“Que tu vida sea una esperanza” Yogui Bhajan · 2014. 1. 23. · verano 2009 nº1 “Que tu...

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verano 2009 nº1 “Que tu vida sea una esperanza” Yogui Bhajan Editorial: “Suenan las campanas” - yoga en una silla - el cuerpo no tiene capacidad de mentir - prana vinyasa - segundo chakra ¡la vida es dulce! - razones de un vegano impuro - una clase de yoga para mamás y sus bebés - balasana - robando la llave - concebir un hijo, dejarse habitar - eres lo que piensas en el interior de tu corazón - la calma - por todas mis relaciones - mudra de venus - el festival barcelona en butoh - carta a la revista ahora yoga - yoga ocular, una nueva forma de ver - barcelonagenda - valenciagenda - castellonagenda HAPPY YOGA UNIVERSITAT Torres i Amat, 5 - T. 93 318 11 07 [email protected] HAPPY YOGA EMBARAZADAS Pelai, 52 , 3º 2ª T. 93 301 86 47 [email protected] HAPPY LAFORJA Laforja, 118 - T. 93 209 12 91 [email protected] HAPPY POBLENOU Pujadas 182 - T. 93 486 91 66 671 467 201 [email protected] HAPPY GRÀCIA Mateu, 7 - T. 93 415 82 65 [email protected] HAPPY PALAFRUGELL ‘Ca La Baba’ c/creu roquinyola 26 T. 610 999 538 [email protected] HAPPY GIRONA Sant Agustí, 40 T. 616 952 314 [email protected] HAPPY PALMA DE MALLORCA T. 636 462 544 [email protected] C/ Pintor Salvador Abril 31 (Ruzafa),Valencia T. 963 250 679-637 702 152 [email protected] www.kundaliniyogavalencia.com www.gobinde.com www.numad.es C/ Benárabe , 7 entresuelo, Castellón 686 987 370 - 964 223 441 asociación yoga para nacer y crecer www.yogaparanacerycrecer.blogspot.com

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  • verano 2009nº1

    “Que tu vida sea una esperanza”Yogui Bhajan

    Editorial: “Suenan las campanas” - yoga en una silla - el cuerpo no tiene capacidad de mentir - prana vinyasa - segundo chakra ¡la vida es dulce! - razones de un vegano impuro - una clase de yoga para mamás y sus bebés - balasana - robando la llave - concebir un hijo, dejarse habitar - eres lo que piensas en el interior de tu corazón - la calma - por todas mis relaciones - mudra de venus - el festival barcelona en butoh - carta a la revista ahora yoga

    - yoga ocular, una nueva forma de ver - barcelonagenda - valenciagenda - castellonagenda

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    HAPPY YOGA EMBARAZADASPelai, 52 , 3º 2ª T. 93 301 86 47 [email protected]

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  • editorial

    Isabel SolanaProfesora y formadora de Kundalini Yoga

    Cocreadora de Happyyoga Estudiante de Un Curso de Milagros

    [email protected]

    Editora: Isabel SolanaCoordinación: Manel MélichDiseño: Mir OliverosCorrección ortográfica: Nadia L. CaraballoIlustraciones: Susana García, Felipe CorreaCómic: Jordi TeixidorFotografía: Jorge Gareis

    Publicidad:935528737 - [email protected] agradecemos que si reproduces, de la manera que sea, cualquier parte de la revista, que cites la procedencia. Edita: AHORA YOGA

    Suenan las campanas. Y cuando suenan, los paisanos salen de sus casas precipitadamente y se juntan en la plaza del pueblo pa’ ver qué pasa, si es que hay un incendio que apagar y por ello se les precisa sin demora. Se ponen a la orden, por si es necesario arremangarse y hacerle frente.

    Esta revista tiene que ver con esas campanas. Con lo que hay que hacer. Con la llamada. Con la reflexión y la reunión de la tribu para hacer frente a los cambios que ya no pueden esperar. Algunos parientes lo enfocan desde su concienzuda y paciente escucha interior, otros ecualizan sus emociones, otros cuidan su cuerpo como a un bello huerto, otros inquietos se aprestan a ponerse en primera línea de acción. Hay distintos tipos de yoga. Qué hermosa es la variedad.

    Lo común es la vibración, la manera de sentir. Salimos corriendo de nuestros acomodos hacia la convocatoria de nuestro corazón, talán, talán, suena en lo de dentro el llamado a la buena voluntad. En el valle se oye el eco de lo bello, lo bueno, lo simple, lo sano, lo fraterno. Talán, talán, corre prisa la dicha y la plenitud de todos. Que ya basta de tanta enfermedad del espíritu. De tanta fealdad y egoísmo. De tanta depresión y rabia. Son hartos siglos de drama, de culebrón, de sinsentido.

    Aquí vas a encontrar algunas técnicas para ayudarte a recuperar la conciencia de tu inocencia primordial, algunas opiniones amistosas para inspirar tu camino. Ideas para hacer feliz a tu cuerpo. Algunas citas para encuentros humanos, en forma de cursos, terapias y festivales. Aunque no es gran cosa, una gota de agua, no podemos evitarlo.

    Ánimo cariño, cuando un hijo de la vida responde a la llamada de su instinto espiritual todo comienza a moverse a su favor. Es una ley no escrita, por cada gesto en la dirección del Amor, el cielo lo multiplica por diez mil.

  • arriba, entrelaza las manos, gira las palmas hacia el celo y estírate como si fueras muy elástico. Exhala y baja los brazos. Repite el movimiento una vez más. Luego ponte de pie y haz el mismo movimiento las veces que quieras. Cuando te extiendes, nota la fuerza que te atrae a la tierra y la que te atrae al cielo actuando simultáneamente. Mantén la barbilla recogida para no tensar las cervicales.

    11.Para acabar, siéntate cómodamente, cierra los ojos y comienza a respirar conscientemente. Observa tu respiración y ve haciendo la exhalación cada vez más larga, vaciándote de tensiones y pensamientos. Pasado un minuto abre los ojos y retoma tu actividad. Sat Nam!

    Fedora FonsecaProfesora y formadora de Kundalini Yoga

    Cocreadora de HappyyogaBailarina

    Estudiante de Un Curso de Milagros [email protected]

    tus costados con cada exhalación, mantén la cara mirando hacia adelante y relaja la cabeza en cada inclinación. Haz 6 inclinaciones en cada dirección.

    7.Siéntate cerca del respaldo de la silla con los pies apoyados en la tierra. Inhala y extiende tu columna al cielo recogiendo la barbilla, exhala y gira el torso desde la cintura hacia la izquierda como si quisieras mirar hacia atrás. Cógete del respaldo para hacer palanca con los brazos y ayudar a la torsión. Inhala, suelta la palanca y vuelve al centro, exhala y haz la torsión hacia la derecha. Mantén la proyección de tu columna hacia el cielo, intenta no subir los hombros al coger el respaldo. Haz 4 torsiones en cada dirección.

    8.Siéntate en el borde de la silla, deja el pie derecho bien apoyado en el suelo y estira la pierna izquierda hasta apoyar el talón en el suelo. Inhalando extiende tu columna al cielo, exhalando inclínate hacia adelante, apoya la mano derecha en el suelo junto al pie derecho y coge el pie izquierdo con la mano izquierda. Haz 5 o 6 respiraciones profundas y con la última exhalación subes el torso a la vertical. Repite con la otra pierna. Mantén las cervicales y el pecho despejados.

    9.Siéntate en el centro de la silla con las manos sobre los muslos. Mueve la musculatura de la cara haciendo muecas, abriendo la boca y los ojos al máximo y luego contrayéndolos, llevando la cara hacia un lado y hacia el otro desde la boca y todo lo que te salga. Para acabar relaja la cara, deja que la boca se abra y sacude suavemente la cabeza dejando que se suelte la lengua, las mejillas y la mandíbula.

    10.Inhalando sube los brazos por los lados hasta

    Esta serie está pensada como un break cuando llevas mucho rato delante del ordenador o sentado en el escritorio de tu despacho. Te tomará unos 15 minutos hacerla. Te permitirá relajar las tensiones acumuladas y al acabar te sentirás renovado y otra vez abierto para continuar con tu tarea.

    Puedes hacerla en una silla con ruedas, pero si tienes a mano una sin ruedas, te dará más estabilidad. Es importante que cuando te sientes cerca del respaldo de la silla, tus pies toquen el suelo completamente y tus muslos estén paralelos a la tierra. Para esto puedes regular la altura de la silla o colocar un pequeño taburete (también puede ser un libro o dos).

    Comienza cerrando los ojos, haciendo dos o tres buenos suspiros y trayendo la atención a tu respiración. Mientras respiras, nota el contacto con la silla en tus caderas y relájalas soltando el peso del cuerpo. Recoge suavemente la barbilla y extiende tu columna hacia el cielo creando espacio entre las vértebras. Sigue escuchando tu respiración y abre en tu mente y cuerpo un espacio de conexión con el latido de la vida, ampliando tu percepción y notando como tu respiración y la de todo lo que existe son una sola.

    1.Siéntate en el centro de la silla y comienza a mover el torso en círculos. Muévete ampliamente desde la pelvis, inhalando y extendiendo la columna al pasar por delante y exhalando y relajando la espalda al pasar por detrás. Haz 8 o 10 círculos en cada dirección.

    2.Haz círculos con los hombros, amplios y sin prisa. Mantén los brazos relajados y las cervicales extendidas. Inhala al subir los hombros y exhala al bajarlos. 8 círculos en cada dirección.

    yoga en una silla

    3.Con las manos apoyadas en el centro de tus muslos, gira la cabeza a la izquierda inhalando, a la derecha exhalando, dirige la frente hacia cielo inhalando y hacia el suelo exhalando. Continúa dibujando esta cruz con la cabeza con una respiración consciente y moviéndote suavemente. Mantén el pecho abierto. Después de 4 repeticiones, deja la cabeza inclinada hacia adelante y desde allí, dibuja 3 amplios círculos hacia la izquierda y 3 hacia la derecha. Para terminar, inhala y vuelve con la cabeza al eje, exhala y relaja.

    4.Siéntate en el borde de la silla de manera que puedas apoyar los pies firmemente en el suelo y activar tus piernas. Inhala extendiendo tu columna hacia el cielo (puedes subir los brazos) y exhala inclinándote hacia adelanta hasta apoyar el torso en tus muslos. Los brazos cuelgan relajados y las manos se apoyan junto a los pies, la cabeza se relaja. Haz 8 respiraciones profundas en esta posición. Luego coloca las manos en las ingles, inhala y con la exhalación sube el torso, manteniéndolo estirado, hasta la vertical.

    5.Levanta los antebrazos, dejando los brazos junto al cuerpo, y haz círculos con las muñecas moviendo las manos y los dedos. Haz 8 círculos en cada dirección. Luego cruza la pierna izquierda sobre la derecha, (un pie está apoyado en el suelo y el otro cuelga) haz 4 círculos con el pie izquierdo en cada dirección. Cambia de pierna y repite el movimiento.

    6.Coge tus hombros con las manos dejando el pulgar detrás y los otros dedos delante. Los codos apuntan hacia afuera y el pecho está despejado. Inhala y con la exhalación inclina el torso hacia la izquierda, inhala volviendo al centro y exhala inclinándote hacia la derecha. Sigue así, abriendo

  • la vida (y hablo de la acción o de la inacción por igual) tiene consecuencias tanto en nuestro mundo exterior como en el interior. Cada asana, kriya, mudra, pranayama tiene un efecto que podemos trabajar no sólo a nivel físico, sino también a nivel postural interno que se proyecta hacia lo que sirve.

    Aunque recibamos nuestro mensaje hay que ver qué hacemos con él. Saber que poseemos un patrón que nos daña no supone dejar de padecerlo. Lo que sí nos ofrece es una oportunidad de cuestionarnos nuestra vida, nuestra gestión, nuestras creencias. Una vez en este espacio, hay que hilar fino. Desde el yoga puedes acceder a ese “estar atento” y si lo mantienes de manera continuada disolverá lo que sobra y te recolocará en tu centro vital.

    Cuando estás en meditación, presta atención no sólo al objeto de tu atención sino al hecho de que estás prestando atención. Te darás cuenta de lo que permanece inmutable y de lo que tiene capacidad de cambio, que empezará a modificarse sólo por ser observado.

    Todo lo que te afecta a nivel emocional y afecta tus pautas de pensamiento, que te crean un cierto malestar, tiene conexión con tu cuerpo. Si tomas conciencia de ello, encontrarás esa conexión y empezarás a liberar a través de ese espacio físico. A partir de ese momento podrás hacer una llamada a la valentía que supone asumir tu propia Verdad.

    Te invito a que en tu práctica de yoga incluyas tus órganos, sistemas, dolores, enfermedades, síntomas y patrones de comportamiento. Son fuente de riqueza para el arte que es amarte a ti mismo. Te invito a que aceptes esta tierra mágica de tu cuerpo como templo de verdades profundas a las que puedes asomarte.

    La Paz puede llegar a todas nuestras relaciones. (En el próximo número de Ahora Yoga seguiremos con este artículo centrándonos únicamente en el hígado)

    Siri TapaProfesora y formadora de Kundalini

    yoga. Profesora de Hatha yoga.Fundadora y coordinadora de Gobinde, Yoga Vida Salud

    [email protected]

    Hace algunos años me quedé con una premisa que escuché en una clase de kinesiología y que pude comprobar con acierto a través otras terapias como la Gestalt y con mi amada práctica de yoga.

    “El cuerpo no tiene la capacidad de mentir”.

    Me parecía obvio, claro, no lo había ni pensado, pero después resultó de una total y brillante importancia.

    Nuestro cuerpo, en su totalidad, dice la verdad de quiénes somos, lo que sentimos, lo que pensamos y a través de su cualidad de ser siempre recto en la verdad puedes descubrir aquello de lo que te escondes pero que se te está revelando como prioritario en tu avanzar en la vida.

    Algunas veces tenemos síntomas, enfermedades o variaciones de carácter, entre otras cosas y en lugar de activar nuestra escucha, intentamos sencillamente acallarlos o buscar una solución momentánea sin cualidad de enseñarnos nada. Esto supone no hacer caso al cuerpo cuando te pide ayuda y te pide un cambio, hacerte sordo a su pequeña llamada significa que cada vez va a utilizar “medios de comunicación” más alarmantes para que escuches esa Verdad que te quiere contar. Lo que él busca es, al mismo tiempo, que prestes atención.

    En resumen: entendamos el cuerpo como vehículo de nosotros mismos, de todo lo que somos, como comunicador de quiénes somos y como algo que es siempre se afecta por todo lo que somos, por cada parte en la cual puedes dividirte en cualquiera de tus parámetros de estudio.

    Es fantástico lo que supone empezar esta relación nueva a partir de este entendimiento. Todos tenemos un cuerpo que nos sirve para decirnos si en “lo total” hay armonía o si hay algo que revisar y reequilibrar.

    El yoga como terapia y en realidad como práctica natural, supone una delicada escucha de tu cuerpo

    el cuerpo no tiene capacidad de mentir

    que te relaciona con tu propia intimidad integral. Me gustaría inspirarte para que trabajes con más conciencia sobre tu cuerpo y sus órganos. Observa todo lo que te ocurre y todo lo que supone (tanto en un estado de salud preventiva como en un estado donde se manifiesta) para pedirte un cambio o reequilibrio (enfermedad). Cuál es el mensaje en particular y cuál es la zona afectada. Conocer lo que somos nos hace reconocer nuestros límites y nuestras posibilidades. Esto va a suponer una nueva realidad, un nuevo paradigma y un nuevo contento.

    Si lo primero que hay que entender es que el cuerpo no miente, que a través de él nuestro ser integral se manifiesta, lo segundo sería aceptar que hay un mensaje que es imperativo, expresa una orden, ruego o deseo desde tu ser (como uno, integral, total). Esto supone ver que nuestra visión de la enfermedad o el síntoma debe cambiar de ‘enemigo’ a ‘mensajero’, entender que el conocimiento que ha de llegarte viene de ti mismo. No eres tú y una dolencia a la cual señalar, culpar o hacer protagonista de tu vida.

    En este segundo paso ya has de estar dispuesto a ver tus errores, tus peleas internas, confrontar tus dificultades y ser capaz de mirar tus pautas repetitivas que impiden aflorar otras partes de ti que han sido negadas. Supone escuchar el mensaje.

    Ante cualquier alarma nosotros decidimos cómo actuar, apagarla rápidamente o dejarla sonando son la misma cosa y equivalen a salir corriendo de un incendio en el que tú eres lo incendiado, vamos… que no va a terminar muy bien. La otra opción es colaborar con nuestro proceso de autocuración. Como decía Nietszche: Amarse a uno mismo es la más fina, la más sutil, la última y más paciente de todas las artes.

    El yoga tiene una manera poética y concienzuda de tratar los desequilibrios del cuerpo y sus órganos. Es un medio de prevención continua. Nuestra actitud en

    yoga para nuestros órganos I

  • pierna irá hacia atrás (ejercicio 4) y después la misma pierna irá hacia delante (ejercicio 10 ).

    16. Cuando hayas terminado la serie después de 2, 4, 6 repeticiones, quédate de pie o tumbado con los ojos cerrados relajando la respiración y disfrutando del momento. Siente cómo ha cambiado tu estado físico y mental.

    Sat Nam

    Hansmukh Kaur - GuiomarProfesora y formadora de Kundalini Yoga

    Profesora de movimiento y respiracion consciente [email protected]

    Esta serie te ayuda a flexibilizarte, a estirarte, a energetizarte, a masajear los órganos, a estimular el sistema nervioso, glandular y respiratorio. Puedes practicarla por las mañanas y/o cuando necesites tomar energía y/o soltar tensión.

    Respira largo y profundo y toma conciencia de cómo la respiración va guiando el movimiento.

    Mantente presente y conecta con la energía del cielo cada vez que inhales. Trae esta experiencia hacia la tierra con cada exhalación.

    Muévete graciosamente como si bailaras, dibujando una sonrisa interna.

    1. Samasthiti Colócate de pie con los pies juntos y las manos

    en mudra de plegaria a la altura del corazón. Abre ligeramente los ojos y exhala profundamente mientras dedicas esta experiencia a tu conciencia.

    2. TadasanaInhala mientras entrelazas los dedos de las manos

    girando las palmas hacia afuera, estiras los brazos, los elevas hacia arriba a la altura de las orejas y levantas los talones del suelo. Mira hacia el cielo.

    3. UttanasanaExhala mientras bajas los talones, abres los brazos

    por los lados y flexionas ligeramente las rodillas. Entrelaza los dedos en cerradura de Venus en la espalda e inclina el tronco hacia delante elevando los brazos hacia el cielo.

    4. Anjanasana (*)Inhala mientras flexionas las rodillas llevas las

    manos a ambos lados de los pies y desplazas la pierna izquierda tan lejos como puedas apoyando los dedos del pie y la rodilla en el suelo. Eleva el tronco hacia la vertical haciendo un círculo con los brazos hacia atrás llevando la mirada hacia el cielo.

    5. ParsvottanasanaExhala mientras devuelves las manos al suelo a

    ambos lados del pie derecho, estiras la pierna derecha y apoyas el talón izquierdo en el suelo de tal manera que la pierna quede rotada hacia fuera 45º. Deja que el tronco se acerque al muslo derecho.

    6. TrikonasanaInhala mientras abres el brazo izquierdo hacia

    prana vinyasa la vertical y acompañas con el tronco y la cabeza el movimiento manteniendo la mano derecha en el suelo.

    7. Adho mukha svanasana.Exhala mientras apoyas de nuevo la mano izquierda

    en el suelo llevas la pierna derecha hacia el pie izquierdo formando un triángulo equilátero con tu cuerpo tratando de mantener el peso equilibrado entre manos y pies.

    8. Urdhva mukha svanasana.Inhala mientras bajas las caderas hacia el suelo y

    mantienes los brazos extendidos, el pecho proyectado hacia delante y la mirada elevada.

    9. Adho mukha svanasanaExhala mientras apoyas las rodillas al suelo, llevas

    las caderas hacia los talones y de nuevo creas un triangulo con tu cuerpo como en el ejercicio nº 7.

    10. Anjanasana (*)Inhala mientras desplazas la pierna izquierda entre

    las dos manos haciendo otro círculo con los brazos como en la postura nº 4 (ahora con la otra pierna delante).

    11. ParsvottanasanaExhala como en la postura nº 5, (ahora con la otra

    pierna delante).

    12. TrikonasanaInhala como en la postura nº 6, (ahora con la otra

    pierna delante).

    13. UttanasanaExhala mientras flexionas la pierna izquierda

    y desplazas la pierna derecha hacia la izquierda, entrelazando las manos y elevando los brazos hacia arriba como en la postura nº 3.

    14. TadasanaInhala mientras elevas el tronco y los brazos por los

    lados hacia la vertical. Junta las manos por encima de la cabeza.

    15. SamasthitiExhala mientras bajas los brazos juntando las manos

    en pranam mudra como en el ejercicio 1. Nota: Dentro de la misma serie se desplaza siempre

    la misma pierna en los ejercicios 4 y 10. Primero la

    Las personas son irrazonables, ilógicas y centradas en sí mismas. Ámalas de todas maneras. Si haces el bien, te acusarán de tener motivos egoístas. Haz el bien de todas maneras. Si tienes éxito ganarás falsos y verdaderos enemigos. Ten éxito de todas maneras. El bien que hagas se olvidará mañana. Haz el bien de todas maneras. La honestidad y la franqueza te hacen vulnerable. Sé honesto y franco de todas maneras. Lo que te tomó años en construir puede ser destruido en una noche. Construye de todas maneras. La gente de verdad necesita ayuda pero te podrían atacar si lo haces. Ayúdales de todas maneras. Dale al mundo lo mejor que tienes y te patearán en los dientes. Dale al mundo lo mejor que tienes de todas maneras Madre Teresa

  • nuestra supervivencia, pero enseguida, al subir al vientre, en el segundo chakra nos encontramos con el otro. Ahí comienzan las dinámicas y los cambios, la atracción y la repulsión. El protón y el electrón giran originando la danza de la vida de los átomos. Sin ese movimiento y cambio constante no existiría nuestro universo material. Nos movemos, cambiamos y creamos vida. Permanecer estático embota los sentidos. El cambio se produce por la constante reacción entre lo masculino y lo femenino, todo el universo gira en torno a esta relación nunca resuelta. Sin el cambio no florece la existencia, con el otro avanzamos, crecemos y exploramos sendas que solos nunca hubiéramos conocido. El don del segundo chakra es la alegría y armonía de permitir el cambio sin oponer resistencia y la fecunda adaptación a lo nuevo.

    Algunas personas instintivamente emprenden un viaje cuando se sienten atorados, los nuevos paisajes y las nuevas relaciones traen a flote cosas que llevamos dentro. Los imprevistos nos dan nuevas dinámicas y evolucionamos tratando de resolver esas ecuaciones. Como siempre “La dosis hace al veneno”, esta actitud llevada al extremo impide que echemos raíces profundas en las relaciones y los continuos imprevistos gastan nuestras suprarrenales, hay que estar atentos para mantenernos equilibrados, evitando afincarnos en un extremo.

    ¿Les das la bienvenida a los cambios cuando éstos llegan a tu vida (chakra en equilibrio)?

    ¿Te sientes protegido en la inmovilidad y la llevas más allá de lo razonable (chakra hipoactivo)?

    ¿Cambias de un trabajo a otro, de una pareja a otra, de un país a otro buscando la solución a tus problemas (chakra hiperactivo)?

    El punto medio en la polaridadPero todo este movimiento creador de vida tiene

    que girar cerca del centro. La maestría del segundo chakra consiste en encontrar el equilibrio entre los dos extremos, precisamente porque es el reino de la dualidad ese equilibrio será dinámico, no estático, oscilando siempre entre las dos opciones. No vivimos

    El aguaSomos hijos de los elementos de esta tierra igual

    que lo somos de nuestros padres. De ellos tenemos el timbre de voz, los gestos de las manos, el modo de andar, la forma de nuestro cuerpo y rostro, el carácter, las reacciones, el modo de resolver un problema. De manera semejante nuestra psique toma nota y crea rutas neuronales con referencia a este planeta. Todo lo que vemos, lo que entra en contacto con nuestro sistema sensorial, nos enseña y nos modela. Somos lo que somos por impronta de lo que nos rodea, igual que la pezuña del caballo es una adaptación a la tierra y las alas de un pájaro tienen todo que ver con el aire.

    Los seres humanos habitantes de este planeta somos fuertes y serenos porque existen las montañas, somos ardientes y podemos transformarnos porque existe el fuego, somos sutiles y estamos en contacto con todo el universo porque existe el aire y el éter.

    También somos modelados por el agua en este planeta acuático, nos formamos con una estrategia y un temperamento aprendido de ella.

    Por el agua sabemos lo que es fluir y no sólo eso sino que podemos aplicar su técnica: se avanza más rápido tomando el camino de menor resistencia, como el agua cuando se desliza por la pendiente de la montaña. Sin darnos cuenta hemos comprendido e imitado su arte en sortear las irregularidades, las piedras y los troncos, serpenteando. Fluyendo el agua hace su camino, recorre cientos de kilómetros aprovechando todas las facilidades, no se empeña en subir por una piedra, la rodea y con el tiempo la invade, la sumerge.

    Es del agua que aprendemos a adaptarnos a cualquier forma de vasija, cada situación o relación propone un diseño distinto y nuestra psique sabe que puede tomar cada vez una nueva forma sin perder su esencia primordial.

    El agua necesita el abrazo y los límites de un continente para tomar cuerpo. Como ella buscamos cobijo cuando estamos perdidos o sin referencias, tal y como estábamos contenidos en el vientre de la madre sumergidos en el líquido de su matriz. Esa agua maternal fue el primer contacto que tuvimos con la vida, antes de ser animales terrestres, fuimos

    segundo chakra¡la vida es dulce!

    animales acuáticos.Algunos tenemos el carácter fuerte de la madre

    agua, si el agua se enfurece, ese dulce y suave elemento se convierte en una fuerza colosal de alto poder destructivo; las emociones son así, pueden hacernos pasar de la suavidad exquisita a la furia de un tsunami.

    El agua es transformista, puede adoptar la forma dura como el diamante del hielo o la inconsistente del vapor, por eso sabemos que es posible cambiar nuestra apariencia pero que siempre seremos el ser que somos.

    El agua lava, disuelve las impurezas, lame con su húmeda naturaleza para disolver la suciedad. A través de un segundo chakra sano, es mediante el cariño y las caricias que disolvemos los conflictos y limpiamos nuestras heridas.

    Nuestro segundo chakra esta emparentado con las cualidades acuáticas, como el primero con la tierra y el tercero con el fuego. Algunos de nosotros tenemos mucho de agua, otros tenemos poco, igual que si te pareces mucho o poco a tu padre. ¿Cuál es tu caso? El aprendizaje de los chakras nos enseñará a aprovechar todas las cualidades de los elementos por si mismos y con el complemento y armonía de todos los demás. Los chakras se necesitan unos a otros. Si tienes demasiada agua y poca tierra te convendrá reforzar el primer chakra para neutralizar el segundo. Con conciencia podemos tomar las cualidades de toda nuestra familia y desarrollar el potencial que todos ellos nos legaron.

    ¿Cuánto tienes de agua? ¿Es fácil para ti adaptarte a una situación? ¿Tienes el saber innato de avanzar por la vida buscando el camino de menor resistencia? ¿Puedes vivir realmente los cambios como pura creatividad? ¿Mantienes el elemento agua en equilibrio o subes y bajas en oleajes emocionales sin control?

    Cambia, todo cambiaEl 1 del primer chakra se ha quebrado y se ha

    convertido en una serpiente kundalini, el número 2. Entre dos anda el juego de la vida.

    En el primer chakra estábamos solos defendiendo

    tranquilos si nos entregamos a los extremos, la extrema dualidad nos vuelve locos y nos convertimos en prisioneros de deseos y fanatismos. Perdemos la visión neutral.

    La tarea de la conciencia consiste en acercar los polos, reduciendo la diferencia entre las dos polaridades y manteniéndonos en equilibrio. Danzando entre las dos opciones, ni muy tenso ni muy flácido, ni muy arriba, ni muy abajo, viviendo gozosamente en el sinuoso punto medio.

    Considera el placer como una referencia del Amor

    Swadhisthana significa dulzura. La capacidad de dar y recibir placer pertenece a este chakra. Para sanar nuestro segundo chakra hemos de contactar con nuestros gustos, cultivar la dicha gozosa de los sentidos. Así como cuidamos con dulzura, continuas atenciones y caricias a un bebé o a nuestro perro así hemos de tratarnos a nosotros mismos. El modo en que el amor se expresa en este chakra es el

    placer. Pero el placer tampoco es fácil en nuestro mundo dual, por la tendencia a extremarse que tiene la polaridad podemos caer en el exceso o la represión. Recordemos que la clave del segundo chakra es el equilibrio, el camino del medio.

    El placer del primer chakra tiene como meta la supervivencia del individuo y de la especie: comer y hacer el amor producen placer para que la vida esté garantizada. El placer del segundo chakra es para la supervivencia de alma, para recordar que somos dignos del amor. La maestría de este chakra se expresa en la sutileza o refinamiento del placer. En nuestra cultura embrutecida se nos ofrecen orgías de consumo, comida, pornografía y drogas, como burda caricatura del amor y respeto hacia uno mismo, como versión desequilibrada de la saludable tendencia de los seres vivos a procurarse un ambiente placentero y una vida dulce. Por otro lado, nuestro modo de vida consumista nos pone ásperamente a trabajar muchas horas al día, año tras año y se considera una pérdida de tiempo los sencillos placeres: pasear sin objeto, hacer una pequeña siesta cuando tenemos sueño sin que

  • importe la hora, columpiarnos en un parque infantil, darnos un baño de espuma, poner velas en la mesa de un día cualquiera, dibujar, tejer, cantar, bailar por que si, que nos rasquen la espalda, un masaje en los pies.

    Si pretendemos la armonía en este chakra abrámosle sin miedo la puerta al placer, piensa muy seriamente en qué es lo que te gusta, coge un papel y un bolígrafo y escribe aquellas cosas que te hacen sentir que la vida es bella, haz una larga lista, luego léela y medita.

    Como yoguis andemos graciosamente por el camino del medio, no somos ascetas ni célibes, no somos fanáticos pero nos mantenemos alerta para no caer en los excesos de nuestro mundo de consumo. Kundalini Yoga es un camino que incorpora lo sensorial para recordarle al alma la infinita dicha de estar sentado en el regazo de la vida. Bellas músicas, velas, inciensos, meditaciones llenas de poesía y creatividad, ropa hermosa… La belleza y el placer es el modo que tiene la materia de hablarnos de amor.

    Pero no le des el poder al placer

    Una vez que hemos asimilado nuestro derecho al placer y la conveniencia, como seres espirituales, de regalarnos todo aquello que nos haga sentir cuidados con delicadeza por la vida, inmediatamente nos desapegaremos de todo eso. Como yoguis, pondremos todo lo que nos complace en el altar del sacrificio, así graciosamente lo tomaremos y lo dejaremos ir cuando no nos sea necesario o posible. Nuestros gustos y placeres serán propiciados pero al mismo tiempo nos mantendremos firmes en la idea de que ellos son sólo el recordatorio del amor de la vida hacia ti, pero no son el amor mismo, el cual reside en el corazón y no necesita nada externo para expresarse.

    La ley del deseoEl deseo le da color a la vida. Sal y pimienta. Es

    la motivación para los cambios y el movimiento que la vida material y también el desarrollo espiritual necesita.

    La clave es: desea todo aquello que estés dispuesto a dar. Toma de la vida todo, absolutamente todo lo que desees, siempre y cuando estés dispuesto a abrir la

    mano y dejarlo ir al río de la existencia. En tu mente, cada día imagínate sin coche, sin pareja, sin el álbum de fotografías, sin tu vestido preferido, sin tu música preferida, sin casa… estrella simbólicamente contra el suelo el perfume que ayer te compraste.

    Nuestra tarea como seres humanos que evolucionan en el camino de la conciencia es “descosificarnos” y cultivar la ecuanimidad. Ecuanimidad es cuando no te inclinas con exageración por lo que te gusta o por lo que no.

    Nuestra mente está llena de circuitos neuronales que nos atan a las cosas. Pero las cosas van y vienen en un mundo donde todo cambia, todo nace y todo muere. Nos liberamos de las ataduras energéticas hacia aquello que deseamos pero disfrutamos de la cosa en

    si cuando es razonablemente posible. No renunciamos a los deseos ni al mundo por que sabemos y experimentamos que todo lo que necesitamos para ser felices ya lo tenemos dentro de nosotros.

    Las emociones, síntomas que no hay que tapar

    Sensaciones, sentimientos y emociones son códigos, son un lenguaje a través del

    cual nos hablamos a nosotros mismos. Las sensaciones son más sutiles que los sentimientos y éstos son más sutiles que las emociones. Cuando la sensación se convierte en emoción, la ola ya se ha levantado y no se debe detener. Si afináramos nuestra percepción podríamos escuchar el susurro de la sensación dentro de nosotros y atendernos. Las sensaciones son los primeros síntomas, las emociones son la enfermedad ya declarada. Hablaré a partir de ahora de las emociones para referirme a las tres, bien entendido el distinto impacto que unas u otras representan por la diferencia de grado.

    A través de las emociones nos damos cuenta de que algo está pasando. Cuando somos inconscientes creemos que la emoción nos alerta de que algo está pasando en nuestro entorno y que eso es lo que nos está afectando; cuando empezamos a ver nuestra vida como el viaje del alma, las emociones nos avisan de que algo está pasando en nuestra mente a nivel inconsciente, nos mantenemos en la certeza de que, mirándolo desde la atalaya del espíritu, no hay nada fuera de nosotros que pueda quitarnos la paz. Si al entrar en un lugar me siento incómoda, puedo empezar a mirar a

    mi alrededor con hostilidad, o puedo observar dentro de mi qué está pasando, qué hay en mi mente que me hace perder mi centro. Ahí puedo retomar mi poder personal, situándome en el corazón, en “estado de amor”. Las emociones me darán información de si he hecho el análisis sin trampas, si he llevado a cabo el proceso con profundidad y pulcritud.

    Las emociones son el mensajero que no hay que matar o el síntoma que no hay que tapar. Gracias a esa comunicación corporal con nuestro ser podemos enterarnos de que está pasando en la trastienda de la mente.

    El segundo chakra es una energía yin, femenina. Las mujeres representamos muy bien las cualidades de este chakra. Somos la representación física de la sensualidad y el tierno cuidado, nuestras caderas acogen niños y hombres para su reposo, nutrición y placer. Nos deshacemos en el fluido de la sangre cada 28 días. Subimos y bajamos con la luna por toda la escalera emocional, recibiendo mucha información privilegiada del lado oculto de la mente. También y por eso mismo, somos más vulnerables a ser tomadas por el extremo emocional, aunque por supuesto, también los hombres pueden ser atrapados en esa polaridad. Por uno de los extremos nos volvemos adictos al carrusel emocional, identificando equivocadamente las emociones fuertes con vivir la vida en plenitud. Adictos a los enamoramientos, a las catarsis emocionales, buscamos inconscientemente las situaciones que nos provean oleaje emocional o azuzamos el fuego para crear una crisis en una situación estable. En el otro extremo, más propio de la psicología yang masculina, bloqueamos la comunicación con las emociones, por que nos incomodan, porque son de difícil interpretación y nos desorientan, porque para rendir en el trabajo cada día no podemos permitirnos “el lujo” de escucharlas. Ese patrón típicamente masculino “los hombres no lloran”, ha sido tomado por las mujeres de las últimas décadas junto con el rol profesional masculino. En la era de acuario confiamos que todo se ponga en su sitio, que el péndulo vuelva a moverse cerca del centro.

    Las emociones molestas nos avisan de que hemos olvidado nuestro poder, por eso son unas maravillosas aliadas para nuestro crecimiento, evolución y sanación. En lugar de sofocarlas o taparlas con remedios de cualquier tipo podemos simplemente detenernos a escuchar que está diciendo nuestra mente en un nivel profundo y recolocarnos en la Verdad, reconocernos nuevamente como hijos del Amor y centro de nuestro universo donde nada ni

    nadie puede afectarnos. Y si no conseguimos la paz, sencillamente, ya sabemos que no hay nadie a quien culpar ni siquiera responsabilizar, sabiendo como sabemos que somos los únicos creadores de nuestro propio pensar y sentir. Llorar cuando sentimos tristeza, patalear o vociferar cuando sentimos rabia, es lo más humano y lo más saludable. La emoción pide expresión, la expresión es el amplificador, el mensajero lleva el mensaje y lo proclama con un altavoz para que nos enteremos bien. Vivamos con naturalidad nuestras emociones, mirémoslas a la cara, tratemos de hacerlo equilibradamente: cuidándonos cuando derrapamos hacia los extremos. Y cuidemos a los que nos rodean, no explotemos sobre alguien o contra alguien, hay muy pocas personas que nos puedan contener sin resultar afectados por nuestras emociones, tenemos los cojines para golpear, el mar o el futbol para vociferar, hagámoslo conscientemente, disfrutando de la experiencia. Expresa tu malestar sin crearte karma, sin criticar, sin maldecir a los demás, y si lo haces, límpialo después con una bella meditación hacia esa persona. Investiguemos de qué modo personal y hecho a medida podemos dar cauce a nuestras emociones y aprender de ellas. Tocarás con las yemas de los dedos, como si leyeras en braille, la verdad de tu momento vital.

    Las emociones placenteras provienen a menudo del propio ego, por lo tanto, al estar enredadas con los asuntos del mundo y del ego, nos producirán satisfacción hoy pero, como boomerang, mañana nos traerán desasosiego, rabia o tristeza. Cuando nos alegramos por un premio, estamos invirtiendo en sufrir cuando no lo consigamos.

    Hay emociones placenteras que no tienen polaridad, son los sentimientos que acompañan a la conexión espiritual, ellos nos dicen que vamos por buen camino. Es el sentir de la Gracia. Pero ese tema merece otro artículo.

    Isabel Solana

  • que hubiera “sacrificado” el gusto de comerme un buen filete o una pizza de peperoni. No hay sacrificio en mi elección y eso me garantiza que ha sido una decisión sincera. Simplemente mi gusto cambió. Más aún: me di cuenta de que el gusto es algo que aprendemos culturalmente, un programa que instalamos por vía familiar y social. Ahora sé por experiencia propia que podemos –con una simple decisión– desinstalar el software y reaprender a alimentar el cuerpo de manera que no gaste tanta energía en el proceso de digestión.

    Esa energía queda disponible para otras actividades. Leí hacve poco en Internet que el atleta Scott Jurek (en la foto abajo) se prepara para una maratón de más de 100km con un smoothie de pera, plátano, manzana, aguacate y espirulina. Jurek, vegano desde hace años, mantiene el récord de carrera de resistencia en la costa oeste de los Estados Unidos: más de 200km en terreno escarpado.

    Una persona que no sea atleta profesional necesita 54gr de proteína al día. Un deportista precisa unos 90gr. Adquirirlas no es problema con una dieta vegana balanceada y consciente: media taza de lentejas o de tofu contienen 10gr de pura proteína. Mientras un cuarto de libra de carne de res tarda unas cuatro horas en el estómago y hasta 72 horas en el intestino, unas judías verdes con arroz se

    demoran unas dos horas y media en el proceso de digestión y se absorben en menos de 24 horas.

    Sin embargo, no es sólo cuestión de administrar mejor la energía. Mi primera percepción al prescindir del alimento animal fue que mi cuerpo se tornaba mucho más sensible a los mensajes sutiles: los aromas, los sonidos, las vibraciones. Ésta es una gran ventaja como profesor de yoga del sonido. A veces logro ‘escuchar’ internamente las vibraciones sutiles de un espacio o los estados de ánimo de una persona: siento los acordes densos de su tristeza o los arpegios dulces de su gratitud. Por lo tanto, puedo conectarme mejor con ella y ayudarla en su proceso.

    El quinto chakra es mi instrumento de trabajo. Los yoguis lo llaman vishuda, que significa “purificación”. No es que me crea un ser puro –lejos de ello– y tampoco creo que los antiguos yoguis se refirieran únicamente al cuerpo cuando hablaban de purificación. De nada vale un cuerpo purísimo con un corazón cerrado y una mente egoísta. Pero un organismo limpio por dentro es una mejor herramienta de servicio en el despertar de la consciencia.

    Ahora bien: las “impurezas” del cuerpo –toxinas cárnicas, químicos artificiales, ácidos grasos del queso, azúcares refinadas, estimulantes, drogas, tabaco y alcohol- salen por vía de las mucosas. Cuanto más ‘veneno’ tienes en el cuerpo, más mucosas generas, más pesado te vuelves y con mayor dificultad logras conectar con tu música interior. Antes sufría de rinitis alérgica. Ahora respiro profundamente y siento cómo mis células se energizan de prana.

    Además tengo un olfato infalible. Ya no necesito tomar café pues quedo profundamente satisfecho con su aroma acre y poderoso. Lo mismo con el vino: apenas lo huelo y ya estoy de fiesta. No como tortas ni chocolates: estoy enamorado de la miel y las frutas me endulzan la vida. Me conectan con la generosidad de las abejas y de los árboles y no con una breve satisfacción artificial.

    Desde luego no soy radical. No me suscribo al veganismo puro. Se me parece demasiado a una religión: te prohíbe comer miel, usar zapatos de cuero, ropa de lana y cualquier producto de origen animal. No me interesa hacer del alimento una religión, sino una medicina. Cuando mi madre me prepara un buen par de huevos me los como con gusto y siento el poder animal circulando por mis arterias. Tampoco

    Cuando le digo a la gente que soy vegano -que no como carne ni pescado ni lácteos ni huevos- hasta mis amigos profesores de yoga me abren unos ojos como si estuvieran frente a un extraterrestre. Yo les digo que hay extraterrestres peores, unos que se alimentan sólo de crudos y otros que ni siquiera comen. Pocos me creen y yo no puedo evitar una sonrisa y la honda sensación de gusto de ser un herbívoro convencido.

    Antes, ante el tema del vegetarianismo , me pavoneaba al decir que “nunca iba a dejar de comer carne”. Los vegetarianos me parecían una especie de molestos rebeldes –pálidos y desgarbados- sin mucho sentido del gusto. No me persuadía el discursito de “no hacer sufrir a los animales”. ¿Acaso las plantas no se ven también afectadas cuando nos alimentamos de ellas? ¿Acaso la naturaleza no nos muestra que la vida necesita de una cierta dosis de agresividad? ¿Acaso el más apto no es el más fuerte, aquél que puede “comerse” al otro? Yo, por mi parte, comía huevos al desayuno, carne al almuerzo, pollo a la cena y pescado en los restaurantes.

    Pero la vida es irónica y en menos de tres meses pasé por una intensa experiencia interior. Mi cuerpo cambió mucho en este lapso. De repente me sentía más liviano, más atento a sus señales y sobre todo, me había dado cuenta de que no necesitaba la proteína animal para alimentarme y para mantenerme saludable, fuerte y flexible.

    El verdadero cambio, en realidad consistió en que me volví profundamente consciente de lo que como. Ahora sé, por ejemplo, que sólo la quinua¹ -el súper cereal andino - trae los 20 aminoácidos existentes. Lo aminoácidos son los componentes de las proteínas, las moléculas fundamentales para que el cuerpo regenere sus tejidos y lleve a cabo sus actividades metabólicas. La quinua contiene un 40% más de lisina –aminoácido vital para el desarrollo de las células físicas y del

    razones de un vegano impuro

    cerebro- que la leche y es riquísima en minerales y vitaminas. Greg Schlick, investigador de la NASA, ha dicho tras varios estudios que “la quinua contiene la proporción de proteínas y nutrientes más cercana a la ideal para el ser humano”. De hecho, la NASA y la FAO lo tienen como el “cereal” clave para la humanidad en el siglo XXI y una opción indiscutible ante la crisis alimentaria que se nos viene encima.

    También sé ahora que la soya contiene un 38% de proteínas y que un buen plato de arroz con frijoles satisface las necesidades proteicas de un organismo activo. Sé que las leches vegetales, como la de avena o la de arroz son muy ricas en nutrientes y altamente energéticas. Son además un elixir para el sistema digestivo –que las procesa más fácilmente que la leche de vaca puesto que no traen lactosa–, contienen grasas no saturadas –lo que mantiene limpia la circulación sanguínea de depósitos grasos– y por si fuera poco son de gran ayuda para el sistema nervioso.

    Ahora siento la generosidad de las vitaminas y los azúcares de las frutas. La hora de la ensalada es un deleite de colores y texturas. Soy especialista en cereales y un fanático de los frutos secos. Nunca sentí

  • LLega el momento del masaje, mientras les cantamos una nana o un mantra porque les gusta muchísimo, les preguntamos si quieren un masaje, esperando una señal de respuesta, en forma de una sonrisa o un gesto de aprobación... Y sólo se masajean a aquellos que tienen ganas en ese momento.

    Al finalizar les damos las gracias por dejarnos tomar esta clase en su hermosa compañía

    Les cantamos “el Eterno Sol” como agradecimiento, con la mano izquierda en nuestro corazón y la derecha en el suyo:

    “Que el eterno sol te ilumine,El amor te rodee.Y la luz pura interiorGuie tu camino....Sat Nam, Sat Nam, Sat Nam...

    ¡Qué belleza!¡Cuanto amor despiertan los bebés! ¡estos seres mágicos!

    A ellos, les gusta el movimieto, el canto, el baile, los mantras, el ritmo y tambien la Paz y la relajación.

    A los bebés les gusta... el yoga.

    Lisa Risi: Directora de Happy Yoga Embarazadas

    Profesora de Hatha Yoga y Kundalini YogaEspecializada en embarazadas y bebés

    Son las 11,30 h de la mañana, van llegando las mamás con sus pequeños, algunos son tan chiquitos que puedo verlos como si estuvieran aún en el vientre materno, haciendo las mismas posturas y gestos, con esos movimientos llenos de gracia y delicadeza ¡es un regalo para la vista contemplarlos ! Pongo el mantra Ong Namo, Guru Dev Namo, que significa “me abro a la energía creativa del universo, me abro a mi guía interno”.

    En cuanto pongo la música y me pongo a cantar, algunos bebés más grandes clavan sus miradas en mí, están concentrados en el sonido ¡y lo agradecen agitando sus brazos y manos de contento!

    Abrimos nuestros corazones, conectándonos con los bebés.

    Hacemos los primeros estiramientos sentadas con ellos en brazos, las mamás estiran sus espaldas, haciendo círculos sufis, algunas mientras los amamantan.

    Después, los ponemos en el suelo y hacemos flexiones de columna gato-vaca y flexiones de brazos bajando a besar sus mejillas, a continuación hacemos la postura del bebé y sus mamás ponen sus cabezas en sus pancitas y les hacen cosquillas. Así, se sienten incluidos y participan desde el juego con ellas.

    Nos levantamos y flexionamos el tronco, los cojen en brazos y balancean, ¡les encanta ser columpiados!

    En medio de la clase, nos incorporamos y bailamos con ellos, cantándoles Sa, Ta. Na. Ma. Todos nos sentimos felices. Pasamos al suelo para que las mamás descansen tras haber bailado con sus bebés en brazos. Se estiran en el piso, doblando sus rodillas con los pies en el suelo, ponen a sus bebés en su vientre y los levantan a “caballito”.

    Luego, las mamás traen sus rodillas al pecho, estiran sus lumbares y ponen a sus bebés sobre sus pantorrillas, haciendo que los bebés “vuelen” como en un avión, ellos disfrutan y algunos ¡rompen a reir a carcajadas !

    Finalmente, mamás y bebés descansan en el suelo, sus mamás les dan de nuevo de mamar mientras se relajan.

    una clase de yoga para mamás y sus bebés

    me hago lío cuando mis amigos quieren comer una pizza o me ofrecen una torta de cumpleaños. Uso botas de cuero porque me gusta subir la montaña.

    Sé, sin embargo, que soy vegano no sólo por mí, por “mi” salud o por “mi” gusto. Soy consciente del estado crítico en que nos encontramos como humanidad. Sé que la ganadería es el cáncer de la selva amazónica y que, como mostró la FAO hace un par de años, genera 18% más de gases de efecto invernadero que el sector de transportes. Sufro al pensar que hemos inventado un sistema brutalmente eficiente para masacrar vacas e inflar pollos con hormonas. Sé que en menos de 50 años, el mar prácticamente no tendrá peces. No estoy de acuerdo con nada de esto.

    Ser vegano -un vegano impuro- es mi forma de protesta ante este derroche de violencia y de inconciencia. Es mi postura, una postura silenciosa, serena y casi secreta. Es una ética personal y una manera de recordarme a mí mismo, tres veces al día, que mientras me encuentre en este planeta, me encuentro para amar, perdonar y ayudar a mitigar el sufrimiento de otros seres, humanos o no.

    Ahora sé que los vegetales no sufren cuando los comemos, pues no tienen sistema nervioso y sé que nos donan sus frutos a manos llenas. Sé que el más apto no es quien puede comerse al otro, sino aquél que logra cooperar con ese otro de manera inteligente. Sé que la vida no muere y por lo tanto no necesita defenderse o atacar para subsistir. Sé que no soy un cuerpo, que éste es simplemente un vestido prestado mientras camino por esta tierra y mientras camino, me inspira profundamente saber que alimento sus células con la materia noble, sabia y luminosa del reino vegetal, no con el dolor y el miedo de la muerte animal.

    ¹ quinua o quinoa: significa ‘cereal madre’ en quechua; conocido como un ‘ falso cereal’ por no ser familia de los

    cereales, sino de las Quenopodiáceas, al igual que las espinacas, el cenizo y la remolacha. Es un alimento apto

    para celíacos porque no contiene gluten.

    Rodrigo Restrepo ÁngelMúsico, periodista, profesor de yoga del sonido y

    estudiante de Un Curso de Milagros

  • Efectos fisiológicos Con respecto a articulaciones: relajación en la

    columna vertebral con flexibilización especialmente en la zona lumbar; flexión, rotación neutra y aducción de las caderas; flexión de las rodillas; flexión plantar de los tobillos; los omóplatos descienden (en abducción y rotación descendente); extensión de los codos; pronación de los antebrazos.

    Con respecto a los músculos: el desafío de esta postura es llevar los isquiones a los talones y la frente al suelo. Para hacerlo hay que alargar: los músculos extensores de la columna, el glúteo mayor, el piramidal y otros rotadores, los isquiotibiales, los glúteos mediano y menor, el tibial anterior, el peroneo anterior, el extensor común de los dedos y el pedio. También los extensores largo y corto, propios del dedo gordo del pie.

    Efectos psicológicos Brinda interiorización, calma emocional y calma el

    sistema nervioso.

    Efectos sutilesCentra y reequilibra las energías.

    Contraindicaciones

    Operaciones recientes en rodillas, pies, artrosis, artritis.

    Esta postura se puede mantener por mucho tiempo, ayuda a calmarse, interioriza, centra y es estupenda después de varias extensiones.

    Pranam MudraVariante de Kundalini Yoga. Las manos unidas

    en mudra de plegaria. Abre el corazón. Aumenta el recogimiento devocional y la sensación de entrega.

    Lourdes Arce Profesora de Hatha Yoga

    Estudiante de Un Curso de Milagros

    Todos tenemos momentos en los que la vida nos parece estresante, intensa o agitada, tal vez sentimos que es muy exigente. En esos momentos podemos entrar en contacto con la discreta vitalidad que reside en nuestro interior. Para ello basta con serenarnos.

    Etimología bala – niño asana – postura “postura del niño”

    Técnica1. Siéntate sobre los talones. 2. Relaja el tronco en flexión hacia delante. Apoya la frente en el suelo delante de tus rodillas. Los brazos están relajados hacia atrás pegados al cuerpo y con las palmas de las manos hacia arriba. Siente el peso del pecho y abdomen hacia los muslos. Toma conciencia de la respiración observando el suave estiramiento de la espalda, sobre todo en la zona lumbar.

    SuptavirasanaEs el nombre que le dan algunas líneas de yoga a

    esta importante variante. Es relajando los brazos extendidos hacia delante. Esta vez se apoyan las palmas de las manos en el suelo, separadas al ancho de los hombros. Aquí se puede sentir cómo se ensancha la caja torácica. Descansa en la postura varias respiraciones.

    Deshacer la posturaMantén la frente en el suelo y apoya las manos en el

    suelo debajo de los hombros. Incorpora lentamente la espalda recta hacia la vertical y relájate.

    Corrección durante la posturaVigila que que no haya tensión, que no se fuerce la

    flexión, que los hombros estén relajados.En la variante con los brazos extendidos hacia

    adelante, ten cuidado de no flexionar los codos.

    balasana Respiración La postura del niño nos brinda especialmente la oportunidad de explorar nuestra respiración. Mientras la parte inferior del torso descansa sobre los muslos, la expansión del pecho y el abdomen queda limitada. Cada vez que inspiras y espiras sintoniza con el movimiento de la respiración en la parte posterior de la cintura y la caja torácica. Siente cómo la espalda se ensancha y se relaja de arriba a abajo, hasta el sacro. Observa el flujo de la respiración natural en todo el cuerpo. Deja que la suave presión de tu frente contra el suelo permita que la parte anterior de tu cerebro se relaje profundamente.

    Contrapostura Savasana (tumbados sobre la espalda).

    ConsejoEs recomendable realizar balasana después

    de ustrasana (la postura del camello que vimos en el número anterior de esta revista) como

    contrapostura.

    Alternativas y sugerenciasCuando la cabeza no llega al

    suelo y está previsto un prolongado mantenimiento, puedes colocar un cojín o una manta doblada para apoyar la frente. Si los glúteos no llegan a los talones, usa un cojín o manta doblada debajo de los glúteos. Si es necesario usa estos

    dos soportes a la vez.Entre las variantes se incluyen: separar las rodillas

    (para personas con abdomen voluminoso o mujeres con el pecho grande), agarrar los talones con las manos o girar la cabeza hacia un lado.

    Si te sientes inestable emocionalmente, tienes la opción de relajar la frente sobre las manos con las palmas hacia abajo, formando un triángulo con los índices y pulgares en contacto.

    Al sentir el contacto del suelo con la frente, aprovecha para observar tus pensamientos. Déjalos ir hacia la tierra, liberando la mente de las preocupaciones, la pesadez, etc.

    Beneficios Esta postura de descanso restaura el equilibrio y

    la armonía del cuerpo y hace que la mente se torne receptiva.

  • quería que le castigaran por haber desobedecido a sus padres, después de todo sólo tenía ocho años. La mayoría de nosotros escogemos no seguir al hombre salvaje. Terminamos conformándonos con los rituales de vestido, trabajo y familia. Estudiamos las mismas carreras, acabamos con trabajos similares, pasamos la mayor parte de nuestras vidas en oficinas, ganando más o menos la misma cantidad de dinero que todo el mundo. Definitivamente la sociedad quiere que seamos más parecidos que diferentes. Por lo tanto, liberar al hombre salvaje dentro de nosotros y seguirlo es inadmisible. Si somos afortunados, quizá volvamos a visitar a ese hombre salvaje en algún momento de la vida, cuando lleguemos a la conclusión de que nos hemos apartado bastante de esas esperanzas y ambiciones que alguna vez guardamos tan celosamente en nuestros corazones.

    Bien sea que el hombre salvaje more dentro de nosotros o que simplemente represente la figura de un maestro, la batalla es saber qué debo pensar, cuál debe ser mi posición, adónde voy, cómo llegaré allí. Estas preguntas terminan, tarde o temprano, asomando su cabeza en nuestra vida. Seguir las enseñanzas del hombre salvaje es importante, ya que es la llave para encontrar la verdadera felicidad.

    Así que, ¿qué hacemos si no hemos nacido en una época de iniciaciones, de hombres grandes y sabios? Lo que los buscadores han hecho durante siglos, buscar la llave. Esa llave abrirá la cerradura de los tesoros del interior de la mente, del soul mind (la mente del alma). La llave es la enseñanza que nos permitirá procesar las heridas de la vida que ahora se han vuelto parte de nosotros. La llave es lo que necesitamos para volver al estado de gracia, de ser y de propósito.

    Encontrar el propósito en tu vida es como zambullirse en las profundidades del alma y hacer las preguntas correctas. Es descubrir que tienes un espíritu, un atma y es decirte a ti mismo que te permites ir a volar libremente, como “cometas al viento”, que ya no deseas ser entorpecido por aquellos que quieren contenerte. Puede que todo esté en tu mente, pero al menos harás un buen intento. Averiguarás lo que realmente te dice la voz interior. Se trata de ver que cada una de las decisiones que tomaste en la vida, te llevó al mismo sitio, a darte cuenta que lo hermoso e intrínseco en ti, ha disminuido. Es decidir que no te hará ningún bien seguir culpando a esos o eso que te ha llevado a extraviarte de su ser verdadero, porque

    hasta ahora no te ha hecho ningún bien. Eres tú quien tiene que recorrer el sendero con el fin de encontrar tu esencia y tu propósito. Redescubrir ese tú es como encontrar al amante u hombre salvaje dentro de ti. Se sienta allí a esperar que le seduzcas de nuevo, a que pruebes que eres digno, para que pueda aceptarte nuevamente como su amante.

    Hablamos de la necesidad de entrenarnos a nosotros mismos. Como en la historia de Juan de Hierro, utilizar cubos para vaciar el lago de nuestras emociones y confusión mental es un proceso largo y extenuante. Es una disciplina o al menos de un “trabajo en proceso” constante. Utilizamos posturas de yoga y técnicas de respiración, kriyas y mantras para descubrir ese hombre salvaje y libre que está dentro de nosotros o esa mujer liberada y con gracia. Ambas realidades están allí. Se trata de encontrar ese fuego espiritual dentro de ti, para que puedas equilibrarte en la “fina línea” que debes andar entre las demandas externas y el anhelo interior. Se trata de ser valiente y audaz, explorar nuevas alturas y reinos, partir hacia nuevos caminos y viajes. Se trata en el fondo, de ser feliz. Aunque ningún entrenamiento tenga todas las llaves, es encontrar un lugar para los valores del alma. Krishna dice a Arjuna en el Bhagavad Gita, que uno no debería estar tan preocupado por los miedos e ilusiones de su mente, sino más bien recordar que el atma, tu alma, es imperecedera e inmutable.

    “La persona sabia, que no es afectada por sus pensamientos o emociones, es la misma al ser confrontada por el dolor o el placer y no permite que ninguno de estos factores lo lleve a extraviarse de su verdadero camino”. Krishna, continuando en su rol de maestro, dice a Arjuna que el objetivo de la vida es encontrar su dharma, la responsabilidad que tiene con su Ser superior y seguir adelante creyendo en sí mismo y en el trabajo que has nacido para hacer. Dice a Arjuna: –Entonces, lucha, ¡oh guerrero!–

    Hargobind Singh KhalsaDirector y formador de

    Asociación Internacional Kundalini Yoga Premwww.hargobindsingh.com

    Hay una historia de los Hermanos Grimm llamada Juan de Hierro (Iron John) de alrededor de 1820 que Robert Bly utiliza, en su libro con el mismo nombre, para desarrollar su teoría de por qué el hombre moderno (y esto aplica también a las mujeres) está perdido. En el principio de la historia, aprendemos que los hombres se van al bosque cerca del castillo del rey, desaparecen y no vuelven nunca más. Esto continuó sucediendo con muchos más. Iban en busca de otros, pero siempre con el mismo resultado, no regresaban. Entonces, un joven fue y le dijo al rey: –¿Qué puedo hacer? – El rey le habló del bosque y el joven aceptó el reto. Se fue al bosque solo con su perro y al pasar por un estanque una mano salió del agua, cogió al perro y tiró de él hacia dentro del agua. El joven pensó que éste debía ser el lugar y vuelvió a donde el rey en busca de más hombres. Regresó con tres hombres que comenzaron a sacar agua del estanque con cubos, lo que de por sí era un proceso lento. Finalmente, cuando ya habían sacado toda el agua, encontraron a un hombre gigante en el fondo, cubierto con pelo marrón rojizo (como óxido de hierro) de la cabeza a los pies. Lo llevaron al castillo y lo encerraron en una jaula de hierro en el patio bajo amenaza de cortarle la cabeza a quien osara sacarle. El rey le llamó Juan de Hierro y dio a la reina custodia de la llave.

    Un día el hijo de ocho años del rey, estaba jugando en el patio con su pelota y ésta rodó dentro de la jaula del hombre salvaje. El chico se llenó de coraje y le pidió que le devolviera su pelota. –Te devolveré la pelota si me dejas salir de la jaula– le contestó. Tras huir del primer encuentro, el chico, que después de todo, tenía sólo ocho años, regresó y le dijo: –No sé dónde está la llave–. Entonces el hombre salvaje le explicó que estaba debajo de la almohada de su madre.

    La historia es una metáfora que nos habla de la necesidad de pasar por algún ritual de iniciación. El hombre salvaje representa lo libre, indomable, salvaje

    robando la llavey feroz, que vive en lo más profundo de nuestra alma. Muchas sociedades entienden que el niño se separa instintivamente del dominio psicológico de la madre a los ocho años o que al menos, debería. Es el proceso de un chico que se convierte en hombre. Recuerdo haber escuchado de Yogui Bhajan que lo mismo solía ocurrir en India. Cuando un chico tenía siete u ocho años, sus padres se lo confiaban a un gurú para que viviera en un ashram y aprendiera sobre los misterios de la vida. Para la mayoría de los jóvenes, ésa sería la primera vez lejos de casa. Descubrirían que el mundo es un lugar mucho más grande de lo que habían imaginado en un principio. Allí aprenderían lo que

    significaba “estar parado sobre sus dos pies”, para volverse independientes, confiados y sabios.

    Ir a robar la llave de la almohada de la madre es importante y simbólico a la vez de que con todas sus buenas intenciones, quizá no quiere que crezcas y te conviertas en un hombre. Lo mismo ocurre

    con padres e hijas. Como sugiere Bly, la almohada es donde ella guarda todos sus sueños para ti. Debes robar la llave para separarte de su campo electromagnético o del efecto psicológico que tiene sobre ti y aprender qué tienes que hacer para volverte genuinamente tú. En mis tiempos, era irse de casa, ser hippy, actuar de manera irreverente, fumar drogas, protestar por la Guerra de Vietnam, obtener el título de filosofía en la universidad y eventualmente estudiar con un gurú. Cada época se ve marcada por ciertos eventos y casi siempre sobrevivimos a las experiencias de nuestra juventud.

    En la historia, cuando el hijo del rey libera al hombre salvaje de su jaula, se enfrenta con un dilema, ¿debe seguirlo o no? Por una parte está asustado, porque seguramente sus padres desaprueben que haya liberado al hombre de su jaula. Por la otra, como le ha dicho el hombre salvaje: –Si vienes, nunca más volverás a ver a tus padres, pero tengo todas las riquezas que puedas querer– . El hijo del rey eligió irse con él porque no

  • el alcanzar su máxima perfección. Liberarnos de los retos de la aparente complejidad y movernos suficientemente despacio para poder sentir lo que nos aporta cada pequeño cambio en la postura y en el movimiento, es profundizar en la experiencia corporal.

    “Quiero experimentarme y descubrirme. Voy a encontrar una postura, estática o dinámica, que me sea fácil, donde el reto no sea la ejecución sino mantenerme en ella sin aburrirme.

    Voy a instalarme en esta postura, en la que me siento completamente segura/o, como en casa. Empezaré a dirigir mi respiración y atención a distintos lugares del cuerpo atreviéndome a ir más profundo de lo que voy habitualmente - sintiendo no sólo músculos y huesos, también las vísceras y los líquidos, no sólo los grandes movimientos, sino también los sutiles - como los del bebé en el vientre.

    Mi única tarea es pasearme a lo largo, ancho y profundo de mi cuerpo percibiendo sus reacciones, sensaciones, matices y cambios sutiles.

    Cuando sienta que ya no puedo descubrir nada nuevo en esta posición evolucionaré lentamente hacia otra postura. Al día siguiente volveré a las posturas conocidas y me sorprenderé observando la cantidad de nuevos matices que se me revelan. Necesitamos un entorno conocido para

    experimentarnos, para atrevernos a ser como somos y aventurarnos a ser de una forma distinta a la que hasta hoy conocemos. Así, ganamos en confianza y nos permitimos la evolución.

    Es la confianza la que nos permite habitar profundamente el cuerpo, sin miedo a descubrir rincones hasta ahora desprovistos de nuestra presencia. Esta misma confianza permite a la mujer abrirse a la experiencia de sentirse habitada por el nuevo ser que se anida en su vientre, sin miedo a mostrar ni a descubrir aspectos que jamás se han revelado.

    Concebir un hijo, dejarse habitar. No debería extrañarnos la revolución que supone este proceso para una mujer. Implica una apertura y una transparencia que quizás nunca hayamos experimentado. El nuevo ser que crece en el vientre de una mujer participa de cada instante, cada sensación, cada emoción que ella vive. La mujer va tomando conciencia de ello poco a poco y se da cuenta de que ella también vive las experiencias del bebé que aún está por nacer. Durante el primer trimestre de gestación, todo favorece que la mujer haga este proceso y su desarrollo en el camino de la conciencia la ayudará a vivirlo plena y placenteramente.

    El hombre contempla cómo su compañera atraviesa este intenso período. Su capacidad para aportar

    un entorno donde ella se sienta libre y segura para realizar esta evolución será indispensable para una gestación saludable, alegre y harmónica.

    La pareja embarazada necesita percibir los cambios que suceden a nivel físico y mental para poder adaptarse a ellos con confianza y entrega. La sencillez, la lentitud y la atención en la práctica del yoga favorecerán este aumento en la capacidad de percepción y autopercepción y en el desarrollo de la confianza en el propio cuerpo, el de la pareja y el del bebé. Los primeros meses de embarazo son muy adecuados para centrarse en esta actividad, ya que la mujer, de forma natural, experimenta esta tendencia a la interiorización y la escucha.

    Si hablamos en terminología ayurvédica, diremos que nos interesa potenciar un estado Khapa (tierra-agua). Este estado nos permite experimentar la sensación de fusión, de ser uno con todo, de sentirnos sustentados y abrigados, de estar en contacto con las propias necesidades y las del entorno actuando para cubrirlas. En definitiva, nos abre al sentir y nos predispone a vivir de forma placentera, sin miedo.

    A nivel práctico, potenciaremos este estado con una práctica de yoga de ritmo suave y centrada en la atención. Pondremos por delante el descubrir la sensación que nos aporta una asana (postura) que

    concebir un hijo, dejarse habitar

    Desde esta actitud de observadora/o enfocada/o en el descubrimiento, puedo experimentar cómo cada día soy distinta/o, soy capaz de percibir nuevas sensaciones, ver cómo despiertan algunas zonas de mí que creía inexistentes, escuchar otras zonas que me piden descanso, sentir otros cuerpos tan cercanos al mío (el de la pareja, el del bebé), comprender desde la experiencia, que vivo en un eterno movimiento… Me abro a conocer a la nueva mujer, al nuevo hombre y al nuevo ser que nacerán gracias a este hermoso proceso de gestación.”

    Tere PuigProfesora de yoga para embarazo y

    crianza [email protected]

  • Podríamos imaginar los pensamientos inútiles como malas hierbas sobre el campo mental y los pensamientos positivos como el cultivo. Si sabemos de qué manera el campo de la mente crea al campo del cuerpo y de la vida, conseguimos entonces la llave de la sabiduría de los maestros del yoga, como también de los psicoterapeutas contemporáneos que contemplan el flujo transpersonal y que ven al ser humano como una totalidad psicosomática. En el yoga a este aspecto psicosomático del ser humano se le denomina prakriti, es decir, materia o naturaleza de la que forma parte; el cuerpo, la energía sexual o instintos, las emociones y los pensamientos.

    Precisamente estos cuatro niveles, tanto en el yoga como en la psicología transpersonal contemporánea se consideran como la totalidad del ser humano.

    Volviendo al asunto de la alimentación y el pensamiento podríamos preguntarnos:

    ¿Por qué le damos tanta importancia?La medicina china considera que el estómago es

    la sede del intelecto a diferencia, por ejemplo, del corazón, considerado el centro de la intuición.

    Ocurre análogamente en el yoga, ya que, frente a la necesidad de una práctica de purificación del aura y de la energía vital del cuerpo, parece que todo aquello tiene una enorme importancia.

    Los maestros enseñan que ingiriendo carne obtenida mediante el acto de matar, en definitiva algo resultante de una experiencia de muerte, ingerimos a la vez las vibraciones o energía que acompañan a este proceso. Una persona normal y corriente percibe estas vibraciones como un sentimiento de amenaza y temor a la muerte. Todas estas sensaciones son codificadas en el centro en el plexo solar y pasan a formar parte de las vibraciones del aura. Por tanto, cuando intentamos ayudar a una persona enferma

    eres lo que piensas en el interior de tu corazón.transmitiéndole de alguna forma nuestra energía, transmitimos a la vez las vibraciones de la muerte y del sufrimiento, lo cual aunque a veces ayuda a corto plazo, a la larga suele perjudicar.

    El escaso número de curaciones permanentes conseguidas por terapeutas que no son vegetarianos y el insignificante progreso en la superación de la barrera de mortalidad hablan por sí mismos.

    Uno de los centros energéticos de nuestro organismo está estrechamente vinculado con el plexo solar. En Yoga se llama a este centro Binduvisarga y en medicina china, Tan-tien y se localiza en el centro de la cavidad abdominal, a la altura del ombligo. No es un chakra tal y como los describe el yoga clásico, aunque sintetiza la energía de la personalidad, los sentimientos y los pensamientos, kama y manas. Más bien es como un recipiente o almacén de la energía cósmica omnipresente. El prana o de lo que los chinos llaman “chi” y los japoneses “ki”. Para poder ser utilizada, esta energía tiene que pasar por el centro en el plexo solar y luego por una red de canales de nuestro doble cuerpo energético, para luego poder pasar al cuerpo del paciente.

    Si acabamos de comer, una parte de este flujo energético será desviada y utilizada para el proceso de la digestión. Si pensamos en algo o alguien, otra parte de la energía será consumida por el torbellino de los pensamientos, llenando nuestra mente.

    De este modo causamos grandes pérdidas de nuestra propia energía para la transmisión energética. Por este motivo, la formación de los sanadores en yoga suele comenzar por trabajar con el control de la mente, y tiene sobre todo en cuenta la eliminación de los niveles de negativismo mental del subconsciente y del consciente. Simultáneamente, hace falta también purificar los niveles de emociones

    negativas acumuladas: soberbia, ambición, rencor, miedo, amargura, ira o irritación, ya que todas estas emociones son energías dañinas que empeoran en vez de curar.

    Transmitir la energía con el estómago lleno tiene efectos secundarios en el estómago del paciente, ya que en la naturaleza funciona la regla de la realimentación, así que la persona enferma, siguiendo el ejemplo de muchos animales, debería más bien evitar la acumulación de las energías vinculadas con la digestión. El tiempo de la enfermedad es propicio para el ayuno y no para atiborrarse. La medicina ha de basarse en las técnicas del ayuno. El Yoga recomienda una manera ligera y vegetariana de alimentarse y varios ejercicios mediante el pensamiento curativo.

    Es una manera de apelar a todos los movimientos transpersonales.

    Estos hábitos son buenos para tu salud y para la de tu eventual paciente. La tesis global del yoga vinculada con el plexo solar dice que no se puede conseguir el éxito en ninguna terapia si no se tiene como base una alimentación y unos pensamientos adecuados, además de la purificación del cuerpo mediante el ayuno. Se puede considerar que esta es la base del yoga medicinal Bhaishajya Yoga. La salud y la prosperidad dependen en gran parte de la calidad de la alimentación y de los pensamientos. La eficacia de las curas basadas en el ayuno procede de la purificación total del centro ubicado en el plexo solar y del desbloqueo de los canales de la energía sanadora, la cual, gracias al ayuno, empieza a circular libremente. En climas templados, una alimentación adecuada podría basarse en los cereales y en todos sus derivados, como los copos de avena, la sémola y también los cereales integrales.

    Estos productos deberían constituir del 70% al 90% de la totalidad de los alimentos ingeridos. En un clima tropical, y en la misma proporción, deberíamos incluir las frutas. Uno de los cereales básicos, aunque generalmente subestimado, es el trigo. Es aconsejable ingerirlo en abundancia, masticando

    cuidadosamente sus granos. Si alguien tiene dudas o no tiene una idea muy clara sobre cómo ha de ser una dieta vegetariana o macrobiótica recomendamos participar en los cursos de la alimentación sana.

    Los alimentos de procedencia animal (la carne de los mamíferos, aves o pescado) son considerados por el yoga como una masa biológica inútil, porque contienen solamente una ínfima parte de la energía cósmica llamada prana. De aquí que, si empiezas a ingerir cuerpos de animales bajo cualquier forma, el centro en el plexo solar pierde una de las más importantes fuentes de la absorción

    de dicha energía. El depósito en los alrededores del ombligo se debilita de tal manera que tu capacidad de regeneración baja notablemente. Además, el comer carne destruye también el sistema inmunológico del cuerpo.

    Los riñones y el hígado quedan debilitados por una dieta basada en la carne, y esto tiene unas consecuencias que todos los que conocen mínimamente las medicinas china y védica, saben a la perfección. La interferencia en el equilibrio energético del organismo aparece siempre que comes carne, aunque sea en pequeñas cantidades. Esto refleja también la tendencia, a nivel subconsciente, hacia la acumulación de masas de negatividad mental que afectan a tu cuerpo de manera semejante a como afectan a la parte más interior de la totalidad que llamamos ser humano.

    Consecuencias de todo esto, traduciéndolo a términos de realimentación, son todas las enfermedades o sufrimientos, todos los accidentes, fracasos… todo lo que en yoga se llama Vyadhi.

    The Himalaya Master L.M. Traducido por : Sebastian Forenc

    Director de VegetaliaProfesor y formador de Nathsampradaya Hatha Yoga

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  • Nuestra esencia verdadera se desvela a través de la calma.

    La calma y la quietud nos permiten tener una visión más clara de las cosas. Si frente a una decisión importante nos tomamos el tiempo y dejamos de hacer por un momento, tendremos una idea más clara y auténtica de lo que queremos. El estrés y la prisa hacen que invirtamos nuestra energía mayormente en sudar y acelerar los latidos del corazón. Es difícil tomar las decisiones correctas en un estado fisiológico como éste.

    Calmarnos es un acto de confianza. Elegimos dejar de hacer algo que nos parece muy importante para no hacer nada. Decidimos dejar que las cosas se arreglen por su cuenta en lugar de intentar cambiarlas y luchar por nuestro objetivo.

    La calma es el reconocimiento de que existe una fuerza más grande que todos los problemas que podamos tener. Es la decisión de tener fe en lo que aún no se ve.

    El instante en el que la mente humana entra en un proceso de relajación psico-fisiológica, adquiere la información de manera directa y potente. Éste es uno de los principios básicos del coaching, sacar a la luz nuestras respuestas y encontrar las mejores soluciones. En principio, todo lo que podamos necesitar se encuentra dentro de nosotros. No hay nada afuera. Para tomar contacto con nuestra capacidad ilimitada de resolver y lograr cualquier objetivo, sólo necesitamos relajarnos y hacer silencio. La meditación y el silencio nos proporcionan un estado de ánimo más tranquilo y más productivo. Nos ayudan a afrontar hasta la crisis más grande con una perspectiva totalmente nueva y emocionante.

    La calma es muy sencilla. No requiere mucho. Según la ‘ley del menor esfuerzo’ la inteligencia de la naturaleza funciona sin esfuerzo, con total entrega y despreocupación. Es el principio de la no resistencia.

    Necesitamos valentía, dejar que todo lo aprendido, los juicios y suposiciones hagan espacio a lo desconocido. Una vez nos atrevemos a no hacer absolutamente nada, podemos disfrutar de la fuerza impresionante que esta decisión lleva consigo.

    A través de la quietud, del no hacer nada, dejamos de poner energía en lo que no deseamos, de juzgar. Evitamos

    la calmacreer en ello. Detrás de la calma está el reconocimiento de que no somos lo que pensamos, sino mucho más.

    “Un albatros no piensa en lo que debe hacer para volar.

    Simplemente siente el viento dentro de sí mismo y se deja llevar hasta convertirse en una sola cosa con el aire que atraviesa, acomodándose en el flujo. De la misma manera el hombre puede seguir su alma para pasar a través de la vida, como su intuición y naturaleza le aconsejan hacer en todo momento. Él sólo tiene que acomodarse.”

    Hay algo en la calma que nos conduce más allá de todo frenesí y toda apariencia; algo que si tratamos escucharlo, nos dice exactamente como están las cosas realmente y qué hay que hacer en cada circunstancia.

    ¿Cómo sería la vida si supiéramos que no podemos fracasar? ¿Cómo sería la vida si supiéramos que siempre hay algo, una fuerza, que cuida de nosotros y nos ama, hagamos lo que hagamos, en la cual siempre podemos confiar para cualquier cosa que necesitemos?

    Este momento es como debe ser. Cualquier experiencia o relación que hayamos atraído a nuestra vida en este momento es precisamente la que necesitamos en nuestra vida en este momento. Hay un significado oculto detrás de cada evento que sirve a nuestra propia evolución. No es necesario que nos preocupemos tanto. Podemos vivir con calma.

    “No hace falta que salgas de tu habitación. Permanece sentado ante tu mesa y escucha. Ni siquiera hace falta que escuches, simplemente espera. Ni siquiera hace falta que esperes, simplemente aprende a hacer silencio, a estar quieto y a solas. El mundo se te ofrecerá gratuitamente para que lo desenmascares; no tiene opción, rodará en éxtasis a tus pies.” Franz Kafka

    Francesco VilitzDesarrollo Humano

    (Creador del estilo WinYoga y NLP Coach)www.wonderfulife.net

  • Conmigo. Hace años que sueño con una casa llena de pasillos, puertas, estancias, ventanas y escaleras. No es siempre la misma casa pero siempre es laberíntica, la voy descubriendo mientras la ando, pero cuando vuelvo atrás no encuentro las mismas habitaciones, la casa cambia mientras la camino. La relación conmigo misma tiene esa atmósfera surrealista, soy grande y pequeña, tonta e inteligente, profunda y superficial, joven y vieja, todo a la vez y depende del paseo. Isa, Isabelita, Isabel, tienes la consistencia de la gelatina, de la niebla, de los sueños. Ya sé que no sé nada puesto que todo en mí es puro cambio. Esta relación con un yo mutante me obliga a ser incondicional, sea lo que sea que aparezca en mí, sé que soy digna de mi propio amor. Estoy aprendiendo a tratar con mi mente como un elemento más de este sueño laberíntico, desde luego que no todo lo que pasa por ella es mi verdad, ni siquiera es mi mente, es un campo mental atravesado de ondas-pensamiento, las miro y sé que no soy yo. La relación conmigo misma tiene campechanía y cotidianeidad. Me saludo, me miro, me perdono una y otra vez. Puedo reírme de mi misma y no tomarme tan en serio, esa es tal vez mi mejor estrategia. Soy un vértigo de siglos y una hormiga del hormiguero. Y un misterio.

    Cada mañana, al despertar, lo primero que hago es observarme, a menudo amanezco inquieta, si me fijo bien me doy cuenta de que tengo algunos músculos contraídos, los relajo, respiro profundo, observo mis emociones, veo lo que las olas de la noche han traído a la playa. A mis pies han llegado peces muertos, zapatos viejos, conchas vacías, latas oxidadas. Atiendo a esas impresiones que se escapan del mundo subconsciente, al ponerlas a la luz de mi atención consciente, desaparecen. Es como sumergirme en agua limpia antes de comenzar el día.

    En esa casa que creo ser, hay una estancia muy diferente a las demás, es la única que nunca cambia. Está llena de luz y dicha, allí soy siempre inocente, pase lo que pase. Es donde tú eres inocente y todos somos inocentes. Es Lo Unico Estable. Ese lugar

    por todas mis relacioneses mi salvación, en él me anclo, me reconforto, me doy permiso para seguir la andanza de mi vida, los fracasos de mis experiencias, mi libertad. Lo Unico Estable ha tomado cuerpo e importancia en mí hasta ocupar un lugar predominante. Esa estancia de la inocencia es un espacio vacío con un altar vacío. La casa se organiza alrededor de ella, las habitaciones y pasillos la rodean y bailan en su juego de polaridad. Lo Unico Estable está en el centro de mi ser, crece y se hace sentir, hasta el punto de ser lo más yo de mí. Sé que está ahí siempre, siempre es su condición, su vibración. Ese “siempre” contrasta hermosamente con todo lo demás, ese “siempre” amortigua los cambios de todo lo demás. El fulgor de Lo Unico Estable toca los asuntos cotidianos, mi psique deja pasar sus rayos. Aunque no pueda sentir su presencia en todo momento, sé que está en mí. Es gracias al yoga que la relación conmigo misma se afina y crece.

    Contigo. Contigo fue primero. Desde el principio estabas ahí delante de mí, asustándome. Quería verme en tus ojos y que me aprobaras, pero no siempre era así. Me atraías irremediablemente y me hacías sufrir. Te quise seducir, lo hice todo para conseguirlo.

    Ya avanzada la vida, hice el mejor descubrimiento posible: que la única manera sana y satisfactoria de relacionarme contigo era amándote, no tenía que juzgarte ni seducirte sino simplemente amarte. No necesito tu aprobación, solo amarte de verdad.

    Somos interdependientes, nos necesitamos. Nadie puede vivir sin relacionarse. Me gusta compartir la vida contigo. Está en mi naturaleza oírte roncar por las noches, cantar juntos alrededor del fuego, cuidar de tus hijos cuando estés enfermo, dejar que me ayudes cuando lo necesito. Tú me haces más ancha, flexible y paciente, tú me haces más rica y profunda. Gracias a ti me conozco mejor, descubro facetas que sin ti no germinan. Cuando te miro veo en ti Lo Unico Estable, también veo las estructuras falsas, inconsistentes y sé a ciencia cierta que eso no eres tú. Somos iguales a más no poder.

    Tienes para mí un regalo muy valioso, es más fácil perdonarte a ti que perdonarme a mí misma, es contigo como he aprendido la ternura y el placer del perdón ¿me dejas que siga practicando? ¿Cómo podría pasar por alto mis errores si no pudiera experimentar contigo antes? Yo soy tu otro tu, tu eres mi otro yo. Tú eres yo delante de mis ojos, para que pueda verme más fácilmente. Como esos microscopios que se ponen como gafas los cirujanos para las operaciones más complejas. Verte es verme sin posibilidad de escapatoria. Amarte es amarme.

    Y junto con todos los demás, somos una inmensa tela de araña de hilos vibrantes de plata. Cuando uno se mueve lo sentimos. Nadie está excluido. Cuando te hago daño, me lo hago a mí misma. No es una metáfora. Esa relación interdependiente y multidimensional es Dios para mí. Los hilos que nos unen es el Amor para mí. Leí un proverbio nativo: “el hombre es la medicina para el hombre” Esa frase me caló. Eres mi medicina, soy tu medicina. Y finalmente no hay diferencia entre la relación conmigo misma y la relación contigo.

    Con la Tierra. Mi bello planeta amado. Cuando cierro los ojos y escucho puedo oír tu llamada a mi despertar. En ti se manifiesta el resultado, el karma, de nuestros actos inconscientes. Y vaya si lo somos. Todavía no se tratarte con respeto. Todavía no se cuidar tu agua con la minuciosidad que necesitamos. Todavía consumo los vegetales que sacamos violentamente de tus entrañas. Todavía me falta rigor. Tengo tanto por corregir en mis hábitos pervertidos. Sabes que no es falta de amor, que vibro contigo y lato con tu pulso. Que tus animales me endulzan el corazón y me rompen la mente. Que tu verde me tranquiliza y tus vientos me sacuden y me revitalizan. Todo lo tuyo me toca, amada madre. Ten paciencia, aprendo cada día. La interdependencia contigo es evidente. Y que el amor no son palabras y debe traducirse en actos. Tu naturaleza material y concreta nos enfrenta, me enfrenta sin excusas. Te amo, quiero vivir contigo, en contacto con tu piel. Y obedecer tus leyes. Quiero envolverme en tus diseños, tus melodías, tus perfumes, tus luces y tu negra noche de tinta. Quiero enriquecer mi alma contemplando tus pájaros libres, tus estrellas, tus árboles, tus lagos. No sé si estaremos a tiempo. Quizás nuestros nietos hereden un desierto como expresión tangible del desierto de nuestro egoísmo. No es por convencerte, madre, pero en este momento de urgente reflexión algunos hombres están sacando lo mejor de sí mismos. Y ese grupo

    crece cada día. Tendrías que verlos. Sus potentes intelectos y sus altos ideales buscan sin descanso el modo de restablecer la paz en tu reino. Hay muchas acciones en marcha. Vamos a conseguirlo. Puedo verte hermosa, poderosa, un jardín multicolor navegando en la galaxia con todos nosotros encima. En mi visión hemos revertido la situación. Ahora todos somos tus celosos amantes. Cada palmo de ti produce tanta armonía y belleza que los humanos, esos animales de grandes cerebros, dejan de opinar y simplemente cantan contigo. Pero me entrego a tu resolución, madre, estoy dispuesta a pagar mi cuota. Fui yo la que te dañó a ti y a todos los seres que te habitan.

    Isabel Solana

    (Mira algunas de las cosas potentes que se están haciendo para nuestro mundo en www.ted.com)

  • Entrelaza los dedos con las palmas separadas.Los hombres colocan el pulgar derecho sobre el

    izquierdo y presionan ligeramente el pulgar izquierdo con el derecho.

    Las mujeres colocan el pulgar izquierdo sobre el derecho y presionan ligeramente el pulgar derecho con el izquierdo.

    Junta el área carnosa en la base de los pulgares, uniendo el lado positivo y el negativo para crear el efecto deseado. El pulgar representa el ego y la afirmación vital del yo. Su monte se asocia con la sensualidad, la sexualidad y la líbido, la energía creativa dinámica que puede ser canalizada.

    El pulgar que queda en el interior del mudra se coloca en la membrana entre el pulgar y el índice de la mano opuesta. Esta posición del pulgar es natural, una ligera presión bastará. No hace falta que la fuerces, sino que estimules el área con toda la intención. En la digitopuntura se trabaja este punto para tratar los trastornos estomacales e intestinales, la sinusitis, los resfriados, los dolores de garganta y la tos. Si te fijas en l