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7 E l papel primordial del buen docente en el logro de los aprendizajes de sus alumnos, ha sido señalado reite- radamente en la investigación educativa. Aun así, es preciso reconocer que la vocación no es el único ingrediente para la buena docencia, pues ésta requiere de un conjunto de elementos ligados entre sí: una adecuada formación inicial que brinde contenidos, habilidades, didácticas especializa- das y capacidad de adaptación al contexto; un desarrollo profesional a partir de estrategias de formación continua; además de incentivos salariales y reconocimiento social. La docencia no se vive en espacios homogéneos, sino en distintas realidades: el maestro trabaja en contextos diferen- tes, con grupos de alumnos con perfiles diversos y, muchas veces, en condiciones precarias de infraestructura. Variables que impactan su desempeño, a las cuales se agregan otras asociadas a su trayectoria sociocultural, que no deben per- derse de vista para tener una mejor valoración de su situa- ción en México, como: a) el perfil del alumnado que se incorpora a los centros de formación magisterial, considerando algunos anteceden- tes académicos y culturales fundamentales, principal- mente los estudios previos realizados; b) el perfil de los formadores de docentes, considerando algu- nos de sus antecedentes académicos y culturales básicos, principalmente las etapas formativas cubiertas; c) la naturaleza predominante de los estudios efectuados por los alumnos que participan en esos espacios for- mativos; Formación, trabajo y desempeño docente: ¿Qué sabemos y qué necesitamos transformar? Consejeros de la Junta de Gobierno Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación DE PUÑO Y LETRA d) el desempeño laboral de los egresados de dichos centros de formación, posterior a su tránsito en los mismos; y, e) los efectos en las actividades y procesos docentes que pro- pician los estudios formativos realizados. En el ámbito de la actualización y la formación continua, las tendencias —al igual que sus inercias y limitaciones— han sido claras, a saber: actualización permanente de profesores con base en cursos; actualización de profesores después de cambios curriculares y de libros de texto; y docentes habili- tados o incorporados al subsistema básico, es decir, capacita- ción de buenos estudiantes, facultados como docentes, para mejorar su desempeño —más o menos contingente— frente a grupo; lo cual refleja las condiciones de la desigualdad y los diferenciales de calidad y equidad educativa generados desde las mismas políticas de formación continua de docentes. A fin de cuentas, aunque en México se han implementa- do programas e iniciativas para la mejora desde hace varios años, tanto de las capacidades docentes —su formación inicial y desarrollo profesional— y su remuneración sala- rial, como de las condiciones de las escuelas en que laboran, éstas no han sido suficientes y los logros educativos aún son limitados, no sólo en cuanto a los logros de los alumnos, sino ahora también, a los resultados que arrojan las eva- luaciones de los docentes. Como ejemplo de ello, según los resultados del Concurso de Ingreso al Servicio Profesional Docente realizado en julio de 2014, se sabe que del total de aspirantes que concursaron por una plaza de educación básica, sólo el 39.4 % resultó Idóneo 1 .

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El papel primordial del buen docente en el logro de los aprendizajes de sus alumnos, ha sido señalado reite-radamente en la investigación educativa. Aun así, es

preciso reconocer que la vocación no es el único ingrediente para la buena docencia, pues ésta requiere de un conjunto de elementos ligados entre sí: una adecuada formación inicial que brinde contenidos, habilidades, didácticas especializa-das y capacidad de adaptación al contexto; un desarrollo profesional a partir de estrategias de formación continua; además de incentivos salariales y reconocimiento social.

La docencia no se vive en espacios homogéneos, sino en distintas realidades: el maestro trabaja en contextos diferen-tes, con grupos de alumnos con perfiles diversos y, muchas veces, en condiciones precarias de infraestructura. Variables que impactan su desempeño, a las cuales se agregan otras asociadas a su trayectoria sociocultural, que no deben per-derse de vista para tener una mejor valoración de su situa-ción en México, como:

a) el perfil del alumnado que se incorpora a los centros de formación magisterial, considerando algunos anteceden-tes académicos y culturales fundamentales, principal-mente los estudios previos realizados;

b) el perfil de los formadores de docentes, considerando algu-nos de sus antecedentes académicos y culturales básicos, principalmente las etapas formativas cubiertas;

c) la naturaleza predominante de los estudios efectuados por los alumnos que participan en esos espacios for-mativos;

Formación, trabajo y desempeño docente: ¿Qué sabemos y qué necesitamos transformar?Consejeros de la Junta de Gobierno Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación

DE PUÑO Y LETRA

d) el desempeño laboral de los egresados de dichos centros de formación, posterior a su tránsito en los mismos; y,

e) los efectos en las actividades y procesos docentes que pro-pician los estudios formativos realizados.

En el ámbito de la actualización y la formación continua, las tendencias —al igual que sus inercias y limitaciones— han sido claras, a saber: actualización permanente de profesores con base en cursos; actualización de profesores después de cambios curriculares y de libros de texto; y docentes habili-tados o incorporados al subsistema básico, es decir, capacita-ción de buenos estudiantes, facultados como docentes, para mejorar su desempeño —más o menos contingente— frente a grupo; lo cual refleja las condiciones de la desigualdad y los diferenciales de calidad y equidad educativa generados desde las mismas políticas de formación continua de docentes.

A fin de cuentas, aunque en México se han implementa-do programas e iniciativas para la mejora desde hace varios años, tanto de las capacidades docentes —su formación inicial y desarrollo profesional— y su remuneración sala-rial, como de las condiciones de las escuelas en que laboran, éstas no han sido suficientes y los logros educativos aún son limitados, no sólo en cuanto a los logros de los alumnos, sino ahora también, a los resultados que arrojan las eva-luaciones de los docentes. Como ejemplo de ello, según los resultados del Concurso de Ingreso al Servicio Profesional Docente realizado en julio de 2014, se sabe que del total de aspirantes que concursaron por una plaza de educación básica, sólo el 39.4 % resultó Idóneo1.

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8 DE PUÑO Y LETRA

¿Qué es lo que explica este resultado? ¿Cómo revertirlo? Más aún… ¿qué ha hecho el Estado mexicano para garan-tizar los perfiles idóneos de los maestros? ¿Qué elementos aporta la evaluación para la mejora docente y qué aspec - tos contextuales afectan a su práctica?

Tras la reciente Reforma Educativa que norma el ingreso a la docencia, la Ley General del Servicio Profesional Docente ubica al maestro en el centro del debate como protagonis-ta del cambio educativo. En razón de ello, el artículo 12 de dicha Ley, señala que las funciones docentes, de dirección y de supervisión se orientarán a brindar una educación de calidad, por lo que quienes desempeñen esos cargos deberán reunir “las cualidades personales y competencias profesio-nales para que dentro de los distintos contextos sociales y culturales, promuevan el máximo logro de aprendizaje de los educandos, conforme a los perfiles, parámetros e indi-cadores que garanticen la idoneidad de los conocimientos, aptitudes y capacidades que correspondan”.

Parece existir, por lo tanto, un consenso: para garantizar el derecho a una educación de calidad, los maestros son el gran desaf ío y la gran solución, así, resulta imperante re-flexionar sobre los retos de su formación inicial y continua, sus condiciones laborales, y sin duda, sobre la evaluación de su desempeño. Eso busca esta edición de la Gaceta de la Po-lítica Nacional de Evaluación Educativa, motivar el diálogo para respondernos: ¿qué sabemos sobre la docencia y qué es necesario transformar?

Encontrarán en estas páginas a las escuelas normales —columna vertebral de nuestra historia educativa— y una de sus necesidades: la profesionalización de los estudian-tes, así como su verdad: no existe un modelo único para la educación normal. Leerán también un análisis sobre los retos en la formación continua a través de los resultados de la evaluación docente.

La Gaceta presenta además, entre muchos otros con-tenidos, la mirada de los docentes sobre los desaf íos que enfrentan al realizar su labor, así como los factores que impactan su práctica, particularmente aquellos liga-dos al contexto social. Los maestros señalan que no es sólo la deficiente infraestructura en escuelas y aulas uno de los aspectos que influye en el ejercicio de su profesión, sino también otros de naturaleza extraescolar, como la actitud e involucramiento de los padres, la migración, el trabajo in-fantil, el narcotráfico o la inseguridad.

Desde el Instituto Nacional para la Evaluación de la Edu-cación (inee) estamos convencidos de que la evaluación del trabajo docente es una vía factible para lograr que la calidad de la educación mejore, más reconocemos que los docentes requieren acompañamiento y procesos que enriquezcan su vida laboral. Responder esos grandes desaf íos en todos los ámbitos educativos de nuestra nación, frente a la dinámica social y tecnológica en la que estamos inmersos, es la tarea diaria del maestro, pero es también la nuestra.

La edición marzo-junio 2015 busca ahondar en los matices y realidades de la formación, el trabajo y el desem-peño docente, en un análisis que apunta hacia aspectos centrales para enriquecer la Política Nacional de Evalua-ción Educativa.

Bienvenidos a esta vocera del Sistema Nacional de Eva-luación Educativa, que esta edición funcione para medir alcances, reunir fuerzas y saberes, y avanzar hacia una transformación por la mayor profesionalización y recono-cimiento de los maestros. No pretendemos agotar el tema, pero sí dar motivos para alimentar el diálogo y la reflexión.

1 Sistema Nacional de Registro del Servicio Profesional Docente. Secretaría de Educación Pública. http://goo.gl/uQMjb2.

Porque en la construcción de una política, todas las voces son necesarias y sus ausencias siempre harán falta: En reconocimiento al Dr. Raúl Nevárez Grijalva, Director General de Evaluación y Política Educativa de la Secretaría de Educación Pública del Gobierno del Estado de Puebla, fallecido el 30 de enero del 2015.

In memoriam.