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La Misión llama a la Comunión

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En el relato lasaliano se mantiene vivo desde elcomienzo un diálogo fecundo entre Misión yComunión:

– la Misión llama a la Comunión;

– la Comunión crece y se entusiasma sirviendoa la Misión;

– la Comunión se hace ella misma un mensajepara la Misión;

– la Misión produce Comunión entre aquellosque vienen a servirla.

Este diálogo se hace efectivo y concreto entre lasobras educativas y las comunidades. Allí se produceel dinamismo que es, quizá, la característica másdecisiva y profética del carisma lasaliano: vivir lacomunidad como respuesta a la Misión de educar alos pobres, a los niños y jóvenes. El signo de lacomunidad es, probablemente, el mejor identifica-dor de un proyecto lasaliano. No se trata de “un tipode comunidad”, sino de un dinamismo comunitarioque, primero, crea lazos entre las personas y, a con-tinuación y simultáneamente, se estructura endiversas formas de comunidad, según la cultura, losprocesos personales, las identidades,... y según lasinvitaciones que el Espíritu nos va proponiendo. Elmismo dinamismo produce la comunión entre lasdiversas comunidades, para dar lugar a la comuni-dad distrital, o a las diversas Instituciones, Socieda-des o Fraternidades lasalianas.

El dinamismo de comunión es como la sangre quese extiende por todo el cuerpo lasaliano para ali-

mentar y hacer crecer las células; es la espiritualidadde la comunión que da vida a la Asociación lasalia-na, a cada asociado lasaliano.

La comunidad lasaliana en sus múltiples formas,tanto a nivel local –la pequeña comunidad– como anivel distrital o regional –la comunidad de comuni-dades–, es el lugar donde se vive y se enseña lacomunión, es el lugar donde se vive y se enseña laasociación, pues eso es, en sentido lasaliano, la aso-ciación: comunión para la misión.

Podemos aventurarnos a hacer una “tipología” pro-visional de las nuevas comunidades lasalianas, quese añaden a las ya tradicionales de Hermanos o deHermanas. No consideramos aquí el lazo formal dela asociación, sino la asociación vivida como unhecho.

1. Comunidades cristianas lasalianas, unidas en elcarisma con el Instituto aunque no tengan lazosexplícitos de asociación. Aun manteniendo suautonomía, desarrollan lazos de comunión conel conjunto del Distrito. Su estructura comunita-ria es muy variable: en unos casos el momentode encuentro comunitario es de periodicidadsemanal o incluso quincenal, aunque suelenacompañarse con momentos de convivenciamás intensa o prolongada varias veces duranteel año; pero no faltan los casos de comunidadescristianas lasalianas con vida en común bajo elmismo techo, con un ritmo diario de oracióncomunitaria y un alto nivel de comunicación y departicipación de bienes, y todo ello motivadopor la misión educativa lasaliana.

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3.0 El signo de la comunidad

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Muchas veces estas comunidades de fe se forman en elinterior de las comunidades educativas o bien al lado deuna obra educativa lasaliana, y colaboran en ella dediversas formas. Pero con frecuencia el carisma lasalianoles hace descubrir nuevas necesidades y les da la iniciati-va para inventar nuevas respuestas y comenzar nuevasobras de educación.

2. Comunidades lasalianas formadas por creyentes dediversas religiones. La misión les ha unido, el deseo dedar respuesta a las necesidades de los pobres, y seencuentran juntos trabajando en la Obra de Dios.Muchos elementos de la espiritualidad lasaliana les ayu-dan a encontrar el mismo sentido a lo que están vivien-do, aunque cada uno añada la perspectiva de su propiareligión. Para todos ellos Juan Bautista de La Salle es unmaestro de vida y espiritualidad. Este tipo de comunida-des pluri-confesionales para la misma misión son unamuestra de que el Espíritu y su manifestación entre nos-otros que es el carisma lasaliano, desbordan el marco dela Iglesia institucional.

3. Voluntarios Lasalianos: Se puede definir como unaexperiencia de asociación temporal en que la personavoluntaria se pone gratuitamente al servicio de la misióneducativa lasaliana, con una duración de, al menos, unaño (o curso escolar). La riqueza de la experiencia pro-viene de ser vivida y acompañada en comunidad e ilu-minada por la espiritualidad lasaliana. De esta forma seráuna experiencia que, además de ser en sí misma positiva,abre la puerta a una posible asociación más estable,como religioso/a o seglar.

4. Comunidades mixtas, formadas por Hermanos, educa-dores seglares (matrimonios y/o célibes), voluntarios.Normalmente, estas comunidades surgen convocadaspara dar respuesta a necesidades concretas de la misióneducativa lasaliana. Unas veces están ligadas a una obraen particular, como es el caso de las Escuelas San Miguelen los Estados Unidos. Otras veces se trata de una comu-nidad “de inserción”, es decir, está situada en una realidadsocial especialmente necesitada, ya sea un barrio urbano

o una zona rural, para captar desde dentro las necesida-des relacionadas con la educación y dar respuestas pun-tuales o globales.

A continuación presentamos algunas muestras de las nue-vas comunidades lasalianas. En otras partes de este Boletínse encontrarán más muestras, presentadas desde otrasperspectivas de la Asociación.

H. Antonio Botana

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¿Pero qué es lo que llevó a la formación del grupoque finalmente escogió ese nombre? Todo empezócuando el H. José Pablo Basterrechea, entoncesVicario General, se dio cuenta de que, en sus viajes,una idea surgía de forma repetida y de diferentesmaneras. El H. Manuel Olivé recuerda al H. JoséPablo diciendo que los lasalianos de las zonas másremotas del mundo, le habían estado diciendo:“Nos gustaría acercarnos cada vez más a los Her-manos, no sólo a su ministerio, sino, sobre todo, asu espíritu. Deseamos una vida cristiana más pro-funda, pero con un acento lasaliano. Estamos dis-puestos a unirnos cada vez más al Instituto conalgún tipo de compromiso que tenga una dimen-sión cristiana y educativa”1.

Las palabras pronto se transformaron en acción. Sele pidió al H. Paulus Adams, Asistente del SuperiorGeneral, que explorara la idea en profundidad. El H.Manuel Olivé, que residía en Roma como Modera-dor de la Federación Internacional de Alumnos, seofreció voluntario para ayudar, y, como todos sabe-mos muy bien por el itinerario del Santo Fundador,“un paso condujo a otro paso”. Finalmente, el 5 dejunio de 1976 nació esta nueva expresión del caris-ma Lasaliano. El grupo pionero de once, proceden-tes de varios países europeos, hicieron su primeraconsagración en presencia de los Hermanos reuni-dos para el 40 Capítulo General. El acertado nom-bre de “Signum Fidei”, propuesto por el H. Paulus,resumía su misión y su vocación.

Aunque de carácter internacional desde su mismo

origen, aquel primer grupo de Lasalianos seglares,no sabían que estaban abriendo nuevos caminoshacia el apasionante horizonte de la Familia Lasa-liana que, veinticinco años después, hoy tenemospor delante. La atención prestada a la “Asociación”y a los “Asociados” por el 43 Capítulo General del2000, ratifica la intuición que tuvo el H. José Pabloy el entonces Superior General, H. Charles Henry,de que el fermento que habían experimentadohacia mitad de los 70, fue, de hecho, un movi-miento del Espíritu Santo.

El crecimiento de la Asociación Según las estadísticas recogidas en el 2002, el Sig-num Fidei cuenta con unos 1000 miembros espar-cidos por unos 30 países por todo el mundo, con laconcentración mayor en Latinoamérica, seguidade El Próximo Oriente y Asia.

En América, Perú tiene el mayor número con dife-rencia, con unos 400 miembros, incluyendo unconsiderable grupo de jóvenes. Esto no nos puedesorprender, puesto que el H. Manuel Olivé conti-núa allí animando al grupo con su presencia caris-mática e infatigable. Grupos menos numerosos sedesarrollan en Méjico, Bolivia, Chile, Argentina,Ecuador, Nicaragua, Colombia, Costa Rica, Pana-má, Honduras, Guatemala, la República Dominica-na, Cuba, Puerto Rico y Venezuela. Existe tambiénun grupo importante en Estados Unidos, mientrasque en Canadá el número de miembros ha dismi-nuido considerablemente.

En Oriente Próximo, el Signum Fidei tiene unapresencia significativa en el Líbano, Jordania,Israel y Egipto, mientras que en el Extremo Orien-te se encuentran en Malasia, Sri Lanca y Filipinas.

En Europa encontramos comunidades del SignumFidei en España, Italia, Bélgica y Malta; un miem-bro vive en Francia. En África-Madagascar, el Sig-num Fidei está esparcido por Guinea Ecuatorial,Togo, la República Democrática del Congo yMadagascar.

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3.1a El Signum Fidei: pioneros en la asociación seglar

Cuando el primer grupo de compañeros seglares, que deseabancomprometerse con una nueva expresión del carisma lasalianoen el mundo, andaban por ahí buscando un nombre, no tuvie-ron mucha dificultad en decidirse por “Signum Fidei”. Fue unacosa casi natural. La frase, que se encuentra en la insignia del Ins-tituto, subrayaría su unión profunda con el Instituto de los Her-manos de las Escuelas Cristianas. Incluso, más importante, laspalabras “Signum Fidei” expresaban realmente lo que ellos que-rían ser: signos de fe en el mundo de la educación.

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Esta expansión ha tenido lugarprincipalmente por los esfuer-zos individuales de algunosHermanos que tomaron lainiciativa de empezarcomunidades SF en suspaíses. Como resultadotenemos que decir que elSF se ha desarrollado deforma diferente en losdiferentes países, depen-diendo, con frecuencia, delinterés que ha puesto el Herma-no que inició el grupo. En algunospaíses la mayor parte del SF son profe-sores o empleados de los colegios, mientrasque en otros la mayoría de los miembros son alum-nos mayores, padres de antiguos alumnos o profe-sores jubilados. Estas diferencias pueden atribuirsetambién a la estructura flexible de coordinaciónque ha mantenido el Signum Fidei durante años.

La vocación del Signum FideiAl reconocer al Signum Fidei como “Asociados” enel sentido actual más rico de la palabra, el 43 Capí-tulo General aseguró la fidelidad del SF a las cincocaracterísticas con las que el Capítulo describe a unAsociado2. Estas características están, de hecho,expresadas en varios artículos del “Estilo de vida”y el “Vademécum”, documentos fundacionales queguían esta comunidad abierta de Lasalianos com-prometidos.

La edición de 1994 del “Estilo de Vida” del SF, des-cribe a sus miembros como “Cristianos laicos adul-tos con una llamada especial de Dios” que “usan lavida de San Juan Bautista de La Salle como sumétodo de vida según lo que se encuentra en elevangelio”3. Tres elementos fundamentales com-ponen la vocación de los Signum Fidei: una consa-gración que expresa su deseo de vivir su compro-miso bautismal con mayor decisión, un compromi-so apostólico con la educación y testimonio perso-nal como miembro de una comunidad de fe4.

La consagración unida al ministerioEstructurada según la fórmula de votos de losHermanos, la consagración empieza con las mis-mas palabras de consagración a la Santísima Trini-dad. Los SF renuevan su consagración bautismal

ofreciéndose ellos mismos “paraprocurar la gloria de Dios

hasta donde les sea posible ylo exigiera de ellos”5.

Sin embargo, cuando seprocede a aclarar los datosconcretos de esa consa-gración, en vez de losvotos religiosos de los Her-

manos, los Signum Fidei secomprometen “a promover,

sostener y defender la educa-ción integral de los jóvenes y de

los adultos, especialmente de aque-llos que se han apartado del camino de la

salvación”6. Además de este compromiso general,los Signum Fidei especifican más adelante, con suspropias palabras, cómo intentan llevar a cabo esecompromiso general, diciendo claramente que lamisión “de la educación humana y cristiana” es unelemento constitutivo de su vocación.

Signum Fidei: Miembros de unaComunidad de FeLos miembros del Signum Fidei viven una vida decomunidad “abierta”. Viven solos o con sus fami-lias, pero regularmente se juntan con los demásmiembros para la oración y el proceso de forma-ción. Siempre que les es posible, realizan juntos suministerio. La frecuencia y el contenido de las reu-niones los determinan los propios miembros alcomienzo de cada año.

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El vínculo de asociación entre los miembros seexpresa en la fórmula de consagración con las pala-bras, “Yo me uno con los demás miembros de la Aso-ciación del Signum Fidei…”7.

Vínculo profundo con el InstitutoDesde sus mismos orígenes el Signum Fidei habuscado mantener vínculos fuertes con el Institu-to de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Aldescribir los momentos fundacionales del SF, el H.Manuel Olivé decía:

“Por decisión unánime afirmamos los fuertes lazosentre nosotros, el espíritu de La Salle, y nuestrafamilia recién nacida, con el Instituto de los Her-manos; y, consecuentemente, la Fe y el Celo seríanlos dos motivos que inspirarían a todos aquellosque iban a unirse a esta nueva comunidad, quequeríamos que fuera abierta, lasaliana y laica.”8

El “Estilo de Vida” especifica más esa íntima rela-ción con el Instituto de los Hermanos requiriendola aprobación del Hermano Visitador antes de queun aspirante haga su primer acto de consagración.Además, el Visitador es el responsable de nombrarlos Moderadores y Animadores de las comunida-des SF.

Esto hace resaltar uno de los desafíos con los quese enfrenta hoy el Signum Fidei. En algunos casoslos Visitadores tienen dificultades a la hora deencontrar Hermanos que tengan tiempo e interéspara ser Moderadores del SF. Aunque sea posiblenombrar miembros experimentados del SF comoModeradores, todavía se prefiere que sean Herma-nos Moderadores. Pero con el problema del enveje-cimiento y la carencia de Hermanos en activo enalgunos Distritos, el encontrar Hermanos que sir-van como Moderadores es cada vez más problemá-tico para algunos Visitadores.

Algunos otros desafíos para el SignumFidei hoyFalta de conocimiento o de comprensión. Aun-que sea “el primer retoño”, por así decirlo, entre losgrupos de asociaciones lasalianas laicas , el SignumFidei no parece ser suficientemente conocido ocomprendido en muchos sectores del Instituto. Estafalta de conocimiento es una de las razones por lasque la asociación no ha crecido más rápidamente.

Algunas veces esta falta de conocimiento, o al

menos falta de aprecio, pueden tener lugar en Dis-tritos donde ya se han establecido comunidadesdel Signum Fidei. Los cambios en la dirección delDistrito o en la dirección de los colegios puedentraer efectos negativos o positivos en la relaciónentre el SF y el Distrito o el colegio, dependiendode las actitudes de la nueva dirección hacia las acti-vidades llevadas a cabo por los miembros del Sig-num Fidei, particularmente cuando estas activida-des tienen identidad diferente. El desafío, enton-ces, para ambas partes, es buscar continuamenteformas de reforzar los lazos entre el SF y el Distri-to, como se previó desde los orígenes, para que elSF pueda integrarse de lleno en la misión del Dis-trito y sus Centros educativos.

Formas “competitivas” de asociación. De lamisma manera que el primogénito deja de ser elcentro de atención cuando un recién nacido entraen la familia, el Signum Fidei hoy corre el peligrode ser dejado de lado ya que la atención se dirige alas nuevas y variadas formas de Asociación quesurgen en la Familia Lasaliana.

A diferencia del hijo mayor en la parábola del HijoPródigo, que no se sentía “a gusto” en la casa de supadre, parece ser que, el desafío para los miembrosdel SF es que sigan teniendo confianza en su papelde primogénito entre el grupo de asociaciones lai-cas, y que sigan jugando un papel vital en los Dis-tritos en los que están presentes. Para ello, losmiembros del SF tienen que estar profundamenteconvencidos de la validez e importancia de suvocación, y continuar celosamente invitando aotros a esta forma probada y comprobada de vivirla asociación lasaliana.

Como “hermanos mayores”, los miembros del SFestán llamados a dar ejemplo de lo que significavivir como Lasalianos que han hecho un compro-miso público para la misión lasaliana. Además, losmiembros del SF tienen un importante mensajepara compartir con el resto de la Familia Lasaliana,basado en su experiencia vivida durante los últi-mos veiticinco años.

Formación inicial y permanente. La necesidadde programas sólidos de desarrollo de la formaciónpara los compañeros y asociados, son reclamadoshoy como de máxima prioridad por todo el mundoLasaliano. Con el fin de mantener su vitalidadespiritual, el Signum Fidei debe, también, dirigir

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constantemente sus energías a la formación inicialy permanente de sus miembros, ofreciéndolesunos fundamentos fuertes sobre los que construirun compromiso duradero con la misión lasaliana.La escasez de Hermanos disponibles para la ani-mación y la formación actual de las comunidadesdel SF subraya la importancia de este desafío.

Coordinación. Desde sus inicios, la responsabili-dad de coordinar el SF a nivel internacional ha sidoencomendada a un Hermano nombrado por elSuperior General. Este Hermano invariablementeha tenido otras responsabilidades a dedicacióncompleta, a las que tenía que atender. Como con-secuencia, el Coordinador internacional se concen-traba principalmente en mandar noticias sobre laAsociación en el mundo entero y hacer algunasreflexiones espirituales. Quizás ha llegado la horade pensar en otras formas de coordinar y fomen-tar una mayor unión entre las comunidades del SFpor todo el mundo.

Economía. Un desafío más mundano con el que seenfrenta el Signum Fidei, tanto a niveles localescomo internacionales, es que carece de fondos pro-pios. Mientras que los Distritos han sido general-mente muy generosos en proporcionar ayudas eco-nómicas al SF en sus zonas respectivas, el SF tieneque independizarse económicamente de los Distri-tos, e incluso del Instituto de los Hermanos. Laautofinanciación capacitará al SF para fortalecersu organización y podrá comprometerse con nue-vas iniciativas al servicio de la misión lasaliana.

Respuesta a los desafíos. El próximo año, veinte miembros del SF y cincoHermanos Animadores representando a gruposdel Signum Fidei de todo el mundo, se reuniránpara tener la Primera Asamblea Internacional delSignum Fidei. Por primera vez en su historia los

miembros del SF tendrán la oportunidad de dise-ñar, por sí mismos, el futuro de su Asociación anivel mundial. Habría que resaltar que este acon-tecimiento histórico tendrá lugar en el contexto dela nueva vitalidad que la Familia Lasaliana estáexperimentando en todo el mundo, ya que cadavez más compañeros y asociados toman la misiónlasaliana como algo propio.

Como pioneros en la “tierra de promisión” de losgrupos laicos lasalianos formalmente estructura-dos, el Signum Fidei sigue caminando hacia delan-te con esperanza; esperanza, no por sí mismo, sinopor la misión que la Iglesia ha confiado a la Fami-lia Lasaliana. Pero sobre todo, esperanza en losjóvenes, especialmente los pobres, que necesitansignos de fe, verdaderos “Signum Fidei”, paraguiarlos hacia una vida en plenitud.

H. Victor Franco,Consejero General,

Animador del SF

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1 Hno. Manuel Olivé, Cartas a un Signum Fidei, n.3. Lima 1996.2 Documentos del 43 Capítulo General (Circular 447), pp. 4-5. Roma 2000.3 “Estilo de Vida” de la Asociación del Signum Fidei, n.3, p.5. Roma 1994.4 ibid., n.8, p. 55 ibid., n.54, p. 136 ibid.7 ibid.8 idem., Cartas n.3

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– Muchos de los grupos SF están constituidos entorno a alguna obra educativa dependiente del Ins-tituto de los Hermanos, pero cada vez son más losgrupos SF que, siempre en comunión con el Distri-to, ponen en marcha obras educativas y catequísti-cas de su propia iniciativa, normalmente para darrespuesta a las necesidades de los pobres.

Este es el caso del Signum Fidei en el Perú, quedirige tres escuelas para más de 1200 niños y niñaspobres; o el Signum Fidei de Colombo (Sri Lanka),que anima una obra educativa a las afueras de laciudad de Colombo, en una población extremada-mente pobre; o el Signum Fidei de Filipinas, queanima diversos proyectos educativos para familiaspobres, los cuales son sostenidos por otras obrasdel Distrito.

– Los participantes en los grupos Signum Fideisuelen ser profesores, administradores, miembrosde los equipos de animación o de mantenimientode las obras educativas, personas casadas o solte-ras; pero también participan otras personas que,sin estar ligadas en su trabajo u oficio a las obraseducativas, sí se sienten atraídas por vocación

hacia la educación y/o la catequesis, en formasmuy diversas.

– Hay muchos motivos para comenzar un grupoSignum Fidei. El grupo de Tulsa (Oklahoma,U.S.A.), formado por 17 personas estrechamenterelacionadas con 'Bishop Kelley High School',expresan así el motivo que les llevó, hace ochoaños, a comenzar esta aventura:

“Muchos de nosotros queríamos garantizar que elcarisma lasaliano permanecería en el lugar que lecorresponde, incluso en el momento en que losHermanos ya no estuvieran presentes. Algunos delos miembros del equipo directivo habían asistidoa Buttimer (el Centro de Formación Lasalianapara la región USA-Toronto) y sabíamos queteníamos que formalizar el grupo con el fin de pre-pararlo mejor para que la responsabilidad delmismo hacia la misión en la escuela, aumentaraprogresivamente.

En cuanto a por qué Signum Fidei, pues principal-mente porque eso era de lo que disponíamos deuna forma reconocida. Queríamos algo más queuna asociación informal. En vez de intentar des-arrollar nuestro propio sistema, decidimos usar loque ya estaba ahí, y además reconocido por el Ins-tituto.

El grupo proporciona acompañamiento a susmiembros y les ayuda a ser más conscientes ycomprometidos con su propia identidad lasaliana”.

– ¿Cómo ayuda el grupo Signum Fidei a sus miem-bros a asumir la identidad lasaliana? La respuestaviene ahora de Filipinas:

“Básicamente, el Signum Fidei anima a sus miem-bros a tomar como ejemplo la vida y la misión delSanto Fundador y les ayuda a tomar la espirituali-dad lasaliana como punto fundamental en el proce-so de su formación. En sus encuentros y reunionespor grupos, asambleas, retiros y/o recolecciones,los miembros SF hacen hincapié en la misión lasa-liana de conmover los corazones y transformar lasvidas. Se anima a cada grupo no sólo a mejorar lavida personal y espiritual de cada miembro, sino a

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3.1b La Fraternidad Signum Fidei

Los grupos pertenecientes a la Fraternidad Signum Fidei son,ante todo, comunidades de fe que viven el carisma lasaliano apartir de su “Estilo de Vida”.

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ayudar a los demás a mejorar la suya, especial-mente a aquellos más desfavorecidos. Así se animaa cada grupo a tener actividades apostólicas for-males o informales que puedan ayudar a mejorar lavida comunitaria”.

– Pero esta identidad no es una vivencia que quedaen el interior de cada persona. Los grupos SFintentan proyectar la identidad lasaliana en la obraeducativa en la que están presentes. Esta es laexperiencia que se va haciendo vida en el grupo SFde Tulsa, como afirma Marianne Stich:

“Muchos miembros del grupo son personas queempiezan a entender que hay que participar en laresponsabilidad sobre el futuro del carisma lasalia-no. Creo que todos los miembros del grupo estáncomprometidos para garantizar que la identidadlasaliana en la escuela tiene que quedar patente enlas decisiones, la financiación y la educación engeneral. Hay diferentes grados de comprensión delo que esto significa, pero creo que los miembros delgrupo están comprometidos en el estilo lasalianode educación”.

– Un aspirante a Signum Fidei, ¿cómo llega a com-prometerse en algún grupo? Los procesos son muyvariados. Veamos cómo describen el suyo los gru-pos SF de Filipinas:

“Los que se introducen en los círculos del SF parti-cipan en experiencias para ayudar a mejorar suvida espiritual y perseverar en su compromisoapostólico. Uno o dos años de vida de aspirante pre-paran a los futuros miembros para unirse formal-mente a la Asociación. Los aspirantes declaran for-malmente su intención de unirse a la Asociaciónmediante las ceremonias apropiadas. Los candida-tos se unen a los miembros consagrados en activi-dades formativas, tales como talleres, reuniones degrupo, retiros y/o recolecciones, donde estudian lavida del Santo Fundador, mejoran su vida espiri-tual, comparten experiencias de fe y determinancómo pueden comprometerse en una actividad otarea apostólica, y cómo pueden perseverar en sucompromiso. Después de un año de preparación, elaspirante, entonces, declara formalmente y porescrito, su disposición para unirse a la Asociacióndurante la ceremonia de consagración, en presenciadel Animador Nacional y del Hermano Visitador”.

– La “consagración” con la que se comprometen los

miembros de Signum Fidei, ¿es una consagraciónde “vida religiosa” como la de los Hermanos?

Lo primero que hay que afirmar es que se trata deuna auténtica consagración del cristiano seglar,que renueva su consagración bautismal para vivir-la desde el carisma y el compromiso lasaliano. Perono hay que entenderla como consagración de “vidareligiosa”, con “votos”, al estilo del Hermano. Laconsagración “Signum Fidei” se hace “dentro” de lavida seglar.

– Y ¿cómo se expresa esta consagración? Los gru-pos de Filipinas describen así el ritual que empleanpara su consagración (véase la fórmula en las pági-nas finales de este Boletín):

“La declaración del compromiso con la Asociacióndel Signum Fidei se hace públicamente en una cere-monia apropiada, en presencia del Hermano Ani-mador Nacional y del Hermano Visitador. Elmiembro expresa formalmente y por escrito sudeseo de consagrarse o renovar su consagración. Elaspirante también expresa su deseo de unirse alprograma del aspirantado. La fórmula de consa-gración se lee durante la ceremonia. El HermanoAnimador Nacional y el Hermano Visitador entre-gan una insignia del Signum Fidei a los nuevosconsagrados. Todos los que participan en la cere-monia: los aspirantes, los que renuevan su consa-gración y los nuevos consagrados, ponen su firmaen el libro de documentación del Signum Fidei. Sehacen todos los esfuerzos para que los miembroscumplan su compromiso. Para conseguir este obje-tivo se tienen debates en las reuniones de grupos, y

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en las asambleas regionales y nacionales.”

– La vida interna de cada grupo o comunidad estambién muy variable, según las culturas, la edadde los participantes, las posibilidades de reunirsecon cierta frecuencia... De esto hablan los gruposSF de Filipinas:

“Se facilitan estructuras organizativas y lugares deencuentro apropiados donde los miembros compar-ten su vida interior con los demás. Cada grupo localtiene reuniones regulares donde se presentan expe-riencias de fe y se debaten sus compromisos apos-tólicos. Estos grupos pueden también dividirse enpequeños grupos donde sus miembros pueden com-partir con sus compañeros, y con más intimidad,sus alegrías, sus aspiraciones, sus frustraciones ysus sueños. A mayor escala, se tienen asambleasregionales y nacionales donde se analizan lostemas de la propia región o nación”.

– ¿Cómo viven los grupos SF su relación con el Dis-trito? ¿Cómo sienten la universalidad de la misiónlasaliana?

Son dos aspectos que no se dan de forma automá-tica, sino que entran también en un proceso deaprendizaje, y cada persona madura a su ritmo. Lorefleja muy bien la respuesta de Marianne Stichrefiriéndose al grupo SF de Tulsa:

“Al fundar el grupo buscamos y recibimos el reco-nocimiento formal del Hermano Visitador. Algu-nos miembros del grupo están activamente impli-cados en diferentes grupos a nivel distrital y regio-nal. Uno de nuestro grupo pertenece al Consejo delMinisterio y la Misión, otro ha pertenecido a laJunta Directiva Regional de Educación. La inmen-sa mayoría son graduados en el “Buttimer” o en el“LLI” (Instituto Lasaliano de Liderazgo).

También se dan diferentes niveles de comprensióncuando se debate la solidaridad. Hay algunos queconscientemente se comprometen a vivir solidaria-mente con los Hermanos y con otros lasalianos.Hay otros que probablemente todavía no entien-den ese grado de implicación de la consagración.Ese es ciertamente un aspecto de la formación quetenemos que afrontar. Los Hermanos están presen-tes y nos dan apoyo. Están siempre dispuestos aacompañar al grupo en todo lo que les pidamos.Durante los últimos años han hecho un trabajoexcelente “lanzándonos a volar” y guiándonos paraque asumiéramos la responsabilidad de la forma-ción y del propio grupo, como implica el ser SignumFidei. Hay varios miembros que sí que entienden lanaturaleza internacional de la solidaridad conotros lasalianos. Aunque no podríamos decir quetodos los miembros llegan a entender esto. Creoque esta es una oportunidad de crecimiento paranosotros”.

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Los miembros: La Fraternidad Lasaliana se com-pone de hombres y mujeres, casados o solteros,que aceptan vivir su compromiso bautismal al ser-vicio de los jóvenes, siguiendo el ejemplo de SanJuan Bautista de La Salle y están en relación con elInstituto de los Hermanos. Se acepta entrar en laFraternidad como respuesta a una llamada. Estavocación es discernida y profundizada durante unperíodo más o menos largo de oración, intercam-bio y experiencia comunitaria. Para los que estáncasados, el acuerdo del cónyuge es necesario antesde cualquier compromiso.

Comunidad abierta: A fin de reforzar los lazosfraternos, los miembros de la Fraternidad viven en“comunidad abierta”. Ésta se compone por lomenos de tres miembros que viven en lugares dife-rentes pero cercanos, y se encuentran con un ritmoregular para orar, formarse, reflexionar y compar-tir juntos:

“Formar comunidad” implica:

– una relación (la oración comunitaria, losencuentros regulares),

– un ideal compartido (la espiritualidad lasalia-na, el servicio educativo de los jóvenes),

– una preocupación alentada por todos (la vidacomunitaria y su desarrollo).

La formación de los miembros de la Fraternidad esuna preocupación importante y constante. Lesayuda a caminar, a discernir y a vivir su vocación.Cada vez, una parte del encuentro comunitario sededica a esto.

La misión: La Fraternidad Lasaliana se ha pro-puesto por misión el servicio de la educaciónhumana y cristiana de los jóvenes; prioritariamen-te, en las escuelas o las otras obras lasalianas, enrelación con la pastoral de la Iglesia local. Este ser-vicio de la educación se extiende a todo aquello queconcierne a la vida y la formación de los jóvenes,en ámbitos tan variados como: la enseñanza, lacatequesis, el ocio, las finanzas, y los diversos ser-

vicios en el seno de las instituciones educativas. Deese modo, los miembros de la Fraternidad trabajanen estrecha colaboración con el Instituto de losHermanos de las Escuelas Cristianas y los Herma-nos que lo componen, apoyando el mismo objetivoy compartiendo la misma misión según el espíritude Juan Bautista de La Salle, respetando sus dife-rentes estados de vida.

La espiritualidad: El espíritu de la FraternidadLasaliana invita a cada uno de sus miembros a unaprofundización de su Fe bautismal y lo lleva a com-prometerse al servicio de la educación humana ycristiana de los jóvenes y más especialmente de lospobres. Viven así su compromiso como un auténti-co ministerio.

Esta espiritualidad se alimenta cotidianamente de

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3.2 Fraternidad LasalianaDistrito de Francia

El título “Fraternidad Lasaliana” lo ha adoptado este “grupointencional lasaliano” del Distrito de Francia, que ha sido recono-cido oficialmente como “asociado para la misión lasaliana” con elInstituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas por el 43ºCapítulo General (Circ. 447, págs. 5-7). Hasta enero de 2001 esta-ba identificado como “Tercera Orden Lasaliana”.

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la lectura y de la meditación de la Palabra de Dios,dejando actuar al Espíritu Santo en ellos. Al no resi-dir en un mismo lugar, ésta constituye el lazo privi-legiado de la comunidad de Fe que los miembros seesfuerzan por vivir. Esta comunidad da así sentidoa los compromisos de todos los miembros de la Fra-ternidad Lasaliana actuando con espíritu de gratui-dad y de servicio según el ejemplo de Cristo.

El compromiso: En el seno de la Fraternidad, esposible realizar un compromiso temporal de un

año, siendo éste renovable. Después de varioscompromisos temporales y tras reflexión en comu-nidad, un miembro de la Fraternidad puede solici-tar la emisión de un compromiso definitivo.

Para vivir plenamente su compromiso, cada miem-bro se compromete a participar de forma regularen la vida de la “comunidad abierta”, así como enlos retiros espirituales.

Los miembros de la Fraternidad participan juntos,cada año, en un retiro espiritual. Al término delretiro, los miembros de la Fraternidad renuevan sucompromiso ante la comunidad así reunida. Elrecuerdo cotidiano de este compromiso es paracada uno fuente de gracia en la fidelidad a lamisión recibida.

Con el fin de asegurar el acompañamiento y deacuerdo con los responsables, el Hermano Visita-dor de Francia nombra Hermanos asesores. El res-ponsable de la Fraternidad Lasaliana es elegidopor los miembros que se han comprometido poruna duración de cuatro años. Puede ser renovadouna vez.

Contacto: François Tribout

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Todo comenzó en 2001, en el encuentro que ungrupo de unos 50 educadores tuvo en el CentroSan Casiano, la Casa de Espiritualidad que el Dis-trito de Gran Bretaña posee en Kintbury. Allí deci-dieron formar grupos locales o regionales paradesarrollar la misión lasaliana a partir de las nece-sidades y la experiencia de cada lugar. Poco des-pués comenzaba a reunirse el grupo de Bristol.

LAMB narra su historiaLa llamada de la Misión. Nuestro enfoque yvisión están fuertemente basados en nuestrasexperiencias de trabajo en Kintbury, al llevar gru-pos escolares allí o al ir allí de retiro. Hemos apren-dido en Kintbury que los jóvenes hambrean y tie-nen sed de dirección espiritual en sus vidas.Numerosos jóvenes, al dejar Kintbury, afirmanque ha habido un fuerte cambio en ellos cuando seles ha dado idea de la vida espiritual. Para muchos,se ha iniciado un itinerario de descubrimientoespiritual que continuará el resto de su vida. Paraalgunos se ha iniciado un proceso por el que losjóvenes atienden a sus semejantes, pasan a traba-jar en Kintbury o en un sitio similar y desempeñanun papel activo en la vida de la Iglesia. Les pedimosque transmitan el mensaje a sus semejantes, quesean testigos de Cristo. Es algo difícil de hacer,incluso para los adultos. Hacer esto eficazmente enuna sociedad secular exige ánimo, compromiso yapoyo. Quizás también requiera algún tipo de pre-paración. De todas formas, no todos los jóvenestienen la oportunidad de ir a Kintbury (o a un cen-tro similar).

Nuestra respuesta. Nuestra visión es que pode-mos trabajar en las escuelas para reforzar el buentrabajo iniciado en Kintbury y en otros puntossimilares. Podemos ayudar planificando y organi-zando encuentros en la escuela con los jóvenes.Podemos proporcionar un nivel de apoyo tanto

para profesores como para jóvenes. Podemos esta-blecer una “presencia” en la escuela para que seconfíe en nosotros y cada uno en la escuela vea queestamos allí como una ayuda. Podemos proporcio-nar una continuidad de experiencia espiritual deun año a otro. Podemos ser “oído atento” paraquienes lo necesiten. Tendremos tiempo para laspersonas.

Declaración de la misión de LAMB. Somos unacomunidad cristiana en crecimiento y abierta, quevive el espíritu y el carisma de San Juan Bautistade La Salle. Viviendo una vida de amor, testimo-nio, apoyo mutuo y oración deseamos escuchar yllegar a todos, especialmente a los jóvenes y a quie-nes pasan necesidad.

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3.3 Asociación Lasaliana para laMisión en Bristol (LAMB)

Distrito de Gran Bretaña

La comunidad LAMB (LLaassaalllliiaann AAssssoocciiaattiioonn ffoorr MMiissssiioonn iinn BBrriissttooll)es un ejemplo de comunidad constituida por dos círculos con-céntricos; es decir, que hay un pequeño grupo a tiempo com-pleto, apoyado por otro más amplio y cuya participación esvariable.

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El vínculo con los Hermanos. Punto central denuestra comunidad ha sido nuestro vínculo con losHermanos. ¿Cuál será la naturaleza de este víncu-lo en el futuro? Desde el punto de vista de unacomunidad, los Hermanos son esenciales puestoque nos mantienen firmemente enraizados en elcarisma y el trabajo de La Salle. LAMB no estaríaprobablemente donde está si los Hermanos noestuvieran implicados en el pensamiento, las deci-siones y la espiritualidad del grupo. LAMB debecontinuar siendo –no simplemente “autorizada” atrabajar con los Hermanos– sino una extensión dela misma evangelización y alcance de los Herma-nos en el siglo XXI. En este sentido, “Asociación”no es sencillamente el recuerdo de un vínculo pasa-do con los Hermanos o con Kintbury, sino que es,de hecho, un vehículo por el que los Hermanoscontinúan su trabajo y misión en el nuevo milenio.

La propuesta al Distrito. Desde la experiencia y lareflexión, en 2003 el grupo hace su propuesta al Dis-trito sobre lo que podría llegar a ser la comunidadLAMB, formada por los dos círculos concéntricos:

1. Un grupo a tiempo parcial, compuesto de volun-tarios que ofrecen su tiempo al final del día ylos fines de semana. Este grupo será:

– colaborador en la oración con los miembrosde la comunidad a tiempo completo,– apoyo a los miembros a tiempo completo,– apoyo mutuo de fe.

2. Un grupo a tiempo completo. Este grupo tendrá

una presencia habitual en la escuelas y podráorganizar y dirigir encuentros durante el hora-rio escolar. El grupo de tiempo completo prepa-rará un calendario de actividades con cadaescuela por separado. El grupo de tiempo com-pleto será un grupo residencial. Hermanos,Hermanas y voluntarios seglares (jóvenes yadultos) compartirán casa, oración, comidas yllevarán juntos una misión. Pediremos el com-promiso mínimo de un año para los voluntariosque deseen formar parte de esta comunidad;pero esto podría ampliarse de mutuo acuerdo.Dos o tres Hermanos vivirán y trabajarán enesta comunidad y con un compromiso inicial detres años con el proyecto.

Ha de tener personas dentro de sí que den testi-monio de los valores lasalianos de oración y comu-nidad por el trabajo que hacen, no sencillamentepor su condición de coordinadores o dirigentes.Una comunidad que integra el trabajo de miem-bros adultos y jóvenes para compartir los dones detodos. Una comunidad de oración que compartelos valores que los lasalianos aprecian.

Recibirán apoyo considerable –y, a su vez, lo pres-tarán– de la comunidad LAMB ya aquí en Bristol, ynos gustaría ver la comunidad residencial como laexpresión visible de la comunidad ya aquí. En otraspalabras, son la misma comunidad, sólo que condiferente función.

Nace la comunidad San GabrielAsí nació la Comunidad San Gabriel, en Clevedon,en asociación con LAMB, en 2004, formada inicial-mente por dos Hermanos y dos Seglares. Y así sepresentan:

“Estamos de pie y en movimiento. Somos unacomunidad de cuatro: Owen, Caroline, Michael yBenet. Una quinta joven ha expresado interés y lehemos respondido con una invitación de: “ven ymira”. Owen y Benet son Hermanos. Caroline estu-vo al frente de una casa de oración y actuó de cape-llán/orientadora un día por semana en una de lasescuelas; tiene múltiples contactos locales.Michael es un joven voluntario. Está interesado enimplicarse con los alumnos y es un músico estu-pendo. Esperamos encontrar alguien de edad simi-lar para que haya un apoyo entre iguales.

El grupo LAMB ha colaborado estupendamente y

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ha sido de gran apoyo. Realmente son un grupoentregado. Algunos alumnos, con la experiencia deKintbury, también desean asociarse con nuestracomunidad y trabajo.

Nos hemos encontrado como comunidad y hemosredactado varios acuerdos sobre nuestra vida encomún. Trabajamos en nuestra vida de oración yen compartir nuestra fe; esto último sucede demanera natural ahora. Continuamos revisandoperiódicamente lo que es, en realidad, un ProyectoComunitario Anual, aunque sin ninguna etiquetaconcreta.”

Los dos círculos en acciónLos dos grupos llevarán a cabo con los jóvenes unministerio basado en las notas lasalianas de “gra-tuidad” y “por asociación”. Gratuidad, en estecaso, significa que los alumnos reciben ayuda sintener que abonar nada; esperamos que las escuelasaporten algo, pero nunca hasta llegar al coste total.“Por asociación,” en este caso, significa que hayuna entrega en equipo, con un ministerio deiguales en su misma esencia.

En particular esta comunidad ofrece aescuelas y colegios:

• Oración y ocasiones de experien-cias espirituales centradas enlos jóvenes.

• Actividades creativas y prácti-cas para comprometer lostalentos de nuestros alum-nos mientras adaptan suspropios talentos a las diferen-tes necesidades de nuestrasescuelas y colegios.

• Jóvenes que testimonian anteotros jóvenes, compartiendosus propios itinerarios de femientras que, al mismo tiem-po, “están con” los alumnosen sus itinerarios de fe.

• Trabajar con alumnos en pequeñosgrupos de estudio y apoyar gru-

pos de capellanía existentes, tales como gruposde “Justicia y Paz”.

• Trabajo en retiros y después del retiro.

• Apoyo al claustro de profesores a través demomentos de oración y amistad.

• Dirigir y coordinar asambleas y/o actos religio-sos.

• Ocasiones de oración y de desarrollo de la fe fuerade la escuela.

El objetivo de la comunidad es trabajar con losjóvenes en un ambiente de fe. La oración está en elcorazón de la comunidad. Habrá tiempo para laoración de forma periódica, con recursos para laoración. Las comidas se tendrán en común ypodrán ser compartidas con personas de fuera dela comunidad, dentro de lo razonable. Habrá tiem-po comunitario para la recreación en común. Pro-curaremos tener Días de Comunidad, así como

reuniones quincenales con la más ampliacomunidad LAMB. Dedicaremos tiempoen los atardeceres y en los fines de sema-na para preparar recursos y posiblesencuentros juveniles en las escuelas o enla diócesis. Las actividades comunitarias

de verano ayudan a la formación dela comunidad.

El trabajo de LAMB se basa, pri-mero y ante todo, en la cons-trucción de la comunidad,mutuamente y con los jóvenes.No se trata sólo de proporcio-nar un servicio a los jóvenes,aunque así pueda ser comonosotros emprendimos el tra-bajo. Más bien se trata de per-mitir que los jóvenes, donde-quiera se encuentren, formenparte de la familia lasaliana,“habilitándoles” para que pue-dan responder más libremen-te a la llamada de Cristo.

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La historia de este grupo comienzahacia 1984. Sus protagonistas la narranasí:Nos juntamos varios profesores del Colegio, invita-dos por un Hermano para reflexionar sobre diversostemas humanos y cristianos, en una reunión sema-nal. En los dos años siguientes se fueron incorpo-rando también nuestras parejas respectivas. Nues-tra preocupación inmediata no era la fe, sino sim-plemente compartir como amigos nuestra experien-cia y preocupaciones. Pero poco a poco la fe se hizoun punto de referencia importante, y comenzamosa avanzar en la formación y la oración.

Nos iniciamos en el conocimiento de la Biblia, yconscientemente empezamos a desarrollar un pro-yecto de grupo cristiano. Al mismo tiempo nosimplicábamos cada vez más en la Pastoral Juvenildel Colegio y del Distrito, participábamos enencuentros distritales de Pascua y de Oración. Se

incorporaron nuevos miembros al grupo hastaalcanzar el número actual.

Ya llevábamos varios años como grupo cuandoempezamos a participar en cursos de formaciónlasaliana. Entonces, con el descubrimiento de laespiritualidad lasaliana y el itinerario del Funda-dor, pudimos darnos cuenta que también nosotroséramos parte de La Salle.

Durante varios años, hasta 1999, varios Hermanosse fueron turnando para animar el grupo y asegu-rarnos la formación. A partir de ese año el grupoasume la responsabilidad de la animación y eligepara ello un miembro seglar del propio grupo. Esteproceso produce en nosotros un efecto muy bene-ficioso de responsabilidad, todos los miembros delgrupo asumen funciones dentro de él y aumentande manera importante los compromisos persona-les y comunitarios. El grupo comienza a definirsecomo Comunidad.

Desde el año 2000 nos planteamos en el grupocuestiones como el carácter lasaliano y la asocia-ción. Participamos en encuentros con otras comu-nidades lasalianas para aclararnos mutuamente.En enero de 2003 el grupo decide solicitar la aso-ciación al Hno. Visitador y su Consejo; y en agostodel mismo año, cuando celebrábamos el día distri-tal, realizamos nuestra promesa de asociación antelos demás Hermanos y Lasalianos del Distrito.

¿Cómo siente y expresa el grupo lamisión, el carisma, la espiritualidadlasalianas?En los últimos años nos hemos planteado en pro-fundidad esta misma pregunta. Para ayudarnos aresponderla hemos dedicado mucho tiempo a laformación, tanto en las reuniones de grupo comoen la participación de cursos lasalianos a nivel dis-trital y regional, e incluso internacional como laS.I.E.L.

Nuestros compromisos tienen un marcado carác-

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3.4 Comunidad “Galilea”Distrito de Valladolid, España

La Comunidad “Galilea” es un grupo formado por 6 matrimo-nios (cada uno con dos o tres hijos), un Hermano y otra personaseglar. Su lugar de referencia es el Colegio La Salle de Valladolid(España). La mayor parte son profesores de este Colegio, y unode ellos es actualmente el director del Colegio. Algunos trabajanen otras profesiones ajenas a la enseñanza, y entre éstos últimosestá el actual animador de la comunidad.

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ter lasaliano, no sólo por parte de los que nos dedi-camos a la enseñanza. La labor apostólica que lacomunidad va aceptando se desarrolla fundamen-talmente en el colegio La Salle y en organizacionesdel Distrito. Participamos en campañas de educa-ción para la justicia, en la animación de gruposcristianos juveniles, en organizaciones de ayuda alos necesitados. Estamos integrados en los equiposlocales de misión compartida, como también envarias comisiones distritales, y hemos asumidodiversas responsabilidades en la animación y coor-dinación del centro escolar. Los miembros de lacomunidad se sienten enviados por ella a cada acti-vidad en la que participan.

Nuestra oración es significativamente lasaliana,por ejemplo en la importancia que damos a la pre-sencia de Dios o a su Palabra.

¿Qué elementos os ayudan más areforzar vuestra vida comunitaria y loslazos con otras comunidades y con elDistrito?Además de la reunión semanal del grupo tenemosotro tipo de encuentros periódicos, tales comocelebraciones festivas con nuestras familias y endistintos lugares, o encuentros para reflexión ycompartir la experiencia con otras comunidades.Cada domingo asistimos a la eucaristía en la parro-quia de uno de los miembros de la comunidad, porturno rotativo. Una vez al mes y en diversas cir-cunstancias celebramos la eucaristía con la comu-nidad de los Hermanos de nuestro Colegio.

Con los Hermanos del Distrito mantenemos fuer-tes relaciones personales, de amistad y de trabajoen común. Participamos en los encuentros distri-

tales. El Hno. Visitador incluye nuestra comunidaden su plan de visita pastoral a las comunidades delDistrito. Sentimos que formamos parte del Distri-to, y nos sentimos solidarios con los Hermanos enla búsqueda de nuevas formas de realizar conjun-tamente la misión.

La comunidad vive ahora un momento de fuertecompromiso con su historia y con los designios queel Espíritu prevea para ella; acepta con naturalidadlos desafíos que se le van presentando; profundizaen su espiritualidad y se enriquece participando demanera activa, como grupo y personalmente, en lasdistintas actividades que se le proponen.

Para contactar:José Antonio Alvarez

[email protected]

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Somos una comunidad de treseducadores lasalianos en activo.Damos mucha importancia a nuestras experien-cias en comunidades lasalianas con las que hemosvivido en el pasado. Cada uno de nosotros conside-ra nuestro tiempo en otras comunidades lasalianascomo los bloques de la construcción en donde esta-mos hoy.

Es importante señalar lo que nosotros habíamosimaginado sería nuestra comunidad y después lamanera como de hecho evolucionó. El año pasado,desde que nos trasladamos de la Comunidad San

Miguel para formar esta comunidad, hemos expe-rimentado la multitud de fuerzas que enriquecen ydificultan nuestra idea original de comunidad jun-tos: tres adultos, dos yendo a una escuela gradua-da; un matrimonio que mantiene su relación, eltercero alimentando una importante relación;tomando cuidado de dos hijos pequeños; los trestrabajando a tiempo completo en ministerios lasa-lianos, cuidando y acompañando a padres enfer-mos y cercanos a la muerte. Reconocemos que ésteno es el tipo de vida imaginado para un religiosoconsagrado. Las dificultades y dones no son dife-rentes de los de una pareja de casados o de los deun soltero que no viven en comunidad. Sencilla-mente escogemos vivir estos dones y dificultadesjuntos, incluidos las dificultades y dones del minis-terio, en apoyo mutuo.

Tenemos la sensación personal de que nuestroéxito en el ministerio es posible por compartirestos dones y dificultades. No podríamos desem-peñar nuestro ministerio, ser quienes somos, sin elapoyo mutuo.

Nuestra “comunidad” va más allá de la casa en quevivimos. Sentimos un vínculo fuerte con otrascomunidades lasalianas, de Chicago y de fuera deél, pero especialmente con las comunidades direc-tamente conectadas con los ministerios en que tra-bajamos. Estamos también ligados con otrascomunidades locales y con el vecindario al que ser-vimos. Sin estos lazos, no nos sostendríamos de lamisma manera.

Nuestra vida de oración como comunidad es dife-rente de lo que habíamos esperado. No tenemos laflexibilidad y tiempo para sentarnos cada mañanay/o cada tarde en nuestra sala de oración durante30 minutos de oración y reflexión. Sin embargo,sentimos que el tiempo de oración juntos esimportante. Además, nos hemos dado cuenta deque las conversaciones que tenemos entre nos-otros y con otros de nuestra amplia comunidad(lasaliana y de otro tipo), durante las comidas, al

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3.5 Una comunidad lasaliana al sur de Chicago

Mike Anderer-McClelland (37 años). Director de Comunidad.Escuelas San Miguel de Chicago.

Karin McClelland-Anderer (36 años). Directora de Misión Com-partida y de Formación de los Hermanos de las Escuelas Cristia-nas del Distrito Midwest.

Thaddeus Smith (46 años). Profesor de 6º grado. Escuelas SanMiguel de Chicago.

Jack (2 años) y Clare (11 meses). Hijos de Karin y Mike.

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lavar los platos, cambiar el césped, plantar flores,limpiar el sótano, poner el árbol de Navidad, pintarlos huevos de Pascua, preparar el mobiliario delbebé, disponer la casa para los visitantes, repararel suelo, ordenar la ropa del bebé, etcétera, sonencuentros reales, experiencias de la presenciaamorosa de Dios en todo cuanto hacemos.

¿Qué nos hace pensar que somoslasalianos?Todos hemos vivido en comunidades lasalianasantes, durante importantes periodos de tiempo.Uno de nosotros como Hermano de La Salle, losotros dos como Voluntarios Lasalianos. Másrecientemente, los tres vivimos en una comunidadlasaliana más numerosa en Chicago (conectadacon la escuela San Miguel). Karin ha vivido sieteaños, Mike nueve años y Tad siete años (hastaahora) en comunidades lasalianas, siempre conmiembros seglares y consagrados (hasta este año).

Todos nosotros trabajamos en ministerios lasalia-nos, como elección deliberada y consciente. Hemostrabajado en otros ministerios educativos, públi-cos y privados, pero hemos elegido seguir traba-jando en ministerios lasalianos. Ninguno de nos-otros es originario de Chicago y vinimos delibera-damente a Chicago desde otras partes de EstadosUnidos por las oportunidades disponibles en losministerios lasalianos del distrito de Midwest.

En nuestros propios itinerarios espirituales hemosllegado a identificarnos con el carisma lasaliano.Describimos nuestras vidas como vocación y cree-mos que tal vocación está animada por el carismalasaliano. Todos nos sentimos llamados a servir enla Misión; sentimos que nuestro trabajo está inspi-rado por el Espíritu y enraizado en nuestra fe.

Estamos intentando experimentar y proporcionarun modelo de cómo vivir como comunidad lasalia-na de adultos cristianos y lasalianos responsables.Vivimos en una casa amplia que es hogar. Por elloconsideramos importante que sea acogedora y estébien conservada, no solo un sitio para almacenar“nuestras cosas” y descansar en medio de las res-ponsabilidades de nuestros ministerios respecti-vos. Hemos estado haciendo cambios en la casa(despacio, claro, que el dinero tiene límites) parapoder estar seguros de tener una sala amplia einvitar a otros a nuestra comunidad para comidas,

oración, diálogos, etcétera. También esperamosañadir otro dormitorio que permita ampliar elnúmero de adultos en la comunidad.

Nos juntamos y empezamos a dialogar sobre laidea de una comunidad vivida de esta maneracinco años antes de trasladarnos, juntos, a lacomunidad San Miguel de Chicago (2002).

La comunidad que estamos desarrollando no es unexperimento; no es una prueba para gente religio-sa sin votos. Quizás sea una prueba para gentellena de fe, con votos o no. ¿Habría alguna dife-rencia si un Hermano viviera con nosotros? Estono es algo sólo para gente soltera o casada, sinopara gente de fe activa en el ministerio; en particu-lar, el ministerio educativo lasaliano.

Para contactar:Karin McClelland-Anderer [email protected]

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¿Cuándo comenzó la experiencia, y porqué?En 1982 comenzaron las misiones lasallistas en laSierra de Durango. El Párroco del lugar en coordina-ción con los HH. Lorenzo González y Ramón Her-nández Carpio lanzaron este movimiento como res-puesta evangelizadora y de promoción humana afavor de la gente de la Prelatura. Las misiones deverano, navidad y semana santa se consolidaron conel establecimiento en 1992 de una Comunidad deHermanos y, dos años más tarde, con el inicio delVoluntariado Misionero. El objetivo trazado por elPárroco de acuerdo con los Hermanos, fue dar res-puesta a las necesidades educativas y de forma-ción cristiana de los niños, jóvenes yadultos de los pueblos y rancherías dela Sierra. Con ese fin se han estadoestableciendo los Centros Comu-nitarios en las poblaciones almismo tiempo que en El Saltose han establecido y consolida-do los cursos de formación de:Ministros extraordinarios de laEucaristía, de Catequistas, deAsesores Juveniles y de Promo-tores de los Derechos humanos asícomo la formación de los Enlaces de

promoción entre los pueblos de la Sierra y la comu-nidad lasallista de El Salto.

¿Es una experiencia misionera? ¿O másbien se trata de una experiencia decomunidad para la misión?Las misiones de Semana Santa y de verano en elDistrito se han considerado desde su inicio, como lavivencia de una comunidad que se proyecta al ser-vicio educativo de la población. Los jóvenes y adul-tos misioneros se integran en pequeñas fraternida-des de vida común, de oración, de capacitación conmiras a realizar la misión lasallista a favor de losniños, jóvenes y adultos de la Sierra. Es lo que sevive en el Centro La Victoria de El Salto. Los Her-manos y los Voluntarios constituyen una comuni-dad de fe y de fraternidad al servicio de la Iglesialocal, comprometidos en la promoción humana yen la evangelización de la población campesina.Hermanos, Voluntarios y Voluntarias viven en elmismo conjunto habitacional (integrado por trespequeñas casas y un área de espacios comunes),conviven y rezan juntos, juntos prevén y progra-man las acciones apostólicas a realizar. Se formanpequeñas fraternidades que son enviadas a los pue-blos para vivir con la gente y con ella encontrar las

formas más oportunas para responder asus necesidades educativas y de creci-

miento religioso y espiritual.

¿De dónde vienen losjóvenes voluntarios?¿Qué motivacionestraen? ¿Qué esperanencontrar aquí?

Los jóvenes proceden ordina-riamente de los Grupos Juveni-

les de las instituciones lasallistas:Bachilleratos o Universidades o

3.6 Comunidad de Hermanos yVoluntarios de El Salto, Durango Distrito de México Norte

En El Salto, Durango, México, Distrito de México Norte, encon-tramos una comunidad formada por tres Hermanos y 25 a 30jóvenes voluntarios procedentes de múltiples ciudades del paísy eventualmente de algún otro país: Estados Unidos, Francia oEspaña. Estos jóvenes se comprometen por un año en la vida yel proyecto de la comunidad. La comunidad está ubicada en laPrelatura de El Salto, en la Sierra Madre Occidental mexicana.

Actualmente (Junio 2005) los Hermanos José Francisco Hernán-dez, Juan Gómez y Gabriel Sarralde animan directamente estavivencia comunitaria misionera.

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bien de otros Grupos Universitarios que trabajanen coordinación con La Salle. Sus motivacionesson múltiples pero el denominador común es suvoluntad de servir a la gente pobre y hacerlo desdela perspectiva lasallista: educación, formación reli-giosa, promoción humana por amor a Cristo. Losjóvenes candidatos saben que encontrarán en ElCentro La Victoria de El Salto una comunidad dereferencia en la que podrán crecer como personasy como cristianos y con ella y desde ella proyectar-se al servicio de la población. Ellos vienen sabien-do que no recibirán ningún beneficio económico.Seguramente que en varios de ellos la motivaciónde la aventura puede estar presente. El espíritu deaventura se transforma en misionero al entrar encontacto con la realidad del campo mexicano, conla gente y sus necesidades y captar que como bau-tizados tienen una misión a realizar en su servicio.Varios de los jóvenes expresan su deseo de agrade-cer a Dios por tantos beneficios recibidos y se lomanifiestan entregándole en especial este año,dejando de lado sus compromisos laborales o deestudio para servir a sus hermanos más pobres.

¿Cómo se desarrolla la experiencia de lacomunidad? Los voluntarios se integran en la comunidad enAgosto o en Enero. Inician con dos o tres semanasde introducción y de elaboración del proyectocomunitario. En él se expresan las convicciones delgrupo y las formas concretas de vivir la fe, la frater-nidad y el servicio. Se toman en cuenta la vidainterna de la comunidad y su proyección apostólica.En la comunidad se propicia el crecimiento huma-no y espiritual de cada persona: oración, estudio,lectura personal, momentos de intercambios ytomas de decisiones y convivencias y esparcimien-to. Se prevén las formas y tiempos de capacitacióny formación permanente en lo relativo a la promo-ción humana (análisis de la realidad, planeaciónestratégica, desarrollo comunitario, metodología yestrategias para la trasformación de la realidad,derechos humanos, comunicación, formación de laconciencia social) y en cuanto a la evangelización(cristología, eclesiología, moral, Biblia, liturgia,oración, religiosidad popular, lasallismo). La vidade la comunidad así como diferentes dinámicasayudan a capacitarse para responder de manera crí-tica y creativa a las necesidades espirituales, socia-

les y educativas de las personas de la Sierra.

¿En qué consiste su labor apostólica?Los Voluntarios se integran en el Plan de Conjun-to de la Iglesia local para impulsar, junto con lagente de los pueblos, la calidad de vida humana ycristiana de las personas y de las comunidades. Deacuerdo con el Obispo y el Plan Pastoral de la Pre-latura, la Comunidad de El Salto realiza su acciónapostólica en dos fases:

– Fase de inserción: pequeñas fraternidades detres o cuatro personas se instalan en los pue-blos durante tres semanas; la fraternidad orga-niza, según las necesidades locales y de acuer-do con la gente, cursos, actividades sociales yculturales, fomenta acciones comunitarias demejora material o promoción de talentos eimpulsa la vida de oración y el crecimientoespiritual de la comunidad.

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– La otra fase se lleva a cabo en el Centro La Vic-toria. A la gente de los pueblos se les invitapara participar en el Centro La Victoria en cur-sos, talleres, seminarios, retiros, encuentrosjuveniles y asambleas.

Al final de esta experiencia, ¿qué handescubierto del carisma lasaliano, de laAsociación lasaliana para el servicioeducativo de los pobres?Al concluir el año del voluntariado los jóvenesviven momentos de fuerte tensión. Por una partehan vibrado con las carencias y urgencias de lagente, han vivido en comunidad una fuerte espiri-

tualidad, se han entregado totalmente al serviciode la gente y por otra están conscientes de quedeben dejar esta situación para volver a la vida“ordinaria” de trabajo, estudio, familia, amistades,fiestas. Este paso no se da sin fuertes tensiones. Suvida ya no es igual. Son jóvenes que han orado pro-fundamente, que han tocado el dolor humano, quehan vivido y descubierto la riqueza del don de sípara colaborar con la gente, que han vivido encomunidad y se sienten parte de una gran familiaempeñada en la promoción de la gente. Muchos delos jóvenes reconocen que su voluntariado no hasido un paréntesis en sus vidas sino un trampolínque los ha lanzado como cristianos y lasallistas,hacia nuevos retos.

¿Cómo influye esta experiencia en lavida posterior de los jóvenes?El voluntariado ha sido una escuela de vida. Nin-gún joven ha expresado malestar por su año devoluntario, al contrario, sienten que su vida quedóimpactada y muchos reconocen que Dios se leshizo especialmente presente y aceptan avanzar decompromiso en compromiso. Algunos ex-volunta-rios se han integrado en el grupo de oración, defraternidad y de servicio que ellos mismos han lla-mado Comunidad Adrián Nyel. Entre los ex-voluntarios hay varios que han optado por la vidasacerdotal o por la vida religiosa. Otros son pro-motores de grupos juveniles y de grupos misione-ros en Colegios lasalianos, Parroquias y Universi-dades. Muchos de quienes han optado por elmatrimonio reconocen explícitamente su vivenciade fe y su voluntad de servicio como fruto delvoluntariado. La amistad que une a los ex-volunta-rios se manifiesta en sus reuniones, retiros y asam-bleas realizadas periódicamente y en los que evalú-an la vivencia de su compromiso y su voluntad devivir el carisma de La Salle.

Para contactar:H. José Francisco Hernández Z.

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Bajo los auspicios del Distrito de Camerún, estádesarrollándose una nueva forma de asociaciónlasaliana. Se trata de un grupo de antiguos alum-nos del Colegio De La Salle de Douala, donde tuvosus comienzos en 1992, pero que se trasladó aMbalmayo en el 2001. Aquí, esta asociación deVoluntarios Lasalianos comenzó una nueva etapacon una decena de miembros. El Hermano EugèneLY es el acompañante espiritual del grupo.

Vitalis Ndikum es el director de la comunidad.Tiene 30 años, y desde los 15 está en La Salle, pri-mero como alumno y, después de sus estudios uni-versitarios, como profesor de Informática y Elec-trónica, en Douala. Su mayor alegría, dice, es eltrabajo con los jóvenes, el diálogo con ellos, el viviren medio de ellos.

En Mbalmayo los miembros viven en comunidad;una comunidad que tiene su ritmo de oración, for-mación, escucha de la Palabra de Dios e intercam-bios. Esta dimensión comunitaria refuerza los lazosestrechos entre los miembros, impregnados por unespíritu de Amor para la formación de los jóvenesque les están confiados. Esta comunidad agrupajóvenes no casados, consagrados durante un ciertotiempo a la educación de los demás, antes de casar-se y fundar un hogar. Otros jóvenes tienen tambiénfuertes compromisos. Los voluntarios lasalianosque se han casado no viven en comunidad, pero vie-nen todas las mañanas para dar sus clases y dedicaruna parte de su tiempo a los jóvenes.

Han puesto en funcionamiento un centro de for-mación profesional para jóvenes y adultos, centroHermano Muciano María. Los jóvenes vienen paraaprender un oficio en las siguientes disciplinas:electricidad, electrónica e informática. La forma-ción está orientada esencialmente hacia las técni-cas industriales, y el aprendizaje tiene por objetodar a los niños una formación práctica, necesariapara el autoempleo.

“Todo está por construir –dice Vitalis–. Yo escribo

todos los días a diversos organismos internaciona-les para buscar la financiación de nuestra obra. Espreciso que los más pobres tengan la oportunidadde recibir la formación que aquí les ofrecemos. Elcarisma lasaliano nos lleva a abrir los jóvenes al

3.7 Voluntarios Lasalianos deCamerún

“Nuestro desafío consiste en construir un equipo sólido asocia-do a los Hermanos en la misión lasaliana. Es un proceso largo,acompañado de alegrías y decepciones a causa de los abando-nos y las frustraciones. El encuentro con Dios nos ayuda a des-cubrirle, reconocerle en el otro, y a través de nuestra colabora-ción con los Hermanos, extender su reino en nuestro país. El des-afío consiste pues en formar grupos de voluntarios y de asocia-dos abnegados, llenos de celo para anunciar a Cristo por mediode la educación de los jóvenes más pobres”.

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mundo enseñándoles un oficio, gracias al cualpodrán vivir; el carisma nos lleva a hablarles deDios, que está al principio y al fin de su ser, a recor-darles la presencia de Dios todos los días. Quere-mos ser un ejemplo concreto para ellos.”

La comunidad de Voluntarios da mucha importan-cia a la formación de sus miembros, a compartir las

experiencias. Subrayan especialmente, la forma-ción a la oración y la formación religiosa y lasalia-na por un lado, y la formación a la vida fraternapor otro. “En el centro de este proceso está el des-cubrimiento del compromiso con los pobres, cosaque nos ha conmovido. La preocupación por laeducación de los más pobres era el motivo inicial,pero nadie había medido la amplitud del compro-miso. Nadie comprendía verdaderamente quién esel más pobre y lo que significa trabajar por el máspobre. A pesar de los momentos difíciles y de aque-llos que se han desanimado, el descubrimiento delrostro de Cristo en los jóvenes materialmentepobres ha sido un estímulo para continuar nuestramisión y hacerla más dinámica”.

Para contactarVitalis Ndikum

[email protected]

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En el contexto filipino, año tras año, muchos niñostienen que dejar de estudiar debido a la pobreza.Año tras año, muchos niños filipinos tienen quetrabajar para ayudar a alimentar a sus familias.Año tras año, muchos niños tienen que abandonarsus sueños para enfrentar las duras realidades deuna existencia precaria. ¿Quién se interesará losuficiente para traerles esperanza?

El Programa de Voluntarios Lasalianos fue conce-bido con el fin de participar y contribuir en estallamada de la sociedad filipina, especialmente delos jóvenes filipinos. El objetivo esencial es pro-porcionar un escenario a los miembros de la Fami-lia Lasaliana, donde puedan poner su pericia,talentos y habilidades al servicio de las comunida-des marginadas, logrando de ese modo plenitud devida para todos.

En 1994, el Programa de Voluntarios Lasalianos(LSVP) fue establecido por el Distrito para darreconocimiento formal al espíritu e iniciativas delvoluntario que se había expandido con los años.Desde entonces, tandas de graduados han sido for-mados y enviados a enseñar y servir en escuelas LaSalle y comunidades pobres en Luzon, Visayas yMindanao. Dondequiera que estos VoluntariosLasalianos fueron enviados, se comprometieron acompartir una educación humana y cristiana conlos jóvenes y pobres en su apostolado diario.

Los voluntarios se reúnen e inicialmente constru-yen una comunidad cristiana de voluntarios entreellos mismos, y luego ella se inserta en la vida decomunidades pobres deprimidas o aisladas, ordi-nariamente en zonas rurales. Los voluntariosviven una vida sencilla en una morada modesta,por lo general muy parecida a las casas de la genteque sirven.

Hoy en día, se encuentran comunidades lasalianasde voluntarios en zonas de misión pobres, dondehay necesidades urgentes principalmente en edu-cación de los niños y jóvenes en situaciones de

riesgo. Estas comunidades de Voluntarios Lasalia-nos están compuestas de graduados, maestros ypersonal de las escuelas lasalianas. Entran en laszonas de misión con el objetivo de iniciar y poneren práctica un programa educativo sostenible paralos jóvenes en situación de riesgo de la zona.

Los programas educativos introducidos son final-mente entregados al cuidado de la comunidad localdentro de un período específico, potenciando deesta manera la zona de misión en la conceptualiza-ción, puesta en práctica y evaluación del programa.

El LSVP está financiado por el Fondo para el Apos-tolado en favor del Pobre, de la Familia Lasallistade Filipinas.

Pueden formar parte del PVL: Un alumno/a,soltero/a, menor de 35 años de edad, con buenasalud, dispuesto/a a servir en cualquier parte deFilipinas al menos un año escolar completo, dedi-cado y comprometido al ministerio educativo lasa-liano, siendo testigo efectivo del espíritu de fe ycelo lasaliano.

Sra. Evangeline de Peralta.ex-Directora del Programa de Voluntarios Lasalianos

y Directora de la primera comunidad de LSVP

3.8 Voluntarios Lasalianos deFilipinas (LSVP)

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Perspectiva de una voluntaria lasalianaCuando me gradué de la escuela secundaria, creíque mis días lasalianos habían terminado, porqueiba a entrar en una universidad pública. Pero comoes Dios quien nos guía, me fue posible vincularmepor medio de encuentros de verano con otros jóve-nes lasalianos. Un viaje de servicio a la Escuela SanMiguel en Chicago fue la experiencia central queme condujo a dar un salto de fe fuera de mi títuloen Desórdenes de Comunicación y hacia el Progra-ma de Voluntariado Lasaliano. Sentí el Espírituagitarse dentro de mí mientras prestaba servicioen San Miguel y vivía en comunidad por esa únicasemana; fue esa clase de sentimientos que hablóalto y claro: “°Esto es!”

En los años siguientes, viví en comunidad conHermanos y Voluntarios Lasalianos en California

y Baltimore. También viajé a Bangkok y Sri Lankacomo parte del Programa de Inmersión para Adul-tos del Distrito de San Francisco. Ahora vivo enChicago –en comunidad– en la Escuela San Miguelen el barrio “Back of the Yards”, el mismo lugarque me habló tan fuerte hace cinco años. Ningunade estas experiencias hubiera sido posible sin lalabor de los Hermanos que respondieron a la lla-mada del Espíritu Santo de llevar el Instituto alugares adonde nunca antes pensó ir y de formaresta Asociación a la que mucha gente se refierecomo Familia Lasaliana.

Somos una institución en la cual las personas nosólo trabajan juntas sino que también viven y jue-gan juntas. Partimos el pan juntos; oramos juntos;viajamos juntos; incluso preparamos el equipaje ynos movemos por el país juntos; todo por eso quese agita dentro de nosotros diciéndonos que noestaremos en paz a no ser que respondamos la lla-mada. El Espíritu nos ha conducido aquí, a un bellomisterio que no se espera que comprendamos.

El Programa del Voluntariado Lasaliano es para míel mejor ejemplo de lo serio que es el Institutosobre esta idea de la asociación. Algunos cuestio-nan la eficacia de este modelo diciendo que la mez-cla intergeneracional no crea un ambiente saluda-ble de vida. Critican la mezcla de estilos de vida dereligiosos y seglares y de sexos. En mi opinión, sinembargo, estos elementos se suman a la riqueza dela vida comunitaria.

¿Cuál es el atractivo de este estilo de vida? ¿Por quéjóvenes y mayores, religiosos y seglares, quierenvivir juntos? La respuesta rápida y fácil sería queeligen hacer esto por la misión. Ciertamente, enúltimo término, la misión es el aglutinante, pero noes realista creer que este es el motivo de todo jovenadulto que escoge ser Voluntario Lasaliano. Notodos los Voluntarios Lasalianos han recibido unaeducación lasaliana, ni todos los Voluntarios Lasa-lianos son siquiera católicos. Además, un grannúmero de Voluntarios Lasalianos no tienen pre-

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3.9 Vida comunitaria con la Escuela San Miguel Región USA/Toronto

Emily Vogel es Directora de Apoyo al Graduado del campus“Back of the Yards” de la Escuela San Miguel en Chicago, IL. Presenta aquí su propia experiencia de comunidad desde laperspectiva de voluntaria lasaliana.

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vista una carrera relacionada con la educación des-pués de su compromiso como voluntario.

Estoy casi seguro de que el promedio de los jóvenesadultos no comprende verdaderamente la vidacomunitaria en la tradición lasaliana hasta que es“demasiado tarde”. La influencia de los años devoluntariado puede ser tan impresionante que, amenudo, la gente cambia de carrera, se ven envuel-tos en el torbellino del Espíritu Lasaliano, y de lamanera más sencilla aunque profunda, reconducensu vida y sus valores a los de la sencillez y el servicio.

Los jóvenes adultos escogen el voluntariado pormuchas razones. Miran nuestro mundo de violen-cia, pobreza y desesperación, y quieren producirun impacto positivo antes de entrar en el “mundoreal”. Creo que muchos eligen vivir en comunidad,como así es en el Programa de Voluntariado Lasa-liano, porque anhelan participar en algo con senti-do más profundo, estar unidos a un grupo de per-sonas con quienes se pueda contar para apoyo ycompañía. Más aún, los jóvenes hoy se siente librespara explorar oportunidades que ahonden su espi-ritualidad con formas profundas. El Programa deVoluntariado Lasaliano es precisamente una opor-tunidad de vivir en comunidades religiosas sin lapresión de expectativas ni la necesidad de hacer uncompromiso por toda la vida.

Esto no quiere decir que la vida comuni-taria sea todo gozo, °lejos de eso! Aveces la vida comunitaria era la fuentede toda mi frustración, cuando cam-biar el papel higiénico o llenar eltanque por enésima vez era sufi-ciente para ponerme los pelos depunta. Vivir y trabajar con lamisma gente día tras día mepresionaba hasta los límitesponiendo un espejo delantede mi rostro para mostrarmealgunas de mis mayores debi-lidades. La experiencia exigió unnuevo grado de paciencia y comprensiónmientras me retaba a estar por encima demis deseos egoístas.

Pero la gracia de la comunidad es queotros miembros están normalmente expe-rimentando los mismos sentimientos.De hecho, una vez durante mis añosde voluntario, todos compartimos

relatos sobre nuestras “pesadillas” respecto a uno omás miembros de la comunidad; con frecuenciametáforas de la frustración que se había construidoen el interior. Gracias a Dios, podíamos compartirestas pesadillas de manera caritativa porque había-mos sido capaces de construir una base previa deunidad enraizada en el espíritu de amor.

¿Pero cómo? ¿De qué manera un grupo de hom-bres y mujeres, jóvenes y mayores, religiosos yseglares, construye una base de unidad enraizadaen el espíritu de amor? Ciertamente eso no sucedeporque sí, y no sucede en el mismo grado en todas

las comunidades. Desde mis años de VoluntarioLasaliano empecé a interesarme especial-

mente en la idea de comunidad,tanto en el contexto lasa-liano como en los barrios y

ciudades. En dos de mis tresaños en Baltimore, me bene-

ficié de una pandilla que meproporcionó la oportunidad de

experimentar vida comunitariafuera del contexto lasaliano.

Como resultado, llegué a tres con-clusiones acerca de lo que creo son

los ingredientes más necesarios paraproducir un ambiente comunitario

saludable y dador de vida.

– Ante todo, para que se dé comunidad, ésta debeser intencional. La comunidad no se da espon-táneamente. Es irreal pensar que poniendocinco o quince personas bajo un mismo techo yañadiéndole el nombre lasaliano se va a crear el

Foto: Elena Buetler

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espíritu de comunidad al que me estoy refirien-do. Para que se dé comunidad, las personasdeben querer que se dé. Deben estar de acuerdosobre lo que es comunidad, y deben estar dis-puestos a encontrar un medio para crearla.

– Segundo, los miembros deben estar dispuestos acompartir entre ellos e informarse de los itine-rarios personales y espirituales de los demás.Las historias de los miembros de la comunidadson un ingrediente clave para la comunidad. Noes raro encontrar gente que permanece horas enla sobremesa porque están totalmente absortoscompartiendo historias sobre tragedias y sor-presas de la vida. Se puede ver a jóvenes maes-tros cautivados por Hermanos sabios y sus his-torias de meteduras de pata en la clase y susgrandes momentos. Igualmente, se puede ver asagaces Hermanos embebidos con la alegría deljoven maestro idealista que tiene toda la energíadel mundo para impactar en la vida de cada unoy de todos los alumnos. Estas relaciones simbió-ticas crecen sobre la energía de una con otra.

– Tercero, los miembros de la comunidad debenestar dispuestos a jugar juntos. A todos se nospide trabajar juntos; a menudo hay un horariopara orar juntos. Todos comen juntos de ordi-nario, pero jugar juntos es un poco más compli-cado. Renunciar a tiempo libre valioso por elbien de la comunidad es no sólo esencial parafomentar el espíritu comunitario sino que amenudo precisa de mayor sacrificio. Las cele-braciones de cumpleaños, fiestas de vacaciones,reuniones festivas y viajes de fin de semana,

todo esto contribuye a las alegrías y éxitos de lavida comunitaria.

Una de mis experiencias favoritas de vinculaciónafectiva a la comunidad sucedió cuando vivía enOakland. Hicimos un viaje de vacaciones de prima-vera a Zion y a los Parques Nacionales del CañónBryce. Nosotros seis apilados en dos autos, dormi-mos en tiendas juntos unos al lado de otros, esca-lamos las cimas de las montañas, y cantamos alre-dedor de la hoguera canciones que daban vergüen-za. Recuerdo haber estado nervioso antes del viaje,porque pensé que lo que necesitaba realmente erauna semana completa lejos de estas personas conquienes pasaba todo el tiempo. Pero para mi gransorpresa, me di cuenta al regresar que lo que ver-daderamente necesitaba era una semana completade recreo con ellas; una semana completa de dis-frutar la compañía unos con otros fuera de loslímites de horarios, estudiantes y tensiones. Jugarjuntos esa semana fue una bendición y un testimo-nio de la acción del Espíritu.

Amigos y familiares me preguntan con frecuenciapor qué escogí seguir a los Hermanos y su misiónpor todo el país. Quieren saber cómo un trabajopuede ser tan importante para mí, que arriesguemuchas bellas versiones de hogar para crear nue-vas versiones de hogar en nuevas ciudades. Viendola lucha que a veces tengo al dejar atrás seres ama-dos, se maravillan por qué escogí hacerme esto.Para ser sincero, a mí me pasa lo mismo. Pero, poralguna razón, se siente como lo que se debe hacer.Se siente como una llamada que no puedo des-atender; esa agitación interior no se ha ido.

Durante un retiro de misión para San Miguel elúltimo otoño, reflexioné profundamente en estalucha y escribí en mi diario: “Esto no es sólo un tra-bajo; es un estilo de vida. La gente trabaja aquíporque eso satisface su modelo de vida. No somossolamente compañeros de trabajo; somos máscomo caminantes que viajan juntos y se ayudanmutuamente a lo largo de la jornada.” Vuelvo a esareflexión con frecuencia, y me siento agradecidopor las experiencias ricas y variadas que he vividode mi jornada lasaliana hasta ahora.

El Espíritu de Dios nos guiará adonde no prevemosir. Será un viaje apasionado y aventurado, siempreque permitamos que sea el Espíritu quien nos guíe.

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