AGENCIAMIENTO POR LO PICTÓRICO

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Tesis profesional presentada por Miguel Ángel Casco Arroyo como requisito parcial para obtener el título de Licenciatura en Artes Plásticas.AbstractEn el presente documento se propone retomar algunas ideas en relación con una de las situaciones trabajadas en el último siglo sobre las relaciones y dependencias entre la imagen fotográfica y la imagen pictórica. La diferencia en esta inmediación reside en que el planteamiento se sustenta desde la voz del autor: la experiencia como forma de reconocimiento sensible en el uso de los materiales y la aproximación afectiva entre el objeto producto y su remitente. La propuesta tiene un sesgo interdisciplinario; entreteje el ámbito literario (abordando la crítica hacia la representación artística contemporánea1), el ámbito filosófico2, la lógica semiótica peirciana y los personajes de la producción artística dentro de la triada analítica y semiótica.

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  • AGENCIAMIENTO POR LO PICTRICO

    Captar, representar y presentar fuerzas

    Miguel ngel Casco Arroyo

  • 1

    Fundacin Universidad de las Amricas Puebla

    Escuela de Artes y Humanidades

    Departamento de Artes

    Tesis profesional presentada por

    Miguel ngel Casco Arroyo

    Como requisito parcial para obtener

    el ttulo de licenciatura en Artes Plsticas

    Director: Mtro. Humberto Chvez Mayol

    Segundo Lector: Mtro. Carlos Arturo Arias Vicua

    Sinodal: Mtro. Joaqun Conde Garca

    Santa Catarina Mrtir S/N, Cholula; Puebla. Mayo, 2014

  • 2

    Para Andrea

  • 3

    II

    Agradezco el apoyo, amor y dedicacin que me brindaron mis padres

    A mis hermanos, quienes sin dudar me ofrecen su apoyo y cario

    A la familia Garay Almada, por su calidez y calidad como personas

    A mis familiares:

    Beto, Adri, Alex, Chib, Carlos, Roco, Rafa, Gaby, Eduardo, Laura, Alan, Ayrton

    Gracias por su cario, apoyo y fortaleza para seguir adelante

    To Paulo, gracias por tu amistad y confianza

    A mis abuelos Tere y Necho; Lucy y Miguel

    A mis maestros, que a parte de su conocimiento, me brindan su amistad

    Jos Munive, Carlos Arias, Joaqun Conde, Humberto Chvez, Laurence

    A mis colegas, amigos y guas:

    Roger, Charley, Dani Kerenski, Gallo, Yair

    Gracias a todos aquellos que de cierta forma favorecen mi camino

  • 4

    III

    CONTENIDO

    Abstract 5

    Introduccin 6

    Presencia y materia 12

    Ruta: Imagen diagrama metfora 17

    Presentificacin y f lujo 25

    Entidad figurativa 36

    A manera de algoritmo 43

    Imgenes citadas 50

    A propsito de Agenciamiento por lo pictrico 51

    Bibliografa 57

  • 5

    ABSTRACT

    En el presente documento se propone retomar algunas ideas en relacin

    con una de las situaciones trabajadas en el ltimo siglo sobre las relaciones y

    dependencias entre la imagen fotogrfica y la imagen pictrica. La diferencia en

    esta inmediacin reside en que el planteamiento se sustenta desde la voz del

    autor: la experiencia como forma de reconocimiento sensible en el uso de los

    materiales y la aproximacin afectiva entre el objeto producto y su remitente. La

    propuesta tiene un sesgo interdisciplinario; entreteje el mbito literario

    (abordando la crtica hacia la representacin artstica contempornea1), el mbito

    filosfico2, la lgica semitica peirciana y los personajes de la produccin artstica

    dentro de la triada analtica y semitica.

    1 Realizada por M. Houellebecq en El mapa y el territorio 2 Desde las reflexiones de G. Deleuze en Lgica de la sensacin

  • 6

    INTRODUCCIN

    Actualmente la prctica artstica, en palabras de Hctor Agosti, se considera una

    forma de conocimiento. No obstante, a diferencia de conocer mediante leyes

    universales, lo cual es privativo de la ciencia, aqu se trata de un conocer singular;

    aunque esta singularidad no signifique necesariamente la proclamacin abusiva

    del individuo3. Es decir, existe determinado tipo de conocimiento que es calificado

    de objetivo y por tanto prescinde de criterios subjetivos. Sin embargo, slo es

    parte de la abstraccin de aquello que se considera realidad.

    De hecho, aprehender la realidad4 ha significado representarla, mediante leyes de

    la fsica, qumica, matemtica, entre otras disciplinas, as como tambin leyes de la

    mmesis5, e, incluso dicha aprehensin de la realidad en algunos momentos ha

    sido considerada fin esencial del arte occidental. De la misma manera, se sabe

    que desde los bfalos de Altamira, Xie He en el siglo V, San Agustn, Giotto,

    Vasari, Caravaggio, hasta Alyssa Monks, por mencionar algunos; se ha buscado la

    imitacin exacta de la realidad. Inclusive en este tiempo algunos performances,

    happenings y dems medios usan como representamen dentro del arte a la 3 Agosti, Hctor. Defensa del realismo. Uruguay: Ediciones Pueblos Unidos, 1945 4 Es pertinente aclarar que el trmino realidad carga con una suerte un tanto subjetiva. En este caso se habla de lo cognoscible, es decir, el entorno que nos rodea. 5 Vocablo latino (mimsis) que deriva del griego (, mmesis) y se traduce como "imitacin".

  • 7

    cotidianeidad. El orden de ideas anterior conduce a la pregunta podran ser estas

    prcticas otra suerte de mimetismo?

    Hacia el siglo XIX, con la aparicin de la fotografa (la cual por medio de

    reacciones qumicas logra capturar la luz reflejada en los objetos), la cualidad

    mimtica en la pintura fue cediendo esa forma ilustrativa-documental para

    enfatizar su carcter matrico y formal. Como resultado de lo anterior se tiene que

    durante el Siglo XX, enfatizado por los movimientos vanguardistas, la pintura fue

    encontrando otros devenires o posibilidades de desarrollo formal y conceptual. En

    algunos casos hasta agotar sus recursos. Por otro lado, el dominio de la fotografa

    y su uso remarcaron las cualidades sensibles de la obra de artistas romnticos

    como Delacroix Degas, quienes hacan uso de la fotografa para prescindir del

    modelo vivo [1].

    La pintura, asediada por la presencia de la imagen mimtica-indicial que

    proporcionaba la fotografa, logr independizarse de la necesidad de satisfacer la

    iconicidad del modelo a representar. Por otro lado, con la democratizacin de la

    tcnica fotogrfica, durante el siglo XIX, podra decirse que al menos un setenta

    porciento de los habitantes de las grandes y medianas ciudades occidentales

    contaban con una fotografa-retrato familiar, las cuales incluso tenan la facilidad

  • 8

    de enviarse por servicio postal. Sin embargo, sumado lo anterior, cabra mencionar

    que la pintura comienza a dedicarse a su campo propio: color, forma y materia,

    como se observa dentro de la propuesta de Monet [2]. Sin embargo, el retrato no

    se dej de lado, sino que se vio envuelto en ejercicios referentes a la luz y el color.

    Cabe mencionar que aquellos retratados eran amigos o familiares, lo cual

    devendra en una suerte de intimidad dentro de la misma pintura, o al menos

    cierta cercana entre el modelo y el autor, lo cual se mencionar ms adelante.

    [1]

  • 9

    [2]

    La fotografa, por otro lado, a mediados de la dcada de los setenta fue ganando

    terreno dentro del crculo artstico, adems de ser reconocida dentro de la

    Academia de Ciencias. Sin embargo, slo entre pequeas lites intelectuales se

    considerada pieza artstica. De este modo, comenz la problemtica respecto a las

    dependencias iconolgicas entre pintura y fotografa, cuestionndose la

    pertinencia de la imagen pictrica figurativa dentro de la produccin artstica

    contempornea: al suplantar la labor documental de la pintura, pone en tela de

    juicio su permanencia dentro de las artes visuales, el carcter mimtico, y al mismo

  • 10

    tiempo desestabilizando el sentido del objeto a representar, a tal grado de fungir

    la fotografa como medio para la representacin de cualquier objeto6. Por esto

    sera oportuno cuestionarse qu relevancia tendra la pintura dentro del medio

    artstico contemporneo habiendo una diversidad basta de medios para producir

    imagen? Es decir, el acto pictrico mismo, vindose amenazado por la fotografa

    digital, tiene como objeto otro tipo de bsqueda, adems del parecido icnico?

    El presente trabajo busca responder a las preguntas anteriores, argumentando la

    pertinencia de la pintura figurativa a travs de la hiptesis siguiente: en la prctica

    pictrica existe una suerte de agenciamiento: lneas de articulacin, estratos,

    territorialidades, lneas de fuga, flujo, fenmenos de precipitacin y ruptura []7,

    todo eso llevado a la pintura. Reconstruccin de las funciones vitales del sujeto a

    representar (especficamente sujetos y no objetos, debido a las caractersticas de

    cada cual), es decir, mediante la pintura, se alcanzan otro tipo de niveles de

    6 Es pertinente aclarar que el trabajo presente funda su anlisis en la pintura figurativa y no en la formal, o abstracta. Dado que juzgo el cmo se construye la imagen icnica partiendo del agenciamiento fotogrfico. 7 Cita completa: Un libro no tiene objeto ni sujeto, est hecho de materias diversamente formadas, de fechas y velocidades muy diferentes [] . En un libro, como en cualquier otra cosa, hay lneas de articulacin o de segmentaridad, estratos, territorialidades; pero tambin lneas de fuga, movimientos de desterritorializacin y de desestratificacin. Las velocidades comparadas de flujo segn esas lneas generan fenmenos de retraso relativo, de viscosidad, o, al contrario, de precipitacin y de ruptura. Todo eso, las lneas y las velocidades mesurables, constituye un agenciamiento (agencement). Deleuze, Gilles & Guattari, Flix (1972). Capitalisme et Schizophrnie 1. L'Anti-dipe. Pars: Minuit.

  • 11

    sensibilidad 8, diferentes a los que se pueden alcanzar con la fotografa. Las

    cualidades perceptivas de la persona a retratar se filtran por la sensibilidad afectiva

    de un sujeto constructor de imgenes9.

    Para sustentar dicho argumento se pretende utilizar principalmente la propuesta

    tridica-icnica de Ch. S. Peirce, las reflexiones de G. Deleuze en Lgica de la

    sensacin y a P. Dubois en su concepcin de El acto fotogrfico. Tambin

    propongo la novela de M. Houellebecq as como Los placeres del parecido por F.

    Prez Carreo como mapa introductorio a la ruta: -imagen, diagrama y metfora-

    del propio Pierce.

    8 Facultad de sentir, propia de los seres animados. Relativo a las posibilidades hpticas de la pintura. 9 En mi produccin, nicamente retrato personas que conozco, y ms an fotografas recientes de esas personas que conozco, y tienen que ser tomadas por m.

  • 12

    PRESENCIA Y MATERIA

    A mediados del Siglo XX algunos movimientos artsticos retomaron la pintura

    como medio de representacin, as mismo la cualidad mimtica de la pintura

    cobr cierta tendencia hacia el foto realismo, debido a la influencia de la

    fotografa. Sin embargo el representamen que la pintura fue abordando tena que

    ver con situaciones ntimas o cercanas al autor, escenas realistas 10 donde se

    expona la crudeza del entorno que rodeaba al pintor; a diferencia de la poca

    romntica representada por el antropocentrismo que exista en dicho tiempo.

    En comparacin con lo que ocurre a mediados de la dcada de los sesenta

    propongo el siguiente ejemplo como predecesor de la misma tendencia

    fotorrealista [3]. Otto Dix desde un mbito socialista, aborda la pintura figurativa; y

    Lucian Freud, por otro lado y desde lo personal, tiende ms al mismo fotorealismo.

    Al centro, se encuentra O. Dix sosteniendo un telfono en su mano izquierda. La

    mitad de su rostro se encuentra en la sombra y su mirada es un tanto amenazante.

    A su derecha se puede observar a una mujer inclinada mirando hacia l con cierta 10 Volviendo al tema referente a la realidad, en este caso se aborda desde una perspectiva totalmente subjetiva, mostrando la realidad que al artista confiere, mostrndola de forma cruda: sin montajes o figuras retricas.

  • 13

    actitud seductora; por el contrario, un baterista de jazz con un rostro casi

    espeluznante, en su bolsillo cuelga un fragmento de la bandera de Estados

    Unidos. Al fondo se encuentran una pareja bailando, otra mujer con los pechos

    casi de fuera, un camarero y una figurilla un tanto fantasmal. El cuadro pareciera

    conservar tintes renacentistas respecto a su perspectiva. En trminos formales,

    aborda el detalle del realismo de una forma minuciosa, conservando el detalle

    cualitativo de cada objeto representado.

    [3]

  • 14

    [4]

    Dentro de Night Portrait [4] podemos observar cierta influencia fotogrfica, la

    composicin, el corte y la perspectiva pertenecen a las deformaciones de la lente

    misma. Sin embargo, las posibilidades sensorias de la materia visual que ofrecen

    las pinceladas, sutilmente envuelven en una suerte de sensualidad hptica desde

    lo mimtico, nos permite tocar con la mirada. Y, surge aqu la hiptesis, dichas

  • 15

    posibilidades justifican de sobremanera la persistencia de la imagen realista en la

    pintura, nuestros sentidos ms primarios se satisfacen antes que el intelecto. Sin

    embargo, sabemos que la problemtica planteada en el ltimo siglo respecto a las

    prcticas artsticas descansan su meta sobre el concepto. De esta manera, el

    objetivo del presente texto es plantear la sustentabilidad de la imagen pictrica a

    partir de la metfora envuelta entre el espectador y la pintura que invita a tocar

    con la mirada, haciendo uso de la ruta planteada por Pierce la cual sigue las tres

    categoras faneroscpicas: Imagen, diagrama y metfora. Lo cual se tratar en el

    captulo siguiente.

    Ahora bien, regresando a las posibilidades hpticas, ya mencionadas, se pretende

    continuar a partir de mi experiencia dentro del acto pictrico, el cual envuelve la

    presencia de la materia y la presentificacin11 de la el retratado. A travs de mis

    representaciones corpreas, pareciera que, por medio del formato y nfasis en el

    tamao de los cuerpos, se muestra esa carnalidad propia de la materia, y por tanto

    para m el leo es pieza de carne. En el momento de pintar, comienza una especie

    de ritual entre la imagen, la msica, la pintura, el lienzo y mis deseos. El mismo

    olor del aceite y los solventes generan una atmsfera atemporal. Todo eso

    introduce un sentido sensual y ertico en el acto mismo, y en las decisiones 11 Trmino propuesto por Chvez Mayol (2010)

  • 16

    sensibles a mis preocupaciones que parecen fluir en el momento de aplicar la

    pintura. De algn modo vislumbro situaciones, actos, devenires que se integran y

    aparecen en esa carnalidad, no slo en el cuerpo sino en todo el espacio de ese

    objeto rectangular, el lienzo.

  • 17

    RUTA: IMAGEN DIAGRAMA METFORA

    El mapa y el territorio, por Michel Houellebecq, es una novela sintomtica de

    nuestra poca. Disfrazado bajo la bsqueda de J. Martin, el autor desarrolla su

    objetivo: remarcar las caractersticas que tiene el arte contemporneo como parte

    del sector productivo de la sociedad. Por otro lado, pareciera que aborda

    sutilmente la lgica semitica de Peirce, desde los hipoiconos: imagen, diagrama y

    metfora. La vida de Jed Martin es pues, un recorrido a travs de esta triada; en

    primera instancia produce imgenes-pinturas de oficios, al mismo tiempo que

    descubre interesantes los mapas Michelin representndolos como diagramas-

    fotografas y en el trmino de su carrera artstica se dedica a elaborar metforas-

    videogramas donde puede simbolizarse, cito, una meditacin nostlgica sobre el

    fin de la era industrial europea, y ms en general sobre el carcter perecedero y

    transitorio de toda industria humana (Houellebecq, 377).

    Houellebecq muestra el trabajo pictrico de Jed Martin, el cual es inexistente,

    como un desgarre ficticio en la cruda realidad que nos rodea. Pensara que la

    pintura arrancase a cada uno de los retratados cierto pedazo de la ficcin que los

    hace ser ellos. El mapa y el territorio, manifiesta el hecho de pintar personas como

    un acto que se mueve a contra pelo del posthumanismo, rescatando los ideales

  • 18

    quiz renacentistas pero con un giro no de grandeza sino de cualidades

    individuales. De esta manera, dentro de la novela, cuando Houellebecq

    (personaje) cuestiona a Jed respecto a la pertinencia de la pintura, responde que

    encuentra poco atractivas las naturalezas muertas, o las pinturas de objetos. Las

    cosas, dentro de la novela, cobran ese papel de dejar ver caractersticas, mientras

    que las personas son participes de mostrar cualidades, texturas metafsicas. Como

    objetualizar eso que no se ve. Y Jed prefiere pintar personas y fotografiar objetos.

    Ahora bien, tomo los planteamientos de Pierce y su clasificacin de los hipoiconos

    en la novela, a partir de la mirada de F. Prez Carreo: La imagen, pertenece a la

    primeridad, un cono cuyo representamen slo participa de la cualidad de un

    objeto. Un diagrama es un icono indxico, el producto de una proyeccin

    espacial de las relaciones entre las partes del objeto en cuestin, por ejemplo los

    mapas. En la metfora, la semejanza puede constituirse a travs de smbolos

    convencionales como los del lenguaje natural12.

    Siguiendo lo anterior, podramos suponer que Houellebecq se detiene en cada

    una de las divisiones del cono, sin embargo, dentro de cada divisin pueden

    encontrarse las tres categoras faneroscpicas (cualidad, relacin y ley) de la 12 Prez Carreo, Francisca. Los placeres del parecido: cono y representacin. Pgs. 67-68

  • 19

    manera en que funcionan dentro de la propuesta de Prez Carreo. Por tanto la

    imagen pictrica (figurativa y formal) tanto como la fotogrfica tienden a encajar

    dentro de dicha definicin. Podemos encontrar caractersticas de cualidad e index

    dentro de ambas as como interpretarlas como metforas, dependiendo de la

    intencin del autor. Sin embargo cada propuesta se identifica por sus propias

    caractersticas tcnicas aun cuando fotografa y pintura sean la misma imagen. La

    hiptesis del proyecto surge pues a partir de la situacin trabajada en las pinturas

    hiperrealistas del ltimo siglo, puesto que con las nuevas tecnologas se muestran

    posibilidades artsticas de produccin que bien podran sustituir y reconfigurar lo

    concebido como prcticas artsticas, en este caso la pintura. Bien lo menciona

    Chavez Mayol en De las degeneraciones y el tiempo,

    Somos partcipes de una nueva dinmica

    sustentada en la expansin de sistemas informticos y

    en la multiplicacin de cdigos especficos; bajo ese

    parmetro, la significacin y la comunicacin

    constituyen un desplazamiento epistmico en la

    fundamentacin y transmisin del conocimiento: los

    ejes de realidad y verdad de la lgica binaria se han

    transformado en una funcin de interpretacin relativa.

  • 20

    De acuerdo con la cita anterior, cabra mencionar la prctica pictrica quiz como

    lo que es: una prctica, es decir, actualmente se sigue pintando, sin embargo ha

    perdido peso dentro del mbito artstico: Gabriel de la Mora, citando a Ulises

    Carrion, describe el proceso pictrico como una forma que sigue en la historia

    aunque desempea un papel diferente, todava puedes andar a caballo ahora,

    pero en el siglo XVI andar a caballo no era un placer, era pura utilidad prctica.

    Bueno, se inventaron los coches, pero la gente todava anda a caballo, claro.13 Es

    pues, que dentro del presente documento se defender a la pintura desde sus

    posibilidades prcticas.

    Ahora bien, la pintura est vinculada con la fotografa a tal grado que existe la

    tendencia al fotorrealismo, donde se pretende representar a partir de una tcnica

    no la imagen en s, sino las cualidades fotogrficas de la imagen. Casi como

    plantearse tcnicamente capz de realizar lo que una mquina realiza. Pero, al

    menos en mi trabajo, el reto no es lograr el parecido, sino captar las funciones

    vitales del sujeto y hacerlo saltar no como imagen, sino como presencia, jugando

    el papel de Jed Martin dentro de la novela de Houellebecq. Esto no podra

    lograrse sin la intervencin de un sujeto que designe dicha presencia como 13 Carrion, Ulises. Entrevista del libro El arte correo y el gran monstruo, 2014.

  • 21

    presencia, en este caso, como autor, al conocer a los sujetos a representar, se

    habla de ellos desde lo que capto y dejan ver, una especie de realidad paralela,

    casi como el otro yo de la persona. A modo de presentificarla(o).

    De esta manera, entendamos la presencia de la pintura y del mismo retratado

    como algo ms all de lo objetual, ese espacio atemporal donde los sucesos

    personales, las abstraciones primeras del modelo (imagen); las lneas, texturas y

    formas (diagrama); y el resultado del filtro de imgenes y momentos que ocurren

    entre el presente continuo del modelo y mi capacidad receptora, adems del

    lenguaje del color y forma (metfora), quedan objetivados en dicho objeto

    pictrico, permitiendo mostrar la esencia-presencia del mismo personaje creado.

    As, partiendo de las reflexiones de Peirce, quiz de manera superficial,

    remarcaremos la ruta planteada dentro de este captulo. Se piensa desde lo

    conico, postulando que el mundo fenomnico se aprehende desde la imagen ya

    que no podemos observarlo directamente, lo que se ve es su accin. En este

    momento, la clasificacin peirceana que sugiero interesante es la que divide el

    representamen icnico o hipoicono en tres grupos: imgenes, diagramas y

    metforas. Donde aquellos que comparten cualidades simples, o primariedades,

    son imgenes; aqu el cono y su objeto comparten rasgos similares aunque el

  • 22

    objeto puede no existir. Los que representan relaciones dadicas, de las partes de

    algo por medio de relaciones anlogas entre sus propias partes, son diagramas;

    donde existe la posibilidad de hecho, sin embargo existen diagramas mentales,

    los cuales por medio de un tercero o a travs de convencionalismos, donde la

    semejanza de su objeto dinmico y su representamen no tienen relacin directa,

    por ejemplo el dibujo de un cuadrado. Por ltimo, en la metfora, observamos

    que lo representado se muestra un poco ms ambigo, difcil de distinguir, quiz

    debido a la caracterstica legal que representa, la cual es arbitraria y referente a

    los sentimientos y emociones humanas, por as decirlo.

    Sigo esta ruta, a manera de metodologa para mi produccin, propongo su uso

    como maquinaria que, en funcin de la imagen icnica, deviene presencia y una

    forma de conocer; que quiz a primera instancia pueda juzgarse por su carcter

    decorativo14, sin embargo, cabra cuestionarse la pertinencia de lo no-decorativo

    desde la premisa de que todo arte produce un objeto, el cual tiene la capacidad

    de venderse, pese a que provenga desde un concepto, aunque tambin existen

    los happenings o el video arte que, a pesar de que podran documentarse, el

    14 Es sabido que actualmente la mayora de los que producen pintura, no buscan justificarla desde su accin, sino como objeto que, en un determinado mercado, se presta a objeto de decoracin. Debido a esto la suerte por la que corre dentro de las artes visuales se ve amenazada cumpliendo determinada funcin esttica.

  • 23

    guio se encuentra dentro de la accin y no dentro de lo vendible15. De esta

    manera, justifico mi investigacin desde lo que me permite pensar y no desde lo

    que produzco. As, la imagen-primera busca responder mis necesidades primeras

    de gusto, vagamente dicho, por la mera posibilidad de ser en el momento que es

    y me envuelve en sus diferentes posibilidades que al traducir a diagrama-segundo

    permite o al menos hace ms fcil la eleccin de un meta-dilogo entre lo que

    busco decir y lo que digo, y posteriormente intento manifestarlo por medio de una

    metfora-tercera a travs de pinceladas, colores, formas. Y de esta forma, lo

    generado es quiz desde caractersticas cualitativas pero que ordenadas de cierta

    forma permiten o posibilitan la ruta a un conocimiento, no digamos objetivo sino

    sustancial. O en ltima instancia, la atraccin de un espectador.

    Dentro del acto pictrico busco identificar aquello que la persona me deja ver de

    s. Percibo la cmara fotogrfica como medio-registro, la cual capta lo icnico de

    la imagen, registro del hecho, contenedor de cierta fraccin de tiempo, mapa del

    sujeto. Como tal, no pasa directamente por la sensibilidad de un intrprete. Sin

    embargo no descarto que con ayuda de Photoshop, pueda lograrse esa

    sensibilizacin del sujeto, como pintar digitalmente para lograr avivar la foto-

    registro. Por otro lado, en pintura a travs de la indexalidad de la pincelada busco 15 En este caso, hablo de los documentos que se generan a partir de la pieza.

  • 24

    representar la personalidad, en tanto ser, del sujeto: por ejemplo, s como modelo

    tengo a Andrea, busco traducir en pinceladas, lo que yo percibo como andreidad

    (facultad de esencia) [5].

    [5]

  • 25

    PRESENTIFICACIN Y FLUJO

    Sentado lo anterior, se partir explicando lo entendido por presentificacin del

    sujeto. En el captulo anterior, hablaba de la representacin por medio de la ruta

    planteada por Pierce: imagen, diagrama y metfora, y se dijo que por medio de la

    maquinaria representacional que ofrece la pintura y la misma ruta, podra

    entreverse la esencia de una persona, lo mencionado como andreidad. As la

    construccin de la vitalidad del sujeto por medio del agenciamiento pictrico-

    fotogrfico podra sustentarse en la reflexin de Gervais sobre la esttica del flujo:

    [] el flujo como una intensificada transformacin

    del interpretante dinmico a partir de la exuberante

    informacin generada en los medios y en el ciberespacio.

    En ese sentido, ya no hay un interpretante nico, sino una

    suerte de esttica del flujo que constituye una nueva

    concepcin artstica.

    Bertrand Gervais nos propone el mbito del objeto

    como una esttica de la presencia que no

    necesariamente implica lo real sino el mundo que se hace

    presente en la representacin y la esttica del trazo, que

  • 26

    no se refiere a un elemento estabilizado sino un trazo mvil

    en constante transformacin. La interpretacin se

    constituye como un flujo temporal constante. (Gervais en

    Chavez M., 2013)

    Entendamos aqu la esttica del flujo como la presentificacin, cito: suerte de

    vivencia esttica que bajo maquinarias metafricas de terceridad devendr

    presencia; la cual existe en el hecho a representar y as mismo en lo

    representado. Es pues que el flujo existe dentro del proceso mismo de la obra. La

    pintura como resultado no es la obra, sino slo el producto de toda esa

    presentificacin latente dentro del cuadro; traduccin de la iconicidad plasmada

    en la fotografa. Utilizo la pintura como accin para construir-liberar eso que la

    imagen fotogrfica retiene en segundos. Flujo contenido dentro del medio. Si la

    pintura fuera copia literal de la imagen fotogrfica seguira deteniendo ese flujo y

    no ocurrira dicha presentificacin. Como ejemplo, podra mencionar, las pinturas

    hiperrealistas de las ultimas dcadas, donde se observa no la pinturidad sino una

    copia de una fotografa ralizada con determinada tcnica.

  • 27

    [6]

    Respecto a la obra anterior [6], me atrevera a elogiar su tcnica, sin embargo no

    presenta las caractersticas que planteo en mi investigacin, la terceridad dentro

    de su trabajo se muestra un tanto ajena o al menos con posibilidades diferentes a

    la hiptesis planteada. En Fig0608 (2008), observamos una influencia fotogrfica

    espelusnante, cas podramos preguntarnos s no es una impresin digital, aunque

    por otro lado no deja esos aires renacentistas en donde se enaltecen las

    cualidades corpreas de la figura humana, se muestra como el estudio anatmico

    de la figura, sin embargo deja de lado esa carnalidad que la pintura presenta.

  • 28

    Ahora bien, regresando un poco a mi propuesta plstica, podra decirse que me

    agencio una accin, en este sentido cabra el trmino apropiarse de la funcin de

    lo ajeno, no la propiedad de lo ajeno, en el sentido de que no poseo al modelo a

    representar. Me agencio una actitud no la imagen de un sujeto, la funcionalidad

    activa de la forma. Me apropio de la funcin de sujetos humanos a travs de la

    fotografa, y luego me apropio de la funcin fotogrfica (mapa del modelo) a

    travs de la segmentacin de la representacin de la persona. Recrear el sujeto a

    travs de la fotografa. Se explicar a detalle la metodologa utilizada dentro de mi

    produccin dentro del captulo A manera de algoritmo.

    De la misma forma, en El acto fotogrfico, Dubois acua el termino medusacin, el

    cual refiere a la mitologa misma, pero comenta que este fenmeno se suscita en

    el momento en que el disparador se activa y guarda ese espacio de segundo en el

    negativo, aunque en este caso sera en una tarjeta SD; la apropiacin de las

    caractersticas fenomnicas del mismo sujeto se le quitan y se codifican en un

    cdigo binario que a su vez se traduce en imagen por medio de la transcripcin

    que hace la computadora. Posterior a este proceso de arrebatamiento del ser, de

    ametrallar y luego seleccionar (Houellebecq, 2012), es cuando entra el

    agenciamiento pictrico. Cabe mencionar que la perspectiva orientada en el

    proyecto es desde mi prctica artstica. Ya que viviendo dentro de una sociedad

  • 29

    inundada por diversas tecnologas tele-comunicativas, busco respuesta a las

    sensaciones y efectos/afectos que me produce la prctica pictrica. Es pues,

    sumamente interesante escuchar a la persona decir que se refleja a s misma en la

    pintura, como persona, y no como fotografa. Se sabe que cuando se presenta un

    cuadro con el retrato de alguien, por toda el aura que carga la pintura, se dice

    que es tal persona sin embargo es slo pintura acomodada de una forma

    especfica que connota a dicha persona; en cambio la fotografa, carga con un aura

    de prueba de existencia de algo, es decir, el retrato fotogrfico, en especfico,

    puede hacerse para mostrar que se estuvo en algn lugar, o que se fue as de

    joven, o diferentes eventos que el humano, al sentir la necesidad de conservar el

    momento toma la foto pues estamos armados de memorias ms que de

    presentes. En palabras de P. Dubois, existe una suerte de aprobacin de que el

    documento fotogrfico rinde cuenta fiel al mundo, dicha virtud descansa en la

    conciencia que se tiene del proceso mecnico de su produccin, lo que se ha

    llamado automatismo de su gnesis tcnica16. Se sabe admitido a menudo que

    cualquier persona, que haya visitado cualquier lugar, puede contar al regreso de

    dicho viaje, por ejemplo, para impresionar a su auditorio, relatos ms o menos

    hiperblicos donde puede refutarse cualquier dato que suene improbable, la

    fotografa, por el contrario al menos ante el sentido comn, no puede mentir. 16 Dubois, P. El acto fotogrfico. Pg. 20

  • 30

    Sin embargo, al insistir en la herramienta contempornea para edicin de imagen:

    Photoshop, se logran alterar los cdigos semiticos y la fotografa puede

    sustentarse desde la terceridad, abriendo posibilidades de pantalla hacia otras

    realidades. De este modo, se abre camino al cuestionamiento sobre la

    veracidad de la misma, aunque por el momento, nos concentraremos en la

    hiptesis anteriormente planteada.

    As, comienza a develarse la especificidad de cada tcnica. La pintura arranca de

    la persona lo que el autor percibe, la fotografa se muestra como huella de un

    hecho pasado. La pintura tiene pretensin a la atemporalidad por medio de la

    trascendencia, la fotografa guarda memorias. De una puede contarse una

    historia, de la otra se muestra la historia. Cualquier fotografa nos muestra el

    pasado, y en el momento en el que la imagen comienza a procesarse, no puede

    haber un instante semejante, el tiempo pas

    irremediablemente. Por otra parte, en trminos temporales

    estrictos, el objeto desaparece en el instante mismo en que se saca la

    fotografa. La fotografa coincide aqu con el mito de Orfeo. Al

    regresar de los infiernos, Orfeo, que no aguanta ms, llevado al

    extremo de su deseo, transgrede por fin la prohibicin: corriendo

    todos los riesgos, se vuelve hacia su Eurdice, la ve, y en la fraccin de

  • 31

    segundo en que su mirada la reconoce y la capta, de un solo golpe,

    ella se desvanece. (Dubois 87)

    Por otro lado, retomando lo propuesto por Prez Carreo respecto a los

    hipoiconos puede decirse que dentro de la pintura, el Objeto dinmico se

    aprehende de diferente modo a una fotografa, es decir, una fotografa de

    rinoceronte representa icnicamente la piel del animal, sin embargo

    esta aprehensin de la figura no contiene las habilidades hpticas que la pintura

    presenta, con la fotografa se percibe el diagrama formal del animal, mas no las

    cualidades de la textura. La diferencia, pues, radica no en la forma de percibir,

    sino de interpretar sus representaciones.

    De esta manera, dentro del plano en el que habitamos nos encontramos

    rodeados de imagen, atrados por la mercadotcnica y lo que las posibilidades

    tecnolgicas han logrado, algunos pintores contemporneos buscan slo imitar a

    partir de su tcnica la imagen fotogrfica, e impresionarnos con el detalle de los

    poros o los colores llamativos y vibrantes. Por mi parte, buscara soslayar y

    romper esta situacin y que el hecho del reconocimiento de la imagen pase a un

    segundo plano, despus del acto presentificador de la carnalidad de la materia.

    Partiendo de la idea siguiente: como modelo volumtrico, el objeto se

  • 32

    bidimensionaliza por medio de la fotografa, en el sentido de que se observa en

    pantalla o papel, y al traducirse a pintura, recobra esa suerte volumtrica-hptica

    que la persona cualitativamente pose. La fotografa en el momento de trasladarse

    a pintura, sirve como diagrama de la realidad contemplada, y con ella puede

    hacerse metfora a travs de la imagen traducida a pintura.

    Ahora bien, a travs de la crtica hecha por Houellebecq hacia el mercado

    contemporneo del arte, quien describe la produccin artstica como producto

    bruto ante una sociedad consumidora de imagen y experiencia, puede ser

    pertinente que la pintura en este sentido es relevante desde el hecho que es una

    prctica que genera un objeto capaz de ser consumido por un cliente. Aunque por

    otro lado, el mismo Houellebecq muestra la pintura como un escape al post-

    humanismo contemporneo tomando aspectos individuales a representar y

    describe cada cuadro como si tales existieran y presentificaran a Houellebecq

    escritor, o a Jeff Koons y Damien Hirst repartindose el mercado del arte.

    Entonces la pintura es eso que Prez Carreo y Dubois exponen como el

    hipoicono de la imagen; objeto con virtudes cualitativas que deviene presencia.

    Un ejemplo contemporneo que al mismo tiempo ha influido dentro de mi

    produccin, podra ser Chuck Close, quien adems de trabajar el hiperrealismo

  • 33

    explora la relacin entre fotografa y pintura desde de un genero tradicional. A

    partir del Renacimiento, la subdivisin de una imagen en pequeos recuadros se

    haba convertido en tcnica de mapeo dentro de la pintura. Especialmente los

    grandes frescos y obras de gran formato. El puntillismo se bas en la mezcla

    ptica de colores slidos para formar imagen. Estos son algunos dispositivos

    precursores de la mecnica de la imagen fotogrfica, la cual consta de una mezcla

    de pixeles ordenados e impresos en papel.

    En Close [7], encontramos una suerte de deconstruccin fotogrfica a partir de la

    pintura. Por medio de la imposicin de una cuadrcula sobre la imagen para as

    pintar, logra una transformacin inversa. Es decir, de acuerdo con lo mencionado

    anteriormente, encontramos en Close esa suerte de reconstruccin del ser por

    medio de la pintura, una presentificacin del modelo. Su trabajo trasciende el

    mimetismo y la simulacin, cuestionando el concepto de representacin.

    Observemos el minucioso trabajo realizado dentro de cada recuadro, el cual a

    partir de la manipulacin digital de la imagen y el uso de una retcula se percibe el

    escrupuloso estudio cromtico que Close realiza, trabajando, digamos que, pixel

    por pixel. Y que al mismo tiempo al acercarnos al cuadro ocurre una suerte de

    abstraccin dentro de cuada parte de la retcula, como observar un conjunto de

  • 34

    obras pictricas abstractas o formales, que al alejarse o entre-cerrar los ojos

    develan la figura.

    Al mismo tiempo, lo admirable de Close y lo interesante en mi propuesta, se ve

    reflejado en el proceso para llegar a la imagen. Ya lo menciona Chvez Mayol en

    Tiempo muerto: Mi tema no es el suceso drstico que provoc el desorden

    (aunque tengo que nombrarlo), sino la memoria gramtica de esa irrupcin

    expandindose en el transcurso de nuestra vida. Mi tema es el efecto y

    aleatoriamente nombro la causa. (Chvez 46) De este modo dentro del proyecto

    se percibe un hiato que transforma tanto el pasado recordable como el futuro

    expansivo. As pues, al realizar el proceso presentificador se busca cierta suerte

    de emanar del mismo cuadro ese otro yo del que hablbamos. Por medio de todo

    lo que ocurre para llegar al resultado es como se le siente, se le toca al modelo,

    sin haber existido contacto como tal entre ella l y yo. Es una suerte de convivir,

    a travs de la pantalla, con la persona que retrato, al final si el cuadro me envuelve

    pareciera que logro dicho cometido. Incluso durante la seleccin de imgenes

    debe existir ese envolvimiento presentificador, de lo contrario slo forma parte de

    un ejercicio fotogrfico.

  • 35

    [7]

  • 36

    ENTIDAD FIGURATIVA

    El mirar y ser mirado, la representacin y sus referentes, el hacer y la

    reproduccin, todo ello forma parte de la maquinaria pictrica que discurre en el

    acto mismo de pintar, as como en su parte final, el producto. Ires y venires, sstole

    y distole, en palabras de Deleuze. Ser testigos y atestiguados de la misma

    pintura. Aquello que deviene presencia, entidad figurativa. Teniendo eso en

    cuenta, es pertinente hablar de una bsqueda propia dentro del acto pictrico; as

    pues, har uso de la reflexin planteada por Christian Viveros-Faun, dentro de la

    publicacin Yishai Jusidman, Pintura en obra, donde expone en primera instancia

    que el trabajo de Jusidman resalta la falacia de que una pintura debe buscar

    reflejar el alma del artista, desenmascarando as el refrito asociado a las

    pretensiones romnticas de autenticidad, espiritualidad y sublimidad. De este

    modo, y tomando en cuenta el curso que ha tomado la produccin artstica, sera

    pertinente mencionar que la suposicin romntica es tan imperiosa como

    embustera, tratndose de lo percibido por el gran pblico.

    Tal punto, podra tener que ver con la concepcin un tanto desacreditante

    contempornea respecto a la pintura. De esta manera, por cargar con toda esa

  • 37

    aura17 renacentista ser difcil tomarla en cuenta dentro de cuestiones en donde

    teora e ideologa enjuician a priori qu clase de produccin artstica debe

    hacerse. Sin embargo, y tal es el motivo del presente trabajo, concluir en los

    siguientes captulos, al menos desde mi experiencia, as mencionado

    anteriormente, cmo me he servido de la pintura para expresar cierta lnea de

    comprensin, que rodea quiz el antropocentrismo, pero que trata tanto de un

    estudio de color, forma y textura como de un anlisis del proceso semitico por el

    cual transito para lograr dicho resultado matrico: generar una suerte de

    entidades figurativas que carguen con toda la esencia procesual que en su gnesis

    tcnica deviene presencia.

    Por otro lado, y en un aspecto un tanto ms tcnico se retoma lo anteriormente

    mencionado: la imagen fotogrfica y pictrica. Esta vez, abordndolas desde lo

    planteado por Schwabsky, en la publicacin anteriormente mencionada a

    propsito de Jusidman, en donde muestra la cita siguiente:

    La condicin de la imagen viene modificndose desde hace

    siglos. Este devenir se le atribuye a la invencin de la fotografa,

    pero no es del todo justo, pues la imprenta posibilit 17 Al hablar de aura, me refiero al sentido que Walter Benjamin otorga.

  • 38

    anteriormente la reproduccin y diseminacin de imgenes. Sin

    embargo, es la fotografa el medio que las ha hecho ubicuas, y

    ahora son universales gracias a la tecnologa digital. Al hablar hoy

    de la imagen ya no nos referimos a un objeto (para ello hemos de

    usar los trminos pintura o fotografa), sino ms bien a una suerte

    de esencia despojada de materia, algo prximo a la idea en el

    sentido platnico- que puede hallarse plasmada en varios medios

    distintos, o tal vez slo en la mente de un individuo.

    Entendamos a la imagen, dentro de la cita anterior, como ese ente dinmico, el

    cual escapa a su definicin, y que por medio de, en este caso, en un primer

    momento la cmara, luego el monitor de mi computadora y por ltimo el proceso

    pictrico, logro traducir en texto aquello que como imagen estaba dentro de mi

    consiente: ese-no-s-qu que me atrae a tal persona. Por otro lado, tomemos en

    cuenta el carcter fsico de la misma, al menos entendida tradicionalmente, es una

    entidad independiente que slo existe en un momento y lugar determinados. Al

    cambiar sta con el tiempo, transforma tambin su carcter, en tanto a una suerte

    de trascendencia.

  • 39

    [8]

    A mediados del siglo XX, algunos artistas comenzaron a producir pinturas de

    fotografas y de este modo se produjo una nueva fase en la relacin misma entre

    ambas tcnicas, no slo era el mapa del cual la pintura haca uso, sino la

    abstraccin de cada pixel mostrado en la fotografa. El realismo desarrollado por

    numerosos artistas tras la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en la ciudad de

    Nueva York, marc indudablemente el camino de la pintura figurativa de nuestra

    dcada. Abri paso a la comodidad de pintar sucesos personales, experimentando

    las deformaciones de la lente fotogrfica y al mismo tiempo posibilitando nuevas

  • 40

    rutas dentro del mbito representacional. Sin embargo, cuando el pintor elige

    pintar una fotografa, introduce una suerte de distincin jerrquica, en virtud de la

    cual el propio acto de pintar parece proclamar que precisamente esta imagen es,

    de algn modo, ms interesante o significativa o ejemplar o distinguida que las

    mltiples que habran podido pintarse en su lugar (Schwabsky 27). Y es que con la

    herramienta tecnolgica que ha logrado facilitar la recepcin y reproduccin de

    imgenes, encuentro sumamente fascinante explorar y adentrarme a una gran

    cantidad de fotografas de una misma persona, como queriendo robar su

    identidad en esas casi 524 imgenes.

    Ahora bien, a lo largo de lo anteriormente planteado, surge otro cuestionamiento

    relacionado con dicho carcter jerrquico entre pintura y fotografa. As pues, y

    dentro de mi trabajo, qu tendra de especial la pintura que permite dotar de

    sentido a una imagen? Ello quiz, podra atribursele a cierta autoridad

    convencional o consensuada ubicada en el nombre o la idea del medio como tal;

    sin embargo la pintura no es, de modo inherente, ms noble que la tinta de

    imprenta18. Sin embargo, presenta toda esa carga presencial otorgada a partir de 18 Valindose de un uso algo anticuado, en su ensayo Tomando forma, surtiendo efecto,

    Jusidman propone que este potencial de la pintura se halla relacionado con un efecto plstico

    inexistente justo antes de su manipulacin (es decir, la manipulacin a la cual se someten los

  • 41

    la accin de pintar, los materiales y la plasticidad de la pintura generan una suerte

    de sentido volumtrico, volviendo al cuadro una entidad, una presencia. Y como

    imagen, el pintor tiene la responsabilidad de presentificar algo en ella. Paralelo a

    esto, y tomando como ejemplo el trabajo de Yishai Jusidman, quien denomina

    efecto plstico a este algo, Schwabsky menciona la idea de que dicha

    materialidad y presencialidad pueden denominarse intensidad, efecto de la

    pintura.

    materiales del pintor), y justo despus, pblicamente accesible. Desde este punto de vista

    parecera que la actividad del pintor, cuando es conducida de cierta manera, es en s misma un

    ejemplo paradigmtico de una accin humana con respecto a un pblico; se trata del proceso de

    tomar cosas que no poseen un sentido connatural ( o apenas un sentido privado o solipsista), en un

    desahogo teraputico que puede conllevar el rayonear, manchar, embarrar una tela pulcra, y

    hacer algo visible mediante estos materiales que de otro modo no sera accesible a la

    consideracin pblica. Schwabsky, Barry. Yishai Jusidman. Pintura en obra/ paintworks. Puebla:

    Fundacin Amparo, 2009

  • 42

    [8]

  • 43

    A MANERA DE ALGORITMO

    La definicin sinttica de signo como aquello que est en lugar de algo para

    alguien es, a la vez la descripcin ms adecuada en principio de los fenmenos

    semiticos para esta investigacin. El proyecto surge a partir de la necesidad de

    justificar la disciplina en la que me he desenvuelto. Quiz en estos momentos

    haber estudiado una licenciatura en Artes Plsticas envuelve la probabilidad de

    producir a partir de nuevos medios y no seguir una prctica que para algunos ha

    sido explotada al mximo. Por ello no hablo de pintura formal o abstracta, como

    tampoco desgloso la historiografa de la misma, indago a partir de mi experiencia

    como forma de reconocimiento sensible en el uso de los materiales y la distancia

    afectiva entre el objeto producto de la experiencia artstica y el modelo a

    representar. Al mismo tiempo propongo la capacidad de agenciamiento de

    cualidades individuales de cada sujeto por medio de dicha prctica. Asediado por

    las diversas tecnologas de produccin de conos escojo la pintura como medio

    para representar y producir imagen.

    Deleuze hace una analoga un tanto interesante respecto a las posibilidades de la

    pintura, con ella me identifico desde el momento de la seleccin del modelo, la

    figura pues, de acuerdo con Deleuze, es pieza de carne, zona comn del hombre

  • 44

    y la bestia [] ese mismo estado donde el pintor se identifica con los objetos de

    su horror o de su compasin. El pintor es ciertamente carnicero. De forma cruda

    encontramos en Bacon, segn Deleuze, esa presentificacin de la que hemos

    estado hablando. Y en lo personal no deseo tener al sujeto, sino reflejarme en l,

    como una combinatoria de identidades por la cual se entienda un aspecto

    biogrfico especfico en el cual nos deja ver un estado de ambos, autor y

    retratado.

    Entre un color, un sabor, un tacto, un olor, un ruido, un peso,

    habra una comunicacin existencial que constituira el momento

    (no representativo) de la sensacin. Por ejemplo en

    Bacon, en las Corridas se oyen las pezuas del animal, en el trptico

    de 1976 se toca el estremecimiento del pjaro que se hunde en el

    sitio de la cabeza, y cada vez que se representa la pieza de carne,

    se la toca, se la siente, se la come, se le pesa, como en Soutine; y el

    retrato de Isabel Rawsthorne hace que surja una cabeza a la que se

    le aaden valos y trazos para abrir exageradamente los ojos, []

    Le correspondera entonces al pintor hacer que se vea una especie

    de unidad original de los sentidos, y hacer que aparezca

    visualmente una Figura multisensible. (Deleuze 48)

  • 45

    El proceso para llegar a eso surge desde el encontrar interesante a la persona; me

    tiene que aportar algo, o por otro lado, provocar algo. De otra forma es

    indiferente el trazo pictrico y se convierte slo, en el algo de un retrato de

    alguien que pide ser mirado. Cuando no lo piden dejan ver eso que no quieren

    que se retrate en el momento de pedirlo. Al comenzar la sesin fotogrfica inicio

    una conversacin para distraer el momento ametrallador y conocer ms a la

    persona, disolviendo el principio y fin de la sesin. Y esta serie de fotografas me

    generan un conjunto operatorio, un diagrama de posibilidades de ser de tal

    persona. O, ms rigurosamente, introducir :

    lenguaje prximo al de Wittgenstein. Los trazos y las manchas deben romper tanto

    ms con la figuracin cuanto que estn destinados a darnos la Figura. [] El

    diagrama termina el trabajo preparatorio y da comienzo al acto de pintar. (Dubois

    103)

    Una vez acabada la sesin, espero a que mis emociones primarias cesen (en

    sentido phtico), para poder descargar dichas imgenes dentro de mi ordenador y

    as visualizar una por una, editando desde el software anteriormente mencionado,

    y poder hacer una seleccin mnima de entre 20 y 30 imgenes. Posteriormente,

    cada una de esas veinte o treinta imgenes se filtran por una mnima edicin

    referente a luz, contraste, tono, etc. Acto seguido, busco aquella imagen que

  • 46

    pareciera ser atrayente y presente aquellas posibilidades metafsicas mencionadas

    en captulos anteriores. Examino una por una hasta encontrar la imagen que

    considere adecuada y as traducirla a pintura.

    El proceso mismo podra percibirse como la documentacin fotogrfica de un

    pintor, o el desmonte tctico de un fotgrafo. De esta manera, los lmites

    organizativos de cualquier proyecto se tornan como la herramienta literaria para

    lograr dicha investigacin continua. No es el objeto a lograr, sino lo que se logra

    en ese instante meditico entre cada tcnica. Una pintura llena de marcas pticas

    donde la fotografa, entonces, no es slo una herramienta sino una exploracin

    gramtica, una investigacin visual.

    La dinmica de interaccin en la fotografa da pie al intento de discurrir,

    mostrarme como operador de sentido, programador de texto. La propuesta del

    proyecto parecera estar no en la decisin de una tcnica sino en la indecisin de

    un acto continuo en distintos niveles, fotografa-literatura-pintura; en los intervalos

    de tiempo constituidos entre cada disciplina es donde surge dicha construccin

    de sentido. El acto es el trazo artstico mismo, ms que el objeto, suerte de fluidez

    del sentido representacional, no como una sntesis de tomas sino como un

    proceso aproximativo a la matriz pictrica. El objeto no slo es parecerse, en la

  • 47

    ms estricta relacin icnica, sino producir el juego de aproximaciones: sstole y

    distole que desarticulan el cuerpo, que alejan de la pose fotogrfica nica para

    volverlo tejido relacional, diagrama de un acto, de un rito.

    De esta forma, aquellas dependencias iconolgicas entre fotografa y pintura no se

    muestran como un obstculo en la construccin de sentido, una no sustituye a la

    otra, podran complementarse en un lenguaje ms vago, a mi parecer se archivan

    prcticas, y stas slo son prcticas continuas.

  • 48

    [9]

  • 49

    [10]

  • 50

    IMGENES CITADAS

    [1] Delacroix, E. Mademoiselle Rose (1817-1824), leo sobre tela, 81 x 66 cm

    [2] Monet, C. Catedral de Rouen (1893), leo sobre tela, 91 x 63 cm

    [3] Dix, O. To Beauty (1922), leo sobre tela, 140 x 122 cm

    [4] Freud, L. Night portrait (1977-78), leo sobre tela, 91,5 x 78,5 cm

    [5] Casco, M. Andrea (2012), 50 x 70 cm, encustico sobre tela

    [6] Arizabalo, J. Fig0608 (2008), leo sobre tela, 146 x 130 cm

    [7] Close, C. Auto-retrato, (1997), leo sobre tela, 259.1 x 213.4 cm [8] Jusidman, Y. (Izquierda) J. P. (1997-9), leo y temple al huevo sobre madera, dptico, 90 x 53 cm

    12 x 16 cm. (Derecha) M. B. (1997-9), leo y temple al huevo sobre madera, dptico, 90 x 53 cm

    12 x 16 cm

    [8] Fragmento de archivo Maria Luisa (2014), carpeta con 524 imgnes, 7.4 GB

    [9] Archivo de imagen Angelina (2011), fotografa digital, 1.4 MB

    [10] Casco, M. The Shining (2011), 90 x 120 cm, leo sobre tela

  • 51

    A PROPSITO DE AGENCIAMIENTO POR LO PICTRICO

    Casco, M. Sandrita (2013), 70 x 50 cm, guache sobre papel

  • 52

    Casco, M. Mujer Volando (2013), 100 x 120 cm, o leo sobre tela

  • 53

    Casco, M. Jackie (2014), 110 x 140cm, o leo sobre tela

  • 54

    Casco, M. Humberto (2014), 120 x 100 cm, leo sobre tela

  • 55

    Casco, M. Andrea (2014), 100 x 120 cm, leo sobre tela

  • 56

    Casco, M. Mara Luisa (2014), 90 x 120 cm, leo sobre tela

  • 57

    BIBLIOGRAFA

    Arnheim, Rudolf. Nuevos ensayos sobre psicologa del arte. Madrid: Alianza

    Editorial, 1989.

    Chvez, Humberto. De las degeneraciones y el tiempo. VI Advanced Seminar on

    Perices Philosophy and Semiotics. 15 Jornada Peirceana. Brasil, 2013.

    Chvez, Humberto. Tiempo muerto. Mxico: Coedicin de Universidad Autnoma

    del Estado de Mxico; Escuela de Artes de la UAEM; Universidad de Guanajuato,

    2005.

    Deleuze, Gilles. Francis Bacon, Lgica de la sensacin. Madrid: Arena Libros, 2009.

    Dubois, Philippe. El acto fotogrfico. Barcelona: Paids, 1986.

    Houellebecq, Michel. El mapa y el territorio. Barcelona: Anagrama, 2012.

    Prez, Francisca. Los placeres del parecido: cono y representacin. Madrid:

    Antonio Machado Ediciones, 1988.

  • 58

    Schwabsky, Barry; Viveros-Faun; Jusidman. Yishai Jusidman. Pintura en obra/

    paintworks. Puebla: Fundacin Amparo, 2009