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alimento de que Fe trate, ee obti^ene el valor efectivo d^l alin;ento, ^^que ea otro número que airve como el primero para compat'ar lareficacia de los alimentoa o para componer raciones. En el ^ist^máalemán la unidad eg el kilo€ramo de almidón, y cuando ee dit'e que100 kiloa de henu tienen un valor de 25,2 kilos d^e almidón, ^e de^beentender que el valor de eatos 100 kilos de heno como alimento c9equivalente en eficacia a 25,2 kilos de almidón. En loa países e:,can-dinavos la unidad alimenticia es el kilogramo de cebada y una uni-dad aemejante se empleará a veces en eatas in4trucciones. Pero nila auma de principioa digeatiblea, ni loa valorea en unidadea alimen-ticias efectiva^, dan una idea exaeta de la calidad de un alimento,sobre todo para la vaca lechera, porque no tienen preaente la cali-dad y cantidad de proteínae, au contenido en auatancias mineraleay vitaminas, así como la bondad del alimento para el animal con-eiderado.

f.OS Ai.IMENT05

La vaca ea un animal cc,nsumidor en primer término de alimen-tos de gran volume^n, le son indispensabtes hasta cierto límite parauna bu^ena digestión, por lo que toda racián deberá componersefundamentalmente con 'henos, forrajea verdes, productos ensiladoay raíces.

A1 miamo tiempo, ea animal que requiere una gran cantidad deprincipi^os nutritiva^, eai razón de laa n^ecesidadea indispensables parala formación de la le^chc que produce, y si no loa contiene la raciónde alim^entos volumino=os, se hace preciao suplirlos con pie^oa con-centrados, constituídoa por eemillas de aereales y leguminosas, sub-productos de fábricas de harina^, de alimen^tos para el hombre, defábricas de aceite y otros. ^

PASTADEROS

La hierba de una buena pradera permaniente e^ el alimento idealde la vaca lechera. Se quiere con ello significar la pradera compuea-ta por plantas que apetece ^el ganado, en espesura conveniente paraque la producción aea grande, en auelo fértil y abonado conveniente-mente para que la vegetación no carezca d,e ningún elemento nece-eario a una buena nutrición de las plantas, con una variada repre-sentación de las tréboles en competeneia con gramíneaa apropiadasy con la auficiente humedad en el suelo para que la vegetación sigael ritmo máximo de desarrollo en relación con las condicionea declima. Cuando la hierba de esas praderas ae eonsum^e por animaleade cas^ta, se pued^en conseguir hasta catorce kilos de lechle del 4

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pur 100 de riqueza en graga, con la condición de que el prado eat^enaficienternonte eerca del eatablo para que ^el traeladaree a él los ani-males no ^ignifique fatiga apreciable. En estos pa8taderos se reponeel animal plenamente de vitaminae, da sustancias miuerales o decualquier princípio de que pudi^era extar neceaitadu.

En buenas pradRras, en laa corrientemente consideradas comobuenas, en las que la densidad flojea y los tréboles eorn escaeos, nose puedeu esperar pruducciones de leche superiorea a ocho kilogra-mos por vaca, a no ser que el animal la produzca con eus reservae,y cn praderas flojas donde apar^ecen los mu^gos entre las mataa ylas plantaa de tierras ácidaa, no ee debe e^sperar producción quevalga la pena de consignaree, de no suplementaree al anianal conuna bu,ena ración de pieneos concentrados abundantemente pro-teicos.

í.ae praderas para vacas lecheras no se las ha encontrado eIhombre hechas. Aa tenido que desmontar el terreno, cultivarlo conplantas de e,carda para limpiarlo de semillas no convenientea, abo-uar la tierra, sembrarla conveníentemente, limpiarIa de malas hier-bas y abonarla todos los años. Y pasados algunos año^ se tiene quevolver a levantar el prado, limpiar el terreno, mejorarlo y vulver arepetir las mismas operacione$ que cuando por primera vez se ine-taló ta pradera. Cuando eslas praderas se cuidan conforme es debidose obti^ene esa 'hierba que, pac^tada en estado conveniente, tieae taniovalor como la alfalfa para la producción de leche.

La época del año en que la pradera eetá llena de buena hierbacoi,ncid,e con la de lluvias de primavera y elevación de la tempera-tura del ambiente, y su duración, muy variable, no suele eer supe-rior a un mes o mea y medio, puea entrado ya eI mes de junio em-pieza a eufrir d,e sequedad y a perder valor el pasto.

Cuando ]a pradera es de regadío, ai la tierra es regularmente[értil, se la abona y se dirige el cultivo con acie.rto, la hierba debetener condiciones para alimentar vacas que produzcan de 1? a 19kilogramos de ]^eche durant,e toda la época de actividad en la v^ege-tación, contando que eu eatos prados no puede entrar el ganado yla hierba la consumirá en el peaebre, lo que evita al anianal el des-gaete de andar y pac^tar.

FORRAJES

Se cultivan para alimentar a la vaca leehera numerosos forrajes,que proced^en principalmente de siembrae con cereales, taleg comola cebada, el trigo, la avena y el centeno o el maíz y los sorgor?, yde plantas de ]a familia de las leguminosas como la alfalfa, loa dis-tintoa tréboles, la asparceta, la serradela, la soja y otras.

Los cereales de invi^erno producen forrajea excelentes, que sega-dos en el momento en que la vaca no rechaza ninguna de aus partee

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por duraa, ae puede eeperar de ellos produccionea tan buenas comocon los forrajea d,e trébol.

El maíz ea una excelente planta forrajera, apetecida estraordina-riamente por el ganado, pero tiens el defectu de que contiene pocaproteína, por lo que ai ae alimenta eon él en exceao a la vaea, laproducción de leche ae debilitará rápidamenñe. Se hace neceaario elcompenear eata defici,encia con alfalfa, tréboles o sus henoa, consti-tuyeudo así racionea bien apropiadae a la producción.

En euanto a la alfalfa, loa tréboles, la eoja y otras plantab deeata familia, conatituyen los forrajes ideaLea para la producción le-chera, por la calidad de au proteína y por la gran cantidad que con-tienen, debiéndoee recoger como norma general antea de qu^e lle-guen a la plenitud de la floracián, y eobre todo antea de que el ani-mal rechace cualquiera de aus partea por endurecidas.

Haoe excepción la eoja, que parece aer más beneficioso el s^egarsecuando la semilla está ya formada. Se menciona esta planta por cre+er-ee que debe eer ensayada e^n aua variedade.a forrajeraa, pues ae aco-moda en la mayor parte de los terrenos y produce furrajea y henosque rivalizan con ^los de la alfalfa en la producción de leche.

Loa forrajes de leguminoaaa, principalmente la alfalfa, ocasionanla meteorización, fermentaeión del furraje en la panza, con forma-ción d,e abundantea gaEes que producen la muerte en pocas horas, porlo que ea menester meter al ganado en verde con mucha prudencia,progreaivamente, empezando por dar alfalfa a medio marchitar y pro-curando que loa animalea te^rgan aiempre heno a eu diaposición. Elprimer corte ea más peligroso que los que le siguen. Si se presentanlos síntomas en algún animal, es meneeter avisar al veterinario conurgencia.

RAICES

La vaca es un animal que agradece loa alimentoa acuosoa, por loque ae le auminiatran en el Ynvienno, cuando han desapareeido losforrajea, raíces talea como zanahoriae, remolacha, nabos y colinaboe.

Todas las raíces aon muy ricas en agua, el 90 por 100 aproximada-mente, por lo tanto tienen pocoa principioa nutritivos y en elloa eaca-aea principalmente la proteína. Una idea de su poder nutritin•o ee ad-qui^ere, sabiendo que au auatancia aeca pue.de suatituir a un peso igualde suatancia seca de cebada o de maíz.

En la nemola^cha ea el ^zúcar el principal elemento nutritivo, porlo qne se comprende la gran diferencia de valor para la alimentaciónentre las variedadea puraraente forrajeraa y las más o menos azuca-rera8. Los cwelloa de estas últimas, con las hojas, conatituyen un buenalimento para la vaca, aun cuando por su poder laxante deben admi-nistrarae en la cantidad que permita el animal.

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Se atribu^ e a los nabus y colinaboa la propiedad de tranamitix sa-bor a la lcche.

Todas ias raíoes deben darae al ganado deapuéa de paaadaH por elcoria-raícee, para evitar loa accidcntes que producen laa formas re-dondeadaa.

ENSILADO

Para tener un pienao acuo^ que ase;meje laa condiciones de ali-rnEntación del inviernu a las de la pri;mavera y verano, preacindiendode las raícee, ee puede recurrir a cuneervar ;oa fo^rajea ensilándolos.Se conaiguen, en general, con el en-ilado alimentoa máa económicoaque con laa raícea, con la comodidad durante el invierno de tener elpi^eru^o al pie del establo.

El procedimic^nto consiate eaencialmente em cortar el forraje entrozos }^eqneños con máquinas aprupiadas, el cual s^e depoaita en elailo df; madera, fábrica o una zanja abierta en el auelo, apisonándolobien para expul^,ar el aire todo lu completamente que sea posible ytapando el producto lo más perfe^ctamente que se pueda para librarlodsl contucto del aire.

En estas co^ndícíon^es ae produce una fermentacipn con formaciónde ácidos láctico y acético a expensas de ]os hidratoa de carbono,ácidos qwe son los encargados de con=ervar el forraje. Las cantidadesde ácidos producidae dependen de la cantidad de hidratos de carbo-no, del agua que contenga el forraje y de ]ae cantidad,es de otras aus-tancias que neutralicen estoa cuerpos. Cuando la fennentacitín no aedesarrolla en el sentido apr.tecido, ae forma también ácido butirico,que da al enailado un olor desagradable. )Ĵl material resultante essimilar en valor nutritivo al forraje de que procede, algo máB pobreen hidrator^ de, earbono y con desdoblamiento de las proteínas, auncuando el poder alimenticio de éstas pareae conservarae al mismo ni-vel que el de la materia prima.

Este procedimiento de conservación tiene un gran valor para con-aervar forrajea que no pueden ser henificadoa por el temor de que Iosestrapeen laa Iluvias, pero sobre tudo es de una gran utilidad para laĉon=ervación del maíz y loa sorgos en las comarcaa donde ae producenbier► estas plantas, en muchaa de las cuales ha adquirido el carácterde impreaci^udible.

La coaecha de maíz nos proporeioná las espigas y la paja. En lapaja existen la mitad de principios nutritivoe que en las espigas, ola tercera parte de la cosecha total. El ganado aprovecha de la pajalas puntas máa tiernas y las hojas, eon el natural trabajo para maeti-carlas y digerirlae, dejando la mayor parte de la caña. Pero la pajano puede guardarEe má:a que bi,en se_ca, y ai eobrevieme un día devieatto 1a deja ain holas, las lluvias la perjudiean igualmente, lo mis-

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mo en el campo que en los almiares, resultanda que apenas tiene va-lor la parto aprovechable. •

Las pérdidas en el en ilado llegan ha^ta un 1(1 por 100 de la ma-teria prima, pero tenidaa cn cuenta, puecle calcularse que todavía serccoge un 35 por 100 más de principios nutritivoa cuando se cnsila lacoseĉha que cuando Ee la deja para grano, obteniendo un alimentoexcelente para la producción láctea.

El en^ilado exige el recoger la cosecha, paaarla por el cortaforra-jes y llenar el eilo, operaciones qu,e quedan compensadas con laa aná-logas cuando se recog^e el grano r•eco y con la muy costoaa de deshu-jar• las mazorcas.

La conservaci,ón exige que el forraj;e quede al abrigo del aire, quese evite toda clase d^e huecos en la masa o entre ésta y el ailo, que laparte superior Ee tape y se haga tan impenetrable al aire como seaposible. El segundo punto importante en el enEilado, es que la materiaa coneervar sea Io más rica posible, que contenga el máximo de prin-cipios nutritivos, con la humedad conveniente para conseguir una fer•mentación adecuada.

E1 maíz para enailar dc^be sembrarr•.e un poco más ecpeso del quese dedica a grano, pero la densidad cle plantas dcberá r.er tal, quepermita formarse y desarrollarse bien las mazoma^. Si se trata de unmaíz dentado, ae llega al mom^ento conveniente para ensilarlo, cuandoel 90 por 100 de lora gra,nos eatán, dentados, y en todos los casos, cuan-do el 75 por 100 de los granos han pasado holgadamente del eetadolechoso, para cerciorarae de Io cual se lea comprime con toda e,ti^er-gía. En épocas de sequía, puede convenir adelantar algo la recolec-eión, así como cuando se de,^ea que el enailado nesnlte ron mayor can-tidad de vitamina A. Si ae eosecha pasado el e^tado indicado el pro-ducto no es tan apetecido por el ganado, por lu qne ea preferible elequivocarae por adelantarae. en la recolección. Si el ade'anto ea exco-sivo re redu^e la cantidad de princi,pios nutritivoF ^^ ademús resultaexcesivamente ácido.

El maiz enailado ea pobre en prote.ína y mineralea, complementán-dolo felizmente el h^eno de alfalfa o el de trébol.

Eai tierras apropiadas a los aorgn; se puede emplear esta plantaen lugar del maíz, produciendo un alimento análogo, cun lafi mismascaracterísticas en cuanto a su composición, atm cuando algo más po-bne. S,e debe en^ilar cuando las semillas están ya bastante duras y laplanta, por tanto, no tie^ne un exce^o de humedad.

De mucha menor importancia son los demás forrajea que ee en-silan, procedentes principalmente de mezclas de gramíneas y legumi-nosas. El momento más conveniente para en^^ilar ea el mismo cpie siee hubi,eee de he,nificar el forrajie. La conservación es más difícil, so-bre todo cuando se trata de leguminosas. F.n c^tos casos ea menesteresforzarae ien ^evitar el contacto del aire^ con la materia qtte c^ conqer-va, y a pesar de ello pueden desarrollarse fermentacionee anormalea

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6i no se desarrollan su5cientes cantidad^ea de ácidoe en relación con1a humedad del forraje, resultando un ensilado de mal olor que pue-de tranamitirse a la leche, En est,e caso puede recurrirse al ensiladoagregando sustancias hidrocarbonadas para que ae formen loa ácidosen cantidad co^nven,iente o agregar directamente ácidos.

S^o cree convenienie recordar que al llenar el silo se forma ácidocarbónico, y que deben tomarse las precaucione8 neoesariae antes deentrar en él, para evitar deagracias personaIes.

HENOS

Los henos son la bae^e de la alimentación de la vaca leĉhsra enel invi^erno. Su ración se compone eiempre de henoa, parte del cualpuede ser sustituído con ventaja por raíces o maíz ensilado, o supLe.mentado con un pienao de concentrados. Dada su importancia, sehace preciso que tratemos de conseguir una pr^ecisión en el lenguajeque no i,nduzca a con^fusione..

Veamos lo que pasa con la alfalfa, porque el caso ee general yaitúa la cuestión en los términas d^e imprec^sión que tiene en Ia práciica. La compoaición de una buena alfalfa comercial, la de ]as hojassecas de alfalfa y la de los tallos aecoa, es la que sigue, tomadas del"Yearbooc of Agriculture", del Minisrierio de Agricultura de los Es-tadas Unidae, para 1939.

Agua Cenizas Proteína Graso Csiulosa E. no Nitro

(Yn. ]pul

Herra de alfalfa ..........., 7,2 8,0 15,4 1,6 30,3 37,5Talloe de alfalfa ......... 9,1 7,7 11,4 1,3 36,1 34,4Hojas de alfalta ............ 8,5 14,4 20,9 2,6 15,7 37,9

Las hojas tienen doble cantidad de cenizas, de proteína y de gra-sas que los tallos, apraximadamente la misma cantidad de extractosno nitrogenados y la mitad de celulosa. Las hojaa tienen diez ve^cesmás proeína asimilable que los tallos, eerca de tres vecea más grasay les exceden en algo en los hidratoa de carbono, siendo la suma deprincipios nutri,tivos dig^eatiblea en las hojas el 20 por 100 más que ealos tallos. Tienen además la mitad de celulosa, que es en gran parteasimilable, míentras que Ia de los tallos se encuentra en general en-durccida y lignificada en parte, inasimilable y protegiendo a los demásprincipios nutritivos de la accipn de los jugos gástricos. En las hojasla celulosa está en menor proporción que en el grarw de avena y tie.nen, por tanto, la eansideración d^e un pieneo coneentrado, con lamisma cantidad de proteína que las habas o los guisantes. Por elcoutrario, los talloa duroa, más pobres en composición que las hojas,con coeficientes de dig^estibilidad más bajos, con el desgastae que su-pone la maaticación y todo e; proceso digestivo, dejan de ser aptos

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para la alimentación de la vaca lech^era, aun cuando pueden ser c+u-mamente útiles para caballos o bueyes de trabajo.

Laa hojas de alfalfa repre=entan del 50 al 55 por 100 del peeo to-tal dr, la planta y su contenido en proteína del 70 al 75 por 100. EIvalor principal del heno de alfalfa reside en las hojas, cuantas máehojas se hayan conservado tanto mejor es su calidad. Pur otra parte,el heno debe scr lo más Yerde que pueda obtenerse, por ser este colo-rido el indicador d^e eu contez^ido en vitami,na A, o su previtamina, yde que no ha sido ca^tigado por el aol, quen^ando partr, de los princi-pias nutritivos. Se comprende la i;ncertidumbre que debe embargaral ganadera, qu.e cunoce lo que es un buen heno de alfalfa y unomalo, cuando se le acottseje el racionar sus vacas con una cantidaddeterminada de heno, ^ de qué claae deberá ser e^e heno?

Egta incertidumbre que puede ocasionarse al considerar el henode alfalfa, heno constituído por una sola especie vegetal, que noadmite m.alas hierbas, ee multipli^ca conaiderablemente con el henude las praderas eompuestas de multitud de eepecies, de tierraa máso menos fértiles, segadas a tiempo o con retraso. La calidad está enrelación con la fertilidad del terreno, con las especies qwe constitu-yen la pradera, con la oportunidad en el momento de segar, con loscui;dados que se prodigu^en en la henificación y la fortuna que de-pare el tiempo, pues auai abrigándolo de lus rocíos, si éatos son £uer-tes o sobnevienen Iluvias y el secado s^e prolonga, por podredumbre,y por la acción combinada d^el agua y del sol, se obtienen henos que-bradizua, blanqueados y sin hojas. Del heno puede asegurarse yuees ^el alimento de valor más incierto o variable de cuantos se dec?ti-nan a la vaca lechera.

A una co^nclusión se ha llegado con la que se está conforme cleuna mane.ra general, consistente en que importa más la calidad delheno que la planta o plantas d,e que proceda, siempre que éatassean de las qwe corrientemente tienen el título de buenas forrajeras,se cosech^en eai tierras fértiles capaces de producir buenas cosechasde tréboles, no tenga paradas la vegetación, s^e aieguen en el momen-to conveniente y se henifiquen con arte y fortuna. La calidad dependede la cantidad de hojas que se hayan conservado, de la finura de lastallos, de eu color verdoso, todo lo cual denota su alto contenido enproteínas y vitaminas, su poca cantidad de celulosa y la seguri,dad dcque aerá apetecido por el ganado. El malo ee earacteriza por todo locontrario, pocas hojas, poco color y dureza o aspereza de los tallos.

Todoe los henos si son de buena calidad, tienen aproximadamentela misma cantidad de principios digeatibles y todos tienen un valorequŭvalente ea la alimentación de la vaca; pueden variar en la canti-dad de proteína, en la de cenizas, en la de vitaminas, pero san muyaemejantes en la cantidad dicha, por lo que si hay que suplementarloscon harinas, las mismaa cantidad^es son necesarias para eualquiera de

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e11os, con la eondición eseneial de que la harina tenga la eantixlad deproteína adecuada.

I.a ubtención de un henu de primera calidad presupone el regarcl prado cuando la hi^erba e: tierna, pero ello representa m;ís trabajopor cada quintal de heno quc se produzca y mayorea dific^iltadespara el secado, aparte. de una menor produccicín en la mayoría de loscasos. La custumbre sitúa el momento de la sie.ga e^ntre el princi.pioy la plena iloración.

El s^ecado conviene que sea lo más rápido posible, recogíendo e1forraje en montones si ee temen los rocíos. En cuanto se juzgue opor-tuno se deberá retirar del eampo, aguardando para canstituir los al-miares a que el aecado haya avanzado lo auficiente para que no aecaliente en ellus máa de lo debido.

Como se hace referencia a calidades de heno y las normas d,e ali-mentación que se preconizan han sido tomadas de publicacionee del;Vlini^terio d^e Agricultura d;e los Estados Unidos, para que los agri-cultores juzguen de cómo ^wn los henos de di^fere^ntes calidades, seinsertan loa datos coucernientes a algunoa de. elloa, tomados del"líandbook of Official Hay Standard^".

CLASES DE HENO DE ALFALFA

Cia^es Cantidad d• hojaa Tanto porciento deeolorionta

Materiaa extra-p,,,,,, por ciento

pverde ^a= por ciento

1 40Gmás 606má.^ 5:.' 2^ ó tná^ 35 ó más 103 Menos de 25 Menos de 35 15

No entran em eatas clasee las alfalfas que tengan más d^e 15 por100 de materias extrañas o que contengan traza; de materias perju-dicialee, las qne no tengan el o;or propio de ellas o alguno extraño,las que nu ^están completamente curadae, las que están húmedas ocaliea^tes, enmohecidas, envej^ecidas, emplastadaR, desinenuzada^,perjudicadas por las age,ntea atmosféricos o que contengan más polvoque el usual. La aiega para obtener eatos henos ee debe practicarcuando estén en flor dc un décimo a un cuarto de las plantas.

Como segundo ejemplo se consigaan las condiciones requeridas^tara las difererites c^aees de lieno de •prados.

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I:AL[DAUEti 1^;N F.L HENO DE PR^IUOS

Calidad^s Tanto por cien-- to de materio

Súm, veroa

Máximo porcisnfo dematerias ez-

froñas

1 Ĵ^ ú RláS 1^

2 35 ó rnás 1S3 Menoe de 35 'l0

Lae materias extrañas en general las eonstituyen plantas que ra^chaza el ganado por cualquier causa. Re tricciones análogae a lasconsignadas para la alfalfa exiaten para el heno de prados.

Con lo expuesto, quizá se ha concretado lo suficiente para poderestimar con un eolo crLterio lo que son lo^ henoa de ealidadea uno,doa y tree.

IIENOS DE LEGUMINOSAS

Todoe^ elloa ee caracterizan por tener un el^evado contenido enproteína y cal. Como consecuencia, ai hubie^e que euplementar larac^ión con harinas bastará hacer uso de las de oereales, maíz, cebadao avena, con a;go de salvado, evitaaido el tener que emplear pieneoscon mayor cantidad de proteína que suelen aer más caros.

Las leguminosas son todas difícile8 de aecar, perdiendo laB hojaaen el proceao, que como ya ee ha di^cho son laa partes más nutritivaa,y por tanto, las prácticas que se emple.en en la henificación debendirigirse a evitar e8ta pérdida.

Tambiéai se ha advertido que la alfalfa debe aegarse cuando deun décimo a ŭn cuarto cle los piea eatán en flor, pues en ese momentoaparecen numeroeoa brotes en la cabeza de la planta, que asegura:nuna repoaición rápida. Se obtiene así una buena producción deheno de calidad, en el que laa hojae pueden conservarse y ea apete-cido por el ganado. No ocurre lo mismo si ae siega más tarde, puease obtien^e un heno con mucha celulosa, duro, y se debilita el corte^aiguiente; mientras que cortando máa temprano se agota antss elalfalfar.

El heno de alfalfa es más rico en proteína qua el de trébol, pero eemás laxante, por lo qu^e en determinado, animalea nó produce tan fa•vorablea resultadoa como en Ya generalidad. El segundo corte y los ai-guientea producen henoa con talloe má^ ñnos, eatán máa limpios deplantas extrañas y Fon, por tanto, más apreciados.

Por au contenido eu prot^eínae y euatanciaa mineralea, especial-mente calcio, por la fruición con que es consumido por el ganadoy por eus prop.iedades ligeramente laxantes, ningún heno llega a al-canzar el aprecio que conaigu^e el de alfalfa. Particularmente ea e^-

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tiniado para la vaca lechera, por lae necesidadea de este animal enproteína y calcio para la producción de leche y por loa buenus efec-toa rtiiempre con eguidos. De ningún hen,o llega a consumir la vacalechera tanta cantidad, pa-ando con alguna frecueneia dc: loa tr^°.^:kiloa diarios por cada cien kilogramos de peso del animal.

Lus beneficio os efectoa que se con.Qiguen con la alfalfa re susti-tuyen en gran parte en las regiones más septentrionale^ con el trébolrojo, con la ventaja para la explutación total de que r•e trata de unaplanta de altemativa y como leguminosa mejorante de la fertilidad.La obtención de buenas cosecha ^ de trébol rojo indica que laa tie-rras están b.ien provistas de cal, fóaforo y potaea y, por lo tanto, ^nmedio ad,ecuado para la vaca lechera.

EI momento de henificar el trébol ea d^eede la mitad a la plenafloración, pue si ae hace anteF, ee henifica con dificultad por la grancantidad de agua que contiene, y si ae retarda, se con^igue un henacon menos valor por su dureza y por haber perdido las hojaa má^bajas.

FIENO DE PRADOS

Las praderas ee constituye,n generalmente con mezclas de gramí-neaa y leguminoeax. Los henoa que producen son menoa ri^cos en pro-teína y minerales que loa ya con^3iderados de legumino=ae, aun cuan-do ai se adelanta el corte e^e pueden obten,er henos del miemo valor .y muy apetecido^a por el ganado. El inconveniente que oeurre ai reeiega precozmente, es que el eecado preaenta máe dificultades y laproduoción es merwr.

EI momento d^el corte lo marcan los tréboles; así, pues, rc^ ^ iegael prado en el mismo mumento que se eegaría :L eatuviese compueatoso:amente de tréboles. En esas cundicione^ se puede admitir, parapraderaa bien constituída^, que el h^eno que producen tiene lo;. do.^tercios de proteína de la que cantendría un hen,o compuesto por loatrébo:es que tiene la miama pradera.

Guando la prad^era se enveje^ce y no tiene la fertilidad aufici^entedesaparecen loa trébolea productivos, y al espigar las gramíneasse preryenta el momento de la siega, que no debe retardars^e paraconseguir majorar en lo posible la calidad del producto. Eatoe heno.eon, bastante pobree en proteína y mineralee, la vaca lechera no losapetece como lo^ buenoa y consume mucha menor cantidad. Estoobliga a que el euplemento de hari,nas tenga que eer más abwndante,y ademáe que contengan ellas mi^r ►as una gran cantidad de proteina.

PAJAS

Las pajas de aereale: tienen un,a gran cantidad de celulasa, pocaproteína y sales mit^erales, y en coneecuencia no son apetecidas por

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la vaea lechera. Si:n embargo, los animale . conaumen una pegueña'cantidad aun cuando tengan un buen he.no a Bu diepo^sición.

En año; malos cn que se hace prec.iso alimentar con pajas sur títu-ye,ndo a partc del heno, c^ meneBter reforzar la rac.ión de harinas losuficiente, puea de lo contrario decaerá ]a producción.

Las pajaa de maíz y Forgos son regularmente apetecidaa por elganado, de las cualee conumen las hujas y la parte más tierna deltallo. Las porcionea que consumen tienen un valor equivalente a unheno media,no d^e gramíneas, pues su contenido en proteina es pe-queño. Aventajan a egta^s pajas y a lag d^e cerea:ea de invierno las deleguminosas, por su mayor contenido en proteína.

Cuando las pajas se uFan para cama del ganado, una prácticarecomendable consiste en, pa8arlaa antea por los pesebre: para queel ganado coma la que desee.

ALIMENTOS CONCENTRADOS CON POCA PROTEINAEntre los alimentoa coneentradoR con poca proteína que deben

eu poder nutrítivo a Ios hidratoa do carbono figuran pri^ncipalmenteloa cereales, Ios cuales sun pobrea tamb.ién en sustancias minerales,conteniendo, como todos los pie,n=os concentrados, poca cantidad decelulosa.

El que contiene mayur cantidad de principios nutritivos es elmaíz; le sigue de cerca la cebada, y después la avena, que tienemucha más celulosa, algo máa cle proteína y menor cantidad totalde princípios nutritivos, pero goza de una a;ta estimación entre losvaqueros. El centeno es poco apetecidu, por lo que tiene que dareemezclado y limitando eu cantidad, y el trigo también se hace pre-ciso el limitarlo para evitar iaidige^stiones.

La pulpa Feca de remolacha tambié.n debe comprenderee en estegrupo, del que difiere por su mayor cantidad de celulosa, que ensu mayor parte ea digestible.

CONCEN^RADOS REGULARMENTE PROTEICOS

Ei ^alvado de trigo .es el principal de este grupo de alimentosde que puede disponerae, de una utilidad grandísima en la alimen^tación de la vaca lechera, por su volumen, por aus efectos benefi-cioeos regulando la digeetión y su gran contenido ^en fósforo. Suutilidad mayor es en loa días de antes y después del parto. Comoes algo más bajo en principios nutritiwos que los demás con,centra-doe, no debe pasarse en las mezclas de las cantidades que se se-fialarán.

Los salvadas más finoa tienen máe valor nutritívo, algo más deproteía^a, pero no son tan ricos en fóaforo ni tienen, las propieda-des higiénicas de los salvados de hoja.

La cebada seca, procedente de las fábricaa de c^erveza, deb^

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comprenderst^ también en este grupu, pur Ilegar hasta el 15 por 100de proteína digeatible.

COi^iCENTRADOS RICOS EN PROTEINA

El turto o bagazo de coco tiene un contenido en proteín,a diges-tible del 17 al 18 por 100, y probablemente se volverá a pre®entaren lue mercados.

Laa habas, algarrobae, guiaantes y las demás leguminosas qua eecultivan para pie,neo tienen la proteína digestible comprendida en-tre el 20 y el 22 por 100, y son estas legumbrea las que nos debeneervir de base para enriquecer las mezc:ae de coneentrados, pue8nuestras posibílidades de producción en cosechas alternando cunlos cereales eon bastante grandes, y ai se presenta la demanda, eu,produeción ^seguirá inmediataraente.

Los turtos de cacahuete tienen una riqueza en proteína diges-tible comprendida entre el 37 y el 45 por 100. Loa turtos de linaza^ienen su contenido en proteína digeatible comprendido entre el29 al 33 por 100, y ea bien co^nocida eu propiedad beneficia^a sobreel tubo digeativo.

5eguramente que también se presentarán, en el mercado turtoade semilla de algodón, procedentes de la cosecha nacional de eataplanta. Estua turtos constituyen un alimento excelente para la vacalechera, aiempre que entren eu la debida proporción en la compo-aiciÁa de laa mezclas de concentrados. Si el turto o su harina pro-cede de eemillas con cá-cara, eu riqueza en proteína digestible llegadl 15 por 100, y si ea de semillas sin cáecara, del 31 al 37 por 100.

PIENSOS PREPARADO5 POR EL COIVIERCIO

Eatoa piensoa deben venderae señalando au composicfón quími-ca. Si su contenido en celulosa es alto, eeguramea ►te que en su com-posiciÁn entran pajas, henos, e^n,volventes de aen►illa o materias aná-loga^. Lo mismo estas materias que laa fundamentales que consti-tuyan el pienau pueden ,^er de mejor o peor calidad, más o menosviejaa, con vitamiaas o ain ellaa. El poder nutritivo del pienso nopuede darlo el aná^ic.is químico, y, por lo tanto, es menester con-fiar en la buena fe del ^comerciante, en la buena impreaión que nosproduzca y en el gusto con que lo tomen los animalee.

Como itiformación debe advertirae que la alfalfa molida no haproducido mejorea resultadas que Ia nataral en la alimentaeión dela vaca lechera, y, en cambio, produce irritacionea al animal e im-purifica el ambiente del eatablo.