Angel Rama El Dictador en La Novela Latinoamericana

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dt un mcnsaje que cs desuueyado por los mass 11UJ111. Tarea mAs st se coruidera que las vanguardias se rcclw:an de prefcrencia enue los cquipos juvcoUes, los que son dtse0nfiados respeao a lo que Jes llep por anales masivos. El CKq>Uasmo y cl solipsismo borgiano se adecuan oomo un guantt a C$DIS cmdcnciu disolvenccs. No intcnWl luchar oonua eJlas y simplementt nadan en sus aguas. Los cscricores que ven sus pcllgros pcro qU<!, forudamen· 1e, deben con escos inrermeclWios, .Wren de desgana· mienros y cratllJl de desarrolla.t vias poraldas por Lu cuales salvar valottl permanences. En todo ca.so, ounca me him i-ttddo mis solos IOI oarradoca lauooamer:icanos qU<! en csm bora de vuiu audiencias Pertcnecen a cod01, pertenecen a nadie. (De I..-'" /111i11-.U111111. 1920-1980. .Bogoo\, Calcuku· ra, 1982) ..ill6 EL DlCf ADOR LE:TRADO DE U. RFVOLUQ6N U. TTNOAi\lERICANA l . Uaa ctJOJfr11«1i11 10111ll%4Jqr11 Un monumenco narrarivo Una invenaoncs fuero de la 5Ctie consabida de la novtla a que escamos habtruadoo;, suerre de monstruo o animal mmx6gi· co de los que algunas -po<:alr veces irrumpen en fa l.tccn.cura launoameticana, la desbordan con su exctpaon.Wdad algo abemune y al tiernpo clan la medida de sus po=cialidadcs. Una evenrualidad cttativa que el siglo XIX parecia habcr agotado con <>bras como Os Slr1/J#s o el P11<1111Jo, y q ue el siglo xx, ya ran dooplinadamente profcsional, no se habla atrevido a encaru hasca fa irrupci6n de la miU reciente narrativa, cuando a h11ett trias las modelos recibidos y decidi6 asurrur vuilmenie la cootradictoria toralidad culcuraJ dd continente. Tampoco hay antecedences en IA produca6n narra.ava de Augusto Roa Bastos, y a pesa.r de que csta obra se encadena con 1u C•celcnre novcla anrerfor Hijo dt hombrt (a la cual se rclicre cl d0ctor F1Metft co una de sus libres previsiones, casi ceosurAndola bajo el r6tulo de literatura de las emigra· dos), convirtiendo rercospecrivamence aquel libro de 1960 en un dmido abordaje del asttnto magnifoccnre a que sc consagn Yo 11 S11prt11NJ (Sl8lo XX!, Buenos Aires, 1974), la literacura anterior del novelista paraguayo no permafa infcrir esta desrnesurada invcnci6n, estc indasdicable libro (h&oria, no,-cJa, cmayo sociol6gico, filosofla moral, biografla novelada, panlkt:o rcvolu· cionario, documento rusuficauvo, poerna en prosa, coofcsi6n aurobiogrAfica, debate sabre las limites de la lircrarura, cuestionanucnto dd sutema vetb&i) quc es en los bechos una infaugable req uuuoria nacida de una coocienoa en vuo, rcvudta y coovulsionada como su riempo, a la que pone m llaga •iva haber asumido rodos las confliaos de un hombre 1.wnoamaicano. No hien publicado, se consaruye en un obl.tgado punto de apoyo de la lirmorura .latinownen.cana. o, mis exacnmcnre, en un testrmonio clave sobre la culrura original de Amhica•. La obra antenor de Roa BastOI sc ordcna en mmo de esre sol coma un •<t'V•ual sisterna pLl.ncnrio, para qU<! rodam01 percibir de J6ndc p<ocNla 3117

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Capítulo de Angel Rama sobre Augusto Roa Bastos y su novela "Yo el supremo"

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dt un mcnsaje que cs desuueyado por los mass 11UJ111. Tarea mAs ~spna st se coruidera que las vanguardias se rcclw:an de prefcrencia enue los cquipos juvcoUes, los que son dtse0nfiados respeao a lo que Jes llep por anales masivos.

El CKq>Uasmo y cl solipsismo borgiano se adecuan oomo un guantt a C$DIS cmdcnciu disolvenccs. No intcnWl luchar oonua eJlas y simplementt nadan en sus aguas. Los cscricores que ven sus pcllgros pcro qU<!, forudamen· 1e, deben manq~ con escos ~rosos inrermeclWios, .Wren de desgana· mienros y cratllJl de desarrolla.t vias poraldas por Lu cuales salvar valottl permanences. En todo ca.so, ounca me him i-ttddo mis solos IOI oarradoca lauooamer:icanos qU<! en csm bora de vuiu audiencias Pertcnecen a cod01, ~no pertenecen a nadie.

(De I..-'" /111i11-.U111111. P1111~111MJ 1920-1980 . .Bogoo\, Calcuku· ra, 1982)

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EL DlCf ADOR LE:TRADO DE U. RFVOLUQ6N U. TTNOAi\lERICANA

l . Uaa ctJOJfr11«1i11 10111ll%4Jqr11

Un monumenco narrarivo Una de~ invenaoncs fuero de la 5Ctie consabida de la novtla a que escamos habtruadoo;, suerre de monstruo o animal mmx6gi· co de los que algunas -po<:alr veces irrumpen en fa l.tccn.cura launoameticana, la desbordan con su exctpaon.Wdad algo abemune y al tiernpo clan la medida de sus po=cialidadcs. Una evenrualidad cttativa que el siglo XIX parecia habcr agotado con <>bras como Os Slr1/J#s o el P11<1111Jo, y q ue el siglo xx, ya ran dooplinadamente profcsional, no se habla atrevido a encaru hasca fa irrupci6n de la miU reciente narrativa, cuando ~m co~ni6 a h11ett trias las modelos recibidos y decidi6 asurrur vuilmenie la cootradictoria toralidad culcuraJ dd continente.

Tampoco hay antecedences en IA produca6n narra.ava de Augusto Roa Bastos, y a pesa.r de que csta obra se encadena con 1u C•celcnre novcla anrerfor Hijo dt hombrt (a la cual se rclicre cl d0ctor F1Metft co una de sus libres previsiones, casi ceosurAndola bajo el r6tulo de literatura de las emigra· dos), convirtiendo rercospecrivamence aquel libro de 1960 en un dmido abordaje del asttnto magnifoccnre a que sc consagn Yo 11 S11prt11NJ (Sl8lo XX!, Buenos Aires, 1974), la literacura anterior del novelista paraguayo no permafa infcrir esta desrnesurada invcnci6n, estc indasdicable libro (h&oria, no,-cJa, cmayo sociol6gico, filosofla moral, biografla novelada, panlkt:o rcvolu· cionario, documento rusuficauvo, poerna en prosa, coofcsi6n aurobiogrAfica, debate sabre las limites de la lircrarura, cuestionanucnto dd sutema vetb&i) quc es en los bechos una infaugable req uuuoria nacida de una coocienoa en vuo, rcvudta y coovulsionada como su riempo, a la que pone m llaga •iva haber asumido rodos las confliaos de un hombre 1.wnoamaicano. No hien publicado, se consaruye en un obl.tgado punto de apoyo de la lirmorura .latinownen.cana. o, mis exacnmcnre, en un testrmonio clave sobre la culrura original de •Nu~ Amhica•.

La obra antenor de Roa BastOI sc ordcna en mmo de esre sol coma un •<t'V•ual sisterna pLl.ncnrio, para qU<! rodam01 percibir de J6ndc p<ocNla

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la fragmcncaria tnergla que, por ttpentinos chispuot, an1maba su escrirur.; c:u;£J era la fuentc de su contenida y opacada vualidad que ahoca sc cooquista mcdiantt un csfucno quc podria adjaivars.e de wbrehumaoo porquc ~ trata de aswrur -en un pe~ hisronco, en un cscritor quc rambi&> pc:m:nett IL la historia. pcro la de nuesuo ncmpo- el movurucmo S«Ular Jc una cultura dara y concrctamcntc enraizada en un pueblo, en un medio fisico, en succsivas CUCWlsuuicias de su tctca volunrad de perYivencia y de cmuividad. Porque es fon.oso ru:onocer que esi:a obrn inJiv1dual -tuia de! rnlento de un hombre- es un pals, un pueblo, la cultunt que paciememenre dabor6 a Jo largo de muchos siglos, cs cl Paraguay enttto, csa madre de nadoocs como alguna vet sc la Dam6, el sotemdo cooiz6n de. Is America mendional a la cual procrc6 y aliment6 y dondc, por pnment vez en rkrras sudamericanas, sc consrituy6 un pueblo nuevo, lujo de una fusi.6n de las cuhuras tupi-guarani y la de! cooquisctdor hllp"11co, improbo esfua"ZO par. wnstiruir una nacionalidad amcricana original. Tai proyeno fuc sin ccsar frustrado y comprimido por las pomtcias riberl'llu dd ocbno Atltntico (8raul, aunque pcmopnlmente Butr>OS Ams), d6cilcs ttansmisores de Jos 1mperios ocrranjeros, que sc aplicaroo a descruir sus propios or'8encs mcsmos y a an1quilar el testimon10 vivo de lo que pudo ser una cocra America•. Tamb1en contribuycron a csa 5UJC<:i6n los mudlOs gobicmos tneptos quc sc ab.11ieron sobre el pals y quc desde 1947 forzaron cl ocilio de muchos de sus 1n1elcetuaks, pero cs comprensiblc que cl emigrado Roa Basros no a1imda en esta ocaJ1611' a csa pane contemponinca y sc duia que menuda de la hisroria poUrica paraguaya. cuando est& rcvisandu un panorama de <juuucntos allos dcsdc una pcrspectr11a cas1 ancropol6gK11, lo que obliga a una dris<ica jerarqu1zaci6n en la imponancia de los •ucesos politicos y oociaks Sin conmr que, pucsro en ct! pecspem•ismo secular, esros mismos hcchos conternponincos com1enzan a tiaSlacla=, a nlrttar los signos valoratn'OS con quc sc los tenfa sujctos, pasan a scr dcbatidos dcntro dd gran enjuicia m1ento dd pensanuen10 liberal que dcsdc bacc dos d~as sc registra en AmCrica Lacina y se nsumt.-n co1nu una subrepcicin autocrltica.

El af!n de roralidad, en 105 mh variad05 campos del pensamiemo y el artc, rige la composici6n de Ill olxa, en lo cual se advierte el indisunulado desden de1 auror por ranros produa05 menores, arrificiotos y ahoganres como vtnu~ron cubncndo la liccrarura launoamcricana, cspcc1illrnen1e tn los mayorcs enclaves urbanos donde podcrosos y alienados SCCtorcs lcs han prescado un dcsmcsurado pattOCtnio La lirerarura converrida en un pasaricrnpo menor pua consuroo de cna~ ~tCS. no obstanrc la ailiclad att:lsnca de muchos de sus produaos, pam:i6 subvcnir el podttoso alienro crcativo que distingue bs me,orcs crad.tooncs ltcttarw de1 connoente y, sobre rodo, conaibu)'6 a una minuciosa ftagmenrao6n de la socicdad, destruycndo as{ los vlnculos que a ttaves de lu Cre\Ctones licttarias buscaban rehgar la comunidad nadonal e interprctar sus grandcs comeudos lust6ncos. Una hterarura de mandarines que habrfan rcnunciado a roda eventual cunducci6n de sus soc1cdadcs, cransformdndosc en convalidadorcs subrepno05 de las pcores formas de! 11111u ljN• oprCSlvo vigente, ha alcanudo prcdtcamcnto sunruoso tn Buenos Aires, Mh1co o Slo Paulo, emibleciendo una ccsura inoportuna

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con w cradiciono cuhuNla rcg1ooalcs a las qui" pn.-cendi6 ope.car o s1mplt'­mcnrc ncgu. Lo <jUC S<' pretcndi6 oegar, impllmamentt, fuc la c:xi.1cn-:<a de una totalidad de la •"UAI cs pane cenrral cl miwnu pueblo htinoamtricanu en ....s ~ "anados esnaros. la •isiblc falta de pcrcepci6n de cstc pueblo que anima muthos de esos pcoductos como una fonada coanada par. poder lcgt.nmarJos. el deadfo u la ignoranoa por el robusro pasado Jaunoamtt1cano lque induso ha Ucgado a posesionarsc de 1118unos grupos de la avan•ada ttvolucionaria), sob re todo el dcscreimienro en la cap<1odad crcariva del humbre, en su P\'lpel prorag6nico dentro de lM 50CiedadL'S, son algunos de los elernenros de esta elis16n de la rotalidad cultural.

Reuoccdcr cienro cincuenta allos para rctornar a los orlgencs revoluc1ona­rios de las soocdadcs americanas, a ese momenro de! pueblo en armas que sc rcconoce a if mismo como proragonista de la histona y funda la primera indepcndcnaa. posrula un reromo a las fuences vi,.,.. de csta tocaltdad humana y por ende culnual. pua recuperar un 1mpulso que esri muy lc:jo. de babcr muerto y quc s6lo ha S1do prcttndo o cswnotttdo en csos numctOSOS produaos de la litttatura alicnada cootempodnca (que no cs lo mismo que la lireratunt de la alienaci6n); 1mphca resmble<:tt la comunicaci6n uin el con1umo de la sociedad y sus m~s urgidas dcmandas y volver por los fueros de las capitnlcs funciones de! escmoc, las quc hacen de ~I un aveudo inttrprctc de la singularidad cultural.

El tono iracundo quc anima todo el volumen no cs s6lo el dd dOLtOC Francia eofrenradu a las dificultades de! momcn10, a la pugnacidad de 105 enemigos, a los desfallecunicntos de sus propios acompananres, sino tambt~ el de! auror cuyo combt.cc no sc escablece con la ooc1cdad sino coo la lirenttunt y coo el mcdio intdcuual (Buenos Aires) en d que ha v1vido cera de rmma allos de exilio Dos grandes debates sc superpoocn y sc confunden en esre libro: el de.I 0D1crador Supremo• que UWl de salvaguardar u°" doctnna tra0$l11UtSnclola en la vida de un pueblo, cncamindola en un proccso hist6riro que sc expnnde hacift el fururo y dcfendifodola de enem1g0$ cmbozad05 o confcsos, y el de Augmro Roa Bastos, procurando llevar adelante su conv1cci6n de una literotura viva, rnodema e insena en la socicdad, defendifodola de la nube de confusioncs y cngados en que vive cirCWldada la operaci6n limaria actual, pc~6.ndola haci.a un pocvenlf abierro y cnnsfocmado. Siendo combates muy disnot05, hay entrc e!Jo. un paralelismo que ha permitido a Roa Basros rransfundmc por un momentu en su pet:SOMJC (para de inmcdiato d1Stanoane y vedo aiucamentc) y dorulo de un ttt%OOo esplriru bclignante que CStabktt uo imprevisto y onginal sisrcma de cquivalcncias entrc el dingcntc polinco )' el cscmor milimnre: cnda uno de ellos cumple su pcop1a lucha, en sus especificos campos, pero c:sas tatea> son cscructUralmenre afines y concurren a cesulados emparencados.

I.a explicaci6n de esta concurrencia de ambos se exuoc de que tanco el dicigente politico como el esaicor (cuando ~tc visualiza con raJ amplitud su comecido crcativo) son los quc cienen que verse con la toialidad social dcsde un sitio rcalme111c privilegt.ado, puesto quc ocupan el Centro de su funcion• 1nienro d.inAmico, rcgisrran su mulnphcidad. su desbordantc complq1dad,

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dtr<-..tan la. k.-ycs que principalmentc opcran en d <oniunto, sc aproximon a la pcl'llp«tiva hiSt6rica y cumplcn la a<d6n m~• nororia en la aceleraa6n dcl proccso. Ta! equivalencia entre el dirigcnrc po.lirico y cl cscmor esd tn I~ base de loo; rnuchos conilicros quc los han cnfrcntado (y seguinl.n enfrcnran­do) cuando se pcoduce una divcrgencia cnrrc sus mterpretacioncs de la toralidad. Cuando en aunbio csw 10terpce111CtORe$ $On uinvc~cnres a panir de los scparados y cspccificos campos de rrabajo, podm1os dear quc csramo• en prcsenaa de una coherence, cficaz, producava animaa6n de la roralidad social ~ cultural Es esc el caso de Yf ti S11prnt•, dondc d combace modemu dd cscriror denrro de la lmmtuta <S equivakme al combue antiguo del don.genre dcnrro de la socicdad Como csumos en prescnaa del punro irucial ) d par d momenro Ulcirno de un fragonemo lust6nco que ticnc ya siglo ) mtd10 de amcncia y ha estado ocup&do por la rattt de un pueblo, cs Ll coounuidad, pcrrrianencia y ettauv1dad de bte la que resulra cau.ficadi po< ral equivaknoa El awa revolucionaria quc circunda csca consuucci6n IU'tlstica en su iorrinseca cspco.ficidad llcctaria, •wco con prtti.Ji6o ocra aura rcvoludonaria, la dd pueblo, la de su culcura original, que la sola e•istencia de csro obra cenifica cumplidamentc

2 R•vi11on dt la UDria dt I.a noWtla

Pura r<-aliiar su proyccro, Roo Bastos dt-bi6 ante todo ttVisar la tcoria vigcme de la novcla en America Latina Dcsdc que bta adqu.u:rc auronomla, en ianru gCnc:rQ bcerario, cosa quc en nucscro concinc:ntc s61o se alcanza en cl filo del 900 por obra de los naruralisru (coottmpor4ne<1$, al fin, dt los •modtmi.naSt, que establecen la auronomla de la lucrarura., rcmiciendob. a una funci6n •ideologizantc• pot encima de las muicras divwooo parcidisaJ politicas) y sobrc rodo de los rcgionafutas dt las pnmcns dkadas de! n, dts<k cntonet'S es el con~o dt u.na ficci6n org{nica y coMrentc (po< mas ttpr._tanva de las vicisitudes concempomllCM quc se la pcoponga) d quc fi11 las cond1cioncs dcJ ~rcicio narrauvo. Escc sc dtsprendc progresivamente de las adh~Trnoas con ocros gfficros litemrios, c.1 espccial los conespoodicntcs a la tns.,ylsuca politica y social con los que cscabo lll1lltwado, hasra crcar un ocbc tspc<lfico,

Los inrencos m.1s rcotnt<S de consmoir formas ltrcrnnas quc se desentcn­dian dt las comp<1Ctunen111Ciones de gEneros (las nolllS bibliognl.ficas rransmu­tadas en cuc:mos por Borges, los poemas en prosa quc dcv1enen cuentos en cl caso de Octavio Paz) no habian dejado de prcsctndir volunrariamcnrc de la marcr1a docu.mcnral, de los and.luis didatallicos o de las tcorizacioncs fiWficas, quc parcdan unpcrtinerucs a la licerarura. En cspeaal a la novela, a ~r de quc clla, desde su origen, ha cscado e1l\i>edrada de esas l:ugas d1Sertaoones quc, de Richardson a Tolsroi, dericncn la flucncia de la acci6n y awmulan lo que Mary Mc:Canhy dmnra como una csal>rosa salsu. La niuraun prescntc prorur6 desprendcrsc de C90t ma1crjajes y reduci.rse a una pura fiui6n que por sl sola rcsulwa •dicemo dt la cstrucrwa Kkol6gica quc se proponia =micir, lo quc sin tmbargo oo dc,.i,.. de compornr un

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1grciw1 rt"\pC:llU il lllL lt.vf1J Jt l.t pcx-~I,\ dt1C"tn\licld dc.:I n.J10il11ti{i~100 y t:l 1bvl1>mo. dondt el cdtsrnrsu de I•> ode•>• rt>ultaba cxduido de anttmanu, 'I"'. ya onutivara el enju1ciamiento ck Gdlvuno della Vol~ en su Crf11ra . 1111110 (1960)

C:omo >'°' parcce privarivo de lo• in1cnlO• Je rev1S16n de S1Stemas lirerarios 'iJlnl(es, ti CJ1mino que co csos casos se recorrc pasa pur uo prcv10 recoroo w fuenrcs lcjanas, aquHlas en apariencia obsolccas Si con algo pucdc ,pareniarsc la novcla Yo ti Suprt,,,,,, es con los rruxrurados productos dcl lo XIX cuya espcc.ificidad llcerana ha •ido reireradameruc cuestionada. mos mo dehue quc ha acompailado aJ P11ruJ,, ( 184 5 > y a 01 Sntw ( 1902)

P'IC<k reponcnc: coo rcspecto a la obra de Roa Basros, aunque cvidenccmcmt en un wvel de mas aka complqidad pocque ti, a d1ftttnoa de SU5 ann:u:soro dr<-1monoru<OS, cs ya un narrador formado en w tcorias conctmpocancas dt la cspcofiod.id de la novela. No pcncnca a la tpoo culrural larinc11uncnC1U1a ., quc las diversas func1oncs incdtttualcs (que dcsdc cl 900 comenzarun a inJrpcndiZJUSe, dandonos por separndo el l'Srudio sociol6g•co, cl plantco pu!iuco, la ficci6n anistica, el pcnodosmo de acruaJidad) aun se 1:nconrrab•n rcunuUS en las pocas pcrsonalidadL'S cap•tc:> Je e)erccclas todas ind1st.intamt'O• re y aun orras como la abogada, la 1ngenicria, la dipu111ci6n y hasta la prcs1-Jcncia. ·

Dd rnismo modo que ha podido dccine que Gabriel Garcia MArquez, p11ra conS<ruir su original novela Cit11 tti16J d1 10/tdttd, ha debido retomar por lo! fueros dcl folletin por encregas dcl xix o los de la paralitcratura porular, cevisandolos dcsde uo lngulo decididamL111e rnoderno (cosa que en umbto no consi.i:ue hactr plcnamtnte Ariano Su.assuna en su R.,'"'"" t/'11 Ptdra do Rti~" '197 11>. pucde dcc1rsc de Augusto Roa &sros que ha dcbido pasar pot esa nucnda hterarura tcsrimonial, poliuca y soool~oca dtl xix 'lue muchas vcces los cnricos dc·ben rc\tt cutdado!amcnrc para poder indu1rla m la ficcioo lirernna cal como hoy dia I.I <oocd>unos. pcro ttVisando nc oucndo y coofuso rnarcr.al ttma.as a u.na pcnpccriva moderna > •un mas, accualisima, dt la ettaci6n lireratL<I. Esa .ns1gma quc marca a ranro; dt' lo5 narradores la1inoomencanos ooualn a peur de babct s1do acunaJa por Ru~n Dario (.muy anciguo y muy modcrnoo), rambien pucdc apliull\c: a la can:a cumpllda pot Roa Basros Ha retornado al pasado, ha rcsraurado concepcioncs licerarias dcl lCIX quc po.reclan pcrdidas, ha revisado po< lo tanro la c~'Orfa impcrante de la oovela en Amfnca Larina (la de la «nueva narranvu o, en terminos desdichados, del •booHJ narrativo>) peco desde una perspecuva rigurosamentc conrempon\oea Aun wanJo se rcfiere a un pcnonaje de la prunera micad de! lOX, aun siendo csmccamcnte riel a la veracidad lusc6nca, wn cuatldo se define a si mismo como .compiladon para eviw el rermino •novclistU 'lue apunta a la idea de ricci6n, cstamos en prcsenoa de una tarca que rcspondc tamo a b mb rccicntc rcvalocaci6o hist6rica como a las ~pcru:ncntaci.ooes narrarivas que dcbcmos a la lmguiscica sucemarica de hoy

Es convenience deshodar las cootXJOnt> de la obra con Los g~crOI liccranos rcconocidos, aunquc a vcccs pa=ca un debut vano Al que pucJc aproximanc es al de b «b1ogn1fia novclada. pot cuanco eswnos anre 1111

personaje b.ist6rico real, d doctor Jos! G~ Francia, anrc u.na t poca

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(fOOOl611•amccro dttt-rminJJa )' rccomtruid.a 'llOS pruncru. cuucnta a.nos dd siglo XL'<) y an10 un pg.b C:U)'OI ra.gos <ulturalo adn ruid"1.ClSlllnenrc arcnd1dos (PUQ$u:.y) . Pero nada aqui cocrapoodc a los dtfucdidos mooclos de la biografia romancca.U, sino <I"" d material hisuirico y biogn!.lico ha sido wb!llmido por una conetpci6n cstrietamencc novt'ICSOI. ba sido puesro al ~·100 de •UJ e1igt'nciu y pl&smado libre~1c de acuerdo con Lu oeusidadcs inr""'1$ de u <omcruco6n urima.. De los dos t&mmos (biogra­f13-no,~la) ~ dt'finen cl gfoero, ti de mayoc cnvergadwa es aqul cl narraci,·o, lo que sc dclata en d0$ op<ncioncs capitalcs .. primcro. la deciclida insruaci6n del puo10 de •isra no.rrauvo en la C011C1cnoa pculanrc y soiianre dd pcnonajc hisr6rico, acumubnJo un c-0n1unto de datos quc s6lo por hbre infercncia putdcn txtrocl'$C de '°' dorum~uos hisr6ricos, o sea la cenuaJ consrrucci6n de un pcrsonajc como auc6nomamenre 5610 cs capaz de efecruar la novcla en mnto g~nero; segundo la ordcnac16n htcnuio-idcol6gica de los marcriales hist6ncos, los cuala r•rtt'n de un derallc num1sculo quc sobreviene en las posuiml'fiu dcl largo gob1cmo dcl -supremo• -la invesrigaci6o de uo pasquin ~ltor apruccido '"' la oudad de Asunci6n- para dcscncadenar una planificada scric de succsos anreriorc. donde confcsadamcme los diversos ep1sod1os reales han ~·do rcarticulaclOi libernmamcme cnrre sl (c,e.mplo, la doble visira de los portcnos, Bdgr~no y Echeverria, y de los brasileiios, con C.orrcia da Camara) para responder a los prop6sicos de la mosrraci6n 1dcol6-gica, mils quc al ~ucccler cronol6g1co de los hechos. Aunquc !Bmbibi la biogralfa pucclc mancjar muy librcs formas de composici6n, en esce ca.ro ella respondc de modo rercmocio a las n«esidadcs de una esrruouraci6n narraLiva, poniendo a su scrvido, en los momcntos quc cscima oponunos, el macerial documcnral, y hao~ndolo depmder de la explanaci6n de una CCSIS polfric<HOciaJ

E.. sabida fa 01er= <On que Lukdcs v10 csce gmcro nuevo que en la licerarura s61o fue posible baio ti unpulso romAntico, y su mancra de oponerlo al quc inicialmente pccscnc6 la movda hat6na.• de Waker Scott. Para Luldcs, padccla de una exccsivJ supcclii:aci6n a lo paracular e individual en desmcdro de la capaodad de reprcsmrar Jos coofliaos 50Cialcs quc CJ pated• pcrcibir meior en la narnciva de! gt11tlt1tt'"' conse"'ador 1Jl81b. En la obra de Scon tneontrab.l ya en plcno funcionanuento Jos «indivi.duos hist6ncou que <'l<tirnaba la clave de Uflll plcoa rcpccsemaci6o de la cOtalidad social. Si hay uoa obra qur pucck invalidar csas objteiooes es Yo •I S11pmi.., porque csrando rigidamt'ncc coocemnda sobre uo i.od.ividuo cu~'OS mcoores movimicncos lntimos rccone y explora, coo especial dcdicaci6n a su cttsOro pmonale, cs dcdr, a lo que co Cl habia de original y Wl.lco, nunca deja de mancjar la per<peai,,.. hisc6c:ia en que sc mutYe y que lo mueve, su capacidad pan. esrar en el cc:ocro de la conllictualidad lrnt6c1ca c mtcrpren.rla cabalmcnte. En c.te smrido cs mA. un cindiyjduo hm6ric0», como preferia Lukac:., quc un cMroc tnchviduab y se le puccle aplicar la defuua6n dd crlrico (co Lit nfiVfl• hutlnt•, Eta, M~xico. 1966), •unquc rcconocicndo quc Roa Basco. la ha hccho posablc SUI abandonu la pcrspccriva esrrkwnence in­chYiduaJina·

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La (OnfiF~ci6o Je k-s •md1viduos hist6rirou a ua•~s Jr SU$ vt<.wcias o de su fracato <11 d <umplunknro Jc su m.isi6n lw.t6ru::a. elimina de loo penona1c• codo lo mtzquino )' .uiecJ6uco de la oatr.l06n b1oi:;rafic.i, >in <jUC por tflo >U JcsunO fU\;era <jUC rcnunoar a >U tm<Ki,iJ.iJ h11mAnA. Put> se han cum·erudo en •individuos hisr6n­COS• JWratllCOIC porqut, ICgWl hemos \"\SW, cl lllAs intimo autJco Pt'fWMI de su n.uur.tca, sus mis apas1onados afanes pcrsona!cs, se hallan •in<ULlJos ..,,uhamente a b can:a hist6rica quc dcblan cum­plic, pon1uc su. pa.s1oncs =i> pcrsOM!cs rendlan JUStammCC hacia esa mcu.

Dcsdt nucsrra in...WciGn en el ane de la scguoda mitad Jc! xx, esa prctcnciOn de lo •maqu1no y anecd6uco de la narrw6o b1ogr:lfia• pucde f;lo;tlmemc cltnvar al csu:rcoupo b1ogr&fico-narrat1vo que ha sido frccuencc en la cx.1Jtaciim de los Mrocs pur partc Jc los divcrsos grupos de admiradorcs, porquc ti conctpro de ce,cmplaridad• ~ cl de •represcntacividad• de loo; o;ont11cw• sociales concluytn Lornbinindose pcrnici05amt'ntc para ofcecemos la {!•leria de «modcto ... m~s propios del zocalo del monumento publico que de In verJad humana. Aun aceprando la sensaca observaci6n de Engels "'""a de que cs In ~pocn la quc fomcnca la aparic16n del gran hombre y que si no hub1cra habido un corso llamado Napole6n Bonapane hubicrn s1do •OITO• quien cumplicro su acci6n hisc6rica, es obvio que ese •Otro• cenclrla msgos individuates quc no poclrian ser asimilados al que fuera c6nsu1 y emr<·udor de los fra1Kcses. Cosa in.is flagrantc cuando nos desplazamu' de los csquem~ uni.ersahscas y wmamos en cu<·ma la pcrspccriva regiooahsca tn quc se desarrolla una person.'\hclad, de lo que no siempre fueron conscicntes los reorizadorcs eurocfomeo1. Si algo prueba insistentemente Y• ti S11prtn:o, <.,, la sm;;ularidad de! doctor Franaa, sobre wdo s1 se la vincula a los dirigenc<> de la rcvoluu6n en Buenos Aires y a sus pt0p1os comp.•mor.i. Jc la pequella burgucs1a local. nmb1t'n rrucba fehacit'nremcncc el hbro la creprcsenranv1dad• de que fuc capu en tclaci6n con su pueblo, pcru l.u solucion<> que a clla dio rc.pondcn a rugos pm-ath'OS de su asombrosa personalid~ , Sm contar quc no c.1amos m prcsencia de uoa .hagiografla• m10 de un moncaje tri1i<0, donde ni cudo cs adrrurido ni los rcconocimienaos opacan I•• censures.

ToJo cllo fluy< <00 naruralidad dcl mancjo de plurales coordenada.; La hisc6rico-.ocial no opaca la biogr:lfica y amb&s no imposibiliran La iurraci•a. ni mmpoco esa oua subn:ptiua coordcnada quc cs infalrable co la no"'ela hist6<ica, como cl propio LukUs subra)oata. y quc csd rcprescma.da poc el pcrspccriviimo que mucvc al C>Uttor a panir de las cirrunsuncias lust6ricas en que ~I ' i vc y de su peculiar wccma unaginario. Pasado y prescmc convivcn C>trechamcnrc "" la 00\~ poc rnuchas razoncs: cl aucor esrn dencru de db, no como personal" o CK0ctdtdo rras un ttltff tgo, sino en cuanco autor, hacicndo un juego n la visu. <jUe cxpllciramcnte qwctc romper d llusion1smo de la reconstrucci6n lusc6nca, cambiEn deorro de la novda Mn 1~ fO<'m~ y circunsnltlCiM en qut fuc compuesra, los macerialcs acop...J..d. los lcgujo> rev1sados, kll dorumcntos rnanqados, los cuales son reconocid'~'"

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wmo text05 na11us » utiliud05 tn cuJmto tales y no, cumo o lubmw.I t"I

la h1ografia novdada, como partc de una coc1na quc se escam0<ca CUlllldo la mesa st sirve al 1nv .. ado de honor, al l«ror; finahnente, porque <Sein en Li novcla la v1da concreta de un emigrado poUaguayo en tierra~ argcnunas, los avatardi de su desarrollo incclectual, las erudlanzu de la historia conrcmpo· nin<-.i, bs conmbuciones de una esruela modcrna de invcsrigadoces e lusroria­dorl'S. Es d~r. el punto de vi.sta -personal, cultural, liin6rico, politico; humano, en el plural senrido dd tcnruoo- es incorporado franamtnre a la no-.la, de raJ modo que la artificiosidad pcop1a de la biografla novt!ada (que comparte con el modclo narrativo de! llglo XJX en que naci6), seglin la cual el lecror $C asoma cdfreaam<nte> a otro riempo pasado y a la inumidad de un hombre real, aqul es recmplazada poc una artificiosidad mlb suuJ y mcnos percqxible, porque d lector se asoma tanto al puado del pcrsona,e como al pcC$COte de.I autor miemros ~l est' csaibiendo un texto que es recoooado, francameme, como una olxa literaria. No puede sorpccnder que el doaor Francia se refiera en ocas1ones a hechoo que esmrlan fuera def hori2ome de su v1da personal, mb alJA de esa fecha de 1840 en que muere, y quc no son s6lo datos poliucos sino incluso alusiooes literariu co mo la que hace al ccrna de un cuenco de J 04o Gu.unar11C$ Rosa (A 1trr:ttr11 mt1t'gt111 Jo ri•), visco que el autor a su vez se rransmuta en el did de ftthou y Jo acompalla en su aduSto gabinecc de cralxijo. la ro<unda combina­ci6n, sin cscamoccos, de! pasado y Je.t presenre, la coojunci6o de las acciones def doaoc Francia durance la m.'Oluci6o de Indq>endencla y las que cumplcn hoy los conducrores n.-volucionanos de Am~rica Launa, componen un iuego a la vista que rompe el ilusionismo de la novela, CX)D la impcevisra consecucnoa ck pcanmr que nos asomem05 a la conunuubd hist6rica ck un pueblo amc­ricano.

3 Tratado JIXtol6giro sohrt la 1111rional1daJ

Peto umpoco la obra pue<le ser teduada a una aetuali:zada concepci6n de la b1ografia novelada, puesto quc la ainplia crepr~nracividado quc <n ella se procura imphca. como en los e,emp.los literari0& citad05 del s1glo pasado, cl cmcado sociol6gico, capaz de incerpre1ar, en esce CMO, no un sec1or presunta­m<11te auasado de la socic<lad como los que viJuafua.roo Domingo Sanniemo o Euclides da Cunha, 1ino la cotalidad de una nacionalidad. Si cl personaje individual, el doetor Francia, no abandona cl punco focal de la creaci6n y si no $C dcsaneode su panicularidad humana, dcsde su famOoSA hipocondrla (que ya tn 1880 pcrmida quc Jose Ramos Mejia lo incluyera en su galerla psicopatol68J<n dedicada a Lu u11ro111 d1 "'1 hnibru ri/,brr1) hasa sus complejas y clusivas re!aaones amorosas y la senc de sus tesoncras vcnganzas pcrsooales quc canto material proporcionaron a loo libciiscas de su tiempo, esa armci6o pot lo pcuticular dd hombre va acompai'lada de un examen constance del marco social, de sus prop6siros de conductor polirico, de su prO)«tO sobre esa nacionalidad nueva y original como fuc la f"l!ll8U•ya

Como en la unliMo6n quc hizo Sarmiento de FaNmdo para analiza.r la na1uralcza de la poblaci6n rural argentina, rarnbi6t aqul esramos en prcscncia

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de l• rt"<"WiJ•d pm dqt1ada w ~ trara Je coo,Kkt&< d prublcma de I• nario11111idad a que se vicron enfrtn1..Jos los p.iises '1'rildos a COllS<'<..-Uentia ck la fraaura rt'\·oluaon•na dcl anoguo lmptt10 Espallol. EJ doctor Fran.:ia se pcesenc6 a ojos de adrrurador.s y enem~os como I.I encama<.i6n de <U nacion.ilidad: Cs<: fue su gran asunto bis16nco, dcl quc ruvo la mu alu1 y ti.Ira coociencia y al que apliro sus entt.£d· Su prop(lstto e<nrral, a Jo largo de lot ueinta wos que dura su atuvi al frence dcl gob1cmo Cue, a(m mis quc presel'\-ar, cconsciruir la nacionalidad paraguaya•.

Sohre cl punto no bay d1scrcpaocias entre los lu.scorU1dores, scan naciooa.lcs o extranjct05 Si para Julio CCsac Chaves esa naoonalidad ya ai.stla co 18ta% aoces de la obra de Francia, no obsraruc a ~I se debe habctla ckxado Jcl marco 1ndcpendience nccesario a su dcsarrollo:

No Cuc cl funclador de la 1ndependcnC1a pamguaya pcro sl fuc su encamaa6n en horas decisivas y su mu COO$Wlte y cmrgico defensor (El S11prrr.t1 Dtrtd~. Buenos Aires, 19)8).

Puc su pane, ~rge P~ encuemra aJh la junificaci6n dd famoso aislac1ooismo en quc sum16 Ill pals durance ties dl><:odas:

TIN S11pmt;o's 11olat1011111 poli<7 r11itrtd P11ragtta} I txlmtal tradt' lnll ii fD111jMlltd th1 Parng11aya"J ro dtvtlop and Ji11mify 1htir ldltf'lf411/Jtfttf lttrJ«#f.' it lll<r0"1Cd J/Jttr 11dft0Jlfll (tmJ(llllJ1WI 1111J

1t/f-rt#J111<t; atUI lry prtwr111r1g tht i11fl11x of altettJ it prt11,...,,J 1/H ho-gtr1ti1y of thf ptoplt. (Parag11ay, " Ri~vrsith Nattort, Londrcs, 1954).'

Rota la sujeci6n a EspaJ!a, cl problema qLIC tnftemaron Lu anuguu coloruas fue, aun mas quc la fijaci6n de las nuevas fronceraa quc dehrn1uuan sobre el borroso trazado de las vitjas divisioncs administranYu a los paiscs tndepend1enccs, cl a1us1e de tales fronttnl$ con las 1nap1cn1es nacu:inalidadn quc se hablan ido forjando a lo largo de los siglOi de v1da colonial, cosa harto dillcil en las orcunsUlfl0'1S de una guerra revolucioruu1a, tn la sub\'em6n de la estruetura social precxisten!C, en la dcsembozada intervcnci6n Jc los imperios curop«>S rivalcs dd cspailCll, en la lucha pcrsonaltsta o Jc f.\cciones que acompal\6 codo ti ~oceso. Por dcoojo de los enconuad0$ mccreses de los pacriciados regionales, de los nuevos csuacos soci.nlcs que eoconcraroo en la milicia su e.<nru.'1idad de aKen.sO y ck las 8ircs inceleaualcs urboiruls, comenz6 a defmirse un nuevo lazo de solidandad que la luemcura m11itan1c de la ~poea. manejando los conn-pt05 Kieol6gi= de ta Europa nacionalisia, l.lev6 a los mb desbordados cxtremos de idcolog1zaci6n: era la pama, quc puntualmence se evoca en 1odos los himoos, era el localismo consriruido tn

I cl.a 1diuca .ulaOonu.ta Jr.I Supttmo MrWDO ft tomcttio armor dir Pini'-"''' i JWh• ohli.#1 a I.A ~)"Cl' a ~ y J1,.tnihcar '" ta:in0rnilt i.nttrn.llcion.i. '1trn-.al.c6 eu COf'IClcnc1• nac.ional 'f SU conr111n.<1t en .. n·11s:m01~ y 1Wden6 Iii homogcncui.ad ~I ,-.1d>lu .1 ..mpcdtr la etl4nda de itxlr&nlt'f°' •

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semilla de nu1Unalid.o.l Lo dificulrad pua fi,ar su ca.Lo, pera pruponcrk um ddinici6n cohe!rmtt y comprens1ble, y wbre todo P""' enaruirla rcalistica· mentt sobre un dercrminado territ0riu, lo quc implicaba obrcner la occptaci6o consensual de una vasra y clesligada poblaa6n, clio lugor a l.u mAs variadas y a veces frustrantes soluciooes, de las <.uales hemos her<.>dado aca caprichosa comparcimentaci6n wncinencal.

De las much&s soluciones, la plll'llgU&ya {~ de las mils uriginales porque respondi6 a un proc= 5«Ulat de m-cstiuci6n que habfa constiruido, baio la Colonia. lo que el anrrop6logo brastlello Darcy Ribeuo coru1dera cuna protO<mia c:apu de madum.r como ctrua neciooaJ.., una vercladeca rmrrix cultural donde los diversos proc~ de rransculruraci6n arro,a.ron un pcoducto nueV() y original que poclia ser la base de una especifica nacionalidad america­na:

Lo marriz asuncella de los cpynanbfs• y la je$ufrica de lo, cmisioneros•, tcmunaron por fundirse dando nacimicnro al neoguarani modcrno, que pn:scnca codas las caractcrlsucas de un cpueblo nuevo•, fonnado por la desculruraa6n de las matrices originales y por la sujoci6n col«tiva como Uea de donunaa6n mcranuJ curopa. (Lu Alairic4J y 111 ci~ihz11r1I•, Buenos Attts, 1972).

Si esa protoctnia sc disrribuye por roda la ttgi6n sur def concinente, Jtsde Porto Akgn: hasca Buenos Aires, sufr1cndo iogc.ues mudificaciones i;raaas a e~ ampacto mcrcantil extemu sellalado, donde rcsulra en camb10 resguardada y pou:ntiada por el dnJtico aisbaonismo que tmpuso el docror Franaa y parcialmenre sus suc=res. fue co el primigenio ttnrro ~o que ttgla l.i pro"ancia <lei Paraguay. Tcansmucar esa soaed.td original en un po.is andependienrc, confiriendo a una culruca especifica el anarco de una auconomia pohrica y econ61D.1cn paro que, de conformidad con las rendenaas de la epoca, sc consu1uyera en una nacion.v.idad, fue el pcmcipol cometido quc ..: fi16 el doaor Fl'llllcia y por el cual bat:all6 decenio• oponi~ndose a los inrenros aneiuonistas Je Buenos Aires, oudad en la que siempre (sah·o el caso de Rosas) ruvo los mayores cnemigos de su proyecro y tambien a los mtcreses de! lm~no BrasJleno d~ de ocrcndcr su prorectorado sobre esa reg16n. ~mr que cl Paragua)' fucra recooocido corno republica indcpen· dicnte pot parrc de Lu demas naaones amcricanas y europcas, sin desmtdro de sus der..:hos como naa6n sober•na, constiruy6 su terca empresa a la que al fin coron6 cl l:xito pero que pag6 con el aulanuenco y la militarizaci6n.

Es bte el asunro central de lo quc, en Yo ti SNprtmo, hay de muado hm6nco·sociol6giw Pucde anocar~ ya cuinro estc punto debt.: a las aporra­uunes nacionalistas de! revtSiootSmo htst6rico que hace suyas Roa Bastos. Peco s1 en esra <OA<.cpu6n de la novela como trata~o SOC1ol6g1co •'Uelven a aw pcesenro. ka modelos lircranos def )(JJ(, la wluci6n quc al tema confiett el aucor dista mudlO de las formas primarias que aq~Uos emplearon. El aucor no inrenra, como Domingo Sarmiento o Eudides da Cunha, esrab1eccr un;a 1es1s interpretaciva ~ rodca, cxpli~ita y da senndo ~ la penpeaa narmuva s100 que, aplicando las posib11idades integtacronm11s de la novela

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y lu libcrtadcs ronqu.....W por lo& raUtsOS liccr:arioo, ttmit< t0do uunru al 1ncesanre da .. :uno Jel Supccmo. inac..i.. el probkm• en w ·.en.:1a, dnndc es dehaudo, fundado, defend1do ardicntemente "'61o "' .plernenca esn: cmonodi'1ogo• con una =ic de documem05 justificativos

ialY• funci(m es la de rcfottar la verosirnilitud def planceo y no perm1tir 4"'" cl l..:tor ignorance de la historia pueda creer que sc rrara de una ficci6n o una anro,adiu concepci6n del narrador.

ll ccacadu $0COl6gico d""iene asl Is biografla mrelcaual del •individuo hist6nw• perdicndo toda t\'Cnrual apancncia aad~maca o pedag6g1ca, pn>­pias del m1U1ua1 ensayisTico, para consricuuse en Is CXlStenoa viv1entc de uru conoencia intel«:rual. Oentro de ella se funden loo plum.les rasgos de una problem6t1ca sociopol.iuca, mezdindose con los humores de! hombre, 1us caprichos, sus c6leras y sus p<lS1ones, sus menudas ocupaciooes adminimn· tiVa> Ltjos de estar escindido cl ensayo incelectual respecto a la vida cotidiana, unbos sc encrem.a.clan, se apoyan rnutua.mente, de ta! modo que el pcnsa· mialco queda fecundado canto por la sociedad que rraca Jc uucrprc:tar el Suprt'mU como por su prop10 mnpcramcnco partt<ular- Es como si l'acundo o Antonio Conselheiro fueran capa= de propor<1onamos fundam.:n1<1ci6n intde.:tual de .... acoones. las pudieran conciencuar y explia.r caaonalmente. Esa evcntualadad, dificil en loo tjemplos ettadu., sc rransforma en una pos1b1hdad real en el caso de! d0ctor Francia, aprovechada sagazmence por el novelista. EstatnOS en preK'm.ia de un lerrado y no de un simple y rudo jefe de inontoncros, de modo que la veros1milirud biogrilica c>Cige quc sc pttsente al doctor Francia como el hombre culto q~ fue, capaz dc desarrolW una ccoria sobre el po.is y racionalizar los proyectos politicos aplimdos A Is wz, esa vcraadad en la crt&06n del persouaie autoriza cl a:astado dcl tratMio sociol6g1co a la cornpoSta6n {ntima. def ~naj< y por endc de la novela

El doctor Francia cs abordado poc la novela en ..u funo6n de ~obemanw. cuando ciene tras de sf la alSI tomlidad de su d•ct•dura y cuando ti r.er humano que es ha devcmdo lnce!!ramcnce el poder La cunoada auscemlad de su vida, la dedicaci6n exclusiva a su ca.rea, la faltu de lazos am1s1oso• o 1emimcnrales, Is implacable soledad en quc vivi6 hacia el fin. diautl•cn ocros aspectos de su cxistencia -salvo, en el preocnte, el cotponl y c:srmrual trance de la enfermedad y la mu= salvo, en el puado, hap tu lutma• de b t\-ocaci.6n, el recuerdo de jU\'Ctltud )' 81\0S adulcos- aasundnclt>lo en el C)Cf'arame de! poder, co el celoso guardian de la nacionalidad y en el ansaoso capic{n de su desarrullo. El mirado soc1ol6g1co se cransfonna "" en la comt"Xtura narrativa central de la obra, en su inuma articulaa6n, pcro su expL,naci6n no obe<lece a su cunocida y peculiar estrucmra exposiuva e intd&tual, sino al movamiento de la realidad en que se engcndra· cs una ceorf• que vemos sin cesar nacicndo de la praxi!, jusufic6.ndose en los h..:hOI hist6ficos, rcorgaruU.ndosc de acuerdo ron la l«a6n "'va de lo real

Tai uatado no es una mcra reconstrucci6n de! pasado. Respoode tambt<~l a un pct1pectJ"lSmo de! presenre No nace en ti vacio oi es un absolutu ahut6raco, sino que corresponde a la circunsmnaa concreta dc IJ CKntura de b novcla, la cual implica el uempo desde cl cual sc escnbe. la situauOn del universo concempot~neo Hacc tees decadns que los historiadores panisua•

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yos vi~ 1YV1wido la concqxi6n ~6rica labaal (y .. Jcmh .ugrnnna) quc habia s1do co111ble<ida ya en tpoca tcmprana por &rtolo~ Mitre ruando cscribi6 su HiJtffl.I ~ &lxr11•• ( 18)8). Con orgullo, algo olvidadi:w ck la aportaci6n de sus p~~. Julio Osar <lla~es prologa la ccn:era edici6n de su libro El s.pn,.,, DkuJw, publicada onginmamenre en 1942, diciendo que h.ma esa fttha

d mu imponante y <I mu onginal sin duda de los personaies de b luscona naaonal, era conoc1Jo por ~ compan:ioas a rraves ck los escrnos ck dos mglescs y dos suiros, y loo comenrarios de un ttre<r 1ngits

Esta alusi6n a loc libroa d< loo comtrciances ing~ Robtruon, de los cirujanos suizos Rcnggcr y Longchamp y al opusculo de Thomas Carlyle, sieve para medir la improba rarc:a cumplida por el y cambifn por Cecilio Baez, Justo Pasror Benitez, Efrain Cardo20, enrre orros, para res~ablecer una imagcn de! primer gobcrnante dcl pals Jesde una perspcctiva nacional Esta.s comribudonC$, que se inrcgran denrro de la gran onda del revisionismo hist6cico quc llcvaron a cabo los argentinos P'lra desmontar la his.:ocia lilx.nl oficial, fueron base del libro de Roa Banos. Aunque el no ttabaja cxclusiva­menre sohre sus aporraciones, s1no que retoma a las fuences documentales y las complcmenta con invesugacionco propias, es posible pensar que sin esa cocrieme hiscorioSnlfica no habrfa s.ido posible su creao6n. Roa Bastos perrence< a la misma genecac16n en q uc cot~ J u.lio as.ir Chaves, la cu al intent6 docar al pW.$ de una hinoria y una lireramra propias, originalco, enraizadas en sus narivu condicionco.

Pero ~o no es suficicntc pnra siruar el perspeaivismo del lilxo, que tambifo 5C beneficia con la rcmocion pollnca y social de nuestta epoca, de las ensellanzu derivadu de las revolucionco socialmas modcmas, las cuales pcrmuieron sorpccndcr imprevistllS analoglu con las revoluciones burguesas del siglo paudo, con los problemu concreros a que ruvtttOn quc hactt fttnrc sus dirigcnrcs, autonu.ndo camb1~ a ~ de un conjuna> de autos, cuando no de fa~. quc en su pc:riodo civilista conmuyeron las sociedades posrevolucionanas. Ocl ausmo moclo quc cl valor anisnco de! barroco no sc h1zo perccpuble a los O)OS d.e la rulDml curopca sin<> cuando kta hizo la experiencia dd arrc 1mpresion.Uta (como ha probado Arnold Hauser), ckl m1Jmo moclo los prob~ y las soluciones adelantadu poc el o01ctador Supremo• en la pnmora mita.d d.cl xix para un pals remerido po< la revoluci6n, no adquuicron cabal ~160 S100 a la luz de las similun J1ruaooncs quc sc v1v1eron en RUSUI, en China, en Cuba, al modificarsc radicalmcnce b cstrucrura social.

Esto vale, principalmcme, para cl gran tema de la aiuca libtral al doctor Franoa su e,erooo dcJ poder ab.oluto, su negativa a promover las formas parlamcnrarilb, su ruiccncia para la cstnicturao6n jutfdica de la naci6n, su desarenci6n por b culcura supcnor Ya en la cpoca, coo esa desembatazada acurud ante la histocia que lo c:aniaeriz6, Thomas Carlyle se habfa dcoenrendi­do de.I probkma mcdianrc una rominnca pas16n por las grandes JOdtviduali-

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Oles rncamaduras Jr su 1icmpo c in1trpcc1es mu valc:J.eus que tual4u"r dldi~ de lu dt-IT\ll1...W de la 'urnun1<bd, Pero sobre rodo Catlyle J>("ubio que IH iru1i~o~ kgalco corrc>P"ndian a ~os C\'Ol~ciona.dos ck las 10Ci<J.ldcs. a mu..oonn de segundad y cstabilidad econ6rrucas, a su mayor compltiidad )' cducali6n . (n cl opUsculo que consagt6 al doctor Francia (en

- Criti"'' """ Mix1/I""°"' EsJ41J) cnfrent6 esa c:.cnsura quc sc habla amerafuado en Europe y quc en Nmrica clifund.Can Jos probombrcs del ~lismo, dtacndo:

Prcc1s:imcn1c cunndo L. Jibcnad consiirucional comenzabe. a scr com­prcndida y nos lison1ei!.bamos ck que. con las correspondienres umas clcctorales y las corn.'Spond1enres comisioncs de regiscro y los esrallidos de clocucncia parlamcntana, sc formaria en aquellos paiscs algo asi como un vcrdadcro pnrlamenco nacional, se levanta esre bronccado. esce dcocamado, esce incx.orablc doet0t Francia, craba embargo en rodo aqucllo y en hl forms mil$ desp6rica le dice a la Ji6crrad constituaonal: iHasca aqui! (Thomas Carlyle. El domJr Fr11rtdd, Anales de !.' Facultad de Oerecho y Ci.encias, Buenos Aires, craducci6n de Luis M. Drago).

Es probable que si n la dcsarenci6n por las formas pru:lamenrarias que ha caracrcrizado a los Esrados soc1almas dcl xx, sustiruyfodolas con un refon.arnicnto del pod<'f ejccucivo apoyado por un partido unico, sio la larga J~cada sin instuucion<'S de la Revoluci6n cubana, sin el ej<rcicio de lo que "' ha u~mado d1ctadur• del proletariado pnra unos y dtcradura dcl panidu para otros (o de sus Hites dirigentes), no se hubiera acccd.ido a c:sca nucva vm6n para cons1derar el problem• de la ausencia de libenacl consiirudunal en un pals que acababa de emergcr de la revoluci6n, que reci~n habia rom el la•u wn la mcrr6p0l1, quc echaba Jificultosamenrc a andar como republica. Es prob..bk quc Jlll el Libro rr>JO del prcsidente Mao Tse-rung no sc hub1mo pod1do medir nucvamente cl C..ttcU..:o p111r10 ,../_,,do que impuso ti doctor Francia como carulla ck cduu.ci6n bisica a roda la poblao6n parasua­ta.. 1ndios, mesutos, bl1ncos y cnranjcros. obligando a quc sc le reowa tn las <S<UClas dcl pais. subsiuuycndo el cradicional C..ttri.JnlQ de! padre Astetc quc sirvio a la orden ,.. .. uiuca ran csa m1sma cduC1a6n b:isica. Es probable que sin L1 ob><.'fV.K16n de los problcmu concrcws, graves y arduos. qut planr<-a una revolu<i6n en un pw "" recursos, sm ttadiciones adrrunisrrauvu. son equ1pos licks, sc puJ1era mcdor calnlmeme lo quc signific6 construir en d Pu~,i;uay Jc entonces It.. cuadros administrati,·os, un eiCtoro disophna­do (dondc no sc podia ascender m.u ill.I de capitio )' doode esral:xln abolid11> los uniform<.,. de aparuo). u.n cqu1po cJucln•o de maesrros .de pnmtra• lemis malpagid0>. lo qut 11gn1fic6 poncr freno a las amblaoncs d.e los prop1eunos ncos y m~mentr una cierta 1iualdad naoonal que protcg1era a lo• mis du.imp.rodos.

El crarado IOciol6gico que "" rttncuenrra en Yo 11 tt1tmno. responde en rnucho a la expcnencia modema de las docraduras revolucionarias soaalin:u.

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Lu '1"• por los a!los >t'lmc hKu::roo lus 1nJ1gcniMas pcnun0& quc aaibaban Jc aprcnJcr d nuni,mo, rnpcuu al Ul~uu imario, es paraalmcruc lo 'jUc ha htthu Roa B.utos con d gub,.-mo dd d.xtor l'ranu.a. El aporte Jrf f'C'!l<Jam•t'lltO y Lt pr.li.u. rc•oll>Cionn1.1 moJcma ban concumdo en d libru p<Ua Jo...n1n11ar lo quc ya Carli-le J~n.W. como •un& cbarad& quc: roda•-fa •< < .. ri por d~frau.

r-·o stgnillca c:.10 c1ue Roa &scos este wn•iilidando la elurunaci6n de las forrnru. dtmocri1icas de gobicrno, uin lo cual estatia prcstando argumcnt<11 a las dcrnasiado numeru..s diaaduras rqicestvas que .., repanen cl map& latinoametic.no, y rampoco ninguna lll~fia marxisca pucde apo)iu la dicta Jura unipcnon.11 relesanJo al pueblo de sus dettdtos inalicnables al e~rcicio del poder Del mtSmo m0<lo que esta fi.Jo.ofia ha iusrific:ido la dictadura como un:i msrancia r•mpocu1a Jet proccsu rcvoluaonano (y no vale la pen• cnrrar aqui a debaur loo rrogOll ya dt'mostroJos Je una concenrtaa6n del poder que lo <'""-Tva al f"'rttdo, cuanJo no a las elitt'S d1ngemes, hasra ti punto de pt'rvtrtirte por la au;cntia de una paruapaci6n popular real), en el libro de Roo Das10, la dic:tadura, como veremos, aparea innmamentc vinculad• • la <ircunsrancia h1st6uc:i por que auaviesa una nnc16n incip1enre y c< •u expres16n en el c~mpo de la organ1:roci6n Jcl esrado. Mas quc pone: el acento en las <«ructuras 1mpersom\les Jd csrado, d rmtado sociol6gico Jet libro atiende a la filosofla polirica y soci.-U que pooe en pr:lcrica un homhre gobernanre, rn0>1rando c6mo nace de las <ircunstancias de la naci6n e 1nterpreui sus dcmandas popul11tes. Lo que no hace sino rerrucimos, nueva­menrc, • la personal1dad <lei douor Francia, al cindiv1duo hisr6rico•.

4. La d1rt11d11rtr tn /11 '"''"""'"

,Quito fue en 'Ver<la<l Josi! Gaspar de Fmncia, cDiaador Supremo• del P=suay duranrc vcinti~1s allos! Eslil pregunra viene focmulindose desdc que era un joven escud1ame en la Univcrsidad de C6cdoba, siemprc con la misma pe:ple1ub<l de pure de cnem1gos (quc sicmpre lo paceoeroo mis porque mantjahan la p luma) y de sia sostrnedores Esa figura $C rehus6 al enc:tSillamitn10 simple, ~rncrando los ma)-ottS des<oocierros. El pensamien10 liberal quc .e c:ocumbr(J C1' Amtr.ca Latioa lw.i& modiados dd s1glo puado, risimdub duran1r cien allos, no supo que hacer coo csa cxualla penaiutidad Al ~eme n1\'cl de Jo. gat<"till<Tol ~ le podia •wmilar al diaador prototipteo de uadici6n birbara, pt'<O al ruvel imclectual no era posible homologar Cl!es umple1.n : )'3 Sarmiento per.ibi6 que no podia mdwrlo en su rransimdo esquem.i <le td\'1hiaa6n 0 oobure. y que induso la sola tXlSteocia del Jouor Francia cutscionabt. esa mterptetacion de la hmona amcricana·

No c:o. un h.1rt.ro aeado en w estanaas, en los subwbios de la ci•·ilirao6n como su ururadur Ros.u es un hombre cducado, es un hombre de k'<ras.

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lns6lir,1mrn1t; h•bia Je ttt un homhrc de leu.u que habia esruJiaJo i• r junspru..leno:i, lcioo w11 Jc-oo6n a 10& encidopcdistas francnn,

,pfado la m•ior bibl.ie)t...:a dd pais, un hombre olp6Sionado de las cicoaas -.le> quc habla d1-,cub1cnu d ~\111 (el j!lobo celesr:c. d tdescopio, el

101.ito. )' aun ex mtteoro que hizo mu:r dCS<!c cl fondo de la sdva para .tarlo en su gahin< .. e de trabe1u), qu1en aboliria las fonnas de coov1,.encia

_ ,jri<a dentro del pals, "1prim1rta la tarea de Jos inttleauales, impcdiria 'ti desarrollo de la educaa6<\ supenor y dauswatia las frooreras pattias, CIOmtriltenJo a sus ha.bi1ant<'9 de ffi.lnCnl unplactble a un servicio social dcl tnhaJO Es .:Sia la primera de una larga M:rie de pamdojas.

bte hombre agn6sti<o. intett'S:lJo en tu ciencias ocultas y leaor drl Jlbarc Rayna!, ser6 qu1en in>taun: Li l.ibertad de cultos e imponga aus1eridad 1 la Iglesia cat61i<ll dcl pw, suiemndola a su> dictados como St fuera su pootifict. Este rnttleaual, que 1a.mih parnc1p6 de una acci6n mili111t, habria dr ser qu1en or~aniura un c~rciro quc Ucg6 a insp1mr remor en 10!' paises •ecrnos, pues suplla su~ ei<<lSOS pertrechos ~licos con una dcsueza, lealtad y hcroismo que lo haclan invcnuble, pcro t'Se rj~rcito no logro constiru1m m un poclcr, uimo en los restantt'S pahes sudarnetican0$, y fue consttdlido a la vigilancia de las frontcra> y ll la 1nstauraci6n de un ft:rreo orden intemo. Este homhre, cuyo honradtz, laboriosidad y austeridad personal nunca fueron cuesoonadas, consiguc me<liante una 1mplaaible cruza.da contm la corrupci6n, el desorJen y el bandidaje, lo que nonguna Oita rrp(1blica obtuvo; un cl.ima dt sosicgo dumntc la pnmera mitad def siglo xix. Ese mismo inreleaual, sin embar~o. conllna al sab10 natural.isra frances AUne Bonpland en un rucbkc.iro pamguayo Jurantc casi dit-z llJIOS, hace C\SO OmUO del clamoc de los 1nteleauales y gubemantt'S europeos que p1dCt1 su l.iben:ad; ni siquiera da ~-spueMa a las apremian10 uu111> de Sim6n Bolivar pidiendo la encrcga de su anriguo maestro y. sabedor de su proyeao de organizar una cxp<:dia6n pun1uw para derrocarlo y rc.talllr a Bonpland. se apresta ua.nquilamcnrr a la dcfcn.a del pcils Esre hombre, quc es unpbcable con sus enemigos, a quornes pertiguc y d<-struyc son impomule lo> allos trallSOlrridos desde lo> l{lnl~ios que le inllritran, a quieocs tocrura y tjecura pUblia.mcntc, CU)-OS

bienes confiSCll y a c.uyOi familiares denicrra, cooduye sus asi crcs dCcadas de gob1emo sin quc sus upornores puodan cuotahiliur la cifra de ci= vitnrru>. Este hombre, que vivi6 arncnazado por los caudillos regionales dcl antiguc> vineinuu dd Plata, en especial poc Aztii!as que plane6 invadir d P~rasuay. cuando kt~ fuc dc:rrotudo por cl ejerciro ponugues y redam6 asilo dcsck la frontera, se lo orocg6, lo confin6 en un pucblecito y le confr.n6 unJl pen<i6n viralicia.

Podrian llll'eitarse ml5 oc~. Sus origcOt'S fueron osruros; el cxcra/lo pt<10rta~ que foe "' padre - ;br:uikno o frances>- a qu1en odi6, con quieo no qutSO reconciliarte cuandu entr6 en su larga agooia, es toda,13 mtjor conoadu quc su m3<1re, sobre quii:n nunca WJO palabra Llega tatde a la v1Ji p01i1ica, en I 808, <uuido 11ene ya 42 ai\os, es dtg1do alcakle de primer vu<o <lei cabi!Jo de Asuno6rr. Para esc cnrooces sabe de dcspreaos porque la pequcrta ans1ocrma provinaall<I ts muy celosa de la limpicza de sangre que Jefiende sus p<L-rro8~11vas Abandona el poder cuando no consigue quc:

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se hol8a su pollnca, te rc:rira a 1u h1M.1roda, '•.•• ncudi.ando •. s6lo u dr alli cwndo es rttlamado. Compartc la~ mbolaoonn ck lo pnrneru JUOIJU

revolucionarias, enableciendo su rigida l!nea. 1nJcpenJenua absoluta, wito Je Esplllla como del Brasil y del virreinaco del Plata. Cuando consigue ser dcsignado dicrador para un petlodo de ires anos ya no permite que le S<.'a

arrnncndo d podcr que ejerce como unico, co.uo •Supremo., para cumplir la misi6n que se ha astgnado: dcfensor de la nacionalidad. Nada lo detiene m csca tan.'ll Nada lo disuae: oo hay mu,cres en su voda adulta, oo hay 'Vicios, no hay platttts, oo bay codic:ias, no hay afanes de figuraci6n: ff es cl •D1ctador Supumo• de! Part1gUay y nada mu Se rnnsmuu en cl podcr ab.oluro. Pero si par los aspcaos font!Aks de csce poder sc le puede 111dwr dentro de la muy larga lllta de dicradores de Am&;ca Larina, por cl conrcnido .., le debc confcnr un 51tiaJ muy duunto. Ante rodo coru1derando la ~pool en que lo cjcnr, cuando la palabn dicradura no tenia las aaualcs cnonolllCLO­ncs y podlA presenmm bajo las ttad.icionales y disoplinad.as concepcioncs de! derecho romano (las cuaks fueron resuciradas por la Revoluci6n francesa al vesursc culruralmcnre a la romana) que la velan como un cargo publico para el que un hombre era dcsignado poc acuerdo de los dffll<\s en circunsran­ciu dif!ciks para el esrado. Esci enrrega del podcr a un hombre (o a varios hombres) esraba pcev15ra en la legislaci6n romana como un accidence de la vida institucional: ui lleg6 al poder el doetor Franc.ia, dcs.gnado para un perlodo de recs allos que cocrespondla • una emergcncia del pafs, pero mediado ese uempo transform6 hdbilmeme su cncgo en permanente y viralic10 <in pot <'SO abohr las forrnas republicanas. Ena uueva forrna, que fue fundamt'lltada en las necesidades del b1en publico amenuado y que oo hizo SIOO <lcendrane a lo largo de los ""os hasta aniqu1lar toda participaco6o directa de la ciudadanfa en los 6~anos de decisi6n, si por una parre ser\'iria Je rnodclo a una larg• dcscendencia latmoamer1cana de d1ttadores que llega a nu"tros dlas, por la ocra usaba a su vez como moddo el cncumbranueoro de Napole6n en la Franoa posre,·olucionam. Con la diferencia de quc el doctor FrallOd oo consigui6 igual promo re<.onourn1en10 p6scumo de sus (On<•toJJd>.nos, ru quoo nuno abandonar el pnncipio republicano, rechazan­do l•s tt'1Hauones mooarquicas que en un momenro dorrunaron a los prohom­hre. de IJ rrvoluci6n americana, inquoctoi; anre cl dcsordeo e Ul.SCgundad de SUS J'.llSes.

Su d1<u.Jura foe poc lo tanto expresi6o de una muy prec1sa y cucunscrna s1maci6n pollt1ca, social y econ6mica y no puede conStdcra.rsc si no es en ln pcrspti.uva r.:volucionana de uaa inCtpienre mmonalidad que conquista la 1ndel"'ndenaa Esos crcs clcmcnros -independencil1, revoluci6n, dicmdura­~,. prc~rnr;in incimamcmc cnbzados y los ires descansnn sobre un dererminado perioJo de la hmona (pnmem mirad dd x1~) y sohre una determinada ""i<-<l•d (I• de los hombres que sc scnrll\tl asociados pot su participaci6n en un.1 culmra paragua)oa) Lo onginal de su obm radica en la coniunci6n que eswblece entrC CSl'll$ pumas de una estrclla l'1l Cll)'O cenrro el corporiz6, intq:ramc:nrt, cl podcr discrecion.tl. No cs ne..esano subra1ar c6mo es.' ,11uJcu)n es pas1b~ de ,·inCttJarse con OtTu JOmil•n:s producida:s en bs «-voluuol\C$ Jd s1glo u, ya en su mayoria SOCtalmas, ni en que medida la

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"'°'' ilul ,,1,. liU rcvolu..._10~ llUr,guoas tuc en 'Ml nl<>fllt"Ohl apruvt'<h.aJ• por uric" M~n J'UC• ••• prupo<•dUflt• ttim<•• .... bl< ti <icruuo dcl pu<ltr <jU<' P'"'«t10mmlte rccl.i.borc) Lenon <n El f.Jtad~ ) la rr<IJi11<1on.

1:, cl prin<ip10 de uepn. .. cnmcovodntl• <le la colectiv1Jad lo que rcsulto uh)t·to <le nuevas «'Orizacioncs y quc com(.'111.6 con cl derecho que sc arrogaron )u. l'>tflt05 burgueses para cons1der:1rse ICjlltnnJ represcncnci6n de la socieJad, P"•' lo <Ual dcbieron cuestion.r a iravl'$ dcl p<.-r\Samimco dieciochc~n In •r«pr<-senroriv1dad• Jc la mO!lllrquia con dcr.-cho divino y al mosrno ticmpo Jco,.l•r~rse unilaceralmente portadorcs de la .represenu.uvidads de rodo el pueblo m sus diversas clases, P"1'1 asl dmNJt el predominio de una mcnoria •m1<><.n\tica. A panir de csra nuev• cooccpci6n. se gcnerarin las poscenorts ~'t<tU a los detentadotCS dcl poder, de las cualcs la mas n icosa SCf\a la 'I"" t>tAtutera al cproleraria<lo• nacido de la r~'Olucioo maquiniStll e indus­m•l tumo su lcgici<no deposirano D doooc Francia cs un dpico repmencantc del pensamoenco iluminisra. (Umo lo fueroo en diverso gtado la mayo<i• de los 1efcs de la rc•'Oloc16n ~ lmkpendencia, lectores de Rousseau y Montesquieu, lo que Jes permitt6 atirmar, frcnre al destronamiento del monatca espanol, que el poder h.'hi• CCVL'ftUiO al pueblo, cl cual a $U Ve?. qUL-'16 tcpn:sentadO por las CU(C.

ilumadas de las ciudades y por la burguesl3 rncrcantil criolla que se habian dn<1rroll•du ba)O el reforrnismo borb6n Las constituciones nacidas de la cs1n1cturaci6n juridica de lo< nue"os csrados amencanos no harian sino jusuficar median<~ vnriados arrilugios (voro s6lo po.ca alfabetos, para ptopic:tano• y pruli:soooaks, elecciones indirecras, etc.) d mantenimoento del poder encre las manos de una minorin, con lo cual 5C echarlan las bases de las repubha:is olig~rquicas, aunque, como ya observara Ha!rerin Donghi, •CS la debtlida..t misrna del sufragio como fuence de podt-r la que hace irtclevances wt modalidades; pucsro quc los oudadanOI eleccorcs son lhmados sobre rudu a J.eginmu una siruaci6n ptteltlStenrt, y han d<><.ubtmo ya qut nuoM• de prudencia les aconsejan prcs<ane a hacerlo, a m d fondo indJcrencc a quit pane de la pobbci.6n es conferido ese dudolo honoD. (lliJpo.,.,rt/riro J11p•IJ th I• IJUkjmtklrit. Paid6s. Buenos A1tts. 1972)

Las ohbcrtadcs consticucionaleu de quc hablab<t. Carlyle, en 105 puntOI de America Latina dondc sc aplitatoo (y son conoodas las rescncuon<'S quc 3 cit.a. estlmaba indispensables Sim6n Bolivar para desarrollar rcpubh.-i\ e>t3bles) no fueroo mas all~ de oficciones )Urldicas• que de ningun mudo implicaron la real participaci6n dtmocrttica de! pueblo. ni, pot lo mosmo, sirvicron para alcam.ar las siruacioncs de sosi<'SO que cxigia pereatoriamencc una t.rn~rica diezmada por la !luerra y cl . caos. No 57 traca de for~ar n.'trospecuvamence una 1nrerprel\\a6n de csc uempo a partor de una doc1t1n•• socialista que fue formulada posteriocrnentc y que por largo ciempo result6 inaphcablc a las circunsrancias ecoo6micas de los pniscs latinoruncricanos (y puede &05~arse quc a veces Roa Bastos cede inCOOSCleorcmenre a eta 1cntaci6n. sobrc codo cuando no acimdc a la dcfmsa de la ptop1edad que hi>O el cOicrador SupremO» denrro de la conccpci6n burguesa de su tiempo) SlllO de petcibir la inada.ptact6n a la tpoca de las ideas uberaJes. El esfocno para mantcnerlas Slf\ltendo al pro>"taO ccon6mico proccdcntc de los unpcr•"'

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"lltopros. ucanJo a u v<z siurmu clr gohirmo <JU< las nrgah&n, pucs sc rrarJha de 0<garuzacic<1es oliit.lrquicas quc Jab.on d puJa a w1 n.-duuJo grupo sooal, dio luitu a 1a$ contra<h~uorio quc poblaron el siglo xrw, cuo.nJu d pud>lo fuc cxccptuado en rodas pimes dcl cicmcio dcl po..lcc:

Entr6 a p~tk'ter America y padece - dooa Mani a fines d~ s1~0 pASado- de IA fausa Jc acomoJacion cntrc klC ~enro. discordanrcs y hOStilcs quc hcnrlo de un coloniudor dcsp6tico y &\'1tsO, y .. ,s ideas y formas 1mponadu quc han verudo cetardan<lo, por su fali. Jc rcalidaJ local, el gobicrno logico.

Oenrro Jc cstc panorama contraJictono, la dictadura dd docror JOii G..spar Francia sc n01 prcsenca wmo un incenro de cohcttncia, quc sc apoya en I• naruralcu de los hombres amcncanos de cnconccs y en sus utCUllStanCJ ... rcalcs. adapta las fotm.u Je gobiemo a la re1llidad socioecon6m1Ca ~ pais, sirvitndo al mismo t1cmpo, en L1 mcior formn pos1blc, al idcaeto 1luminista que altmcnto la rcvoluci6n. Todo cso Jentro de las restticciones quc imponia un csta<lo cspecialrnentc difKultoso, un pals pauperrimo, una siruaci6n conf""1l, ruya lisra de puocid.ides era muy ex1j!cntc y rig1da., sin conw qut no sc J1sponia de los cqu.pos indispensables p<&tll aplicatla. Quizi sea estt' cl rcproc.hc mayor quc puL-da h1<t™1e al dictador, o al menos cl quc Jc formuL1 Roa 8..-uros habcr asum 1do pccsonalimcnmeme todos Jos problemus y no habcr procutado genenr lo; hombres quc lus romaran en sus manos y dtmocricicamenrc fueran resolvicndolos

Son al menoJ e<oo reprodies kl$ quc O)~ d •D1ctado< Supttmo. quc sc le formulan cuando ya ha cncradu en agonfa

;Y cull! es la cuem.a de tu Oebe y Haber, comrao1dor de iu propio silmcio>, pregunra el que comge a mis espaldas estos apunres, d que por momencos gobiema m1 mano cu.ondo mis fucn.as O.qut:an de! Absoluto Pooer a la lmpocencia Ah.olura

fs1e •contrao1dor. quc esccibc a rnas dt un siglo de I• muerre del d1Clador, repara en csc v~nigo qU< lo domino y quc sc llam6 poder.

La pasl6n Jc lo Absoluro ;ah mal jugador' re ha lltm1mbrndo y <ar<omido po<o a poco, sin dane cuenc:i m1tnrras v1g1bbas cus cuenr.u .J (tnravo fe hu conform,\do coo poco

Y mas addanrc, dentro Jc esa l'«jUISitorta CIJ<llli eJ agonia11tt::

DeJ.ISCt de cn.u en 01.x pcro rampoco crclstc en d pueblo con la verJadcra mlmca de L1 Rwoluci6n; um<a quc ll<-va a un verdadcro \.On<lut.tur d idt.ncificar~· con su causa; no a us..1rla oomo tSCondr110 de su ahsolurn verucal person,\, en la 4ue ahora pastao horiwntalmenrc 10> gusano> Tudu mov1miuuo v.-rd.1dtmmen1t revolucionano, m los acruaks

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uempoo de nuescra Rrpublica, unica y manifi~nrr c0<n1C1U& con b subcranla como un toJo rt'al en lk.IO. Un SJgiu atris, IA RfVUluciOo Comuncu sc pccd16 cuando d podcr dd pucOlo fue craicionaJo por los pacrici06 de la capiml. Quisiste cv1tar esro. Te qucdasre a m11ad de 01rnino y no formastc vccdaderos dingenres rcvolucionarios aino WlA pblga de $CCllACCS arnillados a tu sombta (pp 439 a 4 ~4)

En cscc en1wcianuenco, dondc sc $Upcrponm los gob1cmos popul1scas y -nca1es de hoy a la d1ctadura dd doaoc Francia, no es por lo ronco la dictadura lo que csci en cucsti6n. Eso es, exactamcntc, lo de menos. Lo central es la capacidad para llevar adclante el pcoceso de democnuiucion ~ era d motor i.nspirador de la revoluci6n. Con lo cuaJ d doctor Francia ~ como d gesror y dcft'OSOr de b naoooalidacl (cMe atTOJO al Emia ck mi Raza>). quien cumplio una putr, sOlo una putt, de lo que db. iwlamaba, a saber, llevar IA rcvoluci6n d1'1ita mb al~ de SUS Umito si es acccsario•.

Con Jo cual su figura qucda, al finalizar el libro, suspendida en una !nmnvru:ia de mayor realuaciOo que em por hactne; cl abriO un caminO para d cual o nca:sario, cicnro cincucnra allos despues, de oao quc scpa lrgUir transitindolo hacia Jclantc •hum sus Ctlti.mas coosccucnciu•. SOio en csta pcrspcaiva es comprensib~ 13 dualidad •yo-II• a la que alude conarantemcnrc d csupccmo• y que hace de su rarea un mero fragmenro basro~~ de csa conrinuidad y grande7.a que pcncnece a cl/•. ·Y• .,. II, ddi111avamcme. Y6-El-S11JnTIM. Inmem0<w. Impcreaideroi> Omao del iuc­IO de espeJOS •escnruranos• que cbplitgi la novcla, •u personajc ccnual, como el forutcro de •W ruina.s arcularcn, cs •CSClllO• po< ese otro dentto del cual antda como deniro de un titbol

Quten pretcnde rclarar su "1da se picrde en lo 1nmcdiato. Unicamcnrr sc pucde habbr Je ott0. El Yo s6lo sc manificsta a tra'u d~ £1. Yo no me hablo a ml Mc cscucho a travn de fJ (p. 61).

Y aun anrcs·

SOio F.i pecmancce sin perdcr un 'rice de su forma, de su d1mcnsi6n, mils vak crecit,,do-acrccicndosc de sl propio (p. 52).

Y Jcspues:

En <-Ste momenro quc cscribo pue<lo dccir Una iofintta durao6n ha prcccdido m1 nadmienro. Yo sicmpre he sido Yo; es clear, cuann)S dijcrun Yo duninrc ese tiempo, no cran ocros que Yo-P.I, juntos (p 297)

Esrn doblc naturalcza, que hacc de cada •YO• un fragmcnto de un cH• continuo, quc impide quc cada •YO• sea subsumido por si m1smo, que bloquca la pos1ble disminuci6n de la 0trcdad, que instaura la coniinuidad y IA pcrmanencia rods all& de la CO<la vida de cada individuo, v1c:ne a

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Page 11: Angel Rama El Dictador en La Novela Latinoamericana

prup.Jn~r un nut-vo absoluro c:n s.u.>lltUl16n de los rtlig10"'->4 <tur ngiaun, Jurante mileruus. un ~bsoluto que se levanta wbre ta. coc1ttpuones rom.int1Clls Jel pueblo ~ de la naC1ooahdad. y aun m~s. <0hn: Li~ de la sociedad <umunitana, y a(m mis, sobrc l•s de la espcae, y aun puede verse en cl drngnio de lus nsttos que se desenrranan en la .. aJmastronomla•, en el mov1rruento an•m•du del universo. en 13 tooilidad con L1 <1ue sin cesar se wnvive. fuodado entonces con nuyor ngur d principio c.lc •ttpresentariv1dad• que cualqul<'.r •)'U• pued~ aduor para pontt en ejecua6n su ivca hist6cica.

El •)~I· del docmr Frant.i:l es rq>tt>do, ann6mcamente, por el •)-0..Cb dd eso:itor Roa Bastos: es en es.1 o~raci6n doode se Klenulican, doode tambien pucdcn fij.lr sus diferetlcias porque ellas son medidas por los distinto. angulos que escablecen respeao a •cl•, donde se teconocetl como una conrinui· dad quc no es la de una 0tguUosa e individualisra afirmaci6n de si ausmo, smo la comprobaci6n de la exiscenw a troves del di~logo incesante quc impone esta orrcdad, a craves de In permant'Dcia de ese eel. que no cesa. La Oj>Crao6n es escnetamtnre equ1vakntc a la quc coofonn6 las sociedades tttigiosas tradiciooala y m dJu irucaur6 d paoap10 del serv1cio de1 hombre, no para si s1no para D1os; confin6 dignidad superior a la c:alidad bwnana, Li sacrali%6 sin pa.sat por la individuaci6n egoota )' le dio una misi6n. Salvo que = 01os ah0<a es oeb, aunquc p1cnso que la concepc16n de Roa Bastos no s<ria mal vtSltl por Tetlhard de Chardin, quien sabria reli~ a Los 0tlgel'le$. Desde esce enfoque es visible que el probkma de la d1aadura ha pasado a un segundo piano lo quc ocupa el centro de la escena es cl asunto de las rclaciones dcl •YO• y cl ·~J.. la capacidad dcl prim<'<'O pua existir a traves y por ti segundo, para que pucdao rcafuarse en una dtaleatca de la que surge la h1St0<1a humana.. En dla el dialogo ha sido elrvado a cnndici6n esen<lal, un dtAJogo que la oovela d1Spena en mUJtiples pos1bilidades: es el incesantt diilogo con el •fiel de fecbou Policarpo Puul\o, es cl tcsonero diAlogo con los conciudadanos a rrav~ de las ci rculaciones pcrpetuas, es el dt3logo con el comcra-mujer, cs el diAlogo con los astros, es el dia!ogo con los enemigos, es el d.uilogo con el novclisra, <s, en fin, cl siempre eri:r.ado di"ogo con los dobles (tTodos los seres rientn dobleso). S6lo ese diilogo, quc es enfrenramiemo, salva del ~amicnto en cl prop10 cyo• y fija cl -ro radio de esa nuewa pattja de d16scuros: cyo..cJ•.

~. La1 pa/al,ra1 J la1 (OJdJ

Es posible imn8tn3' un momenru de la prepataci6n de ute libro en que el aucor ctey6 quc ci.tllba a punro de convenirse en un fo.ntasma, desligado dd ciempo y el espacio, en que aey6 que se babia coovercido en una rara de biblioreu o en una polilla d~oradora de papcles, en quc comenz6 a no es<ar seguro de si Cl escnbia o escnblan ocros por a. la acumulaci6n dd maceri.11 htS<6mo necesario a los fines de su p<OfectO lfrerario, SJgnifi.c6 por una p:1"c la aparen.temenre inagotable compulsa de libros, documencoo, papeles, 1nf101ra 5Ucni6n de rextos escmos que eran cl unico rescimonio concrero y real de Li eventual exisrencia de hombres de came y hucso que hablan ocupado una tieua y un riempo de la historta; pero ademb, las

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p.inicub11J.adn c.lcl pcn.ona1< que procurilba, un okrra.lu• .omo h•hia dttho Surm1mfo, &o pvni1n en prcstn( i.a Jc un ~olx:n11l.ntr muy nlJ'C".Wl qur .. umo prmu1"l in"rumemo de su ...:o6n qm..i6 la e1<muro )' dittgi6 a un ra" casi analC.bc:to dluando 1nlin11as c.1rculares, (udenes. rc'lomcndaCtone•, diw\· menes. in;uucc1ooes, papeles y mus papeles con los cuales atendia los a•untos mas n11n1os 1umo a los que vie.il•ban la histona de la naciooalidad o dnban <UOSCJO~ pu• enfremar los enem•$OS- No fue afecto a los disatrsos dt hi pl.lLl pubhca Stno a la empec.nacla )' oscura tarca <lei gabinece doode d11 a dia dtcuba a sus divcrsos ·ficles de fechos•, el wumo de los cu.ties fu~ Policarpo Partl\o Pat wumo, debe coosiderarse J.i singulutdad misma del ofiuo Je escritor que redacta b no,·ela, pues esta, como alguna vez obcrn.6 Paul Val~ry. ha segu1do siendo dentro del universo moderno y cecnico nctual, d eittcicio de una tarea artes.1nal y aparencememe arcaicll: para el e"'rnor 111 olicio sigue sicndo el de un hombre que sobrc un papel va procluciendo una escritura, la que se elabora a panir de ocras cscricuras anc<riores o simulr.ancas, respecro a las cuaks y concca las cuales se suua. Esta coMrrucu6n de un nuevo rcxt0, que el lecror pudtcni no petabu t.i una no,'ela cualqu1tt• por senrirse arrapado en su llusi6o de realidad, en Yo rl S11prt .. ha lido data.:ada, mosuada en su inuma progtes•6n, elevoda a asumo prunordw de L1 obra. De ahi que el rema cenml de la novela sea, 51muhineamentc con la vida <lei dictador, In producci6n de su cexto nanacivo.

Poe lo tanco, asisrimos sobre ttes nive~ (quc dentro de la novela ~ supetponen y confundeo) a la proclucci6n del cexto: en el correspoculiente a la recopilaci6n del marerllll tml6rico tndtspen<:1bk, en el de la aaiv1d.id escriturar1a dcJ persooaje cencral, en el de la escrnura de la novela por d auror, por cuanto Cs'3 se define romo la armu6n (o la comptba()n) de un rextO global a parur de una suma de tcctos ftagmcncanos En cl primer ruvel sc nos propocciona un inmcoso )' hetc:r6cL.to mucrial que recot1c tanco los escmos de los Robertson, de los Rcnggtt y Longchamp, de los pasqun\l."fOS de la l:poca, de los primeros historiadores del Paraguay colonial (Lozano). de los historiadores posceriores (Mitre, Uamado el oT~ciro del Plaru, ('J1aves, nc.) como Los documentos diplomacicos, los tratado• tntemaciona~. lu canas p<lilucas, las memoriu de los restigos, los cesomonios de supcrv1v1ences, coojunco escc que es transfundtdo al ccxco nartativo o remicido n b~ notas aclarac0<1as al pie; en el scgundo nh·d se recogen las pttSUOW cucularc. pcrpenw <lei dictador, sus anotaciones en el Uamado ccua<kmo priodo•, las 6rc.lcnes, n:soluciones adm1nmtarivas y mas quc nada un ina:sante mon6lo· go quc, segun indicaci6n c-.cpresa, es diaado a $U scu·etar10, luego relcido, enmendado y c0tregido por el oSupremo-:

Mientras yo dicco riJ csaibes. Mienrcas yo leo lo que re dicto pata luego leer oua •-ez lo que esaibes. Desapare«mos los dos finalmcnte co lo leido/cscnro;

en d tttett nh·d, aunquc a veces pcrcibunos la directa inn:rvena6n de un aucor que fanrasmag6ricamentc coov1ve las pcr1peci.is nattattvas, enfrentlndo­sc al dict3dOC o siguifodolo como un impertinence cesugo, la acci6n escmum·

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Page 12: Angel Rama El Dictador en La Novela Latinoamericana

1ia "" rr.tn.furulc inrrnnaalmtnrt dcnrro dt la rvraliJ..J de los marcrialn anrtnores, tt50lv1~nJol°' Jcmro Jc un sistema din&m1n> qut no es oua Cos.l 'luc la produc:U6n roanifiCstll de! wrro littrano dcotro Jc WlA conf<>ll<Li inrcncrrual.idad que 1113MJ& todas las duop~ quc utiliun la palabra.

I.a dcfuuo6n quc Julw Krisr""-a proporcionaba ckJ •tcxto ccrrado• .!""= aplicarsc: rigurosamcnrc a la obra, por su voluntara• in.,alui(ln tntcrtenual y por &u esfutt20 de rKOCl>ttucci6n de uoa lcngua manejando &us cvcnrualida· des con una libc:ittd propia de la rarea de escnbu;

rm 11pp11ni/ lr11n1/i11gu1mqN1 qNi rtd111rrbNt /'ordrr dt la '411gu1, 111

tMllant tn nla1io11 unt parolt t""'1R11nic11la11< ~i.J11111 l'inf-ation dtrtt· It, avtt dif/lrr111J typ11 d'ln011rl1 a11rlrrtNrJ ou JY11th"'11tf(MCJ. LI 11xl• IJI """' '"" •/JrNllrlWllb. (t ""' •UI din.' I) 1011 'lport a "' la•gNt Jans lttq1111/1 ii 11 1i1t11 m rttli.J1riia1if (d11tr11<11 ·t0"1tnJClij}, par tt11Ulq1111tl 1/ UI 11H.J11blt ii tr11•'trl tk1 tatigvntJ •f'qNu pt.ult q>rt fJ#rtllltltl /11tg111111qNtJ, 2) tf UI Ntrt p..-trullllllfG tU ltXltS, Niil 11Jl"1tX·

1ulr1i: daru """'" J "" 11x1t pl11rit11rs 11,,,1d1, Jrrl it d'11Mlru 1a111. Jt il'OJJt111 ti Jt "'"""''"'"·' (~meionqut. Rcchercbcs pour unc semanaly•c, P•n•, 1969).

Esta operaci6n de mtcnexrualidad quc tf.cNa el autor cs, en el pensamiemu de Julia Kristcva. la que rcliga la obra con d conjunto social, por lo tanto aquffla en quc sc cruunta la accividad idcol6gica qut cooficre ocontexturu a la novcla:

L"tdeologcme est a:ae fonction mcencnuelle que t·on p<'Ut lire cmacc­rialiseo aux di!fkcnts ruvcaux de la struautt dt chaqut cexte, er qu1 s"Etcod tout au long de son aajcr en lui clonnilllt ses eoo<ciorul~ hisrorique> et soaales.

Pero no se ttata exdusivamcnce de la coostruca6n que rumple cl aucor, sino que esce remite estc mismo nsuoto a la novcla ba10 la fotma de una aniculaci6n narrativa que sirve para desencadcnar la penpcon y para ligar las diferemcs inscancias novelescas. cfectivamente, la obra sc abre con el texco Jc un rasquin que ha ap.1rtcido clavado en la puem de la Caccdral de Awnci6n y cn ti cual, 1mitando los cdiaos del 1SupttmO•, sc anuncia lo que pa$Ull coo su tadaver y cl dcsnno que aguarJa a sus colaboradores

l Un •pontO """'1.r.,uitto00 q•• ...i ..... ...,. d oolm ck .. ......... pc>n<<ndo tn ttloa6n una ,.a..hni COlnUnlclln"-a dor\a4a hact& la infonnac:i6n dutttt, wn d.1krmm npoa de atU.l'ltiadoro mctrd)rts o sinc::rorucos El '"'° a puts una •produai"iJaJ•, lo que q1.u~ dCCI que 11 w rdao.6a can la len-gua to • ~ x t1t\la n r«l.11mbun•& (dturuc11¥t,H.Q1lKruc;uva), por consigutc:ruc es mU: abordablit • cnfl& de <-•cqoriu '6g:.c:u que dt cutgc..rtu l'"''*'l'lr.l'tt h.nguhucu; 2) a una pcrmucac:'6n dt: ~•:tOI-. un• intmn-tuabdad: en d etptci.O die un Cf'IC(O muchos munciados, tom.dot de ocrO& 1010., w <:rut11n )' K ni:utn.bzaa.

3. EJ u:leolasema. tt tqutlbi (unt.iOn inrmc:xtual quc ae pucdc lttr t.ma.rctiali.iada.s ~ 1us cl iftn~r~ ruvdes de la auuctUra de ada rir:xro, y quc sc onendc • t'Odo lo largo de su tr&)'«rOri.1, dJnJolir SUS coordmadu h.ia6rKu ., JOCbJts

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aJrnJ.nlstraci~clll'. £;tc- plU'tuln M:fi cl tfltO pilt~lhgmill4.0.~UC 1.ina Jc m~1\o y Je <<>n111111ac16n • lo latgo de I• oo\·cla Sera wmtrnlo • un minuuoiO ...alisis, prucuranJo de.cntrilll.u la pctwn.alaJ•d de ..., outor pu< los r •'@•~ de la ...:ritura, por d estilo, po< la sinraici>, por d !"'pd utihzadu, pot la\ modalidada de su apuao6n, por cl objetivu quc procura, etc. 5e trata Jc uru nocmal opcrau6n de .cextologlu quc sc tfccnia sobce un escnto •uficio:n· tcmcnrc enigm.lriw wmo pan que parcua cananado din:aamcntc dd «.'iu· pccmo• a peW de que su significaca6o Ir c' rad.calmcncc opuesta 1.., ambigucdad de la producci6n de la esc;ntura sc puede deccaar en ac te•tu. el cual, por lo ranto, pllede considerorsc rcprcsentauvo. ya que no samh61i<U, de la operac1611 quc rige a codo el 1exto litcrario novelesco )' a los plural..• tcxtos que Jcntro Jc Cl sc cncrecruzan

Sa cl pasquln pare<:e cmanado de la plurna <lei •Supremo• o dcl 1fid de fech0$•, cornpon:ando no obstilllte una sag111ficaci6n que lo controJ1ce o quc lo im..Wda, sc puedc inferir quc I°' rexr06 acop13d°' y di.spcnadool por la nave.la, asi cumo cl de la rnisma novcla, no IOlo deben rtferi..c al proceso de elaborao6n sino a ocro paralclo; la herrncnb>uca. Sc rrata de dos funuones wncomir:anra y convl.Tgences en la mcd1da en que sc rcfieren a un ob)1~u unico. Dt herho soo !os dos obligados cxtremos de la consideraca6n dt cualquicr mcns.11e· d que correspoode al cmisor dtl cexco, dondc hay un auror y un pro<lucror, y d que corresponde al rcccpior del ceno, Jondc hay un lector y un int~rprcre Cada uno de csos cxtremos existc dentro clcl emrecnmuniento de una pluralidad dt 1ext0i quc aspiran a alcantar una informac16n sobtt la realidad, y al aplicarse de ambos lados al mens.1)t' propuesto, proccdcn a una conscrucc16n/denruco6n que no sc agOOI en si rrusma. aunquc st ag0t• y dtsueh-e cl mcnsa)C. sino que implica suct51•&S recocnpo11oonn de los s1gnificados y paralebs ~cciooes de dlos.

No s61o la pro<lucci6n ha sido inscrtada dcntro de la novcla como uumo narrauvo s1no Ulmba~n la hermcn~urica, quc sc consticuyc tn un terna capital dt la penferia El .Supremo• proccde al an:llisu 1nfuigable del p&>11uin, <0muruca a Parll\o cuales son los ~todos apropiad°' para la intcrpmaci6n y pone a sus numerosos CJCribicnres a la mrca· asi qucda fi)lldO cl halo conducmr Jet argumenco de la novela, el moclelo al cual se ajustanl, pues pot debajo de el, imi1indolo, sc superponc una pluralidad de C)t'rcicios s1milares qut llcnan cl i\mbico de la obra con la hermeneutica de coclos lo. textos rcfcri<los al gobierno, a la person3 dcl dicrodor, a la vida polltil.•, social y Kon6mica del pals. No s6lo el autor efcccua la extgcsis Jc lo~ 1nnumcrables textos (la mayoria dtambos) rtfcndos al dietador, smu que <sec asume personalmcnre csa carea de ex~gesis hasra cl punco Jc aphcarla a rexcos qut sc pubhca.r.\n despuk de quc el haya muerto. Todos IOI ttxt°' quc sc le someien son vascos inicialmcntt por cl dtetador con desconfiana que implica in<reduhdad respccto a la informaci6n visible que proporcionan y luego son objcto de 1nttrprctaci6n quc los com~ y ennucnda L<l> 1ex1os careccn aqui Jc inocencia, la palabra masma deja Jc scr inocente, puts bajo su picl enganadora hay 0<ra comunicaci6ti, otro orden de informacione<. otro senciclo. Si ha ea pos1blerncntc la labor principal que ha dcb1do llevar a cabo cl autor pc1ra rcsa.rar, bajo la cnontalla de vicjos papdcs, la verdad

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1obrt el chcuJ0t, tsa n tambim la taree quc. <)l'R• monomanllC&IDCntc cl perwnajc de la obca, cl J1Ktor Franci•, en un tlpico acto de •lrrrado jururn• quc sabe quc 1oJa ley o todo c6Wgo son pasibks de inmp<ctaci6n lat promesas de .un1stad de to. .ecinos, las exalcacioncs p:itt16oCO$, las adhcs1oflt'O Je llh oligara.s, son uamru vcrb&lcs que ocuican &menaz&5 o pdigros.

De las do• operacioocs que rigen 11 no•-& -Li producci6n y la exegcs11· cs la iiltima la quc ocupa mayor cspocio y adopm las formu de la acci6n narrariva, como si hubifounOIS rccupenado la m1ciaci6n de la ~poca moderna en ti barroco posrenaccmuta cuando enttilll en cunflieto las ap&ricncias y las rcalidades en el modelo a:rvantino. La hermenfouca que aqul en<Ontram<>C puede 1ncoipou"e c6modamence a esa gl'an llnea de Jos dcsmirificadorcs del si$lo xix para quiencs la in1erpre111a6n, como piensa Paul R icoeur, fue un «1erciao de la sospechn Marx, Nierzsche, Freud.

la •wdad como m<"flnra, cal scria la f6rmula ncgativa baio la cual sc podrlan colocar C50$ crcs tjcrcicios de la sospecha. (Paul Ricoeur. De l'i111n-fn-i1111wn, Paris, 1965).

Tai coocqxi6n implica cl tteooocimienro de la opacidad dd 1exro, dtl cquivoco 'l"" guardan bs palabns y por lo mismo la existencia de una •faba cooocnc1n• procreadora quc al ll~'ITlpo de generar el rexro engal\ador, provee sin embargo de las oculcas ~ales indispensables para •dcscifcar. cl mcnuje, las cuales son corroboradas por cl proceso de la inttttexrualidad quc lo su:iia en rdaci6n esue<ha coo ouos cexros vecinos. Para una herruent.ui ca dcsmirifkadoca, los cextos no son meramentc falsos, sino cngadadora, provccn de una apariencia que no corrcsponde a sus subtcrnlncu inceuciones: como los suenos. como las ideologlas, como las religioncs, pueden ser forzados por una scgunda leaura que sea capaz de arrancarles el menSQJC verdadero que rranspoltllll pcro quc enmucaran.

La novd.l rrans1ca de la producci6n de! tcxco a la hcrment.ltica del tcxto, de cal manera quc su proccso de construcci6n es paralelo al de desrrucci6n. •Ninguna binoria puc.:le scr concada•, dice cl cSuprcmo•, amc el espt:<;raculo de esce inccsancc ce,er y desrcjer de los significndOIS. Pero 11 dlos sc mvalidan y dcstruyen, rt procno que porn m.les fines cumplen, es el quc <U nacim1enco y consiguc desarrollar la coosrruoci6n de un cc:xt0. la exegesis destruye los sign1ficndos de un mensajc para dcvelar oiros oculcos quc son estirnados lOIS verJ•deros, con lo cual nos provcc de un nuevo cexto intcrpceracivo: aporm un objero ccxrual que sera pasible de la aco6n devorance de los srgruficados quc acam'e una nucva ioterprctaa6n, la cual ramb1~ nos encrcgani o<rO ccxco. Las ob.s SUCCS1vu que sc encararnan unu sobce las otr.is, RniqutldnJose, son sm embargo las quc construycn un mmcnso mar. S61o quc no pucden. dada la ley dioAmica que las rigc. fijarle limites. Mucho mis que volunuuios ejerciciOJ de «0bn1 abiena., la novcla Yo ti S11prnwo qu<:<b planteaJa como una obn abie"a por cl prinop10 de composin6n que la nge. La a,s:onfa y la muenc dcl pe..oo~ son ficciones de uo ocm: pumnenrc apnreocial, pucs su materia lntegra esca ab1em a cscn inre"e1<ruah­dad quc la proyccta al infinico y de la cual esras p,~gu1as de romencar10 no

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IOll sano un fragmcnw, quc se aprov« ha Jc I& coyuniura dinami<• quc la munc y quc scmn dfVOradu pot <Kras cxtg("is que ltu <lcscru1rtn y ..-gu1dn consuuyendo. El au1oc ha cncoocrulo uru>. mco\ruca quc coofun<lc a la obra

cun Ll Jialknca Pero adcmA> es<An las palabru con quc sc coroponc un rcxro, las que 1UCgcn como ave1 de rapiila de la realidad. Cuando cl impulso creouvo ll.t-Ya al autor a la b6squcda de las grandcs conmociones quc alimcnran a una comunidad de hombres, cuando procura dcscnrraf\ar a la naciona.Udod y al hombre ~ a ella se 8SOC13 como un doblc, lo quc encucntnl son las cpalabru, p&labc'as, palabras• que aluanabln al heroc sbakespcriano. Elias ac imbc1can, sc superponen. sc desmiencen, sc copw>. se rebacen, $C parecen para negarsc, sc msubordinan, de ta! modo que pareccn radicalmence despren· didu de las cOISas. cnaruras enajenadas y funosu, soliviancadas, incapaces de carcundar y pcecisar las cosas pero siernprc cmpelladas salvajemencc en al prop6sito. Componen un ctjido de sonidoo quc sc cmpanencan, se desiote­grnn gndualmente, sc enucmc:zdan, dcspluando las sagnificacioocs, oculrin­dolas, para al fin revelarlas s61o mcdiance un retoram1<nco y un en.tllm1enco en que parecen habcr sido t.cogotadas.

Mi inexpugnablc m:muorio-cre<ocio, hamb<c de hombre, paje a mano, licerarologia de andfooas y contra-antlfonas C6pulas de med.fo­r.is y mcclforos. Te ensef\ar~ el d1flciJ artc de la c1enda escriptural que no e<, comu aces, el •"• de la lloraciOn de loc rasgos s.ino de la dcsfiol'llCl6n de loo signos.

En esrc cemn de las palabras, vuelven a asocia..c: Ulla culrura hi1t6rica· mentc circunscrica, uru>. cualidlld verosim1l del personn)C, una artirud del auror que corrcsponde a wia problemAtica de su ciempo El pcrioJo de la culrun. de ()ccidence dcntt0 del cual sc inscribe la gcsracioo de lal nucvas sociedades amencaniu ba.,o la Coloma, luc marar.clo por el csulo ham><u quc, difundido dcsdc la mctr6p<>li, h1to las delicias de las con<i v1rmnale. limclla y mexic:ana y propici6 el cjuego dcl vocablo•. Lo~ amcricanO'I di1fru1• roo con los accrcamiencos de par6oimos y anc6n1mos, con l.u csqu1viu sinooimias. coo los arabescos de las ahccraciOl'IC$, con las cmboxadu cumolo­g{as que auconzaban scgundas lecnmis, sin coorar los mundanos ejercici .. de acr6scicos, anagramas, tharadas. adtvinanzas, y los mh codiuaJos por mll.s cnrevesados, esos palindromos que. esn1clas jcsuitiaas med1onre, ban sido capc.ces de cransmitir hasta nucstros l'.li\os que 1dabale aero• a la zorra el a.bed• pueclc lccrsc ~ al rcv6.

El barroco, que sisn6 a la culrura colorual amcricana coo exponences dcl virtuosismo de Sor Juana en M~xico o cl .Lunarc)O• en l.ima, pattciO contnminar a toJo clrculo inreleaual con su piror«mco manejo de la palabra quc venia aucoozado por la m~.r(lpoli con la concsan.1 •agude:ta de ingenioso quc nos depu6 ~mos como los de Villanu:da.oa.

Di;;a'114111~J qttt /11ero11 ansu dt 1<111uJ11t11 d1 m m•ier.

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Page 14: Angel Rama El Dictador en La Novela Latinoamericana

="'• ,>1<1U•<H d au>tno •i!llo ~·m puJo J~prmJ<r>c Jd marunismo Jc IJ < ,._,.1rur.1 r k> <n'rl<onrramoo m loo ktr..Jo. naxlAsiroo r m ,los burl(U~ pamuos Jd "~: no {~ .l)Cno a LI p<oo.l Jd Joc1or fronci.l, 'luien cultivo t-1 L~mtTO de la a.c:.ruura huta cl punto de mduir mrrc sus mllltipb fun,ionn d~ go~m•nte. el putsto de corrtctor de esttlo de sus subordinados. En una comuruu.uon al <lckgaJo Jc lta.pua cl I de noviembrc de 1834, lo amone<ra

El ntw<lir sin ne.:esi<L.d conunuamcn1c •al• y eel• d los nomlxa de los que ri1as, es una connnuada ampl'mMnoa, y no te corrcspondc n1 cae baen en vos us.u en los partcs .ll gobiemo ..e cstilo desdenoso de •p<>01m1ento y d<.-sestimaci6n

Por eso ha~ •et<l.<J h1>16ri<a en LI csmtura obi>edida de palabra.s con <1ue el novelisra registra el dictado del d1crador, haciendole deor:

Dcyanira me rrac la <lanica ernpapada de sangre del rfo-cent:auro New. Neso onagrama de seno. CrJaruras anfibio·logacas los m1col0gi· u".

Pero no es solo por esa verdad de la reconmucc1on, smo por la pcrspec1iva de unJ l'SCrirnra JUUal f (Onternponin<'3, dondc la palabra ha sido objero de reflexion en la conc1enc10, quc el novelista dota al ~sonaie de una voraciJaJ Jc las P<llllbras, Je una 1ncesanie pugna entrc sus signifrcanres y sus significado<, contra la cual al mismo raempo insurgc con ardorosas invcai· Vi\$.

Tu esrilo es adem.U abominable. Laberincico callej6n empMra.do de ahccracaones, anagramas, 1J1otismos, baroorismos, paronomasias de la e<pcc;c p;lroh/paruhs; imhl'Ciks an1srrofes para deslumbrar a invcr· ndos 1mbk1les quc experamencan crecciones ba)O el efccro de las violemas inversiones de la oraci6n, por d estilo de: Al sudo del irbol digome; 0 ma orra mu \'IOlcnta aun: Oa--ada la revoluci6n en mi u.~u la paca SUifiamc su OJO compucc dcsdc b plaza. Vitjos uucos d• la rn6nca quc ahora vud•i:n a usarsc como si fueran nuevos.

Estc cahoru es ya cl cld novdista qi.IC cscribc, cuando la reaparici6n de rales ~ en la escrirura culra h<r<da una lccci6o recicncc curopea, la rual habri.l po.Udo buscarsc en la pocsia folld6rica ameracana quc SJ8UC manqando <rur..d.i. banoas uiiliwido la mvcni6n tstr6frca dd x''"• b dronu. Por lo rual no sc rma de una fret reconsaum6n h&6rica SUJO, oaa vez, de dorubrir en una tilncteri><IOI de b q,oca quc sc csal rc.Uando, una CO)'llnnara para poncr en funcionamicnro una problcrn3rica esaiaamenrc contcmpoc.1M3. No sc rum de l'tt'Ol\SUUU b versi.6n amcricana de los cumtpnh lingUiS<iCIJ& propio. de un pcrfodo dcl pcnsamicnro occidental • lepisccmc que Michel Foucaulr dttcaa en la apormct6n de Pon Royal) SlOO

Jc cscrabir <les<lc una pcrspecri\'ll poscsausswiaru.. El dcsprcnd.i.micmo dcl

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ugno lin,,;Uitit1CO retf'tif'i:IO 11 Lil , .. ...u Jl'fB trammuuanc c-ff'<.1iv:11nm1e tn un sign<~ binario. qu• n.-pc<Sdl•• ~· quc par lo 1an1u aucoriz• u hbtt <'.lm><tur..:illfl l"\1'•• .tel .Iii< uoo. d <Unt1un.1mm11u Jc Ii "1!111ficaci6n q~ Jcsarrolll> d sii;lo 1..uJJo, la pl.ljlOl 1k tU,malm1<iUll y e'J'"l!CSIS quc rubre d ~mpo 1K1ual, "'111puncn nc c>traco dd s.i.bt-r quc no ha dejado de influir sobtt LI• c•ixrit111 in dt nnn.dun.-s laun.,..mcracanos au:ualcs (fuenccs, Go)'tiwlo) pcru qut no h.•hii alcanzado la maJurez quc m~ en una novcb como )'• ti s,,,,..,.,,, clondc es al mismo ucmpo recusado, prerendiendo rKUpcnat L' .mnonia ,Jr I• p.al.li::>r• l I• cosa. aunque )':I no en su mgenua a<epta<i6n >ant> mcdi.uue ti cumb&tf con Li.i pruabras .

I..>. nu,cla tcans•c• sobre wia con~r3cion de! lcnguaje quc cs anr.aJ• por la wnunuaJa mntetprerauoo de sigmficados, ruation.l.ndoloo, <lisolvatn· Jul~ rt'" no para cancel.ttlos $int> par3 aspirar a la rKUperaC•On. tra. est& 1ncint'tJCIOn general, de LI vccJad nuda de las c053S.

Escnbtr es despcgat L' palabra de uno m1smo. Cargar es.' palabc• que SC va Jesr<g•ndo Je uno con todo lo de uno hasra scr lo de ouo. Lo coulmcnte R)eno.

St pareciera que ella cumple el designio mallarmeano de conscicuirsc en d sec bruto Je la palobra, s1mulcaneamcnce se rebela, iracunda, comra el m1smo proyecto que pone en funcionarniento. La novela sc inscribe en e'IA concepci6n Jc la lucmtum que cs para Foucault un producto del siglo XIX.

1..., /i11lr1111m, r'111 /11 ro111u1111io11 Ji /11 philologit -J;,111 tilt tJI poruutl la fig1m JNmtll1-; tilt ramlnt le la11g11gt Je la gra11111111irt 1111 j>OJlt'Otr Jl111.Ji Ji par/tr, ti 14 tilt rt11ro11lrt l'ltrt s11av11gt ti i111plr1eu Ju 11101J, illt 11'a pl11s alort q11'a st rtco11..Ptr J11.s "" ptrplt11t~ ,,,.,,,. 111• soi, comlfll 11 1011 Jisro11rs llt P•"""" a•·oir fO'" ""'"'" q11t th dirt 111 propt /"""'" tilt s'lldrrut a soi rommt s11b1u11v11I lcr1N1111t, 011

tilt chtrrht .a rrJs111ttr, J111rs It *••Tlllnl q.U /11 f11it ,..flrr, /'tJJt11CI de 10111< lr11lr11tart, ti 111tu1 to111 Jtl fi/.s ro1tt1trgr•I •T•S /11 ('"i•tt 111 p/111 fi11• -si11g11/1lrt, 11111a11lt11ftt, ti po11r1a11t ~sol111onll uwtrMlk­•'ffl /1 11111plt "'" J'lcrirt.' (Les motS et Jes choses, P11n1, 1966)

pcro proponc cxpliciwncntt, ba,o la fonna de apdaci.oncs furiosas, la insubor· dinaci6n conrn ese auruno quc encuentn1 i:raudo ya por la ~poca culrwal a quc pcttcnca: -y quc no deja de reconcr- prtten<ilmdo volver a dccit

4 1 .. LrcnN .... d ....,.;.,,,.m.mco dr la f<lolog• -dt la quo "" '"' cmbaigo. la fo&W' ,...,.i. ..... .i. ....... Ill...,_ cir la pm.lbca al ....... poclcr ck hablu, )' o.ili .. __,.,. wn f'I sa Ml."'tt « ltl\prnc.u ,It LM ~· ~ oo lit qucda sino rrpkpnc' en un pctp"UO mOttlO ~ \i Mllm&. til)MO t.i IU d.._uno DO pudJftl. tetla mM conumdo q~ d dft1r UI rroP .. tonna:: w ~ a 1i m1&m& wroo 11.1b,ro,·1d.u:l esaiblmtt m \a quit' tnn de "'Oh·rt a <•f"W, m cl '""'rvun.1CnW q~ le cla urigtai. D. onKLl ck coda br:uarun:. y aisi codol tut h .J,.11 con•trJm h•11& la m.b (1t111 punca -.ngi.ll&t. wwcan.,n., 1 an embargo &b5ol.uwnta~ vnn.·('t'U..1"" ,

had& d ntnpM: actO Jc. H<rib"

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Page 15: Angel Rama El Dictador en La Novela Latinoamericana

la. '"""""'· la verdad propia de las cimu.u human.a, prumovimdo por lo tanro un combate conua cl mismo 1i1rcma hrerario que pone en e,ecuo6n. £s la luerotura la quc queda hurgada, ttVisadn, incrurunadu, y finalmcnrc n«gada a rrav~ de csca conscrucci6n quc cs obligadamcnre literaria.

No re <.'StOy diaando un cuenticulano de rumicdadcs. H isrorias de entttt~·y-m1enco. No estoy dicd.ndorc uno de esos noveloncs m que el cscritor presume el caracccr 5.'lgtado de la htcratura. Falsoo sattrdores de la lcua ~ua hacco Je sus obras ccremonias leuadas. £n dlas, los pcrsonajcs fanmsean con la realidad o fan~ con d knguajc. Aparcntcmmre celebran el oficio ttVcstidos de suprema au1oridad, mas twbllndose ance las figuru salidas de sus ma.nos que attn emu-. De dondc cl oficio sc coma v100

Asl vocta el diciador, negando la lircrarura, lo que a ''«eS le Ucva a ailorar un lmguaje animal donck no haya mgn.l\o de las palabras y, por ultimo, a aborrttt"t csa uansmucaci6n del homcre en palabru, >' de codos los hombres en un solo libro de lo divino·

Miserable honor el de enuegar el ansia de inmorralidad a las palabras, que soo el slmbolo mismo de lo perecedero,

scrmo!l('a cl melanc6lico dean. Licgo conrrasermonca.

Toda la human.idad pe.rcencce a un solo auror. Es un solo volu­men.

Para d rurnw11c dia:ador quc esti agoniundo, para d ~iror que lo esr1 escttb.endo, y a I"""' de que ambos s61o amen por las pa.labras,

lo un1co nucsuo cs lo que pennanece indcciblc dctms de las pa.lalxas,

mm<sa~ postttro que nos tmen, ocra vez, sicmprc, L'l5 palabru.

(De Ui ,,_,,, /4ti11~a1t1Htra11t1. P'"'""""'"' 1920- 1980. Bogooi, Colculru· ra, 1982)

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•LA GUERRA OF.I FIN Oil MUNDO•:

UNA OBRA MAFSI RA Df.L FANATIS/110 ARTirnco

Uwa obra matJtra

Con<lwda la lectura de las 549 p&gina.s de La grurra dtl fin Jtl ,,,.,,Jo,' ,los coodusiones ~ imponen. es artlsticarnt,,te una obra m•cstrn y coo rlla h.l qucdado cunsohdada la novda popular culra en Am~nca Latin•. Nu wn necc..arios los dones de Casandra para anunciar que cendr~ millonn de lectom y que en la renovada apucsm a cicn ai'los visra se la menC1onuA corno una de las novelas daves de tsla segunda mitad dd xx quc v10 In munfal exp'1nsi6n del geneto en d continenre.

Tai exiro no ~ dcberi. al arte Jc la >e<lucci6n, de! que aun en csra novda SlgUC careciendo Vargas l lou, $lll0 al tmperio de In fuerza crcadura A la inrensidaJ, arr.plirud y <.0hermcia dcl pro~ecto y a la sobcrana sap1cnna narrauva, debe acribu.r~ quc America l.aC1na ..Jcancc su G•""" r P11i, aunquc coo c1tn a.dos de reuaso, luc1cndo de su autor nuestro ffil)'Of < ~11<0 ""o lmplica habcr alcanzado un nl\·d de diucnaa profr.1on..J 4uc fij. alros nivelcs a la producci6o ani•tu::a y que dcbcrtn co~iderar 1¢1 Jl>vrnci <Omo el dcsa!io quc es a SUS cap.ic1dades: kl> oleos """"""'' akarwlJot pur la literarura lacinoarncncana en ~ Ulumas d«adu han sido roh.urccidot con esta conuibuci6n, fijando me<as de' odJs a veneer No scri ,[ifj( ii .lkanzarlas en el ounpo de la difus16n popular, pe.ro si m b conjunci6n 1le novcla popular y ane hrerano que fuera esrablecida por los c;,,. ,,,.., J1 sl>ltd.id y que csta ob<a, en nagranrc cornpcren<1a con aqu~Ua. ha venido • c..unfirmar.

Tambi~ le debemos a csra ob<• una audu integraci6n cultural l1tinoame· ricana asociando sus dos hcrnisferios (br.uilello e h1spanoameria:1no) en la mcdiJa en que subrepriciamenrc culciva cl arre dcl «remakC> que, uunyur largamenre elaborado por la c1nem.11ograf!a y las arres plasuros, no h~hi;1 cenido en la lir.eratura sino las elusivas vcrsiones dd cema del dicudor. ton esra novela es proput'SIO fraDCllmente como ambicioso objct1vo se rra.-a de narrar el asunto quc mocivara una obra capital de las lemls bra.stlcllu, 01

l Toda. w ltldoCI000<'5 d• plfrina mn'"" o t. tdidlln dd CimJlo de Lect«a, llol<dut,., E.t•.., 1983. de lo cuol ha s.do uimodo ""' ~

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