UN LLAMADO A LA MADUREZ

por Art Katz

TABLA DE CONTENIDOS

HUIOTHESIA

DEPENDENCIA O INDEPENDENCIA?

HIJOS QUE LO SON REALMENTE

UN NIO Y UN HIJO LA PRIMERA TENTACION

LA SEGUNDA TENTACION

LA TERCERA TENTACION

CONCLUSION

LAS TENTACIONES DE CRISTO

Un llamado a la Madurez

Jess, lleno del Espritu Santo, volvi del Jordn, y fue llevado por el Espritu al desierto por cuarenta das, y era tentado por el diablo. Y no comi nada en aquellos das, pasados los cuales, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jess, respondindole, dijo: Escrito est: No slo de pan vivir el hombre, sino de toda palabra de Dios. Y le llev el diablo a un alto monte, y le mostr en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: a ti dar toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a m me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si t postrado me adorares, todos sern tuyos. Respondiendo Jess, le dijo: vete de m, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs. Y le llev a Jerusaln, y le puso sobre el pinculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, chate de aqu abajo; porque escrito est: A sus ngeles mandar cerca de ti, que te guarden; y, en las manos te sostendrn para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jess, le dijo: Dicho est: no tentars al Seor tu Dios. Y cuando el diablo hubo acabado toda tentacin, se apart de l por un tiempo.3

Sera una hazaa bastante grande hacerle justicia a este pasaje de la Escritura. Eleva cuestiones que necesitan ser probadas y examinadas con detenimiento. De qu forma son estas tres tentaciones algo que cubre todo el panorama de lo que es la vida en Dios? De qu manera nos muestra las respuestas de Jess la forma en que pueden enfrentarse? Habramos de ocuparnos con este pasaje de la Escritura, o es meramente una narrativa histrica para nuestro mero inters? Tiene alguna relevancia o aplicacin para los creyentes de hoy en da? Qu hay detrs del hecho de que Jess haya comenzado su respuesta a cada tentacin con las palabras, escrito est, dicho est? Evidentemente, las Escrituras citadas respondieron a las tentaciones de forma tan eficaz que el diablo se apart de l, sabiendo que habra otra oportunidad en el futuro. Cada respuesta de Jess fue enunciada sobre el Dios de las Escrituras, el Dios que haba hablado. Cada ataque y tentacin estaban diseados para apartarle de ese centro. A qu otro centro deseaba el diablo trasladar a Jess?

HUIOTHESIA

Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.4 Vemos aqu la primera pregunta burlona que el diablo le lanza a Jess. l acaba de ser declarado el Hijo de Dios por Su Padre: T eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.5 En esta primera declaracin, el diablo ha exhibido su sabidura caracterstica. No lleva acaso una resonancia, un eco de algo que fue dicho una vez en el Jardn del Edn? Conque Dios os ha dicho? Dios acababa de anunciar pblicamente haca un momento que: T eres mi Hijo amado. Entonces, el diablo trata de introducir dudas en la mente de Jess al decirle: Si eres Hijo de Dios De la misma manera, podremos esperar que este mismo tipo de prueba venga sobre nosotros?

Un hijo, que lo es en realidad, es la obra ulterior de Dios, para la cual Jess es el patrn. La intencin de Dios es la de llevar muchos hijos a la gloria,6 lo que incluye hijas tambin. La huiothesa es el lugar de madurez, de un haber entrado al carcter y estatura de aqul Hijo patrn. De hecho, la palabra griega para hijo es huios, que implcitamente connota

3 Lucas 4:1-14

4 Ibid., v. 3

5 Lucas 3:22

6 Hebreos 2:10

madurez7. En el anlisis final, estoy convencido de que las potestades de las tinieblas tiemblan ante un hijo de Dios que ha alcanzado la madurez. Ellos buscan mantener a todos los creyentes en un lugar que es menos que eso. Por ms que queramos disfrutar un lugar de menor altura, y por ms que seamos aplaudidos en dicho lugaraunque seamos consistentes y fieles en asistir a la iglesia, en trabajo misionero y otras actividades buenasno se trata del lugar ulterior, la estatura y propsito a los cuales Dios nos ha llamado.

No hay otra cosa que irrite ms al diablo que la colocacin o la adopcin de un hijo. Un hijo verdadero y bblico representa y refleja a su padre con toda exactitud. Un hijo carece de cualquier motivo o propsito para su ser y vida que no sea la gloria del padre que viene a travs de la obediencia de un corazn que le es genuino. Obtener la huiothesa bblica debe de ser entonces nuestra meta ms alta. La huiothesa es la ms grande de las intenciones de Dios para nuestra salvacin. Tengo que aadir que desde mi propia perspectiva, habiendo observado al pueblo de Dios durante un largo tiempo, he notado que un gran nmero de los que se llaman a s mismos cristianos, no tienen un deseo de alcanzar la huiothesa. Tristemente, muchos desean una relacin con Dios que exige de ellos algo que es mucho menor.

Jess naci como el Hijo de Dios, pero hubo un punto en el tiempo en el cual l fue declarado el Hijo, T eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Esta declaracin tom lugar cuando l emergi de las aguas del bautismo, antes de que hubiese hecho nada para merecer dicho reconocimiento. l todava no haba iniciado Su ministerio pblico. Eso vino despus de la prueba en el desierto. Sin embargo, Dios est haciendo un pronunciamiento antes de que Jess haya hecho algo. Qu implica eso para una generacin como la nuestra, que est habituada a los logros, hechos y desempeos como la base para su autoestima y reconocimiento? Consideremos la enorme significancia de una declaracin que tena que ver con todo lo que Jess era en virtud de una relacin con Dios.

De hecho, la nica cosa que Jess realmente hizo para evocar tal proclamacin celestial fue haber ido al ro Jordn. Este bautismo por justicia era simblico de las aguas de muerte a Su propia vida, propsitos e intereses. La consecuencia lgica de este acto determinante fue la de traer una amargura y oposicin contra S mismo, lo cual terminara eventualmente en Su crucifixin y muerte vergonzosa. Podra ser esta la razn por la que evitamos deliberadamente el tomar este deseo por la huiothesa para nosotros mismos? Tenemos una intencin mediocre; deseamos ser buenos cristianos, intuyendo, quizs, que bien pudisemos estar invitando un tipo particular de oposicin aqu, y en esta vida.

Jess defini qu era lo que constitua la familia en base a la relacin con el Padre y la obediencia a Su voluntad. Cuando Jess emergi de las aguas del Jordn, la Paloma celestial vino sobre l, pero l tambin esper la declaracin del Padre acerca del Hijo. A menos que entremos en ese momento en la misma verdad y la misma profundidad, ese reconocimiento de los cielos no sonar por encima de nuestras cabezas.

Todo aqu es un patrn que concierne a los hijos e hijas de cualquier y cada generacin. Cuntos de nosotros vimos nuestro bautismo como un acto de obediencia para cumplir un requisito y ordenanza? Cuntos de nosotros lo vimos como entrar a una muerte y sepultura, no solamente para los propsitos de Otro, sino para que de ese momento en delante se viva por la vida de se Otro? Tal vez no somos hijos todava, precisamente porque no tenemos la misma disposicin de corazn que el Hijo Patrn. Muy a menudo, el bautismo en agua nos ocurre sin ningn entendimiento real de nuestra parte, un mero chapuzn religioso. Para Jess, fue llevarse voluntariamente a la muerte de Su propia vida, Su distintivo humano y serincluso muerte a la misma perfeccin que l era como el Hijo de Hombre.

7 Hay dos palabras griegas que se traducen al espaol con la misma palabra hijo, huios y teknn. Teknn, nio o hijo se usa tanto en

el sentido natural como en el figurativo, en contraste con huios, hijo donde se enfatiza la dignidad y carcter relacional. Ejemplos del uso de teknn aparecen en Juan 1:12, Fil 2:15, 1 Juan 3:2; la connotacin es hacer nfasis en el hecho del nacimiento. En ingls existen palabras para traducir ambos vocablos (children y son,) lo cual no ocurre en espaol. N. del T.

Para nosotros, bien pudiera ser que nos lo hayamos perdido justo aqu, en el mismsimo nexo de la fe; a saber, el reconocimiento del bautismo como una sepultura, renunciando con toda sinceridad a la vida propia.8 Acaso hemos visto realmente lo que la auto-renuncia a nuestras propias vidas implica? Hemos visto esa clase de vidas vividas delante de nosotros? Quizs simplemente existan muy pocos que hayan atestiguado o contemplado la visin de la vida crucificada. El apstol Pablo fue uno de ellos. Aqu y all, un encuentro fortuito confirma que hemos encontrado otro que lo haya hecho, quien puede declarar junto con Pablo, con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en m; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios9

Nuestro fracaso en la renuncia a todo es sin lugar a duda la razn por la cual seguimos viviendo consistentemente por nuestros propios pensamientos e impulsos, y por nuestras buenas intenciones religiosas. Dios llama nuestras buenas intenciones injustas y perversas porque las ponemos por encima de las Suyas. Jams nos someteremos a Su voluntad mientras pensemos que tenemos habilidades y cualidades significativas e importantes que pudiesen ser de valor para los propsitos de Dios. A menos que estemos plena y cabalmente convencidos de que en m no mora el bien,10 estaremos indispuestos a morir. Nuestro bautismo en agua ser solamente un acto de obligacin bblica.

El hijo que complace a Dios es aquel que ceder su propia vida por la del Padre. Entonces, las palabras de Jess, y Sus obras, tenan que ser las del Padre porque l solamente hizo lo que vea hacer a Su Padre. El apstol Pablo entendi que l estaba muerto, y que su obra estaba escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, quien era la vida de Pablo, fue revelado en Pablo, entonces su vida encontrara expresin y sera manifestada con l para gloria.11

Tenemos una gran cantidad de buenos sermones, estudios bblicos y programas en la iglesia, pero cunta gloria hemos visto manifestada en el pueblo de Dios en vida y en poder? La huiothesa es un llamado radical para nosotros con el fin de que colocarnos en un modo de ser que es definitivo y normativo en la fe. Si nos lo perdemos aqu, nos hemos perdido la fe en sus elementos ms esenciales, y nos condenamos nosotros mismos, en consecuencia, a un cristianismo cultural. Este tipo de cristianismo puede ejercer cierta influencia benigna en la sociedad para limar las esquinas, pero nunca traer o revelar la vida y el poder de Dios. No se requiere de mucho para transmutar las cosas santas y hacerlas comunes. Dnde estn aquellos, como los apstoles, que pusieron al mundo de cabeza? Dnde estn los hijos de quienes pudiera decirse en las sinagogas de hoy en da y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.12? Solamente una palabra de ese calibre y poder podr verdaderamente sacar demonios, sanar los enfermos, liberar a los cautivos, abrir los ojos a los ciegos e incluso resucitar a los muertos.

En la vida y ministerio cristianos, existe una consecuencia para el hijo que sigue este bautismo radical para muerte, y la subsecuente caminata de esta vida en Su poder. Dicha consecuencia es la prueba ardiente, el examen de la fe personal. Las tentaciones que nos prueban pueden no venir tan claramente delineadas como son descritas en el evangelio de Lucas. Muchos cristianos estn pasmados ante el porqu de que ellos enfrenten pruebas y adversidades. Cuando piensan que se han graduado de una, helo aqu, en un corto perodo de tiempo, hay otra prueba de un tipo ms demandante. Necesitamos identificar dichas pruebas conscientemente. Necesitamos reconocer que no son coincidencias. Estn en los propsitos de Dios. Por ellas somos probados con respecto a nuestra intencin con, para, y por Dios. Pasar tales exmenes no es un fin en s mismo, sino el comienzo de algo de un tipo cualitativo que est siendo establecido en nuestro ser interior. La prueba estar con nosotros por el resto de nuestra jornada de la vida como seguidores de Jess, el Hijo Patrn.

DEPENDENCIA O INDEPENDENCIA? 8 Thomas R. Kelly, A Testament of Devotion

9 Glatas 2:20

10 Romanos 7:18

11 Ver Colosenses 3:3-4

12 Lucas 4:32

Hay una pequea nota al pie de pgina en la Biblia de estudio Scofield: El objetivo del diablo en estas tres tentaciones fue inducir a Cristo a actuar desde S mismo, independientemente de Su Padre.

Somos capaces de distinguir la diferencia entre actuar desde nosotros mismos y actuar desde la dependencia en el Padre? El diablo quiere que funcionemos desde la vida egocntrica porque afecta el carcter y el fruto de ese servicio alejndolo de Dios. Una modalidad nos exalta a nosotros y lo que hemos hecho para Dios. La otra, exclusiva e invariablemente exalta y por lo tanto glorifica a Dios. El sello de calidad de un hijo, en la intencin de Dios, es que vivamos a travs de l para alabanza de Su gloria.13

Jess, quien viviera desde el Padre, nos ha hecho disponible un medio a travs del cual hay una manera de extraer nuestra vida de la gracia de Dios y del poder de Su resurreccin. Cuntos de nosotros conocemos esta dinmica de vida en la verdad, o es nada ms que algo meramente terico y acadmico? El diablo har lo que sea para mantenernos alejados de ese lugar de vida y poder en Dios inducindonos a servir a Dios desde nosotros mismos, desde nuestras buenas intenciones, inteligencia y habilidad religiosa.

Como un Hijo, Jess jams habl nada por S mismo. Siendo supremamente inteligente, l era no solamente el Hijo de Dios sino tambin el Hijo de Hombre, capaz de discutir con los doctores de la ley a la edad de doce aos. Y an as, ni una sola vez durante Su vida adulta utiliz Su habilidad humana para hablar o influenciar cualesquier situacin. Anunci claramente que: las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en m, l hace las obras.14

Ser el siervo de otro es la prdida de identidad final. Eso no implica que nos convertiremos en robots programados o en autmatas sin nuestro propio ser distintivo. Jess fue el Hijo de Hombre ms irresistible que podamos encontrar, autntico en Su ser y en la verdad de Su vida y personalidad. Esto es una aparente contradiccin, una paradoja, pero l mismo lo seal cuando dijo: todo el que la pierda [su vida], la salvar.15 Vivir para otro es una cosa, pero vivir para otro por la vida que viene de se otro es algo ms!

HIJOS QUE LO SON REALMENTE

En cierto sentido, todos somos hijos de Dios, pero cuntos de nosotros llegamos a ser hijos de Dios, hijos que lo son realmente?

Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Seor, y no toquis lo inmundo; y yo os recibir, y ser para vosotros por Padre, y vosotros me seris hijos e hijas, dice el Seor Todopoderoso. As que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpimonos de toda contaminacin de carne y de espritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.16

Qu es lo que implica sta declaracin con respecto al asunto de los hijos? Y ser a vosotros por Padre nos indica que no es algo automtico. Hay una dimensin de la paternidad que est reservada exclusivamente para hijos que han alcanzado los requerimientos de la huiothesa. Y a todo esto, cmo saber si hemos obtenido la huiothesa bblica? Esta es una pregunta enorme y substancial. Qu tan frecuentemente, si es que alguna vez, llegamos a escuchar que el asunto de la huiothesa [o para fines prcticos, de la madurez final de los hijos de Dios, N. del T.] ha tocado la consciencia de los creyentes? Es rarsimo escuchar del tema. Peor an, nos suena a algo que no necesitamos considerar como perteneciente al

13

Ver Efesios captulo 1 14

Juan 14:10 15

Lucas 17:33 16

2 Corintios 6:17,7:1 (itlicas aadidas)

mbito de nuestra propia experiencia. No obstante, existe un evento de todas las pocas que tomar lugar cuando la realidad de la huiothesa sea establecida en la medida de la intencin de Dios para la iglesia:

Porque el anhelo ardiente de la creacin es el aguardar la manifestacin de los hijos de Dios. Porque la creacin fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujet en esperanza; porque tambin la creacin misma ser libertada de la esclavitud de corrupcin, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creacin gime a una, y a una est con dolores de parto hasta ahora.17

Cuando veamos a la creacin libre de su esclavitud, entonces sabremos que la condicin para ello ha sido cumplida. En otras palabras, Dios est diciendo que hay una condicin por la cual incluso la naturaleza inanimada espera, intuyendo y comprendiendo mejor que nosotros el misterio que la liberar de la esclavitud de corrupcinla revelacin o la manifestacin de los hijos de Dios.

La obtencin del estatus de hijos no tiene nada que ver con lo que los hombres harn, pero tiene que verlo todo con lo que los hombres sern. Acaso no estamos orientados a hacer ms que estar enfocados en ser? Y me seris testigos18 dijo el Seor resucitado a Sus discpulos.

UN NIO Y UN HIJO Porque el que Dios envi, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espritu por medida. El Padre ama al hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.19

La diferencia entre un hijo y un nio [huios y teknn, respectivamente, N. del T.] es que no le confiaramos todas las cosas a un nio. Un nio carece de madurez, responsabilidad, o devocin a su padre. Un nio tiene la tendencia a usar incorrectamente, a apropiarse sin corresponderle y a buscar su propio beneficio. Los nios son egos con patas. Pero un hijo es logro supremo, cuya vida no se vive para s mismo, sino para otro.

Hablar las palabras que tuvieron su origen en Dios es un ejercicio en humillacin. Con muy poca excepciones, nuestras vidas han sido un entrenamiento para hacer aquello en lo que somos ms capaces, y luego sobresalir haciendo lo mismo. Pero si hablas la palabra del Padre, lo que saldr es una palabra viva que puede potencialmente resucitar a los muertos de sus tumbas. Podrs encontrarte hablando menos palabras, pero ms escogidas. La declaracin celestial viene de un Padre que est esperando hijos que desistan de s mismos; hijos que tienen la fe para creer que l les dar Sus palabras.

El corazn de pastor del Padre busca hijos a travs de los cuales l pueda expresar Su vida, Su hablar, Su pensamiento. Nuestros servicios tpicos de iglesia son, ms veces que no, palabras correctamente bblicas sacadas de las escrituras, pero son una expresin de Dios mismo? Podemos crees que hay un Dios cuyas palabras son ms grandes que las nuestras? Un hijo es aqul que es obediente para hablar la palabra que el Padre brinda, en la manera y carcter que ese mensaje debe de ser.

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehov. Como son ms altos los cielos que la tierra, as son mis caminos ms altos que vuestros caminos, y mis pensamientos ms que vuestros pensamientos.20

Y cul es tu impresin del versculo precedente?

17

Romanos 8:19-22 18

Hechos 1:8 19

Juan 3:34-35 (itlicas aadidas) 20

Isaas 55:8-9

Deje el impo su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vulvase a Jehov, el cual tendr de l misericordia, y al Dios nuestro, el cual ser amplio en perdonar.21

Para que el impo o perverso deje sus caminos no significa que dicho camino sea necesariamente en extremo pecaminoso o impuro visible y moralmente. En tanto que sea su camino y no el camino de Dios, Dios llama a esa persona impa. En otras palabras, l llama al hombre impo quien insiste en andar en su propio camino, aun cuando sea religiosamente impresionante. Aun si se conduce con rectitud, aun si es moralmente de notar, aun si es socialmente aceptado como impresionante, no es sino impo a los ojos de Dios. El camino de un hombre escoge voluntariamente ignorar el camino de Dios e insiste en seguir el suyo.

Lo mismo es cierto para los pensamientos. Dios mira los pensamientos de uno mismo como injustos. Siendo eso cierto, la injusticia es flagrante en la casa de Dios. Cualquier hombre que predique su propio sermn, o quien ajusta sus palabras para que hallen cabida en lo que visualiza que es el nivel de aceptacin de su audiencia, est hablando injusticia. Que el hombre inicuo deje sus pensamientos. Dios est esperando para darnos Sus pensamientos cuando nosotros abandonemos los propios. Incluso los pensamientos acerca de nosotros mismos pueden ser denigrantes y acusadores ante nuestros fracasos y defectos. Alguien dijo una vez: el gallo puede cantar diez mil veces, pero no nos lo vamos a perdonar. Necesitamos escuchar los pensamientos de Dios hacia nosotros. La mente es una cosa preciosa, y no ha de ser un campo de juegos para la carne o el diablo.

Por qu nos aferramos a nuestros propios pensamientos y hacemos de ellos la prioridad de nuestras vidas? Quizs sea un asunto de identidad o distincin individual. Quin de nosotros est libre de la inseguridad de nuestra propia identidad de tal forma que pueda abandonar sus propios pensamientos? Nuestra cultura y la sabidura de este mundo presente nos han animado a ser individualistas y a tener nuestras propias ideas. Pero la sabidura de este mundo es contraria a la sabidura de Dios, y necesitamos ser animados por la fe que cree que Dios tiene pensamientos hacia nosotros, y por nosotros, que son ms altos que los nuestros, si tan solo abandonsemos nuestros propios pensamientos por ser injustos. Los hombres que se dan a s mismos a los pensamientos de Dios como prioridad sobre los suyos llegan a ser notablemente distintivos en Dios. Sin embargo, en nuestro esfuerzo por establecer nuestra propia identidad, por nuestro propio pensamiento, terminamos en oposicin contra nosotros mismos.

La muerte, si ha de significar algo, es total o no es muerte para nada. Jess no fue parcialmente crucificado. Estaba muerto, un cadver en su tumba. l fue resucitado de entre los muertos porque cumpli con las condiciones de muerte para llegar a una novedad de vida. Ascendi al Padre, exaltado para siempre. Desde su lugar de exaltacin, y en Su cuerpo resucitado y glorificado, pudo decirle a sus discpulos: toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones22 Y esa es la autoridad que le es dada a aquellos que son levantados a novedad de vida. Dios no dar Su poder, gloria y autoridad a hombres que todava estn vivos a s mismos, a sus carreras y reputaciones. l no confiar Su gloria a carne alguna en absoluto. l solamente puede confiarla a hombres muertos quienes no tienen inters en su propia persona o para su propia persona. Ellos solamente desean glorificar al Padre. Es precisamente aqu que tenemos la definicin de un hijo bblico: el hombre que vive su vida con sola y exclusivamente un propsitola gloria del Padre, no la suya.

La eleccin de actuar desde uno mismo o actuar desde la vida de Dios se convierte, como siempre, en el asunto de la Cruz. No es una cosa de una vez y para siempre sino un evento diario y continuo. Siempre existir la tentacin de vivir desde nuestra propia vida. De hecho, entre ms importante el momento, ms seremos tentados al xito del logro desde nosotros mismos. Es tentador el querer evitar la humillacin o el descorazonamiento del fracaso, y eso es el porqu estamos continuamente quedndonos cortos de la gloria de Dios. La gloria de Dios es siempre y eminentemente un fenmeno de resurreccin. El asunto de la resurreccin es la lnea divisoria que separa los corderos de las cabras. Es ms que aprobar la 21

Ibid., v. 7 22

Mateo 28:18-19

veracidad de una doctrina (cosa que las cabras pueden hacer). Tal cosa no salva de estar separados de Dios. Podemos estar en lo doctrinalmente correcto, asistir regularmente a la iglesia, cantar los grandes himnos y coros, cumplir con todos los requerimientos nominales de nuestro cristianismo cultural, incluso en sus mejores formas carismticas, pero seguir estando en un lugar de separacin de Dios y de Sus propsitos.

El evangelio de Marcos registra que despus del bautismo de Jess, el Espritu impuls a Jess para que fuera al desierto. Esto no implica que Jess fue renuente o que iba arrastrando los pies. Creo que el Espritu de Dios deseaba mostrar a travs de esta sola palabra en Marcos que hay una urgencia para esto, y que no es una opcin para aquellos que tienen una intencin seria en Dios. Vamos ahora a examinar los elementos clsicos de las tentaciones de este Hijo Patrn.

LA PRIMERA TENTACION

Jess, lleno del Espritu Santo, volvi del Jordn, y fue llevado por el Espritu al desierto por cuarenta das, y era tentado por el diablo. Y no comi nada en aquellos das, pasados los cuales, tuvo hambre.

Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.

Jess, respondindole, dijo: Escrito est: No slo de pan vivir el hombre, sino de toda palabra de Dios.23

La tentacin ms directa para Jess fue la de servir al Padre desde su propia habilidad para convertir una piedra en pan. l estaba hambriento, y todos saben que la primera ley de la vida es la de auto preservacin, o supervivencia. La razn por la cual las potestades de las tinieblas tienen tanta influencia sobre nosotros es porque sus tentaciones no son reconocidas, no digamos enfrentadas. Tanto la supervivencia corporal y personal como la seguridad financiera estn profundamente arraigadas en la naturaleza humana. Estamos esclavizados a ello todava y tentados a hacer nuestro propio pan a partir de nuestra propia suficiencia? Hemos experimentado el poder que trae el quebrantamiento de esta cadena y por lo tanto soportar el despojo de nuestras pertenencias con gozo? Si somos derrotados justo aqu, el diablo se puede ir a casa temprano, y no habr necesidad de ms tentaciones del orgullo de la vida o de la lujuria de los ojos. Es solamente despus de que nos graduamos de esta tentacin que nos convertimos en candidatos para la siguiente! Hay tres tentaciones, pero la primera es absolutamente fundamental. Cuntos de nosotros estamos incapacitados para servir al Seor en verdadera adoracin porque nuestra preocupacin primordial y predominante es la propia supervivencia y la continuidad de nuestra propia vida y bienestar fsico?

Es una paradoja, que Dios haya tenido que darnos un instinto de supervivencia para poder preservar al hombre y la creacin, y que sea precisamente ese instinto lo que nos puede convertir en cobardes y traidores de nuestra fe en Dios. Cmo triunfamos ante el instinto de auto preservacin? Cmo podemos decir no a la habilidad de convertir piedras en pan despus de haber ayunado durante cuarenta das? Es en esto donde el enemigo tiene una posicin de amenaza en nuestra contra: en el rea de la confianza. Tememos por nuestra seguridad; esto por las cosas ms elementales que pertenecen a la vida del cuerpo. La provisin de Dios para la necesidad imperante de preservarnos a nosotros mismos es el lugar en donde: menospreciaron sus vidas hasta la muerte.24 Esta fue la primera tentacin contra Jess, y por lgica, ser la primera que enfrentemos.

Si estamos llenos de temores por nuestra propia seguridad fsica, cmo vamos a abrazar los propsitos de Dios, especialmente en los ltimos das? Estos sern tiempos de persecucin e incluso de martirio. Debemos de conocer que Dios es nuestro Proveedor, ya sea que nuestros salarios sean pagados por el Ministerio de Educacin, alguna corporacin, o un negocio propio. No nos atrevamos a considerar estas fuentes financieras como la fuente de vida original. Si el Ministerio de

23

Lucas 4:1-4 24

Apocalipsis 12:11

Educacin deja de ser la fuente, el Seor puede proveer desde otra. Si l finalmente no hace el cambio, hemos de preferir perecer en lugar de continuar en el temor que nos convierte a todos en cobardes, y que nulifica cualquier trabajo de importancia para Cristo. Necesitamos reconocer nuestra derrota ante este temor. Su poder debe de ser quebrantado, o no avanzaremos al paso dos. Es un punto de comienzo tan bsico que vino inmediatamente despus del bautizo de Jess en el Espritu. l fue al desierto en la llenura del Espritu, pero sali de l en el poder del Espritu. Muchos de nosotros todava no hemos visto Su vida y poder por el fracaso en haber pasado a travs de estas pruebas y tentaciones fundamentales, pero necesarias.

Dios conoce nuestros trasfondos y pasados. Sabe lo fiero que es la batalla, y cunto necesitamos ser liberados. Y nos repite una y otra vez: Por qu tenis miedo? Yo Soy el Creador. Yo hice los cielos, la tierra, y tambin las estrellas. Tengo una mirada de formas en las cuales puedo preservar tu vida fsica. Crees que tu vida fsica es una cosa precaria que ir o vendr dependiendo de algunas circunstancias fsicas? Te he dicho que an los cabellos de tu cabeza estn enumerados, y que no dars el ltimo aliento hasta que hayas cumplido los propsitos para los cuales te he dado la vida.

Poncio Pilato le dijo a un Jess que guardaba silencio: No vas a decir nada? No vas a rogar por tu vida? No vas a arrastrarte y temblar de la forma que hace la mayora de los hombres, y suplicar de alguna manera que evoque mi simpata como para que quite la sentencia de sobre ti? Y Jess permaneci ah, no solamente en silencio, sino en una paz y ecuanimidad maravillosas. l saba que el asunto no tena que ver para nada con Poncio Pilato, sino enteramente con el Padre. Bueno, dijo finalmente, ninguna autoridad tendras contra m, si no te fuese dado de lo alto.25 Podemos nosotros decir eso tambin?

Recordemos, estamos rodeados por aquellos quienes son absolutas presas del pnico, quienes viven vidas acobardadas, sus humanidades lejos totalmente de ser conformadas a imagen y semejanza de Dios. Ahorcados y restringidos, temerosos, molestos y ansiosos. No es por accidente que la primersima instancia del ministerio de Jess al salir de su prueba en el desierto haya sido ir a la familiar sinagoga de Nazaret donde viva. Era el pueblo de Jess, y ley de las escrituras que casualmente correspondan a ese da en particular:

El espritu del Seor est sobre m, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazn; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el ao agradable del Seor.26

Y comenz a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.27

Dios espera un hoy en nuestras ciudades. l espera que alguien entre a los lugares que le son familiares, ya sea una sinagoga o una iglesia, y que hable una palabra que liberar a los cautivos. Una palabra as abrir las puertas de las prisiones de personas que ni siquiera saben que estn cautivas. Tristemente, no lo sabrn hasta que una palabra semejante llegue a ellos pronunciada por alguien cuyas cadenas propias han sido removidas; alguien que haya sido maravillosamente liberado del temor.

El temor que impulsa la sabidura del mundo ha sido la fuerza motriz de los hombres desde el momento que desobedecieron a Dios. Es la sabidura del diablo lo que gobierna sobre los reinos de este mundo. Es una sabidura predicada sobre la base de la violencia, destruccin y muerte. Nos protegemos por la fuerza de ser necesario. La violencia es la forma en la que los hombres reaccionan cuando su propia vida y sus propios intereses estn en juego. Cualquier ruptura del tejido social es un acto de violencia. Cualquier tipo de ventilacin de ira, amargura, resentimiento o mentira, por nombrar unos pocos, es una expresin de violencia. Un hombre libre del temor no estar suscrito a dicha sabidura. Esa es la razn

25

Juan 19:8-11 (parafraseado) 26

Lucas 4:18-19 27

Ibid., v. 21

por la cual Jess dijo que Su Reino no era de este mundo. l nada tena que ver con la amenaza o el uso coercitivo de la fuerza.

El mundo necesita ver una demostracin de otro tipo de sabidura, la sabidura del Padre. Esa sabidura por s sola derrota a los principados y potestades en los lugares celestiales que gobiernan este mundo.28 En cada lugar del mundo debe de haber una expresin de la sabidura de Dios, que viene de la Vida de Dios mismo. Tal demostracin solamente puede ser hecha a travs de aquellos que han traspasado la intimidacin de la inseguridad, quienes han llegado a un lugar de fe y confianza en Dios de que l proveer. Ellos se niegan a recurrir a la disputa, la amenaza, la manipulacin o cualquier otro de los recursos del inters propio para establecer su seguridad. Solo entonces pueden decir en su respectivo Nazaret: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Hay una humanidad miserable, moribunda, pudrindose que vive errnea e impamente desde las falsas premisas de la sabidura del mundo. Hasta qu punto es la iglesia en medio de ella sonando la alarma sealando las cosas que son falsas? Qu tanto estamos nosotros, como la iglesia, aplaudiendo y aprobando la sabidura mundana? Vemos las premisas falsas del mundo como lgicas y razonables? Estamos tan debilitados ante las cosas que mejoran y aseguran nuestra condicin fsica que ya ni nos damos cuenta de que estamos en peligro?

Al tiempo que el mundo construye sus estructuras y organizaciones, tambin lo hace la iglesia. Construimos y perpetuamos nuestras denominaciones, comunidades y ministerios. Con el paso del tiempo, estas cosas dejan de ser medios y ser convierten en fines para nosotros. Nuestro objetivo pronto se convierte en cmo podremos mantenerlas vivas y florecientes. Se convierten en los amados memoriales de lo que hemos hecho por Dios. Pero seguimos siendo esclavos de los mismos valores equivocados que luchamos en mantener y proteger. Las consecuencias de esta mentalidad removern toda eficacia de nuestras voces en este mundo a punto de perecer. Aun cuando se nos dan opciones, qu tan seguido estamos escuchando algo que es ms bien ceremonial en lugar de poderoso? Pero cuando Jess dijo: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros, ellos respondieron que jams haban escuchado a un hombre hablar con ese tipo de autoridad. La vida y caminata de Jess estaban en consonancia con Sus palabras.

Aun y cuando reconozcamos los valores del mundo como malvados, estamos incapacitados para denunciarlos a menos que nosotros mismos seamos libres de aquello que hace de otros vctimas de dichos valores. Reconocemos que incluso en nuestra vida religiosa podemos seguir abrazando valores mundanos al preservar cosas por cuya seguridad y perpetuidad nos preocupamos? Cunta de nuestra insistencia en asuntos de tradiciones y doctrinas religiosas realmente nos est robando la necesaria habilidad de sealar la falsedad en las cosas que lo son? La iglesia es la iglesia cuando su mismsimo ser, no digamos sus declaraciones, suena la alarma contra las falsas premisas por las cuales el mundo vive su vida en falsedad. Estamos llamados a demostrar un modo de existencia celestial en este mundo presentelibres del temor, libres de la manipulacin, libres de la inseguridad. Jams comenzaremos ni siquiera a dar un paso antes de que reconozcamos hasta qu punto nos hemos sometido (empero, inconscientemente) a esta sabidura de auto inters y auto preservacin.

En Hechos 4:32-35, creyentes con casas y tierras las vendieron y pusieron las ganancias a los pies de los apstoles, quienes entonces distribuan a cada uno conforme a sus necesidades. Cuntos de nosotros somos capaces de algo semejante? El fruto de nuestro esfuerzo, nuestro salario, ahorros, propiedades y seguridad parecen cautivarnos aun ms de lo que nos damos cuenta. Pero en la iglesia primitiva, su bautismo en el Espritu trajo consigo un poder para liberar de la tirana de las cosas que estaban en operacin tanto en aqul entonces como lo hacen ahora. Codicia, ambicin, el inters propio eran tan potentes entonces como ahora, pero de alguna manera esos primeros creyentes estaban libres para vender las cosas que pertenecan a su propia seguridad, y para poner la ganancia de ello a los pies de los apstoles. No haba uno solo entre ellos que tuviese necesidad. No tenan que esperar a que el sistema de seguro social proveyese para los santos; ellos provean para los suyos.

28

Ver Efesios 3:9-10

Y la multitud de los que haban credo era de un corazn y un alma; y ninguno deca ser suyo propio nada de lo que posea, sino que tenan todas las cosas en comn.29

Estos creyentes llegaron a un lugar donde no eran posedos de sus posesiones. Haba una libertad extraordinaria. Ellos haban pasado uno de los grandes exmenes de la prueba en el desierto, y no es por accidente que leemos en el verso 33: Y con gran poder los apstoles daban testimonio de la resurreccin del Seor Jess, y abundante gracia era sobre todos ellos.

Haba un poder que sigui el regreso de Jess de Su prueba en el desierto; poder y una vida que libra a los hombres de la influencia de los demonios; poder y una vida en la predicacin y la proclamacin; poder y vida a los hijos e hijas de Dios. Parece que se es concedida una medida de poder y de gracia proporcional al grado en que no seamos ms esclavos de la clase de cosas que operan en el mundo.

Probablemente la causa de nuestra falta de poder sea que no hemos reconocido que la primera funcin del Espritu de Dios es la Verdad. Y si estamos viviendo vidas que son esencialmente una mentira, o llenas de insinceridad, cmo podremos entonces experimentar el poder de Su Espritu? El Espritu de Dios es el Espritu de Verdad y se posar nicamente donde la Verdad le invite. Hemos de ser despiadadamente honestos con nosotros mismos, y comenzar a reconocer hasta qu grado estamos atemorizados.

El temor y la inseguridad que obligan a poseer y aferrarse es el patrn predominante de nuestra civilizacin y del mundo. Ha gobernado las vidas de incalculables millones. Alguna vez nos ha impactado el hecho de que somos una humanidad hecha pedazos y devastada? No fuimos creados para vivir en mentiras, o para vivir en una inseguridad paralizante. Hemos sido hechos para vivir en shalom, en la paz e integridad de Dios y Su justicia. La paz verdadera no es la ausencia de conflicto, sino la calidad positiva de algo que viene a los hombres desde los cielos cuando viven conforme a la sabidura de Dios. Irnicamente, si hemos de escoger la sabidura de Dios, cuyo eptome se encuentra en la Cruz de Cristo, experimentaremos un nivel completamente nuevo de reproche y persecucin.

El fin de la edad est a la mano. Terminar con colisiones cataclsmicas entre las fuerzas de las tinieblas y la luz. A menos de que alcancemos este lugar de madurez como hijos e hijas, quienes pueden vivir por fe y vivir sin miedo, no soportaremos y no seremos encontrados entre los vencedores. La gran apostasa de los ltimos das,30 en mi opinin, constar de aquellos creyentes cuya profesin de fe es ms verbal y de credo que existencial o real. No podrn responder a los requerimientos radicales que demanda la fe, ya sea ahora o entonces, y se encontrarn un da aceptando la marca de la Bestia,31 diciendo, Tenemos que seguir con vida! Qu de nuestros hijos? No es tan malo aceptar una marca; lo que estoy haciendo es sencillamente unos ajustes mnimos en la contabilidad. Eso no va a afectar nada realmente. Mi corazn sigue con el Seor. Todava estoy del lado de Dios.

De hecho, el ltimo reto al final de los tiempos es la aceptacin de la marca de la Bestia. Rechazar la marca significa que no podremos comprar o vender. La preservacin de nuestra propia vida estar en juego. El juicio eterno que viene como resultado de haber tomado esa marca es indescriptiblemente doloroso, nada menos que el lago de fuego reservado para el diablo y sus ngeles. Quin tendr la fe de no recibir ese nmero cuando se trate de la supervivencia misma, y la de nuestros nios? Cmo vamos a responder a esa tentacin? Cmo vamos a enfrentarnos a esa prueba? Los hijos no tomarn ese nmero porque existen cosas ms importantes que nuestra preservacin fsica, cosas que tienen que ver con el nombre y honor de Dios el Padre.

El joven rico, que haba guardado todos los mandamientos a lo largo de su vida, pregunt qu bien har para tener la vida eterna?32 La respuesta de Jess fue que le faltaba una cosa, que deba vender todas sus posesiones, darlas a los pobres y 29

Hechos 4:32 30

Ver 1 Timoteo 4:1-3 31

Ver Apocalipsis 13:14-18 32

Mateo 19:16

que le siguiera. El joven se dio la vuelta y se fue triste. Puedes ser un santo ejemplar e impresionar al mundo y la iglesia, y an as tener reservas para ti mismo cuando ya no ests dispuesto a ofrecer ms. Pero un hijo, uno que lo es de verdad, no tiene vida hacia s mismo o para s mismo. Su vida es por el Padre. Es para la gloria de Dios, y l est dispuesto, no solamente a sufrir el reproche y que otros le malinterpreten, sino tambin a pasar por la experiencia fsica de la persecucin, el sufrimiento, e incluso el martirio.

Ser que el libro de los Hechos es solamente una ilusin histrica y descriptiva? Todo lo que se hallaba en la iglesia primitiva debiera tener un sentido irresistible para nosotros que nos llamamos la iglesia de hoy. El testimonio de las Escrituras dice que los apstoles daban testimonio de la resurreccin del Seor Jess con gran poder, y abundante gracia era sobre ellos. An la habilidad de ofrendar los bienes, sacrificialmente, es la mismsima manifestacin de la obra de la Vida de Dios, cuya naturaleza es sacrificial en s misma.

Jess se dio a s mismo, como un sacrificio sin defecto para Dios por el Espritu Eterno. Dicho Espritu es uno de auto-sacrificio. Si tal es el Espritu quien es el modo y el medio de nuestro ser, l va a buscar expresarse sacrificialmente a travs de nuestras finanzas y posesiones. El sacrificio es costoso, y hasta qu grado somos llenos del Espritu si seguimos viviendo holgadamente? Dnde est la evidencia, econmica y socialmente, que demuestra esta realidad tal y como ocurri en los tiempos de la iglesia primitiva? Tal estilo de vida sacrificial no era obligatorio; no se daba porque los apstoles lo demandaran. No se trataba sino de una manifestacin, una consecuencia natural de haber sido tomados por el poder del Espritu.

Koinonia, la palabra griega para comunidad o compaerismo, es realmente la comunidad y el compaerismo en dar. Seguan poseyendo cosas, pero no eran posedos por sus posesiones. Su actitud, expresada en otra sabidura, les haba venido junto con el Espritu de Dios. Eso cambi la forma en la que vean sus propiedades y bienes. Estaban libres, por lo tanto, para la rica magnanimidad de Dios mismo.

l [Jess] respondi y dijo: Escrito est: No slo de pan vivir el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.33

Cmo es que se vive por toda palabra que sale de la boca de Dios? Cmo ha de igualrsele con pan? Cmo es esto una respuesta suficiente para detener en seco al diablo y obligarlo a continuar con la siguiente tentacincomo si reconociese que no va a tener oportunidad alguna de lograr su cometido? La respuesta de Jess parece reconocer que hay valor para el pan, pero no todo el valor. No slo de pan vivir el hombre. Hay un lugar para el pan, pero que no se le permita obtener un lugar ms elevado que su valor real. No darle a las cosas materiales un valor mayor al otorgado por Dios. No vendas tu alma por cosas que Dios no valora. No seas deslumbrado. Hay un valor para el pan, pero dicho valor se encuentra dentro de la intencin de Dios. No es solamente de pan que vive el hombre; hay algo ms, a saber, la Palabra de Dios, toda Palabra de Dios. De qu forma, entonces, es que la Palabra de Dios sustenta la vida? Cunto de nuestra vida est centrado en torno a nuestras necesidades fsicas? Esa vendi su primogenitura por un plato de lentejas, porque era un hombre que viva eminentemente en la carne y en la esfera de su ser sensato y sensual. Y para l, la autogratificacin era su vida.

Te has dado cuenta de lo mucho que se fomenta en este mundo el darle prioridad al cuerpo y a la gratificacin fsica? Cunto tiempo y dinero invertimos en nuestros cuerpos, y qu tanto en los otros aspectos de nuestro ser que son espirituales? Somos cuerpo, alma y espritu, pero ntese lo mucho que el cuerpo tiene la preeminencia ms all de lo que Dios determin. Qu tanto nos inclinamos diariamente a darle a nuestro cuerpo el lugar de eminencia? Qu tanto le hemos dado atencin excesiva a las cosas que nos llevan a hacer componendas y nos hacen susceptibles a las tentaciones de este mundo? Pudiera ser que existe un aspecto de la Palabra de Dios que es ms que instruccin, que en efecto sea un poder

33

Mateo 4:4

sustentador? Jess dijo que sus palabras eran espritu y vida.34 Por qu no habramos de volvernos ms habituados a alimentarnos de la Palabra?

No nos ser posible pasar repentinamente de inmadurez y carnalidad a la huithesa verdadera a menos que estemos colocando los deseos de la carne en su lugar. Pablo disciplinaba su cuerpo y lo someta en servidumbre.35 Necesitamos hacer lo mismo. En proporcin de qu tanto lo hagamos, la Palabra tomar una nueva elevacin y significado. Qu le ha ocurrido a la Palabra en la consciencia de la Iglesia? Qu tan significativa, en realidad, es la Palabra para nosotros? Con qu expectativa se acercan los cristianos a escucharla en un servicio dominical? Cuntos realmente esperamos que esa Palabra se convierta para nosotros en un evento sustentador o dador de vida? Seramos capaces de creer en una Palabra creadora que abre los ojos de los ciegos y abre los odos de los sordos? Qu tanto estimamos la Palabra en la casa de Dios?

Jess dijo de s mismo, Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el man en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de l come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendi del cielo; si alguno comiere de este pan, vivir para siempre; y el pan que yo le dar es mi carne, la cual yo dar por la vida del mundo.36

Dmonos cuenta de cmo la alusin de Jess a comer Su cuerpo ofendi a los judos religiosos. Sin embargo, de acuerdo con lo que hemos venido diciendo, en la medida que la Palabra de Dios ha perdido su valor y las cosas corpreas han sido elevadas, lo mismo puede decirse de lo que ha ocurrido con la Santa Cena, la Comunin misma. Puedo entender la reaccin contra la celebracin Catlica Romana de la Eucarista como siendo el cuerpo y la sangre misma, pero acaso no hemos sido culpables los protestantes de haber convertido la Comunin en algo rido e insubstancial? No ha sido acaso denigrada a algo meramente emblemtico o memorial? Pudiera ser que la Comunin es vital, una provisin que otorga vida, concedida por Dios para la salud misma de la Iglesia? Las Escrituras registran consecuencias negativas para aquellos que la toman indignamente, as que qu de aquellos que la toman con dignidad?

Puedes imaginar lo que ocurrira si nos juntsemos diariamente con otros creyentes en la frecuencia e intensidad de vida como se describe en el libro de los Hechos? Nuestra impaciencia, errores y molestias terminaran encontrando expresin irremediablemente. Pronto nos daramos cuenta de que a menos que estemos comiendo y bebiendo del Seor, no tendremos acceso a Su paciencia, Su dominio propio, Su bondad, Su amor y Su gracia. Tpicamente, cuando estas virtudes no se encuentran dentro de nosotros mismos, el sacramento no es ms que una mera ordenanza religiosa. Pero debiera convertirse para nosotros, en proporcin a nuestra fe, en una provisin de vida. Quizs necesitemos comer y beber ms frecuentemente con una fe que cree que estamos participando de algo ms que un simple emblema: una medida de la sustancia de la vida de Dios y de Su Espritu.

LA SEGUNDA TENTACION

Y le llev el diablo a un alto monte, y le mostr en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti dar toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a m me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si t postrado me adorares, todos sern tuyos.

Respondiendo Jess, le dijo: Vete de m, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs.37

34

Ver Juan 6:63 35

Ver 1 Corintios 9:27 36

Juan 6:48-51 37

Lucas 4:5-8

Cmo es que Dios permite que Su Hijo, su Hijo amado, sea llevado por el diablo a cualquier lado? Y si l permiti eso para Su Hijo, acaso no lo har con nosotros? Dios le permitir al diablo llevarnos a situaciones que servirn los propsitos de Dios, empleando al diablo en Su propsito de perfeccionar nuestras almas. Job sera el ejemplo perfecto de un creyente en las manos del diablo con el consentimiento de Dios, pero impidindosele que tome su vida.

Si las piedras convirtindose en pan es el asunto de la supervivencia fsica, hacia qu reas de la vida seala esta segunda tentacin? A causa del orgullo, nos encontramos vivos y susceptibles al poder, prestigio, posesin, posicin, xito y la estima de otros. Jess le contest al diablo con escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs. Enfcate en esas tres palabras, a l solo. Deja que sean herradas como con un acero candente en tu espritu y conscienciaa l solo, a l solo, a l solo. La nica manera de resistir esta tentacin es haber sido completamente divorciados de cualquier necesidad del yo de ser establecido, reconocido y admirado, y llegar a un lugar de a l solo. Cuntos de nosotros vemos la necesidad de llegar a ese lugar? Cuntos de nosotros estamos libres del enorme poder del prestigio y posicin con tal que nuestra vida sea declarada sobre la base de a l solo? No te debe de importar si te dedicas a limpiar chimeneas, o si eres un creyente escondido, jams visto, cuyo ministerio est oculto a los hombres. No debes de tener ninguna necesidad de algo que trae reconocimiento hacia ti mismo porque tu vida no est declarada sobre ti mismo sino sobre a l solo. Esto es un absoluto inexorable.

Cuntos cristianos ven su trabajo como una oportunidad de servir a Dios en dicho lugar? Y si ese no es el caso, entonces cmo le estamos adorando? Hay una conjuncin entre la adoracin y el servicio. Dios conoce que si alguna vez separamos lo uno de lo otro, estaremos divirtindonos y jugando. Estaremos agitando nuestros panderos en la as llamada adoracin davdica, y usando cantos para crear la presencia de Dios, pero nuestro servicio para l es nulo y hueco. En la Escritura, el primer uso de la palabra adoracin no tuvo nada que ver con cantar coritos. Tuvo todo que verlo con sacrificar una vida: Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aqu con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta all y adoraremos, y volveremos a vosotros.38 La adoracin es sacrificio. El servicio verdadero es sacrificio. Y esa es la razn por la cual Dios ha unido ambas palabras.

Cualquiera que ha tenido cualesquier experiencia en el mundo acadmico sabe que es una jungla. A travs de orgullo y ambicin, hay una lucha incesante, compitiendo por la prominencia y el prestigio. Tristemente, las mismas ambiciones hallan su lugar en las congregaciones de Dios. Queremos hacernos un nombre, que no viene siendo nada menos que una expresin de orgullo. Esto lleva a la gritadera por posicin, prestigio y reconocimiento. Podemos ser exitosos y brindar as de servicios y programas, pero nuestra palabra no tendr ni autoridad ni poder, ni podr liberar a aquellos que nos escuchen de sus cadenas.

Cuntos le estn sirviendo al Seor, pero realmente se sirven a s mismos? Servir a Dios exclusivamente requiere rendirlo todo de forma absoluta ante Dios. Jams fue algo reservado solamente para aquellos hombres como un requerimiento para llevar una vida profesional de ministerio. Todo nuestro propsito y razn de existir es servir a Dios. Si no le estamos sirviendo, si eso no es la comprensin consciente y explcita de lo que somos en l, entonces nos estamos sirviendo a nosotros mismos, ya sea en el ministerio o en el mundo secular.

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jess y por la palabra de Dios, los que no haban adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil aos.

Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil aos. Esta es la primera resurreccin.

38

Gnesis 22:5

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurreccin; la segunda muerte no tiene potestad sobre stos, sino que sern sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarn con l mil aos.39

Queda claro en este pasaje que hay dos resurrecciones, y que no todos los cristianos son levantados a la venida del Seor, sino solamente aquellos que han cumplido con ciertos requisitos. Hay una resurreccin general de los muertos al final del reinado de mil aos de Cristo, cuando el Libro de la Vida sea abierto.40 En mi opinin, la gran mayora de los cristianos no participarn de la primera resurreccin, que ocurre durante la venida del Seor. No son santos y bienaventurados, o sacerdotes. Solamente un sacerdote sirve a alguien ms sin consideracin alguna por s mismo. Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs.

De hecho, un sinnimo para un sacerdote sera un hijodel tipo que hemos estado describiendo. Servicio sacerdotal, desinteresado, es lo que distingue a un hijo. Es todo el propsito de su existir. Se puede ser un hijo as y seguir siendo un maestro escolar, atender una farmacia o ser un agente de seguros? Puede tenerse una ocupacin normal, secular y seguir teniendo esta sola y nica preocupacin como hijo, de servirle a l solo? S, est en la intencin normativa de Dios que as sea. Imagina hijos e hijas en todos los mbitos de las esferas seculares, quienes, sea lo que fuere que estuviere en sus manos por hacer, lo hagan como para el Seor. No buscan agradar a los hombres, sino agradar a Dios, afectando toda la calidad y el carcter de su servicio porque es para el Seor.

Cuando nosotros somos tentados, podemos decir, escrito est? Proseguir el diablo a la siguiente tentacin, o soltar un bostezo? El diablo y las potestades de las tinieblas saben a quin es necesario y legtimo temer. Saben a qu grado nuestra confesin de palabra es la declaracin autntica y la verdad de nuestra vida. Solo se les exige una sola cosa en todo el universo csmico moralque reconozcan una vida autntica, dondequiera que se encuentre, y como es expresada por medio de hijos que tambin son sacerdotes para Dios. Ellos saben reconocerla cuando la tienen enfrente, y si ellos no ven la calidad de una relacin con el Padre, sern completamente indiferentes a cualquier cosa que tengamos que hacer o decir. Podemos gritar y gritar hasta ponernos morados; podemos tratar de reclamar ciudades para Cristo; podemos orar un huracn; podemos danzar durante todo el da y toda la noche, pero las potestades no dejaran escapar sino un delicado bostezo. Que vean la resonancia de la autenticidad en una persona cuya vida, en su ser esencial, est fundamentada en servirle a l solo, entonces temblarn y huirn despavoridos.

Si nuestra vida de egosmo sigue viva, mimada y nutrida, cmo podremos llegar al seoro absoluto de Cristo Jess en todo? l es Seor sobre todas las cosas, o no ser el Seor. El tenor relativista del que estn hechas las fibras de nuestra civilizacin es contrario a lo absoluto de Dios. El ceder de una manera total y absoluta es virtualmente desconocido e indeseable en el entendimiento de muchos cristianos. Aunque se sometan a menudo al seoro de Cristo en los asuntos importantes, no son de hacerlo en todos y cada uno de los otros asuntos.

Nuestra superficialidad, mediocridad y casual indiferencia al seoro de Dios jams mover al mundo hacia l. Qu ocurrira si vivisemos como hijos en verdad? No tenemos ni la autoridad ni el poder de hijos, y aun as, nos hemos dado cuenta de cunta preocupacin hay en la iglesia respecto al asunto del poder? Pseudo-avivamientos, seales, prodigios y otros fenmenos barren con las iglesias. Pareciera que estamos buscando emociones para nuestras vidas apticas, pero cuntos de nosotros estamos examinando la fuente de donde emana ese poder? Y dejando de lado por un momento aquello del nfasis en el poder, estamos viendo realmente la misma clase de poder que Jess despleg como hijo? Sabemos hacer la distincin entre el poder verdadero y el falso? Si no, cmo vamos a enfrentarnos a los engaos de los ltimos das, que incluyen seales y prodigios mentirosos, adems de otras expresiones sobrenaturales de poder? 41 Las mismas seales y prodigios pueden ser realizadas tanto por Dios como ser hechos por parte de Satans. Es la fuente la que les hace una mentira.

39

Apocalipsis 20:4-6 40

Ibid., v. 12 41

Ver 2 Tesalonicenses 2:8-10

El poder autntico es otorgado a hijos a quienes el poder puede ser confiado. No es por accidente que en la ausencia de este poder estemos viendo personalidades de relumbrn con demostraciones que son tan cuestionables, si no es que grotescas, que uno se pregunta cmo podran ser confirmadas por el Espritu de Santidad. Aplaudimos instantneamente cuando vemos gente caerse de sus asientos por hileras enteras. Aceptamos demostraciones tales sin crtica alguna como si fuesen el poder de Dios. Es posible que necesitemos hacernos la pregunta de si nuestra condicin espiritual ser tan mala que estemos desesperados por experimentar cualquier clase de demostracin que le brinde emocin a nuestra vida cristiana. Necesitamos ir a la Palabra de Dios, a lo absoluto de Dios y al poder que vendr de hijos que lo son de verdad. Necesitamos ver otra vez delante de nosotros la diferencia entre lo verdadero de lo falso.

LA TERCERA TENTACION

La tercera tentacin es la ms sutil y quizs la ms mortal porque tiene que ver con el espritu.

Y le llev a Jerusaln, y le puso sobre el pinculo del templo, y le dijo: Si eres hijo de Dios, chate de aqu abajo; porque escrito est: A sus ngeles mandar cerca de ti, que te guarden; y, en las manos te sostendrn, para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jess, le dijo: Dicho est: No tentars al Seor tu Dios.42

Alguna vez has considerado que el diablo mismo cita de las escrituras? Uno debe de concluir que este es el terreno ms peligroso, y el ms sutil, porque est puesto en la santidad y justificacin de la Palabra de Dios misma. Cuntas veces la gente nos ha citado las escrituras? Uno se siente enormemente en prdida porque tiene un sonido tan correcto, y es precisamente ah donde se encuentra el rea del mayor de los engaos. Aun habiendo tenido xito en pasar las dos primeras pruebas y tentaciones, puedes perderlo todo ah en la tercera y final. Los ltimos das vendrn cargados de sutilezas, y esta rea es donde ms probablemente podremos quedar atrapados.

Apenas suena como una tentacin substancial de parte del diablo el llevar a Jess al pinculo del templo en Jerusaln. Notemos dos cosas: el uso de la Escritura y la localizacin de la tentacinJerusaln misma, y la cumbre del templo. Qu podra estar ms cercano a Dios o ser ms sagrado?

Nuevamente, Jess dio una respuesta que fue suficiente para desarmar la tentacin. Representa la tentacin de probar a Dios para el cumplimiento de su propia Palabra. Esto bien pudiera ser el fundamento de la mayora, si no es que de todas las iglesias de fe/prosperidad! En ellas se cree que pueden invocarse las Escrituras y hacer a Dios responsable de cumplirlas, trtese de sanidad, un auto nuevo, una esposa o cualquier otra cosa deseable. Le llaman nombrndolo y reclamndolo, pero en realidad es el ms profundo y sutil de todos los pecados, revelando la presuncin de que Dios est obligado a cumplir su Palabra a nuestro antojo. No podra ser esto una de las maneras de tomar el nombre de Dios en vano? Esto es muy similar a las situaciones donde invocamos a Dios para nuestra auto-justificacin. Cuntos de nosotros, por ejemplo, somos demasiado perezosos o tenemos falta de inters de asistir a la reunin de oracin, pero santificamos nuestra posicin ponindola en trminos espirituales, Bueno, el Seor no me ha guiado a asistir esta vez.

Ntese cmo estas tentaciones van desde los asuntos ms sencillos y aparentes de la supervivencia fsica hasta los asuntos ms sutiles pero poderosos de orgullo, prestigio, poder y posesin; y luego, esta tentacin final y su sutileza. Bien pudiera haber ms pecado llevando el disfraz de espiritualidad en aquel que es groseramente carnal. Puedes pensar en ocasiones donde tomamos las escrituras, buscando su cumplimiento caprichosamente? El cumplimiento de las Escrituras espera en el Seor, en la especificidad que Dios brinda de acuerdo a Su propia sabidura y voluntad.

42

Lucas 4:9-12

Necesitamos tener en mente que la intencin del ataque del diablo en estas tres tentaciones es alejar a Jess de Su centro en Dios, y mover ese centro a s mismo. Cmo es eso verdad en la tercera tentacin? Cmo es que el inters propio se convierte en el centro de esta tentacinde tal manera que no tropieces con TU pie en piedra? Si pensamos en colocar a Dios bajo la obligacin de proteger, preservar y guardarnos, l entonces se convierte en nuestro agente, nuestro lacayo. Terminamos usando a Dios para nuestros propsitosincluso en Su nombre. Al hacerlo as, operamos desde un centro propio y no desde Dios como el centro.

Cmo se pasa una prueba como esta? Cmo podemos encontrar el camino para salir de esta tentacin? Cmo saber cundo las Escrituras estn siendo usadas correcta o incorrectamente? Si el diablo us las Escrituras mismas para tratar de sacar a Jess de su lugar en Dios y hacer de S mismo el objeto y centro de Su preocupacin, cmo podremos saber si nosotros mismos somos culpables de usar las Escrituras para nuestra propia auto-justificacin? Sabremos cuando la Palabra est siendo correctamente utilizada cuando su uso implique, para esa persona, prdida ms que ganancia; sufrimiento ms que exaltacin; negarse a s mismo ms que auto-justificacin. La mala utilizacin de las Escrituras y de Dios al justificarnos a nosotros mismos ser una trampa artera, mortal y final para muchos santos. Es mejor errar del lado donde se interpretan las Escrituras en trminos de prdida, que del lado donde se obtiene ganancia.

Cmo es que el diablo usa las Escrituras? l implica que Jess debe de estar en primer lugar, que Su pie no debe de tropezar en piedra. Es acaso Dios indiferente a los pies de Sus hijos? No desea salvarlos de ser innecesariamente lastimados? No, l est lleno de toda compasin y tierna misericordia. Pero cuidado, no sea que Dios se convierta en nuestro amiguito, un agente de alivio para nuestros problemas! Si eso fuera cierto, el creyente se convierte en el objeto; el Seor es su agente. Jess se convierte entonces en una entidad cuya preocupacin es hacer cosas para nosotros. Esto es algo sutil. El hacer de nosotros la primera consideracin, como si ese fuera el propsito de Dios, es perder toda la alineacin del creyente con Dios. Nos coloca en el centro, en lugar de l. Dios no est bajo ninguna obligacin de preservarnos. Invocar las Escrituras como si l tuviera dicha obligacin de honrarnos es una forma de manipulacin. Y si manipulamos a Dios, qu no haremos con los hombres?

Lo nico que podr salvarnos de la sutileza de estas tentaciones es no tener una vida propia qu preservar, o un pie a considerar. Los hijos verdaderos son indemnes al asunto de su propia perpetuacin, su propia supervivencia y su propio xito. Es precisamente ah donde se encuentra nuestra seguridad.

Por qu estas tentaciones siguieron al bautismo de Jess? Estn probando si Su bautismo era o no vlido. Sabemos que el Padre hizo Su anuncio sobre el Hijo cuando subi de las aguas del bautismo, de la muerte y sepultura. La subsecuente crucifixin de Jess, y Su resurreccin, fueron tanto una reiteracin como una actualizacin de lo que l ya haba experimentado al descender a las aguas del ro Jordn. En otras palabras, la crucifixin, sepultura y resurreccin de Jess fueron el resultado de su consagracin anterior. Y este es el patrn para todos aquellos que quieran seguir Sus pasos. Esa es la consecuencia natural de una vida ofrendada a Dios. El mundo est enemistado con Dios, odiando a aquellos que se identifican como hijos de Dios, y traern contra ellos, de una forma u otra, el mismo asalto que fue lanzado contra el Hijo de Dios, lo cual, para l, hizo de Su crucifixin algo inevitable.

Jess haba descendido a esas aguas echando a un lado toda consideracin para Su propia vida y convirtiendo en inevitable una muerte de agudsimo dolor por amor al Padre. No el menor de estos dolores fue la ausencia de la presencia del Padre mismo: Dios mo, Dios mo, por qu me has desamparado? 43 Jess bebi de una copa mucho ms all de nuestra comprensin. Las tentaciones que siguieron Su bautismo eran para ver si, de hecho, Su vida haba sido sepultada o si quedaba todava algo de Su vida que se preocupase por ella; por su preservacin fsica, por prestigio, poder y posesin.

43

Ver Mateo 27:46

El diablo tiene todo derecho legal para atacar y venir contra la carne. Donde sea que vea carnalidad y egosmo, l tiene el derecho legtimo de tener un da de campo. El estaba mirando para ver si haba alguna reacualesquieraen donde el Hijo de Dios pudiera haber sido tentado hacia el lugar de defenderse a S mismo corporal, emocional o espiritualmente.

Si las aguas de bautismo, por lo tanto, son un descender a la muerte, una sepultura, cmo va a quedar algo que pueda ser tentado? Acaso esto, entonces, implica que un corazn perfecto est libre de pecado? Sera maravilloso que as fuese! El comentarista bblico, Horatius Bonar, describe un corazn perfecto como aquel cuyo corazn es ntegro para con Dios. El escribe:

No es un corazn donde el pecado no tiene lugar alguno, y donde todo es santo y espiritual, porque quin, salvo los espritus de los justos hechos perfectos, ha alcanzado estatura semejante? No es un corazn que jams duda, nunca se entristece, nunca se desanima, nunca languidece, nunca se enfrapara eso debemos de buscar un mundo mucho ms brillante, con un clima genial. Un corazn ntegro es uno que ha cesado de malinterpretar y de desconfiar del carcter de Dios; que toma ese carcter sencillamente como es revelado por la gracia, y que reposa donde Dios da reposo al pecador, en Su amor que perdona. Un corazn ntegro es uno que ha cesado de sospechar de Dios La integridad del corazn consiste en su correcta aprehensin del carcter de Dios; en conocer al Padre como l se ha dado a conocer a los pecadores a travs de Cristo Jess Aqul quien no ha visto suficiente todava de l en la Cruz, de tal manera que sean disipadas todas sus perversas dudas y temores de culpa, no es ntegro para con Dios.

A menos que nuestro bautismo ser un bautismo para muerte en primer lugar, cmo habramos de mirar atrs y verlo como un lugar en donde podemos reconocernos como muertos en este instante? Estoy realmente muerto a mis propias ambiciones? Acaso necesito seguir en el ministerio porque requiero del aplauso del pueblo de Dios, su afirmacin, y porque necesito hacer algo para estar activo en el ministerio? Posiblemente el hombre que pueda ejercer el ministerio estando a salvo sea el hombre que no desea el ministerio y para quien predicar sea un sufrimiento!

Ninguno de nosotros est a salvo de los precipicios del ego y del pecado sin una plenitud de consejo. La reprensin, exhortacin y afirmacin de los hermanos con quienes nuestras vidas estn seriamente unidas no son solamente saludables para nuestras almas, sino esenciales para la madurez. Cuando somos acusados de algo, tenemos que considerar la posibilidad de que sea cierto, porque la naturaleza misma del pecado es engaarnos para que no reconozcamos su carcter como tal. As que si un hermano ve algo en nosotros que no podemos ver, debemos de considerar profundamente su percepcin. Solamente los hijos se sometern a vivir en una tensin semejante, requirindose de ellos que sigan adelante a travs de los intrincados y difciles asuntos de la Vida celestial vivida en esta tierra.

CONCLUSION

Y Jess volvi en el poder del Espritu a Galilea, y se difundi su fama por toda la tierra de alrededor.44

El captulo comienza, Jess, lleno del Espritu Santo La prueba en el desierto concluye con, y Jess volvi en el poder del Espritu a Galilea. La prueba comenz con Jess lleno del Espritu. Esa misma llenura le habilit para vencer al enemigo al tiempo que luchaba con las demandas y la muerte de Su carne. Con la victoria ganada, poda entrar a Su tiempo de ministerio en el poder del Espritu. Hay un patrn Divino exhibido aqu por el Hijo. La exitosa superacin de las pruebas explica el poder con el que Jess entonces comenz Su ministerio Pblico. Lleg a la sinagoga que le era familiar en Nazaret, y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad. 45 Qu fue lo que le dio a Su palabra el peso, el poder y la autoridad que una generacin entera de israelitas estaba desacostumbrada a or? Tal vez pudisemos decir que

44

Lucas 4:14 45

Ibid., v. 32

el Espritu fue, y es, dado sin medida a un hijo que lo es de verdad. 46 Las palabras de Jess transmitan un cierto peso y autoridad en Dios que solamente se otorga a los hijos. No podemos seguir de largo y dejar esta cuestin desatendida. Qu es lo que el poder ahora conferido a Jess tiene que ver con haber pasado por las tentaciones en el desierto? Despus de Su resurreccin y ascensin, Jess se revel a S mismo y a Sus discpulos, diciendo:

Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo; ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu yo estoy con vosotros todos los das, hasta el fin del mundo.47

Autoridad y poder son virtualmente sinnimos. Si los discpulos iban a ir y hacer discpulos, sera lo mismo que el Seor yendo, porque l habra de ser su vida. Por qu no le fue dada toda autoridad hasta Su resurreccin? La resurreccin y ascensin son a menudos llamados la exaltacin, pero hubo una humillacin que precedi la exaltacin. l fue abajo, y por tanto le fue dado un nombre que es por sobre todo nombre en los cielos y la tierra. La exaltacin no fue meramente ir verticalmente hacia arriba, sino una exaltacin de estar a la diestra del poder. Es el Hijo en el cielo, en el trono del Padre. Que le fuera otorgada toda autoridad fue la exaltacin, y es nuestra exaltacin tambin en la medida de nuestra identificacin con l, en muerte primeramente, y luego tambin en resurreccin. La exaltacin es la declaracin de la resurreccin. No puede ser brindada antes porque no es seguro que sea brindada antes, an a creyentes bienintencionados, hasta que la muerte haya borrado cualquier traza de alma y ego que pudiera dar un mal uso y apropiarse de la gloria de Dios.

El diablo es un ngel de luz. Era el querubn ungido, pero porque estaba vivo todava a su propio inters, se extravi ante el prospecto de gloria y poder. La nica seguridad para el poder y la autoridad es la muerte. Me pregunto qu tan muertos estarn estos ministros que soplan en el micrfono u oran por la gente, tumbndoles como pines de boliche por montones. Estarn muertos, aquellos cuyos libros estn automticamente en las listas de los best-sellers? Cuando miras esos libros, no son nada ms que un montoncito de pelusa. Son poco ms que xito de relaciones pblicas, completos con peinados a la moda, estilos de vida lujosos y apariencias que dan toda indicacin de que estn muy, muy lejos de estar muertos! Necesitamos conocer a aquellos cuyo poder est siendo expresado. Si no es el poder del Espritu de Santidad, otorgado sin medida por Dios a un hijo que porta Su Palabra sin egosmo alguno, y que nunca llamar la atencin sobre s mismo a la hora de usarla, entonces de quin es ese poder?

Existe una profunda relacin entre el poder y la huithesa. El poder solamente puede ser concedido a los hijos, porque no abusarn de l. Su vida entera se vive para el Padre. Dios espera a los hijos, y el Seor tiene la intencin de llevar muchos hijos a la gloria. 48 La gloria es un sinnimo de poder. El poder de Dios es la gloria de Dios. l puede dar a los hijos el Espritu sin medida, a aquellos que no usurparn Su gloria, porque un hijo lo es en el carcter del Padre.

La palabra que Pablo utiliza para la madurez de los hijos es adopcin. La adopcin implica algo subsiguiente al nacimiento. Nacemos como nios, pero llegamos a ser hijos. De acuerdo con la prctica romana en la era de Pablo, un padre haba de adoptar a su propio hijo biolgico cuando ste alcanzara cierta madurez distintiva. La adopcin constitua la huiothesa, lo que entonces convierte al hijo en el heredero del padre. l no llega a ese punto por mera genealoga o descendencia biolgica, sino en virtud de la madurez. Entonces se le adoptaba. No era adoptado como algo inevitable, sino en virtud de cierto reconocimiento especfico del padre. Solo entonces poda decretarse al hijo como heredero.

Yo publicar el decreto; Jehov me ha dicho: Mi hijo eres t; Yo te engendr hoy. Pdeme, y te dar por herencia las naciones, Y como posesin tuya los confines de la tierra.49

46

Ver Juan 3:34 47

Mateo 28:18b-20 48

Ver Hebreos 2:10 49

Mateo 28:18b-20

Un heredero del mundo es la exaltacin que viene a un hijo. Es algo codiciable. Debemos de desearlo. Necesitamos estar abiertos a ello. Necesitamos abrazarlo. Necesitamos hacer de ello nuestra intencin declarada.

La consecuencia inevitable de una vida vivida en Dios y por Dios y para Dios es la oposicin, persecucin y en algunos casos la corona de martirio. En el libro de Apocalipsis, 50 son los mrtires quienes tienen coronas; son los mrtires quienes estn sentados en tronos para reinar como reyes y sacerdotes. Qu acerca de aqullos que no mueren como mrtires? Se les niega chapuceramente esta distincin eterna? No se trata de si tenemos que entregar la vida o no, sino de que si hemos vivido nuestras vidas como mrtires lo que determina nuestro destino eterno. Es la prerrogativa de Dios si nuestras vidas han de tocar su fin con una muerte violenta o pacficamente en cama.

Irnicamente, el martirio no es una forma de muerte; es una forma de vida. Es notablemente liberador saber que mi vida no me pertenece. El mrtir Esteban termin su camino en esta tierra conforme a todo lo que le fue divinamente propuesto. Su sufrimiento hasta la muerte toc la consciencia de Saulo de Tarso, ante cuyos pies fueron depositadas las ropas de quienes apedrearan a Esteban hasta matarlo. Fue en su muerte y sufrimiento que Esteban demostr un espritu magnnimo y una aceptacin con gracia de la soberana de Dios. Se nos dice que el rostro de Esteban brillaba como el de un ngel. l cumpli cada propsito de su ser, y el ltimo de estos propsitos fue decir, no les tomes en cuenta este pecado, mostrndole a un judo religioso una calidad de carcter y generosidad de espritu ms all de cualquier cosa que pudiera esperarse de algo meramente religioso en esta tierra. Fue una demostracin celestial de un hijo que estaba tan arrebatado en el Padre, cuya vida no le perteneca. No determin su vida por longitud cronolgica sino por obediencia a aqul final que Dios requiri de l, y luego durmi. Esa demostracin perfor el corazn de Saulo hasta la angustia. Esteban ya haba muerto; haba sido trado de la muerte, para ya no vivir para s mismo, ni por s mismo, sino para Dios.

No veremos la gloria de Dios hasta que haya hijos e hijas quienes estn dispuestos a probar la muerte de la humillacin, decepciones y fracasos inexplicables, porque no estarn dispuestos a forzar a Dios para sus propias metas. En el anlisis final, l tendr misericordia de quien tendr misericordia cuando l tenga misericordia. Y si sirve a Sus propsitos el no revelar Su vida, entonces sencillamente tendremos que esperar. Esta es la preciosa fe dada a los santos, y hemos de contender por ella o nos terminaremos conformando con algo mucho menor. Aunque esa medida menor pueda ser doctrinalmente correcta, carecer del poder de Dios que trae y confiere la vida. Amn.

50

Ver Apocalipsis 20:4-6