Análisis de la película “La culpa es de Fidel”. A partir de las categorías conceptuales de...
-
Upload
cecilia-capovilla -
Category
Documents
-
view
36 -
download
1
description
Transcript of Análisis de la película “La culpa es de Fidel”. A partir de las categorías conceptuales de...
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Humanidades y Ciencias
Asignatura: Teoría sociológica IV
Carrera: Licenciatura en Sociología
Docentes: Ariel Wilkis y Melania Stelhi
Alumna: Cecilia Capovilla
Año: 2013
Fecha de entrega: Martes 29 de Octubre de 2013
Análisis de la película “La culpa es de Fidel”.
A partir de las categorías conceptuales de Bourdieu
Introducción
El desarrollo de la película franco-italiana “La culpa es de Fidel” (2006) dirigida por Julie
Gavras, se ubica a comienzos de los años 70, pero trasladando la acción al París post
Mayo del 68. El personaje principal –y sobre el cual descansa el relato- es Anna De la
Mesa (Nina Kervel-Bey), una niña de 9 años que tiene que enfrentar duros cambios en su
estilo de vida a partir del momento en que sus padres se convierten en activistas de
izquierda. Su actitud contestataria ante estos cambios es totalmente opuesta a la de su
hermano Francisco (interpretado por Benjamín Feuillet) quien se adapta sin
cuestionamientos.
Los padres de Anna están enfrascados en actividades políticas de diverso calibre:
Marie (Julie Depardieu), hija de un matrimonio católico y burgués, es una escritora para
Marie Claire, pero abandona los mandatos familiares y dedica sus esfuerzos a la defensa
del derecho al aborto y la salud reproductiva, baluartes del feminismo primermundista por
aquellos años. Fernando, exiliado español (interpretado por el italiano Steffano Accorsi)
proveniente de una familia de militares conservadores y profranquistas, abandona su
trabajo para dedicarse a la militancia y apoyar fervientemente al gobierno de Allende en
Chile, lo cual incluye recurrentes viajes al exterior. El de la familia De la Mesa, se
transforma de un típico hogar pequeñoburgués en un “bunker” político.
-Cecilia Capovilla- 1
El objetivo de este ensayo en analizar desde una mirada bourdesiana de qué
modo Anna vive las transformaciones que se desarrollan al interior de su núcleo familiar,
cuáles son sus reacciones ante los cambios de costumbres que no logra comprender (no
entiende por qué hay que dejar de pelar la fruta con cuchillo y tenedor, renegar de los
orígenes familiares, dejar de leer Mickey Mouse etc.) y con los cuales no está de acuerdo,
ya que se siente a gusto con sus convencionales y ricos abuelos, añora la mansión
familiar, es feliz en el tradicional colegio de religiosas donde exigió quedarse a pesar de la
insistencia del padre y no simpatiza con los barbudos marxistas que cada vez más
frecuentan su nueva casa, un modesto departamento. A través del desarrollo de nuestro
trabajo, podremos ver que Anna es una niña partida en dos, cuyo corazón es un
cuadrilátero de disputas simbólicas, ideológicas, de dos posturas cuya inocencia le impide
discernir entre la correcta y la incorrecta.
Desarrollo
Contexto histórico
Para comenzar con el análisis de esta película considero propicio explicar el contexto de
Francia post Mayo del 68 en el cual transcurre. Ahora bien, si uno se pone a pensar en los
finales de los años 1960, se discierne una revuelta tanto en el Este como en el Oeste,
tanto en el Sur como en el Norte del mundo. En el caso francés, este hecho dejo sin
dudas innumerables marcas en la sociedad: desde el espacio público, en el espectro de
sus fuerzas políticas, así como en las dinámicas y los discursos que animan sus
variantes, de la izquierda a la derecha; pero también, en ámbitos de repente más
privados, como son las formas de vivir en –o sin– pareja, afirmar las preferencias
sexuales, concebir de forma diferente la educación de los hijos, etc. Para unos, estas
transformaciones serán objeto de celebración (como es el caso de los padres de Anne);
para otros, blanco de acusaciones (abuelos de la niña).
En mayo del 68, Francia se encuentra regida por el gobierno del general Charles
de Gaulle, elegido en nombre de la Unión por la Nueva República (UNR), encarna una
figura presidencial fuerte, supuesto reflejo de una Francia “tradicional” y potente1. De
hecho, su mandato inspira referencias a una “monarquía republicana” dentro de un
“sistema francés de autoridad”; en paralelo se desarrolla la dictadura de Franco en
1 No debemos olvidar que la película transcurre entre 1970/71, momento en el cual muere de Gaulle, hecho que será vivido como un gran golpe para los abuelos de la protagonista, fuertemente conservadores.
-Cecilia Capovilla- 2
España. No obstante, la Francia de la época está marcada por los efectos de la
descolonización (sobre todo el caso de Argelia). Frente a De Gaulle, el Partido Comunista
Francés constituye la principal fuerza de oposición, en un trasfondo de polarización de la
Guerra Fría y de las experiencias recientes de la Cuba de Castro, de la Revolución
Cultural en China y de la elección de Salvador Allende en Chile con el apoyo de la Unidad
Popular.
Paralelamente, Mayo del 68 es el punto de inicio para un sinnúmero de
reivindicaciones que, sin plantearse en términos de una toma del poder sino más bien
desde el ámbito social y cultural, van a empezar a concebir en la idea de no depender de
nada ni de nadie, fundado en el derecho a la libertad y a la subjetividad. En este contexto
no sólo se replantea la autoridad desde el Estado, sino que también se redefinen las
relaciones sociales dentro de múltiples escenarios –instituciones educativas, familiares,
incluso en los vínculos familiares, etc.- en un trasfondo de liberación del agente –
empezando por lo sexual–, afirmación de la igualdad en la diferencia, llamados a la
autodeterminación, la autonomía y la autogestión.
Efectivamente, a lo largo del film podemos ver estas reivindicaciones que
comenzaron a desarrollarse en Francia post 68 y, a mi modo de ver, corresponde con el
desarrollo de prácticas autónomas al interior del “campo familiar” de Anna que se va a
diferenciar de otros: “a cada uno de los campos corresponde un punto de vista
fundamental sobre el mundo que crea su objeto propio y que encuentra en sí mismo el
principio de comprensión y de explicación conveniente a dicho objeto” (Bourdieu; (1996)
[1997]: 119). Algunas de las escenas que demuestran cierta actitud de liberación del
agente en cuanto a lo sexual por ejemplo se dan, al principio de la película, cuando Anna
y su familia efectúan la práctica de bañarse desnudos todos juntos; cuestión que es
fuertemente criticada por los abuelos maternos de la niña.
Otra escena que muestra el contraste es cuando Cécile, una amiga de Anna del
colegio, va a visitarla a su casa y el padre de Anna se pasea desnudo frente a ellas. Para
la niña De la Mesa, esto constituye una práctica habitual, en cambio para su amiga,
representa un hecho inapropiado, inmoral. Otro ejemplo muy claro hacia el final de la
película de la diferencia de crianza entre las familias que llevan la bandera de estos
procesos de liberación y aquellas más conservadoras, se da cuando Anna se enfrenta a
sus compañeras del colegio religioso al que asiste dándoles a conocer que “ella sabe
cómo se hacen los bebes”, cuestión que resulta inimaginable para el resto de las niñas.
-Cecilia Capovilla- 3
De hecho, Mayo del 68 y los años que le siguen transcurren a la par con un
rediseño del papel y de los derechos de las mujeres en la sociedad y, con ello, también de
las relaciones hombres-mujeres-hijos, en una perspectiva de liberación de la mujer y
derecho de las mujeres a disponer de su cuerpo. Vale la pena subrayar, por ejemplo, el
surgimiento de organizaciones de mujeres y organizaciones feministas, entre las cuales el
Movimiento de Liberación de la Mujer –Mouvement de Libération de la Femme (MLF)– se
destaca como el más potente y radical. No debemos olvidar que Marie (madre de Anna)
es activista de estos movimientos, ella se dedica a documentar historias de mujeres que
han abortado voluntariamente, con lo cual luego publicará un libro.
Similarmente, la época se presta para experiencias de “vida en comunidad”,
dejando de lado el tradicional esquema de la pareja heterosexual e hijos. Esto se ve con
claridad en la película y será una de las cuestiones que a Anna más le costará
comprender, ya que de pasar de tener una vida tranquila en su dulce hogar con sus
padres, hermano y niñera, su casa se convirtió en un lugar de reuniones permanentes,
caracterizado por la vida en comunidad; además, sus padres quieren inculcarle la
solidaridad grupal.
¿De dónde vengo, a dónde voy, quién soy?
Bourdieu alerta sobre el carácter de los objetos del mundo social; para los agentes éstos
significan, son productos de su conocimiento, le simbolizan. De esta manera, la
sociología, en un segundo momento y luego de haber ubicado a los agentes
objetivamente en el espacio social (campo), debe introducir en su análisis las
representaciones iniciales que los individuos se hacen de los objetos. De esta manera,
resulta necesaria la introducción del hábitus, es decir, la experiencia inmediata y vivida de
los agentes, con el fin de explicar las categorías de percepción y apreciación
(disposiciones) que estructuran su acción desde el interior.
El hábitus funciona de manera espontánea, “sin dirección de orquesta, pero
orquestada” entre las oportunidades (número finito) y disposiciones. Mantiene un orden de
lo pensable y lo posible, marca un límite a los deseos y pensamientos de los agentes,
produciendo una articulación entre las oportunidades y las decisiones, las probabilidades
y las esperanzas subjetivas. De esta manera, el hábitus como principio de la no
conciencia e ideología justificativa del mundo, no representa sólo categorías cognitivas e
instrumentos de conocimiento, sino también instrumentos de dominación: “como
-Cecilia Capovilla- 4
operadores de integración cognitiva promueven, por su misma lógica, la integración
social de un orden arbitrario.” (Pierre Bourdieu y Loic Wacquant, 2008:38).
De este modo, y siendo el objetivo de este trabajo comprender y explicar la
constitución del hábitus de la fracción dominada (los hijos) de una familia tipo francesa de
fines de los años 60 y principios de los 70 a partir de la película “La culpa es de Fidel”, es
necesario en primer lugar, describir ese “campo familiar” dentro del espacio social para
luego, poder explicar cómo se constituye el hábitus de Anna.
La estructura de un campo es el producto de la historia de ese campo, es decir, de
“la historia de las posiciones constitutivas de ese campo y de las disposiciones que
favorecen” (Bourdieu; (1996) [1997]: 120). Los campos sociales, tal y como los definió
Bourdieu, no son estructuras fijas, aunque su funcionamiento responda a leyes generales
de los campos que el sociólogo intenta poner de manifiesto.
Si nos situamos en el inicio de la película para poder describir el “campo familiar”
de Anna, todo parece funcionar sin mayores conflictos: la familia, la escuela religiosa, sus
prácticas deportivas, quien se encarga de su cuidado (Filomena, una exiliada cubana),
comparten en cierto modo un lenguaje común. El tránsito y el pasaje de una institución a
otra (escuela –familia) son experimentados por la protagonista sin mayores dificultades.
Como en todo campo, existe una disposición vertical -relaciones de poder- en la cual ella
se ubica en la parte inferior, en el grupo de los dominados (junto a su hermano) y una
disposición horizontal que corresponde a una estrategia de diferenciación dentro de la
vida social, es decir, la distinción que se caracteriza por los gustos y prácticas de una
familia burguesa.
Inmediatamente en el film algo viene a interrumpir, algo viene a alterar los saberes
que para ella funcionan como certezas: se desata la irrupción de un presente político que
ingresa al hogar sin golpear la puerta produciendo un cambio en los paradigmas del
mundo adulto y en el de la niña, y que puede registrarse tanto a medida que avanzan los
diálogos, como en los cambios de plano de la cámara. La muerte del tío de Anna –un
militante comunista que lucha en España contra Franco- y la llegada a su casa de su tía y
su prima, se convierten en los hecho que determinaron la decisión del padre de la niña de
abandonar su trabajo y dedicarse a la militancia. Por su parte, Marie, la madre de Anna,
también activa su militancia política.
Teniendo en cuenta los postulados de Bourdieu, el campo a cada momento está
caracterizado por las relaciones de fuerza surgidas de las luchas intestinas que son el
fruto de las diferentes estrategias movilizadas por los actores: ya sea para defender la
-Cecilia Capovilla- 5
orientación del campo y la posición que ésta les confiere (defensa de la ortodoxia), o para
tratar de subvertir el orden establecido (la doxa, la opinión común del campo) con el
objeto de modificar el ordenamiento del capital específico establecido.
De este modo, podemos ver que los cambios introducidos al interior del “campo
familiar” por el sector dominante, la inversión de sus prácticas, va a generar en Anna una
actitud contestataria, ella interpela al mundo adulto que la rodea, hasta llegar por
momentos a incomodarlo; la curiosidad impulsa sus acciones tratando de comprender lo
que sucede y los cambios por los que atraviesa su vida. Ante la mudanza de su hogar con
jardín a un pequeño departamento, el remplazo de su nana por niñeras extrañas
procedentes de diferentes países (una griega cuyo marido lucha contra el gobierno militar
en Atenas y les narra cuentos de mitología, una joven vietnamita refugiada que les cuenta
leyendas asiáticas), la reducción de su capital económico, etc. podríamos decir que ella
tiene una actitud en la cual de modo permanente defiende la ortodoxia2. Esto queda
claramente reflejando en un momento en el que ella recrimina a su madre:
-“quiero ir a catecismo, la casa grande y a mi niñera……comíamos comida normal,
teníamos un jardín”.
Ahora bien, ¿Cómo se constituye el hábitus de Anna? ¿Cuál es la posición que
ocupa en el espacio de su familia? al comenzar, la directora de la película pone el foco en
una escena familiar que se desarrolla en la casa de la abuela materna. Mientras se
celebra la boda de su tía (hermana de su madre) Anna imita a los adultos que la rodean
en sus modos de caminar, tomar las copas, cortar la fruta, y se jacta frente a su tía de
enseñarles a otros chicos sus modales distinguidos. A continuación, aparece una escena
en la escuela, en la que se observa a un grupo de niñas de la misma edad, uniformadas,
bien peinadas, sentadas una detrás de otra, que se paran y se sientan al mismo tiempo al
ver entrar a las religiosas que ofician de maestras.
Ambas escenas representan acciones que ponen de manifiesto el funcionamiento
del concepto de hábitus, lo social hecho cuerpo. Bourdieu coloca el cuerpo en el centro de
la distinción sociológica, y lo coloca como acto primario: a través del cuerpo se construyen
datos sociológicos y la forma de conocimiento. El sentido práctico, se conoce a través del
cuerpo. Esto es, el mundo social es incorporado e interpretado mediante la corporalidad.
En palabras de Bourdieu “el hábitus se define como un sistema de disposiciones durables
y transferibles –estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras
estructurartes- que integran todas las experiencias pasadas y funciona en cada momento
2 Dado que la lucha por el reconocimiento social es el motor de la vida social, podemos decir que ella interpreta dicho proceso de cambio como el camino a la muerte simbólica.
-Cecilia Capovilla- 6
como matriz estructurante de las percepciones, las apreciaciones y las acciones de los
agentes cara a una coyuntura o acontecimiento y que él contribuye a producir” (Bourdieu;
(2000) [1979]:64).
Retomando lo expuesto al principio de este escrito donde caracterizábamos la
Francia post 68, cabe recordar que ese año es el punto de inicio para un sinnúmero de
reivindicaciones fundadas en el derecho a la libertad y a la subjetividad -con un trasfondo
de liberación del agente-, que van a empezar a concebir ideas como la de no depender de
nada ni de nadie, la afirmación de la igualdad en la indiferencia, llamados a la
autodeterminación, la autonomía y la autogestión. En paralelo a ello además, se comienza
a poner en práctica experiencias de vida en comunidad. Anna, es criada en este contexto,
por eso van a surgir ciertas contradicciones y paradojas en su hábitus.
La primera contradicción es que, al ser criada en ese clima con tanta libertad y
autonomía que crea un marco cognitivo que no le permite adecuarse cuando en su
familia comienzan a darse procesos de “colectivización”; he aquí la primera paradoja: se
vuelve individualista dentro de una familia comunista. De esta manera, su hábitus se forja
de manera escindida, teniendo contradicciones que se tejen a lo largo de todo su relato de
vida. La segunda contradicción es que la niña es contestataria para con su familia. Su
trayectoria de vida dentro de un espacio social determinado, generó en ella
predisposiciones estéticas que no le permiten comprender los “nuevos gustos” de su
familia, por lo que responde reaccionariamente. Ello conduce a la segunda paradoja:
efectivamente, sus padres desempeñaron correctamente su tarea de educadores
inculcándole a su hija las nociones de libertad, autonomía, etc. pero, al cambiar las
prácticas dentro del “campo familiar”, su capacidad de autodeterminación –determinada a
su vez por el hábitus que la estructura- hizo que responda con una actitud contestataria,
oponiéndose a todos los cambios, transformándose en una “momia”3, como la llamaba su
papá.
En una escena, la niña se despierta en la noche y comienza a caminar en el
pequeño departamento y se encuentra con su padre. Ella interroga:
- “¿Qué es ese ruido?”
- “Es una reunión de mi trabajo”, responde el padre.
- “Otra vez! Siempre tenemos gente aquí!”
- “Ven a saludar por primera vez. Este es Emilio y Pierre. Ellos trabajan conmigo
para el Gobierno de Allende en Chile.
3 “Momia” es el modo en que en Chile llamaban a los que estaban en contra de Allende.
-Cecilia Capovilla- 7
Mi hija Anna. Mi pequeña momia”.
- Uno de los muchachos le pregunta: “¿Quieres decir momia? ¿Como esas
pequeñas momias? ¿Tu hija es reaccionaria?”
- El padre respondo: “Ella insiste en quedarse en la escuela católica”.
- “¿La pusiste en una escuela católica?”
- “Eso fue hace mucho tiempo. Marie quería que fuera”.
- Ante esta situación, Anna se enoja y comienza a gritar diciendo: “Porque dices
eso? Mi escuela está bien. A ti también te gusta!”
A lo largo de toda la película puede observarse que las actitudes de Anna son
totalmente diferentes a las de su hermano Francisco. Mientras que él toma una actitud
pasiva y se adapta a los cambios sin inconvenientes, ella reacciona impetuosamente. Ello
tiene que ver con la relación entre las posiciones y disposiciones: los hábitus como
sistemas de disposiciones sólo se realizan efectivamente en relación con una estructura
determinada en posiciones socialmente indicadas, pero a través de las disposiciones
(más o menos ajustadas a las posiciones) se realizan tales o cuales de las
potencialidades que estaban inscriptas en las posiciones.
En palabras de Bourdieu “en todos los casos en los que unos individuos originarios
de la misma fracción o de la misma familia, y sometidos en consecuencia a unas
inculcaciones morales, religiosas o políticas que pueden suponerse idénticas, se
encuentran propensos a unas posturas divergentes (…) a causa de las diferentes
relaciones con el mundo social derivadas de unas trayectorias individuales divergentes, y
según, por ejemplo, hayan tenido éxito o no las estrategias de reconversión necesarias
para escapar a la decadencia colectiva de su clase” (Bourdieu; (2012) [1979]: 127).
El hecho de que en idénticas situaciones los agentes puedan responder de modo
distinto tiene que ver con el papel mediador del hábitus, que funciona engendrando
estrategias –aunque sin deliberación ni intención estratégica- para hacer frente a
coyunturas imprevistas. El hecho de que Anna tenga algunos años más que Francisco
determina que en la construcción de su hábitus hayan actuado mayores instituciones que
en la del pequeño –como la escuela religiosa por ejemplo-. Además, el ser “la mayor” le
absorber todo lo que le es enseñado –como los de su primera niñera y sus abuelos
maternos- con mayor facilidad, sino también ser consciente de ciertos gustos y prácticas
que desea seguir realizando y que no está dispuesta a perder; por ello va a ejecutar
estrategias de reconversión.
-Cecilia Capovilla- 8
Ahora bien, el malestar que se manifiesta en el relato de vida de Anna es producto
de una histéresis entre sus esperanzas subjetivas de tender a permanecer (enmarcadas
en un fuerte proceso de individuación) y las probabilidades objetivas (producto de la
estructura familiar). Es decir, su malestar es producto de un desfase que se da entre las
disposiciones adquiridas, que corresponden a un estado anterior del universo social, y el
entorno actual de la acción cuya novedad produce esas situaciones de hábitus
anacrónicos.
La culpa es de Fidel
Dicho proceso de histéresis es consecuencia de una doble contradicción entre las
condiciones materiales y las condiciones simbólicas (o cosmovisión) que la determinan.
Anna es una niña partida en dos, cuyo corazón es un cuadrilátero de disputas simbólicas
e ideológicas, de dos posturas cuya inocencia le impide discernir entre “la correcta” y la
“incorrecta”. Anna recibe una enseñanza católica de un oído y gritos a favor del socialismo
en el otro. Pero no comprende ninguna de las dos perspectivas, simplemente a aprendido
el Génesis, el Espíritu de Grupo, cosas que dichas fuentes educativas le han inculcado
durante su infancia.
Para comprender porque me refiero a una “doble contradicción” me parece
propicio explicarlo de la siguiente manera:
CONTRADICCIÓN
CONDICIONES MATERIALES CONDICIONES SIMBÓLICAS
Relacionadas
con su
origen social
-Padres profesionales provenientes
de familias burguesas.
-“Gusto de lujo” caracterizado por
“tres estructuras de consumos
distribuidas en tres categorías
principales: alimentación, cultura y
gastos de presentación de sí mismo
y de representación (vestidos,
cuidado de la belleza, artículos de
tocador, personal de servicio, etc.)”
(Bourdieu; (2012) [1979]: 215) que
-Admiración del hábitus de su familia
materna.
-Alegatos de sus abuelos a quienes
admira.
-Pláticas con su primera niñera.
-Valores inculcados por sus padres
como la autonomía individual y la
libertad sexual.
-Exigencia en sus prácticas
educativas para distinguirse de las
demás niñas.
-Cecilia Capovilla- 9
permiten la distinción.
-Escuela de enseñanza religiosa.
-Hogar amplio con jardín.
-“Campo familiar” integrado por
madre, padre, hermano y nana.
-Visitas con familias pertenecientes
al mismo espacio social.
-Preferencia en sus clases de
catecismo por la Génesis.
Ejecutadas a
partir del
cambio en las
prácticas al
interior de su
“campo familiar”
-El padre renuncia a su trabajo y
comienza a hacer viajes a Chile.
-Reducción del capital económico
que ya no le deja satisfacer ciertos
gustos: cambian sus alimentos, su
niñera, privación de las clases de
religión, etc.
-Se mudan a un pequeño
departamento.
-Integración al “campo familiar” de
su tía y prima.
-Transformación de su hogar en un
punto de reuniones políticas.
-Personas que ella nunca vio visitan
todas las noches su casa (a quienes
determinará por su “mal gusto
estético”: barbudos, pelos largos,
despeinados, ropas andrajosas,
etc.).
-Su papá se dejó crecer la barba.
-Relatos y cuentos sobre el origen
del mundo de sus nuevas niñeras.
-intento de los padres para suplantar
la actitud individualista contestataria
de Anna, por los ideales de la
comunidad.
-Explicaciones de los barbudos
sobre qué es el comunismo.
-Le prohíben la lectura de Blanca
Nieves y Mickey Mouse por ser
considerados fascistas.
-Se entera que sus antepasados
paternos fueron torturadores
franquistas.
-Necesidad de defender las nuevas
prácticas de su “campo familiar” ante
la visita de sus compañeras del
colegio.
A lo largo de la película, hay escenas fundamentales que demuestran situaciones
que aumentan la contradicción de la niña. Las más importantes a rescatar desde mi punto
de vista, son conversaciones que mantiene con Filomena, quien le da una explicación de
porqué sus padres están cambiando de parecer y una “definición” del comunismo. Estas
explicaciones –junto a otras dadas por sus abuelos- le permitieron a Anna construir un
-Cecilia Capovilla- 10
marco de referencia desde donde clasificar y etiquetar determinados hechos o personas.
La primera escena se desata al comienzo de la película, ante la llegada de la tía de Anna:
- “Cuéntame sobre tus clases”. Interroga Filomena.
- “Eran sobre nuestras vacaciones en Bordeaux. Escribí sobre la boda de
Isabelle y Mathieu. Pero no escribí sobre el tío Quino. No sabía que decir”.
- “Hiciste bien. Algunas cosas son secretas. Como tener comunistas en la
familia”.
- “¿qué?” pregunta la niña con gran incertidumbre.
- “Comunistas!!!! los barburdos! Yo tuve que abandonar Cuba por la culpa de
Fidel y los comunistas. ellos casi causan una guerra nuclear”. Escucha Anna:
espero que su tía se valla. Ella volteará sus cabezas como todos esos sucios
rojos!”
El segundo diálogo se da cuando los padres de Anna despiden a Filomena:
- “Ésta será mi primera navidad sin ti”, explica la nana con tristeza.
- “No será una navidad real. El abuelo y la abuela no estarán aquí tampoco (…).
Toda la culpa es de ellos”.
- “Tus padres dicen que no pueden seguir pagándome. Pero yo sé porque fui
despedida: se han vuelto comunistas!”
- “¿Es por eso que nos estamos mudando?”
- “Tú eres como yo! Yo huí de Cuba, tuve que abandonar mi hogar. Ahora tú
también tienes que abandonar tú hogar. Él los vuelve locos”.
- “Entonces… la culpa es de Fidel”.
Estas explicaciones que la niña recibe de Filomena - que concuerdan con la visión
de sus abuelos maternos y con lo que le enseñan en su colegio religioso-, se contraponen
con las nuevas prácticas desempeñadas al interior de su “campo familiar” y con aquellas
declaraciones que recibe de sus padres y los barbudos, quienes le intentan explicar cómo
debe ser la distribución de las riquezas del mundo para que sean compartidas, modos de
solidaridad grupal, etc.
Las contradicciones que la niña tiene, su sensación de tristeza por la no
correspondencia entre su hábitus y la nueva realidad en la cual se encuentra inmersa,
reproducen en ella su actitud contestaria.
-Cecilia Capovilla- 11
Conclusión
Ahora bien, ¿Cómo se resuelven estas tensiones? ¿Se adecua Anna? ¿Quién gana el
juego?
Si nuestras conclusiones son generadas a partir del desenlace de la película,
podemos decir que Anna resuelve enfrentar estas contradicciones buscando sus propias
respuestas de manera independiente -ya que observa que los mayores reconocen
equivocarse una y otra vez-. Ella comenzará a observar las dos caras de la moneda y
sacará sus propias conclusiones, construirá su verdad a partir de circunstancias que le
permitan tener una interpretación propia, siendo esto lo único en lo que confiará.
Ahora bien, en lo micro, se puede ver lo macro. Si ampliamos nuestro análisis y
tenemos en cuenta la sociedad francesa post mayo del 68 hasta la actualidad, podemos
decir que la familia de Anna es una “caja de resonancia” de la época. Las contradicciones
de la niña no significan que las reglas del juego familiar se hayan trastocado, sino que sus
padres se adecuaron a los nuevos patrones sociales de distinción, para preservar su
estatus: “la entrada de la pequeña burguesía en el juego de la distinción se pone de
manifiesto, entre otros indicios, por la ansiedad que suscita el sentimiento de dar motivo
para la clasificación” (Bourdieu; (2012) [1979]: 65). Esto es, en la década del 70 en
Francia, ser comunista, pertenecer a ciertos movimientos de liberación de la mujer, pro
aborto, etc. eran nuevas formas de distinción.
En la actualidad se puede vislumbrar en Francia un regreso a los “antiguos
valores” en el ámbito de la familia y la educación: ¿Cómo es posible que eso suceda
luego de un proceso de reivindicación en el ámbito social y cultural que concebía ideas
como las de no depender de nadie, donde se redefinieron las relaciones sociales dentro
de múltiples escenarios –instituciones educativas, familiares, incluso en los vínculos
familiares- con un trasfondo de liberación del agente –empezando por lo sexual–, donde
se afirmaba la igualdad en la diferencia, se llamaba a la autodeterminación, la autonomía
y la autogestión? El individualismo terminó siendo víctima de sus propios efectos: llevado
a sus extremos, abrió camino a la proliferación de reivindicaciones de toda índole,
fundadas ante todo en singularidades subjetivas particulares.
Los padres de Anna, pertenecientes a la generación de los herederos de la cual
Bourdieu nos habla, hicieron lo correcto, y las buenas decisiones se trasmiten de
-Cecilia Capovilla- 12
generación en generación. Las contradicciones de Anna, la llevaron a buscar estrategias
de transmisión (reproducción), sacando su forma y su contenido de la estructura del
espacio que las rige y que de tal modo se perpetúa: “…el hábitus heredado, por tanto
inmediatamente ajustado, y la coerción por cuerpo que se ejerce a través de él, es el más
seguro garante de una adhesión directa y total a las exigencias, a menudo implícitas, de
los cuerpos sociales. Las estrategias de reproducción que engendra son una de las
mediaciones a través de las cuales se realiza la tendencia del orden social a preservar en
el ser” (Bourdieu; (1999) [1997]: 181).
Esta redundancia del mundo social, es decir, esta posibilidad de reproducir que le
da cierta estabilidad a los agentes -efectivamente por más que el “campo familiar” de
Anna se haya readecuado, su hábitus incorporado le va a permitir distinguirse en la nueva
escuela, ya que su trayectoria familiar le permite tener por ejemplo, un capital cultural
mayor al de los otros niños (a esto me refiero cuando digo que sus padres tomaron la
decisión correcta)-, está determinada por una parte por “las tendencias inmanentes de los
agentes (…) a reconstruir las estructuras de las que son el producto; y por la otra, por las
tendencias inmanentes a los universos sociales, sobre todo a los campos, que son el
producto de mecanismos independientes de las conciencia y voluntades, o de reglas o
códigos explícitamente acondicionados con miras a asegurar la conservación del orden
establecido” (Bourdieu; (1999) [1997]: 256).
Bibliografía
Bourdieu, Pierre (1999) [1997] Meditaciones Pascalianas. Barcelona: Anagrama.
--------------------- (1991) [1980] El sentido práctico, Taurus, Madrid.
--------------------- (2012) [1979] La distinción. Criterios y bases sociales del gusto,
Taurus, Buenos Aires.
Bourdieu, Pierre y Wacquant Loic. J. D. [2008] Una invitación a la sociología
reflexiva. Siglo Veintiuno. Argentina.
-Cecilia Capovilla- 13