9 de octubre

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El 9 de octubre de 1238 el monarca aragonés Jaime I, apodado el Conquistador, entraba triunfal en la ciudad de Valencia. Se trataba de su segunda gran conquista, tras la toma de Mallorca y las Baleares. Rey desde los cinco años, Jaime I fue educado en Monzón por el gran maestre de la Orden del Temple y a los catorce años ya podía contar su primera hazaña militar, la conquista de Castejón. Durante su adolescencia, un consejo de regencia presidido por su tío abuelo Sancho Raimúndez se ocupó de los asuntos de Estado, lo cual no evitó que el joven Rey se viera expuesto a la codicia de los nobles y tuviera que soportar el encierro en alguna de las rebeliones que protagonizaron. Casó muy joven con la hija de Alfonso VIII, la princesa Leonor, aunque sus intenciones estuvieron lejos de ser un marido amante y fiel. A los veintidós años pidió la nulidad y cuatro años más tarde casaría con doña Violante, hija del monarca de Hungría, que le daría nueve vástagos. Hombre de profundas creencias religiosas fue, además de creyente, un gran pecador que acumuló una larga lista de bastardos reales. Tuvo fuerte carácter, valentía y orgullo en el combate, encabezando siempre sus conquistas.

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El 9 de oc tubre de 1238 el monarca aragonés Jaime I, apodado el

Conquistador, entraba triunfal en la ciudad de Valencia.

Se trataba de su segunda gran conquista, tras la toma de Mallorca y las Baleares. Rey

desde los cinco años, Jaime I fue educado en Monzón por el gran maestre de la Orden

del Temple y a los catorce años ya podía contar su primera hazaña militar, la conquista

de Castejón. Durante su adolescencia, un consejo de regencia presidido por su tío

abuelo Sancho Raimúndez se ocupó de los asuntos de Estado, lo cual no evitó que el

joven Rey se viera expuesto a la codicia de los nobles y tuviera que soportar el encierro

en alguna de las rebeliones que protagonizaron.

Casó muy joven con la hija de Alfonso VIII, la princesa Leonor, aunque sus intenciones

estuvieron lejos de ser un marido amante y fiel. A los veintidós años pidió la nulidad y

cuatro años más tarde casaría con doña Violante, hija del monarca de Hungría, que le

daría nueve vástagos. Hombre de profundas creencias religiosas fue, además de

creyente, un gran pecador que acumuló una larga lista de bastardos reales. Tuvo fuerte

carácter, valentía y orgullo en el combate, encabezando siempre sus conquistas.

Tras la rendición de las Baleares, Jaime I fija su objetivo en las tierras de Levante, con

el enclave principal de Valencia, en manos musulmanas desde los tiempos del Cid.

Desde la fortaleza reconstruida en el Puig de Santa María las huestes aragonesas

devastaban los campos valencianos poniendo cerco a la ciudad del Turia. Sin

posibilidad de resistir, el rey Zaiyan firma la capitulación de la ciudad que abre sus

puertas para que 50.000 musulmanes emprendan el exilio. El 9 de octubre Jaime I entra

triunfal en Valencia y besa la tierra. En el cinto ciñe la Tizona, la que fuera espada del

propio Cid. Sometido a las inferencias de la nobleza, todas sus conquistas han sido fruto

de su obstinación y coraje. En julio de 1276 fallecía el Conquistador en la ciudad de

Valencia, que él convirtió, como a Mallorca, en reino independiente. Su reinado abrió

para siempre el Mediterráneo, pero su legado dificultaría la unidad de los reinos al

separar Aragón y Cataluña.